La Formacion Del Arquitecto
La Formacion Del Arquitecto
La Formacion Del Arquitecto
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El cuarto concepto que utilizamos en nuestros
antecedentes conceptuales lo extrajim0s de las criterios
emitidos por Walter Gropius en los lineamientos basicos de la
BAUHAUS. Gropius consideraba indispensab le orientar la
educaci6n del arquitecto en estrecha relaci6 n con las
necesidades contemporaneas de la comunidad. La unidad del
prop6sito educativo, en su manera de pensar, deberla ser
determinada par una orientaci6n del hombre al servicio de su
comunidad. En las propias palabras de Gropius seii.alabamos lo
siguiente:
"Esencial es la unidad del prop6sito educativo . El hombre
debe ser el foco y sus necesidades espirituales y materiales en
relaci6n con la vida de la comunidad deberlan determinar todas
las etapas de aprendizaje del estudiante".
Es decir, no se trata de educar al hombre para ubicarlo en
un mundo est;:ltico o te6rico, sino p ara que participe coma
dirigente, de un a m anera activa, dinamica, responsable y
consciente, en el desarrollo de su comunidad, y por lo tanto en
concordancia estricta co n las necesidades de la misma. En la
Republica Dominicana, senalabamos en nuestra filosof la, este
criteria implicaba un ejercicio de la profesi6 n de arquitectura
marcadamente polifacetico . £1 arquitecto en nuestra com unidad
no era llamado solamente a cumplir un rol de mero proyectista
de espacios arquitect6nicos. Era imperativo orientar la
ensci1anza de la profcsi(m hacia campos de mayor amplitud del
que tradicionalmente le corresponde al arquit ec t o . De es ta
manera, se cstarlan formando hombres adecuadamente dotados
para proveer el necesario liderazgo profesional en p as de un
desarrollo integral en actividades tan divers as como la de
planificaci6n, administraci6n, construcci6n, coordinaci6n, etc .
Por otra parte, seii.alabarnos en nuestras premisas basicas,
era necesario tomar en cuenta algunas consideraciones especiales
de nuestro · pals que constitulan necesidades vi tales para el
desarrollo de nuestras comunidades. La primera consist{q en la
grave situaci6n habitacional del pals. En un media coma el
nuestro, con un deficit de viviendas de alrededor de 300,000
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unidades, era necesario crear los recurses humanos que pudiesen
incidir positivamente sol;n_:e este grave problema.
La segunda consideracion, que a la luz de algunos
seminaries que hemos realizado en esta Universidad ha tornado
una importancia trascendental, la constituye la gran
transformacion urbana que estamos contemplando en la
Republica Dominicana. La caracterfstica basica mas resaltante
de nuestra sociedad, hoy dia, es su conversion de una sociedad
eminentemente rural a una sociedad fundamentalment e urbana.
Y este proceso, desde luego, no es exclusive de nuestro pa1s. Es
de todos conocido que este proceso se inicio en los actuales
palses desarrollados en la epoca del Renacimiento y esta siendo
rec1en completado con el advenimiento de las llamadas
megalopolis. No cabe la m enor duda que un acelerado proceso
de urbanizacion forma parte esencial del "ethos" cultural
contemporaneo. Este proceso, senores, es irreversible. Nunca
podremos frenarlo. Solo nos cabe ordenarlo p ara evitar la
deshumanizacion de nuestras comunidades.
Hay una marcada diferencia de grado , sin embargo, ent re
este proceso en los pa{ses d esarrollados y en los que
actualmente componen el llamado t ercer mundo. Las sociedades
actualmente desarrolladas se tomaron siglo s para realizar este
proceso. Nu estras sociedades en desarrollo, su friran el mismo
proceso en solo algunas decadas. He ah{ la gran d iferencia ... He
ah! el elemento que constituye un re to historico sin
precedentes! El "shock" de! futuro de Alvin Toffler lo t enemos
a la vuelta de la esquina. En nuestro pals, par ejemplo,
tendremos una ciudad capital en el ano 2000 co n una poblacion
de casi cu at ro millones de habitantes, lo que constituira en ese
mement o alrededor del 35 por ciento de la poblacion total del
pals . Por o tra parte, en un corto lapso de solamente 24 aii.os se
invertira t~talmente la relacion urbano-rural de la poblacion.
As! p ues, no nos quep a la menor duda ... nuestro futuro
inm edia t o, a un pl aza at erradoramente corto, sera
eminen temente urbano. Es te hecho tendra necesariamente una
repercusion a nivel academico , y as{ lo planteamos en nuestra
filosofia. Los arquitectos son las llamados a programar y
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ordenar este proceso de tal manera que evitemos el caos urban·o,
el desorden estetico y la "alienaci6n" social que ello conllevarfa.
Ahora nos cabe preguntar lque ha pasado en la ultima
decada? lHemos sido capaces de realizar nuestros sueiios, de
cumplir nuestros objetivos ... en fin, de convertir en realidad
nuestra filosofla academica?
Como todas las empresas acometidas por los hombres, esta
tambien ha quedado quizas trunca y adoleciendo de algunas
fallas inherentes a nuestras ,propias debilidades e
incompetencias.
Creo sinceramente, sin embargo, que en el anilisis final
hemos realizado una obra de la cual podemos estar orgullosos, y
la cual es susceptible de mejorarse y perfeccionarse debido
precisamente a queen esencia es sana.
Examinemos a nuestros graduados. Hemos producido unos
jovenes profesionales cuya capacidad, en SU epoca, SUpera a la
nuestra cuando nos toc6 enfrentarnos profesionalmente a la
sociedad. Hemos producido j6venes profesionales que han
cosechado rotundos exitos en SUS estudios de post-grado. Ha
sido comun en nuestros graduados la obtenci6n de honores de
"Magri.a Cum Laude" y "Summa Cum Laude" en sus maestrfas
en el extranjero. Su vocaci6n de servicio, su seriedad de
prop6sitos, su filosofla de vida... en fin, sus excelentes
cualidades profesionales y personales dejan poco que desear.
Creo, seiiores, que hemos cultivado y cosechado la excelencia
academica y profesional.
lY nuestras fallas? lEn que medida hemos dejado de
cumplir nuestras metas?
Estimo que debemos ser honestos en seiialar que nuestro
sistema de estudios generales ha adolecido de una gran
diversificaci6n, lo cual ha limitado sustancialmente su
profundidad. La proliferaci6n de creditos en las humanidades y
las ciencias basicas ha dado como resultado una complejidad
academica que evoca la confusion conceptual preyaleciente en
nuestra secundaria. Felizmente la universidad como un todo se
ha dado cuenta de esta situaci6n y contempla revisar
sustancialmente los estudio~ generales con el prop6sito de
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"impartir menos informaci6n a mucha mayor profundidad". En
terminos generales, se piensa disminuir los creditos obligatorios
en los estudios generales de 36 a 12, tratando de que las
asignaturas impartidas constituyan una verdadera preparaci6n
del horribre para enfrentarlo con su media ambiente coma ente
capaz de orientar su vida en concordancia con los principios
fundamentales de nuestra civilizaci6n occidental.
Es importante seiialar en este momenta una consideraci6n
que constituye nuestro mas importante reto. Es imperiosa la
necesidad de lograr que el profesor dej.e de ser la principal
fuente de informaci6n del estudiante y se convierta en
verdadero instrumento de formaci6n. Esto implica no solamente
un cambio de actitud de parte de nuestro profesorado, sino
ademas una provision de recursos bibliograficos y audiovisuales
que nos permita convertir al estudiante en el protagonista mas
activo de su propia educacion. Crea que hasta el momenta
hemes fallado en lograr este proposito. Estimo que es vital para
nuestra institucion el establecimiento de las procedimientos,
mecanismos y recursos adecuados que permifan convertir en
una au ten tic a realidad este trascenden tal obj etivo educacional.
Por otra p arte, considero que hemes fallado en lograr una
integrac10n mas expedita de nuestros estudiantes en la
problematica del quehacer profesional dominicano. La idea de
contar con profesores asociados de nuestra escuela fuera de las
aulas a fin de que las estudian tes pudiesen realizar experiencias
practicas en taller y en obras que les permita una vision mas
tangible de las procedimientos y tecnicas utilizados a nivel
practico en nuestro media, no ha pasado de ser una ferviente
aspiracion. No hemos logrado convertir esta idea en una realidad
operacional.
Todos estamos de acuerdo, ademas, en que nuestro plan de
estudios adolece de gran debilidad en el campo de la
urbanologfa.
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