Proyecto en Grupo (Sociales)
Proyecto en Grupo (Sociales)
Proyecto en Grupo (Sociales)
DE SONZACATE
NOMBRE DEL PROYECTO:
‘‘La falta de salud psicológica en los
jóvenes’’
INTEGRANTES:
Brizeyda Sofía Aldana
Jacqueline Tatiana Urías Osorío.
Ricardo Alexander Guinea Arrué.
Litny Belén Guevara González.
Elizabeth Anzary Rivas Santos.
CONCLUSIONES
La salud psicológica de los adolescentes es de gran importancia para
su bienestar general y su futuro. Los adolescentes pueden
experimentar una amplia gama e problemas de salud mental,
incluida la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, el
abuso de sustancias, entre otros. Estos problemas pueden tener
efectos negativos en su vida social, académica y personal.
Además, la salud psicológica de los adolescentes también puede
tener un impacto significativo en sus familias. Los padres y otros
miembros de la familia pueden sentirse abrumados y preocupados
por la situación de su hijo o hija adolescente. Esto puede llevar a
tensiones familiares, conflictos y estrés adicional en el hogar.
Es importantes que los adolescentes reciban apoyo y tratamiento
adecuados para abordar sus problemas de salud mental. Además, los
miembros de la familia también deben recibir apoyo y recursos para
ayudarles a manejar la situación de manera efectiva. Una
comunicación abierta y compasiva entre los miembros de la familia
puede ayudar a reducir el impacto negativo de los problemas de
salud mental en los adolescentes y en el entorno familiar.
Una de cada seis personas tiene entre 10 y 19 años de edad. La
adolescencia es una etapa única y formativa, pero los cambios
físicos, emocionales y sociales que se producen en este periodo,
incluida la exposición a la pobreza, los malos tratos o la violencia,
pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de
salud mental. Protegerlos de la adversidad, promover en ellos el
aprendizaje socioemocional y el bienestar psicológico, y garantizar
que puedan acceder a una atención de salud mental son factores
fundamentales para su salud y bienestar durante esos años y la edad
adulta.
RECOMENDACIONES
La importancia de la salud mental radica en qué ante su
ausencia, la persona es incapaz de desenvolverse
adecuadamente en la sociedad, incluyendo el campo laboral.
La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a
las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida,
desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar
adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
El hecho de no ocuparse de los trastornos de salud mental de
los adolescentes tiene consecuencias que se extiende a la edad
adulta, perjudican a la salud física y mental de la persona y
restringen sus posibilidades de llevar una vida plena en el
futuro.
La salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y
social de una persona y también determina como un ser
humano maneja el estrés, se relaciona con otras y toma
decisiones.
La comunicación y las actividades familiares deben de tener un
peso importante. Deben saber que sus padres están ahí para
ayudarles en sus problemas e inquietudes.
En el camino hacia su propia identidad como adultos, es
frecuente que los adolescentes se opongan a los padres, a los
profesores, así como a otras figuras que ejercen autoridad. En
este sentido, establecer limitaciones va a ayudar a aprender
cuáles son los límites.
La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos
mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona
experimentada de una manera diferente, con diversos grados
de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que
pueden ser muy diferente.
A lo largo de la vida, múltiples determinantes individuales,
sociales y estructurados pueden combinarse para proteger u
ocupar nuestra salud mental y cambiar nuestra situación
respecto a la salud mental.
Los riesgos para la salud mental y los factores de protección se
encuentran en la sociedad en distintas escalas. Las amenazas
locales aumentan el riesgo para las personas, las familias y las
comunidades. Las amenazas mundiales incrementan el riesgo
para poblaciones enteras; entre ellas se cuentan las recesiones
económicas, los brotes de enfermedades, las emergencias
humanitarias y los desplazamientos forzados, y la creciente
crisis climática.