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Gu A Formulaci N Objetivos

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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE TERAPIA OCUPACIONAL

DOCUMENTO DE TRABAJO PARA ESTUDIANTES

“GUIA PARA LA FORMULACIÓN DE OBJETIVOS”

ASIGNATURAS:
METODOLOGIA EDUCATIVA Y DE EVALUACIÓN
Docente: Vivian Villarroel

OCUPACIÓN Y TERAPIA OCUPACIONAL I


Docente: María Jesús Tapia

METODOLOGIA DE INVESTIGACIÓN II
Docente: Carla Frías

Santiago de Chile
JUNIO 2012
Te r a p ia o c u p a c i o n a l – Me t o d o l o g ía E d u c a t i va y d e E va lu a c i ó n

GUIA PARA LA FORMULACIÓN DE OBJETIVOS

¿Qué son los Objetivos?


Si se revisa el término desde su etimología, se debe señalar que viene del latín “objectus”, lo que
quiere decir: “lanzado hacia delante”, también se entiende como lo “que está por delante”, ambos
hacen alusión a lo que se desea hacer, en términos de futuro, implica señalar el punto al que se
desea llegar o aquello que se desea desarrollar o alcanzar.

¿De qué sirve los objetivos?

Los objetivos orientan las acciones a desarrollar, tanto si se trata de investigaciones, evaluaciones
así como también en el caso de la intervención. Por ello, es relevante distinguir sus diversos énfasis
dependiendo del ámbito desde donde se han formulado.

Si bien existe cierto grado de consenso respecto a que los objetivos son elementos necesarios para
guiar y orientar el trabajo profesional, se reconoce que dependiendo del enfoque epistemológico
desde donde se ubica el profesional para formularlos es factible visualizar variaciones en los
objetivos.

Todos están de acuerdo respecto a que los objetivos deben claros, precisos y medibles. Sin embargo,
el nivel de precisión varía dependiendo del ámbito para el cuál fue formulado.

Por ejemplo; el objetivo de tipo evaluativo estará habitualmente vinculado a indicadores de logro, lo
que no sucede con los objetivos de investigación, los cuales se articularan en base a al grado de
conocimiento y exploración del fenómeno que se desea investigar. Incluso dentro del área de
investigación se pueden identificar énfasis diferentes en los objetivos dependiendo si se trata de
¿estudios desde el enfoque positivista o se enmarcan en un enfoque fenomenológico? Algo similar
sucede al diseñar objetivos de intervención, los cuales estarán centrados en la acciones de los
usuarios, o mejor dicho, en las competencias y habilidades que el usuario debe desarrollar.

Es por esto que resulta útil realizar una revisión general de los diversos ámbitos de trabajo en los
cuales se formulan objetivos. A lo menos se distinguen tres grandes ámbitos de desarrollo
profesional, el ámbito de investigación, el ámbito de evaluación y la intervención que incluyen el
ciclo tecnológico completo (diagnóstico, planeación, ejecución y seguimiento-monitoreo).

Permanentemente se solicita el diseño o formulación de objetivos, sin considerar que dependiendo


del área en que se desenvuelve el profesional dicha formulación tendrá ciertas particularidades.

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ÁREA DE INVESTIGACIÓN

En el caso de los objetivos de investigación, estos se caracterizan por centrarse en la generación de


conocimiento, así como en su divulgación. Si bien existente diversos tipos de investigación que van
desde los enfoques más estructurados a aquellos menos estructurados, todos requieren de
objetivos, pero el énfasis estará habitualmente en la generación del conocimiento sobre la realidad,
fenómeno o situación estudiada. Incluso en la investigación acción que pretender transforma la
realidad y contempla objetivos de acción, el énfasis esta en la sistematización de los conocimientos
generados desde la práctica.

En el caso de estudios desde la perspectiva positivistas, se espera que los objetivos aborden de
manera clara y precisa el problema de investigación y se busca contribuir a la generación del
conocimiento retroalimentando los constructos teóricos. Si bien, los estudios desde la perspectiva
fenomenológica también aportan al conocimiento, su mirada cambia pues no se aspira a realizar
generalizaciones ni predicciones de los fenómenos sociales, sino que lo se pretende

¿Cómo se formulan los Objetivo General y Objetivos específicos?

En primer lugar, es necesario establecer el tema y problema de estudio, una vez logrado esto los/as
investigadores/as optan por un paradigma desde el cuál desarrollaran es estudio, es decir, se
identifica qué se pretende investigar, es decir, ¿cuáles son sus objetivos?

Hay investigaciones que buscan, ante todo, contribuir a resolver un problema en especial –en tal
caso debe mencionarse ¿cuál es y de qué manera se piensa que el estudio ayudará a resolverlo?-,
hay otras que tienen como objetivo principal probar una teoría o aportar evidencia empírica a favor
de ella. En cambio otras lo que intentan es comprender los fenómenos desde el sentido y significado
que los usuarios le atribuyen, siendo una amplia gama de estudios los que se posicionan desde aquí
y con diferencia epistemológicas y metodológicas entre ellos, respecto de la aproximaciones a las
subjetividades.

No obstante, todos concuerdan en términos generales que los objetivos deben expresarse con
claridad para evitar posibles desviaciones en el proceso de investigación y deben ser susceptibles de
alcanzar; son las guías del estudio y hay que tenerlos presente durante todo su desarrollo.

Evidentemente, los objetivos que se especifiquen requieren ser congruentes entre sí. (Hernández,
2006). Por ello los expertos recomiendan las siguientes consideraciones respecto a los objetivos:

• Debe tener en lo posible un objetivo general


• Puede tener un mínimo de dos objetivos específicos.
• Deben ser enumerados en orden de importancia, orden lógico, orden temporal, etc.
• Deben ser consistentes con el problema delimitado.
• Los objetivos son inherentes a la definición y delimitación del problema; es decir, se
desprenden al precisar el estudio.
• Los objetivos de investigación se construyen tomando como base la operatividad y el alcance de
la investigación.
• Por lo tanto debe estar iniciado por verbos fuertes, además debe señalar el fenómeno o las
partes que serán investigadas, identificando el qué, quién, cuando y cómo.
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Se debe aclarar que todo estudio es justificando señalando para qué se realiza esta acción
investigativa. Sin embargo, ello no debe ser confundido con los objetivos del estudio, ya que la
justificación e identificación de las implicancias del estudio forma parte de la justificación del tema
y de la delimitación del problema, pero no es parte de formulación de los objetivos.

Algunos criterios a considerar entre los requisitos para plantear los objetivos de investigación, se
pueden señalar los siguientes:

a) Ser realistas.
b) Ser medibles.
c) Ser congruentes.
d) Ser importantes.
e) Redactarse evitando palabras subjetivas.
f) Precisar los factores existentes que lleva a investigar.
g) Enfatizar la importancia de mejorar la organización.

Para construir los objetivos deben considerarse las siguientes interrogantes (los que sean necesarios
y en el orden más conveniente):

a) quién,
b) qué,
c) cómo,
d) cuándo
e) y dónde.

A continuación se muestra un cuadro que puede ayudar a construir Problemas y Objetivos de


investigación, señalando la secuencia para escribir objetivos:

Verbo Fenómeno Sub-fenómeno Para…


(usted lo pone) (finalidad del Objetivo)
Describir Estructura Entre… Mejorar
Diagnosticar Funciones De… Renovar
Explicar Roles Del… Confeccionar
Analizar Historia En… Sugerir
Establecer Probabilidades Cuando… Proponer
Averiguar Relaciones Como… Innovar
Identificar Avances Resolver
Recopilar Retrocesos Satisfacer
Revelar Resistencias Controlar
Indagar Facilidades Iniciar
Pesquisar Etc. Etc.
Registrar
Buscar

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ÁREA DE INTERVENCIÓN

En el quehacer de los seres racionales, una de las preguntas básicas, es la pregunta: ¿Para qué?
Hacer tal o cual cosa, ¿Qué hago? y ¿cómo lo hago?

Al responder a esas preguntas formulamos algún tipo o nivel de propósito: una finalidad, un
objetivo general o fin, un objetivo específico, una meta, una actividad; o, finalmente una tarea o
acción.

Todo propósito es algo que pretendemos: perseguir, alcanzar, lograr, cumplir, desarrollar o
ejecutar.

Por ello deben aclarar que al definir un Objetivo General en el área de intervención, estamos
haciendo referencia a aquellos que se desea alcanzar con el usuario. Se trata de un enunciado
proposicional cualitativo, integral y Terminal, desentrañado de su finalidad integradora, que no
puede exceder lo entrañado en ella; y que, a su vez, entraña objetivos específicos.

Desde esta perspectiva se considerar la terminología utilizadas a nivel disciplinario que contempla
formular objetivos acorde a

A los planes, como máximo nivel de propósito, le corresponde un objetivo general. El objetivo
general tiene como atributos, el ser:

a) Cualitativo.- También en él, lo esencial es la calidad. Pero, ya no es un valor, ni es permanente.


b) Integral.- Ya que, cuando menos, integra a dos objetivos específicos.
c) Terminal. Al cumplirse su plazo, se acaba. No es permanente.

Desde esta mirada, se entiende que los objetivos Específicos son enunciados proposicionales
desagregados, desentrañados de un objetivo general, que sin excederlo, lo especifican.

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Los objetivos específicos tienen como atributos, ser:

a) Cualitativos.- Constituyen el último o menor nivel de propósito en lo esencial es la calidad. Los


objetivos específicos son cualitativos, el hecho de que, para precisarlos aún más, corresponda
identificarlos, no lo hace cuantitativos. Al cuantificar los objetivos específicos o parte de ellos,
los convertimos en metas; dejando de ser objetivos específicos.

b) Conductuales.- Se centran en enunciar, lo que les corresponde hacer conductualmente, a los


que asumen el propósito como responsabilidad.

c) Específicos.-Sin exceder lo entrañado en el objetivo general de que forman parte; precisan,


detallan más finamente o completamente, partes del objetivo general.

Teniendo presente lo anterior es posible ver que en el caso de la intervención los objetivos siempre
están centrado en aquello que se desea que el usuario realice o alcance, no esta centrado en el TO o
en el profesional, a no ser que el proyecto o intervención en dicho caso se allá planteado mejorar las
prácticas profesionales en cuyo caso el eje lo constituye la acción profesional.

De lo anterior se desprende que ciertos verbos pueden expresar de manera más adecuada dicha
acción en el caso del área de intervención y otros verbos son menos adecuados, aunque quizás si
sean útiles para investigación o evaluación.

Evite emplear palabras que puedan inducir a confusión, o que sean demasiado vagas. Por ejemplo:

• entender
• comprender
• creer
• interiorizar
• tener fe en
• apreciar plenamente

Utilice verbos de acción específicos que describan lo que la persona tiene que llevar a cabo.

Por ejemplo:

• escribir
• identificar
• solucionar
• construir
• comparar
• contrastar

Estos verbos describen acciones que usted puede ver, mientras que los términos pasivos describen
condiciones abstractas internas que tienen que inferirse de una conducta. Para averiguar si alguien
entiende algo, hay que observar a esa persona, hacerle preguntas o someterle a una prueba.

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Se expresa una acción a llevar a cabo, que indican acciones, a continuación se indica el fenómeno en
el que -o con quién- se llevará a cabo dicha acción.

El objetivo debe redactarse de una forma que sea observable o mensurable.

Los objetivos indican qué es lo que la persona, grupo o comunidad será capaz de hacer, describen
las principales condiciones por las que se debe regir el desempeño y establecen los criterios de un
desempeño aceptable.

Para formular adecuadamente los objetivos se sugiere lo siguiente:

1. Formule los objetivos en términos mensurables.

2. Cada enunciado debe formularse de modo que describa las conductas que va a enseñar o
trabajar con la persona, grupo o comunidad.

3. Añada sólo los detalles necesarios en los objetivos, ya que definir y formular objetivos muy
detallados supone una gran cantidad de tiempo y de gastos. Utilice este tipo de objetivos
cuando la situación lo requiera, y cuando esté seguro de que su utilización contribuirá a
obtener el máximo de beneficios.

4. Utilice hojas de análisis de tareas como guía para la preparación de objetivos. Escriba el
nombre de una tarea en la parte superior de la hoja y, a continuación, redacte una
descripción detallada de los logros relacionados con la tarea que se espera que los
participantes alcancen al final de la formación.

5. Represente los objetivos mediante una tabla. Divida la tabla en seis columnas. Comenzando
por la izquierda, titule de este modo las columnas: Objetivo, Conducta, Condición I,
Condición II, Criterio I, Criterio II. Si no necesita la segunda columna de las condiciones o
los criterios, déjela en blanco.

6. No incluya descripciones de carácter formativo. Un enunciado del tipo: «Dos sesiones de


formación en aula y de ejercicios prácticos en el puesto de trabajo» describe el proceso
formativo, sin embargo, todos los componentes de los objetivos tendrían que describir
resultados.

7. Utilice un número suficiente de condiciones apropiadas. Por ejemplo, el enunciado «Ser


capaz de administrar primeros auxilios con precisión y minuciosidad en el primer minuto y
medio después de la crisis» indica la conducta y su criterio, pero no especifica quién es el
receptor del tratamiento. En este caso, administrar primeros auxilios a bebés, adultos,
niños, a pacientes quemados, conmocionados o accidentados que sufran una hemorragia
implicaría notables diferencias en la clase de tratamiento.

8. No dé por supuesto que todos comprenderán las condiciones o los criterios implícitos. Los
sobre-entendidos pueden ser interpretados de modo diferente por lectores diferentes. Si una
parte de un objetivo es vaga, aclárela para reducir al mínimo el riesgo de equívoco. Por
ejemplo, considere el enunciado «Estar capacitado para explicar seis normas de seguridad e
higiene». Añadiendo una frase de criterio como «de conformidad con los códigos legislativos
estatales, comunitarios y locales» el objetivo adquiere mayor claridad y eficacia.

9. Analice los primeros borradores de los objetivos centrándose en la formulación de la


conducta, antes que en las condiciones y en los criterios. Si falta el componente de la
conducta, no podremos considerarlo un objetivo. El enunciado «El participante aprenderá la
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diferencia existente entre objetivos cognitivos, psicomotores y actitudinales» no describe la


conducta porque «aprender» no es una acción. «Ser capaz de diferenciar...» constituiría una
descripción más adecuada.

10. Al analizar el borrador, asegúrese de que los objetivos generales y los objetivos específicos
están relacionados entre sí. Primero pregúntese por qué un empleado debería saber hacer X.
Plantee su respuesta en forma de objetivo. Continúe preguntando y respondiendo hasta que
averigüe la razón o el objetivo principal de la formación. Por ejemplo: «Los TO tienen que
ser capaces de detectar las faltas de ortografía». ¿Por qué? Para que puedan ser buenos
correctores. ¿Por qué tienen que corregir bien? Para que puedan elaborar planificaciones de
calidad. ¿Por qué tendrían que elaborar esas planificaciones? Porque la creación de
planificaciones forma parte de la descripción de su trabajo.

11. Después de comprobar cuál es el objetivo del proyecto, taller, curso o sesión, examine los
objetivos específicos (u objetivos subordinados) para verificar que existe una conexión
lógica entre ellos. Utilizando el mismo ejemplo, pregúntese qué es lo que necesita saber o
hacer una persona para lograr el objetivo general.

12. En las situaciones en que la evaluación sea especialmente importante, los diseñadores
formativos pueden formular objetivos poniendo un énfasis especial en la evaluación. Al
prepararse para formular estos objetivos, puede empezar por preguntarse a sí mismo:
« ¿Cómo comprobaré si este objetivo se ha cumplido o no?».

ÁREA EVALUATIVA

No se puede negar la relevancia de la evaluación del quehacer profesional y de las actividades


desarrolladas cotidianamente

En el área de evaluación, se entiende que el objetivo es “Es un parámetro de evaluación”. En el


campo práctico, se puede decir, que un objetivo es “el resultado que se espera lograr al finalizar un
determinado proceso”.

Actualmente se pueden realizar diversos tipos de evaluaciones dependiendo el tipo de iniciativa a


evaluar. Desde la perspectiva de la administración pública y las ciencias políticas, se debe distinguir
entre evaluación de Políticas, evaluación de planes, evaluación de programas y evaluación de
proyectos (esto incluye la evaluación de actividades).

Además se puede clasificar las evaluaciones considerando varios criterios: según el rol del
evaluador (externo o interna), según la metodología aplicada (marco lógico, por objetivos, etc.),
según el énfasis de la perspectiva (económica o social), según los componentes (proceso, producto,
resultado o impacto). También se pueden realizar evaluaciones participativas o evaluaciones de
panel de expertos, entre otras.

Cada una de estas evaluaciones posee particularidades, lo que implica que la formulación de dicho
objetivos variará según el énfasis que cada tipo de evaluación establece.

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En esta línea se considera relevante utilizar la redacción de objetivos que sea más acorde al tipo de
evaluación que se desea realizar, por ejemplo si se ejecutará una evaluación de una proyectos o
programa de promoción de salud en base al marco lógico, se debe utilizar la metodología
recomendada por el Banco Mundial pero realizando una adaptación simple a dicha propuesta
original la puede ser consultada directamente en la sección de evaluación de programas
gubernamentales, de la dirección de presupuesto1
del Ministerio de Hacienda (Ver www.dipres.cl).

En el marco lógico se busca encontrar la


coherencia vertical de las acciones partiendo del
fin plantea, lo que permite establecer un
propósito del plan o programa el cual se refleja en
diversos objetivos, estos últimos son los que se
utilizan para guiar el seguimiento de las
actividades que se desprenden de los objetivos
específicos, tal como muestra el diagrama:

Básicamente dicha metodología establece métodos de análisis para determinar la coherencia


interna entre la propuesta inicial contenida en el proyecto y los resultados obtenidos al término de
las actividades planificadas y ejecutadas. Dicha metodología no mide impacto ni procesos, se
concentra en los productos y resultados obtenidos.

Desde el enfoque centrado en el aprendizaje, se debe considerar los objetivos diseñados en


diferentes niveles de complejidad aquí es útil tomar de referencia por ejemplo la Taxonomía de
Bloom que propone distinguir tres dominios en la formas en que las personas aprenden:

• Cognoscitivo.

• Psicomotor

• Afectivo.

De aquí se desprende que la evaluación debe considerar objetivos en cada uno de estos niveles o al
menos identificar en que dominio se han centrado de las actividades ejecutadas y por ende eso
permite establecer lo que se evaluará.

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La dirección de Presupuesto (Dipres) proporciona guías y manuales gratuitos para indicar como aplicar una
evaluación a planes, programas y proyectos públicos en base a la metodología de marco lógico.
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Resulta interesante revisar en términos generales los diversos niveles que propuso original J. Bloom
(1956) la cual posteriormente ha sido actualizada y adapta a los enfoques modernos, lo que se
refleja en el diagrama siguiente.

Fuente: Bloom, 1956

Este diagrama aporta no sólo un claro ordenamiento y organización de los verbos según su nivel de
complejidad que va desde un pensamiento de orden inferior a otro de orden superior, lo que ayuda
a redactar objetivos por un lado y por el otro a identificar con precisión lo que se pretende alcanzar
con las personas, grupos y comunidades con los que se trabaja.

A continuación se puede señalar en el caso del nivel de evaluación se debe tener presente:

• Juzgar el valor de algo para determinado propósito empleando criterios definidos.


• Juicios en función de criterios internos y externos.
• Juicios en función de criterios Subjetivos u objetivos.

Ejemplos:

Una vez presentados los informes orales, los estudiantes determinarán cuál de éstos es el mejor en
términos de su organización, uso del tiempo, medios visuales, material distribuido y reacción de la
audiencia en la clase.

Verbos más comunes:

juzgar evaluar apreciar revisar

corregir seleccionar justificar valorizar

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BIBLIOGRAFIA

1. Muñoz, Irene (2002) “Objetivos Educativos”, Material del curso de Metodología educativa y
de evaluación. Escuela de Terapia Ocupacional.
2. Villarroel, Vivian (2011) “Objetivos Educativos”, Material del curso de Metodología
educativa y de evaluación. Escuela de Terapia Ocupacional.

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