Modulo 2
Modulo 2
Modulo 2
MÉDICA
1
MÓDULO 2
2004
Dra. ANABELA
GATANI
Unidad Nº 1: Historia clínica: concepto y estructura. Tipos especiales de historia clínica.
En este caso se registran los motivos de consulta del paciente, sus datos
demográficos generales, los antecedentes médicos, el examen físico realizado y
el tratamiento prescrito. Servirá para evaluar los resultados obtenidos y como
referencia para futuros casos similares.
Este documento registra los datos del paciente, los signos vitales, los
procedimientos de emergencia realizados durante el traslado, los
medicamentos administrados y la condición clínica con la cual llega al
hospital.
La siguiente constituye una guía para la confección de la historia clínica que los
alumnos deberán realizar semanalmente durante el trabajo práctico. No pretende ser
exhaustiva ni inmodificable y solo tiene un fin de orientación y orden en la recolección de los
datos. La historia clínica deberá ser:
- manuscrita
- prolija y legible
- redactada de una manera lógica y organizada.
- completa e incluir:
o Datos personales o Motivo de consulta o internación o
Enfermedad actual y sus antecedentes o Antecedentes personales
o Examen físico o Resumen semiológico o Consideraciones
diagnósticas o Plan de estudios complementarios o
Consideraciones terapéuticas en relación al diagnóstico probable
1. ANAMNESIS
1.1. Datos personales
1.3.2. Patológicos
- Enfermedades de la infancia
- Enfermedades médicas: conviene preguntar, en primer lugar, por las consultas
médicas realizadas a lo largo de la vida, cuáles fueron los diagnósticos efectuados y
cuáles las medidas terapéuticas instituidas. Es útil, para evitar omisiones, interrogar
sobre síntomas o diagnósticos correspondientes a los distintos aparatos o sistemas.
- Antecedentes alérgicos
- Antecedentes quirúrgicos y traumáticos
- De medio: lugar de nacimiento y posteriores lugares de residencia: casa habitación,
escolaridad, ocupación, núcleo familiar, servicio militar.
1.3.3. Hábitos
- Alimentación
- Intolerancias alimentarias
- Apetito
- Catarsis intestinal
- Diuresis
- Sueño
- Bebidas alcohólicas
- Infusiones
- Tabaco
- Drogas
- Medicamentos
- Hábitos sexuales
- Actividad física
-
2. EXAMEN FÍSICO
2.7. Cabeza
Se observarán los diámetros longitudinales y transversales (tipo de cráneo). Se
estudian los pabellones auriculares y los ojos y sus anexos, las fosas nasales, los labios y la
cavidad bucal, el grado de higiene y conservación de las piezas dentarias, la lengua, la mucosa
yugal, las amígdalas y las fauces.
2.8. Cuello
Se observará su simetría y la presencia de edema, tumoraciones, latidos, ingurgitación
yugular y fístulas. La palpación general del cuello permitirá detectar crepitaciones (enfisema
subcutáneo), adenopatías, bocio, latidos, frémitos y craqueo laríngeo. Para evaluar la
movilidad cervical se realizarán maniobras de motilidad activa y pasiva: flexión, extensión,
lateralización y rotación. La auscultación permitirá detectar soplos carotídeos y sobre la
glándula tiroides.
2.9. Tórax
En el tórax se examinan los aparatos respiratorio y circulatorio.
Aparato respiratorio
En la inspección se consignará: conformación torácica, asimetrías, latidos y
tumoraciones; tipo respiratorio; frecuencia respiratoria; profundidad respiratoria.
Aparato circulatorio
En la inspección se observarán latidos localizados y generalizados. En la palpación se
percibirán latidos, frémitos o frotes. La percusión carece de aplicación práctica, y en la
auscultación se escucharán los ruidos normales y patológicos, los silencios y los soplos. El
examen de los pulsos periféricos (carotídeo, radial, femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio)
se puede realizar en este momento, así como la determinación de la tensión arterial.
2.10 Abdomen
En la inspección se observarán la simetría y la presencia de cicatrices, circulación
colateral y latidos.
3. RESUMEN SEMIOLÓGICO
Está constituido por los datos positivos de la anamnesis y del examen físico. Cumple
una doble finalidad; por un lado, es una historia clínica abreviada de fácil y rápida lectura, y por
el otro, sirve de base para las consideraciones diagnósticas.
IMPORT
ANCIA
MÉDICO
-LEGAL
Historia clínica
Caramelo, Gustavo
Bibliografía
LEY 2659
Anamnesis
La anamnesis recoge los acapites siguientes:
Los datos de identidad personal incluyen edad, sexo, procedencia, ocupacion y escolaridad.
El motivo de consulta debe expresar la principal motivación que lleva al paciente a solicitar atención
médica y cuando no es así, en casos en que la iniciativa parta del policlínico, las razones médicas que la
determinan. Por ejemplo, el paciente puede acudir por fiebre, o diarreas, o dolor precordial. El medico
puede citar al paciente a consulta o visitarlo en el domicilio para efectuar un control médico
programado en enfermedades sujetas a atención dispensarizada como la hipertensión arterial, la diabetes
mellitus, el asma bronquial severa, la tuberculosis pulmonar, entre otras. También puede tratarse de
personas sanas, en quienes se realiza un "control de salud" con fines fundamentalmente preventivos y
educativos como: embarazadas, recién nacidos, lactantes, preescolares y escolares, adolescentes,
ancianos, trabajadores con riesgo laboral y otros.
La historia de la enfermedad actual debe recoger en forma breve y concisa los rasgos fundamentales
del problema de salud que presenta el paciente. En rigor, no siempre se trata de una enfermedad.
Como hemos serialado, una persona sana puede ser atendida para controlar riesgos de enfermedad,
mediante acciones de promoción de salud y protección especifica.
El registro de los Habitos de vida permite identificar los principales factores de riesgo de
enfermedades cr6nicas no trasmisibles: habitó de fumar, sedentarismo, Habitos dietéticos y tensión
emocional. Su simple pesquisa ya resulta aleccionadora para el paciente y sirve de base para emprender
ulteriores acciones educativas tendientes a modificar esos Habitos nocivos, tanto en sanos (promoción de
salud) como en sujetos afectos (rehabilitación).
Los antecedentes perinatales (prenatal, natal, posnatal) pueden resultar valiosos especialmente en
niños.
Las vacunaciones recibidas deben ser precisadas con miras a su actualización, atendiendo al
programa de inmunizaci6n vigente.
Los antecedentes patológicos personales permiten identificar tanto las enfermedades padecidas
como las que pueda presentar el paciente. Es frecuente que una persona enferma no sepa que lo
está (morbilidad oculta), en virtud de que el trastorno no le produce suficientes molestias subjetivas.
Los estudios de morbilidad en población han puesto en evidencia que la parte oculta del "tempano"
(morbilidad oculta) es mucho mayor que la parte expuesta (morbilidad declarada) en numerosas
enfermedades, como la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus, la
infección urinaria, la anemia y otras. Un paciente portador oculto de una de estas afecciones puede
concurrir al médico por otra razón; de no disponerse de un instrumento adecuado de pesquisa, la
enfermedad pudiera permanecer indetectada, privando al paciente de los beneficios derivados de una
atención temprana y oportuna.
Las operaciones efectuadas al paciente dan noción de las enfermedades que las determinaron, así
como de alguna posible secuela posquirúrgica.
Examen físico
El examen físico en las condiciones de la atención primaria ha de ser necesariamente escueto, sin
obviar una valoración regional y de conjunto del paciente.
Primera etapa. Con el paciente sentado en la camilla. Se explora cabeza, incluyendo facies,
conjuntivas oculares y cavidad oral. Cuello, pesquisando agrandamiento tiroideo u otras
tumoraciones, así como ingurgitación yugular. Tórax y miembros superiores, con toma de la
temperatura, la frecuencia respiratoria, el pulso radial y la tensión arterial.
Segunda etapa. Con el paciente en declivito supino sobre la camilla. Se realiza auscultación del
corazón. Se explora abdomen, incluyendo pesquisa de hernias y de agrandamiento hepatosplenico u
otras tumoraciones, y miembros inferiores que incluye palpación de pulsos pedios y pesquisa de
deformidades de los pies. Exploración de mamas y sistema respiratorio. En los niños se examina el
desarrollo psicomotor; en la mujer se debe realizar la exploración ginecológica siempre en presencia
de una enfermera.
Tercera etapa. Destinada a pesar y tallar al paciente con miras a su evaluación pondoestatural
(pesquisa de obesidad y de desnutrición). Preferentemente el peso debe expresarse en kilogramos y la
talla en centímetros.
Aparte de la anamnesis y el examen físico, la historia clínica en la atención primaria también recoge
las principales investigaciones complementarias que, gestión el caso, procede realizar. Su diserto permite
establecer los problemas diagnósticos detectados, incluyendo los factores de riesgo, así como
precisar la conducta a seguir respecto a las medidas tendentes a la promoción, la recuperación y la
rehabilitación de la salud. Por Ultimo, la historia clínica en la atención primaria sirve de marco para eva-
luar la evolución del paciente, el control de la dispensarizacion y los resultados de los programas de
salud aplicado s.
Con el examen diario del enfermo ingresado se vigila la evolución de la enfermedad. Una primera
evolución detallada en la cual se plasme la impresi6n diagnostica, y una discusi6n diagn6stica
elaborada con todos los elementos que ayuden a plantear los distintos tipos de diagnósticos, son
fundamentales en esta parte de la historia clínica.
Todo lo anterior permite instituir el tratamiento adecuado, el cual quedar reflejado en las
indicaciones escritas por el médico. También quedaran escritas las interconsultas con los distintos
especialistas si se necesitan.
Desde el momento del ingreso en el hospital son recogidos en el servicio de urgencias, una serie de
datos que se muestran en la historia clínica general. Es aquí donde se realizan las primeras
indicaciones antes de ser remitido a la sala de hospitalización.
En una hoja de egreso que se coloca al final de la historia clínica, se escribe el diagnóstico definitivo,
los procederes diagnósticos y terapéuticos utilizados. En caso de fallecimiento, se agrega el
protocolo de necropsia. Una copia de esta hoja de egreso debe ser remitida al policlínico al cual
pertenece el paciente para su seguimiento, lo que proporcionado una adecuada interrelación
policlínico-hospital. Todos los aspectos serialado en esta hoja de egreso estarán ordenados de manera
tal que posibiliten estudios estadísticos por computación.
Esta historia clínica permite una vez archivada, su utilización en casos de reingreso del paciente o
para efectuar investigaciones científicas sobre morbilidad, mortalidad o cualquier otro tipo de
trabajo médico.
Se deduce la enorme importancia que tiene elaborar este expediente, el cual debe reflejar la
realidad biopsicosocial del enfermo.
Los dos factores fundamentales de la historia clínica en la atenci6n secundaria son también: el
interrogatorio y el examen físico.
Interrogatorio
1.Identidad personal.
2.Motivo de ingreso o de consulta.
3.Historia de la enfermedad actual.
4.Antecedentes patológicos personales.
5.Antecedentes patológicos familiares.
6.Habitos tóxicos, datos ambientales de interés y otros.
7.Historia psicosocial.
8.Interrogatorios por sistemas y sintomas generales.
Examen físico
No queremos dejar pasar por alto antes de profundizar en los datos recogidos por la anamnesis, la
importancia que tiene precisar los de la historia psicosocial, ya que el hombre es un ser biopsicosocial, y
muchas afecciones dejarían de diagnosticarse si no se conocen bien estos factores que tanto
influyen en el proceso razonador. Si estos factores son ignorados, no estaríamos capacitados para
establecer un diagn6stico real.
Hay que insistir en que resulta imprescindible recoger tanto los aspectos somáticos como los
psíquicos y los sociales, por lo cual, una buena historia clínica es aquella en la cual se obtiene una
buena biografía del enfermo y que deberá tener en cuenta:
Debemos distinguir entre la anamnesis próxima y la anamnesis remota. La primera comprende los
datos de la enfermedad que sufre el enfermo en el momento del examen, lo que llamamos la
enfermedad actual; la segunda se refiere a todos los datos anteriores, es decir, al pasado patológico del
enfermo (antecedentes patológicos personales) y has distintas enfermedades observadas en su familia
(antecedentes patológicos familiares o hereditarios).
El interrogatorio es el recurso de exploración del que nos valemos para obtener los datos
anamnesicos y con el iniciamos el examen clínico de los enfermos.
ANAMNESIS PRÓXIMA
El interrogatorio se inicia tomando los datos de identidad personal, para continuar con los de la
anamnesis próxima, o sea lo que al enfermo le parece más importante, y terminar con el estudio de
los demás elementos diagnósticos de la anamnesis remota.
Muchas veces, la anamnesis es tan característica que permite casi por sí sola el diagnóstico de la
enfermedad. Otras veces es pobre en datos, sin que pueda extraerse de ella orientación alguna. De ahí
que desde el punto de vista de su valor diagnóstico, podamos distinguir las anamnesis típicas y
las anamnesis confusas. Las primeras, como su nombre indica, de la mayor importancia diagnóstica;
las segundas, de interés muy reducido o nulo.
Cuando un enfermo nos relate que encontrándose en buen estado de salud fue acometido de
repente por un fuerte escalofrío, seguido de fiebre alta, con intenso dolor en el pecho (punta de
costado), dificultad respiratoria (disnea) y expectoración rojiza especial, nos proporciona una
anamnesis tan típica, que el diagnóstico de neumonía puede casi establecerse sin ulterior examen.
Igualmente el diagnóstico de litiasis renal, con cólico nefrítico, se desprendería de una historia en la
que señalara un dolor intensísimo en la región lumbar, irradiado a lo largo del trayecto del uréter,
con propagación dolorosa al testículo del mismo lado y al glande en el hombre, o al labio mayor
correspondiente en la mujer, seguido de la emisión de orina sanguinolenta. Así podrían
multiplicarse los ejemplos de anamnesis típicas.
En cambio, como sucede a veces, bien por condiciones individuales del enfermo, o bien por la
índole misma de la enfermedad, pueden encontrarse anamnesis confusas, que no nos ayudan
nada en el diagnóstico. Este es el caso cuando se recogen síntomas de los que hemos llamado
comunes o banales, como el malestar general, la falta de apetito, el adelgazamiento, la cefalea,
etc., que pueden corresponder a muy variados procesos morbosos.
El interrogatorio exige, como hemos dicho, un conocimiento completo de los síntomas de todas las
enfermedades. Por ello solo podrá realizarse con algún provecho, al final de nuestros estudios.
Debemos considerar ahora la importancia de los datos de la historia clínica recogidos por el
interrogatorio.
Además de encontrar aquí los síntomas por los que se consulta el enfermo, la fecha de su
aparición, la evolución seguida, sus relaciones con otros síntomas —elementos todos del más alto
interés para el diagnóstico—, podemos descubrir ciertos factores etiológicos que han de contribuir,
muchas veces, no solo a esclarecer la naturaleza de la enfermedad del paciente, sino, también, a
iniciarnos en el camino del diagnóstico causal o etiológico.
precisando la ingestión de alimentos en mal estado o de muy difícil digestión. El enfriamiento es una
causa presunta de enfermedad que goza de gran favor entre los profanos, así se verá en la práctica,
con cierta frecuencia, que los enfermos acusan como responsable de su enfermedad, los cambios de
temperatura, especialmente las corrientes de aire. En realidad, el frío puede tener en algunos casos
un papel etiológico importante. Así, entre las enfermedades a frígore, es decir, por enfriamiento,
tenemos la hemoglobinuria paroxística, la parálisis facial a frígore y los procesos catarrales de las
vías respiratorias superiores. El enfriamiento actúa, más bien, como una causa coadyuvante u
ocasional.
Consideramos en primer término los datos que tienen solo un interés administrativo y de
identificación: nombre, domicilio y nacionalidad. No así la naturalidad, que puede presentar interés
diagnóstico, y será estudiada, para no incurrir en repeticiones, con la procedencia.
Profesión
Entre las enfermedades profesionales más importantes podemos señalar el saturnismo o intoxicación
por el plomo, sufrido por los que manipulan, en una u otra forma, este metal, responsable de muchas
hipertensiones arteriales, parálisis por polineuritis, cólicos intestinales —llamados cólicos de plomo—, etc.;
las neumoconiosis, de los picapedreros: calicosis o silicosis, de los mineros de carbón: antracosis, con sus
cuadros broncopulmonares subagudos o crónicos; las várices de las extremidades inferiores en los que
trabajan de pie (estomatólogos, dependientes) y la obesidad en las profesiones sedentarias. Debe
citarse la frecuencia con que sufren de infarto del miocardio las personas sometidas a grandes tensiones
emocionales, entre ellos, los médicos.
Edad
De mucha importancia como factor etiológico (causa predisponente), alcanza en ocasiones valor
diagnóstico. Podemos señalar que en la infancia son frecuentes los trastornos gastrointestinales,
muchas veces por malos hábitos alimentarios.
Debe señalarse que los índices de morbilidad y mortalidad infantiles han disminuido
considerablemente en nuestro país. A principios de la década del 1960 comenzaron a realizarse en
Cuba programas y actividades sobre la salud, que rápidamente obtuvieron un efecto favorable en la
disminución de la mortalidad infantil. Esto fue logrado también por el importante desarrollo econó-
mico y social iniciado en el mismo período como consecuencia del proceso revolucionario socialista
iniciado en esta misma fecha.
Ya en los primeros arios de la década del 1960, se erradicó la malaria, la poliomielitis y la difteria,
otras enfermedades han sido reducidas a la mínima expresión.
En Cuba, las enfermedades nutricionales casi han desaparecido; sin embargo, estas presentan una
elevada prevalencia en los países subdesarrollados, en que son muy variados los factores operantes que
se encuentran particularmente asentados en los sectores de la economía, la agropecuaria, la salud y la
educación. Debido a ellos los problemas nutricionales están muy vinculados al desarrollo del país y no
pueden enmarcarse aisladamente en los programas de salud, sino como parte de un programa
multisectorial, que encare al mismo tiempo los distintos factores causales. Todavía en muchos países se
observa haciendo estragos el raquitismo, otras avitaminosis y enfermedades carenciales.
En la segunda infancia se presentan con más frecuencia muchas enfermedades eruptivas, lo que
se explica por la receptividad de esta etapa de la vida y la ocasión de contagio.
En la edad madura pesa la lucha por la vida y el pleno disfrute de las funciones vitales. Aquí se
observan trastornos nerviosos, enfermedades venéreas y del metabolismo. El cáncer es más frecuente
después de los 40 años, aunque puede aparecer desde edades tempranas de la vida. En la vejez
encontramos, sobre todo, la aterosclerosis y sus complicaciones, el enfisema pulmonar y la hipertro-
fia prostática, entre otras.
Sexo
Aparte de las enfermedades que afectan el aparato genital, naturalmente distintas en uno y otro
sexo, interesa este dato por el valor semiológico que adquiere en algunos casos. En efecto, el sexo
parece influir en cierta forma, en la aparición de determinadas enfermedades que las estadísticas
presentan con un claro predominio en uno o en otro sexo.
Así podemos señalar la mayor frecuencia del bocio exoftálmico, la histeria, la corea, la
hemicránea, la obesidad y la litiasis biliar en la mujer. En cambio, en el hombre son mucho más
usuales ciertas enfermedades de la
Raza
La influencia de los factores étnicos en la etiología de las enfermedades justifica que se le tome en
cuenta en la historia clínica, donde a veces adquieren cierto valor semiológico.
Estado civil
Procedencia
Motivo de ingreso
Se refiere a la anotación breve de los síntomas que hacen consultar al paciente, debiéndose
escribir las propias palabras de este. Debe consistir de una o varias palabras o de una o dos frases. Por
ejemplo: "dolor de cabeza", "falta de aire", "diarrea", "dolor en el pecho", "vómitos de sangre",
etc. No debe ponerse en el motivo de ingreso el diagnóstico o interpretación de los síntomas de
otro médico, y se deben evitar términos como "úlcera duodenal", "litiasis vesicular", "hipertensión
arterial", "diabetes", "hematemesis", "melena", etcétera.
Este capítulo de la historia clínica representa una recopilación de las quejas que trae el paciente al
médico y amplía los datos del motivo de ingreso. Esta parte es la que requiere mayor arte en la toma de
la historia. Necesita el conocimiento de la enfermedad, lo cual solo se obtiene con la experiencia. De
tal manera que un juicioso interrogatorio nos dará los detalles de las quejas del paciente. Solo pocos
pacientes son tan buenos observadores que nos podrán dar la historia completa de su enfermedad
actual sin necesidad de un interrogatorio dirigido. Cuando nos encontramos un paciente que nos da una
buena y detallada historia, usualmente sospechamos que el paciente ha leído acerca de sus síntomas o ya
ha consultado a otros médicos, quienes les han hecho preguntas.
Como ejemplo vamos a considerar a un paciente con úlcera péptica. Es probable que nos diga que él
tiene un "dolor en la boca del estómago" (abdomen) y que tiene "gas" y que "eructa". El médico
conociendo la sintomatología, podrá obtener mediante preguntas, que el dolor epigástrico ocurre en
episodios durante algunos días, semanas o meses; que aparece en cierto momento después de las
comidas; que se alivia por la ingestión de alimentos y de alcalinos; que puede despertar al paciente
durante la noche; y que puede estar localizado o puede irradiarse directamente hacia la espalda.
El principiante solo podrá aprender haciendo historias. Así, deberá seguir un plan, más o menos de
la manera siguiente:
El paciente deberá ser interrogado sobre la fecha aproximada del comienzo de su motivo de
ingreso o consulta, bien específicamente o en términos de "hace tres semanas", "hace seis meses" o
"hace un ario". Es también de valor anotar lo que el paciente considera es la causa que lo condujo a
la consulta o que puede ser motivo de ingreso. Después de esto, debemos pedirle que describa la
evolución de sus síntomas o quejas. Las preguntas que deben siempre ser usadas hasta que se
tenga conocimiento de los síndromes, son: ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo se modificó, cambió, o
se alivió? ¿Por qué? Por ejemplo: el "qué", puede ser un dolor; el "dónde", el sitio del dolor y su
irradiación; el "cuándo", el momento del dolor; el "cómo se modificó, cambió o alivió y qué lo alivió",
el alivio del dolor por ingestión de alimentos o bicarbonato en el caso de dolores abdominales; la
agravación del dolor del pecho por la respiración; el aumento del dolor de espalda al doblarse, y otras
preguntas por este estilo.
Si la enfermedad se caracteriza por ataques similares recurrentes solo es necesario describir uno de
ellos, y se deben anotar las variaciones o complicaciones que pueden haber ocurrido. Frecuentemente
es mejor obtener una descripción del último episodio, ya que será el que más fresco esté en la
memoria del paciente.
Una de las cosas más difíciles de llevar al convencimiento de los estudiantes es que ciertos datos
negativos pueden ser, y usualmente son, de tanto o aun de mayor interés que los datos positivos. Por
ejemplo, si el motivo de ingreso o de consulta es "dolor en el pecho", puede ser de gran importancia
saber que el dolor no es aumentado por la inspiración. Puede ser importante saber en el caso de dolor
de cabeza, que el uso de la vista para trabajo de cerca no es la causa de este síntoma.
El cronopatograma será, pues, la evolución, en el tiempo, de los diferentes síntomas que constituyen
la enfermedad del paciente anotados de una forma cuidadosa y ordenada.
Después de obtener cuanta información sea posible por los métodos anteriormente mencionados, el
estudiante deberá revisar los distintos sistemas en busca de evidencia de trastornos en cada esfera,
relacionados con la enfermedad actual. Los pacientes frecuentemente no asocian al parecer síntomas
irrelevantes con su motivo de consulta o ingreso. Solo por interrogatorio podemos obtener estos síntomas
y sus asociaciones. Podemos ilustrar esto muy bien en el caso de tirotoxicosis, por ejemplo, donde varios
sistemas pueden estar afectados. El motivo de consulta en tal caso puede ser "nerviosismo", "fatiga" y
"pérdida de peso". Como parte de la enfermedad actual, el interrogatorio nos podrá revelar lo siguiente:
1.Que la visión es anormal y que los ojos se han hecho más prominentes.
2.Que el tragar está afectado a veces y que la garganta la siente llena.
3.Que la voz es grave y que nota dificultad respiratoria al ejercicio.
4.Que tiene palpitación y excitación al esfuerzo.
5.Que el apetito ha cambiado y que tiene diarreas con frecuencia.
6.Que las menstruaciones pueden ser anormales y que el impulso sexual puede estar alterado.
7.Que el paciente puede tolerar mejor las temperaturas frías, o que prefiere el frío al calor.
8.Que hay inestabilidad emocional, ya que llora con mayor facilidad.
Todos o algunos de estos elementos, obtenidos solo por el interrogatorio relativo a cada sistema,
ayudan a redondear el cuadro clínico completo de tirotoxicosis.
ANAMNESIS REMOTA
El conocimiento de las enfermedades sufridas por el paciente en el curso de su vida alcanza, con
frecuencia, un gran valor diagnóstico. Unas veces, la presencia de una enfermedad determinada en
los antecedentes del enfermo nos aclara la causa de los trastornos que presenta. Otras veces,
reconoceremos en los padecimientos anteriores las etapas preliminares de la enfermedad actual,
que no es más que otro episodio en el curso de un mismo proceso crónicamente evolutivo (tuberculosis
pulmonar o sífilis, por ejemplo).
Así podemos determinar la importancia del reumatismo articular agudo en las enfermedades del
corazón, especialmente en las lesiones de la válvula mitral; la de las estreptococias en las nefritis agudas
y crónicas; la de la fiebre tifoidea en la colecistitis; la de las paperas en las orquitis y pancreatitis; la del
sarampión, la tos ferina y otras enfermedades anergizantes en la tuberculosis pulmonar; la de la
sífilis en la aortitis, aneurismas y lesiones neurológicas, etcétera.
En la historia personal se encuentran también otros factores etiológicos de interés como son: el
género de vida, la alimentación, los hábitos tóxicos, la vivienda, reacción a medicamentos,
operaciones, inmunizaciones, etcétera.
El género de vida adquiere importancia semiológica grande, por ser responsable en algunos casos del
proceso patológico existente. Los individuos de vida disipada están expuestos a contagios venéreos;
como los grandes comedores, a la obesidad, diabetes, litiasis y otras afecciones de la nutrición. En
algunos casos el género de vida está íntimamente ligado a la profesión y con ella ha sido estudiado.
No hay que encarecer el interés que presenta para el diagnóstico descubrir que el paciente que se
examina, porta algunos de los tan conocidos hábitos tóxicos (alcohol, café, tabaco). En los alcohólicos
podrán observarse, además de la intoxicación aguda, bien característica, las gastritis alcohólicas, las
polineuritis, los trastornos mentales, etc. En los que consumen grandes cantidades de café, como en
los grandes fumadores, pueden observarse palpitaciones, taquicardia, disminución de la memoria,
gastritis y, especialmente en los fumadores, faringitis y bronquitis crónicas y espasmos vasculares.
Asimismo, interesa el conocimiento del medio que rodea al enfermo, de su vivienda, para tener en
cuenta el hacinamiento y el grado de higiene en que vive.
La realización del mismo depende de cómo se realice el interrogatorio. Las preguntas pueden
comenzar con la indagación acerca del número de hermanos del propósito (se denomina así a la
persona original que presenta un trastorno mental o físico y que sirve de base para un estudio
hereditario o genético), por orden de nacimiento e incluyendo a los fallecidos, de quienes debe
conocerse la causa que motivó el fallecimiento y respetarse el orden de nacimiento.
De inmediato debe pasarse a preguntar si todos los hermanos son hijos de la misma pareja, de no
ser así se utilizan los símbolos de divorcio, representando cuáles son los hermanos y los medios
hermanos.
MODELOS DE HISTORIAS CLÍNICAS
Examen físico
. 1. Inspección
La inspección comienza desde el momento en que el clínico se enfrenta por primera vez a su
paciente. Se realiza tanto una inspección global, por ejemplo, cuando el paciente camina o
conversa con el clínico, como una inspección localizada, en la cual la zona por examinar debe
estar al descubierto. La inspección debe efectuarse con el paciente cómodo y en posición
adecuada. El examinador también debe estar cómodo, contar con una buena iluminación y
fácil acceso al paciente, casi siempre por su lado derecho.
2. Palpación
Palpación se refiere a sentir, a través del tacto, los distintos segmentos corporales. Se practica
con el paciente sentado, de pie o en decúbito supino o prono, según las regiones que se
examinen. La mano del examinador debe estar a una temperatura adecuada para no despertar
reacciones de defensa en el paciente, y con las uñas cortas a fin de no lastimarlo. La técnica
misma varía según la región a examinar, y se estudiará en cada capítulo correspondiente. A
través de la palpación se pueden obtener datos en relación con: forma, tamaño, límites,
consistencia, sensibilidad, movilidad, temperatura, profundidad, entre otras. La palpación se
debe efectuar generalmente con la mano derecha del clínico, o con ambas manos si la
exploración es bimanual. La palpación puede ser superficial o profunda; se realiza presionando
con los pulpejos de los dedos. La palpación bimanual se efectúa con las manos superpuestas
(fig. 1) una sobre la otra (generalmente para palpación profunda) o con las manos opuestas
(fig. 2), para acercar el órgano por palpar a la otra mano.
.
3. Percusión
• Indirecta (fig. 3). Es el método dígito-digital o instrumental. El dedo que recibe la percusión,
el dedo plexímetro, debe tener contacto íntimo con la pared, aplicando mayor o menor
presión según el grosor de ésta.
}
En lo que se refiere a la percusión dígitodigital, vale la pena hacer algunos alcances a su
técnica. La mano que percute debe producir un golpe seco, retirando el dedo percutor lo más
pronto posible. Esta vivacidad y rapidez es necesaria, porque de otro modo el impulso
vibratorio se atenúa. Esta es la razón principal por la cual el movimiento de la mano debe
hacerse solamente con la articulación de la muñeca. En la percusión del tórax, el dedo que
hace de plexímetro debe aplicarse sobre el espacio intercostal; nunca se debe percutir con el
dedo colocado transversalmente sobre las costillas, ni sobre éstas, porque con ello se hace
vibrar transversalmente la pared torácica y se oculta el ruido procedente del pulmón. Cuando
se trata de una percusión fuerte, el dedo debe aplicarse firmemente, aunque sin presión
excesiva, que atenúe mucho el ruido claro; cuando se trata de una percusión suave, el dedo
debe colocarse sin ninguna presión. La percusión topográfica puede hacerse yendo de un
órgano hacia otro, en trayectoria lineal, marcando el límite donde el ruido de percusión
cambia y repitiendo lo mismo a continuación, pero en dirección inversa.
II. EXAMEN FÍSICO GENERAL El examen físico general evalúa los siguientes atributos:
1. Posición y decúbito.
2. Actitud y deambulación.
7. Pulso arterial.
8. Presión arterial.
9. Temperatura.
10. Respiración.
En la realización del examen físico, cada clínico puede seguir el orden que estime conveniente,
en la medida que se realice de manera esquematizada y estructurada, para evitar la omisión
de detalles relevantes. A juicio del autor, para realizar de manera más expedita el examen
físico general, éste se puede agrupar en 4 áreas que tienen en común su ejecución:
1. Los atributos que no requieren examen adicional y solo deben ser transcritos en la historia
clínica: corresponden a aquello apreciado por el médico durante la conversación con el
paciente: expresión de la fisionomía, facie, decúbito, psiquis y estado de conciencia.
Pulso arterial
El pulso es una onda de presión percibida a nivel periférico, producida por el volumen de
sangre expulsado en cada latido cardiaco. Se pueden palpar los pulsos a nivel: carotídeo,
radial, humeral o braquial, femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio.
a) Frecuencia La frecuencia cardiaca normal es de 60 a 100 latidos por minuto. Sobre 100 se
denomina taquicardia y bajo 60, bradicardia. La frecuencia puede ser examinada en 15
segundos, multiplicando el número de latidos percibidos por 4, en presencia de un pulso
regular, para obtener la frecuencia cardiaca del paciente examinado. Como causas de
taquicardia se pueden mencionar el hipertiroidismo, consumo de café, té o mate, uso de
ciertos fármacos, entre otras. En pacientes febriles, la frecuencia de pulso aumenta en 10-15
latidos por cada grado de temperatura sobre los 37ºC. Si no se cumple esta condición, se habla
de una bradicardia relativa. La bradicardia relativa no es una bradicardia propiamente tal; en
ella solo se pierde la relación mencionada entre la magnitud de la fiebre y la frecuencia del
pulso. Se puede encontrar bradicardia relativa en patologías como la fiebre tifoidea. La
bradicardia se ve en pacientes vagotónicos y deportistas (fisiológica, por mayor eficacia
cardíaca), hipotiroidismo, síndrome de hipertensión endocraneana, enfermedad del nódulo
sinusal, entre otros.
c) Amplitud La amplitud depende del volumen expulsivo del corazón y del estado de la tensión
de la pared. Se relaciona con la presión arterial diferencial del paciente. En pacientes con
volumen expulsivo aumentado (como es el caso de la insuficiencia aórtica), el pulso tendrá una
gran amplitud y será fácilmente perceptible. Por el contrario, en pacientes con disfunción
ventricular izquierda severa, en que el volumen expulsivo es muy pequeño, el pulso puede ser
apenas perceptible. Existe una serie de otras situaciones clínicas que se acompañan de pulso
amplio, que corresponden a estados circulatorios hiperquinéticos
e) Simetría Al examen físico general se debe palpar la simetría de los pulsos izquierdos y
derechos, así como también la simetría entre los pulsos de las extremidades superiores e
inferiores. Existen algunas patologías vasculares que pueden ser pesquisadas con esta simple
maniobra de toma de pulsos. Por ejemplo, una estenosis de arteria subclavia generará una
asimetría de los pulsos entre ambas extremidades superiores, y una coartación de la aorta
torácica generará una asimetría de los pulsos entre extremidades superiores e inferiores.
Presión arterial
La presión arterial (PA) es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Tiene
un componente sistólico y un componente diastólico. Esta presión está esencialmente
determinada por la fuerza con la cual se contrae el ventrículo izquierdo y por la resistencia
arteriolar existente. Una de las características de este proceso es la constante oscilación de la
presión al interior de las arterias. La máxima presión alcanzada es concordante con la sístole
ventricular, lo cual se denomina presión arterial sistólica (PAS) y la mínima está en
correspondencia con la diástole ventricular conocida como presión arterial diastólica (PAD). La
diferencia entre ambas presiones se conoce como presión diferencial o presión de pulso, la
cual, en condiciones fisiológicas, es de 40-60 mmHg. En algunas patologías, como la
insuficiencia aórtica, se observa una gran presión diferencial, con PAS muy elevada y PAD muy
baja, lo cual permite en clínica sospechar esta valvulopatía.
2.5. Temperatura
FIEBRE
El término fiebre define la elevación regulada de la temperatura corporal por
encima de los valores normales. (mayor a 37,5 °C en la cavidad oral) debido a la
reprogramación de los centros termorreguladores hipotalámicos, mediada por
citocinas, en respuesta defensiva a un estimulo pirogénico exógeno (capaz de
producir calor). En función del ritmo o circadiano deben considerarse corno fiebre los
registros matinales > 37,2°C y los vespertinos > 37,70C. Cuando la fiebre es muy
elevada (> 41,5 °C) se la designa como hiperpirexia. En la fiebre, la temperatura corporal
se eleva corno resultado de una respuesta homeostática intacta.
Alteración de la economía térmica que se manifiesta por aumento patológico de la
temperatura corporal. El signo eje es la hipertermia. Conviene hacer la diferencia entre:
Hipertermia: aumento de la temperatura corporal por encima del punto de ajuste
hipotalámico debido a una disipación insuficiente de calor. Hiperpirexia: Aumento de la
temperatura a un nivel igual o superior de 41 o 41.5 °C. Se encuentra dentro de los límites
máximos de temperatura que puede tolerar el cuerpo humano. Es una situación grave, porque
si se prolonga el tiempo comienza a producirse la desnaturalización de proteínas,
fundamentalmente del tejido nervioso, que son las más sensibles
Se define como síndrome febril, al cuadro clínico que tiene como entidad común
fiebre, asociada a otros síntomas y signos. La fiebre es un motivo frecuente de consulta
en los servicio de urgencias, alcanzando 4,4 y 7,5% de los motivos de consulta, sin
embargo, es inespecífica
FISIOPATOLOGÍA DE LA FIEBRE
E130-5" de los AM con infecciones como neumonía. infecciones urinarias y colecistitis no presentan
fiebre. La ausencia de fiebre en estos pacientes puede provocar un retraso diagnóstico que
incrementa la morbimortalidad por infecciones. Alrededor de las tres cuartas partes de los AM que
consultan por fiebre requieren internación y más de la mitad de ellos no presentan otros síntomas de
alarma. El AM con fiebre requiere siempre una evaluación cuidadosa
Sexo: mujeres tienen una temperatura corporal media de 36,55 grados, la de los
hombres es de 36,33 grados celsius. La temperatura basal puede aumentar levemente,
la mujer (0,3 °C), cuando estás ovulando
Alimentación:
-Grasas: mayor a 0,2 a 0,4 grados
- Vegetarianas: menor a 0,2 a 0,4 grados
Condiciones ambientales:
- países cálidos: temperatura corporal más elevada 37 2 ºC por defecto de la mayor
irradiación
- clima frío: temperatura menor
Actividad física: aumenta con actividad, disminuye con sedentarismo.
SEMIOGRAFÍ
A
A) -Aguda: aumenta el cabo de pocas horas. Por acción brusca de procesos infecciosos o
tóxicos que provocan alteración del sistema termorregulador. Gripe, neumonía, meningitis,
colecistitis, amigdalitis, intoxicaciones alimentarias.
B)-Lenta: las manifestaciones subjetivas no son tan intensas o equivocas (cefalea, astenia,
inapetencia, etc) y la hipertermia es poco manifiesta el primer día, se va aumentando hasta
alcanza su máximo al cabo de unos cuantos días. fiebre tifoidea, enfermedad de Hodking
brucelosis, etcétera
2)- Intensidad:
3)-Marcha o evolución:
De acuerdo con el momento del día en que se produce la fiebre remitente o la intermitente,
puede recibir el nombre de fiebre vespertina, si aumenta o aparece en horas de la tarde, o de
fiebre invertida, si aumenta por la mañana y disminuye por la tarde. La vespertina se puede
encontrar en la tuberculosis pulmonar y los linfomas, entre otras, y la fiebre invertida, en la
enfermedad de Basedow o bocio exoftálmico, tuberculosis pulmonar, etcétera.
5)-DURACIÓN:
6)-ESTADIOS:
7)-TERMINACIÓN:
MANIFESTACIONES ACOMPAÑANTES:
Decaimiento, cefalea, escalofrío, dolor bajo la forma de pesadez general o artralgias. Sudor o
transpiración.
Hiperactividad simpática
En el sistema circulatorio la frecuencia del pulso está aumentada, taquicardia febril, calculándose
un aumento de 10-15 pulsaciones por minuto por cada grado centígrado que suba la
temperatura corporal, lo que en cierta forma permite evaluar la temperatura por el pulso
En el sistema nervioso hay numerosos síntomas entre los cuales están: dilatación pupilar
(midriasis), excitación mental con hiperideación que puede llegar hasta el delirio, decaimiento,
cefalea y dolores musculares y en el raquis (raquialgias) y el insomnio o, por el contrario, la
somnolencia, que puede llegar a constituir un estado estuporoso, característico de las
infecciones graves. En algunos adultos y niños puede ocasionar convulsiones
TIPOS DE FIEBRE
A) NEUMONÍA LOBAR: Comienza con escalofríos, fiebre alta, de marcha continua, periodo de
estado de 3 a 8 días termina por crisis.
B)- Fiebre tifoidea: primero tener en cuenta que produce síndrome febril prolongado (SFP)., el
período de incubación (por lo general de 8 a 14 días) es inversamente proporcional al
número de microorganismos ingeridos. La aparición de los síntomas suele ser gradual, con
fiebre, cefalea, artralgia, faringitis, estreñimiento, anorexia y dolor abdominal con
sensibilidad al tacto. Otros síntomas menos comunes son disuria, tos no productiva y
epistaxis.
C)-Paludismo: El paludismo es una causa muy frecuente de fiebre en países tropicales. Tiene
un comienzo muy agudo, el periodo de estado tiene T° muy altas, dura horas y cae
bruscamente (curso intermitente con ciclos).
FOD clásica
FOD nosocomial
FOD neutropénica
FOD que acompaña a la infección por VIH La fiebre de origen desconocido clásica difiere de
la definición original, en que esta estipula tres visitas ambulatorias o tres días en el hospital, sin
que se descubra la causa de la fiebre o una semana de estudio ambulatorio.
El diagnóstico de FOD que acompaña a la infección por VIH se lleva a cabo cuando un estudio
de por lo menos 3 días de duración, incluido un mínimo de 2 días de incubación de los cultivos,
no revela la causa.
Los síndromes mononucleosidos prolongados producidos por el virus de Epstein- Barr, por el
citomegalovirus (CMV) o por el VIH, son trastornos en los que le retraso de la respuesta de
anticuerpos induce a confusión en relación con su causalidad en casos de FOD.
La malacoplaquia renal, con placas o nódulos submucosas que afectan a las vías urinarias,
puede originar un FOD que suele ser mortal. Se vincula a infección por bacterias coliformes, es
frecuente en enfermos con defectos de la eliminación intracelular de las bacterias. Se trata con
fluoroquinolonas o trimetropimsulfametoxazol.
Prostatitis.
Abscesos dentales.
Sinusitis.
Colangitis.
Enfermedades micóticas, sobre todo Histoplasmosis que afecta al sistema retículo endotelial.
Si coexiste cefalea debe estudiarse de inmediato el LCR para descartar Cryptococcus
neoformans.
Neoplasias
Fiebre prolongada en relación con fármacos, que pueden inducir cualquier modelo febril. Los
fármacos que producen fiebre con mayor frecuencia son: los antimicrobianos, los agentes
cardiovasculares, los antineoplásicos y los que actúan en el sistema nervioso central.
. FOD Nosocomial:
Hay que realizar una exploración física y un estudio analítico específico para descartar la
presencia de abscesos, hematomas o cuerpos extraños infectados en el campo quirúrgico o de
intervención original.
Más del 50% de los pacientes con FOD nosocomial presentan infección.
Las causas no infecciosas pueden ser: colecistitis alitiásica, la tromboflebitis de las venas
profundas y la embolia pulmonar.
FOD Neutropénica:
Los pacientes neutropénicos son susceptibles al desarrollo de infecciones bacterianas y
micóticas focales, infecciones bacteriémicas, infecciones vinculadas con catéteres (incluida la
tromboflebitis séptica) e infecciones perianales.
Son frecuentes las infecciones por Cándida y Aspergillus. Las infecciones por el virus del
herpes simple o por el citomegalovirus (CMV) en ocasiones causan FUO en este grupo de
pacientes.
3)-FIEBRE NEOPLÁSICA: Más de dos semanas de evolución (subaguda), intermitente, 37, 5 a 38,
5°C . Sin signos de mecanismos alérgicos, sin respuesta a esquemas antibióticos que se
intentan. Test + al naproxeno (AINE): desaparece la fiebre. Ondulante, sudoración nocturna.
Causas de fiebre en pacientes oncológicos. Las principales causas de fiebre en el paciente con
cáncer son la infección, el propio tumor (fiebre paraneoplásica), los fármacos (alergia o
reacciones de hipersensibilidad), las transfusiones de productos sanguíneos, la enfermedad
injerto contra huésped y la trombosis.
, un cáncer en progresión puede dar lugar a fiebre por sí mismo, sin necesidad de que haya una
infección. A este fenómeno nos referimos cuando hablamos de fiebre tumoral, y es lo que
sucede en no pocos casos de supuestas infecciones que se resisten a todos los intentos de
diagnóstico y tratamiento.
• Cavidad axilar: mantener el termómetro clínico durante 5 minutos con la axila seca. De
estar húmeda, debe secarse suavemente.
e) Curvas febriles Las variaciones de la temperatura sobre el nivel alto normal, dentro de
un día y a lo largo de los días, determina las curvas febriles. Estas curvas pueden ser
características en determinadas enfermedades. Según las variaciones térmicas a lo
largo de los días, se puede presentar las siguientes curvas febriles:
Fiebre continua. Presenta variaciones menores a un grado celsius en el día (p.e. durante la
segunda semana de fiebre tifoidea).
Fiebre remitente: Presenta variaciones mayores a un grado celsius en el día, pero que no
alcanzan a llegar al valor normal (p.e. fiebre tifoidea en la primera semana y en la última
semana de su evolución natural o al inicio del tratamiento antibiótico). curso de días o
semanas. Un tipo particular es la fiebre de curva ondulante: más frecuente en la noche que
en el día y sin grandes variaciones de magnitud; habitualmente se acompaña de diaforesis
(sudoración durante el sueño) (p.e. en linfoma y tuberculosis).
. e) Síndrome febril
y de
habla (si es introvertido o extrovertido), coherencia, orientación en
tiempo, espacio y persona, así como respuesta a ciertas instrucciones o
preguntas
concienc
En psiquiatría se denomina:
ia.
de vestir, forma de hablar, higiene, actitud, estado nutricional, contacto visual, etc
El examen del estado mental es el proceso de evaluación de las funciones que son controladas
por la corteza cerebral, como la habilidad de pensar, entender e interactuar con el medio.
Una forma de evidenciar tales signos es realizar el examen del estado mental de una forma
ordenada que comprende lo siguiente:
– Nivel de conciencia.
– Orientación (en tiempo, espacio y persona).
– Habilidades para la comunicación.
– Memoria.
– Lenguaje.
PRESENTACIÓN CLÍNICA:
Los movimientos oculares que son inducidos al mover pasivamente la cabeza del
paciente o al irrigar los oídos con agua fría (respuesta oculovestibular) aportan mayor
información; así, si al mover la cabeza en sentido horizontal, los ojos se desvían en
forma conjugada hacia el lado contrario al movimiento cefálico, se tiene la respuesta
“en ojos de muñeca” e indica la existencia de alteraciones hemisféricas; si los ojos
quedan fijos (“ojos congelados”), la lesión, grave, se ubica en el tallo cerebral,
Cuando se irriga un oído con agua fría en un sujeto sano, se produce un nistagmo con la
fase lenta dirigida hacia el oído irrigado y la fase rápida alejándose de él. El estado de
coma suprime la fase rápida; por ello, la instilación del agua producirá;
a. desviación conjugada de los ojos hacia el lado irrigado (fase lenta del nistagmo); ocurre
en lesiones o alteraciones supratentoriales;
b. respuesta no conjugada, que aparece con lesiones del tallo encefálico;
c. ausencia de respuesta, que se produce por lesiones en la protuberancia en la región de
los núcleos del VI par craneal.
La evaluación del paciente en coma debe ser frecuente a los fines de verificar la
progresión o mejoría de su estado y establecer un pronóstico. Para ello, y en base a los
parámetros anteriormente descritos, se han confeccionado escalas en las que se asigna
un puntaje determinado para una respuesta dada. La escala de Glasgow, propuesta por
Jennett y Teasdale en 1974 para los comas traumáticos, utiliza tres ítems de respuestas:
A. Ojos abiertos:
1. No responde
2. Ante un estímulo doloroso
3. Ante una orden
4. Espontáneamente
B. Respuesta motora:
1. No responde
2. Responde con postura de extensión
3. Responde con postura de flexión
4. Retira el miembro estimulado
5. Localiza el estímulo
6. Obedece órdenes
C. Respuesta verbal:
1. No responde
2. Sonidos incomprensibles
3. Palabras inapropiadas
4. Conversación confusa
5. Orientada
Para los comas médicos, Plum y Carorma agregan a la escala anterior los exámenes que
investigan las funciones tronculares.
Exámenes complementarios
Muerte cerebral: no sale del coma. Hay pérdida permanente de las funciones cerebrales. A
pesar de que el pulmón, el corazón u otras viceras sigan manteniéndose. Es irreversible.
EEG plano por 30 min a mínima o máxima potencia.
SÍNCOPE- ETIOLOGÍA
SÍNCOPE: DEFINICIÓN El síncope, definido como una pérdida transitoria de conciencia que cursa
con recuperación espontánea y sin secuelas que se debe a una hipoperfusión cerebral general
y transitoria, es un cuadro clínico muy prevalente.
¿QUÉ ES EL DESMAYO?
Se conoce como desmayo a la pérdida temporal de consciencia por la disminución del flujo
sanguíneo al cerebro. En la gran mayoría de casos el episodio dura apenas unos minutos, tras
los cuales el paciente se recupera de forma rápida .El desmayo es un problema que se da
con mucha frecuencia en la población. Estudios recién tes señalan que alrededor del 20% de
los adultos ha padecido un síncope en algún momento de su vida. La prevalencia es similar
entre hombres y mujeres.
DESMAYO Y MAREO
Aunque hay quienes tratan el desmayo y el mareo como iguales, lo cierto es que son dos
afecciones diferentes.
El desmayo se refiere a un síncope, en el que se produce una disminución del flujo sanguíneo
al cerebro, lo que produce la pérdida del conocimiento de forma momentánea. Aparece
de manera repentina y por lo general no dura más de unos pocos minutos o segundos. El
paciente se recupera de
Ilusión
Definición: En la ilusión se produce una deformación de un objeto real externo, ya sea por una
falta de atención, por determinados sentimientos que actúan catatónicamente deformando
esta realidad o porque exista un deseo expreso de deformar este material real. En esta
definición está implícita las tres modalidades de ilusión que distinguió Karl Jaspers: ilusiones
por inatención; ilusiones afectivas y las pareidolias. Las ilusiones no son necesariamente
patológicas, pueden aparecer en sujetos normales, pero son sobre todo abundantes en los
delirios oníricos donde acompañan a las alucinaciones visuales y táctiles.
El delirio implica un cambio rápido entre estados mentales (por ejemplo, desde letargo hasta
agitación y luego otra vez a letargo). Los síntomas incluyen: Cambios en la lucidez mental (por
lo regular más alerta en la mañana, menos alerta en la noche) Cambios en la sensibilidad
(sensación) y la percepción.
El síndrome de Waterhouse-Friderichsen (SWF) es un grupo de síntomas que ocurre
cuando las glándulas suprarrenales dejan de funcionar normalmente
Síndrome de Waterhouse-Friderichsen
MedlinePlus (.gov)
https://medlineplus.gov › ... › Enciclopedia médica
El síndrome de Waterhouse-Friderichsen (SWF) es un grupo de síntomas que
ocurre cuando las glándulas suprarrenales dejan de funcionar normalmente
)
Fiebre aguda (Menos de 15 días de duración) en el Fiebre de origen desconocido:
enfermo inmunocompetente:
Se caracteriza por:
Causas más frecuentes:
Una duración de por lo menos tres semanas
infecciones de las vías aéreas superiores( resfrió común
Una temperatura mayor o igual a 38.3°C en
gripe, faringitis)
por lo menos tres ocasiones
infecciones de la piel y de partes blandas
infección urinaria y neumonía. La imposibilidad de lograr un diagnostico
etiológico después de una semana de
En horarios vespertinos: evolución con el paciente internado.
Puede estar ausente en las infecciones de: temperatura corporal normal excede ligeramente el
rango habitual normal (Hipertermia habitual).
los recién nacidos
los gerontes Para un diagnóstico de FOD se necesita:
los pacientes con IRC
los que consume corticoides y/o antiinflamatorios no Anamnesis concientizada
esteroides Examen físico completo
Investigación profunda.
El interrogatorio podría ayudar a investigar el contexto
ambiental epidemiológico como: Las etiologías pueden agruparse en cuatro
categorías con distinta incidencia:
Realización de viajes cortos fuera del lugar de residencia
1.Infecciones (30-40%)
El examen físico tendrá por objeto identificar a aquellos 2.Neoplasias (20-30%)
pacientes con fiebre y claves diagnosticas orientadoras de la 3.Enfermedades de colágeno (10-20%)
enfermedad que la provoca, quienes presentan pocas 4.Otras patologías (15-20%)
dificultades en la evaluación.
Fod clásica:
La asociación de fiebre con determinados hallazgos
La FOD clásica por una infección localizada implica
semiológicos constituye un signo de alarma que sugiere al
que el paciente tiene una colección purulenta
médico la existencia de una enfermedad grave subyacente, por
(absceso) en una ubicación anatómica que da pocos
ejemplo:
síntomas y signos, habitualmente oculta en el
1.síndrome meníngeo mínimo: fiebre con cefalea y confusión abdomen, el tórax o la columna vertebral.
mental.
FOD nosocomial:
2.Meningococemia: La fiebre de comienzo súbitoasociada Fiebre (igual o mayor a 38,5°C) que aparece en
con lesiones purpúricas y/o petequiales en la piel y mucosas varias ocasiones en un paciente internado que no
Necrosis hemorrágicade órganosvitales: (entre ellas, las tenía infección presente o en periodo de
glándulas suprarrenales, del síndromede WATERHOUSE- incubación a su ingreso, y en la que no se
Friderichsen )Si está acompañada por el desarrollo temprano establece un diagnostico etiológico después de
de hipotensión y progresa a púrpura fulminante. tres días de estudios que deben incluir la
3.Endocarditis infecciosa o meningitis bacteriana: La la enfermedad tromboembólica venosa.
fiebre con petequias en el fondo del saco conjuntival
puede observarse en la meningitis bacteriana y en la FOD neutropénica:
endocarditis infecciosa.
Fiebre mayor o igual a 38.2°C en varias
ocasiones, en un enfermo neutropénico sin
4.Bacteremia: Coexistencia de fiebre con escalofríos,
evidencias clínicas de foco infeccioso después de
hipotensión arterial y alteraciones del sensorio.
tres días y con cultivos negativos incubados al
5.La fiebre en el enfermo esplenectomizado o menos durante 2 días.
neutropénico es una emergencia médica. A pesar de la negatividad de las pruebas
microbiológicas y de falta de evidencias de un foco
6.Infecciones por estreptococos y meningococos o
infeccioso, estos pacientes deben ser tratados en
neumococos: La fiebre puede activar una infección por
forma inmediata como si estuvieran infectados.
virus herpes simple y estar acompañada de un herpes
labial.
FOD asociada con el HIV:
7.La insuficiencia cardiaca congestiva grave: puede Se expresa por fiebre mayor o igual a 38.7°C en
producir fiebre como resultado de la vasoconstricción varias ocasiones, en un enfermo con serología HIV
cutánea.
positivo, que dura más de cuatro semanas en el
La elevación de la temperatura corporal en este caso el paciente ambulatorio o más de tres días en el
leve (menos a 38.5°C) y los valores más elevados pueden internado, y en la que no se logra un diagnostico
indicar endocarditis infecciosa, infarto de pulmón o la etiológico después de tres días de internación, a
coexistencia de una infección que provoco la pesar de los estudios adecuados, que incluyen al
descompensación cardiaca. menos dos días de incubación de cultivos.
8.Causa inflamatoria (infecciosa o no infecciosa): La FOD asociada con el HIV aparece en la etapa
paciente con dolor abdominal y fiebre avanzada de inmunosupresión.
En el 75% de los casos la causa es infecciosa. Las
9.Neumonía o pericarditis: fiebre con dolor precordial.
causas no infecciosas están representadas por el
linfoma y a fiebre por fármacos.
Es frecuente que en algunos enfermos
Es probable que en algunos enfermos coexistan
inmunocompetentes con fiebre aguda no puede
múltiples etiologías.
formularse un diagnóstico de certeza en la primera
consulta.
En general evolucionan en forma satisfactoria, puede
adoptarse una de las dos conductas siguientes:
1.Vigilancia cercana, a la espera de la aparición de
síntomas y/o signos diagnósticos.
2.Amplificación de la investigación (evitando el exceso
de pruebas auxiliares costosas), a la vez que se solicitan
hemograma, eritrosedimentación, sedimento de orina,
transaminasas y una radiografía de tórax de frente y
perfil.
Fiebre prolongada : Fiebre en paciente inmunocomprometido :
granulocitopenia.
2.La concomitancia de
más de un defecto en
los mecanismos de
defensa; por ejemplo,
un enfermo con SIDA
que, además, por tener
un catéter intravenoso
permanente, padece
simultáneamenteuna
alteración en la barrera
cutánea.
3.La necesidad de una
evaluación rápida y de la
urgente administración
de un tratamiento
antimicrobiano
empírico. Las
infecciones pueden
poner en riesgo la vida
del enfermo con
neutropenia o historia
de
esplenectomía.
Debe tenerse en
cuenta que algunos
pacientes
inmunocomprometid
os pueden presentar
fiebre de causa no
infecciosa, como la
producida por
fármacos, algunas
neoplasias,
enfermedades
inflamatorias y
síndromesvasculítico
Acitud del paciente en la cama
Cuando examinamos un enfermo acostado debemos observar atentamente cuál es la posición que
adopta en la cama, es decir, cuál es el decúbito (del latín decumbo: recostarse) que presenta.
Distinguiremos un decúbito dorsal o supino, un decúbito ventral o prono y un decúbito lateral
izquierdo o derecho, según el paciente se encuentre acostado sobre la espalda, sobre el vientre o
sobre uno de sus costados.
Algunos autores consideran también como decúbito la posición semisentada o sentada que se ven
obligados a adoptar ciertos enfermos, especialmente los que sufren de intensa disnea.
El decúbito que presenta un enfermo puede ser el que adopta por su propia voluntad y fuerzas o
puede ser aquel en que las fuerzas exteriores, especialmente la gravedad, lo coloquen, por
encontrarse inerte, falto de fuerzas o inconsciente.
En el primer caso, decimos que se trata de un decúbito activo; en el segundo, de un decúbito pasivo.
´
Decúbito pasivo
El decúbito pasivo o inercia dorsal, como también se le llama, es una actitud pasiva. El paciente yace
sobre su espalda, por lo general, con tendencia a deslizarse hacia los pies de la cama, o hacia
cualquier otro lado. Conserva la posición en que se le coloca en el lecho, siempre que este no
contraríe la acción de la gravedad.
El decúbito pasivo se encuentra habitualmente en los casos en que el enfermo ha perdido el
conocimiento o se halla extremadamente debilitado, sin fuerzas. Manifiesta una gran debilidad
muscular y apatía mental. Observamos el decúbito pasivo en diversos estados morbosos, casi todos
graves. En las enfermedades del sistema nervioso, sobre todo aquellas que conducen al estado de
coma o semicoma (hemorragia cerebral, por ejemplo); en las enfermedades infecciosas agudas,
especialmente en la forma clínica más frecuente de la fiebre tifoidea, de la cual toma su nombre
(tufos: estupor) por el estado estuporoso que produce; en el colapsapso, con su cuadro de
enfriamiento periférico marcado, sudación, taquicardia, hipotensión arterial, etc., que caracteriza
siempre a los graves procesos, como las grandes hemorragias, graves afecciones abdominales,
traumatismos u operaciones (shock traumático o quirúrgico). También se puede observar el decúbito
pasivo cuando existen parálisis extensas o marcada hipotonía muscular, como en ciertos casos de
atrofias musculares, tabes, o miotonía congénita o enfermedad de Oppenheim.
Decúbito act ivo
El decúbito activo es aquel en el cual el enfermo participa por su propia voluntad y fuerza; puede ser
indiferente o forzado según se modifique o no a voluntad, sin
inconveniente o molestia.
El decúbito activo indiferente ofrece poco interés semiológico. No así el decúbito activo forzado u
obligado, importante por la orientación diagnóstica que a menudo proporciona.
Los decúbitos activos forzados se encuentran principalmente en aquellas enfermedades que se
acompañan de disnea, dolor, parálisis, contracturas musculares o retracciones
tendinosas, trastornos articulares, etcétera.
Entre ellos tenemos:
– Posición de ortopnea.
– Signo del almohadón.
– Plegaria mahometana.
– Decúbito lateral forzado.
– Decúbito dorsal.
– Decúbito prono.
Posición de ortopnea
Posición obligada de pie o sentada que adopta el paciente afecto de disnea intensa u ortopnea (del
griego orthós: recto; pnoiá: respiración).
Concepto y semiografía
En la ortopnea el enfermo, presa de intensa dificultad respiratoria, se encuentra sentado o
semisentado, descansando sobre varias almohadas, para mantener el tronco erecto, única posición en
que se alivia y puede respirar con más facilidad. En casos extremos, el enfermo se inclina hacia
delante apoyando en un plano resistente sus manos o codos; abandona en ocasiones la cama para
recostarse en una ventana, en una mesa o en una silla con el cuerpo reclinado hacia delante
Semiogénesis o fisiopatología
Esa actitud tiende, sin duda, a facilitarle la respiración, ya que erecto el tronco, el movimiento del
diafragma es ayudado por el descenso de las vísceras abdominales
y, cuando apoya sus brazos en un plano resistente, fijos estos y el cuello pueden actuar los músculos
respiratorios auxiliares (esternocleidomastoideos, escalenos,
pectorales, trapecios, etc.), que ordinariamente tienen su inserción fija en el tórax y la movible en los
miembros superiores o en la cabeza. En esta actitud la contracción de estos músculos determina un
levantamiento de la clavícula y de las primeras costillas que contribuyen a una mayor ampliación
torácica.
En la posición de ortopnea aumenta la capacidad vital, es más fácil la ventilación pulmonar y
disminuye el gasto cardiaco y la congestión pulmonar, factores que favorecen los intercambios
gaseosos. Pasemos a estudiarlos a continuación:
Aumento de la capacidad vital. La capacidad vital es generalmente
mayor en posición sentada que en decúbito dorsal, a pesar de que Hamilton y Morgan (1931)
encontraron que el tórax tiene mayor amplitud en esta última
posición. Ellos atribuyen la menor capacidad vital en el decúbito dorsal a que los pulmones
contienen mayor cantidad de sangre y, además, a que el diafragma está más elevado.
Mejor ventilación pulmonar. Los músculos respiratorios y el diafragma realizan su función con
mayor facilidad, pues las vísceras abdominales tienden a descender por la acción de la gravedad.
Otros autores han comprobado que la frecuencia respiratoria aumenta en estos enfermos cuando
adoptan el decúbito dorsal.
Decúbito prono
Se adopta a menudo por los que sufren cólicos
abdominales, como los cólicos saturninos, que se
observan en la intoxicación por el plomo, y que se
alivian apreciablemente en esta posición.
Igualmente se presentan en decúbito prono
algunos casos de epigastralgias por úlcera de la
pared posterior del estómago, y los casos que
sufren de ciertas lesiones de la columna vertebral,
por ejemplo, tuberculosis (mal de Pott).
Opistótonos
Emprostótonos
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
de la hemiplejía, con el
hombro caído y el
miembro superior en
flexión (dedos flexionados
sobre la mano, mano sobre
el antebrazo y antebrazo
sobre el brazo) y en
adducción (pegado al
tronco), y el miembro
inferior en extensión, lo
que permite la marcha
característica de estos
pacientes (fig. 24.5). En la
enfermedad de Parkinson,
o parálisis agitante, es
típica la actitud del
enfermo, el que se
presenta fijo, como Fig. 24.7 Actitud en
soldado, ligeramente posición de tenor.
flexionado el tronco hacia
delante, como en actitud lumbar, en forma de silla
de saludar, con una facies de montar, extensión del
característica, tronco hacia atrás, que, con
estuporosa y casi la gran separación de los
inmóvil (fig. 24.6). Es pies existente, da la
interesante mencionar la sensación de que fuera un
llamada actitud de tenor, cantante que va a emitir
que se observa en ciertas una nota alta (fig. 24.7).
miopatías primitivas, en
Marcha
las que el enfermo
presenta una marcada Es otro de los datos de
depresión importancia que
obtenemos, desde el
primer momento, en la La marcha guadañante o
inspección general del hemipléjica de la hemiplejía
enfermo. De gran valor espasmódica, es aquella en
diagnóstico, especialmente que el enfermo mueve la
en las enfermedades del pierna
sistema nervioso, será
estudiada detenidamente en
el capítulo correspondiente
a este sistema.
Señalaremos aquí los
tipos más salientes.
La simple observación
de la marcha de diferentes
personas, muestra siempre
algo de peculiar, de
individual, en cada caso.
Se comprenderá que, en
estado patológico, en
ciertas enfermedades
nerviosas, se reconozcan
como una característica
determinados tipos de
marcha. Debe aclararse
que al estudiar la marcha
patológica, se observa no
solo el modo de caminar,
sino también la posición
del cuerpo, el movimiento
de los brazos y la actitud de
la cabeza (fig. 24.8).
En la marcha atáxica
(taloneante) el enfermo
proyecta bruscamente el
pie hacia delante y asienta
a continuación de forma
brusca el talón en el suelo.
Se observa esta marcha en
la tabes dorsal.
Otra marcha
característica es la
marcha polineurítica o
estepaje, observada en las
polineuritis o polineurorra-
diculitis de los miembros
inferiores de distintas
etiologías (diabética,
alcohólica, arsenical). En
ella se ve que el enfermo
levanta la pierna en forma
amplia, quedando el pie
como colgando.
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Hábito externo
Los tres grandes grupos, de acuerdo con la
conformación corporal del sujeto, su hábito
externo o biotipo, ya fueron descritos en la
Sección I de esta obra (ver Capítulo 3), y el
estudio detenido de los importantes problemas
que plantean estas consideraciones lo
realizaremos más adelante. Aquí trataremos
en la inspección general del enfermo, los datos
que se refieren a las alteraciones de su hábito
externo y constitución.
La delgadez puede ser, también, exógena (hipoalimentación, anorexia), y endógena (por aumento
del metabolismo basal, ocasionado, generalmente, por hiperfunción tiroidea).
La caquexia (del griego kakos: malo; axis: estado) es un tipo especial de desnutrición grave con
adelgazamiento en que la relación proporcional entre la desnutrición y el adelgazamiento se rompe
(fig. 24.11). Se observa en la anorexia nerviosa, en la caquexia de Simonds, en el período
terminal de las enfermedades de larga duración.
Facies
La expresión facial o fisonómica es, extraordinariamente rica, en datos valiosos para el diagnóstico.
La importancia de estos datos y el número casi infinito de facies descritas harían inabordable su
estudio, si no nos limitáramos a estudiar las facies patológicas más importantes, clásicamente
descritas.
En realidad, el estudio de las facies es eminentemente objetivo, por ello nos limitaremos aquí a
consignar sus características más salientes e iremos completando su estudio a medida que las vayamos
encontrando en la práctica. Ordenaremos su estudio por sistemas, reservando para el final la
descripción de las más interesantes facies debidas a procesos generales.
Entre las facies más interesantes encontradas en las enfermedades del sistema respiratorio,
elegiremos para su estudio dos de ellas: la facies adenoidea y la facies neumónica.
Facies adenoidea
Es muy característica. Se presenta por lo general en los niños que sufren de vegetaciones adenoideas
(de donde toma su nombre) o de otras causas de obstrucción de la nasofaringe. Como consecuencia de
la dificultad en la respiración nasal que estos procesos determinan, los sujetos que la padecen
presentan, por lo general, la boca constantemente abierta, con la mandíbula inferior caída y saliente,
la nariz fina, con sus aberturas poco desarrolladas, y una expresión poco inteligente de la cara (aun
cuando se conserva una inteligencia bien desarrollada) que completa de un modo muy expresivo el
carácter de esta facies (fig. 24.12).
339
Anonada
Hpofirición
phitaria gorrada
Fig. 24.11 Caquexia: anorexia nerviosa.
no
Inhibición psicógena
de centros
hipotalárriccs del
Presión arterial
Vellos
y alar
normales
Gonadot
Amenor
17 -
V
Fticcterapia cífícil;
alimentación por
CAPÍTULO 24 ALTERACIONES EN EL EXAMEN FÍSICO GENERAL
Facies hepática
En las enfermedades
del sistema digestivo Se observa en los que
estudiaremos la facies padecen de enfermedades
peritoneal y la facies del hígado, especialmente
hepática. de marcha crónica, y en la
insuficiencia hepática. Se
Facies peritoneal o caracteriza esencialmente
peritonítica
por un tinte amarillo o
También llamada pajizo de la piel, en la que
facies hipocrática. Se pueden observarse
observa en graves pequeños vasos en forma
procesos abdominales de araña que se denominan
(peritonitis séptica, per- arañas vasculares o
foraciones de úlcera telangiectasias
gástrica o duodenales, aracnoideas. Algunas
perforaciones intestinales, veces se observan, en las
hernias estranguladas, mejillas y en la frente
etc.) y en el estadio sobre todo, manchas
agónico de otras oscuras pigmentarias.
enfermedades. Se
Pero donde se
caracteriza por la
encuentran numerosas y
expresión ansiosa y la
muy interesantes facies es
palidez terrosa de la cara
en las enfermedades de las
con los ojos y las mejillas
glándulas de secreción
hundidos, especialmente
interna, es decir, en las
los primeros, que parecen
endocrinopatías. Entre
perderse en el fondo de las
ellas estudiaremos la facies
órbitas, orlados por ojeras
acromegálica, la
violáceas. El hundimiento
cretinoidea, la
de las partes blandas
mixedematosa y la
basedowiana.
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Facies acromegálica
343
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Facies febril
118
En los procesos generales acompañados de fiebre, puede apreciarse la existencia de esta facies, con su
mirada brillante, enrojecimiento de los pómulos y palidez del resto de la piel, posiblemente
determinados por la existencia de cierto grado de excitación simpática.
Algunas enfermedades infecciosas presentan facies muy interesantes. Estudiaremos entre ellas,
la facies tetánica, y la tifóidica o estuporosa.
Facies tetánica
Se destaca la existencia de una expresión de risa permanente en la boca (risa sardónica), con contractura
de los músculos de la cara, y, con frecuencia, de los maseteros, lo que impide la abertura de la boca
(trismo) (fig. 24.20). El cuadro se completa con las convulsiones, tónicas fundamentalmente, que
conducen con frecuencia a la adopción de actitudes especiales, opistótonos por ejemplo.
Propia de la fiebre tifoidea y otros procesos graves toxiinfecciosos, se destaca, sobre todo, la
expresión de somnolencia o de sopor y de gran agotamiento del enfermo, el que permanece postrado,
con los ojos cerrados o entreabiertos y los labios secos y cubiertos de pequeñas concreciones oscuras que
se designan con el nombre de fuliginosidades.
Constitución
Concepto e importancia de la constitución
rama especial de los estudios médicos, la ciencia de la constitución o constitucionología, nos obliga a
dedicarle una atención especial, presentando, aunque sea en sus grandes lineamientos generales y
desde el punto de vista de la patología y de la clínica, los principales aspectos y cuestiones que plantea.
Cuando observamos comparativamente los distintos individuos, pronto apreciamos que, aunque
guardando entre sí las semejanzas que los reúnen en una especie determinada, presentan grandes
diferencias, de tal modo que puede asegurarse que no existen dos exactamente iguales. Esto se
comprueba, tanto en su aspecto exterior como en sus distintos sistemas, así como en la anatomía e
histología de sus órganos y tejidos.
que parecidas diferencias han de existir en las funciones orgánicas y en el psiquismo, esa
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Si existe tan visible y marcada individualización en lo morfológico y anatómico, forzoso es concluir
Así se ha planteado por Brugsch y por Kraus lo que se conoce en medicina con el nombre de teoría de
la persona que marca para muchos una nueva dirección filosófica en esta ciencia, la dirección
neovitalista, lo que también entraña un regreso a la consideración que desde los tiempos más remotos se
le concedió al terreno en el que se desarrolla la enfermedad, estudiado ya por Hipócrates, el Padre de
la medicina y abandonado indebidamente en
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