Tarea 5
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Tarea 5
Los enlaces iónicos son uno de los tres tipos de enlaces químicos que existen,
junto a los enlaces covalentes y los enlaces metálicos. Los iónicos son los enlaces
más comunes que intervienen en la formación de compuestos inorgánicos.
Una vez que el elemento metal transfiere su electrón, adquiere una carga positiva,
esto es, se convierte en un catión (ión positivo). Por su parte, el no metal adquiere
una carga negativa al recibir el electrón y así se convierte en un anión (ión
negativo).
Las cargas positiva y negativa de los iones genera inmediatamente una fuerza de
atracción que los une. Así, se consolida un enlace iónico.
Por ejemplo, el sodio (Na) tiene un electrón de valencia en la última capa
electrónica, mientras que el cloro (Cl) tiene siete. Cuando el sodio y el cloro se
aproximan, el sodio cede su electrón al cloro. Este, suma entonces 8 electrones de
valencia.
Cuando el sodio pierde su electrón, gana una carga positiva y se convierte en un
catión. Cuando el cloro gana un electrón, se hace negativo y se convierte en un
anión.
Dado que las cargas positivas y negativas se atraen, ambos iones se unen
formando un enlace iónico. Este compuesto en particular, formado a partir de
enlaces iónicos, es cloruro de sodio (NaCl), nombre químico de la sal de mesa.
Los enlaces covalentes son más estables cuando son no polares, es decir,
cuando la electronegatividad de los átomos es similar.
Enlace metálico
Un enlace metálico es un enlace químico que mantiene unidos los átomos (unión
entre cationes y los electrones de valencia) de los metales entre sí. Estos átomos
se agrupan de forma muy cercana unos a otros, lo que produce estructuras muy
compactas. Se trata de redes tridimensionales que adquieren la estructura típica
de empaquetamiento compacto de esferas. En este tipo de estructura cada átomo
metálico está rodeado por otros doce átomos (seis en el mismo plano, tres por
encima y tres por debajo). Además, debido a la baja electronegatividad que
poseen los metales, los electrones de valencia son extraídos de sus orbitales y
tiene la capacidad de moverse libremente a través del compuesto metálico, lo que
otorga las propiedades eléctricas y térmicas de los metales.
2. Las conductividades térmicas y eléctricas son muy elevadas (esto se explica por
la enorme movilidad de sus electrones de valencia).
Los compuestos covalentes HF, H22O y NH3 tienen su punto de ebullición más
alto de lo que se esperaría para compuestos con hidrógeno y elementos de las
mismas familias; esto se puede explicar por sus fuerzas de atracción
intermolecular que son muy intensas debido a la presencia de los puentes de
hidrógeno.
Según la regla del octeto, los átomos son más estable cuando consiguen ocho
electrones en la capa de valencia, sean pares solitarios o compartidos mediante
enlace covalente. Sin embargo, hay algunas excepciones. Por ejemplo: el
hidrogeno tiene un solo orbital con solo un átomo formando un solo enlace. Los
átomos no metálicos a partir del tercer periodo pueden formar “octetos
expandidos” es decir, pueden contener más que ocho orbitales en su capa de
valencia.
Lewis enunció la regla del octeto al observar la manera en que se combinan entre
sí los elementos. Así, advirtió que todos intentan lograr la configuración estructural
del gas noble que tienen más cerca en la tabla periódica. En definitiva, indica que
dos átomos iguales, al enlazarse, desarrollan una organización específica. Al
constituirse el enlace por la compartición de los pares de electrones, cada átomo
adquiere la estructura de un gas noble. Así, ambos átomos se encontrarán
rodeados de ocho electrones en su última capa energética. Esta regla presenta
numerosas excepciones, pero sirve para predecir el comportamiento de muchas
sustancias. Concretamente, quedan exceptuados el oxígeno, el hidrógeno, el
nitrógeno, el carbono, el aluminio, el berilio, el boro, el flúor, el fósforo y el azufre
que se organizan de manera diferente para conseguir la estabilidad en sus
compuestos.
La estructura de Lewis:
En 1916, el químico Gilbert Newton Lewis ideó este modelo para explicar cómo los
átomos podían formar los enlaces químicos a través de los electrones de valencia
Los electrones de un átomo que pueden compartirse o transferirse a otro átomo se
les conoce como electrones de valencia. Estos se encuentran en el último nivel de
energía o capa de valencia y son los encargados de formar los enlaces químicos.