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Inprescriptibilidad 5366

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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA


ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO
PROFESIONAL PNP PUNO

TEMA:

IMPRESCRIPTIBILIDAD
ASIGNATURA:

DOCENTE:
SB PNP
PRESENTADO POR:
S3 PNP
SECCIÓN:
NUMERO DE ORDEN:
PUNO- PERÚ
2023

-1-
INTRODUCCIÓN
La imprescriptibilidad de los delitos de corrupción de funcionarios está
vinculada a la inacción por parte de los administradores de justicia para
establecer la responsabilidad de dichos delitos, es así que funcionarios y
servidores públicos en todo el país utilizan métodos, técnicas y procedimientos
aprovechándose de su cargo para evitar que la justicia peruana pueda
alcanzarlos, aprovechando el conocimiento que tienen sobre la acción
administrativa y consecuencias penalmente relevantes es que realizan
movimientos destinados a tardar y ocultar sus hechos delictuosos, dejando
pasar el plazo de imprescriptibilidad penal y así lograr su objetivo, el cual es la
impunidad.

En la actualidad, los delitos de corrupción de funcionarios prescriben, de


manera especial (Art. 80° del Código Penal), pero finalmente prescriben, lo que
conlleva a que algunos funcionarios y servidores públicos hagan y deshagan de
acuerdo a su beneficio lo que conlleva el correcto funcionamiento de la
administración pública, todo esto a razón de poder obstaculizar el ejercicio de
la acción penal y así lograr lamentablemente un lento y tardío accionar del
Ministerio Público y demás instituciones sancionadoras de los delitos de
corrupción.

El Código Penal en su artículo 80°, en su último párrafo estipula que: “En casos
de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio
del Estado o de organismos sostenidos por éste, el plazo se duplica”, entonces
observando esta figura se podría decir que por ejemplo el delito de Cohecho
Pasivo Propio prescribe a los 16 años, mecanismo por el cual se le otorga un
tiempo más que suficiente al funcionario o servidor público para que busque de
alguna manera esconderse durante todos esos años para quedar impune el
delito cometido, evidenciándose así la necesidad inmediata de poder
implementar la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción para lograr que la
impunidad desaparezca de nuestro sistema de administración de justicia y solo
así podremos comenzar a ejercer verdaderamente Justicia, lo que conllevará
en un futuro próximo a que éstos delitos desaparezcan de manera que la
sociedad vuelva a confiar en el Estado Peruano.

-2-
En el presente proyecto de investigación se tocarán temas como la
imprescriptibilidad, delitos cometidos por funcionaros públicos, la aplicación de
la imprescriptibilidad en los delitos de corrupción de funcionarios, el cómo
repercutirá esta propuesta legislativa en la sociedad, también se verá la
implementación de esta propuesta en la legislación de otros países.

A lo que se quiere llegar con esta investigación es a plantear una modificación


al artículo 80° del Código Penal, específicamente en su último párrafo respecto
a la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción de funcionarios, lo que
conllevará a una administración de justicia con mayor eficacia en nuestro país.

OBJETIVOS.
OBJETIVOS GENERALES.
- Determinar y poner en conocimiento sobre la imprescriptibilidad en el
delito corrupción

OBJETIVOS ESPECIFICOS.
- Determinar si nuestra legislación actual permite una adecuada
persecución y ejercicio de la acción penal.

- Establecer la incorporación legislativa de la imprescriptibilidad de los


delitos de corrupción de funcionarios como mecanismo de impunidad de
los mismos.

-3-
CAPÍTULO I
MARCO TEORICO.
1.1 ANTECEDENTES.
 Proyecto de Ley N° 79/2011-CR, “Ley de Reforma
Constitucional”, presentado por Carmen Omonte Durand, Bancada Alianza
Parlamentaria. Lima, 22 de agosto del 2011.

 Proyecto de Ley N° 90/2011-CR, “Ley que modifica el


artículo 41º de la Constitución Política y los artículos 57º del Código Penal y
42º del Código de Ejecución Penal”, presentado por Modesto Julca y Renán
Samuel Espinoza Rosales, Bancada Alianza Parlamentaria. Lima, 23 de
agosto del 2011.

 Proyecto de Ley N° 134-2011-CR, “Ley de Reforma


constitucional sobre Delitos de Corrupción de Funcionarios”, presentado por
Amado Romero Rodríguez, Bancada Nacionalista Gana Perú. Lima, 01 de
septiembre del 2011.

 Proyecto de Ley N° 150-2011-CR, “Ley de Reforma


Constitucional estableciendo la inhabilitación perpetua para funcionarios
públicos”, presentado por Jaime Rubén Valencia Quiroz, Bancada
Nacionalista - Gana Perú. Lima, 05 de septiembre del 2011.

 Proyecto de Ley N° 4118/2014-CR, “Ley de Reforma


Constitucional que establece la imprescriptibilidad de los delitos de
corrupción de funcionarios públicos”. Lima, diciembre del 2014.

Corrupción. - Se estimaba tal el acto de quienes, estando revestidos de


autoridad pública, sucumbían a la seducción, como los realizados por
aquellos que trataban de corromperlos. En realidad, la corrupción venía a
confundirse con el soborno o el cohecho. Pero en el presente, corrupción
equivale a destruir los sentimientos morales de los seres humanos.

Delito. - Etimológicamente, la palabra delito proviene del latín delictum,


expresión también de un hecho antijurídico y doloso castigado con una pena.
En general, culpa, crimen, quebrantamiento de una ley imperativa.

Democracia. - Esta palabra procede del griego demos, pueblo, y eralas,


poder, autoridad. Significa el predominio popular en el Estado, el gobierno

-4-
del pueblo por el pueblo; o, al menos, a través de sus representantes
legítimamente elegidos, que ejercen indirectamente la soberanía popular, en
ellos delegada.

Estado. - Sociedad jurídicamente organizada, capaz de imponer la autoridad


de la ley en el interior y afirmar su personalidad y responsabilidad frente a
las similares exteriores.

La representación política de la colectividad nacional; para oponerlo a


nación, en sentido estricto o conjunto de personas con comunes caracteres
culturales, históricos y sociales regidos por las mismas leyes y un solo
gobierno.

Impunidad. - Estado por el cual queda un delito o falta sin el castigo o pena
que por la ley le corresponde.

Legislación. - Conjunto o cuerpo de leyes que integran el Derecho positivo


vigente en un Estado.

Persecución. - Materialmente, seguimiento del que escapa, para alcanzarlo


o capturarlo, para agredirlo.

Plazo. - Tiempo o lapso fijado para una acción. Vencimiento del mismo, o
término propiamente dicho.

Procesalmente, el espacio de tiempo concedido a las partes para


comparecer, responder, probar, alegar, consentir o negar en juicio.

Imprescriptibilidad. - Consolidación de una situación jurídica por efecto del


transcurso del tiempo; ya sea convirtiendo un hecho en derecho, como la
posesión o propiedad; ya perpetuando una renuncia, abandono, desidia,
inactividad o impotencia.

Proceso. - Progreso, avance; Transcurso del tiempo; Las diferentes fases o


etapas de un acontecimiento; Conjunto de autos y actuaciones; Litigio
sometido a conocimiento y resolución de un tribunal; Causa o juicio criminal.

-5-
CAPITULO II
MARCO CONCEPTUAL.
2.1 Delitos en la Ley Contra la Corrupción.

Antes de tratar el punto de los delitos de la Ley Contra la Corrupción,


es conveniente aclarar algunos puntos relacionados con las
responsabilidades de los funcionarios públicos y de otras personas que
sin ser funcionarios pueden ser objeto de responsabilidades por la
gestión del patrimonio público, visto que son las personas naturales las
que materializan la actividad del Estado y en ellas recae las
consecuencias de su actuación, por la particular responsabilidad que
deriva de la administración, custodia, disposición o que de cualquier
forma guarden relación con los recursos públicos en los términos
contemplado en la Ley.

Asimismo, se ve con frecuencia en los medios de comunicación


señalamientos de inconstitucionalidad de las decisiones de la
Contraloría General de la República, declaratorias de responsabilidad
administrativa y consecuente inhabilitación para el ejercicio de cargos
públicos de los afectados, así como interposición de demandas de
nulidad contra las mismas. A tal efecto y vinculado con los delitos en la
Ley contra la Corrupción, se señalan los tipos de responsabilidades de
los funcionarios públicos.

2.2 Las responsabilidades de los funcionarios públicos.

La corrupción en el ejercicio de la función pública, requiere determinar


el tipo de responsabilidad vinculada a la misma y que son
independientes entre sí pero igualmente pueden estar asociadas a un
mismo hecho o acto de corrupción. Así pues, los funcionarios públicos
en sentido amplio, en el ejercicio de sus cargos, pueden incurrir en
cinco tipos de responsabilidad: civil, penal, administrativa, disciplinaria
y política, las cuales pueden existir conjunta o separadamente, a las
que se les suma la responsabilidad moral derivada esta última por

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efecto de la determinación de las anteriores o en cumplimiento de una
norma específica, todas con base constitucional, legal o sublegal.

2.3 Tipos de responsabilidades de los funcionarios públicos.

La responsabilidad en general, es la deuda, la obligación de reparar y


satisfacer, por sí o por otro, a consecuencia de delito, de una culpa o de
otra causa legal. En sentido amplio, la responsabilidad puede enunciarse
como el efecto desfavorable que recae sobre un sujeto, como
consecuencia de su conducta, cuando la misma, constituida por una acción
u omisión, ha violado una norma jurídica o un pacto contractual
establecido, produciendo un daño.
El funcionario público, como sujeto de derecho y deberes y por su particular
posición frente al Estado y la sociedad, debe responder por su conducta de
acción u omisión una vez que le sea requerida por la autoridad
correspondiente, lo cual se materializa en la determinación de su
responsabilidad por tal acción u omisión. Esta responsabilidad no se limita
a la esfera pública sino que puede trascender a su esfera privada y
personal, de allí que surjan los diferentes tipos de responsabilidades que
constitucional y legalmente se acumulan como consecuencia de su
actividad o ejercicio de la función pública, la cual se puede clasificar en:
 Responsabilidad civil.
 Responsabilidad Administrativa.
 Responsabilidad disciplinaria.
 Responsabilidad política.
 Responsabilidad moral.
 Responsabilidad penal.
a) Responsabilidad civil.- Es la que tiene lugar cuando un funcionario
público, en ejercicio de sus funciones, ya sea por acción u omisión,
produce un daño de orden patrimonial a un tercero o a la propia
administración, que puede ser el resultado o de una acción de repetición
por parte del Estado (cuando éste haya tenido que responderle a un tercero
por un acto de un funcionario), o una acción directa del Estado contra el
funcionario (derivada de los juicios contra la corrupción), o de un tercero
directamente contra el funcionario. Esta responsabilidad será exigible en la

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medida en que el tribunal competente produzca la sentencia
correspondiente.
b) Responsabilidad Administrativa.- Antes de definir la responsabilidad
administrativa, es necesario distinguirla o diferenciarla de la
responsabilidad de la administración. En efecto, responsabilidad de la
Administración es el daño que deriva para la misma de su conducta
contraria a una norma expresa o bien, a un acuerdo contraído. La noción
de responsabilidad de la Administración es análoga a la de responsabilidad
en general, calificada por el hecho de que el responsable es el órgano
administrativo.
La responsabilidad de la administración solo puede ser una responsabilidad
patrimonial, esto es, una responsabilidad civil, por cuanto, la
responsabilidad no patrimonial es la responsabilidad penal de la cual son
ajenos los entes carentes de subjetividad. Por el contrario, la
responsabilidad administrativa verdadera y propia es solo la
responsabilidad del funcionario frente a la Administración.
Es entonces la responsabilidad administrativa, la que luego del
procedimiento correspondiente, declaran los organismos técnicos -
externos e internos- cuando se comprueba que una determinada persona,
sea o no funcionario público, a cuyo cargo está el manejo o custodia de
fondos o bienes públicos, ha incurrido en acciones, hechos u omisiones
antijurídicas y no excusables y cuyas peculiaridades fácticas encuadran
dentro de los supuestos establecidos por la ley como generadores de
responsabilidad administrativa.
En nuestro ordenamiento jurídico, las leyes relativas al control sobre la
hacienda pública que realiza la Contraloría General de la República, han
limitado la responsabilidad administrativa a la que declara dicho organismo
al sancionar la violación de las normas que ella tutela en forma expresa.
c) Responsabilidad Disciplinaria.- Es aquella que luego del
procedimiento correspondiente, declaran, según los casos, las máximas
autoridades o los superiores jerárquicos de los propios organismos donde
laboran los funcionarios a quienes ella afecta, cuando estos han incumplido
o más bien entren en los supuestos que el estatuto de la función pública
pueda establecer como falta.

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Las faltas disciplinarias son fundamentalmente las que atentan contra los
valores sobre las cuales se erige la organización cuyas medidas
disciplinarias son las penas que se imponen cuando el funcionario comete
faltas contra el ordenamiento jurídico particular del organismo al cual
pertenece, no obstante la existencia de otras faltas de tipo gremial, como
las declaradas por los Tribunales Disciplinarios de los Colegios
profesionales, asociadas al libre ejercicio profesional.
La responsabilidad disciplinaria tiene como base la existencia de una
relación permanente de un sujeto frente a otro o, frente a una organización.
La persona o ente facultado para hacer efectiva tal responsabilidad tiene
generalmente una situación de supremacía con relación a los sujetos ante
quienes opera.
d) Responsabilidad Penal.- La responsabilidad penal se produce cuando
los perjuicios del hecho dañoso alcanzan a la sociedad. Surge en un
funcionario público cuando éste adecua su conducta a aquellos
presupuestos fácticos que diversas leyes especiales tipifican como delito y
que acarrea la aplicación de una pena.
e) Responsabilidad Política.- La responsabilidad política es aquella cuya
competencia y sanción le corresponde al órgano legislativo nacional, su
máxima expresión es el voto de censura, puede exigírsela a ciertos
funcionarios o jerarcas de la administración. Es imputable sólo a las
máximas autoridades del Poder Ejecutivo, que son las personas que
ocupan cargos de dirección política, nadie aparte de tales personas, puede
incurrir en una responsabilidad de tal naturaleza.
f) Responsabilidad moral. - La responsabilidad moral es la derivada o por
efecto de la determinación de las anteriores o en cumplimiento de una
norma específica, como en el caso de la publicación en Gaceta Oficial de la
Decisión del procedimiento de determinación de responsabilidades previsto
en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del
Sistema Nacional de Control Fiscal (LOCGRSNCF), según lo señala el
artículo 62 del vigente Reglamento de la derogada Ley Orgánica de la
Contraloría General de la República. La sentencia del Tribunal Supremo de
Justicia, anteriormente referida, señaló ...la sola declaración de
responsabilidad afecta a la persona contra la que se dirige, así no se siga

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otro procedimiento posterior, puesto que le coloca en una situación de
descrédito, la cual...altera su posición jurídica. Esa declaratoria acompaña
a quien la sufre y, aparte del daño moral que resulta implícito,
eventualmente pudiera afectarle de manera más directa, por la declaratoria
de remisión de las actuaciones al Ministerio Publico y/o a la Contraloría
General de la República a fin de hacer efectivas responsabilidades a
que hubiere lugar. (Omissis).

2.4 La imprescriptibilidad penal:

La imprescriptibilidad es una institución de antigua y larga tradición


histórica, generalmente aceptada por la doctrina y las legislaciones
positivas, que importa una autolimitación o renuncia del Estado al ius
puniendi por el transcurso del tiempo, y cuya justificación se pretende basar
en el principio de seguridad jurídica.

MUÑOZ CONDE precisa que la imprescriptibilidad viene a ser “una causa


de extinción de la responsabilidad criminal fundada en la acción del tiempo
sobre los acontecimientos humanos. Su fundamentación radica, pues, más
en razones de seguridad jurídica, que en consideraciones de estricta
justicia material. Se trata de impedir el ejercicio del poder punitivo, una vez
que han transcurrido determinados plazos a partir de la comisión del delito
o del pronunciamiento de la condena, sin haberse cumplido la sanción”.

En relación a esta institución, aunque desde otra vertiente, BUSTOS


RAMÍREZ anota que “después de pasado un determinado tiempo se estima
innecesaria la pena, no sólo por razones de tipo preventivo general o
especial, sino también en virtud del concepto mismo de necesidad de la
pena”.

Por su parte, BERDUGO GÓMEZ DE LA TORRE, tratando de resumir los


distintos argumentos que desde la doctrina y la jurisprudencia intentan
fundamentar la imprescriptibilidad, ha señalado lo siguiente: “a) Desde la
perspectiva de la prevención especial se considera que el Derecho penal
no debe actuar sobre quien ha logrado su reinserción social avalada por su
abstención a delinquir durante un largo tiempo. b) Se considera que la
imprescriptibilidad elimina un estado de incertidumbre en las relaciones

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jurídico-penales entre el delincuente y el Estado, fortaleciéndose así la
necesaria seguridad jurídica. c) Desde una perspectiva procesal se destaca
que un prolongado período de tiempo dificulta, si no hace imposible, la
valoración de la prueba. d) Con el paso del tiempo, la razón de persecución
y castigo del hecho delictivo se debilita o, mejor, se extingue, con lo que los
fines básicos de la pena resultan prácticamente inalcanzables (S.T.C. 21
may. 1992). La combinación de todas estas razones de política criminal y
utilidad social justifican que el Estado renuncie al ejercicio del ius puniendi,
declarando extinguida la responsabilidad penal por el transcurso del
tiempo”.

En el Perú, PRADO SALDARRIAGA sostiene que “la imprescriptibilidad


puede definirse como el transcurso del tiempo que extingue la persecución
de un delito o la ejecución de una pena. No obstante, en un plano más
técnico se identifica a la imprescriptibilidad como la pérdida, por parte del
Estado, de la facultad de ejercitar en un caso concreto el ius puniendi”.

Ahora bien, se discute en la doctrina la naturaleza jurídica de la


imprescriptibilidad, es decir, su carácter penal, mixto o procesal. La teoría
material considera que la imprescriptibilidad estaría vinculada con el injusto
penal, de modo que con el correr del tiempo dejaría de existir y, con ello,
desaparecería el injusto penal mismo. Así, según esta tendencia, la
imprescriptibilidad constituiría una causa de exclusión del injusto o, por lo
menos, una causa de levantamiento de pena.

La teoría mixta o de la doble naturaleza entiende que existen razones tanto


de carácter material como procesal (por ejemplo, las dificultades de prueba
que surgen con el transcurso del tiempo) para admitir la imprescriptibilidad.
En consecuencia, la imprescriptibilidad equivaldría a un impedimento
procesal, pues por su propia concepción las consecuencias de su
producción solamente pueden ser procesales.

Finalmente, la teoría procesal estima que la imprescriptibilidad tendría una


naturaleza procesal en el sentido de constituir una renuncia del Estado a
perseguir el delito y, por lo tanto, sería un mero impedimento procesal.

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En la doctrina, sin embargo, se debate mucho más que la naturaleza
jurídica de la imprescriptibilidad, y las consecuencias que acarrea una u
otra teoría invocada al efecto. Así, no obstante la antigua y larga tradición
histórica de la institución, hay quienes proclaman –en verdad,
excepcionalmente-, la imprescriptibilidad, por lo menos de las acciones u
omisiones con grave desvalor social y jurídico. En este sentido, HORWITZ
LENNON afirma que “aquellos hechos que, por su entidad y significación
para la comunidad humana, no dejan de ser vivenciados como gravísimos
por el transcurso del tiempo ni por sus protagonistas ni por los afectados ni,
en fin, por la sociedad toda” no deben ni pueden beneficiarse con límites
temporales para su persecución y sanción; “Más aún, cuando tales delitos
son perpetrados en el seno de un aparato organizado de poder
(paradigmáticamente, la estructura estatal), sus autores actúan contando
con la impunidad de tales ilícitos, la que se expresa, en el caso de la
imprescriptibilidad, como omisión de la persecución penal por parte del
mismo aparato de poder cuyos miembros cometieron los delitos”.

Como dice BELTRÉ LÓPEZ “El tiempo no logra borrar de la memoria de


los pueblos los horrores de la miseria derivada de la corrupción. El estado
de vulnerabilidad en que ésta sume fundamentalmente a las naciones
pobres se prolonga en el tiempo como huella indeleble del crimen, lo que
hace que el interés por la represión de los infractores más que debilitarse
se potencie; no hay que ignorar que la ofendida con tales atrocidades es la
sociedad misma, sobre cuyo cuerpo las heridas tardan en restañar; la
alarma social causada a través de millones de pobres que son sus
víctimas, por lo que proclamar la imprescriptibilidad de hechos tan
impiedosos es un grito de resistencia contra el olvido”.

Se ha llegado a sostener que, en estos casos, el Derecho Penal no está


legitimado para exigir la imprescriptibilidad de las acciones emergentes de
los delitos especialmente desvalorados; y que, por el contrario, si lo hiciese,
sufriría un grave desmedro ético, pues consagraría una "norma fundante de
auto impunidad.

2.5 La regla de la imprescriptibilidad.

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Las reglas de imprescriptibilidad aplicables a los delitos de
corrupción son las reglas generales aplicables a todos los
delitos. En consecuencia, los delitos de corrupción
prescribirán en un tiempo igual al máximo de la pena
prevista para el delito (imprescriptibilidad ordinaria según el
artículo 80 del Código Penal) o, dadas las circunstancias,
cuando el tiempo transcurrido supere en una mitad el plazo
ordinario de imprescriptibilidad (imprescriptibilidad
extraordinaria según el artículo 83 del Código Penal). Así,
por ejemplo, en el plazo máximo extraordinario, el delito de
abuso de autoridad prescribirá a los seis años, el delito de
concusión a los doce años, el delito de colusión a los
veintidós años y medio, el delito de peculado a los doce
años, el delito de malversación de fondos a los seis años, el
delito de cohecho pasivo a los doce años, el delito de
cohecho activo a los nueve años, el delito de tráfico de
influencias a los nueve años y el delito de enriquecimiento
ilícito a los quince años; solo por citar los más importantes
delitos de corrupción previstos en nuestro ordenamiento
jurídico.

Sin embargo, pese a que los plazos de imprescriptibilidad no


son tan breves (debido a que las penas para los delitos de
corrupción no son tan benévolas, como de manera extendida
se cree), la justicia da cuenta frecuentemente de casos de
impunidad por imprescriptibilidad. Esto evidencia que la
impunidad no se debe a una sola causa, sino que concurren
diversos factores que favorecen la imprescriptibilidad como,
por ejemplo, la estructuración de los procesos, la
funcionalidad de sus procedimientos, la demora de los
procesos que se extienden excesivamente en el tiempo, los
recursos, formación y organización de los operadores de
justicia, la calidad de los autores de estos delitos,
funcionarios públicos que hacen uso de su posición de

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poder, conocimientos, capacidad económica para eludir la
acción de la justicia, distraerla y evitar que los procesos
concluyan con una sentencia. Como se puede observar, la
impunidad de la corrupción no se debe únicamente al
deficiente marco normativo que regula la imprescriptibilidad.

2.5.1 Regla especial para delitos contra el patrimonio del


estado.

Con el objetivo de superar las deficiencias de las reglas


generales de imprescriptibilidad, el legislador peruano ha
previsto una regla especial de imprescriptibilidad en el
artículo 80 in fine del Código Penal que indica que «en caso
de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos
contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos
por este, el plazo de imprescriptibilidad se duplica».Con esta
regla, nuestro legislador pretende evitar los casos de
imprescriptibilidad de los delitos de corrupción que afectan el
patrimonio del Estado.

Esta medida es correcta, pero insuficiente. Es correcto que


se amplíen los plazos de imprescriptibilidad para casos de
delitos cometidos por funcionarios públicos, pues estos,
generalmente, utilizan su posición de poder, sus
conocimientos del sistema de justicia, sus recursos para huir
de la acción de la justicia y hacer que sus delitos prescriban.
Sin embargo, tal como está redactada esta regla especial,
solo será aplicable a algunos delitos: a los que afecten el
patrimonio del Estado. En efecto, tal como se desprende del
tenor legal, para la aplicación de esta regla se requiere la
concurrencia de dos presupuestos: primero, que el autor sea
un funcionario público; y, segundo, que la acción desplegada
afecte al patrimonio del Estado o de organismos sostenidos
por este. Luego, al ser reducido su campo de acción, la
utilidad de la norma para evitar la imprescriptibilidad de los
delitos de corrupción será muy limitada.

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En efecto, en la discusión sobre el ámbito de aplicación de la
norma contenida en el artículo 80 in fine del Código Penal
pugnan tres interpretaciones. Una interpretación restrictiva
que entendía que los “delitos cometidos contra el patrimonio
del Estado” abarcaba únicamente aquellos delitos que tienen
como específico bien jurídico protegido el patrimonio del
Estado, con lo cual restringían su aplicación al peculado
(artículo 387 CP) y malversación de fondos (artículo 389
CP). Una interpretación extensiva, según la cual la
referencia a delitos contra el patrimonio del Estado
comprende todos los delitos que afecten directa o
indirectamente al patrimonio del Estado, con lo cual extiende
la aplicación de la regla a un grupo mucho más amplio,
como al delito de peculado en todas sus variantes, a todos
los delitos comunes cometidos por funcionarios públicos en
agravio del patrimonio del Estado, pero también delitos de
cuyo contenido no se aprecia un ataque (directo) al
patrimonio estatal como, por ejemplo, el delito de
rehusamiento de actos funcionales, abuso de autoridad y
otros similares. Y una tercera línea de interpretación, que he
defendido en un trabajo anterior, postula una solución
intermedia que sostiene que la referencia legal a delitos que
«afectan al patrimonio del Estado» debe entenderse como
ataque directo al patrimonio del Estado, con lo cual el grupo
de delitos comprendidos por esta norma será más amplio
que el admitido por la concepción restrictiva (que es
correcta, pero insuficiente), pero menos amplio que el
admitido por la concepción extensiva (que extiende
ilegítimamente su ámbito de aplicación). Luego, según la
postura intermedia, la regla especial será aplicable a los
tipos penales de peculado, malversación, a todos los demás
delitos contra la administración pública en los que aunque el
tipo penal no considere bien jurídico protegido primariamente
al patrimonio del Estado, sí se desprenda de su

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configuración fáctica en el caso concreto una afectación
directa del patrimonio del Estado. Visto así, este ámbito
podría comprender casos como los de los delitos de
corrupción de funcionarios (cohecho, enriquecimiento ilícito,
etcétera) donde el contenido del acto de corrupción tenga
como objeto defraudar al Estado y afectar su patrimonio
gravemente, sea porque el Estado se desprendió
indebidamente de su patrimonio o porque dejó de cobrar lo
que le correspondía.

Sin embargo, este debate sobre el ámbito de aplicación de la


regla especial de imprescriptibilidad donde se discutía la
ampliación de la imprescriptibilidad a delitos como el de
cohecho y otros ha sido zanjado por la Corte Suprema con la
fijación de una regla que reduce su aplicación, en la práctica,
únicamente al delito de peculado (y extensivamente a la
malversación). En efecto, en el Acuerdo Plenario 1-2010/CJ-
116 del 16 de noviembre de 2010, la Corte Suprema señaló
que «el fundamento esencial de la duplicidad de la
imprescriptibilidad es la lesión efectiva del patrimonio del
Estado realizada por los funcionarios o servidores públicos»,
por lo que «es necesario que exista una vinculación directa
entre estos», es decir, una vinculación entre el funcionario y
el patrimonio estatal. Luego, según la Corte Suprema, la
vinculación directa entre el funcionario y el patrimonio se
dará cuando concurran tres presupuestos: primero, «que
exista una relación funcional entre el agente infractor
especial del delito funcionario o servidor público y el
patrimonio del Estado». Segundo, «el vínculo del funcionario
o servidor público con el patrimonio del Estado implica que
este ejerza o pueda ejercer actos de administración,
percepción o custodia sobre bienes públicos». Tercero,
«puede servir como fuente de atribución de dicha posición y
facultad funcionarial una orden administrativa y, por tanto, es

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posible que a través de una disposición verbal se pueda
también transferir o delegar total o parcialmente el ejercicio
de funciones concretas de administración, percepción o
custodia sobre bienes públicos al funcionario o servidor que
originalmente por su nivel y facultades específicas no
poseía».

Como se observa, la Corte Suprema, en la práctica, ha


reducido la aplicación de la regla especial al delito de
peculado y malversación, y ha dejado fuera los delitos de
cohecho, que son quizá los más emblemáticos casos de
corrupción. En consecuencia, con esta regla y con la
“particular” y “especial” interpretación que de ella realiza la
Corte Suprema, no se ha avanzado en la ampliación de los
plazos de imprescriptibilidad para los delitos de corrupción,
que es justamente lo que se pretende.

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CONCLUSIONES
Al describir y analizar la anomía en la vida social del peruano, sostuvo que el
fenómeno de la corrupción está masivamente generalizado en la sociedad
argentina, y que cuando traspasa determinado umbral, impide el buen
funcionamiento del proceso democrático y del mercado económico
adquiriendo un carácter difícilmente reversible, dado que la corrupción se
alimenta a sí misma y afecta a los mecanismos designados para contenerla.
los costos de la corrupción suelen ser bajos cuando las sanciones formales
son leves e improbables.

Junto con la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, los legisladores


tienen varias cuestiones para resolver: a) si la imprescriptibilidad abarca
también a la acción civil; b) si la inhabilitación de los funcionarios
condenados debe ser perpetua; c) cuáles delitos abarca el concepto de
corrupción; d) si debe verificarse un grave daño económico o basta con el
daño económico; e) si procede el juicio en ausencia; f) si se amplía a toda
persona partícipe aunque no sea funcionario público; f) si se establece la
interdicción de la amnistía, el indulto y la conmutación de la pena para esta
clase de delitos; g) si la imprescriptibilidad se extiende a la pena; h) si se
incorpora la confiscación de los bienes provenientes de los delitos de
corrupción.

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BIBLIOGRAFIA
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 PRADO SALDARRIAGA, Víctor. “Todo sobre el Código Penal”. Tomo I.
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 VARGAS ROJAS, Fidel. Delitos contra la administración pública. Lima:

ANEXOS

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