Etiqueta y Protocolo
Etiqueta y Protocolo
Etiqueta y Protocolo
¿Qué es la etiqueta?
¿Qué es el protocolo?
Se trata de reglas estrictas que deben seguirse de forma precisa. Ese ordenamiento reglado
depende de aspectos como la naturaleza del evento (militar, diplomático, social…), la
existencia de jerarquías, o el motivo concreto de la presencia de cada asistente.
protocolo social:
El protocolo social es aquel que nos ayuda a saber cómo debemos comportarnos en sociedad, qué
normas, reglas, procedimientos o códigos de vestimenta rigen cada país en determinadas situaciones.
Dicho de otra forma, el protocolo social engloba una serie de pautas de cortesía y de buena
educación que nos ayudan a relacionarnos con los demás en público y a saber estar, conocernos
y respetarnos en el día a día.
Saludarnos, despedirnos, presentarnos a gente nueva, etc. Todo ello forma parte del protocolo social,
sin embargo, en la vida las situaciones pueden diferir mucho unas de otras, por lo que esos códigos
que nos ayudan a saber cómo debemos comportarnos o movernos por un determinado lugar o evento
también variarán, y por ello es importante conocerlos.
El protocolo social, en cierta forma, garantiza que se respetan las normas de convivencia. Por ello, se
enseña a la sociedad desde la infancia.
La urbanidad
Las normas de urbanidad son un conjunto de reglas para tener una buena actitud social,
pautas que nos ayudan en la convivencia social, comportamientos que regulan o establecen la
correcta manifestación del hombre y de su vida de relación con los demás. Ayuda a que las
relaciones entre personas sean más fáciles, más justas y más humanas. Se trata, en definitiva,
de comportarse con corrección. Podemos descender a detalles básicos:
a) En el trato con los demás: pedir las cosas "por favor", y dar las gracias ante cualquier
servicio; hablar mirando al interlocutor. Si se usa celular y suena cuando se está hablando con
una persona, no interrumpir la conversación, o al menos pedir disculpas; saber presentar a las
personas: no interrumpir las conversaciones sin necesidad.
b) Comportamiento en la mesa: comer con serenidad, sin ansiedad, sin escoger lo mejor;
aprender a coger los cubiertos y a usar la servilleta; esperar a que 2 ó 3 comensales se hayan
servido antes de empezar a comer. No es correcto masticar con la boca abierta o hablar con la
boca llena, o sorber el agua o la sopa, ni hablar de lo que se está comiendo.
c) Otros detalles: Modo de sentarse; evitar bostezos y, desde luego, cuidar taparse la boca al
bostezar, al toser y al estornudar. Evitar lo que pueda disgustar a los demás: gritos o un tono
demasiado alto; ruidos al bajar la escalera; evitar bromas que pueden molestar; evitar motes,
etc.
- Organización de eventos,
El protocolo en eventos es una herramienta de comunicación esencial para lograr que el acto
celebrado sea un éxito. Cuando hablamos de protocolo nos referimos al conjunto de normas o
reglas que se aplican en los actos para ordenar y situar a las personas que asistan y para
jerarquizar los espacios que van a ocupar.
Los anfitriones son los que marcan el inicio y el final de la comida. Una vez que han
comenzado los anfitriones lo pueden hacer el resto de los invitados.
Cuando la comida ya está servida, siempre debes esperar por el anfitrión para empezar a
comer. Aunque te sirvan en primer lugar, no debes comenzar a comer hasta que el resto de
personas tengan el plato lleno o el propio anfitrión te indique que puedes comenzar.
Así que, hasta que este no se encuentre en la mesa y diga que puede iniciar la velada, no
deben tocarse los cubiertos. La única manera de comer antes que el anfitrión, es que él se
excuse de no poder acompañarlos y pida que inicien sin su presencia.
10. Ya que hablamos del protocolo que deben seguir el equipo que organiza y
lidera el evento por qué no hablamos del protocolo que deben seguir los
invitados que me puedes decir sobre eso?
Puntualidad
La puntualidad es una de esas normas que es vital conocerla y cumplirla. Todos los eventos,
por respeto a los demás, convierten la puntualidad en una regla inquebrantable.
Retrasarse un acontecimiento, tanto de carácter familiar como social provoca un desajuste en
la organización de un evento.
A la larga, esta mala práctica (la de no estar pendiente del reloj) hace que la persona en
cuestión sea vista como poco profesional, irresponsable y desordenada. Una imagen muy
negativa de la que será complicado que la persona afectada se deshaga pese a modificar su
comportamiento y que bien podría valerle, incluso, el despido.