Tipos de Enlaces Químicos
Tipos de Enlaces Químicos
Tipos de Enlaces Químicos
Las teorías del enlace químico fueron promovidas por el químico americano
Gilbert N. Lewis. Él desarrolló un modelo llamado el modelo de Lewis para explicar
el tipo y la formación de los diferentes enlaces. El enlace químico es fundamental
para la química; explica cómo los átomos o iones se unen para formar moléculas.
Explica por qué algunos enlaces son fuertes y otros son débiles, o por qué un
enlace de carbono se une a dos oxígenos y no a tres; por qué el agua es H 2O y no
H4O.
Enlaces Iónicos
Los iones son átomos o moléculas que llevan una carga eléctrica. Un catión (un
ion positivo) se forma cuando un átomo neutro pierde uno o más electrones de su
capa de valencia, y un anión (un ion negativo) se forma cuando un átomo neutro
gana uno o más electrones en su capa de valencia. Los compuestos conformados
por iones se llaman compuestos iónicos (o sales), y sus iones constituyentes se
mantienen juntos por enlaces iónicos: Fuerzas electrostáticas de atracción entre
cationes y aniones con cargas opuestas.
Las propiedades de los compuestos iónicos arrojan algo de luz sobre la naturaleza
de los enlaces iónicos. Los sólidos iónicos presentan una estructura cristalina y
tienden a ser rígidos y quebradizos; también tienden a tener altos puntos de fusión
y ebullición, lo que sugiere que los enlaces iónicos son muy fuertes. Los sólidos
iónicos también son malos conductores de la electricidad por la misma razón: La
fuerza de los enlaces iónicos impide que los iones se muevan libremente en
estado sólido. Sin embargo, la mayoría de los sólidos iónicos se disuelven
fácilmente en agua. Una vez disueltos o fundidos, los compuestos iónicos son
excelentes conductores de electricidad y calor, ya que los iones pueden moverse
libremente.
Enlaces covalentes
Los átomos no metálicos frecuentemente forman enlaces covalentes con otros
átomos no metálicos. Los enlaces covalentes se forman cuando los electrones
son compartidos entre átomos y son atraídos por los núcleos de ambos átomos.
Si los átomos que forman un enlace covalente son idénticos, como en H 2, Cl2, y
otras moléculas diatómicas, entonces los electrones en el enlace deben ser
compartidos por igual. Esto se conoce como enlace covalente puro. Cuando los
átomos unidos por un enlace covalente son diferentes, los electrones del enlace
son compartidos, pero ya no por igual. En cambio, los electrones del enlace son
más atraídos a un átomo que por el otro, dando lugar a un cambio de densidad
electrónica hacia ese átomo. Esta distribución desigual de los electrones se
conoce como enlace covalente polar.
Los compuestos que contienen enlaces covalentes presentan propiedades físicas
diferentes a las de los compuestos iónicos. Debido a que la atracción entre
moléculas, que son eléctricamente neutras, es más débil que la que existe entre
los iones cargados eléctricamente, los compuestos covalentes generalmente
tienen puntos de fusión y ebullición mucho más bajos que los compuestos iónicos.
Además, mientras que los compuestos iónicos son buenos conductores de la
electricidad cuando se disuelven en el agua, la mayoría de los compuestos
covalentes son insolubles en agua; ya que son eléctricamente neutros, son malos
conductores de la electricidad en cualquier estado.
Enlaces metálicos
Los enlaces metálicos se forman entre dos átomos de metal. Paul Dr&uumml;de
ha desarrollado un modelo simplificado para describir el enlace metálico llamado
'Modelo del mar de electrones'. Basado en las bajas energías de ionización de los
metales, el modelo establece que los átomos de metal pierden fácilmente sus
electrones de valencia y se convierten en cationes. Estos electrones de valencia
crean un grupo de electrones deslocalizados alrededor de los cationes sobre todo
el metal.
Los sólidos metálicos, como los cristales de cobre, aluminio y hierro, están
formados por átomos metálicos, y todos presentan alta conductividad térmica y
eléctrica, brillo metálico y maleabilidad. Muchos son muy duros y bastante fuertes.
Debido a su maleabilidad (la capacidad de deformarse bajo presión o martilleo) no
se rompen y, por lo tanto, son materiales de construcción útiles. Los puntos de
fusión de los metales varían ampliamente. El mercurio es un líquido a temperatura
ambiente y los metales alcalinos se funden por debajo de 200 °C. Varios metales
post transicionales también tienen puntos de fusión bajos, mientras que los
metales de transición se funden a temperaturas superiores a 1000 °C. Estas
diferencias reflejan diferencias en la fuerza del enlace metálico entre los metales.
Sólidos metálicos
El modelo del mar de electrones tiene en cuenta varias propiedades metálicas,
incluyendo la alta conductividad térmica y eléctrica, el brillo metálico, la ductilidad
y la maleabilidad. Los electrones deslocalizados pueden conducir tanto
electricidad como calor de un extremo del metal a otro con baja resistencia. El
enlace metálico no está entre dos átomos de metal específicos, sino entre los
iones de metal y muchos electrones deslocalizados, permitiendo que los metales
se deformen bajo presión y calor sin destruirse ni romperse. Diferentes metales,
como el hierro, el mercurio o el cobre, difieren en sus propiedades físicas,
reflejando la diferencia en la fuerza del enlace metálico entre los metales.
Los sólidos metálicos, como los cristales de cobre, aluminio y hierro, están
formados por átomos metálicos: Todos presentan alta conductividad térmica y
eléctrica, brillo metálico y maleabilidad. Muchos son muy duros y bastante fuertes.
Debido a su maleabilidad (la capacidad de deformarse bajo presión o martilleo), no
se rompen y, por lo tanto, forman materiales de construcción útiles. Los puntos de
fusión de los metales varían ampliamente. El mercurio es un líquido a temperatura
ambiente y los metales alcalinos se funden por debajo de 200 °C. Varios metales
post transicionales también tienen puntos de fusión bajos, mientras que los
metales de transición se funden a temperaturas superiores a 1000 °C. Estas
diferencias reflejan diferencias en la fuerza del enlace meta
Estequiometría
El campo de estudio que examinaremos se denomina estequiometría, palabra
derivada del griego stoicheion (“elemento”) y metron (“medida”). La estequiometría
es una herramienta indispensable en química. Problemas tan diversos como medir
la concentración de ozono en la atmósfera, determinar el rendimiento potencial de
oro de una mena y evaluar diferentes procesos para convertir carbón en
combustibles gaseosos implican aspectos de estequiometría. La estequiometría
se basa en el entendimiento de las masas atómicas (Sección 2.4) y en un principio
fundamental, la ley de conservación de la masa: la masa total de todas las
sustancias presentes después de una reacción química es la misma que la masa
total antes de la reacción. Un científico francés, miembro de la nobleza, llamado
Antoine Lavoisier (Figura 3.1 ») descubrió esta importante ley de la química a fines
del siglo XVI. En un libro de texto de química publicado en 1789, Lavoisier
planteaba la ley de esta elocuente manera: “Podemos asentar como axioma
incontrovertible que, en todas las operaciones del arte y la naturaleza, nada se
crea; existe una cantidad igual de materia tanto antes como después del
experimento.” Con el advenimiento de la teoría atómica, los químicos comenzaron
a entender las bases de la ley de conservación de la masa: los átomos no se crean
ni se destruyen durante una reacción química. La misma colección de átomos está
presente antes y después de una reacción. Los cambios que ocurren durante
cualquier reacción simplemente reacomodan a los átomos. Iniciaremos nuestro
tratamiento del tema de este capítulo viendo cómo se usan las fórmulas y
ecuaciones químicas para representar los reacomodos de los átomos que tienen
lugar en las reacciones química
Propiedades electrolíticas
Imagine que prepara dos disoluciones acuosas, una disolviendo una cucharadita
de sal de mesa (cloruro de sodio) en un vaso de agua, y la otra disolviendo una
cucharadita de azúcar (sacarosa) en un vaso de agua. Ambas disoluciones son
transparentes e incoloras. ¿En qué difieren? Una diferencia, que tal vez no sea
inmediatamente obvia, está en su conductividad eléctrica: la disolución de sal es
un buen conductor de la electricidad, pero la disolución de azúcar no lo es. El que
una disolución conduzca o no la electricidad puede determinarse empleando un
dispositivo como el que se muestra en la figura 4.2 ¥. Para encender la bombilla,
debe fluir una corriente eléctrica entre los dos electrodos que están sumergidos en
la disolución. Aunque el agua en sí es mal conductor de la electricidad, la
presencia de iones hace que las disoluciones acuosas se conviertan en buenos
conductores. Los iones transportan carga eléctrica de un electrodo a otro,
cerrando el circuito eléctrico. Así, la conductividad de las disoluciones de NaCl se
puede atribuir a la presencia de iones en la disolución, y la falta de conductividad
de las disoluciones de sacarosa indica la ausencia de iones. Cuando el NaCl se
disuelve en agua, la disolución contiene iones Na y Cl, ambos rodeados por
moléculas de agua. Cuando la sacarosa (C12H22O11) se disuelve en agua, la
disolución sólo contiene moléculas neutras de sacarosa rodeadas por moléculas
de agua. Una sustancia (como el NaCl) cuyas disoluciones acuosas contienen
iones, y por tanto conducen la electricidad, se denomina electrólito. Una sustancia
(como C12H22O11) que no forma iones en disolución se denomina no electrólito.
La diferencia entre NaCl y C12H22O11 se debe en gran medida al hecho de que
NaCl es un compuesto iónico, en tanto que C12H22O11 es molecular.
Electrólitos fuertes y débiles
Hay dos categorías de electrólitos, electrólitos fuertes y electrólitos débiles, que
difieren en el grado en que conducen la electricidad. Los electrólitos fuertes son
aquellos solutos que existen en disolución exclusivamente (o casi exclusivamente)
como iones. Prácticamente todos los compuestos iónicos solubles (como NaCl) y
unos cuantos compuestos moleculares (como HCl) son electrólitos fuertes. Los
electrólitos débiles son aquellos solutos que existen en disolución principalmente
en forma de moléculas, aunque hay una pequeña fracción que está en forma de
iones. Por ejemplo, en una disolución de ácido acético (HC2H3O2) la mayor parte
del soluto está presente como moléculas de HC2H3O2; sólo una pequeña fracción
(cerca del 1%) del HC2H3O2 está presente como iones H(ac) y C2H3O2 (ac).
Debemos tener cuidado de no confundir el grado en el que un electrólito se
disuelve con su calidad de fuerte o débil. Por ejemplo, el HC2H3O2 es
extremadamente soluble en agua pero es un electrólito débil. En contraste, el
Ba(OH)2 no es muy soluble, pero la cantidad de la sustancia que sí se disuelve se
disocia casi totalmente, así que el Ba(OH)2 es un electrólito fuerte. Cuando un
electrólito débil, como el ácido acético, se ioniza en disolución, escribimos la
reacción de la siguiente manera: [4.2] La doble flecha implica que la reacción es
significativa en ambas direcciones. En cualquier momento dado algunas
moléculas de HC2H3O2 se están ionizando para formar H y C2H3O2 . Al mismo
tiempo iones H y C2H3O2 se están recombinando para formar HC2H3O2. El
equilibrio entre estos procesos opuestos determina las concentraciones relativas
de iones y moléculas neutras. Este balance produce un estado de equilibrio
químico que varía para los diferentes electrólitos débiles. Los equilibrios químicos
son extremadamente importantes, y dedicaremos los capítulos 15 a 17 a
examinarlos a fondo. Los químicos emplean una flecha doble para representar la
ionización de los electrólitos débiles y una flecha sencilla para representar la
ionización de los electrólitos fuertes. Dado que el HCl es un electrólito fuerte,
escribimos la ecuación para la ionización del HCl como sigue: [4.3] La flecha
sencilla indica que los iones H y Cl no muestran tendencia a recombinarse en agua
para formar moléculas de HCl. En las secciones que siguen comenzaremos a
examinar más de cerca la forma en que podemos utilizar la composición de un
compuesto para predecir si se trata de un electrólito fuerte, un electrólito débil o un
no electrólito. Por el momento, lo importante es recordar que los compuestos
iónicos solubles son electrólitos fuertes. Identificamos los compuestos iónicos
porque constan de metales y no metales [como NaCl, FeSO4 y Al(NO3)3] o
contienen el ion amonio, NH4 [como NH4Br y (NH4)2CO3]. EJERCICIO TIPO 4.1 El
diagrama de la izquierda representa una disolución acuosa de uno de los
compuestos siguientes: MgCl2, KCl o K2SO4. ¿Cuál disolución es la que mejor
representa? Solución El diagrama muestra el doble de cationes que de aniones, lo
cual es congruente con la fórmula del K2SO4. EJERCICIO DE APLICACIÓN Si
tuviera que dibujar diagramas (como el de la izquierda) para representar
disoluciones acuosas de cada uno de los compuestos iónicos siguientes, ¿cuántos
aniones dibujaría si el diagrama incluyera seis cationes? (a) NiSO4; (b) Ca(NO3)2;
(c) Na3PO4; (d) Al2(SO4)3. Respuestas: (a) 6; (b) 12; (c) 2; (d) 9 HCl(ac) ¡ H+(ac) +
Cl-(ac) HC2H3O2(ac) Δ H+(ac) + C2H3O2 -(ac)
Solución Análisis: Nos dan la concentración del compuesto iónico empleado para
preparar la disolución y nos piden determinar las concentraciones de los iones en
la disolución.
EJERCICIOS
4.62
(a) ¿Cómo prepararía 100.0 mL de una disolución 0.200 M de AgNO3 a partir de
soluto puro?
(b) Suponga que requiere 250 mL de una disolución 1.0 M de HNO3 para un
experimento y sólo cuenta con un frasco de HNO3 6.0 M. ¿Cómo prepararía la
disolución que necesita?
4.63 El ácido acético puro, conocido como ácido acético glacial, es un líquido con
una densidad de 1.049 g/mL a 25ºC. Calcule la molaridad de una disolución de
ácido acético que se preparó disolviendo 20.00 mL de ácido acético glacial a 25ºC
en suficiente agua para obtener 250.0 mL de disolución.
4.65 ¿Qué masa de NaCl se requiere para precipitar todos los iones plata de 20.0
mL de una disolución 0.100 M de AgNO3?
4.66 ¿Qué masa de NaOH se requiere para precipitar todos los iones Fe2 de 25.0
mL de una disolución 0.500 M de Fe(NO3)2?
4.68
(c) Si se necesitan 55.8 mL de una disolución de BaCl2 para precipitar todo el ion
sulfato de una muestra de 752 mg de Na2SO4, ¿qué molaridad tiene la disolución?
(d) Si se requieren 42.7 mL de una disolución 0.208 M de HCl para neutralizar una
disolución de Ca(OH)2, ¿cuántos gramos de Ca(OH)2 hay en la disolución?
4.70 El olor característico del vinagre se debe al ácido acético, HC2H3O2. Este
ácido reacciona con hidróxido de sodio como sigue: Na2SO4(ac) + 2H2O(l) +
2CO2(g) 2NaHCO3(s) + H2SO4(ac) ¡ Si 2.50 mL de vinagre requieren 35.5 mL de
NaOH 0.102 M para alcanzar el punto de equivalencia en una titulación, ¿cuántos
gramos de ácido acético hay en una muestra de 1.00 ct (un cuarto de galón) de
este vinagre?
(e) ¿Qué concentración tiene cada uno de los iones que permanecen en
disolución?
(a) Escriba una ecuación balanceada para la reacción que se da entre los solutos.
4.76 Una muestra de 1.452 g de piedra caliza se pulveriza y luego se trata con
25.00 mL de una disolución 1.035 M de HCl. Después, se requirió 15.25 mL de
NaOH 0.1010 M para
4.77 La foto muestra la reacción entre una disolución de Cd(NO3)2 y una de Na2S.
Determine la identidad del precipitado. ¿Qué iones permanecen en disolución?
Escriba la ecuación iónica neta de la reacción.
4.78 Suponga que tiene una disolución que podría contener cualesquiera de los
cationes siguientes, o todos: Ni2, Ag, Sr2 y Mn2. La adición de HCl hace que se
forme un precipitado. Después de separar el precipitado por filtración, se agrega
disolución de H2SO4 al filtrado y se forma otro precipitado. Éste se separa por
filtración y se agrega una disolución de NaOH al filtrado. No se observa
precipitado. ¿Cuáles iones están presentes en cada uno de los precipitados? ¿Cuál
de los cuatro iones mencionados no podría haber estado en la disolución original?
4.99 Una mezcla contiene 89.0% de NaCl, 1.5% de MgCl2 y 8.5% de Na2SO4 en
masa. ¿Qué molaridad tienen los iones Cl en una disolución que se forma
disolviendo 7.50 g de la mezcla en suficiente agua para tener 500.0 mL de
disolución?