Cultivo para La Agroindustria
Cultivo para La Agroindustria
Cultivo para La Agroindustria
INCES Quibor
Integrante:
Jiménez ottoniel
C.I:16.735.979
Profesor:
Francis Alcalá
Cultivos alimentarios. Para necesidades humanas como, por ejemplo: trigo, maíz,
legumbres, arroz, patatas o tomates.
Cultivos para forraje. Para alimentar al ganado. Por ejemplo: cebada, remolacha, pasto para
animales domésticos para pastar y almacenar como heno o forraje.
Cultivos textiles. Para fibras usadas en ropa, sábanas, industria y productos del hogar
(cáñamo, algodón, lino, bambú).
Cultivos ornamentales. Para la decoración del hogar y diseño de paisajes (jardín, macetas,
arbustos).
La clasificación de los diferentes tipos de cultivos por especie es uno de los sistemas de
clasificación más populares utilizados por muchas agencias estatales relacionadas con la
agricultura, posiblemente como una forma de facilitar la consolidación, intercambio y
comparación de estadísticas agrícolas. Este tipo de clasificación es utilizada por muchos
países para monitorizar la producción agrícola.
Esta clasificación se basa en agrupar los cultivos según la especie cultivada:
Cultivos para bebidas medicinales y aromáticas. Son especies cultivadas para obtener de
ellas órganos vegetales que posteriormente se utilizan en infusiones, siendo la infusión un
tipo de bebida obtenida a partir de la introducción de órganos vegetales en agua hirviendo.
Es un grupo altamente variable en cuanto al ciclo de cultivo y al nivel de producción.
Ejemplo: té, café, manzanilla, malojillo, menta, etc.
Cultivos tropicales tradicionales. Como el café, cacao, caña de azúcar y tabaco. Estos
cuatro cultivos no tienen cosas en común, es más bien, una categoría de cultivos que no se
pueden clasificar en las anteriores categorías. El café podría clasificarse en Frutales o
cultivos para bebidas medicinales y aromáticas, mientras el cacao podría encontrarse en
Frutales.
Pastos. Este tipo de cultivo es mayoritariamente de ciclo largo, utilizado para alimentar al
ganado mediante el consumo de sus hojas. Se pueden ofrecer al animal directamente en el
campo con la implementación de diferentes prácticas de manejo de pastos (potreros o
pastizales) o pueden ser pastos de corte, es decir, se corta el follaje, se seca y se empaqueta
(heno) o se somete a un proceso de fermentación (ensilaje). El heno y el ensilaje se usan
para tener pasto para ofrecer al animal en épocas donde es difícil tener pasto en el potrero
(en nuestro país en época de sequía, en otros países en invierno).
Para la agroindustria los cultivos más importantes son café, caña de azúcar, cacao, tabaco,
ajonjolí, maní, soya y la palma africana.
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Figura N°7. Manejo Agronómico del cultivo de Soya
Figura N°8. Manejo Agronómico del cultivo de Palma Africana.
La Soberanía Alimentaria
Nuestro modelo agroalimentario actual tiene su origen a mediados del Siglo XX, cuando
los avances en la investigación en agronomía permitieron un incremento masivo de la
productividad agrícola, particularmente en EU. Y con el fin de acabar con el hambre en el
mundo, durante las siguientes décadas fueron introducidas y rápidamente difundidas en
Asia y Latinoamérica, en mucho menor grado en África, todo este nuevo modelo
tecnológico llamado Revolución Verde basado en el conocimiento científico y edificado
sobre tres pilares fundamentales: semillas híbridas estándar o variedades de alto
rendimiento (VAR), agroquímicos de síntesis y mecanización del trabajo agrícola. En los
países ricos esto supuso en la práctica una sustitución total del modelo productivo y social
campesino por un nuevo modelo llamado “agroindustrial”. Pero en los países de la periferia
la penetración del modelo fue muy desigual, no logrando homologar internamente los
nuevos esquemas de industrialización del campo.
• Pérdida de una gran parte de la biodiversidad agrícola cuando los agricultores decidieron
producir las VAR de cultivos y de ganado, abandonando muchas variedades tradicionales y
locales. Según la FAO, el 95% de las calorías que ingerimos provienen de tan solo 30
variedades. Uniformar la producción incluye además la pérdida del conocimiento asociado
al cultivo de las variedades no seleccionadas.
• Aparición de plagas resistentes a los plaguicidas, obligando a utilizar cada vez dosis más
altas.