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Aidar, O., Ambroggi, M., José, A. J., Brian, M. C., Canedo, E., Cufré, M., ... & Montero, M. B.

(2010). Guías de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis. Hospital Muñiz. Instituto


Vaccarezza, 2-38.
https://www.residenciasmedicas.com.ar/wp-content/uploads/2015/09/Clinica_Guia_dx_tto_y_preve
ncion_TBC_Muniz-Vaccarezza_2011.pdf

1. Tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que suele afectar
los pulmones. Cuando una persona infectada tose, estornuda o escupe, se propaga por el
aire.
La tuberculosis es prevenible y curable. Se estima que el bacilo de la tuberculosis ha
infectado alrededor de una cuarta parte de la población mundial. En última instancia, entre
el 5 y el 10 % de las personas infectadas desarrollarán síntomas y desarrollarán
tuberculosis.
La enfermedad no se puede transmitir de un infectado a otro. La tuberculosis
generalmente se trata con antibióticos y, si no se trata, puede ser fatal (Fanlo, P. y Tiberio,
G., 2007).
1.1. Patogénesis
Después de la primera infección tuberculosa o la reactivación, ocurre una
bacilemia que lleva a la propagación de tuberculomas al sistema nervioso central.
El crecimiento y la ruptura de un tuberculoma subependimario en el espacio
subaracnoideo conducen a la siembra tuberculosa en el espacio subaracnoideo,
lo que provoca la emisión de proteínas tuberculosas, lo que provoca una intensa
reacción de hipersensibilidad que conduce principalmente an un proceso
inflamatorio en la base del cráneo. Esta aracnoiditis en la base del cráneo forma
masas fibrosas que rodean los pares craneales y los vasos, lo que provoca
vasculitis y trombosis. La hidrocefalia comunicante o arreabsortiva se desarrolla
cuando la inflamación se extiende a las cisternas basilares, alterando la
reabsorción del LCR (Fanlo, P. y Tiberio, G., 2007).
1.2. Tipos de Tuberculosis

1.1.1. Tuberculosis latente


La tuberculosis latente es cuando alguien ha contraído el bacilo de Koch, que
causa la tuberculosis, pero no muestra síntomas de la enfermedad activa.
Aunque una persona tiene una respuesta inmunitaria al bacilo de Koch, la
enfermedad no puede ser detectada. La prueba de tuberculina (PPD), por
ejemplo, puede revelar una respuesta inmunitaria positiva, pero no revela
directamente la presencia de bacilos.

Es la condición con la que denominamos a las personas que tienen


una respuesta inmune al bacilo de Koch, sin enfermedad, es decir,
una persona con PPD (+), no vacunada, pero en quien no podemos
demostrar enfermedad.
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Sabemos que tienen bacilos, no sólo por la respuesta inmune


que, puede ser de memoria, sino porque enferman más. Se estima
que las personas PPD (+) tienen un riesgo de enfermar del 10% a lo
largo de la vida y la gran mayoría de los casos ocurren en los dos
primeros años. También sabemos que, si les administramos
isoniazida como profilaxis, la que actúa sólo sobre los bacilos que se
están multiplicando, evitamos que enfermen en una alta proporción de
casos. Sin embargo, hoy por hoy, no tenemos ninguna técnica,
clínicamente aplicable que nos revele la presencia de los bacilos en el
organismo, sólo podemos ver la respuesta inmune. (Carlos
Rodríguez, 2014, p. 2)

1.1.2. Tuberculosis pulmonar activa


La tuberculosis pulmonar activa es una enfermedad infecciosa que afecta
principalmente los pulmones y tiene síntomas como tos, expectoración,
pérdida del apetito, bajo peso, fiebre, sudoración nocturna y hemoptisis. Para
detener la cadena de transmisión de la enfermedad, es crucial que se
diagnostique a tiempo.

El diagnóstico precoz de la tuberculosis pulmonar activa es de primera


importancia para cortar la cadena de transmisión de la enfermedad.
Los síntomas clásicos de la tuberculosis pulmonar son: tos,
expectoración, pérdida del apetito, baja de peso, fiebre, sudoración
nocturna y hemoptisis. El compromiso extra pulmonar varía entre un
10 y 40% dependiendo de la raza, la edad, el estado inmunológico,
las comorbilidades también de la cepa de micobacteria. (Carlos
Rodríguez, 2014, p. 4)

1.2. Prevención de la Tuberculosis

 Si experimenta síntomas como tos prolongada, fiebre y una pérdida de


peso inexplicable, busque atención médica, ya que el tratamiento
temprano de la tuberculosis puede detener la propagación de la
enfermedad y mejorar sus posibilidades de recuperación. (World Health
Organization: WHO, 2023)

 Si se encuentra en una situación de mayor riesgo, como si tiene VIH o


está en contacto con personas con tuberculosis en el hogar o en el lugar
de trabajo, hágase la prueba de la infección por tuberculosis. (World
Health Organization: WHO, 2023)

 Completa el ciclo completo si le prescriben un tratamiento para prevenir la


tuberculosis. (World Health Organization: WHO, 2023)

 Si tiene tuberculosis, siga buenas prácticas de higiene al toser, como


evitar el contacto con otras personas y usar una mascarilla, cubrir la boca
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y la nariz al toser o estornudar, y limpiar adecuadamente el esputo y los


pañuelos usados. (World Health Organization: WHO, 2023)

1.3. Tratamiento
El tratamiento de enfermedades transmisibles como la tuberculosis debe ser controlado y
prolongado, ya que el bacilo puede permanecer inactivo durante un largo período de
tiempo y evitar la selección de mutantes resistentes. Los tratamientos cortos pueden
causar recaídas, por lo que es recomendable prolongar el tratamiento en los pacientes
con lesiones graves. Esto se deduce por la información que Carlos Rodríguez (2014)
quien afirmó que:
El tratamiento además de ser asociado debe ser controlado y prolongado
Asociado, para evitar la selección de mutantes resistentes y prolongado, ya que el
bacilo puede permanecer inactivo largo tiempo evitando la acción de las drogas.
Los tratamientos cortos generan por esta razón recaídas y por ello, en aquellos
pacientes con lesiones extensas es recomendable prolongar el tratamiento. (p. 5)
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