Funcion Social y Juridica Del Abogado
Funcion Social y Juridica Del Abogado
Funcion Social y Juridica Del Abogado
CARRERA DE DERECHO
BIBLIOTECA
“Todo tipo de reproducción del presente documento siempre hacer mención de la fuente del autor y del
repositorio digital para evitar cuestiones legales sobre el delito de plagió y/o piratería”.
La dirección de la Biblioteca
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
CARRERA DE DERECHO
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES Y SEMINARIOS
TESIS DE GRADO
La Paz – Bolivia
2012
i
DEDICATORIA
ii
AGRADECIMIENTO
iii
RESUMEN ABSTRACT
ÍNDICE
Dedicatoria………………………………………………………………………… …...ii
Agradecimiento…………………………………………………………………………iii
Indice………………………………………………………………………………........v
Problematización ............................................................................................. 2
Delimitación temporal……….…………………………………………………….3
Objetivos Generales..................................................................................... 4
v
Variables de la investigación .............................................................................. 6
Introducción………...…………………………………………………………………..9
CAPITULO I
CAPITULO II
2.1.2.El Abogado.................................................................................... 29
2.9.1. Estudia..….……………………...……………………..………….... 73
2.9.2. Piensa…………………………………………………………...…….. 74
2.9.3. Trabaja………………………………………………………………… 75
2.9.6. Tolera………………………………………………………………….. 81
2.9.9. Olvida....……………………………………………………………….. 84
Capítulo III
PROPUESTA……………………………………………………………………….. 87
Capítulo IV
capítulo V
5. Diagnostico ........................................................................................ 97
Bibliografia..………………………………………………………………………….107
viii
LA FUNCIÓN SOCIAL Y JURÍDICA DEL
PROFESIONAL ABOGADO EN LA NUEVA VISIÓN
DEL ESTADO PLURINACIONAL
Ante esta situación y con los cambios que se van generando en nuestro país
especialmente con la puesta en vigencia de la Nueva Constitución Política del
Estado Plurinacional de Bolivia la cual demuestra ante el mundo una
Constitución propia con un nuevo contenido y una nueva Visión de lo que
significa los derechos, obligaciones e instituciones de la estructura del Estado y
la Nueva Ley de Organización Judicial se hace necesario un estudio profundo
que permita establecer cuál debe ser la nueva función social y jurídica del
profesional abogado para que este pueda adecuarse a los cambios sociales,
1
políticos, jurídicos en el desarrollo del ejercicio mismo de su profesión. Dios,
nos da dos atributos, la extensión y el pensamiento de la misma realidad, de
modo que el monismo intermedio considera que hay una única sustancia de la
cual sólo conocemos dos atributos. Entonces cuerpo y mente son dos aspectos
de una misma cosa, aplicada en exención y pensamiento, por el profesional
abogado en beneficio de la sociedad.
PROBLEMATIZACIÓN
¿El abogado debe adecuarse a los cambios que se van generando en nuestro
país porque es fundamental su participación en el desarrollo institucional?
¿Entonces cuerpo y mente son dos aspectos de una misma cosa, aplicada en
exención y pensamiento, por el profesional abogado en beneficio de la
sociedad?
DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
DELIMITACIÓN TEMÁTICA
2
DELIMITACIÓN ESPACIAL
DELIMITACIÓN TEMPORAL
OBJETIVOS GENERALES
Determinar cuál debe ser la nueva función social y jurídica del abogado
en la nueva visión del Estado Plurinacional y su correcto
desenvolvimiento ante la sociedad con un alto grado de compromiso
social.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Sin embargo por la propia naturaleza humana se van generando una serie de
problemas, dificultades así como controversias de orden social y legal en este
contexto las universidades preparan a los profesionales abogados con la
finalidad de convertirse en verdaderos defensores sociales, en la actualidad
autoridades, medios de comunicación, litigantes, y algunos operadores de
justicia los abogados fueron perdiendo la visión y naturaleza para que fueron
formados de manera que deben constituirse en los verdaderos defensores de la
correcta aplicación de la ley, derechos, obligaciones y garantías.
Ante las reiteradas denuncias del inadecuado ejercicio de los abogados cabe
efectuar una investigación que se ocupe de establecer cual la verdadera función
social y jurídica del profesional abogado, como estos influyen en la sociedad.
5
HIPÓTESIS DE TRABAJO DE LA INVESTIGACIÓN
VARIABLES DE LA INVESTIGACIÓN
VARIABLE INDEPENDIENTE
VARIABLE DEPENDIENTE
6
MÉTODOS QUE FUERON UTILIZADOS EN LA INVESTIGACIÓN
MÉTODO GENERAL
MÉTODOS ESPECÍFICOS
7
TÉCNICAS QUE FUERON UTILIZADAS EN LA INVESTIGACIÓN
8
INTRODUCCIÓN
9
Por ello, es esencial que se reflexione en estos momentos sobre la figura del
abogado. Es importante que desde el mundo del derecho se investigue sobre
este operador elemental: qué es, qué ha sido y el futuro que le depara. Al
mismo tiempo, son muchas las cuestiones que pueden plantearse en relación
con su profesión, con su adscripción, su deontología, la función que ejerce
dentro del sistema jurídico o su relación con otros operadores jurídicos como el
juez o el fiscal.
10
Para el estudio de esta relación, en el ámbito de la abogacía, ha sido
imprescindible llevar a cabo un análisis detallado sobre el papel que ejercen los
abogados en la actualidad. Los roles que se han de otorgar a la Confianza y la
Confiabilidad del profesional, son fundamentales a la hora de efectuar una
aproximación al análisis de la profesión de abogado, sobre todo desde el punto
de vista de su relación con el cliente.
11
CAPÍTULO I
Esta Universidad se convirtió en una de las más famosas del Nuevo Mundo, y
es imposible negar su gran relevancia e importancia en la historia
sudamericana.
José María Camacho, compendio de historia de Bolivia Tip Comercial 1896 Pág. 64
12
El claustro de la Universidad tuvo un papel destacado en los hechos de la
Revolución de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809. Desempeñó un papel
destacado en la independencia de las colonias americanas del Imperio Español,
educando a muchos de los patriotas que formaron los primeros gobiernos
independientes del Cono Sur.
José María Camacho, compendio de historia de Bolivia Tip Comercial 1896 Pág. 64
13
1.2. PRIMER COLEGIO DE ABOGADOS - REPÚBLICA
DE BOLIVIA
14
Este congreso consideró los estatutos presentados por una Comisión
constituida al efecto y presidida por el Dr. Ernesto Arduz Daza. Durante los
siguientes años, la Federación Boliviana de Colegios de Abogados retomó y
desarrolló sus actividades con regularidad, producto de ello constituye sin lugar
a dudas la presentación de sus Estatutos, contenidos en sus 38 artículos y 9
títulos, y bajo ellos el reconocimiento de su personalidad jurídica. Estos fueron
aprobados mediante Resolución Suprema No. 170582, de 2 de septiembre de
1973.
Para el año de 1989, la institución presidida por el Dr. Jorge Lema Morales, en
el III Congreso de Abogados, llevado a cabo en la ciudad de Tarija del mismo
año, toma la decisión de aprobar las modificaciones a los estatutos y el cambio
de nombre del Colegio de Abogados por la de Colegio Nacional de Abogados
de Bolivia, aprobándose mediante Resolución Suprema No. 208218, del 12 de
octubre de 1990 y acorde con el artículo 53 de la Ley de la Abogacía,
promulgada mediante Decreto Ley No. 16793 de 19 de julio de 1979. A partir
de entonces el Colegio Nacional de Abogados de Bolivia se constituye como
organismo máximo de los Colegios de Abogados del País.
15
Los que fueron redactados por la Comisión de Análisis, presidida por el Dr.
Guido Chávez, entonces presidente del CONALAB y aprobados en el V
Congreso Nacional Ordinario de Abogados, en fecha 2 de mayo de 1996. A
estos estatutos, el actual Directorio, incorporó en todos los artículos el
correspondiente nomen juris de acuerdo a la técnica normativa, asimismo, se
incorpora entre los fines de Colegio la creación de la Escuela de Abogados,
como también la inclusión del Reglamento Interno. Aprobándose los Estatutos
en sus XVII capítulos y 50 artículos y el Reglamento Interno en sus XVIII
capítulos y 52 artículos, de acuerdo a la Resolución Prefectural RAP. 0287.
Concretada la idea original del Dr. Freddy Heinrich Balcazar, la Fundación tiene
como finalidad principal desarrollar programas de capacitación permanente de
los abogados y actualización en diferentes áreas del derecho, así como .y la
Legislación boliviana en particular, entre otros. De acuerdo a la Resolución
Prefectural RAP No. 148, quedaron aprobados los Estatutos en sus IV títulos y
40 artículos y su Reglamento en sus V capítulos y 31 artículos.
16
Bajo este objetivo se concreto la creación de la Escuela de Práctica Jurídica,
apoyada en un inicio por el Consejo General de La Abogacía Española, con
quienes se suscribió un Convenio de Cooperación Interinstitucional, llegando al
país una comisión de profesionales a dar unos cursos de capacitación, los que
posteriormente fueron replicados en casi todos los Colegios Departamentales .
Es así que a partir de esta iniciativa, que fue una constante en estos años de
gestión, se posibilitó la implementación de la misma, que cuenta con los
Reglamentos Generales de Funcionamiento, así como con un Diseño Curricular
Base, para su pronta implementación. De igual forma se priorizo la creación del
Instituto de Investigación Jurídica, el que ya tiene sus correspondientes
Reglamentos, los que fueron elaborados por el distinguido Dr. Jorge Forges,
profesional que se adhirió de forma militante y desinteresada a este proyecto.
17
1.3. ABOGADOS ESTADO PLURINACIONAL DE
BOLIVIA
19
CAPÍTULO II
Con esta Teoría Hans Kelsen, de alguna manera da un papel principal a los
abogados, quienes son los protagonistas para conciliar un conflicto de partes, o
buscar una justa sentencia a un derecho vulnerado, o más ampliamente toda
consideración filosófica sobre la nueve función social y jurídica del abogado, no
puede sustraerse fácilmente a una reflexión crítica sobre el Derecho sustantivo,
en relación a la defensa material y formal. Especialmente problemas como la
distinción entre el orden moral y el orden jurídico, la función social y jurídica a la
luz de la nueva visión del estado Plurinacional. Paradójicamente la constante
agitación de planteamientos sobre la nueva visión del estado plurinacional,
corresponde a abundante reflexión para el profesional Abogado, quien trata día
a día de resolver los conflictos, la incertidumbre y las dificultades para el orden
normativo de tanta modificación.
H. Kelsen, La paz por medio del derecho, trad.cast. de Luis Echavarri, Buenos Aires, lozada,1946,pp 23-24 (5)
20
Como es sabido el sistema jurídico constituye en el marco de las tesis
kelsenianas un orden coactivo de la conducta humana. Como orden coercitivo, -
-dirá el pensador austríaco - el Derecho es aquella técnica social específica que
consiste en el intento de lograr la deseada conducta social de los hombres por
medio de la amenaza de una medida de coerción que se tomará en el caso de
conducta contraria, es decir, jurídicamente dañosa».
Pero para Kelsen el Derecho también es un orden para promover la paz que
tiene por objeto que un grupo de individuos pueda convivir en tal forma que los
conflictos que se susciten entre ellos puedan solucionarse de una manera
pacífica; esto es, sin recurrir a la fuerza y de conformidad con un orden de
validez general».
H. Kelsen, La paz por medio del derecho, trad.cast. de Luis Echavarri, Buenos Aires, lozada,1946,pp 23-24 (5)
21
2.1. REPENSAR EL PERFIL DEL ABOGADO
Partimos por dejar planteada la discusión sobre el rol del abogado o abogada
latinoamericano en los procesos de cambio y transformación de la sociedad
actual, marcado por la desigualdad y la deshumanización que impera en la
aplicación de la justicia, con especial significación, centramos la atención en la
formación del abogado Boliviano, que se concibe en el marco de la Constitución
de nuestro Estado Plurinacional, desde su formación como un profesional con
una profunda sensibilidad social y con un elevado sentido de la ética, la moral,
la justicia, la paz, la libertad y la fraternidad.
22
Este es un verdadero salto y permitirá la formación de abogados que
verdaderamente trabajarán en armonía con la realidad social; dejando de lado
los criterios netamente capitalistas, que persisten hasta nuestros días.
Es necesario dar al traste con esas ideas, según las cuales el abogado
permanece enclaustrado, en una oficina o local similar, esperando que el
problema llegue hasta él; y una vez que ello ocurre, pretende resolverlo de una
forma netamente liberal, de espaldas al entorno social. El nuevo profesional
debe ser proactivo, dinámico, capaz de ubicar el dilema por sí mismo y
solventarlo con plena conciencia de las necesidades actuales de nuestra
sociedad.
Por otra parte, la educación del Abogado, y de cualquier profesional, debe ser
democrática, lo que significa que al alumno se le debe estimular a participar
activamente en el proceso formativo, y se le debe permitir cuestionar y criticar la
enseñanza que recibe, el estilo pedagógico del docente, entre otros aspectos,
todo ello, dentro de los parámetros preestablecidos. Ese mismo carácter
democrático trae como consecuencia el hecho de que la educación superior es
vital, sin que se permita dentro de ella ningún tipo de discriminación, todo
boliviano debe poder acceder a ella. La Carrera de Derecho procura formar
profesionales con una clara conciencia del sentido ético de su actividad, por lo
tanto exige a las universidades una profunda revisión y análisis de la pertinencia
social de los diseños curriculares que sustentan su formación, su concepción
epistemológica, teleológica, ontológica y práctica a fin de que pueda responder
a las demandas del fenómeno humano, histórico-social.
23
Los cambios sociales, tecnológicos, educativos, políticos y culturales han
influido de manera preponderante en las ciencias jurídicas determinando al
Derecho como instrumento social, que aportar soluciones a los conflictos de la
sociedad desde una nueva visión del Derecho, ligada a la vigencia de los
Derechos Humanos, incorruptible solvencia moral y a la lucha por la justicia
social, enmarcados en la Constitución Política del Estado Plurinacional; es por
esta razón que la carrera de Derecho debe responder a los problemas
planteados dentro del entorno social, exigiendo nuevas competencias al
abogado.
24
Los avances sociales y jurídicos que se producen a nivel mundial, sin duda
alguna también influyen en la posición que debe asumir la Universidad para dar
respuesta a los problema de la sociedad, motivo por el que se refrenda la
imperiosa necesidad de reestructurar los contenidos y subproyectos ofertados
en el plan de estudios de la Carrera de Derecho, a los efectos de dotar al futuro
profesional de una adecuada formación integral acorde con el presente y futuro
del Estado con las Ciencias Jurídicas.
25
• El Derecho organiza y regula el funcionamiento del Estado, institucionaliza un
sistema de seguridad y de control social; cumple una función de prevención y
educación y encamina a las personas a adoptar comportamientos considerados
socialmente buenos.
26
En correspondencia a ese proceso de revisión y actualización histórica del
Derecho y de las Instituciones Jurídicas del Estado Plurinacional, proponemos
la conformación de planes de estudio que Incluye asignaturas orientadas a
fortalecer la formación general, reflexiva, antropocéntrica, y comunicacional del
egresado, subproyectos orientados a la formación profesional específica con
marcado dominio de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores
para el desempeño de los roles de planificador de la justicia, investigador social,
asesor/orientador integral, administrador y docente universitario.
27
La Universidad, se propone formar profesionales del Derecho que con su que
hacer hagan creíble la justicia a la sociedad, y con una capacidad para lograr el
ajuste del Derecho a las nuevas condiciones históricas. Juristas que, desde la
investigación, la aplicación y análisis jurídicos, puedan potenciar el papel del
abogado en la realidad y contribuyan a conseguir su eficacia en la búsqueda de
la justicia.
28
2.1.2. EL ABOGADO
29
2.1.3. LOS OPERADORES JURÍDICOS
El abogado es por tanto un operador jurídico, pues bien como intérprete, bien
como consultor, bien como litigante, se sirve del derecho y opera con él en el
día a día de su trabajo profesional. Pero el abogado, es además un licenciado
en Derecho, por lo que se encuentra también dentro de la denominación de
jurista, constituyendo uno de los personajes principales dentro de las
profesiones jurídicas.
1
PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, Revista de la Facultad de Derecho de la
Universidad Complutense de Madrid, núm. 72, 1986-1987, págs. 447-469, pp. 448
2
Comúnmente se denomina jurista a todo aquel que ha terminado los estudios de Derecho.
30
2.1.4. ¿QUÉ ES UNA PROFESIÓN?
Son numerosas las definiciones que se han utilizado para el término profesión.
Unos han definido las profesiones como “grupos que aplican su especial
conocimiento al servicio del cliente”3. Otros la han definido desde “el ejercicio
habitual y continuado de una actividad laboral desarrollada con la finalidad de
sustentarse4” hasta como “vocación cuya práctica está fundamentada en un
conocimiento y estructura teórica especializada de un ejercicio liberal o
científico y sobre las habilidades que acompañan dicho conocimiento 5”, o
incluso como “ejercicio continuado de una actividad humana que tiene por
objeto efectuar determinado trabajo” 6.
8
En Inglés, el término sufrió esta misma evolución significando en el s. XIII, la promesa o voto
que se realizaba ante la orden religiosa; pasando en el s. XIV a referirse a una promesa
solemne y adquiriendo en el s. XVI el sentido de actividad cuyo conocimiento es aplicado a los
asuntos de los demás. BAKER, S. F: “What’s a profession?”, Professional Ethics, vol.1 Num.
1&2, 1992, pp. 84.
9
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, Sistema, núm. 137, 1997,
págs. 27-44, pp. 29.
10
COTTERRELL, R.: Introducción a la Sociología del Derecho, Barcelona, Ariel, 1991, pp. 157.
32
que junto a una autorregulación daban lugar a un pacto especial con la
sociedad11. Poco después se rechazó esta consideración de la profesión como
ocupación especial, afirmándose que todas las ocupaciones exigen algún tipo
de “licencia” para realizar actividades buscando un desarrollo económico.
Algunos intentaron diferenciar la profesión mediante la idea de estatus (status) y
buscaron los criterios por los que se puede reconocer un determinado status
profesional. Hubo quienes pretendieron incluso especificar un numerus clausus
de características de la profesión, con el fin de integrarlos en un esquema
analítico12. Se ha llegado a identificar al profesionalismo como un fenómeno,
que en un mercado de recursos escasos establece un monopolio de suministro
mediante la organización y la influencia política 13. Como una respuesta a las
posturas anteriores, se ha mantenido la posibilidad de distinguir entre un
concepto sociológico de profesión y otro popular 14, e incluso se ha llegado a
sostener la posibilidad de descartar la existencia de una categoría de
profesión15.
11
Norberto Rodríguez Bustamante y Tulio Halperín Dongui (Trad.), Buenos Aires, Ed. Paidós,
1954, pp. 34 y ss.
12
FREIDSON, E.: La profesión médica, Barcelona, Ediciones Península, 1978, pp. 83 y ss.
13
JOHNSON, T. J.: Professions and Power, op. cit., pp. 38.
14
FREIDSON, E.: “The Theory of Professions: State of Art”, DINGWALL, R., LEWIS, P.: The
Sociology of Professions. Lawyers, Doctors and Others, London, Macmillan, 1983, pp. 30.
15
Así lo indica COTTERRELL, R.: Introducción a la Sociología del Derecho, Barcelona, Ariel,
1991, pp. 158.
33
remunerado16, pues entre otros requisitos, se requiere un conocimiento
especializado en una materia específica. En el caso de la abogacía, esta
exigencia de Intelectualidad se plasma en el dominio de la Ciencia Jurídica.
16
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 29.
34
2.1.5. ¿QUÉ ES UNA PROFESIÓN JURÍDICA?
17
PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, op. cit., pp. 448.
18
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 30.
35
segunda de las respuestas sería una negativa clara, y la tercera pregunta la
respondería con un depende. Es decir, operador jurídico y jurista así como
operador jurídico y profesional del derecho, son categorías diferentes en distinto
grado de restricción. Sin embargo, nos queda por aclarar si un profesional
jurídico sería sinónimo de jurista o no19.
Esta relación podría verse plasmada más fácilmente a través de tres círculos
concéntricos. El círculo más amplio estaría formado por los operadores del
derecho, aquéllos que se dedican a actuar dentro del ámbito del Derecho con
una habitualidad profesional. Dentro de este primer círculo nace otro más
restringido con aquellos operadores jurídicos que tienen una formación que les
dota de competencias para ejercer en el ámbito jurídico. Éste será el círculo de
los profesionales jurídicos. El tercer y último círculo es el más restringido de
todos. Es el formado por los operadores del Derecho que son profesionales
jurídicos, pero que tienen además la titulación en Derecho.
19
El profesor Liborio Hierro emplea como sinónimos las denominaciones “jurista” y “profesional
jurídico” HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 30.
36
Son los juristas. De esta forma un jurista será siempre un licenciado o graduado
en Derecho que ejerce dentro del ámbito jurídico; esto lo convierte en un
profesional del Derecho y a su vez, en un operador jurídico. Igualmente, un
profesional jurídico siempre será un operador del Derecho, pero no tendrá
porqué ser un jurista (caso de un administrador de fincas). Por último, un
operador jurídico no tiene porqué ser un profesional del Derecho ni un jurista y
no por ello pierde su condición de operador del Derecho (éste sería el caso de
un diputado que no tuviera titulación o cuya titulación no tenga relación con el
ámbito jurídico).
20
El alcalde es uno de los operadores jurídicos que pone como ejemplo el profesor Peces
Barba en PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, op. cit., pp. 448.
21
Liborio Hierro en HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp.
29
37
Por un lado, los profesionales jurídicos o juristas y por otro una categoría que
engloba a estos primeros como los operadores jurídicos. Lo cierto es que el
profesional objeto de estudio de este trabajo no es, en el sentido de esta
diferenciación, un personaje especialmente problemático puesto que un
abogado forma parte de cualquiera de las categorías, tanto si consideramos
que son dos como si entendemos que dentro del ámbito jurídico existen tres
categorías profesionales. Un abogado es un jurista, un profesional del Derecho
y es un operador jurídico.
Por ello, sin entrar a debatir cuál de estas definiciones anteriores es más o
menos adecuada para el conjunto de los profesionales jurídicos, y siendo
conscientes de que el uso de una u otra no cambiaría de situación a la figura
del abogado, utilizaremos la denominación de jurista como sinónimo de
profesional jurídico con el fin de garantizar una exposición más clara y
entenderemos que todo aquél que, sin tener el título de licenciado en Derecho,
ejerza dentro del ámbito jurídico, será un operador jurídico.
38
Si bien la ordenación de estas profesiones no es la finalidad de este trabajo, sí
que considero interesante tenerlas presentes a la hora de ubicar correctamente
la profesión de abogado, para poder reflexionar sobre su finalidad o función
social y sobre sus diferentes funciones a la hora de ejercer su profesión.
22
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 31
23
PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, op. cit., pp. 465.
24
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 31.
25
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 32.
26
PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, op. cit., pp. 464.
39
Ampliando un poco este último criterio, nos encontramos con profesiones
jurídicas de función única y de función múltiple. Dentro de las primeras,
podemos encontrar al notario o al procurador, al letrado de cortes o incluso al
juez. Pero hay una profesión jurídica cuya función es múltiple, la abogacía. La
abogacía es la profesión jurídica completa, ya que interviene tanto en la
creación como en la aplicación de las normas. En esta última función puede
actuar de modo preventivo o de resolución de conflictos 27.
27
HIERRO, L.: “Las profesiones jurídicas: Una visión de conjunto”, op. cit., pp. 33.
40
2.1.6. IMPORTANCIA DE LAS PROFESIONES JURÍDICAS.
La importancia del sistema judicial y de sus operadores 28, sobre todo jueces y
abogados, ya la describió el juez Holmes 29 en su concepto del Derecho “Yo
entiendo por Derecho las profecías acerca de lo que los tribunales harán en
concreto, nada más ni nada menos”. Con esta definición sitúa a los operadores
jurídicos en un lugar preeminente dentro de la creación y aplicación del
Derecho. Siguiendo esta línea de pensamiento, Jerome Frank establece como
mecanismo de perfeccionamiento del sistema jurídico, la mejora del sistema de
formación de juristas30. Oliver Wendell Holmes y Jerome Frank son
considerados precursor y máximo exponente del realismo jurídico
31
norteamericano respectivamente.
28
PECES BARBA, G.: “Los operadores jurídicos”, op. cit., pp. 456.
29
HOLMES, O. W.: La Senda del Derecho, Buenos Aires, Abeledo Perrot, 1975, pp. 21.
30
BLÁZQUEZ MARTÍN, D.: “Ética y Deontología de las profesiones jurídicas”, Derechos y
Libertades, núm. 19, junio 2008, págs. 67-84, pp. 79.
31
CUETO RÚA, J.; “Prólogo” en FRANK, J.: Derecho e Incertidumbre, Buenos Aires,
Fontamara, 2001.
41
El realismo jurídico norteamericano fue un movimiento que, con las raíces
peculiares de los Estados Unidos32, mostró de modo general, cómo resultaba
insuficiente cualquier intento de explicar el carácter del Derecho sin un serio
examen empírico de las condiciones sociales y políticas dentro del cual se
desarrolla33. Aunque se habla de una doctrina, no constituyeron una escuela ni
un grupo cohesionado; en realidad fueron un conjunto amplio de juristas que
escribieron y enseñaron en las facultades y Law Schools de los Estados
Unidos34, entre los que se daban varias direcciones ideológicas en torno al
Derecho35. El propio Llewellyn, uno de los máximos impulsores, sostuvo que el
realismo jurídico era un movimiento, una serie de actitudes o un método antes
que una teoría o doctrina.
Lo que une a los autores realistas es el afán de anclar el estudio del fenómeno
jurídico en realidades tangibles y empíricamente constatables36. Su atención se
centra en los análisis de hechos sociales antes que en el estudio de los
elementos de carácter normativo. Por ello, su noción de Derecho no se
preocupa tanto de la idea de norma como de las personas consideradas como
relevantes en el proceso de resolución de conflictos. La decisión judicial se sitúa
57
para ellos37 en el epicentro mismo del universo jurídico .
32
ROMERO, J.M.: “Entorno y antecedentes del realismo jurídico norteamericano”, Revista de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, núm. 68, 1983, págs. 143-160,
pp. 144 y ss.
33
ZAPATERO, V y GARRIDO GÓMEZ, M.I.: El Derecho como proceso normativo. Lecciones de
Teoría del Derecho. Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá, 2007, pp.61.
34
CASANOVAS, P. y MORESO, J.J.: El ámbito de lo jurídico. Lecturas de pensamiento jurídico
contemporáneo. Barcelona, Crítica, 1994, pp. 235.
35
ROMERO, J.M.: “Entorno y antecedentes del realismo jurídico norteamericano”, op. cit., pp.
143.
36
En Homenaje a Luis Rojo Ajuria. Escritos Jurídicos, Santander, Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Cantabria, 2003, pp. 1186.
37
SOLAR CAYÓN, J.I.: “El concepto de derecho en el realismo jurídico americano. Una
reinterpretación.
42
El realismo jurídico fue un movimiento muy criticado desde otras corrientes de
pensamiento y por diferentes autores. Muchas de las objeciones estaban
dirigidas contra los conceptos del Derecho que los realistas sostenían. En las
teorías realistas, el juez se acaba convirtiendo en la figura central,
representando de alguna manera la idea del soberano que había planteado
Hobbes38, situándose en la cúspide del ordenamiento jurídico con la función de
irradiar validez al conjunto de normas jurídicas que lo componen.39 Holmes
afirmó en 1897 que entendía por Derecho las profecías acerca de lo que los
tribunales harán en concreto y John Chipman Gray afirmaba que el Derecho
consistía en las normas que los tribunales, es decir, los órganos judiciales de
ese cuerpo [el Estado], establecen para la determinación de los derechos y los
deberes jurídicos40. Para Frank el Derecho no es más que una decisión de un
tribunal relativa a unos hechos en la medida en que tal decisión afecta a esa
persona particular41.
38
SOLAR CAYÓN, J.I.: “El concepto de derecho en el realismo jurídico americano. Una
reinterpretación, op. cit., pp. 1188.
39
SOLAR CAYÓN, J. I.: “Dos visiones de la soberanía en la filosofía jurídica anglosajona: Del
rey Midas al soberano intermitente”, Derechos y Libertades, núm. 7, 1999, págs. 495-506, pp.
496.
40
SOLAR CAYÓN, J.I.: “El concepto de derecho en el realismo jurídico americano. Una
reinterpretación, op. cit., pp. 1187
41
SOLAR CAYÓN, J. I.: El realismo jurídico de Jerome Frank. Normas, hechos y
discrecionalidad en el proceso judicial, Madrid, Universidad Carlos III y Boletín Oficial del
Estado, 2005, pp. 86.
42
SUMMERS, R.S.: Instrumentalism and American Legal Theory, London, Cornell University
Press, 1982, pp. 102 y ss.
43
por lo tanto, no le dice al juez cómo decidirá sino cómo deberá decidir 43. Hart44,
por su parte afirmó que los realistas ignoraban los conceptos de autoridad y
competencia pues sólo tiene sentido hablar de jueces, sentencias y tribunales si
existen previamente algunas normas (normas de adjudicación diría Hart) que
les reconozcan como tal y que les conceda autoridad y competencia para que
sus decisiones tengan valor.
43
KELSEN, H.: Teoría general del Derecho y del Estado, Universidad Autónoma de México,
1983, pp. 200-201.
44
HART, H.L.A.: El concepto de Derecho, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1990, pp. 120 y 170.
44
Estos símbolos representan las circunstancias básicas sin las cuales no puede
haber un sistema justo que aplique el derecho: la imparcialidad, la fuerza y el
equilibrio. Los profesionales jurídicos son los responsables del mantenimiento
de este equilibrio en el cumplimiento de sus funciones. La acusación en uno de
los lados, la defensa en el otro y el juez imparcial que tomará finalmente la
decisión.
Son distintos los motivos por los que considero necesario prestarle atención al
abogado en concreto y no a otro profesional jurídico. En primer lugar porque,
como acabamos de señalar, el abogado ha sido una figura poco estudiada por
los “científicos” del Derecho, para quienes el legislador y el juez han ocupado
siempre un papel protagonista. A esto hay que añadirle que el abogado es un
profesional privado frente al juez, fiscal o secretario del Estado que son
profesiones públicas.
45
Incluso dentro de la aplicación puede actuar de modo preventivo en conflictos o
en la fase de resolución de los mismos. Es, frente a la inmensa mayoría de
profesionales jurídicos, una profesión claramente polifacética. Además, es una
figura castigada por la mala fama, en muchos casos adquirida por un gran
desconocimiento de la importancia de su función de las facultades de Derecho,
se planteen debates sobre si un abogado debe defender a una persona, aun
conociendo su culpabilidad.
45
CERVILLA GARZÓN, MD: La prestación de servicios profesionales. Valencia, Tiranch lo
Blanch, 2001.
46
ORTEGA REINOSO, G: “La abogacía, una profesión liberal en cambio”, Justicia: Revista de
derecho procesal. Núm. 1-2/2005, Págs. 249-277, pp. 251.
47
MALINVAUD, P.: “Introduction” en Les Professions Libérales, Travaux de l’Association de
Henri Capitant (Nice, 1997) Tome II, Paris, LGJD, 1998, pp. 1.
48
VACHET, G: “L’exercice de l’activité libérale salariat-indépendence” en Les Professions
Libérales, Travaux de l’Association de Henri Capitant (Nice, 1997) Tome II, Paris, LGJD, 1998,
pp. 69.
46
Sin embargo la profunda evolución que han sufrido las profesiones liberales
permite que todavía en nuestros días sigamos hablando de profesiones
liberales, a pesar de que éstas puedan ser ejercidas como asalariado. De
hecho, se va cada vez más hacia un ejercicio colectivo. Esta evolución provoca
que algunas de las características que se consideraban esenciales, dejen de
serlo o sufran una transformación paulatina. En la sociedad moderna,
pongamos la española o la europea, el mundo profesional ha sufrido una gran
evolución49. El ámbito de los profesionales correspondía, de forma clásica, con
las pocas Facultades de estudios universitarios que se impartían 50. Así, de las
facultades de medicina salían al mercado profesional médicos, en las facultades
de arquitectura se formaban arquitectos y en las facultades de derecho se
formaban distintos tipos de profesionales del derecho, principalmente,
abogados.
49
VACHET, G: “L’exercice de l’activité libérale salariatindépendence” op. cit., pp. 70.
50
BAENA DEL ALCÁZAR, M: Europa y las profesiones liberales. Madrid, Fundación
Universidad-Empresa, 1989. pp.9
51
ZARAGOZA, A: Los abogados y la sociedad industrial, Barcelona, Ed. Península, 1982, pp.
29.
52
MIGUEL, A. DE: Aportación de los Colegios Profesionales a la Sociedad, Madrid, Unión
Profesional, 2004, pp
47
consideran definitorias de este carácter53, o algunas, que de forma clásica debe
tener un trabajador para ser considerado profesional, así como aquéllas que
debe conservar un profesional para que sea considerado liberal. Estas
76
características son , entre otras, la independencia, la función social, la alta
cualificación y la intelectualidad, la colegialidad, la relación de confianza y la
relación bajo secreto profesional, la responsabilidad personal.
2.1.8. LA INDEPENDENCIA
53
AULET BARROS, J.L: Jueces, política y justicia en Inglaterra y España, Barcelona, Cedecs,
1998, pp. 351
54
GÁLVEZ MONTES, J: La organización de las profesiones tituladas, op. cit., pp. 27.
55
CERVILLA GARZÓN, MD: La prestación de servicios profesionales. op. cit., pp. 28.
48
No obstante, si entendemos que el concepto de independencia ha
evolucionado56 y que la independencia que ostenta en la actualidad el
profesional liberal debe ser entendida de forma distinta a como lo era en
tiempos pasados, podría afirmarse entonces que el hecho de que el profesional
se agrupe en asociaciones o despachos no tiene por qué ver mermada su
independencia. Ésta habría de ser entendida como la garantía que ostenta el
profesional liberal en el desempeño de su labor frente a posibles intromisiones
de terceros; por lo que, la consulta de cuestiones y casos con los compañeros
de gabinete o agrupación, así como la colaboración económica para el
sostenimiento del despacho no debería afectar a su independencia.
Caso más complejo, por la naturaleza jurídica de las relaciones que mantienen,
son los profesionales al servicio de las Administraciones Públicas o aquéllos
que trabajan para una corporación o gran despacho mediante un contrato
laboral, puesto que si algo define al contrato de trabajo es la dependencia 57.
Esto se ve reflejado por un lado en la obligación del trabajador de “cumplir las
órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades
directivas”58 y por otro, en la existencia del poder de dirección, que es definido
como la facultad o derecho potestativo que confiere al empresario el contrato de
trabajo, de dar órdenes sobre el modo, tiempo y lugar de la ejecución del
contrato de trabajo. De esta forma, si la relación que mantiene un trabajador es
de dependencia con su empleador y una de las notas características del
profesional liberal y del abogado como tal, es la independencia, se hace
necesaria la reflexión y el análisis de si un abogado puede prestar sus servicios
en régimen laboral o de servicio a una administración pública, sin perder por
ello su carácter de profesional liberal.
56
CERVILLA GARZÓN, MD: La prestación de servicios profesionales, op. cit., pp. 30 y ss.
57
ALONSO OLEA, M: Derecho del Trabajo. Madrid, Civitas, 1997, pp. 52 y ss.
58
ALONSO OLEA, M: Derecho del Trabajo, op. cit., pp. 291 y ss.
49
Hay incluso quien diferencia entre independencia interna y externa 59. Según
esta clasificación la independencia externa consistiría en aquélla que tiene el
profesional que organiza su trabajo, actuando por cuenta propia sin estar ligado
con nadie a través de una relación de dependencia. La independencia técnica
o interna, sería aquella que ostenta el profesional que tiene capacidad de
decisión en la forma y los medios que considera más apropiados para la
prestación de sus servicios.
59
ORTEGA REINOSO, G: “La abogacía, una profesión liberal en cambio”, op. cit., pp. 252 y ss.
50
En este sentido, una fórmula similar a la expuesta en la clasificación anterior, en
la cual se aboga por la existencia de dos tipos de independencia. No encuentro
una particular diferencia entre si la independencia es técnica o funcional o si es
hacia el exterior o el interior. En realidad, habría que imaginarlo como dos
ámbitos de independencia que rodean el trabajo del profesional liberal. De este
modo, un primer ámbito, sería aquél en el cual, el profesional actúa de forma
autónoma, siendo el único responsable de sus actuaciones en un trabajo
puramente individual, trabajando en un despacho personal y asumiendo las
dificultades profesionales y económicas en solitario. Esta forma de
independencia, antes muy común, sobre todo en los abogados, es una fórmula
que se ha ido transformando con el tiempo. En los últimos años y, acentuado
con el fenómeno de la globalización, ha cobrado mayor fuerza una tendencia a
la agrupación en grandes despachos, con más capacidad de hacer frente a los
nuevos retos profesionales.
51
Ésta sería la independencia intrínseca al trabajo de cualquier abogado, y por
tanto tendría que estudiarse cuáles son las fórmulas bajo las que no corre
peligro esta independencia o qué ocurre con los profesionales de la abogacía
que trabajan en circunstancias o con contratos que anulan o disminuyen este
núcleo central que debe constituir no solamente un derecho del abogado, sino
un deber.
Se entiende, y así lo han expresado grandes filósofos como Ortega y Gasset 60,
que los profesionales liberales mantienen una actividad intelectual, siendo este
rasgo la diferencia principal entre profesión y oficio 61, consistiendo en aplicar su
conocimiento o saber hacer para la resolución de un problema que afecta a una
persona o una sociedad. Además, el profesional debe ser una persona con una
alta cualificación62, concretada en un título de estudios superiores
(generalmente universitarios) que es garante de unos conocimientos básicos
indispensables y necesarios para el ejercicio de dicha profesión. La
preparación intelectual de un profesional liberal es, por lo tanto, una
caracterización de este tipo de profesionales, junto con la realización de unos
estudios académicos de rango universitario que suponen un título al respecto y
el desempeño de una labor ligada a esta formación. 63 De la misma manera,
esta constante actualización por parte del profesional y no únicamente la
preocupación de obtención del título habilitante.
60
ORTEGA Y GASSET, J: “Las Profesiones liberales” Obras Completas de José Ortega y
Gasset, Tomo IX, Madrid, Revista de Occidente, 1962, pp. 691 y 692.
61
En SAZ, S. DEL: Los Colegios Profesionales, Madrid, Colegio de Abogados de Madrid, 1996,
pp. 79
62
CARNICER DÍEZ, C: “La necesaria formación inicial y continua del abogado”, Actualidad
jurídica (Uría & Menéndez), Núm. 11. Mayo-2005, págs. 9-12.
63
CERVILLA GARZÓN, MD: La prestación de servicios profesionales, op. cit., pp. 25 y ss
52
2.1.10. LA COLEGIALIDAD
64
ORTEGA REINOSO, G: “La abogacía, una profesión liberal en cambio”, op. cit., pp. 254.
53
2.1.12. La Confianza Y El Amparo Del Secreto Profesional
65
LÓPEZ MESA, M.J: “La responsabilidad profesional: tendencias apreciables en la doctrina y
jurisprudencia europea actual”, Revista General de Legislación y Jurisprudencia, núm. 27, vol. 1
(enero-marzo) 2005, págs. 37-71, pp. 38.
66
MORALES PRATS. F: “Comentario al artículo 199 del Código Penal” en QUINTERO
OLIVARES, G. (Dir.): Comentarios al nuevo Código Penal, Pamplona, Thomson-Aranzadi,
1996, pp. 1082.
54
Esto se comprende si la relación entre un abogado y su cliente es entendida, no
como una compra de servicios estandarizados, sino como una relación
interpersonal y personalizada67. Además, como veremos, este elemento de
confianza que debe generar el secreto profesional, no es meramente subjetivo
sino que es también una garantía institucional que dota de confianza al sistema.
67
ORTEGA REINOSO, G: “La abogacía, una profesión liberal en cambio”, op. cit., pp. 256.
55
Por lo tanto, deberíamos pensar que las funciones de asesoramiento y consejo
jurídico y de dirección y defensa de las partes en un proceso es una
competencia exclusiva del abogado. Sin embargo el Tribunal Supremo ha
matizado esta redacción al declarar que el precepto no confiere la exclusividad
del asesoramiento jurídico a los abogados; limita la función y denominación de
abogado pero no les atribuye ningún tipo de monopolio respecto al consejo
jurídico. Existen también procesos en los cuales no es preceptiva la figura del
abogado, con lo que a veces se crea bastante desconcierto entre los
ciudadanos que deben ser partes en un proceso. Desde algunos ámbitos de la
doctrina se ha reclamado ya una Ley Básica de Atribuciones de la Abogacía68.
Desde luego sí es necesario que se aclaren estas situaciones para que los
distintos profesionales puedan estar seguros de sus competencias y para que
los ciudadanos no sufran ninguna situación de indefensión en alguno de los
procesos.
68
ORTEGA REINOSO, G.: “La abogacía, una profesión liberal en cambio”, op. cit., pp. 266.
56
Cada vez se está tomando más conciencia de la importancia de la
responsabilidad del profesional, llegando en algunos casos a imponer nuevos
deberes o endurecer las exigencias hechas al profesional 69.
69
LÓPEZ MESA, M.J: “La responsabilidad profesional: tendencias apreciables en la doctrina y
jurisprudencia europea actual”, op. cit., pp. 37.
57
2.1.15. La Actividad Desinteresada, No Mercantil
70
AGUDO RUIZ, A.: Abogacía y Abogados. Un estudio histórico jurídico. Logroño-Zaragoza,
Universidad de La Rioja, Egido Editorial, 1997, pp. 156.
71
AGUDO RUIZ, A.: Abogacía y Abogados. Un estudio histórico jurídico, op. cit., pp.
72
CICERO.: De Officis, Cambridge (Massachusetts), Harvard University Press, 1975, pp. 239.
73
SAVATIER, J: La profession libérale. Etude juridique et practique. Paris, Dalloz, 1974, pp. 38-
39.
58
La actividad propia de los profesionales liberales ha tenido de forma clásica, un
carácter civil y no mercantil. En este sentido, el estatuto jurídico de estos
profesionales se mantuvo dentro del Derecho Civil y confiado a los Colegios de
Abogados de Bolivia. Sin embargo, aún en las profesiones más clásicas, como
la abogacía, estamos asistiendo a una mercantilización progresiva, si bien los
actos que realizan no se reputan como actos de comercio 74, y su ejercicio
profesional sigue sometido a las normas deontológicas 75, los profesionales, en
este caso los abogados, adoptan formas de organización típicamente
empresariales, como veremos más adelante. De la misma manera, cada vez
más se encuentran afectados por normas que de forma clásica eran propias de
los comerciantes, como las normas de responsabilidad frente a consumidores y
usuarios, o en materia de Derecho de la competencia 76. Aún así, de forma
general, sus relaciones siguen rigiéndose por el derecho civil.
74
BAÑO LEÓN, J.M: “El ejercicio de las profesiones tituladas y los Colegios profesionales”,
Revista Galega de Administración Pública, núm. 24, 2000, p.30
75
PAZ ARES, “Las sociedades profesionales” Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, núm.,
653, 1999 (julio-agosto), págs. 1257-1274, pp. 1265 y1266
76
VAZQUEZ ALBERT, D. Derecho de la competencia y Ejercicio de las Profesiones, Pamplona,
Thomson-Aranzadi, 2003, pp. 42 y ss.
59
2.1.16. El sometimiento a unas normas deontológicas
77
CAMPAGNE, Daniel M. “Deontología para abogados en Europa”. Director: Dr. Manuel
Atienza. Universidad de Alicante, Filosofía del Derecho, 1994.
78
CAMPAGNE, Daniel M. “Deontología para abogados en Europa”, op. cit.
60
2.2.FUNDAMENTACIÓN DE LA CARRERA DE DERECHO
61
2.3. FUNDAMENTACIÓN PEDAGÓGICA
62
La equidad en la educación superior concierne, pues, tanto al acceso como a
las condiciones y oportunidades para un desempeño estudiantil exitoso, pues
estamos convencidos de que la equidad, como principio y como reto de la
educación superior, también debe considerar las condiciones que posibiliten
mejores procesos y logros educativos considerados en términos de formación
integral, desarrollo de competencias y del ingreso al mundo de relaciones
profesionales.
63
2.4. FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS
Se manifiesta con una profunda sensibilidad social, como un cuerpo teórico que
permite el contacto de la ciencia con la fe y la justicia que hace posible la
ciencia y la técnica sin que sea necesario perder nuestra fe en Dios el ser
Supremo que guía nuestros pasos.
64
2.5. FUNDAMENTOS PSICOLÓGICOS
65
2.6. FUNDAMENTACIÓN SOCIOPOLÍTICA
No podemos construir un plan de estudio sin una idea previa del hombre y por
tanto su verdadero fundamento radica en una sólida concepción antropológica.
67
2.8.1. OBJETIVO GENERAL
1. Formar profesionales del Derecho de alto nivel, con sólidas bases científicas,
tecnológicas y humanísticas, que tengan un conocimiento profundo de la
ciencia y técnicas jurídicas, que les convierta en expertos del Derecho, capaces
de utilizarlo como autorregulador y transformador de la realidad social,
participando en la elaboración y aplicación de las leyes, e investigación para el
desarrollo del conocimiento jurídico.
68
3. Cultivar en el futuro abogado, sensibilidad social, honestidad, probidad y
espíritu de justicia en beneficio de todos.
69
2.8.3. PERFIL OCUPACIONAL
71
• Inteligencia: Las partes buscan un mediador que les facilite el camino de la
resolución, con una mentalidad ágil y eficaz. Debe ser capaz de ver las
cuestiones en múltiples niveles, de tratar hechos complejos y de analizar los
problemas.
• Oyente activo: Las partes deben sentir que el mediador ha oído las
respectivas presentaciones y dichos.
• Capacidad para tomar distancia en los ataques: Si alguna de las partes hace
un comentario despectivo o agresivo hacia el sistema de mediación o hacia el
mediador, es conveniente no actuar a la defensiva, de lo contrario se
establecería una nueva disputa.
• Tener sentido del humor: Es necesario para aflojar tensiones y crear un clima
favorable.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
73
Además, por si su cantidad fuera poca, ocurren que esas normas nacen,
cambian y mueren constantemente. En ciertos momentos históricos, las
opiniones jurídicas no solo debían emitir con su fecha, sino también con la hora
de su expedición. El abogado, como un cazador de leyes, debe vivir con el
arma al brazo sin poder abandonar un instante el estado de acecho. En su
caso más difícil y delicado, en aquel en que ha abrumado a su adversario bajo
el peso de su aplastante erudición, de doctrina y de jurisprudencia, su
contrincante se limitara a citarle un artículo de una ley olvidada o escondida. Y
entonces una vez más como el apostrofe de Kirchmann, una palabra del
legislador reducirá a polvo una bicicleta. Es tal el riesgo de situar un caso en su
exacta posición en el sistema de derecho, y tantas son las posibilidades de
error, que uno de nuestros más agudos magistrados decía que los abogados,
como los héroes de la independencia, frecuentemente perecen en la demanda.
Como todas las artes la abogacía solo se aprende con sacrificio; y como ellas,
también se vive en perpetuo aprendizaje.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
74
Su gran día, el de la grave responsabilidad, fue aquel día lejano y muchas
veces olvidado, en que “luego de escuchar un relato humano, decidió aceptar el
caso”. Ese día tenia libertar para decir que sí o decir que no. Dijo que sí, lo
grave en el pensamiento del abogado es que en esa obra de transformación del
drama humano. El pensamiento del abogado es al mismo tiempo, inteligencia,
intuición, sensibilidad y acción. La lógica del derecho no es una lógica formal,
sino una lógica viva hecha con todas las sustancias de la experiencia humana.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
75
Casos aparentemente perdidos, por entre cuyas fisuras se filtra un hilo de luz a
través del cual el abogado abre su brecha; situaciones graves, que deben
sostenerse por meses o por años, y que demandan un sistema nervioso a toda
prueba, sagacidad, aplomo, energía, visión lejana, autoridad moral, fe absoluta
en el triunfo.
Por la grave confusión entre el fin y los medios, muchos abogados, aun de
buena fe, creen aplicable al litigio perdido, la máxima médica que aconseja
prolongar a toda costa la vida del enfermo en espera de que se produzca el
milagro. Los incidentes, las dilatorias, las apelaciones inmotivadas, constituyen
una confusión de valores. Podrán todos esos ardides forenses ser eficaces en
alguna que otra oportunidad; pero son justos muy pocas veces. Podrán, en
ciertos casos, significar una victoria ocasional; pero en la lucha lo que cuenta es
ganar la guerra y no ganar batallas.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
76
Y si en determinado caso, algún abogado ha ganado la guerra con el ardid, que
no pierda de vista que en la vida de un abogado la guerra es su vida misma y
no sus efímeras victorias.
La confusión del fin y los medios podrá pasar inadvertida en algún caso
profesional. Pero a lo largo de la vida entera de un abogado no puede pasar
inadvertida.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
77
2.9.5. SE LEAL.- Leal para tu cliente, al que no debes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él
sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar
en lo que tú dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe
confiar en el que tú le invocas. El punto relativo a la lealtad del abogado
reclama rectificar un grave y difundido error. Desde hace siglos se vienen
confundiendo en una misma función la abogacía y la defensa.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
78
La abogacía moderna como la medicina, se va haciendo cada día más
preventiva que curativa; y en esa función el abogado no procede
dogmáticamente, sino, por el contrario, críticamente. El abogado como
consejero, no da argumentos ad probandum sino ad necessitatem; y estos no
son sistemáticos ni corroborantes, sino que se apoyan sobre los datos que,
necesariamente, suministra la realidad.
Lo que sucede es que el abogado, una vez investigado los hechos y estudiando
el derecho, acepta la causa y entonces se transforma de abogado en defensor.
Entonces si sus argumentos son ad probandum y su posición es terminante y
se hace enérgico e intransigente en sus actitudes. Pero esto no acurre por
inmoralidad, sino por necesidad de la defensa. Antes de la aceptación de la
causa, el abogado tiene libertad para decidir. Dice que sí y entonces su ley ya
no es más la de la libertad, sino la de la lealtad.
La lealtad del defensor con su cliente se hace presente en todos los instantes y
no tiene más límite que aquel que depara la convicción de haberse equivocado
al aceptar. Entonces se renuncia la causa, con la máxima discreción posible,
para no cerrar el paso al abogado que debe reemplazarnos.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
79
El día máximo de esa lealtad es el dia de ajustar los honorarios; ya que lo grave
de la defensa es que, instantáneamente, de un dia para otro, la fuerza de las
cosas transforma al defensor en acreedor. Y ese día no es posible lanzar al
suelo el escudo para que el cliente lo tome en resguardo de su nuevo enemigo.
Sobre este punto, los mandamientos no tienen enunciaciones. Pertenece al
fuero de la conciencia. Ya lo decía Montaigne: la perfecta amistad es
indivisible.
Ossorio en su libro famoso, hace una distinción en punto a los deberes del
abogado para con el juez. Respecto de los hechos, considera el que el juez
está indefenso frente al abogado. Como los ignora, forzosamente debe creer
de buena fe en lo que el abogado le dice. Pero en cuanto al derecho, no acurre
lo mismo. Allí actúan en pie de igualdad, porque el juez sabe el derecho; y si no
lo sabe, que lo estudie.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
80
2.9.6. TOLERA.- Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres
que sea tolerada la tuya. Este punto es profundo y delicado. Ser a un mismo
tiempo enérgico, como lo requiere la defensa, y cortes como lo exige la
educación; práctico, como lo pide el litigio, y sutil como lo demanda la
inteligencia; eficaz y respetuoso; combativo y digno; ser todo esto tan opuesto y
a veces tan contradictorio, a un mismo tiempo, y todos los días del año, en
todos los momentos, en la adversidad y en la buena fortuna, constituye
realmente un prodigio. Y sin embargo, la abogacía lo demanda. ¡Ay de aquel
que la ejerce con energía y sin educación o con cortesía y sin eficacia ¡
Por eso, la mejor regla profesional no es aquella que anticipa la victoria sino la
que anuncia al cliente que probablemente podrá contarse con ella. Ni más ni
menos que esto era lo que establecía el Fuero Juzgo cuando condenaba con la
pena de muerte al abogado que se comprometía a triunfar en litigio; o la Partida
III, que imponía los daños y perjuicios al abogado que aseguraba la victoria.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
81
Las verdades jurídicas, como si fueran de arena, difícilmente caben todas en
una mano; siempre hay algunos granos que, querámoslo o no, se escurren de
entre nuestros dedos y van a parar a manos de nuestro adversario. La
tolerancia nos insta, por respeto al prójimo y por respeto a nuestra propia
debilidad, a proceder con fe en la victoria pero sin desdén jactancioso en el
combate. ¿Y si el cliente nos exige seguridad de victoria? Entonces acudamos
a nuestra biblioteca y extraigamos de ella una breve página que se denomina
Decálogo del cliente y que es común en los estudios de los abogados
brasileños, y leámosle: “No pidas a tu abogado que haga profecía de la
sentencia; no olvides que si fuera profeta, no abriría escritorio de abogado”.
2.9.7. TEN PACIENCIA.- El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin
su colaboración. Existe un pequeño demonio que ronda y acecha en torno de
los abogados y que cada día pone en peligro su misión: la impaciencia.
La abogacía requiere muchas virtudes; pero además, como las hadas que
rodean la cuna del príncipe de Francia, tales virtudes deben estar asistidas por
otra que las habitué a ponerse pacientemente en juego.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
82
Paciencia, para soportar al adversario. Ya hemos visto que le debemos lealtad
y tolerancia hasta cuando sea un majadero. Paciencia, para esperar la
sentencia. Ésta demora, y mientras el cliente se desalienta y desmoraliza,
incumbe al abogado contener su desfallecimiento. En esta misión debe tener
presente que el litigio, como la guerra, lo gana en ciertos casos quien consigue
durar tan sólo un minuto más que su adversario. Y sobre todo, paciencia para
soportar la sentencia adversa. La cosa juzgada, dice Chiovenda, es la suma
preclusión. Agregemos nosotros que, por ese motivo, reclama la suma
paciencia.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
83
Pero a pesar de estas temporales desviaciones, la justicia es el contenido
normal del derecho, y sus soluciones, aun las aparentemente injustas, son
frecuentemente más justas que las soluciones contrarias. La fe en la paz
proviene de la convicción de que también la paz es un valor en el orden
humano. Sustitutivo bondadoso de la justicia, invita a renunciar de tanto en
tanto a una parte de los Bienes, para asegurarse aquello que esta prometido en
la tierra a los hombres de buena voluntad. En cuanto a la fe en la libertad, sin
la cual no hay derecho, ni justicia, no paz, ésa no necesita explicaciones entre
los mandamientos del abogado. Porque si esté no tiene fe en la libertad, más le
valiera, como dice la escritura, atarse un piedra al cuello y lanzarse al mar.
¿Y qué lugar del purgatorio está reservado a aquellos que a la vez siguen
contando aun los casos que defendieron en la juventud? ¿Y qué recanto del
paraíso aguarda a los directores de las revistas de jurisprudencia que se
rehúsan a publicar las notas criticas de aquellos que confunden los periódicos
jurídicos con una tercera o cuarta instancia?
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
84
Porque la verdad es que existe una insidiosa enfermedad que ataca a los
abogados y que les hace hablar constantemente de sus casos. Aun de
aquellos que, por una u otra razón, nacieron para ser olvidados. Los pleitos,
dice el precepto, se defienden como propios y se pierden como ajenos.
También la abogacía tiene su fair play, el cual consiste no solo en el
comportamiento leal y correcto en la lucha, sino también en el acatamiento
respetuoso de las decisiones del árbitro. El abogado que sigue discutiendo
después de la cosa juzgada, en nada difiere del deportista que, terminando el
encuentro, pretende seguir en el campo de juego tratando de obtener, contra un
enemigo inexistente, una victoria que se le ha escapado de las manos.
Sea permitido anotar el último mandamiento con una parábola. Cuenta Péguy
que un día se quedo impresionado viendo a su madre componer una silla. Era
tal la prolijidad, el escrúpulo, la amorosa atención con que ella cumplía su
humilde artesanía, que el hijo le expreso su admiración. La madre le dijo: el
amor por las cosas bien hechas, debe acompañarnos toda la vida; las partes
invisibles de las cosas, deben repararse con el mismo escrúpulo que las partes
visibles; las catedrales de Francia son las catedrales de Francia porque el amor
con que ésta hecho el ornamente externo es el mismo amor con que están
hechas las partes ocultas.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
85
Del mismo modo ocurre en todos los actos de la vida. El amor al oficio lo eleva
a la jerarquía de arte. El amor por si solo transforma el trabajo en creación; la
tenacidad, en heroísmo; la fe, en martirio; la concupiscencia, en noble pasión; la
lucha, en holocausto; la codicia, en prudencia; la holganza, en éxtasis; la idea
en dogma; la vergüenza en sacrificio; la vida en poesía.
Eduardo J. Couture Los mandamiento del abogado Depalma Buenos Aires Argentina 1949
86
CAPÍTULO III
PROPUESTA
87
3.1. EDUCACIÓN MÉTODO DE PREVENCIÓN
89
CAPÍTULO IV
MARCO JURÍDICO
Articulo 8
Articulo 9
Articulo 115
90
Análisis interpretativo.- El Estado asume y promueve como principio ético
moral de la sociedad el vivir bien, garantizando principios, valores, derechos y
deberes, además de una justicia plural, pronta, oportuna, transparente y sin
dilación. La función social y jurídica de los profesionales abogados en la nueva
visión del Estado Plurinacional será la de representar al Estado como
funcionario del Ministerio De Justicia como método preventivo.
91
4.2. DECRETO SUPREMO Nº 100
92
Que el Artículo 410 de la Constitución Política del Estado expresa que todas las
personas naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones
públicas e instituciones se encuentran sometidas a la Constitución. En este
marco, es función del Estado Plurinacional de Bolivia, regular e implementar el
registro público de profesionales, a través de los órganos competentes del
sector público.
93
Que en el proceso de construcción del Estado Plurinacional de Bolivia, se
aprobó el Decreto Supremo Nº 29783, de 12 de noviembre de 2008 con el
objeto de regular los cobros que realizaban los Colegios Departamentales de
Abogados de los nueve (9) Distritos Judiciales por concepto de obligaciones
ordinarias y extraordinarias, el presente Decreto Supremo tiene por objeto
promover el ejercicio libre de la actividad profesional del abogado con título en
provisión nacional, mediante la creación de un Registro Público de Abogados a
cargo del Ministerio de Justicia.
I. Son abogados los que cumplen los requisitos exigidos por la normativa
vigente que regula la profesión.
II. Los abogados que en forma posterior a la vigencia del presente Decreto
Supremo, obtengan su título en provisión nacional, deben registrarse ante el
Ministerio de Justicia, entidad que procederá a la matriculación gratuita.
94
III. Los abogados que hayan obtenido su titulo en provisión nacional en fecha
anterior a la vigencia del presente Decreto Supremo, y que no se hayan
matriculado en ninguno de los Colegios de Abogados, deben registrarse ante el
Ministerio de Justicia para su matriculación correspondiente.
95
II. Una vez verificada la autenticidad del título en provisión nacional con las
autoridades correspondientes, el Ministerio de Justicia procederá a la entrega
de la credencial al abogado registrado, que contendrá el número de matrícula.
96
CAPÍTULO V
MARCO PRÁCTICO
5. DIAGNÓSTICO
PRIMERA PREGUNTA
1. ¿Si conoce un caso de maltrato de un niño, niña o adolecente, sabe que está
en la obligación de denunciar? (Artículo 100 del Código del Niño, Niña y
Adolecente)
Si No No
respondió
22 78 0
Items 1
0%
22%
Si
No
No respondió
78%
97
Es importante señalar que se procedió a dar lectura del contenido del
mencionado artículo a los padres de familia que gentilmente aportaron en la
elaboración de esta tesis. Solo 22 padres de familia conocen la obligación de
denunciar algún tipo de maltrato. Lo que sorprende es que 78 padres de
familia no conocen el concepto de maltrato, a los mismos se les explico y dio
detalle del tema para una mayor comprensión, luego de entender respondieron
que desconocían esta obligación.
SEGUNDA PREGUNTA
Si No No
respondió
0 89 11
Items 2
11% 0%
Si
No
No respondió
89%
98
89 personas respondieron con un rotundo NO, lo que significa, que a la fecha
contamos con una “Constitución Política Del Estado” brillante, Leyes que dan
amparo y protección a todo habitante de nuestro nuevo Estado Plurinacional,
sin embargo no son conocidas por la mayoría de la ciudadanía.
TERCERA PREGUNTA
Si No No
respondió
22 78 0
Items 3
0%
22%
Si
No
No respondió
78%
99
II. Se prohíbe el trabajo forzoso y la explotación infantil. Las actividades
que realicen las niñas, niños y adolecentes en el marco familiar y
social estarán orientadas a su formación integral como ciudadanas y
ciudadanos, y tendrán una función formativa. Sus derechos,
garantías y mecanismos institucionales de protección serán objeto de
regulación especial.
CUARTA PREGUNTA
Si No No
respondió
100 0 0
Items 4
0%
0%
Si
No
No respondió
100%
100
Es importante la trasformación solida y elocuente, comprometida y definitiva de
estos padres de familia para mejorar la calidad de vida señalada en el artículo 8
de nuestra Constitución Política del Estado:
101
CONCLUSIONES
b) Nuestro Código del Niño, Niña y adolecente busca erradicar la cultura del
maltrato, que existe en nuestra sociedad, las estadísticas y situación
social de los padres maltrata dores en relación a sus hijos, tendremos
como resultado que los mismos también fueron maltratados y así
sucesivamente esta cultura de maltrato va transmitiéndose de
generación en generación, si la familia es la base fundamental de
nuestra sociedad esto debe acabar.
102
d) La Administración de Justicia gestiona, maneja y resuelve conflictos
sumamente importantes para los individuos o para la sociedad en
general. En sus salas, se resuelve la libertad o encarcelamiento de
personas, la tutela de menores o la constitucionalidad o no, de ciertas
leyes o decisiones.
103
ANTEPROYECTO DE LEY
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1° Objeto
105
Artículo 8° Aplicación de derechos
106
BIBLIOGRAFÍA
CARRERA DE DERECHO
BIBLIOTECA
“Todo tipo de reproducción del presente documento siempre hacer mención de la fuente del autor y del
repositorio digital para evitar cuestiones legales sobre el delito de plagió y/o piratería”.
La dirección de la Biblioteca
ATIENZA RODRÍGUEZ, M: Introducción al Derecho, San Vicente
(Alicante), Club Universitario, 1998
108
abogado”, Actualidad jurídica (Uría & Menéndez), Núm. 11. Mayo-2005,
págs. 9-12. -“Normas Deontológicas” en Comentarios al Estatuto General
de la Abogacía Española”, Madrid, Thomson-Civitas, 2003
KELSEN, La paz por medio del Derecho, trad. cast. de Luis Echávarri,
Buenos Aires, Losada, 1946, pp. 23-24.
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LEGA, C: Deontología de la profesión de abogado, Miguel Sánchez
Morón (trad.), Madrid, Civitas, 1983
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OTERO GONZALEZ, P: “El secreto profesional desde la óptica del deber
de declarar en el proceso penal” Diario La Ley, 2000 D-188
113
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel
Zamora (2005). Lineamientos para la construcción de diseños
curriculares pertinentes. Unellez. Barinas.
114