CC Desc y Ort
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CC Desc y Ort
El Discurso del Método un libro de carácter autobiográfico publicado en 1637. En torno a esta fecha de
publicación podemos considerar el principio de la Edad Moderna para la filosofía. Descartes se puede enmarcar
dentro del Barroco.
En el siglo XVII empezó a establecerse un orden social, político y cultural nuevo. La burguesía fue determinando
su dominio.
Se puede interpretar la obra de Descartes como una respuesta de la filosofía a la crisis en que vivía la sociedad de
la época. La razón era la potencia con la que el hombre podía responder a la necesidad de un orden nuevo.
A la situación de crisis general, se añade una del pensamiento filosófico. Las soluciones propuestas anteriormente
no eran suficientes para satisfacer las necesidades del momento. Durante el siglo XVI se produjeron grandes
avances en el conocimiento científico, que produjo la idea de que el sistema aristotélico-tomista ya no era
operativo.
La experiencia propia de Descartes en el campo de la ciencia le impulsaba a buscar una salida satisfactoria. El
orden, la razón, la medida, la claridad y la distinción se convirtieron en los elementos fundamentales del
racionalismo cartesiano.
La imprenta supuso un estímulo más para sacar la cultura de las escuelas eclesiásticas. Con la publicación de
libros en lengua vernáculas, la cultura llegó hasta los laicos. De hecho, el Discurso del método está escrito en
francés, rasgo de modernidad y efecto de la nacionalización de la cultura. Descartes sintió la necesidad de
dirigirlo a personas que no estuvieran ancladas en la tradición.
El Barroco, la corriente cultural en la que se encauza el pensamiento cartesiano, se caracteriza por el pesimismo.
El movimiento, la fugacidad, la duda, el engaño y la incertidumbre son elementos sustanciales de la época. En la
literatura, la idea de sueño como metáfora de la vida está presente en obras como la de Calderón. Descartes tiende
a la simplicidad, a la armonía y al orden.
El desarrollo del pensamiento cartesiano se enmarca en el proceso abierto en el Renacimiento con el
antropocentrismo, la consolidación del humanismo y el conocimiento de la ciencia. Científicos como Copérnico,
Kepler, Brahe o Galileo colaboraron de una forma decisiva en el cambio de mentalidad, la sustitución del modelo
geocéntrico, la matematización de lo real y en la fundación de la física matemática.
La revolución producida en la ciencia supuso un cambio fundamental en la mentalidad de la época. Nace la idea
de fundar una nueva filosofía, de reformar el entendimiento o de encontrar un método con el que conseguir un
conocimiento claro.
El pensamiento cartesiano suponía la reacción contra los fundamentos de la fe como fuente de conocimiento.
Descartes inauguró un pensamiento que respondía a una nueva sensibilidad y a una época que se fundaba sobre
nuevas bases.
El proceso de búsqueda cartesiano empezó con los pasos indecisos de un hombre en la oscuridad y terminó
afirmando la fuente de la luz, la claridad del conocimiento y la autonomía de la razón.
RELACIÓN ENTRE ORTEGA Y GASSET Y EL RACIONALISMO DE DESCARTES
En el siglo XVII, el racionalismo de Descartes inicia la modernidad. En el siglo XX, el raciovitalismo de Ortega
es el intento de superar la crisis en la que la modernidad se encuentra.
En este sentido, Ortega reconocerá el papel de Descartes en la historia del pensamiento occidental: al fundamentar
el conocimiento en la duda metódica, Descartes ponía de relieve un elemento olvidado en la filosofía anterior: la
subjetividad.
Sin embargo, el filósofo español añade que lo problemático en Descartes fue dar al pensamiento un grado de
radicalidad del que carece, pues antes que pensar, dice Ortega, hay que vivir.
La realidad (ontología)
Para Descartes la única existencia cierta es lo percibido con certeza por la razón. Se trata de una realidad que
es idéntica y la misma para todos los sujetos que apliquen correctamente el método. Es un mundo ultravital y
extrahistórico: nada material y sensible que tenga vinculación con la vida y con la historia es real. Tal realidad
racionalista no es perspectivista ni histórica; es absoluta.
Ortega propone una realidad perspectivista. “La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de
ser su deformación, en su organización”. La realidad se muestra en tantas perspectivas como sujetos existan.
En Descartes, la ontología descansa en el análisis del yo y de sus ideas, de las ideas claras y distintas que
éste descubre en el ejercicio de la duda, y que supone “perder la realidad”.
Para Ortega es necesaria una nueva metáfora para superar la metáfora idealista de la mente como continente y del
mundo como contenido: ni el mundo es una construcción del sujeto, ni el sujeto es independiente del mundo sino
que el sujeto se constituye en su ocuparse del mundo, en actuar en él y con él.
- Si entendemos al sujeto solo como el cogito cartesiano, dejando de lado toda la circunstancia, perdemos el
yo.
De ahí la importancia de la frase orteguiana como superación del idealismo: “yo soy yo y mi circunstancia, y si no
la salvo a ella, no me salvo yo”.
- La ontología que se deriva de la epistemología cartesiana es coherente con su visión estática y pura de la
razón. En cambio, la ontología que se relaciona con la epistemología en Ortega es coherente con su visión
relacional, temporal e histórica de la realidad radical y fundamental: la vida humana. Esto hace que el ser
fundamental no sea la sustancia: ser es vivir.
- El yo no es una res cogitans, sino una realidad que se tiene que hacer y que está sometida al devenir. La
vida humana es la verdad indubitable y fundamental.
El conocimiento (epistemología)
Para Descartes será verdadero lo que la razón(sustancia pensante) perciba con claridad y distinción. Cuando la
sustancia pensante se deja llevar por los sentidos pierde la posibilidad de alcanzar la verdad.
Para Ortega, el conocimiento es siempre conocimiento. La circunstancia de cada sujeto determina la parte de
realidad a la que tiene acceso. Por tanto, ningún sujeto podrá alcanzar el conocimiento absoluto y definitivo. La
parte de verdad alcanzada es una parte de la verdad.