Juegos Cooperativos
Juegos Cooperativos
Juegos Cooperativos
Conceptualización
Los juegos se consideran una experiencia humana y se encuentran presentes en todas las
culturas, los primeros indicios datan del año 3000 a.c. Chávez (2019) comenta que los
juegos representan un fenómeno histórico en el desarrollo cultural y social de la
humanidad. Existe gran variedad de ellos. Los mismos reflejan todas las muestras de la
creación espiritual y material de las personas, no conocen de fronteras, traspasan espacios y
tiempos, no existe barrera de idioma pues cuando se trata de juegos la compresión es
inmediata y a través del juego resulta más fácil comprender cualquier contenido. El juego
constituye una actividad placentera que se desarrolla de forma espontánea y ayuda en la
educación integral del individuo como un componente desarrollador y formador. Sus
características lo convierten en un medio educativo complejo. Su complejidad radica en el
desarrollo y afianzamiento de cualidades fundamentalmente importantes, tales como
mentales, físicas y morales, de ahí el interés en que se empleen como elemento sustancial
dentro de las aulas de clase.
Dicho esto, varios autores definen el juego de diversos ángulos. Para Lavega et al. (2003) el
juego no puede ser definido de forma absoluta, cualquiera de ellas representa solo un
acercamiento en partes al fenómeno. La palabra juego proviene del latín iocum (diversión o
broma) pero, así mismo denomina la actuación propia de jugar: iocari. A través de la
historia, “jugar” ha representado un conjunto nutrido de acciones humanas que no
precisaban gran esfuerzo y brindaban alegría y satisfacción. Según estos autores, las
características del juego son: una actividad libre, incierta, improductiva, bajo reglas y
ficticia. Mientras tanto Huizinga (1972) opina que el juego representa una acción
independiente, efectuada como si se tratara de la vida corriente, aunque, por encima de
todo, es capaz de consumir entero al jugador, sin que exista en él algún interés tangible ni
se alcance beneficio alguno, que es realizado en un espacio y tiempo determinado, en un
orden, bajo reglas y que origina agrupaciones que se orientan a rodearse de enigma o
enmascararse para sobresalir del mundo común. así mismo, Cagigal (1996) comparte su
pensamiento definiendo los juegos como una acción libre, altruista, trivial y voluntaria que,
apartándose de la vida normal, se ejecuta en una restricción de tiempo y espacio bajo
determinadas reglas, bien sean que ya estén establecidas o improvisadas, y cuyo
componente educativo es la presión.
Por otro lado, Moreno (1993) explica que, para él, el juego corresponde a una serie de
actividades competitivas en las que participan la táctica, la habilidad física y la suerte, así
como también cualquier mezcla de esos componentes y, de la misma forma que sucede con
el deporte, frecuentemente es desarrollado bajo las mismas índoles ambientales de
diversión. Y ya finalizando con un aporte de Blanchard y Cheska (citados por Moreno,
1993) donde señalan que el juego es una labor placentera y espontanea destacada por
fronteras eventuales y que aportan cierto tema de ilusión.
Engranando ambos conceptos, surge la definición de los juegos cooperativos, que según
Calvar, et al., (2021) en los mismos, los participantes no rivalizan entre sí, en otras
palabras, poseen un propósito colectivo, debido a lo cual gana o pierde el equipo. La alegría
deriva de la fraternidad del juego y del reto de no representar el único jugador que
sobrevive cuando el resto pierde. Dentro de un juego cooperativo, no existe exclusión de
participantes porque lo que realmente está descartado es la estimulación de ganarle a los
demás para así destacar, a lo que, Jaramillo, et al., (2021) agrega que, por medio del juego
cooperativo, el estudiante puede aprender cuándo la cooperación y la competencia son
adecuadas, lo cual es primordial para el desarrollo y educación del alumno. Aprender a
cooperar con maestros y compañeros puede contribuir o destruir con la educación, los
deportes y el entorno familiar. Dicho esto, no resulta asombroso que la cooperación sea una
parte relevante en el desarrollo social de los jóvenes. También agrega Trujillo et al (2022)
que los juegos cooperativos son aquellos en que los participantes contribuyen entre sí para
alcanzar fines comunes. De esta forma, las acciones cooperativas los juegos cooperativos
en general pueden transformarse en un recurso valioso al fomentar una educación
sustentada en valores.
Características
Las actividades lúdicas cooperativas son las que requieren de los involucrados una manera
de desempeño dirigido al equipo, en la que cada jugador ayuda a los demás para alcanzar
un fin común Omeñaca et al., (2007).
Aquellos autores consagrados al estudio de esta actividad han explorado más a fondo,
procurando caracterizarlas y así aportar una gran cantidad de información sobre el tema.
Por su parte, Agramonte (2011) resalta cuatro características de los juegos cooperativos:
1. Todos y cada uno de los participantes de esta actividad anhelan un fin común:
cooperar en conjunto.
2. Triunfan todos si se logra el objetivo y en caso contrario, todos pierden.
3. Los participantes contender contra los componentes inhumanos del juego, en vez de
competir entre ellos.
4. Todos los jugadores mezclan sus diversas competencias unificando sus esfuerzos
para alcanzar el propósito del juego.
Por otro lado, Orlick (1986), destaca cuatro características resumidas y concretas de esta
modalidad educativa. Las mismas son:
1. Cooperación.
2. Aceptación.
3. Participación.
4. Diversión.
Posteriormente, este mismo autor defensor de los juegos cooperativos, profundiza su aporte
asociando el juego cooperativo a la independencia, y construye una peculiar clasificación
con cinco características cuya cualidad en común es la libertad Orlick et al (1990):
La libertad en estos cinco puntos de vista es lo que caracteriza, según este autor, un
auténtico juego cooperativo.
Beneficios
En cuanto a los beneficios aportados por los juegos cooperativos, Cerchiaro, et al., (2019)
enumera los siguientes:
Los juegos cooperativos ayudan a la integración del grupo, así como también, garantiza la
participación de todas las personas involucradas impidiendo la rivalidad. Para alcanzar un
fin común, los participantes intercambian apoyo mutuamente. Esta clase de juegos estimula
la comunicación, la confianza mutua, la empatía y, sobre todo, se alcanzan los objetivos y
metas comunes gracias al trabajo en cooperativo explican Orlick, et al (1990)
Omeñaca y Ruiz (1999), apunta que los juegos cooperativos brindan las siguientes
oportunidades:
Como conclusión de este apartado y según Omeñaca, et al (1999). Esta actividad admite
explorar e invita a la búsqueda de respuestas creativas en un ambiente que se encuentra
libre de presión, y:
Experiencias
A continuación, esté articulo entregado por Fernández et al. (2018). Con el título
“Educación Física y Aprendizaje Cooperativo”: “una experiencia práctica”. En esta entrega
los autores hacen referencia a una comparación entre un aprendizaje cooperativo y un
aprendizaje competitivo. Los mismos desarrollaron este proyecto relacionado con el
modelo de Aprendizaje Cooperativo, el cual se llevó a cabo en el Área de Educación Física
en un colegio público en el norte de España, la metodología fue dividir en dos los
participantes (grupo experimental, grupo control) en el grupo experimental los contenidos
se realizan mediante juegos cooperativos o alejados de la competición, mientras tanto en el
grupo control se realizaron las actividades bajo una metodología tradicional con presencia
competitiva.
Los resultados obtenidos durante las actividades revelan que en el grupo experimental los
alumnos se encuentran más motivados aportando beneficios en otras áreas educativas,
igualmente, se ha observado una elevada tasa de satisfacción con la práctica de estos
juegos. Y para concluir según estos autores Los juegos Cooperativo representan una
herramienta educativa de alto potencial pedagógico e incentivan a docentes e
investigadores seguir indagando las posibilidades que ofrecen desde su noción más sencilla
hasta la más compleja.
Trujillo, et al (2022), un conjunto de autores, los cuales publicaron este articulo llamado.
“Los juegos cooperativos como medio de inclusión en la educación física en los estudiantes
de educación básica superior”. Con el propósito de establecer la contribución de los juegos
cooperativos como canal de inclusión en la clase de educación física. La muestra utilizada
en esta investigación estuvo conformada por 30 estudiantes, y fue escogida de forma no
probabilística a conveniencia. Por medio, de un Cuestionario de Inclusión Educativa (CIE)
se pudo determinar el grado de inclusividad que poseía la muestra. Los resultados señalan
que los juegos cooperativos, establecen condiciones en los estudiantes para adquirir
habilidades, conocimientos y actitudes inclusivas resaltando la solidaridad entre los
estudiantes; originando un nivel de integración y aceptación, conformando
responsabilidades y creando nuevas ideas en las clases.
Además, estos autores expresan que durante el proceso los alumnos mostraron avances
significativos en sus habilidades, las cuales serán de utilidad en su futuro.
García et al. (2020) Juegos cooperativos con jóvenes en situación de vulnerabilidad social:
la sistematización de una experiencia. muestras un trabajo orientado a contribuir con una
formación académica que aporte un equilibrio entre competitividad y cooperación,
conformando así una práctica que va más allá de la educación escolar. Este estudio fue
realizado por estudiantes universitarios y aplicado a estudiante de educación con edades
comprendidas entre 6 y 13 años, pertenecientes a un proyecto llamado “Escuela Familiar”.
Se aplicaron diversos juegos cooperativos en los cuales se evidenciaron pequeños cambios,
pero sin duda significativos con respecto a sus comportamientos y prácticas con otros
compañeros participantes en los juegos, según estos autores la ejecución de este proyecto
propicio la cercanía entre los participantes y los investigadores, además se mostraron
acciones cooperativas durante el desarrollo de las actividades. Las actividades aportaron
acciones y experiencias que abrieron posibilidades de asociación, respeto y coordinación.
En conclusión, para estos autores los juegos cooperativos son una propuesta educativa que
permite un intercambio de experiencias que se extiende más allá de las escuelas. Desde este
estudio reflejan que la Educación siempre figurará progresiva, develando nuevos horizontes
de acción y trabajo.
Galvagno, et al. (2018). Concluyen con una reflexión acerca de las ventajas que podría
surgir, dado los beneficios que se desprenden de las actividades lúdico- cooperativas el
introducir programas de educación física que incorporen en sus prácticas las cualidades
propias de estos juegos.
Conclusiones
Los artículos antes estudiados demuestran la importancia de incluir las practicas lúdicas en
las aulas de clase específicamente los juegos cooperativos. Cruz-Barba et al (2023) señala
que son una buena alternativa para reforzar las relaciones entre adolescentes, así mismo,
Mantilla et al (2021) lo utilizan para fomentar la participación de los estudiantes en la
conservación del medio ambiente. Mientras, Fernández et al. (2018) y Trujillo, et al (2022),
resalta que aporta beneficios significativos en las áreas de educación física al confrontar,
corregir y enseñase unos con otros, se crean nuevos espacios y nacen oportunidades para
aprender y relacionarse en equipo.
Los juegos cooperativos representan, entonces, un medio para que el estudiante aprendan a
relacionarse, organizarse y trabajar en equipo. Cada participante forma parte fundamental
del logro de los objetivos, porque cada uno logra que el juego fortalezca sus interacciones y
afectividad.
Bibliografía
Mantilla, M., Celis, E., y Sierra, A. (2021) El juego cooperativo como estrategia
pedagógica para promover el buen manejo y la recolección de residuos
sólidos. Praxis, 17(1), 55-68.
García, N., Piassa, A., y Ribeiro, M. (2020) Juegos cooperativos con jóvenes en situación
de vulnerabilidad social: la sistematización de una experiencia. Estudios pedagógicos
(Valdivia), 46(3), 151-166.
Galvagno, G., Periale, M., y Elgier, M. (2018). Los juegos cooperativos y competitivos y su
influencia en la empatía. Horizonte de la Ciencia, 8(14), 77-86.
Trujillo, B., y Williams, E. (2022). Los juegos cooperativos como medio de inclusión en la
educación física en los estudiantes de educación básica superior. Polo del
Conocimiento, 7(10), 1842-1872.
Orlick, T. y López, M. (1990) Libres para cooperar, libres para crear (nuevos juegos y
deportes cooperativos). Barcelona. Paidotribo
Calvar, C., Bastarrica, O., López, A., Gamito, R. y Serna, J. (2021) Juegos cooperativos
para la inclusión. Tándem: Didáctica de la educación física.
Jaramillo, H., Hernández, A., Fajardo, D. y Torres, F. (2021) La Incidencia de los Juegos
Cooperativos en el Fortalecimiento de la Convivencia Escolar.