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Ensayo de Curricula

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

ESCUELA DE POSGRADO
UNIDAD DE POSGRADO DE LA FACULTAD DE
CONTABILIDAD

DISEÑO CURRICULAR BASADO EN COMPETENCIAS Y


ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN
SUPERIOR

PRESENTADO POR:

 CUADROS YANCE YURI


 GARCIA HOSPINAL KELLY ADELAIDA
 PIZARRO PACHECO CRISTIAN FREDY

HUANCAYO, 2024
I. INTRODUCCIÓN

La educación de calidad reconoce los requerimientos de un ambiente determinado


que considera las peticiones de la sociedad y los intereses del educando; articulando
las prácticas educativas, relacionando la teoría pedagógica y adquiriendo significado.
Por lo tanto, la calidad depende, en gran parte, de las relaciones entre directivos,
maestros, estudiantes y padres de familia. Depende también de la capacidad de
estos actores para relacionarse con el conocimiento, la política y con la comunidad, y
que junto a su formación pedagógica y de su competencia generan retención y
cimentación de conocimiento en el aula, y extenderlos al entorno social.
El presente ensayo tiene como objetivo responder las interrogantes como ¿Quienes
participan en la elaboración de la curricula por competencias? y ¿Cuál es su grado
de importancia?; asimismo, comentar si las Universidades cumplen esa participación.
El alcance de este análisis es describir el diseño curricular por competencias desde
la dimensión del currículo el cual evidencia la metodología, las acciones y el
resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los
proyectos curriculares de calidad, los cuales deben cumplir con exigencias desde la
perspectiva del aseguramiento de la calidad.
II. DESARROLLO
II.1. Diseño curricular por competencias
El diseño curricular es un proceso que permite realizar la planificación y organización
de un plan de estudios para el desarrollo de las actividades educativas, que permiten
ejecutar el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje significativo a fin de
correlacionar la teoría con la práctica pedagógica y metodológica entre los docentes
y los alumnos.
El diseño curricular se establece una dimensión del currículo el cual evidencia la
metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración,
y organización de los proyectos curriculares de calidad, los cuales deben cumplir con
exigencias desde la perspectiva del aseguramiento de la calidad. Según (Centro
Interuniversitario de Desarrollo - CINDA, 2010), se deben cumplir con los siguientes
requerimientos: «Consistencia entre el perfil de egreso y los objetivos sociales de la
carrera, consistencia entre el currículo y el logro del perfil de egreso, contar con los
medios económicos y administrativos para realizar la docencia, por competencias y
disponer de formas de evaluación curricular preestablecidas para verificar el logro de
las competencias» (p. 12).
Desde estas perspectivas las instituciones de Educación Superior, en la actualidad
están orientando al diseño curricular por competencias como instrumento de
mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior a nivel global, regional y local.
La formación profesional con base en los contenidos actualmente ya no responde a
las exigencias de resolución de problemas que exige la sociedad. Por tal motivo se
ha vuelto imprescindible que la educación superior debe desarrollarse en base al
desarrollo de las competencias.
Según González, Herrera y Zurita (2010) manifiesta que «La formación basada en
competencias podría constituirse en el puente entre el paradigma tradicional que
depende de los créditos expresados en horas que miden el logro de retención de
contenidos y la revolución en el aprendizaje que mide sus resultados» (p. 16).
El diseño curricular con enfoque en los resultados del aprendizaje está promoviendo
el interés en las competencias y en la medición de los aprendizajes específicos se
están implementado a nivel global es todas las instituciones educativas.
La aplicación de este enfoque se está realizando en Estados Unidos, Australia y
Nueva Zelanda, esta estrategia permite hablar un lenguaje común a nivel global en
todas las instituciones educativas sobre los resultados de los aprendizajes y las
competencias, para evitar que existan confusiones se ha adoptado el enfoque de las
competencias. Según González, Herrera y Zurita (2010) define a las competencias
como: «una combinación entre destrezas, habilidades y conocimiento necesarios
para desempeñar una tarea específica» (p. 19).
La formación por competencias establece la estrategia como proceso de enseñanza
y aprendizaje que está encaminado a las personas con el fin de que alcancen a
desarrollar las habilidades, conocimientos y actitudes para un desempeño laboral
eficiente. En consecuencia, los procesos de formación por competencias establecen
la adquisición de nuevos conocimientos para la mejora del desempeño profesional.
Las competencias es un planteamiento de la formación, que permite la orientación
hacia la práctica o el desempeño, para o cual el referente es el perfil profesional, el
cual se enfoca desde el conocimiento, para establecer un acercamiento pragmático
del ejercicio profesional.
El modelo de formación por competencias según González, Herrera y Zurita (2010)
Establece la: «Combinación de habilidades, destrezas y conocimientos necesarios
para desempeñar una tarea específica, una competencia incluye tanto medios como
un fin. Los medios son el conocimiento, las habilidades y destrezas y el fin es
desempeñar efectivamente las actividades o tareas o cumplir con los estándares de
una ocupación determinada. Sin un fin, el término competencia pierde su verdadero
significado» (p. 23).
Desde este enfoque el diseño curricular por competencias permite asegurar que los
profesionales principiantes demuestren sus capacidades aprendidas, una vez que
hayan obtenido los conocimientos, habilidades y destrezas, por estas razones el
currículo basado en competencias se lo denomina formación fundamentada en el
desempeño.
II.1.1. Concepciones de las Competencias
Las competencias en el currículo permiten responden a las necesidades de la
formación profesional, así como también permiten adaptarse a los cambios en el
contexto en que vive la sociedad, por cuanto las competencias profesionales asocian
conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores. En este contexto según
Zúñiga, Poblete y Vega (2010) manifiestan «La educación basada en competencias
es una orientación educativa que pretende dar respuestas a la sociedad del
conocimiento o de la información. Se origina en los requerimientos laborales, por lo
que demanda a las instituciones educativas un acercamiento al mundo del trabajo».
(p. 30).
Por lo tanto, el modelo de competencias comprende cumplimientos como procesos
cognitivos y afectivos, ajustando en los resultados de aprendizajes, identificados
como saber hacer es el enfoque principal de una competencia, en este contexto se
relacionan los otros saberes: identificados como: conocer, pensar, ser, convivir,
sentir, compartir.
Desde el enfoque de la sociedad del conocimiento que está inmersa la educación las
competencias según Almerich, Suárez, Díaz y Orellana (2020) se componen de
competencias de alta habilidad (capacidades de pensamiento superior y
competencias de trabajo en equipo) y competencias en TIC (tecnológicas,
pedagógicas y éticas). Según Machado y Montes (2020) la formación por
competencias es uno de los pilares para avanzar en el cumplimiento de los objetivos
de cualquier proceso que involucre la formación de profesionales para enfrentar los
retos presentes y futuros de la sociedad a la cual se enfrentarán mediante el trabajo.

En conclusión, según Alamillo (2015) podemos decir: el hablar sobre la calidad


educativa es un tema que abarca muchos aspectos desde la organización del
sistema educativo, la administración directiva, planeación docente, los alumnos,
padres de familia, contexto escolar entre otros. Además, tiene que ver con un
sistema de valores, ejercidos por los principales actores: estudiantes y profesores,
los padres y la propia sociedad. De igual manera menciona que la calidad educativa
está ligada con el aprendizaje de destrezas para poder adaptarse, pero sobre todo
para anticiparse al cambio.
II.1.2. La formación por competencias
Las implicaciones curriculares: permiten las revisiones de los propósitos de
formación del currículo; por cuanto constituye en el insumo requerido para replantear
la organización de los contenidos del plan de estudios. El currículo por competencias
debe ser elaborado sobre núcleos problemáticos al que se integran varias disciplinas,
y el desarrolla se realiza en base a procesos y no por contenidos.
Implicaciones didácticas: conllevan a cambiar las metodologías tradicionales que
utilizan los docentes a metodologías colaborativas activas orientadas en el alumno y
el proceso de enseñanza aprendizaje para tener dominio metodológico y poder
trabajar en conceptos estructurales en función de dominios cognitivos a fin de que se
apliquen estrategias docentes que confluyan en la multidisciplinariedad de tema.
Implicaciones en la evaluación: en la formación por competencias la evaluación es un
factor muy complejo, en vista de que conlleva a realizar reformas al sistema
educativo de las universidades. Al respecto González y Zurita (2010) manifiesta que:
«El propósito específico de usar competencias en el diseño curricular para el
desarrollo de las condiciones de empleabilidad es aumentar la posibilidad de
transformar las experiencias de aprendizaje en resultados organizacionales basados
en desempeños» (p. 23). En conclusión, la implementación de la formación por
competencias conlleva a una transformación radical en la educación superior, así
como también conlleva los cambios en la forma de realizar docencia, para lo cual se
requiere de nuevas metodologías para transferir el conocimiento a los estudiantes.
II.2. Calidad en la educación
La finalidad de la calidad en la educación, según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) es:
Es generar en una institución educativa un claro liderazgo y trabajo en equipo que
gestione con calidad el aprendizaje, con base en un proyecto educativo institucional
compartido por toda la comunidad educativa, con estrategias de impacto que
promuevan la formación integral de los estudiantes (finalidad), y dentro de ésta el
desarrollo y fortalecimiento del proyecto ético de vida, el compromiso con los retos de
la humanidad, la vocación investigadora y la idoneidad profesional mediante
competencias genéricas y específicas» (p. 34).
La educación de calidad permite formar profesionales con competencias para
manejar la solución de conflictos en las instituciones, bajo los escenarios: sociales,
económicos, tecnológicos y políticos.
Desde el enfoque de la educación de calidad, según Zúñiga, Poblete y Vega (2010)
describen que: «las instituciones deben decidir construir y consensuar un concepto
de calidad. Esta construcción es necesaria que sea adoptada y compartida y
atraviese el quehacer de las funciones esenciales, en este caso, la docencia,
investigación, gestión y vinculación» (p. 33).
Según González y Arciniegas (2016) define el Aseguramiento de la Calidad como:
Conjunto de actividades planeadas y sistemáticas implantadas dentro del Sistema de
Calidad, y demostradas según se requiera para proporcionar confianza adecuada de
que un producto o servicio cumplirá los requisitos para la calidad, satisface los
requisitos dados para la calidad, los cuales deben estar sustentados en la
satisfacción de las expectativas de los clientes (pp. 35).
En consecuencia, el aseguramiento de la calidad en la educación proporciona
confianza, seguridad del cumplimiento de los estándares educativos y contribuyen a
garantizar la transferencia de conocimiento para formar profesionales competitivos,
los cuales contribuyen a mejorar mayor productividad en las organizaciones. Según
Zúñiga, Poblete y Vega (2010) La gestión de la calidad «implica reformar los
procesos académicos en las universidades de manera que las ofertas de formación
respondan a los cambios y avances sociales, tecnológicos y profesionales (…) el
propósito de formar personas capaces de afrontar retos que plantea la sociedad
actual» (p. 34).

II.2.1. Diseño curricular orientado al empleo y aseguramiento de la calidad


El diseño curricular orientado a la empleabilidad y al aseguramiento de la calidad,
según Letelier y Sandoval (2010) requiere de los siguientes elementos:
La Orientación a la empleabilidad: un modelo donde el diseño e implementación
del currículo está orientado a cubrir las necesidades del medio externo, que
responde a los desafíos profesionales en el marco de la situación socioeconómica
del país.
La Formación por competencias: está concebida como aquella que se orienta a
formar efectivamente capacidades de relevancia laboral en los estudiantes, cuando
las condiciones de la institución o la carrera/programa
El aseguramiento de la calidad: obliga a las instituciones de educación superior a
ser lo más pertinentes posible en el desarrollo de las actividades universitarias. Si el
enfoque basado en competencias resulta más pertinente para la formación de los
estudiantes, habrá que optar por éste; en caso contrario, se debe buscar, analizar y
seleccionar otro enfoque que resulte pertinente y acorde con las necesidades
formativas de cada universidad. Lo anterior responde a que las universidades, como
instituciones dedicadas a la formación de profesionales integrales, deben
pronunciarse respecto a cómo abordarán la formación de sus estudiantes en el
contexto de las demandas del mundo externo, qué tipos de aprendizajes pretenden
lograr en sus estudiantes, de qué manera se están evaluando los aprendizajes y de
qué manera se enseña, entre otros.
Para dar claridad, lógica y coherencia a estas orientaciones, es necesario describir
que es un Modelo: es la especificación y organización de requisitos mínimos para
definir un currículo basado en el concepto de Aseguramiento de la Calidad.
El aseguramiento de la calidad es un requisito fundamental que permite dar
consistencia entre los propósitos y fines establecidos por la institución de educación
superior, y los resultados e impactos esperados, enfocados al mejoramiento
continuo. En esta línea, la definición de mecanismos de aseguramiento de la calidad
resulta primordial para garantizar la existencia de procedimientos y normativas, el
monitoreo y la evaluación de los procesos vinculados a la docencia.

II.2.2. Modelo diseño curricular por competencias con enfoque de procesos


El proceso de características se establece por una estructura modular, integra
capacidades, contenidos, teoría, practica, actividades y evaluación; implica
conocimientos, actitudes valores, destrezas, motivaciones y habilidades.
Se sustenta en el proceso de los pilares de la educación: saber (conocimiento), saber
hacer (metodologías); saber estar (interrelaciones; y, ser integridad.)
Se administra mediante el proceso de la planificación: competencias específicas,
contenido, tipo de evaluación, instrumentos de evaluación, evidencias y calificación
integral.
II.2.3. Calidad educativa
La calidad en la educación ha estado latente en las últimas décadas, por cuanto esta
cualidad es de gran utilidad para la sociedad, este enfoque varios autores
manifiestan, según Cantú (2011) define la: «calidad abarca todas las cualidades con
que cuenta un servicio para ser de utilidad a quien lo emplea». Según (Vargas
Quiñones & Aldana de Vega, 2007) la define «La calidad y el servicio acompaña al
hombre en todo su quehacer desde el inicio de la vida»; según Nava (2006) «La
calidad constituye una función integral de toda institución». Desde el enfoque de
estas definiciones, parafraseando a Bodero (2014) la calidad educativa deriva los
siguientes hechos: La educación es una realidad compleja en sí misma, ya que
afecta a la totalidad del ser humano, los procesos mentales de aprendizaje no son
evidentes, el educador es un ser libre y el motivo último de su comportamiento es
siempre su propia decisión.
La calidad en las Instituciones de Educación Superior esta última década es un
atributo del servicio de educación como un servicio integral de calidad, y por ende es
una razón de ser del sistema nacional de acreditación en el Ecuador, según el
Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, (2019) expresa
que: «La acreditación aporta desde la evaluación externa a procesos internos de
mejora impulsados por las propias instituciones». La calidad es un atributo que
permite al sistema educativo contar con un proceso de mora continua, conocer el
Sistema de Educación Superior para hacer ajustes a fin de garantizar a la sociedad
las condiciones de calidad que ofrecen las universidades a la sociedad.
La calidad en la educación a conllevado a definir diferentes conceptos,
parafraseando a Cabrera (2005), en Latinoamérica se ha establecido:
La calidad como excelencia fundamentada en la educación tradicional, la cual
equivale graduar estudiantes sobresalientes, la calidad como respuesta a los
requerimientos del medio, determinada por la pertinencia.
La calidad basada en los propósitos declarados por la institución, esta tendencia a
veces no es sostenible en el tiempo.
La pertinencia social que conlleva a encontrar nuevos mecanismos para adaptar las
funciones universitarias a las nuevas exigencias de los estudiantes y público en
general.
El concepto de calidad educativa actualmente es muy difícil de definir por cuanto
existen mucha literatura al respecto, estas concepciones llevan a desconciertos
sobre la calidad en la educación, según Quintana (2018) manifiesta que: «Esta falta
de definición sobre calidad educativas es percibida por diferentes autores como un
riesgo de confusión que se manifiesta como obstáculo en múltiples aspectos de la
vida escolar» (p. 4). Según Clavijo y Balaguera (2020) manifiestan que: «la
educación superior de calidad es fundamental para disminuir las diferencias sociales
y los altos márgenes de pobreza, que afectan a los países en vía de desarrollo» (p.
128).
II.3. ¿Quiénes participan en la elaboración de la curricula por
competencias?, explique ¿por qué?
La elaboración de la currícula por competencias generalmente implica la
participación de diversos actores, ya que se busca integrar diferentes
perspectivas y conocimientos. Algunos de los participantes clave pueden incluir:

Expertos en la materia Profesionales y académicos con experiencia en el campo


específico de estudio aportan su conocimiento técnico para
definir las competencias necesarias en esa área.
Docentes Los maestros que enseñarán el currículo desempeñan un
papel esencial, ya que ofrecen perspectivas prácticas sobre
lo que funciona en el aula y lo que es relevante para los
estudiantes. Su experiencia contribuye a asegurar que las
competencias sean aplicables y alcanzables.
Representantes En algunos casos, se incluyen representantes de la industria
educativos o empleadores para garantizar que las competencias
desarrolladas estén alineadas con las demandas y
necesidades del mercado laboral. Esto ayuda a preparar a
los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real.
Estudiantes La inclusión de estudiantes en el proceso de elaboración de
la currícula por competencias es cada vez más común. Su
participación proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo
las competencias pueden ser más significativas y útiles
desde la perspectiva del aprendizaje práctico
Profesionales de la Especialistas en pedagogía y didáctica pueden contribuir con
educación su experiencia en la planificación y diseño de estrategias de
enseñanza que permitan el desarrollo efectivo de
competencias.
Gestores Educativos Los líderes educativos, como directores de instituciones
educativas y funcionarios de educación, también pueden
desempeñar un papel crucial en la elaboración de la currícula
por competencias al establecer políticas y proporcionar
dirección estratégica.
Fuente: Elaboración propia del grupo.

La participación de estos diversos actores se justifica porque la currícula por


competencias busca ser más relevante, práctica y alineada con las
necesidades del mundo actual. La colaboración entre expertos en contenido,
educadores, estudiantes y profesionales del campo garantiza que la currícula
sea integral y tenga un impacto positivo en la formación de los estudiantes.

II.4. ¿Cuál es el grado de importancia?


La importancia de la participación de diferentes actores en la elaboración de la
currícula por competencias puede variar según el contexto y los objetivos
específicos del programa educativo. Sin embargo, en términos generales, se
podría argumentar que cada participante desempeña un papel crucial en el
proceso. Aquí se destacan algunas consideraciones sobre el grado de
importancia de distintos participantes:

Expertos en la materia Su participación es fundamental para garantizar que las


competencias estén alineadas con los avances y las
necesidades del campo de estudio. Aportan el conocimiento
técnico necesario para definir las habilidades y conocimientos
esenciales.
Docentes Dada su experiencia práctica en el aula, los docentes
desempeñan un papel crucial. Aportan información sobre la
aplicabilidad de las competencias en situaciones de
enseñanza y aprendizaje, así como sobre la realidad del
entorno educativo.
Representantes Su participación es importante para asegurar que las
educativos competencias desarrolladas estén en sintonía con las
expectativas del mercado laboral. Esto garantiza que los
estudiantes adquieran habilidades que sean relevantes y
demandadas en el mundo profesional.
Estudiantes La inclusión de los estudiantes es vital para garantizar que la
currícula sea significativa y relevante para ellos. Su
participación proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo
las competencias pueden ser más efectivas y útiles en su
proceso de aprendizaje y en su preparación para el futuro.
Profesionales de la Aportan conocimientos pedagógicos y experiencia en diseño
educación de instrucción, contribuyendo a estructurar la currícula de
manera efectiva para facilitar el desarrollo de competencias
en los estudiantes.
Gestores Educativos Su participación es importante para alinear la currícula con
las políticas educativas institucionales y para proporcionar el
apoyo necesario para su implementación exitosa.
Fuente: Elaboración propia del grupo.
II.5. Comente si las universidades cumplen esa participación y cuál debe
ser la evidencia.
Las universidades han estado tradicionalmente refugiadas en currículos
centrados en contenidos y formas de enseñanza obsoletas. La formación
basada en competencias podría constituirse en el puente entre el paradigma
tradicional que depende de los créditos expresados en horas que miden el logro
de retención de contenidos en los estudiantes y la revolución en el aprendizaje
que mide sus resultados.
Las universidades probablemente describen muy bien lo que sus instituciones
entregan en términos de resultados de su gestión en diversos ámbitos, pero en
resultado de aprendizaje de sus estudiantes permanece en una zona oscura que
sin embargo se ha ido convirtiendo en un aspecto crucial de los resultados de
gestión universitaria.
En el mundo contemporáneo continuamos con el proceso de cambio del
paradigma tradicional en la educación formal y, por tanto, en la educación
universitaria. Durante muchas décadas se privilegió la enseñanza memorística y
repetitiva de conocimientos. Incluso ahora en el claustro universitario, todavía
existen profesores que buscan que el estudiante repita lo que ellos dicen, sin
comprender, sin relacionar la nueva información con sus conocimientos previos,
sin aplicarlos en la resolución de problemas de su campo de acción. Sin
embargo, las universidades están tomando nuevos retos ya sea por la presión
externa como la licenciatura de SUNEDU, que tienen una gran responsabilidad
de contar con docentes que cumplas con los requisitos para dictar clases,
implementación de tecnología que facilite el aprendizaje del estudiante
universitario; asimismo, en la actualidad en gran parte los docentes al iniciar
cada clase dan a conocer a sus alumnos el objetivo de cada clase y cuales
deberían ser los resultado; por otro lado, la programación de horas prácticas y
teorías que ayudan bastante al estudiante a mejorar sus capacidades
estudiantiles. En este marco, el aprendizaje es una construcción a partir de la
interacción social, donde cada persona descubre un significado único de lo que
aprende a través de experiencias directas y reales o simuladas, con
oportunidades para resolver problemas y planificar proyectos grupales que se
vinculan con los problemas de su entorno social, donde toma decisiones
consensuadas en equipo y también trabaja de forma creativa y autónoma para
lograr propósitos y aprende a valorar su esfuerzo personal y el esfuerzo de
todos, donde respeta las diferencias y sobre todo aprende a construir su
proyecto de vida, sintiéndose satisfecho de trabajar para transformar realidades
del desarrollo humano y social, y donde actúa con una dimensión ética, en la
búsqueda de su beneficio personal y del beneficio colectivo.
CONCLUSIONES
1. El desarrollo de un diseño curricular basado en competencias ha dado paso a
la mejor expresión de capacidades de los egresados de las instituciones
educativas, lo cual ha permitido un proceso de transición entre el término de la
formación profesional y la incorporación a la vida laboral. Así también, este
hecho ha dado paso perfeccionamiento de las destrezas y habilidades con la
práctica profesional, hasta llegar a estándares de competencias exigidas a un
profesional con experiencia.
2. La calidad de la educación se encuentra unida a procesos de construcción
crítica del individuo, mediante el desarrollo de competencias básicas y
especializadas, que junto a las demandas culturales y de producción
económica, ha dado paso a demandas crecientes de recursos humanos
competentes. Por tanto, las prácticas educativas hacen posible la
transformación de los procesos de socialización, construcción y desarrollo
social, potenciando la creatividad y favoreciendo la construcción colectiva del
conocimiento.
3. Actualmente, en las instituciones de educación superior, existe una inmensa
preocupación por responder de forma efectiva a los requerimientos de
profesionalización de las organizaciones empleadoras, y de la sociedad en
general, para lo cual se viene promoviendo una sociedad del conocimiento y
restructura de los diseños curriculares tradicionales y ajustándolos a la gestión
de la calidad. De ahí que la formación basada en competencias ha dado lugar
a un aprendizaje más activo, centrado en el estudiante y fundamentalmente
orientado a la práctica profesional.
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