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Quién Soy Yo

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¿Quién soy yo?

Responder a «¿quién soy?» en una entrevista o en una cita


Aristóteles: «Conocerse a sí mismo es el principio de toda sabiduría».

Contenido
 ¿Por qué es difícil responder a la pregunta: quién soy yo?
 Respuestas de ejemplo de «Quién soy yo» para la autorreflexión
o 1) ¿Qué me ilumina?
o 2) ¿Qué me drena?
o 3) ¿Cuáles son las cosas más importantes para mí en la vida?
o 4) ¿Quiénes son las personas más importantes para mí en la vida?
o 5) ¿Qué me estresa?
o 6) ¿Cuál es mi definición de éxito?
o 7) ¿Qué me hace enfadar?
o 8) ¿Qué me hace salir de la cama por la mañana?
o 9) ¿Qué me relaja?
o 10) ¿Qué me produce alegría?
o 11) ¿Qué me asusta?
o 12) ¿Qué me da curiosidad?
o 13) ¿Cuáles son mis fracasos?
o 14) ¿Qué me quita el sueño?
o 15) ¿Qué me decepciona?
o 16) ¿Cuáles son mis inseguridades?
o 17) ¿Qué quiero aprender?
o 18) ¿Qué es lo que más respeto de mí mismo?
o 19) ¿De qué me arrepiento?
o 20) ¿En qué soy bueno?
o 21) ¿En qué soy malo?
o 22) ¿Cuáles son mis creencias sobre mí mismo?
o 23) ¿Cuáles son mis heridas y dolores del pasado?
o 24) ¿Cuáles son mis hábitos?
o 25) ¿Qué envidio?
 «Respuesta espiritual a «¿Quién soy yo?
¿Por qué es difícil responder a la pregunta: quién soy yo?

«¿Quién soy yo?» es la forma en que nos vemos y definimos a nosotros


mismos. Crea nuestra identidad y, a su vez, nuestra realidad.

Soy mi nombre, soy mi trabajo, soy mis relaciones, soy mi red de


contactos, soy mi sexualidad, soy mis afiliaciones, soy mis aficiones.
Todas estas son etiquetas que puedes utilizar para describirte a ti mismo.
Aunque muchas dan pistas e indicios de quién eres, siguen siendo
limitadas.

Una de las razones por las que responder a «Quién soy» es tan
complicado es porque los papeles sociales que desempeñas en la vida -
como contable, hermano, padre, hombre heterosexual, etc.- no llegan al
corazón de lo que realmente eres. Tampoco lo hace la simple
enumeración de tus intereses o aficiones.

Puede que seas un ciclista entusiasta, que te gusten los crucigramas y


ver anime. Aunque eso puede darte a ti y a los demás una imagen de ti,
está claro que eres mucho más.

Si busca el autoconocimiento, o incluso conversaciones más


interesantes, lo realmente jugoso suele vivir bajo la superficie.

Más allá de las categorías mundanas en las que nos colocamos está lo
que nos hace funcionar de verdad.

Suele ser un conjunto de nuestros intereses, experiencias,


características, elecciones, valores y creencias que nos muestran
quiénes somos.

Entender estas cosas sobre nosotros mismos es lo que nos ayuda a


comprender la complejidad de nuestra identidad.

Respuestas de ejemplo de «Quién soy yo» para la autorreflexión

1) ¿Qué me ilumina?

Averiguar qué es lo que te ilumina es quizás la clave para averiguar tu


propósito en la vida.

«El misterio de la existencia humana no consiste sólo en seguir


vivo, sino en encontrar algo por lo que vivir». – Fiódor
Dostoyevski
¿Qué tipo de trabajo también haría gratis? ¿A qué le dedicas horas y el
tiempo se te pasa volando? Las cosas que nos iluminan son
increíblemente únicas para ti.

2) ¿Qué me drena?

Hay todo tipo de cosas que pueden drenar tu energía, ya sean malos
hábitos como revisar el teléfono a las 2 de la madrugada cuando
deberías estar durmiendo, o tomarte todo como algo personal cuando
sabes que tienes que dejarlo pasar.

Descubrir las personas y las cosas que nos quitan la energía arroja luz
sobre quiénes somos y nos ayuda a identificar lo que tenemos que dejar
de lado.

3) ¿Cuáles son las cosas más importantes para mí en la vida?

Preguntarse qué es lo más importante para ti te ayuda a descubrir tus


valores.

A veces no es hasta que te tomas el tiempo para aclarar lo que más te


importa que ves dónde tus palabras y acciones no están coincidiendo.

Muchas veces lo que decimos que es importante no se refleja en dónde


ponemos nuestro tiempo y esfuerzo.

Tus valores deberían determinar tus prioridades, que luego se convierten


en una medida de si la vida está resultando como quieres.

Muchas veces, cuando nos sentimos frustrados, atascados o infelices,


descubrimos que no estamos viviendo según nuestros valores.

4) ¿Quiénes son las personas más importantes para mí en la vida?

Uno de los mayores espejos que tenemos en la vida son las relaciones
que creamos. Lo que eres es, en cierta medida, un esfuerzo de
colaboración entre tú y las innumerables personas que conoces.
Ha sido moldeada por los padres que te han criado, las personas que te
han querido y las que te han hecho daño también.

Las relaciones moldean quiénes somos, a dónde pertenecemos y qué


dejaremos atrás.

5) ¿Qué me estresa?

El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo a la presión. Precisamente


por eso puede decirnos mucho sobre nosotros mismos.

Puede desencadenarse cuando nos enfrentamos a algo nuevo, a algo


imprevisto, cuando nos sentimos fuera de control o cuando algo
amenaza nuestro sentido de identidad.

Incluso la forma en que manejamos el estrés dice mucho de nosotros.


Según la Facultad de Medicina de Yale, el estrés se remonta a los
orígenes de la humanidad, pero todos lo experimentamos de forma
diferente:

«En general, las mujeres son más propensas a pensar y hablar


sobre lo que les causa estrés. Las mujeres también son más
propensas a buscar apoyo en otras personas y a tratar de
entender las fuentes de su estrés. Los hombres suelen responder
al estrés mediante la distracción. Y los hombres suelen realizar
actividades físicas que pueden ofrecer una vía de escape para no
pensar en una situación estresante.»

6) ¿Cuál es mi definición de éxito?

¿Quién no quiere tener éxito en la vida, pero qué es exactamente el


éxito?

Para algunos, tener éxito puede ser el dinero, la fama o el


reconocimiento. Para otros, el legado del éxito tiene que ver más con el
impacto que quieren causar en el mundo o con ayudar a los demás.

El éxito no siempre tiene que ver con las mayores ganancias, ya que
algunos de los éxitos más gratificantes de la vida provienen de
actividades más humildes: formar una familia, cultivar relaciones
afectivas, vivir una vida equilibrada.

Encontrar la plenitud del éxito significa perseguir tu propia definición del


mismo, no la de otros.

7) ¿Qué me hace enfadar?

El enfado no es del todo malo. En lugar de intentar esconderla bajo la


alfombra, lo que realmente nos enfada tiene mucho que decirnos.

Hay muchas ocasiones en las que la ira es poderosa. Da fuerza y valor


para defender las cosas en las que se cree. Pone de manifiesto los
comportamientos y las causas sociales que nos preocupan.

Descubrir qué es lo que te enfada puede darte pistas sobre lo que más te
apasiona.

8) ¿Qué me hace salir de la cama por la mañana?

Aparte de la alarma que se repite durante media hora seguida de un


galón de café, ¿Qué te hace salir de la cama por la mañana?

Averiguar qué te motiva es la piedra angular del éxito y el propósito. Al


igual que el éxito, cuando intentas seguir la versión de otra persona, no
durará mucho.

Como dice el autor de «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva»,


Stephen Covey «La motivación es un fuego interior. Si otra persona
intenta encender ese fuego debajo de ti, lo más probable es que arda
muy brevemente».

9) ¿Qué me relaja?

Si todo el mundo es propenso al estrés, entonces todo el mundo necesita


saber cómo desestresarse también.

Especialmente en la era digital, relajarse es a menudo más fácil de decir


que de hacer. Muchos de nosotros hemos olvidado cómo desconectar de
verdad, y los expertos sugieren que por eso pasamos tanto tiempo
pegados a una pantalla.

El psicoanalista David Morgan, en declaraciones al periódico The


Guardian, afirma: «La gente se ha acostumbrado tanto a mirar a la
pantalla como a la vida cotidiana:

«La gente se ha acostumbrado tanto a buscar la distracción que, en


realidad, no soporta una tarde consigo misma. Es una forma de no verse
a sí mismo, porque para tener conocimiento de uno mismo se necesita
espacio mental, y todas estas técnicas de distracción se utilizan como
una forma de evitar acercarse al yo».

10) ¿Qué me produce alegría?

¿Alguna vez has tenido la sensación de que averiguar exactamente qué


te hace feliz en la vida es tan complicado como intentar averiguar quién
eres?

La psicoterapeuta Linda Esposito dice que una de las razones por las
que la felicidad es tan difícil es que a menudo nos equivocamos.

Creemos que la vida consiste en sentirse siempre bien y por eso


hacemos desesperadamente todo lo posible para evitar el sufrimiento
mientras perseguimos recompensas y validación externas.

«Seguro que experimentamos momentos de alegría y recuerdos


dichosos, pero la vida consiste en el viaje y en disfrutar de las etapas del
camino».

11) ¿Qué me asusta?

Las cosas que más nos asustan son las grandes señales luminosas para
nuestra psique interior.

Las montañas rusas, las drogas y acercarse mucho a alguien son


algunas de las mías. Todas ellas tienen una gran cosa en común:
desencadenan mi miedo a perder el control.
Si te aterroriza hablar en público, probablemente seas una persona que
complace a la gente con tendencias perfeccionistas. Si tienes miedo a la
oscuridad, según las investigaciones, puede que seas más creativo e
imaginativo.

Tus mayores miedos son un reflejo de tu personalidad.

12) ¿Qué me da curiosidad?

Otra miga importante que hay que seguir en cualquier camino hacia el
propósito en la vida es esa pequeña chispa de curiosidad que hay en tu
interior.

Uno de los rasgos más singulares del ser humano, que ha sido crucial
para nuestra evolución como especie, es la capacidad de aprender
durante toda la vida.

Este rasgo infantil de la curiosidad, conocido como neotenia en el mundo


de la ciencia, nos ayuda a avanzar mediante la exploración.

Como escribe el psicólogo y científico cognitivo Tom Stafford, «la


evolución nos convirtió en las máquinas de aprendizaje definitivas, y las
máquinas de aprendizaje definitivas necesitan ser engrasadas por la
curiosidad».

13) ¿Cuáles son mis fracasos?

Probablemente todos hemos oído el dicho de que «el fracaso es la


retroalimentación». Nuestros mayores fracasos pueden ser
simultáneamente nuestras mayores decepciones y nuestras mayores
oportunidades.

El fracaso puede causar sufrimiento a corto plazo, pero si se afronta de


forma saludable, el fracaso nos permite aprender de una forma que, en
última instancia, contribuye a nuestras victorias en la vida.

El mundo está lleno de personas que se negaron a definirse por sus


fracasos y, en cambio, utilizaron los fracasos del pasado para alimentar
el éxito.
14) ¿Qué me quita el sueño?

Lo que nos mantiene despiertos por la noche nos ofrece una visión de los
cambios que podemos necesitar hacer, aunque sólo sea dejar de tomar
cafeína después de las 5 de la tarde.

Tanto si se trata de sueños diurnos de otra vida (dejar el trabajo de 9 a 5,


mudarse de país, encontrar el amor) como de las preocupaciones que
nos hacen dar vueltas en la cama sin poder desconectar.

Las horas de la noche, cuando está oscuro y tranquilo, pueden decirnos


mucho sobre quiénes somos.

15) ¿Qué me decepciona?

La forma en que manejamos la decepción a menudo se reduce a cómo


gestionamos nuestras expectativas. Ocurre cuando nuestras esperanzas
y expectativas sobre una situación no coinciden con la realidad.

Algunas personas intentan evitar la decepción convirtiéndose en


personas que no rinden lo suficiente, mientras que otras intentan evitarla
mediante lo contrario, es decir, rindiendo demasiado.

Las decepciones que sentimos son señales de nuestros mayores


deseos, así como de nuestras creencias sobre nosotros mismos y otras
personas.

16) ¿Cuáles son mis inseguridades?

Todo el mundo se siente inseguro de vez en cuando. Una encuesta


reveló que el 60 por ciento de las mujeres experimentan pensamientos
hirientes y autocríticos semanalmente.

Nuestras inseguridades tienden a ser moldeadas por nuestra «voz


interior crítica».

Según la Dra. Lisa Firestone, coautora de «Conquista tu voz interior


crítica»:
«La voz interior crítica se forma a partir de experiencias vitales
tempranas y dolorosas en las que presenciamos o
experimentamos actitudes hirientes hacia nosotros o hacia
nuestros allegados. A medida que crecemos, adoptamos e
integramos inconscientemente este patrón de pensamientos
destructivos hacia nosotros mismos y hacia los demás.»

17) ¿Qué quiero aprender?

Los innumerables cierres por la pandemia de coronavirus nos hicieron


reflexionar a muchos sobre cómo empleamos nuestro tiempo y cómo
podemos utilizarlo para mejorar.

Los que aprenden sin cesar en la vida suelen ser los más exitosos y
felices. Una mentalidad de crecimiento ve todo como una oportunidad
para crecer.

El aprendizaje permanente crea la flexibilidad mental que nos ayuda a


adaptarnos y prosperar.

18) ¿Qué es lo que más respeto de mí mismo?

El respeto por uno mismo consiste en tratarse como uno quiere que los
demás le traten.

El respeto que sentimos hacia nosotros mismos son las cualidades, los
logros y las áreas de la vida en las que nos tenemos más estima.

Es un sentimiento de admiración por todo lo bueno o valioso que ves en


ti mismo.

19) ¿De qué me arrepiento?

Los arrepentimientos pueden formarnos o rompernos.

Una investigación descubrió que también es cierto lo que dicen, es más


probable que te arrepientas de algo que no hiciste que de algo que
hiciste. Los resultados mostraron que los arrepentimientos por inacción
duraban más que los arrepentimientos por acción.
También se demostró que la mayoría de nuestros arrepentimientos
tienden a provenir del romance más que de otras áreas de la vida. Así
que parece que tal vez seamos nosotros los que nos arrepentimos en el
amor. Aunque el arrepentimiento puede parecer inútil, sentirlo nos
permite tomar decisiones diferentes (potencialmente mejores) en el
futuro.

20) ¿En qué soy bueno?

Hay muchas pistas ocultas en las cosas para las que pareces tener una
aptitud natural que pueden ayudarte a mostrar quién eres.

Algunos tienen un don para la comunicación, un don para los números,


una vena creativa o una mente analítica.

Echar un vistazo a tus logros anteriores, preguntarte qué es lo que más


te gusta hacer y probar cosas nuevas ayuda a revelar tus talentos y
puntos fuertes.

21) ¿En qué soy malo?

Al igual que cada yin tiene un yang, cada persona está destinada a tener
puntos fuertes y débiles.

Es tentador dejar de lado rápidamente las cosas en las que sentimos que
no somos buenos. Pero cuando envolvemos nuestra identidad
únicamente en lo que se nos da bien, nuestra identidad puede empezar a
definirse por nuestras habilidades.

En lo que se nos da mal es a veces donde descubrimos lo que hemos


estado esquivando en la vida. Pero preguntarse qué podríamos hacer
para mejorar puede ayudar a superar tu zona de confort y ponerte en una
mentalidad de crecimiento.

22) ¿Cuáles son mis creencias sobre mí mismo?

Tus creencias dan forma a tu realidad de varias maneras.


Lo que crees que eres es poderoso. En un nivel fundamental, tus
creencias crean tu comportamiento. Como se señala en Psychology
Today:

«Las investigaciones sugieren que mientras que la culpa (sentir


que has hecho algo malo) puede motivar la superación personal,
la vergüenza (sentir que eres una mala persona), tiende a crear
una profecía autocumplida, reduciendo la esperanza y socavando
los esfuerzos por cambiar. Por la misma razón, algunas pruebas
sugieren que elogiar el carácter, en contraposición al
comportamiento, es un medio más eficaz para promover
conductas positivas.»

23) ¿Cuáles son mis heridas y dolores del pasado?

Las decisiones que tomamos para nosotros mismos suelen estar


influidas por nuestro pasado. Cuando hacemos juicios sanos, podemos
utilizar nuestro dolor como marcador de lo que no queremos en nuestra
vida.

Pero cuando la reflexión se convierte en rumiar las experiencias


negativas del pasado, podemos empezar a sentirnos atascados y a
definirnos en función de las cosas malas que nos han sucedido.

24) ¿Cuáles son mis hábitos?

La investigadora de la felicidad y autora Gretchin Rubin dice que

«Los hábitos forman parte de tu identidad. Cambiarlos significa


cambiar una parte fundamental de lo que somos».

«Los hábitos son la arquitectura invisible de nuestras vidas.


Repetimos cerca del 40 por ciento de nuestro comportamiento
casi a diario, por lo que nuestros hábitos dan forma a nuestra
existencia y a nuestro futuro, tanto bueno como malo.»
25) ¿Qué envidio?

¿Le gustaría poder decir «domino el francés», «soy un viajero del


mundo» o «soy un gran cocinero»?

Las cosas que envidiamos de los demás y que desearíamos tener o ser
nosotros mismos nos dan grandes pistas hacia nuestros deseos. Nos
ayudan a fijar objetivos.

Una de las mejores cosas del «yo soy» es que no está grabado en
piedra, y puedes crecer y cambiarlo para incorporar lo que quieras ser.

«Respuesta espiritual a «¿Quién soy yo?»

Hemos visto lo difícil que es responder psicológicamente a «¿Quién soy


yo?», sobre todo porque nuestra identidad es un proceso continuo y no
algo estático.

Pero a cierto nivel, «¿Quién soy yo?» es una pregunta tan importante
como «¿Existe Dios?» o «¿Cuál es el sentido de la vida?».

La mayoría de las personas del mundo tienen alguna forma de creencia


espiritual. Por eso, para muchas personas, no se trata sólo de una
pregunta psicológica que hay que responder, sino también espiritual.

En contraste con el autoconocimiento a nivel psicológico, muchos


maestros espirituales dicen que la clave para descubrir quién eres a nivel
espiritual reside en despojarte de lo que percibes que eres.

En su libro «El fin de tu mundo», Adyashanti define el encuentro con el


verdadero yo como un desprendimiento del propio concepto del yo.

«En ese instante (el despertar), todo el sentido del «yo»


desaparece. La forma de percibir el mundo cambia de repente, y
se encuentran sin ningún sentido de separación entre ellos y el
resto del mundo.
«Es este anhelo el que subyace a toda búsqueda espiritual:
descubrir por nosotros mismos lo que ya intuimos que es verdad:
que hay más en la vida de lo que percibimos actualmente».

En un sentido espiritual, la propia noción de estar separado del todo es


una ilusión que hay que superar.

«Nos damos cuenta -a menudo de forma bastante repentina- de


que nuestro sentido del yo, que se ha formado y construido a
partir de nuestras ideas, creencias e imágenes, no es realmente
lo que somos. No nos define; no tiene centro. El ego puede existir
como una serie de pensamientos, creencias, acciones y
reacciones pasajeras, pero en sí mismo no tiene identidad. En
última instancia, todas las imágenes que tenemos sobre nosotros
mismos y el mundo no son más que una resistencia a las cosas
tal y como son. Lo que llamamos ego es simplemente el
mecanismo que utiliza nuestra mente para resistirse a la vida tal y
como es. En ese sentido, el ego no es una cosa sino un verbo. Es
la resistencia a lo que es. Es el alejamiento o la atracción hacia lo
que es. Este impulso, este aferrarse y rechazar, es lo que forma
un sentido de un yo que es distinto, o separado, del mundo que
nos rodea».

Tal vez cualquier verdad espiritual sobre la naturaleza de lo que somos


está destinada a permanecer rodeada de misterio. En palabras del poeta
místico del siglo XIV Hafez:

«Tengo mil mentiras brillantes

para la pregunta:

¿Cómo estás?

Tengo mil mentiras brillantes

Para la pregunta:
¿Qué es Dios?

Si crees que la Verdad puede ser conocida

A partir de las palabras,

Si crees que el Sol y el Océano

Pueden pasar a través de esa pequeña abertura Llamada boca,

¡Oh, alguien debería empezar a reír!

Alguien debería empezar a reírse salvajemente «¡Ahora!»

Condensar en palabras la enormidad de todo un Universo es sin duda


una tarea imposible.

La indagación ¿Quién soy yo? es una exploración profunda que muchos


se plantean en diferentes etapas de la vida. Es una pregunta que invita a
la introspección y al descubrimiento personal. Encarar esta cuestión
puede desencadenar un viaje de autoconocimiento, donde cada individuo
tiene la oportunidad de entenderse mejor, aceptarse y definirse.

Responder a la interrogante de quien soy respuesta es un ejercicio que


requiere sinceridad y valentía. No hay una respuesta única, ya que cada
persona es un universo en sí misma con una identidad que se va
moldeando con el tiempo y las experiencias. La respuesta a esta
pregunta puede brindar claridad sobre lo que valoramos, lo que
deseamos en la vida y lo que nos define como individuos.

Al enfrentarse a la pregunta ¿quién soy?, es útil tener en cuenta que no


hay respuestas incorrectas. La manera de abordar esta cuestión puede
variar enormemente de una persona a otra. Algunos pueden encontrar
respuesta a través de sus roles en la vida, como ser padre/madre,
profesional, o amigo/a, mientras que otros pueden descubrirse a través
de sus pasiones, valores o creencias.

Un quien soy ejemplo podría ser alguien que se define a través de su


profesión, de sus logros, de sus relaciones o de su crecimiento personal.
Pero es importante recordar que, al final del día, somos seres complejos
y multidimensionales, y nuestra identidad no se limita a una sola faceta.
La respuesta a esta pregunta puede evolucionar y expandirse a medida
que continuamos explorando y aprendiendo sobre nosotros mismos.

La pregunta ¿Qué soy? o ¿Qué responder a quien soy? puede abrir


puertas hacia una comprensión más profunda de nuestra esencia y
propósito. Es un paso valioso en el camino hacia la autorealización y una
vida llena de significado y satisfacción. Con cada respuesta, nos
acercamos más a entender nuestra unicidad y el valor que aportamos al
mundo.

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