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UNIDAD 2: PRESUPUESTOS DE LA FUNCION

RESARCITORIA
1. Daño. Concepto
Hay distintos conceptos de daño:

a) Doctrina que identifica daño con lesión a un derecho subjetivo (patrimonial o


extrapatrimonial)

Sostiene que el daño es la lesión a un derecho patrimonial o extrapatrimonial. La


distinción entre ambos radica en el distinto carácter del derecho lesionado. Así
como la lesión de un derecho patrimonial debería generar un daño de esa
naturaleza, la lesión a los derechos extrapatrimoniales tendría que producir un
daño moral.

No es exacto que la lesión a un derecho extrapatrimonial arroje necesariamente un


daño de esa índole. La realidad muestra que por lo general, un menoscabo de
aquella naturaleza puede generar, además de un daño extrapatrimonial o moral
uno de carácter patrimonial (si por ejemplo repercute sobre la aptitud productiva
del damnificado, produciendo una disminución de sus ingresos). Inversamente, es
posible que la lesión a derechos patrimoniales sea susceptible de causar al mismo
tiempo, no solo daño patrimonial sino también de carácter moral (incumplimiento
de un contrato de transporte, que frustra las vacaciones o el viaje de luna de miel
del acreedor).

b) Doctrina que identifica daño con lesión a un interés legitimo

Para otro sector de la doctrina el daño consiste en la lesión a un interés


jurídicamente protegido.

La distinción entre el daño patrimonial y extrapatrimonial no radicaría en el distinto


carácter del derecho lesionado, sino en el interés diverso que actúa como
presupuesto de ese derecho.

c) Doctrina que toma en cuenta la lesión a un interés jurídicamente protegido y el


resultado o consecuencia de la acción que causa el detrimento.

Por nuestra parte, junto con un sector muy importante de la doctrina y de la


jurisprudencia nacional, sostenemos que para determinar el concepto de daño es
menester formular una distinción necesaria, que surge de la letra y del espíritu de
nuestra legislación: daño en sentido amplio (art. 1737 CCyC) y daño resarcible (art.
1738 y 1741 CCyC).

1
En sentido amplio se lo identifica con la ofensa o lesión a un derecho, o a un interés
no legítimo de orden patrimonial o extra. Así concebido, todo hecho ilícito por
definición, debería producirlo, pues la acción u omisión ilícita supone una invasión
en la esfera de derechos ajenos. El solo hecho de una intrusión indebida determina
que el autor deba cesar en su acción y reestablecer el equilibrio alterado. Este
concepto amplio se recepta en la definición del artículo 1737: “hay daño cuando se
lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que
tenga por objeto la persona, el patrimonio o un derecho de incidencia colectiva”

Sin embargo el CCyC atribuye otra definición a la expresión “daño”. El daño


resarcible o indemnizable no se identifica con la sola lesión a un derecho de índole
patrimonial o extrapatrimonial, o a un interés no reprobado por el ordenamiento
jurídico, sino que es la consecuencia perjudicial o menoscabo que se desprende de
la aludida lesión. Tal lo que dispone el art. 1738 del nuevo código “la
indemnización comprende la perdida o disminución del patrimonio de la víctima, el
lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad
objetiva de su obtención y la perdida de chances. Incluye especialmente las
consecuencia de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de su
integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las
que resultan de la interferencia en su proyecto de vida.”

El daño es de tal modo, el perjuicio que deriva de la lesión a un interés económico


o espiritual individual o colectivo.

Requisitos
Son requisitos del daño resarcible que sea cierto, personal de quien lo invoca, derivado
de la lesión a un interés individual o de incidencia colectiva no reprobado por el
ordenamiento jurídico, y subsiste.

 Certidumbre

El daño es cierto cuando resulta cualitativamente constatable su existencia, aun


cuando no pueda determinarse su cuantía con exactitud.

Un daño puramente eventual o hipotético no es idóneo para generar


consecuencias resarcitorias. Tampoco con la mera posibilidad de que pueda ocurrir
un perjuicio autoriza la reparación.

Cuando el daño es actual, el juicio de valoración acerca de su existencia y cuantía


se realiza en términos de máxima certeza. Cuando es un daño futuro (aquel que
todavía no se ha producido pero que es un previsible prolongación de un daño
actual, o un nuevo menoscabo de una situación actual) se complica la certidumbre.

- Perdida de chances:

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Suele ser ubicada por la doctrina a mitad del camino entre el daño cierto y el
meramente eventual o hipotético.
Existe cuando se frustra una oportunidad de obtener un beneficio, o de evitar
un menoscabo de índole patrimonial o espiritual. Los frustrado no es el
beneficio esperado, sino la mera probabilidad de lograrlo que razonablemente
habría tenido el damnificado, de no media el ilícito (art. 1738 y 1739 CCyC)
La certeza en la chance apunta fundamentalmente a la existencia de una
razonable oportunidad frustrada por el hecho lesivo.
Art 1739: “es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable
guarde relación de causalidad con el hecho generador.”
Debe ser razonable (real, seria) y no una mera ilusión.
Fijado el valor de la chance frustrada, corresponderá su reparación integral.
 Personalidad

Solo quien padece el perjuicio patrimonial o extrapatrimonial, de manera directa o


indirecta, puede reclamar su resarcimiento.

No quiere decir que quien pretenda la reparación no pueda invocar en


determinados casos el daño a terceros como elemento configurativo de su propia
pretensión.

El daño puede ser directo cuando el titular del interés afectado es la victima del
ilícito. Es indirecto cuando el perjuicio propio invocado por el demandante deriva de
una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero.

 Lesión a un interés individual colectivo no reprobado por el ordenamiento


jurídico

La lesión a un simple interés de hecho no reprobado por el ordenamiento jurídico,


es apta para generar un daño.

Además de los derechos subjetivo y de los intereses jurídicos, legítimamente


protegidos, están los simples intereses no ilegítimos, individuales o de incidencia
colectiva, de naturaleza patrimonial o extrapatrimonial, cuya minoración también
puede generar un daño resarcible. Se trata de intereses que no han logrado
trascender como presupuestos de un derecho subjetivo y que carecen de un medio
de protección para asegurar su satisfacción.

Los simples intereses no ilegítimos son jurídicamente protegidos por el derecho,


por cuanto importan medios para satisfacer necesidades humana, cuya minoración
es antijurídica y apta para generar consecuencias dañosas.

 Subsistencia

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Un daño es jurídicamente subsistente cuando todavía no ha sido resarcido por
quien corresponde. Nadie puede pretender la reparación de un perjuicio que ya ha
sido resarcido.

Clasificación del daño

 Daño patrimonial y daño moral

Daño patrimonial: es el menoscabo que experimenta el patrimonio de una persona,


en sus elementos actuales, o en sus posibilidades normales, futuras y previsibles, a raíz
del hecho generador. Importa necesariamente, un detrimento del patrimonio de la
persona, como conjunto de valores económicos, susceptible de apreciación pecuniaria,
para lo cual deben tomarse en consideración todas las circunstancias del caso.

Daño moral: una minoración en la subjetividad de la persona humana, derivada de la


lesión a un interés no patrimonial. Una modificación disvaliosa del espíritu, en el
desenvolvimiento de su capacidad de entender querer o sentir, consecuencia de una
lesión a un interés no patrimonial, que habrá de traducirse en un modo de estar
diferente de aquel al que se hallaba antes del hecho, como consecuencia de este y
anímicamente perjudicial.

 Daños patrimonial emergente y lucro cesante

Daño emergente: es la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima a raíz del


hecho ilícito o del incumplimiento obligacional. Importa un empobrecimiento
económico.

Daño por lucro cesante: es el beneficio económico esperado de acuerdo a la


probabilidad objetiva de su obtención. La ganancia legitima que deja de obtener el
damnificado a raíz del ilícito o del incumplimiento obligacional.

 Daño patrimonial compensatorio y moratorio

Daño compensatorio: es aquel que se debe a raíz del incumplimiento absoluto y


definitivo de la prestación. En tal caso, la prestación originaria modifica su objeto y se
convierte en la de pagar daños e intereses. La indemnización del daño compensatorio
sustituye a la prestación principal mediante una indemnización pecuniaria, que entra al
patrimonio del acreedor en reemplazo de esta. No puede acumularse con la ejecución
efectiva de la prestación.

Daño moratorio: es aquel que se adeuda con motivo de la mora del deudor en el
cumplimiento de la obligación. A diferencia de lo que sucede en los compensatorios, la
indemnización es acumulable a la prestación principal, cuyo cumplimiento específico
es todavía posible y útil para el acreedor. Así en caso de mora del deudor en el pago de
una obligación dineraria, este deberá el capital adeudado y los intereses moratorios.

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 Daño patrimonial intrínseco y extrínseco

Daño intrínseco: es el que recae sobre el objeto mismo de la obligación. Por ejemplo:
en la venta de una vaca enferma, el daño intrínseco consiste en el valor de la res.

Daño extrínseco: es aquel que sufre el acreedor, a raíz del incumplimiento del deudor,
en otros bienes distintos del objeto de la obligación. Por ejemplo: en el ejemplo citado,
se contagian y mueren otros animales, el daño extrínseco se traduce en el valor de
estos últimos.

 Daño común y propio

Daño común: aquel que cualquier persona habría experimentado a raíz del
incumplimiento, conforme al curso normal ordinario de las cosas. Es siempre
resarcible. Por ejemplo: si se pierde una joya prestada para ser lucida por una modelo
en un desfile, el daño común estará dado por su valor corriente o de reposición.

Daño propio: es el que sufre un acreedor determinado, en función de las


circunstancias que le son particulares en el caso concreto. Solo es indemnizable
cuando fuese conocido o conocible por el deudor al tiempo de contraer la obligación.
Por ejemplo: en el ejemplo anterior la joya representaba un recuerdo de familia con el
consiguiente perjuicio de afección que deriva de su pérdida solo para el acreedor.

 Daño directo e indirecto

Daño directo: es el que reclama la víctima del ilícito extracontractual o el acreedor


afectado por el incumplimiento obligacional o contractual. Por ejemplo: en las
lesiones, le damnificado directo es el herido.

Daño indirecto: es el que reclama otra persona distinta de esos sujetos, cuando ha
sufrido un perjuicio derivado de un interés propio no ilegitimo. Por ejemplo: en el
homicidio, son damnificado indirectos el cónyuge supérstite y los hijos menores del
muerto.

 Daño previsto e imprevisto

Daño previsto: es aquel que ha sido efectivamente considerado por las partes o por el
agente del hecho ilícito, al momento de contraerse la obligación o de ejecutarse el
acto.

Daño imprevisto: es el que no ha sido considerado.

 Daño previsible e imprevisible

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Daño previsible: es aquel que puede ser previsto empleando la debida atención y
conocimiento de la cosa.

Daño imprevisible: es el que no puede ser previsto.

 Daño actual y futuro

Daño actual: es el que ya se produjo al tiempo de dictar la sentencia. El juicio de


valoración acerca de su existencia y cuantía se realiza en términos de máxima certeza.

Daño futuro: es el que aún no se ha consumado a dicho momento, pero que se


presenta como una previsible prolongación o agravación de un daño actual, o como un
nuevo menoscabo futuro, derivado de una situación de hecho actual. Acá se complica
la cuestión de la certidumbre. Siempre hay un grado de aleatoriedad que no es
incompatible con la certidumbre. Por ejemplo: si una persona de 25 años, es
atropellada por un auto y le amputan las dos piernas quedando imposibilitado para
trabajar, el daño actual es aquel producido al momento de dictarse sentencia,
abarcando el daño emergente (gastos médicos, internación, etc) y el lucro cesante
(ganancias frustradas hasta ese momento). El daño futuro está dado por aquellos
gastos necesarios que según el normal curso de las cosas, debería realizar luego como
nuevas intervenciones, rehabilitación, asistencia media-psiquiátrica (daño emergente
futuro). Mas las ganancias frustradas por su incapacidad (lucro cesante futuro).

 Daños inmediatos y mediatos

Daño inmediato: aquellos que resultan del incumplimiento de una obligación o de un


ilícito extracontractual, conforme al curso normal y ordinario de las cosas. Por ejmplo:
si una empresa de transporte aéreo de pasajero no cumple con la obligación de
transportar al pasajero en la fecha convenida, el daño inmediato estará representado
por los gastos que deba realizar el viajero para lograr otro pasaje similar, incluyendo el
gasto de los traslados, mayor precio, etc.

Daño mediato: los que resultan de la conexión del incumplimiento del deudor o del
ilícito extracontractual con un acontecimiento distinto. Por ejemplo: en el ejemplo
anterior, no hay pasajes disponibles en ninguna empresa con lo que el viajero se ve
impedido a realizar el viaje, frustrándose sus vacaciones.

 Daño al interés positivo y negativo

Daño al interés positivo: es el menoscabo adicional que se resarce al acreedor cuando


se concreta la ejecución forzada directa o indirecta, o sea, aquello que el acreedor
tiene derecho a obtener como reparación en caso de que el contrato celebrado
hubiese sido cumplido según lo pactado por el deudor. Comprende el daño moratorio
y compensatorio.

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Daño al interés negativo: es aquel que se compone por todos los daños sufridos por el
acreedor a causa de haber confiado en la vigencia de un contrato que no se concretó o
que se extinguió, o sea, todos aquellos que se encuentren en relación de causalidad
adecuada con la frustración del negocio. Se procura resarcir el interés de confianza.

Sistemas de reparación
La causación de un daño injusto genera una obligación de resarcirlo, que tiene como
deudor al responsable y como acreedor al damnificado. Dicha pretensión resarcitoria
puede ser exigida judicialmente por el damnificado, a través del ejercicio de la acción
resarcitoria. La reparación del daño es el cumplimiento real y efectivo de dicha
prestación, a través de ella se procura reponer al damnificado en la situación similar a
la que se encontraba antes del hecho dañoso y desmantelar sus efectos.

Cuando el daño repercute sobre el patrimonio del damnificado hay que distinguir tres
supuestos:

- Si el daño proviene de un hecho ilícito el patrimonio debe ser repuesto al


estado en que se hallaba antes.
- Si el daño es producido por el incumplimiento de una obligación, el patrimonio
debe ser colocado en los mismos términos en que se hubiera encontrado si la
obligación se cumplía.
- Si el daño es generado por la frustración de un contrato, el patrimonio debe ser
puesto en la misma situación que se habría hallado si tal negociación no se
hubiere emprendido (daño al interés negativo).

Cuando el daño es extrapatrimonial, la reparación se orienta a dar al perjudicado una


satisfacción por el menoscabo sufrido. Esa compensación no borra el quebrantamiento
espiritual, pero puede ser idónea para mitigar sus efectos.

Artículo 1740: “La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la
situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en
dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto que
sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se
debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad
o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la
sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable.”

Hay 2 sistemas de reparación: en forma específica y por equivalente. Su elección y


utilidad está ligada a las circunstancias del caso, en particular a la índole del perjuicio
sufrido y al interés del damnificado. No se descarta la utilización conjunta de ambos
sistemas para alcanzar la reparación plena.

 Reparación en forma específica:

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También llamada en especie. Consiste en la ejecución de una obligación de hacer o de
dar cosas que no sean dinero, que tiene por objeto hacer volver las cosas al estado
anterior al que se hallaban antes de producirse el menoscabo. Presupone que existan
posibilidades materiales y jurídicas de hacerla efectiva.

 Reparación por equivalente:

Consiste en la entrega a la víctima de un equivalente pecuniario con entidad suficiente


para restaurar los valores afectados. En el daño patrimonial asume un rol de
equivalencia, que permite restablecer el equilibrio patrimonial alterado por el daño. En
el daño extrapatrimonial, tiene una función netamente satisfactiva.

Legitimación: activa y pasiva (arts. 1772 y sgtes CCyC)


ARTICULO 1772.- Daños causados a cosas o bienes. Sujetos legitimados. “La reparación
del menoscabo a un bien o a una cosa puede ser reclamado por:

a) el titular de un derecho real sobre la cosa o bien;

b) el tenedor y el poseedor de buena fe de la cosa o bien.”

ARTICULO 1773.-Acción contra el responsable directo e indirecto. “El legitimado tiene


derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el responsable
directo y el indirecto.”

Legitimación en caso de fallecimiento, gran discapacidad, lesiones,


incapacidad física o psíquica (arts. 1745 y 1746 CCyC)
ARTICULO 1745: ”-Indemnización por fallecimiento. En caso de muerte, la
indemnización debe consistir en:
a) los gastos necesarios para asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a
repetirlos incumbe a quien los paga, aunque sea en razón de una obligación legal;
b) lo necesario para alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos menores de
veintiún años de edad con derecho alimentario, de los hijos incapaces o con capacidad
restringida, aunque no hayan sido declarados tales judicialmente; esta indemnización
procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado indirecto; el
juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el tiempo probable de vida de la
víctima, sus condiciones personales y las de los reclamantes;
c) la pérdida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los hijos;
este derecho también compete a quien tenga la guarda del menor fallecido.”

ARTICULO 1746.”-Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica. En caso


de lesiones o incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la
indemnización debe ser evaluada mediante la determinación de un capital, de tal
modo que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del damnificado para realizar

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actividades productivas o económicamente valorables, y que se agote al término del
plazo en que razonablemente pudo continuar realizando tales actividades. Se
presumen los gastos médicos, farmacéuticos y por transporte que resultan razonables
en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de incapacidad
permanente se debe indemnizar el daño aunque el damnificado continúe ejerciendo
una tarea remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba
prestar alimentos al damnificado.”

Daño extrapatrimonial: noción, legitimación (art. 1741 CCyC)


ARTICULO 1741.”-Indemnización de las consecuencias no patrimoniales. Está
legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el
damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también
tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato familiar
ostensible.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta
por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y
compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas.”

 Damnificado directo:

Goza de amplia legitimación activa por daño moral, cualquiera sea la fuente
generadora del perjuicio, obligacional o por violación al deber genérico de no dañar.
Rige plenamente el principio de atipicidad del daño moral resarcible.

 Damnificado indirecto:

Como regla general no tienen legitimación activa para reclamar la reparación del daño
moral.

Las excepciones son cuando del hecho generador del perjuicio, resulte la muerte de la
víctima, o esta sufra gran discapacidad, tienen legitimación activa, a título personal,
ciertos damnificados indirectos: los ascendentes, descendientes, el cónyuge y quienes
convivían con aquella recibiendo trato familiar ostensible.

La muerte de la víctima o la gran discapacidad deben resultar del hecho generador. Si


se producen por otras causas, no rige la previsión normativa del artículo 1741, primera
parte.

Prueba del daño (art. 1744 CCyC)


ARTICULO 1744.-Prueba del daño. El daño debe ser acreditado por quien lo invoca,
excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los propios hechos.

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La carga de la prueba del daño patrimonial y extrapatrimonial, cae sobre el autor.
Puede valerse de cualquier medio de prueba, incluida la presuncional e indiciaria.

La regla señalada reconoce algunas excepciones:

- Cuando la ley lo imputa o presume


- Cuando el perjuicio surja notoria de los propios hechos

En materia de daño moral no es posible producir una prueba directa sobre el perjuicio
padecido. La índole espiritual y subjetiva del perjuicio es insusceptible de esa forma de
acreditación.

No es indispensable ni necesario, robar el dolor experimentado por la muerte de un


hijo o por una lesión discapacitante. A partir de la acreditación del evento lesivo y del
carácter de legitimado activo del actor, puede operar la prueba de indicios o la prueba
presuncional e inferirse la existencia del daño moral.

La prueba indirecta del daño moral, encuentra en los indicio y en las presunciones
hominis su modo natural de realización.

Extinción de la acción indemnizatoria


a) Por renuncia que el damnificado haga de ella. En caso de pluralidad de
damnificados, las acciones son independientes por lo que la renuncia de uno no
perjudica el derecho de los demás.
Artículo 944: “Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la
ley cuando la renuncia no está prohibida y sólo afecta intereses privados”.

b) Por transacción de la acción civil.


Artículo 1641:“La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar
un litigio, o ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen
obligaciones dudosas o litigiosas”.

c) Por prescripción extintiva. La prescripción comienza a correr desde el día en


que se comete el ilícito o se incurre en el incumplimiento obligacional, salvo
cuando el perjuicio se manifieste con posterioridad, en cuyo caso se computa
desde la exteriorización de las consecuencias dañosas. En los supuestos en los
que el damnificado ignorare la existencia del daño, la prescripción corre desde
que tuvo razonable posibilidad de tomar conocimiento del mismo, conforme al
curso normal y ordinario de las cosas.

2. Antijuricidad. Concepto.

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Una conducta es antijurídica cuando resulta contraria al ordenamiento jurídico
integralmente considerado.

La antijuridicidad debe ser valorada con perspectiva de unidad, lo cual determina que
una conducta que viola cierto precepto legal sea antijurídica si no encuentra una causa
de justificación de esta norma.

Se trata de un concepto objetivo, que deriva de la contrariedad de la conducta con el


derecho, por tanto, es independiente de la voluntariedad y de la culpabilidad del
agente. De allí a que la acción de un menor de diez año o de un insano pueda ser
antijurídica. Porque una cosa es que medie antijuricidad en el obrar de un inimputable
y otro diferente, que este deba responder civilmente por las consecuencias dañosas.

La antijuricidad es predicable de una conducta y no del daño. Hay conductas


antijurídicas y no daños antijurídicos.

Material y formal.
Una acción es formalmente antijurídica cuando contraria una prohibición jurídica de
hacer u omitir dispuestas de manera expresa por ley.

La antijuridicidad material, tiene un sentido sensiblemente más amplio, comprensivo


no solo de las prohibiciones formales, sino también de las prohibiciones por
implicancia, que son aquellas que se desprenden de los principio fundamentales que
hacen al orden público en sus diferentes manifestaciones alcances, de la moral y de
las buenas costumbres.

Causas de justificación
Las causas de justificación son aquellas situaciones previstas por el legislador, que
enervan la antijuricidad de la conducta y, bajo ciertas circunstancias, pueden actuar
como eximentes de responsabilidad, o justificar una reparación de equidad, no plena o
integral.

Ellas son: el ejercicio regular de un derecho, el estado de necesidad, la legítima


defensa, el consentimiento del damnificado y el cumplimiento de una obligación legal.

ARTICULO 1718.-Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un


derecho. Está justificado el hecho que causa un daño:
a) en ejercicio regular de un derecho;
b) en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente
proporcionado, frente a una agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el

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tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de un hecho
realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;
c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla
justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En este
caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo.

Ejercicio regular de un derecho.


El artículo 1718 concuerda con el artículo 10 primer párrafo: el ejercicio regular de un
derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como
ilícito ningún acto.

El ejercicio de un derecho dentro de los límites reconocidos por el ordenamiento


jurídico constituye un obrar lícito, sin que obste a tal conclusión la eventual causación
de un daño a un tercero, derivado de aquel. El daño que se cause en tales
circunstancias en principio no es indemnizable.

Debe ser regular, lo cual supone que no se caiga en el abuso del derecho.

Legítima defensa: requisitos.


Artículo 1718: “Está justificado el hecho que causa un daño:

b) en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente


proporcionado, frente a una agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el
tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de un hecho
realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena

Requisitos:

- Que medie una agresión ilegítima, actual o inminente, que genere peligro para
intereses no reprobados por el ordenamiento jurídico.
- Ausencia de provocación suficiente por parte del defensor: no hay legítima
defensa cuando quien se defiende ha provocado al agresor.
- Que el medio utilizado para impedir o rechazar la agresión sea racionalmente
proporcionado con la gravedad de esta ultima

El agresor que sufre un daño causado por quien ejerce regular y legítimamente su
defensa, o la de un tercero, no tiene derecho a ser indmenizado.

Estado de necesidad: requisitos


Artículo 1718: “Está justificado el hecho que causa un daño:

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c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla
justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En este
caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo.”

Es una situación en que se halla una persona que, para apartar de si o de otra un
peligro inminente que amenaza sus bienes personales o patrimoniales, causa
legítimamente un mal menor a un tercero, que no es autor del peligro. La impunidad
del agente no deriva de su falta de culpabilidad, sino de la ausencia de antijuricidad en
su conducta.

Requisitos:

- Que el agente actué para evitar un daño en sentido amplio, actual o inminente,
de otro modo inevitable, que amenace a un tercero. La amenaza debe ser real,
inminente, grave y verosímil.
- Que la situación de peligro que se ha generado y que determinan la actuación
del agente no se haya originado en un hecho suyo o de un tercero por quien él
deba responder.
- Que el mal que se evita sea mayor que el que se causa.

Consentimiento del damnificado.


El consentimiento del propio damnificado actúa en ciertos casos como causa de
justificación y como eximente de responsabilidad por daños derivados de la lesión a
bienes disponibles.

ARTICULO 1720.”-Consentimiento del damnificado. Sin perjuicio de disposiciones


especiales, el consentimiento libre e informado del damnificado, en la medida en que
no constituya una cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los daños
derivados de la lesión de bienes disponibles.”

Requisitos:

- El consentimiento debe ser oportuno, libre, informado e inequívoco.


 Oportuno: debe ser prestado de manera previa al acto en cuestión.
 Libre: presupone que el sujeto obra con discernimiento, intención y
libertad. Solo hay verdadera libertad si las partes están en igualdad de
condiciones.

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 Informado: supone que el otorgante del consentimiento ha recibido del
otro los conocimientos necesarios para tomar la decisión.
- No debe constituir una cláusula abusiva (art. 988 CCyC)
- Debe recaer sobre daños derivados de la lesión a bienes disponibles: cuando se
trata de bienes como la vida, la salud y la integridad (indisponibles) no son de
cumplimiento exigible.

El consentimiento siempre es revocable, sin perjuicio de la responsabilidad civil que


en ciertos casos tal circunstancia pueda generar.

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