DESCARTES
DESCARTES
DESCARTES
O
DESCARTES
EL RACIONALISMO
1. LOS ORÍGENES DE LA MODERNIDAD.
1.1 La razón en busca de la verdad:
La obra del francés Rene Descartes, es significativa para la historia de la Filosofía porque con él comienza el
pensamiento moderno auténtico.
El aspecto más relevante es otorgar al sujeto un papel esencial, como punto de partida para la reflexión
filosófica
Descartes fue un destacado matemático y científico admiraba enormemente el rigor de las matemáticas,
capaces de ofrecer conocimientos seguros y exactos.
Esta petición contrasta con las incertidumbres y controversias que caracterizan el pensamiento filosófico., ya
que los grandes pensadores no son capaces de ponerse de acuerdo.
DESCARTES se propuso descubrir un camino firme y seguro para encontrar la verdad que nos permitiese
avanzar en la filosofía con las mismas garantías que nos ofrecen las matemáticas.
Para él el camino sólo debe basarse en la luz de la razón. Descartes es un filósofo racionalista, ya que
rechaza los argumentos de autoridad y en cambio afirma el poder de la razón para encontrar la verdad.
En busca de un método fiable para conocer. (Método científico)
Descartes aspira a diseñar un método que nos permita lograr verdades firmes y seguras sobre las cuales
construir todos nuestros conocimientos. Descartes propone comenzar suprimiendo todos los conocimientos
que no sean absolutamente indudables.
LA DUDA METÓDICA, que lleva a Descartes a eliminar todos los saberes, que lleva a Descartes a eliminar
todos los saberes y creencias que tengan la más mínima posibilidad de ser falsos.
LA DUDA METÓDICA, tiene tres fundamentos:
➡ Falacia de los sentidos:
A menudo nuestros sentidos pueden engañarnos.
➡ Vigilia del sueño:
Tampoco podemos fiarnos del mundo que nos rodea y que parece constituir la realidad, ya que cuando
soñamos lo percibimos también como realidad, y no es más que una ilusión. Descartes cree que si buscamos
certezas absolutas, ni siquiera nos podemos fiar de los razonamientos porque a menudo cometemos errores
cuando razonamos.
➡ La hipótesis del Genio Maligno
Descartes va un paso más allá. ¿Qué pasaría si hubiera una especie de genio maligno capaz de engañarnos y
confundirnos incluso en las cosas que nos parecen más ciertas y verdaderas? Descartes nos propone esta
hipótesis, lo más natural es que reaccionemos con sorpresa e incredulidad. La existencia de un ser de este
tipo es algo altamente improbable y la idea de Descartes suena como suposición extravagante e inverosímil.
Hay que recordar el objetivo de Descartes, encontrar una verdad indudable. Para encontrar verdades por
completo indudables, Descartes utilizó la duda metódica, que consiste en no aceptar ningún conocimiento
que tuviera la más mínima posibilidad de error.
La primera verdad indudable
Parece que hemos caído en un escepticismo radical y sin salida.
Descartes nos descubre que sí hay una verdad indudable y cierta. Si yo estoy dudando, si me estoy haciendo
estas preguntas y si estoy tratando de encontrarles respuesta, al menos puedo estar absolutamente seguro de
que yo existo.
COGITO ERGO SUM, piensa luego existo. Esta primera verdad indudable puede llamarse "el cogito
cartesiano"
La primera verdad por completo incuestionable encontrada por Descartes es el cogito: Yo pienso, y por lo
tanto yo tengo necesariamente que existir.
PILAR L.O
Mi existencia como sujeto pensante es algo totalmente cierto e indudable, una verdad firme y segura ante la
que no cabe la más mínima posibilidad de duda.
Si hubiese un genio maligno que me engañase, lo que es incuestionable siempre, es que yo tengo que existir,
si es que estoy planteándome estas complicadas cuestiones.
Esta primera verdad indudable no es producto de un razonamiento complicado ni de una elaboración
sofisticada.
El cogito es una verdad que se capta directamente mediante la intuición.
Se trata de una idea clara y distinta, significa que es del todo nítida y que no es posible confundirla con
ninguna otra idea diferente, porque se alcanza mediante la intuición, de manera indirecta e inmediata.
Para Descartes el cogito es el mejor ejemplo de conocimiento completamente indudable, que puede
proporcionarnos un criterio de verdad para determinar cuándo una afirmación puede considerarse segura.
1.2 El sujeto pensante:
Descartes es el primer filósofo moderno que introduce este novedoso e importante papel que otorga a la
subjetividad individual.
La función del sujeto pasará a ocupar un puesto esencial en el pensamiento de la modernidad, con lo que se
producirá un cambio decisivo en la orientación de la filosofía occidental.
Para poder elaborar su sistema filosófico, Descartes tiene que encontrar la manera de ir más allá de la verdad
del cogito.
Yo existo, porque pienso, dudo, siento y me hago preguntas. Yo soy una cosa que piensa, una conciencia que
tiene contenidos de diferentes tipos.
Los tres tipos de ideas
Descartes clasifica las ideas presentes en la conciencia en tres grandes grupos:
➡ LAS ADVENTICIAS: proceden del exterior y se captan con los sentidos. Son las representaciones
mentales elaboradas a partir de lo que mis sentidos perciben de lo creo que es el mundo exterior.
➡ LAS FACTICIAS: son producto de mi propia actividad mental. La mende ha elaborado por sí mismas
ejemplo, un centauro, sirena, dragón
➡ LAS INNATAS, están en mi interior desde mi nacimiento y pueden captarse de forma directa mediante
la intuición. Son muy distintas a las ideas adventicias o facticias. Las ideas innatas no pueden percibirse
y tampoco han sido elaboradas por sí mismas. Estos contenidos mentales se encuentran en mi interior
desde mi nacimiento.
Las ideas claras y distintas que pueden captarse de manera intuitiva, como sucede con la idea del cogito, que
es la primera y más evidente idea innata
Descartes cree que existe otra idea innata de gran importancia que es la idea de Dios.
2. DIOS EN LA FILOSOFÍA CARTESIANA.
2.1. La idea de un ser infinito.
La idea de Dios, corresponde a un ser infinito, perfecto, todopoderoso, eterno y omnisciente. La intuición
me permite reconocer esta idea, que está presente en mi conciencia, de manera clara y distinta.
Es necesario aclarar de dónde proviene esta idea que tengo en mi interior. Para aclarar esta cuestión hay que
saber a qué tipo de contenido mental corresponde la idea de Dios.
La idea de Dios no es adventicia. Tampoco es una idea facticia
La existencia de Dios puede probarse según
Descartes, partiendo de la idea innata que todos tenemos de un ser infinito. Esta idea no puedo haberla
creado yo, que soy un ser finito e imperfecto, por lo que debe provenir de un ser realmente perfecto que
existe en la realidad.
Para Descartes, la existencia de Dios puede demostrarse mediante otros dos argumentos. Podemos partir de
la primera verdad evidente e intuitiva hallada por Descartes
PILAR L.O
Yo existo, de eso no cabe duda, pero lo que no está tan claro es quien me ha creado a mí.
Si hubiera tenido el poder de crearme a mí mismo indudablemente me habría dotado de mayores
perfecciones. Sin duda me ha tenido que crear alguien mucho más poderoso que yo mismo, que ha de ser
DIOS.
Para apoyar su razonamiento sobre la existencia de Dios, Descartes recurre al argumento ontológico que
había sido propuesto originalmente por Anselmo de Canterbury, en la Edad Media. Si definimos a Dios
como el ser más grande que puede pensarse, es indudable que Dios tiene que existir, porque de lo contrario
sería posible imaginar un ser aún más grande.
Dios existe como un ser infinito y perfecto en la realidad.
Es decir para demostrar la existencia de Dios, Descartes también empleó otros dos razonamientos:
1. Dios es el ser todopoderoso que me ha creado.
2. Argumento ontológico anselminiano
2.2. La divinidad como garantía de lo real:
La demostración de la existencia de Dios es un punto crucial en la filosofía de Descartes.
Él había sido capaz de encontrar en el cogito una primera verdad o sujeto de existencia firme e indudable.
Descartes afirma su propia existencia como sujeto pensante. No puede garantizar que ni su cuerpo ni el resto
de lo que ve, toca o piensa corresponda a algo auténticamente real. Al llegar aquí el razonamiento cartesiano
está a punto de deslizarse hacia un estéril SOLIPSISMO, posición que indica que lo único que existe
verdaderamente es la propia conciencia.
La existencia de Dios ofrece a Descartes un camino para escapar de este peligroso callejón sin salida.
Si efectivamente hay un Dios perfecto, entonces está claro que es bueno y que este ser infinitamente bueno
no puede permitir que yo viva engañado. Según Descartes, Dios no puede consentir que las cosas que se
perciben con claridad y distinción resulten ser falsas.
Esto permite a Descartes, rechazar la hipótesis del GENIO MALIGNO y afirmar con confianza que el
mundo exterior no puede ser un sueño ni una ilusión.
Según Descartes, la existencia de un Dios infinitamente bondadoso sirve de garantía para afirmar la realidad
del mundo que rodea y para descartar todo peligro de caer en el solipsismo.
2.3. El origen del error.
Si Dios existe entonces no cabe dudar de la realidad.
Si Dios existe no cabe duda de que todo lo que perciba con claridad y distinción debe ser cierto.
Ahora hay que aclarar cómo es posible que, existiendo Dios, yo a veces me equivoque y cometa errores.
¿Cómo permite eso Dios, si efectivamente existe y es un ser providente y de infinita bondad?
Descartes distingue entre el entendimiento y la voluntad.
La existencia de Dios garantiza la veracidad de todo aquello que mi entendimiento capta de forma clara y
distinta.
A veces la voluntad, decide aceptar como válidas algunas ideas que no tienen esos rasgos de claridad y
distinción.
El error surge cuando la voluntad admite como válidas ideas que no deberían aceptarse, porque son oscuras
y confusas.
El origen de los errores humanos está en un fallo de la voluntad, y no del entendimiento.
Para evitar estos errores debemos entrenarnos para aceptar voluntariamente solo aquello que se perciba con
total CLARIDAD Y DISTINCIÓN.
PILAR L.O
3. LA UNIDAD DE LAS CIENCIAS.
3.1 El método cartesiano:
El principal objetivo de Descartes es encontrar un camino adecuado para alcanzar verdades firmes e
indudables.
Descartes expone este método en EL DISCURSO DEL MÉTODO, donde propone una serie de reglas claras
y sencillas que pretendían servir de orientación para el trabajo de los científicos y los filósofos.
El método cartesiano se fundamenta en el uso sistemático de la razón, única fuente fiable para encontrar la
verdad.
Hay dos operaciones que la razón puede empelar:
➡ LA DEDUCCIÓN, puede ofrecernos verdades firmes y seguras si prestamos la debida atención para no
cometer ningún error en la cadena del razonamiento deductivo.
➡ LA INTUICIÓN, proporciona un conocimiento inmediato de las verdades infalibles que pueden
percibirse con total evidencia, de forma clara y distinta. La verdad fundamental del COGITO se alcanza
con la intuición. Otras verdades requieren de un proceso con varias etapas encadenadas.
El método cartesiano está formado por:
EVIDENCIA: La búsqueda de la verdad debe comenzar un por un punto de partida firme y seguro,
como un sólido cimiento sobre el cual podamos edificar todos nuestros conocimientos. La base son
pocas verdades evidentes, claras y distintas.
ANÁLISIS: Consiste en dividir la cuestión concreta en partes más sencillas. El campo de estudio suele
estar formado por realidades diversas y complejas que no resulta fácil conocer en su totalidad. Es
conveniente separar los distintos elementos del problema, de manera que puedan estudiarse de forma
individual.
SÍNTESIS: Cuando cada uno de los elementos ha sido estudiado y resuelto, es necesario recomponer la
totalidad del problema, para ofrecer una respuesta completa a la cuestión global que se quiere estudiar.
REPASO: Asegurarse que no se ha cometido ningún error en la aplicación del método, es necesario
repasar con cuidado todo el proceso. Hay que enumerar los diferentes pasos, para comprobar que no
hemos omitido ninguno. También hay que revisar con cuidado todas las operaciones para asegurarnos de
no habernos equivocado en ningún momento.
3.2 Un solo árbol con muchas ramas.
El método cartesiano podía servir de guía para desarrollar cualquier tipo de investigación científica o
filosófica.
Según él, las ciencias no son más que diferentes aspectos de una única realidad, que los seres humanos
podemos conocer si empleamos la razón de manera rigurosa y sistemática.
En su momento fue una propuesta muy atrevida, que chocaba con las interpretaciones tradicionales acerca
del conocimiento.
Descartes, pensaba que el saber está constituido, en el fondo, por una única ciencia universal, en las que se
integran diferentes ciencias particulares, como las ramas de un árbol salen todas de un tronco central.
Descartes sostuvo que las distintas ciencias formaban parte de un único saber universal. Creía que su método
podía aplicarse por igual en todos los campos de investigación.
PILAR L.O
4. La sustancia en Descartes
4.1. Las tres sustancias en Descartes
El elemento central de la metafísica cartesiana es el concepto de SUSTANCIA.
Sustancia: aquello que existe por sí mismo y no necesita de nada más para existir.
Identificó tres tipos de sustancias diferentes caracterizadas por atributos. Estos atributos se manifiestan bajo
la forma de cualidades cambiantes o modos.
SUSTANCIA INFINITA: (res infinita). Dios es el único ser que existe por sí mismo y que no necesita de
nada más para existir. Le caracteriza su infinitud. Dios es un ser perfecto que no experimenta cambios,
por lo que la sustancia infinita no presenta modos.
SUSTANCIA PENSANTE: ( res cogitans). Es la actividad mental. Puede decirse que la actividad
pensante es la conciencia, el yo o el alma. Todos estos términos hacen referencia a una misma realidad,
que es mi capacidad para pensar, imaginar, sentir, dudar o desear.
SUSTANCIA EXTENSA: (res extensa). Se identifica con la materia. El atributo es la extension porque
todo lo que es material ocupa lugar en el espacio, también tiene figura y movimiento.
4.2 Mecanicismo y determinismo
Los avances de la ciencia en el siglo XVI, en los que el propio Descartes tuvo un papel muy destacado,
contribuyeron a difundir la idea de que la naturaleza está sometida a leyes fijas e inamovibles.
Así el comportamiento de todos los cuerpos materiales puede determinarse con total precisión y seguridad
aplicando las leyes de la física.
El universo entero actúa como un gran sistema mecánico, una enorme máquina o reloj
Descartes dice, todo lo material está sujeto a las leyes de la naturaleza y se comporta de forma mecánica y
determinista.
Este mecanicismo determinista de Descartes se extiende no sólo a piedras y cuerpos inanimados, sino
también a los seres vivos.
Para Descartes los animales solo son complejos sistemas mecánicos formados exclusivamente por materia.
4.3 Dualismo antropológico:
La distinción entre sustancia pensante y sustancia extensa es el principio en que se apoya la antropología
cartesiana.
El dualismo antropológico, consiste en pensar que el ser humano está formado por dos realidades muy
distintas.
Estas dos realidades son sustancias existentes en el ser humano, que está compuesto por la unión de cuerpo y
alma.
La parte material el CUERPO, sustancia extensa. Al estar formado por materia, obedece a las leyes de la
física y sujeto al determinismo.
También en el ser humano hay un principio inmaterial que es la actividad mental consciente, el ALMA.
Parte de nuestro ser no está sujeta al mecanicismo determinista.
Según Descartes, el alma humana es la dimensión espiritual de la persona, por lo que goza de libre albedrío
y puede continuar existiendo tras la muerte del cuerpo
El que ambas dimensiones interactúen plantea un problema. Lo cierto, cuando nuestro cuerpo sufre un daño,
también lo nota el cerebro. Y cuando la mente manda moverse a mi cuerpo, el cuerpo se mueve.
El problema de la relación entre las sustancias nunca encontró una respuesta satisfactoria dentro del
pensamiento cartesiano.
A veces llega a afirmar que nuestra auténtica y verdadera realidad es la conciencia, en tanto que el cuerpo es
tan sólo un instrumento a su servicio. Llega a comparar el alma con el timón de un barco.
Otras veces Descartes está pensando en dos realidades separadas, que podrían conectarse a través de algún
punto concreto, como la glándula pineal, una pequeña protuberancia en la base del cerebro.
PILAR L.O
4.4 Una ética provisional:
Los escritos acerca de ética resultan bastante esquemáticos y poco desarrollados.
En sus reflexiones sobre el ser humano Descartes insiste en la importancia de que nuestra mente domine los
deseos del cuerpo.
El cuerpo es material y mecánico mientras que el alma es libre, la auténtica felicidad sólo puede lograrse,
cuando la voluntad dirigida a la recta razón, controla y domina nuestras pasiones.
Así como el alma puede perfeccionarse para alcanzar la libertad, lo contrario sería convertirnos en esclavos
de apetitos materiales.
No llegó a desarrollar una teoría ética siguiendo los pasos del método.
Era consciente que para relacionarnos con los demás, necesitamos algún tipo de guía que oriente nuestro
comportamiento.
Propuso seguir unas normas básicas que sirvieran como una "moral Provisional" que pudiera usarse de
manera transitoria hasta que hubiera una teoría ética completa y adecuadamente elaborada
Las normas que propuso son:
1. Seguir fielmente las leyes y las costumbres del país en que se vive.
2. Ser decidido y resuelto en las acciones, manteniendo con firmeza las decisiones adoptadas.
3. Asumir el orden del mundo y los vaivenes de la fortuna intentando más bien modificar los propios
deseos que cambiarla realidad.