Un argumento es una forma de razonamiento que intenta demostrar la validez o invalidez de una tesis a través de una serie de conclusiones lógicas derivadas de premisas. Un argumento típicamente intenta convencer o persuadir y se compone de premisas, un desarrollo lógico y una conclusión. Existen diferentes tipos de argumentos como deductivos, inductivos, abductivos y causales.
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Un argumento es una forma de razonamiento que intenta demostrar la validez o invalidez de una tesis a través de una serie de conclusiones lógicas derivadas de premisas. Un argumento típicamente intenta convencer o persuadir y se compone de premisas, un desarrollo lógico y una conclusión. Existen diferentes tipos de argumentos como deductivos, inductivos, abductivos y causales.
Un argumento es una forma de razonamiento que intenta demostrar la validez o invalidez de una tesis a través de una serie de conclusiones lógicas derivadas de premisas. Un argumento típicamente intenta convencer o persuadir y se compone de premisas, un desarrollo lógico y una conclusión. Existen diferentes tipos de argumentos como deductivos, inductivos, abductivos y causales.
Un argumento es una forma de razonamiento que intenta demostrar la validez o invalidez de una tesis a través de una serie de conclusiones lógicas derivadas de premisas. Un argumento típicamente intenta convencer o persuadir y se compone de premisas, un desarrollo lógico y una conclusión. Existen diferentes tipos de argumentos como deductivos, inductivos, abductivos y causales.
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¿Qué es un argumento?
Un argumento es la expresión de un razonamiento, ya sea oral o escrita, como
parte del intento lógico por demostrar la validez o invalidez de una tesis o proposición, mediante su vínculo con una serie de conclusiones. Dicho en otros términos, un argumento es una forma de razonamiento que justifica una postura respecto a algo, a través de un conjunto de premisas y una conclusión lógicamente extraída de ellas. Argumentar, por ende, significa dar argumentos al otro, tal y como hacen los abogados durante un juicio para intentar convencer al jurado. Propósito El convencer como el de persuadir pueden buscar que el receptor adhiera a la idea que se le plantea o deje de adherir a una idea determinada, en este último caso se habla de disuasión. A través de diferentes estrategias disuasivas, se invita a no realizar tal o cual cosa, o a no adherir a tal o cual causa, puesto que hacerlo significaría un posible perjuicio para el receptor. Estructura de un argumento Todo argumento se compone de dos elementos básicos: Premisas. Los puntos de partida del razonamiento lógico, que brindan los elementos iniciales a partir de los cuales poder dar con algo. Pueden ser de distinto número. Por ejemplo: “Todos los hombres son mortales” y “Yo soy un hombre”. Desarrollo. Es el argumento y puede ser considerado como el corazón del texto, por eso, normalmente, cuenta con más de un párrafo. De una forma general, cada argumento en defensa del asunto debe corresponder a un párrafo Conclusiones. La tercera parte del razonamiento, que depende de la primera y que se obtiene a partir de algún tipo de procedimiento lógico, dando así fin al argumento. Por ejemplo: “Yo entonces soy mortal”. Dichos elementos se organizan de la siguiente manera: Afirmación. La premisa inicial del argumento, eso que deseamos probar o justificar. Razonamiento. El porqué de la afirmación, o sea, el sustento lógico o formal que la sostiene. Evidencia. La evidencia que suministramos para comprobar o demostrar el razonamiento. Tipos de argumento Dependiendo de su contenido y sus procedimientos, es posible identificar distintos tipos de argumentos, de modo que pueden ser muy numerosos, ya que no existe una forma única de argumentar. Algunos de ellos son: Argumentos deductivos. Aquellos que parten de premisas seguras o probables y extraen conclusiones seguramente válidas de ellas, yendo de lo general a lo particular. Se trata de un tipo de argumento común en las ciencias y la lógica formal, que sin embargo se encuentra limitado por la veracidad de sus premisas, que se toman como punto de partida. Por ejemplo: Si todos los humanos necesariamente mueren, y yo en particular soy humano, es seguro que moriré. Argumentos inductivos. Proceden al contrario de los deductivos, partiendo de lo específico para llegar a lo general. Así, el método inductivo posee algo de creatividad y es menos certero, pero es particularmente útil para las ciencias actuariales y la estadística. Por ejemplo: Si una persona gana la lotería, y yo también juego la lotería, es probable que también me la gane. Argumentos abductivos. En este caso, los argumentos no parten de premisas certeras, sino que asumen dos premisas aisladas y obtienen una conclusión probable, aunque inverificable. Por ejemplo: Si un amigo se pelea con su novia, y rato después lo veo besándose con otra chica, puedo asumir que rompió con su novia a raíz de la pelea. Argumentos causales. Son aquellos que parten de la vinculación de un evento con otro, de acuerdo a las leyes de causa y efecto. En ese sentido, establecen un vínculo que en apariencia luce necesario, pero que podría no serlo. Por ejemplo: Cada vez que viajo en bus, me mareo. Así que el bus es el causante de mi mareo. Argumentos por generalización. Son aquellos que proponen extender una propiedad a un grupo de elementos, solamente por haberla observado en unos pocos integrantes del conjunto. Por ejemplo: Yo soy irascible y soy géminis, y mi amiga Yenny es irascible y también géminis; por lo tanto todos los géminis somos irascibles.