Devocional - Salmos
Devocional - Salmos
Devocional - Salmos
Salmos 1
Plasmar: Siempre que me mantenga alejado de las personas que obran negativamente o restan en
mi vida, y si soy obediente a su ley, a su palabra, promete que seré como árbol plantado a la orilla
de un rio, que siempre da frutos, no se marchita y prospera.
Como: Dios anhela que me aparte de ciertas personas, en específico de los pecadores, burlones y
todo el que sea desobediente a la palabra de Dios, porque no llevan mas que a la destrucción y son
como paja inútil y Dios no quiere que sea un inútil, quiere hacer grandes obras con mi vida.
Promesa: Dios promete en mi vida prosperidad, ser un hombre lleno de frutos y que nunca me
marchitare; Dios anhela que pueda ser un hombre de Bien, recto y justo, y estas promesas solo la
tendré alejándome de personas que no ayuden en mi proceso de anhelar ser ese árbol prospero.
Salmos 3.
Existen muchas personas que están en nuestra contra, incluso familiares que sin ser conscientes lo
hacen, pero debemos recordar que Dios es nuestro escudo, nuestro lugar seguro, el que nos
sostiene, solo debemos clamar Él.
Cuando confiamos plenamente y tenemos la Fe de que Dios es quien nos cuida, podemos dormir
seguro, aunque no sean ataques físicos como vivía el rey David, puedes ser ataques de las tinieblas
en nuestros pensamientos, para que caigamos en pegado, al igual que endulzarnos, seducirnos con
cosas del mundo.
Dios nos librara de todas las personas que obran a escondida en contra, tal vez no de forma física,
pero si con sus palabras, calumnias y comentarios; David también era tentado con pensamientos,
pero sin duda alguna por personas que no aceptaban que Dios lo eligiera a él en vez de otra
persona; al final la victoria proviene de él y sin importar nada, David pide que bendiga a su pueblo
a pesar de que haya enemigos dentro del pueblo.
Salmos 4.
Así como David a veces nos sentimos afligidos, cansado, agotados, llenos de cargas de problemas,
pero clamar a Dios en esos momentos es fundamental, en medio de todo ataque en contra de
nosotros el señor escucha nuestro clamor, analizar nuestro corazón en silencio y calma.
Así como nos enseña el rey David, debemos sentir en paz al irnos a dormir y sentirnos gratamente
descansados en él, literalmente puedo decir, así como Jacob cuando durmió con una piedra como
almohada, que nuestros problemas a veces nos generen incomodidad como esa piedra, pero con
Dios no sintamos gratamente en paz y descansados a pesar de la incomodidad, solo él nos hace
vivir confiado.
Salmos 5.
Anhelar a Dios, como si le estuviéramos exigiendo que nos escuche, pero que expresemos nuestras
palabras como si provinieran de nuestro corazón y no de lo que pensemos, Dios nunca se
complacerá en la maldad, las personas malas nunca habitarán junto a él.
Es duro leer los primeros salmos, donde pareciera que nos hicieran sentir como pecadores y no
merecedores de nada que provenga de Dios, pero si no tenemos en cuenta que Jesús, su hijo
amado vino a cambiar todo lo que nos dice el Rey David a través de sus textos, es inevitable que no
pensar que no somos merecedores de su gracia, su amor y su espíritu santo que es la presencia de
él en nuestro ser.
Cosas que debemos tener en cuenta no para sentir temor, si no para decir, a Dios mi padre no le
agrada esto, por tal razón quiero obedecerle no seguir siendo de esta manera: No ser un Insensato,
hacer iniquidades, mentiroso, engañador, lengua de lisonjas (Se utiliza para describir el acto de
decir cosas agradables o complacientes con la intención de ganarse el favor de alguien).
Debo sentir paz, alegría, jubilo, gozo, porque confío en mi padre, en Dios, mi padre me bendecirá
por ser justo.
Salmos 6.
El rey David clama a Dios, con tanto anhelo que suelta todo llanto ante la presencia de Dios, en
medio de la prueba se sentía cansado, su corazón se sentía angustiado, le pedía que los rescatara,
que lo salvara con su amor inagotable. A veces me siento así Dios, siento que no doy más, me
pregunto una y otra vez cuanto falta, cuanta falta, pido que me rescatara de la prueba, del
desierto.
Salmos 7.
Si he hecho algún mal a uno de mis hermanos, que tu seas padre castigándome, permitiendo que
tu irá caiga sobre mí, que todo honor que este a mi favor sea humillado, pisoteado; pero entiendo
que luego que Dios dio a su hijo por mi vida, logro sentirme culpable de mi maldad, el espíritu
santo que aviva en mí es en parque el que me hace sentir avergonzado de fallarle al padre.
Por eso soy justificado, soy perdonado y soy justo en medio de todos mis pecados. Dios es mi
escudo y me salva de todos los malvados por ser de corazón recto y sincero.
Dios aborrece a los malvados, se logra ver en la forma como David expresa todo lo que hará sobre
los que no reconocen su pecado y su maldad, de sus mentiras, engaños, artimañas.
En la parte final David menciona lo que podemos conocer como “karma”, todo lo que se obra para
mal se obra para quien anhela hacer tal maldad.
Salmos 8.
El nombre de Dios es majestuoso primero que todo. Dios permitió que nosotros podamos ser
autoridad sobre toda su creación, somos un poco menor a Dios, pero sin duda alguna estamos
llenos de gloria y honor. Gracias, padre por no vernos como simples mortales, en darnos a cuidar
tu creación, perdónanos si con nuestras acciones hemos descuidado tu hermosa creación, la
hemos acabado, destruido poco a poco con el fin de enriquecernos.
Toda obra del enemigo desaparecerá de mi vida, así como Dios borro los nombres de los malvados
eternamente, derribo ciudad así derriba las ciudades que impiden que tenga una relación intimida
con Él (Muchas veces señor tengo ciudades en mi corazón que gobiernas que tú, identifícalas y
derrúmbalas, toma el control de mi corazón).
El señor nunca olvidará el clamor de los afligidos, el me juzga con rectitud, endereza mis caminos y
me llama a apartarme del mal (Señor yo me siento con mucha aflicción por las pruebas de este
mundo, por los procesos de cambio en mi vida, tu mano me sostendrá y me regocijare con canticos
de alabanza y danza).
Dios, quita toda obra del enemigo, que mis pies no caigan en sus trampas, que ellos caigan en su
propia maldad, que todas las naciones y todos los que te desafíen conozcan tu poder, que sepan
que son solo seres humanos (Hombres).
Salmos 10.
Puedo entender que el Rey David clama a Dios por tanta maldad de muchos seres humanos, que
han hecho daño a los indefensos. Los malvados creen que nunca les pasara nada malo, se sienten
seguros, que Dios no los está viendo, porque como no ven una intercesión de Dios ante su maldad,
crees que Dios está ocupado, distraído o simplemente no los observa, y realmente acumulan con
cada acto la ira de Dios.
Los indefensos depositan fe en Dios y él es justo para defenderlos por su fe en él, Dios escucha el
clamor y los consuela.
Señor que pueda clamarte en medio del apuro, de la prueba, de la circunstancia, que, aunque
estes, que puedas perdonas mi desconfianza, inseguridad, el temor que siento por el proceso, la
angustia entre otro padre.
Salmos 11.
David demuestra su confianza ante Dios, porque muchos desean que huyamos en esos momentos
difíciles de nuestra vida, de nuestras aflicciones, pero como personas justas y que anhelamos hacer
el bien el señor mira el sentir en nuestros corazones y es un juez justo para socorrernos muchas
veces en nuestra vida. El aborrece la maldad y quien la cometa será castigada.
Salmos 12.
El Rey David clama a Dios en auxilio, diciendo “Los justos desaparecen con rapidez, los fieles se han
esfumado de la tierra”, esto me hace recordar cuando David decía que los justos eran acechados
en la noche por los malvados, ya que mencionaba que eran posiblemente asesinados y me hace
pensar que David le decía que las personas justas estaban desapareciendo ya sea por asesinato o
porque se estaban dejando consumir de los pecados y maldades de otros.
El señor es justo y bueno, el sabe cómo hace sus cosas y escucho el clamor de David y de los justos
y fieles, el señor los restara, David resalta las promesas de Dios refiriéndose que son puras y
refinadas como el hierro en el horno, purificadas 7 veces.
Dios promete rescatarlos, protegerlos y guardarlos de todo mentiroso, malvado, de todo el que se
esté pavoneándose y alabe al mal en esta tierra.
Salmos 13.
En este salmo David anhela que Dios pueda acompañarlo día tras día, pero Dios es un Dios que es
omnipresente, puede estar en todos lados y me eso hace preguntar si David lo sabía o quería que
Dios lo abrazara a cada rato, momento; a veces somos como David, David clamaba y no se sentía
escuchado, pero el confiaba en el amor inagotable de Dios, se alegrara porque será rescatado y
expresara por medio de cantos lo bueno que ha sido Dios con Él.
Debemos así clamar, confiar y cantar, así como David, en medio de la prueba pedir que el este con
nosotros, que no aparte su mirada de nosotros, que no nos deje lucha que esta angustia, que nos
de fuerzas para luchar contra dicha angustia.
Confiar que el tiene el control de todo, que su grande e inagotable amor nos cubrirá, abrazara,
protegerá de todo mal, que por medio de su amor nos restara de toda prueba que se sienta con
dificultad.
Cantar canticos a su nombre, alabarlo en medio de la prueba, dolor, angustia, tristeza, desanimo,
depresión, desesperación en medio de todas las dificultades de esta vida solo Cantar, alabarlo
porque en medio de toda dificultad, aflicción, prueba, en medio de tanta maldad y malvados Dios
es bueno Contigo Manuel Vásquez.
Salmos 14.
Salmos 15.
Salmos 16.
Salmos 17.
Salmos 18.
Salmos 19.
Salmos 20.
Señor has que en mi cada día se fortalezca por medio de la oración, palabra, ayuno e incluso tu
palabra por medio del pastor, que todas estas herramientas por decirlo así sean formando mi
confianza, carácter, firmeza, crecimiento, santidad, cada área de mi vida. Acuérdate de todas mis
ofrendas padre, de mi resistencia incluso padre en medio de la prueba, forma en mi un hombre de
Dios, un hombre paciente, tranquilo, de temperamentos calmados.
Mira los anhelos de mi corazón, y que puedan ver si están acorde a tu propósito y tus anhelos,
porque no quiero que sea mis anhelos, quiero que todo sea confirmado por ti, que mis anhelos
sean guiados por ti, por la voluntad que anhelas en mi vida.
Escucha mis oraciones, padre, escucha mi clamor y habla a mi vida como tu lo anheles y cuando lo
desees, corrige, háblame, hazme mas sabio cada día, un hombre sabio que aprenda a ser paciente,
paciente como Jacobo, que puedas mirar mi corazón y examinarlo también.
Levántame cada día y mantenme firme en el espíritu, en mi relación contigo, llámame, insísteme,
redarguye mi vida, no permitas que mis oídos no escuchen tu voz ni tu llamado, no quiero huir
padre, quiero ser obediente y seguir adelante cada día papá.