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Tema: Sujetos Procesales

Actividad: Análisis de la sentencia No. 837-15-EP/20 de la Corte Constitucional.

1. Resumen de los antecedentes.

El 7 de junio de 2012, Martha Yolanda Ramírez Riofrío presentó una demanda de


prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio contra varios herederos, incluyendo a
los presuntos herederos. La demanda indicó que la citación a los demandados debía
realizarse por la prensa debido a la dificultad de ubicarlos. El juez del Juzgado Primero de
lo Civil de Loja requirió a la demandante demostrar sus esfuerzos para determinar el
domicilio de los demandados. Después de presentar evidencia, se le pidió prestar
juramento sobre la imposibilidad de determinar dicho domicilio. Posteriormente, se ordenó
la citación de algunos demandados por la prensa y a uno de ellos en su domicilio. La
demanda fue aceptada el 27 de febrero de 2013 y se inscribió en el Registro de la
Propiedad. El 29 de octubre de 2013, la jueza declaró la prescripción extraordinaria
adquisitiva de dominio a favor de Martha Yolanda Ramírez Riofrío. En mayo de 2015,
Carlos Isidro Ortiz Tapia solicitó la nulidad de lo actuado alegando que no fue citado,
presentando documentos que respaldan su posición.

2. Análisis de la sentencia.

Haciendo un análisis de la sentencia (No. 1944-12-EP/19) en la cual la Corte ha


aprobado, como excepción al principio de preclusión de la fase de admisión de la
acción extraordinaria de protección, la falta de agotamiento de recursos en la que, la
falta de agotamiento de recursos se considera un requisito constitucional para esta
acción, y su omisión puede desnaturalizarla, permitiendo a la Corte no estar obligada a
conocer los méritos del caso.

En el caso específico mencionado, se argumenta que el accionante no agotó el recurso


de apelación, casación ni la acción de nulidad de sentencia ejecutoriada. La razón
principal es que el accionante, debido a las características del caso (no estar citado), no
pudo agotar estos recursos ya que no tuvo conocimiento de la sentencia en el tiempo en
el que podría haber activado dichos mecanismos de impugnación. Se sostiene que esta
falta de agotamiento no fue producto de su negligencia.

Además, la demanda se centra en alegar la vulneración del derecho a la defensa, como


parte del derecho al debido proceso, conforme al artículo 76 numeral 7 literal a) de la
Constitución. El accionante sostiene que la negligencia de la autoridad judicial al no
verificar el certificado del Registro de la Propiedad generó que no fuera citado,
ocasionándole graves perjuicios al haber adquirido previamente los gananciales del bien
en discusión.

A pesar de que el certificado de propiedad sí detalla como última transacción, a la


compraventa de los gananciales correspondientes a Salvador Raimundo Tapia Rivera
sobre el bien en discusión, la autoridad judicial nunca se pronunció sobre si el accionante,
como comprador de los gananciales, debía ser demandado para completar la relación
jurídica sustancial.

De esta manera, se puede verificar que la autoridad judicial no verificó si se configuró la


relación jurídica sustancial para continuar con la sustanciación del proceso, siendo esto
relevante para garantizar el derecho a la defensa por parte del accionante.

Además, esta Corte sostiene que, aunque el demandante únicamente hizo referencia a la
violación del derecho a la defensa conforme al literal a) del numeral 7 del artículo 76 de la
Constitución, al aplicar el principio iura novit curia y debido a los argumentos presentados
en esta resolución, la Corte concluye que se infringieron otras garantías del debido
proceso aplicables al caso, las cuales no fueron mencionadas por el demandante.
Específicamente, se vulneraron las garantías contempladas en el artículo 76 numeral 7 de
la Constitución, en sus apartados: b) disponer del tiempo y los recursos adecuados para
la preparación de su defensa; c) ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de
condiciones; h) exponer verbal o por escrito las razones o argumentos en los que se
respalda y refutar las argumentaciones de las demás partes, presentar pruebas y rebatir
las que se presenten en su contra; y, m) impugnar la sentencia o resolución en todos los
procedimientos que afecten sus derechos.

3. Conclusiones.

● La Corte ha aprobado una excepción al principio de preclusión en la fase de


admisión de la acción extraordinaria de protección. Esta excepción se refiere a la
falta de agotamiento de recursos como requisito constitucional para dicha acción.

En este sentido, considero que la Corte actuó de una manera correcta, ya que si no
se conocía el proceso, no se podría acceder a los recursos tanto horizontales como
verticales para impugnar la decisión judicial. Al respecto, es importante está
excepción como jurisprudencia ya que los casos análogos donde es complicado
citar a las partes e incluso hay personas que no se dan por citadas puedan acceder
a una justicia plena en base a esta decisión judicial.

● La Corte, aplicando el principio iura novit curia, concluye que, a pesar de que el
accionante sólo alegó la vulneración del derecho a la defensa, existieron otras
vulneraciones de garantías del debido proceso que no fueron mencionadas por el
demandante, lo cual considero que es oportuno ya que según el artículo 11
numeral 6 nos dice que todos los principios y los derechos son inalienables,
irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual jerarquía. Ante esto
último, nos lleva a concluir que uno depende de otro y no son autónomos.

Por lo que, en lo expuesto en el párrafo anterior, las garantías vulneradas incluyen


el derecho a disponer del tiempo y recursos adecuados para la preparación de la
defensa, ser escuchado en igualdad de condiciones, presentar argumentos,
pruebas y contradecir las presentadas en su contra, así como recurrir el fallo en
procedimientos que afecten sus derechos.

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