Sistema de Modulo de Purificacion y Distribucion de Agua Saludable en La Institucion Educativa N
Sistema de Modulo de Purificacion y Distribucion de Agua Saludable en La Institucion Educativa N
Sistema de Modulo de Purificacion y Distribucion de Agua Saludable en La Institucion Educativa N
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
1. ANALISIS DE LABORATORIO
Según la OMS (2008), existe una amplia gama de componentes microbianos y químicos del
agua de consumo que pueden ocasionar efectos adversos sobre la salud de las personas. Su
detección, tanto en el agua bruta como en el agua suministrada a los consumidores, suele ser
lento, complejo y costoso, lo que limita su utilidad para la alerta anticipada y hace que resulte
poco asequible. Puesto que no es físicamente posible ni económicamente viable analizar todos
los parámetros de calidad del agua, se deben planificar cuidadosamente las actividades de
monitoreo y los recursos utilizados para ello, los cuales deben centrarse en características
significativas o de importancia crítica. También pueden resultar de importancia ciertas
características no relacionadas con la salud, como las que afectan significativamente a la
aceptabilidad del agua. Cuando las características estéticas del agua (por ejemplo, su aspecto,
sabor y olor) sean inaceptables, podrá ser necesario realizar estudios adicionales para
determinar si el agua presenta problemas relevantes para la salud.
a) Calidad Microbiológica Del Agua
Según la OMS (2008), la verificación de la calidad microbiológica del agua por lo general incluye
sólo análisis microbiológicos. Dichos análisis son de suma importancia, ya que el riesgo para la
salud más común y extendido asociado al agua de consumo es la contaminación microbiana.
Así pues, el agua destinada al consumo humano no debería contener microorganismos
indicadores. En la mayoría de los casos, conllevará el análisis de microorganismos indicadores
de contaminación fecal, pero también puede incluir, en algunas circunstancias, la
determinación de las concentraciones de patógenos específicos. Para determinar la
contaminación fecal, generalmente se usa como indicador la presencia de Escherichia coli. A su
vez, el análisis de la presencia de bacterias coliformes termotolerantes puede ser una
alternativa aceptable en muchos casos. Por otro lado, los virus y protozoos entéricos son más
resistentes a la 8 desinfección; por tanto, la ausencia de Escherichia coli no implica
necesariamente que no haya presencia de estos organismos. Por ello, muchas veces lo más
recomendable es que además de la prueba de los coliformes fecales, se realice un análisis de
microorganismos más resistentes, como bacteriófagos o esporas bacterianas para determinar
la concentración de patógenos específicos. La inocuidad del agua de consumo no depende
únicamente de la contaminación fecal. Algunos microorganismos proliferan en las redes de
distribución de agua (por ejemplo, Legionella), mientras que otros se encuentran en las aguas
de origen (el dracúnculo, Dracunculus medinensis) y pueden ocasionar epidemias. Es
importante resaltar que no solo el consumo del agua contaminada puede traer problemas a la
salud, sino también el contacto con la misma o la inhalación de gotículas de agua (aerosoles).
Algunos de los agentes patógenos cuya transmisión por agua de consumo contaminada es
conocida producen enfermedades graves que en ocasiones pueden ser mortales, algunas de
estas enfermedades son la fiebre tifoidea, el cólera, la hepatitis infecciosa y las enfermedades
causadas por Shigella spp. y por Escherichia coli. Otras enfermedades conllevan típicamente
desenlaces menos graves, como la diarrea de resolución espontánea.
b) Calidad Química Del Agua
Según la OMS (2008), la mayoría de los productos químicos sólo constituyen un peligro en la
salud de las personas cuando su presencia ocurre en el agua de manera prolongada; mientras
que otros pueden producir efectos peligrosos tras múltiples exposiciones en un periodo corto.
Se debe tener muy en cuenta que no todas las sustancias químicas de las cuales se han
establecido valores de referencia están presentes en un mismo sistema de abastecimiento,
cada uno de estos es único y depende del origen y distribución del agua fuente. Para algunos
lugares existirán parámetros característicos del agua fuente propia del lugar, pero que no se
contemplan en las normas. Por otro lado, en algunos casos se han fijado valores de referencia
provisionales para contaminantes de los que se dispone de 9 información sujeta a cierta
incertidumbre o cuando no es posible, en la práctica, reducir la concentración hasta los niveles
de referencia calculados. Existe una gran cantidad de parámetros químicos los cuales
determinan la calidad del agua, sin embargo, son pocas las sustancias de las que se haya
comprobado que causan efectos nocivos sobre la salud humana como consecuencia de la
exposición a cantidades excesivas de las mismas en el agua de consumo, tales como fluoruro, el
arsénico, el nitrato y el plomo.
Los principales indicadores de la calidad del agua son físicos, químicos y microbiológicos.
01.03.01. Indicadores Físicos
a) Sólidos Totales
Es el residuo remanente después de evaporar una muestra de agua a 103 °C – 105 °C.
En general, la presencia de estos sólidos produce la turbidez del agua. Incluye los sólidos
sedimentables, los sólidos suspendidos totales, los sólidos disueltos totales y los
coloidales. La diferencia entre uno y otro es el tamaño de partícula, siendo los de mayor
tamaño los sólidos sedimentables con un diámetro mayor a 10 µm; y los más pequeños
los sólidos disueltos totales (SDT), con un diámetro menor a 0,001 µm. Estos últimos
son una medida de la concentración total de iones en solución, principalmente de sales
minerales. (Chávez de Allaín, 2012) Según la OMS (2008) la palatabilidad del agua con
una concentración de SDT menor que 600 mg/L suele considerarse buena, pero a
concentraciones mayores de aproximadamente 1 000 mg/l la palatabilidad del agua de
consumo disminuye significativa y progresivamente. Los consumidores también pueden
considerar inaceptable la presencia de concentraciones altas de SDT debido a 10 que
genera excesivas incrustaciones en tuberías, calentadores, calderas y electrodomésticos.
b) Turbidez
Según la OMS (2008) la turbidez se origina por partículas en suspensión o coloidales
(arcillas, limo, tierra finamente dividida, etc.), que pueden proceder del agua de origen,
como consecuencia de un filtrado inadecuado, o debido a la suspensión de sedimentos en
el sistema de distribución. Otra posible causa es debido a la presencia de partículas de
materia orgánica en algunas aguas subterráneas o el desprendimiento de biopelículas en
el sistema de distribución. Asimismo, la OMS (2008) señala que un agua turbia
representa la presencia de partículas que pueden proteger durante la desinfección a los
microorganismos, e incluso estimular la proliferación de bacterias. Es por ello que,
siempre que se someta el agua a un proceso de desinfección, para que éste sea eficaz, la
turbidez del agua debe ser baja. Por otro lado, la turbidez en el agua puede ser también
un indicador de la existencia de problemas, sobretodo en la coagulación, sedimentación
y en la filtración. Por lo que, es un parámetro operativo de control importante de los
procesos de tratamiento. A pesar de todos los problemas que pueden significar un agua
turbia, no se ha propuesto ningún valor de referencia basado en efectos sobre la salud.
Lo único que se indica es que el aspecto del agua con una turbidez de 5 UNT (unidades
nefelómetricas de turbidez) suele ser aceptable para los consumidores. A su vez, la
turbidez mediana debe ser menor que 0,1 UNT (unidades nefelométricas de turbidez)
para que la desinfección sea eficaz.
c) Color
En cuanto al color del agua de consumo, lo ideal es que no tenga ningún color
apreciable, pues influye mucho en la percepción de las personas sobre la calidad del
agua, actuando así como un indicador de aceptabilidad. Según la OMS (2008) el color
del agua se debe principalmente a la presencia de materia orgánica coloreada, presencia
de hierro, manganeso y otros metales, bien como impurezas naturales o como resultado
de la corrosión. De igual manera, otra posible causa es la contaminación de la fuente de
agua con vertidos industriales. En general, se puede deber a diversas causas, es por ello
necesario determinar el origen de la coloración y actuar sobre ello. Por otro lado, existen
dos tipos de color: color verdadero y color aparente. El color verdadero depende sólo del
agua y la materia suspendida y disuelta. Una vez eliminado el material suspendido, el
color remanente se le conoce como color aparente, producto pues de suspensiones no
naturales que a su vez generan turbidez (Chávez de Allaín, 2012). Tal como lo indica la
Organización Mundial de la Salud (2008) las personas pueden percibir niveles de color
mayores que 15 unidades de color verdadero (UCV) en un vaso de agua. De tal manera
que los consumidores suelen considerar aceptable, niveles de color menor que 15 UCV.
Sin embargo, se debe considerar que la aceptabilidad puede variar.
d) Olor y sabor
El olor y sabor es de suma importancia pues actúan como indicadores de aceptabilidad,
siendo pues posibles motivos de rechazo. Por lo general, las personas relacionan la
ausencia de olor con ausencia de contaminantes; incluso generalmente se emiten juicios
sobre la calidad del agua por el olor o sabor de la misma, cuando en realidad puede pasar
que tenga un buen sabor y olor, 12 sin embargo, es de muy mala calidad. De esta
manera, dan solo una primera idea de la calidad del agua. Muchas veces pueden revelar
la existencia de algún tipo de contaminación, o el funcionamiento deficiente de algún
proceso durante el tratamiento o la distribución de ésta. (Chávez de Allaín, 2012) Según
la OMS (2008), el sabor y el olor del agua podrían originarse por contaminantes
químicos naturales, orgánicos e inorgánicos, por fuentes o procesos biológicos (por
ejemplo, microorganismos acuáticos) o por contaminación debida a sustancias químicas
sintéticas. Pueden también ser resultado de la corrosión o del tratamiento del agua (por
ejemplo, la cloración). De igual manera, se podría haber originado durante el
almacenamiento y la distribución debido a la actividad microbiana. Tal como se puede
apreciar, el olor y sabor pueden tener diversas causas; es por ello que ante la presencia
de estos, lo más recomendable es realizar pruebas para investigar su causa y poder
eliminarlos.
Según la OMS (2008), existe una amplia gama de componentes microbianos y químicos del
agua de consumo que pueden ocasionar efectos adversos sobre la salud de las personas. Su
detección, tanto en el agua bruta como en el agua suministrada a los consumidores, suele ser
lento, complejo y costoso, lo que limita su utilidad para la alerta anticipada y hace que resulte
poco asequible. Puesto que no es físicamente posible ni económicamente viable analizar todos
los parámetros de calidad del agua, se deben planificar cuidadosamente las actividades de
monitoreo y los recursos utilizados para ello, los cuales deben centrarse en características
significativas o de importancia crítica. También pueden resultar de importancia ciertas
características no relacionadas con la salud, como las que afectan significativamente a la
aceptabilidad del agua. Cuando las características estéticas del agua (por ejemplo, su aspecto,
sabor y olor) sean inaceptables, podrá ser necesario realizar estudios adicionales para
determinar si el agua presenta problemas relevantes para la salud.
2.3.2 Principales indicadores de la calidad del agua Los principales indicadores de la calidad del
agua son físicos, químicos y microbiológicos.
a) Sólidos Totales Es el residuo remanente después de evaporar una muestra de agua a 103 °C
– 105 °C. En general, la presencia de estos sólidos produce la turbidez del agua. Incluye los
sólidos sedimentables, los sólidos suspendidos totales, los sólidos disueltos totales y los
coloidales. La diferencia entre uno y otro es el tamaño de partícula, siendo los de mayor
tamaño los sólidos sedimentables con un diámetro mayor a 10 µm; y los más pequeños los
sólidos disueltos totales (SDT), con un diámetro menor a 0,001 µm. Estos últimos son una
medida de la concentración total de iones en solución, principalmente de sales minerales.
(Chávez de Allaín, 2012) Según la OMS (2008) la palatabilidad del agua con una concentración
de SDT menor que 600 mg/L suele considerarse buena, pero a concentraciones mayores de
aproximadamente 1 000 mg/l la palatabilidad del agua de consumo disminuye significativa y
progresivamente. Los consumidores también pueden considerar inaceptable la presencia de
concentraciones altas de SDT debido a 10 que genera excesivas incrustaciones en tuberías,
calentadores, calderas y electrodomésticos.
c) Color En cuanto al color del agua de consumo, lo ideal es que no tenga ningún color
apreciable, pues influye mucho en la percepción de las personas sobre la calidad del agua,
actuando así como un indicador de aceptabilidad. Según la OMS (2008) el color del agua se
debe principalmente a la presencia de materia orgánica coloreada, presencia de hierro,
manganeso y otros metales, bien como impurezas naturales o como resultado de la corrosión.
De igual manera, otra posible causa es la contaminación de la fuente de agua con vertidos
industriales. En general, se puede deber a diversas causas, es por ello necesario determinar el
origen de la coloración y actuar sobre ello. Por otro lado, existen dos tipos de color: color
verdadero y color aparente. El color verdadero depende sólo del agua y la materia suspendida
y disuelta. Una vez eliminado el material suspendido, el color remanente se le conoce como
color aparente, producto pues de suspensiones no naturales que a su vez generan turbidez
(Chávez de Allaín, 2012). Tal como lo indica la Organización Mundial de la Salud (2008) las
personas pueden percibir niveles de color mayores que 15 unidades de color verdadero (UCV)
en un vaso de agua. De tal manera que los consumidores suelen considerar aceptable, niveles
de color menor que 15 UCV. Sin embargo, se debe considerar que la aceptabilidad puede
variar.
d) Olor y sabor El olor y sabor es de suma importancia pues actúan como indicadores de
aceptabilidad, siendo pues posibles motivos de rechazo. Por lo general, las personas relacionan
la ausencia de olor con ausencia de contaminantes; incluso generalmente se emiten juicios
sobre la calidad del agua por el olor o sabor de la misma, cuando en realidad puede pasar que
tenga un buen sabor y olor, 12 sin embargo, es de muy mala calidad. De esta manera, dan solo
una primera idea de la calidad del agua. Muchas veces pueden revelar la existencia de algún
tipo de contaminación, o el funcionamiento deficiente de algún proceso durante el tratamiento
o la distribución de ésta. (Chávez de Allaín, 2012) Según la OMS (2008), el sabor y el olor del
agua podrían originarse por contaminantes químicos naturales, orgánicos e inorgánicos, por
fuentes o procesos biológicos (por ejemplo, microorganismos acuáticos) o por contaminación
debida a sustancias químicas sintéticas. Pueden también ser resultado de la corrosión o del
tratamiento del agua (por ejemplo, la cloración). De igual manera, se podría haber originado
durante el almacenamiento y la distribución debido a la actividad microbiana. Tal como se
puede apreciar, el olor y sabor pueden tener diversas causas; es por ello que ante la presencia
de estos, lo más recomendable es realizar pruebas para investigar su causa y poder eliminarlos.
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