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Denuncias Falsas

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APADESHI

Asociación de P adres Alejados de sus Hijos


Organismo no Gubernamental sin Fine s de Lucro Per. Jur. 1078-94

Web: www.apadeshi.com Mail info@apadeshi.com

Denuncias Falsas
en casos de
Obstrucción de Vínculo
con los Hijos

DENUNCIAS ERRONEAS
DE ABUSO SEXUAL
ASPECTOS PSICOLÓGICOS
Parte I

AUTORES
& Elaboración e Investigación Científica sobre Denuncias erróneas de abuso deshonesto
Lic. Susana P edrosa de Alvarez - Investigadora psicológica de APADESHI

& Características de las Denuncias Falsas - José María Bouza - Presidente de APADESHI

DENUNCIAS FALSAS
(La Palabra Padre es usada en su forma genérica)

A mediados de 1988, comenzando la labor de APADESHI, Asociación de Padres Alejados de sus Hijos, existía un tema excluyere entre los papás y mamás impedidos del
vínculo con sus hijos, consistente en la expresión de la angustia ante la imposibilidad de estar con sus hijos y la impotencia que sentían.
Otro tema que surgía inevitablemente en las reuniones y entrevistas, era la adjudicación de la responsabilidad del mantenimiento de esa situación a la corrupción en el sistema
Jurídico .
Detectando formas de obstrucción diversas, características del padre obstructor y su entorno, practicas jurídicas desleales y para el asombro todos los casos eran
extremadamente parecidos, con escasa variación.
Surgían preguntas ante estas similitudes:
¿Estaba digitada la desvinculación de los hijos como forma de destrucción familiar?
¿Quien o quienes, podían tener semejante poder?.

Tomamos contacto con la cultura Jurídico - Familiar de otros países y para mayor sorpresa, en otros lugares la similitud de la forma de exclusión del Padre no conviviente,
incluido a nivel del tratamiento jurídico social, coincidía con el practicado en Argentina.
En 1994 encontramos literatura de ESTADOS UNIDOS, que contenía experiencias y conceptos similares a los alcanzados por nuestra Institución, similitud sin haber tomado
contacto con este País, nos sugirió proseguir con nuestro trabajo social y de investigación de la problemática de la desvinculación y la difusión de las estrategias empleadas para
ese fin, tal cual lo veníamos haciendo alejándonos de las teorías que deseaban imponer desde sectores de las estructur as psicológicas y del derecho.
También mantuvimos inalterable la conceptualización a partir de experiencias y confrontación con los hechos que recogíamos en la Institución, manteniendo pura la línea de
pensamiento que nos acercaba al análisis de las perversiones que observábamos en elatamiento
tr de la problemática.
El descubrir en lugares distantes las mismas irregularidades, confirmo nuestro rumbo, permitió contestar preguntas, entender el mal uso de los conocimientos y posibilidades
de los profesionales del derecho y la psicología y el negocio emergente con la destrucción de una familia y la obstrucción del vínculo con los Hijos.
Alcanzada la Ley 24.270, impulsada por APADESHI, con la sanción al Padre o Tercero que obstruye el vinculo, surgió con fuerza devastadora la Inculcación Maliciosa hacia
los hijos para el rechazo al padre no conviviente y su entorno, de esta forma intenta burlar una vez más a la Justicia, con esta excusa como justificativo al delito que cometen,
abusando nuevamente de los hijos, colocando a estos como el factorde la negación del contacto con el padre no conviviente.
Lamentablemente el sistema jurídico nuevamente se asocio, dando lugar a estos métodos, continuando con la Indefensión de los menores que son sometidos a presión para
mentir.
En 1995 aparece un desproporcionado aumento de las denuncias falsas y entre ellas, las más terribles de todas como son las denuncias Falsas de abuso deshonesto hacia los
hijos o directamente por violación.
Nuevamente el Sistema Jurídico convalida estos métodos desvinculantes y coloca a los menores a riesgo cierto de perturbación mental y al manoseo físico y psicológico
efectuado en los peritajes, convirtiendo un abuso sexual falso, en uno verdadero ejecutado por el sistema interviniente.
Los comentarios y análisis del presente texto representan a los casos en los cuales la presencia de la obstrucción del vínculo con los hijos surge nítidamente y en ningún
momento realizamos una minimización de las denuncias verdaderas, así como de los verdaderos abusos sexuales que contienen sus propias características bien diferenciadas.
Trataremos de volcar con brevedad, las experiencias, descubrimientos y testimonios escuchados dur ante estos años, reservando en todo momento la identidad de las personas.

APADESHI
APADESHI

DENUNCIAS FALSAS Y SUS CA RACTERÍSTICAS

La Separación o Divorcio de Padres con hijos menores y el rol destinado al padre no conviviente, coloca al individuo ante situaciones desconocidas, complicadas y de alt
o riesgo.
Las personas que padecieron un Divorcio Destructivo, en algún momento del proceso jurídico recibieron una denuncia falsa de su ex pareja, resultándole dificultoso salir airoso de tan
desleal acción.
Estas denuncias falsas están presentes en el ámbito jurídico y en el entorno Socio - Familiar. Hasta la difusión y esclarecimiento por parte de nuestra Institución, esta estrategia pasaba en la
normalidad de un expediente y el damnificado no la identificaba como tal, debido al desenfreno de acciones a que se veía confrontado. Indudablemente el desconocimiento existente era
demasiado, sumado que en los Juzgados ante los reclamos por el impedimento de contacto con los hijos, el ser denunciado constantemente (denuncias Falsas) por diferente cosas, el
rechazo por parte de los hijos ( Inculcación Maliciosa ) etc., se les respondía que “ solo le ocurría a el / ella ” , por lo tanto era responsabilidad suya el haber llegado a esa situación de caos
personal.
Nada más alejado de la verdad esa aseveración, que se extendía al asesoramiento de abogados y psicólogos. Tales comentarios de hechos alienantes eran tomados como una alteración
del analizado, por consiguiente ocasionaban estr
agos en la vida de estos padres que vivían la realidad y se intentaba convencer que era su imaginación.
El trabajo Institucional produjo la apertura y el descubrimiento de estrategias generalizadas de obstrucción paterno - filial.
La costumbre a nivel Jurídico y social de otorgar las tenencias a las Madres, sin mayor evaluación ( 98% ) coloca a la mujer con hijos a su cargo como el principal ejecutor de estrategias
desvinculantes, no tratándose de un hecho originado en el sexo del ejecutor, pues cuando los hijos quedan con el papá y este decide obstruir, utiliza las mismas técnicas y palabras siendo
protegido por el mismo sistema desvinculante.
Las denuncias falsas que mencionamos, también las reciben mamás no convivientes, y a pesar de ser ínfimas por abuso deshonesto, se han detectado algunos casos, en estos no se
observaron la contundencia de las denunciasrecibidas por papás, tampoco alcanzaron el mal trato jurídico otorgado a los mismos.
Lejos de querer minimizar las denuncias verdaderas, que representan fuera del conflicto de obstrucción con los hijos un grave problema de Violencia Familiar, describimos en este texto
aquellas cuyo principal factor de semejanza, es la obstrucción del vínculo con los hijos, dato insoslayable para sospechar fuertemente de falsedad de las mismas, conjuntamente con la
identificación de las estrategias habituales.
Existen errores conceptuales o interpretaciones desdibujadas, por parte de abogados, psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos, asistentes sociales y de funcionarios intervinientes, debido a
fallas en su formación y actualización., como la abundancia de subjetividades brindadas a través de los medios periodísticos, al cual los profesionales citados tienen mayor acceso y
posibilidades de expresarse, volcando las fallas de sus análisis, que son asimiladas por la población, comoerdades
v absolutas por ser emitidas por quienes anteponen a su apellido un titulo,
y desde allí mantenidas, aumentas y er transmitidas formando opinión social a partir de errores o temas no estudiados.
Una serie de situaciones coadyuvan en la prosecución y falta de solución a los conflicto generados ante la separación de una pareja con hijos menores, o tal vez son causante directos que
esta separación ocurra con la violencia conocida :
· Considerar como un sector único a todas las madres separadas con hijos menores, adjudicándoles el rol de víctimas, cuando el sector comprendido por aquellas que obstruyen el vínculo y actúan
irregularmente, tiene características particulares y bien definidas.
· Considerar 2 bandos enfrentados, varones contra mujeres, o viceversa., alejado de la realidad, pues en los casos que los hijos quedan con el papá, muy escasos y este obstruye el vínculo con los hijos,
sus actitudes son iguales al de una mamá obstructora., lo que nos indica que no se trata de una tendencia femenina, sino, a una condición humana sin diferenciación de sexo que agrede a su
descendencia y a su ex pareja.
· El más injusto error es establecer el reclamo del vínculo con los hijos, como una guerra de sexo, confundiendo el amor por un hijo con un capricho. Nadie lucha años por estar con sus hijos por revancha
hacia su ex pareja, cuando es sabido que en ese reclamo y persistencia se pierde el trabajo, los bienes y anula la vida del reclamante.
· Ubicar al papá, con único referente de la ley de inasistencia familiar cuando la ley responsabiliza a ambos progenitores.
· Discriminación existente contra los papás y hacia las mamás que no quedaron con sus hijos.
· Atribuir la violencia familiar al varón, soslayando la violencia ejercida por la mujer.
· Minimizar la violencia psicológica de la mujer hacia el hombre, maximizando la del hombre hacia la mujer.
· Manejar la tenencia de los hijos o la relación fuerza poder a través de los hijos como una reivindicación femenina, cuando la mal llamada guerra de los sexos, no debe entrar en la esfera familiar y mucho
menos involucrar a los hijos.
· Considerar a un padre reclamante del vínculo con sus hijos, como un padre abandónico.

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ANALIZAREMOS LA VARIEDAD DE DENUNCI AS

Tipos de denuncias : Verdaderas - Semi-verdaderas - Falsas


Lugar y tiempo de las Denuncias
· Antes de la separación
· Posterior a la separación
· Fuera de un expediente judicial
· Incorporadas a un expediente judicial en causa Civil y/o Penal

DENUNCIAS VERDADERAS
Al igual que las denuncias Falsas, sufren en lo Jurídico con la dificultad de su probanza y la demora de los juzgados. Por ese motivo en relación a las denuncias por Violencia Familiar, se
genero un estilo para dar contundencia a las mismas, en la cual se impuso el concepto, que “ todas las denuncias de violencia Familiar son verdaderas y el problema es la falta de pruebas

Este concepto errado por generalizar, abrió una puerta a las denuncias Falsas en casos de Familia, en los cuales se detectan obstrucción del vínculo con los hijos.
La extensión del concepto anterior al sector de casos de obstrucción vincular, ocasiona enormes injusticias y perdida de la relación con los hijos tanto con el padre denunciado como con la
familia extensa.
Denuncias Falsas Anteriores a la separación, más frecuentes:
· Violencia Familiar: La Ley de Violencia Familiar ejercita la exclusión del hogar para el denunciado, abriendo una nueva forma efectiva de ejecutar una denuncia falsa y así asegurarse la tenencia de
los hijos y la obstrucción del vinculo de estos con el padre no conviviente a partir de esa denuncia con la cobertura jurídica y la exclusión del hogar del denunciado. Una ley con buena intención al ser
promulgada, es usada maliciosamente por quien desea posicionarse judicialmente y eliminar la relación de los hijos con el padre excluido.
· Malos tratos: Generalmente el denunciado no sabe que fue realizada, se presenta en comisaría como exposición civil.

Las denuncias Falsas, formales o de carácter intimista se realizan


· En Comisaría
· A familiares y amigos, preparando a futuros testigos falsos o cómplices en la desvinculación
· En los colegios, con comentarios a los docentes

El denunciado falsamentesuele enterarse de la exposiciones civiles durante el Juicio de Divorcio y/o Tenencia, de lo comentado ante los familiares y amigos, cuando estalla el conflicto final,
conducente a la separación de la pareja.
El denunciante cuida que no se entere el denunciado, para usarla cuando el caso se torne jurídico y lo hablado con amigos o familiares para asegurarse aliados tras la separación, que solo
tengan su versión (decidió separ arse, lo tiene planeado desde tiempo antes de comunicarlo, pr epara su posición legal y so cial).
En ocasiones, al denunciado le comenta sobre las denuncias que realizo, prosiguiendo la convivencia, utilizando la denuncia Falsa, como una forma de presión y dominación, elaborando en
el entorno la presunción que las denuncias son verdaderas. Incorpora aliados y se reserva el denunciante, la utilización en caso de producirse la separación para presentarla en los Juicios
pertinentes.
En este tipo de actitud el denunciante somete a su pareja a una violencia psicológica, que suele terminar en una agresión física por parte del damnificado. Probablemente represente la
estrategia desvinculante más peligrosa, llegando a violencia sin limite, observada en su fase terminal en la presentación en los medios de prensa como: “ muerte/s en un drama pasional”.
CUANDO LO IRREAL EN LOS EXPEDIENTES JUDICIALES COMIENZA A TOMAR VIDA
Innumerables relatos reflejaron diferentes formas y etapas de las desvinculaciones, algunos de estos testimonios los volcaremos como ejemplo, para una mayor comprensión
del conflicto presentado.
RELATO: Papá 2 Hijos: Teníamos algunos problemas de pareja, a mi entender no muy graves., una noche, mi esposa me dijo que me tenia que ir, me hecho de casa, dijo que hablara con su
abogado. Para evitar males mayores pase la noche en casa de mis Padres, al otro día volví a casa. Al intentar ingresar me di cuenta que había cambiado la cerradura, no me atendía,
cuando respondió me insulto, negándose a que pueda estar con mis hijos. Cuando fui al abogado, ya había iniciado la demanda de divorcio. Sin saberlo estaba acusado de maltratarla a
ella y a los chicos y de abandono del hogar. Juro que jamás los maltrate. Mi esposa había iniciado las conversaciones con el abogado 6 meses antes que me digiera que me tenia que ir de
casa. Nunca habíamos conversado la posibilidad de separarnos.

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Es más frecuente la denuncia falsa, antes de la separación, cuando la iniciativa de terminar la relación, es tomada por la mujer, ( casi en la totalidad de los casos de obstrucción de vínculo con
los hijos ) la decisión se maneja con anticipación, con ayuda del entorno cómplice - familiar. Se elabora el corte de forma, que el denunciado falsamente aparezca ante el entorno, como el
culpable de la ruptura por actitudes de violencia y ante el Juzgado como una persona de riesgo para lograr la obstrucción del vinculo con los Hijos y un inicio legal contundente
Es importante recalcar que no ocurre la separación en parejas que participan de un Divorcio Destructivo, por “ una discusión del momento “, afirmación común y errada en aquel que explica
el final y las dificultades de obstrucción con sus Hijos.
La ruptura es calculada, definida, intervienen abogados, que asesoran. Inciden familiares y amistades que en ocasiones toman las decisiones y dirigen las acciones, tanto familiares como
Jurídicas.
El Denunciante busca abogados y psicólogos, acordes a sus manejos desleales e ilegales, ejecutando su plan al encontrar a esta clase de personajes nefastos que acceden a sus
objetivos. Si el profesional no responde a la falta de ética requerida, es reemplazado buscando otro ideal para sus necesidades.
RELATO: Papá, 1 Hijo: No comprendo por que invento todo. Se dejo dominar por mi suegra, ella había hecho lo mismo con su marido y logro que se alejara de los hijos., decía que era violento, que las
abandono, descubrí que era falso, el pobre hombre las paso todas, cuando se acercaba a la casa, le hacia una denuncia en la comisaría, hasta que se agoto y dejo de intentar ver a sus hijas. Ahora mandan
a mi hijo con una psicóloga, esta se niega a hablar conmigo, según me asesoraron es una falta de ética profesional. Mi hijo me rechaza, y esta psicóloga presento por medio del abogado de mi esposa un
psicodiagnostico del nene, recomendando que no se establezca régimen de visita, por considerarme nocivo para el pequeño, ¿ De donde saco que soy nocivo, nunca hablo conmigo., el nene tiene 3 años y
desde que nos separamos no me dejaron estar con el ?
En ocasiones los profesionales convocados por el obstructor, establecen un vinculo cómplice y cooperan ilícitamente a través de su profesión en la obstrucción y/o en las denuncias falsas,
violando toda ética profesional.
RELATO: Mamá, 1 Hija: Descubrí que mi marido me engañaba con una compañera de trabajo, hice lo posible para salvar la pareja, hasta que no lo tolere mas y decidí separarnos. Nuestra hija quedo
conmigo, tiene 11 años, dice que me odia y que le arruine la vida al padre, los vecinos están convencido que fui infiel a mi esposo. Por la única amiga que me quedo, me entere que durante meses, el les
contaba que yo estaba mal de la cabeza, que iba a un psiquiatra, que estaba medicada, y que sospechaba que me encontraba con otro hombre., totalmente falso. Mi hija cree toda esas mentiras, tengo
miedo que se vaya con el Padre cualquier cosa que le llamo la atención, me amenaza con marcharse para siempre con él.
El anterior es un testimonio en el cual se ejemplifica la forma dedenuncia falsa, fuera del ámbito judicial y sus consecuencias.

EL VARÓN Y LAS DENUNCIAS


Antes de la separ ación:
· No suele realizar denuncias, sean estas verdaderas o falsas
· No tiene acceso sencillo a la Policía , en relación a las denuncias contra su pareja
· Culturalmente no es aceptable que el varón denuncie por malos tratos a su mujer, aunque estas agresiones sean reiteradas, violentas y tenga pruebas
· Es menos litigante
· Tiene mayor desconocimiento en lo Jurídico
· Esta menos informado, en relación al divorcio y sus manejos
· Es menos influenciado por un entorno desvinculante
· Generalmente no decide la separación

Tras la separación
· Usa las Denuncias Falsas en menor porcentaje que la mujer
· Influye poco el entorno en sus decisiones
· Potencia dudas sobre la moralidad de su ex-cónyuge, aunque le da escasos resultados.

RELATO : Papá, 2 hijos: Mi ex mujer es de carácter difícil, se pone nerviosa, es de golpear y de romper cosas, la pareja no iba mas., estaba cansado de ser golpeado y que le pegara a los chicos., Fui a
la comisaría, no me tomaron la denuncia, me sentí ridículo, me hacían bromas. Volví a casa y le conté, hablamos, parecía que había entendido, prometió ir a un psicólogo. Pasamos una noche con
arrumacos como si fuéramos novios. Al día siguiente se fue con los chicos, antes paso por la comisaría y me hizo una denuncia por haberla golpeado, a ella se la tomaron. Me citaron de la comisaría,
a los 2 días por medio del Juzgado, me desalojaron de mi casa.
Estuve 6 meses sin ver a mis hijos. El Perito forense constato que ni ella, ni los niños, tenían golpes, nunca presento testigos, mis hijos Negaron que recibieran malos tratos por parte mía y que la madre
les había dicho que debían decir que a veces yo les pegaba, o no los dejaría salir a jugar y los dejaría sin comer, en su ingenuidad la pusieron al descubierto ante l os peritos, Al mes de separados ella
estaba viviendo en nuestra casa, con mis hijos y otro hombre, esta persona golpea a mis niños. Las visitas las hago acompañado, pues en una ocasión golpearon al mas chico y denunciaron que fui yo, a
pesar de denunciarlo este sujeto convive con ellos. El Juzgado civil no hizo nada, la madre lo desmiente, mis hijos lo acusan.

Es notable en los Juzgados Civiles o los llamados de Familia, como la nueva pareja, en los casos de litigio por Tenencia y obstrucción del vínculo con los hijos, se lo obvia y no se la
investiga. Es conocido los casos de violencia, abusos deshonesto, violación, perpetrado en altísimo porcentaje por estas personas, se tiene en cuenta cuando no existe un proceso litigante
por los hijos, contando con impunidad y fuera de la causa. en los casos de litigios entre los Padres. Esta dificultad en hacer ingresar a las nuevas parejas sospechosas, determina que
intervengan en la obstrucción y lleguen al abuso de los menores, ocultados por el papá o mamá conviviente. No debemos olvidar que aunque en menor cantidad de casos, una mujer en su
rol de nueva pareja del papá conviviente, también puede cometer abuso deshonesto y violación.
RELATO: Mamá, 2 Hijas: Durante el matrimonio no podía tener amistades, al separarnos estuvimos un tiempo bien, pero me celaba por todo, cualquier cosa servia para hacerme quedar mal ante mis hijas,
hasta que ellas decidieron irse a vivir con el papá. Me presente al juzgado para pedir que las reintegren al hogar, me encontré que estaba acusada de pegarles, de llevar hombres a casa. Mis propias hijas
mienten y en el Juzgado dicen que es culpa mía por dejar que se fueran con el padre, que tendría que haberlas retenido por la fuerza, ¿ me gustaría saber como retengo por la fuerza a dos adolescentes de
13 y 15 años.
Las madres deben cumplir un rol, no pueden apartarse del mismo, deben retener a los hijos y asumirse víctimas. Fuera de ese guión, ante cualquier conflicto emergente en relación a la
tenencia y vínculo con los hijos, son desprotegidas.

TIPO DE DENUNCIAS FALSAS OBJETIVO BUSCADO


Alcoholismo, drogadicción Sugerir dudas, someter a interminables peritajes
Alteraciones mentales Obligar a tratamiento psicológico , limitar contacto
Intento de sustraer los hijos Visitas vigiladas, obstruir el vínculo
Abuso deshonesto hacia los hijos Cortar vinculo con los hijos en forma definitiva
Desviaciones sexuales Desvalorizar su imagen
Involucrarlo en delitos comunes Dudar de su honestidad
Aleccionar mal a los hijos Continuar con su inculcación maliciosa
Incumplir visitas No dejarle mejorar el tiempo de contacto
Similares a familiares y amigos Eliminar el apoyo de los allegados
Estas Denuncias, normalmente carecen de prueba, pero alcanzan el objetivo de entorpecer y/o anular la relación con los Hijos

Los Papás, reciben DENUNCIAS FALSAS por:


· Malos tratos
· Abuso deshonesto
· Violencia
· Amenazas
· No proveer económicamente al sostén Familiar
· Adicciones
· Infidelidad

Las Mamás, reciben DENUNCIAS FALSAS por:


· Dificultades mentales
· Actitudes agresivas
· Abandono de los Hijos
· Reputación dudosa
· Falta de atención del hogar
· Infidelidad

Estas Denuncias Falsas son difíciles de probar, debido al dificultoso armado de las pruebas y en la provisión de testigos falsos. El interés, no esta centrado en lograr una condena para el
denunciado., se utilizan en lo Civil, para dificultar el contacto con los hijos, dilatar la fijación del ér gimen de visitas, ocultar el ejercicio de la inculcación maliciosa.
“ No importa si existen pruebas o se demuestre falsa la denuncia, el objetivo se cumple al realizarla y el sistema de costumbres jurídicas ejecuta el resto,
obstruyendo el vínculo del padre no conviviente con los hijos “
A nivel del entorno familiar o de amigos el denunciante elabor
a, un escenario teatral, para obtener aliados, cuenta tristes experiencias del matrimonio y lo insoportable de la relación

La estrategia del desv alido


El denunciante crea un estado de indefensión, en el cual, el entorno se ve comprometido a la protección. De esta forma, los obliga a corresponder ante cualquier solicitud por la
dependencia que tiene con ellos. El testigo falso, queda comprometido con el denunciante, no puede desdecirse de su testimonio y al mismo tiempo lo presiona para continuar en
complicidad., estas personas, suelen creer que están ayudando a una víctima, que hacen un acto de protección hacia los menores. Al descubrir la verdad, es tarde, el daño lo causaron. Estos
testigos mencionados en los escritos civiles, suelen no concurrir a testimoniar, al darse cuenta del uso al cual se ven expuestos, perdiendo estos testimonios, afectara poco al denunciante,
su objetivo pasa por denunciar un hecho, no en probarlo.
Características del Denunciante F also
· En alto porcentaje, poseía una relación extramatrimonial previa, es uno de los datos mas llamativos que surgieron de las entrevistas contrario a lo masivamente expuesto de colocar a quien se queda
con los hijos como la víctima de un divorcio. Este hecho nos lleva a reafirmar la diferencia entre los participantes de un divorcio común y aquellos con obstrucción de vínculo con los hijos.
· Forma nueva pareja a poco de separarse imponiéndola a los hijos como el nuevo papá o mamá
· Tiene antecedentes psicológicos o psiquiátricos
· Dificultades de relación con su familia de origen
· Escasas amistades antes de la separación
· Aumenta las amistades, durante el periodo preseparación y posterior a la misma

Motivos para realizar las Denuncias F alsas


· Tienen necesidad de eliminar la figura del padre no conviviente, esto se transforma en obsesión
· Imponer la nueva pareja, presentándola como “ una buena persona “ en comparación con su ex pareja
· Tapar desequilibrios psicológicos, endosándolos al denunciado
· Justificar sus deslealtades
· Asegurarse la Tenencia de los hijos
· Quedarse con los bienes conyugales
· Hacer creer a la nueva relación que su ex pareja, le hacia la vida imposible de sobrellevar, por eso la infidelidad
· Desalentar al denunciado en mantener contacto con los hijos
· Hacer aparecer al padre no conviviente como un abandónico y despreocupado de sus hijos

El Padre no conviviente ya no esta y para facilitar el ingreso de la nueva pareja en la vida de los hijos, debe ser er pudiado por el entorno y castigado por la Justicia
En la revisión de los expedientes con denuncias de abuso deshonest
o acercados con presunción de falsos, se detectaron:
· Obstrucción del vínculo con los hijos
· Denuncias similares
· Falta de pruebas en las denuncias
· Indicios concretos que las denuncias son falsas
· Reiteración de las mismas denuncias
· Estrategias jurídica desvinculantes por parte de los profesionales intervinientes

Los Juzgados conocen los métodos desvinculantes, sin embargo toleran y dan lugar a estas denuncias falsas, excusándose que ellos están obligados a recibirlas y a proceder. Los motivos
de la actuación Judicial merece un análisis extenso que nos desviaría del tema de las denuncias falsas del presente texto, sin embargo no podemos dejar de mencionar que ordenan el
impedimento o limitación legal del contacto con los hijos a pesar de no existir pruebas o e
star demostrada que no son verídicas.
Entre las disputas de la pareja, el enfrentamiento con los Juzgados, sumado a las dudas en el proceder de los mismos, el denunciado consume sus días y desatiende el trabajo, hasta
perderlo, agravando la posibilidad de ejercer su defensa, al carecer de recursos económicos. El denunciante Falso, a pesar de asumir la característica de víctima es el más fuerte, el que
decide. Actúa en forma ilegal y no er cibe sanción.
En las Denuncias F alsas se muestr a al Padre No Conviviente como:
· Alcohólico/a
· Homosexual
· Violento/a
· Agresivo/a hacia los Hijos
· Que No le gusta trabajar
· abandónico/a
· Desentendido/a de sus obligaciones asistenciales
· Con desequilibrios mentales
· Impulsivo
· Litigante
· Falto de dialogo conciliador
· Pervertido/a
· etc.
Existe una Denuncia Falsa Tipo par a cada incidente Judicial
· Se toma como base las denuncias tipo y el letrado de su creatividad agrega detalles
· Ningún abogado coloca en un escrito, que la parte contraria es muy buena, es una demanda, pertenece a la parafernalia de los Litigios, debe existir una víctima y un culpable.

En casos que existe el Típico denunciante Falso, con estructura desvinculante de la relación de los hijos con el Padre no conviviente, no aparecen abogados o psicólogos respetuosos de la
ética profesional, el motivo es que no responden a las necesidades psicológicas y de objetivos de estas personas, de allí la similitud encontrada en la forma de actuar de los profesionales
en casos de Divorcios destructivos desvinculantes de los hijos.
El Denunciado falsamente, desea defender el vinculo con los hijos y se encuentra ante denuncias falsas, busca profesionales que merezcan confianza, tratando de enfrentar el Juicio con
pruebas. Al no conocer los usos y costumbres jurídicas, prioriza elementos de prueba como valor fundamental para salir airoso. La intención es buena, pero los resultados no acompañan y
cambian de abogado constantemente o estos abandonan el caso por la enorme cantidad de tiempo que les requiere, lo desgastante, injusto y poco lucrativo de su gestión y el continuo
reclamo del cliente ante las demoras e ilógico de las resoluciones Judiciales. Ante estos cambios el Juzgado considera que la persona tiene dificultades de relación, confundiendo la
necesidad de una correcta defensa en juicio.
En determinado momento del Juicio, el padre no conviviente busca profesionales similares a los de la otra parte, en la creencia que poseen mayor capacidad jurídica. La experiencia le
entrega otro fracaso, los profesionales citados, no alcanzan sus éxitos mediante la excelencia de su labor, sino, por representar a la parte cuyo rol de poseedor de la tenencia de los hijos o
por discriminación a favor del obstructor, le confiere los resultados positivos e impunidad, lo cual no esta relacionado con las pruebas o forma de diligenciar un juicio.
El denunciante pierde parámetros de conductas consideradas morales por nuestra sociedad , desea separarse y quedarse con los hijos, bienes y destruir al denunciado. Al perder los límites
utiliza todos los medios que tiene a su alcance. Por ello recurren a denuncias falsas, conociéndolas o por sugerencia del profesional actuante. La gran difusión de la efectividad de este
accionar, condujo a la utilización de las mismas, más allá del consejo de un abogado, desdibujando la figura de estos profesionales, involucrando a todos cuando la mayoría de los
abogados, psicólogos, etc., desean actuar correctamente y se ven sorprendidos por las actitudes de sus clientes y colegas sin ética.
“ EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS ” esta en su máxima expresión en los litigios de Familia. Aunque el fin buscado es descalificador.

Nos encontramos con una paradoja


Aquel que decidió la separación, que porcentualmente fue infiel, que es el más agresivo, que tiene el costumbrismo jurídico a su favor y la aceptación social en sus métodos, generalmente
con antecedentes de disturbios psicológicos., resulta beneficiado y en su proceder se asemeja a un animal salvaje, que probó sangre y no puede detenerse hasta devorar su víctima.
Antiguamente cuando las separaciones no alcanzaban el porcentaje actual, cercano al 70 % de las parejas, si el individuo en su rol de padre no conviviente, desistía de los intentos de
mantener el vínculo con los hijos, el padre conviviente cesaba sus agresiones, demandas judiciales y denuncias falsas. Actualmente esto no ocurre, se busca la eliminación total del
individuo, no solo como padre, sino como persona.
Cuando el denunciado se encuentra ante Denuncias Falsas, el pensamiento comienza a trabajar febrilmente:
¿ Con quien me case ? ¿ P or que hace est o ? ¿ Con quien tuv e hijos? ¿ Como puedo hacer par a que entienda r azones? ¿Donde esta la Justicia ?

! Todas son preguntas, jamás obtiene respuestas !


Este tipo de denuncias son extraídas de Costumbres jurídicas, y Pautas Socio - Culturales, donde se copian demandas y se er iteran en un calco. La computación permitió tenerlas en archivo
y el profesional actuante tiene la demanda preparada, sobre divorcio, tenencia, regímenes de visitas y diversos incidentes, cambian el nombre de las Partes, algunos detalles e ingresa el
escrito Judicial.
El demandado al recibirla
· Se desestabiliza
· No entiende que ocurre
· Se dirige a su abogado para contestar
· Contesta: “niego cada uno de los puntos.... y al mismo tiempo reconviene a la otra parte, con agravios de naturaleza similar

! De esta forma comienzan las agresiones que no tendrán fin !


RELATO : Papá, 3 Hijos: Toda vez que iba al juzgado civil por las denuncias que me hacían, parecía que gozaban con las mismas, como si esperaran que cada denuncia superara a la anterior. No se, si me
dolía más las denuncias o que me faltaran el respeto en el juzgado.

El denunciado falsamente, no tiene acceso a conocer el mét odo de las falsas denuncias, no es un tema divulgado y es silenciado a niv
el del Sistema Jurídico. Cuando comienza aconocerlo,
ya esta envuelto en denuncias de todo tenor, la situación lo supera, consulta con varios abogados e ingresa al engranaje judicial. Su vida se convierte en citaciones, interrogatorios, faltas
de respeto.
Debe ocultar a familiares y amigos, sobre estas denuncias falsas, en ocasiones por tratarse de supuesto abuso deshonesto, violación hacia los hijos etc. No puede comentarlas a nivel
laboral o colocaría su fuente de ingreso en situación de perderla. Se aisla y avergüenza, entrando en un estado depresivo y de temor, que lo inhibe e impide relacionarse con otras
personas, se convierte en un ser desconfiado e introvertido.

Es la etapa de r ealidad mas cruel, pedi rá protección del Juz gado, desalentadose ante el desampar o que encuentr a.
Es indispensable para enfrentar los litigios de familia, conocer todo lo referente a estos, y la DENUNCIA FALSA representa una enorme porción, tal vez la mas importante en la actualidad.
En Juicios de F amilia se usa el costumbrismo y debe r econocer en los escrit os y las audiencias:
· Cuando es una frase que realmente corresponde a la otra persona que alguna vez compartió afectos, proyectos e ilusiones siendo hoy un extraño que esta decidido a su exterminio y cuando
pertenece a los usos y costumbres jurídicos.

Los abusos, la perdida de contacto con los hijos, la relación preferencial de los Juzgados con el Denunciante, coincidente con el padre en custodia de los hijos. Estas situaciones supera al
denunciado:
· Pierde la capacidad de escuchar
· Se vuelve agresivo
· Busca asesoramiento, sin saber concretamente para que
· Cambia de abogado constantemente
· Pierde su trabajo
· No puede hacer frente a las obligaciones alimentarias
· Intenta sin conseguirlo, dialogar con la otra parte

El denunciado falsamente en esta etapa se encuentra ante un final anunciado, ó se produce la luz que le permita reconocer a sus enemigos reales y se prepara para librar una contienda
desigual o pierde el vínculo con sus Hijos, que paralelamente reciben inculcación maliciosapara que lo rechacen, basándose en lasdenuncias falsas que le realizaron.
La estrategia cuando actúan profesionales sin ética alguna, es proponerle retirar las denuncias y/o cesar con las mismas, a cambio de la cesión definitiva de la Tenencia de los hijos,
renunciar a la Patria Potestad, no tener un régimen de visitas o restringirlo a un mínimo, una cuota Alimentaria inalcanzable. Lamentablemente muchos caen ante estos sujetos y sus
convenios, entregan todo o casi todo, en la esperanza que el martirio termine y poder estar con sus hijos., la experiencia muestra que después de ser despojados, sobreviene una andanada
terminal de denuncias falsas y presión jurídica.
Analicemos algunos punt os citados

· Presentan al Padre Denunciado Falsamente como Enemigo Publico Numero 1, Si se toma literalmente las denuncias y características que se le endilgan al denunciado, en una exageración imaginativa
podríamos pensar que debido al tenor de las denuncias, este debiera ser ajusticiado, previas torturas como escarmiento ante los aberrantes hechos que se le adjudica
· Le agregan otras tantas morbosidades, para dejar satisfecho a quien con gran lasciva leerá las denuncias a sabiendas de la irrealidad, dentro de un Sistema de aceptación de la Gran Fabulación que son
los casos de separación con hijos menores
· En la demanda de Divorcio, el demandante expone tantas barbaridades, que en el incidente de Tenencia, debe superarse en creatividad.
· Es usual las denuncias verbales en los Juzgados buscando convencer a los funcionarios (Juez, Secretario, Asesor de menores)
· En la demanda de Tenencia, el denunciante recurre a toda una gama de agravios y realza, lo que es sexual, desea mostrar al individuo como pervertido que representa un riesgo para los hijos

Indudablemente los Juzgados se componen por Funcionarios y empleados con su experiencia personal y frustraciones, más la carga de una formación Académica cuestionada, no acorde
con la realidad del aluvión de separaciones actual. Los preconceptos y el estilo de sentencias, permite el mantenimient
o de la cultura de la mentira en los juicios de Familia
En adelante comienzan los Peritaje Psicológico y toda la gama de errores en el uso de las técnicas e interpretación

PERITAJE PSICOLOGICO
Es en los Peritajes Psicológicos donde se localizo la mayor cantidad de quejas entre los entrevistados, por la subjetividad y el desconocimient
o del tema de la desvinculación de los hijos y
las Técnicas utilizadas.
Entre estas quejas encontramos:
· Los papás son discriminados, al igual que las mamás que no retuvieron a sus hijos
· Se los obliga a reconocer como ciertas las imputaciones falsas de la otra parte
· Es mal visto en el varón, su deseo de obtener la Tenencia de los hijos y en la mujer cederla
· Sugestivos los (SIC) usados ante las expresiones de los mismos, como un llamado a duda a sus dichos y la casi ausencia en lo expresado por quien tiene los hijos y sus desbordes
· Cuando una mamá no pudo, no quiso ó no supo retener a los hijos, estas experiencias de Peritajes son difíciles, suelen recriminarles no haber retenido, aun por la fuerza a sus hijos y a pesar de dar
explicaciones surgen los (SIC). Lamentablemente deben pagar el error de no cumplir con su rol de retener a los hijos a cualquier costo, violencia y denuncias falsas incluidas.

RELATO : Papá, 1 hijo: En los Peritajes no podía contar nada, lo que digiera era mal visto, llevaba pruebas y el psicólogo decía que allí no hacían falta, le conté todo con el mayor detalle, tratando de no
exagerar, quería que cuando fuera mi esposa a contar sus mentiras pudiera evaluar correctamente. Cuando entregaron la evaluación dieron todo lo dicho por ella como cierto, tomaron sus historias para
realizar el informe al juzgado . A pesar que tuvo el expediente con todas las pruebas que demostraban las falsedades, únicamente se baso en sus mentiras. El mensaje que emitió es que ella era una buena
madre, que los problemas psicológicos que tenia, incluidos los intentos de suicidio se debían a mi obsesión por estar con mis hijos y recomendaban limitar el contacto con ellos hasta que la madre se
sintiera mas segura. Lo increíble de mi culpabilidad por sus desequilibrios es que antes de conocernos fue internada 2 veces por esos motivos y están las pruebas de las internaciones, En ocasiones ante
las tonterías que preguntaba y las interpretaciones que hacia, dude si estaba ante un psicólogo o un paciente fugado de un manicomio.

RELATO : Papá, 1 Hijo: Obviaron 3 intentos de suicidio de mi ex - esposa antes de conocerme, uno durante el matrimonio y una internación de mi hijo por golpes, reconocido por la madre que se
descontrolo. Mi hijo me rechaza, ella le llena la cabeza, pusieron que mi hijo tiene problemas de conducta por el trato conmigo y recomiendan no reiniciar el vinculo, expresan que es mi culpa , que no se
relacionarme con el niño. Desde que nos separamos nunca me dejo estar con mi hijo, pasaron desde la separación 8 meses y nunca tuve contacto alguno, ¿ Como pude afectar al chico si nunca me dejo
estar con él, tanto los Peritos como el Juzgado lo saben, consta en el expediente y es reconocido por la madre ?
En Juicios por la tenencia de los hijos normalmente el que recibe una demanda de Tenencia agraviante no tiene margen para contestar, no se contesta agraviando, no es de usos y
costumbres como en el Divorcio, ya que de contestar con similares términos el Juzgado lo ve mal, aun presentando pruebas contundentes. Los agravios y las mentiras parecen pertenecer
al mundo del demandante, que esta en posesión de los Hijos.
Como en un mundo al revés, el mentiroso es el dueño de la verdad
El padre demandado sin los Hijos, queda descolocado ante las denuncias falsas, no sabiendo como proceder para dejar las cosas aclaradas. Es tanta la desesperación por demostrar las
mentiras, que pierde el objetivo principal, que son los hijos y la protección de los mismos, sin percatarse que justamente ese es el objetivo buscado por el demandante
Buscara los porque de tantas barbaridades sin encontrarlos. Si tiene medios económicos o cobertura social, recurrirá a una ayuda psicológica, en los casos estudiados la experiencia no
resulto positiva
RELATO : Papá, 2 Hijas: Cambie varios Psicólogos, cuando les contaba lo que me pasaba con mi esposa y el juzgado me decían que lo imaginaba, que se debía a mi estado emocional. Cuando por
esas cosas que “ supuestamente “ yo imaginaba y debía cambiar de perspectiva, termine detenido por una denuncia por abuso sexual hacia una de mis hijas y viví por primera vez la experiencia de estar
detenido. El día que ella me acuso de haber cometido ese delito, para mala suerte de mi esposa y de su abogada yo me encontraba en Brasil en un curso de capacitación laboral enviado por la empresa
que me había contratado. De algo que estoy seguro es que no voy más a un psicólogo, para locos tengo bastante con la madre de mis hijas y mis incursiones jurídicas.

Si al menos, al Padre no conviviente, le entregaran el guión teatral jurídico, sabría cual es su parte en la obra, nadie se lo dice y pasa años queriendo demostrar la verdad y esta solo le
interesa al que recibió la injuria, todos los demás la tienen clara, es de Usos y Costumbres.

· Una demanda de Tenencia con denuncias Falsas, trata de lograr el impedimento de contacto con los hijos
· A través de las chicanas jurídicas, dilatan las resoluciones Judiciales
· Bloquean a través de las denuncias falsas la restitución del vínculo o la mejora en la relación vincular

Se hace notable que el único impedimento para tener contacto con los hijos, es que el Padre que retiene a los hijos no desea que ocurra y esto alcanza.
Un ejemplo para entender este abuso, lo podemos encontrar en una comparación alejada de la realidad pero que sirve para entender la situación: Ante el secuestro de un menor, se convoca
al secuestrador, le preguntan si desea liberarlo y ante la negativa de cesar con el delito le agradecen la gentileza de haberse acercado a dar esa respuesta y el menor continua en
cautiverio.
Como una broma macabra no faltara la resolución, que realce alguna denuncia falsa, y mediante la mención de estos hechos, justifique negar y/o restringir el vínculo con los hijos.
Cuando a nivel de los Juzgados se extiende la denuncia falsa hasta conv
ertirla en una falsa verdad Jurídica
En la revisión de los Expediente Civiles, generalmente la demostración de la falsedad de la denuncia es tan contundente que no permitiría obtener una resolución Judicial que no fuera a
favor del denunciado, por lo tanto al tener que emitir los Juzgados fallos, de acuerdo al costumbrismo, le resulta inevitable citar hechos que aunque probadamente falsos, justifiquen un fallo
injusto para el denunciado falsamente.
El damnificado ira a una segunda instancia Judicial (Cámara) la cual suele acompañar el fallo de primer instancia., El Padre damnificado por el Fallo intentara recurrir a la Corte Suprema, en
ocasiones logra que el caso se acepte, no alcanzando que se cambie el fallo injusto, demorando indefinidamente la resolución final.
El estado de indefensión es tal, que a pesar, que la verdad rebalsa en los expedientes, la mentira es utilizada para justificar lo injustificable, sumiendo a estos padres en un estado de
abandono en todos los ordenes de su vida, extendiendo el tiempo de evinculación
r con los hijos.
Si este proceso de eliminación de un padre, se cumple en su totalidad, el denunciante habrá logrado que papá o mamá injuriado:
· Abandone a sus Hijos
· No pueda rehacer su vida social - laboral y afectiva
· Enferme
· Actúe violentamente
· Se suicide

Denuncias Falsas introducidas a los expedientes de Régimen de visitas:


· Me agredió
· Estaba ebrio/a, drogado/a
· Me amenazo de muerte
· Estaba acompañado por amigos o familiares y me amenazaron
· Se quiere robar a los hijos
· Golpea a los hijos
· Abuso sexualmente de los Hijos
· Etc.

En estos casos utilizan la agresividad para caracterizar a la otra parte, de esta forma, intentan impedir el contacto de los hijos con el Padre no conviviente, usando a la Justicia y a la policía
como ejecutores de sus estrategias desvinculantes.
Posterior a la sanción de la Ley Penal 24.270 ( Sanciona al Padre o tercero que impidiere u obstruyere el contacto del Hijo menor o discapacitado con el Padre no conviviente ) viéndose los
padres que poseían la custodia de los hijos, acotados en sus posibilidades de impedir la relación filial, se incrementaron las denuncias falsas por abuso deshonesto, adjudicadas al padre no
conviviente, logrando el objetivo de eliminar por orden Judicial, los regímenes de visitas extendiendo la exclusión a los abuelos.
En el caso de las denuncias del tipo deabuso deshonesto, por lógica la sufre el papá, pero se detecto casos de mamás no conviviente, que se vier
on afectadas por estas denuncias.
Estas clases de denuncias a pesar de no prosperar en lo habitual en lo Penal, obstruyen el vínculo por largo tiempo, mediante la acción de los Juzgados civiles o de familia.
Mientras se resuelve judicialmente la denuncia, el Denunciante somete a los Hijos a Inculcación Maliciosa,para el rechazo del Padre denunciado
El denunciado se encuentra en una actitud de desvalorización. Lo denunciaron y tiene que probar que no es:
· Violento/a
· Violador/a
· Peligroso/a

No puede probar que es inocente, porque tampoco se puede probar lo que Falsamente se dice que es o hizo
LAS DENUNCIAS SEMI-FALSAS, son aquellas que tienen algún viso de realidad, puede ser la agresión Física, que quizás realizo, no en forma habitual, pero lo hizo en alguna oportunidad y
fue visto por un vecino, intervino la policía, de ahí usarlas como antecedente en denuncias falsas, tomando como parámetro algo que tal vez fue mutuo o circunstancial. Tal vez estas
agresiones fueron durante la etapa de convivencia.(No justificamos la violencia bajo circunstancia alguna )
En la obstrucción del vínculo con los hijos, el papá o mamá denunciado no suele tener antecedentes de agresión a sus hijos, pero el denunciante traslada sus problemas reales,
exagerados o inventados a la relación hijos - padre no conviviente. Aún en casos de personas que golpean a sus parejas, no se establece obligatoriamente, que también lo hagan con sus
hijos.
Tampoco podemos perder de vista que una de las características del padre obstructor, es la violencia y la provocación. Cuando describe al otro padre en la mayoría de los casos, esta
describiendo su propia personalidad.
Las denuncias falsas son dificultosas de enfrentar si existe una similitud con algún hecho ocurrido en el pasado y seecrea
r dándole un marco actual.
En una época cuando se hacían denuncias de este tipo, se sugería a los varones ir a reuniones de Hombres Golpeadores, muchos papás que recibieron estas denuncias falsas, en el deseo
de congraciarse con los Juzgados o psicólogos o Asistentes sociales, actuantes en el caso, asistían a estos grupos de autoayuda o terapéuticos. Lógicamente no era su lugar de
pertenencia y quedaban identificados para toda la vida como un Hombre Golpeador, engrosando una estadística irreal, complicándose su situación legal a futuro. No era orientado a estos
grupos el papá que se probaba realmente golpeador, sino, que se incluía aquellos que por haber recibido una denuncia de esa naturaleza y sin análisis se lo consideraba como golpeador,
cuando en realidad tenía dificultades por impedimento de contacto con los hijos y se le aplicaba la estrategia de la Denuncia Falsa para la obstrucción del vínculo. Tener un antecedente de
aceptación en estas reuniones, significaba una aceptación de la Falsa Denuncia recibida.
Al requerir el régimen de visita, la ampliación ó enfrentarse a otra denuncia falsa, el antecedente lo condicionaba, poco valían los reclamos y explicar el porque acepto, su destino jurídico
estaba definido.
Similar al anterior es el caso en el cual una persona no tiene problemas psicológicos, y le sugieren ir a algún Instituto o fundación afín y acepta, a la espera que su actitud le sume puntos
ante el Juzgado, algo difícil de obtener y quela otra parte utilizara en su momento dentro del expediente en su contra.
De aceptar una ayuda psicológica para superar el momento de conflicto vincular, es aconsejable que el profesional sea totalmente ajeno al sistema Jurídico o Institución allegada al
mismo y quedar expresamente explicado dentro del expediente que se trata psicológicamente por el abuso que le están cometiendo en relación al uso de las denuncias falsas y la
desvinculación con sus hijos
Para evitar cualquier contratiempo al respecto, inmediatamente a la separación o estando el juicio en una etapa tranquila es conveniente :
· Asistir a un centro de Salud publico y realizarse un psicodiagnostico completo , no dejando abierta la estrategia de desvinculación por supuestas falencias psicológicas.

RELATO : Papá, 2 Hijas: Durante cuatro años impidió el contacto con nuestras hijas, me denuncio de sicótico, me hicieron todo tipos de peritajes y como me salían bien los impugnaba su abogada y me
mandaban a otros. En cada denuncia nunca presento pruebas, agregaba una acusación nueva en mi contra, alcohólico, drogadicto, pervertido sexual etc. Después de 4 años en que me dejaron sin trabajo
y no tengo donde vivir me permiten estar con mis hijas 2 horas a la semana, junto a una asistente social a la cual le tengo que pagar yo. El único motivo por el que no podía estar con mis hijas es que la
señora madre se presenta y denuncia todos los días algo nuevo.

Al comenzar un expediente relacionado con familia, es importante que el Juzgado este prevenido ante posibles denuncias falsas
Cada vez que se encuentra con una Denuncia Falsa, aun la más leve, conteste con un escrito comunicando al juzgado, la actitud de utilizar la estrategia de la Falsa Denuncia, solicitando
siempre que el juzgado:
· Coloque limites a este método
· Obligue a presentar las pruebas en forma inmediata o a retirar la denuncia escrita o verbal
· Aperciba o sancione tanto a la parte denunciante como al abogado, de continuar con estos métodos.

Es importante manifestar:
· La actitud psicológica inestable de la persona que realiza este tipo de denuncias
· Pedir que esta persona sea sometida a psicodiagnosticos completos y específicos, como todo el entorno familiar que convive con los menores.

En el desenfreno de llevar adelante el ataque hacia el padre no conviviente, el denunciante, no solo daña moral y psicológicamente a los hijos, pueden llegar a daños físicos para recrear
pruebas. El denunciante puede tornarse en un gran peligro para los hijos. Si las denuncias apuntan al orden sexual, probablemente se este ante un caso de abuso hacia los hijos, por parte
del progenitor que las realiza o de la nueva pareja o familiar conviviente o riesgo que esto se produzca.
RELATO : Papá 1 hija: Me denuncio que yo manoseaba a mi hija en las visitas, la nena tiene tres años, a lo sumo le limpiaba la cola cuando iba al baño. Me suspendió el juzgado el régimen de visita,
restaurándolo a los 3 meses sin poder efectivizarlo por la negativa materna. Al tiempo recibí la denuncia Penal de haberla violado, me detuvieron, no se constato la penetración que habían denunciado,
como yo no la veía desde hace meses, porque la madre lo impedía, quede totalmente fuera de duda. No se puede entender que el juzgado civil diera crédito a esta denuncia por violación, cuando todos los
días me tenían reclamando que se cumpliera el régimen de visita y que la madre una y otra vez se negara argumentando cosas sin sentido. Conseguí que el juzgado me devuelva las visitas, que de poco me
sirve, por que no la obligan a cumplirlo ! Viva la Justicia ! .
Es necesario eliminar el uso de estos métodos de denuncias Falsas, relacionados con el Abuso deshonesto, que producen el consiguiente:
· Impedimento de contacto con los hijos

· Peritajes interminables y abusivos

· Sensación de violación en los niños , debido a la inculcación que se les hace y los peritajes físicos y psicológicos a los que se ven sometidos
· Relaciones con los juzgados y asesorías de menores, que se tornan violentas
· Daño psicológico permanente a los niños
· Ruptura de la relación Parental
· Inculcación Maliciosa a los hijos para que sostengan la acusación, que asumen que realmente fueron abusados
Las Denuncias Falsas por abuso deshonesto, hacia los Hijos, pueden ser:
· Por intento de violación
· Tocar partes íntimas

Las Denuncias Falsas lógicamente son muy difíciles de probar, denuncias donde había fotos, videos Pornográficos, almanaques, etc., dieron lugar a disparatados operativos de protección al
menor, donde luego de meses, escritos, peritajes etc., no se encontraba nada, y los menores en los peritajes decían, sobre esos elementos que supuestamente vieron, que se lo había
contado la mamá o el papá conviviente o alguien de su entorno.
Conclusión nuevamente se utilizo a los hijos y al sistema jurídico para provocar la desvinculación, en una cruzada moralista que desprotegio al menor y ocasiono grave daño al
denunciado falsamente y sanción alguna al denunciante

Si la denuncia es de índole sexual


· Dejar claro en el juzgado que el denunciante está rodeado de personas que pueden ser riesgosas., si tiene algún indicio probatorio incorpórelo al expediente
· Pedir peritajes psicológicos para todo ese entorno, protegiendo su integridad y la de sus hijos, estos probablemente se encuentren en riesgo de recibir por parte del denunciante o su entorno lo que a
usted lo acusan.

Si ingresa en un litigio de tenencia o régimen de visitas, si su conducta a sido intachable


, ahora debe serlo mucho más.
· Hay lugares donde no debe ir, por considerárselos moralmente dudosos
· No contactarse con personas con antecedentes delictivos
· Palabras que no se deben decir
· Actitudes que no se deben tomar

! En estos casos, no alcanza ser honesto, debe parecerse honesto y a pesar de serlo y parecerlo, probablemente le resulte dificultoso defenderse ante DENUNCIAS FALSAS!
Hay personas que luego de una separación piensan: ” Estuve siempre controlado/a, contenido/a, no podía salir, ahora hago lo que quiero ” Ese descontrol es peligroso, ya que
la otra parte puede usarlo en su contra, en la relación con los hijos y el Juicio.
Los hijos y las relaciones afectivas del Padre no conviviente
Los Hijos perciben determinados mensajes del padre con el que conviven y del entorno, ese mensaje invariablemente tendrá un componente negativo hacia el Padre no conviviente. Si le
transmiten que usted es “mujeriego” y en ocasiones se lo encuentra en diferentes compañías, esas palabras se arraigan más profundamente en los hijos, el mismo ejemplo en el caso de
una mamá no conviviente y sus er laciones.
Mantener buena conducta. No es para convencer a un juez, sino, para demostrarles a los Hijos que el comportamiento es recto. “ Un hijo es un juez inapelable ”
Tiene el derecho, es sano y recomendable vincularse afectivamente con otra persona, pero si la posible Denuncia Falsa, apunta hacia ese tipo de cosas, este atento.
Al tener una relación afectiva firme, es conveniente blanquearla y que no parezca “ Furtiva “ y que accidentalmente los hijos la descubren o se la cuentan. Los hijos de padres separados
buscan la imagen de familia perdida, pueden sentirse incómodos ante la formación de una nue va pareja por parte de sus padres y es normal que esto ocurra, pertenece al duelo emocional.
Generalmente el papá o mamá no conviviente demora en formar una pareja, al contrario del padre conviviente que la incorpora rápidamente, esto genera en el padre no conviviente un temor
a blanquear una relación, en la creencia que les puede afectar en lo legal o desacreditar ante los hijos, queriéndose mostrar ante estos como los preservadores de la familia y las buenas
costumbres.
En relación al Divorcio la formación de una nueva pareja, en la incidencia jurídica es mínima, cuando esta er lación se produjo a posterior de la separación, en el resto no es tenido en cuenta,
salvo que siendo sana por ocultarla se la presente como nociva ( es factible que ocurr a cuando la r elación se oculta por temor , al que dir án los hijos o el juz gado ).
Cuando comprenden el error de ocultarla, se uso en su contra judicialmente, predispuso mal a los hijos y probablemente le ocasiono el resquebrajamiento o la ruptura de esta relación
afectiva importante para la reestructuración total de este padre no conviviente.
Si quiere representar ante sus hijos una teatralización de papá o mamá abnegado/a, castos y puros , que entregan su vida por ellos, cometen grave error, los hijos observan a un ser
deteriorado, vapuleado, partido, con rencor, atado al pasado, sin presente y sin futuro, temerosos de ellos, hasta el punto de ocultarles, negarles o no valorando una relación que les hace
bien.
Si después de una separación con graves conflictos de relación con los hijos, encontró un trabajo rentable, amistades que reconfortan, y una pareja que a pesar de todos sus defectos y
conflictos legales, económicos etc. es el mayor tesoro que podrá brindarle a sus hijos que esperaban ver al papá o mamá destruido/a, fracasado/a y sin proyección. Bien vale la pena
protegerse ante este tipo de denuncias falsas del ámbito de lo privado realizadas ante los hijos, brindándoles una imagen mejorada. La mayoría de los padres que fueron obstruido no han
podido recuperarse por no ser capaz de reconocer que a pesar de todo lo sufrido, denuncias falsas incluidas, pueden ser feliz con algo o con alguien escapando del laberinto de los
expedientes judiciales.
La persona que obstruye el vínculo, esta cargada de irregularidades en su vida diaria, no se defienda solamente, manifieste esas inconductas comparada con la correcta línea de acción
suya, sin necesidad de exponerlo constantemente ante sus hijos.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Cuando observe un indicio de posible DENUNCIA FALSA:
· Ponerse en alerta inmediatamente
Adelántese siempre, para eso tiene que analizar a la persona con la cual está litigando y su abogado
· Si usted baña a sus hijos, comentelo por escrito como la forma en que se esta haciendo cargo del aseo de los niños, a pesar de ser una exageración se detectaron varios casos de denuncias de abuso
sexual, basadas n el aseo de los niños
· En los escritos comente el tipo de trabajo que realiza en lo habitual, explique si esta labor puede llamar a duda

El Síndrome del padre impedidor, se caracteriza, que esta persona le suministra permanentemente indicios de lo que va a realizar, este atento. Algunas personas reciben una denuncia falsa
y no le dan importancia, otras, gastan todas sus energías para desenmascararla y restan importancia al resto del expediente. Es inconveniente desgastarse en tratar de demostrar la falsedad
de las denuncia y demorar el tema principal que es la revinculación normal con los hijos, régimen de visitas, tenencia, etc.
No es fácil enfrentar las denuncias falsas, muchas veces son Penales, puede existir riesgo de perdida de la libertad y debe prestarse suma atención, aunque momentáneamente demore el
expediente civil en relación al vínculo con loshijos.

Una causa Penal abierta prácticamente paraliza la Civil

Es usual que el padre que recibe denuncias falsas, deje pasar la demanda contra quien lo denuncio, siendo un grave error, una vez desvinculado de la misma, accione Penal y Civilmente
contra el denunciante y los falsos testigos.
Cuando hay una denuncia falsa, en la cual la otra parte no presenta pruebas, no debe perder la calma pues demorara el Civil.
El Padre impedidor es sumamente litigioso, es conveniente demostrarle que sus actitudesde denuncias falsas pueden terminar comprometiéndolo/a para que cese con las mismas.
Testigos falsos es normalidad en juicios de familia,olerarlo
t para el damnificado no debe serlo

DE PERVERTIDO A SEÑOR
Ocurre que la denuncia, más agraviante, más terrible, el padre mas sicótico, mas agresivo., donde es tal la peligrosidad en el contacto con los Hijos, que debe ser en acompañado de
Asistentes Sociales, Oficial de justicia, con testigos a las visitas, impedido el contacto por resolución judicial, sometido a interminables peritajes etc., en el escaso tiempo otorgado para una
audiencia, en un arreglo de partes, esa persona deja de ser todo lo peligrosa que representaba, y se restituye la relación. Esto demuestra que el Sistema Jurídico conoce perfectamente el
uso de las denuncias falsas y las estrategias desvinculantesy se presta solidariamente a tal deleznable acción.
Relato : Papá, 1 Hijo: Me acusaron, estuve detenido, no pude ver a mi hijos por 18 meses, pase por cuanto peritaje psicológico exista, en algunos de ellos me hacían aparecer como el peor de los
monstruos, solo basados en los dichos de la madre de mi hijo. En el Juzgado Civil parecían convencidos que era peligroso. El abogado de mi ex-esposa le renuncio por estar cansado de soportar sus
desplantes. Me restituyeron la relación con mi hijo, tras una audiencia en la cual me vi obligado a ceder la Tenencia, una cuota alimentaría que no podré abonar, acordar el divorcio de mutuo acuerdo,
cuando por pruebas estaba a favor mío, un régimen de visita de 6 horas semanales y el compromiso del abogado de ella, que a partir de allí se acabaron las denuncias falsas y las agresiones por parte de
su cliente. No les creo nada , pero con tal de volver a ver a mi hijo, darle un beso, acepte cualquier cosa. Cuando salí de la audiencia me trataban de señor, en el escaso tiempo de 2 horas que duro la
audiencia pase de pervertido y violento a ser un Señor, si hasta el Juez me palmeo la espalda al terminar la audiencia. Salí asqueado, pero puedo empezar a estar con mi hijo.

El problema no es el grado de agresividad de la denuncia, sino, que el denunciado se dispersa y empieza a desgastarse, se desequilibra y pierde el control personal y por lógica la
supervisión de los expedientes.
En las audiencias, las denuncias que están dentro de los expedientes normalmente no se toman en cuenta, saben los funcionarios la poca realidad que tienen. La lógica tendría que estar
presente en no permitirlas o proteger al denunciado falsamente.
Cuando hay peligro de denuncia falsa y se sale con los hijos, producida una revinculación, se debe tomar una serie de recaudos, es usual que el obstructor aproveche la revinculación a la
que fue obligado aceptar, para crear una denuncia de abuso sexual que le permita cancelar por medio Judicial el vinculo de los Hijos con el padre hasta allí obstruido, en estos casos
cuando se trate de menores de 4 años es recomendable no salir mucho tiempo solos, ir con amigos, testigos, durante las primeras salidas. Crearle a la otra parte la imposibilidad de la
denuncia falsa, por lo complicado de poder probarla, habiendo testigos y que al mismo tiempo quede al descubierto su metodología. Cualquier prevención es poca, se detectaron gran
cantidad de casos en los cuales los acompañantestambién fueron involucrados en las denuncias falsas por Abuso deshonesto. Incluidos Asistentes sociales que supervisaban las visitas.
Relato de Asistente Social: Fui nombrada por el Juzgado para supervisar la revinculación de un papá con el hijo de 2 años , el tiempo era de 1 hora, en una Pizzeria. El niño quiso ir al baño, el papá lo iba a
llevar, le sugerí que no lo hiciera para evitar problemas y lo lleve yo, Termino la visita y lo retiro la madre que estaba esperándolo en la puerta. Al día siguiente me entero que había una denuncia que el niño
había sido violado y se lo acuso al papá. Los peritajes probaron que hubo penetración anal, aunque hicieron la observación que tenían dudas que allá sido con el miembro viril, mas se asemejaba a la
introducción de un objeto. El papá no estuvo solo con el niño, fue devuelto a la madre y el niño quería seguir estando con el papá. El papá fue detenido y condenado por violación, a pesar que se constato
que de haber sido penetrado por el padre, habría sido dañado gravemente. Al presentarme como testigo y defender al joven ante esta injusticia fui agraviada de todas las formas e intentaron involucrarme.
Lo lamente mucho pero soy muy mayor, no pude soportar las presiones, había algo muy sucio alrededor de la madre de este chiquito , estaba definido que el papá tenia que ir preso. Renuncie a mi trabajo, el
papá continua preso, duermo con sedantes, créame que no pude hacer mas de lo que hice.
Actuación de profesionales en complicidad en las denuncias Falsas
Cuando el abogado o psicólogo actuante en la denuncia Falsa, junto al denunciante, observa a la otra parte que se está previniendo, comienza a retirar el método de la denuncia falsa.
Indudablemente el riesgo de verse involucrado, comparada con el ingreso económico que le puede aportar su gestión, mas el trato continuo con una personalidad conflictiva con situaciones
personales no resueltas, que utilizan a otros para descargar sus rencores y conflictos, hace que estos se retiren y es cuando las causas comienzan a deslizarce por carriles normales, hasta
que el padre obstructor encuentra a otros profesionales de características similares.
Las personas que acompañan en regímenes de visitas, deben ser informadasde los riesgos de ser denunciados falsamente
· Existen denuncias que involucran a los hijos y suelen llevarlos a testimoniar ante un juzgado o un asesor de menores, esa actitud causa gravísimos daños psicológicos a los menores, al colocarlos
como acusadores del padre no conviviente. llegara el día que esos expedientes estén en manos de los hijos, ya que lo que se escribe en una presentación Judicial, también se traslada al entorno y se les
muestra a los menores algo denunciado falsamente como algo verídico por estar en un expediente en el Juzgado y ellos se verán involucrados acrecentando la inculcación maliciosa con un estado de
culpabilidad de los niños y de falsa lealtad hacia el denunciante..

· En relación a las denuncias por agresiones, jamás se debe responder ante un golpe o un insulto, es común preparar una provocación para llevar al padre que va a visitar a sus hijos a reaccionar
violentamente. Si recibe una agresión física quédese en el piso, no se levante hasta que llegue la Policía o una ambulancia, siempre que este acompañado o halla testigos imparciales. De no haber
nadie debe tratar de irse lo mas rápido posible, la características de papás o mamás impedidores de vínculo y su entorno es la extrema violencia, puede correr riesgo su vida. Ante algún tipo de
agresión vaya inmediatamente a la comisaría y labre una Exposición Civil o Denuncia Penal, si justificara lo ocurrido, es común que al retirarse usted, el agresor concurra a la comisaría y realice una
denuncia en la cual será protagonista de un hecho delictivo del cual se enterara cuando sea citado por la comisaría o el Juzgado interviniente.

Hay posibilidades de recibir una DENUNCIA FALSA por agresión:


· Quédese lejos del Padre conviviente
· No levante los brazos, cualquier movimiento que haga puede llegar a decirse que quiso agredir o agredió
· No ingrese en la casa de la otra parte sin testigos
· El domicilio de visita pudo ser el hogar conyugal, ya no lo es
· Antes de ir al domicilio pase por la comisaría, realice una exposición civil, sobre lo que va a realizar y en que consiste el temor, para justificar una exposición civil previa

En un Peritaje Psicológico suele tomarse como veraz cualquier DENUNCIA FALSA realizada por aquel que tiene los hijos, tome todos los recaudos para que esto, este debidamente
controlado por un perito de Parte, con experiencia en el tema de los divorcios destructivos y las denuncias falsas

· Si un Peritaje esta mal hecho o es dudoso pida explicaciones de uno o varios puntos no claros, Impúgnelo, no deje nada que conduzca a pensar que a través de ese peritaje, algo de verdad tiene el que
hizo la denuncia

El tema de los vínculos de Familia a posterior a la separación de los Padres, sufre de un gran desconocimiento a nivel de la Psicología y el Derecho, la formación que reciben a nivel
Universitario y post-grado , usualmente se caracteriza en mantener conceptos cercanos a los errores conceptuales sugeridos al comienzo del presente texto.
De lo anterior deducimos que la problemática de familia tiene un amplio factor de falta de formación o información subjetiv
a a nivel de estudios y perfeccionamiento.
En el marco de investigación de la problemática de los vínculos de los hijos con el padre no conviviente, APADESHI realizo por medio de la Lic. Susana Pedrosa de Alvarez, investigadora
psicológica de la Institución un trabajo relacionado con las DENUNCIAS POR ABUSO DESHONESTO DE MENORES, analizando la interpretación de los que son considerados especialistas,
métodos de análisis y el mal uso de las Muñecas anatómicas, como método de validación de abuso sexual. Parte de la investigación realizada la brindamos a continuación.
EL DIAGNOSTICO DE ABUSO SEXU AL INFANTIL
Una práctica controvertida ante las denuncias erróneas ( falsas)
Sobre Denuncias por abuso sexual erróneas (falsas) , Horner *, realizó en el año 1993 un interesante estudio en relación a un caso de denuncia materna de Abuso Sexual en el transcurso de
un proceso de litigio por TENENCIA Y REGIMEN DE VISITAS.( ver Horner * ,1993)
LA INVESTIGACIÓN DEL AUTOR SE DESARROLLO MEDIANTE LA INCLUSIÓN DE TRES GRUPOS:
Psicólogos, Asistentes sociales y otros profesionales de la salud, especialistas en el área del Abuso sexual Infantil, de los cuales 43 eran mujeres y 5 hombres. Se les presentó el caso de
Melissa, una niña de 3 años, material clínico que consistía en:

(a) La reproducción de las sucesivas denuncias de la madre por abuso sexual ubicando como perpetrador al padre
(b) Las 4 evaluaciones pediátricas en las que no se constató victimizaciones sexuales en la menor
(c) Dos testimonios poligráficos que exculparon al padre en el proceso legal
(d) Los informes policiales sobre la investigación de las denuncias maternas, que arrojaron también resultado negativo
(e) El Informe de una terapeuta, en rol dual de ser terapeuta de la niña y también el consultor técnico de la parte acusadora y que estaba focalizado
sobre “ El trauma de un posible abuso sexual “ (sic), en el que no se efectuó la evaluación del padre, ni de la relación paterno-filial
(f) Un detallado informe verbal del Profesional que realizó la evaluación forense del caso

La denuncia materna se originó aparentemente en muchas circunstancias:


(1) Melissa hizo comentarios sobre el vello púbico de su padre
(2) Melissa se opuso en varias ocasiones a permitir que su madre le cambie los pañales
(3) Verbalizaciones de la niña durante el cambio de los pañales ..“ papito me lastimó mi gina “, así llamaba la niña a la zona vinculada a la limpieza esfinteriana y anal
(4) El descubrimiento en la orina de la niña de lo que para la madre era sangre y que no fue confirmado por las examinaciones Pediátricas
(5) Pesadillas de contenidos imprecisos que la niña había sufrido anteriormente

La evaluación del Profesional Forense se realizó según el modelo en práctica en Estados Unidos que coincide con el usado por l Cuerpo Médico Forense en Argentina, consistente en
entrevistas con:

· Los padres
· El niño
· Vinculares del niño con ambos Padres

El Profesional forense incluyó material en video-tape, y presentó muchos extractos de las entrevistas de la niña con su padre, proveyendo detalles:
· Del desarrollo evolutivo de la niña
· De la naturaleza de su relación con cada uno de los padres
· Del psicodiagnóstico de cada uno de ellos

Luego de aclarar las dudas de los profesionales en cuanto a los datos psicoclínicos a considerar, administró a los participantes un cuestionario, en el cual debían reflejar su estimación de la
probabilidad, que la niña haya sido abusada sexualmente por su padre y la elección de seis posibles recomendaciones dirigidas a la Corte, en relación a la futura vinculación de Melissa con
su padre.
Las recomendaciones obtenidas fueron:

(1) La terminación de los derechos del padre a tener algún tipo de contacto con la niña
(2) Régimen de visitas, con supervisión de una Asistente Social
(3) Régimen de visitas, supervisado mientras se realizan estudios adicionales
(4) Régimen de visitas, no supervisado, pero sin permanencia en el hogar paterno en el horario nocturno
(5) Régimen de visitas, no supervisado, con permanencia en el hogar paterno en horario nocturno, es decir régimen de visita común y razonable
(6) Otorgar la tenencia de la niña al padre

Los resultados indicaron que en los diferentes grupos, la mayoría estimó que el abuso sexual de la niña se había producido, resultando un diagnóstico erróneo, al que se denomina FALSO
POSITIVO DE ABUSO SEXUAL.
La no victimización de la niña se había comprobado por intermedio de la Ciencia Jurídica durante el proceso legal y por hechos posteriores surgidos en la investigación procesal que no
fueron suministrados a los profesionales.
La gravedad de los resultados de la investigación de Horner *, es mayor si se tiene en cuenta que los sujetos elegidos para la investigación tenían una experiencia en el campo del Abuso
sexual, que variaba entre 8 y 12 años. El autor destaca, la seguridad y la confianza de los profesionales en sus propios diagnósticos erróneos y sus enérgicas convicciones en la
culpabilidad del padre.
APADESHI

APADESHI

La idea que flotó entre los profesionales, fue que “algo había pasado” entre el padre y su hija. Por otra parte, la minoría de los profesionales sostuvo la opinión, que el abuso no había
ocurrido y lo asociaba al hecho de que la madre tenía intenciones de expulsar al padre de la relación con su hija y simplemente había fabricado la denuncia. Otros expertos habían
percibido que la madre era sincera en sus temores pero estaba mal asesorada por la profesional interviniente.
Algunos de los Profesionales :
· No pudieron justificar que tipo de victimización había sufrido la niña, ni fundamentaron sus conclusiones, pero estuvieron convencidos de que algún tipo de acto abusivo había sido cometido por el
progenitor
· Otros intentaron justificar desde el material clínico actos perversos de sodomía y cunnilingus

Esto fue de particular interés para el autor, ningún dato clínico, ni el informe de la terapeuta y consultora de parte, que especificó “ la posibilidad de Abuso sexual ” o los dichos de la madre,
daban sustento empírico a esta última conclusión.
La investigación de Horner * generó muchas controversias y comentarios en el ámbito profesional de Estados Unidos
En su estudio, Horner * destaca que ciertas creencias de los profesionales, condicionaron su juicio clínico a la manera de obstáculos en la comprensión del caso concreto. Los informes de la
madre no suministraron síntomas específicos de Abuso sexual. Por Ejemplo:
· Hechos como las pesadillas que son comunes en los niños de 3 años
· La negativa de la niña a quitarse los pañales, que podría guardar relación con síntomas señalados por Finkelhor * de la negativa del niño a desvestirse, por estar relacionado esto al trauma de la
victimización, pero que es también muy habitual en los niños durante el período de uso de pañales

!Estas conductas, sin embargo fueron consideradas como indicadores de abuso sexual !
Algunos profesionales, sustentando la creencia de que el niño nunca miente, interpretaron los dichos de la pequeña de que “papito me lastimó mi gina” como una revelación de Abuso
sexual, y así, malinterpretaron el significado de la frase que aludiría al cuidado corporal de la niña practicado por el padre y no a una victimización sexual.
Esto plantea la posibilidad de que las inferencias de los adultos, sobre los dichos de los niños puedan deformar su e
vrdadera realidad objetiva, comenzando por:
· La interpretación de la madre de los dichos de la pequeña, que confirmarían la maldad y perversidad del padre
· La interpretación que agregan a posteriori los profesionales, como indicador de la revelación infantil de Abuso sexual

Coincidimos con Horner * al destacar que la conclusión más grave de la investigación, es que la denuncia de Abuso sexualpor sí misma, sin confirmación ni sustento legal o clínico, Implicó,
que la mayoría de los profesionales recomendasen la suspensión del vinculo y la limitación de los derechos de visita del padre y de la hija. Esto tiene importantes implicaciones legales, ya
que aún en ausencia de hechos probatorios, los profesionales procuraron impedir la relación, sin considerar perjuicios psicológicos, emergentes en caso que la menor no hubiera sido
victimizada por el padre, los que podemos resumir en:

(a) El deterioro de la relación de apego de la niña a su padre


(b) La inscripción en el discurso familiar del progenitor como victimizador de su hija
(c) La consiguiente inscripción de la pequeña como víctima de incesto en el discurso familiar y secuelas psicológicas esperables

La críticas que realizan Horner * y Guyer * a los profesionales de esta área son:
(1) La incapacidad para hacer distinciones entre indicadores de validez diagnóstica sustancial y hallazgos circunstanciales
(2) No entender que deben ser omitidas las opiniones subjetivas cuando los profesionales realizan sus informes

Estos Autores opinan, que los expertos en Abuso sexual, deberían ser omitidos en o
t do rol de decisión dentro del proceso judicial ( ver Yates *, Ala yne *).

El estudio también reflejó:


! La obstinada rigidez de las opiniones de los profesionales, que en su mayoría optaron por restringir el contacto del padre con su hija, aún sin suficientes elementos y presumieron la
victimización pese a la endeblez de las pruebas !
Las evaluaciones de este tipo son problemáticas por la complejidad de la tarea y por ser el material conflictivo en sí mismo ya que se trata del Tabú del Incesto. La tarea se complica aún
más por la falta de pruebas, ausencia de testigos y principalmente porque el niño realiza la supuesta revelación del abuso ante la madre que es quien está litigando contra el padre al que
quiere escindir de la relación con los hijos. Por ello, conscientemente o sin advertirlo la madre puede sugestionar al niño, ya que típicamente transcurre un lapso prolongado desde la
supuesta revelación del hecho y la evaluación forense de los niños, lo que facilita que el niño sea sujet
o a las presiones familiares.

También existe una contaminación de los ecuerdos


r originada en:
· Las múltiples evaluaciones
· Los clásicos interrogatorios del grupo familiar conviviente y de los abogados

Todo ello, agrega otras tantas inferencias al caso, como se destaca más adelante y puedealterar y deformar el recuerdo original del niño sobre el suceso alegado.(ver Loftus *)
Está poco estudiado en nuestro medio el tema de las acusaciones erróneas sobre Abuso Sexual, resultando un problema de trascendencia nacional en los Estados Unidos.
· En el encuentro Anual de la Academia Americana de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del año 1993, André Derdeyn *, Arthur Green * y William Bernet * conjuntamente con el ya mencionado Horner
*, habían aconsejado cautela, para asumir la veracidad de una denuncia de Abuso sexual en el contexto de un litigio por tenencia y/o régimen de visita

En este Encuentro científico también se dio una relevante importancia a los descubrimientos de Elizabeth Loftus * sobre la implantación de falsos recuerdos sobre Abuso sexual, y a las
denuncias de la Fundación del Síndrome de la Falsa Memoria que nuclea a víctimas de Técnicas psicoterapéuticas inductivas de falsos recuerdos de abuso sexual. (ver Yates Alaine * 1993),
temas que abordaremos en forma separada a posteriori.

EL ABUSO SEXUAL Y LA CONTROVERSIA ENTRE CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS Y LOS PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN

Dado que el tema del Abuso sexual es una nueva área de práctica se generan fácilmente controversias, ya que los conocimientos científicos en que se basan las evaluaciones y los
procedimientos para la práctica no están bien desarrollados y porque los problemas emergentes siempre son motivos de acaloradas discusiones y conflictos altamente emocionales entre
las partes. (Ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise F erreti * y Kar en * ,sept. 1996)
Los autores ya mencionados, indican que en los Estados Unidos las denuncias de victimización sexual necesitan corroboración, el solo testimonio de la víctima es legalmente insuficiente
como prueba sustancial en las cortes de familia o en las cortes criminales, motivo por el cual se puede solicitar la participación de profesionales en el rol de corroboradores para el tema de
Abuso sexual infantil (Best * , 1990 ).
Algunos estados piden también el agregado testimonial de parientes, maestros, oficiales de policía, servicios de protección infantil y otros (Younes * , Beshar ov *, Peterson, & W rubel *, 1988 *)
Hearsay * consideró que el testimonio por corroboración es legalmente insuficiente para sostener una denuncia por Abuso sexual, en Nueva York, se solicita el testimonio de un especialista
de la salud Mental, para evaluar si la calidad del testimonio del niño es compatible con las características del “Síndrome del Niño Sexualmente Abusado” descripto por Sgroi *. Esta
evaluación es aceptada por la jurisprudencia de este Estado como suficiente corroboración legal del testimonio del niño. Esto es rutinario para las autoridades de los centros de Protección
infantil cuando realizan la evaluación psicológica.
El profesional puede ser llamado a corroborar la sospecha y entonces el niño podría no tener que testificar, el testimonio basado en el examen es denominado testimonio de validación y los
expertos son denominadosvalidadores (Levine * & Battist oni * 0, 1991)
Comentando sobre la validación del testimonio, el Juez Gallet escribió “... en falta de una perfecta evidencia es aceptable como validación del testimonio en casos de abuso sexual...” (Gallet *,
1989, p.481; cf. Bulk eley *, 1988; Le vy * 1989)

EL TESTIMONIO DEL PSICOLOGO Y SU VALORACION JURIDICA


Al Psicólogo como validador no le compete testificar mas allá de que si el Abuso probablemente ocurrió. En algunas Cortes no criminales de Estados Unidos los profesionales pueden
testificar sobre la probable identidad del abusador y sobre la credibilidad del niño. El valor que pueda tener este testimonio como prueba no ha sido revisado definitivamente por las Cortes
Estatales de ese País, pues desde lo psicológico, no existe evidencia científica que los denominados Factores de Sgroi (que son signos de distress infantil, muy generales e inespecíficos) tengan una
relación franca y directa con el niño abusado sexualmente y puedan ser utilizados para diferenciar entre niños abusados y no abusados sexualmente, ya que también pueden aparecer
cuando hay trastornos emocionales por otras causas.
El diagnóstico según la verificación del Síndrome de Sgroi, no sería válido si el niño ha sufrido la exposición a algún otro hecho traumático, aunque no guardara relación con un Abuso
sexual o si la revelación del Abuso no es espontanea, es decir libre de inducción o sugestión por parte de un adulto. ( Ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise F erreti y Kar en * ,sept. 1996 )

Es necesario diferenciar dos disciplinas:


· Clínica de Niños
· La evaluación forense

APADESHI

Una base razonable para iniciar tratamiento, no es lo mismo que una evidencia probativa o la adjudicación de un hecho criminal, el psicólogo clínico puede comenzar el abordaje terapéutico
con la hipótesis de la probabilidad de Abuso sexual, tomando los datos que emergen del discurso familiar y realizar las correspondientes aproximaciones técnicas.
Diferente es el punto de vista legal, en el quelos dichos del niño son usados para corroboración en primer lugar y deben ser analizados dentr
o del contexto específico que en estos casos son
los litigios por tenencia y régimen de visitas. (Levine & Battist oni *, 1991)
El propio Sgroi * (Sgroi *, Bunk * & Wabrek *, 1988) ha clarificado y moderado su posición originaria sobre la posibilidad de usar los signos de validación “.... Según cada caso, nosotros hemos visto
síntomas de depresión, aislamiento.... y muchos otros síntomas como un signo de que el niño que los exhibe ha sufrido un distress o un una perturbación causada por varias razones. Una de estas razones
podría ser una victimización sexual...” (p.11) .
Sgroi * y sus colaboradores describen otros síntomas más directos de victimización, que son los comportamientos sexuales como:
· Masturbación excesiva
· Promiscuidad
· Abuso sexual repetitivo por diferentes personas

Estos signos sirven de directos indicadores de distress emocional, asociados con una historia de abuso sexual. ( ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise F erreti y Kar en *, sept. 1996 ).

Desde una perspectiva más escéptica, Levy * (1989) es muy crítico en relación al uso del testimonio científico para probar si existió victimización sexual. Considera que los juzgados en las
Cortes de familia de los Estados Unidos están tan inclinados a pr
oteger a un menor, que le prestan una menor consideración al hecho de que un Padre inocente pueda ser objeto de una falsa
denuncia y que el niño sea victimizado por el Sistema Legal,a perder la relación paterna.
Levy * opina que una evidencia endeble puede tener mayor o menor incidencia según el contexto, y en este punto, las investigaciones ya descriptas de Horner * confirman su evaluación. Levy
* destacó que el evaluador acepta la idea de que en el caso de Abuso sexual, el “menor nunca miente” y que sus retractaciones y negativas posteriores son expresiones del “síndrome de
acomodación” (Summit *, 1983). Según Levy *, estas creencias de los profesionales direccionan a veces erróneamente la selección de datos en la evaluación.
Levy * es escéptico de la capacidad del psicólogo o del psiquiatra, para la evaluación sobre Abuso sexual, por la ausencia de validación científica, es decir de técnicas objetivas que
pudieran dar indicadores testísticos que confirmen la existencia o no de Abuso sexual.
Desde una perspectiva ética, para respetar los derechos básicos de los niños que sufrieron severas victimizaciones de Abuso sexualy de los que son involucrados en una denuncia errónea
del mismo tenor, el psicólogo debe plantear con honestidad y humildad los límites de su rol y los de su pericia. (Asociación Americana de Psicólogos ,1981, Principios 2do.,4,5g,6,6a y 6b ,ver Melton * y
Wilcox *)

Estos principios se reflejan en el Código de Ética de la Asociación de Psicólogos de nues


tro país de la siguiente manera:
“...Punto I) La actividad del psicólogo está sujeta al Código de Ética en todas las funciones relacionadas con su trabajo, como es el caso de la elevación de Informes. En tal sentido, y teniendo en cuenta el
Código de Ética :
“... b) Sus evaluaciones, recomendaciones, declaraciones, informes psicodiagnósticos, o informes en general, se basan en información y técnicas (incluyendo entr evistas personales al individuo cuand o sea
apropiado) suficientes para proveer sustentación apropiada para sus hallazgos...”

Estas aseveraciones se fundamentan en lo que la Lic. Renata Frank de Verthely, titular de la Cátedra de Técnicas Proyectivas de la U.B.A. llama: “... La objetividad de los tests en comparación
con la evaluación más subjetiva que el clínico hace en la entrevista, si bien son tareas complementarias y no excluyentes. Esta mayor objetividad de las técnicas le otorgaría una mayor precisión científica a
la tarea, y la jerarquizaría respecto a otros métodos (...) de no utilizar técnicas objetivas ,”.
“.. siempre se corre el peligro de una doble selectividad más o menos inconsciente: la que hace el paciente al presentar el material y la del entrevistador al registrarlo e interpretarlo. Los tests, en cambio,
al sistematizar un segmento limitado de conducta, permiten obtener de todos los pacientes las mismas categorías de relación, lo que posibilita comparaciones directas de los datos...”

Volviendo al mencionado Código de Ética, este indica:


“... c) Los informes o testimonios forenses que los psicólogos realizan en forma oral o escrita acerca de las características psicológicas del individuo sólo pueden llevarse a cabo después de haber
realizado un examen adecuado para sustentar sus declaraciones o conclusiones. Cuando a pesar de los esfuerzos razonables, tal examen no es factible, los psicólogos dejan aclarado el efecto que esta
información limitada tiene sobre la confiabilidad y validez de sus testimonios e informes y el alcance de sus conclusiones o recomendaciones...”
El Psicólogo solo puede expresar en el informe que expide, lo que le consta a partir de su conocimiento científico, es decir, a partir de las técnicas objetivas, cuyo manejo es la esencia de su
competencia, fuera de ellas, tiene la obligación ética de destacar que son juicios inferenciales, por lo tanto especulaciones subjetivas y no avalados por el conocimiento científico. Si el
psicólogo no respeta los límites de su competencia y se excede de los propios límites de su práctica, existe un riesgo de daño social y se vulnera la Justicia. (Asociación Americana de Psicólogos,
1981, principios 2 y 4, ar tículo ver Melton y Wilco x p.1227 y también Código de Ética de la Asociación de Psicólogos.)

Sobrepasar los límites de la Pericia afecta adversamente la integridad del proceso legal, así como expresar opiniones no justificadas o avaladas por el conocimiento especializado, viola
los cánones de la ética profesional y también viola las reglas del testimonio legal. ( Melton * y Wilco x *, 1989).

Para explicar est o último, nos r eferiremos al Testimonio


Como regla general, el testigo no puede ofrecer ninguna opinión o inferencia en su testimonio, y será facultad del Juez determinar el significado y el valor de sus dichos. En caso que el Juez,
considere admitir la opinión de un Perito como testigo experto, ésta debe estar basada en sus conocimientos técnicos y científicos, es decir en su competencia. Como ya hemos destacado,
deben ser cuidadosamente señaladas al Juez inter viniente las inferencias, deducciones, opiniones, etc. y consecuentemente su car ácter limitado.
Creemos que en muchos de los casos, los límites de la competencia del rol del psicólogo no son adecuadamente expresados por los profesionales, este punto es más dramático en el
caso del Abuso sexual de niños ya que no está establecido claramente un “Síndrome de Abuso Sexual “.
Especificar las características psicológicas presentes en un caso de victimización sexual infantil es muy problemático para los investigadores y científicos, tal como ya hemos visto en los
autores arriba mencionados. Esta imposibilidad se debe a que existe una variación enorme y un gran desacuerdo entre los investigadores y especialistas sobre cuáles son los “típicos“
síntomas de abuso sexual que podrían integrar un posible “perfil del niño abusado”. ( Ver Cuadr o pág. 7)
Oberlander * sostiene conceptos similares y muestra que en ausencia de un síndrome específico de Abuso sexual, algunos evaluadores utilizan la entidad nosológica de Stress post-
traumático para explicar las consecuencias del Abuso, pero que tampoco esta constelación de síntomas fue considerada suficientemente específica ya que se presenta también en otras
situaciones traumáticas. (Walker *, 1990 citado por Oberlander *, 1995)
Autores como Melton * y Wilcox *, citando a Bulkley *, destacan que la tendencia actual en los Estados Unidos es laexclusión de los testimonios de los expertos Psicólogos y Psiquiatras en
los casos de Abuso sexual, y que el testimonio sobre síndromes no debe ser admitido porque éste es engañoso en muchos aspectos. Además realizan las siguientes consideraciones:
Primero: El hecho que el niño honestamente se perciba como abusado, (tema de primer orden y de significancia clínica), no es necesariamente indicador que realmente se haya cometido delito contra su
persona. Esto se debe a que el niño también podría estar envuelto en complejas situaciones familiares y ser persuadido o sugestionado a creer que un adulto actuó con perversidad y connotar un gesto sin
significado sexual como un contacto abusivo. Encontraríamos entonces que el niño no miente sino que atribuye al adulto una intencionalidad ajena a los hechos y es inducido tal vez inadvertidamente, por
otros adultos, familiares e incluso profesionales de la salud.
Segundo: El hallazgo de síntomas congruentes con un hecho de victimización sexual infantil, no presupone automáticamente la identidad del autor
Tercero: El ya mencionado síndrome del niño abusado ( Sumit *, 1983) tiene graves fallas, porque no posee una sustentación científica. Las investigaciones relacionadas con abuso sexual infantil, como
veremos más adelante, contradicen algunos puntos del mismo y en otras ocasiones lo confirman sólo parcialmente. El “síndrome del niño abusado ” está basado en intuiciones clínicas más que en datos
empíricos, por lo tanto, en el presente estado de la Ciencia, puede ser usado para plantear un tratamiento o una hipótesis clínica, pero pervierte el proceso legal si es considerado como elemento de
validación o de prueba sobre si existió o no abuso. Es decir, si es considerado poseedor de un grado de certeza que no le es propio. (Amber B *, 1987; P eople * vs. Beedsoe *, 1984)
Cuarto: Con datos comprobados estadísticamente se determinó que aunque el Abuso sexual tiene efectos iniciales observables en muchas víctimas, muchos otros niños abusados no han exhibido
síndromes identificables (Browne * y Finkelhor *, 1986). Algunos indicadores, que fueron tomados en forma clásica, por ejemplo las pesadillas que estaban presenten en los datos psicoclínicos de la
investigación de Horner *, son muy comunes en todos los niños y se presentan generalmente en una determinada etapa evolutiva ( Melton * y Har dgrove *; Schwer der * ,Gor don * y Haw ick *, 1983)
Con lo cual, y como ilustra el caso de Melissa, es muy probable que los niños exhiban comportamientos que puedan ser utilizados como indicativos de abuso, no habiendo sido abusados.
Teniendo en cuenta que los investigadores y profesionales de la salud aún no han llegado a un consenso válido en el tema de la existencia o no de un síndrome específico de Abuso
sexual, no resulta razonable que se realice un sofisticado debate sobre síndromes dentro del ámbito legal.
Finalmente, Melton * y Limber * opinan que las reiteradas evaluaciones producen lo que Elías Neuman * llamó re-victimización del niñoy destacan que las intervenciones de los Psicólogos
deben ser para apoyo a las víctimas. Según estos autores, los Psicólogos deberían ser alejados de todo rol en los casos de Abuso sexual, como también plantearan Horner *, Guyer * y
Gardner *. Aquellos sostienen que como Perito, el primer interés del Psicólogo debe ser el control de su pericia y la cuidadosa delimitación de los alcances de su conocimiento
especializado.
Nosotros agregaríamos
La especificación de estos límites a los que solicitan sus servicios profesionales, ya que omitir esta aclaración en el plano legal, es elevar a la categoría de prueba una opinión subjetiv
a, una
especulación no fundamentada en conocimiento científico.
Los psicólogos y profesionales de la Salud, que intervengan en evaluaciones sobre las características de los niños abusados no estarán violando principios éticos si postulan que ellos están
conscientes de los límites de sus conocimientos y si se aseguran de que el Juez actuante esté enterado de tales límites, incluyendo la falta de estadísticas y de bases de datos que nos
permitan conocer las características de los niños victimizados sexualmente en nuestro País. Sin la cuidadosa explicitación de los límites de su competencia, el psicólogo genera una
situación de injusticia porque se excede de los mismos.
Cuando el psicólogo se excede de los límites de su competencia, usurpando el rol de encontrar elementos probatorios, no solo se extralimita en sus funciones, sino que está sugiriendo
conclusiones legales y aumentando el riesgo de aplicaciones err
óneas de la ley por parte de la Justicia. ( ver Melton *, pág. 1230)
En un interesante artículo científico, Astrid H.Heger *, pone en consideración el “vacío” actual de conocimiento certero en el campo de ladiagnosis de abuso sexual, lo titula sugerentemente
“... Veinte Años en la evaluación del niño abusado sexualmente: la medicina ha ayudado o dañado al niño y su familia ?... ”.
La autora hace un desarrollo histórico y plantea, que el campo del estudio del Abuso sexual infantil ha comenzado recientemente a ser un tema de estudio científico. Iniciados los primeros
estudios de casos en 1975 por Sgroi *, en la década siguiente otros investigadores (Anderson *, 1981 ; Brandt *, 1977 ; Ellerstein *, 1980; Kempe *, 1978), enfocaron sus estudios a partir del relato y los
informes que dan los niños y los Padres .
Como plantea la autora, la entrevista con el niño sigue siendo la más importante parte de la evaluación. Pero indica que la historia contada al profesional tratante no reemplaza la entrevista
forense y no puede ser promovida al rango de “ testimonio verdadero”. Destaca la importancia de establecer juicios clínicos sobre bases científicas y seguras, de lo contrario, se vulneran
los derechos de los niños en lugar de protegerlos. ( Ver Astrid H. Heger Twenty years in the evaluation ofthe sexually abused child: has medicine helped or hurt the child and the Family?. Child Abuse & Neglect, vol.
20. nro. 10, pp 893-897,1996 *)

Estos aspectos, que son el núcleo del problema planteado, quedarán más clarificados en el próximo tema a desarrollar “ La utilización del juego con muñecos sexuados y su
interpretación libre por parte del Psicólogo o del Psiquiatra “.

Cuadro 1. Lista de los más específicos y esperables indicadores emocionales y de comportamiento relativos al Abuso sexual en niños menores de 5 años. tomado de Corwin, D.L. “Diagnóstico temprano
del abuso sexual infantil : efectos a largo plazo. En “Efectos a largo plazo del Abuso sexual infantil” editado por Powell,1988.
CORWIN. FALLER JONES & SGROI. SINK
1988 1985. Mc QUISTON PORTER & 1988.

A REVEL AMIENTO 1985. BLICK 1982

Revelamiento detallado X X X X X
Detallada descripción de los eventos circundantes
al abuso sexual X X X
Detalles idiosincráticos X X X
Visión desde el niño X X X
Respuesta emocional congruente X X X
Intentos de negar, minimizar o evitar el
develamiento X X X
Tendencia a retractarse X X X
B CONOCIMIEN TO Y COMPOR TAMIENTO SEXUAL
Precoz comportamiento sexual X X X X
Precoz conocimiento sexual X X X
Preocupación por los genitales o comportamientos
sexuales en conversaciones, juego o dibujando X X X X
Reacciones inusuales al material evocativo de temas X X X X
sexuales
Problemas de identidad sexual X X X
Respuestas sexuales a test proyectivos X
C SINTOMAS ASOCI ADOS AL TRA UMA
Disociación X X X
Comportamientos regresivos X X X
Eneuresis encopresis X X X
Disturbios del sueño X X X X X
Pesadillas disparadas por personas, lugares objetos
Juego post-traumático, no sexualizado : temas de
terror, entrampamiento, peligro, repetición X
Síntomas somáticos X X X
D ANSIED AD Y MIEDOS
Miedos no naturales a personas, lugares, objetos
atemorización. X X
Ansiedad y temores X X X
E CAMBIOS DE COMPOR TAMIENTO
Comportamiento inestable X
Depresión X X X X
sentimientos o ideas de suicidio X X X X
Disturbios del apetito X
F PROBLEM AS DE CONDUC TA
Comportamiento agresivo X X
destructivo X
Mentiras X X
hurto X X
Fugas X X
E OTROS CAMBIOS DE COMPOR TAMIENTO
Angustia X X
Aislamiento X X X X
Comportamiento pseudo-maduro X X X
Llegar temprano al colegio y retirarse después de
hora, pocas ausencias X
Falta de atención en el colegio X X X X
Disminución en el rendimiento escolar X X X X X
Pobres relaciones con los pares X
F DETERIORO EN L A CONFI ANZA
Falta de confianza X X
G CARACTERÍSTICAS DEL ABUSO DENUNCI ADO
patrón de abuso
Múltiples incidentes X
Actividad sexual progresiva X X
Elementos de secreto X X
Elementos de presión o coerción X X
Comprobación médica X X X X
H HISTORIA
Historia familiar de abuso X
historia de negligencia o abuso sexual de otros X
menores

Historia de violencia en el perpetrador X


historia de abuso en la mujer del perpetrador X

MUÑECAS ANATÓMICAMENTE CORRECTAS

Investigando sobre el uso de muñecas anatómicamente conformadas, Levy * (entre otros autores), llegó a la conclusión, que la utilización de las Muñecas Anatómicas carece de
fundamentación científica para el psicodiagnóstico y se deberían mantener las técnicas tradicionales en la evaluación de Abuso sexual, es decir la batería de test convencionales (ver Murray
Levine, Elizabeth Anderson ,Louise F erreti y Kar en , sep. 1996)

El uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas ha sido una práctica controvertida en lo científico, legal y ético, desde los comienzos de su utilización en los Estados Unidos, País en
donde se originaron.
Desde el plano ETICO - LEGAL, por su calidad de testigo, el psicólogo debe abstenerse de emitir su testimonio experto en las cuestiones que hacen a la esencia de la cuestión, ya que
usurparía el rol del Juez y traspasaría los límites de su competencia.(ver Melton *, pág. 1230).
Desde lo TECNICO, el uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas ha sido mal caracterizado en nuestro País como Test de Abuso Sexual, conformando más bien un modo de que los
niños puedan aclarar sus verbalizaciones a través de la demostración fáctica para los casos de victimización comprobada por la Autoridad Judicial. Nos referimos a las funciones de las
muñecas en la terapia para niños abusados sexualmente.
Su conceptualización como técnica diagnóstica, es una grave distorsión en el rol profesional ya que en la búsqueda de hechos objetivos se confía en un procedimiento no probado
científicamente ( Inre * y Ambe * 1987, citado por Melt on *, pág. 1230 ).

Como destacan Melton * y Limber *, las Muñecas Anatómicamente conformadas no es un Test de comportamiento para Abuso infantil, Este punto fue consensualmente reconocido por
una Audiencia de expertos invitados a un Simposio Organizado por el Centro Nacional sobre Abuso Infantil y Negligencia. (ver Melton *)
El objetivo de la inclusión de lasmuñecas no es el de hacer un juicio clínico sobre la base del juego infantil con las muñecas y establecer si el abuso ha ocurrido, sino específicamente, sirven
como un apoyo que estimularía a los niños en la descripción de un incidente que según la utoridad
A Judicial podría ser abusivo.
Contraria a esta postura, varios investigadores estudiaron la hipótesis que las muñecas pudieran ser una distracción, dificultando en vez de facilitar a los niños el relato de los detalles de un
incidente de Abuso.
Goodman * y Aman * (1987) comparó respuestas de niños de 3 y 5 años abusados sexualmente usando las muñecas anatómicamente conformadas y otras entrevistas con el uso de
muñecos comunes. Contrario a lo esperable, las muñecas con conformación anatómica afectaron adversamente las habilidades de los niños de 3 años abusados sexualmente para poder
contestar preguntas objetivas, aunque no incrementaron la sugestionabilidad o la frecuencia de errores.
Investigaciones de Boat * y Everson *, 1987 , Jampole * y Weber *, 1987 ; Sivan * y Schor * , 1987 ;White *, Shom *, Santilli * y Halpen *, 1986, todos llegan a la conclusión que las muñecas ”demandan”
respuestas sexualizadas solo en una minoría de los niños no abusados. Veremos más adelante qué significa este concepto de “respuestas sexualizadas “y si está determinado
operacionalmente por los autores.
Cuando a los niños se les permite elegir entre muñecas anatómicas y las ordinarias, los niños, especialmente los varones, no les otorgan prioridad. En las entrevistas que incluyen las
muñecas, los niños pequeños no abusados exploran los genitales de las mismas en forma visual y manual.
Sin embargo, los niños que no fueron abusados sexualmente, también iniciaron juegos de simulación de actividad sexual, aunque este juego ocurrió en forma minoritaria y especialmente en
los niños mayores. (Boat * y Emerson *, 1987 b). Al presentarse el juego sexualizado con las muñecas anatómicas también en los niños no abusados, este criterio no sirve para determinar Abuso
sexual.
Fundamentados en las investigaciones citadas, sus autores consideran ausente de sustento científico el juego con a
l s muñecas como técnica de validación de Abuso sexual.
Estas conclusiones han sido consolidadas por una serie de investigaciones posteriores que evaluaremos con cierto detalle a continuación, para luego detenernos selectivamente en
trabajos efectuados por Bárbara Boat * y Everson * ; Glasser * ; Collins y Goodman-Quas *, por ser éstos según nuestro criterio los más completos y basados en una profunda revisión
bibliográfica.
En el plano de la evaluación psicológica forense, Oberlander *, (1995) realizó una investigación consistente en un cuestionario relacionado con temas de evaluación sobre Abuso sexual que
administró a Psicólogos y Profesionales de la Salud que se desempeñaban en organismos dedicados a la protección infantil.
Si bien volveremos a la investigación de Oberlander * cuando nos ocupemos del tema de las preguntas inductivas o dirigidas, cuestión que también abordó, en este momento solo nos
limitaremos a los resultados que recogió el autor en relación a la opinión de los profesionales sobre el uso de las Muñecas Anatómicas.
Entre los profesionales encuestados por Oberlander * , la mayoría consideraba que no estaban seguros de que podría hacerse un diagnóstico basándose en el juego del niño con las
muñecas y el resto creían que no debían se usadas. Larazón que fundamentaban las opiniones de los pr
ofesionales es que el uso de las muñecas es controvertido.
Algunos autores creen que las muñecas pueden ser una forma de ayuda para que el niño pueda expresar detalladamente lo que ha sucedido cuando el examinador tiene un adecuado
entrenamiento en el uso de preguntas y procedimientos standarizados.( Becker * y Shah *, 1986; W alker *, 1990; Y ates * y Terr *, 1988 ).
Tengamos en cuenta que cuando nos referimos a “hecho sucedido”, éste tiene que ser un hecho que el niño debe detallar y debe contar y que posea cierta posibilidad de ocurrencia. Es
decir, que en ausencia de una posibilidad ar zonable de abuso o de la declaración explícita de tal suceso por parte del niño, la utilización delas muñecas no es de buena práctica.
Por otro lado, la cuestión esencial de lastandarización de procedimientos y de preguntas, que requiere de la adaptación normativa a la población nacional, es un problema que todavía no ha
podido resolverse en Estados Unidos como veremos en la investigación de Bárbara Boat *. Menos aún en nuestro país, ya que la técnica no ha sido integrada a la Currícula de la Carrera de
Psicología ni a la de la de Psiquiatría.
Oberlanger * cita también los conceptos de Melton * (1989) sobre que las muñecas Anatómicamente correctas no son un test de abuso sexual, a lo que ya nos hemos referido.
Otros autores han advertido que el uso de las Muñecas Anatómicamente detalladas puede contaminar el proceso de evaluación por ejercer una influencia en los dichos del niño.(Haugaar d *
y Reppucci *, 1988 ; Y ates * y Terr *, 1988 ) y sostienen que:

(a) No existen estudios metológicamente desarrollados para demostrar las diferentes respuestas de los niños abusados de los no abusados al juego con las muñecas.
(b) Las investigaciones realizadas con niños jugando con las muñecas eran casos de Abuso no confirmado judicialmente, es decir podían ser falsos positivos.
(b) Existe un alto porcentaje de falsos Positivos en los niños de tres años (es decir niños que los psicólogos evaluaron como víctimas de abuso erróneamente) y es justamente en este grupo etario con
alta probabilidad de ser mal evaluado, en el que se aplica más frecuentemente la técnica.
(d) Las muñecas pueden fácilmente ser mal utilizadas por entrevistadores sin entrenamiento.
(e) Los niños crónicamente abusados pueden rechazar las muñecas resultando una errónea conclusión de falso negativo. (Yates Terr, 1988).

(f) El juego con las muñecas por parte de probables víctimas tal vez puede ser una respuesta a las características sexuales de las muñecas y no a un abuso previo ( Haugaard * y Repucci *, 1988; Yates * y
Terr *, 1988).

(g) Goodman * y Aman *(1987 ), comparó las respuestas de niños de 3 a 5 años :


(1) Sin muñecas
(2) Con muñecas comunes
(3) Con muñecas anatómicamente conformadas

Encontrando que las muñecas anatómicas no facilitaron la comunicación entre el entrevistador y el niño abusado sexualmente y que por el contrario, afectaron adversamente la habilidad
de responder las preguntas del entrevistador
Explorando las variables de edad, género, raza, y diferencias en el juego de niños de 2 a 5 años no abusados, inter
actuando con muñecas anatómicas los investigadores hallaron que:
(a) Los niños mayores examinaron activamente las muñecas
(b) Una disminución con la edad de la exploración manual
(c) Un aumento de demostraciones de beso muñeca a muñeca
(D) Mayor tendencia a colocar las muñecas en aparentes posiciones sexuales

Aunque los niños de 2 años exploraron activamente los genitales, el trasero, y los senos de las muñecas, ninguno mostró algún comportamiento sexualizado con las muñecas. El 6% de los
niños no abusados sexualmente, demostró claro intercambio sexual o juego sexualizado. Sólo un bajo número de niños varones negros, de edades entre 4 y 5, demostraron claras
posiciones de relaciones sexuales cuando elentrevistador estuvo presente.( ver Boat *, Barbar a W.; Everson *, Mark D . Child-Abuse-and-Neglect; 1994 F eb. Vol. 18 (2) 139-153 )
Otros estudios han investigado mediante entrevistas los comportamiento considerados “normales” con muñecas anatómicas por los profesionales de la Salud y los factores que los
influyen. Se solicitó a los sujetos, 63 varones y 138 de mujeres que asistían a las víctimas de abuso sexual infantil, clasificar la normalidad de diversos comportamientos con muñecas
anatómicas en niños no abusados de edades 2-5 años.
La mayoría de los encuestados acordó que comportamientos abiertamente sexuales, tal como demostraciones de contacto sexual oral - genital o el intercambio sexual vaginal, eran
anormales en niños no abusados. Pero con otros comportamientos menos obvios, tal como tocar las partes sexuales de las muñecas, había más desacuerdo sobre qué significado dar a
estos comportamientos.
Se notó que los profesionales mujeres y con menos experiencia eran las más proclives a inferir comportamientos ambiguos como sospechosos de Abuso sexual. ( Kendall * - Tackett *, -
Kathleen * - A.Child - Abuse - and - Neglect; 1992 Sep - Oct V ol. 16 (5) 727 - 733).

Efectuada una revisión de la bibliografía sobre el uso de muñecas anatómicas, para evaluar denuncias de abuso sexual prestando especial interés en lo concerniente a su eficacia
diagnóstica y forense encontramos que:
(1) Las investigaciones muestran que los niños realmente abusados pueden dar un testimonio confiable sobre su victimización mediante el uso de la entrevista común.
(2) El uso de muñecas anatómicas para producir este testimonio permanece discutible debido a una ausencia de investigaciones que evalúen su resultado.
Para poder utilizar en el ámbito forense las muñecas anatómicas, los profesionales necesitan una capacitación comprensiva sobre cuales son las circunstancias para presentar las muñecas
y como conducir entrevistas investigadoras. Para impedir interpretaciones subjetivas y /o arbitrarias debería existir un protocolo normatizado en el que se indique como interpretar los
juegos con las muñecas según edad y género, extracción social, mediante la aplicación de criterios apropiados de competencia, y que indique como evaluar la veracidad del testimonio
obtenido para que pueda satisfacer normas clínicas y requerimientos legales del sistema judicial. ( The use of anatomical dolls as assessment and evidentiar y tools. Lie,-Gwat-y ong; Inman,-Anjanette
Arizona State U, School of Social W ork, Tempe, Social-W ork; 1991 Sep. V ol. 36(5) 396-399.)

Sobre el juego sexualizado de muñecas y las implicaciones de su uso para las evaluaciones de abuso sexual los investigadores examinaron la incidencia de juegos explícitamente
sexuales, en un muestreo diverso de 223 niños de 2-5 no abusados sexualmente:
· El 6% ellos mostró juego sexualizado coincidiendo con los resultados de otros estudios que fluctúan entre el 6 al 8%.
· Los porcentajes más altos de juegos sexuales explícitos se asociaron con la mayor edad llegando al 20% en los niños de 5 años
· El juego sexualizado en los niños no abusados aumenta proporcionalmente a la edad del menor

Para la autora Barbara Boat * el promediode 6 a 8% de juego sexualizado en niños de 2 a 5 añosno abusados sexualmenteindica que las muñecas anatómicasno son
demasiado sugestivas de juegos sexuales para los niños sexualmente inocentes y son útiles enevaluaciones sobre la información sexual que posee el niño
.( Sexualized doll pla y
among young children: Implications for the use of anatomical dolls in sexual abuse evaluations. Everson,-Mark-D.; Boat,Barbar a-W. U North Carolina, Progr am on Childhood Tr auma & Maltreatment, Chapel
Hill, US Journal-of-the-American-A cademy-of-Child-and-A dolescent-Psychiatry; 1990 Sep. V ol. 29(5) )
POR NUESTRA PARTE, contrariamente a Boat, creemos que el 20% de juegos sexualizados en los grupos de niños de 5 años es un porcentaje que invalida el uso de las muñecas
anatómicas en la evaluación de Abuso sexual. Tenemos que considerar que en forma general los niños no abusados sexualmente no incluyen dramatizaciones o juegos sugerentes de
relaciones sexuales o de sexualidad explícita con las muñecas comunes no sexuadas. El juguete común no motiva juegos de ese tipo en los niños no abusados, por lo tanto cabe suponer
que estos juegos son provocados por la sexualidad explícita de las muñecas.
La utilización de las muñecas sexuadas, por sus penes, ellos
v pubianos, vaginas, etc. generaron protestas ya que fueron calificadas como “pornográficas” ( Gardner *, 1987).
En relación a esto último, otro grupo de investigadores estudió las percepciones maternas de los comportamientos de niños no abusados sexualmente después de su exposición a
muñecas anatómicas.
Se examinaron 30 niños de 3 a 5 años, con la hipótesis que los niños mayores encontrarían que la exposición a las muñecas correctas sería una experiencia negativa. Se solicitó a sus
madres la descripción de los comportamientos posteriores a la entrevista, preguntándoles asimismo si habían creído que se debían a la exposición de los niños a las muñecas.
Los niños se entrevistaron durante un período de 4 meses. Los resultados sugieren que la participación en una entrevista estructurada con muñecas correctas anatómicamente sin ropa no
es un suceso traumático para los niños. Sin embargo, casi el 50% de las madres de los niños de 3 años y el 75% de las madres de niños de 4 años, manifestaron que esa exposición
contribuyó a comportamientos más enfocados en lo sexual y a aumentar el interés del niño en los temas sexuales.
Estos comportamientos eran relativamente benignos y centrados sobre la conciencia aumentada en las partes sexuales de cuerpo.(Maternal per ceptions of nonabused y oung childr en’s behaviors after
the childr en’s exposur e to anatomical dolls. Boat,-Barbar a-W.; Everson,-Mark-D .; Holland,-Judy U N orth Carolina, Chapel Hill, US Child-W elfare; 1990 Sep-Oct V ol. 69(5) 389-400 *) .

Si bien las afirmaciones de Gardner *, que considera ofensivo al pudor infantil, la desnudez y sexualidad explícita de las muñecas, pueden ser estimadas excesivas, los niños recibieron en el
contacto con las muñecas sexuadas un estímulo anormal que estimuló su curiosidad y su inter és en lo sexual.
Si uno de los ítems a evaluar es el grado de conocimiento en lo sexual del niño y si registra un interés no acorde a su edad, la utilización de las muñecas previamente a la evaluación forense
contaminaría los resultados.
En relación a la temática de la evaluación forense en casos de abuso sexual, se realizaron evaluaciones sobre los procedimientos usados para entrevistar los niños cuando se sospecha
abuso sexual, con las siguientes conclusiones :
1) Las entrevistas inductivas tienen una potencialidad alta para disminuir la confiabilidad de las declaraciones infantiles
2) Las técnicas que involucran dibujos, terapia de juego, y las muñecas anatómicas, no han sido validadas para la evaluación de abuso sexual porque pueden introducir errores en las entrevistas porque la
direccionan en lo sexual.
3) Las entrevistas efectuadas utilizando estos enfoques sugestivos pueden “ enseñar ” a los niños qué “decir “, sugestionando al niño, ya que la influencia del adulto sobre el niño puede afectar los
comportamientos de los menores en las entrevistas.
4) El niño debe ser entrevistado cuidadosamente, evitando las preguntas inductivas y las sugerencias y de esta manera, los dichos del niño pueden ser competentes para proveer testimonio.
(Evaluating the child witness in sexual abuse cases: Interview or inquisition? American College of Forensic Psychology Fifth Annual Symposium in Forensic Psychology (1989, San Diego, California). Wakefield,-Hollida;
Underwager,-Ralph Inst for Psy chological Ther apies, M inneapolis, MN, US American-Journal-of-F orensic-Psy chology; 1989 V ol. 7(3) 43-69)

En este punto nos explayaremos en un trabajo de Bárbara Boat * y Everson *, que tiene la particularidad de enfocarse en la explicación de porqué las Muñecas anatómicas no son una
técnica de validación de Abuso sexual .( No constituy en Test de Abuso sexual)
Como ya hemos notado, el uso de las muñecas anatómicas es una práctica controvertida y ha sido el foco de un intenso y a veces áspero debate clínico y legal. (Boat y Everson , 1993 ;Wescott,
Davies y Cliffor d, 1989).

Nuestra legítima preocupación sobre el uso de las muñecas anatómicas, no llega a las reacciones extremas de algunos críticos en Estados Unidos que nosesultan
r sorprendentes.
Por ejemplo las muñecas anatómicas han sido descriptas como:“ sucias “, “ repugnantes “ (Tylden *, 1987), “ anatómicamente bizarras” (Raskin *, 1990 ), “ monstruosas “ (Gardner *, 1992).
Su uso ha sido caracterizado como: “ una afrenta al sentido de la decencia “ y “ una forma de abuso infantil “ Naumann *, 1985).
Los profesionales que usan las muñecas anatómicas han sido tildados de: “ incompetentes “ ( Gardner *, 1992) y acusados de “ ser culpables de mala praxis y de conducta no ética “ (Mc Iver * &
Wakefield *, 1987 ). ( ver Bárbar a Boat * y E verson * ar t. cit.)

No obstante, coincidimos con cuatro críticas que deben ser consideradas y que trataremos deponer en relieve:
APADESHI

(1) No existe un protocolo standarizado para el uso de muñecas anatómicas. Como consecuencia, es difícil juzgar si los procedimientos particulares de un evaluador satisfacen los standards
aceptables. Es decir, en ausencia de protocolos standarizados que permitan tener una “norma “del comportamiento esperable según edad, nivel socioeconómico, etc. el psicólogo o el profesional
se guía exclusivamente por la intuición para interpretar el significado del juego y no por indicadores objetivos.

(2) No hay estudios normativos disponibles sobre cómo niños abusados y no abusados sexualmente responden a la interacción con las muñecas anatómicas. Sin tales normas, es imposible interpretar el
comportamiento del niño con las muñecas. No podemos saber qué juegos y comportamientos no aparecen en niños no victimizados y se dan únicamente en niños abusados y por lo tanto su
aparición significaría abuso sexual.

A pesar de que el estudio normativo definitivo sobre un muestreo nacional en Estados Unidos representativo de niños abusados y no abusados sexualmente no ha sido realizado, un
número de estudios relevantes han sido registrados durante los últimos años y éstos ofrecen datos normativos sobre varios aspectos del comportamiento de niños con muñecas
anatómicas. (ver revisión de Boat y E verson, 1993).
Por ejemplo:
· Sivan *, Schor *, Koeppel * y Noble * (1988) entrevistaron a 144 niños normales no abusados de 3 a 8 años con muñecas anatómicas para averiguar de qué manera clasificaban los niños
las partes del cuerpo relacionadas al sexo.
· Boat & Everson * (1994) y Everson & Boat * (1990) examinaron la incidencia del comportamiento exploratorio y el juego sexualizado en 209 niños normales, presumiblemente no abusados
de 2 a 5 años de variados estratos raciales y socioeconómicos.
· Dawson, Vaught, y Wagner (1992), Gabriel (1985), Glaser y Collins (1989) y Sivan y colegas (1988), han descripto la frecuencia del comportamiento sexualmente explícito con las muñecas
entre los niños pequeños no abusados con una N combinada (estudios combinados) de 2.

Además August & Forman * (1989), Cohn * (1991), Dawson * y Geddie * (1991) Jampole * y Weber * (1987) y White *, Strom *, Santili * y Halpin * (1986) han comparado las interacciones de las
muñecas anatómicas en niños en los que se sospechaba o se había confirmado elabuso sexual en relación con grupos similares de niños no abusados.
Tomados en conjunto, estos estudios ofrecen pruebas substanciales:
(a) Entre niños normales, presumiblemente no abusados el tacto y la exploración de los genitales de las muñecas es común, pero las escenificaciones de la relación sexual, introducción
peneana vaginal - anal son relativamente raros, es decir pueden presentarse en niños no abusados sexualmente. Este juego sexualizado reflejaría el conocimiento del niño y sus
fantasías sobre el misterio de la sexualidady de la procreación.
(b) Los niños abusados sexualmente tienen más predisposición que sus pares no abusados a jugar e interactuar de manera sexual
con las muñecas, es decir escenificando estereotipadamente y repetidamente escenas sexuales explícitas. Esto guarda relación con su iniciación traumática en la sexualidad.

El estudio de Glaser * y Collins * (1985) introdujo explicaciones al hallazgo de juego sexualizado en niños no abusados .El autor en un estudio realizado constató que 5 de un total de 73 niños
no abusados, realizaron juegos explícitamente sexuales. Otros niños, experimentaron incialmente vergüenza o rechazo a las muñecas.
Una reacción característica de la mayoría de los niños no abusados sexualmente fué el estado de excitación , risas, que los autores explican son una reacción emocional normal a la
genitalidad de las muñecas y no un indicador deuna situación de Abuso sexual por sobreestimulación sexual ó erotización precoz.
Los autores concluyeron su estudio, explicando que las respuestas sexualizadas al estímulo de las muñecas se originaría en las preocupaciones normales del niño y sus interrogantes sobre
la sexualidad o también a que tenga información sexual de dif
erentes fuentes.
Se desprende que el juego sexualizado por símismo no puede ser utilizado como indicador objetiv
o de Abuso sexual porque se ha dado en niños no abusados sexualmente.
Según nuestro criterio, este es el alto riesgo que entraña el uso no validado del juego con la muñeca como test de Abuso sexual. En efecto, el Juez podría considerar que si solo 6 de 100
niños no abusados sexualmente muestran juego sexualizado éste es un buen criterio par a estimar el 94% de probabilidades de abuso en un caso.
Pero esto es una gran tragedia para el niño, comparable a la del abuso sexual mismo, un diagnóstico erróneo y las consecuencias sociales como, la estigmatización, pérdida de la relación
parental y daño psicológico que será el mismo de un abuso realmente sufrido, ya que queda inscripto en el psiquismo infantil como la existencia de un abuso sexual realmente sufrido en su
historia a través del discurso familiar.
Por otra parte, este porcentaje de 6% de juegos sexualizados de inserción peneana, oral o vaginal, está basado en los estudios Norteamericanos e ignoramos su incidencia en la población
Nacional.
¿ Este porcentaje del 6% de juego sexualizado en niños no abusados,No podría ser mayor en nuestro País ?
El caso es más complejo en los niños de 5 años en que el 20% mostró juegos sexuales explícitos. Es decir, que de 100 niños que hubieran sido sometidos al mal uso de la técnica en
Estados Unidos 20 niños serían erróneamente diagnosticados, sometidos a perder la relación normal con su progenitor, a ser estigmatizados socialmente como niños abusados, a ser
alterada su historia e inscripto en su psiquismo un abuso sexual que nunca sucedió con odos
t las secuelas psicológicas a las que se efiere
r la bibliografía :
· Vulnerabilidad a la drogadicción
· Desórdenes de conducta
· Desórdenes de la alimentación
· Trastornos de la personalidad

De lo expresado surgen preguntas :


¿ Cuál sería la incidencia en nuestro país, donde no tenemos estudios ni estadísticas?
¿ Estarían condenados una cantidad mayor o una menor de niños?

Como ya habíamos destacado, Bárbara Boat *, diseña un trabajo para examinar la validez de estas críticas considerando la práctica recomendada y la investigación disponible sobre las
muñecas anatómicas.
Dado que las muñecas anatómicas tienen diferentes colores, conformaciones, tamaños, y origen de fabricación , la autora investigó las 20 marcas de muñecas existentes en el mercado
Estadounidense.
El método de análisis de la autora fue la revisión de estos 16 grupos de guías o protocolos publicados así como otros 4 que a pesar de no ser publicados, merecían consideración especial
por su amplia difusión.(White *, Str om *, Santilli * y Quinn *, 1987).
Del análisis de estas 20 guías y protocolos, la autora identificó 7 usos relativamente autorizados de las muñecas anatómicas en las evaluaciones sobre abuso sexual. Destacando la autora
que en ninguno de los protocolos de Administración y Guías, de ninguna de los diferentes tipos de muñecas figuró su uso como Técnica de Diagnóstico de Abuso sexual.
El uso no validado de las muñecas anatómicas como test diagnóstico del abuso sexual se basa, en la presunción no confirmada científicamente de que los niños abusados sexualmente
interactúan y juegan con las muñecas en forma significativamente diferente a los niños no abusados (La hipótesis de trabajo sería que los niños abusados sexualmente serían los únicos que jugarían en
forma sexualizada con las muñecas . Como vimos la hipótesis queda r efutada en t odos los estudios.).

Como resultado, y de acuerdo al razonamiento en que se basa la hipótesis, se podrían sacar conclusiones definitivas sobre la probabilidad del abuso basada en la interpretación clínica del
comportamiento del niño con las muñecas. A pesar de que la autora indica que no existe ninguna guía o protocolo que ratificara el uso de las muñecas anatómicas como test diagnóstico,
considera que es irónico que parezca creerse en muchos círculos, tanto laicos como profesionales, que las muñecas cumplen esta función en las evaluaciones de abuso sexual (Berliner *,
1988).

Los fiscales Freenman y Estrada - Mullaney (1988), al describir a una audiencia de pares, indicaron que la tendencia en ese momento era diagnosticar el abuso sexual en base a la
interpretación del juego del niño con muñecas anatómicas. Esta posición fue vista claramente en el pedido hecho por Terr *, en el que solicitaba más investigación al comparar el juego con
la muñeca en niños abusados y en no abusados, y en la conclusión aleccionadora de Yates *, sobre que los evaluadores no deberían basar sus diagnósticos de abuso sexual “ tan solo en el
juego con la muñeca ”.
El énfasis en la interpretación del comportamiento del niño con las muñecas anatómicas al hacer el diagnóstico de abuso sexual se desarrolló, en parte, a partir de los enfoques en las
terapias de juego tradicionales y psicodinámicas. Se basa en la suposición , que si el juego del niño con muñecas no anatómicas puede ser usado para inferir si el niño percibe a su padre
como cruel y rechazante,
¿ Por qué no se puede usar el juego del niñocon muñecas anatómicas para concluir si el niño ha sido abusado sexualmente por su padre?
El uso del “ test de la muñecas anatómicas ” también refleja una esperanza entendible, pero no realista por un procedimiento que suministrará una respuesta sencilla a la pregunta: ¿Este
niño ha sido abusado sexualmente?
Estas consideraciones de Boat *, nos alertan de la dimensión ETICO - LEGAL ya que se ubica al Psicólogo en el lugar de emitir una opinión que hace a la esencia de la cuestión en juicio “
que determine si existió abuso “, usurpando el rol del Juez y traspasando los límites de su competencia (ver Melton *, pág. 1230), sin poder fundamentar su opinión experta en un conocimiento
válido científicamente, sino en sus intuiciones, especulaciones e inferencias subjetivas.
Aunque la función de Test Diagnóstico de las muñecas anatómicas no fue recomendado en ninguna de las guías o protocolos revisados, Gardner * (1989 ), al escribir desde una orientación
psicodinámica tradicional, logró la más cercana definición de tal uso: “Los niños que de hecho han sido abusados sexualmente se pueden tornar un poco más receptivos a hablar sobre sus
experiencias vía la catalización por la presencia explícita de partes genitales en las muñecas. Aquellos que inventan son más propensos a hablar sobre el abuso denunciado directamente cuando se les
pregunta y no necesitan las muñecas como medio de facilitación para poder hablar sobre el abuso “ (p.158).

APADESHI
APADESHI

Prudentemente, Gardner *, limita el uso de las muñecas a los casos de Abuso comprobado

Como contraste, a la mala práctica del uso como test diagnóstico, muchos protocolos y guías explícitamente advierten sobre la sobreinterpretación del juego del niño con muñecas
anatómicas, en especial en ausencia de la declaración verbal clara del menor. Por ejemplo, la Guía APSAC (1990) establece “El comportamiento inusual con las muñecas anatómicas. pueden
sugerir más líneas de preguntas... pero por lo general no se considera concluyente en un antecedente de abuso sexual...” (p 5) (Ver también Boat & Everson, 1986, 1988b; Friedmann y Morgan ,1985;
Hindman, 1987; Jones y Mc.Quist on, 1986; Sgr oi, 1984).

Algunos autores han criticado el uso del juego con las muñecas anatómicas por considerarlas por su naturaleza, persuasivas y sexualmente sobrestimulantes. Esta es la crítica más
frecuente hecha a las muñecas y es una crítica que tiene significantes implicancias para muchas de las funciones delas muñecas.
Desafortunadamente, la mayoría de las discusiones sobre este tema fallan en considerar el posible impacto diferencial de las muñecas en niños sexualmente inocentes, contra niños
sexualmente experimentados o con conocimiento sexual, si bien como vimos anteriormente, la exposición a las muñecas modifica comportamientos del niño relacionados con su
sexualidad infantil.
(Ver Maternal perceptions of nonabused young children’s behaviors after the children’s exposur e to anatomical dolls. Boat,-Barbar a-W.; Everson,-Mark-D .; Holland,-Judy U North Carolina, Chapel Hill, US Child-Welfare; 1990
Sep-Oct V ol. 69(5) 389-400 ).

Las funciones de Estímulo de la Memoria y el Uso de Modelo Anatómico dependen en realidad de que las muñecas anatómicas sean “ persuasivas ” al niño que posee experiencia o
conocimiento sexual.
Las muñecas, más bien, suministran el ímpetus para que el evaluador explore, a través de preguntas de seguimiento, la fuente de los conocimientos del niño sobre la sexualidad. Con
“sugestiva” se quiere decir que las muñecas alientan, estimulan, desinhiben y proveen un vehículo fácil para que tales niños revelen su conocimiento sexual durante el proceso de evaluación.
En ninguno de estos usos, el evaluador infiere que el abuso ha ocurrido basado en el conocimient o sexual del niño expresado en el juego mismo.
La presunción subyacente es que tal conocimiento sexual en el niño podría resultar no de la fantasía inducida por la muñeca, sino a través de la exposición sexual por situaciones abusivas
sufridas o de la experiencia anterior en forma de información sexual que el niño posee pero sin haber sido objeto de victimización sexual. Sin embargo, la preocupación crítica en el debate
sobre sugestividad, se centraliza en el impacto que tienen las muñecas en niños sexualmente no abusados e inocentes. Esta preocupación tiene su más seria implicancia en el uso como
Test Diagnóstico.
Si las muñecas pueden inducir a niños sexualmente inocentes, a que se comprometan en un juego sexualizado, esto lo haría indistinguible de la interacción con las muñecas en niños que
en realidad han sido abusados sexualmente.Por consiguiente, el uso de muñecas como est
t diagnóstico estaría seriamente comprometido e invalidado. (Faller *, 1988; Jones * & Gr aw *, 1987).
Aunque no se ha realizado un estudio concluyente, un creciente cuerpo de diversas investigaciones, está generando serias dudas sobre la validez a la crítica sobre sugestividad. En una línea
de esta investigación niños normales no abusados fueron expuestos a un evento cuidadosamente documentado que involucró el contacto físico y luego fueron entrevistados sobre el
evento ya sea con o sin muñecas anatómicas como sostén. La presunción subyacente es que si las muñecas promueven las fantasías sexuales, se podrían observar más distorsiones de la
memoria cuando lasmuñecas anatómicas fueron utilizados como soporte de entrevista y las preguntas de la entrevista ‘pujaban por respuestas sexuales o eran deliberadamente inducidas
al tema sexual.
En el primer estudio,informado por Goodman * y Aman *(1990), 80 niños de 3 y 5 años fueron sometidos a una corta sesión de juegos con un hombre.
Durante la sesión, jugaron una serie de juegos que incluía una versión de “Simón dice” en la cual el hombre pedía al niño que se tocara partes de su propio cuerpo (por ejemplo, los orejas,
los dedos del pie) y también que tocara las rodillas del hombre, mientras él tocaba las del niño. Una semana más tarde, el niño fue interrogado por una mujer sobre esta sesión de juegos
bajo una de tres situaciones de entrevista:
· Con muñecas anatómicas como soporte
· Con muñecas normales (no anatómicos) como soporte
· Sin muñecos

En las entrevistas en las que se usaron muñecas anatómicas como soporte, las muñecas estaban a disposición durante el interrogatorio y se alentaba al niño a usar las muñecas para
mostrar lo que había sucedido en la sesión de juegos. Se le hicieron a los niños una serie de preguntas específicas sobre el posible abuso que pudo haber ocurrido durante la sesión de
juego:“ Muéstrame dónde te tocó ”. “ ¿Se dejó puesta la ropa? ” “ ¿Te tocó tus partes íntimas? ”¿Puso algo en tu boca? “

Además se le hicieron a los niños tres preguntas persuasivas sobre posible abuso:
“¿El te sacó la ropa o no te la sacó?” “¿El te besó o no te besó? “ “ ¿Cuántas veces te palmeo las nalgas? ”

Los resultados fueron los siguientes


· Sin importar la edad, los niños entrevistados con muñecas anatómicas cometieron la misma cantidad de errores en respuesta a las preguntas específicas o persuasivas de abuso que ya
mencionamos, que aquellos niños entrevistados ya sea con muñecas comunes o sin muñecas
· Se demostró que los niños que promediaban los 3 años, eran menos precisos en las tres situaciones de la entrevista que los de 5 años
· Sin embargo, la amplia mayoría de errores cometidos en las preguntas de abuso tuvo lugar en las respuestas a las dos preguntas sobre las “partes íntimas” , un término que la mayoría de los niños de
3 años no entendía
· Cuando se les hacían preguntas más claras, “Muéstrame dónde te tocó” , ninguno de los niños mostró sus propios genitales
· Además ninguno de los niños hizo comentarios espontáneos o elaboraciones que podrían sugerir que el abuso sexual había sucedido, sino que las respuestas erróneas eran inducidas por el
entrevistador independientemente de las características de los muñecos usados.

En el segundo estudio,realizado por Saywitz *, Goodman *, Nicholas* y Moan * (1991), 72 niñas de 5 y 7 años, fueron examinados físicamente por pediatras mujeres.
La mitad de las niñas fueron sometidas a un exámen de sus genitales como parte del chequeo general (condición genital) y la otra mitad recibió un examen idéntico, pero reemplazando la
examinación genital por la de escoliosis(condición no-genital).
Después de una semana o un mes, se le pidió a las niñasecordar
r el examen físico libremente. Luego, en la fase de demostración, se les daba a las niñas varias muñecas anatómicas (una de
las cuales había sido desvestida) así como también juguetes que pertenecían al kit de un doctor, y se les pidió que mostraran y contaran qué había ocurrido.
Luego, en la fase de preguntas directas con ayuda de las muñecas, el entrevistador sostenía una muñeca anatómica desvestida, mostraba una serie de partes del cuerpo y preguntaba: “
¿El doctor te tocó aquí? ”
Finalmente, se le hacían una serie de preguntas persuasivas, por ejemplo, ¿Cuántas veces te besó el doctor? .
Comparando la precisión de los recuerdos, en la fase de rememoración libre, contra la fase en la que se utilizaron muñecas, se obtuvo el doble de información más precisa, cuando se
utilizaron las muñecas anatómicas y los juguetes del doctor que en la fase de libre rememoración:
· Esto estuvo acompañado por un menor incremento de errores en la fase de demostración con las muñecas
· La mayor parte de los errores consistía en la falsa manifestación del uso de un depresor de lengua durante la examinación física
· Ninguno de las niños informó falsamente el tacto genital cuando no ocurrió
· Tampoco hubo errores en la fase de demostración que involucrara la percepción de comportamiento sexual explícito

El uso de preguntas directas, ayudadas con la muñeca dio como e


r sultado un progreso aun más significativo en la precisión del recuerdo:
· La vasta mayoría de niños en la condición genital, habían fallado en informar el tacto anal y vaginal, tanto en las fases de rememoración libre, como con la demostración con la muñeca.
· El 8 % de los niños (3 de 36) en el examen no genital, informaron falsamente, contacto genital o anal, cuando se les preguntó en forma directa con las muñecas.

Los resultados parecen indicar, en el caso de un hecho que el entrevistador conoce como cierto, (ej. Si existió o no examinación genital ) que el uso de las muñecas y las preguntas conductivas
facilitan el recuerdo.
Esto introduce la duda : ¿ Qué sucedería, si el entrevistador ignorase los datos y los sucesos ciertos y partiera solo de presunciones ?
¿ En qué forma, se afectarían los resultados de la investigación, si los entrevistadores ignorasen previamente cuales niños estaban en el grupo de condición genital y cuáles en el grupo de
condición no genital?
Creemos que la investigación de los autores adolecen de esas limitaciones y que la investigación demuestra que la utilización de las muñecas es idónea en aquellos casos en que el
profesional tiene la certeza de que realmente existió abuso sexual( Compr obación judicial)
La siguiente línea de investigación sobre el tema de la sugestividad se ha concentrado en la frecuencia en que aparece el juego sexualizado explícito, con las muñecas entre niños no
abusados que han tenido la oportunidad de jugar e interactuar con las muñecas anatómicas.
La suposición subyacente es que si las muñecas son persuasivas y sexualmente estimulantes, es probable que se encuentre una gran frecuencia de juego explícitamente sexuado con las
muñecas, en particular si no hay un adulto presente que inhiba la curiosidad y expresión sexual del niño.
El estudio más relevante se realizó sobre 200 niños no abusados, tomados de la población de una clínica pediátrica. (Everson * y Boat * 1990). Las edades de los niños oscilaban entre 2 a 5
años, y representaba un amplio espectro socioeconómico. Los niños fueron vistos en una entrevista estructurada, grabada en video que incluía una revisión de las partes del cuerpo y sus
funciones y la libre exploración de las muñecas, tanto en presencia como en ausencia del entrevistador adulto:
APADESHI

APADESHI

· El tocar y explorar las partes genitales de la muñeca fue un comportamiento común, que ocurrió en más del 50% de los niños en cada nivel de edad.
Sin embargo, el juego sexual explícito en forma de aparente demostración de introducción vaginal, oral y anal, es decir inserción peneana, movimientos sexuales y penetración oral de las muñecas ocurrió
solo en el 6% de todo el muestreo (12 de 209 niños).

Esta incidencia del juego sexual explícito es coincidente con los descubrimientos de otros 9 estudios con niños no abusados jugando con muñecas anatómicas (Para revisión referirse a Everson
& Boat(1990). Los estudios son: August y Forman (1989); Cohn (1991); Dawson y Geddie (1991) manuscrit o no publicado); Dawson, Vaughn, y Wagner (1992); Gabriel (1985); Glaser y Collins (1989); Jampole y Weber
(1987) Siv an et al (1988); y White (1986).

Estos estudios ,variaron en formato del juego libre a entrevistas altamente estructuradas. Las edades de los niños oscilaban entre 2 a 8 años.
Resumiendo, los 9 estudios, mostraron que la exploración de los genitales de las muñecas fue común, pero solo el 2% de los niños no abusados representaron una relación sexual explícita
entre las muñecas o entre una muñeca y ellos mismos(9 de 388 niños).
Aunque el 6% de los niños no abusados sexualmente de 2 - 5 años del estudio de Everson * y Boat * y el 2% en los estudios mencionados, demostró juego sexual explícito, la frecuencia de
tal juego estaba significativamente relacionada con la edad del niño, su extracción socioeconómica , racial y de alguna manera con su género.
De hecho, más del 20% de los niños de 4 y 5 años, en estos estudios demostraron claros juegos de penetración sexual de algún tipo durante sus sesiones. La fluctuación de los resultados (
del 6% al 20%) está dada en que en los niños de 2 años, no aparecieron estas conductas, porque el niño en esa edad aún no tiene plenamente desarrollado el juego simbólico. ( Ver Piaget *, La
formación del símbolo en el niño). De manera similar, Dawson * y Geddie * (1991), notaron que el 9 % de los niños de bajos recursos, de raza negra, manifestaron relaciones sexuales en el juego
con las muñecas.
Tomados en conjunto, Everson * y Boat * (1990) y los 9 estudios relacionados, ofrecen pruebas substanciales de que las muñecas pueden dar a los niños no abusados sexualmente, que
tienen conocimiento sexual, un permiso al menos implícito, como así también, pueden ser un vehículo fácil para demostrar su información sexual, en lugar de ser usadas como indicadoras
de Abuso Sexual.
Las Muñecas anat ómicas y el compor tamiento de los niños, tr as ser expuest os a estas pr acticas
En esta línea de investigación, sobre la sugestividad de las muñecas anatómicas, se preguntó, si los niños tienen comportamientos más sexualizados o juegos sexualizados, después de
exponerse a las muñecas anatómicas.
La noción subyacente es que los niños que son expuestos a las muñecas anatómicas desvestidas pueden no reaccionar dentro de la atmósfera del lugar de la entrevista, pero pueden actuar
de manera sexual, cuando están en un lugar más confortable como en sus hogares.
La pregunta, si las muñecas anatómicas pueden tener un impacto retardado en el comportamiento de los niños fue expuesto en entrevistas de seguimiento a 30 madres, cuyos niños habían
sido expuestos a las muñecas anatómicas (Boat, Everson, & Holland, 1990). Las edades de los niños oscilaban de 3 a 5 años y habían sido sujetos al estudio normativo de 209 niños descriptos
anteriormente. (Everson y Boat, 1990).
La entrevista se llevó a cabo dos semanas después de la sesión con las muñecas. Se les preguntó a las madres en términos generales sobre cualquier cambio en el comportamiento de
los niños, que ellas atribuyeran al hecho que los niños habían participado en la sesión con las muñecas, así como las preguntas específicas sobre cambios en la curiosidad sexual y juego
sexual desde la sesión:
· El 23% de los niños mostraron una conciencia aumentada e interés en las partes sexuales del cuerpo (por ejemplo, un niño de 4 años preguntó en qué difieren los niños de las niñas; una niña de 4 años
preguntó cuándo tendría vello público)
· Ninguno de los niños había comenzado a jugar con juguetes o muñecas comunes de manera sexual o habían agregado genitales a los dibujos de personas
· En un solo niño se describió que éste estaba actuando “de manera algo sexual”. Este niño de tres años se quitó su ropa mientras jugaba con una niña de su edad. Como lo explicó su madre, “El pensó
que si le había sacado la ropa a la muñeca, está bien si se sacaba la suya”. Ni la madre de este niño, ni ninguna de las otras madres estaba preocupada por el comportamiento de sus niños después de
la exposición a las muñecas

on expuestos a las muñecas anatómicas (Dawson, V augh, y W agner, 1992; Vaughn, Dawson y W agner, 1989). :
Otro estudio incluyó el seguimiento de 16 niños no abusados, de 3 a 6 años, quienes fuer
· Ninguno de los padres de los niños informó sobre comportamientos sobresexualizados o preguntas después de la entrevista con las muñecas
· De hecho, la mayoría de los niños no recordaban su juego con las muñecas hasta que se lo recordaron sus padres.

La línea de investigación remanente, relevante a nuestra consideración sobre la sugestividad de las muñecas anatómicas, ha examinado los índices comparativos, en los cuales niños
derivados por evaluaciones de abuso sexual,demuestran comportamiento sexual explícito con las muñecas anatómicas, en relación con las muñecas no anatómicas.
Si la crítica es valida, se esperarían índices más altos de tal comportamiento durante las entrevistas con muñecas anatómicas, especialmente cuando los niños son interrogados sobre sus
experiencias sexuales.
APADESHI
En el único estudio de este tipo Briton * y O´Keefe * (1991) utilizaron muñecas anatómicas para entrevistar a 69 niños abusados sexualmente, vistos durante un año en una Clínica Pediátrica,
para realizarles exámenes físicos como parte de las investigaciones de abuso sexual.

El siguiente año, el mismo entrevistador siguió un formato de entrevista similar, pero con muñecas no anatómicas (por ejemplo muñecas Ken y Barbie, muñecas Cabbage Patch, etc.) para los 67
niños derivados a evaluación. Las edades delos niños oscilaba entre 2 a 10 años.
· Los índices de demostración de comportamiento explícitamente sexual (caricias genitales, contacto oral-genital, penetración vaginal y anal) no diferían significativamente en los dos grupos de niños, a
pesar de que se utilizaron variedad de muñecas.
· Los índices de demostración fueron levemente inferior para las muñecas anatómicas en relación a las muñecas no anatómicas (68% contra 72%).

A pesar que se debe ser cauteloso en la interpretación de este estudio, dadas las limitaciones en el diseño de esta investigación (por ejemplo falla en asignar al azar a los niños a condiciones de
entrevista con las muñecas) es, sin embargo otro de los muchos estudios que fallan en encontrar pruebas de que el uso de muñecas anatómicas, provoca el comportamiento sexual explícito de
los niños abusados sexualmente. Por el contrario, demuestra que el niño vitimizado realiza juegos sexualizados con los juguetes ordinarios y no precisa de la genitalidad explícita de las
muñecas. Por otra parte, dos estudios han sido citados por los críticos a lasmuñecas anatómicas como prueba de que lasmuñecas anatómicas son persuasivas y estimulan sexualmente a
niños normales.
El primero es un estudio inédito de Mc Iver * y (1987) que comparó 10 “casos confirmados “ de niños abusados sexualmente, edades de 3 a 5 años, con 50 niños no abusados, edades de 2
años y medio a 7 años, mediante una entrevista estructurada con muñecas anatómicas.
En apoyo a las críticas sobre sugestividad, se informó que los niños no abusados mostraron índices similares, si no más altos, de comportamiento sexual y agresivo con las muñecas, en
comparación a los niños en los que el abuso sexual se había confirmado(62% contr a 50% respectiv amente).
Boat * señala, que este estudio tenía severas limitaciones, específicamente, los autores fallaron en distinguir entre los distintos tipos de juegos sexualizados (por ejemplo, colocar a las muñecas
en posición una sobre la otra ,contra posición con inserción peneana en el ano de la muñeca, vagina o boca), agresión contra la muñeca (ejemplo arrojarlas, golpearlas, palmearlas ) y otras formas de juego de roles
(por ejemplo lucha).

Los hallazgos de Mc.Iver * y Wakefield * continuaron en investigaciones posteriores, orientadas a la falta de consenso entre los profesionales y a la ausencia de índices objetivos mediante
los cuales el profesional puede ‘interpretar” el juego de los niños. El tema más interesante que hace surgir Mc.Iver es la total subjetividad de los diferentes profesionales en interpretar como
sexualizados algunos comportamientos. Plantea el tema de que algunos tipos de juegos con las muñecas anatómicas puedan tener significado sexual o carecer del mismo según la libre
interpretación de cada observador.
En un estudio posterior, se utilizó un grupo de 50 niños no abusados sexualmente y otro grupo de 10 niños victimizados de 2, 6 a 7 años. A todos se les administró las muñecas anatómicas
durante una entrevista que incluía el juego libre y el interrogatorio. Los resultados fueron codificados independientemente por dos grupos de observadores que no pudieron interpretar
correctamente los datos y fueron incapaces de distinguir entre los grupos de niños no abusados y los victimizados.( Ver Glaser y Collins J.Child Psychol. Psychiatry vol.30.nro.4 pp.547-568, 1985, Gran
Bretaña).

El segundo estudio, a veces citado para reforzar el argumento que las muñecas anatómicas, son demasiado persuasivas, es el estudio del juego sexualizado entre niños no abusados de
Everson * y Boat * (1990). En el juego con las muñecas, se informó que el 37% del total de niños no abusados, discriminados de la siguiente manera: 10% de los niños de 3 años, el 9% de los
de 4 años y el 18% de los de 5 años, colocaron a las muñecas desvestidas en una posición “sugestiva” de acto sexual, es decir la posición una sobre la otra, pero sin intento de inserción
peneana y sin movimiento sexual de las muñecas o manifestación del niño que implicara relación sexual.
Este descubrimiento ha sido utilizado comoprueba, que las muñecas estimulan a un númer
o importante de niños normales y no abusados al juego sexual.

Además se ha sugerido que tal posicionamient


o de las muñecas implica las siguientes consecuencias :
(a) Es similar al mostrado por niños sexualmente abusados
(b) Es a menudo malinterpretado en evaluaciones de abuso sexual como prueba del abuso sexual (Raskin, 1991).

En la mayoría de los casos en los que los niños colocaron a las muñecas en una posición sugestiva de relaciones sexuales, esto ocurrió en respuesta a las directivas del entrevistador (“Muéstrame qué
pueden hacer juntas las muñecas’ y ‘¿Qué más pueden hacer juntas?”) y no durante el juego espontáneo, por lo tanto, el comportamiento podría ser más bien inducido por el entrevistador que provocado
por las fantasías que estimulan las muñecas.
En segundo término, otros niños que colocaron las muñecas en posición sugestiva, luego sexualizaron el juego (por ejemplo intentar on penetr ación peneana, mo vimientos sexuales con las muñecas).
La impresión al observar las entrevistas, fue que la mayoría de los niños no parecían considerar a una muñeca recostada sobre otra ni tales juegos sexualizados como un“acto sexual”.
APADESHI
En tercer lugar, tal posición de las muñecas no es, en y por sí sola, clínicamente importante. El ubicar a una muñeca recostada sobre la otra, se debe a que los niños frecuentemente tienen oportunidad de
observar, adultos y adolescentes en varias posiciones de abrazo. En algunos casos, esto puede incluir una relación sexual observada en televisión o en películas, típicamente escondida de la vista directa a
través de sábanas. En otros, es un abrazo desprovisto de interpretación sexual para el niño.
No se puede concluir que un niño tiene un conocimiento explícito de la mecánica de la relación sexual con el solo posicionamiento de las muñecas. El evaluador experimentado no puede
inferir el abuso sexual en tal comportamiento con las muñecas. ( Ver Boat y E verson ob.cit.)

CONCLUSIÓN, la investigación disponible muestra que las muñecas son estimulantes de juegos de significancia clínicos como ser la inserción peneana vaginal , anal o bucal, en un porcentaje variable
de niños no abusados sexualmente, cerca del 5% en los más pequeños y cerca del 20 % en los niños de cuatro años, en los estudios en la población norteamericana. También en estos
estudios hay una variación de >2, ignorándose los porcentajes en nuestro País por falta de estudios.

Otra crítica al uso de muñecas anatómicas, es que promueve el error y mal uso del entrevistador. Específicamente:

· Su uso fomenta líneas de preguntas inductivas o persuasivas


· Exceso en las interpretaciones sobre el juego del niño
· Hacer recortes arbitrarios en el proceso de evaluación
· Confiar demasiado en un único instrumento

La consideración de que el uso de muñecas anatómicas promueve el error y mal uso por parte del evaluador , según Boat * y Everson * , es la más válida y la más preocupante de las
principales críticas.
La preocupación específica es que el uso de las muñecas anatómicas en evaluaciones de abuso sexual puede alentar los siguientes tipos de malos usos y errores por parte del
entrevistador; especialmente con niños:
(a) Líneas de preguntas demasiado inductivas o persuasivas que pueden incluir que el entrevistador posicione las muñecas para que modelen actos sexuales específicos
(b) Sobreinterpretación del comportamiento del niño a expensas de obtener un relato del niño verbal , espontáneo y completo
(c) Acortar el proceso de evaluación, incluyendo entrevistas “únicas” y fallas en recabar información de múltiples fuentes
(d) Confiar demasiado en las muñecas excluyendo otras técnicas de comunicación y de psicodiagnóstico

Una preocupación relacionada a esto último, es que poner demasiado énfasis en las muñecas, ha conducido a veces a dar un menor énfasis al entrenamiento en técnicas de entrevistas
más amplias y al desarrollo de juicios clínicamente validados en el campo del abuso sexual infantil.
Ese uso como Test Diagnóstico, claramente enfatiza la interpretación del comportamiento del niño con las muñecas a expensas de más entrevistas extensivas y el uso de otras fuentes de
datos o técnicas de evaluación propias de una batería estándart.
El mal uso como técnica diagnóstica incluye llevar a cabo líneas de preguntas demasiado inductivas o insistentemente demandantes, como un seguimiento del comportamiento
“sospechoso” del niño con las muñecas y la confianza en la interpretación subjetiva del entrevistador, sobre la normalidad o la anormalidad del comportamiento del niño.
La preocupación principal,es la posibilidad de que laspreguntas demasiado sugestivas o preguntas persuasivas, junto con el posicionamiento de las muñecas (o tal vez la mera presencia de las
muñecas) , puedan sin advertirlo, sugerir una imagen visual al niño que se incorpora a su memoria (Terr *, 1990). Por ello, como teoriza Terr *, “ la memoria del niño del evento en cuestión puede ser
alterada permanentemente “.
Una segunda preocupación, es el riesgo de que el evaluador pueda poner mayor énfasis en conseguir del niño una demostración con las muñecas en lugar de buscar la descripción verbal
detallada del abuso sospechado.
El Uso de Modelo Anatómico, también entraña riesgos, el entrevistador puede inapropiadamente o inadvertidamente suministrar información al niño y producir alteraciones en el relato.
Por ejemplo :
· Las clasificaciones correctas de las partes del cuerpo involucradas en un contacto sexual
· Las funciones correctas y eróticas de las partes sexuales del cuerpo
· Elementos de información sobre prácticas sexuales, orales, anales, sexuales, perversas y normales

Características específicas de la genitalidad adulta que el niño no conocía como ser el vello pubiano, los penes en semi-erección de las muñecas, el orificio vaginal que está resaltado en las
muñecas , etc.
Elementos que pueden alter ar el relato verbal del niño
Específicamente, el pene en semi-erección de las muñecas y el vello pubiano puede ser la primer información del órgano sexual masculino que puede tener una niña inocente en los temas
sexuales.
Es claro que la exposición a las muñecas le darían ,por ejemplo a una niña de 3 años información de la genitalidad adulta masculina, no esperable para su edad. Si un elemento fundamental
a evaluar, es la percepción que tiene el menor de la sexualidad, y si cuenta con conocimient
os que solo podría tener por la exposición a la desnudez del adulto en su victimización, uno de los
pocos elementos diagnósticos específicosestaría así invalidado por la utilización de las muñecas sexuadas.
El uso de muñecas anatómicas como Confortador y para Romper el Hielo, involucra riesgos mínimos de error del entrevistador en el caso en que esté comprobado el abuso y el niño lo haya
revelado espontáneamente. Muchas consideraciones adicionales son relevantes a nuestra discusión sobre la validez de la crítica en cuanto a la propensión al error en la entrevista.

Primero, la mayoría de los errores enumerados antes, tienen el efecto de aumentar la frecuencia de falsos positivos, en las evaluaciones de abuso sexual. De hecho, los errores del entrevistador también
pueden aumentar la probabilidad de falsos negativos.
Everson * y Boat * (1989), por ejemplo, describieron el caso de un niño de 4 años, cuya develación sexual sobre la caricia genital no fue considerada creíble porque durante la demostración
con las muñecas, la muñeca “niña” no demostró una abierta incomodidad hacia la muñeca“perpetrador acusado”.
Vemos así, otra forma de perjuicio al niño que fue abusado sexualmente, en la forma del
FALSO NEGATIVO, en base a la interpretación subjetiva del juego por parte del entrevistador .
Cualquier instrumento en manos no informadas puede ser mal usado. Sin excepciones, los errores del entrevistador antes mencionados, pueden ser evitados con un mejor entrenamiento,
supervisión y conocimiento de la dinámica propia de las denuncias erróneas o falsas. Desafortunadamente, el nivel de entrenamiento y de supervisión de muchos entrevistadores es
inadecuado, según sucede en Estados Unidos , en dondelas Muñecas surgieron en el año 1970, según establece Bárbara Boat *.
Esta crítica, tiene mayor peso en nuestro país porque el juego de las muñecas anatómicamente correctas, no integra la Currícula de ninguna Universidad, por la falta de sustento científico
de la práctica, conjuntamente a la ausencia de datos normativos aplicados a nuestra población nacional.
La utilización de las Muñecas no integra la Currícula de ninguna materia de grado ni de post-grado, es decir no existe acreditación universitaria oficial de la capacidad de los profesionales
que la utilizan, que certifique su idoneidad, ni su competencia.
Esto explica la mala práctica imperante en nuestro medio, que consiste en el uso como Test de Abuso Sexual, según se consigna en los Informes de los profesionales que imprudentemente
la utilizan.
Nosotros, coincidiendo con la autora del estudio, pensamos que el tema de mayor gravedad, surgido en esta discusión es la conceptualización de Terr * (1990) de que el uso de muñecas
anatómicas, como sustento de la entrevista combinado con ciertos tipos de preguntas persuasivas, puede producir una permanente alteración de la memoria visual del niño. Esta
alteración permanente del recuerdo del niño, puede concluir , como veremos luego con Elizabeth Loftus * en lo que la autora denominó “IMPLANTACIÓN DE UN FALSO RECUERDO DE
ABUSO SEXUAL”.
Como conclusión, el r ol específico que cumplen las muñecas ex cluye su utilización com o test Diagnóstico, siguiendo a los aut ores ya mencionados :
Las decisiones, sobre si un niño fue abusado sexualmente, no debe sustentarse sobre la base del comportamiento del niño con las muñecas. Ninguna de las 20 guías y protocolos revisados
confirmaron el uso de las muñecas como test diagnóstico del abuso y muchas de ellas recomendaron específicamente cautela con respecto a la sobreinterpretación del comportamiento
del niño con las muñecas. Es decir , percatan al entrevistador de la imprudencia de utilizarlas en forma de test diagnóstico.
Como hemos subrayado, por la ausencia de estudios normativos, sobre el juego infantil del niño con las muñecas anatómicas, existe una gran dificultad metodológica en poder especificar
los juegos que serían sexualizados y típicos de los niños abusados sexualmente y de los niños que tienen información sobre la sexualidad no acorde a su edad, por cuestiones relacionadas
con la crianza o las diferencias socioeconómicas y culturales o de raza, problemática crucial en Estados Unidos, que normatiza todos los métodos de evaluación psicométrica, en base a las
diferencias culturales económicas y étnicas de su población.
Este último tema es irrelevante en nuestra Nación, en que no hay segregación entre los diferentes grupos culturales y étnicos, pero no podemos conocer, en este momento qué tipo de
conocimientos sexuales e información manejan los menores según los diferentes estratos socioeconómicos, ni el impacto de los medios de comunicación.( Ej. sistemas de cable con películas
condicionadas, r evistas etc.).

La factibilidad de poder clasificar el tipo de juegos que las muñecas anatómicamente correctas suscitan en los niños no abusados sexualmente, es de importancia clínica para poder
distinguirlos de aquellos juegos que tienen características erotizadas.
Si bien, como hemos detallado en el inicio del trabajo, no existe un síndrome típico que permita aislar indicadores específicos de Abuso sexual y que el diagnóstico por síndromes no posee
sustento
Entre los diferentes modelos conceptuales que pretenden ser un instrumento de comprensión del problema del Abuso sexual, y llegar a aislar un grupo de síntomas con moderada calidad
de especificidad, que serían esperables hallar en una situación de Abuso sexual, creemos importante mencionar la última revisión de Kendall *, Tacket *, William * y Finkelhor * (1993) que
encontraron que El 38% de los niños abusados sexualmente presentaron comportamientos sexualizados. Lejos de ser un indicador absoluto, ya que la contrapartida es que el 72% de los
niños victimizados, no presentaron el síntoma y esto limita considerablemente su carácter de tipicidad. ( Ver Vicky. V. Wolfe & Jo-Bir t, Advanc,es in Clinical Child Psychology, vol., 17, editado por Thomas
Olledick).

Estos compor tamientos erotizados, son de v arios tipos:


(a) El niño se acomoda, elabora estrategias para soportar la victimización y/o participar en la misma por la coacción del adulto
(b) Masturbación en situaciones sociales, es decir en frente de terceros
(c) Juegos con los propios genitales durante un lapso excesivo de tiempo

(d) Preferencia por la compañía de niños más pequeños


(e) Hablar mucho y estar muy preocupados y pendientes de los temas sexuales
(f) Según estudios sobre esos dibujos infantiles, los niños abusados tienden tanto a minimizar como a exagerar los rasgos sexuales en las figuras humanas ( Yates, Beutler, y Grago,(1985). No obstante,
Hibbard y Hartman (1990), encontraron que era bajo el porcentaje de niños abusados sexualmente, que dibujaron genitales en sus dibujos. ( ver ob. citada, pág. 244)

(g) Más relacionado con el tema de las Muñecas Anatómicamente correctas, se detecta en los niños victimizados, más juego sexualizado con estas muñecas, pero destacan la relatividad de
tomarlo como índice seguro porque Everson y Boat (1990), investigación a la que nos referiremos a posteriori en extenso, encontraron, como ya hemos mencionado que entre los niños no abusados
sexualmente existe un porcentaje de juego de introducción anal, peneana, oral, etc. con estos muñecos. Aunque los pequeños de 2 años no muestran este tipo de juegos, el 18% de los de 5 años no
abusados sexualmente mostraron ron juegos explícitos de relaciones sexuales.

Estos estudios especificanque este tipo de juego sexualizado, es común también en niños que sufren negligencia parental, abandono social y no han sido beneficiados con una contención
y límites acordes a la sexualidad infantil, dentro del marco familiar y social., por ejemplo, algunas de estas conductas sexualizadas forman parte de la “cultura” de los internados de
menores y los profesionales de la salud que trabajan con niños de la calle o niños que sufren situaciones injustas semejantes, están familiarizados con estas conductas.
Es decir, volvemos a rozar el tema de la falta de la especificidad de los síntomas del niño abusado sexualmente y la necesidad de hacer un abordaje integral de la problemática, mediante
un estudio basado en una evaluación psicodiagnóstica standard, conjuntamente con el estudio de la dinámica familiar , especialmente en los casos, a los que se cir
cunscribe este trabajo :
Las denuncias de Abuso sexual dentro de los divorcios destructivos y su emergente y consecuencia más frecuente: el impediment o de contact o
No obstante , el modelo que propone Finkelhor * (1983), a nuestro criterio, es útil en poder abordar explicativamente la iniciación traumática en la sexualidad por parte del adulto victimizador.
La iniciación es traumática porque es precoz, las consecuencias psicológicasson:
· Que el niño confunde las experiencias sexuales con intercambios afectivos ,incrementando la realización de experiencias sexuales y distintas manifestaciones comportamentales ,incluyendo el interés y
la preocupación en lo sexual , la agresión sexual a terceros , generalmente otros niños, y una erotización inadecuada de las relaciones Parentales.

Sugirió Yates * (1982) que el niño que ha sido expuesto a través del tiempo a una intensiva estimulación genital o extragenital puede producir su erotización. Ella ha sugerido que el erotismo
puede ser considerado más bien un comportamiento aprendido y que el niño va reforzando por sí mismo. Por su característica de comportamiento aprendido, el comportamiento erotizado
infantil es difícil de modificar. Desde una óptica psicobiológica, Putman * y Trickett *, postularon un modelo en el cual el comportamiento es aprendido en forma no acorde al momento
evolutivo del niño y no acorde a la Cultura. En concreto, estos comportamientos sexualizados son originados en un incremento inducido por el adulto, de los contenidos hormonales
relacionados con la pubertad y el desarrollo de la libido en la mujer y con el comportamiento agresivo en el hombre.
Esto es interesante, ya que varios estudios han relacionado desde hace casi dos décadas los trastornos de género en las niñas abusadas, el aumento de sus comportamientos masculinos y
en los niños la tendencia a victimizar a otros niños menores ( ver Cosentino, Cr oss gender beha vior and gender conflict in sexually abused girl, J.Am. Child .Adolesc. P sychiatry , 32:5 september 1993 pp.940-945)
Putman * y Trickett *, basados en los incrementos hormonales observados en los niños victimizados, explican que su aumento se debe al estress específico relacionado con los repetidos
abusos, que a su vez actúan como el desencadenante de una precoz sexualidad. Esto implica una iniciación totalmente traumática en la sexualidad.
Otros autores, como De Young * (1984), intentaron explicar algunos comportamientos sexualizados como un ‘comportamiento contrafóbico”, particularmente en niños, quienes han sido re-
victimizados a través de muchas prácticas aberrantes.

Estos comportamientos contrafóbicos, se deben a un intento del niño de desensibilizarse de los estímulos originariamente relacionados con el abuso. Entonces el niño muestra
comportamientos provocativos. El niño reactualiza el acto del abuso, poniéndose en una posición activa, actuando lo sufrido pasivamente en el pasado. Si bien los autores no toman la
concepción de “identificación con el agresor” como mecanismo de defensa, ya destacado por muchos autores, los comportamientos resultantes son similares. No obstante con lo cual, el
niño no es “complaciente” con el adulto que lo victimiza, ni esta iniciación es placentera. En base a un interesante estudio de Phelan * las percepciones de los niños víctimas están muy
lejos de la impronta del compañero sexual que consiente.
Esta percepción, por el contrario es la que sostiene el discurso del perverso. El niño, por el contrario ,sufre, siente confusión, rabia y culpa .Si bien el estudio de la autora falla en considerar
bajo el término padre también al concubino ocasional de la madre, En este estudio, los padres son solo l4 y los concubinos son 26. Creemos que el estudio de casos, mostró la ausencia de
la complacencia infantil en la victimización del adulto y los sentimientos de impotencia, rabia y rechazo por los hechos sufridos. (ver Phelan P. Incest and its meaning: the perspectiv es of father and
daughters, Child Abuse & Neglect v ol.19.nro .1.pp.7-2 4. 1995)

Por lo expuesto en el Punto (g) sobre la significación clínica del juego llamativamente sexualizado en los niños que sufrieron victimización sexual, creemos que la observación de pautas de
juego estereotipado y reiterados con contenidos sexuales, le permite al Psicólogo, la evaluación de los conocimientos del niño sobre la sexualidad y si estos son producto de su exposición a
un inicio traumático de su sexualidad o a otras cuestiones ambientales, como la exposición a materiales gráficos o fílmicos de naturaleza sexual o al momento evolutivo por el que atraviesa
el niño, es decir fantasías emergentes de los diferentes estadios evolutivos de la sexualidad infantil, como es la preocupación por las diferencias sexuales entre varones y mujeres,
problemáticas edípicas propias de la sexualidad femenina y de la niña que accede al proceso complejo de la femineidad, entre otras las fantasías normales de violación que ha destacado
Francoise Doltó *. (Ver Dolto - La sexualidad f emenina )

Como ya han destacados varias investigaciones, el niño no abusado sexualmente también puede jugar en forma sexualizada con las muñecas anat
ómicamente correctas.
Es importante, ocuparnos del mencionado estudio de Bárbara Boat * y Everson * sobre la exploración manual de muñecas anatómicas de niños no abusados sexualmente. Con elación r a la
edad, los autores encontraron que disminuyen los comportamientos de besos de muñeca a muñeca y se incrementan con la edad las demostraciones que son sugerentes de relaciones
sexuales entre las muñecas Aunque los niños de 2 años son activos en desnudar a las muñecas y explorar sus genitales, anos y los pechos; los niños que no tienen 2 años realizan algunos
juegos sexualizados con las muñecas. El 6% de los niños demostraron claras posiciones de relaciones sexuales entre las muñecas. Solo los niños de bajo nivel económico, de 4 a 5 años,
demostraron claras posiciones de relaciones sexuales cuando el entrevistador se presentó en el cuarto.
La finalidad de incorporar los hallazgos de Boat * en el presente trabajo, es la de especificar claramente cuales son las conductas sexualizadas con las muñecas de acuerdo a la edad de los
niños no abusados sexualmente.

LOS PROFESIONALES QUE EVALÚAN A LOS NIÑOS PEQUEÑOS


Necesitan información sobre la “normal“ curiosidad sexual en los comportamientos de juego de los niños no abusados con las muñecas, como para tener una razonable idea de lo que es
esperable en el juego normal y así evitar caer en sobreinterpretaciones de las interacciones de los niños con las muñecas.
Tales datos han surgido tardíamente. Una de las dificultades más importantes en las investigaciones con las muñecas correctas, es el alto porcentaje de negativas de los padres, a que sus
hijos participen en la hora de juego con las muñecas.(Conte y col , 1991 ; E versony Boat , 1990 F riedrich , G ramnsch Br oughton ,Kuiper, & Beike, 1991 ; Goldman & Goldam , 1981).
Esta aprensión de los Padres se justifica porque las muñecas presentan todos los caracteres sexuales primarios de una manera un poco exagerada según algunos autores. Contrario a esta
impresión del lego y de un sector de los investigadores, las medidas antropométricas de los genitales guardan relación con los stándares de la población norteamericana. (Ver Bays,-Jan. Ar e the
genitalia of anat omical dolls dist orted? Child-Abuse-and-Neglect; 1990 V ol 14(2) 171-175 )

Posiblemente el rechazo de los Padres se deba a que la exhibición de dibujos, películas o materiales que muestren los caracteres sexuales primarios ( vello púbico, aberturas anales y vaginales,
pene en semi-er ección) está sometido a restricciones y prohibiciones en la Cultura. Especialmente en relación a los menores.

A pesar de las dificultades inherentes a la obtención de datos normativos sobre una muestra representativa de niños no abusados, la importancia de documentar sus comportamientos con
las muñecas anatómicas es esencial, como así adaptar los estudios a los niños Argentinos, según edades , estratos socieconómicos y pautas de crianza que contemplen situaciones de
exposición a materiales relacionados con situaciones de erotismo entre los adultos, a los que el niño accede a través de los medios de comunicación de masas y otr
as fuentes.
Los evaluadores estadounidensesno están de acuerdo sobre el significado de comportamientos tales como el de los niños ubicando a las muñecas en posiciones sugestiv as de relaciones
sexuales o introduciendo los dedos en el interior de varios orificios. ( Boat * & Everson * , 1988a ; Kendall * - Tackett * & Watson *, 1992). Sin embargo, interpretaciones de los comportamientos no
verbales de los niños con las muñecas pueden implicar que se interprete abuso sexual donde no lo hubo y deben ser veitadas. ( Boat * & E verson *, 1988 a).

La confusión en hacer interpretaciones subjetivas del significado del juego con las muñecas, en dirección a inferir actos abusivos, se origina en la falta de comprensión y de la perversión de
las específicas funciones para las cuales las muñecas deben ser utilizadas.( Ej. modelo anatómico, ayuda en la demostración de como fue el abuso en los casos comprobados), en donde hay una previa
declaración del niño de haber sido abusado, en un elato
r consistente y sospecha fundada en element os objetivos.
Otros factores adicionales que necesitan ser considerados para proveer de información relevante a los evaluadores, son los tipos de:
· Comportamientos típicos de los niños pequeños (edad 2) que deberían diferir de los otros ( edad 5 )
· Las diferencias de las respuestas de los varones y de las mujeres.

Otro factor es que el conocimiento sexual del niño está relacionado también con las características de su familia ya que el juego con las muñecas refleja el conocimiento sexual que tiene el
niño (Mrazel * & Raz ek *, 1981).
Los factores culturales y familiares juegan un rol en el desarrollo del conocimiento infantil de la sexualidad (Gordon *, Schoroeder * ,& Abrams * 9 1990) y ejercen influencia en las circunstancias en
las cuales los niños están lúdicamente evelando
r sus conocimientos sexuales. ( Boat * & E verson *, 1989)

La documentación de las diferencias raciales y socioeconómicas halladas en la modalidad de juego de los niños, deben alertar a los evaluadores sobre la contribución del medio ambiente
cultural del menor.
Finalmente, las demostraciones infantiles de conocimiento sexual que aparecen cuando interactúan con las muñecas, dependen de la presencia o ausencia de adultos observadores como
también del sexo del entrevistador. ( Sivan * Schor *, K oeppl *, & Noble *, 1988)
Solo dos estudios (Glaser * & Collins *, 1989 ; Sivan * y colaboradores, 1988) proveen información normativa sobre un relativamente extenso grupo de niños no abusados utilizando las muñecas
anatómicas. Ambos estudios emplearon un formato de hora de juego libre que no puede compararse al juego del niño en las entrevistas estructuradas que muchos autores utilizan en las
evaluaciones sobre Abuso sexual. En estos estudios no se estudiaron las diferencias socioeconómicas.
Sivan * y colegas (1988) describieron las interacciones de 144 niños blancos de 3 años a 8 años, con las muñecas anatómicas. Los sujetos fueron reclutados a través de un pedido en un
diario. El juego se realizaba con la presencia del entrevistador, se compararon las diferencias de los juegos en relación con el sexo de los niños. El juego era libre y sin la intervención del
entrevistador. Su rol era el de observador:
· Las niñas jugaban más con las muñecas que los niños
· Los autores no registraron el porcentaje del juego espontáneo de desvestir a las muñecas. Aunque cuando las muñecas se presentaban sin ropas las niñas tendían espontáneamente a vestirlas , en
mayor medida que los niños
· Los niños más pequeños interactuaban significativamente menos con las muñecas que los mayores cuando el entrevistador estaba presente o cuando ellos estaban con las muñecas vestidas
· Cuando se presentaban las muñecas desvestidas, no había diferencias entre los tres grupos etarios. (edad 3-4 ; 5-6 y 7-8 )

Todos los chicos prefirieron claramente explorar los otros juguetes del cuarto en vez de jugar con las muñecas anatómicas y ninguno demostró comportamientos sexualizados entre las
muñecas o entre las muñecas y ellos mismos.(inserción peneana, anal, or al o vaginal, mo vimientos explícit os de relaciones sexuales y no juego que pueda sugerir contact o sexual )
Glasser * y Collins * (1989), analizó videotapes de 78 niños ingleses de 2-6 años no abusados sexualmente, quienes jugaban con las muñecas anatómicas y con otros juguetes. Fueron
invitados a desvestir las muñecas cuando este comportamiento no ocurría en forma espontánea. Se les interrogó sobre las funciones del cuerpo y sus partes luego de jugar con las
muñecas. Aunque el 52% del grupo eran niñas, esta proporción no era equitativa a través de los diferentes grupos de edades.
Por ej. en el grupo de 2-3 años el 80% eran niñas, por lo cual no fue posible hacer una comparación por edades y sexos:
· El 74% desnudó las muñecas en forma espontánea
· Solo un niño, de 5 años, rehusó desnudar las muñecas
· El tocamiento del pene fue común (71%), pero solo 13% tocó el ano y el 4% tocó la abertura vaginal
· Los niños no insertaron los dedos dentro de las aberturas vaginales o anales
· Cuatro (5%) de los niños mostraron interacciones que eran explícitamente sexualizadas
· Dos niños de 3 años pusieron las muñecas adultas en posición de relaciones sexuales, sin unir los genitales; otro niño de 3 años insertó el pene de la muñeca en la abertura vaginal de la otra muñeca y
una niña de 4 succionó el pene de la muñeca adulta. En 3 de estos niños, se identificó una fuente de exposición a actividades explícitamente sexuales ( Ej. magazines pornográficos; videos pornos ,
observación de la cópula ).

El presente estudio provee adicional información sobre como un grupo diverso en género y en pertenencia a clases sociales de 2, 3, 4, 5 años, exploran las muñecas en un entrevista
estructurada.
En relación al estudio de Boat * que analizaremos a continuación, en niños no abusados sexualmente, el protocolo de entrevistas tenía el objetivo de determinar el conocimiento infantil
sobre la anatomía adulta, su funcionamiento y sobre la sexualidad sin que el entrevistador sea sugestivo o directivo en los temas. Después de 10 minutos destinados a construir un buen
rapport, 4 muñecas vestidas fueron puestas enfrente del niño. No habían otros juguetes ni objetos.
La consigna fue : “aquí hay algunas muñecas para tocar y para mirar “ dando un período de tiempo para la exploración. Luego, el entrevistador señaló cada parte del cuerpo, le preguntó al
niño cómo se llama y para qué la usa . A continuacion el entrevistador le indicó que le mostrase qué cosas pueden hacer las muñecas juntas.
En la etapa final del estudio, los niños de 3- 4 - 5 años fueron dejados solos en el cuarto con las muñecas (condición de estar solos) por un período de 2 a 5 minutos . Se registró en video los
comportamientos con las muñecas. Se realizó la cuantificación de los siguientes comportamientos entre los que se consideran no sexualizados :
(a) Desvestir espontáneamente: fue codificado de esta manera el comportamiento de desvestir a la muñeca sin la sugerencia del entrevistador.
(b) Exploración del ano, de los genitales y los senos: cuando el niño realiza un contacto físico con la muñeca utilizando el dedo del niño o la mano. Desafortunadamente, los tipos de posible exploración
manual ( Ej. roces, tocamientos , caricias , pellizcos, hurgar, inserción de los dedos) no fueron codificados en forma separada. Con lo cual, la frecuencia de inserción del dedo en las aberturas
genitales no se pudo cuantificar.
(c) Tocamiento de los genitales o del pecho: cuando el niño manipula una mano de la muñeca para hacer contacto con los genitales de otra muñeca o con sus pechos
(d) Besarse entre muñecas: fue definido como poner la boca de una sobre la boca de otra muñeca y luego haciendo el sonido característico del beso, o diciendo “besándose” cuando se le preguntó que
estaban haciendo las muñecas
(e) Besos entre el niño y la muñeca: besos del niño en la boca o en la cara de la muñeca

Entre los Comportamientos sexualizados se analizaron las posiciones Claras o que podrían sugerir relaciones sexuales:
(a) Claros comportamientos sexualizados: Es la deliberada ubicación de la muñeca o muñecas desnudas en una de las siguientes posiciones :
1 - Inserción del pene en la vagina, en la boca o en el ano.
2 - Descripción verbal de la relación sexual ( ej. están haciendo el amor)
3 - Movimientos sexuales ( ej. muñecas copulando)

(b) Comportamientos o posiciones parecidos a relaciones sexuales: Fue definido como la deliberada ubicación de una muñeca desvestida en una posición sexual sin ser la 1,2,o 3. Los comportamientos
de relaciones parecidas a las sexuales o explícitas fueron codificadas cuando sucedían entre dos o más muñecas y cuando la actividad ocurría entre el niño y la muñeca.

Se codificaron seis sub categorías de posiciones de elaciones


r sexuales :
(a) Posiciones parecidas a las sexuales genitales / claras relaciones sexuales genitales
(b) Claro sexo oral / que parece sexo oral
(c) Clara relación sexual vía anal / o comportamiento parecido al sexo anal

La frecuencia de los comportamientos descriptos fue anotada en relación a cada niño y analizado en base a la obser
vación de los factores de edad, sexo, extracción sociocultural.
Los resultados de los comportamientos por edad y por género , son los que sintetizamos a continuación.

Entre los comportamientos no sexualizados:


(a) Desvestir espontáneamente las muñecas: Casi la mitad de los niños de 2 y un tercio de los de 3-4-5,desnudaron espontáneamente las muñecas

(b) Exploración de anos, genitales y senos: La exploración manual de las aberturas anales y genitales, y los pechos fue un comportamiento comúnmente observado cuando el niño desnudaba las
muñecas en presencia del entrevistador. Tocar, pinchar, acariciar, hurgar estas partes del cuerpo fueron conductas observadas en la vasta mayoría de los niños de 2 años niños y niñas ( 86%/ 85%
respectivamente ). Aunque este comportamiento decreció significativamente con la edad cuando el entrevistador estaba presente, aproximadamente la mitad de los niños de 4-5 años tocaron los
genitales y / o los anos y realizaron varias formas de exploración manual de los pechos.

Esta última exploración fue significativamente afectada por el género del entrevistador, y fue el único comportamiento que fue afectado por esa variable. Los niños varones que
interactuaban con un entrevistador hombre estuvieron más inclinados a tocar los pechos de las muñecas que en presencia de mujeres entrevistadoras.
(c) Muñecas besándose: No fue común en algunos grupos etarios

(d) Tocamiento de pechos, genitales, muñeca a muñeca: La situación de muñecas tocando los pechos o genitales de otras fue muy rara cuando el entrevistador estaba presente y vista en solo un varón de
tres años. En la condición de estar el niño solo con las muñecas, los niños de ambos sexos mostraron el comportamiento de una muñeca tocando el pecho o los genitales de la otra (12% o menos en
algunos sub grupos )

(e) Aparentes y claras posiciones de relaciones sexuales, Muñeca a muñeca: El porcentaje de posiciones que aparentan relaciones sexuales de las muñecas aumentan en relación a la edad del niño. En la
condición del entrevistador presente, se registraron grandes diferencias por efecto de la edad ya que los niños mayores tienden a jugar en forma más sexualizada o con posiciones de aparentes
relaciones sexuales.

· Las posiciones de relaciones sexuales aparentes no fueron registradas en niños menores de 2 años pero fueron bastante comunes en los niños mayores con 25% de niños de 5 años masculinos
realizando juegos sexualizados en presencia del entrevistador. Una comparación de la incidencia de este comportamiento a lo largo de las dos condiciones de presencia o ausencia del entrevistador
también reveló que la posición de las muñecas en aparentes relaciones sexuales tendían a ocurrir más frecuentemente durante la presencia del entrevistador y parecían estar relacionadas a la pregunta
del entrevistador “Muestra qué pueden estar haciendo las muñecas juntas”. Es decir, que el niño reacciona con plausibilidad ante las expectativas del adulto entrevistador.

La formulación de preguntas que direccionen el juego ( leading - question) ” Muestra qué pueden estar haciendo las muñecas juntas“, parece ser un factor que incrementó las conductas de
ubicación de las muñecas en posiciones sugerentes de relaciones sexuales en los niños no abusados sexualmente .
Una clara posición de relaciones sexuales nofue observado en el grupo de 2 años y solo ar ramente visto en los otros grupos etarios cuando el entrevistador estaba presente.
Claras posiciones de relaciones sexuales en la condición del entrevistador presente solo se registraron en varones. Cuando los niños se quedaron solos, este comportamiento fue
demostrado en niños y niñas de 4 a 5 años.
Muchas de las claras posiciones de relaciones sexuales observadas involucraban relaciones genitales entre muñecas, aunque también fueron registradas las posiciones orales y anales
explícitas. Con el entrevistador ausente, 5 de los 114 niños jugaron con las muñecas mostrando relaciones sexuales entre ellas. Posiciones de relaciones orales fueron demostradas por 2
de estos niños y la copulación anal por otro de ellos. Con el entrevistador presente, el número de niños que demostró claros juegos sexualizados fue de 6.
Besos del niño a la muñeca:La más común forma de interacción dada en todos los grupos etarios Posiciones claras de relaciones sexuales entre el niño y la muñeca :
· Las posiciones de aparentes relaciones sexuales entre un niño y la muñeca fueron extremadamente raras y demostradas por un único niño de 5 años.
· La reactualización de una clara relación sexual entre el niño y la muñeca , en presencia del entrevistador fue la succión del pene dela muñeca en un niño de 5 años
· Con la variable de que el niño esté solo, un único varón de 5 años, simuló el coito con la muñeca

· En un niño pequeño se registró la succión del pene de la muñeca. Este comportamiento fué interpretado como el resultado del interés del niño en el pene de la muñeca, en su exploración , en el pene “
per se “ más que fruto de la estimulación oral.
· Esta impresión de Boat y Everson está basada en el hecho de que los dedos de las muñecas nunca fueron puestos en la boca, aunque su aspecto es similar al del pene. Además, ninguno de los niños de
2 años que estaban en edad de gratificarse oralmente, realizaron este comportamiento.

Los estudios de Boat * muestran el vacío en la precedente bibliografía sobre la exploración y el juego con muñecas anatómicas del niño no abusado sexualmente:
· El resultado sugiere que la edad, el género, la raza y el status socioeconómico pueden contribuir a crear diferencias en la forma y cualidad de las interacciones con las muñecas anatómicas y que el
evaluador necesita estar enterado de estas variables cuando entrevista a los menores.
· Con la edad decrece la exploración manual, y se incrementan las demostraciones de besos entre muñecas, y se incrementa también la demostración de comportamientos con apariencia de relaciones
sexuales entre las muñecas
· Los niños negros estuvieron más inclinados a demostrar relaciones sexuales aparentes entre muñecas y a éstas besándose, cuando el entrevistador estaba presente.

Los datos de los niños de 2 años son de especial interés. A pesar de que participaron activamente en desvestir a las muñecas y en la exploración de los genitales, anos, y pechos , ningún
niño de esta edad en el ejemplo, realizó ningún juego sexualizado con las muñecas:
· Entre los juegos no sexualizados, el beso de las muñecas fue presentado por el 7% y los comportamientos de las muñecas besando a otras por el 11%.
· Que los niños de 2 sean menos capaces de juegos representativos (Ej. utilizando objetos externos tales como muñecas para representarse a sí mismos o a los otros) puede contribuir a la escasez de
interacciones sociales mostradas en el juego con las muñecas anatómicas
· Los evaluadores pudieron notar que las demostraciones de comportamientos sexualizados hechas por niños de 2 años, entre muñecas o entre ellos mismos y las muñecas deben precisar más
investigaciones para determinar la fuente de estos comportamientos.
· Alrededor del 50% de los niños en este trabajo, espontáneamente desnudó las muñecas.

Un segundo descubrimiento, fue que era más frecuente el juego sexualizado entre los niños negros ,especialmente de bajo status socioeconómico, en las edades 4 - 5; estos fueron los
únicos niños que demostraron claras posiciones de relaciones sexuales cuando el entrevistador estaba presente.
Estos resultados pueden reflejar diferentes tipos de educación sexual y falta de la sociabilización sobre la inhibición de la expresión del conocimiento sexual. Desde el marco psicoanalítico,
cierta falta de represión sexual en la educación cotidiana. Los autores consideraron que “ no tenemos razones para sospechar que alguno de estos niños haya sido abusado sexualmente
“.
Muchos padres comentaron la “accidental exposición” del niño a videos de sexualidad explícita o las observaciones de las relaciones entre adolescentes como la fuente del conocimiento
sexual de estos menores.
El importante punto a citar es que los niños de clase baja que pertenecen a minorías tienden a ser sobrerrepresentados en las estadísticas (Finkhelhor *, 1986) y los evaluadores debe ser muy
cuidadosos en aseverar que las demostraciones sexualizadas con las muñecas reflejan abuso ( ej. que puedan reflejar lo que le pasó al sujeto en la realidad objetiva) diferenciando entre lo que es
conocimiento sexual del niño y lo que es una exposición a una victimización sexual.
Una conclusión tentativa que expone Boat * sobre el estudio de Sivan * y colegas (1988) es que el género del entrevistador no influye drásticamente en las interacciones de los niños con las
muñecas anatómicas. El único hallazgo significativo es que los varones tocan más los pechos de las muñecas cuando el entrevistador es varón. Uno puede pensar que la presencia del
entrevistador varón crea una atmósfera más permisiva que favorece la exploración en los niños.
La presencia de un adulto, cualquiera sea su sexo, crea un efecto inhibitorio de la exploración de las muñecas y de la demostración del conocimiento del niño sobre la sexualidad.
Otro hallazgo de relevancia fue que el colocar una muñeca sobre la otra, fue común (25% ) en los niños mayores. También es de gran importancia el hallazgo de Boat * y Everson * de que las
posturas aparentes de relaciones sexuales pueden reflejar la exposición del niño a diferentes fuentes de informaciones y comportamientos sexuales tales como las escenas de románticas
que el niño puede ver en la TV pero no reflejan un real conocimiento de los verdaderos mecanismos de la relación sexual como ser la inserción peneana o las prácticas perversas con niños.
Las Muñecas pueden jugar un importante rol en la discriminación por parte del clínico de lo que es un conocimiento superficial del niño sobre los temas sexuales ( que estaría representado por el
posicionamient o en forma de aparentes relaciones sexuales. Ej. una muñeca acostada sobre la otra ) de otras formas más complejas de conocimiento generadas a partir de la vivencia de la victimización.
Pero , con la importante limitación de ser una fuente de información agregada. Por lo cual, el evaluador tendría que tener claro si el niño conoce la genitalidad adulta previamente a la
utilización de la técnica.

Está de más expresar que en nuestra Sociedad tal contacto está vedado y es perjudicial para los menores.
Otro aspecto que podría ser interesante de explorar en el futuro es si las posturas sugerentes de relaciones sexuales surgen de la desnudez de las muñecas o de algún otr
o factor.
Algunos profesionales, como por ejemplo Yates * & Terr, * (1988) han sostenido que la desnudez de las muñecas motiva la demostración de comportamientos sexualizados en los niños
pequeños. Con la excepción del beso entre muñecas, los juegos sexuales explícitos con las muñecas desnudas fue un suceso que se dio en la minoría de los sujet
os del estudio.
Pero, el hecho de que tales demostraciones con las muñecas desnudas ocurran en niños en los cuales no existen razones para pensar que fueron victimizados, sirve para llamar a la cautela
a los profesionales sobre diagnosticar en base a tales comportamientos, interpretándolos como indicadores de Abuso Sexual, sin averiguar otras posibles exposiciones del niño a otras
fuentes de las cuales el niño pudo haber obtenido información sexual. Más aún, la prudencia que debe tener elofesional
pr en no dirigir la entrevista en dirección a sucesos sexuales.
En suma, los evaluadores necesitan estar seguros de la forma en que el género, la edad, el status, afectan las interacciones del niño con las muñecas anatómicas y considerar estas
variables en la interpretación de los comportamientos infantiles. Además lograr un estudio consensuado sobre que conductas son claramente sexualizadas y poder diferenciarlas de
conductas de juego que aparentan relaciones sexuales (ej. Muñecas desnudas puestas una sobre la otra , o sentadas una sobre la otra, etc. Estas conductas son frecuentemente observadas en niños no abusados y
no tienen par a ellos r elación con la sexualidad. No obstante, pueden ser mal interpr etadas en una dir ección sexual por el entr evistador)

Esta prudencia es imprescindible para no caer en sobreinterpretaciones con las muñecas y sobreenfatizar el uso de las muñecas a expensas de la recolección de otros datos en las
entrevistas. ( ver ob.cit. ).
Si en Estados Unidos no existen estudios normativos respecto a las muñecas correctas, en nuestra País, el vacío es aún mayor, quedando librado la interpretación del juego a las
intuiciones y a la subjetividad del Psicólogo y quedando despr
ovisto de indicadores testísticos objetivos.
No obstante , la técnica de observación del juego infantil, con los muñecos y elementos tradicionales de la hora de juego diagnóstica en sucesivas entrevistas, es un elemento a evaluar en
correlación con otros cuando el niño dramatiza juegos y contenidos de explícito contenido sexual en forma repetitiva y estereotipada (un síntoma de cierta especificidad de Abuso sexual )

CUADRO RESUMIENDO ALGUNAS INVESTIGACIONES SOBRE LAS MUÑECAS ANATÓMICAS CORRECTAS


( datos extraídos de Abstrac. A.P.A. )

Características del estudio Resultados


Autores

Goodman-Aman (1987) Estudio comparativo de niños abusados de 3-5 usandoLas MAC dificultaron la habilidad del niño para narrar el
MAC y usando muñecos comunes. abuso.
Boat-Everson (1987). Estudio con niños no abusados. Con MAC algunos niños iniciaron juegos simulando
relaciones sexuales.
Boat-Everson (1987) Estudio comparativo de conductas con MAC en niños Ausencia de sustento científico para considerar las
Jampole-Weber (1987) no abusados MAC como técnica o Test de validación de Abuso
Sivan y Schor (1987) sexual. Los niños no abusados tienen también
Santelli-Halpen (1986) conductas y juegos sexulizados
Oberlander (1995) Administración de cuestionarios sobre el porcentajeLa mayoría consideró que no era una técnica
de profesionales que usan MAC. y las opiniones sobre
segura
su
aplicación para usar en el diagnóstico.
El resto opinó , que no debían ser usadas.
Kendall - Tackett - KalKle Estudio de comportamientos de niños no abusados aNo se pudo establecer un consenso válido para poder
en (1991) través de videos observados por 63 profesionales establecer y clasificar Qué se considera juego
varones y 138 mujeres sexualizado, juego, sugerente.
Los profesionales mujeres y con menos experiencia
entendieron a inferir erróneamente comportamientos
sexualizados .
Boatt-Everson( 1990) Estudio de 223 niños de 2-5 años no abusados El 6 % del total de los niños no abusados
manifestaron juegos sexuales. Este porcentaje
aumentaba con la edad de los niños hasta llegar
al 20% de juegos explícitos en los niños mayores.
Lie Gwat Yuong - Inman Análisis de casos clínicos en que se usó MAC mediante
No existe un Protocolo normatizado que pueda servir de
(1990) videos base objetiva para que indique como interpretar el
juego según edad, género, estrato social : Por lo tanto
las MAC no satisfacen normas clínicas.

Boat-Everson Investigación sobre las percepciones maternas de 50% de los niños de 3 y el 75 % de los niños de 4
(1990) los posibles cambios de conducta en 30 niños de experimentaron comportamientos diarios más enfocados
3 - 5 años luego de serles administradas las MAC en lo sexual y un aumento del
interés en los temas de la sexualidad.
Dawson,Vaught-Wagner Estudios de niños no abusados sexualmente de 3 - 8 Se
años
detectaron porcentajes variables de juego
(1992) Gabriel (1985), sexualizado explícito y de juego sugestivo de relaciones
Glasser y Collins (1989), sexuales en los niños no abusados sexualmente.
Sivan y col ( 1988) August y Se determinó que conductas de tacto y de exploración
Forman (1989) Cohn (1991), de los genitales son comunes en todos los niños no
Dawsopn y Geddie (1991), abusados sexualmente.
Jampole y Weber (1987)
White, Styrom, Santilli,
Halpen ( 1986)
Glase y Colllins (1985) Estudio de niños no abusados Destacó que no pueden ser usadas con criterio
diagnóstico. Registró conductas sexualizadas y
reacciones emocionales de excitación, risas y
comentarios acerca de la sexualidad de las muñecas,
juegos explícitos.
Boat-Everson ( 1991) Análisis de los protocolos de administración de todasNinguno de los protocolos avala el uso diagnóstico.
las muñecas anatómicas en el circuito comercial en USA.
Por el contrario avisan al usuario sobre la imprudencia
( 20) en basar la evaluación en este instrumento.
Indican que no deben ser usadas como test de Abuso
sexual
Sywitz, Dodden - Nicholas - Investigación de niños de 2-8 años no abusados La mayoría tocó y exploró los genitales de las muñecas.
Moan ( 1991) El 2% del total de niños representaron una relación
sexual explícita

APADESHI
Características del estudio Resultados
Autores

Boatl-Everson (1990) Investigación de niños no abusados sexualmente 6% de de los niños no abusados presentaron juego
3-5 años sexualizado, pero en el grupo de 4-5 años este
porcentaje ascendió a cerca del 20%.Destaca que
el juego sexualizado expresa la información sobre la
sexualidad que el niño extrae del ambiente, de los
medios de comunicación y no es índice de abuso
sexual.
Dawson - Geedi (1991) Investigación de niños no abusados sexualmente jugando
9% de los niños no abusados de bajos recursos
con MAC. presentaron juego sexualizado. Este juego se debía
acondiciones ambientales y culturales pero no a
situaciones de abuso sexual
Everson y Boat (1990) Estudio con niños no abusados agrupados en gruposLos niños no abusados iniciaron j juegos sugestivos
homogéneos de edad, sexo y nivel socio - cultural de relaciones sexuales. En el grupo de 3 años ( 10%).
En el grupo de 4 ( 9%) y en el de 5 ( 18%)
Mc.Ivert (1987) Estudio comparativo de 10 casos confirmados de Abuso Los niños no abusados tenían un porcentaje mayor
sexual de 3-5 años en relación a un grupo de 50 niñosdenocomportamientos y de juegos sexualizados y
abusados agresivos con las muñecas que los abusados.
Kendall - Tarket (1991) Estudio de los conceptos y criterios profesionales sobre
No existió
lo consenso entre los profesionales.
que es considerado un comportamiento “normal” en Algunos
un tendían a interpretar comportamientos
niño no abusado con las MAC y los factores influyentes.
aparentes de relaciones sexuales como juego
Se entrevistó a 63 profesionales masculinos y 138 explícito y característico de abuso sexual.
femeninos que observaron videos de entrevistas de Esta tendencia aumentaba con la inexperiencia
niños no abusados sexualmente usando las muñecas. entrevistador.
Kenyon (1991) Juego comparativo de 9 niños de 3-5 años no abusados No existió diferencias significativas entre los 2 grupos
y 9 niños abusados sexualmente en relación al juego explícito sexual.
Tampoco diferencia en los porcentajes de juegos no
sexuales. El autor concluye que es necesario realizar
más estudios comparativos.

LA UTILIZACIÓN DE LAS MUÑECAS ANATÓMICAMENTE CORRECTAS EN EL ÁMBITO LEGAL EN NUESTRO PAÍS.


A continuación, haremos un breve análisis de varios Informes en los que los profesionales han incurrido en esta práctica y las deficiencias en su utilización . Dejamos constancia que no se
trata de Informes emitidos por el Cuerpo Médico Forense de los diferentes Juzgados en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, que no incluyen el juego de las muñecas
anatómicamente correctas como parte de las evaluaciones psicológicas .
Son Informes emitidos por Consultores de parte en el contexto específico de un pleito por Tenencia o por Régimen de visitas que es previo al supuesto Abuso sexual. Como veremos a
continuación a través de tres ejemplos, encontramos las siguientes constantes:

(a) Los profesionales expresan en el informe que “ validan “ el Abuso sexual. Que el juego con las muñecas anatómicas es “la única técnica de validación de Abuso sexual”, “Técnica
específica de Abuso sexual”. Como vimos esto es incorrecto, ninguna de las Guías de las Muñecas avalan este uso ni existen fundamentos científicos para el mismo. Por el contrario,
esta práctica está desaconsejada por la Asociación Americana de Psicólogos, fundamentada en razones éticas y científicas (El juego con las muñecas no es test de Abuso sexual ni es una
técnica objetiv a)

(b) Se omite informar al Juez actuante, las limitaciones de la competencia de los psicólogos par
a un diagnóstico de abuso sexual:
1- Ausencia de un síndrome específico del niño abusado sexualmente
2- Grado en que la sugestión materna puede afectar el discurso infantil
3- Que los únicos indicadores con cierta especificidad son los destacados por Sgroi ( masturbación excesiva, promiscuidad y abuso Sexual por otras personas ) que sirven de directos indicadores de
distress emocional, asociado con una historia de abuso sexual y que serían señal de sospecha de Abuso sexual.
4- Grado en que puede distorsionar el diagnóstico el estar sujeto el Psicólogo a la única fuente de información que es la madre, ya que el padre es excluido sistemáticamente de la evaluación, en
todos los casos que hemos estudiado.

5- Se omite explicar al Juez, que se somete al niño al uso de una práctica que no reúne l as condiciones necesarias para su aplicación a los menores ( ausencia de estudios normativ os adaptados a la
población nacional , falta de acr editación oficial par a su uso, falta de stándar es normativ os para interpr etar el juego objetivamente)

6- Que el convencimiento de la madre puede direccionar la evaluación hacia la confirmación del hecho por medios indirectos como es el juego de las muñecas o por medios directos como son las
preguntas focalizadas en el abuso, de acuerdo a como la madre relata que ha ocurrido.
7- Los profesionales realizan inferencias y especulaciones únicamente sobre la base del juego del niño con las muñecas, el cual no es un indicador diagnóstico y realizan preguntas inductivas en base al
juego con la finalidad de confirmar la “sospecha” materna.
(c) De los Informes evaluados y que sirven para explicar didácticamente este tema, ninguno registra que los menores hayan iniciado juegos sexualizados , con las características de
estereotipia que es un índice de bastante consenso entre los autores que indicaría una sospecha de abuso por reflejar conocimientos del niño adquiridos en la exposición a perversiones
sexuales. Pese a contar con material que promueve el juego con contenidos sexuales, como es la explícita genitalidad de las muñecas. Ninguno de los niños realizó juego de sexualidad explícita ni
emitió expresiones espontáneas que pudieran atribuirle ese sentido. El juego no explícito , sino que tiene apariencia de relaciones sexuales (poner una muñeca sobre la otra, que conversen desnudas,
etc.) es interpretado en la dirección de connotarlo perversamente y se presentó aislado, en una sola ocasión con motivo de la entrevista. No es repetitivo, es decir no tiene significancia clínica.

(d) Se omite informar al Juez de la especificidad de las denuncias erróneas dentro del contexto de los litigios por régimen de visita y los diferentes mecanismos que podrían estar operando,
según nos referiremos en el capítulo de denuncías Erróneas sobre Abuso sexual en los casos de Impedimento de Contacto y de tenencia.

Para ejemplificar lo anteriormente expuesto, se suministrarán viñetas clínicas, que han sido deformadas en detalles accesorios con la finalidad de proteger la privacidad de los niños
involucrados. Para la inclusión en este trabajo, se solicitó autorización a uno de los progenitores.
CASO 1: En el transcurso de un litigio por impedimento de la madre al régimen de visitas, luego de una de las visitas con su padre. La niña, Amanda de cuatro años se queja de irritación vaginal, luego del
interrogatorio materno la niña asiente a las preguntas maternas y dice “papá me tocó”. La madre asesorada por si abogada, concurre a un profesional para que “valide el Abuso sexual”. El juego
con las muñecas anatómicas ”focalizado en el tema del Abuso” es descripto minuciosamente en el Informe que emite la profesional , la pequeña las ubica en un escenario, que interpreta la
terapeuta eran lugares donde había muchos hombres y mujeres desnudos. Hombres desnudos que se vestían con ropas femeninas. Amanda desnudó y puso ropas a los muñecos, las muñecas
se besan, tanto las femeninas como las masculinas entre sí .

Estas conductas sirven para que el terapeuta “diagnostique “ el Abuso ocurrido “alrededor de los 2 años y ocho meses” y “alto grado de sospecha, que haya presenciado actividades
sexuales grupales entre adultos”. Asimismo destaca síntomas como pesadillas, miedo a ver a su padre a no ser “ en presencia de una asistente social “ como fundamento de su pedido de
suspención del régimen de visitas
· La profesional actuante no confirma los datos médicos que suministra la madre en relación a la irritación vaginal.
· En testimonio judicial, el Pediatra que asistió a la niña indicará que la afección de la menor se debía a oxiurus y en una deficiente educación higiénica (indicador físico negativo de Abuso sexual).
Posteriormente reafirmado por revisación médico - legal. (2 en total )
· A partir del relato materno que indica a la profesional que la niña había sido lastimada en la zona genital por su padre, se focaliza el diagnóstico para “validación”.

Un juego común , según los estudios de Bárbara Boat *, en las niñas de la edad de Amanda, sin contenidos sexuales explícitos, muñecas sentadas conversando y que se besan, es
interpretado por la terapeuta como “sospecha” de la exposición de la niña a actividades sexuales perversas entre adultos, incluyendo trasvestismo. El niño, tanto en el consultorio del
terapeuta como en el hogar , y más en el caso de las niñas, suele jugar con sus muñecas desnudas, la ausencia de las ropas no parece ser significativa para el niño cuando despliega su
juego.
Por la actividad simbólica en sí misma, un mismo personaje puede ser en varios momentos y hasta simultáneamente hombre, mujer , niño , mago, ladrón etc. El niño parece dejar en un lugar
secundario los atributos tales como el vestido, para centrarse en la interacción de los personajes en sí mimos.
Desvestir sus muñecos, el juego de intercambiar las ropas femeninas y masculinas, son juegos comunes queodas
t las niñas realizan en sus hogares.
El tema de muñecas conversando entre ellas, es un juego infantil común que todas las niñas de nuestro País han realizado en algún momento de su infancia y esto no aporta un sustento
racional para pensar en su Abuso sexual. Es de observación común, que entre los juguetes de las niñas, frecuentemente estén las muñecas Barbies y los muñecos Ben desnudos . Esto no
indica tampoco abuso sexual.
Por otra parte, Bárbara Boat *, ha demostrado en su estudio del juego del niño no abusado sexualmente que se incrementa con la edad del niño las demostraciones de besos entre
muñecas.
La falta de precisión y la total subjetividad del informetambién se reitera en el hecho totalmente infundado de sostener queun posible antecedente de Abusopueda fecharse “alrededor de
dos años y ocho meses” inspirándose en datos que le aporta el juego de la niña.
En este sentido, la apreciación es bastante inverosímil por cuanto la Psicología Evolutiva ha reconocido desde su inicio y a confirmado más recientemente , que existe una incapacidad
para recordar eventos desde los primeros años de la infancia hasta los cuatro o cinco años de vida denominado ‘amnesia infantil. ( ver Stephen Lindsay. Psicoterapia y memorias de Abuso sexual,
Applied Cognitiv e Pychology ,v8 año. l992 citando a F insh y Hamond, 1990 en una r eciente r evisión).

La amnesia infantil es demostrable experimentalmente en otras especies inferiores como las ratas ( Spear, 1979), y la causa está relacionada a cambios evolutivos en la estructura cerebral y
en el funcionamiento neuronal. La incapacidad del niño de er cordar eventos de su vida antes de los tres años , es un hecho vital y debido a su inmadur
ez fisiológica.
También es significativo y no concordante con las apreciaciones vertidas en el informe, el resultado de las entrevistas posteriores del padre con su hija. No existió el “miedo” y rechazo a su
persona, que motivara, según la profesional el pedido de la pequeña, paciente de una Asistente Social. Por el contrario, la niña recibe con naturalidad y en forma afectuosa a su padre y a su
actual esposa., según los informes del Asistente Social actuante en la primer entr
evista luego de una suspensión de más de ocho meses.

En el caso presentado, se omiten técnicas diagnósticas :


C.A.T. ;Dibujo de la Familia, familia Kinética, etc., para evaluar el grado de daño psicológico emergente ni sus causas posibles de acuerdo a la convergencia y recurrencia de indicadores intra
e intertest. entre varias técnicas diagnósticas.
· Se omiten otras fuentes de información útiles para evaluar el caso , como por ejemplo , entrevistas al padre.
· No se confirman los datos médicos dados por la madre, que sin embargo sustentan el diagnóstico del psicólogo.
· Ausencia de los indicadores de más especificidad de Abuso sexual: Juego sexualizado, masturbación excesiva, comportamientos erotizados y otros ya mencionados, en que sustentar una “sospecha”
de Abuso sexual.

Los más grave, a nuestro juicio es que el Psicólogo no expone objetiv


amente los límites de su competencia,
· Informa erróneamente al Juez que el juego infantil es confirmatorio de Abuso sexual, actos perversos exhibicionistas y trasvestistas que adjudica al padre y a su actual esposa y círculo de amigos y
familiares.
· No informa de los límites de la utilización de la práctica de las Muñecas Anatómicamente Correctas ni de la falta de credenciales que avalarían su uso.

Este último factor, creemos es el que más peso tiene en el uso erróneo de la técnica en nuestro país, sobrevalorándola más que analizándola en forma ealista
r y objetiva.
CASO 2: También en el contexto de una situación de Impedimento de contacto. Luego de las vacaciones de la niña con el padre, la madre nota síntomas de marcada agresividad,
pesadillas y otros que le infunden la sospecha de abuso sexual por parte del padre, con lo cual consulta a un profesional por consejo de su abogada. Mariana, de 3 años, es sometida a una
extensiva evaluación , que constó del único procedimiento de las Anatómicas. Luego de 9 sesiones, en uno de los juegos, la niña pone en su boca el pene de la muñeca masculina.
Aunque la terapeuta condujola entrevista en dirección a establecer algún tipo de declaración de la niña, mediante preguntas inductivas, la ausencia de declaración específica de la menor
sobre de Abuso sexual, es interpretada como “ validación de Abuso sexual ” (sic.) con la “única técnica de validación sexual ” (sic).

Además el profesional se apoya en el diagnóstico de “síndrome de stress post-traumático“, no fundamentado en ningún indicador testístico, ni en elementos objetivables o confirmados,
sino en conductas que el niño presentaba en base a la única fuente de información que era la madre. Gardner ha destacado que es frecuente que el niño no abusado sexualmente presente
estos síntomas cuando está sometido a una terapia focalizada en el Abuso.(Ver Gardner, Protocols for the sex - Abuse E valuation, E d. Creskill pp. 29, 50, 53, 78, 81, 88, 94, 95, 164, 166, 174 , 292, 305, 342)
En el caso de Mariana se repite la misma violación de los límites de la competencia del profesional ya mencionados y el hecho de que se hace constar, como ya vimos en forma errónea que
el juego con los muñecos es una técnica diagnóstica de Abuso sexual.
Una conducta común en los niños no abusados sexualmente que apareció en el citado estudio de Boat *, la succión del pene de la muñeca por parte del niño sirve de sustento a una
“validación de abuso sexual oral “.
Un acto normal de exploración infantil, para la edad del niño, estudiado por Boat * y Everson *, es connotado en el sentido confirmatorio de exposición a prácticas perversas.

Recordemos como la autora explica estas conductas en los niños de la edad de Mariana
“...La más común , de entre las actividades que involucraron juego sexualizado del niño con la muñeca fue la succión. Este comportamiento parece ser resultado del interés del niño en el pene de la
muñeca, en su exploración , en el pene “per se” más que fruto de la victimización por sexo oral . Esta impresión está basada por el hecho de que los dedos de las muñecas nunca fueron puestos en la
boca, aunque su aspecto es similar al del pene. Además , ninguno de los niños de 2 años que estaban en edad de gratificarse oralmente, realizaron este comportamiento....” ( Ver B.Boat.Exploration of,
anatomical dolls by nonreferred .... Child Abuse & Neglect vol.18 nro.2 pp147 )

Datos para tener en cuenta en este caso:


· El hecho de que el niño nunca haya hecho expresión de ningún tipo de contacto perverso por parte de su padre, ni ante la madre o durante las nueve entrevistas es soslayado
· No se verifican los síntomas de más especificidad de Sgroi ya mencionados
· El diagnóstico de Síndrome de stres-postraumático no se fundamenta en indicadores objetivos tomados a través de técnicas, ni se le hace conocer al Señor Juez que dicha circunstancia hace
necesario que el profesional indique su carácter de diagnóstico provisional.
· No se identifica el agente stressor específico que fundamentaría el cuadro. Por otro lado, según destaca Gardner el cuadro de Stress Post-traumático se presenta en niños no abusados sexualmente que
son sometidos a terapias focalizadas en un abuso nunca existente ( Gardner, Protocols of sexual Abuse pp. 29, 50 ,53 , 78 , 81, 88, 94, 95, 164, 166 , 174, 292, 305, 342)
· No se consultan otras fuentes de recolección de datos como ser pedido de Informe escolar o entrevistas al padre
· No se confirman los datos dados por la madre, ni se hace constar que éstos no son verificados mediante indicadores diagnósticos.

La Autoridad Judicial puede entender que la profesional obtuvo mediante técnicas científicas la confirmación de los dichos maternos y lo más grave aún, entrar en el mismo error de la
entrevistadora : interpretar un comportamiento normal de un niño de tres años de exploración de las muñecas anatómicamente correctas como diagnóstico de Abuso sexual y de la
práctica perversa de ser sometido por el padre a la victimización de sexo oral.
CASO 3: La madre realiza una consulta a un profesional porque no le parecía adecuado que el padre durmiese con su hija en los períodos de visita, es informada que tal comportamiento es indicativo de
posible abuso sexual infantil y la niña, Ariadna, de 9 años es sometida a una evaluación de Abuso sexual. Preguntada al respecto indicó :”mi papá me toca la cola, y también el ombligo”, luego se
toman fragmentos del juego con las muñecas en las que la muñeca nena toca los genitales de la muñeca masculina. Los indicadores de retraso madurativo, problemas de lenguaje, que mostró
Ariadna, fueron diagnosticados como de “origen emocional” y causados por una victimización reiterada por el padre y de antigua data.
En este caso, la madre tiene conciencia de una pauta de crianza inadecuada ( co-lecho) entre el padre y su hija. Dada las dificultades de la pareja parental para poder establecer normas
compartidas en la crianza con los hijos, consulta a una profesional. La situación que encubre el pedido de ayuda de la madre, es la imposibilidad de los ex-cónyuges de estructurar una
relación de Padres en la que la razonable objeción de la madre expresada al padre para que modifique la situación concreta de co-lecho, no derive en la reactivación de los conflictos del
pasado de los ex-cónyuges.

Pero el profesional realiza otra “lectura” del caso :


Según el profesional interviniente, La hija es abusada sexualmente por su padre, se vuelven a repetir los mismos defectos de diagnóstico ya mencionados :
· Sobrevaloración e interpretación subjetiva sin bases científicas del juego de la niña con las muñecas
· Una única fuente de información, que es la madre que tiñe de subjetividad los datos
· No confirmación de los datos suministrados ( por ej. podría ser err óneo el dat o del co-hecho de la hija con el padr e y la madr e de buena f e creer en su existencia).

Dejamos aclarado que no se trató en el presente dato de esta circunstancia. Por otro lado, en estudios psicodiagnósticos mediante una batería psicológica standard se verificó que
estaban falseados los datos sobre el diagnóstico que certifica el Informe Mariana sufría de trastornos neurológicos por un parto dificultoso según se estableció en sede pericial,
posteriormente, a través de su Historia Clínica. La falta de abordaje psicodiagnóstico adecuado, hizo incurrir a la Profesional firmante del informe en un grave error Diagnóstico :
· Los trastornos de la niña, no eran de tipo emocional y originados en victimizaciones reiteradas y de antigua data, por el contrario, eran de origen orgánico y sufridos en el momento del parto.
· Se trataba de una niña con componentes de afasia, retraso madurativo importante, medicada con neurolépticos desde corta edad.
· Esta circunstancia ,es decir la discapacidad de Mariana, que no fue detectada por la profesional que emite el Informe, hace contraindicada la utilización de muñecos anatómicamente correctos, porque
si en la actualidad existe un vacío de estudios y de datos sobre las características del juego comparativo entre los niños abusados sexualmente y no abusados, no hay constancia en el Centro de Datos
de la Asociación de Psicólogos Americanos, como hemos visto, de que existan estudios relativos a niños con algún grado de discapacidad.
· Por otro lado, la técnica está contraindicada como veremos luego, por la falta de develamiento de la niña sobre algún hecho que pueda ser considerado Abuso sexual, previo a someterla al juego con las
muñecas.

FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA EVALUACIÓN DE LAS DENUNCIAS SOBRE ABUSO SEXUAL


EL ROL DEL PSICÓLOGO: Creemos importante considerar el rol específico del Psicólogo Forense en los casos de sospecha de Abusos sexual. Tomaremos a David Corwin * que explica que la
consideración de los clínicos e investigadores sobre las declaraciones y comportamientos de los niños durante las entrevistas de diagnóstico ha sufrido cambios dur
ante los últimos años.
La anterior filosofía de“creer al niño” y limitarse a sus dichos, ha dado lugar a explor
ar indicadores a partir del consenso entre profesionales que ejecutan estas evaluaciones , estableciendo
los criterios que deberían ser usados para identificar a los niños abusados sexualmente. Un gran número de investigadores han estudiado entrevistas con niños abusados sexualmente,
brevemente, nos referiremos a ellos.
Aunque estos hallazgos, han revelado interesantes y promisorios descubrimientos, muchas más investigaciones son necesarias. (David Cor win, Depar tamento de Pyschiatria, Univ ersidad de Cincinati.
OH. USA. Kathelen Coulborn-F aller, Children inter view statements and beha viors: role in identifying sexuall y abused childr en ,Child Abuse & Neglect, v ol. 19, nr o. 1 pp. 71-82, año 1995)

En los últimos 5 años en USA, el número de casos de sospecha de victimización sexual de niños y el pedido de inter
vención profesional, ha crecido dramáticamente.
· En 1976, 6.000 reportes de abuso sexual fueron realizados en los centros de Protección infantil. en USA.
· Por 1993, este número había ascendido a 330.000, 55 veces más que en 1976 ( National Center on Child Abuse Pr evention Resear ch, 1994).
En el 1980, aumentaron las denuncias de casos .Los trabajadores sociales u otros profesionales de la salud, no han aceptado en gener
al criterios comunes en base a los cuales tomar una
decisión profesional de confirmar o no confirmar el abuso. No sería raro que muchos evaluadores e investigadores usen procedimientos idiosincráticos e intuitivos para la toma de estas
decisiones, es decir subjetivos y no avalados en el actual conocimiento de la Ciencia. ( Everson * & Boat *, 1989).
Según opinamos, la entrevista es la más importante componente de la evaluación de los casos de sospecha de Abuso Sexual.
Este artículo de Corwin *, que comentaremos brevemente, discute el uso de los datos de las entrevistas para decidir si un niño fue o no fue abusado sexualmente.
· Primero, los autores examinaron el rol de los hallazgos en la entrevista infantil desde una perspectiva histórica.
· Segundo, discutieron la calidad de los criterios indicativos de una denuncia verdadera
· Tercero, analizaron los estudios existentes sobre entrevistas de niños abusados , los discutieron y son criticados.
· Finalmente, señalaron algunas conclusiones basados sobre los datos recolectados y ofrecen sugerencias para futuras investigaciones .

El autor hace un r ecorrido hist órico.


Se refiere a que en 1980, surgió la filosofía de “creer al niño “ ( Faller, 1984; Mc.Car ty, 1981 ; Sgroi , Porter & Blick, 1982). Esta tendencia en los profesionales, se guiaba por el sentido común y
racional. Por el cual, el niño como víctima, no tenía ningún beneficio haciendo una falsa denuncia y sí una gran porción de pérdidas, si ellos verdaderamente expresaban que habían sido
abusados sexualmente.
En contraste a lo cual, el ofensor, ( y algunas veces la madre del niño también,) perjudicados si las alegaciones verdaderas del menor eran creídas, invertían considerable esfuerzos en tratar de
convencer a los profesionales y otros estamentos ligados a esta problemática , de que el niño estaba mintiendo , malinterpr etando, fantaseando o mentalmente enfermo (Faller, 1984).
Por lo tanto, las investigaciones han proveído basamentos para la aserción de que el niño infrecuentemente miente sobre abuso sexual .
Las falsas denuncias sobre Abuso sexual efectuadas por niños, constituyen entre 2 a 8% de los casos(Everson & Boat, 1989 ; Goodwin, Sahd & Rada, 1978 ; Horowitz, salt, Gómez - Schuar tz & Sauzier, 1985
; Jones & Mc.Gr aw, 1987; P eter, 1976 ).

Nosotros creemos que el estado actual del conocimiento de los profesionales ligados a este problema comparten este prejuicio epistemológico. Pero si bien es cierto que el niño no tiene
nada que ganar si mintiese sobre una situación de victimización sexual, en la mayoría de los casos, como en los que hemos destacado en los ejemplos 1, 2 y 3 el niño no expresa
espontáneamente una situación de abuso sexual, sino que surge su declaración ambigua “ papá me tocó “ luego de la Presión ,de la sugestión y de la sospecha materna, o de los
Terapeutas o de los Abogados que derivan a las madres.
En estos niños, no existe conciencia , tal vez por no haber sido abusados sexualmente y por
que son inocentes sexualmente, de que sus dichos tengan implicaciones con la sexual
idad.
La situación de Abuso sexual, lejos de perjudicar a la madre, llega a resolver complejas situaciones de litigios por Tenencia o por impedimento de contacto y lograr el objetivo de “
legalizar ” la exclusión definitiva del padre de la relación con sus hijos.
Esto implica comprender y considerar como una información central, que el contexto de un litigio por tenencia o por impedimento de contacto, implica la posible presión consciente o
inconsciente del padre impedidor sobre el niño y los beneficios secundarios para este padre si la hipótesis de Abuso sexuales confirmada por el profesional.
Siempre desde la perspectiva histórica, prosiguiendo con la aserción de que el niño usualmente es veraz cuando devela una victimización sexual, se hace una articulación entre las
características de los testimonios de las víctimas y los comportamientos indicadores de Abuso sexual. ( Corwin, 1985 ; 1988; de Young, 1986 ; Faller ,1984; Jones & Mc.Quist on, 1986; Sgroi y colaboradores
,1982; Sink ,1988; Yuille ,1988). Aunque estos escritores difieren sobre qué y cómo ellos conceptualizan los signos de una denuncia de buena fe. En lo que concuerdan y en lo que consideran como
importante .
Posteriores avances en los conocimientos referentes a datos surgidos de las entrevistas de los niños, son encontrados por Corwin * (1988), y Conte *, Sorenson *, Fogharty * y Dalla Rosa *
(1988,1991) Sus esfuerzos se dirigieron en destacar elementos de consenso entre los especialistas evaluadores de Abuso sexual e investigadores, reflejando las características de los niños
abusados sexualmente.
En un trabajo presentado en la Conferencia Nacional de Summit sobre diagnosis del niño abusado sexualmente, en 1985 y más tarde publicada en un capítulo referido a las características
del Niño abusado sexualmente. Corwin * propuso, basado en su experiencia clínica, consultando con los colegas, y mediante la revisión de la literatura existente, considerar que la única y
más diferencial característica psicológica del niño victimizado fue:
“ El incrementado e inapropiado conocimiento sexual del niño en relación a la edad y unas reacciones emocionales alteradas al interrogatorio neutral, no dirigido ,sobre la anatomía
genital o la revelación de diferentes experiencias sexuales ,tales como exhibicionismo, besos sexualizados, caricias sexuales, penetr
ación anal o vaginal, pornografía infantil o sexo oral...”
( Corwin *, 1988 ).

En la formulación del Desórden del niño abusado sexualmente, Corwin * intentó articular sus criterios diagnósticos para que los clínicos puedan hacer un reconocimiento de los niños
abusados sexualmentecomo en el caso delSíndrome del Niño apaleado(Batenson *, 1987)
De central importancia para el autor, fue la descripción hecha por el niño sobre como sufrió su victimización. Corwin * postuló que el alterado conocimiento sexual y las reacciones
emocionales, más la habilidad del menor para mostrar o describir diferentes prácticas sexuales constituían ” el corazón del síndrome del desorden del Niño abusado sexualmente”. Estos
hallazgos, combinados con otros signos y síntomas adicionales frecuentemente se registran en los niños victimizados y forman los diferentes criterios del desórden.
Después de la Conferencia Nacional de Summit, un multidisciplinario grupo de 60 o 70 profesionales especialistas de California fueron regularmente incluidos en investigaciones y
evaluación de los niños con sospecha de abuso sexual. En Febrero de l986, se categorizaron signos y síntomas que eran frecuentes en los niños abusados en los tres niveles de creciente
especificidad según grupos etarios:
· Preescolares
· Chicos en edad escolar
· Adolescentes

Comte * y colegas (1988,1991) condujo un servicio de reconocidos expertos en abuso sexual infantil (84 trabajadores en servicios de protección ; 98 profesionales de la salud mental, y otros
30 profesionales ).Los 212 encuestados indicaron cómo evaluaban ellos los posibles indicadores de abuso sexual para la determinación de un testimonio.

Siete indicador es fueron seleccionada s por estar en el 90% o más de las respuestas, Est os son:
· Indicadores físicos , surgidos del examen médico
· Inapropiado conocimiento sexual en relación a la edad del niño
· El relato consistente del niño
· Presión del perpetrador para que se someta al acto perverso
· Coerción del perpetrador
· Precoces comportamientos de seducción
· Masturbación excesiva

Un interesante descubrimiento, fue que la mayoría de los encuestados que no eran médicos, otorgaban a la evidencia física el rango de ser la más importante.
El indicador específico para la mayoría (99%) fue el conocimiento sexual inapropiado para la edad.
Los hallazgos de este estudio son consistentes con las observaciones clínicas citadas anteriormente, pero Conte * también notó la necesidad de más investigaciones para evaluar
empíricamente la validez de estas “creencias” de los profesionales.
El descubrimiento de Conte * y colegas fue seguido por el Informe de buena práctica conducido por Berliner *(1989) en nombre de la American Profesional Society on the Abuse of Children
(APSAC), en un esfuerzo en desarrollar una guía multidisciplinaria para la evaluación en los casos en que se sospeche abuso sexual infantil.
El producto final, Guía para la psicosocial evaluación de sospecha de abuso sexual en niños pequeños, fue oficialmente suscrita por APSA
C.
Los esfuerzos por conocer el consenso de los profesionales en el tema es loable y articula el estado científico en la materia. Pero el consenso únicamente, no asegura la corrección y
validez de los conocimientos.
Algunos conceptos que tienen consenso entre los profesionales pueden ser correctos y otros estar equivocados. Por ejemplo, muchos profesionales, que trabajan con niños abusados
sexualmente no comparten la teoría Freudiana, ni la idea de que muchas denuncias erróneas de Abuso sexual, son productos de las fantasías inconscientes. (Protofantasía de seducción de
Freud, a las que nos r eferiremos conjuntamente con l os avances más r ecientes de F rancoise Dolt ó sobre el papel de las fantasías sexuales en las niñas , S.F reud., l896. F.Dolto (1963) )

Otro razonamiento que está más allá de todo consenso ya que es compartido por casi la totalidad de los profesionales, pero no considera los hallazgos de las investigaciones en contrario,
es que el niño raramente hace falsas denuncias y esta aserción es discutida por los abogados defensores de los supuestos ofensores y por los profesionales en la salud mental que
testifican en su defensa. ( Coleman, 1985 ; Guy er, 1988; Mc.Iv er ,1986 ; W akefield & Under wager, 1988).
Pero, algunos profesionales están empezando a generar criterios que puedan ser indicativos de una falsa denuncia o mejor dicho, desde la perspectiva psicológica , criterios indicativos de
una Denuncia Errónea.
( Benedeck & Schetky, 1985; Blush & Ross, 1986; Green 1986; Wakefield & Underwager, 1988). Gradner ha creado un Protocolo específico para la evaluación y la diferenciación entre casos de denuncias
erróneas y verdaderas en el contexto de un litigio por tenencia( Gardner (1995)).

Estos estudios, clarifican la fundamental falta de consistencia en confiarnos en el consenso entr


e profesionales. Sin comprobación empírica, el consenso es mera tautología.
Saliendo de estas expresiones de Corwin *, y tratando de complementarlas, nos referiremos luego en extenso en capítulo aparte, a los diferentes autores que estudiaron los mecanismos de
denuncias erróneas sobre Abuso sexual circunscribiendo y limitando el tema a los casos de Impedimento de Contacto.
Corwin *, propone una estrategia de investigación de datos en la entrevista, para poder aislar los factores que pudieran producir errores de apreciación o la fabricación de otros
independientemente de las características de los comportamientos y de la calidad del testimonio de la víctima .
Esta tarea no es fácil porque el abuso sexual es un crimen de acción privada, además de un caso Clínico. Su corroboración puede llevarse a cabo por :
1- Evidencia médica
2- Testimonio de testigos presenciales.
3- Evidencia de fotografías ( casos de pornogr afía infantil)
4- Confesión del ofensor

Todos estos indicadores se encuentran solo en una pequeña minoría de casos, lo que limita el espectr
o de casos para su estudio.
Durante los pasados 10 años, se enfatizó el estudio relacionado al diagnóstico médico de Abuso sexual (Ej. Bays & Chadwick, 1993 ; Cantwell, 1983; Chadwick y col. 1989 ; Durfee ,Heger & Woodling
,1986; Emans, W oods ,Flagg & F reeman, 1987 ; Hanso n, Glassen Mc.Cr ossin & Rogers,1989; Hobbs & Wyn ne, 1989 ; Mc. Cann, V oris, Simon & W ells, 1989; White, Ingr am & Lynn, 1989; W oodling, 1985).

No obstante, un número considerable de casos no tienen evidencia médica, especialmente aquellos que involucran caricias sexuales, tal vez la más común forma de abuso sexual (Faller,
1988 a , ; Finkelhor, 1979). Pero aún cuando hay evidencia física queda sin resolver quien es el perpetrador. Porque el abuso sexual es un crimen en el que ocupa un lugar el secreto, no hay
testigos, Cuando ellos existen:
· Son adultos que participaron en el delito
· Co-ofensores de la víctima
· Se trata de otros menores quienes pudieron observar el abuso o que también fueron victimizados
· La madre que permite y consiente el abuso

Cuando el observador es un menor, el testimonio puede no ser susceptible de ser creído.


Un pequeño porcentaje de casos deabuso sexual involucran en Estados Unidos lapornografía. Cuando la evidencia fotográfica es encontrada, la pornografía es un medio de corroboración ,
pero en general el ofensor destruye la evidencia. Muchas veces, la cara de la víctima no es exhibida o, por el transcurso del tiempo, el aspecto de la víctima cambia. Por lo cual, la más fiable
corroboración de Abuso sexual es la confesión del perpetrador. Recientemente, han aparecido un gran número de estudios analizando el testimonio de las víctimas de Abusos en casos en
los cuales el ofensor confesó ( Anson, & Gully ,1989 ; Esplin, Houed & Raskin, 1988; F aller, 1988 b)
Dos estudios ( Anson & Gully, 1989 ; Esplin, 1988) han investigado el testimonio de los niños utilizando el (CBCA), que contiene los criterios de validez para el testimonio en casos de delitos
sexuales. ( Raskin & Y uille, 1989 ; Stellar , 1989 ; Stellar & K oehnken, 1989; Y uille, 1988)
Estos investigadores usaron esta escala y los 19 criterios que contiene, los cuales son categorizados en cinco eas
ár de importancia:
1- Características generales del testimonio (estructur a lógica, pr oducción no construida y cantid ad de detalles)
2- Contenidos específicos (detalles contextuales, descripción de las inter acciones, reproducción de las conv ersaciones y complicaciones inesper adas)
3- Peculiaridades del contenido (detalles inusuales, detalles superfluos, informe correcto pero mal conocimient o de los detalles, relaciones externas asociadas al evento, relato del estado subjetiv o y mental y atribuciones
sobre el estado mental del perpetr ador.)

4- Motivaciones relacionadas al contenido (espontánea corr ección, admitir blancos en la memo ria, dudas originadas en el pr opio testimonio, aut o - depreciación y per dón al perpetr ador)
5- Específicos elementos de la ofensa (detalles car acterísticos de la of ensa ) ( Raskin , 1989). (Destacamos que solo enunciamos los ítems sin su desarr ollo ni adecuación a grupo etario)
Los criterios contenidos en la CBCA conforman los contenidos de testimonio válido (SVA) los cuales están derivados del análisis de realidad (SRA), una técnica desarrollada en Alemania
durante el año 1950 por Undeutsh(Yuille *, 1988).
Acordando con Yuille *, Undeutsh * mantuvo que SRA no es un intento de asesorar sobre la credibilidad del niño testigo, pero mide el rango de la validez de un testimonio en particular.
Anson y Gully (1989) dijo que “la teoría sostiene que un testimonio verdadero debería diferenciarse de uno no verdadero en sus características generales, específicas y peculiares
contenidos, y aspectos motivacionales” (p2). Una similar técnica ha sido desarrollada por el investigador suizo Trankell * (1957,1963).

El primer estudio de CBCA con casos confesados de Abuso Sexual, fue hecho por Esplin * y col * (1988). El investigador analizó 40 testimonios de víctimas de Abuso Sexual, tomadas
mediante evaluaciones basadas en Esplin * yen Raskin *. Estos casos incluyeron denuncias hacia miembros de la familia hechas por menores de 3 años a 15 años.

Veinte de estas denuncias fueron clasificadas por los investigadores como confirmadas:
· En base a la confesión del perpetrador (14)
· Confesión más evidencia física (4) y evidencia física únicamente (2).
· Las otros 20 denuncias fueron clasificadas como dudosas porque el alegado perpetrador había “ denegado persistentemente las acusaciones y nunca las había admitido, porque existió una
subsecuente retractación del menor, y /o falta dela prosecución de las acciones legales, absolución judicial, o específicos hallazgos en la Corte de que el abuso no había ocurrido “ ( Raskin * & Esplin *,
1991 a.)

90 de estos casos carecieron de corroboración mediante evidencia física. Una tenía evidencia física pero el niño se retractó y admitió que el acusado no era el correcto. Cuarenta tenían
‘verdadero’ testimonio de los acusados negando su participación en el hecho mediante un examen poligráfico.

Uno de los investigadores, Houed *, preparó las transcripciones de los testimonios infantiles y asignó la puntuación según CBCA ( 0 si no presentaban ningún criterio; 1 si presentab an alguno y 2 si
estaban fuer temente pr esentes).

El testimonio confirmado recibía un significante puntaje de 24,8 y el dudoso , de 3,6. Los autores confirmaron los criterios de puntuación según CBCA en los casos confirmados judicialmente
(casos de conf esión del culpable, e videncia médica ). Estos casos mostraron un puntaje significativo. En los casos dudosos se registraron los puntajes menores.

Desde nuestro centro de interés, que es el de los niños de 2 a 5 años en el que registramos la edad de denuncias de Abuso sexual en el contexto de un juicio por impedimento de contacto o
tenencia, el estudio falla en no discriminar los diferentes grupos etarios y no tiene en cuenta las diferencias evolutivas, que juegan un importantísimo papel en el tema como veremos a
posteriori.
Luego de esta disgresión y volviendo a otros autores citados en el estudio, como son Anson * y Gully * (1989) se utilizó CBCA. también para evaluar 23 videotapes de niños abusados
sexualmente tomados entre Abril 1987 y Junio 1989 en Utah.
Estas denuncias de Abuso Sexual, habían sido confirmadas por la confesión del ofensor. Los investigadores notaron que el puntaje fue bajo en relación al puntaje medio de 24,8.
registrado en los estudios previos de Esplin * (1988). Anson * y Gully * comentaron la substancial disparidad en los hallazgos entre los dos estudios, notando tres diferencias en la
metodología. Las entrevistas de Anson * y de Gully *:
· Fueron tomadas por videos
· No transcriptas
· Fueron conducidas por muchas personas con diferentes estilos de entrevistar, como son los de Esplin, Houed. Anson y Gully .

Estos encontraron las más comunes características del testimonio de niños veraces en los casos donde el ofensor había reconocido su delito:
· Estructura lógica (93%)
· Cantidad de detalles (74%)
· Encajamiento contextual (74%)
· Producción sin una estructura (69%)
· Detalles característicos (65%)
· Conversación (61%)
· Estados subjetivos (61%)
· Detalles superfluos (51%)
· Interacciones (48%)

Anson * y Gully * asumieron que los especialistas que intervinieron en su estudio estaban familiarizados con la medición de los 19 criterios usados en el Statemen Validity Analysis * y
utilizaron los criterios contenidos en sus términos.
Explicando que “estructura lógica” significa una referencia sobre la coherencia de los dichos de los menores; “ producción no estructurada “ se refería a las no construídas y por lo tanto
espontáneas características del relato ; e “interacciones “a las descripciones de acciones y de reacciones durante los eventos recordados.( Para una mejor explicación de estos términos y de otros
usos de CBCA ( ver Zaparniuk-Y uille-Taylor ( 1995) Assesing the cr edibility of true and false stat ements. International Journal of Law and Psy chiatry,vol.18,nro.3 pp. 343 - 352-)

La CBCA provee un método sistemático para el análisis del interjuego de los varios factores que intervienen en la entrevista con el niño. No es un test, son criterios de evaluación y de
diferenciación y su mayor valor radica en que puede ser utilizada aún por profesionales no experimentados.
Pero se crea una situación dilemáticaya que la utilidad de la técnica está limitada a los casos en los cuales los niños puedenarnos
d una relativamente espontánea declaración de su abuso.
Pero, muchas veces, ellos no pueden explicar sus experiencias por una cuestión de inmadurez, por ejemplo el niño que no ha llegado al estadio del pensamient o preoperatorio, tiene serias
dificultades para establecer la
causalidad de los eventos, qué suceso pasóantes y cuál después( Piaget *, (1955) , originando serios cuestionamientos sobre la utilidad de los criterios del CBCA en los niños muy pequeños.
Los casos en que se involucran niños muy pequeños son los más difíciles para los evaluadores en el asesoramiento al Juez y la escala CBCA no parece ser promisoria para estos casos. En
suma, no queda claro para Corwin * si la técnica puede ser considerada aceptable en el ámbito forense para el asesoramiento de la credibilidad de las denuncias infantiles. Como Meyers * y
colegas (1989, pp. 121- 122) dicen, refiriendose a la realidad norteamericana,

“...la gran mayoría de las Cortes rechazan el testimonio de los expertos que hacen comentarios directamente sobre la credibilidad de los testimonios infantiles o sobre la credibilidad del
niño abusado sexualmente. La aserción de que un experto analizando el testimonio infantil con esta técnica no puede rendir una opinión sobre la credibilidad de los niños cuando el
experto testificó como también los resultados de tal análisis está empezándose a recusar por la Corte de Apelación que revisa casos donde tales testimonios expertos son presentados.
El sistema judicial de Europa Oriental puede ser más receptivo es este tipo de testimonio que el sistema legal inglés...”

Finalmente, las razones ofrecidas por Anson * y Gully * para la gran disparidad entre sus hallazgos y los de Esplin * y de Raski * no fueron suficientes realmente para explicarla. Ellos
explicaron que los “posibles factores” pueden ser :
· Los diferentes estilos de entrevistas
· Clasificación de los comportamientos
· Uso de video-tapes y no de transcripciones

Muchas veces, se cuestionó la validez del polígrafo ( Brett *, Phillips * & Beary *, 1986 ; Saxe *, Dougher ty * & Cross *, 1987) y el hecho de que muchos acusados niegan sus comportamientos abusivos
especialmente cuando no está corroborada la evidencia. Sin embargo, CBCA y SVA proveen otros acercamientos, explorados por un gran número de estudios empíricos, que pueden proveer
alguna asistencia para los casos evaluados de sospecha de abuso sexual. Para comentario y críticas deCBCA, ver Wells y Loftus (1991).
Faller (1988) describió 103 casos vistos en la Universidad de Michigan para la Protección de la Niñez Maltratada y Abusada. Estos son casos en los cuales el ofensor llega a algún nivel de
confesión, y el niño fue entrevistado con la finalidad de asesorar sobre si el abuso fue perpetrado.
Los casos fueron examinados para determinar la forma en que el testimonio infantil y/o sus comportamientos contenían criterios clínicos hallados en los testimonios de victimización
sexual.
En dirección de facilitar la codificación de las declaraciones infantiles y/o sus comportamientos, los criterios de relevancia clínica fueron ubicados en tres categorías :
(a) Descripción del contexto en el cual el abuso sexual ocurrió
(b) Una descripción de los comportamientos sexuales en sí mismos
(c) Las reacciones emocionales, evidentes durante el testimonio infantil, y que fueron consistentes en relación con el contenido del relato.

En la descripción del contexto, los niños están capacitados para poder indicar:
· Cuando y donde el suceso de abuso sexual ha ocurrido
· Donde estaban los otros adultos
· Qué daño sufrió el niño
· Cuales fueron las actitudes del ofensor, sea que las ropas fueron removidas, sea que el ofensor dijo alguna cosa para inducir a la víctima a cooperar y para que el ofensor prevea que el niño no devele el
abuso

Si estas tres piezas de información sobre el contexto están presentes, el caso es codificado positivo por la presencia de detalles contextuales.( El qué , el dónde y el cómo.)
En la evaluación de las propias descripciones infantiles de abuso, el caso fue codificado positiv
o si una o más de las siguientes características eran encontradas:
· Una descripción explícita de los comportamientos sexuales
· Conocimiento o comportamientos sexuales superiores a los esperables según la edad y el momento evolutivo
· Una descripción del abuso según el punto de vista del niño

Un ejemplo es el caso de un niño de 4 años quien describió haber sufrido fellatio por el novio de su madre. Finalmente, las reacciones emocionales consistentes con una verdadera
denuncia son :
· Revelación de una oposición al abuso
· De los medios coercitivos que usó el perpetrador para que el niño no pida ayuda Depresión , angustia, vergüenza , miedo , disgusto , ansiedad y despertar sexual anormal

En un grupo de estudio de víctimas infantiles de Abuso sexual, seealizó


r el siguiente análisis:
· Ochenta y una víctimas, (78,6%) proveyeron de testimonios que contenían información contextual
· 84 (81,6%) tenían una respuesta afectiva congruente con el abuso reportado.
· 60 (68%) de los testimonio de las víctimas contenían todos los tres criterios
· a) ,b) y c) ; 16 (15,5% ) contenían dos ;11(10,7%) uno y seis (5,8%).

Estos datos indicaron que, en los casos donde existe corroboración por la confesión del culpable y por ende, no hay riesgo de que los casos de Abuso sexual sean falsos positivos, los
testimonios infantiles contenían los criterios esper
ables.
Pero, es importante notar que, 33 (32%) de los niños que habían sido abusados sexualmente no oveyeron
pr al entrevistador datos que incluyeran todos estos rasgos.
En parte, estas deficiencias aparentes en los testimonios infantiles pueden ser explicadas por el géner o y por la edad.
Las declaraciones de los niños probablemente tienden a contener en menor medida que las de las niñas, todos los 3 criterios necesarios. En suma, las aserciones de los niños tienen
significativamente, menos aptitud para contener una descripción del hecho sexual y las reacciones afectivas esperables. Estos hallazgos fueron, de hecho consistentes con relación a la
experiencia clínica y la diferenciada socialización de los niños y de las niñas.
Las niñas suelen tener más capacidad de hablar de sus experiencias. Por otra parte, las víctimas de más edad , son más aptas para dar testimonios conteniendo todos los tres criterios
clínicos y la información contextual y esto está ,sin dudas, relacionado con el mejor desarrollo del lenguaje.
Aunque el género y la edad pueden incidir en las diferencias en el testimonio infantil, otras razones, que no pudieron ser exploradas en esta investigación, podrían explicar porqué algunos
niños no proveen los datos esperables.
· El estilo del entrevistador puede producir la reacción en la víctima de no sentirse estimulada a contar a otro su abuso
· También las víctimas pueden olvidar los detalles del abuso si la entrevista se realiza muy alejada de los sucesos
· Finalmente, si los niños son requeridos en relación a expresar su testimonio en varias oportunidades, ellos pueden desensibilizarse y no evidenciar una reacción emocional en las entrevistas
El resultado de los tres estudios que examinaron los hallazgos en las entrevistas, donde se hicieron mediciones independientes de indicadores de credibilidad de testimonios infantiles de
abuso sexual, indicaron la potencial utilidad de este tipo de investigaciones en el establecimiento de las características clínicas de los casos de victimización sexual infantil.
Las investigaciones han sido realizadas sobre la base de casos de Abuso sexual probados a partir de variables de orden jurídico-legal , tales como:
· El testimonio de testigos
· La evidencia médica, evidencia fotográfica
· Otras evidencia físicas

Se excluyó cualquier otro caso que hubiera sido diagnosticado psicológicamente por no ser válido ni confiable. Esto explica , que sería posible desarrollar, en la mayoría de estos casos ya
probados mediante la Ciencia Jurídica , un índice de aparente validez de Abuso Sexual para luego ser utilizado para examinar los hallazgos de las entrevista del niño . Pero tales
descubrimientos, necesitan estudios longitudinales y transversales en los diferentes grupos etarios.
Destacando los autores, la existencia de una variable todavía no estudiada , que es la cuestión del desarrollo cognitivo del niño y como afectaría la inmadurez del niño su testimonio y un
problema central , a nuestro juicio, como es el grado en que el entrevistador podría alterar los dichos del menor y el recuerdo de los hechos , dado que la inmadurez y sugestionabilidad
del niño aumenta en relación inversa a su edad ( Ver Loftus, )

En suma, los estudios de Faller * son un importante ensayo en el desarrollo de una metodología para la codificación de datos en las entrevistas, que agregados a otros posibles indicadores
como ser el comportamiento sexualizado, podrían dar sustento a una hipótesis de probabilidad de Abuso sexual. La cuestión del comportamiento sexualizado, como ya hemos visto en
Corwin * (1988) está relacionado con el hecho de que el autor notó que los niños abusados sexualmente ocasionalmente exhiben lo que aparenta ser comportamientos de re-actualización
de experiencias sexuales como las que describier on en su victimización. Tales reacciones pueden incluir:
· Cambios en la expresión facial, Movimientos oculares, gesticulaciones, y otros movimientos corporales como también respuestas fisiológicas incluyendo cambios en la respiración, funciones cardio-
respiratorias, reacciones en la musculatura estriada y cambios en el tono muscular.

Pero, la razón que justifica la exposición de estas cuestiones es, centralmente, la pregunta de cómo asesorar al Señor Juez en los casos en los cuales los niños no producen detalladas
declaraciones y esta cuestión explican los autores necesita todavía ser explorada. Faller * y otros han descubierto que las entrevistas han producido frecuentemente falsos negativos, éste
es un descubrimiento que indica que el develamiento puede ser un prolongado proceso ( Sorenson & Snow ,1991). Estos autores notaron que en 116 casos validados por confesión,
encarcelamiento del criminal, o por evidencia médica, la mayoría de los niños inicialmente niegan su victimización y solo en el anscurso
tr de muchas entrevistas pueden describirla.
Creemos que el estudio de Corwin *- Faller *, además de proveer la síntesis de los indicadores más específicos y esperables de Abuso sexual, nos indican el lugar adecuado que ocupa en
juego con las muñecas :
Una anormal reacción a material evocativamente sexual como ser la genitalidad explícita de las muñecas, de acuerdo a la edad , status socieconómico, etc. en forma de descripciones de
comportamientos sexuales no acordes a la edad del niño . Índices de la sexualización traumática del niño también pueden ser reflejados en otros materiales proyectivos ( como ser el C.A.T. y
dibujos de la figur a humana y familia Kinética ).

Cuadro 3. Lista de los indicadores emocionales y de comportamiento más específicos y esperables relacionados con el Abuso sexual en niños menor
es de 5 años.
Tomado de Corwin *, D.L. “Diagnóstico temprano del abuso sexual infantil : efectos a largo plazo. En “Efectos a largo plazo del Abuso sexual infantil”editado por P owell,1988.
1) Pesadillas cuyo disparador son lugares , personas , objetos relacionados o movimientos físicos o vocalizaciones que son consistentes con abuso sexual.

2) Erotización precoz:
(a) Preocupación anormal por los genitales.
(b) Repetidos intentos tratando de implicar a otros en diferentes comportamientos sexuales
(c) Masturbación excesiva e indiscriminada o masturbación con objetos
(d) Comportamientos precoces , seductivos , descripciones y representaciones de diferentes actos sexuales en el juego con muñecos comunes

3) Miedos
(a) Insistente negación de la anatomía genital y a quitarse las ropas frente a terceros
(b) Terror inexplicable a personas, a personas de sexo masculino o femenino, o objetos generadores de pánico que guardan relación o estén asociados a la victimización y /o al victimizador.
(c) Temor y ansiedad en relación a específicas preguntas sobre los diferentes comportamientos sexuales
4) Descripción de la victimización, apropiada a la edad y circunstancialmente congruente
5) Fenómenos disociativos

En apoyo a la crítica del rol de “validación” del psicólogo, citaremos un estudio de Louis B.Oberlander *, al que ya nos hemos referido en la primer parte y que resume los criterios adecuados
que debe reunir la intervención de los profesionales en estos casos.
El autor se circunscribe al rol de perito, y realiza una encuesta entre los peritos forenses con la finalidad de establecer las prácticas más habituales relativas a las cuestiones psico-legales
asociadas a las evaluaciones de Abuso sexual.

El estudio de Obrelander * abarcó


(a) El proceso y método de evaluación
(b) Los límites de la competencia en las opiniones y en los testimonios de los peritos

El proceso de evaluación comienza , para la mayoría de los expertos consultados, en la revisión de la documentación en la que se sustenta el caso.
La lectura de la certificación de los datos que aportan los peritados son utilizados para luego sustentar o impugnar el Informe (Walker *, 1990) . Además , la lectura de los datos confirmados
en el expediente facilitará al perito la posterior defensa de la validez de los datos obtenidos en las entrevistas (Haugaar d * & Repucci *, 1988).
Es decir, el psicólogo se asegura ,dentro de los límites razonables , que los datos que aportan los entrevistados sean confirmados si es que sustenta alguna indicación o hipótesis sobre los
mismos. Es decir extrae los datos psicoclínicos del caso.
El promedio de horas dedicadas a la evaluación del niño en el estudio de Oberlander *, fue de 5 hor
as con el niño y de 11 horas más para las entrevistas a padres, y autoridades escolares.
En relación a las características de las entrevistas, siguiendo el criterio de Walker *, (1990) ,se excluyeron del interrogatorio al niño las preguntas sugestivas o directas sobre abuso sexual,
con la finalidad de no contaminar la evaluación.
La pregunta directa fue el “último recurso” cuando al final del proceso no surgían elementos sobre el posible abuso sexual.
En cuanto a las técnicas psicológicas utilizadas, como una de las funciones del Perito es establecer las características de personalidad y de inteligencia del niño, para asesorar a las
Autoridades sobre la competencia del testimonio infantil(Haugaar d & Reppucci ,1988), los Peritos aplicaron las técnicas objetivas comunes en la clínica infantil.
Otras técnicas específicas que surgen de la bibliografía sobre Abuso sexual como intento de test de medición objetiva fueron desechadas por los Peritos ya que si el niño es sometido en
varias oportunidades a ellas, desciende la sensibilidad de detección de los indicador
es.
Por otra parte, estas técnicas han sido también criticadas por ser “test de programación de aprendizaje“, es decir que el niño puede ser enseñado a dar las respuestas adecuadas y
congruentes a una situación de Abuso si es entr
enado previamente. ( Wakefield & Under wager, 1989).
En apoyo a nuestra crítica a las Muñecas Anatómicamente Correctas, éstas no fueron consideradas como técnica , por lo tanto no fueron usadas en este estudio.
Otras técnicas, como ser las proyectivas fueron empleadas. Los dibujos fueron utilizados como una técnica que facilita la comunicación del profesional con el niño, que provee datos de las
relaciones del niño con su medio ambiente y aportan sus conocimientos sobre la sexualidad ( grafismos sexualizados) y sus posibles fuentes y si éstos son acordes al momento evolutivo del
niño. Las técnicas proyectivas, como las láminas delCAT posibilitan también que el niño exprese miedos, terrores y los contenidos de sus pesadillas.
Entre todos los evaluadores, se desestimó la utilización de los llamados Test objetivos de Abuso sexual, cuestionarios que previamente se puede enseñar a los niños y también el uso de
las Muñecas Anatómicamente correctas.
La sesión de juego, fue utilizada como un element
o integrante de la batería de diagnósticostandard.
En relación al tema de que el Psicólogo tenga competencia para efectuar un Diagnóstico de Abuso sexual, muchos evaluadores, siguiendo el criterio de Walkers * indicaron que el Psicólogo
informa sobre daño psicológico que presenta el menor y su posible relación con una situación de abuso.
Pero otros, siguiendo el planteo de Myers (1989) consider an que solo se puede diagnosticar un desorden codificado en el D.S.M. IV y que el Abuso sexual no figura en el mismo, porque no se trata de un desórden sino de
un evento real y fechable, de corporeidad legal. El hecho de establecer si el Abuso sexual ha ocurrido o no corresponde a la potestad de la Ley . El psicólogo solo informa, según su ciencia , con prudencia , sobre si el
trauma es congruente con una posible situación de Abuso sexual. El “diagnóstico ” de Abuso sexual , en el estado actual de la ciencia Psicológica es una tarea imposible . El único “diagnosticador ” que determinar á la
ocurrencia del Abuso sexual es el Juez.

Melton * explica que utilizar la palabra “diagnóstico de Abuso sexual”, es traspasar los límites de la competencia de la Psicología como ciencia y usurpar la función del Juez ( Melton, Petrila,
Poytress & Slobogin, 1987).

Los entrevistadores fundamentados en el hallazgo de varios indicadores a través de las diferentes técnicas aplicadas al niño, se limitan a indicar que estos resultados podrían indicar
Abuso sexual .
Indican que sus juicios son inferenciales y por lo tanto , relativos y no probatorios de Abuso sexual. Asimismo deja constancia de los límites de los conocimientos actuales en el área del
Abuso sexual infantil.
Bárbara Wood * (1996) cita las Guías de evaluación sobre Abuso sexual que expidieron la Academia Americana de Psiquiatría infantil y del adolescente ( 1988) y la Sociedad Americana de
Profesionales de Abuso Infantil (1990), en las cuales la entrevista dentro de un proceso psicodiagnóstico con una batería standard, es considerada como la más importante fuente de
recolección de datos.
Por lo tanto la cuestión de la validez y la confiabilidad del método de entrevista utilizado, es esencial para proveer de información significativa a las Autoridades judiciales.
Para que la entrevista sea confiable, es decir , que reúna criterios científicos, se debe limitar y en lo posible eliminar las actitudes de conducción del entrevistador hacia el niño en la forma
de dirigir la evaluación hacia el tema del Abuso sexual, reforzando las respuestas que el niño pueda brindar en ese sentido. O introduciendo información sexual o sugerencias sobre actos
sexuales que pueden ser extraños a los hechos sucedidos y pueden no ser entendidos por el niño si ignora las cuestiones de la sexualidad por no haber estado expuesto a ninguna
victimización. ( ver Bárbar a Wood, Semiestructur ed Child Sexual Abuse Inter views : inter view and child char acteristics r elated to credibility of disclosur e, Child Abuse & Neglegt, v ol. 20, nr o. 1, pp 81-92,1996 )

La finalidad de no r ealizar preguntas inductiv as o sugerentes al niño es el de no af ectar el recuerdo de las experiencias .
El niño es muy vulnerable a la sugestión, y esta puede alterar el recuerdo de los hechos ( Ceci, Ross & T oglia, 1987 ; Dale & Loftus (1979); Kin g & Yuille, 1987 ; especialmente Loftus & Da vies, 1984 , a quienes
nos referiremos posteriormente ).

La información que se obtiene de los recuerdos de los niños y específicamente su habilidad para recordar puede estar muy afectada por el suministro de información equivocada , por
preguntas directivas, y por la demanda del adulto a la que el niño por su inmadurez y por la educación tiende a responder positivamente. ( Dallenger, 1992 ; Saywitz, Goodman, Nicholas & Moan,
1991). Pero, cuáles son las preguntas conductivas o inductivas ?
Wood * , las clasifica como todos los comportamientos que directamente focalizan la entrevista y direccionan las respuestas del niño hacia el tema del Abuso sexual, sugerir que el abuso
pudo haber sucedido, o comportamientos que implican la expectativa de la develación o declaración del Abuso infantil.
Específicamente, se trata de preguntas en que se debe elegir una opción de entre otras, preguntas cerradas, elogios cuando el niño inicia algún comentario relacionado con el tema sexual, y
darle al niño información relacionada con tipos de Abuso sexual. ( por ejemplo, instrucciones sobr e el uso de las Muñ ecas anat ómicamente conformadas ) ( Ver Bárbara Wood ,ob.cit. T abla Y, pág. 85)

La bibliografía citada nos indica la especificidad de la evaluación del niño en que se sospecha su victimización . El proceso psicodiagnóstico es el utilizado en la administración de la Batería
psicodiagnóstica standard para niños.
Entrevistas libres y semiestructuradas, técnicas (CAT, WISC, Gráficos,), con la finalidad de explorar las características de la personalidad infantil, sus miedos ,etc. La evaluación sobre los
conocimientos que el niño posee sobre la sexualidad , si éste es acorde al nivel sociocultural y evolutivo o no es el esperable.( mediante dibujo de la Figura Humana, de la Pareja , Láminas del CAT
exploran los miedos, las ansiedades de separ ación, situaciones r elacionadas con la cama, el baño, etc. ).

Este punto, el conocimiento de la sexualidad , que tiene importancia diagnóstica debe ser evaluado para identificar, dentro de lo razonable su posible fuente ( exposición a una sexualidad
traumática, estimulación de la curiosidad infantil normal por el acceso a materiales o pr ogramas de T.V. o Circuito Cerrado , no adecuados par a la edad del menor ) En resumen:

Se utilizará la hora de juego diagnóstica con material convencional, muñecas del tipo Barbies & Ben, aptas para el despliegue de juegos que dramaticen relaciones sexuales , sin genitalidad
explícita que pueda ser una forma de conducir la entr evista o de exponer a un niño inocente en los temas de la sexualidad ante material sexual explícit
o.
Se evitará de esta forma que el psicólogo provea de información sexual al niño no acorde a su edad, por ejemplo, el reconocimiento de la genitalidad adulta ( vello pubiano, pene ,abertura vaginal
) mediante la utilización de muñecas anatómicas, puede contaminar la evaluación y ser considerado, equívocamente como índice de que el niño cuenta con información sexual no acorde a
su edad.
Por otra parte ,Boat * y Everson * han destacado que la exposición del niño al estímulo inusual de las muñecas, produce cambios en el comportamiento posterior del menor,
incrementándose en algunos niños la curiosidad sobre la sexualidad y originando comportamientos sexualizados.
En el ejemplo de la autora uno de los niños se desnudó frente a otra niña reactualizando el juego con las muñecas. ( ver Boat y E verson, ob.cit.)
· Información adicional recogida del Expediente
· Confirmación de los síntomas aportados por los padres
· Cuando esto no fuera posible, hacer constar lo limitado de las apreciaciones que se fundamenten en datos no seguros.
· Informe requerido a las Autoridades escolares, solicitando que: Indiquen si observaron en el menor las diferentes conductas sexualizadas asesorando a los docentes, en lenguaje claro pero
fundamentado en datos bibliográficos en qué consisten esas conductas.
En este sentido es útil considerar los criterios presentes en el Cuestionario para la observación de los comportamientos sexualizados de niños de 2 a 6 años en la investigación de Frank
Lindbland * (ver Preschoolers’ sexual beha vior at Da ycare Center: an epidemiological study , Child Abuse & Neglect, v ol. 19, nr o. 5, pp 569-577, 1995 ).
Registro en el protocolo de entrevistas y su elevación al Juez actuante, de los dichos del niño con relación a expresiones que estén relacionadas con el tema de Abuso sexual. En forma
textual y detallada, incluyendo sus expresiones emocionales y la transcripción de las preguntas específicas del entrevistador en el Protocolo de Registro de Entrevistas.
Es el Juez actuante el más apto y con completas facultades para determinar el significado jurídico de las afirm
aciones infantiles y no el psicólogo.
Diagnóstico familiar , entrevistas vinculares del niño con ambos progenitores.
En entrevista libre con el padre se puede evaluar cómo lo percibe el menor, si existen indicios del Síndrome de Acomodación de
Summit *, o un vínculo erotizado ó por el contrario recibe con afecto y sin miedo a su padre (indicador negativo de abuso sexual)

En nuestra experiencia, todos los niños no abusados sexualmente, que habían sido sometidos a un período previo de alejamiento con su padre, cuando fueron consultados sobre si
deseaban verlo, expresaron su vivo interés en compartir con su progenitor el ámbito de la entrevista. La entrevista vincular ofrece la posibilidad de evaluar el comportamiento verbal y no
verbal, las interacciones padre-hijo y las reacciones emocionales de los menores.

ESTUDIO PSICOLÓGICO DE LAS PERSONALIDADES DE LOS PADRES Y EL TIPO DE INTERACCIÓN ACTUAL


Si bien no existen estudios estadísticos en nuestro país, de la prevalencia de Abuso sexual por parte de la pareja o concubino del progenitor que ejerce la tenencia, y por el mecanismo de
denuncia errónea por “Sustitución del perpetrador”, que ya veremos, consideramos necesario la inclusión de o t das las personas que conviven con el menor en el psicodiagnóstico familiar
.
En apoyo a esto último, en una Obra clásica de Finkelhor *, el autor consideró que la presencia de la pareja o concubino de la madre es un factor de riesgo de Abuso sexual.
Se apoya en el hecho de que 4 de los 6 estudios que examinar
on el factor de la frecuencia de concubinos y parejas de la madre perpetradores de abuso, confirmaron su importancia.
Tres de estos estudio, Miller * (1976), Finkelhor * (1980) y Gruber * y Jones * (1983) encontraron que la presencia del concubino o pareja de la madre incrementa el riesgo para la ocurrencia de
algún tipo de Abuso sexual.

Fromuth (1983 ) y Peter (1982) no consideraron que este factor incrementase el riesgo. Aunque muchos de estos estudios indicaron que la simple ausencia del padre es un factor de riesgo,
tanto Finkelhor (1984) como Gruber y Jones (1983 ) hicieron un análisis contemplando múltiples variables y demostraron que la presencia de un concubino o pareja de la madre aumenta la
posibilidad de abuso sexual del niño.
Russell (1986) demostró el altísimo porcentaje de abuso perpetrado por las parejas de la madre como forma de ilustrar este riesgo.
Si menos del 2,3% habían sido victimizadas sexualmente por el padre natural, el 17% de las niñas que vivían con el concubino habían sufrido esas vejaciones. Además , el tipo de abuso
cometido por los concubinos y parejas fueron más graves ( implicando más relaciones sexuales de introducción peneal, fellatio, cunnilingus, analingus y comercio sexual anal) y más violencia.
Estos datos fueron corroborados a través de casos clínicos y en los datos estadísticos norteamericanos en la que la prevalencia de Abuso sexual perpetrado por el concubino o parejas de
la madre es absoluta.

Estos estudios son interpretados por Finkelhor * de la siguiente forma :


Primero, aludiendo a una menor firmeza del Tabú del incesto, que prohibe las relaciones sexuales entre el concubino y los hijos de la pareja.
Segundo, que el padre natural tiene más inhibiciones para un contacto sexual incestuoso como resultado de un período de cuidado y paternaje iniciado en el momento del nacimiento
(S.Parker, com. Personal, Jannuar y 1985 citado por Finkelhor en “A source book on child sexual abuse” David Finkelhor,sage Publications. The Intenational Profesional Publishes.Newbur y Park London New Delhi. High Risk
Children,pág.60-88)

La intensa dependencia del niño durante este período de crianza inhibe la sexualización de la relación de los padres con los hijos. Pero los concubinos y las parejas que no han tenido
experiencia de estos tipos de cuidados pueden estar más inclinados a ver al niño como un posiblepartner sexual. ( Finkelhor Ob.cit.Ver también Gr eenberg (1995 )
El Psicólogo debe establecer los límites de su competencia dado elvacío actual de conocimientos que existe en la Ciencia Psicológica en el tema del Abuso sexual infantil.
Como ya hemos destacado anteriormente, informará al Juez, como parte de su rol experto, de la especificidad de las denuncias falsas o erróneas como patología típica de los Divorcios
destructivos.
Cuando encuentre signos y síntomas congruentes de Abuso sexual, previa su indicación de cómo se verifican en el niño en particular, debe destacar que estos podrían estar relacionados
con una situación de victimización sexual de menores ya que el diagnóstico de Abuso sexual ,que connota la certeza de la ocurrencia de un evento , no está dentro de los conocimientos
disponibles actualmente en el campo de nuestr a profesión ( Límite de la competencia )
Este marco conceptual es el que comparte el Cuerpo Médico Forense en los diferentes Juzgados de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires.
Nuestras críticas se dirigen a aquellos Informe de parte, es decir solicitados por uno de los litigantes que noeúnen
r estos requerimientos de cientificidad .

LOS PADRES IGNORAN:


· las limitaciones de algunas prácticas, por ejemplo la utilización de Muñecas Anatómicamente Correctas, en forma inadecuada como Test de validación de Abuso sexual
· La focalización de la evaluación en la confirmación del abuso mediante preguntas inductivas
· El empleo de los interrogatorios inductivos
· La sobreinterpretación del juego del niño
Ignoran las violaciones a la ética profesional en que incurren los firmantes cuando se exceden en los límites de su competencia e identifican la técnica de juego como técnica diagnóstica
de Abuso sexual desvirtuando su verdadera función.

LAS DENUNCIAS ERRÓNEAS SOBRE ABUSO SEXUAL


El tema de las denuncias erróneas de Abuso sexualha ocupado el interés de los Psiquiatras y Psicólogos forenses en los Estados Unidos. Nosotros seleccionaremos parte de la bibliografía
relacionada con el tema deDenuncias de Abuso sexual falsas o erróneas ocurridas en el transcurso de un litigio por tenencia o por impedimento de Contacto.
Iniciaremos el tema con un trabajo de Alayne Yates y Tim Musty , ellos han llamado la atención sobre el hecho de que a veces , un niño menor de seis años, puede erróneamente acusar a un
pariente de que lo molesta sexualmente. Cuando est o ocurre, el niño usualmente cree que su historia es real. (ver Tim Ala yne Yates, M.d. and Musty American Journal of Psiquiatr y 145;8 A ugust 1988 )
Si bien los autores distinguen entre DENUNCIAS FALSAS y VERDADERAS, nosotros consideramos más adecuado, desde la perspectiva psicológica, denominarlas DENUNCIAS
ERRÓNEAS, porque la denominación de FALSA DENUNCIA es una concepción legal de competencia de la Autoridad Judicial.

APADESHI
Aclarando esta ligera diferencia , indicaremos que la DENUNCIA ERRONEA puede ser hecha cuando:
· Un adulto ha persuadido al niño de que los eventos sexuales han ocurrido verdaderamente
· Cuando un niño en la edad edípica ha malinterpretado los cuidados de limpieza y cuidado corporal de uno de sus padres
· Cuando los procesos del pensamiento infantil están confusos por la irrupción de material del proceso primario, es decir de las fantasías inconscientes o cuando un niño está involucrado en las
identificaciones proyectivas de un padre muy dominante que ejerce la tenencia

Muchos de estos mecanismos pueden operar en un mismo caso y serán explicados detalladamente en los próximos párrafos.
Como ya hemos subrayado cuando analizamos la dimensión histórica de la evaluación psicológica de los casos de Abuso sexual, el concepto paradigmático en el tema del Abuso sexual en
la Infancia era que “El niño no miente “. Verdaderamente, este es un buen parámetro cuando es el niño mismo el que se dirige al adulto para expresar su victimización, en estos casos , los
niños que han sufrido estos daños deben superar miedos, odios, y vergüenza para tomar por sí mismos la determinación de poner al descubierto su drama. Pero aún en estos casos, puede
suceder , y es relativamente común, que así ocurra, que los niños supuestamente dañados no sean confiables, es decir veraces.
Las denuncias sobre abuso sexual ocurren frecuentemente en el curso de las Custodias disputadas en el país del Norte . GUYER * Y ASH *, en una revisión de 400 pedidos de evaluación
psicológica,( Trabajo presentado en el Encuentr o Anual de la Academia Americana de Psiquiatría y de la Ley, Los Angeles oct. l7: 1986) encontró que el 33% de esas denuncias eran de Abuso Sexual. Algunas
de las cuales eran falsas y muchas más no pudieron probarse.
En la Argentina, no existen estadísticas sobre el tema y nuestra Institución está tratando de recolectar datos al respecto.
En una aproximación inicial y por lo tanto provisoria, encontramos un incremento de este tipo de denuncias desde la promulgación de la Ley 24.270. (Sancion Penal al Padre o Tercero que
impidier e u obstruy ere el contact o con Hijos menor es o discapacitados)

El fenómeno de denuncias de Abuso sexual durante el transcurso de un litigio por Impedimento de Contacto, era relativamente poco común, en los años 88 al 93.. se registró un promedio
aproximado de 1 caso cada dos años, er cepcionado por la Entidad.
En la actualidad, asistimos a un notable incremento en forma de denuncias de Abuso Deshonesto, a partir del 1994. Con una peculiaridad vernácula :
La de ser “denuncias no denunciadas” es decir, se interrumpe la relación paterno-filial por “prescripción “ de un consultor técnico que “diagnostica” el abuso:
· Con métodos de dudosa calidad científica y las graves fallas éticas que ya mencionamos
· Sin evidencia objetiva adecuada
· Sin procesamiento del padre
· Sin posibilidad de que éste ejerza su defensa, pero con la definitiva ruptura de la relación paterna

Produciendo serios daños psicológicos en los menores, al padre denunciado y a la familia extensa que también se le obstruye el vinculo con el menor, con los lógicos quebrantos de los
lazos familiares.
El vacío de conocimiento que actualmente existe en el tema, las implicancias sociales y legales que están por detrás de este fenómeno y que lo determinan, la negligencia e imprudencia de
los profesionales que son consultados crean condiciones favorables para que la fabricación de una sospecha de abuso sexual, pueda convertirse en un medio eficaz de lograr el
alejamiento parental.
Nuestro País está repitiendo la experiencia de Estados Unidos, BENEDEB * y SCHELKY *, presentaron un documento que sostenía que había cargos de Abuso sexual en 10 de 18 casos de
custodia disputada y GREEN * encontró que de 4 sobre un total de 11 denuncias resultan falsas.
Otros casos de denuncias falsas han sido descriptas por BRANDT * y SINK * ( Trabajo pr esentado en el Encuentr o de la Academia de Psiquiatría Infantil, T oronto, oct., l2: l989) y SCHUM AN.

En este punto queremos destacar que la realidad estudiada por nosotros es diferente que la de Estados Unidos, allí estos casos son denunciados, es decir, pasan por todos los procesos
legales adecuados, son DENUNCIAS FORMALES.
En Argentina, las denuncias no se formalizan, no se exponen en sede P
enal sino que forman parte del juicio de divorcio, de tenencia ó de régimen de visitas.
Nosotros registramos un único caso de Abuso Deshonesto, sobreseído en sede penal , con restitución del derecho de visita de la hija y de su padre.
Muchas de las denuncias de abusos sexuales que se hacen en el transcurso de los Litigios por tenencia, son declaraciones de un pariente, el padre conviviente con el menor, que denuncia
a su ex-cónyuge sin que sea el niño mismo el que esté revelando la existencia de alguna situación abusiva . El padre “sabe” que el otro abusaría del niño y que disfrutaría perversamente de
esa práctica aberrante, por lo tanto justifican el Impedimento de Contacto en preservar al menor del supuesto “peligro”. Muchos de esos padres no involucran directamente al niño en las
denuncias.
Pero , en el curso de una disputa por la tenencia o régimen de visitas , aún cuando el niño sea el que espontáneamente acusó a uno de sus padres por abuso , la denuncia está lejos de ser
correcta. (YATES * and T. MEST Y * trabajo pr esentado en el 149 th. Encuentr o Anual de la Academia Americana de Psiquiatría, Chicago 9,14,1987).
También hemos visto que los niños involucrados no se refieren espontáneamente a un hecho de Abuso sexual, por el contrario, la situación se inicia con la “sospecha materna y /o del
Abogado “, en base a signos inciertos y no prototípicos.
Se completa con un cuidadoso e inquisitivo interrogatorio a los niños, luego de las visitas a su padre, que termina en un ambiguo comentario. O el padre que ejerce la tenencia consulta a un
profesional al que previamente se lo “ informa “ de la supuesta perversidad del ex-cónyuge, y del abuso sospechado. Los dichos del niño también ambiguos y no específicos o las
interpretaciones de los terapeutas de las manifestaciones de los niños, son logrados en extensivos tratamientos focalizados en el Abuso sexual , con resultados que pueden estar
contaminados por elementos como la sugestión no intencional del terapeuta hacia el niño.
! Es decir, que la espontaneidad es el element o siempre faltante !
Estas expresiones de los niños parecen ser más el efecto de la presión del entorno y de la complacencia ante la insistencia de los adultos, que originadas en una comprensión sobre lo
que sucede.
Los mecanismos psicológicos por los cuales los niños en edad pr
eescolar pueden hacer acusaciones falsas pueden dif
erir.

KAPLAN y KAPLAN * presentaron el caso de una niña de 5 años quien durante su régimen de visita en el transcurso de un litigio por tenencia acusó a su papá y al abuelo paterno de abuso
sexual. La niña se vio envuelta en una relación de “FOLIE A DEUX” con su madre, quien se encargó de denunciar la acusación
GREEN * reportó 2 casos adicionales e n los cuales apar entemente la falsa denuncia fue hecha por niños en edad pr eescolar.
El primer caso, fue un niño de 3 años, quién al comparecer judicialmente, aceptó como reales las alucinaciones y delirios paranoicos de la madre en acusar al padre de abuso sexual.
El segundo caso, fue un niño de 4 años quién reveló después de muchos meses de terapia, que su repugnante testimonio ( en presencia de su madre) sobre su padre no había sido verdad. El
niño había mentido para no sentirse excluido y para presionar para que la tenencia sea otorgada a su madre.
En la revisión de ALAYNE YATES *, M . D. and TIM MUSTY * éste fue el único caso de un niño de esa edad que conscientemente haya tenido la intención de mentir, aunque TERR * describe
un niño de 8 años quién después er conoció haber falseado la verdad a la edad de 3 años para burlarse de la Autoridad.

SCHETKY * and GREEN * sugieren que el niño que hace acusaciones falsas tiende a hablar de la temática del abuso fácilmente y resaltan la ausencia en la descripción del hecho de
emociones características en otros niños que sí pasaron por esa circunstancia. Los niños que hacen acusaciones falsas utilizan:
· Frases “ repetidas a lo loro “,Términos sexuales propios de un adulto, o están muy pendientes e interesados por lo sexual, pero no exhiben otros síntomas

Es decir aquí los autores se refieren a los síntomas específicos. Los niños tampoco hablan del dolor y sufrimient
o que les causara la experiencia.
Algunos de los mecanismos por los cuales los niños de esta edad pueden ser lle
vados a realizar ERRÓNEAS DENUNCIAS , pero que ellos perciben como verdaderas son:
1 - A través de la persuasión y/o sugestión del padre que ejerce la tenencia
2 - A través de la infiltración en la conciencia de material de fantasías inconscientes sexuales del proceso primario que se hacen así conscientes
3 - A través de la emergencia en la conciencia de material inconsciente
4 - El niño se identifica ( identificaciones proyectivas) con las expresiones de un padre o madre dominante que ejerce la tenencia

Los autores suministran el siguiente material de casos de niños menores de 6 años, quienes realizaron denuncias de Abuso deshonesto que luego se comprobó eran falsas.
Estas viñetas clínicas representan una selección en función de explicar didácticamente algunas de las car
acterísticas dinámicas de los mecanismos anteriormente mencionados .
Caso 1 ( persuasión )Durante el litigio de sus padres , Ann, de 4 años, describió como su papá frotó su “cosita” y cómo le había gustado eso. La niña era incapaz de dar mayores detalles.
Respondiendo al abogado defensor, ella contestó que “como no podía recordar ese momento , su mamá se encargaba de hacérselo recordar una y otra vez”. Más tarde, la madre testimonió
que, en realidad , ella pensó que esos abusosprobablemente habrían pasado.
Los niños pequeños son susceptibles de ser persuadidos, de ser objeto de “lavado de cerebro” o soborno porque ellos son muy dependientes y pueden ser fácilmente engañados y
usualmente necesitan agradar a sus mayores significativos. Tienen a su disposición una limitada información por su falta de experiencia y conocimiento de lo sexual y carecen de juicio
crítico, pudiendo afirmar puntos de vista totalmente opuestos sobre un mismo hecho o personas.
Algunas veces, los niños que son mal inducidos, o inducidos maliciosamente a denunciar hechos, entr
an en inconsistencias por no poder er cordar los sucesos. ( el qué , cómo , quién y dónde ).
En los casos de denuncias falsas de Abuso, no presentan las angustias y miedos propios del niño que sufrió abuso ni tampoco pueden dar detalles de dónde, en qué momento pasó ni
cómo.

Caso 2 ( Niño bajo la influencia de la temática edípica ) Cuando Beth tenía 3 años de edad, sus padres se divorciaron y su papá se mudó a una ciudad cercana. Beth visitaba a su papá todos los meses 1
semana y por 2 semanas durante el verano. Ella siempre se sintió muy apegada a su padre y lo visitaba con agrado. Durante las vacaciones fue de campamento con él. Ellos algunas veces
dormían en la misma bolsa de dormir porque la niña decía tener miedo de los animales durante la noche. Cuando tenía Beth 5, su papá le presentó a su novia. Cuando llega la niña después de la
visita al padre, se mostró sombría e irritada. Su mamá le preguntó si había sido abusada sexualmente, y Beth dijo que el padre la había acariciado, habían luchado en la cama y luego la había
desnudado.
La niña asintió cuando la mamá le preguntó “Trató de hacerte el amor?” La niña estaba triste y llorosa durante el interrogatorio materno. Luego de una investigación preliminar efectuada por
el Servicio de Protección Infantil, la visita del padre fue suspendida y la niña fue derivada a un servicio específico de terapia grupal para niños que sufrieron abuso sexual. Asistió a 25
sesiones, durante las cuales fue presionada a relatar o a expresar con material lúdico sus experiencias de abuso. El hecho de que Beth no revelase ninguna experiencia sexual por su propia
iniciativa, fue interpretada por los terapeutas como resistencia y un indicador de que necesitaba más terapia.
También sus padres fueron evaluados por los terapeutas, quienes notaron que el papá solo había realizado prácticas comunes de todo padre y necesarias para el cuidado de un niño ( aseo)
y que lo que Beth denominó“hacer el amor” significaba para la niña “tener mucha simpatía y afecto por alguien”. El caso fue esclarecido.
Retrospectivamente, vemos que la niña respondió las preguntas por abuso sexual, estando bajo las influencias de la temática edípica, y el romance edípico que estableció con su papá, y por
la tergiversación de un juego físico natural y normal en las relaciones entre padre e hija.
Lo referente a lo inadecuado de incluir a estaniña en un grupo terapéutico para niños que sufrieron abuso sexual cuando el hecho no estaba pr
obado es altamente cuestionable.
Cuando el hecho no ha sido confirmado, el niño tendría que ser derivado a una terapeuta de niños, quien, como es de rigor, registra cualquier dato de interés y lo documenta. ( Ver ob.cit. por
tener total consistencia con nuestr a posición al r especto ya enunciada )

Las fantasías edípicas tienen especial incidencia en est


os casos y pueden ser la base de unaerrónea denuncia de abuso sexual.
La metodología propia de la terapia para niños que sufrieron abuso, pueden despertar las fantasías básicas sexuales, porque el niño las verbaliza directamente, explícita cuestiones que en
otro lugar y momento deben ser reprimidas .Aunque las fantasías edípicas pueden despertarse en circunstancias y actividades relacionadas con el sueño y la cama, con el baño o mediante
las técnicas específicas de juego diagnóstico, el niño que no fué abusado, no cuenta con recursos simbólicos para especificar las características de un pene, de la vagina, del comercio
sexual por el ano o por la boca, como los niños que han sufridoealmente
r abuso sexual.
Nosotros , reiteramos entonces, la importancia de no contaminar la evaluación psicodiagnóstica realizada en sede pericial con la utilización previa de las Muñecas anatómicamente correctas, ya que son
para el niño una fuente directa de conocimiento sobre la anatomía adulta, que de otra forma un niño normal no tendría.
Caso 3 ( Desórdenes Psiquiátricos)Los padres de Carl se separaron cuando el niño tenía 3 años .Se le otorgó un régimen amplio de visitas al padre, que no obstante acusaba a la madre de
múltiples fallas en su rol .
La batalla en la corte continuó hasta que el padre se casó y tuvo otro hijo.

Carl tenía 5 años cuando le dice al padre que su mamá le pegaba, le daba patadas y mordía sus partes íntimas. En el servicio de Protección Infantil él dijo “muerde mi pene tan fuerte que tengo que dejarlo
en su boca”. Carl fue descripto como un niño irritable, agresivo, sexualizado, y muy nervioso, con alto puntaje en la escala de Ansiedad (128 puntos.) Respuestas en el C.A.T. de siguiente tipo: “la mami y el
pequeñito están andando en bicicleta, el bebé fue arrojado de la bici por accidente. Ella para y el niñito toma la bicicleta y se puso enfrente donde podía estar debajo de su vestido “y otros contenidos
bizarros y sexualizados. Carl estaba muy interesado en exhibir sus genitales, mentir y manipular a los adultos.
El también entablaba juegos sexuales con otros chicos, estaba fascinado por los genitales de un perro, y le gustaba hablar de que había sido molestado sexualmente. También acusó a su terapeuta de
abuso sexual cuando éste lo ayudó a salir de debajo de la mesa.
La madre estaba confusa y preocupada por las acusaciones hechas por el padre , un médico que entraba en cólera fácilmente cuando algo no estaba de acuerdo a sus deseos. Ambos padres, colmaban de
toda clase de atenciones al niño que era hijo único. Aunque todos los exámenes psicológicos y médicos concordaban en dudar de que los Abusos hubieran en verdad ocurrido, la Justicia ordenó un
severo límite a la visita de la madre para protegerla de denuncias falsas de Abuso.

APADESHI

* Todos los car gos al respecto fueron suprimidos, per o la disputa por la cust odia continúa.
Carl estaba sólidamente identificado con las características de dominación y enérgica personalidad del padre, a quien percibía como omnipotente. Necesitaba fundirse con los aspectos
poderosos de sus padre para mitigar sus sentimientos de inseguridad y de Indefensión. Aunque el padre persistentemente negó ejercer algún tipo de influencia negativa en contra de la
imagen materna, su ira y rencor a su ex-esposa eran evidentes. Carl en apariencia, parecía compartir la opinión de su padre en contra de su mamá y actuaba patológicamente ( acting-out) el
odio del padre hacia la madre.
Los caóticos pensamientos del niño, con emergencia de material del proceso primario y el deterioro de su sentido de la realidad fueron también factores que contribuyeron enormemente.
Comentando este caso clínico queremos agregar que existe un interesante y bien documentado trabajo de J. Adams sobre la alta incidencia de las conductas sexualizadas en los niños con
trastornos Psiquiátricos.( Ver Adams J.Child Abuse & neglect v ol.19.n5 pp.555-568 ( l995))
Caso 4 (alucinaciones compartidas) El mecanismo por el cual un niño no psicótico puede compartir delirios con un adulto con el que convive, puede ser referido por el caso de Donna de 2 años quien
vivía con su mamá. Todo el tiempo en que duró la tormentosa separación de sus padres, la madre había denunciado que suponía que la niña era abusada sexualmente por su progenitor. Por lo
tanto se evaluó a la menor sin encontrar evidencias de ese daño. En despecho de lo cual, después que Donna regresaba de las visitas a su padre, la madre realizaba una inspección en los genitales
de la niña concienzudamente y luego la interrogaba sobre si había sido abusada por su papá. Más tarde, la madre llevó a la niña a una Clínica psiquiátrica para que le hicieran una evaluación sobre
abusos sexuales porque la niña se mostraba temerosa de los hombres. Durante una hora de juego diagnóstica ,la niña expresó como la aterrorizaba ser dañada física y sexualmente. La madre fue
descripta como una persona con una conflictiva no resuelta sobre la sexualidad y en relación con los hombres.
La terapeuta de Donna, dijo que no había temática sexual en sus juegos pese haber pasado más de 4 meses desde el inicio del tratamiento. Tampoco la evaluación médica rebeló ningún
abuso sexual. Tampoco las posteriores evaluaciones psicológicas y médicas que se efectuaron judicialmente.
Se asignaron visitas supervisadas al padre, no para proteger a la niña sino para protegerlo a él de falsas denuncias y para prevenir la victimización de la niña por las inspecciones
vaginales a que era sometida por la madre.
La madre de Donna estaba completamente convencida de que su hija había sido objeto de abuso sexual. Ella comunicó a la niña su concepción de lo peligroso que eran los Hombres y de
que era probable que la violasen. Aunque Donna hablaba afablemente de su papá y no presentara ninguna evidencia de abuso, su miedo a los hombres y a la sexualidad eran una
manifestación de las erróneas proyecciones de su mamá .
Otros ocho casos (escrito de BRAN T and SINK) similares a los dos últimos fueron explicados sobre la base de un diagnóstico de “folie a deux” entr
e padre e hijo.
El DS.M.III define este cuadro psicopatológico o delirio paranoico en el que una persona comparte los delirios y alucinaciones de otra persona con la que convive y que es un psicótico.
En el caso de Carl y de Donna el padre dominante tenía opiniones equivocadas sobre el otro progenitor y aunque estaban emocionalmente trastornados, no eran psicóticos.
Una explicación más correcta de estos casos sería que los niños compartían identificaciones proyectivas de adultos muy autoritarios.
La identificación proyectiva es un mecanismo que no se circunscribe a los pacientes psicóticos sino que es especialmente común en sujetos con una personalidad bordeline. Pero también
es un fenómeno de la normalidad , HOROWITZ describió a las identificaciones proyectivas como un mecanismo intrapsíquico y como un fenómeno interpersonal que está siempre presente
en las relaciones interpersonales de carácter íntimo y en las relaciones conyugales.
La permeabilidad del los límites del Yo, que es una característica de los vínculos muy próximos e intensos, permite una transferencia de una cantidad de contenidos mentales de un
individuo a otro. De acuerdo a esto último, en los casos de litigio en Divorcios destructivos, con la falsa acusación, un pariente, el acusador, proyecta sus impulsos agresivos y sexuales
sobre el otro ( el hijo) en un intento de dominarlo, devaluarlo, o de controlarlo.
El ataque es generado por una primitiva envidia y el deseo inconsciente de mantener unaelación
r simbiótica con el hijo. El padre acusado, es el receptor de estas proyecciones patológicas y
no acordes a la realidad, siente ser objeto de una injusticia, estar manipulado y avasallado por el otro ( el acusador) y responde con odio, enojo e indignación. Esto sirve para confirmar como
cierta la acusación y el acusador empieza a promover denuncias falsas intentando controlar al acusado y prevenir más “transgresiones“.

En el proceso que describen los autores, mediante la promoción del arranque de furia del acusado, el acusador puede satisfacer su deseo de estar unido con su ex-cónyuge a través de
la pelea. Este es amado y odiado al mismo tiempo.
En los casos de impedimento de contacto o litigios por tenencia, estas oscilaciones de proyecciones e introyecciones empiezan a generar frustración y confusión en todos, incluidos los
abogados y los psiquiatras intervinentes . Por lo cual, estos casos tienden a caer en procesos largos e interminables y sin claras resoluciones.
El niño, bajo la influencia de un padre que ejerce la tenencia en forma muy autoritaria, está inconscientemente involucrado en las percepciones y distorsiones de su padre sobre la
perversidad del otro progenitor.
Que los niños compartan las identificaciones proyectivas del adulto con el que conviven, se facilita por la posición dependiente del niño conespecto
r al adulto.
Que el niño comparta las percepciones del adulto que ejerce la tenencia, aún cuando no sean reales, es posible porque el menor no tiene aún cristalizada una identidad propia y porque tiene
una información muy limitada sobre los temas de la sexualidad .
Las identificaciones proyectivas que el niño comparte con el progenitor con el que convive pueden continuar influenciando en el niño cuando el padre está temporalmente ausente , por lo
tanto, el niño puede proveer al psicólogo de datos sobre un abuso sexual no sucedido estando bajo influencia de la persuasión paterna.
En los casos vistos , los niños “contaron la verdad”, lo que ellos consideraron era la verdad pero en realidad no fueron objeto de abuso por sus padres. En la experiencia de los autores, los
niños mayores de 8 años, rara vez o nunca realizan denuncias falsas sobre abuso a sabiendas, aún cuando ellos claramente quieren que la custodia sea otorgada a un padre y no a otro.
Algunas veces, se tiene noticia de un caso esporádico en el cual un niño menor de 6 años ha mentido conscientemente y fabricado mentiras sobre abuso sexual y ese problema merecería
otros estudios.
Cuando un niño es persuadido por un padre que ejerce la tenencia, quien interpreta fantasías emergentes de la conflictiva edípica, como pruebas de abuso sexual o que sufre trastornos
emocionales comprobables, es inverosímil cambiar, en la realidad psíquica de los actores , lo “verdadero” de esas historias. Otras veces, los niños que comparten las identificaciones
proyectivas del padre que ejerce la tenencia, a menudo, pueden cambiar su percepción errónea del hecho y sus historias cuando ellos están alejados del padre conviviente durante un
período y establecen una relación más fluida con el padre acusado.
Tal cambio disminuye la influencia de las identificaciones proyectivas del otro padre en el niño y la confrontación con la persona real del padre acusado erróneamente.
Como comentario al trabajo de ALAYNE YATES,M.D. and TIM MUSTY, nosotros adherimos a la perspectiva de los autores:
Tres años es la edad promedio de los niños que en nuestra experiencia han sido involucrados en denuncias de estas características. Es importante dejar constancia que a partir de los 7
años, el desarrollo evolutivo del niño lo hace menos vulnerable a la sugestión y tiene suficiente información sexual como para entender las implicancias de sus dichos .Concretamente,
puede establecer en una atmósfera adecuada el quién , el cómo y el dónde( los elementos del develamiento con criterios de credibilidad ).
Por otro lado, nosotros no verificamos en ningún caso mentira deliberada por parte del niño, sino que a partir de la presión familiar, los dichos del niño, sin significado sexual para él, y que el
menor cuenta por la presión del interrogatorio materno, son distorsionados por el medio familiar conviviente.
Por ejemplo, contactos corporales normales de la relación cotidiana entre padre e hijo, el cambio de pañales, son mal interpretados por los adultos, incluidos los abogados y los consultores
de parte, en dirección a inferir un posible abuso. En ninguno de los casos se encontraron los síntomas de mayor especificidad ni el perfil psicológico congruente con el hecho en el adulto
acusado.
La prevalencia de Trastornos de la personalidad en los que existe un fuerte componente de distorsión de la percepción de la realidad y de los mecanismos subyacentes de proyección de
todo lo negativo, peligroso y persecutorio en el ex-cónyuge, también se verificó en los estudios psicodiagnósticos de los padres que ejercían la tenencia en nuestro estudio de campo.
(Personalidades bor delines, personalidades histéricas con componentes psicopáticos )

Otro elemento coincidente y que merece un análisis separado es el tema de la convicción de los padres que ejercen la tenencia de que los hijos están en peligro de ser agredidos
sexualmente en el hogar del otro progenitor.
Este temor es previo e infundado lo que es también es una característica diferencial con los casos de abuso comprobado en que la familia ,ya sea en casos de abuso intrafamiliar o
extrafamiliar es sorprendida por el develamiento de abuso sexual del niño y no es creído en un primer momento por el impacto emocional que causa . En cambio, el padre conviviente, desde
mucho tiempo antes interroga y previene al niño sobre posible abuso sexual. Busca indicios, en el comportamiento del niño o en alguna expresión neutra suya de posibles hechos abusivos.
Más recientemente, William Bernet (1993), investigó el tema de las denuncias erróneas de Abuso sexual. Queremos especificar que utilizamos el término Abuso sexual no en su sentido
jurídico sino según las definiciones usadas en Psicología , es decir, el contacto sexual entre un niño y un adulto, en el que el niño es usado como objeto y por lo tanto nunca es complaciente .
Bernet (1993) indica que el objetivo de su trabajo es clasificar y definir varios tipos de denuncias falsas. El método usado fue la revisión de 40 artículos y libros, que contienen literatura sobre
el tema. El mérito del estudio de Bernet es la clarificación del concepto de adoctrinamiento, sugestionabilidad infantil, fantasía, ilusión ( percepción errónea de un estímulo externo real), mal
interpretación, comunicación equívoca, mentira inocente, mentira deliberada, confabulación, pseudología fantástica, sobreestimulación, contagio grupal, substitución del perpetr ador.

Mediante la especificación de los mecanismos que pueden explicar porqué una denuncia es errónea , el autor logra su correcta clasificación . Esto es de relevante importancia tanto en el
ámbito clínico como en el campo forense. ( ver EN EL CAMPO DEL ABUSO SEXU AL INFANTIL William Bernet.D . J . AM .ACAD .CHILD .ADOLESC .PSY CHIATRY ,32 : 5 ,SEP.1993)
Las definiciones de los posibles mecanismos operantes, se basan en la experiencia clínica. y la revisión de la Literatura sobre el tema por parte del autor. Su enfoque difiere del de Yates y
Musty, porque se va a centralizar en el tema de la Mentira.
En relación a lo cual cita diferentes trabajos , Ford y col.(1988) revisaron el tópico general de la mentira e indicaron que tenía múltiples determinantes , incluyendo lo evolutivo, lo biológico , lo
social y lo psicodinámico. Chagoya y Schkolne (1986) publicaron una revisión de la literatura de niños que mentían relacionando la mentira y los conceptos psicoanalíticos; los conceptos
evolutivos y la interacción del niño con sus padres. Ekman,(1989) presentó distintos temas que pueden motivar la mentira infantil .
El tema del desarrollo evolutivo de los niños, la gradual distinción entre fantasía y realidad ha sido bien tratado por Goldberg (19730 Piaget (1965) y Quinn (1988).
Los chicos pueden hacer falsas denuncias en las vealuaciones psiquiátricas. Algunas veces, los niños hacen falsas negaciones del abuso.
La clásica descripción de la falsa negativa del abuso incluye : la secreta asociación con el padre que comete incesto.(Rush, 1980 ); la “fase de supresión “, cuando la familia presiona al menor
a retractarse de sus denuncias ( Sgroi, 1982 ) y el “Síndrome de Acomodación del Niño abusado” que explica las complejas razones que motivaron a jóvenes niñas a negar el incesto sufrido. (
Summit, 1983).

Otros casos de niños que hacen falsas denuncias, han sido descriptos por Benedeck y Schetky (1985);Clawar d y Rivlin (1991); Everson y Boat ( 1989);Gr een (1986) Goodwin y col (1978,1980) Kaplan y Kaplan
(1981);P eters (1976) ;Schetecky y Green (1988) Schumann (1986,1987) y Yates y Musty (1988). Muchos de los ejemplos de falsa denuncia usados en el trabajo de Benedek que comentamos ,fueron
tomados de estos artículos.
Mikkelens y col. (1992) propusieron 4 subtipos especiales de FALSA DENUNCIA DE ABUSO SEXUAL:
(a) Originadas en las disputas legales por custodia y régimen de visita de los menores involucrados;
(b) Originadas en acusadores con disturbios psicopatológicos
(c) Originadas en la manipulación consciente del niño
(d) Causadas por elementos iatrogénicos. ( ver Cuadr o 1- Denuncias err óneas de Abuso sexual )

Myers y col. revisaron el rol de testigos expertos en los litigios de tenencia e impedimento de contacto en cuyo transcurso surgen denuncias de abuso sexual. Muchos autores han sugerido
guías clínicas específicas , incluidos Benedek y Schetky * (1987 a, 1987 b);Clawar * y Rivlin * (1991) ;Young * (1986);Gar dner * (1992) Jones * y Mac.Graw *(1987)’;Nur combe * (1986);Quinn * (1986,1992) ;Schetky * y
Green * (1988) y T err *(1986).

La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada,
particularmente si la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o el niño es menor de seis
años ...” (Ver False Statement and the diff erential Diagnossis of Abuse Allegations, William Berner t, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatr y, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)
Benedek destaca los disensos entre los profesionales sobre el tema de los límites de la competencia en la vealuación del psicólogo en los casos de Abuso sexual.
Como lo hicimos al inicio de este trabajo, en el Capítulo “El diagnóstico de Abuso sexual: una práctica controvertida “,destaca como ejemplo de las limitaciones de la Ciencia psicológica
en el área del abuso infantil, las disensiones de los profesionales y la falta de indicadores específicos que tan claramente ilustró la experiencia de .Horner y col.(1992) en la cual describió
como diferentes profesionales en Salud Mental arribaron a diferentes conclusiones en relación a un material de casos cuando se le preguntó si había ocurrido o no abuso sexual. ( La
mayoría de los pr ofesionales se equiv ocó).
Muchas investigaciones han examinado la sugestionabilidad del niño. Por ej. Cohen y Harnick (1980 ) compararon la memoria entre niños pequeños y los niños mayores y como podría
influenciar el efecto de la sugestión. Goodman y Reed 1( 986 ) hicieron una comparación entre los niños muy pequeños (3 años) , niños de 6 y adultos en relación a la forma en que recordaban
sus interacciones con un adulto no familiar y como los sujetos del estudio podían resistir a sus preguntas inductivas y sugerentes. Ellos encontraron que los niños muy pequeños carecen de
seguridad para responder preguntas objetivas y que pueden caer fácilmente en errores por efecto de preguntas sugestivas.
También concordaron en que la falta de recuerdos numéricos disminuye con la edad. Johnson y Foley (1984) encontraron que los niños jóvenes ( menos de 8 años ) tenían más dificultad que
los niños mayores en distinguir entre eventos imaginarios y otros que ocurrieron en realidad.
Resultados sobre investigaciones en esta área fueron publicados en libros editados por Ceci * y col *.(1987) y por Doris * (1991).
Terr * (1990, 1991) estudió la memoria y la credibilidad de los niños en el contexto de un elaborado experimento. Ellos encontraron que los niños de Chowchilla podían hacer un completo
informe y que tenían una muy vívida memoria de detalles de la matanza de la que habían sido los únicos sobrevivientes. Algunos, describieron interpretaciones erróneas en la forma de
ilusiones visuales, que Terr * pensó ocurrieron por efecto del golpe traumático como resistencia y oposición a repetir el trauma..
Raskin * y Steller * (1989 ) han teorizado una “metodología comprensiva” para evaluar la credibilidad de las denuncias de Abuso sexual, que incluía exámenes poligráficos del acusado y un
informe de la credibilidad del testimonio infantil. Raskin * y Esplin * (1991) describió un experimento que contenía los criterios básicos contenidos de las descripciones infantiles para poder
distinguir entre falsas denuncias y denunciasverdaderas.
Aunque estos autores asumen que generalmente las denuncias infantiles son verdaderas, ellos probablemente también admitirían que podrían existir falsas denuncias.
Por ejemplo:
· La confusión infantil entre realidad y fantasía
· Adoctrinamiento malicioso o los disturbios mentales de un padre

La sugestionabilidad infantil o la coerción psicológica deben ser considerados en la entrevista preliminar.


El problema común y práctico que intentó resolver Benedek , es cómo poder distinguir la denuncia errónea de la que no lo es . La “fantasía” más común de los clínicos es que se trate de una
confabulación o mentira patológica, pero esto en realidad no sucede y no hay registros clínicos al respecto. Es decir en estos casos el niño nunca “confabula”, sino que tienen lugar otros
mecanismos que se suministran a continuación:
Trataremos de clarificará los conceptos de Adoctrinamiento, Sugestionabilidad, Fantasía, ilusión, Interpretación errónea, mentira inocente, mentira deliberada, confabulación, pseudología
fantástica, sobrestimulación , contagio grupal, sustitución del perpetrador.
Para mayor claridad, consideraremos los distintas formas de diagnóstico de Denuncias de Abuso sexual.( Cuadr o 4)
Una particular forma de falsa denuncia ( vista por Bernet en niños que sufrían síntomas de Pseudología fantástica ) no fue descripto en la literatura reciente. Este trabajo incluye 3 ejemplos de falsa
denuncia que parecen ilustrar el fenómeno de pseudología fantástica.
Las siguientes posibilidades pueden darse cuando un niño es llevado a la evaluación de denuncias de abuso sexual.
1) La denuncia es v erdadera : El niño y su padr e están segur os y son v eraces. Este es el caso más usual, en el 90% de los casos ( Cantwell, 1981)

2) Mal interpretación y sugestionabilidad parental : El padre puede estar ansioso, temeroso y angustiado .El padre ha tomado una inocente o neutral parte de un compor tamiento, lo ha magnificado en el peor sentido, e
inadvertidamente induce al niño a garantizar su mala interpretación de los hechos. Yates y Musty (1988), según ya destacamos , describier on una familia divorciada en la cual la madre sostenía que el padre había abusado
sexualmente de su hija de 2 años. Los servicios de protección infantil determinar on que el abuso no había existido. Después de cada visita del padre, la madre continuamente inspeccionaba los genitales de la niña y le
preguntaba con insistencia si había sido abusada sexualmente. La madre consultó a una terapeuta porque había notado el marcado miedo a los hombres de la niña .Después de 4 meses de terapia la niña “puso una muñeca
masculina en el ár ea vaginal de la muñeca f emenina y dijo a la ter apeuta “ mordiendo, mor diendo “. Esta inter vención de la pr ofesional obr ó como sustent o a los temor es y sospechas maternos.

Es interesante la coincidencia con los casos ya mencionados en el Capítulo II donde analizamos 3 casos clínicos muy similares a este y con la utilización de Muñecas Anatómicamente
Correctas.
Todos estos casos coinciden en los siguientes puntos:
· Ausencia de r evelación espontáneo de la niña . Luego de varias sesiones , un compor tamiento neutro , no sexualizado , del niño con la muñeca, es interpretado por la terapeuta como indicador de abuso. Recordemos en
apoyo de esto último, el ya referido estudio de Boat que aconseja no sobreinterpretar el juego infantil con las muñecas como indicador de Abuso. Sobre la mala práctica de su uso diagnóstico ya nos hemos referido con
mayor amplitud en el capítulo específico.

Prosiguiendo con el caso descripto por Yates, ante la insistencia materna , los servicios de Protección volvieron a investigar el caso y otra vez determinaron la no ocurrencia del abuso.
3) Mal interpretación de signos físicos: Un padre vengativo o sumamente ansioso o un Profesional de la salud que fue mal informado puede llegar a la conclusión que los daños y lesiones del niño fueron causados por
abuso sexual .Rober t, que tenía 8 años, er a hijo de pa dres separ ados. El vivía con su madr e y pasó una lar go verano con el padr e. Luego del r eintegro del niño al hogar materno, el niño fue lle vado a un psiquiatr a porque su
madre pensó que había sido abusado físicamente y sexualmente por el padre durante el veraneo. Ella había inspeccionado al niño y encontrado marcas en la espalda que pensó eran quemadur as de cigarrillos y que se
extendían cerca del pene y del pubis. En la investigación durante el proceso legal , las marcas de cigarrillos resultaron ser picaduras infectadas de mosquit os y los hematomas abdominales resultado de surfear en la
playa. Este mecani smo como iniciador de las “sospechas” de Abuso sexual, también es referido en uno de los casos citados. La madre indica que la niña se quejaba de ardor y picazón en la zona vulvar ,que es
interpretada por la profesional actuante como signo de Abuso y que sustent ó el “diagnóstico ”. Durante el proceso legal, el Pediatra de la menor indicó que la niña padecía desde larga data de öxiurus , lo que producía el
rascado de la zona anal y vulvar, su infección y otros síntomas como irritabilidad, trastornos del sueño, etc. Estos datos de la historia clínica de la niña fueron corroborados por la Autoridad Judicial y por el Médico legista
que no encontr ó signos físicos de victimización sexual.

La profesional actuante recepcionó la opinión materna omitiendo inter


consulta al Médico Pediatra.
4) Ilusión (La ilusión es una Percepción real a partir de la cual se elabora una interpretación errónea ) El padre tiene una personalidad de características Paranoides. Ha participado activamente para imponer su
percepción distorsionada de la realidad al niño que ahora compar te la misma ilusión ( Ilusión en el sentido de una percepción correcta, acorde al principio de realidad pero a partir de la cual se superpone la
interpretación delir ante).El niño y su padre compar ten un “folie ä deux” o el niño puede simpleme nte contribuir al delirio tratando de acomodarse a la insistente afirmación del padre de que el abuso realmente sucedió.
Green * (1986) presentó el caso de una niña de 9 años cuya madre pensaba que su ex - esposo la había molestado sexualmente desde su más tierna infancia. La niña dijo con repugnancia que el padre la había
toqueteado en la cama. La niña más tar de dijo que el testimonio no fue v erdadero, pero que ella había sostenido la falsa denuncia par a complacer a la madr e y como reacción a la insistente persistencia de la madre en
que el abuso había sucedido. En la e valuación , la madr e expresó que se había equiv ocado en sus interpr etaciones relativas a la r elación incestuosa padr e-hija.

5. Adoctrinamient o del padr e; El padre fabricó la denunci a e instruyó al niño sobre lo que debía decir. Clawar * y Rivlin * (1991) ha presentado muchos ejemplos de “programación” de los niños, especialmente en los casos
de custodia disputadas. En un caso, (pp. 53-55 Ob.cit.) una niña de 12 años testificó falsamente en la Corte diciendo que su padre hizo que ella tocase su pene cuando se metió en la cama de la menor. La denuncia falsa
de la niña, fue , en par te , debida al adoctrinamient o materno y par te fruto de sus mentir as .

6. Sugestión del entrevistador: Los entrevistador es previos a la evaluación forense, pueden haber inadvertidamente contaminado la evidencia por las preguntas realizadas en forma sugerente y directiva. Benedek *
ejemplifica este mecanismo de la siguiente forma :Un nuevo miembro de un staff. de una agencia de un servicio de protección entrevistó a una niña de 4 años y le preguntó si el padre le había tocado sus zonas genitales.
La niña dijo que no. El trabajador social le volvió a insistir. La niña dijo que no. El trabajador social le dijo que si la niña le contaba lo que había pasado con el padre iban a jugar juntos. La niña volvió a negarse, el
entrevistador hizo girar a la niña en la silla, lo que le encantó. El trabajador social dijo que volvería a jugar con la silla si le contaba que le había sucedido con su Papá. “ La niña dijo que el padre había tocado sus partes
íntimas”.

El quinto proceso que ha sido descripto involucra o una persona externa que ejerce influencia sobre el niño o sobre la situación en diferentes direcciones. El próximo de los procesos son
mecanismos mentales que tienen lugar en la mente infantil.
7. Fantasías E dípicas : El niño puede confundir fantasía con realidad. Esto es un fenómeno muy común en el caso de los niños pequeños. Por ejemplo, un niño en una Jornada de Cuidados en un Centro de Cuidados, puede
decir que otro niño ha sido abusado sexualmente. Puede confundir su propio punto de vista con el de los otros y pensar que lo que le sucedió a otro niño le pasó a él mismo. Las fantasías edípicas como una explicación
de las denuncias falsas fueron estudiadas por Rosenf eld y col. (1979).Ellos e xploraron algunas de las complejas dificultades en d istinguir que es atribuible a la fantasía en los r eportes de incest o .
8. Delirios psicóticos; Aunque raros, los delirios y alucinaciones acerca de la sexualidad pueden suceder durante los moment os psicóticos. El caso de Jenny, de 15 años, que era miembro de una programa de internación
para psicóticos. Ella tenía desorganización témporo-espacial, delirios paranoicos, terrores y rechazo al alimento y negativismo. La familia sabía que la menor había sido tocada indecentemente por un tío. Durante los días
en que estaba clar amente psicótica, Jenny decía insi stentemente que el tío la había violado. F uera de los moment os agudos, Jenny aclar ó que la había t ocado e intentado besarla per o no la había violado.

9. Interpretación err ónea: Una interpretación errónea puede estar causada por una falsa creencia, pero derivada de algo que realmente sucedió en un primer moment o. Un niño pequeño con una interpretación errónea puede
decir que dos personas están peleando, cuando en realidad están teniendo relaciones sexuales. Un adolescente tempr ano ,en el afloramiento de su sexualidad ,puede malinterpr etar una palmada en las nalgas como una
caricia sexual.

10. Comunicación err ónea: Una falsa denuncia de abuso puede estar originada a partir de un equívoco verbal. El niño puede no entender una pregunta del adulto o entenderla mal, el adulto puede mal interpretar o tomar
alguno de los dichos del menor fuera del contexto. Yates * y Musty * (1988) han descript o el caso de una niña de cinco años, cuya madre la interrogaba sobre un posible abuso sexual del padre. La niña parecía entender el
sentido de la pregunta cuando la mamá le preguntó “Tu padre hizo el amor contigo? ”Contest ó afirmativ amente. Como resultado de esta pregunta , la niña recibió tratamient o psicoterapéutico durante muchos meses. La
evaluación psiquiátrica posterior determinó que la niña pensaba que hacer el amor er a que su padr e y ella se querían mucho.

Comentando este caso descripto por Yates * y Musty *, queremos enfatizar una vez más que es parte de la evaluación psicológica del niño el poder determinar qué tipo de información
maneja sobre la sexualidad y que significa para el niño por ejemplo“Papá me tocó”, porque en un niño de 3 años que usa pañales , esto puede significar que su padre realiza los tocamientos
como parte de su higienización y que cualquier otra implicación sexual, sea totalmente ajena al espíritu del niño, por serle otalmente
t desconocida.
Los siguientes dos procesos, confabulación y pseudología fantástica, son algunos mecanismos que tienen ocurrencia en la mente infantil. Con el tiempo, el niño puede confundirse y sufrir
una distorsión en su memoria.
11. Confabulación: Este término ha sido definido como “ el acto de reemplazo de fragmentos perdidos de la memoria por la fantasía o por una realidad no acorde a lo sucedido “ (Campbell,1989,pág.146). El concept o de
confabulación , usualmente implica que el paciente fabrica historias o sucesos como una respuesta a las preguntas sobre eventos que actualmente la persona no puede recordar realmente. En algunos casos, diferentes
autores han usado el término confabulación en distintos sentidos. Ceci * ( 1991,p.8) usó la palabra “confabulación “ para referirse a la mentira consciente y deliberada. Nurcombe * (1986) definió el término como “una
fantasía personal que el sujet o percibe como r ealidad”.

Kopelman * (1987) ha encontrado que la gente normal confabula en la misma forma que los pacientes con Mal de Alzheimer y de diferente manera que en el Mal de Korsakoff. Lo diferencial
es que los pacientes con compromiso orgánico pueden confabular dentro de los 30 seg. posteriores después de escuchar una historia en particular, mientras que la gente normal
usualmente no empieza a confabular antes de las 2 semanas después de escuchar la historia. Benedek * y Schetky * (1987a) dicen que los niños pueden “llenar los blancos de su memoria
con confabulaciones “.Ellos también indicaron que esto puede ocurrir cuando el entrevistador , en forma repetitiva e insistente presiona a los niños para suministrar información que el niño
no recuerda realmente. Los niños pequeños puede asimilar las sugestiones de los padres o personas en su memoria. Ellos , de esta forma , confabulan en parte o en la totalidad los sucesos
que no pueden recordar.
Saywitz * y col *, (1989) han realizado descubrimientos sobre la sugestionabilidad infantil. Ellos describieron un ejemplo de confabulación de una niña .En este estudio, 36 niñas pequeñas
de 5 a 7 años, llevadas a un chequeo médico que no incluía ninguna examinación genital ni anal, eran interrogadas una semana después, y tenían que describir que había pasado durante el
examen. Durante el proceso de rememoración espontánea , ninguna de las 36 niñas narr ó ninguna examinación anal o genital.
Cuando específicamente fueron interrogadas sobre si fueron tocadas en las partes íntimas, 3 de las niñas dijeron que sí. Este es un ejemplo de sugestionabilidad infantil favorecida por el
entrevistador.
Una de las niñas, dijo que el doctor le había colocado un termómetro en el recto, este es también un ejemplo muy claro de confabulación.( El niño percibe que se le pide que recuerde algo y como el
recuerdo no sur ge, llena los “v acíos “con lo que cr ee que el adult o desea escuchar , en este caso contenid os relacionados con lo sexual, lo anal)
12. Pseudología Fantástica: Llamada también mentira patológica, ha sido definida como “contar historias sin motivos adecuados y discernibles, con convicción de que son verdaderas “ (Campbell * 1989,p.569) En algunos
casos, al final de la evaluación psicológica se pueden revelar los motivos subyacentes a la pseudología (Gerarcioti * y col *. 1987)La Pseudología fantástica es un viejo término de la Psiquiatría alemana creado por
Delbruk * (1891) .El término fue usado también por Kr aepelin * (1907,pp.526-531) y por Bleuler* (1924 p.108).

La Pseudología ha sido bien estudiada en los adultos psicópatas, en quienes sufren el Síndrome de Munchausen y en los que tienen desórdenes mentales orgánicos. Kohut * (1966) explicó
la pseudología en términos de trastorno del narcisismo, y la explica por una patológica expansión delSelf Grandioso del sujeto.
En la psiquiatría infantil, el concepto de mentira patológica fue tratado por Healy * y Healy * (1915). Ellos describieron muchos tipos de mentiras patológicas en los niños pequeños que eran
evaluados en una Corte de Menores.
Selling * ( 1942) dijo que el mentiroso patológico tiene una “definida tendencia a decir falsedades en relación a materias que pueden ser fácilmente verificadas y que sus mentiras pueden
servir a motivos no obvios “
En la literatura psicoanalítica, Deutsch * (1982 ) describió la pseudología fantástica adolescenteen un trabajo originalmente publicado en 1923. Ella definió a la pseudología como un “sueño
diurno comunicado como realidad “ a causa de severas frustraciones o decepciones.
Charlie de 5 años, fue llevado al Psiquiatra para ser evaluado porque en forma repetitiva realizaba juegos sexuales en el kinder y con sus amigos. Le dijo a su madre que el había aprendido sus “jueguitos”
en el transcurso de un día de cuidados especiales en un Centro de Salud. Después de una inicial duda, Charlie empezó a contar entusiastamente detalles de varios diferentes “jueguitos “de contenido
sexual. Decía que conocía cientos de ellos. El discurso de Charlie, a través de varias entrevistas fue exuberante, expansivo, elaborado , y relacionado con las rutinas vividas durante el día de cuidado
intensivo. Además dijo haber concurrido a 10 colegios diferentes, que había vivido en México, que un niño introdujo un lápiz adentro del pene, y otras mentiras. La impresión del autor es que Charlie estuvo
estimulado sexualmente en varios sentidos, pero mucho más estaba afectado por el fantaseo. Muchos de los dichos del niño son similares a los registros de otros autores. El niño dijo que había visto a un
niño con su pene enteramente ensangrentado, esto coincide con algunos rituales satánicos.
En relación a experiencias de rituales satánicos, con contenidos sexuales y referidas por niños y adultos, parecen ser un rasgo frecuente en las denuncias erróneas según varios autores en
los casos de Síndrome de Falsa Memoria. (Loftus *, Gardner * (1995)), debida a la estimulación de las fantasías inconscientes sexuales por par te del entr evistador.
En la revisión de recientes publicaciones psiquiátricas Bernett *, no registró ningún caso de denuncia sexual falsa por pseudología fantástica infantil. Pero varios de los casos que
mencionan otros autores , pueden ser explicados por este mecanismo.
Yates * y Musty * (1988) destacaron el caso de un niño, Carl 5 años, que había contado elaboradas historias sobre abuso sexual, frente a muchos psicólogos y psiquiatras. Era un niño
impulsivo, gustaba exhibir sus genitales, mentir,y manipular el entorno.
El “gozaba hablando de abuso sexual”, Carl denunció a los servicios de Protección Infantil que su madre había mordido su pene. “mordió tanto mi pene que tuve que introducirlo en su
boca”.
En un hogar sustituto, acusó a su terapeuta de molestarlo con intenciones sexuales, y dijo que su padr
e sustituto lo había corrido con sus pantalones desabr
ochados.
En la literatura antigua, Healy * y Healy *(1915) han dado muchos ejemplos de falsas denuncias de abuso sexual que pueden serconsideradas producto de la pseudología fantástica.
William Haley *, fue el primero en introducir las Cortes Juveniles en USA., pensó que la mentira patológica era un fenómeno diferente que la mentira ordinaria del delincuente. El dijo que la
mentira patológica ocurría solo en el 1% de los delincuentes y que la“acusación falsa patológica” ocurría en el 0,5% de los casos.
Para ejemplificar esto último, Haley * se refiere al caso de una niña:Bessie, de 9 años, que acusó al padre y al hermano de incesto.
La niña había vivido en muchos hogares sustitutos y había estado con su padre solo 6 meses. Bessie tenía una dramática forma de describir a su padre como “morboso mental”. Dijo que
estaba obligada a mantener relaciones sexuales con su padre y hermano durante todas las noches. También describió experiencias sexuales ocurridas a los 5 años, que iban desde la
autoestimulación a participar en las relaciones sexuales de terceros. Ella dijo que sus experiencias sexuales involucraron a niños y niñas de sus anteriores hogares de tránsito. Después de la
evaluación de este caso, Haley * opinó que la niña “había tenido una variedad de experiencias sexuales anteriores” pero él llegó a la conclusión de que estas dramáticas historias estaban
lejos de ser ciertas y de ser sucesos reales, y que no había ocurrido el incesto.
Destacó que la “primer historia de la niña estaba tan bien narrada que muchos habían sido convencidos de su veracidad y de la culpabilidad del padre “.
Los siguientes dos procesos involucran mentiras. Anna Freud * (1965,p.115) descubrió tres formas :
· Mentira inocente
· Mentira patológica
· Mentira del delincuente

Kerns (1987) claramente distinguió entre mentira , mentira patológica , ilusión y confabulación.
El tópico de la mentira infantil ha sido bien estudiado por Chagoya * y Schkolne * (1986), Ekman * (1989), S.F reud * 91913) y Goldber g * (1973)

13. Mentira Inocente : Los niños mienten por muchos motivos, frecuentemente fabrican denuncias falsas como un medio de manipular una situación en la que están afectados. Gesell * y Ilg * (1946) dijeron que un niño
normal de 4 años “contaba grandes mentiras”. Para ilustrar este fenómeno, Goldber g * (1973) destacó como un niño de 3 años anunció a su madre, al término de una conversación con el doctor, que éste le había
prohibido comer verduras. Cuando la madre le dijo que hablaría con el doctor para estar más segura de los dichos del niño, éste agregó que el doctor había muerto. Derdeyn * y col *. (1992) presentó un incidente de
mentira inocente que terminó en una denuncia de abuso sexual. Justin de 4 años, jugando con sus muñecas, tocó con el pene a su muñeca y le dio un sonoro beso, estos compor tamientos fueron observados por la
madre, que le pr eguntó “Justin, que estas haciendo?” y el niño solo dijo una única palabr a : “Papi”.

En la evaluación del caso, los autores determinaron que existía un conflicto grave entre los padres, quienes estaban divorciados. El niño , probablemente, había entrado en una “mentira
inocente” para desviar la ira materna de él y dirigirla contra el padre.

En el futuro, podrían aparecer más casos de falsas denuncias de abuso sexual sobre la base de una mentira inocente del niño, dada la actual tendencia a instruir al niño y de enseñarle la
diferencia entre “buenos contactos” y “malos contactos”, esto podría, según Bernett * , en algunos casos, derivar en que un niño que no fue abusado sexualmente pueda hacer una denuncia
falsa sin conocer las implicancias de su mentir
a.
14. Mentira deliberada: Se refiere a las mentiras que tienen una utilidad, son intencionalmente fabricadas y que son comunes en los niños y adolescentes. Los niños mayores pueden entender en toda su dimensión los
problemas morales y legales pero igualmente distorsionar la realidad para conseguir ventajas personales . Wanda, de 14 años, quedó embarazada y tenía mucho miedo de la repercusión de este hecho en sus familiares.
Ella mantenía r elaciones con un jo ven de 18 años, pe ro acusó a su padr astro de abuso sexual. Su mentir a servía al doble pr opósito de proteger a su no vio y de perjudicar al padr astro, al que no aceptaba.

Los próximos mecanismos descriptos en este trabajo, son , la sobrestimulación, contagio grupal y sustitución del perpetrador y pueden ser la explicación subyacente a un caso de falsa
denuncia de abuso sexual.

15. Sobr eestimulación: Schetky * y Green * (1988) ha elocuentemente descripto como algunas prácticas Parentales, tales como caricias corporales y nudismo pueden ser una crónica sobrestimulación para los niños. Aquí
Bernett * no r ealiza la siguiente aclar ación que nosotr os consider amos indispensable :
Existen ciertos comportamientos de los adultos, por ejemplo compartir la intimidad del baño, vestirse en presencia de los hijos, etc. que implican para el niño una situación traumática que su
psiquismo no puede resolver. En la educación cotidiana, los padres ayudan al niño a interiorizar los mecanismo de la represión de la sexualidad.Este proceso se logra mediante:
· La separación intergeneracional
· La separación de los espacios ( dormit orios separ ados )
· La separación de la sexualidad de los padres (la sexualidad adulta no debe ser vista por el niño y es un T abú)
· La prohibición de la visión del cuerpo del adulto

En el desarrollo infantil existe un pasaje de laexpresión de afecto mediante el cuerpo a la expresión mediante el lenguaje.
La lactancia en la que existe un íntimo contacto cuerpo a cuerpo entre madre-hijo, es vehículo privilegiado del intercambio de afecto y ejemplifica el momento inicial del pasaje gradual y
normal de la comunicación afectiva corporal entre el progenitor y el niño.
Gradualmente, al igual que la lactancia ya no es necesaria cuando el niño adquiere otras formas de sustento, la caricia y el contacto corporal estrecho dejará lugar a la palabra como vehículo
de expresión de amor.
El bebé necesita de la proximidad del cuerpo del adulto, de su caricia como expresión de que es amado por el progenitor, pero el niño en la edad edípica preferirá la expresión verbal del amor
parental y ser ayudado a efectuar este pasaje. Por lo tanto, formas de expresión de amor que serían adecuadas para el bebé, en el niño edípico actúan como elementos de seducción del
adulto.
Cómo consideramos este término de seducción del adulto? Creemos que no nos apartamos del sentido que quiso darle Bernett *, explicando que se tratan de comportamientos del adulto,
como por ejemplo permitir al niño que duerma con él, ya sea esporádicamente o permanentemente, bañarse con el hijo, etc. que para el adulto no posee ninguna intencionalidad sexual, pero
que exponen al niño a una sobreestimulación de su sexualidad infantil y no permiten encauzar adecuadamente su sexualidad infantil.( represión de la sexualidad infantil para adecuarla a
los requerimientos de la Cultura).
Estos comportamientos Parentales de seducción, sin ser esencialmente comportamientos abusivos, porque el adulto no utiliza perversamente al niño, ni tiene intencionalidad sexual.
Pueden ser problemáticos en el contexto de las separaciones por divorcio. Queremos enfatizar además que son negativos para el niño y que tanto la madre como el padre deben evitarlos. (
Ej. No permitir al hijo/a ver la desnudez de la madre. No compartir con ella el ámbito de la higiene personal. No permitir al hijo/a dormir con la madre. Idénticamente en el caso del varón.)

Por ejemplo:
Una madre puede reaccionar exageradamente en medio de una relación de seducción mutua entre padre e hija,( caricias corporales que no involucran los genitales , como por ej. Abrazos prolongados )
sin ser relación erotizada y denunciarla como una er lación de abuso sexual.
16. Contagio grupal: El padre y el niño pueden ser víctimas de una estado de histeria causado por rumores o acontecimient os públicos relacionados con el abuso sexual. Podríamos describir el contagio grupal a nivel
histérico que conceptualiz ó Freud * , como un fenómeno grupal en el que existe un rasgo común a partir del cual se identifican los sujetos. Este rasgo común es un peligro externo, publicado por los medios de
comunicación ( ej. rapto, violació n de menores).Estos acontecimient os externos, despier tan en la gente modificaciones no intencionales de lo escuchado , en función de sus necesidades inconscientes. ( Según los
mecanismos del Rumor estudiados por Allpor t * ).

Como el rumor se transmite en forma oral, es muy sugestivo y muy convincente. La sociología y la explicaciones basadas en el contagio histérico fueron revisados por Gehlen * (1977) .Su
visión de que el contagio histérico es un tipo de locura, en el cual los participantes ven en función de sus expectativas “exhibiendo ciertos comportamientos que darán derecho a
considerarlos como beneficios secundarios del ol
r actuado”.

Kenner * (1988) sostuvo que este mecanismo de contagio grupal tiene su incidencia en las denuncias fal
sas por abuso sexual en los Centros de internación infantil.
17. Sustitución del perpetrador: Uno de los más graves aspectos de estas evaluaciones sobre Abuso sexual , es que el niño realmente pudo haber sido abusado sexualmente ( es decir manifiesta síntomas consistentes de
Abuso sexual ) ,pero la identificación del acusado es incorrecta y esto es el aspecto falso de la denuncia. Este es un problema no simple, la sustitución no depender á de los mecanismo anteriormente descript os. Sino que
puede resultar de la infiltr ación de fantasías pr ovenientes del Complejo de E dipo, en el que un tío que abusó sexualmente del niño puede ser confundido con el padr e .

Los niños psicóticos quienes fueron victimizados por una persona, pueden desarrollar un delirio que involucra a varias. A través de la pseudología fantástica o los mecanismos de
confabulación, un niño también puede hacer una sustitución de la persona. Y de acuer
do a esto, el niño puede mentir sobre la identidad del perpetrador.
Complementando lo expresado por Bernett *, nosotros hemos registrado un caso de sustitución del perpetrador:
En una niña de 12 años, con una grave depresión. Durante la evaluación psicológica forense a pedido del padre en el litigio por régimen de visitas, la niña indicó que había sido violada por su
padre. La niña presentaba los síntomas típicos de victimización sexual para su edad y evidencia física (desgarradura del himen de reciente data). Su descripción de los hechos era consistente,
contenía detalles contextuales que hacían creíble su relato, fechaba los hechos durante el último año, indicando los lugares y como los comportamientos abusivos se habían incrementando.
Aunque la niña indicó que el autor era el padre y la madre sostenía con indignación lo mismo, el progenitor solo había podido ver a sus hijas en forma esporádica y siempre en presencia
de Asistentes sociales y Oficiales de Justicia o en presencia de la madre y por lapsos no superiores a dos horas por visita, otras visitas habían transcurrido en la Comisaría de laMujer.
Mediante un adecuado tratamiento del caso, la pequeña pudo expresar que el concubino de su madre había abusado de ella en los últimos seis meses y de su hermana desde hace algunas
semanas y que temía la reacción materna si contaba la verdad, por lo cual había culpado a su padre. Culpar al padre, servía, fallidamente a dos propósitos :
· Poder expresar con libertad lo que la angustiaba
· Poder contarlo a un adulto para que la ayude y no perder el apoyo de su madre, aliándose con ella en contra del padre.

Las menores fueron entregadas en guarda provisoria a la pareja de los tíos paternos.
En nuestros registros este caso es excepcional, en parte porque la edad promedio de los casos vistos es de 3 años y por la gravedad de los hechos comprobados. Aunque los conceptos
anteriores son muy extensos, es posible hacer las siguientes oposiciones distintivas que sirven para clarificar y distinguir los mecanismos de Confabulación, Pseudología fantástica y
Mentira.
1- Diferencias entre Confabulación y Pseudología fantástica: Estos mecanismos mentales pueden diferenciarse en los siguientes puntos :
(a) El contexto social es diferente, la confabulación surge por la evocación de preguntas hechas por otra persona. El otro interroga persistentemente sobre un hecho que el sujeto no recuerda o que nunca
sucedió . En cambio , la pseudología fantástica surge sin la presión del otro y es creada para presionar a los otros significativos y en los que el menor quiere ganar influencia.

(b) La forma del testimonio es diferente .La confabulación es una relativamente breve tentativa de contestar una pregunta que tiene que ver con algo que el sujeto no puede recordar realmente, por lo
tanto el niño no realiza relatos detallados , es sintético. Se limita a concordar con las sugerencias del adulto.

Por esto es importante, en los casos de abuso sexual no realizar preguntas sugerentes o inductivas al niño, ya que este puede sentirse requerido por el adulto a contestar y ante la falta de
recuerdos , puede confabular . Por el contrario, en la pseudología fantástica, las historias son complejas y se alejan de la pregunta originaria y son deliberadamente contadas con gusto ,
placer y entusiastamente.
2- La confabulación y la pseudologíadifieren en la forma que la persona responde y se comporta cuando hay algo que contradice, como evidencia , sus dichos.: el confabulador persevera
en su historia, mientras que en la pseudología las personas desisten de la historia y empiezan a crear otras.

Otros proceso que queremos diferenciar es la Confabulación de la Interpretación errónea .Una mal interpretación puede causar una creencia falsa, pero esto es derivado de algo que
realmente ocurrió en un primer momento. Un niño puede malinterpretar una situación , puede decir que dos personas se estaban peleando cuando en realidad estaban teniendo relaciones
sexuales.
El niño que confabula puede decir que dos personas estaban peleando, cuando enealidad
r estaban sosteniendo una discusión muy acalor
ada.
Es importante también diferenciar entre la confabulación y la mentira deliberada : El niño que está mintiendo, quiere engañar, el confabulador no tiene conciencia ni intención de influir en el
otro, en realidad el niño que confabula por la persistente interrogación, por ejemplo de la madre luego de las visitas con su padre, que le pide una revisión de todos los momentos y acciones
transcurridos en ese evento, al no poder registrar los detalles, puede llenar los vacíos de su memoria en la dirección sugerida por la madre.

Como el niño no tiene información sobre la sexualidad, en realidad puede terminar asintiendo en cosas que no comprende y que pueden ser interpretadas erróneamente por el adulto
como una confirmación de abuso sexual. La Pseudología fantástica se diferencia de la mentira deliberada por la diferencia de las motivaciones de los sujetos. La mentira del delincuente
intenta engañar y la persona conoce exactamente, tiene conciencia de lo que está haciendo.
En la pseudología fantástica, el fabulador, intentando establecer una relación de influencia con el interlocutor, crea sofisticadas y atractivas historias y desea que el otro no descubra su
falsedad para evitar sentirse frustrado. No busca el engaño para el logro de un beneficio concreto, el deseo subyacente es ser amado, admirado, o compadecido.
El planteo de Bernett * de diferenciar y las distinguir diferentes tipos de Denuncias Falsas en los casos de Abuso sexual, son importantes por diferentes motivos.
Algunos profesionales entran en la simplificación de creer que los niños no mienten cuando hacen denuncias de abuso sexual. Los profesionales que suscriben esta posición, usualmente
no consideran la posibilidad de una falsa denuncia, ni los mecanismos de su creación , por ejemplo, la pseudología fantástica, y la confabulación.
En su artículo , Bernett * (1993) se adelanta a otros estudios de Loftus * y comenta el problema suscitado en Estados Unidos sobre denuncias que se atribuían a rituales satánicos, que en
realidad eran casos reales de pseudología fantástica.
Algunos clínicos, destaca el autor, pueden considerar la evaluación sobre la credibilidad del niño como un procedimiento relevante en la evaluación forense, pero de irrelevancia en el
abordaje terapéutico. Esto también sucede en nuestro ámbito.
Los terapeutas dirán que no es importante si el hecho en verdad ha sucedido , sino que el niño lo cree, y entonces es necesario el tratamiento. Tales posicionamientos, pueden causar
errores de diagnóstico y tratamiento en los niños pequeños.
La terapia de niños que dicen ser victimizados por sevicias sexuales, es totalmente distinto, si sus relatos tienen características de confabulación, pseudología fantástica o fabricación
deliberada, circunstancias que el profesional puede ignorar si parte de la premisa falsa de que el niño en e
r alidad habla de un hecho real.

Cuadro sobre los mecanismos que operan en las Denuncias Falsas o erróneas ( Bernet *)

La denuncia err ónea nace en la mente del padr e o de otr o adulto y es . Mal interpr etación y sugestión
impuesta en la mente del niño. . Mal interpr etación de signos físicos
. Ilusión par ental.
. Adoctrinación par ental
. Sugestiones del entr evistador
. Sobreestimulación
. contagio grupal de tipo histérico
La denuncia errónea tiene una causa primaria en los mecanismos .mentales Fantasías inconscientes
psicológicos del niño de tipo inconsciente y no intencionado . Ilusiones
.Mal interpr etaciones
. Comunicación equív oca
. Confabulación
La denuncia errónea tiene una causa primaria en mecanismos psicológ . Pseudología
icos fantástica
infantiles conscientes y de liberados. . Mentira inocente
. Mentira deliber ada

LAS TERAPIAS FOCALIZADAS EN EL ABUSO SEXUAL Y EL SÍNDROME DE LA FALSA MEMORIA


En los Estados Unidos de América existe un reciente movimiento de cuestionamiento de ciertas terapias utilizadas en adultos y que producen falsos recuerdos de abuso sexual en
personas que nunca fueron abusadas.
El tema merece nuestro interés porque estas terapias logran en los adultos por vía de la sugestión la producción de memorias de incesto. Estos pacientes, posteriormente, se dan cuenta de
que los recuerdos producidos en la terapia eran en realidad resultantes de la influencia que ejerció profesional.
La intensidad del fenómeno alcanzó proporciones alarmantes en ese país al punto de que se creó una agrupación denominadaMOVIMIENTO DEL SÍNDROME DE LA FALSA MEMORIA.
Basado en los estudios de los psicólogos cognitivos, y especialmente en los experimentos de Loftus *, se encontró evidencia empírica de que el terapeuta por la vía de la sugestión y sin
proponérselo, puede inducir al paciente adulto a “recordar” hechos de incesto nunca ocurridos. El punto de partida del proceso de inducción es la creencia del terapeuta de que el
paciente ha sido abusado sexualmente.
El terapeuta inicia su diagnóstico a partir de la presentación de ciertos síntomas en el paciente como: depresión, desórdenes de la alimentación, dificultades en el sueño, etc. Igual sucede
en el casos de los niños ya que el terapeuta realiza el “diagnóstico“ a partir de síntomas muy vagos.
A continuación utilizara técnicas y preguntas conductoras para “guiar” al paciente para que pueda contar la supuesta victimización.
La frecuencia con que el terapeuta “confirma “ sus expectativas es tan frecuente y alarmante como erróneas son sus conclusiones.
Se trata de la creación iatrogénica de una relación de “ folié á deux “, pero conjurada por el mismo terapeuta (Ver Adrienne Harris, Psychoanalitic Dialogues ,6(2) :155 -187,1996 .Symposium
on the “False memory Controversy” pág. 156 ). Los estudios y experimentos de Loftus * se dedicaron a investigar la implantación o inculcación ( implanting ) de sucesos falsos en niños
muy pequeños, menores de seis años. La autora buscaba estudiar la relación entre la sugestión y la inducción del adulto ejercida sobre el niño para que “recuerde” un hecho que nunca
sucedió, para luego recolectar las diferentes narraciones de los sujetos según sus propios puntos de vista y su convencimiento en la realidad de ese hecho ilusorio. Si bien sus experimentos
se limitaban a mostrar cómo se pueden crear memorias ilusorias en la mente infantil de hechos nunca sucedidos, su abajo tr causó un gran impacto al explicar el fenómeno de la creación de
recuerdos falsos de incesto durante la terapia en adultos nunca abusados sexualmente. Los afectados y sus familias se organizaron comunitariamente y presentaron su problemática en
los foros científicos, en los medios de Comunicación y en la Justicia.
[x2] Losniños que son sometidos a terapias inductivas, focalizadas en un supuesto abuso que pudo no haber ocurrido jamás no pueden tener conciencia de este riesgo. Los padr
es que los
llevan a la consulta también pueden desconocerlo.
Queremos referirnos a los estudios de Loftus *. En el primer libro de esta autora, existen claros ejemplos de falsos recuerdos de eventos nunca sucedidos que al ser referidos por un adulto
significativo, logran ser implantados o inculcados en la mente infantil.
Esta situación es una posibilidad en la que los clínicos tienen que pensar cuidadosamente, especialmente en los casos en los cuales un adulto que tiene una relación de poder con el niño (
maestro, padres, terapeutas ) lo interroga en base a una sospecha de abuso sexual. En algunos casos, la contribución y la participación del niño para tales sospechas es mínima o nula y la
base científica para sustentar una sospecha de abuso también.
Este fenómeno de implantación o inculcación de recuerdos de eventos nunca vividos, sin duda requiere un nuevo y riguroso diálogo entre los profesionales del derecho y de la psicología.
Es necesario considerar los avances actuales sobre el factor de la sugestionabilidad infantil y su vulnerabilidad a compartir las percepciones a veces distorsionadas de la figura de cuidado y
sostén primordial del niño y con la que convive durante la mayor parte de la
jornada.

En la matriz comunicacional que existe entre el niño y el padre con el que convive, esta figura ejerce una sutil y muy eficaz manipulación de las interpretaciones que el niño debe dar a los
acontecimientos y de su comunicación a losotros.
Esta adjudicación de significado comienza en los inter cambios pre-verbales entre la madre y el hijo. La madre comenta cotidianamente sobre la verdad o falsedad de las cosas que suceden,
y de esta manera la familia construye un mito familiar de los hechos pasados y de qué significan.
Por lo expuesto la madre tiene un considerable poder en el niño para lograr construir un muy convincente simulacro de Abuso a través del control de los significados y de su rol en el proceso
de representación simbólico.( Ver. Adrienne Harris *, Obs.cit.,pág.167 )
El proceso de construcción de significadosaparece en la conceptualización de Vigostsky * (1975) de las zonas de desarrollo próximo y de andamiaje. En el caso concreto de las situaciones
de simulacro de abuso de las que habla Harris *, la madre suministra informaciones previas, interrogatorios, etc. que sirven de apoyatura para que el niño concluya por sí mismo en dar una
información consistente con la de un hecho de abuso sexual, aún ignor ando su significado.
La diferencia de información del adulto con relación al niño es también una fuente de distorsión y de manipulación de la información que provee el menor. Los niños son muy susceptibles a
aceptar las construcciones que hace la madre sobre el significado de sus experiencias, tanto por la relación de poder que tiene la madre como por el amor que el niño siente hacia ella y el
temor a no ser amado. Un elemento favorecedor es la especial e íntima comunicación que tienen(Harris *, 1992).
Los terapeutas que trabajan en el campo del abuso sexual infantil, deben también considerar la posibilidad de que los niños estén influidos en forma conciente y deliberada por la
intencionalidad del adulto en fabricar o engañar sobre hechos de abuso.
La denuncia maliciosa en el impedimento de contacto integra un síndrome específico estudiado por Turkat. (Turkat *,(1994 )
Siendo intencionados y maliciosos o totalmente inspirados en el deseo de proteger al niño aún en ausencia de abuso sexual, los interrogatorios sugestivos y guiados pueden constituir
otro género de Abuso emocional :
· La creación de confusión
· La distorsión de la realidad en la mente infantil por parte del adulto

La autora prosigue su exposición considerando que es importante comprender que los niños pueden ser fácilmente inducidos. Es decir , situaciones en que el adult
o, por ejemplo:
· La madre o el terapeuta lo interroga y le pide que describa el abuso, implican situaciones en que el niño es vulnerable a recibir las proyecciones inconscientes que el tema del incesto produce
inevitablemente en el adulto.

Harris * considera que es imperativo que cuidadosamente y por respeto a la salud mental del niño , se tengan en cuenta estas circunstancias en las evaluaciones infantiles tanto clínicas
como forenses.
La responsabilidad clínica que nos da la comprensión profunda de los devastadores efectos que tiene el abuso sexual infantil, debe acompañarse con el conocimiento también profundo del
frágil sentido de la realidad del niño y de la capacidad para distorsionar el significado de los dichos y experiencias infantiles que tenemos los adult
os.
Estas últimas consideraciones son más pertinentes cuando las sospechas o denuncias de Abuso aparecen en el medio de las batallas judiciales por tenencias o regímenes de visita.”... La
implantación o inculcación( Implanting Abuse memor y ) de un hecho nunca sucedido de incesto, es en sí mismo un hecho abusivo...” ( ver Harris ob.cit .pág. 169).
En otros tipos de casos de denuncias falsas por abuso ocurridas en Guarderías Infantiles, luego de leer cuidadosamente los informes de las entrevistas practicadas a los niños, las
preguntas inductivas que habían tenido que contestar, Harris * encontró una floreciente profusión de cargos y fragmentos de recuerdos en los cuales las fantasía que induce el interrogatorio
que denomina “brainwashing interrogation” ( Interrogatorio de lavado de cerebro), destruye para siempre la tranquilidad personal de todos los involucrados y la posibilidad de poder
distinguir entre lo que es verdad y lo que no es real.
Como destacó Loftus * también es posible inducir al niño a creer que un incidente de abuso que realmente pasó, en realidad nunca ha sucedido. En ambos casos el niño siempre resultará
perjudicado y con el riesgo de su e
r -victimización.
El problema de la formación de las Falsas Memorias fué estudiado extensamente por Loftus *,- Elizabeth *- F.; Pickrell *,- Jacqueline * - E. (1995 ). En uno de los varios experimentos que
desarrollaron, examinaron la posibilidad de poder implantar o inculcar ( Implantation : trad. injertación, plantaci ón, inculcación - Dicc. Inglés - Castellano, Magnus , Ed.Sopena, pág.242. ) falsos recuerdos de
eventos nunca sucedidos. Se proveyó a los sujetos de la experiencia una breve descripción de tres eventos reales y de uno falso que, según la aseveración de un familiar muy cercano, ellos
habrían experimentado a la edad de 4 y 6 años. Participaron veinticuatro sujetos cuyas edades oscilaban entre los 18 a los 53 años. Luego de darles la información se les pidió que
recuerden los detalles de esos eventos biográficos y del falso. Se utilizaron dos entrevistas sucesivas con dos semanas de intervalo.
Los sujetos pudieron recordar el 66% de los eventos realmente vividos y utilizaron más palabras cuando describían eventos reales.
Solo el 19 % de los sujetos pudieron identificar correctamente los falsos eventos. Este estudio y otros anteriores prueban que la memoria puede ser alterada vía la sugestión. El pariente
próximo que indica que un hecho del pasado ha ocurrido puede trasmitir la convicción al sujeto y crear un recuerdo falso.(The formation of false memories. Loftus,-Elizabeth-F .; Pickrell,-Jacqueline-EU
Washington, Psychology Dept, Seattle, US Psy chiatric -Annals; 1995 DEC V ol. 25(12) 720-725)

Loftus * había destacado en trabajos anteriores que algunos terapeutas de adultos, teniendo la “sospecha” de que el paciente ha sido abusado sexualmente en su infancia y aún sin que el
sujeto haya manifestado nada en ese sentido, lo guían, para que tenga acceso al materialno recordado.
El efecto sugestivo aparece de diferentes maneras, si en la terapia el terapeuta discutió la posibilidad de que su paciente haya sufrido abuso en su infancia, es posible que durante el sueño,
este material actúe a la manera de resto diurno y se originen así sueños con elementos incestuosos. Estos sueños, indirectamente originados en la sugestión del terapeuta, pueden ser
interpretados como confirmación de la hipótesis de abuso. La autora da diferentes ejemplos de terapeutas que interpretaron sueños como signos de recuerdos de abuso sexual.
Los terapeutas pueden inadvertidamente, de esta manera sugerir ideas al paciente buscando las “vías confirmat
orias “ de sus sospechas.
Las personas en general, terapeutas incluidos, tienen la tendencia a seleccionar evidencia que confirme sus convicciones y no las que las contradigan. Esto sucede, en parte porque
necesitan verificar sus creencias.
Parafraseando a Gardner (1992) “ ... lo que el terapeuta considera que está presente en el inconsciente del paciente puede realmente estar presente solamente en la mente consciente del
terapeuta...” (The reality of Repr essed Memories,E.Loftus,ma y 1993,American Psichologist, pág530 )
Las investigaciones de Loftus y sus hipótesis de que los falsos recuerdos de Abuso sexual infantil en los sujetos adultos pueden ser creados a través de la sugestión que ejerce el
terapeuta nos lleva a preguntarnos : ¿Cuánto más factible es la creación de falsos recuerdos de Abuso sexual en los niños, más sugestionables por su inmadur
ez ?
Para tratar de explorar una respuesta posible, nos referiremos a otro experimento de la autora. Loftus * y Coan * realizaron un interesante experiencia con niños a los que se le implantaron
falsos recuerdos de haberse extraviado a la edad de cinco años en un shoping. Las autores eligieron este tipo de recuerdo por ser suficientemente traumático. La técnica fué utilizar un
sujeto y su entorno familiar.
Los familiares cercanos a los sujetos del experimento le preguntaron si se acordaban las circunstancias de cuando se habían perdido en un centro de compras y les pidieron que recuerden
los detalles del evento. Los miembros de la familia contaban la historia como si fuera verdadera y los sujetos comenzaron a “recordar” detalles del evento nunca sucedido. (Ver. Ob. Cit. Pág.
532)

El ejemplo del niño perdido en el centro de compras nos muestra que la memoria de un hecho traumático puede ser creada o implantada. Por razones éticas, la autora destacó que no puede
experimentarse con la sugestión de eventos falsos de Abuso sexual en niños.
En esos trabajos de investigación, a los sujetos se les explicaba más tarde que los recuerdos habían sido falsos pero se mostraron extremadamente reacios a aceptar la posibilidad de que
sus recuerdos habían sido falsos e inducidos.
Como dato de particular importancia tenemos que destacar el papel de la figura de autoridad, en este caso el de los familiares que establecieron la “autenticidad” de los eventos falsos. El
lugar de autoridad determina la calidad de agente de sugestión.
El lugar de la autoridad para el sujeto en tratamiento, vía transferencial, lo encarnará el terapeuta que deberá ser cuidadoso para no ejercer sugestión en el paciente. Esto hace dudosa la
verosimilitud de algunos recuerdos relacionados con la temática de abuso sexual que surgen en el transcurso de la terapia después de las sugestiones o indicaciones del ter apeuta.
Algunos pueden ser verdaderos recuerdos pero otros pueden ser falsos.“... Deben ser examinadas las estrategias de algunos terapeutas bien intencionados. Es posible que las interpretaciones de
los terapeutas sean la causa de los desórdenes mentales de los pacientes más bien que los efectos de los desórdenes ...” Guze ( 1992,p.780. (Loftus,Ob.cit.534).

nos movemos dentro de la privacidad de la sesión, donde la realidad del paciente es la única realidad, no es necesario establecer si un evento ocurrió o no, pero en relación al testimonio
forense la situación es muy diferente, porque nos manejamos con otro tipo de realidad, la realidad intersubjetiva, donde en nuestra calidad de miembros de la sociedad y de ciudadanos
tenemos derecho a una más sólida evidencia. Desde larga data han sido efectuadas investigaciones sobre la sugestionabilidad de la memoria humana por ej. en Francia, Binet (1900); en
Inglaterra, Stern (1910) y en Alemania, Whipple (1912). ( Ver Stephen Lindsa y, Psicoter apia y Memorias de Abuso sexual infantil: la perspectiv a cognitiv a, en : Applied Cognitiv e psychology,vol.8).
En forma más reciente algunos estudios quehan demostrado la relación de la sugestionabilidad y su efecto en la memoria. Los efectos de la sugestión verbal sobre la recolección de datos a
sido estudiada extensivamente por Baxter (1990); Ceci y Bruck (1993); Loftus (1979); Ross, Red y T oglia (1994) W ells y Loftus (1994) cit. P or Lindsa y Ob.cit.
En el típico experimento de esta área, testigos de un suceso recibieron sugestiones que los indujeron a dar detalles equivocados sobre el evento. Estas personas han narrado los detalles
inducidos y el recuerdo original quedó contaminado con las sugestiones erbales.
v
Estos estudio s han demostr ado experimentalmente el hecho de que en algunos casos sujetos que informan erróneamente, creen genuinamente que ellos están recordando algo que han presenciado, pero que en realidad
son elementos creados por las sugestiones a las que fueron sometidos, e informaciones que los inducen a equivocarse.( Lindsay (1994); Weingardt, Toland y Loftus (1994) cit. Por Lindsay Ob.cit ). En uno de estos
estudios, el 27% de los sujet os “recordó” los detalles sugeridos per o no sucedidos (Lindsa y 1990).

Además, las personas están seguras de estos recuerdos inducidos. Los recuerdos sugestionados producen sentimientos de convicción sobre la realidad de los sucesos evocados. Por ej. en
un estudio realizado por Weingardt * y col * (1994) las personas que fueron inducidas a dar respuestas erróneas tenían un grado de certeza tán sólido que apostaron sustanciales sumas de
dinero sobre la seguridad de sus recuerdos no-reales.
Algunos sujetos en estos estudios informaron por efecto de la sugestión del entrevistador unas muy vívidas y detalladas recolecciones de percepciones de objetos nunca vistos ( Johnson y
Suengas (1989); Schoch, Gerhar d, Loftus (1986) cit. P or Lindsa y Ob.cit).

Pero los estudios sobre la sugestionabilidad de la memoria no se ha limitado a los sujetos adultos. Si bien la Psicología Evolutiva ha destacado desde antiguo la característica
sugestionabilidad del niño como ar sgo típico de su personalidad, existe un profuso número de estudios recientes en los cuales los niños er cibieron sugestiones para inducirlos a equivocarse
sobre eventos que ocurrieron durante un examen médico ( Buck, Ceci, F rancouer, Barr en edición; Bak erward, Gordon, Ornstein, Harus, Clebb (1993) cit. P or Lindsa y Ob.cit).
Por ej., Rudy * y Godman * (1991 ) y Saywitz *, Goodman Nicholas * y Moan * (1991) encontraron que la mitad de los niños muy pequeños fueron influenciados por preguntas sugestivas tales
como :
“¿El te sacó las ropas del todo o no te las sacó? “ o “¿ Cuánto tiempo te besó el doctor ? “.
Un reciente estudio en el que se esperó un año luego de los exámenes médicos para explorar los recuerdos de un evento, luego de repetidas presentaciones de sugestiones, halló que éstas
tenían sólidos efectos sobre los informes de los niños. Más de la mitad de los niños en el experimento fueron sugestionados a creer en cosas nunca sucedidas durante la entrevista con el
médico. ( Bruch y col. en edición, citados por Lindsa
y Ob.cit).
Hemos citado estos recientes estudios, además de las experiencias de Loftus de recuerdos falsos de extravío en el centro comercial inculcados por los familiares, para destacar el papel tan
significativo de la sugestionabilidad infantil.
El tema de la sugestión del adulto en el transcurso de la terapia, ha sido estudiado en los casos de Síndrome de Falsa Memoria y en las investigaciones sobre la sugestionabilidad de los
testigos oculares, destacaremos a continuación su relación con la evaluación de Abuso sexual infantil:
Primero, es una evidencia de que la sugestionabilidad de la memoria se incrementa con la demora entre el evento y el interrogatorio o el intento de recordar tal evento. (Belli *, Windsck ett *, Mc.Carlhy * y Winfrey * (1992),
Hammersle y * y Read (1985) citados por Lindsa y * Ob.cit. )

Segundo, la sugestionabilidad es mayor cuando existe una fuente a la que el sujeto percibe como Autoridad y que lo induce mal en relación a un evento nunca sucedido, es decir le provee información equivocada ( Toglia *,
Ross *, Ceci * (1992).

Tercero, la repetición de la sugestión puede incrementar el efecto de distorsión del recuerdo (Zaragoza * y Crane *, en edición, citados por Lindsay * Ob.cit.). Por lo cual la sola repetición y la exposición de falsas
declaraciones tienden a aumentar la cr eencia en ellas (Ark es,Bolhm,X u *(1991) ; Begg, Anas * y F arinacci * (1992); Read * y Buce *(1984) )

Cuarto, los sujetos están más inclinados a ceder a sugerencias que a verdaderas indicaciones. El sujeto tiende más a actuar por plausibilidad. Holst * y Pizdek * (1992) mostraron que los sujetos fácilmente recuerdan
información sobr e acciones que fuer on solo sugerida s por un escenario ester eotipado, y luego mantienen estas memorias err óneas con fuer te convicción.

Extrapolando estas investigaciones podría ser que los argumentos propuestos a los pacientes pueden aumentar la susceptibilidad a la sugestión ( ej. Que no quiere hablar de una determinada
persona por que le hiz o algo malo - típicamente el pad re - etc).

Quinto, la probabilidad de confusiones de la memoria está incr ementada por fact ores que inducen a las personas a usar criterios v agos de monit oreos de la memoria cuando tr atan de e vocar un hecho.
Por ejemplo, Lindsay * y Johnson * (1989) encontraron que la gente frecuentemente denuncian haber visto objetos que no existían en un evento por efecto de la sugestión del entrevistador.
Estos objetos no habían sido referidos espontáneamente cuando el sujeto solo recurrió a lo registrado en su memoria.
Similarmente, Hastie *, Landsman * y Loftus * (1978) encontraron que alentando a las personas a conjeturar en un test de memoria, se aumentan los errores. Más importante aún, Hastie * y
colaboradores, también encontraron que los errores de la memoria que surgen de una conjetura del sujeto tienden a ser repetidos en los interrogatorios posteriores y que la confianza en las
conjeturas tiende a incrementarse con el tiempo ( Ej. Roediger *, Whieler Rajar amani * (1993); Sachool er *, Fosler *, Loftus * (1988).
Los estudios de los psicólogos cognitivos sobre la memoria indican cómo la sugestión puede inducir a las personas a experiementar memorias ilusorias, o sea falsos recuerdos de eventos
infantiles.
En un reciente estudio, Hyman *, Billings *, Husband * y Smith * (1993) investigaron a parientes de los sujetos del experimento. Lograron conocer algunos eventos infantiles propios de su infancia y
agregaron uno falso relacionado con una internación nocturna en el hospital por una operación de oído.
· En la primer entrevista posterior, algunos informaron este suceso.
· En la segunda, empezaron a ‘recordar “ más detalles y en forma más vívida.

En una muestra similar Ceci *, Leichlman * y White * (en edición, Ver Lindsay Ob.cit) repitieron sugestiones de falsos eventos por un período de 10 semanas a niños de Jardín de Infantes tales
como que el hombre había roto páginas de un libro, etc.. Intentaban demostrar que los niños pueden empezar a creer que presenciaron una serie de acciones hechas por un hombre. Solo un
niño no reaccionó a ninguna de las acciones sugeridas. Los videos tapes de estos niños que se vieron compulsados a creer que ellos habían visto al hombre según las acciones que el
entrevistador le sugería, demostraron elocuentemente la factibilidad y el grado de sugestión de los menores.
Esta modalidad de experiencia originó otra de Ceci *, Loftus *, Lotteau * y Smith * (en edición) con un diseño similar que mostró que los interrogatorios repetidos en múltiples entrevistas
inducen a muchos niños pequeños a producir detallados informes de atención en hospitales por heridas cortantes que nunca sufrieron. En este estudio se preguntó simplemente a los niños
si habían experimentado alguna vez una serie de sucesosEje.: ¿Alguna vez te has atrapado un dedo en una trampera y tuviste que ir al hospital a sacártela?.
En el cuestionario, se incluyeron eventos realmente experimentados y otros que no. Los niños fueron interrogados repetidamente durante 10 semanas. Más de la mitad dieron falsas
narraciones sobre el mismo evento y algunos informaron de los eventos sugeridos en forma vívida y detallada. Fué relevante el hallazgo de que los sujetos no diferenciaban cuáles eventos
eran reales de los que no lo eran.
Pero también es importante no exagerar la falibilidad de la memoria .Si bien ésta, especialmente en los niños, dista de ser perfecta en las condiciones que ya hemos destacado. Los
menores pueden estar compelidos a generar falsos recuerdos cuando son solicitados a “recordar” en confluencia con estos factores:
(a) Una persona que es vista como figura de autoridad como orígen de la demanda
(b) Repetición de la sugestión
(c) Comunicación de información contextual que aumente la plausibilidad de la sugestión
(d) Incorporar muñecas estimulando a que el niño escenifique lo que debe recordar o dramatice los eventos sugeridos
Entonces, ¿ Cuál es el rol del psicólogo en estos casos en que se “sospecha“ Abuso sexual ?.
En primer lugar, tener la consider ación para con el paciente de reconocer que nosotros no tenemos los instrument os adecuados para realmente hacer una distinción entre Falsas memorias de Abuso de otras reales ni
conocemos un Síndr ome específico de Abuso Sexual. Hasta que la Ciencia pueda logr ar crear estos instru mentos de diagnóstico, nos debe dirigir la prudencia.

En segundo lugar, minimizar al extremo el riesgo de la sugestión y evitar las líneas inductiv as. El no hacerlo puede provocar el descreimiento de la sociedad en los verdaderos servicios que pueden aportar los psicólogos y
en la genuina tar ea que desempeñan en el tr atamient o de los niños abusados sexualmente.

Las personas que han sufrido abuso sexual en su infancia han debido afr
ontar secuelas a largo plazo y han podido ser ayudadas por terapeutas competentes.
Algunos niños que han sido victimizados pueden expresar su sufrimiento en forma de relatos congruentes con lo esperable en un cuidadoso proceso terapéutico no-dirigido, no-inducido y
no-sugestivo.

Pero el uso de ciertas técnicas como el interrogatorio guiado, que apoyado únicamente en las informaciones que provee el padre que ejerce la tenencia sobre supuestas declaraciones
infantiles, puede falsear la evaluación o crear memorias ilusorias en niños que no han sido abusados sexualmente.

No hay dudas que el abuso sexual es una tragedia para los niños victimizados, pero los mismos perjuicios pueden ser causados sobre su realidad síquica por un diagnóstico erróneo. Un falso recuerdo
de un abuso es tan trágico como uno verdadero.
Nuestra atención en el planteamiento de este tema se enfocó cuidadosamente sobre los pacientes infantiles, la mayoría de edad promedio 3-4 años que son llevados al consultorio por la
“sospecha” de abuso sexual del padre que ejerce la tenencia y que interfiere desde tiempo atrás la relación paterno-filial.
Estos niños entran en el consultorio sin entender el motivo y no realizaron previamente una declaración de abuso sexual en forma espontánea.
Los niños realizan comentarios típicamente ambiguos durante el transcurso de la terapia que se enfocó en lograr una declaración de abuso por parte del menor, es decir, en el objetivo de que el niño
recupere aquellos recuerdos ligados al abuso sexual sospechado por el terapeuta en base a los dichos maternos.
Por lo tanto, nuestros comentarios están dirigidos sólo a los “diagnósticos” de Abuso sexual que son el producto del uso extensivo de estas técnicas defectuosas y/o de otras que son
desvirtuadas de su sentido original. Asimismo a sus prácticas subordinadas :
1 - El diagnóstico de Abuso sexual en ausencia de una revelación por parte del niño de una situación de abuso definida (dónde, quién y Cómo.) (Cor win)
2 - El diagnóstico de Abuso sexual basado únicamente en las hipotéticas secuelas de Abuso sexual infantil (ej.: depr esión, baja aut oestima, ansiedad, etc.) tema que ya abordamos
3 - Especialmente la no contextualización del caso planteado no evaluando:

La posibilidad de que las declaraciones del padre que ejerce la tenencia persiga el impedimento del vínculo (Litigio por Impediment o de Contacto, interferencia de la relación desde antigua data o litigio
por tenencia)

· La falta como fuente de información del padre que no convive con el menor. La falta de verificación de los datos que se aportan. Ej. En algunos casos de “abuso validado” el profesional ignora que el
padre no ha tenido contacto ni ha visto a su hijo en el espacio de tiempo del supuesto abuso.

Casos muy frecuentes demuestran que muchas conclusiones erróneas podrían haberse evitado con solo constatar que durante el lapso en que se estimó la ocurrencia del abuso no se cumplimentó el
régimen de visitas o éste transcurrió bajo la supervisión de un profesional.
· Los niños que espontáneamente se refieren a los episodios de su victimización, están en una situación diferente y el terapeuta ofrece un ámbito de contención y de ayuda.
· En el niño en que existe una comprobación judicial del Abuso sexual, estas técnicas inductivas y aún el uso de la sugestión puede ser un elemento terapéutico.
· Especialmente el uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas pueden actuar como modelo explicativo, o en su función de pantalla mnémica. Pero sospechamos que estas prácticas son análogas a
una efectiva droga curativa que puede ser de gran ayuda para las víctimas de una dolencia determinada pero que puede estar contraindicada y causar grandes daños cuando se aplica a personas que no
sufren la enfermedad para la cual está indicada.

Nuestro temor es que estas técnicas estén siendo usadas en forma que dañen las vidas de muchos niños, y deterioren aún más las difíciles relaciones entre sus padres.

Estas denuncias de abuso sexual basadas en diagnósticos discutibles y no fundamentados que luego
esultan
r erróneas tienen un impacto de gran destrucción en las familias.
El terapeuta al realizar una intervención iatrogénica puede destruir el precario equilibrio familiar existente sin posibilidad de reorganización posterior y producir la estigmación del niño y del padre
[x3]acusado erróneamente.
Nosotros creemos que los clínicos que abordan los complejos casos de abuso sexual y enfocan su trabajo en la resolución del trauma pueden apreciar no sólo la dinámica del abuso y sus
secuelas sino también la naturaleza de las relaciones familiares y la dinámica del divorcio destructivo.
Las memorias falsas creadas en terapia ha sido el tema de muchos investigadores (Coleman, 1992; Frankel, 1993; Hakan y Schalaps, 1991; Lif, 1992; Wakefield y Underwager, 1992, o de experimentos clínicos
como los de Loftus, (1993); Da vies, (1991) (citados p or Stephen Lindsa y, Psicoter apia y Memorias de Abuso sexual infantil: la perspectiv a cognitiv a en Applied Cognitiv e psychology,vol.8)

Las memorias falsas de abuso ocuparon lugar también en la prensa popular en los Estados Unidos,(Goleman (1992); T avis, (1993); T orefexis, (1991); W altesr, (1993); Whethwly , (1991) (v er Lindsa y ob.cit.).
En nuestro país las implicancias sociales de esta temática están aún fuera de los alcances de los medios de comunicación masivos. Especialmente está faltando un debate social a través
de los medios de comunicación sobre los problemas éticos emergentes y su vinculación con el impedimento del contacto.

Nuestra crítica no se refieren a aquellos profesionales que utilizan estas técnicas en los casos donde ha
y certeza objetiva de abuso sexual.
No presentamos este trabajo para provocar una confrontación que determine el aumento de la polarización en la discusión de la temática de esta forma de violencia familiar que es el
Impedimento de contacto.
Por el contrario, alentamos el diálogo entre los profesionales y los investigadores del tema de las denuncias de Abuso sexual en el context
o de un Divorcio Destructivo .
Procuramos compartir con los abogados, jueces, trabajadores sociales y personas que trabajan en el área del Abuso sexual infantil los relevantes descubrimientos e investigaciones de
los psicólogos cognitivos y forenses, En sus aspectos psicológicos, sociales y legales er laciónados a la temática del:
· Impedimento de Contacto;
· Divorcio destructivo
· Denuncias Erróneas de Abuso sexual

En segundo término,estamos intentando proveer a los profesionales de sugerencias prácticas sobre la forma de reducir el riesgo de caer en la determinación de falsos positivos de Abuso sexual por no
considerar los mecanismos específicos que operan en las denuncias erróneas o por contribuir inadvertidamente en la creación de falsas memorias de Abuso.
Estas sugerencias son muy pocas, más biense limitan a fundamentar y a recordar a los profesionales las pautas mínimas de su proceder ético:
· No alejarse de las pautas stándares y genéricas en la clínica de niños e incluir en la evaluación a ambos progenitores.
· No basar el diagnóstico en una sola fuente de información (el padre que ejer ce la tenencia).
· Utilizar las técnicas Psicológicas de acuerdo a los protocolos de Administración y de acuerdo a los propósitos
· específicos para los cuales han sido creadas (caso de las Muñecas Anat ómicamente Corr ectas).
· Evitar los roles duales.
· Señalar cuidadosamente a las partes los límites de la competencia del rol.
· El respeto a las normas éticas que regulan la elevación de Informes dirigidos al Juez actuante
· Fundamentalmente tener conciencia de la limitación actual de los conocimientos en el área del Abuso sexual infantil lo que señala la necesidad de parte del profesional de manejarse con prudencia.

Nuestra intervención se debe al alto porcentaje de falsos positivos que hemos detectados en los casos que registramos, lo que indica un grave riesgo social. La intervención profesional
en forma de diagnóstico erróneo ha afectado dramáticamente la vida de los niños y su familia, aún cuando posteriormente en sede forense se ha aclarado la inexistencia de Abuso sexual
a través del proceso legal y a través del dictámen de los peritos.
Deseamos enfatizar que el real Abuso sexual de niños es un problema gravísimo y la actuación de los profesionales es imprescindible, pero nuestra sincera creencia es que la
imprudencia de algunos ha dañado involuntariamente a muchos niños por inducción lle
vándolos a creer falsamente que ellos fueron abusados sexualmente.
Nuestro objetivo es alertar sobre la necesidad de restringir estas técnicas a los casos er almente verificados con la finalidad de reducir los riesgos.
Tenemos la esperanza de que los profesionales se planteen la necesidad de fundamenta
r
el uso de las técnicas sugestivas o focalizadas en el abuso
y
su utilización en los casos reales y comprobados de abuso.

La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada, particularmente si
la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o si el niño es menor de seis años ...”
(Ver False Statement and the diff erential Diagnossis of Abuse Allegations, William Berner t, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatr y, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)

.”... La implantación o inculcación ( Implanting Abuse memory ) de un hecho nunca sucedido de incesto, es en sí mismo un hecho abusivo...”
(Ver Adrienne Harris, Psy choanalitic Dialogues ,6(2) :155 -187,1996 .Symposium on the “F alse memor y Controversy” pág. 156 )pp.343-352 - Contratapa La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías
para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada, particularmente si la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no
directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o si el niño es menor de seis años ...”
(Ver False Statement and the diff erential Diagnossis of Abuse Allegations, William Berner t, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatr y, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)

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