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Coleccion Samaritana # 3

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DIÓCESIS DE ENGATIVÁ

Colección Samaritana
Volumen 3

2014
MANUAL PARA EL ANIMADOR
DE PEQUEÑAS COMUNIDADES
SAMARITANAS Y MISIONERAS
DIÓCESIS DE ENGATIVÁ
Transversal 70C Bis No.77-60
Teléfono: 437 0581
Fax: 540 4998
Bogotá, D.C., Colombia
www.diocesisdeengativa.org
Correo eléctrónico: vicariapastoral@diocesisdeengativa.org

Reservados todos los derechos.


Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier
medio mecánico o digital.

Colección Samaritana (obra completa)


ISBN: 978-958-58540-0-0

Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y


misioneras. (Volumen 3)
ISBN: 978-958-58540-3-1
MANUAL PARA EL ANIMADOR
DE PEQUEÑAS COMUNIDADES
SAMARITANAS Y MISIONERAS

Colección Samaritana - Volumen 3


Bogotá D.C. - Colombia
2014
CONTENIDO
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 10

1. Contexto Histórico 14

2. Definición 22

3. Características 26

4. Ruta Pedagógica 30

5. Metodología 48

6. El Discípulo Animador 54

7. Bibliografía 58

8. Anexos 60

8|
INTRODUCCIÓN
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

INTRODUCCIÓN
En este texto podremos encontrar un aporte significativo y una guía,
para construir e ir dando identidad a las Pequeñas Comunidades Sa-
maritanas y Misioneras

En un primer momento, el texto resume la historia alrededor de las


PCSyM como opción pastoral preferencial en la diócesis de Engativá.
Más adelante, explica en detalle qué es una PCSyM, para finalmente
concluir con los pasos de la ruta pedagógica que debemos seguir.

También encontraremos el perfil del animador de PCSyM y los com-


ponentes del programa formativo, el cual ha de ser considerado por los
párrocos y los equipos parroquiales. Por último, se describe la meto-
dología de los encuentros y la forma de organizarlos, así como algunos
subsidios para el desarrollo de las reuniones.

Creemos que este aporte se convertirá en un gran impulso de nuestras


PCSyM como fuente revitalizadora en nuestra Iglesia Particular.

†Héctor Gutiérrez Pabón


Obispo de Engativá
Equipo vicaría de pastoral

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Caluroso saludo, queridos animadores de Pequeña Comunidad:


Queridos hermanos en Cristo Jesús, me hago presente ante ustedes, porque tengo cono-
cimiento de que están formando Pequeñas Comunidades Samaritanas y Misioneras, en
este contexto urbano de la Diócesis de Engativá. Me lleno de gozo y esperanza, sabiendo
la firmeza de su fe y la generosidad con la que hacen este esfuerzo por predicar la Buena
Noticia de Jesucristo, a tiempo y a destiempo. Sin embargo, conociendo las dificultades a
causa de la dispersión, la indiferencia, la desesperanza, las discordias, las injusticias y la
falta de sentido de pertenencia e identificación con el actuar misericordioso de Cristo Jesús,
escribo esta carta con el fin de hacer algunas indicaciones y sugerencias.
Los exhorto, en nombre de Cristo, a que tengan un mismo amor, un mismo espíritu, un
único sentir y no hagan nada por rivalidad o vanagloria. Al contrario, que cada uno hu-
mildemente estime a los otros como superiores; así mismo, no busque nadie sus propios
intereses, sino más bien el beneficio de los demás; soportándose unos a otros, manteniendo
el vínculo de la paz. Sean así, todas las personas que participan en las Pequeñas Comu-
nidades.
No perdamos la esperanza en los momentos en que nos toca padecer los sufrimientos y
debilidades humanas, pues experimentamos de Cristo, un consuelo muy grande. Por eso,
alegrémonos cuando tengamos que afrontar enfermedades, humillaciones, necesidades,
angustias y persecuciones por Cristo; porque cuando somos débiles, Él nos hace fuertes.
Así, nada de lo anterior podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús
nuestro Señor.
Si alguno de la comunidad les causa pena, no ha sido solamente a ustedes; es a toda la Pe-
queña Comunidad. Para él es suficiente un llamado de atención. Luego hay que perdonarlo
y animarlo; no sea que el castigo excesivo acabe con él y se hunda en una extrema tristeza,
que lo lleve a la desesperación. Por eso, les ruego reafirmen su amor con él. A quien perdone
la Pequeña Comunidad, en particular cada miembro de esta, debe perdonarlo en presencia
de Cristo y no dejar ventajas a Satanás, ya que conocemos bien sus intenciones. Debemos
entonces identificarnos con Cristo, porque ninguno de nosotros vive para sí, ninguno muere
para sí. Si vivimos, lo hacemos para el Señor, si morimos, morimos para el Señor. En la vida
y en la muerte, somos del Señor; más no somos nosotros los que vivimos, sino es Cristo
quien vive en nosotros. Ya que nos identificamos en nuestro actuar, con Cristo Jesús.
Desde mi experiencia de laico, misionero y formador de comunidades, quiero compartirles
cómo vivir la espiritualidad samaritana y misericordiosa.
En primer lugar, buscando la unidad y la solidaridad. En un segundo lugar, perseverando
en la esperanza, a pesar del sufrimiento y a la debilidad humana. En tercer lugar, identifi-
cándonos con Cristo. Por último, viviendo en el perdón que elimina el pecado.
Espero que este breve compartir de mi experiencia, aporte a su caminar como animadores
de Pequeñas Comunidades. Que la gracia y la paz de Nuestro Señor Jesucristo, los acom-
pañe siempre. Pablo, amigo y hermano.

Pablo De Tarso

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CAPÍTULO 1
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

1. CONTEXTO HISTÓRICO1
Origen de las Pequeñas Comunidades Samaritanas y
Misioneras
¿Dónde empieza el alba? ¿Dónde empieza el amanecer? ¿Dónde se acaba el día?
¿Cómo empezó todo? Estas preguntas pueden ser respondidas de distintas mane-
ras y por distintas personas. Un científico haría toda una dilucidación matemática
y expondría complicadas teorías, para ayudarme a entender el origen del univer-
so; un literato me contaría historias diversas y citaría a chamanes y magos que
con sus mitos y leyendas, me narrarían el origen de todas las cosas; mi abuelita
me contaría la historia desde su visión cariñosa muy particular; mi papá lo haría
desde la perspectiva de la fe; el Señor Obispo, con toda seguridad, me hablaría de
Dios y su actuar; en cambio, el historiador se apegaría a los hechos. Todas estas
maneras de contar la historia serían verdaderas en alguna medida. Todas ellas me
darían una imagen, una interpretación de lo ocurrido.

No pretendo responderles a ustedes queridos animadores la pregunta sobre cómo


comenzó todo, me corresponde contarles la historia sobre cómo comenzó lo de
las Pequeñas Comunidades Samaritanas y Misioneras en la Diócesis de Engativá.
¿Desde qué perspectiva lo haré? Seguramente me gustaría tener la ternura de mi
abuelita, la fe de mi papá, la sapiencia del científico, el discurso mágico del litera-
to, la maestría del Señor Obispo… Sin embargo, haré recurso de la contundencia
de los hechos y trataré de hacerlo a la luz de la fe con mi particular manera de
expresarme.

1 Transcripción de las palabras que el P. Jaime Rivera, Director Campo de Vida en Comunión, dirigió a los
animadores en la inauguración de la Escuela Diocesana del Discipulado Samaritano . Primero de Marzo de
2014 .

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

La cosa comenzó por allá en el año 1997, cuando el equipo de trabajo pastoral de
la entonces Zona Pastoral de la Sagrada Eucaristía (EZAP) entregó a la Arquidió-
cesis de Bogotá el documento sobre el discernimiento sinodal. En esta reflexión el
equipo proponía que para responder a los reclamos y peticiones de la ciudad era
necesario que la Iglesia hiciera una opción misionera. La estrategia más apropiada
sería conformar pequeñas comunidades, para promover la vivencia de la fe y dar
testimonio de fraternidad y misericordia.

Los trabajos del Sínodo Arquidiocesano concluyeron un año después, en 1998,


cuando se publicaron las declaraciones sinodales. Estas fueron acogidas con entu-
siasmo por unos y con escepticismo por otros. Como dice el Evangelio: “El Sem-
brador regó la semilla y cayó en diferentes terrenos” (Mt 13, 1-9). La propuesta
del Sínodo, recogió el sentir de varios actores pastorales de la ciudad en esta época
y como respuesta permanente al reclamo de una Iglesia, que aparecía diluida en
la ciudad, encomendó a la iglesia de Bogotá vivir en pequeñas comunidades la
fe, para mostrar un estilo más evangélico basado en la caridad, señal por la cual
debemos ser identificados.

Prontamente el entonces arzobispo de Bogotá, Pedro Rubiano, delega un equipo


de notables para desarrollar las respuestas que proponía el Sínodo, en un plan.
Este fue publicado en 1999: El Plan global de pastoral. Proponía que desde el
Espíritu de la parábola del Buen Samaritano, la iglesia de Bogotá se esforzará por
salir al encuentro de los hombres y mujeres que habitaban la ciudad, para sanar
sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. La pastoral debía
procurar la unidad y la formación permanente.

Para algunos el Plan global era eso: una especie de globo que volaba demasiado
alto y era imposible de alcanzar; otro más intrépido diría que la solución era con-
seguir una cauchera, reventarlo y hacerlo aterrizar.

Para fortuna de la Diócesis de Engativá, monseñor Octavio Ruiz Arenas, escogió


una metodología menos cruel y puso a trabajar a los párrocos y fieles de la enton-
ces Zona Pastoral Episcopal de la Sagrada Eucaristía.

Durante el año 2000, se realizaron diversos encuentros y trabajos con el fin de


concretar para la hoy Diócesis de Engativá un plan pastoral. Para mí, que entonces
era un chico e inexperto seminarista, esto constituyó una gran novedad: los pres-
bíteros discutían y se esforzaban en ponerse de acuerdo; la pastoral no era solo las
celebraciones, sino todo un esfuerzo de planeación complejo y menesteroso. Es-
fuerzo, trabajo, conflictos, chistes y por encima de todo, la fraternidad alrededor
de la cual se fue construyendo el Plan zonal.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

En el año 2001, fue presentado el Plan zonal de pastoral de la Zona Pastoral de la


Sagrada Eucaristía, cuya gran novedad, fue asumir la estructuración en trienios de
la propuesta del Plan global. Además, planteó las Pequeñas Comunidades como
espacio vital donde se debía desarrollar el Plan pastoral.

Con esta propuesta surgió una nueva discusión y problemática… ¿Cómo se hacen
las pequeñas comunidades? ¿Cuál debe ser la pedagogía y metodología a seguir?
¿Cómo cohesionar las distintas fuerzas pastorales de la Diócesis para abordar este
tema?

En un primer momento distintas opciones metodológicas propusieron el propio


método como el camino a seguir. Lo que ha funcionado en otras partes... ¿por qué
no puede funcionar aquí? Además, ¿para qué inventar lo que ya ha sido inventa-
do? Ciertamente esta posición tenía algo de razón, pero desconocía un elemento
importante: el contexto debe hablar, si no se escuchaban las necesidades de los fie-
les, se estaría marginando y excluyendo a muchos. Resultaba inadecuado imponer
una metodología pastoral como opción pastoral.

Ante esto, monseñor Octavio decidió proponer que en la Zona Pastoral de la Sa-
grada Eucaristía, fuera diseñada una pedagogía propia para las pequeñas comu-
nidades y se trabajará por crear un proceso de diálogo alrededor de este tema;
permitiendo además, que las distintas opciones metodológicas, pudieran ser de-
sarrolladas asumiendo las directrices generales del Plan pastoral. Como la vida
se manifiesta llevándonos por caminos insospechados… monseñor Octavio fue
nombrado arzobispo de Villavicencio en el año 2002. Esto hizo que el Plan entrara
en un proceso de transición.

En el año 2003, fue creada la Diócesis de Engativá, con lo que todo lo hasta ahora
hecho, tuvo que esperar la llegada de un nuevo pastor: monseñor Héctor Gutié-
rrez Pabón. Y aunque por esperado no dejó de sorprender, el nuevo obispo deci-
dió continuar con el plan existente, desarrollando durante el 2004, un proceso de
evaluación a cargo de monseñor Fernando Villegas, vicario general de la diócesis.

En los años 2005 y 2006, se reactiva el proceso de reflexión y acople del plan
pastoral, que ahora debía ser diocesano. El núcleo de lo que fuera el Plan zonal,
se retomó de manera decidida para concretar la espiritualidad y los principios;
se establecieron los lineamientos diocesanos para las pequeñas comunidades; se
construyó el horizonte pastoral: “Hacia la Ciudad de la misericordia, más humana
y más fraterna”.

“Cuando recuerdo este tiempo, me imagino cruzando una selva armado de un


machete”, recuerda el entonces vicario de pastoral Alberto Camargo. Ciertamente,

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

fue un trabajo dispendioso y difícil, en el que se escuchó a los fieles, se reflexionó


con el clero y se concretaron opciones fundamentales que llegaron a ser definitivas.

Si hablo de grandes opciones tendré que señalarlas:

La primera gran opción son las personas. La Iglesia no son ladrillos ni estructuras de
concreto. Lo importante es formar discípulos misioneros que sean Cristo amando
y sirviendo, haciendo florecer el reino de la paz y la justicia. Esta opción resulta es-
pecialmente complicada para algunos que al estilo de Herodes, quieren afianzar su
hegemonía, ven el poder como medio de supervivencia. Ante esto, el Evangelio nos
invita a defender con valentía la Palabra encarnada, que florece en cada discípulo
(Jn 1, 11-14).

Una segunda gran opción fue por el contexto. La pastoral se realiza en la ciudad y
para la ciudad. Esta ciudad que le duele a Dios y por la cual llora; esta ciudad en la
que habita escondido y no lo vemos… La gran novedad que introdujo la diócesis
en el discurso pastoral, fue la reflexión sobre la “urbe”, ¡La pastoral debe ser urbana!
Y esta novedad, sin duda, ha ido generando inesperadas revelaciones en nuestro
quehacer como: que no somos nosotros los que tenemos a Dios sino que Dios está
en la ciudad y nos invita a ponernos de su parte; existen muchos territorios y subje-
tividades y urge proponer nuevas formas de comunicación. Sin embargo, la ciudad
para algunos profetas rebeldes como Jonás, sigue siendo un lugar digno de castigo y
destrucción. Razón que hizo especialmente difícil la consecución de acuerdos.

Una tercera gran opción, fue concretar la espiritualidad samaritana. ¿Cómo podría-
mos imaginarnos que un pontífice como Francisco, unos años después hablara de lo
mismo? Pero ¡así fue! Una opción por la Iglesia samaritana compasiva y misericor-
diosa, que siente entrañablemente el sufrimiento de los más pequeños y que es capaz
de ponerse del lado de las víctimas y los marginados. La Iglesia herida, ciertamente,
pero capaz de sanar, solidaria en el dolor y madre que alimenta y da refugio. Esta vi-
sión, tiene su problemática para algunos escribas y fariseos partidarios de la ley, que
consideran que es importante conservar los principios y hacer un esfuerzo mayor
en la doctrina. Ante esto, la Palabra del Señor siempre nos ha iluminado: “Cuidad
lo uno sin descuidar lo otro” “Misericordia quiero y no sacrificios” (Mt 9, 10-13).

La cuarta gran opción que se consiguió en este tiempo fue la de entender que la Iglesia
debe hacer misión. El fin de la evangelización es la misión, anunciar a Jesús muerto
y resucitado. Claro está, el anuncio no pueden ser meras palabras desprovistas de
las obras, más bien como dice Santiago en su carta ¡Fe viva! O sea, las palabras y las
obras son el testimonio convincente (St 2, 14-26). Esta opción genera desacomoda-
miento y reta el centralismo y la visión de algunos sumos sacerdotes, preocupados

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

por el culto, que pretenden reducir la experiencia de Dios al confort del templo y
la piedad popular. Una vez más resuena en los oídos la Palabra del Señor: “Vayan
y hagan discípulos míos, enseñándoles a guardar lo que yo les he enseñado” (Mt
28, 19-20).

Un fruto jugoso que seguimos degustando de todo este proceso, fue el documento
llamado: Líneas pastorales para la formación de pequeñas comunidades samari-
tanas y misioneras en la ciudad, publicado en 2007. Las pequeñas comunidades
deberán aplicar estos principios y ser fuente auténtica de espiritualidad. La matriz
pedagógica, resultado de este esfuerzo de análisis, será la que gestará unos años
más tarde, la ruta pedagógica de las pequeñas comunidades. Sí, desde entonces
sabemos que las pequeñas comunidades tienen dos adjetivos importantes y defi-
nitivos: son samaritanas y misioneras.

Como debía ser que el que impulsara esta iniciativa fuera el clero, de 2007 a 2009
se realizaron debates, congresos y reflexiones para generar una conversión episte-
mológica que llevara a la asunción del horizonte pastoral. Por otra parte, los fieles
fueron orientados desde la escuela bíblica diocesana. Este tiempo fue de especial
complejidad, casi de confusión, se hicieron modelos y pruebas como en un tubo
de ensayo. Ciertamente como a todo científico loco, el tubo de ensayo estalló en
varias ocasiones. Pero lo fundamental se conservó, nunca se perdió el horizonte.
Tras cada discusión, debate y reflexión las cosas iban siendo concretadas.

2010 presentó el reto de la elaboración del Plan pastoral samaritano, concreción


de todo este proceso. Después de todo el esfuerzo realizado en los años anteriores,
en el 2011 es entregado este plan. El referente teológico-pastoral presentado, tiene
a las pequeñas comunidades samaritanas y misioneras en su centro. Estas serán
discípulas de la misericordia, verdaderas células que renuevan el tejido eclesial y
la vida de las parroquias, al servicio de los pobres y necesitados.

Estas comunidades, aunque son el espacio vital del Plan pastoral, no son un fin en
sí mismas, sino una mediación para que la iglesia diocesana, impregne las estruc-
turas sociales y políticas con un testimonio coherente. Las pequeñas comunidades
son la estrategia para incursionar en la ciudad, con los mismos sentimientos de
Cristo. Así son samaritanas y misioneras.

El Plan pastoral samaritano plantea los sentidos para construir la Ciudad de la mi-
sericordia. Es decir, nos muestra para donde vamos y señala los énfasis a tener en
cuenta: el sentido bíblico, antropológico, cognoscitivo, social, ecológico y eclesial.
Estos sentidos nos ponen en la misión permanente de mirar, estructurar y sentir
la realidad urbana para hacerla más humana y fraterna.

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Desde que nos fue entregado, el proceso de operativización del Plan ha sido ar-
duo. El vicario de pastoral Luis Eduardo Sánchez y su equipo, ha conseguido en
medio de fatigas estructurar la diócesis en campos, ámbitos y niveles de pastoral,
buscando la manera más adecuada de direccionar la acción pastoral, desde los
sentidos del Plan samaritano.

La operativización del plan pastoral, permitió desarrollar las opciones teológicas


y pastorales. El Nuevo vicario de pastoral y su equipo implementaron para los
campos de pastoral: programas y proyectos. Los arciprestazgos entendidos como
territorio de misión, permitieron la creación de opciones particulares concretadas
en proyectos de intervención social.

Poco a poco los esfuerzos van dando frutos. Las pequeñas comunidades como es-
pacio vital debían ser una realidad. Por eso, el diseño de la ruta pedagógica ocupó
un tiempo relevante de esta última etapa. El primer esfuerzo realizado nos permi-
tió conseguir resultados. Teniendo la matriz pedagógica y los sentidos pastorales,
el producto final ha venido a ser como un pan calientito y delicioso que todos
queremos probar. Con el pasar de los años podemos mirar que, aquello que inició
como una obra buena, Dios la sigue llevando hacia un feliz término.

No ha sido nada sencillo y como dice una propaganda: “todo lo bueno necesita
tiempo”. Las pequeñas comunidades no surgen de la nada, necesitan auténticos
discípulos samaritanos y misioneros. Por eso, la Escuela diocesana del discipulado
samaritano es creada como herramienta en función del sueño diocesano. Desde
2013, la escuela se ha ido gestando y tras un esfuerzo intenso, hoy tenemos la
primera promoción de candidatos que iniciara el programa bandera como anima-
dores de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras.

En alguna ocasión escuché las palabras inspiradoras del señor obispo en una visita
pastoral, él decía: “Mientras aún tenemos tiempo, trabajemos por construir un
mundo sin guerra, donde la violencia sea solo un mal recuerdo; mientras aún hay
tiempo hagamos que lo niños sueñen y crezcan en medio de sonrisas; que papá
y mamá se quieran con entusiasmo; que los jóvenes jueguen y se enamoren…
Mientras aún tenemos tiempo hagamos lo que corresponde bien, démosle la cara
con fe al destino y yo les aseguro que habrá la paz que todos anhelamos”.

Es cierto, el tiempo nos va mostrando que podemos conseguir cosas pequeñas,


pero significativas. Ahora, cuando tenemos en nuestras manos esta posibilidad
miremos el futuro con realismo, pero también con heroísmo y esforcémonos to-
dos por seguir haciendo lo que corresponde.

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No me permitiré decir: colorín, colorado este cuento se ha terminado, porque
realmente lo único que se puede afirmar es que todo acaba de comenzar. Y ten-
dremos que persistir y valorar lo nuestro para que pueda continuar y seguir con-
tinuando. Termino diciendo: Esta historia continuará…

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CAPÍTULO 2
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

2. DEFINICIÓN1
Concepto de Pequeña Comunidad Samaritana y Misionera
La Pequeña Comunidad Samaritana y Misionera es una célula vital estable, orgá-
nica y fraternal de personas evangelizadas, centradas en Cristo y llenas del Espí-
ritu Santo, que se sienten responsables unas de otras, edificándose mutuamente y
compartiendo lo que son y lo que tienen en la medida de su crecimiento cristiano
y de su integración comunitaria.

2.1 Célula vital

La célula es la estructura biológica más pequeña, capaz de realizar por sí misma


las tres funciones vitales: nutrición, relación y reproducción. Todos los organis-
mos vivos están formados por células. Tomando esta definición del universo de
la biología, podemos decir que una pequeña comunidad es una estructura capaz
de nutrir la fe, generar relaciones humanas y fraternas y reproducir la imagen de
Jesucristo, en cada uno de los creyentes. Así, la Iglesia, entendida como un orga-
nismo vivo, debe ser conformada por estas células vitales.

2.2 Estable

Es célula vital que de hecho ya ha probado su estabilidad, reconocimiento y acep-


tación de cada uno y de los demás. Tiene sentido de pertenencia, cohesión y soli-
daridad; realiza reuniones periódicas y tiene una asistencia fiel con participación
activa de todos.

1 Equipo Bíblico de la Diócesis de Engativá. 2010

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

2.3 Orgánica

No es un grupo que hace una reunión ocasional, ni un conglomerado, sino un


cuerpo vivo, bien articulado; con funciones diferentes pero complementarias, re-
conociendo, aceptando el lugar y la función de cada miembro dentro de la comu-
nidad (todos activos).

Sintiéndose parte de un mismo cuerpo, cooperando para el bien de todos, fun-


cionando de acuerdo a las leyes vitales del cuerpo, según la cabeza que es Cristo y
animados por el Espíritu Santo.

Con la máxima heterogeneidad posible, hombres y mujeres con diferentes niveles,


culturales, sociales y económicos.

2.4 Fraternal

Los une un principio profundo, con relaciones primarias cordiales, no mediati-


zadas; sin interés particular ni prejuicios; con conocimiento, intercomunicación e
interacción de todos con todos, a nivel progresivamente profundo; lo cual sólo es
posible en estructuras pequeñas, llegando a ser verdaderos hermanos en Cristo.

2.5 Personas evangelizadas centradas en Cristo y llenas


del Espíritu Santo

No sólo son personas con funciones para una tarea, sino creyentes reconocidos y
aceptados en la totalidad de su ser y de su situación.

Son seres humanos con rostro, nombre propio e historia, con interés positivo y
cálido por todo lo que forma parte de cada individuo. Personas queridas por sí
mismas, como parte insustituibles, que se les espera en las reuniones y se les ex-
traña en su ausencia.

Personas convertidas realmente al Señor, con un corazón y un espíritu nuevo. Y


consiguientemente con una nueva escala de valores, para descubrir y crear, un
renovado orden humano.

Personas que buscan tener un encuentro personal y comunitario con Jesús resu-
citado, que se reúnen parar escuchar su Palabra, orar al Padre Eterno y celebrar
juntos la Eucaristía.

Creyentes, que llenos del Espíritu Santo, se congregan y conforman la comunidad,


a partir de su familia y vecinos del sector.

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Caminan en el Espíritu, conducidos en todo por Él. Abiertos y disponibles a sus
acciones y manifestaciones, para edificar el cuerpo de Cristo, siguiendo las orien-
taciones de los pastores.

2.6 Responsables unas de otras

Se sienten responsables los unos de los otros: se interesan y se preocupan por


todos los aspectos de sus vidas, se hacen solidarios, apoyándose y cuidándose
mutuamente.

Manifiestan interés y comunión, que va más allá de la reunión de todo grupo;


actualizando la experiencia de las comunidades cristinas primitivas, las cuales “se
mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la
fracción del pan y en las oraciones” (Hch 2, 42-47).

2.7 Edificándose mutuamente

Se ayudan unos a otros a crecer en todos los aspectos, mediante la exhortación


mutua y el discernimiento en comunidad, para la búsqueda de la voluntad de
Dios. Dando testimonio de lo que Dios está haciendo en ellos y manifestando la
gloria de Dios con el servicio a los otros.

2.8 Compartiendo lo que son y lo que tienen

Poniendo al servicio de los demás sus talentos y carismas, su conocimiento y su


experiencia, un solo corazón una sola alma, con apertura y compartiendo todas
sus riquezas. Se reúnen semanalmente para escuchar la Palabra de Dios, orar en
alabanza y acción de gracias, interceder unos por otros, reflexionar e impulsarse
mutuamente al trabajo apostólico y al compromiso.

Se reúnen en ocasiones para comidas, estudio, trabajo, esparcimiento en común,


convivencias, retiros, asambleas, peregrinaciones; reflejando así, una verdadera
amistad en Cristo: “el amor de Dios en el corazón de la comunidad”.

Construyen y hacen realidad proyectos partiendo del contexto social parroquial.

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CAPÍTULO 3
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

3. CARACTERÍSTICAS1
Las siguientes características fundamentales identifican a las PCSyM

3.1 Fundamentada en Cristo

La PCSyM es Cristocéntrica, es decir, es Jesús quien prevalece siempre. El Señor


está presente en cada reunión de la comunidad. “Os aseguro también que si dos
de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo
conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están reunidos dos
o tres en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 19-20).

3.2 Escucha la Palabra

La PCSyM tiene como núcleo la Palabra de Dios. “Muchas veces y de muchas


maneras, habló Dios a nuestros padres en el pasado, por medio de los Profetas.
En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del hijo, a quien instituyó
heredero de todo, por quien también hizo el universo” (Hb 1, 2).

3.3 Animada por el Espíritu Santo

Quien anima e impulsa la PCSyM es el Espíritu Santo. “En efecto, todos los que
se dejan guiar por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Y vosotros no habéis re-
cibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, habéis recibido
un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu
mismo se une a nuestro espíritu, para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
Y, si hijos, también herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus
sufrimientos, para ser con él glorificados” (Rm 8, 14-17).

1 P. José Miguel Miranda Arraiza, OCD, (q.e.p.d.).

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

3.4 De fe, esperanza y caridad

En la PCSyM las virtudes teologales “fundamentan, animan y caracterizan”, el


obrar de los miembros de la comunidad. “Os exhorto, pues, yo, prisionero por el
Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido lla-
mados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros
por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo
de paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis
sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre
de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos” (Ef 4, 1-6).

3.5 Abierta a todos

La PCSyM es incluyente. “Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena


Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15).

3.6 Misionera

La PCSyM entiende y valora su misión. “Proclamad que el Reino de Dios está cer-
ca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios.
Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni cobre en vues-
tras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias ni bastón; porque
el obrero merece su sustento” (Mt 10, 7-8).

3.7 Solidaria y comprometida

La PCSyM es solidaria con sus miembros y hermanos de la comunidad parro-


quial. “Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24).

3.8 De servicio

La PCSyM es esencialmente servidora. “Entonces se sentó, llamó a los doce, y les


dijo: si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos”
(Mc 9, 35).

3.9 De hombres y mujeres libres

En la PCSyM, Jesús hace experimentar la libertad de ser hijos de Dios. “Si os man-
tenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos y la verdad os hará
libres” (Jn 8, 31-32).

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3.10 Estrechamente unida a la Parroquia

Las PCSyM son comunidades orientadas y dependientes de la Parroquia; tal como


lo proclama la Evangelii Nuntiandi: “Se forman en la Iglesia, para unirse a la Igle-
sia y para hacer crecer la Iglesia”. La PCSyM se convierte así en un sacramento
visible de la Iglesia local.

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CAPÍTULO 4
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4. RUTA PEDAGÓGICA
4.1 Matriz Pedagógica para la formación de las PCSyM

Las líneas pastorales son el resultado del proceso de escucha que se llevó a cabo en
la Diócesis de Engativá, en el año 2006. En la construcción del horizonte propues-
to, se colocaron como centro del proyecto de la Diócesis, dentro de la diversidad
de procesos de formación de las PCSyM.

Se formularon cuatro lineamientos que orientan la formación de las PCSyM, des-


de el horizonte del Plan pastoral diocesano, la Ciudad de la misericordia, como
necesidad de estar siempre contextualizada en la realidad urbana.

Discipulado urbano
de la palabra

Espiritualidad Comunidades
urbana de la haciendo misión
misericordia en la ciudad

Comunidad discipular
urbana

30 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Tres componentes sobresalen como punto de apoyo, para darle significado a las
líneas pastorales, los cuales, vistos en relación lógica con la estructura de nuestro
Plan pastoral, cada una corresponde a un campo del Plan pastoral diocesano.
Formación Bíblica Peq. comunidades Programas de proyección social

Campo de arraigo en
Campo de Campo de servicio a las
Jesucristo
vida en comunión personas y a la sociedad
palabra de vida

Las líneas orientadoras, así como los campos de pastoral, constituyen la matriz
pedagógica de las PCSyM; en ella, se gestan los pasos que uno tras otro se dan y
que integran la ruta pedagógica de la PCSyM de la Diócesis de Engativá.
El camino de las pequeñas comunidades
en la ruta pedagógica de las líneas pastorales
Campo de arraigo en
Campo de Campo de servicio a las
Jesucristo
vida en comunión personas y a la sociedad
palabra de vida

Formación Bíblica Peq. comunidades Programas de proyección social

Constan- Campos de pastoral


tes
Persona humana Parroquia y otros Sociedad y barrios
Lineas escenarios urbanos
orientadoras

Discipulado urbano de
1 2 3 Observatorio parroquial.
la palabra
Anunciar el Evangelio
Formar discípulos en la ciudad Conocimiento del contexto urbano

Espiritualidad urbana
4 Estructuración de programas
de proyección social parro-
de la misericordia quiales de PCSyM
Coherencia entre Compromiso humani-
fe y vida zante Compromiso urbano

Implementación de progra-
Comunidad discipular 5 mas de proyección social
urbana parroquiales de PCSyM
Unidad y compromi- Parroquia nueva
so comunitario Evangelización nueva Impacto social

Programas de pro-
Comunidades haciendo 6 yección social de
misión en la ciudad PCSyM en marcha
Vivir una Eclesiología
Vivir un auténtico de comunidad Dialogar con las culturas y con la
discipulado y misericordia sociedad

Fuente: Equipo diocesano de PCSyM Las PCSyM en la matriz de la líneas pastorales 2014.

| 31
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

El cuadro anterior, se convierte en una visión panorámica de la propuesta de nue-


va evangelización, haciendo de la pastoral, una acción educativa que toca aspectos
sensibles de la realidad; que manifiesta un estado de crisis generalizada y que se
convierte en un reto para la evangelización actual.

Nuestras PCSyM se forman, se consolidan y se fortalecen en las siguientes etapas


o pasos:

4.2 Ruta Pedagógica de las PCSyM

A continuación presentamos los seis pasos de la ruta pedagógica, que son fruto
del proceso de reflexión.

4.2.1 Paso Uno: Pre-Comunidades. Preparándose


para la Misión

a. El primer paso en la formación de las PCSyM, lo constituyen las etapas de


selección, capacitación y titulación de los animadores parroquiales. Con base
en el perfil de los candidatos, el párroco selecciona el grupo de potenciales
animadores, dentro de los fieles católicos de su parroquia, a través de convo-
catorias abiertas o cerradas, según su criterio.

b. Los animadores seleccionados, participan en el Programa Diocesano de For-


mación de animadores de PCSyM, de la Escuela Diocesana del Discipulado
Samaritano y finalmente los que culminan y aprueban el proceso de forma-
ción, reciben el título y carnet que los acredita como tales, en ceremonia so-
lemne celebrada en la Diócesis.

c. Un animador formado y titulado, podrá ejercer su apostolado en cualquiera


de las parroquias de la Diócesis, previa acreditación ante el párroco. Igual-
mente, la Escuela mantiene el historial de sus animadores formados, disponi-
ble para todos los párrocos de la Diócesis. (Ver cuadro 4.2.1)

4.2.2 Paso Dos: Nacimiento De La Pequeña


Comunidad. El Comienzo Del Camino

El siguiente paso, es la creación y estructuración de la PCSyM en cada parroquia,


con el equipo responsable de la gestión y coordinación de todas las actividades de
la PCSyM en la parroquia. (Ver cuadro 4.2.2)

32 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Cuadro 4.2.1

Convocatoria
Parroquial de Selección de Animadores
Animadores

ESCUELA DIOCESANA
DEL DISCIPULADO
SAMARITANO Ceremonia solemne de
titulación y certificación
Programa de
Formación para
Animadores

Cuadro 4.2.2

EQUIPO PARROQUIAL
(Párroco, Nivelistas Planificación de las PC
Parroquiales de PC
y Animadores PC)

Convocatoria a
Eucaristía de envío los participantes en
las Pequeñas Comunidades
Parroquiales

Primera reunión de la PC
Entronización de la Palabra
Bendición de la casa
Bendición de la comunidad

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.2.1 El equipo parroquial de la PCSyM

Lo integran: el párroco, el nivelista parroquial y los animadores ya formados. Este


grupo es considerado vital en el proceso y le competen las principales responsa-
bilidades como: la planificación, la formación, el crecimiento y el desarrollo de la
PCSyM en la parroquia.

Éste se reune preferiblemente cada semana, para analizar el camino de las PCSyM
parroquiales, su crecimiento y desarrollo, sus problemas y sus necesidades. Se re-
comienda que uno de los animadores redacte las actas de cada reunión y consigne
allí, todos los asuntos tratados y especialmente los compromisos adquiridos ya
sea entre las comunidades o con la parroquia, a los cuales se les hará evaluación y
seguimiento en la siguiente reunión.

Durante la reunión, también se pueden realizar actividades de formación y pro-


fundización bíblica y en ella, es aconsejable organizar las siguientes actividades de
las comunidades en conjunto.
4.2.2.2 Planificación de las PCSyM

Las comunidades nacen en la parroquia. Estas se reúnen en las casas, consideran-


do que: “las casas fueron sitios predilectos de Jesús. En las casas se fue fraguando
el lugar de la Iglesia Cristiana. En este sentido, fue no solo el lugar geográfico del
encuentro, sino actitud liberadora de vida”.

Su distribución en el territorio de la parroquia, obedece preferentemente a la crea-


ción de comunidades en cada manzana; con el propósito de consolidar una red
de comunidades, que conduzca a la parroquia a constituirse en comunidad de
comunidades.

Seleccionar los sitios estratégicos para ubicar las PCSyM, es una responsabilidad
del equipo parroquial. Para esto, el equipo realiza un análisis cartográfico de la
parroquia, donde se irán ubicando las PCSyM que se vayan formando; integrando
así, poco a poco, la red parroquial.
4.2.2.3 La Eucaristía de envío

En una Eucaristía solemne de envío, el párroco presenta a los animadores forma-


dos y titulados de la comunidad parroquial y los envía a la misión.

34 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

4.2.2.4 Convocatoria a los participantes en las PCSyM

El gestor de las PCSyM es el Espíritu Santo. “Cuando venga el Paráclito, que yo os


enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, le dará
testimonio de mí” (Jn 15, 26).

El Espíritu es quien anima la misión. “Como mi Padre me envió, también yo os


envío. Dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Jn 19, 21b-22). El
animador, movido por el Espíritu Santo, da paso a la creatividad que Él le inspira,
para proporcionar espacios, momentos y circunstancias favorables.

Las comunidades se deben conformar, preferencialmente, con familiares, veci-


nos y amigos cercanos y conocidos. Este factor es muy importante, especialmente
considerando los problemas de seguridad y su prevención, ya que las reuniones
se realizan en las casas.

En cuanto al número de miembros, incluido el animador, el ideal es que sea de


diez o doce personas, hasta un máximo de quince. El animador propone a los in-
tegrantes la formación de la comunidad y se pone de acuerdo, con quien ofrece la
casa para el desarrollo de la reunión, con el fin de invitar a los interesados.

La convocatoria se realiza conforme a los criterios del párroco y las especificacio-


nes que determina la parroquia.
4.2.2.5 Primera reunión de la PCSyM

En coordinación con el párroco, el animador planifica y fija la fecha de la primera


reunión de iniciación de la PCSyM En ésta reunión, el párroco realiza:

»» Entronización de la Palabra, que consiste en una ceremonia de vivencia de la


comunidad con la Biblia y su reconocimiento como instrumento privilegiado,
para el encuentro con el Señor.

»» Bendición de la casa.

»» Bendición de la Comunidad.

Esta primera reunión es el inicio del camino. El animador y los miembros de la


comunidad, se comprometen con su párroco y a través de él, con el obispo y la
Diócesis, a continuar con fervor y amor por el Señor y a su Palabra, con el proceso
que se inicia.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.3 Paso Tres: Desarrollo y Consolidacion de la


Pequeña Comunidad. Acercamiento a La
Humanidad de Jesús

De acuerdo a la ruta pedagógica, tenemos que observar el proceso teniendo en


cuenta tres niveles de desarrollo y consolidación: nivel parroquial, nivel arcipres-
tal, nivel diocesano. A continuación describimos cada nivel y sus tareas corres-
pondientes.

4.2.3.1 Nivel Parroquial


a. Reuniones semanales
Las PCSyM se encuentran semanalmente en la casa seleccionada. La reunión se
lleva a cabo conforme a la metodología que se expondrá más adelante. En este
paso, se hace lectura cursiva del Evangelio según San Marcos; una perícopa cada
semana. Para guiar la lectura, el animador tendrá presente las guías de trabajo.
b. Red parroquial de PCSyM
El conjunto de las PCSyM, coordinadas por el equipo parroquial, integran la red
de PCSyM parroquiales. Esta red, consolida el grupo de católicos que se integran
solidariamente a su parroquia. A través de ella, cada miembro de la PCSyM cono-
cerá las necesidades de la parroquia, podrá comunicar e integrar a los otros miem-
bros de su comunidad y a las demás, y facilitará las celebraciones comunitarias. A
través de la red, la parroquia estará en contacto con sus fieles más necesitados y
hará presente a la Iglesia Católica en cada sitio y rincón del territorio parroquial.
c. Eucaristía mensual de PCSyM
Cada mes, se hace una celebración eucarística organizada por las PCSyM, que
conmemora en comunidad, su vivencia de amor por la Palabra de Dios.
d. Convivencia
Las PCSyM de cada parroquia, celebran anualmente una convivencia con todos
sus animadores y miembros con el fin de conocerse entre sí, integrarse con las de-
más comunidades y fortalecer su sentido de pertenencia. La convivencia conlleva
al fortalecimiento de la red de PCSyM parroquiales.
e. Retiros
Anualmente las PCSyM realizan un retiro para interiorización, fortalecimiento de
la espiritualidad comunitaria y consolidación del proyecto de vida comunitario.

36 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

f. Peregrinación
Las PCSyM parroquiales realizan una peregrinación anual con el fin de fortalecer
la comunión de las PCSyM con la Iglesia Universal.
g. Asambleas Parroquiales de PCSyM
Cada año, las PCSyM realizan una Asamblea General del Grupo de Comunidades,
con el fin de compartir las experiencias vividas en la comunidad de comunidades.
h. Estudio del Contexto Parroquial
Durante este paso las PCSyM, coordinadas por el equipo parroquial, realizan el
estudio y análisis del contexto social parroquial, sobre el cual se cimentan los pro-
gramas de proyección social en cada una de las parroquias de la Diócesis.

4.2.3.2 Nivel Arciprestal


a. El equipo arciprestal de PCSyM
El arcipreste, los párrocos y los nivelistas parroquiales de las PCSyM, integran el
equipo arciprestal de las PCSyM Este grupo es responsable de las PCSyM en cada
arciprestazgo; le compete la responsabilidad de las celebraciones arciprestales y la
consolidación de la red arciprestal.

Este equipo se reúne mensualmente, para evaluar el camino de las PCSyM en cada
parroquia, analizar las etapas de la formulación de los programas de proyección
social, el funcionamiento de la red y la Asamblea anual arciprestal de PCSyM.
b. Asamblea arciprestal anual de PCSyM
Las PCSyM del arciprestazgo, se reúnen en asamblea arciprestal, con el fin de
compartir en conjunto, con las demás comunidades de las distintas parroquias,
su experiencia comunitaria parroquial, de lectura de sus contextos, del desarrollo
de los proyectos parroquiales y de comunidad de comunidades. Busca retroali-
mentar el proceso y fortalecerlo en la medida de las experiencias vividas en cada
parroquia.
c. Red arciprestal de PCSyM
Las redes parroquiales, conforman a su vez las redes arciprestales de PCSyM; con-
solidando así, la integración de los miembros de las comunidades entre sí y con
su arciprestazgo.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.3.3 Nivel Diocesano


a. Equipo diocesano de PCSyM
El director del campo de vida en comunión, el nivelista diocesano de PCSyM, el
grupo bíblico y el grupo pastoral asesor, integran el equipo diocesano de PCSyM
Este grupo es responsable de la coordinación de las PCSyM en la Diócesis y de
elaborar y facilitar los subsidios necesarios para los animadores, tales como:

»» Manual del animador de PCSyM: el cual establece los pasos y metodologías


para el desarrollo de las PCSyM diocesanas.

»» Teología de la PCSyM, el cual contiene los principios teológicos que orientan


y guían desde la Palabra y desde el magisterio de la Iglesia la creación y creci-
miento de las PCSyM.

»» Guía para la lectura del Evangelio según San Marcos, el cual contiene, las pre-
guntas e instrucciones para la realización de la Lectio Divina de cada perícopa
del Evangelio, en las reuniones semanales de las PCSyM.
b. Asamblea diocesana bianual de PCSyM
Cada dos años, las PCSyM de la Diócesis se reúnen en asamblea, para analizar
el propósito del núcleo vital del Plan Pastoral Diocesano y examinar su caminar,
conforme a los propósitos que éste establece.
c. Red Diocesana de PCSyM
Las redes arciprestales de las PCSyM, conforman la red diocesana de PCSyM, que
integran a las comunidades con su diócesis. La red es coordinada por el equipo
diocesano.

(ver cuadro página siguiente)

38 |
SUBSIDIOS
Equipo Diocesano
Manual del Animador y Guía
Red Diocesana de PC para la lectura del Evangelio
(Pequeñas Comunidades) Según San Marcos
Asamblea Diocesana
Bianual
Equipo Arciprestal
(Arcipreste, Párrocos,
Asamblea Arciprestal
Nivelistas Parroquiales de PC)
Anual de PC
Redes Arciprestales de PC

Reunión del
Equipo Parroquial Equipo Parroquial
(Párrocos, Nivelistas PEQUEÑAS COMUNIDADES
Parroquiales de PC PARROQUIALES
y Animadores de PC) Eucaristía Acercamiento a la Humanidad de Jesús
Redes Parroquiales de PC Mensual de PC Espiritualidad de
La Misericordia desde Marcos

Retiro Semestral EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS


1. Preparación del Ministerio de Jesús 1,1 - 13
Convivencia Anual 2. Ministerio de Jesús en Galilea 1,14 - 7,23
Peregrinación Anual 3. Viajes de Jesús fuera de Galilea 7,24 - 10,52
Asamblea Anual Parroquial 4. Ministerio de Jesús en Jerusalén 11,1 - 13,37
Estudio del contexto 5. Pasión y Resurrección de Jesús 14,1 - 16,20
parroquial
Reuniones Semanales de la PC
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.4 Paso Cuatro: Vivencia y Crecimiento.


La Espiritualidad Urbana de la Misericordia

En consonancia con nuestra Ruta Pedagógica, encontramos la vivencia y creci-


miento de la PCSyM a tres niveles: Parroquial, Arciprestal y Diocesano.

4.2.4.1 Nivel Parroquial


a. Reuniones semanales
Durante este paso, la lectura de la Palabra se hace sobre el Evangelio de Lucas.
Para guiar la lectura, el equipo diocesano de la PCSyM, facilita a los animadores
la guía para la lectura del Evangelio de Lucas.
b. Celebraciones
Las PCSyM celebran la Eucaristía mensual, convivencia, retiros, peregrinación y
las asambleas parroquiales de PCSyM.
c. Estructuración de los programas de
proyección social
Durante este paso, las PCSyM, coordinadas por el equipo parroquial, realizan la
ideación y estructuración del programa de proyección social, escogido en cada
una de las parroquias de la Diócesis, con base en la etapa anterior.

4.2.4.2 Nivel Arciprestal


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea arciprestal anual de PCSyM.

4.2.4.3 Nivel Diocesano


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea diocesana bianual de PCSyM.

(Ver cuadro página siguiente)

40 |
SUBSIDIOS
Equipo Diocesano
Manual del Animador y Guía
Red Diocesana de PC para la lectura del Evangelio
(Pequeñas Comunidades) Según San Lucas
Asamblea Diocesana
Bianual
Equipo Arciprestal
(Arcipreste, Párrocos,
Asamblea Arciprestal
Nivelistas Parroquiales de PC)
Anual de PC
Redes Arciprestales de PC

Reunión del PEQUEÑAS COMUNIDADES


Equipo Parroquial Equipo Parroquial PARROQUIALES
Hacia La Ciudad de la Misericordia
(Párrocos, Nivelistas
Espiritualidad Urbana de
Parroquiales de PC
Eucaristía La Misericordia desde Lucas
y Animadores de PC)
Redes Parroquiales de PC Mensual de PC EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
1. Prólogo 1,1 - 4
2. Nacimiento y vida de Juan B. y Jesús 1,5 - 2,52
Retiro Semestral 3. Preparación del Ministerio de Jesús 3,1 - 4,13
Convivencia Anual 4. Ministerio de Jesús de Galilea 4,14 - 9,50
5. Subida a Jerusalén 9,51 - 19,27
Peregrinación Anual 6. Ministerio de Jesús en Jerusalén 19,28-21,38
Estructuración de los Asamblea Anual Parroquial 7. La Pasión 22,1 - 23,56
programas de proyección 8. Después de la Resurrección 24,1 -53

social desde las PC Reuniones Semanales de la PC


Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

| 41
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.5 Paso Cinco: Proyecto de Vida. La Iglesia


Construyendo La Ciudad de la Misericordia
con Justicia Social

Nuestra Ruta Pedagógica en este paso subraya el proyecto de vida de la PCSyM,


veamos las tareas y actividades que le competen en cuanto a los tres niveles: Pa-
rroquial, Arciprestal y Diocesano.

4.2.5.1 Nivel parroquial


a. Reuniones semanales
Durante este paso, la lectura de la Palabra se hace sobre el Evangelio de Mateo.
Para guiar la lectura, el equipo diocesano de PCSyM facilita a los animadores la
Guía para la lectura del Evangelio de Mateo, la que el animador debe seguir es-
trictamente.
b. Celebraciones
Las PCSyM celebran la Eucaristía mensual, convivencia, retiros, peregrinación y
las asambleas parroquiales de PCSyM.
c. Implementación de los programas de proyección
social
Durante este paso, las PCSyM, coordinadas por el equipo parroquial, realizan la
implementación del programa de proyección social, escogido en cada una de las
parroquias de la Diócesis.

4.2.5.2 Nivel Arciprestal


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea arciprestal anual de PCSyM.

4.2.5.3 Nivel de la Diocesano


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea diocesana bianual de PCSyM.

(ver cuadro página siguiente)

42 |
SUBSIDIOS
Equipo Diocesano
Manual del Animador y Guía
Red Diocesana de PC para la lectura del Evangelio
(Pequeñas Comunidades) Según San Mateo
Asamblea Diocesana
Bianual
Equipo Arciprestal
(Arcipreste, Párrocos,
Asamblea Arciprestal
Nivelistas Parroquiales de PC)
Anual de PC
Redes Arciprestales de PC
PEQUEÑAS COMUNIDADES
Reunión del PARROQUIALES
Equipo Parroquial Equipo Parroquial La iglesia construyendo La Ciudad de la
(Párrocos, Nivelistas Misericordia con Justicia Social
Parroquiales de PC Comunidad discipular urbana
y Animadores de PC) Eucaristía
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Redes Parroquiales de PC Mensual de PC 1. Nacimiento e infancia de Jesús 1,1 - 2,23
2. Promulgación del Reino de los Cielos 3,1 - 7,29
3. Predicación del Reino de los Cielos 11,1 - 13,52
Retiro semestral 4. Ministerio del Reino de los Cielos 13,53 - 18,35
Convivencia anual 5. La Iglesia, primicias del Reino de los Cielos
Peregrinación anual 13,53 - 18,35
6. Próxima venida del Reino de los Cielos
Asamblea anual parroquial 19,1 - 25,46
Implementación de los
7. Pasión y Resurrección 26,1 - 28,20
programas de proyección
social de las PC Reuniones Semanales de la PC
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

4.2.6 Paso Seis: La Pcsym Signo Visible del Amor de


Dios. La Ciudad de la Misericordia, Signo Visible
del Reino De Dios

La Ruta Pedagógica en este paso resalta la imagen que la PCSyM proyecta en su


camino de madurez, veamos las tareas y compromisos según los tres niveles: Pa-
rroquial, Arciprestal y Diocesano.

4.2.6.1 Nivel Parroquial


a. Reuniones semanales
Durante este paso, la lectura de la Palabra se hace sobre el Evangelio de Juan. Para
guiar la lectura, el equipo diocesano de PCSyM, facilita a los animadores la Guía
para la lectura del Evangelio de Juan.
b. Celebraciones
Las PCSyM celebran la Eucaristía mensual, convivencia, retiros, peregrinación y
las asambleas parroquiales de PCSyM.
c. Ejecución de los programas de proyección social
Durante este paso, las PCSyM, coordinadas por el equipo parroquial, realizan la
ejecución del programa de proyección social, escogido en cada una de las parro-
quias de la Diócesis.

4.2.6.2 Nivel Arciprestal


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea arciprestal anual de PCSyM.

4.2.6.3 Nivel Diocesano


»» Celebraciones
Las PCSyM celebran la Asamblea diocesana bianual de PCSyM.

(ver cuadro página siguiente)

44 |
SUBSIDIOS
Equipo Diocesano
Manual del Animador y Guía
Red Diocesana de PC para la lectura del Evangelio
(Pequeñas Comunidades) Según San Juan
Asamblea Diocesana
Bianual
Equipo Arciprestal
(Arcipreste, Párrocos,
Asamblea Arciprestal
Nivelistas Parroquiales de PC)
Anual de PC
Redes Arciprestales de PC

Reunión del
Equipo Parroquial Equipo Parroquial
(Párrocos, Nivelistas PEQUEÑAS COMUNIDADES
Parroquiales de PC PARROQUIALES
y Animadores de PC) Eucaristía La Ciudad de la Misericordia, signo visible
mensual de PC del Reino de Dios
Redes Parroquiales de PC Comunidades haciendo
misión en la ciudad
Retiro semestral
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
Convivencia anual 1. Prólogo 1,1 - 18
Peregrinación anual 2. Ministerio de Jesús 1,19 - 12,50
Asamblea aznual parroquial 3. La hora de Jesús 13,1 - 20,30
Ejecución de los 4. Epílogo 21,1 - 25
programas de proyección
social de las PC Reuniones Semanales de la PC
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

| 45
46 |
CAPÍTULO 5
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

5. METODOLOGÍA
5.1 Lectura de La Bíblia en las Pequeñas Comunidades
Parroquiales

En las PCSyM, las realidades y situaciones de la propia vida son “lugares teoló-
gicos” para el discernimiento, que conlleva a un compromiso para cambiarlas, si
éstas no se ajustan al deseo de Dios.

Sin embargo, para muchos cristianos, algunas realidades y situaciones no son


comprensibles y no evidencian ser contrarias al Reino. Por lo tanto, es básico que
sea la misma Palabra quien nos interpele, nos confronte y nos proponga.

Bajo estas premisas, la siguiente es la metodología de lectura de la Biblia en las


PCSyM.

5.1.1 Evangelizar a la comunidad, a partir de la Palabra


de Dios

A través de la lectura bíblica, la comunidad celebra la Palabra de Dios, la escucha


y la conoce. La comunidad se evangeliza.

La comunidad ora. Con actitud de oración, de alabanza, de agradecimiento y de


fe, se da el encuentro personal y comunitario con el Señor.

5.1.2 Ver y juzgar la realidad a la luz del Evangelio.

La comunidad ve y juzga críticamente su realidad, a la luz del Evangelio, descu-


briendo las causas y como actuaría Jesús, frente a la problemática.

48 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Es necesario que la Palabra nos cuestione, nos interpele y sea luz que ilumine
algunas situaciones, que los cristianos católicos, puede que no apreciemos aún
como contrarias al querer de Dios. La lectura cristiana de las realidades, es la que
motiva el accionar de las PCSyM. La comunidad considera igualmente el juicio
del magisterio de la Iglesia, sobre la situación y actúa en concordancia.

5.1.3 Tomar acciones actuando cristianamente

Se toman acciones de cambio y se produce un compromiso personal y de la co-


munidad. El accionar de las PCSyM, es esencialmente cristiano. La PCSyM pa-
rroquial, por sí misma y en conjunto con otras comunidades, considera para su
actuar, principios provenientes del conocimiento, las ciencias, las leyes y los com-
portamientos de la sociedad humana, pero esencialmente fundamenta su accio-
nar en la vivencia de su fe cristiana.

5.2 Desarrollo del Encuentro Semanal

5.2.1 Sitio de reunión

Al igual que las comunidades primitivas, las PCSyM se reúnen en las casas. “Las
iglesias de Asia os saludan. Os envían muchos saludos en el Señor, Áquila y Prisca,
junto con la iglesia que se reúne en su casa” (1Co 16, 19). “Saludad a los hermanos
de la odisea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa” (Col 4, 15).

5.2.2 Estructura de la reunión

Las reuniones de las comunidades son coordinadas por el animador y llevan el


siguiente orden:

a. Acogida y dinámica (o canto)

Para crear un clima propicio y que a la vez, nos prepare para conectarnos con
Dios.

Utilizamos las dinámicas y los cantos que se incluyen en el apéndice.

b. Oración inicial

Nos ponemos en contacto con el Señor, mediante la oración inicial, recordando


las palabras de Jesús: “Porque donde están reunidos dos o tres en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18, 20). Algún miembro de la PCSyM, realiza
la invocación al Espíritu Santo.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

c. Celebración de la Palabra – Lectio Divina

Esta parte tiene cinco momentos, conforme a los pasos de Lectio Divina:

d. Lectura de la Palabra

Se lee el texto directamente de la Biblia, siguiendo el orden que se indica en la


“Guía para la lectura del Evangelio”; ya sea de Marcos, Lucas, Mateo o Juan, según
el paso; inclusive varias veces si fuese necesario, por personas distintas.

La lectura se hace de una manera pausada, detenida y atenta, para que nos demos
cuenta de todos los detalles que encierra y así, vaya penetrando suavemente nues-
tro corazón.

Contexto. El animador ubica el texto en contexto, según las instrucciones de la


guía de lectura.

e. Meditación

Una vez leído el texto, la guía nos lleva a las preguntas:

—¿De qué se trató la lectura de la reunión anterior? Para recordar y conectar la


perícopa leída con el texto bíblico.

—¿De qué habla el texto? Ubica a la comunidad en el tema central del texto leído.

—Se identifican los protagonistas o personajes, respondiendo a las preguntas de


la cartilla: ¿Qué personas aparecen? ¿Cómo eran o actuaban los hombres de ese
tiempo? ¿Por qué actúan así?

—Se analiza: ¿Cómo actúa Jesús? ¿Qué dice? ¿Cómo se manifiesta?

Siendo una reflexión en grupo, es fundamental que haya la mayor participación


de todos los integrantes de la comunidad; que nadie monopolice la reunión, sino
que cada uno aporte lo que el Señor le inspira. El Espíritu habla por medio de cada
uno y cada uno debe ser instrumento del Señor, para enriquecer al otro.

El animador busca la participación de todos los asistentes. Para esto, una variante
utilizada es escribir las preguntas y repartirlas entre los miembros de la comuni-
dad para lograr su participación individual.

f. Contemplación

Se pregunta: ¿Se repiten hoy las situaciones de esos tiempos? ¿Qué aplicación tie-
ne la Palabra leída a nuestra vida? ¿A nuestro barrio? ¿A nuestra sociedad? Es

50 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

necesario contemplar nuestra realidad desde la perspectiva que nos muestra el


Evangelio para actualizar el texto.

g. Oración

Una vez el Señor nos ha hablado por medio de la Palabra, nos toca a nosotros
dialogar con Él. Aquí debemos comunicarnos con confianza, manifestarle lo que
tenemos en el corazón; lo que el texto nos ha dejado de manera personal. El Señor
nos escucha. Cada uno de los miembros (o los que quieran), hacen una oración al
Señor con lo que el texto les ha inspirado.

Lo que dicen el Magisterio o los Padres de la Iglesia sobre el texto. El animador lo


menciona a la comunidad, conforme a la guía de lectura.

h. Acción

(Compromiso - tarea). Si las situaciones personales, de la comunidad o del país,


no son del querer del Señor, nos comprometemos al cambio y a la acción; a nivel
personal, a nivel de la PCSyM y a nivel social. Los miembros de la comunidad
asumen las tareas y compromisos, conforme se mencionan en la guía.

i. Oración final

Oración de acción de gracias al Señor por sus enseñanzas, por la reunión, por su
Amor infinito, por todo lo que Él nos da. Es deseable que la oración final se realice
comunitaria y voluntariamente por cada miembro de la comunidad.

j. Informes y comentarios

Se da un pequeño espacio para las noticias de la parroquia, del arciprestazgo, de la


Diócesis, de la Iglesia, de las otras PCSyM.

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METODOLOGÍA DE LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES DIOCESANAS
METODOLOGÍA

A partir de la palabra de Dios Ver la realidad Tomar acciones

Evangelizar la comunidad Ver y juzgar


Actuar cristianamente
evangelicamente
Se escucha y se conoce a Dios.
Se ven y se juzgan los acon- Se toma una decisión para
El nos habla y nosotros le
tecimientos a la luz de la fe. el cambio personal y social.
hablamos.
LECTIO DIVINA

Leer y meditar Contemplar y Orar Actuar

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CAPÍTULO 6
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

6. EL DISCÍPULO ANIMADOR
El Discípulo es un laico, titulado en el Programa de formación de animadores de
PCSyM, de la Escuela diocesana del discipulado samaritano que por mandato de
su párroco, preside, anima, guía y coordina, una PCSyM. En este sentido, actúa en
nombre de la Iglesia, como colaborador del párroco, quien lo orienta y le presta
todo su apoyo en la labor pastoral que realiza.

El apoyo y el soporte pastoral del párroco para con la comunidad y su animador es


fundamental. Las PCSyM no se conciben sin una estrecha relación con la Iglesia
a través de la parroquia, puesto que ellos: se forman en la Iglesia, para unirse a la
Iglesia y para hacer crecer a la Iglesia.

El animador busca que en la comunidad se articule la Palabra de Dios con la vida,


en toda su amplitud. En la comunidad, frente a las personas, el animador aco-
ge, estimula, escucha y comparte sus problemas. Frente a la propia comunidad,
se interesa y preocupa por la formación y se compromete. Frente a la reunión,
prepara, anima, aprende técnicas y dinámicas grupales y exige responsabilidad y
puntualidad.

6.1 Perfil del Discípulo Animador (DA) de PCSyM

Para ser DA el candidato(a) debe tener el siguiente perfil:

»» Laico comprometido (mínimo con un año de participación pastoral en la pa-


rroquia)

»» Persona de experiencia de fe.

»» Con conocimiento y aceptación del Plan pastoral diocesano.

»» Edad superior a 18 años.

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

»» Estado civil: casado por la Iglesia o soltero.

»» Competencias básicas: leer y escribir.

»» Manejo de sistemas electrónicos de comunicación.

»» Capacidades para trabajar en equipo.

»» Habilidades de liderazgo.

»» Habilidad de seguir instrucciones.

»» Capacidad y voluntad de servicio.

»» Con disponibilidad de tiempo. Se sugiere que a estas personas, se les libere de


compromisos con la parroquia.

6.2 Servicio del Discípulo Animador

Al Discípulo Animador, el párroco le confía el servicio en orden a:

»» Construir una PCSyM por la acogida del Evangelio y la conversión a Dios


vivo, siguiendo la ruta pedagógica propuesta por la Diócesis de Engativá.

»» Hacer de esa PCSyM una comunidad de fe, esperanza y caridad, en la cual los
creyentes reciban, comenten y oren la Palabra de Dios y se amen los unos a los
otros, como verdaderos hermanos.

»» Promover en su PCSyM, el espíritu samaritano y misionero, que la mueva


a salir de sí misma; para anunciar con su vida y palabras la Buena Nueva de
Jesucristo.

»» Procurar que los miembros de su PCSM, conociendo sus realidades estén pre-
sentes con su testimonio, palabra y acción para hacer presente la vivencia de
la misericordia.

6.3 El Discípulo Animador además ejercerá su servicio...

»» Como auténtico servidor, tomando como ejemplo a Jesús que no vino a ser
servido sino a servir y dar su propia vida.

»» En comunión, de corazón y de vida con la Iglesia diocesana y su magisterio.

»» En obediencia a su párroco.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

»» Buscando construir la Iglesia Diocesana, mediante el arraigo en Jesucristo,


Palabra de vida, la vida en comunión y servicio a las personas y a la sociedad.
6.4 Estilo en el servicio del Discípulo Animador

Buscando ser él mismo, un testigo de Cristo para sus hermanos, por su vida de
fe, de oración, esperanza y caridad. El Discípulo Animador vive la misericordia:

»» Velando por la vida de fe de sus hermanos, invitándolos a la reflexión, medi-


tando la Palabra y promoviendo una participación activa en la liturgia y los
sacramentos.

»» Animando, coordinando, presidiendo y promoviendo las distintas activida-


des de la PCSyM.

»» Animando a los laicos de su comunidad a asumir activamente el papel de


transformar, con la fuerza del Evangelio las realidades influidas por el pecado
y la injusticia.

»» Invitando a la PCSyM a asumir los desafíos que se presentan en el contexto.

»» Delegando responsabilidades, escuchando opiniones y promoviendo la par-


ticipación de todos.

»» Impulsando el diálogo fraterno, promoviendo el surgimiento de nuevos y más


variados servicios y servidores.

»» Estando atento a las orientaciones pastorales de la Diócesis y del párroco, e


invitando a su PCSyM a acogerlas. Promoviendo una adhesión permanente y
de corazón de las PCSyM, a su párroco y a su obispo.

»» Participando en la acción pastoral de su parroquia, conociéndose y relacio-


nándose personalmente con las demás comunidades de su parroquia y de la
Diócesis.

6.4 Lo que no es, ni debe ser un Animador

Un animador de PCSyM parroquial, no es un dirigente o presidente de una aso-


ciación o de un grupo. De ahí la razón por la cual, su liderazgo es más de servicio
que de dirección, buscando más bien que el grupo crezca en madurez, compren-
sión mutua, solidaridad y conciencia crítica.

56 |
Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Por lo anterior el animador no es:

»» Un presidente que manda.

»» Un dirigente que no escucha.

»» Un personaje que tiene siempre la última palabra.

»» Un politiquero que manipula al grupo.

Para motivar la reflexión y participación de todos, el animador evitará pasar de


animador a predicador, focalizando su participación más en la facilitación del
entendimiento de la lectura, que en fijar su propio criterio en la reflexión.

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7. BIBLIOGRAFÍA
»» Vicaria de Pastoral. Líneas Pastorales para la Formación de Comunidades Sa-
maritanas y Misioneras en la Ciudad. Diócesis de Engativá. 2007.

»» Directorio para el servicio del animador de las comunidades eclesiales de


base. Documento de la Comisión Nacional de Comunidades y Ministerios
para la Conferencia Episcopal de Chile. M.D. Impresores. 1986.

»» Mesters, Carlos. PABLO APOSTOL un trabajador que anuncia el Evangelio.


Tierra Nueva. Quito 2000.

»» Fernández, Dom Luís. Cómo se hace una Comunidad Eclesial de Base. Se-
gunda Edición. Codecal. Bogotá.

»» Vicaria de Pastoral. Estatuto Epistemológico del Plan Pastoral Misionero de


la Diócesis Urbana de Engativá. Diócesis de Engativá. 2010.

»» Iriarte, Gregorio. ¿Qué es una Comunidad Eclesial de Base? Tercera Edición.


San Pablo. Bogotá. 1996.

»» Plan Pastoral Samaritano 2012-2014. Diócesis de Engativá. Primera edición.


Bogotá. 2011.

»» Weisensee, Jesús Antonio Pbro. Lectio Divina: El Señor ha resucitado. Relatos


de la Resurrección. Federación Bíblica Católica. Bogotá. 2002.

»» http://portal.diocesisdezipaquira.org/sites/default/files/TALLER%201.pdf

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ANEXOS
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

8. ANEXOS
8.1 Esquemas para la entronización de la Palabra en la
Pequeña Comunidad
a. Entronización de la Palabra No 1
Objetivo:

La entronización de la Palabra, expresa el deseo de encontrarnos con Jesucristo,


Palabra del Padre, camino, verdad y vida de la pequeña comunidad.

Entronizar significa “poner en el trono”; que vamos a poner la Sagrada Escritura


en un lugar principal, de honor: en el propio corazón.

Entronizar la Biblia es sintonizarnos con la frecuencia de Cristo. “Porque la Pa-


labra de Dios es viva, eficaz y más cortante que una espada de dos filos: penetra
hasta la división del alma y del espíritu, hasta lo más profundo del ser y discierne
los pensamientos y las intenciones del Corazón” (Hebreos 4,12).
Ambientación y signos:

Tener lista una mesita, velas, flores, Biblia, un mantel, música ambiental, lema,
frase bíblica, etc.

»» El mantel para la mesa: ya que la Palabra es alimento que da vida.

»» El cirio: porque la Palabra es luz que ilumina el corazón.

»» Las flores: simbolizan la vida, porque la Palabra es vida y es hermosa.

Se debe preparar el lugar pensando en un ambiente celebrativo fraterno. De ma-


nera que al llegar todos, se sientan convocados a la escucha de la Palabra. El ideal
es que cada uno tenga su Biblia.

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

Celebración:

Hermanos: estamos reunidos en comunidad, para recibir al Señor que viene a


nosotros en las Sagradas Escrituras, como luz, como camino, verdad
y vida. Que Él presida este encuentro y que con su presencia amo-
rosa, impregne la vida de nuestra pequeña comunidad. Iniciemos
nuestra procesión de Entronización de la Sagrada Escritura.
Sacerdote: esta es la Palabra de Dios.
Todos: creo en la Palabra de Dios, que es luz para nuestra comunidad.
Sacerdote: ¿Quién es esta Palabra?
Todos: La Palabra de Dios, aparece aquí como una fuerza que viene del Pa-
dre y vuelve a Él: ¡Es Cristo!
Sacerdote: ¿Qué va a suceder?
Todos: La Palabra nos dice, al ser pronunciada hoy, que va a “empapar”, a
“fecundar” y a “hacer germinar”, frutos de conversión en nuestra co-
munidad.
Canto: Tu palabra me da vida.
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperaré. (2)
Sacerdote: La Biblia se entroniza ocupando un lugar significativo de nuestra pe-
queña comunidad. Junto a Ella ponemos la luz encendida, que nos
recuerda a Jesucristo, el Señor. Él es la luz que guía nuestros pasos e
ilumina nuestras tinieblas. Las flores que colocamos, expresan la vida
nueva, recibida del Padre en la persona de su Hijo.
Gracias Señor, porque movido por tu gran amor, has querido reve-
larte y hablar a los hombres como amigo.
Todos: Gracias Señor, porque en Jesucristo, la Palabra hecha carne nos sigue
hablando hoy en la Iglesia, especialmente en nuestra comunidad.
Sacerdote: Gracias Señor, porque donde dos o más se reúnen en tu nombre allí
estás tú en medio de nosotros.
Todos: Gracias Señor, porque la Sagrada Escritura ha sido puesta por escrito
bajo la inspiración del Espíritu Santo. Te damos gracias, Señor.

Canto: ...

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b. Entronización de la Palabra No 2
Objetivo:

Dar el lugar preferencial y de importancia, que debe tener la Palabra de Dios, du-
rante los encuentros de la pequeña comunidad.
Materiales:

Una mesa, Biblia grande, un cirio, ambón, mantel, y flores naturales.


Procedimiento:

A los participantes de la pequeña comunidad, se les habla sobre el sentido y la


relevancia de este pequeño acto, que da primacía a la Palabra.

El sacerdote revestido, lleva la Palabra en alto; lo siguen en procesión los integran-


tes de la pequeña comunidad hasta la sala donde se reunirán.

Detrás van quienes llevan:

»» El mantel: nos recuerda que la Palabra es también alimento que da vida.

»» El cirio: que es luz para la pequeña comunidad, porque la Palabra ilumina el


corazón de cada uno.

»» Las flores naturales: nos recuerdan que la Palabra es vida en abundancia y


hermosa.

Mientras se hace la procesión la comunidad va cantando.

El sacerdote llega hasta la mesa dispuesta y explica el significado de los elementos.


Y luego lee y comenta el texto bíblico:

“Como descienden la nube y la lluvia de los cielos y no vuelven allá, sino que
empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente que no
retornará a mí vacía, sin que haya realizado lo que plugo y haya cumplido aquello
a que la envié” (Isaías 55,10-11).

Luego colocan la biblia en el lugar de honor.

Se reflexiona sobre la Palabra.

Luego, los integrantes de la pequeña comunidad, en silencio y con la Biblia en la


mano, oran y dan gracias por la Palabra.

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CANTOS Y DINÁMICAS
Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

8.2 Cantos
1. Himno de la Diócesis de 2. Si yo no tengo amor
Engativá
Yo nada soy. Señor [bis]
(Música y letra: P. Jaime Rivera)
Señor tú te has quedado con nosotros
El amor es compasivo,
Tu gracia nos alienta al caminar
el amor es servicial,
Tú calmas nuestra sed, sacias el hambre
el amor no tiene envidia
Con el manjar sagrado del altar.
el amor no busca el mal.

Tu Cuerpo es alimento que da vida


El amor nunca se irrita,
Tu Sangre poderosa salvación
el amor no es descortés
Tu sacramento inspira nuestras manos
el amor no es egoísta,
Con el vínculo santo de la unión.
el amor nunca es doblez.

Aquí estamos señor, somos tu pueblo


El amor disculpa todo,
Este es el grupo que busca la ciudad de
el amor es caridad,
Dios.
no se alegra de lo injusto
Aquí estamos Señor, somos tu cuerpo
sólo goza en la verdad.
Queremos vida, misericordia, paz y
liberación.
El amor soporta todo,
el amor todo lo cree,
Nos mandas que vivamos la justicia
el amor todo lo espera,
Que nos amemos como has hecho tú
el amor es siempre fiel.
Que nos sirvamos y nos perdonemos
Así conseguiremos plenitud.
Nuestra fe, nuestra esperanza
frente a Dios terminarán
Queremos caminar siempre contigo
el amor es algo eterno nunca,
Tu Espíritu nos llene el corazón
nunca pasará.
Para anunciar tú nombre con firmeza
Para vencer el miedo y la opresión.

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

3. Juntos como hermanos 5. Vienen con alegría


Juntos como hermanos Vienen con alegría Señor
miembros de una Iglesia, cantando vienen con alegría Señor,
vamos caminando al los que caminan por la vida Señor,
encuentro del Señor. sembrando tu paz y amor.

Un largo caminar Vienen trayendo la esperanza


por el desierto bajo el sol, a un mundo cargado de ansiedad
no podemos avanzar a un mundo que busca y que no alcanza
sin la ayuda del Señor. caminos de amor y de amistad.

Unidos al rezar, Vienen con alegría...


unidos en una canción
viviremos nuestra fe Vienen trayendo entre sus manos
con la ayuda del Señor. esfuerzos de hermanos por la paz,
deseos de un mundo más humano que
La Iglesia en marcha está nace del bien y la verdad.
a un mundo nuevo vamos ya, Vienen con alegría...
donde reinará el amor,
donde reinará la paz. 6. Tu palabra me da vida

4. Amar es entregarse Tu palabra me da vida, confío en ti


Señor; tu palabra es eterna, en ella
Amar es entregarse esperaré.
olvidándose de sí,
buscando lo que al otro, Dichoso el que con vida intachable
pueda hacerle feliz (2). camina en la ley del Señor, dichoso
el que guardando sus preceptos los cum-
Qué lindo es vivir para amar, ple de todo corazón.
qué grande es tener para dar,
dar alegría, felicidad, 7. Dios está aquí (II)
darse uno mismo eso es amar (2).
Dios está aquí, qué hermoso es,
Si amas como a ti mismo, y Él lo prometió donde hay dos o tres.
te entregas a los demás, Quédate Señor en mi corazón,
verás que no hay egoísmo Quédate Señor aquí.
que no puedas superar (2).
Si el Espíritu de Dios se mueve,
se mueve, se mueve,

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

si el Espíritu de Dios se mueve 9. Tu fidelidad


dentro de tu corazón,
Déjalo, déjalo que se mueva, se mueva, Tu fidelidad es grande,
se mueva, déjalo, déjalo que se mueva, tu misericordia incomparable es,
dentro de tu corazón. nadie como Tú, bendito Dios
grande es tu fidelidad.
8. Vayan amigos por el
mundo
10. Cristo te necesita
Son la semilla que ha de crecer
son la estrella que ha de brillar Cristo te necesita para amar, para amar,
son levadura, son grano de sal Cristo te necesita para amar. (Bis)
antorcha que debe alumbrar.
No te importen las razas ni el color de la
Son la mañana que vuelve a nacer piel,
son espiga que empieza a granar ama a todos como hermanos y haz el
son aguijón y caricia a la vez testigos que bien. (Bis)
voy a enviar.
Al que sufre y al triste dale amor, dale
Vayan, amigos, por el mundo, amor, al humilde y al pobre dale amor.
anunciando el amor.
Mensajeros de la vida Al que vive a tu lado dale amor, dale
de la paz y el perdón. Sean amigos los amor, al que viene de lejos dale amor.
testigos de mi resurrección.
Lleven todos mi presencia Al amigo de siempre dale amor, dale
con ustedes estoy. amor, al que piensa distinto dale amor

Son una llama que ha de encender


resplandores de fe y caridad. Son los
pastores que han de guiar al mundo por
sendas de paz.

Son los amigos que quise escoger


son las palabras que intento gritar,
son reino nuevo que empieza
a engendrar justicia, amor y verdad.
Vayan, amigos...

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

8.3 Dinámicas de Grupo: Actividades para Integrar


a. La Telaraña
Objetivos:
»» Permitir que los miembros del grupo se conozcan.

»» Permitir la integración de los miembros al grupo.


Material:
Un ovillo de lana.

El facilitador da la indicación de que todos los participantes se coloquen de pie,


formando un círculo.
Pasos a seguir:
»» El facilitador le entrega a uno de ellos el ovillo de lana; este tiene que decir su
nombre, procedencia, tipo de trabajo que desempeña, interés de su participa-
ción, expectativas sobre el curso o actividad, etcétera.

»» El que tiene el ovillo de lana toma la punta del mismo y lanza la bola al otro
compañero, quien a su vez debe presentarse de la misma manera. Luego, to-
mando el hilo, lanza la bola a otra persona del círculo.

»» La acción se repite hasta que todos los participantes quedan enlazados en una
especie de tela de araña.

»» Una vez que todos se han presentado, quien se quedó con la bola debe re-
gresársela a aquel que se la envió, repitiendo los datos por esa persona; este
último hace lo mismo, de manera que la bola va recorriendo la misma trayec-
toria, pero en sentido inverso, hasta regresar al compañero que inicialmente
la lanzo.
Recomendación:
El facilitador debe advertir a los participantes, la importancia de estar atentos a
la presentación de cada uno; pues no se sabe a quién va a lanzarse la bola y pos-
teriormente deberá repetir los datos del lanzador. Debe preocuparse porque las
instrucciones sean bien comprendidas por los participantes.
Utilidad:
Es recomendable al iniciar el trabajo con un grupo de reciente integración. Crear
un clima de confianza y de distensión.

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Diócesis de Engativá, Colección Samaritana

b. Los Refranes
Objetivo:
Presentación y Animación.
Materiales:
Tarjetas en las que previamente se han escrito fragmentos populares; es decir, que
cada refrán se escribe en dos tarjetas, el comienzo en una de ellas y su comple-
mento en otra.
Desarrollo:
Esta dinámica se usa en combinación con la presentación por parejas. Se reparten
las tarjetas entre los asistentes y se les pide que busquen a la persona que tiene la
otra parte del refrán.

De esta manera, se van formando las parejas que intercambiarán la información a


utilizar en la presentación.
Utilidad:
Crear un clima de fraternidad y distención.
c. Presentación por Parejas
Objetivos:
»» Permitir al coordinador conocer información sobre los integrantes del grupo
que considere necesario.

»» Que los miembros conozcan de cada uno aspectos tal vez desconocidos.
Procedimiento de aplicación:
El animador da la indicación de que se van a presentar por parejas (uno presenta
al otro miembro de la pareja y viceversa), y que los miembros de cada una deben
intercambiar determinado tipo de información que sea de interés para todos, por
ejemplo, nombre, interés por la actividad a desarrollar, expectativas, etc.
Pasos a seguir:
»» Formar las parejas: El animador puede coordinar la formación de las parejas a
través de diversos criterios, como son: escoger personas poco conocidas; rea-
lizar una numeración 1-2 y agrupar los 1 con los 2; poner a los participantes a
caminar en fila haciendo un circulo en el centro del lugar y dar la consigna de
que, en determinado momento, tomen de la mano al compañero más cerca-
no; o utilizar una tarjetas en las que previamente se han escrito fragmentos de
refranes populares (cada refrán se escribe en dos tarjetas, el comienzo en una
de ellas y su complemento en otra), se reparten las tarjetas entre los miembros

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Manual para el animador de pequeñas comunidades samaritanas y misioneras

y cada uno debe buscar a la persona que tiene la otra parte del refrán. Pueden
utilizarse otras variantes.

»» Intercambio entre la pareja: Durante unos minutos, las parejas se informan e


intercambian los datos personales pedidos.

»» Si su duración va a depender del número de participantes; por lo general, se


da un máximo de tres minutos por pareja. Puede pedir comentarios al final o
resumir los aspectos más significativos que se hayan presentado.

Nota: Este último aspecto se mantiene igual para el resto de las técnicas de pre-
sentación, por lo que no se explicará en el resto de las que se mostrarán a conti-
nuación.
Utilidad:
Sienta las bases para comenzar el trabajo grupal, en la medida que proporciona
un conocimiento del grupo, de cada integrante, de su comunicación y de las rela-
ciones interpersonales.

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