Transtorno Bipolar
Transtorno Bipolar
Transtorno Bipolar
FACULTAD DE MEDICINA
CATEDRA DE PSIQUIATRIA
FECHA:03-03-2024
LA PAZ-BOLIVIA
DEFINICIÓN
CLASIFICACIÓN:
La cuarta edición del Manual Diagnóstico Estadístico (DSM-IV) divide los trastornos
bipolares en depresivos y bipolares.
A su vez los TB se clasifican en:
Trastorno Bipolar I:
Episodio maníaco único
Episodio más reciente hipomaníaco
Episodio más reciente maníaco
Episodio más reciente mixto
Episodio más reciente depresivo
Episodio más reciente no especificado
Trastorno Bipolar II: Trastorno depresivo mayor recurrente con episodios
hipomaníacos.
Trastornos ciclotímicos: presencia de al menos dos años de reiterados síntomas
hipomaníacos y síntomas depresivos
alternados.
Trastorno Bipolar no especificado: trastornos con características bipolares que no
cumplen los criterios para ningún TB específico.
Trastorno bipolar I:
La característica esencial del trastorno bipolar I es un curso clínico caracterizado por
uno o más episodios maníacos o episodios mixtos. Es frecuente que los sujetos también
hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores. Los episodios de trastorno
del estado de ánimo inducidos por sustancias (debido a los efectos medicamento) otros
tratamientos somáticos de la depresión, una droga o la exposición a un tóxico, o los
trastornos del estado de ánimo debidos a enfermedad médica no se tienen en cuenta
para establecer el diagnóstico de trastorno bipolar I. Además, los episodios no pueden
explicarse mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo y no están
superpuestos a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante
o un trastorno psicótico no especificado. El trastorno bipolar I se subclasifica en el tercer
dígito del código según se trate de un primer episodio o el trastorno sea recidivante. La
recidiva viene indicada por un cambio en la polaridad del episodio o por un intervalo
entre los episodios de al menos 2 meses sin síntomas maníacos. Un cambio en la
polaridad se define como un curso clínico en el que un episodio depresivo mayor
evoluciona hasta uno maníaco o mixto, o en el que un episodio maníaco o un episodio
mixto evolucionan hasta un episodio depresivo mayor. Por el contrario, un episodio
hipomaníaco que evolucione hasta uno maníaco o mixto, o un episodio maníaco que
evolucione hasta un episodio mixto (o viceversa), se considera que sólo es un episodio
único. En los trastornos bipolares recidivantes la naturaleza de los episodios actuales
puede ser especificada como sigue: episodio más reciente hipomaníaco, episodio más
reciente maniaco, episodio más reciente mixto, episodio más reciente depresivo y
episodio más reciente no especificado.
Trastorno bipolar II
La característica esencial del trastorno bipolar II es un curso clínico caracterizado por la
aparición de uno o más episodios depresivos mayores acompañados por al menos un
episodio hipomaníaco. Los episodios hipomaníacos no se tienen que confundir con los
días de eutimia que pueden seguir a la remisión de un episodio depresivo mayor. La
presencia de un episodio maníaco o mixto impide que se realice el diagnóstico de
trastorno bipolar II. Los episodios de trastorno del estado de ánimo inducido por
sustancias (debido a los efectos fisiológicos directos de un medicamento, a otros
tratamientos somáticos para la depresión, drogas o a exposición a tóxicos) o los
trastornos del estado de ánimo debidos a enfermedad médica no se consideran válidos
para establecer el diagnóstico de trastorno bipolar II. Además, los episodios no deben
explicarse mejor por la presencia de un trastomo esquizoafectivo y no han de estar
superpuestos a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante
o un trastorno psicótico no especificado. Los síntomas deben provocar un malestar
clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de
la actividad del individuo. En algunos casos los episodios hipomaníacos no causan
deterioro por sí mismos. En su lugar, el deterioro puede ser consecuencia de los
episodios depresivos mayores o de un patrón crónico de episodios afectivos
impredecibles y de una actividad interpersonal o laboral con fluctuaciones.
Los sujetos con un trastorno bipolar II puede que no consideren patológicos los
episodios hipomaníacos, a pesar de que los demás se vean afectados por su
comportamiento cambiante. Con frecuencia los sujetos, especialmente cuando se
encuentran en pleno episodio depresivo mayor, no recuerdan los períodos de
hipomanía, a no ser por mediación de los amigos o los familiares. La información de
otras personas suele ser crucial para establecer el diagnóstico de un trastorno bipolar
II.
Trastorno ciclotímico
La característica esencial del trastorno ciclotimico es una alteración del estado de ánimo
crónica y con fluctuaciones que comprende numerosos períodos de síntomas
hipomaníacos y numerosos períodos de síntomas depresivos. Los síntomas
hipomaníacos son insuficientes en número, gravedad, importancia o duración para
cumplir los criterios para un episodio maníaco y los síntomas depresivos son
insuficientes en número, gravedad, importancia o duración para cumplir los criterios
para un episodio depresivo mayor. Durante un periodo de 2 años (1 año para niños o
adolescentes), todos los intervalos libres de síntomas tienen una duración inferior a 2
meses. El diagnóstico de trastorno ciclotímico sólo se establece si en el período inicial
de 2 años de síntomas ciclotímicos no se presenta ningún episodio depresivo mayor,
maníaco o mixto. Después de los 2 años iniciales del trastorno ciclotimico, puede haber
episodios maníacos o mixtos superpuestos al trastorno ciclotímico, en cuyo caso se
diagnostican ambos trastornos, el ciclotímico y el trastorno bipolar I. Igualmente,
después de los 2 años iniciales del trastorno ciclotímico puede haber episodios
depresivos mayores superpuestos al trastorno ciclotímico, en cuyo caso se diagnostican
ambos trastornos, el ciclotímico y el trastorno bipolar II. No se establece el diagnóstico
si el patrón de las oscilaciones del estado de ánimo es atribuible a un trastorno
esquizoafectivo o si está supuerpuesto a un trastorno psicótico como una esquizofrenia,
un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante o un trastorno psicótico no
especificado, en cuyo caso los síntomas afectivos se consideran características
asociadas al trastorno psicótico. El trastorno del estado de ánimo tampoco ha de ser
debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o a una enfermedad médica.
Aunque algunas personas presentan una actividad especialmente buena durante
alguno de los períodos de hipomanía, globalmente, como resultado de la alteración del
estado de ánimo, tiene que haber malestar clínicamente significativo o deterioro social,
laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. El deterioro puede
presentarse como resultado de los períodos prolongados de cambios cíclicos, y
frecuentemente impredecibles, del estado de ánimo (p. ej., la persona puede ser
considerada temperamental, malhumorada, impredecible, inconsistente o poco fiable).
Trastorno bipolar no especificado
La categoría de trastorno bipolar no especificado incluye los trastornos con
características bipolares que no cumplen los criterios para ningún trastorno bipolar
específico. Los ejemplos incluyen:
Alternancia muy rápida (en días) entre síntomas maniacos y síntomas
depresivos que no cumplen el criterio de duración mínima para un episodio
maníaco o un episodio depresivo mayor.
Episodios hipomaníacos recidivantes sin síntomas depresivos intercurrentes.
Un episodio maníaco o mixto superpuesto a un trastorno delirante, una
esquizofrenia residual o un trastorno psicótico no especificado.
Situaciones en las que el clínico ha llegado a la conclusión de que hay un
trastorno bipolar, pero es incapaz de determinar si es primario, debido a
enfermedad médica o inducido por una sustancia.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
La importancia de afinar en el diagnóstico es que el trastorno bipolar tiene tratamiento
preventivo que puede llegar a ser muy eficaz.
Los trastornos mentales a descartar son:
Trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias. Anfetaminas, cocaína
y estimulantes en general.
Inducción de la manía por un tratamiento antidepresivo.
Inducción por el tratamiento electroconvulsivante (ECT, TEC, electroshock,
electrochoque). Es muy raro, pero posible.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (especialmente si el niño
presenta, al mismo tiempo, síntomas depresivos, lo que puede plantear dudas
con un episodio mixto).
Los trastornos orgánicos que deben ser evaluados son:
Esclerosis múltiple, con afectación del lóbulo frontal.
Tumores cerebrales.
Enfermedad de Cushing.
Demencias que cursan con frontalización (enfermedad de Pick, por ejemplo).
Ingestión de sustancias o drogas de abuso capaces de inducir estados parecidos
a los maniacos (cocaína, anfetaminas, etc.)
Hipertiroidismo.
TRATAMIENTO:
Tratamiento Farmacológico:
El tratamiento de fondo consiste en la prescripción de ESTABILIZADORES DEL
ESTADO DE ÁNIMO O DEL HUMOR. Existen algunos clásicos que han
demostrado su eficacia en observaciones clínicas y otros más novedosos que,
si bien su eficacia no está tan bien comprobada, presentan menos efectos
secundarios.
El más estudiado es el LITIO. Su Eficacia para prevenir las recaídas en la manía
y la depresión está ampliamente demostrada. Igualmente, se ha visto su eficacia
en la prevención del suicidio. Aunque esto es una opinión personal, considero
que es mejor iniciar el tratamiento con otros estabilizadores y cambiar o no al
litio en función de la calidad de la respuesta terapéutica.
EI VALPROATO SÓDICO. Es uno de los antiepilépticos más utilizados en los
Trastornos Bipolares, habiendo demostrado su eficacia como estabilizador del
ánimo. En la infancia y adolescencia se utiliza con preferencia al litio. Igualmente,
es un medicamento bien tolerado.
La CARBAMACEPINA. De igual uso que el anterior. También ha demostrado su
eficacia. Normalmente se elige la carbamacepina cuando existen episodios de
auto- heteroagresividad asociados al Trastorno Bipolar.
EI TOPIRAMATO. Un nuevo antiepiléptico que viene demostrado su eficacia,
aunque faltan ensayos clínicos controlados en la infancia. Tiene la ventaja frente
a los anteriores de que no produce ganancia de peso, aspecto psicológico muy
importante en la adolescencia.
También se están utilizando los BLOQUEADORES DE LOS CANALES DEL
CALCIO. Parece Que actúan como estabilizadores del humor. Cuando aparecen
síntomas de excitabilidad, irritabilidad e inquietud psicomotora importante,
suelen prescribirse los NEUROLÉPTICOS.
Terapia Electro Convulsiva, es un tratamiento eficaz cuando existen síntomas
graves y para pacientes que no responden a la medicación o la psicoterapia.
Orientación familiar. Los familiares deben tener un conocimiento lo más exacto
posible de la enfermedad de su hijo/a. Se debe trabajar con ellos con el objetivo
de que pierdan los miedos y que puedan colaborar el tratamiento a través de la
comprensión de los "problemas de conducta" y los inexplicables cambios de
humor tan característicos de estas enfermedades.
Psicoterapias. Normalmente, cuando el/la paciente están en fase aguda no es
posible realizar una psicoterapia debido a la falta de colaboración. Si que suele
trabajarse en aspectos como adherencia al tratamiento a través de explicación
sobre la naturaleza del trastorno. Igualmente, cuando se encuentra en esta
situación se realizan ajustes ambientales para evitar las crisis de agresividad y
agitación.