Analisis Actividad 3
Analisis Actividad 3
Analisis Actividad 3
Con este análisis pretendo presentar de manera algo más amplia estas ideas, utilizando
para ello una experiencia de investigación referida a la representación social de la lepra;
en la que produjimos un doble movimiento metodológico cuantitativo-cualitativo.
La generalización empírica de base positivista: el enfoque cuantitativo. Como lo señala
Miguel Martínez, la ciencia de los últimos siglos ha sido construida a partir del supuesto
aristotélico de la equivalencia adecuada entre la realidad exterior y la imagen de ella que
nuestro aparato cognoscitivo elabora. Así, el conocimiento objetivo es el que exprese esa
imagen sin distorsiones y será posible mediante la experiencia que se da a través de los
sentidos. Queda establecido de esta manera que únicamente las experiencias sensibles son
susceptibles de ser investigadas científicamente. La ciencia tendrá como objetivo sólo lo
que se puede verificar empíricamente. El contenido del enfoque cualitativo
ha ocurrido necesariamente tenía que producir algún impacto en la actividad científica
concreta, aquella que está empeñada en la producción de conocimientos más allá de los
simples compromisos académicos.
Se podría decir que comienza a consolidarse una tendencia -apoyada, en buena medida,
en la tradición antropológica, sociológica y del servicio social- que expresa un
humanismo que está en la base de la inquietud de las Ciencias Sociales.
Para esta tendencia -de naturaleza cualitativa- aún no dominante, el contexto en que
ocurren los hechos debe ser captado para poder producir la explicación. Además, debe
también producirse una recuperación de las dimensiones humanas de los fenómenos. Lo
cual implica, sobre todo, el trabajo sobre la palabra, con lo cual se va más allá de la
omnipotencia y omnipresencia del número en el marco del positivismo.
Se trata de entender la realidad desde la situación de los actores, desde el interior de los
fenómenos, (es lo que ahora se llama enfoque "émico"). Eso es realizable dado que el
sujeto, además de que es de la misma naturaleza del objeto, interactúa con él y produce
modificaciones en su situación.
En las últimas dos décadas, según lo que reportan Rossman y Wilson (1985), se constata
la existencia de tres posiciones en torno a las relaciones entre los enfoques: el purismo o
separacionismo, el eclecticismo y el pragmatismo.
Los puristas sostienen que dadas las diferencias ontológicas y epistemológicas -que
originan postulados excluyentes-, los enfoques no son compatibles. Por lo tanto, sus
técnicas e instrumentos no se pueden integrar, ni combinar, pues sus supuesto teóricos
están referidos a dos formas diferentes de ver el mundo.
Para los ecléticos o situacionales, para quienes la validez de ambos enfoques no está en
discusión, la utilización de uno u otro va a depender de la situación específica, pudiéndose
aplicar de forma complementaria en el mismo estudio.