Este documento describe el diseño curricular basado en competencias y el aseguramiento de la calidad en la educación superior. Explica que el diseño curricular por competencias permite asegurar que los profesionales demuestren sus capacidades aprendidas y que se adapte a las necesidades de la sociedad. También discute las implicaciones curriculares, didácticas y de evaluación de la formación por competencias, requiriendo cambios en la docencia y evaluación para enfocarse en resultados basados en desempeño.
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Este documento describe el diseño curricular basado en competencias y el aseguramiento de la calidad en la educación superior. Explica que el diseño curricular por competencias permite asegurar que los profesionales demuestren sus capacidades aprendidas y que se adapte a las necesidades de la sociedad. También discute las implicaciones curriculares, didácticas y de evaluación de la formación por competencias, requiriendo cambios en la docencia y evaluación para enfocarse en resultados basados en desempeño.
Este documento describe el diseño curricular basado en competencias y el aseguramiento de la calidad en la educación superior. Explica que el diseño curricular por competencias permite asegurar que los profesionales demuestren sus capacidades aprendidas y que se adapte a las necesidades de la sociedad. También discute las implicaciones curriculares, didácticas y de evaluación de la formación por competencias, requiriendo cambios en la docencia y evaluación para enfocarse en resultados basados en desempeño.
Este documento describe el diseño curricular basado en competencias y el aseguramiento de la calidad en la educación superior. Explica que el diseño curricular por competencias permite asegurar que los profesionales demuestren sus capacidades aprendidas y que se adapte a las necesidades de la sociedad. También discute las implicaciones curriculares, didácticas y de evaluación de la formación por competencias, requiriendo cambios en la docencia y evaluación para enfocarse en resultados basados en desempeño.
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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ
ESCUELA DE POSGRADO UNIDAD DE POSGRADO DE LA FACULTAD DE CONTABILIDAD
DISEÑO CURRICULAR BASADO EN COMPETENCIAS Y
ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
PRESENTADO POR:
CUADROS YANCE YURI
GARCIA HOSPINAL KELLY ADELAIDA PIZARRO PACHECO CRISTIAN FREDY
HUANCAYO, 2024 I. INTRODUCCIÓN
La educación de calidad reconoce los requerimientos de un ambiente determinado
que considera las peticiones de la sociedad y los intereses del educando; articulando las prácticas educativas, relacionando la teoría pedagógica y adquiriendo significado. Por lo tanto, la calidad depende, en gran parte, de las relaciones entre directivos, maestros, estudiantes y padres de familia. Depende también de la capacidad de estos actores para relacionarse con el conocimiento, la política y con la comunidad, y que junto a su formación pedagógica y de su competencia generan retención y cimentación de conocimiento en el aula, y extenderlos al entorno social. El presente ensayo tiene como objetivo responder las interrogantes como ¿Quienes participan en la elaboración de la curricula por competencias? y ¿Cuál es su grado de importancia?; asimismo, comentar si las Universidades cumplen esa participación. El alcance de este análisis es describir el diseño curricular por competencias desde la dimensión del currículo el cual evidencia la metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los proyectos curriculares de calidad, los cuales deben cumplir con exigencias desde la perspectiva del aseguramiento de la calidad. II. DESARROLLO II.1. Diseño curricular por competencias El diseño curricular es un proceso que permite realizar la planificación y organización de un plan de estudios para el desarrollo de las actividades educativas, que permiten ejecutar el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje significativo a fin de correlacionar la teoría con la práctica pedagógica y metodológica entre los docentes y los alumnos. El diseño curricular se establece una dimensión del currículo el cual evidencia la metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los proyectos curriculares de calidad, los cuales deben cumplir con exigencias desde la perspectiva del aseguramiento de la calidad. Según (Centro Interuniversitario de Desarrollo - CINDA, 2010), se deben cumplir con los siguientes requerimientos: «Consistencia entre el perfil de egreso y los objetivos sociales de la carrera, consistencia entre el currículo y el logro del perfil de egreso, contar con los medios económicos y administrativos para realizar la docencia, por competencias y disponer de formas de evaluación curricular preestablecidas para verificar el logro de las competencias» (p. 12). Desde estas perspectivas las instituciones de Educación Superior, en la actualidad están orientando al diseño curricular por competencias como instrumento de mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior a nivel global, regional y local. La formación profesional con base en los contenidos actualmente ya no responde a las exigencias de resolución de problemas que exige la sociedad. Por tal motivo se ha vuelto imprescindible que la educación superior debe desarrollarse en base al desarrollo de las competencias. Según González, Herrera y Zurita (2010) manifiesta que «La formación basada en competencias podría constituirse en el puente entre el paradigma tradicional que depende de los créditos expresados en horas que miden el logro de retención de contenidos y la revolución en el aprendizaje que mide sus resultados» (p. 16). El diseño curricular con enfoque en los resultados del aprendizaje está promoviendo el interés en las competencias y en la medición de los aprendizajes específicos se están implementado a nivel global es todas las instituciones educativas. La aplicación de este enfoque se está realizando en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, esta estrategia permite hablar un lenguaje común a nivel global en todas las instituciones educativas sobre los resultados de los aprendizajes y las competencias, para evitar que existan confusiones se ha adoptado el enfoque de las competencias. Según González, Herrera y Zurita (2010) define a las competencias como: «una combinación entre destrezas, habilidades y conocimiento necesarios para desempeñar una tarea específica» (p. 19). La formación por competencias establece la estrategia como proceso de enseñanza y aprendizaje que está encaminado a las personas con el fin de que alcancen a desarrollar las habilidades, conocimientos y actitudes para un desempeño laboral eficiente. En consecuencia, los procesos de formación por competencias establecen la adquisición de nuevos conocimientos para la mejora del desempeño profesional. Las competencias es un planteamiento de la formación, que permite la orientación hacia la práctica o el desempeño, para o cual el referente es el perfil profesional, el cual se enfoca desde el conocimiento, para establecer un acercamiento pragmático del ejercicio profesional. El modelo de formación por competencias según González, Herrera y Zurita (2010) Establece la: «Combinación de habilidades, destrezas y conocimientos necesarios para desempeñar una tarea específica, una competencia incluye tanto medios como un fin. Los medios son el conocimiento, las habilidades y destrezas y el fin es desempeñar efectivamente las actividades o tareas o cumplir con los estándares de una ocupación determinada. Sin un fin, el término competencia pierde su verdadero significado» (p. 23). Desde este enfoque el diseño curricular por competencias permite asegurar que los profesionales principiantes demuestren sus capacidades aprendidas, una vez que hayan obtenido los conocimientos, habilidades y destrezas, por estas razones el currículo basado en competencias se lo denomina formación fundamentada en el desempeño. II.1.1. Concepciones de las Competencias Las competencias en el currículo permiten responden a las necesidades de la formación profesional, así como también permiten adaptarse a los cambios en el contexto en que vive la sociedad, por cuanto las competencias profesionales asocian conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores. En este contexto según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) manifiestan «La educación basada en competencias es una orientación educativa que pretende dar respuestas a la sociedad del conocimiento o de la información. Se origina en los requerimientos laborales, por lo que demanda a las instituciones educativas un acercamiento al mundo del trabajo». (p. 30). Por lo tanto, el modelo de competencias comprende cumplimientos como procesos cognitivos y afectivos, ajustando en los resultados de aprendizajes, identificados como saber hacer es el enfoque principal de una competencia, en este contexto se relacionan los otros saberes: identificados como: conocer, pensar, ser, convivir, sentir, compartir. Desde el enfoque de la sociedad del conocimiento que está inmersa la educación las competencias según Almerich, Suárez, Díaz y Orellana (2020) se componen de competencias de alta habilidad (capacidades de pensamiento superior y competencias de trabajo en equipo) y competencias en TIC (tecnológicas, pedagógicas y éticas). Según Machado y Montes (2020) la formación por competencias es uno de los pilares para avanzar en el cumplimiento de los objetivos de cualquier proceso que involucre la formación de profesionales para enfrentar los retos presentes y futuros de la sociedad a la cual se enfrentarán mediante el trabajo.
En conclusión, según Alamillo (2015) podemos decir: el hablar sobre la calidad
educativa es un tema que abarca muchos aspectos desde la organización del sistema educativo, la administración directiva, planeación docente, los alumnos, padres de familia, contexto escolar entre otros. Además, tiene que ver con un sistema de valores, ejercidos por los principales actores: estudiantes y profesores, los padres y la propia sociedad. De igual manera menciona que la calidad educativa está ligada con el aprendizaje de destrezas para poder adaptarse, pero sobre todo para anticiparse al cambio. II.1.2. La formación por competencias Las implicaciones curriculares: permiten las revisiones de los propósitos de formación del currículo; por cuanto constituye en el insumo requerido para replantear la organización de los contenidos del plan de estudios. El currículo por competencias debe ser elaborado sobre núcleos problemáticos al que se integran varias disciplinas, y el desarrolla se realiza en base a procesos y no por contenidos. Implicaciones didácticas: conllevan a cambiar las metodologías tradicionales que utilizan los docentes a metodologías colaborativas activas orientadas en el alumno y el proceso de enseñanza aprendizaje para tener dominio metodológico y poder trabajar en conceptos estructurales en función de dominios cognitivos a fin de que se apliquen estrategias docentes que confluyan en la multidisciplinariedad de tema. Implicaciones en la evaluación: en la formación por competencias la evaluación es un factor muy complejo, en vista de que conlleva a realizar reformas al sistema educativo de las universidades. Al respecto González y Zurita (2010) manifiesta que: «El propósito específico de usar competencias en el diseño curricular para el desarrollo de las condiciones de empleabilidad es aumentar la posibilidad de transformar las experiencias de aprendizaje en resultados organizacionales basados en desempeños» (p. 23). En conclusión, la implementación de la formación por competencias conlleva a una transformación radical en la educación superior, así como también conlleva los cambios en la forma de realizar docencia, para lo cual se requiere de nuevas metodologías para transferir el conocimiento a los estudiantes. II.2. Calidad en la educación La finalidad de la calidad en la educación, según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) es: Es generar en una institución educativa un claro liderazgo y trabajo en equipo que gestione con calidad el aprendizaje, con base en un proyecto educativo institucional compartido por toda la comunidad educativa, con estrategias de impacto que promuevan la formación integral de los estudiantes (finalidad), y dentro de ésta el desarrollo y fortalecimiento del proyecto ético de vida, el compromiso con los retos de la humanidad, la vocación investigadora y la idoneidad profesional mediante competencias genéricas y específicas» (p. 34). La educación de calidad permite formar profesionales con competencias para manejar la solución de conflictos en las instituciones, bajo los escenarios: sociales, económicos, tecnológicos y políticos. Desde el enfoque de la educación de calidad, según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) describen que: «las instituciones deben decidir construir y consensuar un concepto de calidad. Esta construcción es necesaria que sea adoptada y compartida y atraviese el quehacer de las funciones esenciales, en este caso, la docencia, investigación, gestión y vinculación» (p. 33). Según González y Arciniegas (2016) define el Aseguramiento de la Calidad como: Conjunto de actividades planeadas y sistemáticas implantadas dentro del Sistema de Calidad, y demostradas según se requiera para proporcionar confianza adecuada de que un producto o servicio cumplirá los requisitos para la calidad, satisface los requisitos dados para la calidad, los cuales deben estar sustentados en la satisfacción de las expectativas de los clientes (pp. 35). En consecuencia, el aseguramiento de la calidad en la educación proporciona confianza, seguridad del cumplimiento de los estándares educativos y contribuyen a garantizar la transferencia de conocimiento para formar profesionales competitivos, los cuales contribuyen a mejorar mayor productividad en las organizaciones. Según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) La gestión de la calidad «implica reformar los procesos académicos en las universidades de manera que las ofertas de formación respondan a los cambios y avances sociales, tecnológicos y profesionales (…) el propósito de formar personas capaces de afrontar retos que plantea la sociedad actual» (p. 34).
II.2.1. Diseño curricular orientado al empleo y aseguramiento de la calidad
El diseño curricular orientado a la empleabilidad y al aseguramiento de la calidad, según Letelier y Sandoval (2010) requiere de los siguientes elementos: La Orientación a la empleabilidad: un modelo donde el diseño e implementación del currículo está orientado a cubrir las necesidades del medio externo, que responde a los desafíos profesionales en el marco de la situación socioeconómica del país. La Formación por competencias: está concebida como aquella que se orienta a formar efectivamente capacidades de relevancia laboral en los estudiantes, cuando las condiciones de la institución o la carrera/programa El aseguramiento de la calidad: obliga a las instituciones de educación superior a ser lo más pertinentes posible en el desarrollo de las actividades universitarias. Si el enfoque basado en competencias resulta más pertinente para la formación de los estudiantes, habrá que optar por éste; en caso contrario, se debe buscar, analizar y seleccionar otro enfoque que resulte pertinente y acorde con las necesidades formativas de cada universidad. Lo anterior responde a que las universidades, como instituciones dedicadas a la formación de profesionales integrales, deben pronunciarse respecto a cómo abordarán la formación de sus estudiantes en el contexto de las demandas del mundo externo, qué tipos de aprendizajes pretenden lograr en sus estudiantes, de qué manera se están evaluando los aprendizajes y de qué manera se enseña, entre otros. Para dar claridad, lógica y coherencia a estas orientaciones, es necesario describir que es un Modelo: es la especificación y organización de requisitos mínimos para definir un currículo basado en el concepto de Aseguramiento de la Calidad. El aseguramiento de la calidad es un requisito fundamental que permite dar consistencia entre los propósitos y fines establecidos por la institución de educación superior, y los resultados e impactos esperados, enfocados al mejoramiento continuo. En esta línea, la definición de mecanismos de aseguramiento de la calidad resulta primordial para garantizar la existencia de procedimientos y normativas, el monitoreo y la evaluación de los procesos vinculados a la docencia.
II.2.2. Modelo diseño curricular por competencias con enfoque de procesos
El proceso de características se establece por una estructura modular, integra capacidades, contenidos, teoría, practica, actividades y evaluación; implica conocimientos, actitudes valores, destrezas, motivaciones y habilidades. Se sustenta en el proceso de los pilares de la educación: saber (conocimiento), saber hacer (metodologías); saber estar (interrelaciones; y, ser integridad.) Se administra mediante el proceso de la planificación: competencias específicas, contenido, tipo de evaluación, instrumentos de evaluación, evidencias y calificación integral. II.2.3. Calidad educativa La calidad en la educación ha estado latente en las últimas décadas, por cuanto esta cualidad es de gran utilidad para la sociedad, este enfoque varios autores manifiestan, según Cantú (2011) define la: «calidad abarca todas las cualidades con que cuenta un servicio para ser de utilidad a quien lo emplea». Según (Vargas Quiñones & Aldana de Vega, 2007) la define «La calidad y el servicio acompaña al hombre en todo su quehacer desde el inicio de la vida»; según Nava (2006) «La calidad constituye una función integral de toda institución». Desde el enfoque de estas definiciones, parafraseando a Bodero (2014) la calidad educativa deriva los siguientes hechos: La educación es una realidad compleja en sí misma, ya que afecta a la totalidad del ser humano, los procesos mentales de aprendizaje no son evidentes, el educador es un ser libre y el motivo último de su comportamiento es siempre su propia decisión. La calidad en las Instituciones de Educación Superior esta última década es un atributo del servicio de educación como un servicio integral de calidad, y por ende es una razón de ser del sistema nacional de acreditación en el Ecuador, según el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, (2019) expresa que: «La acreditación aporta desde la evaluación externa a procesos internos de mejora impulsados por las propias instituciones». La calidad es un atributo que permite al sistema educativo contar con un proceso de mora continua, conocer el Sistema de Educación Superior para hacer ajustes a fin de garantizar a la sociedad las condiciones de calidad que ofrecen las universidades a la sociedad. La calidad en la educación a conllevado a definir diferentes conceptos, parafraseando a Cabrera (2005), en Latinoamérica se ha establecido: La calidad como excelencia fundamentada en la educación tradicional, la cual equivale graduar estudiantes sobresalientes, la calidad como respuesta a los requerimientos del medio, determinada por la pertinencia. La calidad basada en los propósitos declarados por la institución, esta tendencia a veces no es sostenible en el tiempo. La pertinencia social que conlleva a encontrar nuevos mecanismos para adaptar las funciones universitarias a las nuevas exigencias de los estudiantes y público en general. El concepto de calidad educativa actualmente es muy difícil de definir por cuanto existen mucha literatura al respecto, estas concepciones llevan a desconciertos sobre la calidad en la educación, según Quintana (2018) manifiesta que: «Esta falta de definición sobre calidad educativas es percibida por diferentes autores como un riesgo de confusión que se manifiesta como obstáculo en múltiples aspectos de la vida escolar» (p. 4). Según Clavijo y Balaguera (2020) manifiestan que: «la educación superior de calidad es fundamental para disminuir las diferencias sociales y los altos márgenes de pobreza, que afectan a los países en vía de desarrollo» (p. 128). II.3. ¿Quiénes participan en la elaboración de la curricula por competencias?, explique ¿por qué? La elaboración de la currícula por competencias generalmente implica la participación de diversos actores, ya que se busca integrar diferentes perspectivas y conocimientos. Algunos de los participantes clave pueden incluir:
Expertos en la materia Profesionales y académicos con experiencia en el campo
específico de estudio aportan su conocimiento técnico para definir las competencias necesarias en esa área. Docentes Los maestros que enseñarán el currículo desempeñan un papel esencial, ya que ofrecen perspectivas prácticas sobre lo que funciona en el aula y lo que es relevante para los estudiantes. Su experiencia contribuye a asegurar que las competencias sean aplicables y alcanzables. Representantes En algunos casos, se incluyen representantes de la industria educativos o empleadores para garantizar que las competencias desarrolladas estén alineadas con las demandas y necesidades del mercado laboral. Esto ayuda a preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real. Estudiantes La inclusión de estudiantes en el proceso de elaboración de la currícula por competencias es cada vez más común. Su participación proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo las competencias pueden ser más significativas y útiles desde la perspectiva del aprendizaje práctico Profesionales de la Especialistas en pedagogía y didáctica pueden contribuir con educación su experiencia en la planificación y diseño de estrategias de enseñanza que permitan el desarrollo efectivo de competencias. Gestores Educativos Los líderes educativos, como directores de instituciones educativas y funcionarios de educación, también pueden desempeñar un papel crucial en la elaboración de la currícula por competencias al establecer políticas y proporcionar dirección estratégica. Fuente: Elaboración propia del grupo.
La participación de estos diversos actores se justifica porque la currícula por
competencias busca ser más relevante, práctica y alineada con las necesidades del mundo actual. La colaboración entre expertos en contenido, educadores, estudiantes y profesionales del campo garantiza que la currícula sea integral y tenga un impacto positivo en la formación de los estudiantes.
II.4. ¿Cuál es el grado de importancia?
La importancia de la participación de diferentes actores en la elaboración de la currícula por competencias puede variar según el contexto y los objetivos específicos del programa educativo. Sin embargo, en términos generales, se podría argumentar que cada participante desempeña un papel crucial en el proceso. Aquí se destacan algunas consideraciones sobre el grado de importancia de distintos participantes:
Expertos en la materia Su participación es fundamental para garantizar que las
competencias estén alineadas con los avances y las necesidades del campo de estudio. Aportan el conocimiento técnico necesario para definir las habilidades y conocimientos esenciales. Docentes Dada su experiencia práctica en el aula, los docentes desempeñan un papel crucial. Aportan información sobre la aplicabilidad de las competencias en situaciones de enseñanza y aprendizaje, así como sobre la realidad del entorno educativo. Representantes Su participación es importante para asegurar que las educativos competencias desarrolladas estén en sintonía con las expectativas del mercado laboral. Esto garantiza que los estudiantes adquieran habilidades que sean relevantes y demandadas en el mundo profesional. Estudiantes La inclusión de los estudiantes es vital para garantizar que la currícula sea significativa y relevante para ellos. Su participación proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo las competencias pueden ser más efectivas y útiles en su proceso de aprendizaje y en su preparación para el futuro. Profesionales de la Aportan conocimientos pedagógicos y experiencia en diseño educación de instrucción, contribuyendo a estructurar la currícula de manera efectiva para facilitar el desarrollo de competencias en los estudiantes. Gestores Educativos Su participación es importante para alinear la currícula con las políticas educativas institucionales y para proporcionar el apoyo necesario para su implementación exitosa. Fuente: Elaboración propia del grupo. II.5. Comente si las universidades cumplen esa participación y cuál debe ser la evidencia. Las universidades han estado tradicionalmente refugiadas en currículos centrados en contenidos y formas de enseñanza obsoletas. La formación basada en competencias podría constituirse en el puente entre el paradigma tradicional que depende de los créditos expresados en horas que miden el logro de retención de contenidos en los estudiantes y la revolución en el aprendizaje que mide sus resultados. Las universidades probablemente describen muy bien lo que sus instituciones entregan en términos de resultados de su gestión en diversos ámbitos, pero en resultado de aprendizaje de sus estudiantes permanece en una zona oscura que sin embargo se ha ido convirtiendo en un aspecto crucial de los resultados de gestión universitaria. En el mundo contemporáneo continuamos con el proceso de cambio del paradigma tradicional en la educación formal y, por tanto, en la educación universitaria. Durante muchas décadas se privilegió la enseñanza memorística y repetitiva de conocimientos. Incluso ahora en el claustro universitario, todavía existen profesores que buscan que el estudiante repita lo que ellos dicen, sin comprender, sin relacionar la nueva información con sus conocimientos previos, sin aplicarlos en la resolución de problemas de su campo de acción. Sin embargo, las universidades están tomando nuevos retos ya sea por la presión externa como la licenciatura de SUNEDU, que tienen una gran responsabilidad de contar con docentes que cumplas con los requisitos para dictar clases, implementación de tecnología que facilite el aprendizaje del estudiante universitario; asimismo, en la actualidad en gran parte los docentes al iniciar cada clase dan a conocer a sus alumnos el objetivo de cada clase y cuales deberían ser los resultado; por otro lado, la programación de horas prácticas y teorías que ayudan bastante al estudiante a mejorar sus capacidades estudiantiles. En este marco, el aprendizaje es una construcción a partir de la interacción social, donde cada persona descubre un significado único de lo que aprende a través de experiencias directas y reales o simuladas, con oportunidades para resolver problemas y planificar proyectos grupales que se vinculan con los problemas de su entorno social, donde toma decisiones consensuadas en equipo y también trabaja de forma creativa y autónoma para lograr propósitos y aprende a valorar su esfuerzo personal y el esfuerzo de todos, donde respeta las diferencias y sobre todo aprende a construir su proyecto de vida, sintiéndose satisfecho de trabajar para transformar realidades del desarrollo humano y social, y donde actúa con una dimensión ética, en la búsqueda de su beneficio personal y del beneficio colectivo. CONCLUSIONES 1. El desarrollo de un diseño curricular basado en competencias ha dado paso a la mejor expresión de capacidades de los egresados de las instituciones educativas, lo cual ha permitido un proceso de transición entre el término de la formación profesional y la incorporación a la vida laboral. Así también, este hecho ha dado paso perfeccionamiento de las destrezas y habilidades con la práctica profesional, hasta llegar a estándares de competencias exigidas a un profesional con experiencia. 2. La calidad de la educación se encuentra unida a procesos de construcción crítica del individuo, mediante el desarrollo de competencias básicas y especializadas, que junto a las demandas culturales y de producción económica, ha dado paso a demandas crecientes de recursos humanos competentes. Por tanto, las prácticas educativas hacen posible la transformación de los procesos de socialización, construcción y desarrollo social, potenciando la creatividad y favoreciendo la construcción colectiva del conocimiento. 3. Actualmente, en las instituciones de educación superior, existe una inmensa preocupación por responder de forma efectiva a los requerimientos de profesionalización de las organizaciones empleadoras, y de la sociedad en general, para lo cual se viene promoviendo una sociedad del conocimiento y restructura de los diseños curriculares tradicionales y ajustándolos a la gestión de la calidad. De ahí que la formación basada en competencias ha dado lugar a un aprendizaje más activo, centrado en el estudiante y fundamentalmente orientado a la práctica profesional. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Alamillo, G. C. (2015). Competencias para la calidad en la educación. Revista Vinculando, 1-3. Aldana de Becerra, G., & Ruiz, J. R. (2010). 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