Autoridad 1
Autoridad 1
Autoridad 1
Art. 257. Para la individualización de las sanciones previstas en este titulo, el juez
tomara en cuenta además, en su caso, si el servidor publico es trabajador de base
o de confianza, su antigüedad en el empleo, cargó o comisión, nivel jerárquico,
antecedentes de servicio, percepciones, situación socioeconómico, grado de
instrucción, las circunstancias especiales de los hechos constitutivos del delito, así
como el monto del beneficio obtenido o el daño causado.
Art. 258. Además de las penas previstas en los títulos décimo octavo y vigésimo,
se impondrán:
II. La primera forma de abuso corresponde al servidor público que para impedir
la ejecución de una ley, decreto o reglamento, el cobro de un impuesto o el
cumplimiento de una resolución judicial, pida auxilio a la fuerza pública o la emplee
con ese objeto. Tratase de una clara forma de abuso de autoridad en ambas
alternativas de pedir o de emplear, con los señalados fines, el servicio de las
personas encargadas de mantener el orden como agentes de la autoridad.
La segunda forma de abuso de autoridad es la del servidor público 'que
ejerciendo sus funciones o con motivo de ellas hiciere violencia a una persona sin
causa legítima o la vejare o insultare. Cabe señalar de partida que la violencia,
vejación o insulto deben ser hechos o proferidos rationae officio y sin que medie
un permiso o autorización legal para efectuar conductas que, si tuvieran causa
legítima, estarían justificadas por el cumplimiento de un deber. La violencia a que
se refiere primeramente la ley puede ser física o moral. Las acciones de vejar e
insultar, en seguida comprenden las de denostar, humillar, hostigar; molestar,
perseguir, ofender a otro con palabras o acciones. Importa destacar que el
ejercicio de la violencia física como las vejaciones o insultos abarcan todos los que
se practican para obtener abusivamente la confesión del detenido en las diversas
fases del proceso penal, desde las torturas más burdas hasta las más sutiles.
Abarcan, asimismo, la incomunicación.
La tercera forma de abuso de autoridad es la del servidor público que
'indebidamente retarde o niegue a los particulares la protección o servicio que
tenga la obligación de otorgarles, o impida la presentación o el curso de una
solicitud'. En su primera parte tratase aquí de una ley penal en blanco, puesto que
la protección o servicio que el servidor público retarda o niega debe buscarse en
las normas jurídicas que imponen una protección o servicio determinados por las
funciones asignadas al servidor público, y atendidas las circunstancias del caso.
La segunda parte viene a ser jurídicamente la contrapartida del derecho
constitucionalmente consagrado de todo ciudadano de presentar a los servidores
públicos las solicitudes y demandas que procedan y que sean de la incumbencia
de éstos.
La cuarta forma de abuso de autoridad concierne sólo a los servidores públicos
investidos de la facultad de juzgar y consiste en negarse injustificadamente y bajo
cualquier pretexto, aunque sea el de oscuridad o silencio de la ley, a despachar un
negocio pendiente ante él, dentro de los términos establecidos por ella. Esta
infracción debió situarse, en rigor, entre los delitos contra la administración de
justicia.
La quinta forma de abuso de autoridad legisla sobre la negación de auxilio,
reprimiendo al encargado de una fuerza pública que, requerido legalmente por una
autoridad competente, se niegue indebidamente a dárselo.
En la fracción VI se contienen, en síntesis, cuatro formas de abuso de
autoridad por parte del encargado de cualquier establecimiento destinado a la
ejecución de las sanciones privativas de libertad, de instituciones de readaptación
social o de custodia y de rehabilitación de menores y de recluidos preventivos o
administrativos. Esas cuatro formas. son: a) recibir en el establecimiento como
presa, detenida, arrestada o internada a una persona sin los requisitos legales; b)
mantenerla privada de su libertad sin dar parte del hecho a la autoridad
correspondiente; c) negar que la persona está detenida si lo estuviere, y d) no
cumplir la orden girada por autoridad competente. Estas formas de abuso de
autoridad importan esencialmente, habida cuenta de los pertinentes preceptos de
la C y de los códigos procesales penales, atentados en contra de la libertad, bien
jurídico que la generalidad de las legislaciones tienen por eje en torno del cual se
sistematizan estos asuntos.
En conexión con la fracción anterior, la fracción VII describe la conducta del
servidor público que teniendo conocimiento de una privación ilegal de la libertad
no la denunciase inmediatamente a la autoridad competente o no la haga cesar,
también inmediatamente, sí esto estuviere en sus atribuciones'. Esta infracción es,
desde luego, claramente concebible respecto de los alcaldes y carceleros, pero la
posibilidad de su comisión no se ve limitada sólo a ellas, sino que se extiende a
todo servidor público que no hiciere cesar la privación de libertad estando esa
cesación dentro de sus atribuciones, como expresa la ley.
En las fracciones VIII a XII el abuso de autoridad no se cierne ya sobre la
libertad sino sobre la regularidad e incorruptibilidad de la función pública.
La idea de corrupción administrativa está, finalmente, en el trasfondo de las
conductas punibles en virtud de las fracciones X, XI y XII, en todas las cuales el
servidor público obra a sabiendas de autorizar una situación que no es real,
generalmente con perjuicio patrimonial del Estado. Ello ocurre al otorgar el
servidor público empleo, cargo o comisión públicos, o contratos de prestación de
servicios profesionales o mercantiles o de cualquier otra naturaleza, que sean
remunerados, a sabiendas de que no se prestará el servicio para el que se les
nombró, o no se cumplirá el contrato otorgado; al autorizar o contratar a quien se
encuentre inhabilitado por resolución firme de autoridad competente para
desempeñar un empleo, cargo o comisión en el servicio público, y al otorgar
cualquier identificación en que se acredite como servidor público a cualquier
persona que realmente no desempeñe el empleo, cargo o comisión a que se haga
referencia en dicha identificación.
PENALIDAD
El penúltimo párrafo del artículo 215 establece que “Al que cometa el delito
de abuso de autoridad se le impondrán de uno a ocho años de prisión, multa
desde treinta hasta trescientas veces el salario mínimo diario vigente en el distrito
federal en el momento de la comisión del delito y destitución en inhabilitación de
un año a ocho años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos”. Y
el párrafo último dispone, como ya antes se dijo, que “iguales sanciones se
impondrán a las personas que acepten los nombramientos, contrataciones o
identificaciones a que se refieren las fracciones X, XI y XII. Sin embargo, en este
párrafo se incide en un imposible por lo que respecta a la sanción de destitución,
habiendo cuenta de que a las personas a que se refiere la fracción XII no se les
puede destituir de empleo, cargo o comisión dado que ninguno ejercen.
Todo esto esta fundamentado en el siguiente capitulo del código penal:
Art. 262. Se le impondrán d uno a seis años de prisión y de 100 a 500 días multa a
quien ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas:
l. Ejerza violencia a una persona sin causa legitima, la vejare o la insultare; ó
ll. Use ilegalmente la fuerza pública.
Art. 263. Se impondrán prisión de uno a seis años y de 100 a 1000 días multa , al
servidor público que en el ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas otorgue
empleo, cargo o comisión públicos, o contratos de prestación de servicios
profesionales ó mercantiles o de cualquier otra naturaleza, que sean remunerados,
a sabiendas de que no se prestará el servicio para el que se les nombró, o no
cumplirá el contrato otorgado dentro de los plazos establecidos en la normatividad
laboral aplicable o en los señalados en el contrato correspondiente.
Art. 264. Se impondrán las mismas penas del artículo anterior al que acepte un
empleo, cargo o comisión públicos, remunerados, cuyo servicio no va a prestar, o
acepte algún contrato de prestación de servicios profesionales, mercantiles o de
cualquier otra naturaleza, remunerados, cuyas obligaciones no va a cumplir dentro
de los plazos establecidos en la normatividad laboral aplicable ó en los señalados
en el contrato correspondiente.
Art. 265. El servidor público que con cualquier pretexto obtenga de un subalterno
parte del sueldo de este dadivas o cualquier otro provecho, se le impondrán de 2 a
9 años de prisión y de 100 a 800 días multa.
Bibliografía
Jiménez huerta
Derecho penal mexicano
tomo V sexta edición 389-399pp
Ranieri.
Manual de derecho penal
tomo V 452-469pp