Bases Fı́sicas del Medio Ambiente

Grado en Ciencias Ambientales, UNED

Tema 3 Dinámica

Ejercicio 3.1 Un objeto de masa m = 1 kg está sujeto a un muelle de constante

elástica k = 10 N/m que se encuentra comprimido respecto de su posición de equili-
brio (A) una distancia x = 10 cm. En un instante dado el muelle se suelta y el objeto
adquiere cierta velocidad, avanza por una superficie horizontal sin rozamiento y co-
mienza a descender por una rampa también sin rozamiento desde una altura h = 2 m
y que forma un ángulo α = π/3 radianes con la horizontal. Cuando llega al suelo en el
punto (B), comienza a deslizar por un plano horizontal con rozamiento, de longitud
l = 2 m, que le hace perder un 20 % de su energı́a cinética en todo su recorrido hasta
el punto (C). Con la velocidad que alcanza en este punto (C) asciende por un plano
inclinado sin rozamiento que forma un ángulo β = π/3 radianes, hasta que se detiene
en el punto (D).

a) ¿Qué velocidad tiene el objeto en el punto B?

b) ¿Qué velocidad tiene el objeto en el punto C?

c) ¿Qué trabajo se ha realizado en recorrer la distancia l?

d) ¿Cuánto vale el coeficiente de rozamiento del plano horizontal?

e) ¿Qué distancia d ha recorrido por el segundo plano inclinado?

1
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Conservación de la energı́a
Este problema nos plantea la situación de un cuerpo que pasa por distintas situa-
ciones a lo largo de su movimiento. El cuerpo parte de una situación de reposo a una
determinada altura, un descenso y un avance sobre un plano con rozamiento. Luego,
vuelve a ascender hasta cierta altura que nos interesa conocer. Este tipo de problema,
en el que vemos que el cuerpo experimenta diferentes situaciones, es un caso tı́pico en
el que la aplicación de la conservación de la energı́a facilita la resolución. Nótese que
estamos interesados, no en la trayectoria que sigue el cuerpo, sino en obtener valores de
velocidad o altura en ciertos puntos de su trayectoria, sin importarnos cómo ha llegado
hasta allı́.
Antes de avanzar en la resolución del ejercicio, es útil recordar las distintas formas
de energı́a que se muestran en la Unidad Didáctica:

Energı́a cinética, asociada a la velocidad que posee un cuerpo: Ec = 12 mv 2 .

Energı́a potencial gravitatoria, asociada a la altura a la que se encuentra un cuer-

po: Ep = mgh (notemos que esta expresión es válida únicamente en las cercanı́as
de la superficie de la Tierra).

Energı́a potencial elástica, asociada a la compresión que experimenta un resorte,

y que veremos en detalle en próximas unidades: Ee = 12 kx2 .

En estas expresiones, m es la masa del cuerpo, v su velocidad, h la altura a la que se

encuentra (medida desde una altura de referencia h = 0), g el módulo de la aceleración
de la gravedad, k la constante elástica del muelle y x la elongación (lo estirado o
comprimido que está) del muelle.
La estrategia de resolución de estos problemas pasa por identificar el tipo de energı́a
que tiene el cuerpo en un instante dado y el tipo de energı́a que tiene en un estado pos-
terior. Igualando ambas cantidades podremos obtener cualquier cantidad que aparezca
en la ecuación de balance energético.

Caı́da libre
Supongamos que nos dicen que un cuerpo cae verticalmente, partiendo del reposo,
desde una altura h. Nos preguntamos por la velocidad que tiene el cuerpo cuando toca el
suelo. Desde el punto de vista de la conservación de la energı́a, sabemos que inicialmente
el cuerpo

Como consecuencia de estar a una altura h, tiene una energı́a potencial gravi-
tatoria dada por Ep = mgh. Consideramos, en esta configuración, que la energı́a
potencial gravitatoria en la superficie es nula.

2
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Dado que parte del reposo, su velocidad inicial es nula. Por tanto, su energı́a
cinética en el instante inicial también es nula.

Estas dos afirmaciones nos hacen ver que inicialmente el cuerpo tiene una energı́a
mecánica dada por

E0 = mgh . (3.1)

No nos preocupamos de lo que ocurre durante la caı́da, sino de lo que ocurre justo
en el instante de llegar al suelo1 . En ese instante sabemos que

El cuerpo está a una altura h = 0 (es la que hemos tomado como origen), de modo
que su energı́a potencial gravitatoria es nula.

La experiencia nos dice que el cuerpo, al caer, justo antes de tocar el suelo habrá
ganado una cierta velocidad v (recordemos las ecuaciones cinemáticas de la caı́da
libre). Ası́, sabemos que al llegar al suelo tendrá una energı́a cinética dada por
Ec = 12 mv 2 , aunque no sabemos, en principio, cuál es dicha velocidad v.

La energı́a mecánica del cuerpo será, en esta situación final

E1 = mv 2 .
1
(3.2)
2

Si no ha habido pérdidas energéticas en el movimiento (no consideramos el rozamiento

con el aire) podremos afirmar, en virtud del Teorema de Conservación de la Energı́a,
que esta se ha conservado en el movimiento: la energı́a mecánica inicial debe ser igual
a la energı́a mecánica al final del movimiento. Se puede entonces igualar la energı́a
mecánica E0 con la energı́a mecánica E1 , de modo que

E0 = E1 �→ mgh = mv 2 ,
1
(3.3)
2
lo que permite despejar la velocidad final en función de cantidades conocidas, llegando
a
�
v 2 = 2gh �→ v = 2gh . (3.4)

Ası́, si consideramos que el cuerpo ha caı́do desde una altura h = 20 m, la velocidad

al impactar contra el suelo será
�
v = 2 × 9.81 m/s × 20 m = 19.8 m/s.
2
(3.5)
1
No nos plantearemos las consecuencias de la caı́da, en la que el cuerpo probablemente acabe
deformado o roto como consecuencia del golpe con la superficie.

3
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Este resultado se puede comparar con el que se obtiene de las ecuaciones cinemáticas.
Para ello hay que recordar que las ecuaciones que describen la posición y la velocidad
del MRUA son

y = h − gt2 ,
1
(3.6)
2
vy = −gt . (3.7)
en donde se ha tomado la posición inicial como y0 = h. Cuando el cuerpo llega al suelo,
se cumple la condición y = 0, lo que permite escribir

0 = h − gt2
1
(3.8)
2
de modo que el tiempo de caı́da viene dado por

t2 =
2h

� �
g
2h � 2 × 20 m
t= =� 2 = 2.02 s . (3.9)
g 9.81 m/s
Ası́, la velocidad al impactar será
vy = −gt = −9.81 m/s × 2.02 s = 19.8m/s ,
2
(3.10)
que obviamente coincide con lo que obtenido anteriormente con argumentos energéticos.
Una conclusión importante que surge al comparar ambos cálculos es que, si es posible
aplicar la conservación de la energı́a, la resolución del ejercicio es indudablemente más
sencilla que mediante las ecuaciones cinemáticas para el movimiento. Por otro lado,
es interesante notar que la velocidad al llegar al suelo no depende de la masa del
objeto, como se puede ver ya sea en la ecuación (3.4) o en la (3.10), en las que la masa
m del objeto no aparece. Esto se puede apreciar en el video de la misión Apollo 15
(https://apod.nasa.gov/apod/ap111101.html), en el que, en la Luna, un martillo y una
pluma llegan al mismo tiempo al suelo tras ser soltados desde la misma altura. Por
supuesto, esto solo ocurre en el caso en el que no hay rozamiento con el aire.

Movimiento bidimensional
Supongamos ahora que lanzamos una piedra, desde una altura h = 20 m, con una
velocidad inicial en la dirección positiva del eje X dada por v0x = 20 m/s. Nos plantea-
mos, de nuevo, la velocidad con la que la piedra llega al suelo. Un análisis energético
nos dice que

Al inicio del movimiento, la energı́a mecánica de la piedra será igual a la suma de

su energı́a potencial gravitatoria y su energı́a cinética, ambas no nulas dado que
la piedra está a una altura h y tiene una velocidad v = v0 x. La energı́a mecánica
de la piedra es E0 = mgh + 12 mv0x
2

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Al final del movimiento, la energı́a potencial gravitatoria de la piedra será nula

(pues h = 0), y su energı́a mecánica será igual a su energı́a cinética: E1 = 12 mvf2 .

De nuevo, si no nos preocupamos por los estados intermedios de la piedra, sino

solamente por lo que ocurre al inicio y al final, podemos escribir una ecuación de
conservación de la energı́a que nos permita obtener la velocidad cuando la piedra llega
al suelo

E0 = E1

mgh + mv0x = mvf2 .

1 2 1
(3.11)
2 2
Nótese que, como antes, la masa de la piedra no juega ningún papel en la caı́da y
podemos eliminarla de la ecuación, de modo que la velocidad final es

vf = gh + v0x
1 2 1 2
2 2
vf = 2gh + v0x
2 2
�
vf = 2gh + v0x 2
�
= 2 × 9.81 m/s × 20 m + (20 m/s) = 28.15 m/s .
2 2
(3.12)

Se puede comparar esta velocidad con la que obtuvimos en el ejercicio de cinemática,

donde planteábamos las mismas condiciones iniciales para la piedra. Ya decı́amos allı́
que el tiempo que tardaba el objeto en caer era t = 2.02 s. Las componentes de la
velocidad serán, entonces

vx = v0x = 20 m/s = cte , (3.13)

vy = −gt = −9.81 m/s × 2.02 s = 19.82 m/s ,
2
(3.14)

por lo que la velocidad ası́ calculada será

� �
vf = vx2 + vy2 = (20 m/s) + (19.82 m/s) = 28.16 m/s ,
2 2
(3.15)

que, sin sorpresa alguna, es dentro de la aproximación un resultado idéntico al obtenido

mediante la conservación de energı́a.

Planos inclinados
Consideremos entonces el caso que nos ocupa. Es interesante saber qué está ocurrien-
do en el punto A. Antes de iniciar el movimiento la energı́a cinética del cuerpo es nula,
pues no se está moviendo. Si se toma como origen de alturas la altura del punto B,
entonces, en A el cuerpo tiene una energı́a potencial gravitatoria no nula E0 = mgh,
consecuencia de estar a una altura h. Puesto que inicialmente el muelle en contacto con

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el objeto está comprimido una distancia x, el objeto tiene también una energı́a poten-
cial elástica dada por Emuelle = 12 kx2 . Al liberar el muelle su energı́a potencial elástica es
transferida (suponemos que completamente) al cuerpo que, como indica el enunciado,
adquiere cierta velocidad. Ası́, la energı́a del cuerpo en el punto A vendrá dada por la
suma de la energı́a potencial gravitatoria que tenı́a inicialmente y la energı́a que le ha
transferido el muelle. Ası́:

EA = E0 + Emuelle = mgh + kx2 .

1
(3.16)
2
Esta energı́a, mientras no nos encontremos con efectos disipativos (por ejemplo, roza-
miento) será la que tenga el objeto independientemente del lugar en el que se encuentre.
Ası́, en el punto B, donde la energı́a potencial es nula, la energı́a del cuerpo será úni-
camente energı́a cinética, dada por

EB = mvB2 ,
1
(3.17)
2
que, como hemos indicado, deberá ser igual a la energı́a del punto A

EB = EA �→ mvB = mgh + kx2 .

1 2 1
(3.18)
2 2
Esta última ecuación permite calcular la velocidad del cuerpo en el punto B, sin más
que reordenar los términos de la ecuación

mvB2 = 2mgh + kx2

vB2 = 2gh + x2
k
� m
vB = 2gh + x2
k
(3.19)
�
m

= 2 × 9.81 m/s × 2 m + (0.1 m) = 6.27 m/s .

2 10 N/m 2
(3.20)
1 kg

Se indica ahora que el cuerpo, en su movimiento del punto B al punto C, pierde

energı́a en forma de rozamiento. Este movimiento sucede a una altura constante, lo que
indica que la energı́a en el punto C será igual nuevamente a su energı́a cinética, dada
por

EC = mvC2 .
1
(3.21)
2
El enunciado indica que, en el movimiento en ese tramo, el cuerpo pierde un 20 % de
su energı́a total (que en el punto B coincidı́a con su energı́a cinética). Es fácil entender
que, si pierde un 20 % de su energı́a cinética, en el punto C su energı́a EC será un 80 %

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de la que tenı́a en el punto B, EB . Ası́

EC = 0.8EB

mvC = 0.8 mvB2

1 2 1
(3.22)
2 2
vC = 0.8vB2
2
√
vC = 0.8vB = 5.61 m/s . (3.23)

El trabajo realizado por un cuerpo durante un proceso es una medida de la diferencia

de energı́a durante el tiempo transcurrido durante dicho proceso. Esto es, puesto que la
energı́a ni se crea ni se destruye, la diferencia de energı́a en dos puntos es precisamente
el trabajo intercambiado con el medio (debido al rozamiento, deformación plástica,
etc.). Este es el teorema de las fuerzas vivas, también llamado teorema trabajo-energı́a
cinética, o teorema de la energı́a cinética:

El trabajo realizado por la fuerza neta aplicada a una partı́cula es igual

al cambio que experimenta la energı́a cinética de dicha partı́cula

W = ΔE = Efinal − Einicial . (3.24)

Nótese que este teorema es solo válido mientras no haya cambios en la energı́a potencial.
En este caso, dada la energı́a inicial EB y la energı́a final EC , el trabajo realizado se
calcula como sigue
W = EC − EB = 0.8EB − EB = −0.2EB
= −0.2 mvB2 = −0.2 × 1 kg × (6.27 m/s) = −3.93 J .
1 1 2
(3.25)
2 2
El signo del trabajo indica que ha habido una disminución de la energı́a cinética en el
recorrido del cuerpo, como se deduce del hecho de que, al deslizar por un plano con
rozamiento, el cuerpo se frena y disminuye, por tanto, su velocidad.
Una información útil que se puede extraer del trabajo realizado es el cálculo del
coeficiente de rozamiento de la superficie rugosa. En efecto, el trabajo de rozamiento
viene dado por
W = −Fr l , (3.26)
donde la fuerza de rozamiento no es más que Fr = µN , con N la fuerza normal a la
superficie, dada en este caso por N = mg. Ası́, sustituyendo
W = −Fr l = −µN l = −µmgl . (3.27)
Esta última ecuación permite despejar el valor del coeficiente de rozamiento
−3.93 J
µ=− =− = 0.2 .
W
(3.28)
1 kg × 9.81 m/s × 2 m
2
mgl

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Nótese que este resultado es adimensional, como se espera del coeficiente de rozamiento.
Nos preguntamos, por último, por el ascenso que experimenta el cuerpo hasta el
punto D. Por conservación de la energı́a, esta en el punto C será igual a la energı́a en
el punto D. En ese lugar, justo cuando se alcance la altura máxima h′ , la velocidad
del cuerpo será nula, por lo que su energı́a mecánica será igual a su energı́a potencial
gravitatoria, dada por

ED = mgh′ . (3.29)

Igualando esta energı́a a la que el cuerpo tenı́a en el punto C, se obtiene

ED = EC

mgh′ = mvC2
1
2
vC2
h =
′
(3.30)
2g
(5.61 m/s)
2
= 2 = 1.60 m . (3.31)
2 × 9.81 m/s

que da la altura máxima que alcanza el cuerpo en su movimiento por el plano inclina-
do. Para calcular la distancia d recorrida se pueden utilizar relaciones trigonométricas
elementales.
̂ de la figura, donde
Consideremos el triángulo rectángulo CDE
el segmento CD = d define la hipotenusa, y donde ED = h′
y CE = x′ son los respectivos catetos. Si β es el ángulo que
forman CD y CE, entonces

x′ = d cos β , (3.32)
h′ = d sen β , (3.33)

de modo que, en este caso, se obtiene

h′
d= (3.34)
sen β
= = 1.84 m .
1.60 m
(3.35)
0.87