UD1. La Psicologia Como Ciencia
UD1. La Psicologia Como Ciencia
UD1. La Psicologia Como Ciencia
PSICOLOGÍA
2º Bachillerato
Etimológicamente, la palabra psicología proviene de los vocablos griegos psykhé (alma) y logos (ciencia). Se
suele considerar que la psicología se constituye como ciencia independiente de la filosofía a finales del
siglo XIX. En concreto, suele ponerse la fecha de 1879, que es el año en el que Wundt crea el primer
laboratorio de psicología en Leipzig.
En el tiempo transcurrido desde entonces, la psicología ha conocido planteamientos muy diversos propio de una
ciencia que está en proceso de constitución. Pero posiblemente lo más característico de la psicología como
ciencia sea que en ella, a pesar del tiempo transcurrido desde su independencia de la filosofía, sigue habiendo
una diversidad de enfoques, teorías, prácticas, etc., demasiado grande, que no suele ser propio de una ciencia
que aspira a serlo de pleno derecho. Una explicación de esta diversidad en la psicología se debe a que parte
de una dualidad de datos que es, hasta cierto punto, irreconciliable pero, al mismo tiempo, irrenunciable: por
un lado, de datos objetivos, recogidos por medio de la observación y la experimentación y, por otro lado, de
datos de la experiencia subjetiva del individuo.
a) No se trata sólo de una ciencia teórica, sino también de un conjunto de técnicas aplicadas.
b) Existe una gran diversidad de teorías siendo muchas de ellas contrapuestas, no sólo en sus supuestos
teóricos o metodologías, sino incluso en la propia concepción de la psicología como saber. Además, la
variedad de ramas o especialidades de las que se ocupa la psicología es muy amplia (clínica,
educativa, social, etc.) y por ello resulta muy difícil definir un objeto de estudio que sea común a todas
ellas.
c) La metodología que utilizan las distintas escuelas o especialidades difiere en aspectos básicos.
d) Existe una especial relación entre la psicología y otras ciencias que dificulta su definición. En muchas
ocasiones, los psicólogos se apropian o utilizan métodos , técnicas y conceptos pertenecientes a la
biología, la química, la medicina, la sociología o la lingüística. Por ello, establecer fronteras o límites
en determinados ámbitos comunes de investigación no es tarea fácil.
A finales del siglo XIX, la psicología era concebida como un saber sobre la conciencia. Así, William James
la definía como “la descripción y explicación de los estados de conciencia, en tanto que estados de
conciencia”. Sin embargo, pronto se consideró esta concepción como acientífica, ya que la conciencia no podía
ser abordada mediante procedimientos empíricos.
Watson la definió como “el estudio de las reacciones objetivamente objetivamente observables que un
organismo lleva a cabo como respuesta a estímulos, también objetivamente observables, provenientes del
medio”. Según Watson, puesto que la conciencia no podía ser directamente observada, tenía que permanecer
necesariamente fuera del campo de la investigación psicológica. La conducta, a diferencia de la conciencia, sí
podía ser observada. Surge un debate que aún hoy permanece abierto: si el estudio central de la psicología
debe ser la mente o la conducta. Según sean los presupuestos teóricos de las diferentes escuelas se insiste más
en una u otra. Sin embargo, en los últimos tiempos, han aparecido posturas sintéticas que procuran resaltar las
interconexiones entre procesos mentales y mecanismos de conducta.
A modo de definición provisional, diremos que la psicología es la ciencia o la disciplina del saber humano que
estudia la conducta y los procesos mentales que subyacen bajo ella y la condicionan.
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• Conducta: Todos aquellos actos de un organismo que pueden ser observados y registrados.
• Procesos mentales: Algunos pueden ser percibidos (mediante técnicas neurofisiologicas, por
ejemplo) y otros no. Deducimos la existencia de estos últimos de manera indirecta, es decir, a través
de sus efectos (aunque la causa no sea observable directamente) sobre las pautas de conducta.
Para saber si la psicología es una ciencia debemos saber primero qué es la ciencia y qué requisitos ha de
cumplir un saber para poder constituirse como científico. Según Wartfsky, en su Introducción a la filosofía de la
ciencia, "la ciencia es una actividad humana que da lugar a un cuerpo sistemático y organizado de conocimientos
que hace uso de leyes y principios generales".
a) Ciencias formales: Trabajan con entidades abstractas (p.ej. números) y utilizan el método axiomático-
deductivo. Dicho método consiste en tomar como punto de partida una serie de axiomas y después
proceder deductivamente a partir de ellos. La lógica y las matemáticas son ciencias formales.
b) Ciencias fácticas: Tienen como objeto de estudio los hechos de la realidad. Buscan un conocimiento
objetivo y para confirmar sus suposiciones necesitan de la observación y/o la experimentación. Dentro
de ellas distinguimos:
La psicología se sitúa en un punto intermedio entre las ciencias naturales y las ciencias sociales o humanas,
participando de los métodos de ambas aunque aproximándose más a unas o a otras dependiendo de su objeto
de estudio o de la escuela psicológica, según como veremos a continuación en este tema.
2.1. Grecia
Tanto el nombre como las primeras elucubraciones sobre algunos de los principales problemas de la psicología
aparecieron en la Atenas del siglo V a. C., justamente con el auge de la filosofía clásica. A partir de las
preguntas sobre qué es y cómo piensa el ser humano aparecen las primeras reflexiones sobre la psique.
¿Cuál era la concepción griega de la psique? De un modo muy general y resumido, se la consideraba como un
elemento separado del cuerpo (concepción dualista del ser humano) cuyas funciones regulaban las actividades
de la vida y del conocimiento.
Aunque Platón dedicó al análisis de la psique numerosas páginas, fue Aristóteles el primero
en abordar sistemáticamente un estudio sobre ésta (Acerca del Alma). De manera muy
resumida, diremos que Aristóteles defiende una concepción biologicista sobre el psiquismo, ya
que considera a la psique como principio vital. Alude a tres tipos de psique: vegetativa,
sensitiva y racional. Las plantas poseerían exclusivamente la primera, los animales la
primera y la segunda y los seres humanos se caracterizarían por poseer las tres. Según
Aristóteles, el alma racional tenía como función básica la de unificar y elaborar, a través de
los conceptos y la memoria, la información captada por los sentidos.
Durante la Edad Media, primó la concepción de que la fe es la principal actividad del alma.
2.2. Modernidad
El siglo XVII fue un periodo revolucionario en lo científico, ya que se sustituyó la concepción del mundo espiritual
de la Edad Media por una visión matemática y mecánica de la realidad. Las importantes aportaciones de
astrónomos como Nicolás Copérnico, Tycho Brahe, Galileo Galilei y Johanes Kepler, así como del físico Isaac
Newton, hicieron que las ciencias de la naturaleza fueran extendiendo su método a todos los asuntos humanos,
incluida la psicología.
René Descartes vive en este siglo que tiene a la Revolución Científica como marca de su identidad. Este filósofo
inicia la vía del subjetivismo en el conocimiento. Todo saber ha de fundamentarse en la conciencia, origen de
cualquier tipo de certeza, ya que defiende que no podemos obtener un conocimiento absolutamente fiable de
la realidad externa percibida a través de los sentidos (racionalismo). El sistema cartesiano desemboca
finalmente en un dualismo: la distinción radical entre alma y cuerpo en el ser humano. La razón de este
dualismo se encuentra en la radical distinción entre los mecanismos que gobiernan
ambos elementos: mientras que el cuerpo queda sometido a puros movimientos
mecánicos, la psique se caracteriza por la reflexión y la conciencia. No se trata
de un dualismo como, por ejemplo, el de Platón; para Descartes, mente y cuerpo
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estaban separados, pero interactuaban influyéndose mutuamente
(interaccionismo); llegó incluso a establecer en la glándula pineal el lugar donde
el alma y el cuerpo se conectaban. La función de la filosofía (y también de la
psicología, pues en aquel entonces se consideraba una rama suya) consistía en
analizar el funcionamiento y los mecanismos reflexivos de la propia conciencia.
Ahondando en la vía iniciada por Descartes, aunque discrepando con él en cuestiones fundamentales, los
empiristas de los siglo XVII y XVIII se dedicaron al análisis de los procesos psíquicos. Su contribución a la
psicología consistió en abordar la constitución y el funcionamiento de las facultades cognitivas del ser humano,
centrándose especialmente en los estudios sobre la sensación y los mecanismos mentales de asociación de ideas.
El empirismo de David Hume planteaba que sólo la observación y la experimentación eran métodos válidos
para alcanzar el conocimiento. Por otra parte, John Locke, también empirista, postulaba que la mente
humana era una tabula rasa, una especie de hoja en blanco con la que se nace y en las que se graban las
experiencias a medida que se vive.
Ya en el siglo XIX nos encontramos con el positivismo y su afán cientifista que se quiso adueñar de todas las
disciplinas del conocimiento. Esta concepción se propuso atacar a la filosofía, y con ella a la psicología,
lanzando sobre ellas duras críticas por no utilizar el método científico en sus análisis. August Comte,
fundador del positivismo, veía en estas disciplinas una representación del estado caduco del pensamiento
humano, el cual debía orientarse hacia el saber positivo o estrictamente empírico, el único capaz de alcanzar
un conocimiento objetivo. Según Comte, la psicología no se convertiría jamás en ciencia, puesto que la mente
sólo podía ser estudiada mediante el conocimiento interior de uno mismo (introspección). Es decir, planteaba
que el psicólogo se hallaba en un problema irresoluble: él mismo era simultáneamente sujeto y objeto de
estudio, situación que impedía alcanzar conocimiento objetivo alguno.
Sin embargo, el surgimiento de nuevas teorías, como la teoría de la evolución de Darwin, y de nuevos
descubrimientos en el campo de las investigaciones médicas y biológicas repercutieron en el estudio de la
mente. Con estas influencias, a mediados del siglo XIX se comenzó a utilizar el método experimental en algunas
investigaciones sobre los receptores sensoriales y sobre la posibilidad de alcanzar leyes fijas de la percepción.
Estas investigaciones se consideraron idóneas para el estudio de la psique humana.
Ahora bien, la creación de un laboratorio de psicología no es algo que Wundt ideara de la noche a la mañana.
El camino había sido preparado previamente por otros científicos que hacían en sus laboratorios algo parecido
a lo que Wundt hacía en el suyo. Nos referimos a investigadores como Müller, Weber y Fechner, quienes
establecieron las bases para la psicofisiología. Trataron de comprobar y medir la relación existente entre
los estímulos físicos y las sensaciones.
La psicofísica trataba, por primera vez, de someter los elementos subjetivos a un control objetivo. Pero
existía un problema: si bien podía idearse un aparato que midiera la intensidad o la velocidad del impulso
eléctrico que recorre un nervio , ningún aparato podía captar la sensación de rojo que aparece en la mente,
por lo que las sensaciones y demás cualidades mentales si el sujeto sólo decía al investigador lo que sólo él
experimentaba. Es por ello que en los inicios de la psicología la introspección era considerado el método básico
de la naciente ciencia.
A las aportaciones de la psicofísica se unieron los estudios sobre el cerebro de Fluorens (extirpación de partes
del mismo en palomas) , Fritsch (excitación eléctrica del cerebro) y otros, lo mismo que los estudios sobre la
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forma del cráneo humano y su relación con el carácter (frenología de Gall) o los trabajos estadísticos sobre
la heredabilidad de la eminencia de Galton.
3.1. Estructuralismo
3.2. Funcionalismo
El fundador de esta teoría es Max Wertheimer (1880-1943), siendo sus discípulos más importantes Wolfgang
Köhler (1887-1967) y Kurt Koffka (1886-1941). Según esta visión debemos comprender la psicología como
el estudio de un conjunto, de un todo, de una totalidad mental, haciendo caso omiso del análisis por partes
o parcelas; por tanto, se rechazará la vertiente asociacionista que se ocupaba del estudio de la parcelación
mental.
La “Gestalt” fue una de las corrientes psicológicas que más contribuyeron al análisis del proceso perceptual.
Esta corriente afirmaba que el todo no es igual a la suma de sus partes, sino que la organización básica de
toda percepción es la organización en “todos” perceptuales. Estos “todos” son configuraciones de dos
componentes: la figura y el fondo. Un hombre importante de esta corriente es Von Ehrenfels (1859-1932), el
cual va a tomar como concepto clave en su discurso: el de “campo total”. Para él, la percepción de la forma
no es estrictamente sensorial, como pueda serlo la percepción de los elementos que la componen. La
percepción de la forma viene a ser cuasi-sensorial. Para hacernos una idea de esta cuestión, puso como ejemplo
la diferencia entre las notas (elementos) de una melodía y la melodía en conjunto (la forma).
se apelará a la teoría del sistema nervioso, según la cual éste debe estar conformado de modo que
corresponda a la percepción de las formas. Como se puede vislumbrar, la psicología de la forma no se
conforma con atender sólo a los acontecimientos psicológicos sino que pretende ser una teoría general de la
naturaleza; de este modo plantean que se da en la realidad un isomorfismo o, al menos, una correspondencia
entre las formas físicas, fisiológicas y psicológicas.
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3.4. Psicoanálisis: definición, origen y explicación
El punto de partida de Sigmund Freud (1856-1939) es el determinismo psíquico, que defiende que las
acciones o la conducta que surgen de los procesos mentales de la gente tienen una causa. Freud estima
que no hay actos de ninguna clase, incluyendo actos verbales y sueños, que no tengan una causa.
Generalmente se supone que los actos que el hombre ejecuta, las ideas que tiene, las palabras que dice, etc.
son explicables en virtud de motivos relativamente bien determinados o, en todo caso, determinables.
Trabajando ya de forma terapéutica, Freud utilizaría por primera vez el término “psicoanálisis” en 1896,
denominando así a la nueva técnica para el tratamiento de diversos trastornos: análisis o separación de los
elementos en orden a la búsqueda de los motivos inconscientes. El “análisis” consiste, así en hacer que el
paciente ponga al descubierto hechos o actos que, desde un punto de vista no psicoanalítico, pueden
parecer perfectamente normales, pero que, de acuerdo con el psicoanálisis, son sintomáticos. Freud elaboró
el psicoanálisis como un procedimiento para el diagnóstico y tratamiento de ciertas neurosis. En el examen
psicoanalítico se experimenta al hombre como un ser que no está en armonía consigo mismo. Todo enfermo
neurótico nos presenta una vida psíquica desgarrada y cuarteada por las resistencias. El neurótico “vuelve la
espalda a la realidad porque la encuentra, en todo o en parte, insoportable”.
actividades de tal índole que mucho de lo que estaba psíquicamente presente debía remitir a algo que estaba
ausente y que era, además, en principio, inescrutable. El inconsciente es el fondo de la vida psíquica, en el
cual se anclan y al cual remiten una serie de entidades mentales llamadas “inconscientes” que el individuo
rehúsa manifestar. La actividad psíquica inconsciente es lo propiamente psíquico y su esencial realidad.
La conciencia es una tenue manifestación y un lejano efecto del proceso inconsciente que es la base general de
la vida psíquica.
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Para Freud, los síntomas neuróticos son la expresión de un deseo (o recuerdo) reprimido que se disfraza la
mayoría de las veces en unos síntomas físicos. Por el camino de la represión fue por donde Freud llegó a los
procesos inconscientes. En el inconsciente se ubican nuestras pasiones y deseos más poderosos. El motor de
nuestras acciones son las pulsiones. Una pulsión es un proceso somático del que resulta una representación
estimular en la vida mental del individuo. Las pulsiones aspiran a ser satisfechas, pero son inconscientes,
debido a la represión ejercida por la esfera consciente del individuo. En su primera formulación, Freud
distinguió dos clases de pulsiones básicas: el instinto o pulsión de conservación y la pulsión sexual. Más
tarde redujo ambas a una, la “libido”.
El psicoanálisis es, por de pronto, un método, pero es también una doctrina relativa a la naturaleza del ser
humano y de la personalidad. Para hablar de la estructura de la personalidad, Freud parte de la idea del
individuo como un ser en continuo conflicto interno provocado por impulsos biológicamente determinados
que, a su vez, determinan la conducta. El pensamiento de Freud pasa por dos grandes sistematizaciones: las
tópicas.
La “PRIMERA TÓPICA” distingue tres instancias psíquicas funcionales: la conciencia (con el yo y el sistema de
percepción de la realidad exterior); el preconsciente que engloba aquellos pensamientos que podemos traer
al consciente deliberadamente (recuerdos normalmente accesibles); y el ámbito del inconsciente, que se
refiere a aquello que, aunque esté en nosotros e influya en nuestra conducta, desconocemos por completo: son
los recuerdos reprimidos, ordinariamente inaccesibles. A diferencia de los contenidos preconscientes, los
inconscientes están censurados y no pueden ser recuperados voluntariamente. Los procesos del inconsciente
no aparecen ordenados cronológicamente, no sufren modificación por el transcurso del tiempo, no tienen
en cuenta la realidad y están sometidos a las exigencias del principio del placer-displacer. En el inconsciente
no hay negación, ni duda, ni grado de certidumbre: todo esto es aportado luego por la censura; en él reina
una gran movilidad de impulsos. Normalmente, la censura opera de tal suerte que el propio individuo encuentra
manera de desviar, sin que se produzcan trastornos excesivamente graves, los impulsos. Pero cuando esto no
sucede, es menester encontrar medios para descubrir las desviaciones, inhibiciones, represiones, etc. y abrirles
el camino para que se manifiesten claramente. El individuo vive en una sociedad en la cual hay presiones de
toda clase encaminadas a amoldarlos según ciertos patrones. Tiene, por tanto, que reprimir sus propios
impulsos, los cuales son “desalojados” del área de la conciencia y “censurados”. El mantenimiento de una
represión supone un continuo gasto de energía cuyo costo es la salud mental del sujeto. Cuando la censura y
la represión son muy fuertes pueden irrumpir estados neuróticos.
La “SEGUNDA TÓPICA” organiza tres “aparatos” psíquicos principales: el ello, el yo y el superyó, referentes
básicos de la doctrina freudiana clásica. La personalidad total está organizada en tres sistemas principales
que articulan dicho conflicto: el ello equivale prácticamente al inconsciente aunque éste toma partes también
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del yo y del superyó; el campo de influencia del yo es más o menos el de la conciencia; el superyó equivale
a la censura.
El yo toma su energía del ello, ejecuta la personalidad y es la parte de la persona que planifica y toma
decisiones. Es racional y lógica. Es “la parte del ello que se ha modificado por influencia directa del mundo
exterior, por medio de la percepción consciente”. Se rige por el principio de realidad, posibilitando al
individuo de distinguir entre el deseo (ello) y la realidad, entre lo subjetivo y lo objetivo. Hace que la
experiencia del mundo exterior pese sobre el ello y se esfuerza en sustituir el principio del placer por el de
realidad, dando lugar a la “madurez”.
En el yo se encuentra el superyó, que trata de sobreponerse al yo y con ello a los esfuerzos del yo para
relacionar el ello con el mundo. Representa la autocrítica y la conciencia moral. Aspira a ejercer un control
sobre el yo al modo como las normas morales aspiran a controlar el comportamiento. De hecho es como el
conjunto de normas que se han adquirido desde la infancia y que aparecen a la vez como deseables (por
su racionalidad) e indeseables (por oponerse a la satisfacción de los impulsos del ello).
El psicoanálisis pretende una conciencia clara contra la represión irracional, es decir, reemplazar el desprecio
inconsciente de los instintos por su domino racional. La personalidad era entendida por Freud como un
continuo conflicto en el que el yo es el campo de batalla entre la fuerza instintiva del ello y las restricciones
morales del superyó y, al mismo tiempo, el árbitro que tiene que mantener “contentas a todas las partes”. Esta
tensión genera conflictos que provocan “angustia” en el yo, que se reflejan o exteriorizan por medio de tres
mecanismos: los mecanismos de defensa (evitan que el conflicto se desencadene y se producen en el individuo
de forma inconsciente: identificación, represión, sublimación, racionalización, proyección, fijación, regresión...),
los síntomas neuróticos y los sueños.
Como positivista, dispuesto a creer que todo tiene una causa, Freud sabía
que lo que ocurre en un sueño no puede ser tan carente de sentido como
parece. Debe ser resultado de algo que sucede en la mente de la persona,
si no de manera consciente, al menos de manera inconsciente. Como se
explica en “La interpretación de los sueños” (1899), los sueños, por expresar
simbólicamente los deseos sexuales, reprimidos y por seguir las mismas
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leyes y estructuras del inconsciente, se convierten en el camino real para el
inconsciente. Freud distingue en los sueños un contenido manifiesto que es
el sueño, tal y como aparece en nuestro recuerdo; y un contenido latente
que es el material hallado en el sueño por medio del análisis. El proceso mediante el cual el contenido manifiesto
se transforma en el contenido latente es lo que Freud denomina elaboración del sueño. Existe una relación
causal entre la oscuridad del contenido del sueño y el estado de represión, o sea la incapacidad de devenir
conscientes de algunos de los pensamientos del sueño. El sueño tiene que ser oscuro para no revelar los
pensamientos prohibidos. Los sueños oscuros que ocultan pensamientos y que resultan extraños a la conciencia
son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos.
que determinan la actitud vital de los individuos, se tienen ochos tipos psicológicos distintos.
3.5. El conductismo
La primera y más elemental forma de aprendizaje es el conductismo, que fue estudiado por los autores de
las escuelas reflexológica rusa y conductista norteamericana. También recibe los nombres de psicología del
comportamiento, behaviorismo, aprendizaje asociativo o asociacionismo.
Watson (1878-1958), psicólogo americano, negaba toda importancia a la conciencia, presuponiendo una
filosofía materialista y mecanicista., que recordaba la teoría de Descartes de los animales-máquinas, pero
extendida al ámbito humano. Para él, el comportamiento humano es algo puramente mecánico: una suma de
reflejos innatos y reflejos condicionados. o, dicho de otro modo, un conjunto de estímulos que provocan las
respuestas de modo automático. En este sentido, el conductismo radical redujo el pensamiento a respuesta
motora.
Los psicólogos del aprendizaje asociativo analizan la conducta en términos de estímulo-respuesta (E-R),
aplicando el método de aprendizaje que se llama “condicionamiento”. Esta estructura consiste en la asociación
de un estímulo y una respuesta y permite estudiar y explicar conductas simples y complejas, voluntarias e
involuntarias, que no impliquen la intervención de procesos cognitivos superiores de relación o significación. Por
lo general, emplea como método esencial la observación de los estímulos y del comportamiento, procurando
enlazar uno y otro con leyes. Es raro que se emplee aislado, y frecuentemente se completa con el método
experimental. La psicología del comportamiento es, junto con la psicofisiología, la única utilizable en psicología
animal. Dentro del condicionamiento podemos distinguir: el clásico y el operante o instrumental.
ante el mero sonido de la campana, sin que la comida apareciese después. Al estímulo-comida se le denominó
“estímulo incondicionado” (EI) pues el perro reaccionaba ante éste con una “respuesta incondicionada” (RI),
no aprendida; al sonido de la campana se le llamó “estímulo condicionado” (EC) ya que el animal había
aprendido, por asociación de estímulos, a salivar ante la campana anticipatoria, que al principio era un estímulo
neutro. La salivación ante el sonido de la campana fue denominada “respuesta condicionada” (RC).
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El experimento muestra que los momentos del aprendizaje por condicionamiento clásico son los siguientes:
1) Antes del condicionamiento: la visión de la comida provoca la salivación. La comida es un estímulo no-
condicionado respecto de la salivación, puesto que la provoca naturalmente. La salivación, por su parte, es una
respuesta no-condicionada respecto de la comida, puesto que es provocada naturalmente por ésta.
2) Durante el condicionamiento: la comida se asocia con el sonido mientras aquella provoca la salivación.
3) Después del condicionamiento: el sonido provoca la salivación.
El condicionamiento operante de la conducta de los animales permite al hombre utilizar sus habilidades: así,
se utiliza el olfato de los perros para combatir el contrabando de ciertas mercancías, en tareas de salvamento,
etc. Por otra parte, el mecanismo del condicionamiento operante está también en la base del aprendizaje
humano. Se denomina “operante” porque el sujeto aprende a realizar ciertas operaciones con vistas a que
se produzca un resultado, operando así sobre su medio.
Este tipo de conducta hace referencia a la multitud de ocasiones en las que un organismo tiene el control de los
acontecimientos o estímulos ante los que se encuentra. En ella son fundamentales los premios y los castigos: un
premio, también denominado refuerzo, es cualquier estímulo que aumenta a probabilidad de que cierta
conducta sea repetida por el sujeto; un castigo, por el contrario, es cualquier estímulo que disminuye la
probabilidad de que cierta conducta sea repetida por el sujeto. Han de tenerse en cuenta las siguientes
observaciones:
Desde este enfoque, se define la Psicología como la ciencia que versa sobre el comportamiento, pero también
sobre las estructuras mentales que posibilitan aquél. Por lo tanto, la Psicología cognitiva otorga una importancia
capital a la mente y a la propia conciencia, entendiendo que éstas se hallan constituidas por estructuras
cognitivas creadas gracias a los aprendizajes anteriores del individuo.
Dichas estructuras mentales no permanecen rígidas; al contrario, se caracterizan por ser dinámicas y
adaptativas. Su función consiste en percibir las sensaciones, interpretarlas y adaptarlas a los conocimientos
previos que se poseen.
Los psicólogos cognitivos estudian los procesos mentales superiores como la percepción, la memoria, el
lenguaje, la solución de problemas, la toma de decisiones, etcétera. Se interesan por lo que ocurre en la
mente de las personas, es decir, sobre cómo razonamos, recordamos, comprendemos el lenguaje,
solucionamos problemas, interpretamos los acontecimientos y elaboramos creencias. Sus críticos recriminan
a este enfoque la escasa importancia que concede a las emociones y a los sentimientos en el conjnunto global
de su teoría.
Se concibe la mente como un ordenador central al que llegan por múltiples canales y con multitud de formas
un sinfín de informaciones (inputs) donde son seleccionadas, evaluadas, procesadas, organizadas y
almacenadas, y de la que salen mensajes por vía neurológica que se convierten en respuestas motoras,
viscerales o internas (outputs). Este proceso se conoce como la metáfora del ordenador. La informática se
convierte, junto con las neurociencias, en instrumento para la investigación virtual de procesos complejos como
el lenguaje, el pensamiento, la memoria, la inteligencia, etcétera.
Piaget es la referencia principal en psicología evolutiva. Dedicó prácticamente toda su obra al estudio del
desarrollo cognitivo, sobre todo del pensamiento y de la inteligencia. Otros psicólogos representativos de este
enfoque son Bruner, Vygotsky y Ausubel.
La psicología humanista surgió en los años 50 del siglo pasado como reacción a los planteamientos
psicodinámico y conductual. Destaca la capacidad inherente del ser humano de tener libre voluntad y no estar
bajo el control de factores internos y externos. Al conductismo le reprochó su alejamiento de una psicología
puramente humana y al psicoanálisis su pesimismo existencial, marcado por la incidencia en la conducta
patológica. Sus autores más representativos son Abraham Maslow y Carl Rogers. Más que una escuela
constituida, es un movimiento con estas características comunes:
• Capacidad del hombre para elegir sus propias pautas de vida. El hombre es autónomo y responsable
de las decisiones que toma con respecto a su propia conducta.
• Tendencia a la autorrealización. Significa un proceso en el cual todos intentamos desarrollar y hacer
realidad nuestro potencial.
• La psicología humana debe abarcar al individuo en su totalidad: mente, cuerpo y conducta con las
influencias de las fuerzas sociales y socioculturales.
• La vida humana se desarrolla en un contexto interpersonal. La búsqueda del sentido de la existencia
y los valores humanos son aspectos fundamentales para la persona.
Para los humanistas, la autorrealización es posible si se actúa conforme a las vocaciones y a los deseos propios
(congruencia). A veces, sin embargo, esto no es posible puesto que los individuos abandonan su vocación por
complacer los deseos de los demás (familia, escuela, sociedad), convirtiéndose entonces en seres infelices, ya
que entran en conflicto cuando su vocación choca contra lo que esperan de ellos los demás.
La función de la Psicología es conseguir que el individuo se autorrealice, aceptándose tal y como es. Para ello
deberá forjarse una jerarquía de valores y motivos que hagan posible un desarrollo personal acorde con la
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propia vocación.
En la base de la pirámide se hallan las necesidades que hemos denominado primarias, las biológicas. A
continuación de ellas se encuentra la necesidad de seguridad, de sentirnos seguros en el medio que nos rodea
y ante nuestro propio futuro. Las necesidades biológicas y de seguridad constituyen el nivel más bajo en la
escala de las necesidades y aspiraciones humanas. Seguidamente están situadas las necesidades relacionadas
con el afecto y la pertenencia: necesidad de querer y de ser querido, y necesidad de colaborar y contribuir
dentro del grupo al que cada individuo pertenece. La estima, que viene a continuación, se refiere a la
necesidad de asegurarse de la propia valía, viéndose reconocido y estimado por los demás. En la parte más
alta de la pirámide se hallan, en fin, las necesidades de nivel superior, de autorrealización y transcendencia.
Una persona está realizada (autorrealización) cuando desarrolla plenamente sus capacidades, algo que no
tiene que ver con el éxito social, sino con la satisfacción personal. Una vez alcanzado este nivel, la persona
orienta la propia vida hacia valores tales como el amor desinteresado, la verdad, la belleza, etc. Para referirse
a este nivel superior, Maslow utiliza la palabra “trascendencia”: este término indica que el individuo es capaz
de salir de sí mismo, orientándose hacia valores que se hallan por encima de él.
El ascenso en la escala
-La escala establece una jerarquía de modo que el valor aumenta a medida en que se asciende hacia la
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cúspide.
-Según Maslow, es necesario satisfacer las necesidades de nivel inferior para poder acceder a las exigencias
superiores. Así, la persona que no tiene satisfechas las necesidades biológicas y de seguridad no puede
acceder al nivel del afecto y de la autoestima, y quien no tiene satisfechas estas últimas no puede acceder a
la plena autorrealización.
La pirámide no presenta, pues, una simple enumeración y clasificación de las necesidades humanas, sino
también, y fundamentalmente, una reflexión acerca de la línea del desarrollo del ser humano.
Los psicólogos se proponen cuatro objetivos o metas principales de estudio de la psicología: descripción,
explicación, predicción y modificación de la conducta humana.
Sabemos que la psicología es una ciencia empírica pero no parece tratarse de una ciencia de la naturaleza
como lo son la Física o la Geología y no lo es puesto que el objeto de estudio de la Psicología tiene que ver
con el ser humano, que es la vez objeto y sujeto de estudio. De cualquier forma, como toda ciencia la
Psicología usa métodos científicos a la hora de abordar su estudio.
El método científico por excelencia es el conocido como método hipotético-deductivo en el que podemos
señalar las siguientes fases:
Una vez planteado el problema de investigación se podrían hacer dos tipos de estudio:
La observación debe realizarse de forma sistemática y registrando la conducta a medida que ocurre. El
observador puede ser mero espectador o un observador participante.
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• Un estudio experimental supone crear una situación controlada en la que se puedan comprobar las
predicciones derivadas de las hipótesis que se han elaborado. Con el experimento se trata de
verificar si al modificar una variable independiente (VI) se producen cambios en la variable
dependiente (VD). De esta forma, la variable independiente se manipula por parte del psicólogo y
se observa su influencia sobre otro suceso, la variable dependiente.
Para realizar el estudio experimental se suelen formar dos grupos: experimental (GE) y de control (GC). En
el primero se da un tratamiento especial de la variable independiente, en el segundo no. En los dos grupos se
observa la variable dependiente. La validez del experimento depende de cómo se hayan formado los grupos,
la representatividad de la variable independiente, de su administración y medida, de la designación de la
conducta que va a considerarse variable dependiente y de su medida y, por último, de la existencia de otras
variables o aspectos que influyan sobre las dos anteriores y que no estén controladas (a éstas se las llama
variables control). La fiabilidad depende de su repetición con resultados similares.
Historia de casos: consiste en reunir información acerca de una persona para analizar su
comportamiento, sacando conclusiones de él a la luz de una teoría determinada. Es especialmente útil
cuando se trata de decidir acerca de la terapia que se ha de emplear en un individuo determinado.
Encuestas: cuando es necesario reunir información sobre un grupo grande de personas no es válido el
método anterior ya que no se puede generalizar lo que le ocurre a una persona determinada. Se
utilizan entonces las encuestas que pueden hacerse mediante cuestinarios o entrevistas. Un cuestionario
se elabora de acuerdo con aquellos aspectos que queremos estudiar y nos permite conocer datos
númericos sobre esos aspectos y las relaciones que hay entre ellos (es lo que se llama correlación entre
variables y permite conocer la dirección y magnitud de la relación entre dos aspectos estudiados). Los
cuestionarios pueden ser engañosos (se puede mentir en ellos) y por eso se prefiere utilizar la entrevista
estandarizada, que permiten un trato personal con los encuestados que profundiza en algunos aspectos
de sus respuestas.
Grupos de discusión: es una técnica cualitativa que consiste en reunir un grupo de personas
desconocidas entre sí (entre 6 y 12) para que discutan en torno a un tema. Se usa bastante en
publicidad.
Técnicas de evaluación psicológica (Test): para medir una característica psicológica determinada se
usan los tests. Se trata de una prueba experimental en la que se valora a un individuo en comparación
con otros sometidos a la misma situación experimental. Hay muchos tipos de test, por ejemplo
psicométricos o proyectivos. Se emplean en muchas áreas como la psicología clínica, la educativa o la
laboral.
La psicología tiene dos dimensiones: la investigación básica y la psicología aplicada. Así, mientras algunos
psicólogos investigan en el laboratorio la conducta y el comportamiento de los organismos, en especial del ser
humano, otros aplican estos conocimientos a múltiples contextos.
La PSICOLOGÍA BÁSICA incluye:
Psicología diferencial: investiga las diferencias individuales que presentan los individuos, grupos étnicos y
sociedades.
Psicología comparada: realiza comparaciones entre el comportamiento humano y el de los animales,
estableciendo similitudes y diferencias entre ambas.
Psicología experimental: estudia los procesos psicológicos mediante experimentos de laboratorio y utiliza
tanto a animales como a seres humanos. El investigador manipula diferentes variables y puede establecer 18
un vínculo entre la causa y el efecto.
Psicobiología: los psicobiólogos estudian las gases genéticas del comportamiento, el sistema nervioso y
endocrino, y las influencias de la genética o la farmacología en la conducta. Entre otras preguntas, se
plantean: ¿por qué unas lesiones del cerebro producen pérdida de memoria y otras producen trastornos
del lenguaje?, ¿qué áreas cerebrales son importantes en las emociones humanas?, ¿cómo afectan los
neurotransmisores cerebrales a la conducta?
Psicología evolutiva: estudia los cambios de la conducta que se producen durante el desarrollo vital
(describir), por qué ocurren (explicar) y cómo se puede intervenir en ellos (modificar). La psicología evolutiva
debe tener en cuenta la edad del individuo (a cada edad de la vida le corresponde un comportamiento),
el contexto histórico (cada generación es diferente en su desarrollo) y el conjunto de experiencias
individuales (no hay dos desarrollos inguales). Los cambios en la conducta son fruto de la edad y de factores
tanto individuales como histórico-culturales. Se plantea preguntas como ¿cuáles son las etapas del desarrollo
de la inteligencia? o ¿hay una decadencia de la memoria en la vejez?
Psicología del aprendizaje: investiga cómo se adquieren habilidades, conductas y conocimientos como
resultado de la observación, la experiencia o la instrucción. El aprendizaje influye en la conducta adaptativa
de los seres humanos y los animales.
Psicometría: es una disciplina metodológica, cuyo objetivo es la medición de habilidades, actitudes, rasgos
de personalidad. Trata de la construcción y validación de instrumentos de medida tales como los tests,
cuestionarios y otras pruebas de evaluación.
Psicología de la personalidad: investiga qué características definen a una persona, cómo interactúan las
fuerzas genéticas y ambientales en la personalidad de cada individuo, y por qué se comporta de una forma
y no de otra. Se pregunta, por ejemplo: ¿está la personalidad ya determinada desde la infancia?,
¿mostramos idéntica personalidad en todas las situaciones o cambia según los contextos en los que vivimos?
Psicología social: su campo de estudio es muy amplio. Analiza la publicidad, el pensamiento grupo o las
influencias de un grupo sobre el individuo. Por ejemplo: ¿qué factores influyen más en la atracción
interpersonal?, ¿qué prejuicios y estereotipos son característicos de nuestros grupo social?
Psicología cultural: examina las formas en las que la cultura afecta al pensamiento y al comportamiento
humano. El lenguaje que hablamos, la educación que recibimos, las leyes que obedecemos y otros muchos
comportamientos dependen de la cultura en la que hemos crecido.
Psicología del género: estudia las diferencias entre hombres y mujeres (factores biológicos, la crianza y la
educación y cómo influyen en las diferencias de género, etc.)
La PSICOLOGÍA APLICADA se ocupa de la la funcionalidad y los procesos psicológicos en los contextos donde los
individuos actúan. Incluye:
Psicología educativa: los psicólogos educativos realizan e interpretan pruebas psicológicas para ayudar a
los estudiantes en sus decisiones y orientar a padres y profesores para lograr un mayor rendimiento
académico. ¿Cómo pueden los niños mejorar su aprendizaje y creatividad?, ¿cómo integrar a niños con
deficiencias o con altas capacidades?, ¿se debe incluir la educación emocional o las habilidades sociales en
la escuela?
Psicología clínica: trata problemas emocionales y de conducta, desde leves, como falta de autoestima o
timidez, hasta los más problemáticos, como la separación de pareja o la depresión. Ayudan al ser humano
a enfrentarse a su propio sufrimiento.
Psicología del trabajo y de las organizaciones: investiga la conducta de las personas en el ámbito laboral
con el fin de mejorar las relaciones humanas. Se ocupa de la selección de los trabajadores. Y también
analiza la estructura, el desarrollo, la cultura y el liderazgo en las organizaciones para mejorar su eficacia.
Psicología jurídica: comprende un ampli rango de prácticas que involucran evaluaciones de capacidad de
los acusados, informes a jueces, abogados y dar testimonio en los juzgados sobre determinados temas.
Psicología del deporte: pretende lograr que los deportistas desarrollen todo su potencial físico, técnico y
táctico. Al mismo tiempo, proporciona ayuda para la gestión de las emociones, el estrés, la presión, etc.