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Los pueblos indígenas son sociedades y comunidades culturalmente únicas.

Aunque constituyen aproximadamente el 6 % de la población mundial,


representan alrededor del 19 % de las personas extremadamente pobres.
Los pueblos indígenas son grupos sociales y culturales distintos que comparten
vínculos ancestrales colectivos con la tierra y los recursos naturales donde
viven, ocupan o desde los cuales han sido desplazados. La tierra en la que
viven y los recursos naturales de los que dependen están inextricablemente
vinculados a su identidad, cultura y medios de
subsistencia, así como también a su
bienestar físico y espiritual. A menudo
buscan ser representados por sus
líderes y organizaciones tradicionales,
que son distintas o están separadas
de aquellas de la sociedad o cultura
dominante. Numerosos pueblos
indígenas aún mantienen un idioma distinto del idioma o los idiomas oficiales
del país o la región en que residen; sin embargo, muchos también han perdido
sus lenguas nativas o están al borde de la extinción debido al desalojo de sus
tierras y/o a la reubicación en otros territorios. En la actualidad, se hablan más
de 4000 lenguas de pueblos indígenas en el mundo, aunque según ciertas
estimaciones, más de la mitad de las lenguas del mundo corren el riesgo de
extinguirse para 2100.
Grupos originarios de Hidalgo
Nahuas
El término nahua hace referencia a una comunidad lingüística compuesta por
una serie de grupos que hablan la lengua mexicana, que heredaron de las
grandes culturas del Altiplano Central que llegaron a dominar la Cuenca de
México y la región mesoamericana en la época prehispánica. El vocablo nahua
significa hablar con claridad, con autoridad o conocimiento. Aunque en algunas
regiones los nahuas se refieren a si mismos como macehuale campesino, tal
vez haciendo
referencia a la antigua división clasista de las sociedades nahuas que dividían
a la población en pillis y macehuales. Estos últimos eran la gente común, los
tributarios, casi siempre campesinos.
Actualmente los pueblos nahuas están distribuidos en el territorio nacional de
la siguiente manera: Mexicaneros de Durango; Mexicaneros de Nayarit;
Nahuas de la Ciudad de México; Nahuas del Estado de México; Nahuas de
Guerrero; Nahuas de Hidalgo; Nahuas de Jalisco; Nahuas de Michoacán;
Nahuas de Puebla; Nahuas de Morelos; Nahuas de San Luis Potosí; Nahuas de
Tlaxcala y Nahuas de Veracruz.
Festividades
En la Ciudad de México, por ejemplificar las festividades de las etnias nahuas,
los pueblos organizan 700 festividades a lo largo de un año. La mayoría de las
celebraciones rinden culto a los santos patronos de los pueblos y barrios, otras
se asocian al ciclo de la producción del maíz y algunas más, son las
peregrinaciones que anualmente parten a los santuarios de Chalma,
Amecameca y a la basílica de la Virgen de Guadalupe. Su organización está a
cargo de las mayordomías. La más importante se realiza en el mes de agosto
en honor a la Virgen de la Asunción. Las fiestas celebradas a los santos
principales de cada pueblo son denominadas fiestas mayores. Además de
éstas, se realizan otras fiestas dedicadas a santos menores: del barrio, de la
cruz del pueblo, de la deidad que cuida el bosque, etcétera. Todas las fiestas
reflejan una clara organización colectiva y reafirman la
identidad del grupo. La participación de la comunidad se hace presente de
distintas formas, ya sea participando como parte de una cuadrilla de
danzantes, colocando los adornos de la calle, de la iglesia, o cooperando con
una cierta cantidad de dinero. Durante todo el periodo festivo se dan
intercambios económicos a nivel local, microrregional y regional.
Artesanías
Sus productos artesanales están destinados a cubrir necesidades cotidianas.
Así encontramos pueblos nahuas alfareros, herreros o dedicados a producir
objetos rituales como la cera y papel picado, máscaras o la pirotecnia.
Tepehuas
Los tepehuas son un pueblo indígena cuyo nombre significa en náhuatl, "gente
de la montaña", aunque se refieren a sí mismos simplemente como nosotros,
sin un término o gentilicio que englobe a un supuesto grupo étnico. También se
han encontrado endoetnónimos que indican la misma idea castellanizada del
náhuatl.
Este muy probable desplazamiento de los hablantes de tepehua de noroeste a
sureste coincide con la memoria de los propios
tepehuas de Hidalgo y Puebla, muchos
de los cuales reconocen que sus
abuelos, sus padres o ellos mismos en el
caso de los más viejos, llegaron a vivir a
comunidades totonacas ya existentes
o formaron nuevas comunidades al
sureste del lugar de donde partieron,
motivados, en su mayoría, por la
escasez de recursos y, para el caso de los migrantes de principios del siglo
pasado, como respuesta a la violencia resultante del movimiento
revolucionario de la segunda década del mismo siglo. Esta redefinición de las
fronteras territoriales tepehuas responde, pues, por un lado, al abandono de
la lengua materna en favor de otras más utilizadas y, por otro, a movimientos
migratorios a través de los cuales los tepehuas, todavía hasta mediados del
siglo XX, ocuparon espacios habitados o no. Hacia 1603, en Huayacocotla
(actualmente en el estado de Veracruz), el juez demarcador dispuso que en el
sur de su provincia la población nahua, otomí y tepehua fuera congregada en
San Agustín Tlachichilco, mientras que en el norte de la misma los nahuas serían
congregados en Zontecomatlán, los otomíes en Texcatepec y los tepehuas en
Pataloyan. Las disposiciones oficiales tuvieron un impacto innegable en la
redistribución de los tepehuas, otomíes, nahuas y totonacos de la región; sin
embargo, estas
disposiciones no fueran obedecidas ciegamente, ya que muchos pobladores
originarios crearon sus propias estrategias de sobrevivencia, algunas veces
haciendo caso omiso de las órdenes de abandonar el lugar donde vivían y
trasladarse al sitio definido por los administradores coloniales, otras huyendo
hacia zonas vecinas en donde las políticas de congregación fueran menos
rígidas —o fueran de más difícil implementación— o tuvieran la ayuda de las
autoridades indígenas. Las comunidades del Pueblo tepehua se encuentran la
sierra oriente de Hidalgo, en el municipio de Huehuetla, en la sierra del norte
de Puebla, municipio de Pantepec y en Veracruz en los municipios de Ixhuatlán
de Madero, Texcatepec, Tlachichilco y Zontecomatlán.
Otomíes
Los otomíes del Valle del Mezquital se autodenominan hñähñü de hñä hablar
y hñü, nariz; es decir los que hablan la lengua nasal o los que hablan dos
lenguas. El vocablo ñäñü, según ciertos autores proviene de Otou, antepasado
mítico, o bien se deriva del término othó que significa pueblo sin residencia. A
la llegada de los españoles los otomíes vieron la posibilidad de liberarse del
imperio azteca, razón por la cual muchos otomíes les dieron todo su apoyo a
los conquistadores. Quienes no quisieron hacerlo se retiraron hacia las
montañas, desplazamiento que se acentuó cuando brotó una epidemia de
viruela. Durante el siglo XVII la ocupación de sus tierras, seguida por el
establecimiento de una misión, creó situaciones de inestabilidad; con la
colonización de las montañas ocupadas por los chichimecas, se pretendió
obligar a los nómadas a modificar su estilo de vida pasando de la
cacería a la agricultura. Los misioneros trataron de convencerlos en forma
pacífica, al mismo tiempo que los inducían al catolicismo. A cambio prometieron
ayudarlos con la distribución periódica de artículos
básicos, lo cual cumplieron pocas veces. Durante el siglo XVIII muchos otomíes
fueron expulsados hacia zonas más áridas y marginales. El movimiento de
Independencia no mejoró en nada sus condiciónes económicas. Los latifundios
fueron divididos en pequeñas propiedades para los criollos y mestizos, y los
indios siguieron en calidad de peones. La producción minera del estado de
Hidalgo entró
en crisis y muchos trabajadores emigraron a la Huasteca y Mineral del Monte,
por lo que se registró un descenso de la población masculina. Durante los años
más difíciles de la guerra, muchos otomíes fueron concentrados por la fuerza
en Tulancingo. A pesar de todo, nunca perdieron su lengua, crearon sus propios
cantos, danzas, artesanías y su cosmovisió n

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