Filtración en Múltiples Etapas: Tecnología Innovativa para El Tratamiento de Agua
Filtración en Múltiples Etapas: Tecnología Innovativa para El Tratamiento de Agua
Filtración en Múltiples Etapas: Tecnología Innovativa para El Tratamiento de Agua
•HP..
LIBRARY IRC
PO Box 93190, 2509 AD THE HAGUE
Tal.: +31 70 30 689 80
Fax: +31 70 35 899 64
BARCODE: /
LO.
EMCALI
Empresas Municipales de Cali
COMITÉ DL CAFETEROS
r**** COLCIENCIAS
FINDETER
DEL VALLE DEL CAL'CA -•—•&r-r: Financiera de Desarrollo
FILTRACIÓN EN MULTIPLES
ETAPAS
Tecnología innovativa para el tratamiento de agua
Procesamiento de texto:
Rubiela Vernaza Díaz
Ilustraciones:
Edinson Galvis M, Cinara
Alex Manuel Velásquez
Fotografías:
Manuel Varona, Asesor Cinara
Publicado por:
Artes Gráficas de Univalle
Distribuido por:
1
Universidad del Valle
Cinara, Instituto de Investigación y Desarrollo en Agua Potable,
Saneamiento Básico y Conservación del Recurso Hídrico
cinara@cinara.univalle.edu.co
A.A. 25157, Cali, Colombia
ISBN: 958-8030-20-X
Abreviaturas ¡> 13
Prefacio : 15
1. Introducción ••••• 1 7
2. Conceptos en el mejoramiento de la calidad del agua 21
2.1 Consideraciones históricas 21
2.2 Riesgos para la salud pública asociados con el aguapara
consumo humano 22
2.3 Guías y normas de calidad de agua 24
2.3.1 Parámetros básicos en Sistemas Comunitarios de . :¡ ;
Abastecimiento de Agua 24
2.4 Inspección sanitaria y análisis de calidad de agua 26
2.5 Identificando prioridades en programas de mejoramiento
de la calidad de agua 28
2.6 Estrategia de las barreras múltiples para reducir riesgos
microbiológicos 30
2.6.1 Conceptos básicos asociados con el tratamiento de agua 31
3. La búsqueda de soluciones sostenibles 35
3.1 Soluciones sostenibles 36
3.2 Aspectos e indicadores de sostenibilidad de las soluciones 38
3.2.1 El nivel de servicio 39
3.2.2 El uso eficiente del agua 41
3.2.3 La administración 42
3.2.4 Seguimiento y evaluación . 42
3.3 Participación de la comunidad 43
3.4 Consideraciones generales sobre proyectos de tratamiento
de agua 45
3.4.1 La localización i , 45
3.4.2 Criterios de diseño " •• . • 46
3.4.3 Consideraciones en la construcción 46
3.4.4. Operación y mantenimiento 47
4. Filtración en múltiples etapas 49
4.1 La tecnología de filtración lenta en arena (FLA) 50
4.1.1 Las unidades de filtración lenta en arena 51
4.1.2 Mecanismos de remoción en las unidades de filtración lenta 53
4.2 Limitaciones de la tecnología de filtración lenta en arena 54
4.2.1 Niveles de contaminación que superan la capacidad
de tratamiento 56
4.2.2 Condiciones que inhiben o reducen la eficiencia
del proceso 58
4.3 Superando limitaciones de la filtración lenta en arena 60
4.3.1 Evolución en el uso de la tecnología FLA en Europa 60
4.3.2 Consideraciones sobre la búsqueda de alternativas
de pretratamiento 62
4.4 Consideraciones sobre la filtración en múltiples etapas 64
4.4.1 Descripción de los componentes con filtración gruesa 65
4.5 Otras alternativas de pretratamiento 67
5. Comportamiento de la tecnología FiME 69
5.1 Experiencias con plantas a escala técnica de investigación 71
5.1.1 Consideraciones generales 71
5.1.2 Evaluación de la calidad del agua cruda 72
5.1.3 Evaluación de las unidades de filtración gruesa dinámica 74
5.1.4 Evaluación de las unidades de filtración gruesa 74
5.1.5 Comportamiento de las unidades de filtración lenta
en arena 78
5.2 Experiencias con plantas FiME que utilizan fuentes
superficiales de ladera 82
5.3 La aplicación de FiME 86
6. Costos de plantas FiME 87
6.1 Presentación 87
6.2 Antecedentes 87
6.3 Características de los costos 89
6.4 Estimación de los costos en FiME - 90
6.4.1 Criterios básicos , 90
6.4.2 Modelos de cantidades de obra 91
6.4.3 Indicadores para administración, operación y mantenimiento 93
6.4.4 Metodología para obtener los costos 95
6.5 Modelo de costos de construcción para el Valle del Cauca :K 96
6.6 Consideraciones sobre el modelo propuesto f 97
6.7 Impacto de la tecnología sobre la tarifa ,jg 101
6.7.1 Comparación de Costos y Estimación de su Impacto
en Tarifas 102
7. Selección de alternativas de la tecnología FiME m 105
7.1 Rangos de clasificación de calidad de agua en fuentes
superficiales 106
7.1.1 Turbiedad 106
7.1.2 Coliformcs fecales 107
7.1.3 Color real ' 108
7.2 Consideraciones sobre la eficiencia de los sistemas FiME 109
7.3 Consideraciones con base en costos 109
7.4 Recomendaciones sobre la selección de FiME 110
8. Filtración gruesa dinámica 113
8.1 Descripción general 113
8.2 Componentes principales del FGDi 114
8.2.1 Cámara de filtración 114
8.2.2 Lechos filtrantes y desoporte 115
8.2.3 Estructuras de entrada y salida 115
8.2.4 Sistema de drenaje y cámara de lavado 115
8.2.5 Tuberías y accesorios de regulación y control 115
8.3 Criterios de diseño 116
8.4 Eficiencias de remoción 117
8.5 Dimensionamiento 118
8.6 Operación y mantenimiento 119
9. Filtración gruesa ascendiente . 123
9.1 Descripción general . . , 123
9.1.1 Cámaras de filtración ; 124
9.1.2 Lecho filtrante 124
9.1.3 Estructuras de entrada y salida 124
9.1.4 Sistema de drenaje y cámara de lavado 127
9.1.5 Accesorios de regulación y control 127
9.1.6 Dispositivos para la limpieza superficial 127
9.2 Criterios de diseño 128
9.3 Eficiencias de remoción 130
9.4 Operación y mantenimiento 130
9.5 Costos 133
10. Filtración lenta en arena 133
10.1 Descripción general 135
10.1.1 Caja de filtración y estructura de entrada 136
10.1.2 Lecho filtrante 136
10.1.3 Capa de agua sobrenadante 138
10.1.4 Sistema de drenaje y camarade salida 139
10.2 Calidad de agua a 141
10.3 Consideraciones de diseño * 142
10.3.1 Criterios de Diseño 143
10.3.2 Determinación del Número de Módulos de Filtración 145
10.3.3 Dimensionamiento de Módulos de Filtración 145
10.4 Aspectos constructivos 148
10.5 Operación y mantenimiento 148
11. Ejemplos de diseño de sistemas FiME 153
11.1 Ejemplo de diseño con nivel bajo de riesgo 153
11.1.1 Calidad de agua cruda 153
11.1.2 Selección del sistema de tratamiento 153
11.1.3 Parámetros de diseño y dimensionamiento del sistema 153
11.2 Ejemplo de diseño con nivel medio de riesgo 155
11.2.1 Calidad de agua cruda 155
11.2.2 Selección del sistema de tratamiento 156
11.2.3 Parámetros de diseño y dimensionamiento del sistema 156
11.3 Ejemplo de diseño con alto nivel de riesgo 157
11.3.1 Calidad de agua cruda 157
11.3.2 Selección del sistema de tratamiento 158
11.3.3 Parámetros de diseño y dimensiones 158
11.4 Consideraciones finales 160
12. Referencias bibliográficas 161
••«-
ANEXOS 169
1. Formato de seguimiento en plantas de tratamiento por filtración
en múltiples etapas 171
2. Esquema de operación y mantenimiento de una planta de tratamiento
por filtración en múltiples etapas 173
3. Requerimientos de válvulas en plantas de tratamiento por filtración
en múltiples etapas 177
4. Accesorios requeridos en sistemas de filtración en múltiples etapas 179
5. Diseño de múltiples 185
ABREVIATURAS
A: Área
AIU: Administración, imprevistos y utilidad
AIT: Instituto Asiático de Tecnología
b: Ancho
BC: British Council
BM: Banco Mundial
C: Costo . '
cd: Coeficiente de descarga
ct: Costo total
CEA: Costo equivalente anual
Cinara: Instituto de Investigación y Desarrollo en Agua Potable, Saneamiento Bási-
co y Conservación del Recurso Hídrico
CMD: Consumo máximo diario
COA: Carbono orgánico asimilable
COLCIENCTAS: Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, Fran-
cisco José de Caldas
COT: Carbono orgánico total
DAC: Development Assistance Committee
DGIS: Departamento de Cooperación para el Desarrollo del Gobierno de los Paí-
ses Bajos
DNP: Departamento Nacional de Planeación
do: Tamaño electivo
DST: Desviación estándar
!
DUT: Delft University Technology
E. COU: Escherkhia Cotí ,
EPFL: Escuela Politécnica Federal de Lausanne, Suiza
;
fe: Factor de recuperación de capital
FG: Filtración gruesa
FGAC: Filtro grueso ascendiente en capas
FGAS: Filtro grueso ascendente en serie
FGDi: Filtro grueso dinámico '
FiME: Filtración en múltiples etapas
F1NDETER: Financiera de Desarrollo Territorial
FiR: Filtración rápida en arena
FLA: Filtración lenta en arena
FRE: Frecuencia
hab: Habitante :
h/d: Horas por día
ICFES: Instituto Colombiano de Fomento a la Educación Superior
IHE: International Institute for Infrastructural Hydraulic and Environmental
Engineering
ILSI: International Life Sciences Institute
1NSFOPAL: Instituto Nacional de Fomento Municipal
IRC: International Water and Sanitation Centre
Kg: Kilogramo
I/s: Litros por segundo
ni: Metro
m/h: Metros por hora
MDF: Management Development Foundation
mg/l: Miligramos por litro
ml: Mililitros
mm: Milímetros :
MWB: Metropolitan Water Board
N: Numero de datos
n: Número de unidades
;
NA: No aplicable
n.e.: No especificado
ODA: Overseas Development Administration
OECD: Organization for Economic Cooperation and Development
OMS: Organización Mundial de la Salud
OPS: Organización Panamericana de la Salud
O&M: Operación y mantenimiento
PEC: Polímeros extracelularcs
pH: Potencial de hidrogeniones
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
psi: Libras por pulgada cuadrada
PVC: Polivinüo de cloruro
Q: Caudal
Qf: Caudal filtrado
Qi: Caudal afluente
QL: Caudal de lavado *
r: Coeficiente de correlación *
ss: Sólidos suspendidos
SANDEC: Departamento de Agua y Saneamiento para los Países en Desarrollo
SDWA: Safe Drinking Water Act
SECAB: Secretaría del Convenio Andrés Bello
t: Tasa de descuento
TC: Tiempo completo
THM: Trihalometanos
UA: Unidades de absorbancia
UFC: Unidades formadoras de colonia • •;$
UNDP: United Nations Development Programme
UNESCO: Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la
Cultura
UNICEF: United nations Children's Fund
UNT: Unidades nefelométricas de turbiedad
UPC: Unidades de platino cobalto
USEPA: Uniled States Environmental Protection Agency
V: Vida útil
VAR: Válvula de apertura rápida
v.g.: Por ejemplo
Vs: Velocidad superficial de lavado
WASH: Water and Sanitation for Health Project
WHO: World Health Organization ;
um: Mieras
PREFACIO
Entre 1989 y 1997 se desarrolló el proyecto de Investigación y Demostración de la Tec-
nología de Pretratamientos para Sistemas de Abastecimiento de Agua. El proyecto estuvo
orientado a identificar y proponer alternativas para tratamiento de agua viables, confiables y
compatibles económicamente con los sistemas de abastecimiento existentes en núcleos ru-
rales y pequeños y medianos municipios. Se focalizó en el desarrollo de la Filtración en
Múltiples Etapas, FiME, como una combinación de la filtración en medios de grava y la
filtración lenta en arena, y fue coordinado por el Instituto de Investigación y Desarrollo en
Agua Potable, Saneamiento Básico y Conservación del Recurso Hídrico, Cinara, de la Uni-
versidad del Valle, Cali, Colombia, y por el IRC, International Water and Sanitation Centre
con sede en La Haya, Países Bajos.
El soporte económico para el proyecto fue suministrado por el Departamento de Coope-
ración para el Desarrollo del Gobierno de los Países Bajos y por el Ministerio de Desarrollo
Económico y Social, el Ministerio de Salud y el Departamento Nacional de Planeación del
Gobierno de Colombia. Otras instituciones cooperantes del orden internacional fueron: WHO,
UNICEF, IHE/DUT de los Países Bajos, S ANDEC y EPFL de Suiza, Universidad de Surrey
en Inglaterra y Universidad de Sao Paulo, Brasil, entre otras. De igual manera se resalta la
cooperación y apoyo de instituciones nacionales como: EMCALI, ACUAVALLE, Comité de
Cafeteros del Valle del Cauca, COLCIENCIAS, ICFES, FINDETER.
El proyecto fue ejecutado por un equipo multi-disciplinario que incluyó profesionales de
las ciencias sociales, naturales y económicas, además de ingenieros y arquitectos adscritos a
Cinara y al IRC. Un grupo de asesores suministraron un soporte valioso para su desarrollo,
mencionamos entre otros al Dr. Barry Lloyd, Dr. Nigel Graham, Dr. Luiz Di Bernardo, Dr.
Mauricio Pardon, Ing. Martin Wegelin. Ing Jorge Arboleda y al Ing Diego Rengifo. Un
reconocimiento especial a los operadores de las plantas de tratamiento construidas a escala
real, y a las comunidades participantes dentro del proyecto, quienes compartieron su expe-
riencia y conocimiento para el desarrollo esta opción tecnológica.
Este libro presenta la experiencia generada por el proyecto Pretratamientos y está dirigi-
do a profesionales, ingenieros de planeación y diseño relacionados con el sector de agua
potable y saneamiento, y a gerentes de entes prestadores de servicios públicos. Aunque la
responsabilidad de la escritura de este documento ha estado en manos de los ingenieros
Gerardo Galvis, Jorge Latorre y Jan Teun Visscher, realmente ha sido posible gracias a la
dedicación y apoyo recibido del equipo de trabajo de Cinara (Javier Fernández, Camilo Cruz,
Fabiola Berón, Viviana Vargas, Noel Muñoz, María M. Hincapié, Silena Vargas y Alberto
Galvis) y de muchas otras personas que han contribuido en la investigación realizada en la
Estación de Investigación y Transferencia de Tecnología en Puerto Mallarino, Cali. También
han sido importantes los aportes recibidos de los teenólogos y personal auxiliar en el segui-
miento de plantas FiME construidas a escala real, generando información sólida, sobre la
cual se ha fundamentado el presente documento.
Aunque la experiencia de la tecnología FiME es bastante reciente, ya existen excelentes
antecedentes sobre la sostenibilidad de su funcionamiento en comunidades colombianas,
donde han sido construidos sistemas de tratamiento, a partir de las cuales, la experiencia está
siendo replicada en otras regiones y países, contribuyendo de esta manera, a mejorar las
condiciones de calidad de vida, particularmente en los servicios de agua y saneamiento para
millones de personas, quienes no han tenido acceso al abastecimiento de agua potable y a
adecuadas condiciones de saneamiento.
Finalmente los autores expresan su agradecimiento a la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, por cofinanciar la publicación
del material didáctico en español que documenta y fortalece la toma de decisiones en el sector
de agua potable y saneamiento. Material impreso, audiovisual y en medio magnético que
soportan los criterios de planeación, selección, diseño, operación, mantenimiento, adminis-
tración, seguimiento y transferencia de la tecnología de Filtración en Múltiples Ftapas, FiME,
constituyen la oferta producida por Univallc-Cinara, IRC y cofinanciada por UNESCO.
1. INTRODUCCIÓN
El abastecimiento de agua potable y el saneamiento básico son aspectos esenciales para
el mejoramiento de la salud pública y el desarrollo socioeconómico, particularmente en paí-
ses con una parte importante de su población afectada por enfermedades relacionadas con el
agua. Este tipo de enfermedades se encuentra entre las tres principales causas de morbilidad
y mortalidad en el mundo (Craun et al., 1994), afectando principalmente a los grupos huma-
nos que viven en asentamientos con deficiencias en su infraestructura sanitaria. Esta situa-
ción limita la posibilidad de una vida digna y reduce significativamente la productividad de
la población.
Entre 1990 y 1994 la población de 38 países de Africa, 23 de Asia y el Pacífico, 5 de Asia
Occidental y 18 de América Latina y el Caribe, se incrementó en 312 millones de habitantes
hasta alcanzar una cifra global de 4383 millones. En el mismo periodo un total de 781
millones de personas ganaron acceso a mejores sistemas de abastecimiento de agua; sin
embargo, aún carecen de ellos 1115 millones, cifra que representa el 25% de la población
total en tales países. Las cifras más altas en el mejoramiento de los sistemas se alcanzaron
en Asia y el Pacífico, donde por ejemplo, la cobertura en abastecimiento de agua para la zona
rural se incrementó de 53% a 78%, mientras que en América Latina varió de 51 % a 56% y en
Africa del 35% al 37%. Los progresos en saneamiento, aún al finalizar la Década del Agua,
fueron muy limitados y por el contrario las cifras en cobertura se redujeron del 67% al 63%
en la zona urbana y del 20 al 18% en la zona rural. Aún permanecen cerca de 2800 millones
de habitantes con necesidad de mejorar su nivel de saneamiento (WHO/UNJCEF, 1996). s
La situación es aún más critica, pues no todos los sistemas de abastecimiento de agua
incluidos en los índices de cobertura brindan un buen servicio. Una evaluación de 40 siste-
mas de abastecimiento de agua en el Ecuador, mostró que el nivel y la calidad de los mismos
no correspondían con el riesgo sanitario asociado a las fuentes de suministro (Visscher et al.,
1996). Lloyd y Helmer (1991) informan sobre una zona de estudio en Peni, donde ninguno
de los sistemas comunitarios de abastecimiento de agua operaba de acuerdo con los requeri-
mientos mínimos de calidad recomendados por la OMS. En Colombia, sólo el 4% de los
asentamientos humanos con menos de 12000 habitantes cuenta con infraestructura para el
mejoramiento de la calidad del agua (DNP, 1991) y no hay información confiable sobre las
condiciones de operación y mantenimiento. Este tamaño de asentamientos incluye el 34% de
la población colombiana y corresponde a valores mayores en otros países de la región, como
Bolivia y Ecuador.
Tradicionalmente los planificadores, diseñadores y las comunidades han dado prioridad a
indicadores de cobertura y cantidad de agua y no a otros como continuidad y calidad. Sin
embargo, esta situación ha empezado a cambiar. En la actualidad los gobiernos y las comuni-
dades muestran una mayor preocupación por la calidad en la prestación de este servicio, lo
mismo que por la conservación y protección de las fuentes de agua, entre otras razones,
porque la reciente epidemia de cólera en la región, evidenció que el abastecimiento de agua,
el saneamiento y un mejor comportamiento en las prácticas de higiene, necesitan combinarse
para alcanzar un impacto sostenible en la salud.
Esta nueva actitud es necesaria por el deterioro significativo de cuencas hidrográficas y
fuentes superficiales, la mayoría de ellas afectadas por contaminación doméstica o indus-
trial. Esto es particularmente relevante para las comunidades de América Latina y el Caribe,
donde se estima que más del 50% de ellas dependen de fuentes superficiales para sus siste-
mas de abastecimiento y en algunas zonas, como el valle geográfico del río Cauca en los
Andes colombianos, estas fuentes se usan aproximadamente en el 70% de las cabeceras
municipales y en el 60% de los núcleos rurales. La figura 1.1 presenta una fuente superficial
en zona andina colombiana, aún sin el deterioro ambiental a que están expuestas la gran
mayoría de cuencas hidrográficas en el contexto latinoamericano.
miento que guarden mejor armonía con sus condiciones a nivel local. Estas tecnologías
deben corresponder con la capacidad de gestión de las comunidades, para que puedan ser
administradas, operadas y mantenidas con un mínimo sostenible de soporte externo a la
localidad y a un costo accesible a los usuarios, según criterios previamente convenidos con
ellos o con delegados de sus organizaciones representativas. Esto contribuye substancialmente
a un mejor funcionamiento y aprovechamiento de las obras incluidas en dichos programas de
inversión.
Adicionalmente, la apropiación del sistema por parte de la comunidad es un factor impor-
tante para obtener un uso racional de los recursos necesarios que permitan alcanzar los obje-
tivos últimos de los sistemas como son los de mejorar la calidad de vida de las comunidades.
La figura 1.2 ilustra un taller participativo en una comunidad para la toma de decisiones
respecto a su sistema de abastecimiento de agua y saneamiento básico, utilizando como ins-
trumento de apoyo la pintura dactilar.
Existen diferentes tecnologías para el tratamiento de agua. Así por ejemplo, el tratamien-
to de agua para consumo humano con base en la dosificación de coagulantes químicos, ha
demostrado su gran potencial y su aprovechamiento se ha promovido a nivel mundial. Du-
rante las últimas dos o tres décadas, la ingeniería latinoamericana, por citar nuestro contexto
geográfico, ha hecho importantes aportes a la optimization de los procesos asociados con la
filtración lápida (FiR) de agua químicamente coagulada y a la reducción de requerimientos
en instrumentos y equipo mecanizado (Arboleda, 1993; Di Bernardo, 1993), esto redujo los
costos de la tecnología y acercó el tratamiento de agua a un significativo número de munici-
palidades; sin embargo, su operación, mantenimiento y administración continúan siendo exi-
gentes para la gran mayoría de cabeceras municipales y núcleos rurales de la región. En
19
efecto, la necesidad de gestionar, comprar, transportar, almacenar y dosificar adecuadamente
coagulantes químicos, ha limitado el aprovechamiento eficaz de la tecnología de FiR.
La tecnología de Filtración en Múltiples Etapas (FiME) que se presenta en este documen-
to, es una respuesta a la necesidad de alternativas de tratamiento de agua de fuentes superfi-
ciales, que sean menos complejas de sostener para el nivel local que FiR. FiME es una com-
binación de dos tipos de pretratamiento con filtración en grava y tratamiento con filtración
lenta en arena (FLA). La integración de estas etapas de filtración permite el tratamiento de
aguas con niveles de contaminación más elevados que aquellos con los que puede operar la
tecnología de FLA independientemente, sin sacrificar las bondades asociadas con sus bajos
requerimientos de infraestructura física y de mano de obra con mínimo nivel de escolaridad.
Uno de los proyectos de demostración construidos a escala real de la tecnología FiME se
muestra en la figura 1.3
La información en este documento está organizada de la siguiente manera: en los capítu-
los 2 y 3 se presentan experiencias, criterios o conceptos relacionados con el mejoramiento
de la calidad del agua y con la participación comunitaria, como elementos indispensables en
la búsqueda de soluciones sosteniblcs, para los problemas asociados con los niveles de ries-
go existentes en los sistemas de abastecimiento. En los capítulos 4 y 5 se discuten los aspec-
tos relacionados con la tecnología FiME y sus eficiencias de remoción para parámetros prio-
ritarios en el mejoramiento de la salud pública y en el sostenimiento del sistema. Kn el capí-
tulo 6 se presenta información sobre costos y en el 7, consideraciones sobre selección de la
tecnología. Los capítulos 8,9 y 10 incluyen información específica sobre las etapas de filtra-
ción en grava y FLA. El documento termina con el capítulo 11 presentando tres ejemplos de
sistemas FiME seleccionados para tratar fuentes con diferentes niveles de riesgo sanitario
asociados a su calidad de agua.
Figura 1.3. Planta de tratamiento por Filtración en Múltiples Etapas, FiME, construido
en la Zona Cafetera. Corregimiento de Salónica, Municipio de Riofrio, Colombia. 1997.
20
2. CONCEPTOS EN EL
MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DEL AGUA
2.1 CONSIDERACIONES HISTÓRICAS
El establecimiento de pueblos y ciudades, desde remotas civilizaciones, ha estado acom-
pañado de obras orientadas a superar los problemas de abastecimiento de agua y drenaje.
Evidencia de ello se encuentra, por ejemplo, en las ruinas de Tihuanaco, Macchu Picchu o
Ciudad Perdida en Sur América y Alejandría o Roma en el Mediterráneo.
Si bien, desde las más antiguas referencias presentadas por Baker (1948), los seres huma-
nos muestran preocupación por la calidad del agua que consumen, sólo hasta el año 98 de
nuestra era se refleja por primera ve/ en relación con un sistema público de abastecimiento,
cuando Sextus Julius Frontinus publicó sus "Dos Libros sobre el Abastecimiento de Agua de
Roma", incluyendo aspectos de tratamiento, como embalses de sedimentación. El rápido
crecimiento de pueblos en la Europa del siglo XIX, creó complejos problemas locales y de
salud pública, como las epidemias de cólera que estimularon el interés general sobre la salud
y el ambiente urbano. Los sanitaristas urgían esfuerzos de gran escala para limpiar este
ambiente, creyendo que los problemas de salud pública responderían a las soluciones técni-
cas requeridas.
Según Coley (1989), Edwin Chadwick en Londres aceptó la teoría predominante del
"miasma", la cual decía que las enfermedades infecciosas eran causadas por los malos olores
de los drenajes o de la materia orgánica en descomposición en las calles. En las décadas
siguientes a su "Report on the Sanitary Conditions of the Labouring Population of Great
Britain" (1842) y con base en sus propuestas, se iniciaron actividades de mejoramiento del
ambiente urbano en muchas de las mayores ciudades Inglesas. Coley (1989) también reporta
que tendencias semejantes se vivían en otros países europeos, como fue el caso del profesor
Max Van Pcttenkofer en Alemania, quien, como Chadwick, promovía sus propuestas con
base en consideraciones económicas. El fundó un Instituto de Higiene en Munich en 1866 y
seis años más tarde presentó dos conferencias populares sobre "The value of health to a city"
las cuales influyeron en la reforma sanitaria de Munich.
En la segunda mitad del siglo XIX, fue generalmente aceptado que la solución a los
problemas de salud pública, dependía de una mejor infraestructura sanitaria que incluyera
grandes proyectos de ingeniería. Hacia finales del siglo, la ciencia y la medicina empezaron
a tener un papel creciente en esta creencia. Con el surgimiento de la bacteriología, después
de los descubrimientos de Pasteur y Koch en los años 1880s, la teoría de los "gérmenes"
(germ theory) cobró importancia en la lucha contra las enfermedades contagiosas (Coley,
1989), enriqueciendo el interés por aspectos que incluían acciones de abastecimiento de agua,
saneamiento básico y educación en higiene, entre ellas, la sedimentación simple y la filtra-
ción en medios porosos.
Si bien la sedimentación simple podía clarificar el agua, la filtración podía mejorar aún
más su apariencia. La filtración lenta en arena fue introducida por primera vez para servir
una ciudad y una pequeña industria en Paisley, Escocia, en 1804 y el ingeniero James Simpson,
de la Chelsea Water Company, la introdujo en 1828 en Londres, después de realizar visitas de
observación a sistemas de abastecimiento en diferentes localidades y de estudios a escala
piloto realizados por él mismo. Sólo después de la teoría de los gérmenes de los 1880s, se
encontró, que en el lecho de arena hay una biomasa que incluye bacterias, protozoários, algas
y larvas que oxidan la materia orgánica y que contribuyen a la remoción de los
microorganismos.
El potencial de los filtros lentos fue bien valorado y aprovechado en Europa. Los norte-
americanos recuperaron su experiencia a finales del siglo XIX pero la necesidad de procesar
grandes dotaciones y la diversidad de calidades de agua en las fuentes, estimuló el desarrollo
de la filtración rápida en arena, la cual resolvía el problema del volumen creciente pero
requería coagulantes para trabajar adecuadamente y no resultaba tan eficiente como la filtra-
ción lenta en la remoción de gérmenes.
Aunque la filtración rápida presentara remociones altas de microorganismos, éstas no
eran completas ni permanentes y sus efluentes aún podían presentar algún riesgo de causar
enfermedades. El cloro fue entonces reconocido por su potencial para desinfectar y reducir
estos riesgos y empezó a ser utilizado desde 1904 en Estados Unidos, en sistemas de abaste-
cimiento de agua, como solución de hipoclorito y desde 1913 como gas cloro, comprimido y
almacenado en cilindros metálicos (Bryant et al, 1992). Otros países, como Francia, han
preferido el ozono para controlar estos riesgos. La expansión continuada en el uso de la
filtración rápida y la desinfección a lo largo del siglo XX, ha contribuido substancialmente a
la reducción de enfermedades asociadas con el agua y a mejorar la productividad y la calidad
de vida en todos aquellos asentamientos humanos que han tenido la posibilidad y la capaci-
dad de adquirir y sostener estas tecnologías.
Si bien son muchas las opciones tecnológicas de tratamiento de agua, la selección de la
mejor, para una comunidad específica aún sigue siendo un desafío, particularmente si ella es
de bajos ingresos económicos y no cuenta con instituciones o formas organizativas
mínimamente consolidadas. La superación de este reto requiere criterio y trabajo metódico,
para decidir por una solución económica y sencilla de operar, mantener y administrar, proce-
sando agua de fuentes que cada vez necesitan más y mejores acciones de conservación.
22
Conceptos en el mejoramiento de la calidad del agua
asociados con productos químicos se deben a su capacidad de afectar la salud pública des-
pués de largos períodos de exposición. En consecuencia, su control es importante pero son
segunda prioridad en sistemas de abastecimiento expuestos a contaminación microbiológica
severa (OMS, 1993; Craun et al, 1994).
Saber que el cloro reacciona con materia orgánica presente en el agua, originando
subproductos químicos potencialmente peligrosos para la salud (Rook, 1974), llegó a gene-
rar inquietudes sobre la conveniencia de su aplicación para prevenir la transmisión hídrica
del cólera (Sala/.ar et al; 1993). Ahora es claro que los riesgos para la salud pública de estos
subproductos son muy bajos en comparación con los riesgos asociados con una inadecuada
desinfección y que esta etapa de tratamiento no debe comprometerse para controlar dichos
subproductos. Es más, en la búsqueda o promoción de otros desinfectantes, se debe tener en
cuenta también sus posibles subproductos y si son tan económicos y sencillos de dosificar y
controlar como el cloro.
La selección de buenas fuentes de agua o su adecuado tratamiento, incluida la filtración,
reduce las dosis necesarias de cloro, como también la posible formación de subproductos,
haciendo más eficiente la desinfección. En Estados Unidos la tasa de brotes de enfermedades
de origen hídrico en comunidades que se abastecen de aguas superficiales sin filtración, ha
sido ocho veces mayor que en aquellas con filtración (Craun et al, 1994).
Los usuarios de los sistemas de abastecimiento aceptan el agua y se orientan muchas
veces por sus sentidos. Aspectos como la turbiedad, el color, el sabor o el olor pueden resul-
tar claves para rechazarla y eventualmente, prefieren otra fuente aceptable para sus sentidos
pero de mayor riesgo para su salud. Consecuentemente, estos aspectos deben ser tenidos en
cuenta en la estimación y el manejo de riesgos asociados con el abastecimiento de agua.
(Avanza do)
jetivos de Trat amiento
Químicos y tóxicos Mf
^ ^
Mr Dureza
09 s*
(Bajo) (Alto)
Nivel Socio-económico (Capacidad Institucional)
Figura 2.1. Representación conceptual del nivel socioeconómico y los objetivos del
tratamiento (Adaptado de Reid, 1982).
23
A medida que la esperanza de vida a! nacer, la capacidad institucional y los recursos
económicos han aumentado en muchos países, el tratamiento de agua ha empezado a combi-
nar la reducción de riesgos agudos, la gran mayoría de las veces de naturaleza microbiológica,
con la reducción de riesgos crónicos para la salud pública, normalmente de naturaleza
fisicoquímica, junto con la protección de los valiosos sistemas de almacenamiento y distri-
bución de agua. Una ilustración de esta idea es presentada en la figura 2.1.
Finalmente, teniendo en cuenta que la transmisión de enfermedades puede seguir múlti-
ples rutas, es importante armonizar el programa de mejoramiento del servicio de abasteci-
miento de agua, con acciones de saneamiento básico y de educación en higiene.
En la tabla 2.1 se incluyen las guías para E. coli y turbiedad, junto a otros parámetros
relevantes para la aceptación del servicio de agua por parte de los usuarios y para la aplica-
ción de las tecnologías de filtración y desinfección. La existencia de equipo portátil de labo-
ratorio facilita la valoración de estos parámetros y para algunos de ellos (turbiedad, pH,
cloro residual y color) estos equipos poseen opciones simplificadas que pueden aprender a
utilizar operarios o funcionarios del nivel local, aun si poseen niveles bajos de escolaridad.
La figura 2.2 presenta una evidencia de la participación de un operador con bajo nivel de
escolaridad en el seguimiento y control de un sistema de tratamiento FiME.
Tabla 2.1. Guía sobre parámetros básicos de calidad de agua para consumo humano
(con base en Lloyd and Helmcr, 1991; OMS, 1993).
E. Coli, coliformes fecales en 100 mi No detectable Si el cloro residual libre en la red está
entre 0.2 y 1.0 mg/1; pH < 8 y turbie-
dad <5, o mejor <1.0; es poco proba-
ble que la muestra contenga coliformes
fecales y el análisis puede ser precau-
telativo.
Turbiedad (UNT) <5 Idealmente < 1 UNT para una mejor
desinfección.
Color (UPC) <15 Regularmente debido a sustancias
húmicas.
Sabor y olor No detectable Usualmente son causa de la mayoría
de quejas de los usuarios.
Hierro (tng/1) <0.3 Generan sabor y posibilidades de co-
lor o de manchas que causan rechazo.
Manganeso (mg/1) 0.1 Generan sabor en bebidas y posibili-
dad de manchas. Guía provisional ba-
sada en salud es 0.5 mg/1.
25
Figura 2.2. Operador realizando análisis básicos de calidad de agua, con base en un ^
programa de seguimiento y control de su sistema de tratamiento. La Sirena, Cali, Co- #
lombia, 1997. J
Figura 2.3. Líderes comunitarios y autoridades del sector de agua y saneamiento reali-
zando actividades de inspección sanitaria. Microcuenca río Mondomo, Municipio
Santander de Quilichao, Colombia, 1997.
A 0 Ninguno 0 Ninguno
B 1 -10 Bajo 1-10 Bajo
C 11- 100 Intermedio a alto 11-50 Intermedio
D 101- 1000 A ko >50 Alto
E >1000 Muy alto
28
Conceptos en el mejoramiento de la calidad del agua
Sin
Riesgo
Riesgo Bajo Kiesgo Intermedio a Alio Riesgo muy Alto
Ya que los análisis de calidad de agua se basan en muestras puntuales, no siempre reflejan
el nivel verdadero de contaminación. Aun en estos casos los datos deben verificarse cuidado-
samente para evitar inversiones indebidas como consecuencia de una interpretación inade-
cuada de resultados. Por ejemplo, en un área de la microcuenca que esté bien protegida, con
alta cobertura vegetal y muy poca actividad humana, se deberían esperar niveles bajos de
29
\riesgo y por consiguiente, bajo costo de tratamiento. Al detectarse contaminación
microbiológica, es recomendable realizar una doble verificación a fin de precisar si tanto el
muestrco como la inspección fueron realizados correctamente. La discrepancia entre los dos
puede ser debida, por ejemplo, a fuentes de contaminación no identificadas en la inspección
sanitaria, tales como conexiones cruzadas o infiltración de agua contaminada en la red de
distribución, lo que puede causar un alto nivel de coliformes fecales.
En el modelo, es posible relocalizar la posición de un sistema de abastecimiento especí-
fico, por ejemplo, cambiando de fuente, modificando prácticas de defecación a campo abier-
to y de pastoreo, haciendo menos énfasis en los requerimientos de tratamiento de agua y
posibilitando la adopción de métodos de tratamiento menos complicados que pueden ser
fáciles de operar y mantener por la comunidad.
:
30 • . . • * I ' : • ' ' #
Conceptos en el mejoramiento de la calidad del agua
Agua cruda
I N^ ¡Agua
tratada
Separación de
material grueso v
Figura 2.5. Esquema para ilustrar la aplicación de los conceptos de múltiples etapas,
tratamiento integrado y desinfección de seguridad, en el tratamiento de agua.
Tratamiento integrado
Al aplicar el concepto de tratamiento en múltiples etapas, es importante reconocer que
cada una de ellas pueden diferir en los mecanismos y eficiencias de remoción de los diferen-
tes contaminantes. Según el concepto de tratamiento integrado, las fortalezas y debilidades
de cada etapa deben ser reconocidas, estimadas y balanceadas para remover los contaminan-
tes, efectiva y económicamente (Lloyd et al, 1991 ). En general, la experiencia ha establecido
la conveniencia de separar primero el material más pesado o de mayor tamaño y gradual-
mente ir avanzando en la remoción del más pequeño, que incluye microorganismos, para
finalizar en la desinfección.
La desinfección terminal
La desinfección es normalmente la última etapa o barrera en el tratamiento de agua que
contribuye a eliminar o reducir a límites aceptables, según la reglamentación vigente, los
riesgos de transmisión de enfermedades de origen hídrico. Para que ella sea efectiva, se
requiere que las etapas previas remuevan, tanto a contaminantes que puedan interferir con
los mecanismos de desinfección, como a la gran mayoría de microorganismos patógenos, de
tal manera que no sea superada, en ninguna circunstancia, la capacidad de remoción del
31
desinfectante. Así, se puede esperar que el efluente de las etapas anteriores presente deman-
das bajas y poco variables de desinfectante, haciendo más económica, confiable y sencilla de
operar esta última etapa de tratamiento.
Lo anterior, junto con estrategias mejoradas de transferencia de tecnologías de desinfec-
ción y de soporte al nivel local, debe contribuir a mejorar situaciones como la reportada por
Reiff (1988), según la cual, cerca del 70% de las unidades de desinfección estudiadas en
sistemas comunitarios de abastecimiento de agua en Latinoamérica, no operaban satisfacto-
riamente.
La tabla 2.3 presenta un ejemplo que ilustra la aplicación de estos conceptos en el trata-
miento de una fuente superficial, sin la dosificación de coagulantes. En este ejemplo el obje-
tivo es producir agua que cumpla con los requerimientos básicos de las guías de la OMS.
* Remociones esperadas en cada etapa para cumplir con los objetivos del tratamiento.
** NA, no aplicable. La etapa de tratamiento o proceso no se específica para remover turbiedad o
bacterias.
33
3. LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
SOSTENIBLES
Atendiendo una solicitud de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Comisión
Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo incluyó el concepto de Sostenibilidad en su
informe de 1987. Desde ese momento, esta idea empezó a influir en la concepción de los
programas de desarrollo, advirtiendo, en general, que las actividades que se realizan en la
presente generación, no deben comprometer los recursos ni las condiciones ambientales de
las futuras generaciones.
En respuesta a esta orientación el DAC, Development Assistance Committee del OECD,
Organization for Economic Cooperation and Development, plantea que un programa de de-
sarrollo es sostenible cuando es capa/ de suministrar un nivel apropiado de beneficios, du-
rante un período extenso de tiempo, después de que la asistencia financiera, administrativa o
técnica de un ente externo haya terminado (OECD/DAC, 1988 citado por MDF, 1992). Esta
definición esta inscrita en la forma de trabajo de las instituciones de los países miembros de
la OECD, la cual se orienta a la ejecución y financiación de proyectos que luego se transfie-
ren a los gobiernos o a las comunidades. Warner (1990) presenta el mismo concepto pero
orientándolo más a la comunidad. Este considera que el éxito o la sostenibilidad de un pro-
yecto se alcanza cuando cumple con sus objetivos y es mantenido por los usuarios durante
un período significativo de tiempo.
Estas aproximaciones al concepto de sostenibilidad no hacen referencia clara a la conser-
vación del ambiente. Ks posible que un proyecto sea mantenido durante años por el nivel
local, beneficiando la presente generación de usuarios, pero los subproductos del mismo
pueden estar comprometiendo el bienestar de las nuevas generaciones. Este proyecto no
sería sostenible en concepto de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, pero
si lo sería, según el criterio de la OECD/DAC. Tampoco es razonable esperar, como parece
sugerirlo Warner, que los usuarios de los servicios, o sus formas organizativas a nivel local,
estén solos después de concluidas las inversiones o intervenciones eventuales de agencias
extemas a la localidad
El sector de agua se mueve ahora en nuevos escenarios y en ellos, el papel del estado y las
instituciones cambia de proveedor a facilitador, brindando apoyo y asesoría sin suplantar las
funciones y responsabilidades de las comunidades u organizaciones locales y por el contra-
rio, mediante trabajo en equipo se debe posibilitar el fortalecimiento de sus capacidades y
potencialidades (Vrom, 1995). Entonces, el nivel local, con espacios abiertos a la participa-
ción de mujeres, hombres y niños, debe jugar un papel protagónico en el proceso de su
desarrollo.
Aunque para algunos es todavía bastante novedoso, en el contexto político actual el nivel
local tiene poder en la toma de decisiones, sin perjuicio del derecho, a buscar asistencia de
las instituciones especializadas relacionadas con el sector. A su vez, es conveniente que el
nivel local tenga en cuenta que las instituciones hacen esfuer/.os para adaptarse y ser más
eficientes en roles ajustados a los nuevos escenarios jurídicos y de política sectorial. Recono-
cer que existen estas limitaciones es importante para empezar a superarlas, asumiendo el
desarrollo como un proceso permanente de aprendizaje.
Junto con las limitaciones institucionales más evidentes para los niveles locales, como
aquellas asociadas a la financiación, capacitación o asistencia técnica, es necesario identifi-
car y promover la superación de otras restricciones para conseguir un sector dinámico y
eficiente. Estas incluyen, por ejemplo, dificultades para realizar programas de investigación
y desarrollo o de vigilancia y control. Normalmente, instituciones con este tipo de misión
trascienden el nivel local y requieren legitimidad social, con base en la cantidad y calidad de
sus productos, lo mismo que economía de escala, mediante el trabajo en equipo con otros
actores del desarrollo, para estar con ellos al servicio de muchos sistemas con gran número
de usuarios.
En este capítulo se revisa el concepto de sostenibilidad en relación con el sector de agua
y saneamiento y se presentan consideraciones que orientan el proceso de búsqueda de las
mejores soluciones para el nivel local. Después se presentan aspectos relacionados con el
concepto y se identifican y proponen indicadores para facilitar su aplicación. Estos incluyen
asuntos relacionados con el funcionamiento y aprovechamiento del sistema y con la admi-
nistración de la prestación del servicio. Finalmente, se reflexiona sobre varios aspectos rele-
vantes en la realización de proyectos de tratamiento de agua.
La administración del sistema es un aspecto crucial que cada vez más debe quedar en
manos de organizaciones de base comunitaria. Los proyectos que relacionan la capacidad de
gestión y autoestima de las comunidades y aseguran soluciones conjuntas, han incluido den-
tro de su método de trabajo las condiciones locales, la cultura y particularmente, han identi-
ficado y caracterizado los problemas sanitarios que prevalecen, dando así una mejor oportu-
nidad para desarrollar sistemas sostenibles.
La definición de sostenibilidad implica un encuentro entre las estructuras política, so-
cio-económica, legal e institucional en las cuales, los sistemas necesitan operar y para lograr-
lo, se deben involucrar 3 estrategias que interrelacionan dimensiones como se índica en la
figura 3.1 (Galvis, 1993; Galvis et al, 1994):
36
La búsqueda de soluciones sostenibles
CONTEXTO
Cinara - Universidad del Vails Politico, Jurídico c Institucional
37
El marco conceptual ilustrado en la figura 3.1, es una simplificación del proceso que
requiere la búsqueda de las mejores soluciones en los programas de desarrollo. Sin embargo,
se resalta la diversidad de variables en juego, muchas veces subestimadas por falta de infor-
mación oportuna y de buena calidad, por restricciones para el trabajo interdisciplinario o por
limitaciones en la capacidad o en las oportunidades para realizar actividades de investiga-
ción, con base en inquietudes originadas inclusive en los programas mismos de desarrollo. Si
bien para estas inquietudes la ciencia y la tecnología no siempre tienen respuestas claras,
especialmente en el contexto o entorno específicos en que se requieren, normalmente si tie-
nen los fundamentos o las herramientas metodológicas para enriquecer su búsqueda y la
calidad de los resultados. Los beneficios de la adecuada divulgación y aplicación de estos
resultados, normalmente compensan con creces las inversiones realizadas para hallarlos.
Se subraya la necesidad de que los programas de desarrollo en el sector de agua y sanea-
miento apoyen o estimulen el fortalecimiento de la capacidad institucional para realizar acti-
vidades de investigación y desarrollo de buena calidad, con acceso a redes especializadas de
información y con posibilidad de contacto o de trabajo en equipo con grupos activos, en
tópicos de común interés y relevantes, para contribuir al entendimiento y a la búsqueda más
sistemática de soluciones sostenibles, en los contextos o entornos específicos en que se
requiere actuar en el sector.
Se precisa también que, al menos en parte, las respuestas que puede tener la comunidad o
las instituciones del nivel local son importantes y por lo tanto, es clave establecer con ellas
los mejores canales posibles de comunicación, para recuperar su experiencia y potenciar su
iniciativa y creatividad.
En la zona del programa, en muchas circunstancias se puede obtener gran parte de las
soluciones a los problemas existentes. En consecuencia, se aconseja revisar participativamente
las experiencias locales para enriquecer con ellas los planes de acción correspondientes. De
otra parte, si se considera la opción de introducir nuevas tecnologías, es necesario verificar si
requieren adaptación o validación en las condiciones locales, antes de promover su utiliza-
ción masiva. Es necesario acompañar y apoyar su puesta en marcha, con el fin de realizar los
ajustes necesarios para las condiciones específicas de operación y mantenimiento. También
se debe analizar la conveniencia de producir o adaptar y promover adecuadamente material
didáctico, en armonía con actividades de capacitación bien organizadas, según la cultura y
los niveles de escolaridad de los diferentes actores del desarrollo.
De acuerdo con las tres dimensiones indicadas y con evidencias como la reportada por
Esrey ( 1990), se reitera que para lograr un mayor impacto en la salud pública de las localida-
des, las acciones de mejoramiento de calidad del agua, deben acompañarse de otras que
incluyan actividades relacionadas con higiene personal, saneamiento básico y educación
ambiental.
38
La búsqueda de soluciones sostenibles
para verificar el cumplimiento de estas necesidades para el desarrollo, resulta clave estable-
cer si estos servicios funcionan adecuadamente y son bien aprovechados por los usuarios.
Estos dos aspectos, funcionamiento y aprovechamiento, son la base de los procedimientos
mínimos de evaluación (Mínimum Evaluation Procedures) presentados por WHO ( 1983).
Cuando se discute acerca de sistemas sostenibles, el énfasis debe incluir desde los propó-
sitos de la construcción hasta localizarse en indicadores que muestren de la mejor manera,
los resultados del proyecto tanto a mediano como a largo plazo. Tres grupos principales de
indicadores han sido identificados, los cuales se describen a continuación:
39
número de horas sin suministro por día, en períodos representativos del año. Estos pueden
corresponder, por ejemplo, con las suspensiones del servicio eléctrico o de escasez de com-
bustible en sistemas con bombeo, con la época de sequía en localidades con problemas de
escasez de agua o con períodos de lluvias o de deshielos en localidades con problemas de
erosión en las cuencas. La continuidad se puede reportar también por zonas dentro de una
localidad, donde las diferencias de valores pueden estar asociadas con problemas de diseño,
operación o mantenimiento en la componente de distribución.
Cantidad de agua, factor importante para el mejoramiento de la salud pública y la cali-
dad de vida, al posibilitar una mejor higiene personal, lavado de los alimentos y ahorro de
tiempo de acarreo, especialmente de mujeres y niños. Para ello, el agua suministrada debe
ser suficiente para beber, cocinar y aseo, tanto personal como de la vivienda. Las consecuen-
cias socioeconómicas y ambientales de incluir otros posibles consumos debe revisarse con la
comunidad. Si ella está dispuesta a financiar otros tipos de usos y si la fuente y las condicio-
nes de saneamiento existentes lo permiten, se podrían considerar dotaciones mayores. Sin
embargo, la comunidad debe hacer conciencia de cuando presenta consumos excesivos y
explorar prácticas y procedimientos para superar esta situación limitante para la sostenibilidad
del sistema. Consecuentemente, el uso indiscriminado de normas que asignan cifras globales
y rígidas a la dotación, puede conducir a sistemas inadecuados, con poca aceptación y apro-
piación local.
Una primera aproximación de la cantidad de agua que se está suministrando en un siste-
ma, puede ser definida a partir de la relación entre el consumo diario, medido en ei tanque de
almacenamiento, y el número de usuarios que se abastecen. Sin embargo, este valor es
mayor que el consumo percápita, pues se incluyen las pérdidas visibles y no visibles que se
presentan dentro del sistema. La cantidad suministrada solo puede ser analizada en detalle si
existen lecturas confiables de medidores domiciliarios, o durante un estudio, si la calidad de
agua lo permite, instalando algunos, con base en una muestra representativa.
Otro punto clave en un servicio sostenible, lo constituye la relación entre el volumen de
agua suministrada para el consumo y la capacidad de la fuente abastecedora. Esta relación
debe ser menor que uno durante el período crítico de verano; entre menor valor tenga, mucho
más ventajoso para la fuente misma, particularmente, si el abastecimiento compite en la
fuente con otros usos relevantes para el desarrollo de la localidad y su entorno.
Calidad, factor clave para la salud pública y para la aceptación, operación y manteni-
miento del sistema de abastecimiento de agua. Aspectos de calidad de agua se revisaron en
los apartes 2.2, 2.3 y 2.4. Se recuerda que la combinación de observaciones metódicas de
campo (inspecciones sanitarias), con la medición de niveles o intensidad de la contamina-
ción (análisis de muestras), constituyen la base para la identificación de factores de riesgo y
para la selección de acciones orientadas a superarlos. En el capítulo 2 se citan partes relevan-
tes de las guías de la OMS para los alcances de este documento; sin embargo, se recomienda
al lector revisar adicionalmente las normas nacionales o las guías mismas de la OMS.
Costo, determinado en buena parte por niveles de riesgo en la fuente y por características
geográficas del asentamiento humano a servir. La combinación de fuentes de agua, en algu-
nas circunstancias puede contribuir a la viabilidad económica del sistema de abastecimiento.
En algunas localidades como la vereda de Zaragoza, costa pacífica colombiana, por ejemplo,
para evitar bombeos o conducciones costosas, se están aprovechando fuentes superficiales
cercanas de baja capacidad, con el uso de aguas lluvias. De cualquier manera, la solución
planteada debe, en lo posible, guardar armonía con las condiciones socioeconómicas y sobre
40
La búsqueda de soluciones sostenibles
todo, con la voluntad de pago de los usuarios del sistema. La tarifa debe cubrir como mínimo
aspectos de operación, mantenimiento preventivo, reparaciones menores y en algunas cir-
cunstancias costos de administración del sistema. Además, si se requiere, dependiendo de la
reglamentación de los programas nacionales de financiación o cofinanciación, se deben in-
cluir recursos para la recuperación de la inversión, bajo criterios convenidos entre la fuente
financiera y los usuarios.
A nivel internacional se considera que la tarifa mensual no debe ser mayor del 3 al 5% de
ingreso promedio del usuario (UNDP, 1990). Esta consideración puede orientar el estableci-
miento de criterios a nivel local, dependiendo de los costos que se decidan finalmente recu-
perar con la tarifa y de la estimación de los ingresos de los usuarios. Además, como un
indicador de la voluntad de pago se puede utilizar la morosidad, expresada como el porcen-
taje de usuarios que adeudan los últimos dos, tres o cuatro meses.
41
agua para niños mayores de 1 a 5 años, aún si el agua suministrada cumple con las normas
nacionales o las guías de OMS.
3.2.3 La administración
Se debe procurar que la capacidad de organización y de gestión del nivel local correspon-
dan con las necesidades de operación, mantenimiento y administración del sistema, con un
mínimo razonable de apoyo gubernamental o institucional externo. El ente administrador de
la prestación del servicio a nivel local, debe estar al tanto de los requerimientos de personal
y de materiales para mantener su sistema en óptimas condiciones. Es evidente que una
buena administración requiere de un control contable adecuado y de claras y frecuentes co-
municaciones sobre la situación financiera de la organización y sobre el comportamiento del
sistema. Estas comunicaciones deben establecerse y conservarse con las instituciones que
brindan la asistencia técnica y hacen la vigilancia o el control y con la comunidad misma.
Es importante que la comunidad confíe en el ente administrador y en sus instancias de
soporte o seguimiento, tanto en aspectos técnicos, como administrativos, para consolidar
esta confianza no debería ahorrarse esfuerzo alguno. La administración debe ser muy cuida-
dosa con los contratos de suministro y construcción, los cuales deben tener especificaciones
claras y completas, exigiendo a los contratistas las garantías del caso. Los gobiernos debe-
rían procurar que las instituciones de soporte no suplanten las funciones de los entes admi-
nistrativos de nivel local, o de las asociaciones de núcleos rurales, de municipios u otras
opciones legalmente reconocidas para la prestación del servicio. Además puede ser por lo
menos inconveniente concentrar en una misma institución, la asistencia técnica con las fun-
ciones de vigilancia y control de los entes administradores de los sistemas.
La administración del sistema puede revisarse aprovechando indicadores indirectos como:
experiencia relevante de los funcionarios y capacitación recibida; participación de hombres
y mujeres y su papel en la toma de decisiones; número de reuniones del grupo directivo;
frecuencia y calidad de las comunicaciones entre el ente administrador con representantes de
la comunidad o comunidades beneficiadas, en el caso de asociaciones o empresas que sirvan
a más de una localidad; frecuencia y calidad de la supervisión del trabajo de fontaneros u
operadores del sistema; calidad de atención a los usuarios expresada como número, tipo y
tiempo requerido para atender quejas, frecuencia y calidad expresada como de las activida-
des de soporte, vigilancia o control, etc.
La administración puede revisarse también con base en indicadores más directos, como:
el número de inspecciones realizadas al sistema de abastecimiento; cumplimiento de la re-
glamentación vigente sobre calidad de agua, presentación de estados financieros de la orga-
nización, etc.; búsqueda de soluciones a problemas de morosidad de pago, de oportunidades
de capacitación para funcionarios o de educación para las comunidades beneficiadas; gestio-
nes realizadas ante otras instancias en beneficio del mejoramiento del sistema, etc.
42 . ':
La búsqueda de soluciones sostenibles
Ho, de cuyos actos depende la búsqueda de la sostenibilidad del programa o del proyecto de
desarrollo correspondiente.
La formulación de indicadores debe ser clara y creativa. Por ejemplo, un indicador de
cobertura puede ser el número de usuarios conectados al sistema, dividido por el número de
familias en una comunidad. Sin embargo, en una zona dispersa con nacimientos de agua
bien protegidos, el sistema comunitario no tiene que alcanzar una cobertura del 100%. En
este caso el indicador de cobertura podría formularse, por ejemplo, como el número de fami-
lias con acceso al sistema, dentro de una distancia de 200 m de su casa, sobre el número de
familias en la comunidad.
En la tabla 3.1 se presentan una serie de indicadores adaptados de una experiencia de
evaluation participativa sobre sostenibilidad en Ecuador, con base en 40 sistemas de abaste-
cimiento de agua y saneamiento básico (Visscher et al., 1996). Los niveles deseables para
los indicadores incluidos en esta tabla, deben entenderse sólo como un ejemplo, ya que fue-
ron formulados teniendo en cuenta la situación en la zona de aplicación y las condiciones en
que debió realizase la evaluación. En consecuencia, el lector es invitado a revisarlos o
reformulados, de acuerdo con las circunstancias en las cuales hace su contribución al desa-
rrollo. Los indicadores pueden formularse por actividades del ente administrador o por com-
ponentes del sistema de abastecimiento.
En el anexo 1 se incluye una propuesta de seguimiento para la tecnología de tratamiento de
agua FiME. En ella se presentan valores y rangos aceptables para cada indicador y se recomien-
dan acciones en caso de que los valores observados estén por fuera de los rangos indicados.
43
Tabla 3.1. Ejemplo de indicadores de sostenibilidad en sistemas de abastecimiento de
agua * (Adaptado de Visscher et al., 1996).
* Estos indicadores deben ser formulados y concertados entre los diferentes actores del desarrollo según su contex-
to específico. I-as actividades que se promueven con la comunidad deben incluir acciones de información, educa-
ción, consulta, fortalecimiento de la iniciativa, gestión, fiscalización, concertación y toma de decisiones.
44 • • • • . • ; . • . W
La búsqueda de soluciones sostenibles
3.4.1 L a l o c a l i z a c i ó n
La localización de la planta de tratamiento tiene implicaciones en los costos de inversión
y sostenimiento de las obras. Debe estar preferiblemente cerca de la población, para facilitar
labores de supervisión del trabajo del operador. Además, el sitio de planta debe estar a una
elevación tal que evite en lo posible el bombeo, bien sea de la captación a la planta o de ella
a la distribución, por sus implicaciones en operación y mantenimiento y en los costos de
45
:
..' . y ' • ' •- : I .' .. • .
sostenimiento del sistema. También debe tenerse en cuenta, que la ubicación no limite el
funcionamiento hidráulico de las conducciones entre captación y planta o entre la planta y la
distribución, cuando se trata de la optimización de sistemas existentes. Deben evitarse suelos
de mala calidad o sitios escarpados, con pendientes altas, para disminuir en lo posible ci-
mentaciones complejas, grandes excavaciones o muros de contención costosos. La atención
simultánea de estas consideraciones puede llevar a situaciones de compromiso que el diseñador
debe resolver, en coordinación con otros actores del desarrollo, incluida la comunidad, pen-
sando siempre en el sostenimiento a largo plazo, del proyecto.
: :
46 . •' ' • ' • '-:. ' • ' :? f -
La búsqueda de soluciones sostenibles
buir a una mejor ejecución de las obras, si se entiende y realiza apropiadamente. El interven-
tor "clásico" debe comprenderla y estimularla, pues no solo contribuirá a la solución de
conflictos, sino a agilizar la solución de inquietudes y a aprovechar mejor los recursos de la
zona, con lo cual todos pueden salir ganando, incluido, por supuesto, el constructor. Esto
puede contribuir también a un manejo más transparente del proceso y a enriquecer la apro-
piación del proyecto por parte del nivel local.
Figura 3.3. La salud de una comunidad depende del grado de entrenamiento y motiva-
ción del operador; también del seguimiento y apoyo blindado por la comunidad y las
instituciones de soporte. Planta FiME, Filtro Grueso Dinámico, Colegio Colombo Bri-
tánico, Cali, Colombia, 1997.
Durante las etapas de planeación, diseño y ejecución de las obras se deben tener siempre
en cuenta las comodidades y los recursos necesarios para su operación y mantenimiento.
Para que el operador u operadora pueda desarrollar sus labores de manera adecuada, debe
47
tener un esquema o plan básico de trabajo claro y contar con el apoyo del ente administrador
del sistema y de la comunidad y recibir también acompañamiento de las instituciones del
sector, fil ente administrador o su delegado formal, coordina el trabajo de operación y debe
procurar mantener una buena comunicación, de tal manera que todos los niveles de la comu-
nidad cono/can sobre el desempeño del sistema y puedan enterarse oportunamente sobre
interrupciones en el suministro, generadas por reparaciones o ejecución de labores imprevis-
tas de mantenimiento. Se subraya la conveniencia de que el operador conozca con quien
coordinarse y que esto sea, en lo posible, respetado por los demás actores que contribuyen en
la localidad al sostenimiento del sistema.
El plan básico de operación debe incluir las tareas más importantes y su frecuencia de
aplicación. Estas pueden incluir también actividades en otros componentes del sistema de
abastecimiento: por ejemplo, la captación, la conducción o la red de distribución y también
apoyo al ente administrador, en la distribución de los recibos de pago. Esta combinación de
tareas no impide que se obtengan buenos resultados en las labores de operación y manteni-
miento de los sistemas, si la tecnología de tratamiento no requiere de la presencia continua de
personal.
En el anexo 2 se ilustra un esquema de operación y mantenimiento de una planta de
tratamiento basada en la tecnología FiME y se incluyen posibles soluciones a problemas
previsibles. Además, Cinara e IRC, con el apoyo de los gobiernos de Colombia y los Países
Bajos, han producido un manual, afiches y videos de utilidad, para la capacitación de ope-
radores y demás actores del desarrollo que decidan utilizar esta alternativa de tratamiento de
agua.
48
4. FILTRACIÓN EN MÚLTIPLES ETAPAS
Si bien en las últimas décadas se han hecho avances significativos en el desarrollo de la
tecnología de filtración rápida de agua químicamente coagulada, FiR, y en su adaptación a
condiciones propias de la América Latina (AWWA, 1990; ASCE - AWWA, 1990; Arboleda,
1993; Di Bernardo, 1993), aún dista mucho de ser una solución sostenible, en la mayoría de
localidades o asentamientos humanos nueleados en la región andina, por sus limitaciones de
infraestructura y de capacidad institucional para utilizar eficaz y continuamente alguna de
sus aplicaciones al tratamiento de agua. En efecto, la búsqueda de soluciones a las necesida-
des de mejoramiento de la calidad de agua en asentamientos humanos que utilizan fuentes
superficiales en esta región, originó el desarrollo de la tecnología de filtración en múltiples
etapas, FiME, según se la presenta en esta publicación.
Esta búsqueda ha sido catalizada por los procesos de descentralización administrativa y
las posibilidades de participación de formas organizativas del nivel local, en la selección de
opciones tecnológicas para la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento
básico, lo mismo que en su administración y sostenimiento. En estas circunstancias, las
dificultades para aprovechar adecuadamente alguna de las variantes de la tecnología FiR en
el tratamiento de agua, originadas en la necesidad de adquirir, transportar, almacenar o dosi-
ficar coagulantes químicos, generalmente limitan su aplicación a ciudades grandes o inter-
medias. Estas dificultades se agudizan en los casos frecuentes de localidades pequeñas,
abastecidas con fuentes superficiales que presentan cambios bruscos de calidad de agua, por
la complejidad de cuantificar, ajustar y controlar oportunamente la dosificación de productos
químicos.
La superación de estas dificultades se esta haciendo por dos vías principales. La una,
cuando existe la disponibilidad de coagulantes y es necesaria su dosificación, por ejemplo,
ante altos contenidos de color o de sólidos de naturaleza coloidal, consiste en aplicar FiR con
el desarrollo de nuevas modalidades de clarificación y acondicionamiento de agua, con base
en la utilización de filtración en gravas o filtración gruesa, en combinación con técnicas
simplificadas de dosificación de coagulantes (Alisan, 1995; Cinara e IRC, 1996; Cruz, 1997).
Esta combinación parece tener buenas posibilidades de reducir las cantidades necesarias de
coagulantes químicos y de simplificar los procedimientos para estimarlas y controlarlas du-
rante la operación. Si las actividades de investigación y desarrollo tecnológico, actualmente
en ejecución, confirman y precisan estas posibilidades, se ampliaría el potencial técnico,
económico y ambiental de la tecnología de FiR, hacia localidades que hoy no la pueden
utilizar adecuadamente.
La otra vía consiste en la búsqueda de opciones de acondicionamiento de la calidad del
agua cruda, orientadas a superar las limitaciones de la tecnología de filtración lenta en arena,
FLA, para operar adecuadamente como única etapa de tratamiento, antes de la desinfección
terminal (Galvis y Visscher, 1987; Galvis et al, 1989; Lloyd et al, 1991). Para conservar el
potencial de la tecnología de FLA, originado en sus requerimientos relativamente bajos de
operación y mantenimiento, estas opciones de acondicionamiento o pretratamicnto no deben
requerir la dosificación de coagulantes químicos, ni ser más complejos de operar y mantener
que la tecnología FLA, manteniéndose así su capacidad para contribuir a la búsqueda de la
sostenibilidad de los proyectos de mejoramiento de calidad de agua, en un mayor número de
localidades. Con base en este tipo de razones, las opciones incluyen diferentes etapas de
pretratamiento mediante la filtración en gravas, operando en serie con la tecnología FLA. La
combinación de estas diferentes modalidades de filtración en una planta de tratamiento, es lo
que ahora se denomina tecnología de filtración en múltiples etapas, FiME. Dependiendo de
la calidad del agua en la fuente y de las normas vigentes para el agua de bebida, la tecnología
de FiME puede ir precedida de otros procesos de tratamiento, como sedimentación simple en
embalses o desarenadores, cribas, etc. y siempre que sea posible, se debe incluir la desinfec-
ción terminal, como barrera de seguridad, según se consideró en el aparte 2.6 de esta publica-
ción.
Teniendo en cuenta las experiencias de la última década en proyectos a escala piloto y
real con esta tecnología y su gran potencial para contribuir al mejoramiento de la calidad de
agua, junto a limitaciones existentes de información sobre su aplicación, los siguientes capí-
tulos se centran en presentar una visión de sus antecedentes y evolución, junto a su desarrollo
y aplicación en el valle geográfico del río Cauca en Colombia, con consideraciones sobre
cantidades de obra y costos, guías para selección de la tecnología y características y especi-
ficaciones de los componentes o etapas de tratamiento. Esto se hace recuperando experien-
cias de un conjunto de proyectos de investigación aplicada y de transferencia de tecnología,
realizados por Cinara, trabajando en equipo con el IRC y con organizaciones de base comu-
nitaria, instituciones nacionales del sector y agencias de cooperación bilateral y multilateral,
et al, 1985). Para 1940, había 2275 plantas utilizando FiR y cerca de 100 utilizando FLA
(Fox et al, 1994). Encuestas realizadas a 47 plantas con unidades convencionales de FLA (
Slezak et al, 1984; Sims et al, 1991) permitieron una visión sobre su aprovechamiento. El
76% de la población servida por estas plantas corresponde a comunidades menores de 10000
habitantes, el 21 % entre 10000 y 100000 y el 3% a mayores de 100000. La mayoría, el 54%,
utilizan ríos pequeños, el 41% lagos o embalses y el 5% agua subterránea. Estas fuentes
tenían turbiedades promedio de 2 UNT, con valores pico de 15 UNT. El 88% de las plantas
producían efluentes con turbiedades inferiores a 1 UNT, el 80% de las fuentes de agua tenían
menos de 100 coliformes por 100 ml y mas del 70% de las plantas producían efluentes con
niveles inferiores o iguales a 1 coliforme por 100 mi. En los 90s se esperaba que un buen
número de comunidades construyeran plantas de tratamiento para cumplir con la reglamen-
tación vigente sobre calidad de agua. La agencia de protección ambiental, USEPA, estimaba
en el orden de 1000 las poblaciones que utilizarían FLA, para cumplir con los requerimientos
de filtración para fuentes superficiales de agua (Fox et al, 1994).
En América Latina y el Caribe, FLA fue usada en el tratamiento de agua de ciudades
como Buenos Aires y Kingston. Sin embargo, la mayoría de las que utilizaron tecnología
para el tratamiento de agua en la primera mitad del siglo XX, lo hicieron aprovechando
variantes de la tecnología FiR. La introducción de FLA en la región fue realizada, en la
mayoría de las veces, sin un procedimiento adecuado de adaptación y transferencia y su
aprovechamiento ha sido muy limitado. El mayor número de plantas se construyeron en
países como Brasil (Hespanhol, 1969) y Perú (Canepa, 1982; Lloyd y Helmer, 1991) y los
resultados fueron muy deficientes.
Situaciones parecidas se han encontrada en Africa, en países como Camerún, Kenia y
Zambia y en Asia, en países como India, Pakistán y Tailandia. Por ejemplo, en el Estado de
Andhra Pradesh, en India, existen unas 1100 plantas de FLA, la mayoría de ellas con defi-
ciencias en su concepción o funcionamiento (Visscher, 1993).
A pesar de las dificultades antes enunciadas, desde comienzos de la década de los 90s hay
un renovado interés en la tecnología FLA. Para explicar este hecho podrían citarse factores
como las actividades realizadas por organismos de la ONU, en el marco del Decenio del
Agua; el "Development and Demostration Programme on Slow Sand Filtration" apoyado por
el gobierno de los Países Bajos y realizado por el IRC, en colaboración con instituciones de
diferentes países, incluido Colombia (Galvis et al, 1989); el trabajo en red de universidades,
centros e instituciones del sector, lo cual ha estimulado la innovación y la transferencia de
conocimiento, incluido el campo del tratamiento de agua; el reconocimiento de FLA en EE
UU como una buena alternativa de tratamiento de agua; y la decisión política de mejorar la
cobertura y la calidad de la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento básico,
catalizada por la epidemia de cólera que afectó las Americas desde comienzos de 1991.
51
de la experiencia de Cinara en Colombia, por tubería corrugada perforada, como la utilizada
en el drenaje de suelos. En la figura 4.1 se muestra una foto de una planta de tratamiento con
unidades de FLA y en la figura 4.2 se ilustran, de manera esquemática, dos unidades de FLA.
En el capítulo 10 se incluye información específica sobre FLA, como una de las etapas de
tratamiento de FiME.
Figura 4.1. Planta de Filtración lenta en arena, comunidad la Sirena, Cali Colombia.
52
Filtración en múltiples etapas
Después de que el filtro ha estado produciendo agua de buena calidad durante varias
semanas o meses, los primeros centímetros del lecho se colmatan debido a la acumulación
de material inorgánico y orgánico, incluyendo biomasa, lo cual da origen a una especie de
biomembrana, conocida también como "schmutzdecke", "dirt blanket" o "capa sucia". En
ella sucede la gran mayoría del incremento de pérdida de energía hidráulica del lecho de
arena durante una carrera de filtración, de tal manera que su raspado permite recuperar la
conductividad hidráulica que tenía el lecho al inicio de la carrera Esto se hace retirando 1 o
2 cm de la parte superior del medio filtrante. Después de diferentes raspados, cuando se
llegue a 50 cm, altura mínima recomendable del lecho de arena, se requiere el rearenamiento,
actividad mediante la cual, se repone la arena retirada previamente del filtro, una vez lavada,
colocándola debajo de la arena que no se había removido durante los raspados. Esta activi-
dad se realiza con muy baja frecuencia, una ve/ cada tres o mas años.
53
Según este modelo y considerando criterios típicos de diseño de FÍR y FLA, las eficiencias de
remoción de partículas en FLA pueden ser alrededor de 8 veces mas altas que en FiR por el
mecanismo de intercepción, de 34 por el mecanismo de difusión y de 200 veces por el mecanismo
de sedimentación. Esto se explica, en general, porque comparando la remoción partículas del
mismo tamaño y densidad en FLA y en FiR, la eficiencia de estos mecanismos se ve favorecida
en FLA porque sus granos en el medio filtrante son cerca de la mitad en tamaño; porque en sus
lechos de filtración hay aproximadamente el doble de "colectores" y porque su velocidad de
aproximación a la superficie defiltraciónes alrededor de 100 veces menor que en FiR.
En relación con los mecanismos de adherencia, no es claro cómo se pueden remover
partículas en una unidad de FLA, sin el uso de coagulantes químicos. La posibilidad de
atracción electrostática parece discutible, dado que la gran mayoría de partículas están carga-
das negativamente alrededor de pH neutral. Sin embargo, Haarhoff y Cleasby ( 1991 ), citan-
do el trabajo de Jorden (1963) y de McConnell (1984), dejan abierta la posibilidad de que
cationes polivalentes puedan actuar como puentes entre partículas y superficies cargadas
negativamente. En efecto, se ha observado que la adsorción de virus en la arena mejora
cuando se incrementa la concentración de iones y la valencia de los cationes en solución.
Debido a la importancia de la actividad biológica en el comportamiento de las unidades de
FLA, Haarhoff y Cleasby (1991) consideran plausible que la adherencia o la adsorción de
partículas esté relacionada con la actividad biológica. En este sentido se han estudiado el efecto
de los polímeros extracelulares (PEC), capaces de flocular suspensiones de caolín (Pavoni et
al., 1972) o microorganismos en los lodos activados (Metcaif and Eddy, 1970). Hstos PEC
parecen tener diferentes capacidades de desestabilización o aglutinación, dependiendo de las
condiciones de crecimiento de la biomasa que los produzca (Galvis, 1981 ). En armonía con lo
anterior, Bellamy (1985) observó que los microorganismos que crecían en superficies, produ-
cían PEC y especuló sobre la posibilidad de que estos polímeros facilitaran la desestabilización
de bacterias y su adherencia a la biomembrana o a la superficie de los granos de arena.
54
Filtración en múltiples etapas
proceso de desinfección, aunque se lograran eficiencias de remoción del 99% en las unidades
de FLA. Esta situación, además de dificultar la aplicación del concepto de desinfección
terminal como barrera de seguridad, enunciado en el capítulo 2, coloca la salud pública en
situación de alto riesgo, particularmente en Latinoamérica y el Caribe, donde se requieren
realizar actividades orientadas a mejorar la confíabilidad de la desinfección en la mayoría de
localidades de la región (Reiff, 1995).
Jan Feb Mar Apr May Jun Jul Aug Sep Oct Nov Dec
™"^^™Rk> Cauca — ™ ~ — - R » Pane* Quebrada la Elvira
55
Claramente, FLA no es una panacea para todos los problemas de calidad de agua, en
todas las circunstancias. Los factores asociados con las deficiencias son múltiples y conside-
raciones como las presentadas en el capítulo 3 deben contribuir a superarlas. Además, las
características de la fuente de agua que limitan la viabilidad de FLA como opción de trata-
miento merecen atención especial.
En general, se pueden distinguir dos situaciones principales en las cuales FLA presenta
limitaciones:
56
Filtración en múltiples etapas
una de ellas recomienda SS < 5 mg/1, con base en experiencias a escala piloto, utilizando
suspensiones de caolín como fuente de agua a tratar (Wegelin, 1986).
1000.0
100 0
10.0
1.0
0.1
Jan Feb Mar Apr May Jun Jul Aug Sep Oct Nov Dec
Figura 4.4. Niveles de turbiedad (UNT) en tres rios andinos (Enero 1991-Noviembre
1991).
Hierro y manganeso
En los lechos de filtración, pueden haber bacterias capaces de contribuir a la oxidación
del hierro y el manganeso presentes en el agua. Pequeñas cantidades de precipitados de
hierro mejoran la capacidad de remoción de compuestos orgánicos (Collins et al, 1985); sin
embargo, concentraciones de hierro superiores a 1 mg/1, pueden contribuir significativamente
a la colmatación de las unidades de FLA (Spencer et al, 1991).
Algas
La presencia de algas en cantidades moderadas son usualmente benéficas para el funcio-
namiento de las unidades de FLA. Estas son generalmente retenidas a la altura de la parte
superior de los lechos, donde se desarrolla una especie de biomembrana, con traspasos indi-
viduales de algas unicelulares (Toms et al, 1988). Los crecimientos significativos pueden
ocasionar la pérdida acelerada de energía hidráulica en los lechos y reducir hasta en cinco
sextos los períodos de filtración (Ivés, 1957). También pueden ser factor importante en las
concentraciones altas de orgánicos solubles y de problemas de olores y sabores. Además,
como consecuencia de la actividad fotosintética, las algas pueden afectar la capacidad
reguladora del agua y aumentarei pH a niveles aún por encima de 10 u 11, los cuales pueden
ocasionar precipitaciones de hidróxidos de magnesio y calcio sobre la arena (Ivés, 1957),
esto contribuye a la obstrucción de los lechos o a aumentar el tamaño efectivo de la arena, lo
cual puede repercutir en una menor eficiencia de tratamiento.
Consecuentemente, varios valores de indicadores directos o indirectos se han propuesto
para establecer límites deseables a los niveles de algas (tabla 4.2). Finalmente, se resalta que
las algas pueden estar presentes en las fuentes de agua o crecer en el sobrenadante de los
filtros, si existen condiciones favorables de nutrientes y radiación solar. Sólo en este último
caso, la cobertura de las unidades de FLA contribuiría a aliviar el efecto de las algas en los
57
procesos de tratamiento y antes de hacerlo, se recomienda verificar si la operación y el man-
tenimiento puede hacerse compatible con su presencia, particularmente cuando se presentan
en cantidades bajas o moderadas.
Materia orgánica natural o color real
La remoción de color real asociado a carbono orgánico disuelto o sustancias húmicas, es
reportada normalmente como baja, del orden de 25 a 30% (Cleasby et al, 1984; Ellis, 1985;
Collins et al, 1991). Esta remoción baja es consistente con la reportada para otros parámetros
más directamente ligados con la medición de materia orgánica, como se muestra en la tabla
4.1. Debido al riesgo potencial de tipo crónico, asociado con los subproductos de la desinfec-
ción con cloro en presencia de este tipo de materia orgánica, los niveles de color deseables
en el agua a tratar son bajos, según los autores citados en la tabla 4.2. Sin embargo, se subra-
ya, que riesgos agudos, de naturaleza microbiológica, son prioritarios de tratar y que estos
niveles deseables de color no deben comprometer, de ser posible, la etapa de desinfección
terminal del agua (Craun et al, 1994).
De otra parte, niveles mínimos de materia orgánica y nutrientes, parecen ser necesarios
para tratar mejor otros indicadores de calidad de agua. Bellamy et al (1985) reportan remo-
ciones de turbiedad en el rango de 27 a 39%, para un río de montaña con muy bajo contenido
de materia orgánica y observaron que, estas eficiencias se mejoraban significativamente, al
agregar carbono orgánico y nutrientes al afluente de las unidades de experimentación.
58
Filtración en múltiples etapas
Figura 4.5. Filtro lento en arena congelado, ubicado al Norte de los Estados Unidos.
Nutrientes
Los microorganismos activos en los lechos de arena requieren para su metabolismo y
crecimiento carbono, nitrógeno, fósforo y azufre. Los ácidos húmicos y fúlvicos son ricos en
carbono pero pobres en el contenido de otros elementos (Spencer et al, 1991). Esto podría
ser, al menos en parte, la explicación para las limitaciones de FLA a remover color natural de
fuentes de agua bien protegidas y para los resultados reportados por Bellamy et al (1985),
según los cuales, la adición de nutrientes permitió aumentar la actividad biológica en lechos
experimentales de arena y mejorar las eficiencias de remoción de turbiedad y de indicadores
de contaminación microbiología.
Oxígeno disuelto
Cuando las velocidades de filtración son muy bajas y hay suficiente demanda en el agua, el
contenido de oxígeno puede agotarse debido al largo contacto con la biomasa que lo consume
(Joshiet et al, 1982). Estas posibilidades de situaciones anóxicas o anaeróbicas en los lechos
deben evitarse, pues pueden dar origen a serios problemas de calidad de agua, tales como olores,
sabores o la resuspensión de metales, con implicaciones estéticas o de interferencia con la etapa
de desinfección terminal (Ellis, 1985).
En la tabla 4.2 se resumen algunos criterios que, a juicio de varios autores, hacen una
fuente ideal para su tratamiento directo con unidades de FLA. De las limitaciones menciona-
das antes y de los criterios mostrados en la tabla 4.2, resulta claro que para la gran mayoría de
fuentes superficiales, particularmente lagos o embalses con algún grado de eutroflcación,
ríos no regulados en cuencas no muy bien conservadas o fuentes en el trópico, expuestas a
períodos más o menos cortos pero intensos de lluvia, no pueden ser tratadas adecuadamente
con unidades de FLA, como única etapa de tratamiento, antes de la desinfección terminal.
59
Tabla 4.2. Calidad de agua para tratamiento directo con FLA (Galvis et al, 1993).
(1) Son significativas la naturaleza de la turbiedad y la distribución de tamaño de las panículas y la manera en
que se producen los cambios de calidad de agua en el afluente.
(2) Importantes, tanto el número como las especies presentes en la fuente de agua. Esta recomendación supone
filtros cubiertos.
(3) Este límite (0.005 mg/1) corresponde a clorofila-a en el agua encima del filtro, como una medida indirecta
del nivel de algas.
60
Rio Támesis Aireación Distribución
Figura 4.6. Remoción de coliformes fecales, en las diferentes etapas de tratamiento en una planta típica de Londres hasta los años 80s. Datos
promedios de los 60s (Adaptado de Windle-Taylor, 1974).
Figura 4.7. Diagrama de Flujo de la Planta de Tratamiento Lengg en Zurich (Huck, 1988).
i. _• ^ . „ ,-ít. «
Zurich: La ciudad se abastece de tres fuentes: Lago de Zurich, agua subterránea y naci-
mientos. La primera planta, tratando agua del lago, utilizó unidades de FLA y entró en ope-
ración en 1871; actualmente el agua del lago representa el 70% del abastecimiento y es
tratada en dos plantas, Lengg y Moss. Para atender nuevos riesgos de contaminación y una
reglamentación cada vez más estricta, sobre todo en lo relacionado con sustancias orgánicas,
FLA es ahora una de las múltiples etapas de tratamiento de estas plantas que incluyen; pre-
oxidación en los colectores de agua del lago, coagulación / floculation, ajuste de pH, filtra-
ción rápida en arena, tratamiento con ozono, filtración en carbón activado, FLA y desinfec-
ción usando dióxido de cloro para proteger el sistema de distribución. Esto se ilustra en la
figura 4.7. En Zurich, cl agua cruda es de buena calidad y debido al efecto de las etapas
precedentes, el impacto de FLA se refleja principalmente en la reducción de COA., carbono
orgánicamente asimilable (Huck, 1987).
Como lo ilustran los dos casos anteriores, FLA continúa siendo utilizada en las plantas de
tratamiento de importantes ciudades europeas, pero ahora como una de sus últimas etapas de
los procesos que las constituyen. En consecuencia, las unidades de FLA reciben agua de
muy buena calidad, mucho mejor que la requerida por los autores citados en la tabla 4.2 y por
eso puede operar como filtros lentos "rápidos", con velocidades del orden de 0.4 a 0.8 m/h,
muy superiores a los valores tradicionalmente usados, en el rango de 0.04 a 0.2 m/h. Debe
ser claro para el lector en otros contextos, que estas velocidades altas pueden ser adecuadas
sólo si se cumplen las condiciones que las están haciendo posibles. Además, la estrategia
reciente de estas ciudades para alcanzar dichas condiciones, es más exigente, en términos de
instrumentación y equipamiento, que la clásica dosificación de coagulantes que ha dificulta-
do la aplicación de FiR en tantas localidades de la región.
A continuación se presenta una visión parcial sobre la búsqueda de otras etapas o proce-
sos de pretratamiento, orientado a posibilitar estrategias menos exigentes en recursos huma-
nos e infraestructura para el tratamiento del agua, aprovechando la tecnología de FLA.
62
Afluente - Rebose
•Efluente
Drenaje
Filtro Grueso Dinámico
Afluente
Drenaje Drenaje
Drenaje Drenaje
Filtro Grueso Descendente en Serie Drenaje Filtro Grueso Ascendente en Serie
Efluente Afluente
Efluente
\M Li ri L:
f - f • Drenaje -f T"
Filtro Grueso
Filtro Grueso Horizontal Ascendente en Capas
ON
Figura 4.8. Ilustración de un filtro grueso dinámico y de filtros gruesos de flujo ascendente, descendente y horizontal.
y Colombia entre ellos. En Latinoamérica se realizaron también estudios con filtración grue-
sa de flujo descendente (FGD) en Perú (Pérez et al, 1985; Pardón, 1987; Lloyd et al, 1987)
y con filtración gruesa de flujo ascendente en Brasil y Colombia (Di Bernardo 1991; Galvis
y Visscher, 1987; Galvis et al, 1989). En Colombia, Cinara trabajó en el desarrollo de la
filtración gruesa dinámica (FGDi), orientada a superar los problemas asociados con los cam-
bios bruscos en los niveles de sólidos suspendidos, que presentan la mayoría de ríos andinos
(Galvis y Fernández, 1992; Galvis et al, 1992).
Al finalizar los años 80s parecía claro que la filtración en gravas o filtración gruesa (FG),
era una buena opción para pretratar o acondicionar el agua antes de las unidades de FLA. Sin
embargo, no había información que orientara la selección ni la combinación de las diferentes
alternativas reportadas en la literatura para especificarlas en combinación FLA, frente a la
necesidad de tratar una fuente de agua. Esto estimulo la realización de un programa integra-
do de investigación y demostración sobre alternativas de pretratamiento, el cual incluyó
estudios comparativos de las diferentes modalidades de la filtración en gravas; búsqueda de
posibles combinaciones de las diferentes etapas de pretratamiento, orientada por los concep-
tos de barreras múltiples y de tratamiento integrado, que permitieran producir un efluente en
las unidades de FLA que se acercara al concepto de desinfección terminal como barrera de
seguridad (estos tres conceptos fueron enunciados en el marco del capítulo 2); estudios sobre
costos y la producción de herramientas metodológicas y de material didáctico, que facilitara
la transferencia de la experiencia (Cinara e IRC, 1992; 1996; Galvis et al. 1996). Parte de la
experiencia adquirida en el desarrollo de este programa se presenta en los siguientes capítu-
los de esta publicación.
En resumen, por ahora puede decirse que, para las condiciones en que se realizó el pro-
grama, la combinación de filtración gruesa dinámica (FGDi) con la filtración gruesa ascen-
dente (FGA) resultó ser la mejor opción para pretratar el agua antes de las unidades de FLA.
En todas las alternativas estudiadas se incluyeron múltiples o "manifolds" como sistema de
drenaje, innovación que ha facilitado significativamente el proceso de limpieza de las unida-
des de filtración gruesa. No obstante, el sistema de drenaje es quizá uno de los campos que
más requiere investigación, para continuar potencializando esta tecnología. Otro desarrollo
importante es el FGDi, el cual es un filtro grueso con flujo descendente, funcionando como
primera etapa de tratamiento y como una especie de "válvula automática", que paulatina o
rápidamente, declina el flujo captado ante valores altos o cambios bruscos en los sólidos
suspendidos que llegan a la planta de tratamiento.
64
Filtración en múltiples etapas
Filtros de grava
\
Filtro grueso
dinámico Filtro grueso Filtro lento Dtísinfeeción
en arena terminal
65
Tabla 4.3. Resumen de consideraciones sobre la filtración en múltiples etapas
Consideración Comentario
Calidad del agua tratada Es una excelente alternativa para mejorar la calidad física, quí-
mica y microbiológica del agua. En muchas localidades, FiME
es la única opción confiable de tratamiento.
Facilidades de construcción El diseño es relativamente simple y facilita el uso de materiales
y de la mano de obra del lugar. No se requiere equipo especiali-
zado.
Costos de construcción La construcción con materiales y mano de obra local reduce los
costos. Usualmente, no se requieren mate-riales importados.
Facilidades de O&M Después de un corto período de capacitación, operadores loca-
les, sin alto nivel de escolaridad, pueden operar y mantener el
sistema.
Costos de O&M Los costos de operación y mantenimiento y las necesidades de
energía eléctrica son menores que en otros sistemas. No requie-
ren productos químicos para coagulación.
Confiabilidad Riesgo de fallas mecánicas bajo o de problemas asociados con
cambios en la calidad del agua cruda. Estos pueden resolverse la
mayoría de las veces sin interrumpir el servicio
.Limpieza El proceso de limpieza es simple aunque laborioso y esto no debe
representar un problema mayor en países donde la mano de obra
es relativamente barata.
Requerimientos de área superficial Una planta convencional de FiR, con áreas de almacenamiento y
de manejo de químicos, zonas de tráfico, etc., puede requerir áreas
comparables a FiME.
No es una panacea Existen niveles de contaminación o factores ambientales que su-
peran la eficiencia o inhiben los procesos de tratamiento ligados
con FiME.
66
Filtración en múltiples etapas
67
entre caudal y área superficial), número de Reynolds, número de Fraude, temperatura y de
características propias de las partículas a sedimentar, tales como densidad y tamaño. La calidad
efluente de un sedimentador podría requerir de otras opciones de pretratamiento con procesos
basados en la filtración, si hay presencia de material coloidal. De esta forma se puede obtener
calidad de agua adecuada para su tratamiento posterior por FLA.
Se pueden distinguir dos variantes principales en la aplicación de la sedimentación sim-
ple. Aquellas con períodos teóricos cortos de retención (menos de un día) y otras con largos
períodos (varios días o semanas). Fuentes de agua con valores altos de sólidos suspendidos
pueden mostrar significativas reducciones con períodos de algunas horas de detención; en
contraste, podría tener un mínimo impacto en fuentes con turbiedad de naturaleza coloidal.
La sedimentación simple con bajos tiempos de retención (por ejemplo, una estructura
desarenadora), podría ser la primera etapa de acondicionamiento para fuentes superficiales,
principalmente en ríos de montaña, con alta pendiente de fondo y grandes variaciones de
caudal, que transportan material particulado grande y pesado, tal como gravas y arena. Sin
embargo, los ríos transportan una gran variedad de partículas de material cohesivo como
lodo y arcilla (0.5 a 62 mm) y discreto como arenas finas, medianas y gruesas (62 y 2000
mm) (Breusers, 1988).
En la Región Andina la mayoría de las fuentes superficiales grandes o pequeñas presen-
tan picos en la concentración de sólidos suspendidos, de corta duración, situación que puede
suceder en ausencia del fontanero del sistema de abastecimiento de agua, momento en el
cual, los acondicionadores juegan un papel importante en la protección del sistema de trata-
miento.
El potencial de la sedimentación para períodos menores de un día, puede estimarse a través
de columnas de sedimentación; para períodos más largos, otros elementos como efectos térmi-
cos, eólicos o producción de algas, comienzan a ser de mayor importancia, especialmente en
unidades a escala real (Cleasby, 1991). La sedimentación simple con largos períodos de reten-
ción es de uso común en Londres, donde el crecimiento periódico de algas ha obligado a la
colocación de microcribas o de filtros "rápidos" sin coagulación, antes de los filtros lentos
(Ridley, 1967). Para controlar el crecimiento de algas en los embalses, en Londres se han
desarrollado técnicas orientadas a prevenir la estratificación térmica, las cuales incluyen siste-
mas de bombeo, El potencial de los embalses como alternativa de pretratamiento en países
tropicales y en zonas con limitaciones para sostener tales niveles de mecanización ó de
eutroficación, debe ser cuidadosamente evaluado antes de promover su aprovechamiento am-
plio.
La sedimentación optimizada por medio de tubos o placas paralelas permite reducir entre
60 y 70% el área requerida por la sedimentación simple. La sedimentación en placas parale-
las ha sido aplicada exitosamente en el tratamiento de agua químicamente coagulada; sin
embargo, la experiencia con aguas no coaguladas es limitada. Investigaciones desarrolladas
en la Estación de Investigación de Cinara, en predios de la Empresas Municipales de Cali, no
reportaron buenos resultados (Castilla et al., 1989).
68
5. COMPORTAMIENTO DE LA TECNOLOGIA
FiME
La inversión de la tecnología FiME ha sido realizada en el marco del Proyecto Integrado
de investigación y Demostración de Métodos de Pretratamiento para Sistemas de Abasteci-
mientos, con base en un trabajo llevado a cabo tanto en unidades construidas a nivel experi-
mental como en proyectos de demostración a escala real ubicadas en la región del Valle del
Cauca, Colombia.
La investigación se centró en comparar diferentes alternativas de pretratamiento previos
a la filtración lenta en arena (FLA); en producir criterios de selección, operación y manteni-
miento y en evaluar la aplicación de multibarreras y tratamiento integrado.
El desarrollo de la investigación se realizó en el valle geográfico del río Cauca, situado al
suroccidente de Colombia. Un alto porcentaje de este valle, hace parte del departamento del
Valle del Cauca. La figura 5.1 presenta la localización geográfica de Colombia y del departa-
mento de Valle de Cauca, incluyendo los proyectos de demostración a escala real.
, Mondomo
El Valle del Cauca, con una temperatura promedio anual de 24°C y con bajas fluctuaciones
estacionales, está localizado en la zona de influencia de la convergencia intertropical. Como
consecuencia de esto, presenta dos períodos secos en el año que van de enero a mareo y de julio a
septiembre, y dos períodos lluviosos que se extienden de abril a junio y de octubre a diciembre,
siendo este segundo, regularmente, el más severo.
El río Cauca, principal afluente de la región y fuente de agua cruda para la investigación
a escala piloto, presenta una alta contaminación, debido tanto al vertimiento de aguas residuales
domésticas, sin tratamiento, de varias comunidades, como al arrastre de suelo agrícola, prin-
cipalmente durante el período de lluvias. El río drena un área aproximada a 60.000 Km2, en
sus 1200 Km de longitud. De su recorrido, solamente 3600 Km2 se encuentran aguas arriba
del embalse de Salvajina, el cual a su vez, se encuentra aguas arriba del sitio de captación
donde se deriva agua, tanto para la ciudad de Cali, como para el proyecto. El efecto de
embalse permite al río, en su paso por la ciudad de Cali, elevar los caudales mínimos de 40
mVs, aliviando el impacto de la contaminación durante el verano. El efecto del embalse en
la calidad fisicoquímica del río en invierno, es limitado, pues aguas abajo de él se encuentran
importantes tributarios, como los ríos Palo, Suárez, y Jamundí, entre otros, que contribuyen
significativamente al deterioro de su calidad, en época de lluvias.
Ante tales variaciones en la calidad de agua cruda, la investigación consideró períodos de
evaluación de seis meses, incluyendo como mínimo un período seco y uno de lluvia. El tiempo
total de investigación dentro del proyecto fue cercano a 40 meses.
Las unidades experimentales utilizadas en el proyecto se localizaron en la Estación de In-
vestigación y Transferencia de Tecnología de Cinara, (figura 5.2), ubicada en predios de la
planta de tratamiento de agua de Puerto Mallarino, perteneciente a las Empresas Municipales
de Cali - EMCALI - ACUACALI. La Estación cuenta con una infraestructura de apoyo en
laboratorios, para el análisis de calidad fisicoquímica y microbiológica del agua, además de
unidades a escala técnica para el estudio a nivel piloto de la tecnología FiME. Recientemente
se ha construido un nuevo laboratorio para el estudio de sistemas de tratamiento que combinan
los procesos de coagulación y floculación química en medio de grava con la filtración rápida.
70
Comportamiento de la tecnología FiME
T a n q i » de
agua l l
FILTRACIÓN ORIIESA ASCENDENTE EN SERIE 3 ETAPAS (FGAS3)
o
FILTRACIÓN GRUESA ASCENDENTE EN CAPAS (FGAC)
3.1 3.H
71
Tabla 5.1 Características de componentes FiME evaluados a nivel de plantas piloto a
escala técnica.
El filtro grueso ascendente comprende tres unidades en serie, con tamaños de grava similares
a las del filtro grueso ascendente en serie de tres etapas.
En el desarrollo del proyecto se evaluó cada etapa de pretratamiento dentro de la línea de
investigación, tanto de manera independiente como en su conjunto. Así por ejemplo, los
FGDi fueron evaluados, considerando eficiencias de remoción, aspectos hidráulicos, de ope-
ración y mantenimiento y la identificación de factores limitantes.
Los filtros gruesos se evaluaron con velocidades de filtración de 0.30, 0.45, 0.60, 0.70 y
1.0 m/h, una por cada período. Se establecieron comparaciones en el fur ionamiento hidráu-
lico y en eficiencias obtenidas dentro del mejoramiento de la calidad dei agua, entre los seis
tipos de filtración gruesa estudiados; así mismo se realizaron mediciones en la remoción de
parámetros físico químicos y bacteriológicos por cada componente de filtración gruesa, para
las velocidades de filtración indicadas y orientadas a establecer limitantes de trabajo en cada
caso. Las características de cada componente FiME se presentan en la tabla 5.1.
72
Comportamiento de la tecnología FiME
600 -r
500 -
Figura 5.4. Variaciones en la calidad del agua delríoCauca a través de diferentes ciclos
hidrológicos. Cali - Colombia.
La calidad del agua del río Cauca presentó promedios de hierro total y manganeso, para
los períodos de evaluación, entre 3.5 y 14.0 mg/1 y entre 0.5 y 0.9 respectivamente, con un
valor máximo en hierro de 48 mg/1, medido durante una condición anaeróbica del río, con
duración aproximada de 2 horas, altos niveles de contaminación y gran variabilidad en la
calidad del agua cruda caracterizan el comportamiento del río Cauca. Características que no
recomiendan su mejoramiento por filtración lenta en arena, como única fase de tratamiento,
tal como se discute en la literatura especializada. Sin embargo, para los propósitos del Pro-
yecto Pretratamiento, esta fuente es de gran utilidad para el estudio de cada una de las líneas
y etapas de tratamiento propuestas.
47 70
Horas
— Solidos Suspendidos (mg/1) — Turbiedad (UNT) •ColorReal (UPC)
Figura 5.5. Seguimiento horario a la calidad del agua ante un cambio brusco de calidad
en el río Cauca, Cali - Colombia.
73
5.1.3 Evaluación de las unidades de FGDi
Ante la necesidad de proteger el sistema de abastecimiento de agua, principalmente los
componentes de tratamiento, contra variaciones bruscas de calidad como las indicadas en la
figura 5.5, se ha desarrollado la tecnología de filtración gruesa dinámica. Diferentes estudios
a nivel piloto, fueron realizados, entre los que se incluyen evaluaciones sobre eficiencias
remocionales en parámetros físicos, químicos y microbiológicos; estudios sobre el compor-
tamiento hidráulico de la unidad y sobre remoción de material particulado presente en el
anuente a tratar.
La sedimentación es propuesta como el principal proceso existente en la remoción de
material particulado en un FGDi. Dos zonas de sedimentación fueron identificadas, la
primera como parte del proceso de sedimentación convencional que se genera sobre el
lecho más superficial de grava y donde se remueve cerca del 10% del material suspendido
presente en el agua cruda; la segunda, como parte del proceso de filtración y que se genere
al interior del lecho de grava; donde se remueve entre el 65% y 85% del material suspen-
dido tratado.
La evaluación del flujo superficial en los FGDi mostró que éste no presenta ningún
efecto sobre el arrastre de las partículas, ni sobre la calidad del agua efluente de la unidad.
Este resultado es particularmente importante cuando se requiere el bombeo del agua cruda
hacia el sistema de tratamiento, ya que en estos casos no se debe impulsar un caudal de
exceso que garantice el flujo superficial sobre la unidad. Mayores detalles de esta evalua-
ción se encuentran en Latorre et al (1996). La eliminación del flujo superficial, motivó el
estudio de la operación del sistema a tasa constante presentan un mejor comportamiento
hidráulico, debido a la mejor distribución de la capa superficial de lodo removido sobre el
lecho de grava, mientras que en las unidades a tasa declinante, se presentan zonas prefe-
renciales en la acumulación de lodo, lo cual genera y.onas muertas y cortos circuitos Guzman
(1997).
El análisis de eficiencias de remoción en unidades de FGDi, utilizando velocidades de
filtración entre 2.0 y 5.0 m/h, mostró la ausencia de diferentes significativas, al comparar
unidades operadas en el rango de 2.0 a 4.0 m/h, inclusive; las eficiencias fueron registradas
cercanas a 50% para turbiedad y entre 80 y 905 para sólidos suspendidos. Para efectos de
dimensionamiento, este resultado fue motivar la utilización de las más altas velocidades en el
rango indicado; sin embargo, ante lo reducido del costo de esta unidad (oscila entre 5% y
15% del costo total de inversión inicial del sistema de tratamiento), no se recomienda selec-
cionar valores altos de velocidad, pues los costos no se incrementan substancialmente, pero
a cambio, el sistema gana flexibilidad en su operación.
74
Comportamiento de la tecnología FiME
Velocidad del
FGDi AGUA CRUDA FGDi FG
m/h (Días de
Operación) Rango n Media <J P90 Media o Media O
Considerando las unidades de filtración gruesa, con igual longitud de lecho filtrante
(FGAS3, FGHS y FGDS3), las tablas 5.2 y 5.3 muestran valores promedio similares para el
FGAS3 y FGDS3, indicando que desde el punto de vista de calidad de agua, se puede optar
por seleccionar cualquiera de estos dos sistemas de filtración gruesa, con FGHS no sucede lo
mismo, pues los resultados fueron entre 1.5 y 1.8 veces más altos en turbiedad y entre 6 y 11
veces más altos en coliformes fecales que en FGAS3 y FGDS3.
Por lo tanto teniendo en cuenta estas unidades de filtración gruesa su orden selección
sería FGAS3 o FGDS3 y FGHS. Sin embargo, considerando facilidades de mantenimien-
to, es obvio que las unidades de flujo ascendente ofrecen ventajas, pues tienen la capaci-
dad de acumular lodo en la parte inferior que puede ser drenado fácilmente mediante las
válvulas de apertura rápida conectadas al sistema de drenaje ubicado en el fondo de las
unidades
75
Tabla 5.3. Estadísticas Descriptivas de Coliformes Fecales UFC/100 mi). Estudio de
Tecnología FiME en Plantas a Escala Piloto. Fase I. enero de 1990 - Febrero de 1993.
Estación de Investigación Cinara - Puerto Mallarino - EMCAL1.
Velocidad
delFGDi AGUA CRUDA FGDi FG
nVh(Díasde
Operación) Rango n Media a P90 Media O Media O
76
Comportamiento de la tecnología FiME
Tabla 5.4. Eficiencia de Remoción para Unidades de Filtración Gruesa. FGAS3, FGHS
yFGH. Plantas Piloto.
77
Figura 5.6. Funcionamiento de las lincas de tratamiento, incluyendo FGAS3 operando
con velocidad de filtración de 0.45 m/h, tratando agua cruda derivada del río Cauca.
Período de experimentación: Abril - Agosto de 1994.
loooob ,
1D0DO
1000 i
100 ;
ID -i
J: 135
m » M WHUCI0H
78
Comportamiento de la tecnología FiME
sentó niveles de contaminación superiores a 10 UFC/100 mi. Sin embargo, después de este
período, el efluente presentó consistentemente niveles bajos de contaminación bacteriológica.
Este comportamiento es importante tenerlo en cuenta, ya que durante el período de madura-
ción la desinfección debe ser aplicada rigurosamente; de igual manera, las medidas de vigi-
lancia y control de la calidad del agua sí como la operación y mantenimiento deben ser
extremas.
10O00000
100000
1000
Dias de Op«ration
En las tablas 5.5 a 5.8 se resumen los resultados de turbiedad, coliformes fecales, color real
y sólidos suspendidos obtenidas al evaluar la línea con filtración gruesa ascendente en serie de
tres etapas, para diferentes velocidades de operación. Las tablas incluyen por cada etapa de
tratamiento el rango de calidad de agua cruda, media, número de datos y el porcentil noventa;
también se incluye, para el efluente del FLA, la frecuencia de datos con turbiedad menor o
igual a 1 y 5 UNT; coliformes fecales menores o iguales a 3 y 25 UFC/100 ml y la frecuencia de
color real menor a 15 UFC.
La eficiencia en la remoción de turbiedad en la línea con FGAS estuvo al rededor del
80%, para todas las velocidades de filtración evaluadas. Las etapas de FGDi + FGAS3
remueven en conjunto entre el 80 y el 85% de la turbiedad presente en el agua cruda. Esta
combinación presenta eficiencias de remoción de sólidos suspendidos aún mayores a las
obtenidas en turbiedad, llegando hasta el 99%. Los valores obtenidos guardan armonía con
el concepto de multibarreras, según el cual, las etapas de FGDi y FGAS3 se orientan hacia la
eliminación del material grueso.
79
Tabla 5.5. Turbiedad (UNT) en unidades a escala técnica de investigación en la línea de trata-
miento con filtración gruesa ascendente en serie.
Velocidad
de Filtración AGUA CRUDA FGDi FG FLA
(m/h)
días de Rango Media N P90 Rango Media Rango Media Rango Media P90 FREC(%)
Operación <=1 <=5
Tabla 5.6. Coliformes fecales (UFC/100 mi) en unidades a escala técnica de investigación en la
línea de tratamiento con filtración gruesa en serie.
Velocidad
de Filtración AGUA CRUDA FGDi FG FLA
(m/h)
días de Rango Media N P90 Rango Media Rango Media Rango Media P90 FREC(%)
Operación <=3 <=25
Tabla 5.7. Color real (UPC) en unidades a escala técnica de investigación en la línea de trata-
miento con filtración gruesa ascendente en serie.
Velocidad
de Filtración AGUA CRUDA FGDi FG FLA
(m/h)
días de Rango Media N P90 Rango Media Rango Media Rango Media P90 FRFX (%)
Operación <=15
80
Comportamiento de la tecnología FiME
Tabla 5.8. Sólidos Suspendidos (mg/1) en unidades a escala técnica de investigación en la línea
de tratamiento que incluye como alternativa de pretratamicnto la filtración gruesa ascendente en
sene.
Velocidad
de Filtración AGUA CRUDA FGIM FG
(m/h)
(Días de
Operación) Rango Media N P90 Rango Media Rango Media
La combinación FGDi + FGAS reporta reducciones en coliformes fecales entre 2.6 y 3.2
unidades logarítmicas. En los filtros lentos las eficiencias varían entre 1.4 y 2.5, mientras
que en conjunto, el sistema FiMH presenta remociones entre 4.5 y 5.5 unidades logs, según
las características reportadas del agua cruda durante los períodos de evaluación.
En color real, la tecnología presentó remociones totales entre el 86% y ei 89%, con pro-
medios en el agua cruda entre 63 y 93 UPC y promedios en el efluente del FLA, entre 8.2 y
12.0 UPC. La frecuencia de datos que presentaron valores menores o iguales a 15 UPC
estuvo entre el 77% y 96% para los diferentes períodos o velocidades de evaluación.
En turbiedad, aunque los promedios en el efluente estuvieron entre 2.0 y 5.5 UNT, éstos
pueden resultar inapropiados para la desinfección, ya que la frecuencia de datos con turbie-
dad menor a 1 UNT alcanza en el mejor de los casos, el 46%. Esta información contrasta con
las frecuencias de coliformes fecales, para las cuales el 95% del tiempo los datos presentan
menos de 25 UFC/100 mi. Esto parece indicar que a pesar de la existencia de valores de
turbiedad superiores a 1 UNT, la contaminación bacteriológica es baja, y por lo tanto la
desinfección podría ser aplicada de manera confiable.
De otra parte, parámetros como hierro y manganeso que limitan de una parte la aplica-
ción de la filtración lenta en arena cuando la concentración es mayor a 1.0 mg/1 (Spencer et
al., 1991), y de otra la desinfección, cuando se encuentran en estado disuelto, fueron removí-
dos significativamente en las líneas de tratamiento. Para las calidades de agua indicadas
previamente, las unidades de filtración gruesa presentaron efluentes en el rango de 0.17 y
1.01 mg/1 de hierro y entre 0.07 y 0.17 mg/1 de manganeso, mientras que los FLA presenta-
ron promedios por debajo de 0.30 y 0.1 mg/1 respectivamente.
La alcalinidad bicarbonática no es removida en el sistema, aumentando ligeramente en el
filtro grueso y en el filtro lento, sin mayor alteración del equilibrio ácido carbónico-bicarbo-
nato del agua; por lo tanto, no se presentan variaciones apreciables de pH, conservándose
ligeramente arriba de la neutralidad, con valores entre 7.1 y 8.0.
Estos resultados muestran que aunque la combinación de filtración gruesa en dos etapas
con filtración lenta en arena, logra potencializar el uso de esta última tecnología de trata-
miento, en el caso de fuentes superficiales con alto grado de contaminación y en particular
con niveles de sólidos suspendidos elevados (> 100 mg/1), se debe mirar críticamente la
81
selección de las barreras de tratamiento y recomendar y ser coherente con el tipo de riesgo
existente y su variabilidad en el tiempo. En algunas circunstancias es preferible estudiar la
viabilidad técnica que puedan presentar otras fuentes de abastecimiento; cuando la incerti-
dumbre sea alta ó cuando se disponga de buena experiencia con la tecnología FiME, es
recomendable realizar estudios a nivel piloto antes de implantar una solución.
82
Comportamiento de la tecnología FiME
Tabla 5.9. Descripción general de las plantas de tratamiento FiME a escala real.
Los sistemas a escala real del norte del Valle incluyen un desarenador previo al sistema de
tratamiento, que permite controlar el ingreso de partículas discretas. Estos sistemas fueron
construidos entre 1987 y 1989, por lo cual no se beneficiaron de los desarrollos más recientes
alcanzados en la tecnología de FiME. En este sentido, los sistemas Ceylan y La Marina, pre-
sentan estructuras de filtración gruesa en serie de dos y tres etapas respectivamente, las cuales
para el nivel de riesgo existente en la fuente de abastecimiento, representan mayores costos de
inversión inicial que los necesarios.
El sistema de la Rivera cuenta con un lago previo al sistema de tratamiento, el cual cum-
ple la función de mejorar la calidad del agua, retener partículas discretas y garantizar el
abastecimiento de agua cruda durante el periodo seco. Los filtros dinámicos no fueron in-
cluidos en el diseño de este sistema de tratamiento, tomando en consideración el efecto sobre
la calidad del agua cruda que produce el lago.
La planta de tratamiento de Cañas Gordas abastece una comunidad de altos ingresos;
cuenta con un filtro dinámico, el cual fue inicialmente operado con velocidad de filtración de
10.2 m/h, generando carreras de filtración cercanas a 24 horas, causando problemas de ope-
ración y mantenimiento. A mediados de 1997 se inició la construcción de dos unidades de
FGDi nuevas, las cuales operan, cada una, con una velocidad de filtración de 15 m/h.
La derivación del río Pance abastece el sistema de tratamiento del Colombo, presenta una
alta contaminación bacteriológica, la cual se ha incrementado de un promedio de 25100
UFC/100 mi en 1991 a 95890 UFC/100 mi en 1996. Este sistema abastece una comunidad
estudiantil de la zona.
El desempeño de los sistemas de tratamiento en la remoción de turbiedad se presenta en
la tabla 5.10 El agua cruda de las plantas de tratamiento abastecidas por el río Pance presentó
turbiedades que estuvieron por debajo de 32 UNT en el 90% de las muestras analizadas,
mientras que al norte del Valle las fuentes de abastecimiento presentaron turbiedades con
valores menores a 9 UNT en el 90% de veces. En la misma zona norte, la planta de trata-
miento de La Marina posee uno de los valores más bajos de turbiedad en el agua cruda, y
quizá el sistema de pretratamiento más robusto; características del filtro grueso construido,
el cual posee material filtrante más grueso y velocidad de filtración mayor, comparado con
otros proyectos.
:•• 83
En general, los efluentes de los sistemas de tratamiento presentaron turbiedades prome-
dio menores a 1 UNT, lo cual es considerado apropiado para aplicar la desinfección terminal
de manera confiable.
La Tabla 5.10 muestra la variación de los conformes fecales a través de cada una de las
etapas de tratamiento y por cada proyecto construido a escala real. Las fuentes de abasteci-
miento presentaron gran variación en el contenido de coliformes fecales, siendo menor la
contaminación en los sistemas del norte del Valle y mayor en la planta del colegio Colombo,
fis importante resaltar que las mayores eficiencias remocionales se alcanzaron en aquellos
sistemas con niveles de contaminación más altos. Este hecho implica que las barreras pue-
den volverse más efectivas si el agua cruda presenta un mayor riesgo y aún así, producir un
efluente con bajo riesgo sanitario. Por ejemplo, el sistema de tratamiento de Ceylan, con una
concentración promedio de 2.5 unidades logarítmicas, mientras que el Colombo con una
agua más contaminada, 44556 UFC/100 ML de coliformes fecales, promedio, logra concen-
traciones promedio de 1.0 UFC/100 mi.
Tabla 5.11. Coliformes fecales (UFC/100 mi) en sistemas de tratamiento FiME, que son operadas a
escala real.
84
1
Comportamiento de la tecnología FiME
Tabla 5.12. Variación del Color Real (UFC/100 mi) en sistemas de tratamiento FiME, que son
operadas a escala real.
85
Las bajas concentraciones de sólidos suspendidos en el efluente de filtros gruesos, guar-
dan armonía con las duraciones de carrera promedio en los filtros lentos, las cuales varían
entre 178 y 46 días, correspondiendo, la más alta a Ceylan y la más baja a La Marina. Esta
última planta, además de presentar uno de los efluentes del filtro grueso con mayor nivel de
sólidos suspendidos, también presentó un gran crecimiento de algas, factores que podrían
justificar la corta duración de las carreras. En la tabla 5.14 se presentan las duraciones de
carrera promedio en las unidades de filtración lenta de los sistemas evaluados.
Tabla 5.14. Duración de carrera de los sistemas FiME a escala real, según información
colectada en el período Octubre de 1990 a Junio de 1996.
86
6. COSTOS DE PLANTAS FiME
6.1 PRESENTACIÓN
Tener acceso a herramientas que permitan obtener fácilmente y en forma aproximada los
costos de potábilización del agua, es de gran utilidad para las instituciones y profesionales
vinculados con la toma de decisiones en campos asociados con planificación, diseño, finan-
ciación, construcción, administración, operación y mantenimiento de los sistemas de trata-
miento de agua.
El conocimiento de los costos asociados a una tecnología a través de su vida útil, es un
aspecto clave a considerar en la selección de tecnología, fínanciamiento de obras, identifica-
ción e implementación de tarifas, definición del manejo del sistema de tratamiento y sobre
todo, la inclusión de la comunidad o de las instituciones en la toma de decisiones. Entre los
factores que han limitado el aprovechamiento de la tecnología FiME, se encuentra la falta de
información debidamente sistematizada y validada sobre costos, tanto de inversión inicial
como recurrentes envueltos en la administración, operación y mantenimiento. Esta carencia
de información ha impedido realizar estudios comparativos entre FiME y otras opciones
tecnológicas de tratamiento, así como también, entre varias combinaciones posibles de los
componentes de la filtración en múltiples etapas.
En este capítulo se presenta un procedimiento que permite estimar de manera ágil los costos
totales de un sistema de tratamiento por filtración en múltiples etapas. Esta estimación se
realiza teniendo en cuenta el suministro de información básica sobre precios unitarios de mate-
riales, como el requerimiento de los mismos y de mano de obra en la zona del proyecto. Para
determinar los costos de cada alternativa FiME en estudio, se han derivado modelos que permi-
ten estimar cantidades de obra en los ítems de mayor incidencia en los costos de construcción.
También se suministran criterios para estimar tiempo y personal requerido para las labores de
operación, mantenimiento y administración. Finalmente, se incluyen consideraciones sobre la
distribución porcentual del costo, el efecto de economía de escala y el impacto de los costos
sobre las tarifas del servicio de abastecimiento de agua, cuando se mejora su calidad.
6.2 ANTECEDENTES
La falta de información documentada sobre costos de los sistemas de tratamiento de agua
para consumo humano, es un aspecto crítico, especialmente aquellos que abastecen a peque-
ños y medianos municipios y comunidades rurales. A principios de los 80's Arboleda et al
(1982) compararon los costos de inversión inicial de plantas convencionales de tratamiento
construidas en los Estados Unidos con las de América Latina, para capacidades entre
0.025 mVs y 4.0 mVs. Esta publicación muestra reducciones significativas de costos, como
resultado de innovaciones en la adaptación de la tecnología a las condiciones de América
Latina.
En Colombia, el Instituto Nacional de Fomento Municipal, desarrolló un modelo para
predecir los costos de inversión inicial en los sistemas convencionales de tratamiento de
agua para consumo humano que incluyen procesos de mezcla rápida, coagulación, floculación,
sedimentación, filtración, desinfección y acondicionamiento de pH (INSFOPAL, 1982). A
partir de información generada por las empresas de agua adscritas al Instituto, se desarrolla-
ron tres modelos para diferentes regiones de Colombia. Estos modelos se limitaron a cauda-
les inferiores a 2600 mVdía y fueron expresados en función de la capacidad de la planta, tal
como se indica a continuación:
Aunque el país fue dividido en dos grandes regiones, zona norte y zona centro sur, el
modelo obtenido fue poco confiable debido a la gran dispersión de los datos y al hecho de
que en cada región estudiada existen sectores con grandes variaciones en costos unitarios,
mano de obra y condiciones socioeconómicas y culturales.
Cinara con el apoyo del IRC desarrolló en 1988, con base en experiencias de proyectos
de demostración construidos a escala real en la zona de ladera del Valle del Cauca, modelos
de costos de unidades de filtración lenta en arena (Cinara, 1989; Galvis, et al 1988). El
estudio incluyó modelos para estimar el volumen y los costos de construcción de sistemas
FLA, con caudales entre 21/s y 301/s usando velocidades de filtración de 0.15 m/h. También
se estudió el efecto de la economía de escala y de la altura del filtro lento, sobre los costos de
inversión inicial. De manera preliminar también se incluyeron los costos de las unidades de
pretratamiento, los cuales fueron estimados en un 75 % de los costos de FLA. Esta estima-
ción se basó en los primeros experimentos a escala real desarrollados en Colombia con la
tecnología de pretratamiento. Los modelos de costos resultantes aplicados para sistemas
FLA, operando a 0.15 m/h con áreas superficiales entre 48 y 720 m2 fueron:
C= 0.2801 A M 5 "
C=4.2166Q()-8533
Para la comparación entre los sistemas de filtración lenta en arena con pretratamiento y
las plantas convencionales, en el marco del estudio Cinara/IRC, en 1988, se utilizó el estudio
del INSFOPAL para la zona centro-sur del país, con las limitaciones anteriormente mencio-
nadas. Esta comparación indicó que, considerando solo inversión inicial, los sistemas de
filtración lenta en arena con pretratamiento son más favorables que los sistemas convencio-
nales hasta un caudal de 6000 mVdía (701/s), con el cual se puede abastecer a una población
de 40000 habitantes con una dotación de 1501/hab/día.
Estudios comparativos entre sistemas de filtración lenta en arena y sistemas convencio-
nales de tratamiento de agua, realizados en la India y reportados porParamasivan (Sundaresan,
1982; Paramasivan, 1983), indican que la filtración lenta en arena resulta más económica, en
términos de inversión inicial, que los sistemas convencionales hasta caudales cercanos a 50
88 . 1 .
Costos de plantas FiME
C = 0.1321 A 0 8 6
• Caudal
• Tipo de planta (tipo de tecnología)
• Criterios de diseño
• Costo de materiales (locales e importados)
• Costo de mano de obra (local e importada)
• Localización geográfica
• Transporte
• Condiciones climáticas
• Nivel de competencia entre firmas constructoras
• Costo del diseño
• Número de usuarios
• Costo de mano de obra
• Costo de materias primas (locales e importadas)
• Costo de equipos (locales e importados)
• Requerimiento de mantenimiento
• Costo de energía eléctrica
• Normas de calidad a cumplir
Sin embargo, no resulta práctico incluir todos estos factores dentro de un modelo de
costos. Para un sistema de tratamiento en una región determinada, y para una tecnología de
tratamiento en particular, se puede plantear el siguiente modelo para la componente de inver-
sión inicial (costos de construcción):
89
C = aQ" (6-1)
o Ln C = Ln a + bLn Q (6-2)
En las ecuaciones (6-1 ) y (6-2) el valor de la constante "a" corresponde al costo de una
planta con capacidad igual a la unidad. El valor de "b", generalmente inferior a la unidad,
permite visuali/.ar la economía de escala. A medida que este valor tiende a uno (1.0) la
economía de escala es menos significativa y por consiguiente, existirá menor reducción en el
costo unitario con el incremento en el tamaño de la obra.
En cuanto al cálculo de ios costos de administración, operación y mantenimiento, en el
caso de sistemas FiME, las experiencias a nivel de plantas piloto y escala real, indican que la
componente más importante corresponde a los requerimientos de personal.
90
Costos de plantas FiME
i* y'
Figura 6.1. Explotación artesanal de grava y arena. Materiales básicos para el tratamien-
to FiME. Río Cauca, corregimiento El Hormiguero, Cali, Colombia, 1997.
Tabla 6.1. Criterios de diseño para el dimensionamiento de cada uno de los componen-
tes de FiME. Información básica para determinar los modelos de cantidades de obra.
Componente FiME
Criterio de Diseño FGDi FGAC FGAS2 FGAS3 FLA
Longitud del medio filtrante (m)1" 0.60 1.2 2.4 3.6 1.05
Altura del filtro (m).
Incluye borde libre 0.80 1.4 1.4 1.4 2.15
Número de unidades en paralelo 2 2-4 2-4 2-6 2-8
Velocidad de filtración (m/h) 2 0.6 0.6 0.6 0.15
Número de unidades en serie 1 1 2 3 1
(1) Incluyendo lecho de soporte
91
• Aunque la longitud del medio filtrante es función del nivel de riesgo a tratar, para
efecto de determinar los modelos de cantidad de obra, se han empleado los valores
1
máximos de longitud de medio filtrante, en cada componente FiME , según se indica
en los capítulos 8, 9 y 10.
• Las investigaciones realizadas por Cinara muestran las siguientes alternativas de tra-
tamiento FiME:
FGDi + FLA;
FGDi + FGAC + FLA;
FGDi + FGAS2 + FLA;
FGDi + FGAS3 + FLA.
• Las válvulas han sido incluidas sobre la base de las especificaciones requeridas para
cada unidad de tratamiento respecto a tamaño y número (anexo 3). Tanto las válvulas,
accesorios y tuberías rccolectoras o difusoras (múltiples), se especifican con base en
una tasa de lavado de 15 m/h para filtros gruesos dinámicos y 20 m/h para filtros
gruesos ascendentes.
• Para efectos del cálculo estructural, las unidades de filtración se consideran enterra-
das o semienterradas, adoptándose una capacidad portante mínima de 1.8 Kg/cm2.
• Se estima que el 80% de los costos directos corresponden a: excavación; concreto o
manipostería, grava y arena; acero de refuerzo; caseta y válvulas. El 20% adicional
incluye otros costos especificados en el ítem 6.4.1. Tal distribución de costos puede ser
diferente en algunas zonas geográficas, debido al peso que pueden implicar los costos
del material filtrante y del terreno donde se construirá la planta de tratamiento. Bajo
estas circunstancias, el modelo propuesto debe ser ajustado.
Donde, A = Arca, en m2
Q = Caudal, en 1/s
92
Costos de plantas FiME
Tabla 6.2. Modelos para estimar canlidad de obra, expresados en función del área de filtración (A)
de cada componente de los ítems con el peso más alto en los costos de construcción de plantas
FiME. Concreto reforzado. Caudales entre 2 1/s y 25 1/s.
ítem Componente
FGDi FGAC FGAS2 FGAS3 FIA Caseta
A:(3.6y45)m 2 A:(12yl50)m2 A: (24 y 300) m 2 A: (36 y 450) m 2 A: (48 y 600) m 2 A: (19 y 167) ni2
Excavación (m 3 ) 9.24 A1'*1 1.71 A + 1 3 . 8 7 1.74 A + 9.38 1.73 A + 1 2 . 8 7 5.52 A™ 0.14 A1"5
Concreto (m ! ) 3000 psi 7.75 eWMA 0.32 A + 5.32 0.33 A + 9.20 0.33 A + 13.42 0.27 A + 19.20 0.47 A!"12
Grava (m1) 0.60 A 1.05 A 1.05 A 1.05 A 0.25 A
Arena (in3) 0.80 A
Acero de refuerzo (Kg) 466.19 e° WA 24.03 A + 25.02 A + 24.51 A + 20.26 A + 50.3 A04»
487.88 821.88 1200.50 1713.60
Manipostería (m 2 ) 5.22 A'1-*
Cubierta (rti2) 2.20 A™
Tabla 6.3. Modelos para estimar cantidad de obra de los ítems de mayor peso en los costos de
construcción de plantas FiME. Expresados en función del área de filtración (A) de cada componen-
te. Concreto reforzado o manipostería en ladrillo. Caudales entre 2 1/s y 25 1/s.
ítem Componente
FGDi FGAC FGAS2 FGAS3 FLA Caseta
2
A: (3.6 y 45) m 2 A: (12 y 150) m2 A: (24 y 300) m A:(36y 450) m 2 A: (48 y 600) m 2 A: (19 y 167) m1
Excavación (m1) 9.24 A"'61 1.71 A+ 13.87 1.74 A + 9.38 1.73 A + 12.87 5.52 A11"' 0.14A" 15
Concreto (m1) 3000 psi 0.35 A + 3.13 0.19A+ 1.18 0.20 A + 2,53 0.19 A + 3.65 0.17 A + 7.72 0.47 A11*2
Grava (m ! ) 0.60 A 1.05 A 1.05 A 1.05 A 0.25 A
Arena (m') 0.80 A
Acero ile refuerzo (Kg) 24.03 A + 192.22 i 2.04 A+ 93.09 12.33 A + 1 8 3 . 7 5 12.21 A + 265.16 10.41 A + 562.52 50.30 A0-48
Manipostería (m2) 22.10e" W A 0.86 A + 28.00 0.92 A + 43.83 0.89 A + 64.00 0.81 A + 103.34 5.22 A!>M
Cubierta (m2) 2.20 A"-»-1
93
85% de los costos por este concepto corresponden a personal. Los demás requerimientos,
como insumos varios, energía eléctrica, agua para el lavado del sistema, etc., cubren el 15 %
restante.
Es importante indicar que la tecnología no requiere de equipos especiales. Sin embargo
el sistema de abastecimiento en su conjunto, puede requerir, por ejemplo, del bombeo de
agua cruda o de agua tratada hacia el almacenamiento o la red de distribución. Los costos
que se puedan generar bajo estas condiciones de bombeo, no han sido considerados dentro
de los análisis realizados para el sistema de tratamiento. Estos costos se consideran iguales
y comunes para cada alternativa en estudio.
Operación y mantenimiento
Las tablas 6.4, 6.5 y 6.6 presentan información muy útil para estimar los requerimientos
de personal para las labores de operación y mantenimiento. Estas tablas fueron obtenidas
con base en los rendimientos reportados para cada una de las actividades diarias, periódicas
y eventuales, evaluadas en plantas de tratamiento FiME a escala real, ubicadas en el valle
geográfico del río Cauca - Colombia y en unidades a escala piloto en la Estación de Investi-
gación y Transferencia de Tecnología de Cinara, en Puerto Mallarino, Cali - Colombia. Los
datos presentados en la tabla 6.4 indican los requerimientos de operador para realizar activi-
dades rutinarias, además de limpieza de zonas de acceso, jardines, etc, dentro de la planta de
tratamiento.
Tabla 6.4. Requerimientos de operador para realizar las labores diarias y periódicas de
operación y mantenimiento de plantas FiME, estimado en tiempos completos equivalen-
tes (TC).
Tabla 6.5. Rendimientos estimados de mano de obra para realizar actividades eventua-
les de operación y mantenimiento por componente de la tecnología FiME.
Componente de Rendimiento
FiME (horas/ni' de material filtrante)
FGDi 5.6
FGAC 2.6
FGAS2 2.0
FGAS3 1.3
FLA 1.0
94
Costos de plantas FiME
Con el propósito de estimar un tiempo de dedicación por año, se elaboró la tabla 6.7,
teniendo en cuenta la información suministrada en las tablas 6.5 y 6.6.
labia 6.7, Requerimiento de operador para realizar las labores eventuales de operación
y mantenimiento de plantas FiME, estimados en tiempos completos equivalentes (TC).
Nota: Estos valores tienen sentido cuando se consideran varios años de funcionamiento del sistema, puesto
que la mayoría de estas labores varían su periodicidad entre algunas veces al año hasta una vez cada 5 años o
más.
Con base en la información suministrada por el personal responsable de ejecutar las acti-
vidades administrativas, en las plantas de tratamiento de 5 comunidades en el valle geográfi-
co del río Cauca (El Retiro, Cañas Gordas, Ceylan, La Marina y La Sirena) con caudales
entre 7.5 l/s y 9.4 l/s y número de suscriptores entre 93 y 500, se encontró que los requeri-
mientos de tiempo para actividades administrativas, exclusivamente para plantas FiME, fue-
ron del orden de 0.30 tiempos completos mensuales, (0.30 TC/mes). Estas actividades inclu-
yen labores como: supervisión, planeación, atención a usuarios, compras, pagos y reuniones
con entidades del sector de agua potable y saneamiento.
Administración
Se estima que un valor entre 0.30 y 0.5 TC/mes por actividades administrativas relacio-
nadas con la planta de tratamientos, puede ser aplicable a los sistemas FiME para el rango de
caudales en estudio, 2 l/s a 25 l/s, pues las actividades de promoción y gestión ante el ente
administrador, comunidad e instituciones, no varía significativamente en la mayoría de los
casos.
95
incrementar el costo directo en un factor que incluya los ítems de administración, imprevis-
tos y utilidades (AIU). En Colombia este valor puede oscilar entre el 20% y 30% de los
costos directos.
Para los costos de administración, operación y mantenimiento se deben utilizar las tablas
6.4 y 6.7 y lo indicado previamente en el ítem de administración. Con esta información se
puede obtener el tiempo requerido de personal en términos de tiempos completos durante el
año. Conocido el valor de salarios del personal requerido y considerando que este ítem
representa aproximadamente el 85% del costo recurrente, será posible entonces obtener el
valor total respectivo.
En las tablas 6.8 a 6.10 y figuras 6.2 y 6.3 se muestran los resultados para concreto reforza-
do y en las figuras 6.4 y 6.5 los modelos obtenidos para mampostena en ladrillo.
Tabla 6.8. Costos directos de construcción de componentes de plantas FiME, para di-
ferentes caudales. Concreto reforzado, valle geográfico del río Cauca en los Andes
Colombianos. Valores en $ US. Agosto de 1996.
96
Costos de plantas FiME
Tabla 6.9. Costos directos de construcción de plantas FiME, para diferentes caudales.
Concreto reforzado; valle geográfico del río Cauca en los Andes Colombianos. Valores
en $US, Agosto de 1996.
Nota: En esta tabla se incluyen, además de las unidades de filtración, los demás elementos del
sistema: andenes, cerramientos, desagües, iluminación, etc.
Tabla 6.10. Distribución porcentual (%) estimada de los costos directos de construcción
de los componentes de Plantas FiME, por cada alternativa de tratamiento, en el valle
geográfico del río Cauca, en los Andes colombianos. Agosto de 1996.
Alternativas de FiME
Componente FiME FGDi + FLA FGDi+FGAC + FLA FGDI+FGAS2+FLA FGDÍ+GFAS3+FLA
FGDi 10 9 8 7
FGAC - 15 - -
FGAS2 - - 24 -
FGAS3 - - 32
FLA 55 46 42 37
Caseta 12 10 . 8
Otros 23 20 17 16
Total 100% 100% 100% 100%
Nota: Estos cálculos se han realizado con base en la alternativa de concreto reforzado. Sin embargo, para este
caso en particular, los valores para la opción de manipostería en ladrillo son muy similares a los indicados en
esta tabla.
97
1000
® c
© c = a,9:}
® c a S.f.4 Q"
© c - 8.10 (j°
100 ! © c
10 100
Q: Caudal (1/a)
Del modelo de costos obtenido para plantas FiME en el Valle del Cauca, se puede inferir
las siguientes observaciones específicas:
98
Costos de plantas FiME
oon . ......— | -
I —
—
-
— - -
100 --;
-
10
10
L.
Q: Caudal (1/s)
1000 — —
0.55
CO 2.30
Ü.30
3.19 -
tj.79
-i ® c - 4.1U
c = 6.17
0.7G
o ^ íoo ~ ® c - 9.96 q - Z ^
rr — i
i *-*
*** < -
t T
^ ~
- ' .
10 100
Caudal (1/s)
99
1000 rri
10
• El coeficiente "b" es del orden de 0.75 para los componentes FG AC, FG AS2, FGAS3
y FLA, mientras que para FGDi es 0.57 (figura 6.1). Se observa entonces que los
componentes de mayor peso porcentual tienen menor economía de escala. Para el
sistema de tratamiento en conjunto (figura 6.2), estos coeficientes están en el rango de
0.62 a 0.66, indicando algún grado de economía de escala.
• Teniendo en cuenta que los modelos de cantidades de obra han sido desarrollados en
función del área de filtración, es posible estimar el costo de los componentes de FíME
para velocidades de filtración diferentes a las indicadas en la tabla 6,1.
100
Costos de plantas FiME
De acuerdo a lo presentado en las figuras 6.1 a 6.4, los costos de construcción en mani-
postería de plantas FiME, para el valle geográfico del Río Cauca, son más bajos que la op-
ción en concreto reforzado.
6.7 IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA SOBRE LA TARIFA
Una vez definida la viabilidad de una alternativa de tratamiento, en el sentido de manejar
eficientemente los factores de riesgo, de ser compatible con la conservación del medio am-
biente y con la cultura de la comunidad usuaria, la opción tecnológica seleccionada debe ser
analizada para medir la potencialidad de ser ejecutada y garantizar su sostenibilidad durante
el transcurso de su vida útil.
La tecnología FiME, además de mostrar su fortaleza con respecto al cumplimiento de los
criterios anteriormente enunciados, compite favorablemente por su estructura de costos. Sus
costos de operación, mantenimiento y reposición son bajos comparados con otras opciones, ya
que no requiere materias primas ni energía para su operación; además, suministra autonomía a
las localidades, pues no requiere de productos químicos, ni importación de repuestos, ni ma-
quinaria o exige personal experto con alto nivel de escolaridad. De otra parte, sus costos de
inversión presentan un factor de economía relativamente bajo (ver figura 6.1 y 6.3), lo cual,
implica que su desarrollo constructivo puede hacerse por módulos relativamente pequeños. Lo
anterior significa que, en economías como las de los países latinoamericanos, expuestas a gran-
des variaciones y dependientes de factores internos y externos, los períodos de diseño (que
determinan el tamaño de las estructuras), podrían ser inferiores a 10 ó 15 años. Esta condición
produce costos de inversión más bajos que aquellos generados cuando se construye bajo los
conceptos tradicionales de la ingeniería, con periodos de diseño entre 20 y 30 años.
Este criterio tiene repercusiones positivas dentro de los esquemas económicos y financie-
ros de las comunidades, teniendo en cuenta que:
• Al ser los costos de inversión más pequeños en el tiempo (se construye cada 5,10 ó 15
años), se facilita el manejo financiero y por tanto, da mayores posibilidades a las
poblaciones para tener acceso a créditos o a sistemas de cofinanciación estatales, que
son comunes en estos países.
• Los períodos de diseño bajos, dan oportunidad para aprovechar recursos locales (ma-
teriales de construcción principalmente), y acomodarse a cambios en las demandas de
agua de las comunidades. Así mismo, permiten aceptar e incorporar más fácilmente,
desarrollos tecnológicos futuros que impliquen mejor calidad, a menor costo.
• La construcción por etapas relativamente cortas, permite mayor flexibilidad para la
recuperación de la inversión, ya que reduce al máximo el "capital ocioso" que se
genera cuando se construye para periodos grandes. Lo anterior, junto con los bajos
costos de operación y mantenimiento, repercute positivamente, de inmediato, en la
tarifa que la comunidad establece para el sostenimiento de su sistema de tratamiento
de agua.
• La vida útil de las instalaciones es, en su conjunto, en muchas ocasiones, mayor que
50 años, lo cual posibilita establecer largos períodos para recuperar la inversión.
101
6.7.1 Comparación de costos y estimación de su impacto en tarifas
Si se quiere comparar costos, estudiar tarifas o revisar el impacto del período de diseño,
se deben convertir los costos de construcción y recurrentes, en unidades comparables en el
tiempo. Algunos costos recurrentes anuales tienen valores fijos, por ejemplo los salarios de
los operarios; mientras que otros, están relacionados con el período durante el cual funciona
un equipo y por consiguiente, con la cantidad de agua suministrada, por ejemplo el consumo
de combustible.
A continuación se presenta el método del costo equivalente anual, el cual permite expre-
sar el costo de inversión en equivalentes anuales durante la vida útil del sistema. El costo
total anual se obtiene sumando los costos anuales recurrentes a estos costos equivalentes.
Con este monto total, se puede calcular la contribución de la tarifa para recuperar los costos
recurrentes y la fracción de la inversión inicial que la comunidad convenga pagar con el
gobierno o la agencia financiera.
Método de Costo Equivalente Anual
Con este método, el costo de capital se hace equivalente a una serie de cuotas anuales,
distribuidas durante la vida útil de las obras (Hofkes y Visscher, 1990). La suma de los costos
equivalentes anuales será mayor que el costo inicial de capital del sistema, pues se adiciona
el interés sobre la deuda pendiente, el cual debe ser incluido en las asignaciones anuales
correspondientes. El costo equivalente anual de una inversión de capital, con vida útil de (v)
años, puede calcularse mediante la ecuación 6-8.
t(l+0 v '
CEA= C
ü+ty-1
La tasa de descuento y la vida útil son las dos variables más importantes de la ecuación
(6-8). La tasa de descuento puede entenderse como una tasa de rendimiento que considera
tanto el costo de capital como el riesgo asociado a la incertidumbre de invertir en el sector, en
este caso el de agua potable y saneamiento. En general, el Banco Mundial aplica tasas de
descuento en el rango de 8 a 15% (Hofkes y Visscher, 1990) variando de país a país. En
Colombia se trabaja con tasas en el rango de 10 al 12%. De otra parte, la vida útil de los
componentes principales de FiME, como son las estructuras de concreto o manipostería, es
del orden de 50 años, mientras la vida útil de otros componentes, como válvulas, con menor
peso en los costos de construcciones más baja.
Se puede presentar la ecuación (6-8) como: CEA = fc.C, en la cual fe representa el valor
del factor de recuperación de capital. Por ejemplo el valor de fe para un tasa de descuento del
10 % es 0.16 cuando el tiempo de recuperación es de 10 años, 0.13 cuando es de 15 años y
0.11 cuando es de 25 años. Se puede apreciar que para un período largo de recuperación, fe se
acerca más a la tasa de descuento.
Si bien, la vida útil de las estructuras principales de FiME es relativamente larga y fe
podría ser igual a la tasa de descuento, en la práctica surgen complicaciones originadas por el
102
Costos de plantas FiME
tiempo en que se debe pagar el crédito. Si éste es de 15 años y la tasa de 10%, cada año se
debe pagar 0.13 C a lo largo de los 15 años. Sin embargo, después de éste período, todo la
inversión está libre y aquella parte del sistema con mayor vida útil seguirá funcionando,
convirtiéndose en patrimonio de la localidad. Si se continúa con la misma tarifa después del
período, los ingresos serán superiores a los egresos y se podrá, por ejemplo, realizar mayor
provisión para reposición y mantenimiento, o aspirar a un nuevo crédito, si se requiere
ampliar el sistema o someterlo a reparaciones mayores.
En los sistemas que son cofinanciados, se aplica la tasa de descuento sólo sobre la frac-
ción de la financiación que la comunidad aceptó cofinanciar. Las consideraciones anteriores
son ilustradas con un ejemplo, representativo de un núcleo rural o de una cabecera municipal
pequeña, asentada en el valle geográfico del río Cauca, en los Andes colombianos.
En una localidad, 900 familias están conectadas al acueducto y cada una de ellas paga en
promedio una tarifa de US$2 por mes, para un consumo diario de 0.8 m3. El ente encargado
de la administración de la prestación del servicio, en equipo con el gobierno local y con las
instituciones del sector activas en la zona, deciden mejorar la calidad del agua del sistema de
abastecimiento, mediante la combinación de FGDi + FüAC + FLA, etapas de tratamiento
dentro de las opciones de la tecnología FiME. Para efectos del ejemplo y entendiendo que el
período del diseño depende de muchos factores, algunos de ellos difíciles de controlar en
nuestro contexto, se asume éste de 10 años. La estimación de crecimiento promedio de los
usuarios en la localidad es de 1.5% anual, de acuerdo con la historia censal y las perspectivas
de la comunidad.
900*(l.05)10;t0.8;tl03 „ ,
Consecuentemente, Q = —— — - = 9.7 1/s
24x60.r60
Con base en la ecuación 2 de la figura 6.2, se calculan los costos directos de construcción,
los que se multiplican por 1.2 para cubrir los costos de administración, imprevistos y utilida-
des (A1U):
Para evaluar los costos de personal, se aprovecha la experiencia indicada en las tablas 6.4
y 6.6, que permiten estimar, en tiempos completos equivalentes (TQ, las necesidades de
operación y mantenimiento para la opción de FiME seleccionada. Para labores de adminis-
103
tración se considera 0.3 TC, de acuerdo a lo indicado en el aparte 6.4.3.
104
7. SELECCIÓN DE ALTERNATIVAS DE LA
TECNOLOGÍA FiME
La selección de tecnología para la potabilización del agua involucra un gran número de
factores tal como se discutió en el capítulo 3. Entre otros, se incluyen las condiciones
socioeconómicas y culturales de la comunidad, la disponibilidad de recursos, materiales de
construcción e insumos químicos, además del soporte institucional y características de la
calidad del agua. El objetivo de la selección es en consecuencia, contribuir a la sostenibilidad
de los sistemas a través de la realización de proyectos con cobertura adecuada, que suminis-
tren agua apta para consumo humano, con criterios de continuidad, cantidad y calidad a un
costo manejable por los usuarios.
En este capítulo se presenta una aproximación o guía de selección de las vanantes de la
tecnología FiME como alternativa de tratamiento de agua. En primera instancia se presen-
tan indicadores del riesgo sanitario, posteriormente y con base en el seguimiento de proyec-
tos a escala piloto y real, se presentan las eficiencias obtenidas con diferentes alternativas de
tratamiento FiME, para las cuales se realiza un análisis de costos, según fue tratado en el
capítulo 6, se realizan las recomendaciones para su selección.
Para conformar la guía de selección, se revisó el modelo desarrollado por la Universidad
de Oklahoma y publicado por Reid ( 1982), el cual se fundamenta en 4 bloques de informa-
ción: factores técnico-sociales, fuentes de abastecimiento, calidad de agua cruda e informa-
ción demográfica. Otro concepto presentado en la literatura, toma como base, factores técni-
cos, socioeconómicos, ambientales, capacidad de gestión, operación y mantenimiento (Hofkés
y Visscher, 1990).
En el modelo presentado en este capítulo solo se comparan entre sí las diferentes alterna-
tivas de FiME, excluyéndose varios de los factores mencionados anteriormente, pues en la
práctica las diferencias entre las variantes de FiME no son muy grandes en su impacto am-
biental, ni en su nivel de complejidad en términos de operación y mantenimiento. La infor-
mación demográfica tampoco representa un factor de gran peso, pues las economías de
escala para las diferentes alternativas, presentan valores semejantes. Así, la guía de selección
considera tres bloques principales: el riesgo sanitario de la fuente, la eficiencia del tratamien-
to y los costos de inversión, administración, operación y mantenimiento.
En el esquema que se presenta, no se compara FiME con otras alternativas de tratamiento
como por ejemplo, la filtración rápida de agua químicamente coagulada, pues este tipo de
sistema no guarda armonía con la capacidad de gestión, operación y mantenimiento de la
gran mayoría de los núcleos rurales de cabeceras municipales pequeñas o medianas, que en
muchas circunstancias no pueden garantizar la disponibilidad de productos químicos o de
energía, necesarios para el funcionamiento del sistema. Adicionalmente, la tecnología FiME
tiene buena aceptación por parte de las comunidades pues su administración, operación y
mantenimiento son comparativamente más simples que las requeridas por otros sistemas de
tratamiento de agua para consumo humano.
Las opciones de FiME revisadas en este capítulo, involucran como mínimo FGDi + FLA;
además se incluyen alternativas de tratamiento que involucran las combinaciones de Filtros
Gruesos Ascendentes mencionadas en el capítulo 5 y 9 del presente manual.
7.1 RANGOS DE CLASIFICACIÓN DE CALIDAD DE AGUA EN
FUENTES SUPERFICIALES
En este ítem se presenta una propuesta para la clasificación de la calidad del agua de
fuentes superficiales, utilizadas en el abastecimiento de agua para consumo humano. La
propuesta se basa en los siguientes tres aspectos:
• AI tratar el agua de una fuente superficial, el efluente del sistema de tratamiento debe
cumplir con las guías de calidad de agua para consumo humano propuestas por WHO
(1996).
• La calidad del agua para consumo humano se determina con base en tres parámetros
básicos, según Lloyd y Helmer (1991) tal como se discutió en el Capitulo 2: turbie-
dad, color real y coliformes fecales.
• La experiencia adquirida por Cinara en proyectos de investigación y desarrollo, tra-
tando agua de fuentes superficiales, en Colombia, con diferentes niveles de calidad, le
permite proponer criterios sobre la clasificación de la calidad del agua. Estos crite-
rios podrán ser ajustados en la medida que se cuente con mayor información, ó donde
las características de la zona de influencia sean distintas, se podría plantear su propia
clasificación.
7.1.1 Turbiedad
La turbiedad es un parámetro de vital importancia pues afecta tanto la aceptabilidad del
agua a consumir, como la selección y eficiencia de los procesos de tratamiento, particular-
mente la eficiencia de la desinfección con cloro (aumenta su demanda y protege los
microorganismos) y estimula el crecimiento bacterial.
La desinfección es de incuestionable importancia en el suministro de agua segura para
consumo humano. La destrucción de microorganismos patógenos es esencial y comúnmente
involucra el uso de agentes químicos, tales como el cloro. El uso de desinfectantes químicos
106
Selección de alternativas de la tecnología Fi ME
• Rango bajo, con turbiedad promedia < 10 UNT, asociado con cuencas poco interveni-
: das, sin trazas de erosión y sin terrenos de uso agrícola que drenen directamente en la
fuente.
• Rango intermedio, fuentes con turbiedades predominantes entre 10 y 20 UNT, con
buenas posibilidades de tratamiento. En el capítulo 11 se presenta una aproximación a
este rango.
• Rango alto, turbiedad promedia entre 20 y 70 UNT, promedios superiores a este nivel
requieren una investigación más profunda, particularmente en tamaño y distribución
de partículas, que pueden tener un gran impacto sobre la eficiencia de FiME.
107
• Rango bajo, niveles de coliformes fecales menores a 500 UFC/100 mi los cuales pa-
recen corresponder a una cuenca muy poco intervenida y con actividades humanas o
de pastoreo.
• Rango intermedio, entre 500 y 10000 UFC/100 mi, que según la inspección sanitaria
parece estar relacionado con cuencas donde existen zonas de defecación a campo
abierto; donde se genera arrastre de excretas directamente a la fuente durante el pe-
ríodo de lluvias. En este rango no se considera ni el vertimiento de aguas residuales a
la fuente, ni la presencia de zonas con pastoreo intenso, ni sitios de recreación masi-
va.
• Rango alto, se considera entre 10000 y 20000 UFC/100 mi, que corresponde a cuen-
cas con alta intervención humana y descargas directas de agua residual doméstica.
La tabla 7.1 presenta de manera resumida la clasificación propuesta para la calidad del
agua de fuentes superficiales, considerando los tres parámetros básicos discutidos. Estos
rangos están asociados con las características del agua cruda en tres tipos de fuentes super-
ficiales: riesgo bajo, con fuentes de ladera bien protegidas; riesgo intermedio, en fuentes con
108
Selección de alternativas de la tecnología FiME
alta intervención humana y con moderados niveles de sólidos, turbiedad, color y riesgo alto,
con características como los ríos de valle que reciben vertimientos de aguas residuales y
aguas de escorrentía superficial de zonas agroindustriales.
Tabla 7.1. Resumen de rangos de calidad de agua en fuentes superficiales para orientar
la selección de opciones de FiME.
109
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que diferentes combinaciones pueden alcanzar
niveles similares de tratamiento. Por ejemplo, una fuente de agua superficial con un rango
de calidad intermedio puede ser tratada con resultados similares, usando un FGAS3 con una
velocidad de filtración de 0.6 m/h y un lecho total de grava de 3.6 m, o utilizando un FGAC
con una velocidad de filtración de 0.3 m/h y un lecho filtrante de 1.2 m. En este caso, la
diferencia entre las dos opciones de tratamiento se basa en el costo de los componentes, por
lo cual un estimativo de las cantidades de obra requeridas serán una buena base para su
comparación. En la tabla 7.2 se presentan los criterios de diseño y se comparan las cantida-
des de obra de los materiales relevantes, expresados como perímetro de muros, volumen de
grava y sistema de drenaje. Como se puede observar, la alternativa FGAC requiere menor
cantidad de obra en los ítems indicados como (1) y (2).
110
Selección de alternativas de la tecnología FiME
Tabla 7.3. Modelo para la selección de un sistema de tratamiento de agua por filtración
en multiples etapas, FiME (1).
^^•\^^ Turbiedad
^ ~ \ ^ (UNT) <10 10-20 20-50 50-70<2)
Coliformes ^""""-\^^ Color Real
Fecales ^~^~~~-^fUC) <20 20-30 30-40 30-40<2>
(UFC/100ml) ^ \
500-10000
10000-20000(2) ¿FGACT
(1) Todas las opciones de pretratamiento inclusive aquella sin PGA, incluye dentro de sus componentes de
tratamiento, FGDi con velocidad de filtración 2.0 m/h y FLA con velocidad 0.15 m/h. (El subíndice del
pretratamiento indica la velocidad de filtración recomendada en m/h).
(2) Para valores superiores a 70 UNT; 20000 UFC7100 mi o 40 UC, se recomienda realizar estudio en planta
piloto.
.Caudal
rebose Qe
Caudal
filtrado Qf
Cámara para rcmoción\
de material grueso —^ -A desagüe
•',2
Figura 8.2. Zona de experimentación a escala piloto, con diferentes unidades de filtra-
ción gruesa dinámica. Estación de investigación y transferencia de tecnología en agua
potable. Cinara, Puerto Mallarino, Cali, Colombia, 1997.
• Cámara de filtración ,%
• Lechos filtrantes y de soporte 3
• Estructuras de entrada y salida
• Sistema de drenaje y cámara de lavado
• Accesorios de regulación y control
114 • : I
Filtración gruesa dinámica
sugiere realizar mayor investigación sobre el modelaje físico de los FGDi, a fin de superar
algunos limitantes en el comportamiento hidrodinámico de la unidad.
115
válvulas de apertura rápida para drenaje de filtros gruesos, son presentados en el anexo 3.
Otros elementos hidráulicos como vertederos de aforo, reglillas de aforo y VAR, se descri-
ben en el anexo 4. Las VAR pueden ser de tipo mariposa, compuerta ó de globo, y pueden ser
construidas en materiales como hierro fundido, acero inoxidable ó PVC.
(*) En estaciones de bombeo de agua con períodos de operación inferiores a 24 h/día, se recomienda proyectar
un almacenamiento de agua cruda, a partir del cual se suministre agua de manera conLinua al FGDi y demás
componentes de FiME.
(**) Medidos a partir del lecho superficial de grava fina.
Para facilitar las actividades de operación y mantenimiento, se deben diseñar dos unidades
como número mínimo operando en paralelo, con actividades de mantenimiento escalonadas. Las
cámaras de lavado deben ser amplias, seguras y de fácil acceso, sus dimensiones deben ser tales
que faciliten el desplazamiento y maniobrabilidad del operador, recomendándose áreas superfi-
116 ^
Filtración gruesa dinámica
cíales entre 3.0 y 5.0 m2 y profundidades entre 0.20 y 0.40 m. Ante estas características la losa de
fondo pude construirse en concreto simple y los muros perimetrales en manipostería de ladrillo.
La cámara debe ser abastecida con agua cruda para facilitar el mantenimiento eventual del FGDi,
según se indica en el ítem 8.6. 1 conducto de desagüe debe ser calculado para evacuar el caudal
máximo de lavado, evitando sedimentación y represamiento de tubería.
En la tabla 8.2 se presentan las características del medio filtrante recomendado para uni-
dades FGDi, y en la figura 8.3, un FGDi construido a escala real.
Figura 8.3. Filtros gruesos dinámicos, FGDi, operando en paralelo Parcelación el Re-
tiro, Cali, Colombia, 1997.
117
Tabla 8.3. Eficiencias de remoción encontradas en fuentes superficiales tratadas por
filtros gruesos dinámicos.
8.5 DIMENSIONAMIENTO
El área superficial de la unidad As (m2), esta condicionada al menos por el caudal de
diseño y la velocidad de filtración seleccionada Vf (m/h). Dos módulos operando en paralelo
deben ser dimensionados, tratando cada uno aproximadamente la mitad del caudal de diseño.
Este hecho flexibiliza las actividades de operación y mantenimiento de las unidades.
l=As (8.2)
b
118
Filtración gruesa dinámica
119
Tabla 8.5. Actividades periódicas de operación y mantenimiento.
El mantenimiento de los FGDi incluye actividades periódicas (tabla 8.5) que consisten
principalmente en la limpieza de la capa superficial de grava y en el lavado hidráulico o
drenaje de fondo, utilizando la válvula de apertura rápida.
El lavado de los FGDi pretende restituir la capacidad de filtración y de almacenamiento
de lodo dentro del lecho filtrante, recuperando por consiguiente, la pérdida de carga en la
unidad de mantenimiento. El desarrollo de la pérdida de carga, es función de la calidad del
agua cruda y de la velocidad de filtración utilizada.
Generalmente las actividades periódicas se realizan una vez por semana con una duración
cercana a 30 minutos, pero en períodos lluviosos y particularmente en fuentes superficiales con
alto grado de contaminación, el arrastre de sólidos se incrementa generando obstrucciones
rápidas del lecho filtrante y aumentando por consiguiente la frecuencia de mantenimiento.
Después del lavado, la pérdida de carga hidráulica del filtro debe reducirse, con relación
a la existente previa al lavado y retornar en lo posible, a las condiciones iniciales. Las causas
de que esto no suceda pueden ser originadas por;
120
Filtración gruesa dinámica
colocadas nuevamente en correcto orden. Las acciones claves para las actividades eventua-
les se presentan en la tabla 8.6.
121
9. FILTRACIÓN GRUESA ASCENDENTE
Rebose
Tubería de 1/ .
drenaje /[
', Sistema de distribución
Agua de lavado '—Válvula para limpieza ly drenaje
fina Efluente
Válvula cit? apertura
rápida para drenaje
Figura 9.2. Corte isométrico de un filtro grueso ascendente con tres unidades en serie.
Figura 9.3. Filtro grueso ascendente en capas con tres unidades en paralelo. La cubierta
removible fue proyectada para disminuir el crecimiento de algas y facilitai' el manteni-
miento de las unidades. Parcelación El Retiro, Cali, Colombia, 1997.
124
Filtración gruesa ascendente
125
pueda ser inevitable, no se deben suspender las rutinas de mantenimiento, por el contrario,
en períodos con turbiedad alta, las rutinas deben aumentarse.
126
Filtración gruesa ascendente
127
soldados a adaptadores de limpieza PVC, con el fin de evacuar el agua del lavado durante la
limpieza manual superficial del lecho de grava. Los adaptadores permanecen cerrados du-
rante la operación normal de filtración y se abren durante la limpieza superficial. Un mínimo
de dos (2) pasamuros pueden ser instalados por cada muro perimetral. Los pasamuros pue-
den tener diámetros de 50 mm para áreas de prefiltración por modulo inferiores a 15 m2 y de
100 mm para áreas hasta de 20 m2. Las descargas de los pasamuros deben ser recogidas a
través de canaletas perimetrales, para luego ser transportadas y descargadas al sistema de
drenaje general de la planta de tratamiento o a la cámara de lavado, indicada en el ítem 9.1.4.
Figura 9.5. Cámara general de desagües. Planta FiME, El Retiro, Cali, Colombia, 1997.
128
Filtración gruesa ascendente
Altura (m)
Tamaño FGAC FGAS 2 FGAS 3
de grava
(mm) 1 2 1 2 3
129
Para ríos de ladera con niveles intermedios de contaminación, es decir, turbiedades infe-
riores a 20 UNT y coliformes fecales menores a 10000 UFC/100 mi, se puede especificar un
FGAC, con altura de lecho filtrante mínima de 0.60 m (no incluye lecho de soporte). Para
fuentes superficiales de valle con un nivel de contaminación mayor, se debe incrementar la
longitud del lecho filtrante y/o variar la velocidad de filtración según el riesgo. Otra alterna-
tiva viable consiste en aumentar el número de unidades de filtración, pasando a sistemas
FGAS2oFGAS3.
Sólidos Suspendidos Alcanza hasta el 95%, siendo 90% el valor comúnmente reportado en fuentes
superficiales con altos contenidos de material suspendido, en el rango de
50 a 200 mg/1. En fuentes con material suspendido en el rango de 5 a 50
mg/1, se reportan remociones del orden del 50 al 90%,
Turbiedad Entre 50 y 80% en fuentes superficiales de valle, siendo mayores para los
FGAS. En fuentes superficiales de ladera la remoción está en el rango 50 -
90%
Color Real Entre 20 y 50%
Hierro y Manganeso Alrededor del 50%
Coliformes Fecales Reducciones entre 0.65 y 2.5 unidades log, siendo mayor para FGAS tra-
tando agua con contaminación bacteriológica en el rango de 2CXXX) a 100000
UFC/100 ml y contenido de sólidos suspendidos entre 20 y 200 mg/1. La
menor eficiencia se presentó con fuentes de calidad bacteriológica entre
500 y 20000 UFC/100 mi.
130
1
Filtración gruesa ascendente
La medición de pérdida de carga permite al operador tener control sobre las rutinas de
mantenimiento y eficiencias de las unidades. Para facilitar la lectura de la pérdida de carga,
se puede trasladar el nivel de agua en la superficie del filtro grueso a la cámara de entrada, el
cual este nivel puede ser señalado con pintura a prueba de agua, a partir del cual el operador
puede determinar fácilmente la pérdida de carga, midiendo la diferencia entre esta línea y el
nivel de agua presente en la cámara. Hn la tabla 9.4 se relacionan los pasos a seguir para
efectuar estas actividades.
Medición y control de caudal Chequear nivel de agua en la reglilla de aforo de cada unidad.
Ajustar válvula de entrada, según se requiera, hasta alcanzar el cau-
dal de operación del filtro.
Medición de turbiedad Medir turbiedad del agua a la entrada delfiltrogrueso ascendente,
utilizando el equipo de campo.
Cerrar válvula cuando la turbiedad del agua afluente sea mayor
que el valor previsto para operación normal
Retiro de material flotante Retirar material desprendido del lecho filtrante con una nasa.
Registro de información Anotar en el libro de registro diario, los valores de turbiedad del
agua afluente y efluente al filtro grueso, fecha de lavado del filtro y
cambios en el caudal durante el día, si se efectúan.
Medición de pérdida de carga Medir el nivel de agua en la cámara de entrad" al filtro.
Lavar el filtro cuando la pérdida de carga sea mayor que el valor
esperado al finalizar la carrera de filtración
En la tabla 9.5 se indican las actividades periódicas del filtro. El lavado de los filtros
deberá ser más frecuente que lo indicado, cuando se deteriore la calidad de agua afluente, lo
cual incrementa la pérdida de carga a valores superiores a los normalmente alcanzados al
finalizar cada carrera de filtración semanal.
En algunas circunstancias al finalizar la carrera de filtración semanal, la pérdida de carga
puede presentar variaciones mínimas que ajuicio del operador, no ameritan la ejecución del
lavado; sin embargo, es necesario tener mucho cuidado con este parámetro, pues el hecho de no
lavar oportunamente, puede producir la compactación del material removido y almacenado en
el interior de la unidad, ocasionando ineficiência del lavado, aumento en la pérdida de carga,
incremento en las actividades de operación y mantenimiento y disminución en la eficiencia del
proceso de tratamiento. Una ilustración del mantenimiento de un filtro grueso se presenta en la
figura 9.6.
En forma similar a lo que ocurre en el FGDi, después del lavado, la pérdida de carga debe
reducirse hasta el valor que normalmente se presenta al inicio de cada carrera de filtración
(cada semana). Las causas de que esta reducción no se presenten pueden ser debidas a;
131
Tabla 9.5. Actividades periódicas de operación y mantenimiento.
Poner en funcionamiento Abrir salida de agua hacia el filtro lento, cuando el efluente
de la unidad recién lavada haya aclarado0*
Revisar eficiencia del lavado del filtro Medir pérdida de carga y comparar con valor medido antes
del lavado; si es mayor, volver a lavar el filtro.
(1) Eventualmente el efluente de la unidad se deteriora después del lavado, el operador debe estar atento para
realizar los correctivos del caso.
En los dos primeros casos se debe drenar nuevamente el filtro, en el tercero, se debe
introducir una sonda por el adaptador de limpieza conectado a la tubería de drenaje, localiza-
do en la cámara de lavado, por encima de la válvula de drenaje. En el cuarto caso se debe
proceder a la extracción total del lecho filtrante. Antes de efectuar esta actividad se debe
constatar que efectivamente la obstrucción del lecho es total, pues es una actividad costosa y
dispendiosa frente a las actividades de mantenimiento rutinarias. La obstrucción total se
comprueba si al efectuar lavados consecutivos en la unidad, no se logra la reducción de la
132
Filtración gruesa ascendente
pérdida de carga y si el caudal que sale por la válvula de drenaje es muy inferior a lo normal.
En la tabla 9.6 se indican los pasos a seguir para el retiro, lavado manual y reinstalación de
todo el material filtrante en el filtro grueso ascendente.
Figura 9.6. Lavado superficial de un filtro grueso ascendente en capas. Los Chancos,
municipio de San Pedro, Colombia, 1997.
9,5 COSTOS
La diferencia en los costos de operar y mantener un sistema de filtración gruesa ascen-
dente en sene o en capas, está representada por el tiempo requerido por el operador al efec-
tuar la limpieza superficial de cada filtro y por la cantidad de agua empleada al lavar uno u
otro sistema. Existe, sin embargo, una mayor diferencia en términos del tiempo que debe
permanecer cada sistema de filtración gruesa fuera de operación por ejecución del lavado,
particularmente durante el lavado mensual, ya que para efectuar el mantenimiento de las
segundas y terceras etapas, se hace necesario esperar el llenado de la (s) etapa (s) previa(s),
una vez concluido el lavado.
133
Tabla 9.6. Actividades eventuales en los filtros gruesos ascendentes.
134
10. FILTRACIÓN LENTA EN ARENA
Este capítulo tiene como base la publicación del IRC - Cinara, (1992) Filtración Lenta en
Arena: Tratamiento de Agua para Comunidades, Planeación, Diseño, Construcción Opera-
ción y Mantenimiento e información desarrollada en el marco de proyectos de investigación y
desarrollo que han sido realizados por Cinara, en colaboración con diferentes instituciones en
Colombia, En consecuencia, se presenta una descripción general de un nitro lento en arena y
sus principales componentes, consideraciones de diseño, aspectos constructivos y aspectos de
operación y mantenimiento.
Estructura de entrada
fl-
Estructura
Afluente . de salida
Agua
filtrada
~* Desagüe
\ Pared rugosa
Sistema de ¡frenaje
136
Filtración lenta en arena
4.0 (Di Bernardo y Escobar, 1996). En la figura 10.2 se ilustra la distribución de tamaños y
granos de una muestra de arena, tomada en un río de valle.
100
A) ® ) if
1
1
\ T —
90 10
[ S
ao
ao 1
—
30g
r
i
i
—o
. VI
—<
,\l
i 40 °-
-f
i O
—p
i
~L 50
at i
Sd 4 0
i
—
70
i
_L
1
—
20
\ 80
1
1
1
—
to I —î 90
c s s
.
V
3 -r
1
V 100
4 3 1 .7 .5 ,K .1
TAMAÑO MAXIMO DE LA PARTICUU ( m m . )
Figura 10.2. Curva granulométrica de una muestra de arena tomada del río Cauca, Co-
lombia, 1996.
Generalmente se selecciona arena como medio filtrante dado que es un material inerte,
granular, económico y de fácil consecución. Al colocarse dentro del filtro, el material debe
estar limpio, libre de arcilla, limo y materia orgánica. En la práctica, asegurar la limpieza de
la arena es una actividad muy importante y de mucho cuidado, que implica un arduo y pro-
longado trabajo, generando en consecuencia costos importantes por mano de obra y agua de
lavado. El suministro de material filtrante total ó parcialmente sucio, interfiere con el proce-
so de tratamiento y obliga, después de un corto tiempo de operación, a la extracción de la
arena para su correcto lavado y posterior colocación.
La limpieza periódica del FLA se realiza mediante el raspado y retiro de 0.01 ó 0.02 m de
arena superficial, labor que implica una reducción gradual en la altura inicial del lecho, que
en ningún caso debe ser inferior a 0.5 m; cuando el nivel mínimo de arena sea alcanzado,
debe rearenarse la unidad, proceso que se indica en el ítem de operación y mantenimiento
(10.5).
137
Dos especificaciones adicionales sobre la calidad del arena son realizadas por Visscher et
al. (1987). La primera, relacionada con el contenido de lodo, que no debe ser mayor al 1 % en
volumen antes de instalarse en el filtro. El contenido de lodo se determina colocando 100 mi
de agua limpia en un cilindro, graduado al cual se le acondiciona una muestra de arena hasta
alcanzar 200 mi; se agita vigorosamente la combinación, dejándola sedimentar entre 5 y 10
minutos. Visualmente se identifica el volumen del depósito de sedimento formado en la
superficie de )a arena, el cual se reporta con relación al volumen de arena.
La segunda especificación hace referencia al contenido de carbonato de calcio, pues su
dilución gradual aumenta la dureza del agua tratada. Por tanto, la solubilidad de la arena en
ácido clorhídrico no debe exceder el 5% después de 30 minutos de iniciada la prueba.
Cuando las características de la arena no cumplen con las especificaciones granulométricas
indicadas en el ítem 10.1.2, se hace necesario investigar, en otras fuentes o bancos de sumi-
nistro. Si las nuevas opciones tampoco cumplen las especificaciones indicadas, se pueden
combinar arenas de diferentes bancos o fuentes, en proporciones a definir según las circuns-
tancias. Este método de ensayo y error en peso, proporciona los factores de combinación
posibles, requeridos para alcanzar las especificaciones de la arena a instalar en el proyecto a
escala real, D10 y Cu.
138
Filtración lenta en arena
T n o t = 50 Día
HrriCK = OSO n\
Ê 50 •
I 40
£ 20- H/Hrrw.aOÓI/Irny a ?
R! » 0,8489
10-
0
Î0 « 60 SO 20 40 60 80
FraxiCn cfeTmof (T/Tmo(*|0P) Fracción de Timan (TYTmax • loo)
a) b)
Figura 10.3. Pérdida de carga en unidades de filtración lenta en arena, a) FLA unidad
piloto construida en Cali, Colombia, b) FLA construido a escala real en Inglaterra.
• Soportar el material filtrante e impedir su arrastre a través del lecho de grava y dispo-
sitivos de colección y transporte.
• Asegurar la recolección uniforme del agua filtrada en toda el área de filtración.
• Permitir el llenado ascendente de los FLA y la distribución uniforme del agua de
llenado, bien sea durante el arranque inicial O después del raspado de cualquier mó-
dulo de filtración.
139
Figura 10.4. Actividades de mantenimiento de un FLA. Operación del "Cuello de Gan-
so". La Sirena, Cali, Colombia, 1997.
Arena de filtro
Dio: 0.15-0.3 mm
T
O.BOm
Arena gruesa
1.0-1.4 mm i O.OSm -
(ïruva
2.0-9.0 mm
0.05m
Tubería PVC corrugada
para recolección
Grava de agua filtrada
9.0-19-0 mm 0.10-0.15m
140
Filtración lenta en arena
Dada la calidad del agua filtrada a colectar, se sugiere utilizar tuberías corrugadas comer-
ciales de PVC drenaje, las cuales han mostrado economía, facilidad de transporte y ante
todo, buen comportamiento mecánico e hidráulico (Visscher et al., 1992). Esta tuberías con-
ducen agua filtrada desde el dren principal que la transporta hasta la cámara de salida, donde
descarga libre a la atmósfera. El dren principal también permite drenar total o parcialmente la
unidad de filtración a través de la válvula (d), especificada para tal fin en la figura 10.1.
En la cámara de salida generalmente se proyectan uno o varios vertederos que permitan
aforar el efluente, pero también mantener un nivel mínimo de agua por encima del nivel
máximo de arena (figura 10.6). Esta condición de salida previene el desarrollo de una presión
inferior a la atmosférica dentro del medio filtrante, y asegura el funcionamiento del filtro
independiente de las fluctuaciones en el nivel de agua del tanque de almacenamiento. Las
cámaras de salida están intercomunicadas entre si, facilitando el llenado ascendente de los
FLA's con agua tratada después del mantenimiento de uno cualquiera de los módulos. En la
cámara de salida y sobre la descarga del vertedero, se aplica la solución de cloro, aprove-
chando la turbulencia generada. El agua clorada es entonces transportada al tanque de con-
tacto donde se garantiza el tiempo de retención respectivo.
Válvula de
Tubería principal de recolección. Drenaje cámara \ desagüe
de agua nitrada, PVC Sanitaria _\ de salida - —J
141
sistema de abastecimiento, se debe dar preferencia a lagos, embalses o represas siempre y
cuando los niveles de oxigeno, algas o color natural no generen problemas significativos en
su de tratamiento. Los procesos naturales de purificación, reducen los niveles y la variación
de la concentración de sólidos, simplificando las necesidades de tratamiento. El agua super-
ficial que fluye presenta con frecuencia cambios rápidos en su calidad lo que tiende a hacer
más difícil su potabilizador!.
Dado que el proceso de filtración lenta es de naturaleza física y biológica, podría ser
afectado por la temperatura y particularmente por grandes cambios, como puede suceder, de
bajas temperaturas a condiciones extremas de calor. Bajas temperaturas tienden a disminuir
la actividad biológica del filtro y por consiguiente a disminuir su eficiencia, mientras que
temperaturas del agua entre 10 y 20 °C son las más favorables. Temperaturas a 20°C generan
excelente tratamiento biológico, por períodos tan largos como lo permita la disminución del
oxígeno disuelto.
diferente a la muestra, reportando unidades que operan con velocidades de filtración hasta 0.8
m/h; sin embargo debe tenerse en cuenta que los niveles de sólidos y microorganismos en los
afluentes a las unidades, son en general, muy bajos y las condiciones de operación y manteni-
miento muy confiables.
de tirina ." - ;•
1^1 H
K^ K 'î'i-
X
, • '. Lcehó tJe'.
143
Tabla 10.1. Criterios de diseño recomendados para unidades de filtración lenta en arena
(Pyper et al., 1991) y Cinara - IRC (1997).
Recomendación
Criterios de Diseño Huisman Ten States Visscher Cinara, IRC
and Wood Standards et al. (1997)
(1974) (1987) USA (1987)
144
Filtración lenta en arena
n = (0.5) VÃ
Donde, n = número total de unidades rectangulares operando en paralelo.
A = área superficial total (m2).
El área superficial máxima por módulo de filtración en zonas rurales, debe ser, preferible-
mente inferior a 100 m2, pues facilita su mantenimiento en un sólo día. En algunas circuns-
tancias el área por módulo puede estar condicionada por características topográficas y
geomecánicas, pero también factores hidroclimatológicos y culturales podrían condicionar
el dimensionamiento de las unidades, en este caso, áreas para operación y mantenimiento.
En términos de áreas mínimas requeridas de filtración, no hay un consenso en el valor,
pues éste puede depender del caudal de diseño, del comportamiento hidráulico de las unida-
des, de la facilidad de operación y mantenimiento, y de la capacidad para garantizar la con-
tinuidad de operación de las unidades.
LtP = 2n [nA]
145
Donde: Lt = Longitud total de pared (m) . .. • .
n= Número total de unidades de filtración
A= Area superficial de cada unidad (m2)
n= Número Pi = 3.1416
Los filtros rectangulares tienen la ventaja de construirse con paredes comunes cuando las
unidades se sitúan una junto a otra (figura 10.8) La longitud total de pared (Lt ) puede calcu-
larse así:
Figura 10.8. Disposición de un filtro lento en arena con (n) unidades rectangulares.
Para una determinada área superficial y cierto número de unidades con paredes comunes,
la longitud total de las paredes variará con diferentes combinaciones de (b) y (a), y adquiere
su mínima expresión cuando:
2A (n
/ = b —
n + 1 2n
146
Filtración lenta en arena
Con el valor de b, la ecuación para determinar la longitud mínima (Lm) de pared, para
filtros rectangulares es:
• • Z_ = 2 a (n + 1)
x 2[2A(n + l)]° 5
1 1 •y _L_
-
a. Pirámide truncada
compartimien tos independientes
1 ! .1 .1
- -
- -
i i i i
Figura 10.9. Formas típicas constructivas para los compartimientos principales de uni-
dades de filtración gruesa y filtración lenta en arena.
147
10.4 ASPECTOS CONSTRUCTIVOS
Durante la fase de construcción, tres aspectos pueden ser considerados relevantes:
Los dos últimos aspectos reflejan el avance de las obras civiles y es donde la comunidad
puede involucrarse con mayor participación.
La planeación y organización de "veedurías cívicas" son herramientas participativas que,
bien manejadas, contribuyen al buen desarrollo del proyecto.
Como aspectos relevantes específicos, que se deben controlar durante la construcción, se
incluyen:
Aunque estas recomendaciones son de tipo general, deben ser asimiladas y tenidas en cuen-
ta cuando se va a llevar a cabo un proyecto de filtración en múltiples etapas. Los puntos aquí
expuestos son también aplicables a otras estructuras, tales como filtros gruesos dinámicos y
filtros gruesos ascendentes.
10.5 OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO
Uno de los aspectos más atractivos del FLA es la sencillez de operación y mantenimien-
to. Para lograr su adecuado funcionamiento es muy importante que la puesta en marcha del
filtro se realice lentamente, con el fin de alcanzar la formación y maduración de la capa
biológica en un tiempo más corto; en la tabla 10.2 se describen los pasos requeridos para
poner en marcha el filtro lento y en la figura 10.7b se indican las válvulas y accesorios
básicos para iniciar el funcionamiento de un FLA.
148
Filtración lenta en arena
Tabla 10.2. Actividades para poner en marcha un nuevo filtro lento en arena.
Las tareas del operador dependen del tipo de control del filtro. Los filtros construidos en
Colombia poseen control a la entrada, en este caso, el aumento gradual de pérdida de energía
hidráulica en el lecho, se compensa con un aumento en el nivel del agua sobrenadante. Esto
hace sencillo el trabajo diario del operador quien sólo tiene que revisar y registrar el caudal
afluente, la calidad del agua cruda y tratada y remover material flotante, además de observar
y registrar el nivel de agua sobrenadante para estimar cuándo se debe realizar el raspado.
En el área superficial del lecho de arena es donde se acumula la mayor parte del material
inorgánico, orgánico y la biomasa. En esta biomembrana sucede la mayor parte de la pérdida
de energía hidráulica, de tal manera que su raspado permite recuperar la conductividad hi-
dráulica del filtro. En las tablas 10.3 y 10.4 se indican las actividades de operación en el
filtro lento y el procedimiento para su raspado.
Los raspados periódicos continúan progresivamente hasta alcanzar una profundidad mí-
nima del lecho de arena del orden de 0.5 m; una vez alcanzado este nivel, se debe proceder al
rearenamiento, para lo cual es importante conocer previamente la cantidad de arena disponi-
ble en la caseta de almacenamiento, que debe ser suficiente para restablecer la altura inicial
del lecho filtrante. Cerca del 20% de la arena instalada inicialmente en el filtro se pierde en
el lavado y transporte entre el filtro, la cámara de lavado y la caseta de almacenamiento. Es
necesario también prever los requerimientos de mano de obra para llevar a cabo el
149
rearenamiento a fin de efectuar la actividad en corto tiempo. En la tabla 10.5 se describe el
procedimiento para efectuar el rearenamiento de un FLA.
150
Filtración Jcnta en arena
Como las características de cada planta son diferentes, se debe organizar con el operador
un esquema de trabajo que cubra todas las actividades diarias, semanales, mensuales y even-
tuales. Además, se tiene que desarrollar con el ente administrativo y el operador, un esquema
de monitoreo, y diseñar un formato que el operador discutirá semanal o mensualmente con
la administración del sistema de abasto.
En la figura 10.10 se ilustra una actividad periódica para cuya correcta ejecución, se
requiere la coordinación entre operador, ente administrador y comunidad.
151
Figura 10.10. Mantenimiento periódico de un filtro lento en arena. Raspado del lecho
de arena. La Sirena, Cali, Colombia, 1997.
152 •'It
11. EJEMPLOS DE DISEÑO DE SISTEMAS
FiME
En este capítulo se presentan a manera de ejemplo, los parámetros de diseño y dimensio-
nes de tres sistemas de tratamiento que utilizan la tecnología FiME. En cada caso se han
considerado aguas crudas de fuentes superficiales con diferentes rangos de calidad, clasifica-
dos como bajo, medio y alto, según se estableció en el capítulo 7.
Tabla 11.1. Calidad de agua en la fuente superficial clasificada con bajo nivel de riesgo.
Tabla 11.2. Parámetros de diseño y dimensiones de una planta FiME que trata agua
superficial clasificada con bajo nivel de riesgo en su calidad de agua.
Características generales
Velocidad de filtración (m/h) 2.00 0.15
Caudal (1/s) 2.00 2.00
Arca superficial (mJ) 3.60 48
!
Número de unidades en paralelo 2 2
Dimensiones por unidad
Largo (m) 2.70 5.70
Ancho (m) 0.70 4.20
Altura total (m) 0.70 1.90
Lecho filtrante
Material Grava Arena
Longitud total (m) Incluye lecho de soporte.
Ver detalles de los lechos filtrantes y de soporte
en los capítulos 8 y 10. 0.6 1.05 ^
Diámetro (mm) 6.0-25 Cu =3.0
dlo = O.2O
Caseta de
| - almacenamiento
de arena
Cámara de salida •
Desagüe
A tanque de
Efluente dt FIA almacenamiento
Tanque de
contacto di imh™
Figura 11.1. Planta general del sistema FiME para tratar aguas superficiales clasificadas
con bajo nivel de riesgo.
154
Ejemplos de diseño de sistemas FiME
Desagüe Cámara de
Desagüe_ ' ~~ lavado
Tubería de recolecçhion
de agua filtrada y t 'avado Tubería ...
de lavado Desagüe
Estructura de entrada
Válvula de
control de flujo
Vertedor Cuello _ __ Cámara
Vertedor de salida
de excesos de aforo de ganso
^_ A tanque de
N.A. max. ^contacto de cloro
0.90
N. A. min.
Desagüe
Arena
Agua prêt rotada — Ijecha de soporte — •
L Válvula
Sistema de drenaje ' de drenaje
155
Tabla 11.3. Calidad de agua en la fuente superficial clasificada con nivel medio de
riesgo.
11.2.2 S e l e c c i ó n d e l s i s t e m a d e tratamiento
Para los niveles de contaminación presentados en la tabla 11.3 y con base en los criterios
de selección de tecnología FiME expuestos en el capítulo 7, la combinación de FGDi +
FGAC + FLA, es la solución de tratamiento propuesta.
Durante los cambios bruscos de calidad en la fuente, el filtro grueso dinámico se orienta
a la protección del sistema de tratamiento contra altas concentraciones de sólidos suspendi-
dos, removiendo material particulado principalmente. Durante períodos de estiaje e invierno
también contribuye en la remoción de otros elementos como turbiedad, coliformes fecales,
hierro y manganeso en menor proporción, según se indica en la tabla 8.3. El filtro grueso
ascendente en capas se orienta a la reducción tanto del contenido de sólidos finos como de la
contaminación microbiológica y algunos compuestos de naturaleza química.
11.2.3 P a r á m e t r o s d e d i s e ñ o y d i m e n s i o n a m i e n t o d e l s i s t e m a
En la tabla 11.4 se resumen los parámetros de diseño utilizados así como las dimensiones
de las unidades y características de lecho filtrante. La figura 11.4 presenta la planta general
del sistema de tratamiento y la figura 11.5, detalles del FGAC. No se incluye corte esquemá-
tico del FLA, pues sus características son similares a los indicados en la figura 11.3.
Tabla 11.4. Parámetros de diseño y dimensiones de una planta FiME que trata agua
superficial clasificada en el nivel medio de riesgo.
156
Ejemplos de diseño de sistemas FiME
Estructura de entrada
Agua cruda
Unidad de operaciones
Vertedor_
de excesos
Caseta de
almacenamiento
Câmara de salida de arena
Cámara de desagüe
Efluente FGAC /
Camarade
FIA lavado de arena
5.70
y
4.20
Ifluente FGAC
Cámara de salida
Tanque de
Desagüe contactu de cloro
A tanque de
almacenamiento
Figura 11.4. Planta general del sistema FiME para tratar aguas superficiales clasificadas
con nivel medio de riesgo.
157
Estructura de entrada FGAC
Vertedor Válvula de Vertedor de Camarade
de excesos control de flujo aforo carga Cámara de salida
Ó--
Grava 3 - 6 mm
Grava 6-12 mm
_Desagüe
Grava 12 - IS mn\
Viene de FGDi Grava 18 - 25 mm
Tubería de drenaje
Tabla 11.5. Calidad de agua cruda en la fuente superficial con alio nivel de riesgo.
158
Ejemplos de diseño de sistemas FiME
Tabla 11.6. Parámetros de diseño y dimensiones de una planta FiME que trata agua
superficial clasificada con alto nivel de riesgo.
Características generales
Velocidad de filtración (m/h) 2.0 0.3 0.15
Caudal (1/s) 2.0 2.0 2.00
Area superficial (m2) 3.6 24 48
Número de unidades en paralelo 2 2 2
Dimensiones por unidad
Largo (m) 2.70 4 5.70
Ancho (m) 0.70 3 4.20
Altura total (m) 0.70 1.40 1.90
Lecho filtrante
Material Grava Grava Arena
Longitud total (m) Incluye lecho de soporte. 0.6 3.6(1) 1.05
Ver detalles de los lechosfiltrantesy de soporte
en los capítulos 8, 9 y 10.
Diámetro (mm) 6.0-25 1.6-25 Cu = 3.0
d ~ 0 20
(1) El análisis crítico de la información de calidad de agua, posibilitará disminuir o aumentar la altura de lecho de
grava. Alturas de lecho mayores a las indicadas requieren mayor frecuencia de mantenimiento y mayor tasa de lavado.
v /
Cenefa de
almacenamiento
de arena
42 42 5;
_J
i !
Efluente FIA
Figura 11.6. Planta general del sistema FiME para tratar agua de fuentes superficiales
clasificadas con alto nivel de riesgo.
159
o
Estructura de entrada
FGAS3
Válvula de C amara
Vertedor de control de flujo de caga
excesos I
C amara de
0.20 salida
0.20
Gntvii 6 • I-Í m m . 0.75
G rüvu S -6 mm.
G ra va ; . î -19 mm , 0.70
.1
G ru va ¡9-25 mm . ~0. .< 0 Grata 6 -13 mm, 0.15
GTttvti ¡3 -19 mm. «.IS '• G ra VU 3 -6 mm.
Cru ni 19 -H mm. 0.20 i
i 6 -13 mm 0.15
Va a FLA
i 13 -19 m PI 0.1 5
Figura 11.7. Corte longitudinal de un Filtro Grueso Ascendente en Serie de tres etapas.
162
Referencias bibliográficas
FOX, K.R.; GRAHAM, N.J.D. AND COLLINS, M.R. (1994). Slow Sand Filtration
Today: An Introduction Review. In: Slow Sand Filtration. An International Compilation of
Recent Scientific and Operational Development. De. by. Collins, M.R. and Graham, N.J.D.
AWWA, USA.
GALVIS, G. (1981). A Study of Some of the Factor Affecting Biomass - Liquid Separation
in the Activated Sludge Process. MSc. Public Health Engineering. University of Newcastle
upon Tyne. ;
GALVIS, A.; FERNANDEZ, J.; URIBE, I.E. (1988). Proyecto Integrado de Investiga-
ción y Promoción de la Filtración Lenta en Arena. Costo de Plantas de Filtración Lenta en
Arena. Universidad del Valle. Cali, Colombia.
GALVIS, G. Y VISSCHER, J.T. (1987). Participación y Perspectivas de la Universidad
del Valle en el Desarrollo del Proyecto de Filtración Lenta en Arena (FLA). Proceedings of
the International Seminaron Simple Water Treatment Technology. ACODAL. Cali, Colom-
bia.
GALVIS, G., VISSCHER, J.T. (1989). Proyecto integrado de Investigación y Demos-
tración en Filtración Lenta en Arena. Informe Final. Versión Resumida. CINARA, Colom-
bia/IRC, The Hague. Cali, Colombia.
GALVIS, G, Y FERNANDEZ, J. (1991). Manual de Diseño, Operación y Mantenimien-
to de Filtros Gruesos Dinámicos. Versión Preliminar. Cinara - IRCWD. Cali, Colombia.
GALVIS, G.; FERNANDEZ, J. and WEGELIN, M. (1992). El Filtro Grueso Dinámico,
Facilitando el Mejoramiento de la Calidad del Agua. Revista AODAL No. 150. Santa Fé de
Bogotá, Colombia.
GALVIS, G.; FERNANDEZ, J. AND VISSCHER J.T. (1992). Comparative Study of
different Pretreaiment Alternatives. Roughing Filters for Water Treatment. Workshop in Zurich.
Switzerland.
GALVIS, G. (1993). Abastecimiento de Agua Potable. Primer Simposio Iberoamerica-
no sobre Gestión del Agua. Pontificia Universidad del Valle. Santafé de Bogotá. Colombia.
GALVIS, G, VISSCHER, J.T; FERNADEZ, J AND BERON, F. (1993). Pre-treatment
Alternatives for Drinking Water Supply Systems. Occasional paper 22. The Hague, The
Netherlands.
GALVIS CVISSCHHR J.T, LLOYD, B.J. (1994). Overcoming Water Quality Limitations
with the Multi-Barrier Concept. A Case Study from Colombia. In: Collins M.R., Graham
NJD, ed. Slow Sand Filtration. An international Compilation of Recent Scientific and
Operational Developments. American Water Works Association: 47. Denver, USA.
GALVIS, G.; LATORRE, J.; OCHOA, A.E. AND VISSCHER, J.T. (1996). Comparison
of Horizontal and Upflow Roughing Filtration. En Conferencia Internacional sobre Mejora-
miento de la Calidad del Agua. Cali, Colombia.
GARCIA, M. (1996). La Participación Comunitaria en Proyectos de Abastecimiento de
Agua y Saneamiento. En Conferencia Internacional sobre Mejoramiento de la Calidad del
Agua. Cali, Colombia.
GELDREICH E.E AND CRAUN G.F. (1996). Multiple Barriers for Protection and
Treatment of Drinking Water Supplies: A Proven Method for Preventing Transmission of
Waterborne Disease. In: Craun GF, ed. Balancing the Microbial and Chemical Risks in
Drinking Water Disinfection. Washington, DC, USA: ILSI Press PAHO/WHO. 1.
163
GUZMAN, S. (1997). Evaluación de la Filtración Gruesa Dinámica Operando a Tasa
Constante y a Tasa Declinante de Filtración. Tesis de Maestría. Universidad del Valle, Cali,
Colombia.
HAARHOFF, J. AND CLEASBY J.L. (1991). Biological and Physical Mechanisms in
Slow Sand Filtration. Chapter 2. In: Task Committees on Slow Sand Filtration. Slow Sand
Filtration. New York.
HABERER, K. DREWS, M. AND WALTENBERG, M. (1984). Entfernung Organischer
Wasserinhaltstoffe bei der Langsamsandfiltration. Vom Wasser, 63, 121-140.
HAZEN, A. (1913). The Filtration of Water Public Supplies. Jhon Wiley and Sons. New
York. 3rd edition. USA.
HENDRICKS, D.W. AND BELLAMY, W.D. (1991). Microorganism Removals by Slow
Sand Filtration. Slow Sand Filtration. New York.
HESPANHOL, J. (1969). Investigação sobre o Comportamento e Aplicabilidades de
Filtros Lentos no Brazil. Universidade de São Paulo, Facultadad de Higiene e Saúde Pública.
São Paulo, Brazil.
HOFKES, E.H AND V1SSCHER, J. T. (1990). Fuentes Renovables de Energia para
Sistemas de Abastecimiento de Agua. Documento Técnico No. 23. Traducido por Carlos F.
Dierolf. Cali. Colombia.
HRUBliC, ET AL. (1991). Gedrag Van enhele gesubstitueerde benzenene, bestrij-
dingsmiddelem en complexvormerstijdens Langzame Zandfiltratie. In Aqua Vol 24, No. 13,
pg 348-351.
HUCK, P.M. (1987). Reduction in Organic Levels and Disinfection Demand by Slow
Sand Filtration in Western Europe. Department of civil Engineering University of Alberta.
Alberta, Canadá.
HUCK, P.M. (1988). Use of Biological Processes in Drinking Water Treatment; Review
of European Tecnhnology. Vol.2. Site Visit Reports. Montreal, Canadá.
HUISMAN, L. AND WOOD, W.E. (1974). Slow Sand Filtration. World Health
Organization, Geneva.
1LSI. (1993). International Life Sciences Institute. Safety of Water Disinfection:
Balancing Chemical and Microbial Risks. Edited by G. F. Craun. USA.
INSFOPAL. (1982). Encuesta Plantas Potabilizadoras. ACODAL
(NSFOPAL. (1982). Modelo de Costos. Metodología de Costos Unitarios para Plantas
de Tratamiento Convencionales. Bogotá, Colombia.
IRC. (1995). Water and Sanitation Rural
IRC, CINARA. (1992). Filtración Lenta en Arena. Tratamiento de Agua para Comuni-
dades. Planeación, Diseño, Construcción, Operación y Mantenimiento. Cali, Colombia.
IVÉS, K.J. (1957). Algae and Water Supplies, Physical Removal of Algae, Water Engineer.
61.432.
JORDEN, R.M. (1963). Electrophoretic Studies of Filtration. Journal AWWA, 55 (6),
771-782. USA.
JOSHIET, N.S., KELKAR, P S . ; DHAGE, S.S.; PARAMASIVAN, R. AND
GADKARI,S.K. (1982). Water Quality Changes during Slow Sand Filtration. Indian Journal
of Environmental Health, 24 (4) 261-266.
164
Referencias bibliográficas
165
PYPER,G.R.ANDLOGSDON,G.S. Slow Sand Filter Design. (1991). In: Slow Sand
Filtration. Task Committee on Slow Sand Filtration of the Water Supply. Committee of The
Environmental Engineering Division of The ASCE. Edited by Gary Lodsdon. USA.
PONTIUS, W.P. (1990). Journal AWWA;82(2):31. USA
RACHWAL, A. J., BAUER, M. J. AND WEST, J.T. (1988). Advanced Techniques for
Upgrading Large Scale Slow Sand Filters. In: Slow sand filtration: Recent Developments in
Water Treatment Technology. Edited by Grahan, N.J.D.London. United Kingdom.
REID,G. (1982). Appropiate Methods of Treating Water and Waste Water in Developing
Countries. USA.
REIFF, F. (1988). Desinfección del Agua Potable con una Mezcla de Gases Oxidantes
Producitos in Situ. (Moggod). Boletín Oficina Sanitaria Panamericana, 105, 4, 371 - 389.
REIFF, F. AND WIN, V. ( 1995). Guías para la Selección y Aplicación de Tecnologías de
Desinfección del Agua para Consumo Humano en Pueblos pequeños y Comunidades Rura-
les en América Latina y el Caribe. Washington, D.C. USA.
RIDLEY, J.E. (1967). Experience in the Use of Slow Sand Filtration Double Sand
Filtration and Microstraining. Prac. Soc. Water. Treat. Exam. 16, 170pp
RINCÓN, D. (1996). Estudio Comparativo del Impacto de los Filtros Gruesos Dinámi-
cos operando a tasa Declinante y a Tasa Constante Sobre la Calidad del agua. Reporte de
Tesis, Universidad del Valle.
ROOK J.J. (1974). Formation of Haloforms During Chlorination of Natural Waters.
Water treatment and Examination 1974;23(2):234.
SALAZAR E, ALEGRK M, RODRIGEZ M, CARRION P, NORA R. (1993). The
Peruvian Cholera Epidemic and the role of Chlorination in its Prevention. In: G.F. C, ed.
Safety of Water Disinfection. Washington, DC: ILSI Press: 401. USA.
SIMS, R.C. AND LLOYD, A.S. (1991). Slow Sand Filtration: Present Practice in the
Unite States. Chapter 1. In: Task Committee on Slow Sand Filtration. Slow Sand Filtration.
New York. USA.
SLEAZAK, L.A., SIMS, R.E. (1984). The Aplication and Effectiveness of Slow Sand
Filtration in the United States. Journal AWWA, 76. USA.
SPENCER, C; COLLINS, M. (1991). Water Quality Limitations to the Slow Sand Filters.
Slow Sand Filtration workshop.
SUNDARESAN AND PARAMASIVAN. (1982). Slow Sand Filtration. Research and
Demostration Project. Final Report NEERI - CIR. India.
TARAS. (1981). The Quest for Pure Water: The History of Water Purification From The
Earliest Records to The Twentieth Century. Second Edition. Volume II. Denver. Co, USA, AWWA.
TOMS, L.P. AND BAYLEY, R.G. (1988). Slow Sand Filtration: and Approach to Practical
Issues. Chapter of Slow Sand Filtration: Recent Developments in Water Treatment Technology.
Ellis Horwood, London, England.
TSS. (1987). Ten States Standards. Recomended Standards for Water Works. Albany.
New York. Great Lakes - Upper Mississipi Board of State Sanitary Engineers. USA.
UNDP. (1990). UNITED NATIONS DEVELOPMENT PROGRAMME (UNDP). The
New Delhi Statement. Global Consultation on Safe Water and Sanitation for the 1990's. New
Delhi, India. United Nations Development Programme. New York. USA.
167
YAO, K. M., HABIBiAN, M.T. AND O'MELiA., C.R. (1971). Water and Wastewater
Filtration: Concepts and Applications. Environmental Science and Technology. Vol. 5. No.
11.
168
ANEXOS
'•§
ANEXO 1
FORMATO DE SEGUIMIENTO EN PLANTAS DE TRATAMIENTO
POR FILTRACIÓN EN MÚLTIPLES ETAPAS
La Entidad Administradora ha efectuado visitas sema- Conversar con l¡i entidad administradora, reslatando
nales u la planta de tratamiento para supervisar la la- Sf la ímponancia del acompañamiento al trabajo del
bor del operador y brindar apoyo operador.
Sí ( ) No ( )
TaiiHal di- la planta 1/s N<Qd Revisar la planta, red de distribución. Buscar la cau-
sa del problema y la solución Discutii con la entidad
ítdministiatjora/coniunidad.
¿Qué labores de mantenimiento ha efectuado en los Buscar la causa de que no se çsten efectuando las
componentes del sistema de tratamiento? lat>orcs de mantenimiento de acuerdo con las reco-
1
Filrrn dínámirn 1 av^lo cíidn _ Hi'as N>3 días mendaciones
Filtros imifsnt- I :,vadn SíTrianal Semanal y mensual1 Discutir con la entidad administradora, el operador
Mi-nsnnl y la comunidad.
N>30 días Dar capacitación para que se haga el mantenimien-
Olms í V ¿ruSIi-.ï1'- to adecuado.
Actualmente las unidades operan con velocidad de fil- Buscar las causas de sohitcarga o reducción en el caudal.
tración: Si el problema es reducción de caudal, comparar'
Filtm ífiniimirn' m/b 1 m/h con la rutina de mantenimiento y determinar la ne-
Filtros omr.sotí' rp/h 0.60 m/h cesidad, incrementar frecuencia. Discutir con la
Filtro'; Ipntns m/h 0.15 m/h entidad admiriislrudora/opcrador/comunidad, e
implementar correctivos.
Actualmente las unidades presentan pérdidas de carga Establecer causa e implementai1 correctivos.
de: Revisar libro de registros del operador.
Filtros Jimesilí- ft i-m 7 í-m NtO.lOm Comparar con el mantenimiento; si es necesario, au-
Filtnw lentos- II rm 17 rm N<0.70 m meniar frecuencia en las labores de mantenimiento.
Fecha: „ Responsable: ^ ^ _ ^ . ^ ^ _ _ _ ^ ^ _ _ ^ ^ _
172
ANEXO 2
Diarias * Control yregistrode caudal * Medición, control y registro * Control y registro caudal
(afluente y efluente) de caudal afluente. efluente.
* Medición y registro de * Medición y registro de * Medición y registro de
turbiedad. turbiedad. turbiedad.
* Revisión capa superficial * Retiro material flotante. * Retiro material flotante.
de grava. * Medición y registro de
pérdida de carga.
Periódicas * Limpieza del filtro * Medición yregistrode pérdida * Limpieza canaletas y
de carga. cámaras de entrada.
* Limpieza semanal. * Raspado filtro
* Limpieza mensual. * Lavado arena.
Eventuales * Retiro y lavado de toda la * Revisión tubería afluente. * Rearenamicnto.
grava del filtro. * Retiro y lavado de toda la
grava del filtro.
174
FORMATO DE CONTROL DE FUNCIONAMIENTO DE LA PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUA
Limpieza
Observaciones
Tabla A2-2. Problemas más frecuentes en plantas FiME y sus soluciones.
Problema Soluciones
1. No llega suficiente agua ;t la planta de tratamiento. Revise el estado de los componentes del Sistema que están
antes de la planta: bocatoma, desarenador, conducción,
incluyendo válvulas de purga y ventosas. Realice los
ajustes respectivos.
Llega mucha agua ;i los filtros gruesos ascendentes Controle que el filtro grueso dinámico sólo (rate la
y a los filtros lentos. cantidad de agua necesaria para los filtros gruesos
ascendentes.
El agua no pasa entre el filtro grueso dinámico y los Identifique si hay alguna obstrucción en la tubería o
filtros gruesos ascendentes, a pesar de que el filtro válvula que comunica entre si los filtros; en caso positivo
grueso dinámico está limpio. introduzca una sonda por la tubería de llegada a los filtros
gruesos ascendentes. Si no es posible destapar la tubería,
solicite apoyo de un técnico.
Durante la noche entra agua con mocho lodo a la Realice lavado adicional al filtro grueso dinámico y a los
planta y alcanza a llegar a los filtros gruesos filtros gruesos ascendentes, tal como se indica para el
ascendentes (esto se puede observar por el aspecto lavado semanal. F.ste lavado no reemplaza el lavado
del agua en la superficie de los filtros gruesos semanal normal.
ascendentes.
Abundancia de algas notantes en los filtros gruesos Retire diariamente, con la nasa, las algas notantes. Si
ascendentes y en los filtros lentos, las cuales no esto no es suficiente, puede ser necesario cubrir los filtros-
permiten una adecuada filtración y dan mal aspecto Introduzca una sonda por la tubería afluente a la estructura
a los filtros.
El agua efluente de los filtros gruesos ascendentes de entrada a los FI.A'S o por la cámara de salida de
no llega a los filtros lentos. filtros gruesos ascendentes.
Mida la turbiedad que sale de los filtros gruesos
El agua que sale de los filtros lentos presenta ascendentes y si es mayor a 20 siga lo indicado para el
turbiedad mayor a 5 unidades nefelomélricas (UNT). problema # 8.
Si la turbiedad es menor que 20 revise el caudal de entrada,
tanto en los filtros gruesos ascendentes como en los filtros
lentos y realice los ajustes necesarios.
Si la turbiedad a la salida no disminuye avise a la Entidad
Administradora.
8. El agua que entra al filtro lento presenta una Disminuya la entrada de agua a los filtros gruesos hasta
turbiedad entre 20 y 50 UNT. que el caudal este en la mitad de lo normal. Si la turbiedad
se mantiene por lo menos una hora, por debajo de 20
UNT, ponga a funcionar los filtros gruesos con el caudal
normal.
9. El agua que entra al filtro lento presenta una Cierre la entrada de agua a los filtros gruesos ascendentes
turbiedad mayor que 50 unidades. hasta alcanzar la cuarta pane del caudal de operación.
Continue hasta que la turbiedad efluente sea inferior a
50 UNT.
10. No sale suficiente agua del filtro lento después del Vacíe parte del agua del filtro hasta un nivel por debajo
raspado de la arena. de la arena y llénelo de nuevo por la cámara de salida
con agua limpia del otro filtro lento.
11. Mal olor de la arena almacenada. í Lave adecuadamente la arena y realice la prueba de la
botella para asegurarse que quedó bien lavada.
12. No hay regla de aforo o está fuera del sitio donde Instálela con la asesoría de un técnico.
fue ubicada inicialmente.
13. Regla de aforo con números borrados. Avise a la Entidad Administradora para que se haga y se
instale nuevamente la regla, con la asesoría de un técnico-
14. Agrietamientos o fisuras en los muros. Realice la reparación lo antes posible. Si no puede hacerla,
avise al ente administrador y solicite apoyo técnico.
Rn cualquiera de estos casos repare lo antes posible el
15. Fugas en las válvulas por: daño y cambie la válvula si es necesario.
Las válvulas se deben lubricar y pintar periódicamente
Daño en el empaque. para evitar daños en el soporte, problemas en el cierre y
Daño en el soporte. oxidación.
Rotura por:
- Oxidación.
•• Exceso de pintura.
176
ANEXO 3
Tomando como base los criterios de diseño de cada componente FiME presentados en
los capítulos 8, 9 y 10 tanto para las actividades de filtración como para lavado de las unida-
des, y tratando de facilitar en toda circunstancia la adecuada ejecución de las actividades de
operación y mantenimiento, se presenta en la tabla A3-i, las necesidades de válvulas (tipo
bola, compuerta y mariposa) para diferentes alternativas de tratamiento, indicando en cada
caso, número y tipo de válvulas requeridas y diámetros respectivos.
Tabla A3-1. Requerimiento de válvulas en plantas FiME, para caudales entre 2 1/s y 25
1/s.
Caudal Alternativas FiME
1/S FGDi + FLA FGDi + FGAC + FLA FCDi + FGAS2 + FLA FGDi + FGAS3 + FLA
Notas: 1. B= Válvula de bola; C = Válvula de compuerta; M = Válvula de mariposa. Ejemplo 4B (1 ") significa
4 válvulas de bola de 0 1 ".
I
ANEXO 4
ACCESORIOS DE SISTEMAS DE FILTRACIÓN
EN MULTIPLES ETAPAS
Ftuoda do Manojo
Soldada al Vastago
Nipls PVC
Platina
Lamina en
Acrílico Proyección
Lamine en
Aorilteo
lãmpaque tie
Ceucho
Para obviar esto y los problemas de corrosión y durabilidad en los materiales y consideran-
do su facilidad de maniobra y de consecución en los mercados locales, se recomienda emplear
válvulas de compuerta o de bola, que se adaptan sin mayor inconveniente a los diferentes tipos
de tuberías y accesorios existentes comercialmente.
1.2 Vertederos
Regularmente los vertederos se emplean para medir el caudal de agua que fluye libremente
y está expuesto a la presión atmosférica. Los vertederos más comunes son los de pared delgada,
con abertura rectangular o triangular sobre la cual fluye el agua. La pared del vertedor, usual-
mente, se construye en material metálico (acero o bronce) o sintético (acrílico), cuyos bordes
en la escotadura se especifican relativamtente afilados, con el fin de disminuir la pérdida de
carga y facilitar la libre depresión de la lámina de agua. En la figura A4-2 se muestran dos tipos
de vertederos de pared delgada. De éstos, el vertedero triangular (a) es el más usado para
caudales pequeños (<301/s).
Figura A4-2. Vertederos de pared delgada: (a) de abertura triangular (b) de abertura
rectangular.
Hay dos condiciones básicas para el correcto diseño de vertederos. En primer lugar, el
vertedero debe instalarse en el canal de acceso, en forma tal que la velocidad de aproxima-
ción sea cercana a cero; en segundo lugar, la altura de agua H, que se correlaciona con el
caudal a medir, no corresponde a la lámina de agua que cruza exactamente sobre la sección
del vertedero sino a la diferencia de alturas entre la cresta o vértice del vertedero y el nivel de
la superficie del agua, medida a cierta distancia, entre 6 y 10 H aguas arriba de dicho punto
(figura A4-3).
1.3 Reglas de aforo
Los primeros desarrollos de Cinara para medir caudales, utilizaron el sistema de flotadores
metálicos instalados en la cámara de aquietamiento, donde la altura de agua sobre el vertede-
ro se trasladaba utilizando un dispositivo mecánico, hasta una tabla previamente calibrada,
según las características del vertedero empleado. A partir de la lectura en la tabla, se obtu-
vieron los valores de caudal y velocidad de filtración. La dificultad de lectura, de calibración
del vertedero y la interpretación del resultado, limitaron el uso cie este tipo de accesorios.
180
Anexo 4
Para facilitar el trabajo del operador y superar las limitaciones encontradas, se implemento
otro dispositivo fundamentado en la utilización de reglas con señales de colores (verde, ama-
rillo y rojo) que permiten de manera visual, registrar variaciones de caudal y por consiguien-
te, de velocidad de filtración de las unidades (figura A4-4). Cuando el nivel de agua en la
zona de medición alcanza el color verde, se indica la condición de diseño de la planta; el
color amarillo pintado por encima del verde, indica la zona de sobrecarga admisible (gene-
ralmente hasta el 50% del caudal de diseño), el amarillo por debajo, representa la zona en la
cual se aconseja operar el filtro en los momentos de picos afluentes de turbiedad; la zona roja
tanto superior como inferior al color amarillo, indica al operador, velocidades extremas tanto
altas como bajas. Las reglillas se construyen fácilmente en aluminio, madera o acrílico.
1.4 Tubería móvil para rebose y drenaje del sobrenadante en las unidades FLA
Este elemento denominado cuello de ganso, dada la movilidad de la tubería, permite que
se use como rebose o que se sumerja para drenar el sobrenadante en corto tiempo, tal como se
indicó en el Capítulo 10. Una descripción detallada de los accesorios requeridos por este
dispositivo se presenta en la Figura A4-5.
1.5 Tubería para drenaje
Existen experiencias positivas en la utilización de tubería de drenaje PVC corrugada,
como sistema de drenaje en filtros lentos, dada la facilidad de instalación, transporte, econo-
mía, comportamiento mecánico e hidráulico. Este aspecto importante, derivado de esta
experiencia, consiste en permitir disminuir el espesor de la capa de grava por encima de los
tubos corrugados de PVC, a solo 100 mm, tal como se presentó en el capítulo 10, cuando se
especificó el medio de soporte.
2. MANTENIMIENTO
2.1 Válvulas de drenaje de apertura rápida
Son dispositivos de descarga instalados en el sistema de drenaje de las unidades de filtra-
ción gruesa para facilitar su mantenimiento, pues mediante aperturas y cierres rápidos, se
generan condiciones hidráulicas que producen un impacto sobre el lecho filtrante, promo-
181
viendo la desestabilización y arrastre de material acumulado en él y que no alcanza a ser
removido a través de una simple descarga de fondo (Wolters, 1988).
a
(Ips)
713 1S
14
8.00 ZONA ROJA
.... ï3
s.oo
IP.
no
~.'.r- 1 ï ZONA AMARILLA
3.3O
ZONA VEHDE
s.ei
• " ^ 3
2.01
ZONA AMARIU-A
a
1.S1
1.09
6
0.73
ote
O.2B ZONA ROJA
1
1. Codo PVC Sanit 0 " x 45 CxC
2. Niple PVC Sanit. 0 x L
3. Codo PVC Sanit 0 " x 90 CxC
4. Niplc PVC Sanil. 0 x 25 cm
5. Tec PVC Sanil. 0
6. Adaptador ilc limpieza PVC Sanitaria
7. Niple píisamuro PVC Sanitaria
8. Niple PVC Sanitaria
9. Empaque plástico
10. Niple PVC sanitaria
11. Varilla corrugada 0 1/2"
12. Listón de madera
13. Tornillo, arandela y tuerca
14. Abrazadera metálica.
182
: ' ' • • ' Anexo 4
En la figura A4-6 se presentan dos esquemas de este tipo de válvulas, que corresponden
a desarrollos iniciales para la limpieza de los filtros gruesos en la década de los 80s. La
primera derivada de una experiencia Peruana (a) y la segunda (b) desarrollada en Colombia
usando como modelo las tapas de las vasijas de transporte de leche. En ambas experiencias
el operador entra en contacto con el efluente del lavado implicando riesgos para la salud, lo
cual hace no recomendable el empleo de este tipo de dispositivos.
Figura A4-6. Válvulas de drenaje, (a) Experiencia peruana, (Pardon, 1989). (b) Expe-
riencia colombiana, (Cinara, 1989).
La válvula comercial tipo wafer, con disco de mariposa y mando de palanca, es ilustrada en las
figuras A4-7 y A4-8. El cuerpo de este accesorio es fabricado en hierro fundido, acero inoxidable
y bronce, entre otros. Como características principales se destacan: fácil maniobrabilidad,
estanqueidad total, reducida pérdida de carga y facilidad en el montaje y desmontaje.
183
Figura A4-8. Válvula de apertura rápida tipo comercial, abierta.
Adicionalmente y dado el tipo de unión (bridas) que posee la válvula, ésta se puede
acoplar fácilmente en la tubería de drenaje de las unidades de filtración gruesa, antes del
punto de descarga, disminuyendo el riesgo por contacto entre el operador y el agua de lava-
do. Estas ventajas hacen que la válvula tipo wafer presente las mejores características técni-
cas y de operatividad.
2.2 Mallas de plástico #
Actualmente se promueve la colocación de mallas de plástico, con el objeto de separar
las diferentes capas de grava cuando son colocadas dentro del filtro grueso o del filtro
dinámico. Dos fines son buscados: primero, permitir al operador controlar la profundidad
de penetración de la planta durante el lavado superficial de los filtros y segundo, mantener la
estractificación de las gravas por tamaños cuando se extraen de la unidad.
184
ANEXO 5
DISEÑO DE MULTIPLES
1. CRITERIOS DE DISEÑO
Los múltiples consisten en un conducto principal, con laterales normalmente espaciados
a intervalos regulares, por medio de los cuales se pretende alcanzar una adecuada distribu-
ción de flujo y garantizar así, al menos desde el punto de vista hidráulico, el mejor compor-
tamiento de la estructura o reactor, al cual el múltiple esta asociado.
Los múltiples son estructuras hidráulicas muy importantes y de frecuente uso en plantas
de potabilización, plantas de tratamiento de aguas residuales, piscinas de enfriamiento,
bocatomas, reactores industriales, etc.
Pueden ser diseñados dos tipos de múltiples: unos que distribuyen el flujo (múltiples
difusores) y otros que lo recolectan (múltiples recolectores). Algunos múltiples cumplen esa
doble tunción como es el caso de los sistemas de drenaje en los filtros rápidos en plantas de
potabilización o en las unidades de filtración gruesa de flujo vertical.
Debido a la carencia de un método adecuado de cálculo, se ha descuidado el diseño de
estas estructuras, por lo cual es frecuente observar que su pobre comportamiento es causa
importante de bajas eficiencias en distintas unidades de tratamiento. En la revista "Proceedings
of the American Society of Civil Engineers" Hudson et al. (1979) presentaron un estudio
muy interesante de los ingenieros H. Uhler y R. Bailey, quienes con base en la evidencia
experimental de otros investigadores (Mcnown, Hartigan, Lansford, Miller, Thoma y Vennard),
obtienen ecuaciones que permiten calcular los coeficientes de pérdida de carga en los latera-
les, tanto de múltiples difusores como recolectores y dan un procedimiento de cálculo para
múltiples difusores, cuando sólo se tienen en cuenta las pérdidas por entrada o salida de los
laterales, despreciando la fricción.
En un filtro grueso de flujo vertical ascendente, la utilización de los múltiples se hace en
los dos sentidos: difusor durante el proceso de filtración y recolector durante el proceso de
lavado. Durante el proceso de filtración, los caudales son pequeños y por este motivo el
proceso no es el más desfavorable, con mayor razón si se tiene en cuenta el efecto distribui-
dor de las gravas como material filtrante. Durante el lavado, la condición del múltiple cam-
bia y es más desfavorable debido a las altas velocidades implicadas; en este caso el múltiple
se convierte en recolector ya que el lavado se hace en forma descendente.
La distribución uniforme de caudales es esencial para el buen funcionamiento del múlti-
ple. Una distribución aceptable de caudales entre el orificio más cercano a la salida del múl-
tiple y el má.s alejado de ella es de un 20%.
A continuación se presentan algunas recomendaciones dadas por Fair et al. (1981), sobre
criterios de diseño de múltiples usados para la recolección de agua filtrada, y que también
sirven para la distribución del agua de lavado, en filtros rápidos, resumidas en la tabla A5-1.
• Relación del área del orificio y el área del lecho lavado: entre ( 1.5 y 5.0) x 103 a 1.0.
• Relación del área del tubo lateral a la suma de las áreas de los orificios: (2.0 a 4.0) a
Relación entre el área de la tubería principal a la suma de las áreas de las tuberías
laterales: entre (1.5 a 3.0) a 1.
Diámetro de los orificios: entre 1/4" y 3/4" (de 6.35 mm a 19.05 mm).
Espaciamiento entre los orificios: de 3 a 12". (de 7.6 a 30.5 cm).
Espaciamiento entre laterales: aproximadamente igual al de los orificios.
Para los resultados experimentales usados por Hudson et al. (1979), se hacen las siguien-
tes aclaraciones:
186
Anexo 5
Desear g a Punto 2
/
Lateral
v%
í qi
A
'
V,
Punto l/ *
m
., a
Punto de Ramificaeiân
Gradiente de Energia Principal / ^ " »!
"Sí~ Gradiente de Energía l'rincipal
_ y
Gradiente de Presión Principal
Ïi A k
K >ta.2 ^
Gradiente de Pression Lateral
«(Vi) 2
h'f, = (2)
2g
187
« - *^4 + (3)
CX= —|
VL Laterales
2"g Largos
'TatcralcsTn -Lanwford
Cortos o=Hartigan
L < 3d | 4 = Thoma
Laterales! ,=McNown
Largos A =Vennard-Dent.oni
|
Los valores de F y q. son diferentes según se trate de laterales cortos o largos. Un lateral
corto se define como aquél cuya longitud es menor que tres veces su diámetro. Los valores de
F y q. aparecen en la tabla A5-2.
Tabla A5-2. Valores de F y q para laterales cortos y largos. Tomado de Hudson, (1981).
Lateral F
188
Anexo 5
Los coeficientes para el lateral largo son menores que para el corto, probablemente por-
que el primero permite una recuperación parcial de la carga de velocidad, al expandirse el
chorro después de su contracción.
Teniendo en cuenta las pérdidas por salida y haciendo R = a/A o para laterales cortos, se
tiene según Hudson et al., (1979):
En los párrafos siguientes se analiza el efecto del coeficiente R y la presión a lo largo del
conducto principal: Castilla y Galvis (1985).
- Coeficiente íi
La situación ideal para un orificio que descarga a un lateral, es que aguas arriba de la
derivación el fluido esté perfectamente quieto.
En un múltiple difusor, el último lateral se acerca a esta condición. Al inicio del múltiple
el conducto principal lleva todo el caudal y por lo tanto, la velocidad a lo largo del conducto
es máxima en esta zona si su sección es constante. Al final, habiéndose derivado la casi
totalidad del caudal, la velocidad es mínima. Mientras menor sea la velocidad en el conducto
principal, menor será la fuerza necesaria para producir el cambio de velocidad hacia el late-
ral, por lo cual, se facilita la entrada del agua en este último conducto. Por esta razón, el
coeficiente lí va disminuyendo hacia aguas abajo y los laterales finales, tienden a derivar más
caudal. Se comprende pues, la importancia de este coeficiente en la distribución del flujo a lo
largo del múltiple.
- Presión a lo largo del conducto principal
Si las pérdidas por fricción y cambios de velocidad fueran menores que la carga de recu-
peración a lo largo del conducto principal, la presión aumentaría hacia aguas abajo en este
conducto. En estas condiciones, la descarga en los laterales finales sería mayor que en los
iniciales por este concepto. Generalmente las pérdidas por fricción son mayores que la carga
de recuperación y por este solo aspecto, las descargas tienden a disminuir hacia el final de
múltiple. Las pérdidas de carga a lo largo del conducto principal tienen un efecto compensador
en relación con el efecto del coeficiente 6, en un múltiple difusor.
En resumen, la descarga en los laterales es el resultado del efecto combinado de las car-
gas de recuperación, del coeficiente 1Î y de las pérdidas por fricción y cambios de velocidad
a lo largo del conducto principal. La importancia de cada uno de estos factores depende de
las condiciones de cada caso particular.
Ocurre con frecuencia que las pérdidas en el conducto principal se pueden despreciar,
sobre todo en un nuevo diseño. En estos casos es posible determinar aproximada pero direc-
tamente, la relación de áreas entre el lateral y el principal para producir una distribución de
caudal uniforme, dentro de una variación dada. Para el caso de un 20% y para múltiples
difusores, se calcula en la forma siguiente:
189
Para el último lateral se puede admitir que fi= 1.70 por ser la relación V/v = 0 (Laterales
cortos).
La pérdida de carga en el último lateral n es por lo tanto:
2g 2g
En las condiciones que se están analizando, las pérdidas de carga son iguales en todos los
laterales y por lo tanto:
Admitiendo que:
1¡ + In = SL (9)
2 n ' . •• • •
Donde n es el número de laterales. Teniendo en cuenta que se está obligando a que qn sea
igual a 1.2 qJt se tiene:
= w * (10)
« - • • . , • •
de donde: R =
190
Anexo 5
G r a d i e n t e dr. e n e r g í a en el
l a t e r a l , denpuns de IÏÏ e n t r a d a
(¿radie; nU: de prosiunes en cl iïi Pérdida por salida del lateral
l a t e r a l , des? pu és de la e n t r a d a al descargar en el múltiple
C r a d i e n t. o de e n e r g í a c o n d u c t o ^
prim.1 i ¡jal, ¡mies del lateral
Gradiente du energía conduelo
fi TH d i e n t.t; de ¡> r c. s i u n e H principal, defipileH del lateral
c o n d u c t o p r i n c i p a l , an t e s
del l a t e r a l
i ' " — Gradiente de presiones
ví conducto principal, después
2
del lateral
Alfa (a) sigue siendo la relación entre la pérdida de carga h'f y la carga de velocidad en el
lateral:
h'f,
a = 1 - [0.7i^f (13)
2g
7.5 - O (14)
191
i i
•S^ o Di / D = 0.S5
DL /D = 0.5
0 8
ü
Yo = 1.0
0 .6
hi
~~Ví. 0A \
2,
n N
0 .2 -
\
0 .0
-0 I
\ 0.5
/ Vi
V Vi
Para el lateral más alejado de la salida, o sea, al inicio del flujo, el coeficiente Beta (6) es
igual a: 151= 1.5
íllL
(15)
Hn =
(16)
•P
2g
Obligando a q, = 1.2 qn y combinando las ecuaciones (15) y (16) se obtiene (H,= Hn)
cuando se desprecia la fricción:
192
Anexo 5
Se admite que:
q, + in Q = '-2 q« +
g. =
2 2
-
n
qn = 0.909 ± y (19)
n
q\ = \lqn (20)
(23')
C7.J - 7.ÍW2/ ( " " "
(0.7 f n
Como se puede observar en las ecuaciones ( 12) y (24), el múltiple recolector requiere un
diseño más cuidadoso que el difusor. Durante la filtración los caudales son más bien peque-
ños y por este motivo este proceso no es el más desfavorable, con mayor razón si se tiene en
cuenta el efecto distribuidor de la grava como material filtrante. En cambio el lavado del
filtro si resulta ser una condición muy desfavorable por las altas velocidades implicadas y
además, los múltiples son recolectores ya que el lavado se hace con flujo descendente. La
velocidad del lavado recomendable es de 20 m/h (5.46 mm/s) mientras la velocidad de filtra-
ción es solamente 0.7 m/h (0.194 mm/s).
Teniendo en cuenta la experiencia adquirida en el diseño de este tipo de unidades y con-
siderando sólo la hidráulica de los múltiples, se admiten en los difusores, valores de R mayor
de 0.61 por el efecto compensador existente en este tipo de elementos. Si además se tiene en
cuenta el efecto compensador del medio filtrante, no conociéndose investigación alguna al
respecto, se sugiere usar los siguientes valores para el diseño:
193
a) Para múltiples difusores:
nR < 1.0 = K
™ = K ; ./• (25)
A ' '• ;
naQ K (26)
:
A Q :. ; ; : ,, . •. \
o sea : ;
^ = K
:
VL • ' '
De manera que, en forma aproximada, puede decirse que:
Ancho = 2.1m
Largo = 2.7 m
Velocidad de lavado: 20m/h
El caudal total de lavado será: (Q)
20*2 1*2 7
Q = V*A = =31.5I/s
3.6
194
Anexo 5
Area orificios n Ao
Ro =
Area de lecho AL
0.785 d02
Ao = 7.085 * IO5 m2
5-67
dL = (2n)l/2do
dL = (232 f2 0.95 = lAcm
dL = 2.9", se adoptan 3" '.'
R - 0.5/n
195
lo cual da
= -Jíñ
Con dos laterales descargando en cada sección del principal el diámetro del principal será
igual a:
dp = 42*2* 3"
dp = 2 * 3" = 6"
En las figuras A5-5 y A5-6 se ilustran esquemas del multiple diseñado. Cualquier solu-
ción razonable, con parámetros diferentes, que produzca una buena velocidad de lavado, es
aceptable.
0.70 m
3"
• nt=r-_
Colector :í2 Orificios
principal de 96.52 mi
0.70 m
Lateral 3"
32 Orificios
de 96.52 mi
0.70 m
DD
Válvula de /
a p e r t u r a rápida /
196
Tubería de drenaje PVC
3 Pulgadas
Orificios de 3 / 8 de p u l p a d ;
Figura A5-6. Ubicación de los orificios en el múltiple recolector del filtro grueso
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
HUDSON, H.E.; UMLER, R, AND BALLEY. (1979). Dividing flow manifold With square adgeg lateral. Journal. EED., Asee: 745.
HUDSON, H.E. JR.(1981). Water clarification Processes Practical Design and Evaluation.Van Nostrand Reinhold Company. New Yok,
USA.
FAIR, G,; GEYER, J. AND OKUN, D.(1981). Ingeniería Sanitaria y de Aguas Residuales. Editorial Limusa, S.A. Versión española.
México, D.F..
CASTILLA, A, y GALVIS, G., (1985). Diseño de Múltiples. Curso de Abasto de Agua para Poblaciones. Universidad del Valle. Facultad
de Ingeniería. Cali.