Tesis 2
Tesis 2
Tesis 2
LU: 386786790
DNI: 29.105.064
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ÍNDICE
➢ Introducción …………………………………………................................... 2
➢ Pregunta de investigación ………………………………………………….. 3
➢ Objetivos ……………………………………………………………………… 3
➢ Metodología ………………………………………………………………...... 3
➢ Marco teórico ………………………………………………………………… 4
➢ Estado del arte …………………………………………………….…….…. 10
➢ Desarrollo …………………………………………………………………… 14
El autismo no es una psicosis …………………...……….. 14
La operación de la alienación ………………………...…... 15
La operación de la separación …………………...….…… 16
El grafo del deseo ………………………….……….….….. 17
El lenguaje desde la obra de Lacan …………….……..… 17
El autismo y los trastornos en el lenguaje …………….… 18
La forclusión del agujero en el autismo y el lenguaje …... 22
Recorte clínico: Caso Owen …………...……………..…… 23
Discusión del material clínico ………………………..……. 23
➢ Conclusión ………………………………………………………………...... 25
➢ Referencias bibliográficas …………………………………………..…..… 26
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● INTRODUCCIÓN
Mi interés por el tema surgió tras haber cursado la materia optativa del Ciclo de
Formación Profesional llamada “Clínica del autismo y la psicosis en la infancia”,
la cual me brindó mi primera aproximación teórica sobre el Autismo.
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● PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
● OBJETIVOS
Objetivo general
Objetivos específicos
Definir la noción de autismo desde la perspectiva psicoanalítica
lacaniana.
Describir el proceso normal de adquisición del lenguaje en los niños.
Examinar cuales son los trastornos del lenguaje más comunes en el
autismo.
METODOLOGÍA
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MARCO TEÓRICO
Con el fin de fundar las bases para poder describir los trastornos del lenguaje
que presentan los niños con trastorno del espectro autista (TEA), considero
necesario poner en común varios conceptos y terminologías que usaré a lo
largo de mi tesis. En primer lugar, describiré el trastorno del espectro autista.
El vocablo autista fue usado por primera vez dentro de la literatura médica por
el psiquiatra suizo Paul Eugen Bleuler en 1911. En su obra "Dementia praecox
or the group of schizophrenias" define al autismo como uno de los síntomas
patognomónicos de la esquizofrenia, el repliegue en su propio mundo que
implicaba un alejamiento de la realidad externa y evitación de las relaciones
sociales.
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Dentro del Psicoanálisis, autores como Margaret Mahler, Bruno Bettelheim,
Donald Meltzer y Frances Tustin realizaron aportes muy importantes para la
comprensión del autismo. A continuación, los mencionaré brevemente.
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un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. En "La
fortaleza vacía" (1967) define al autismo como un estado mental que se
desarrolla como reacción al sentimiento de vivir en una situación extrema que
los llevó a retirarse del mundo. Bettelheim señala que la tarea del terapeuta es
crearle un niño un mundo diferente del que abandonó para que pueda incluirse
en él y que deje de percibirlo como destructor.
Frances Tustin en "Autismo y psicosis infantiles" (1972) afirma que los niños
autistas se acorazan con una armadura que les permite protegerse del
intolerable mundo de los estímulos. Considera que el autismo es el resultado
de una deficiencia en el ambiente debido a la falta total o parcial de cuidados
elementales. Aunque esta dificultad en la crianza puede deberse también a
impedimentos del niño tales como un estado de ceguera, sordera, incapacidad
mental, disfunción cerebral, entre otras. En cuanto a la relación con su madre,
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Tustin plantea que el autista ha experimentado de forma traumática la
separación corporal. Toma de Winnicott la idea de la pérdida del pecho
materno y a partir de allí plantea que se puede producir en el niño la sensación
de que le falta algo de su propio cuerpo. Esto produciría un vacío, que la autora
llama “el agujero negro de la psiquis”. Según Tustin, el trauma de esa
separación puede fomentar, en el caso de los niños autistas, el aislamiento los
hace carecer de vínculos.
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a otro trastorno del neurodesarrollo mental o del comportamiento. La
prevalencia del TEA, según el DSM-5, se estima que gira alrededor del 1% de
la población afectando tanto a niños como adultos.
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mensaje y un receptor que lo comprende. El intercambio de información puede
hacerse a través de diversos canales: puede ser a través del tacto, a través de
la mirada, a través de los gestos de la cara o movimientos del cuerpo, a través
de la voz, etc.
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ESTADO DEL ARTE
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palabras dentro de las oraciones y la pragmática remite a las normas del uso
del lenguaje. Consideran que hay un acuerdo en que los niños con TEA tienen
un retraso en la adquisición de la fonología aunque siguen el mismo patrón que
los niños típicamente desarrollados. Desde los aportes de Tager - Flushberg
dirán que en el autismo las deficiencias fonológicas y sintácticas son
relativamente independientes de las deficiencias semánticas y las pragmáticas.
Dentro de la categoría de déficit semántico se incluyen la ecolalia, que no
ocurre en todos los casos del TEA. También destacan que es frecuente el uso
de palabras idiosincráticas que son aquellas palabras que tienen un significado
inusual. Refieren que la falta de capacidad simbólica imaginación suele estar
dentro de los déficits semánticos. También se hace mención a estudios en los
cuales se encontró que era frecuente el uso de oraciones con estructuras más
reducidas, que el habla espontánea tenía un nivel inferior en cuanto a la
complejidad y que presentaban dificultades para entender las creencias e
intenciones de los otros. Al mismo tiempo, afirman que la diversidad lingüística
presente en el autismo se ha abordado de una manera modular porque se
consideran como componentes independientes la articulación y el sonido, la
estructura y el significado de las palabras en un determinado contexto. Surgen
como preguntas si el lenguaje es un aspecto inherente del desorden y también
si el lenguaje puede proporcionar alguna clave para la comprensión de la
cognición asociada al TEA. Como conclusión hacen mención a la necesidad de
un análisis más detallado del perfil lingüístico de las personas con TEA para
poder diseñar terapias más efectivas para su tratamiento.
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de un año, se evaluaron los aspectos formales del lenguaje a través de la
prueba de lenguaje oral de navarra revisada. Trabajaron con 30 niños a los que
se les había diagnosticado TEA. Los niños iniciaron un programa de
intervención temprana en un centro de psicología infantil, fueron cuatro
sesiones semanales de 45 minutos de duración durante un año, ninguno de
esos niños presentaba desarrollo del lenguaje oral en el momento de la
evaluación. Además los padres asistían a sesiones semanales de dos horas a
lo largo de 6 semanas para que pudieran comprender el funcionamiento
psicológico de sus hijos al mismo tiempo que aprendían el uso de los SAAC
usados, el PECS y el PCT. Un año después, se evaluó la forma el contenido y
el uso del lenguaje oral a través de la prueba de lenguaje oral de Navarra
revisada (PLON - R). El resultado mostró que todos los niños habían
desarrollado el lenguaje oral en alguna medida en un periodo de un año,
aproximadamente la mitad de la muestra había experimentado una mejoría
significativa en la categoría "forma" (evalúa fonología, morfología y sintaxis). En
la categoría "contenido" (evalúa el léxico de conceptos espaciales, corporales,
colores y vocabulario básico) 22 niños habían mostrado mejoría y 14 de ellos
habían alcanzado una puntuación media o por encima de ella. Por último, con
respecto a la categoría "uso" (evalúa funciones comunicativas de
denominación, narración, conversación, autorregulación, petición de
información y atención) 24 niños habían experimentado una mejoría
acercándose a la puntuación media. Sólo 1 de cada 4 niños obtuvo
puntuaciones muy inferiores a la media. Como conclusión, plantearon que la
atención temprana y el uso de SAAC con apoyos visuales favorecen el
desarrollo del lenguaje oral en niños con trastorno del espectro autista en los
primeros años de vida.
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Los criterios de inclusión para el grupo con TEA fueron, haber recibido el
diagnóstico de TEA basado en los criterios del Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales IV TR y en la administración a los padres de la
entrevista para el diagnóstico del autismo, no presentar ningún trastorno
comórbido y no tener lenguaje verbal o que éste fuera no funcional. Los
participantes en el grupo con desarrollo típico no debían presentar ningún
trastorno previo no tampoco tener historia familiar previa de TEA. Los
resultados que obtuvieron es que comprobaron que el nivel de vocabulario
receptivo en los niños con TEA está por debajo del que corresponde a su edad
y que difiere significativamente de aquellos niños con desarrollo típico. Es decir,
que si bien los grupos estaban igualados en vocabulario receptivo, la
comprensión de lenguaje estaba muy deteriorada en los niños no verbales con
TEA. Por otra parte, destacan que los padres de niños con TEA informaban
graves problemas de comunicación en sus hijos y falta de apoyo social.
Además, encontraron que el estrés emocional de los padres de los niños con
TEA parecía estar ligado a los problemas de comunicación de los niños lo que
en consecuencia afectaba la calidad de vida familiar. Como conclusión,
afirman que existe una relación entre las habilidades de lenguaje receptivo en
los niños con TEA y las percepciones sobre la calidad de vida en sus familias.
Dado que en este estudio no se pudo evaluar el lenguaje expresivo en los
niños con TEA, los resultados no se pueden generalizar a los niños verbales
con TEA.
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DESARROLLO
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Este rechazo impide que el goce se embarque en la palabra, y en su lugar
retorna sobre un borde que funciona como una formación protectora frente a un
Otro amenazante. Este borde dispone de tres componentes esenciales: la
imagen del doble, los islotes de competencia y el objeto autista.
Siguiendo la temática del presente trabajo, considero importante desarrollar a
continuación lo que implica el rechazo de la alienación significante tomando
como punto de partida el concepto de alienación para Jacques Lacan.
La operación de la alienación
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sujeto no le otorga ningún sentido ya que lo designa en su ser, en cambio el S2
le da sentido pero produce la afanisis.
A partir de la lingüística de Saussure, Lacan toma la noción de significante y le
otorga primacía sobre el significado. Menciona que un significante por sí solo
no significa nada, sino que puede tener muchos sentidos y que estos dependen
de su relación con otro significante. Además, que un significante es aquello que
representa a un sujeto para otro significante lo cual se produce en el campo del
Otro y hace surgir el sujeto de su significación. En la alienación se produce el
primer apareamiento significante, en el cual el sujeto aparece primero en el
Otro, en la medida en que el primer significante, el significante unario, surge en
el campo del Otro y representa al sujeto para otro significante, cuyo efecto es la
desaparición.
La alienación funda al sujeto que aparece como significante binario, por un lado
como sentido producido por el significante y por el otro aparece como
desaparición. La alienación significante permite la inclusión del ser viviente en
la cadena significante al identificarse con el S1 del Otro. Gracias a esta
operación se constituye en sujeto al inscribirse en el lenguaje.
La operación de la separación
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demande al Otro. Las alucinaciones o las voces que escuchan los psicóticos
serán algunas de sus consecuencias.
En la neurosis, en cambio, el objeto a se pierde y se lo demanda al Otro. El
fantasma por un lado sostiene la falta del objeto a y al mismo tiempo lleva
adelante la búsqueda en el campo del Otro.
El grafo de deseo
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según la cual un significante sustituye a otro tomando su lugar dentro de la
cadena significante. Es decir, que la metáfora es una estructura en la que se
trata de la sustitución de significante y significante lo que genera la
significación, mientras que en la metonimia se trata de la figura que señala la
conexión existente entre un significante y otro. La metonimia es el mecanismo
donde se encuentra el punto de suspensión de la cadena significante.
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desregulado que lo vive como un exceso, y que por eso cuando alguien le
habla pueden llegar a taparse los oídos para protegerse de la voz del Otro.
Para Maleval, los autistas están incluidos en el lenguaje a pesar de que
rechacen la alienación significante y se protegen de la aparición de la voz por
medio de dos formas. Si se trata de su propia voz por medio del mutismo o la
verborrea y si se trata de la voz del Otro evitan cualquier interlocución. En otras
palabras, se puede decir que no se trata de un déficit cognitivo sino que se
debe a una relación particular con el significante.
Maleval (2008), señala que es importante instruir las expresiones autistas que
pasan por el S2, por los signos y aquellas que pasan por el S1 de lalengua. Un
ejemplo del S2 es la ecolalia y del uso de los S1 como significantes amos son
aquellas frases que dicen en momentos de mucha angustia o neologismos que
no tienen función significante.
García (2002) refiere que los trastornos de la comunicación en el autismo
suelen ser notorios a partir del tercer mes de vida del niño porque hay
anomalías en las conductas y en las habilidades pre lingüísticas. Destaca
además la importancia de tener en cuenta que estos trastornos de la
comunicación no se dan de la misma manera en cada persona con autismo
porque cada uno de ellos avanza en la adquisición del lenguaje de una manera
diferente.
Siguiendo a García (2002) se pueden enumerar ciertas características del
lenguaje de las personas con autismo. Ellas son:
● La ecolalia: consiste en la repetición de palabras y frases emitidas por
otros. Puede ser inmediata, diferida o matizada; entendiendo por
inmediata la repetición literal de lo que la persona acaba de escuchar, la
diferida se refiere a la repetición literal en un contexto diferente al que lo
ha escuchado y la ecolalia matizada refiere a una modificación del
mensaje original. La ecolalia es un fenómeno normal en las primeras
etapas del desarrollo del lenguaje, pero empieza a ser una característica
definitoria del autismo cuando se presenta después de los tres años.
● La Inversión pronominal: La persona con autismo suele referirse a sí
misma en segunda o tercera persona o utilizando su nombre. Tiene
dificultades para utilizar el pronombre “yo” cuando habla de él mismo.
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● Semántica: Por lo general no les suele costar adquirir vocabulario de
conceptos simples y de categorías específicas, suelen empezar a
adquirir conceptos relacionados con objetos inanimados y estáticos. La
presencia de verbos en su lenguaje está muy limitada.
● Disprosodia: Mantienen un tono de voz alto y monótono. El volumen de
la voz es variable, mostrando normalmente una entonación ascendente.
● Trastornos en la pragmática: Presentan dificultad para utilizar el lenguaje
de una forma comunicativa y socialmente aceptada. Algunas
deficiencias en la pragmática incluyen una capacidad deteriorada para
establecer conversaciones significativas, poca iniciativa para iniciar
conversaciones o un escaso o inexistente contacto visual. Estás
deficiencias en la pragmática son el rasgo que mayor diferencia el
lenguaje en el autismo de otros trastornos del lenguaje en personas no
autistas.
A partir de los patrones deficitarios en fonología, semántica, sintaxis y
pragmática se pueden diferenciar distintos síndromes de lenguaje en el autismo
(Rapin, 1977, citado en Artigas, 1999):
● Agnosia auditiva verbal: refiere a la incapacidad para decodificar el
lenguaje recibido por vía auditiva, es el trastorno del lenguaje más grave
en el autismo sake en su forma más severa se caracteriza por la
ausencia casi total de lenguaje a lo largo de la vida de la persona
(Rapin, Mattis y Rowan, 1977 citado en Artigas, 1999).
● Síndrome fonológico-sintáctico: Este síndrome también es conocido
como síndrome mixto receptivo-expresivo, aquí están comprometidas la
comprensión y la expresión. Remite a una pobreza semántica y
gramatical junto a una vocalización deficiente necesitan desarrollar un
gran esfuerzo para poder hablar. Por lo general palabras con función
sintáctica tales como los artículos, las preposiciones no están presentes
en el aula de los autistas con este tipo de síndrome del lenguaje. Todo
esto condiciona a un lenguaje poco inteligible sobre todo para los
adultos que no están familiarizados con su forma de hablar. El
pronóstico del mismo varía según los individuos pero son frecuentes las
mejorías lo que lleva a pensar qué puede significar solamente un retraso
en la adquisición del lenguaje.
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● Síndrome léxico-sintáctico: los niños con este síndrome pueden sufrir un
retraso en el inicio del lenguaje, tienen dificultades para poder encontrar
palabras y para poder comprender expresiones complejas.
● Síndrome semántico-pragmático: es el trastorno de lenguaje más
estudiado los niños autistas. Se refiere a las alteraciones del uso social o
comunicativo de lenguaje. Los aspectos pragmáticos del lenguaje
dependen de las habilidades lingüísticas y las cognitivo-sociales. Los
aspectos pragmáticos del lenguaje que pueden estar alterados en los
trastornos autistas son el turno de la palabra durante la conversación, la
capacidad para iniciar una conversación o para cambiar de tema, el
lenguaje figurado (se referirse al uso de metáforas, significados
implícitos y dobles sentidos) y el uso de clasificaciones que se usan
cuando el receptor no entiende algo durante una conversación y es
necesario repetir el mensaje de una forma diferente para que ese
mensaje tenga el sentido que quería transmitir el emisor (Artigas, 1999).
Artigas (1999) considera junto a esos síndromes del lenguaje al mutismo
selectivo y a los trastornos de la prosodia. Los niños que padecen de mutismo
selectivo tienen la capacidad para hablar normalmente pero en determinadas
situaciones no utilizan prácticamente ningún lenguaje (Gillberg, 1989 citado en
Artigas, 1999). Los trastornos de la prosodia se refieren a la entonación y el
ritmo que se aplica al lenguaje. En ocasiones, el tono de voz que utiliza el niño
puede producir una sensación de pedantería y en otros momentos expresarse
con una entonación muy aguda o con formas de voz muy particulares donde se
marca la extravagancia del lenguaje.
Dentro de los aportes de diferentes psicoanalistas podemos encontrar posturas
contrarias respecto de la función que cumple el lenguaje en los niños autistas
ya que no todos consideran que tenga una intención de comunicación. Liliana
di Vita (2001) considera que los ruidos guturales, la repetición ecolálica de
palabras y frases que se presentan en el lenguaje de los niños autistas están
desconectadas de sentido porque escapan a las formas lingüísticas y
destruyen el mismo acto de habla por lo que se trataría de un lenguaje
automático sin direccionalidad ni subjetividad. En cambio, Marie Laznik (1995)
sostiene que si bien la manera de enunciar la palabra de un niño autista da la
impresión de que no se está dirigiendo a nadie ni que tuviera un deseo de
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comunicar, sí tiene un sentido. Considera que si los sonidos se construyen en
mensajes para otras personas que lo reciben como tales, se producen efectos
sobre el niño que se puede llegar a reconocer como agente de ese mensaje.
Para esta autora, la escucha atenta de los enunciados de los niños autistas es
clave ya que por ejemplo a través de la imposibilidad que tienen los niños
autistas de invertir los pronombres personales se puede pensar que es aquello
que tiene que llegar del Otro para que el niño pueda tomar el lugar del sujeto
de su propio enunciado.
Eric Laurent (2013) propone que la operación estructural propia del autismo es
la forclusión del agujero. Su tesis parte del señalamiento de Miller de que los
autistas están inmersos en lo real. Miller (2014) indica que en el autismo falta la
falta porque el autista está sumergido en lo real. Al faltar el agujero en la
estructura, el autista trata de crear un agujero real a través de la automutilación
como una manera de disminuir el exceso de goce que invade su cuerpo. Esto
sería la primera consecuencia clínica de la forclusión del agujero.
Schejtman (2013) plantea que hay dos tipos de agujeros reales, el agujero
corporal y el agujero del inconsciente y que la idea de forclusión del agujero
propuesta por Laurent implica la afectación de ambos. El agujero del
inconsciente está representado en la obra de Lacan por la A mayúscula
barrada que se trata de lo simbólico en tanto que agujereado por no tener todos
los significantes. El Otro no está tachado en el autismo, plantea Schejtman
(2013), sino que falta el borde que hace de ese vacío un agujero. Frente esa
falta, el autista crea el encapsulamiento o neo-borde a partir del retorno del
goce que no fue limitado.
Una de las consecuencias de la forclusión del agujero es el no pasaje de la
lalengua al lenguaje en los sujetos autistas. En su última enseñanza, Lacan
postuló que lo simbólico está precedido por un tiempo anterior que es el de
lalengua. Lacan define la lalengua como una integral de equívocos formada por
palabras sin sentido, los S1. Eric Laurent (2013) considera que el autista
permanece en el murmullo de lalengua ya que la forclusión del agujero no le da
la posibilidad de encadenar los S1 de lalengua al sistema del lenguaje. En el
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autismo se produce la repetición de un mismo significante, un S1 que no remite
a ningún otro S2 pero que produce efecto de goce en su repetición. La
imposible separación del ruido de la lengua se manifiesta como un real
insoportable y constituye la dimensión alucinatoria presente en el autismo.
Owen Suskind era un niño con un desarrollo normal hasta el momento en que
desapareció su lenguaje verbal y comenzó a emplear balbuceos. Le
diagnosticaron autismo a la edad de 3 años. Sus padres decían que Owen
había desaparecido dentro de sí mismo y que ya no los miraba. Owen tenía un
interés muy fuerte por las películas de Disney y fue a través de ellas que
aprendió a comunicarse y relacionarse con otros. Luego de dejar de hablar, la
única palabra que Owen decía era “jus”, pero un día mirando la película de La
Sirenita dijo la palabra "juicervose". Su madre comprendió que en realidad la
palabra que quería decir Owen era “just your voice” (justo tu voz) la cual era
una palabra usada dentro de una canción de la Sirenita. A los nueve años,
Owen pudo comenzar a expresar algunas de sus emociones y afectos. Los
diálogos de las películas de Disney fueron usados por Owen y su familia para
comunicarse entre sí, por ejemplo a través de la imitación de las voces de los
personajes.
Eric Laurent en "Variedades del baño del lenguaje en el autismo" (2015) trabaja
en relación al caso de Owen que fue publicado por su padre Ron Suskind en el
libro titulado "Life, animated: a story of Sidekicks, Heroes and Autism" en el
cual describe cómo fue posible establecer una vía de comunicación con su hijo
usando las películas de Disney.
Cuando la familia interpreta la frase "juicervoce" que emite Owen como "just
your voice", la consideran como un signo con el cual buscaba encontrar su
propia voz. Por medio de las películas de Disney, Owen pudo comprender
quien era y cuál era su lugar en el mundo (Laurent, 2015).
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El interés que tenía Owen por las películas de Disney era muy fuerte hasta el
punto de saberse de memoria los diálogos presentes en muchas de ellas, fue
en esas películas en las que Owen encontró un medio para poder comunicarse.
Sobre los intereses específicos que tienen los niños autistas surgen los
interrogantes sobre si existe o no la posibilidad de poder articular la repetición
con algo nuevo, si es bueno o no incentivar sus intereses particulares o como
darle usos diferentes a aquello que repiten. Lo que aquí estoy nombrando
como intereses específicos, Maleval los denomina islotes de competencia.
Éstos constituyen junto con la imagen del doble y el objeto autista los
componentes del borde autista que es una formación protectora frente a un
Otro que es vivenciado como amenazante. Hay diferentes tipos de bordes el
primero de ellos se construye como superficie corporal a partir de auto
estimulaciones. El borde objetal hace referencia al momento en el cual se
produce una separación del borde en relación al cuerpo y toma forma de un
objeto concreto, el objeto autista. Luego se puede establecer el borde
dinámico, el cual implica una construcción por parte del sujeto y por último
puede producirse su borramiento que tiene lugar cuando es posible elaborar
una cesión de goce a partir de la pérdida de elementos del borde dinámico.
Cuando el borde se concretiza se pueden sumar al objeto autista, la imagen del
doble y el interés específico los cuales se vuelven más o menos
independientes a medida que el borde se torna más complejo (Maleval, 2014).
En el caso de Owen, podemos pensar que esto ocurrió efectivamente ya que
borde autista con el cual se protegía se complejizo hasta dar lugar al islote de
competencia. En el caso de Owen, su invención fue respetada e incentivada
porque su entorno hizo uso de los intereses específicos y esto fue lo que los
ayudó a tener una forma de relacionarse con él por medio del lenguaje. La
base de la invención del sujeto autista es la iteración de los intereses
específicos, ahí la importancia recae en obtener en cada caso algo nuevo de la
repetición teniéndolos en cuenta. En caso de Owen esto fue posible porque
además tuvo la posibilidad de plantear sus propias elecciones y hubo un
entorno que lo acompañó en ese proceso. Maleval (2011) refiere que el
funcionamiento autístico más perfecto es cuando el sujeto es capaz de asumir
actos fundamentales que surjan desde su propia subjetividad sin que estos
sean dictados por su entorno.
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CONCLUSIÓN
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● REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Neurología, 60, 207-14. Disponible en:
https://www.neurologia.com/articulo/2014226
Meltzer, D., Bremmer, J., Hoxter, S., Weddell, D & Wittenberg, I. (1975).
Exploración del autismo. Buenos Aires: Paidós.
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Miller, J.A. (2014). La matriz del tratamiento del niño del lobo. En Estudios
sobre el autismo (pp.11-26). Buenos Aires: Colección Diva.
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