Qué Es El Código
Qué Es El Código
Qué Es El Código
Los códigos pueden ser lingüísticos o no lingüísticos. En el primer caso, atañen al lenguaje, y en
el segundo, provienen de áreas ajenas. Por su parte, los códigos lingüísticos pueden ser de dos
tipos: naturales (u orales) y escritos.
Ejemplos de código
Por ejemplo, cuando hablamos con alguien en inglés, debemos componer en dicho código o
idioma los mensajes que queremos decir, y cuando nuestro escucha los recibe, deberá
decodificar ese mensaje a partir de su conocimiento del inglés. Esto último es importante: la
capacidad de acceder al mensaje depende de los conocimientos del código que tengan los
receptores.
Elementos de la comunicación
Además del código, el proceso comunicativo está compuesto por los siguientes elementos:
Semiología
La semiología o semiótica es el estudio de los símbolos y los signos, y la forma en que los
humanos los crean. Un signo es cualquier cosa que comunique un mensaje, que debe
interpretarse por el receptor. Es una rama de la filosofía que trata de los sistemas de
comunicación dentro de las sociedades humanas, estudiando las propiedades generales de los
sistemas de signos, como base para la comprensión de toda actividad humana. Aquí, se
entiende por signo un objeto o evento presente que está en lugar de otro objeto o evento
ausente, en virtud de un cierto código.
Charles Sanders Peirce fue el fundador estadounidense de la semiótica y distinguió entre tres
clases de signos: «icónico» (dónde el signo se parece a aquello a lo que representa),
«indéxico» (dónde el signo de alguna manera se asocia con aquello de lo cual es signo) y
«simbólico» (dónde el signo solo es un eslabón arbitrario). Existen muchas más clasificaciones,
como la «denotación» (lo que el signo significa), la «connotación» (otros signos asociados con
él), «pragmático» (signos entre los cuales uno puede representar al otro) y «sintagmatico»
(dónde los signos se eslabonan para formar una cadena) (Eagleton, 1994). La semiótica
distingue entre la denotación y la connotación; entre claves o códigos y los mensajes que
transmiten, así como entre lo paradigmático y lo sintagmático (Eagleton, 1994).
Estas dimensiones dan origen a disciplinas homónimas que rigen las relaciones entre signo y
cosa designada: la «semántica»; relaciones entre signos: la «sintaxis»; y entre signos y sus
condiciones de uso: la «pragmática». Desde las dimensiones se analizan los fenómenos,
objetos y sistemas de la significación, de los lenguajes y de los discursos en los diferentes
lenguajes en tanto procesos a ellos asociados (producción e interpretación). Toda producción e
interpretación del sentido constituye una práctica significante, un proceso de semiosis que se
vehicula mediante signos y se materializa en textos.
Lingüística
La lingüística es el estudio científico del origen, la evolución y la estructura del lenguaje, a fin
de deducir las leyes que rigen las lenguas (antiguas y modernas). Así, la lingüística estudia las
estructuras fundamentales del lenguaje humano, sus variaciones a través de todas las familias
de lenguas (las cuales también identifica y clasifica), y las condiciones que hacen posible la
comprensión y la comunicación por medio de la lengua natural (esto último es particularmente
cierto en el enfoque generativista).
Para situar el ámbito o el objetivo de una investigación lingüística, el campo puede dividirse en
la práctica según tres dicotomías importantes:
Lingüística teórica frente a lingüística con fines prácticos, cuyas diferencias se han
señalado un poco más arriba.
Lingüística sincrónica frente a lingüística diacrónica. Una descripción sincrónica de una
lengua describe la lengua tal y como es en un momento dado; una descripción
diacrónica se ocupa del desarrollo histórico de esa lengua y de los cambios
estructurales que han tenido lugar en ella. Aunque en sus inicios científicos la
lingüística del siglo xix se interesó ante todo por el cambio lingüístico y la evolución de
las lenguas a través del tiempo, el enfoque moderno se centra en explicar cómo
funcionan las lenguas en un punto dado en el tiempo y cómo los hablantes son
capaces de entenderlas y procesarlas mentalmente.
Microlingüística frente a macrolingüística. La primera se refiere a un punto de vista
más restringido en el ámbito de la lingüística, y el segundo a uno más amplio. Desde el
punto de vista microlingüístico, las lenguas deben analizarse en provecho propio y sin
referencia a su función social, ni a la manera en que son adquiridas por los niños, ni a
los mecanismos psicológicos que subyacen en la producción y en la recepción del
habla, ni a la función estética o comunicativa del lenguaje, etc. En contraste, la
macrolingüística abarca todos estos aspectos de la lengua. Varias áreas de la
macrolingüística han tenido un reconocimiento terminológico como, por ejemplo, la
psicolingüística, la sociolingüística, la lingüística antropológica, la dialectología, la
lingüística matemática, la lingüística computacional y la estilística.
Niveles de estudio
Nos podemos aproximar al estudio de la lengua en sus diferentes niveles, por un lado, como
sistema, atendiendo a las reglas que la configuran como código lingüístico, es decir, lo que
tradicionalmente se conoce como gramática y, por otro lado, como instrumento para la
interacción comunicativa, desde disciplinas como la pragmática y la lingüística textual.
Desde el punto de vista de la lengua como sistema, los niveles de indagación y formalización
lingüísticas que convencionalmente se distinguen son:
Cuartilla es una hoja tamaño carta, cuyas medidas son de 14,8 cm x 21 cm. El término se usa
ampliamente en el ámbito académico para referir el tamaño, características y número de las
hojas en las que un estudiante o investigador debe presentar un trabajo mecanografiado.
Recibe su nombre por ser la cuarta parte de un pliego de papel. Un pliego se divide en dos
folios, cada folio se divide en dos cuartillas y cada cuartilla se divide en dos octavillas o media
cuartilla.
Aunque las cuartillas tienen toda clase de usos. Particularmente en el mundo académico, la
cuartilla debe poseer unas características esenciales, que forman parte de las técnicas de
investigación, recursos esenciales para el desarrollo y presentación de estudios.
Las características de una cuartilla pueden variar ligeramente de una comunidad académica a
otra, según su uso y área de conocimiento. Por ello, siempre es importante que el investigador
consulte y verifique los criterios de entrega de un trabajo.
Sin embargo, a grandes rasgos, una cuartilla posee las siguientes características:
Los márgenes superior e inferior deben tener un mínimo de 2,5 cm y no más de 3 cm;
Los márgenes derecho e izquierdo deben tener un mínimo de 2 cm y no más de 2,5
cm;
La hoja debe contener de 20 a 25 renglones o líneas;
Los renglones o líneas deben estar separados a una distancia de espacio y medio o
doble espacio;
La tipografía debe ser Times New Roman de 12 puntos u otra tipografía de
dimensiones equivalentes.
La cuartilla puede tener un promedio de 1700 caracteres o también entre 200 y 250
palabras en lengua castellana.
Se estima que una cartilla tiene entre 20 y 23 renglones. La hoja de tamaño carta debe ser
escrita en máquina de escribir o en computadora. Una cuartilla puede contener una cantidad
aproximada de 1700 caracteres o entre 200 y 250 palabras en español, y hasta 300 en inglés.
Lo que se conoce como cuartilla corresponde a la cuarta parte de un pliego, de allí su nombre.
Un pliego mide exactamente el tamaño de dos folios, cada uno de los cuales contiene dos
cuartillas. Si dividimos una cuartilla en dos, obtenemos una octavilla.
Formatos de papel
Otros formatos típicos de hojas de papel en los que puede escribirse un trabajo son:
A4. La forma más utilizada en la actualidad, por su tamaño práctico. El corte de papel
mide 210 por 297 mm, lo que corresponde a 21 por 29,7 centímetros.
Legal. Es la segunda opción a la hora de imprimir un trabajo. Sus medidas son 35,6 por
21,6 centímetros.
Oficio. Es un corte más extenso, cuyas medidas son 33 por 21,6 centímetros.
Hay que recordar que la cantidad de palabras por hoja dependerá también, no sólo del tamaño
de la hoja, sino también de los márgenes que indiquemos al programa que estemos utilizando
para procesar el texto. Por lo general se suelen dejar márgenes normales (aproximadamente
de 3 a 4 centímetros en los márgenes lateral izquierdo, superior e inferior, dejando el derecho
con 2,5 cm).
Media cuartilla significa una cantidad de texto equivalente a 15 líneas o del tamaño de un
párrafo corto.
Una media cuartilla puede contener entre 120 y 180 palabras. Esto equivale a entre 750 y
1.125 letras.
Un contenido para media cuartilla puede incluir una descripción breve de un producto, un
servicio, una marca o una información general.
La hoja debe contener de 20 a 25 renglones o líneas; Los renglones o líneas deben estar
separados a una distancia de espacio y medio o doble espacio; La tipografía debe ser Times
New Roman de 12 puntos u otra tipografía de dimensiones equivalentes.