Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

La Sed Ejercicio 9

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Ejercicio 9.

Tipos
de Resúmenes (La Sed)

INSTRUCCIONES: Lee detenidamente el texto “La Sed, un invento del cerebro” y aplica
las reglas básicas para elaborar Resúmenes. Recuerda que lo primero que debemos hacer es
leer el texto (al menos 3 veces), después selecciona las ideas principales, subráyalas, agrega
notas al margen y elabora los 3 tipos de Resúmenes: Literal, Parafraseado e Interpretativo.

LA SED, UN
INVENTO DEL CEREBRO
El calor produce sed, pero no es lo único. El psicobiólogo Ignacio Morgado 1 analiza
todas las respuestas del cuerpo para evitar la deshidratación.
La sed nos hace soñar despiertos con el agua fresca que emana de un generoso y
refrescante manantial y su sola imaginación ya resulta gratificante. Cuando la sed es
extrema y duradera daríamos la vida por un vaso de agua fresca, o nos la beberíamos de un
pestilente lodazal. Son pocas las cosas que resiste peor el cuerpo humano que la
deshidratación cuando llevamos mucho tiempo sin beber, o cuando perdemos fluidos del
organismo por hemorragias, vómitos, diarreas o sudoración por exceso de calor o por haber
practicado intensamente ejercicio físico. La razón es que nuestro cuerpo es agua en buena
medida y, a diferencia de lo que ocurre con las reservas energéticas en el hígado o las
grasas, no dispone de depósitos de fluidos a los que recurrir cuando nos deshidratamos.
La solución que la naturaleza ha desarrollado para evitar la deshidratación es crear
inmediatamente la sed, una potente sensación que inunda la mente consciente y motiva a
buscar el agua donde quiera que la haya para restaurar el equilibrio hídrico perdido. Más
aún, la necesidad de beber puede resultar tan imperiosa, y es tanto lo que pone en juego,
que el sentimiento de sed conlleva el intenso placer que se experimenta al saciarla cuando el
agua es consumida. Pocos placeres igualan al de beber cuando tenemos mucha sed.
Pero no basta con beber y recuperar la cantidad de agua perdida. Es también
necesario garantizar que esa agua ingerida se distribuya convenientemente entre los
diferentes compartimentos de fluidos del cuerpo, pues cada uno de ellos requiere un
determinado volumen para que los procesos fisiológicos en que está implicado funcionen con
regularidad. Por eso, además de agua, necesitamos sales, particularmente el sodio, que actúa
como un soluto generador de fuerzas osmóticas que redistribuyen el agua entre el interior y
el exterior de las células. El riñón es, además, el órgano encargado de controlar la pérdida
de agua y sales por la orina. Lo hace atendiendo a dos hormonas que le llegan por la sangre
que lo irriga, la vasopresina u hormona antidiurética, que, como su nombre indica, impide la
diuresis, es decir, la pérdida de agua por la orina, y la aldosterona, una hormona que impide
la pérdida de sales por la orina.

1
Catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Cuando hace mucho tiempo que no bebemos, cuando estamos enfermos y vomitamos o
tenemos diarrea, cuando tenemos un accidente y sangramos o cuando hace mucho calor o
hemos hecho ejercicio físico intenso y sudamos el volumen y la presión del plasma sanguíneo
disminuye, el cerebro capta esa situación y genera un tipo de sed llamada sed
hipovolémica que nos motiva a buscar agua y beber. Un mecanismo diferente que dispara
también la sed es el que tiene lugar cuando ingerimos comidas saladas, como las palomitas
del cine, que aumentan la concentración de sales en la sangre. Entonces el tipo de sed que el
cerebro genera se llama sed osmótica, pero el sentimiento que tenemos de la misma no se
diferencia del que tenemos cuando la sed es hipovolémica. La sed se siente siempre del
mismo modo, como una respuesta automática del cuerpo a cambios que ocurren en la sangre.
La cantidad de agua que bebemos, aparte de depender de cada persona, depende
también del clima, las costumbres sociales y, por supuesto, de la disponibilidad de líquidos.
Una situación en la que están alterados los mecanismos básicos de la sed es la diabetes
mellitus, enfermedad en la que por falta de la hormona insulina o por mal funcionamiento de
la misma las células del cuerpo no captan suficientemente la glucosa que necesitan para
funcionar haciendo que ese azúcar se acumule en la sangre y se pierda por la orina. En su
recorrido renal la glucosa, por ósmosis, arrastra agua produciendo entonces deshidratación
y activando los mecanismos neuronales de la sed. La administración conveniente de insulina
evita esas consecuencias.

La sed no basta.
“El que bebe solamente cuando tiene sed, no bebe lo suficiente”, afirma el doctor
Mark Davis2. Muchas personas se encuentran en un estado de deshidratación ligera, ya que
la sensación de sed sobreviene cuando los fluidos corporales ya están en un nivel bajo, y con
la edad el mecanismo de la sed va deteriorándose.
Como señaló The New York Times, necesitamos más agua cuando el clima es muy
caluroso o extremadamente frío y seco, cuando hacemos ejercicio o estamos a dieta y
cuando sufrimos cualquier enfermedad acompañada de diarrea, fiebre y vómitos, estados
que provocan pérdida de fluidos. Los regímenes altos en fibra también requieren más
líquidos de lo normal para que la fibra circule por los intestinos.
El agua es lo que más sacia la sed, pues el cuerpo la absorbe rápidamente. Cuanto más
dulce es una bebida, más tarda en absorberse. Los refrescos azucarados pueden provocar
más sed, ya que para digerir el azúcar se necesita líquido. Por otra parte, si solo se toman
bebidas que contengan cafeína o alcohol, puede producirse pérdida de líquidos, pues ambas
sustancias son diuréticas. “Los adultos deben beber al menos ocho vasos de agua al día”,
dice el diario mencionado.

2
Catedrático de fisiología del ejercicio.
Elabora un Resumen Literal. Transcribe textualmente las palabras del texto original,
agrega conectivos para dar coherencia y mejorar la presentación textual.
LA SED, UN
INVENTO DEL CEREBRO
La sed nos hace soñar despiertos con el agua fresca que emana de un generoso y
refrescante manantial y su sola imaginación ya resulta gratificante.
Son pocas las cosas que resiste peor el cuerpo humano que la deshidratación cuando
llevamos mucho tiempo sin beber, o cuando perdemos fluidos del organismo por
hemorragias, vómitos, diarreas o sudoración por exceso de calor o por haber practicado
intensamente ejercicio físico.
La solución que la naturaleza ha desarrollado para evitar la deshidratación es crear
inmediatamente la sed, una potente sensación que inunda la mente consciente y motiva a
buscar el agua donde quiera que la haya para restaurar el equilibrio hídrico perdido Es
necesario garantizar que esa agua ingerida se distribuya convenientemente entre los
diferentes compartimentos de fluidos del cuerpo, pues cada uno de ellos requiere un
determinado volumen para que los procesos fisiológicos en que está implicado funcionen con
regularidad.
Cuando hace mucho tiempo que no bebemos, cuando estamos enfermos y vomitamos o
tenemos diarrea, cuando tenemos un accidente y sangramos o cuando hace mucho calor o
hemos hecho ejercicio físico intenso y sudamos el volumen y la presión del plasma sanguíneo
disminuye, el cerebro capta esa situación y genera un tipo de sed llamada sed
hipovolémica que nos motiva a buscar agua y beber. Cuando hay una concentración de sales
en la sangre, el tipo de sed que el cerebro genera se llama sed osmótica, pero el sentimiento
que tenemos de la misma no se diferencia del que tenemos cuando la sed es hipovolémica. La
sed se siente siempre del mismo modo, como una respuesta automática del cuerpo a cambios
que ocurren en la sangre.
La cantidad de agua que bebemos, aparte de depender de cada persona, depende
también del clima, las costumbres sociales y, por supuesto, de la disponibilidad de líquidos.
Elabora un Resumen de Paráfrasis. Elimina expresiones innecesarias, redacta utilizando
tus propias palabras, pero conservando el pensamiento original del autor.

LA SED, UN
INVENTO DEL CEREBRO
El cerebro ha desarrollado la sensación de sed como un ingenioso mecanismo para
evitar la deshidratación, según el análisis del psicobiólogo Ignacio Morgado. La sed
despierta en nosotros visiones agradables de agua fresca, generando una intensa necesidad
de satisfacerla. La deshidratación es especialmente perjudicial para el cuerpo humano, ya
que, a diferencia de otras reservas, no tiene depósitos de líquidos para recurrir en
momentos de escasez.
La sed actúa como un poderoso motivador para buscar y consumir agua, y la
sensación de saciarla resulta gratificante. Sin embargo, no es suficiente simplemente
ingerir líquidos; es esencial garantizar la distribución adecuada del agua y las sales en
diferentes compartimentos del cuerpo. El sodio, en particular, desempeña un papel crucial
al generar fuerzas osmóticas que redistribuyen el agua entre las células.
El cuerpo utiliza distintos mecanismos para generar sed en situaciones específicas,
como la sed hipovolémica cuando hay pérdida de volumen y presión sanguínea, o la sed
osmótica inducida por la ingesta de alimentos salados. La cantidad de agua requerida varía
según factores individuales, climáticos y sociales.
En casos como la diabetes mellitus, donde la falta de insulina afecta la captación de
glucosa y provoca deshidratación, la administración de insulina es crucial para evitar
consecuencias negativas.
El artículo destaca que depender únicamente de la sed no es suficiente, ya que esta
sensación surge cuando los niveles de líquidos ya están bajos. Se subraya la importancia de
consumir suficiente agua, especialmente en condiciones climáticas extremas, durante el
ejercicio, enfermedades con pérdida de fluidos y dietas altas en fibra.
Además, se advierte sobre bebidas que pueden aumentar la sed, como los refrescos
azucarados, y se destaca la necesidad de un consumo adecuado de agua, al menos ocho
vasos al día para los adultos.
Elabora un Resumen Interpretativo. Elimina expresiones innecesarias, redacta un nuevo
texto a partir de la comprensión del texto original, respetando la esencia de su contenido.
Recuerda que debe llevar una pequeña Introducción, el Desarrollo (Resumen) y una pequeña
Conclusión (por lo cual, al menos debe haber 3 párrafos).
LA SED, UN
INVENTO DEL CEREBRO
La sed, esa sensación que nos impulsa a buscar agua para mantener el equilibrio hídrico del
cuerpo, es un fenómeno complejo y esencial para nuestra supervivencia. En este contexto,
Ignacio Morgado, psicobiólogo destacado, ha analizado exhaustivamente las respuestas del
cuerpo ante la deshidratación, proporcionando una visión profunda de la sed y sus
mecanismos. Este texto se sumerge en la importancia de la sed, explorando sus distintos
aspectos y utilizando referencias adicionales para ampliar la comprensión de este fenómeno
fisiológico.

La sed, como respuesta a la pérdida de fluidos en el organismo, es crucial para mantener el


delicado equilibrio hídrico. Morgado destaca la conexión íntima entre la deshidratación y la
activación inmediata de la sed, una poderosa sensación que impulsa a buscar agua. El placer
asociado al acto de beber, especialmente cuando la sed es intensa, resalta la importancia de
este mecanismo biológico.

La distribución adecuada del agua ingerida en los compartimentos de fluidos del cuerpo es
esencial, según Morgado. Aquí, las sales, especialmente el sodio, desempeñan un papel vital
al actuar como soluto generador de fuerzas osmóticas que regulan el equilibrio entre el
interior y el exterior de las células. Además, el riñón, bajo la influencia de hormonas como
la vasopresina y la aldosterona, controla la pérdida de agua y sales por la orina.

Se destacan los distintos tipos de sed, como la hipovolémica y la osmótica, desencadenadas


por diferentes situaciones, desde la falta de ingesta de agua hasta la ingestión de
alimentos salados. Morgado explora cómo el cuerpo responde automáticamente a cambios en
la sangre, generando la sensación de sed como una respuesta biológica.

Además de la visión de Morgado, otras fuentes refuerzan la importancia de la hidratación.


El Dr. Mark Davis advierte que depender solo de la sed puede no ser suficiente y destaca
que "el que bebe solamente cuando tiene sed, no bebe lo suficiente". Se subraya que la
deshidratación leve puede ser común, ya que la sensación de sed se activa cuando los fluidos
corporales ya están en niveles bajos, especialmente en la vejez.

En conclusión, la sed emerge como un fenómeno biológico fundamental, regulado por


complejas interacciones entre el cuerpo y su entorno. Ignacio Morgado, junto con otras
fuentes como el Dr. Mark Davis, proporcionan una visión completa de la sed y su importancia
para la salud. La comprensión de los mecanismos de la sed, sus desencadenantes y las
consecuencias de la deshidratación le otorgan una relevancia crucial en nuestra vida diaria.
Así, la hidratación adecuada se presenta como un componente esencial para mantener el
bienestar físico y mental.

También podría gustarte