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Trabajo Resumen Estabilizacion-y-Desarrollo 2.0

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1.

HIPERINFLACIÓN, ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO INTRODUCCIÓN Bolivia está situada en la parte


central de Sud América. Cuenta con un territorio de más de un millón de kilómetros cuadrados de
extensión, donde habitan aproximadamente siete millones de habitantes. Geográicamente se encuentra
en una situación de enclaustramiento, debido a que no tiene acceso, directo al mar, aun a través de los
ríos navegables que desembocan en cuencas del Atlántico. El Nordeste y el Sudeste de Bolivia se
encuentran surcados por varios ríos que vierten sus aguas, en la parte Norte, en el río en el Amazonas y,
en la parte Sud, en la cuenca del Río de la Plata. A pesar de extensión de estas vías luviales, Bolivia aún
no ha podido utilizarlas plenamente para la navegación, debido al alto costo que demanda su limpieza y
habilitación. La comunicación interna y externa del país es diicultosa, no sólo por la complicada
coniguración de la Cordillera de los Andes, sino también por la gran diversidad geográica que se
presenta en el territorio boliviano. Estas características le dan a Bolivia una gran variedad climática, que
va desde los fríos glaciares de los Andes hasta los calurosos llanos tropicales en la parte oriental del país.
De igual manera, la infraestructura caminera es particularmente deiciente. Bolivia se encuentra en una
región de complicada topografía donde las zonas montañosas, los numerosos ríos, pendientes y
quebradas requieren de una costosa ingeniería de túneles, puentes y caminos que la pequeña economía
del país no puede solventar. Este panorama de enclaustramiento, de gran extensión territorial no
poblada y de difícil comunicación interna, hacen de Bolivia un país aislado y sin contacto con el exterior.
En el pasado, esta circunstancia, sumada a otras, ha sido la causa más importante de su pausado
desarrollo y ha repercutido enormemente sobre sus posibilidades de forjar un importante sector
exportador.

Por otra parte, Bolivia es un país donde existen dos importantes culturas indígenas, cuya población
supera a la de los habitantes de origen caucásico o a la población de mestizos. Estos últimos son el
resultado de la fusión entre los grupos hispánicos que llegaron al Alto Perú en la época de la colonia y
los habitantes ancestrales de esta región. La condición de vida de la mayor parte de la población es de
extrema pobreza, con índices de analfabetismo, morbilidad, mortalidad y desnutrición considerados
entre los más altos de América Latina. En el cuadro 4 del apéndice 2 se muestran los principales índices
socioeconómicos de Bolivia, según las últimas estadísticas del censo de población y vivienda efectuado
por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 3 de junio de 1992. Tradicionalmente, Bolivia también
ha sido un país afectado por la violencia y la intranquilidad social. Durante años, ha tenido la poco
meritoria fama de ser uno de los países con más golpes de Estado que años de vida constitucional. Es
decir, que ha tenido más gobiernos de facto que gobiernos democráticamente elegidos por el voto
popular. La inestabilidad política de Bolivia ha sido una de sus características más notables, no sólo de su
vida republicana en el siglo pasado, sino también de los últimos 50 años de su existencia. Sin embargo, a
pesar de este sombrío panorama, Bolivia también ha sido uno de los pocos países democráticos que en
los últimos años ha podido hacer frente a una grave crisis económica y efectuar importantes reformas
en su economía. En efecto, luego de haber sido asediada por la inlación más alta de su historia, Bolivia
puso en práctica un exitoso programa económico, destinado a contener el fenómeno inlacionario e
implantar una importante reforma estructural. Junto a este programa, Bolivia también lanzó un
novedoso plan de medidas destinadas a mitigar los efectos sociales generados por la crisis y el propio
proceso de ajuste. La puesta en práctica de este plan permitió hacer viable el programa económico, al
atenuar el efecto de las tensiones sociales, que de otra manera hubieran hecho muy difícil, sino
imposible, la implantación del programa de ajuste. Por lo tanto, la pregunta que todos se hacen es la
siguiente: ¿Cómo es posible que un país, considerado entre los más pobres de América Latina y con los
graves problemas que se señalan brevemente en los párrafos anteriores, ha podido efectuar tan
importantes cambios en la modernización del Estado y de su economía? ¿Cómo es posible que un país,
caracterizado por su alto grado de violencia e intranquilidad social, ha podido implantar tan drásticas
medidas para hacer frente a la crisis? Estas son las preguntas a las que se intentará dar respuesta en la
descripción que se hará en los siguientes capítulos de este trabajo.

Al describir este programa y las circunstancias bajo las cuales fue implantado, se intentará también
resaltar algunas de las lecciones aprendidas de esta experiencia, en la esperanza de que éstas puedan
tener alguna utilidad para los países que atraviesan por similares problemas. No se trata aquí de dar
recetas simplistas a los problemas de inlación y de crecimiento; pues, como se sabe, todos los países
tienen características diferentes y, por lo general, no pueden equipararse los unos con los otros. Sin
embargo, en la experiencia del autor - que ha estado trabajando últimamente en países afectados por
estos problemas - es posible que las lecciones del caso boliviano puedan ayudar a resolver algunas
situaciones especíicas y facilitar: la comprensión de las causas que conducen a las naciones al fenómeno
de la hiperinlación.

INFLACIÓN Y MORATORIA

Generalmente, los países que atraviesan por un proceso de alta inlación ingresan paralelamente a una
etapa de cesación de pagos con sus acreedores internacionales, en la que se produce una interrupción
de sus relaciones crediticias. Este fue el caso de Bolivia, en el que la alta inlación del periodo 1982 - 1985
estuvo acompañada de una moratoria unilateral por parte de Bolivia, situación que determinó la
suspensión casi inmediata de sus vinculaciones crediticias con los organismos inancieros internacionales.

Causas de inlación
En el capítulo 2 se muestra cómo los “actos de Dios” y los “actos de los hombres” pueden conducir a un
país al escenario de la alta inlación. En efecto, las sequias y las inundaciones originales por la corriente
de “El Niño” del océano Paciico durante los años de 1983 y 1984 y los errores de la política económica
cometidos por el gobierno del presidente Siles Zuazo, llevaron a Bolivia a la sexta inlación que no fue
causada por una guerra o un conlicto interno, se generó nada menos que por la inhabilidad del Estado
boliviano de recaudar impuestos y la forma irresponsable, en que administró sus escasos recursos
iscales. Esta situación también tuvo su origen en la decisión del gobierno de incrementar de una manera
generalizada el número de empleados dependientes del Estado y la pasividad con que se permitió el
pago de salarios extras, bonos en dinero y en especie y otro tipo de retribuciones, en directa
contraposición a las leyes del país. Todo este escenario se llevó a cabo en el marco de un gran desorden
interno, donde los sindicatos ejercían enormes presiones para lograr incrementos salariales, que no
tenían otro propósito que el de contrarrestar el efecto inlacionario. El resultado de estas acciones fue el
elevado nivel de inlación que, en septiembre de 1985, llegó a fa astronómica cifra del 23.500 por ciento
anual (en comparación con la tasa de inlación registrada el año anterior). De no haberse tomado las
medidas de estabilización y ajuste en agosto de 1985, al concluir ese año, Bolivia habría sobrepasado la
inlación alemana de los años de 1920, que llego a la tasa de incremento anual del 100 mil por ciento.

En este capítulo se hará también una descripción de los intentos del gobierno de ese entonces por
implantar medidas de ajuste, con el in de hacer frente a la hiperinlación y el crecimiento negativo de la
economía. Lamentablemente, ante cada intento del gobierno por implantar estas medidas, los
sindicatos respondían con una huelga general, en procura de lograr mejores remuneraciones. Como
consecuencia de esto, los precios, la tasa de cambio en el mercado paralelo y los salarios subían día a
día, volcando la preferencia del público por el uso de activos en moneda extranjera en desmedro de la
moneda nacional. Sin embargo, lo más grave de todo este episodio fue que la producción boliviana, en
términos reales, decayó en más de un 10 por ciento entre los años 1980 a 1986, mientras que el ingreso
per cápita (también en términos reales) se redujo en un 22 por ciento en el mismo periodo. Este fue el
elevado costo del desorden político, social y económico que genero la inlación en Bolivia de los años de
1980.

La moratoria unilateral
En el capítulo 3 se muestra como un país, presionado por la inlación y la escasez de divisas, se ve
obligado a tomar la decisión de declarar una moratoria unilateral de su deuda externa con la banca
privada internacional. Como se sabe la consecuencia inmediata de esta determinación, fue el cierre de
las puertas del crédito internacional, tanto de la propia banca, como de los organismos multilaterales y
bilaterales de inanciamiento. Como se había mencionado anteriormente, ésta fue la experiencia de
Bolivia, cuando el gobierno anunció la moratoria unilateral del país, basada en argumentos políticos y
acuerdos con los sindicatos de trabajadores que, en ese entonces, jugaban un papel protagónico en las
decisiones del gobierno. Se pensó que, con argumentos políticos, tales como “que sólo se destinaría el
25 por ciento del valor de las exportaciones para el pago de la deuda”, los acreedores internacionales
continuarían de manera inalterable su asistencia inanciera en favor del país. Grande fue la sorpresa de
los políticos bolivianos cuando, luego de estas determinaciones, todos los organismos internacionales,
públicos y privados - sin excepción - interrumpieron su asistencia inanciera a Bolivia. De esta manera,
Bolivia se vio privada de los recursos que le eran indispensables para el crecimiento de la economía y, lo
más importante, de las divisas que le eran necesarias para equilibrar su precaria situación de balanza de
pagos. En este proceso, Bolivia experimento con los controles de cambio, la centralización de las
operaciones de comercio exterior por parte del Banco Central y, más grave aún, las medidas de
desdolarización, instituidas para coniscar parcialmente los recursos en moneda extranjera que se
encontraban depositados en el sistema bancario.

En este capítulo se hará una descripción de las políticas que adoptaron para establecer prioridades entre
acreedores, las acciones destinadas a proteger las reservas internacionales del país y, en general, todas
determinaciones que tomó el gobierno de ese entonces para acomodar su política de moratoria
unilateral al marco de la política económica general. Por último, se analizarán también los efectos que
tuvo las políticas de restricciones de pago - que en este caso puede ser caliicada de no exitosa que dio
como resultado el aislamiento de Bolivia del mundo inanciero internacional y de sus principales’
proveedores de recursos, cuya participación era indispensable para el proceso de crecimiento de la
economía.

REFORMAS ECONÓMICAS

A partir de 1985, Bolivia puso en práctica un programa de reforma económica integral que tenía el
propósito de contener la hiperinlación, la misma que había llegado a niveles extremadamente elevados
y requería de urgentes medidas destinadas a aminorar el ritmo ascendente en el que se desarrollaba
este fenómeno.
Cómo se concibieron las medidas de ajuste

En el capítulo 4 se presenta una descripción anecdótica de la forma en que se concibieron y prepararon


las medidas del programa económico de Bolivia. Aunque en esta reseña se incluyen muchas
remembranzas personales del autor, su relación cronológica muestra los entretelones políticos que
llevaron a tomar importantes determinaciones, que cambiaron radicalmente el curso de la historia
económica de Bolivia. El carácter secreto con el que se elaboraron las medidas, la estrategia shock que
se utilizó para ponerla en práctica, la voluntad y la capacidad política de llevar estas medidas hasta sus
últimas consecuencias, son algunos aspectos que se describe en este anecdotario. Como se verá más
adelante, éstas y otras determinaciones es fueron fundamentales para determinar el éxito de las
medidas implantadas. Curiosamente, Bolivia enfrentó su propia Perestroika, mucho antes hiciera la
Unión Soviética o los países de Europa del Este. Aplicó una reforma estructural de largo alcance,
orientando su economía hacia el mercado, cuándo en Latinoamérica todavía se defendían a ultranza los
principios del intervencionismo y la regulación por parte del Estado ¿Cómo es que Bolivia decidió hacer
esta reforma estructural? Estos son los temas que se escriben en los entretelones políticos de este
capítulo.

LAS MEDIDAS ECONOMICAS

En el capítulo 5 se efectúa un recuento de las medidas económicas que fueron puestas en práctica con el
Decreto Supremo (DS) 21060, junto a otras de carácter complementario, que fueron aplicados en los
años subsiguientes. El conjunto de estas medidas incluía instrumentos iscales, monetarios y cambiarios,
con los cuales Bolivia pudo restablecer su equilibrio iscal y detener abruptamente el proceso de inlación.
En este capítulo se hace también una descripción de las determinaciones que tomó el gobierno de
Bolivia, cuando a ines de 1985 la economía sufrió un leve recalentamiento, a causa de los créditos
otorgados con el inanciamiento del Banco Central. Acciones tales como el congelamiento de las cuentas
de las entidades del sector público, la intervención en el mercado cambiario para esterilizar recursos
monetarios la reforma tributaria, son algunos de los temas que se tratan en este capítulo. En este
recuento, también se recoge la experiencia de Bolivia en lo que se reiere a la secuencia de la aplicación
de las medidas de ajuste, particularmente las medidas macroeconómicas respecto a las medidas de
ajuste estructural. La lección aprendida del caso boliviano es que, sólo se puede lograr los beneicios de
la reforma estructural, cuando las políticas macroeconómicas se encuentran en su lugar. Por lo tanto,
para Bolivia fue crucial el haber adoptado las medidas macroeconómicas de manera simultánea a las
medidas de reforma estructural: y no a la inversa, como sucedió durante las anteriores
administraciones.

Por último, se analiza también el efecto que tuvieron tres importantes eventos que, de no habérselos
encarado oportunamente, habrían puesto en peligro el programa de estabilización. Estos son: el cierre
de las minas estatales, como emergencia del colapso del precio de los minerales en los mercados
internacionales; la quiebra de cuatro bancos del sistema bancario boliviano, a causa de la elevada mora
de la cartera bancaria; y los esfuerzos de Bolivia por poner en práctica un programa destinado a
reactivar la economía. La reforma estructural En el capítulo 6 se hace una descripción de las medidas de
ajuste estructural, puestas en práctica por el gobierno de Bolivia para modiicar las principales
características de la economía boliviana. En este capítulo se hace una descripción de lo que fue la
economía antes y después de aplicadas las medidas de agosto de 1985. En este capítulo también se
evalúa el impacto de la liberalización y desregulación en el mercado de bienes, el mercado cambiario, el
mercado bancario y el mercado laboral. Al hacer esta evaluación, se describen con detalle los
mecanismos utilizados en la reforma. Este es el caso de la subasta de divisas, que fue utilizada para
desregular el mercado cambiario; los instrumentos de política arancelaria, destinados a poner en
práctica la aplicación de un arancel único y uniforme y, por último, los mecanismos de liberalización y
desregulación del mercado bancario. Economía política en el programa económico de Bolivia. En el
capítulo 7 se analiza la importancia que tiene la economía política – en el sentido de hacer “política
económica” – en la implantación de las medidas de ajuste económico y reforma estructural de Bolivia. Al
recoger esta experiencia, se evalúa el impacto del “cómo hacerlo”, en aspectos tales como la voluntad y
la capacidad política de llevar las medidas hasta sus últimas consecuencias; la adopción de medidas de
shock, en lugar de adoptar medidas de carácter gradual; o las negociaciones internas e internacionales,
que le dieron a Bolivia y al programa boliviano una gran credibilidad

Asimismo, se analiza la importancia del sentido de unidad y coherencia de las medidas adoptadas, las
mismas que permitieron transmitir la señal de que el programa económico seguiría
inquebrantablemente una sola línea de pensamiento. Por último, se analiza también la importancia que
tuvo el aspecto integral de las mismas, en un intento de cubrir el más amplio espectro de la economía
de Bolivia y en el afán de abarcar la mayor parte de las áreas donde participan activamente los agentes
económicos. En la experiencia de Bolivia la credibilidad que surgió de la forma en que el gobierno encaró
las medidas de ajuste, la coherencia que caracterizó la aplicación de las mismas y el amplio espectro que
éstas intentaron cubrir, reviven la importancia que tiene hoy en día la economía política, en la
concepción y aplicación de los programas de ajuste y reforma estructural. Moratoria exitosa En el
capítulo 8 se analiza como Bolivia pudo encarar un programa de estabilización, a pesar el estigma de la
moratoria unilateral. Asimismo, se evalúa como Bolivia logro utilizar eicazmente las restricciones de
pago para inanciar su programa económico, hasta tanto este pudo consolidarse y lograr los desembolsos
provenientes de los organismos inancieros internacionales. La llave que utilizó el gobierno de Bolivia
para lograr este propósito fue la formalización de importantes acuerdos con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) que, entre otros aspectos, le permitieron a Bolivia abrir las puertas tanto del crédito
multilateral como del crédito bilateral. Este último a través de las negociaciones del Club de Paris y la
subsecuente normalización de relaciones crediticias con los países donantes y sus instituciones. Este
acuerdo fue también crucial para lograr una importante negociación con la banca privada internacional.
Esta última permitió a Bolivia la recompra de un 75 por ciento de su deuda comercial al precio de 11
centavos de dólar de su valor facial, con recursos provenientes de donaciones de países y organismos
internacionales. La negociación con la banca sirvió a su vez como un marco de referencia para que
Bolivia logre dos signiicativos acuerdos con sus acreedores bilaterales más importantes: Argentina y
Brasil. En contraste a lo expuesto en el capítulo 3, en este capítulo se describe como Bolivia, a pesar de
encontrarse en una situación de moratoria unilateral, fue capaz de implantar un programa de ajuste
eicaz, destinado a contener la hiperinlación, abrir el crédito multilateral y bilateral, y liberarse de una
parte importante de su deuda comercial.

Las llamadas redes sociales En el capítulo 9 se hace una descripción de los mecanismos que utilizo
Bolivia para hacer viable el proceso de ajuste en el campo social. De no haberse dado esta válvula de
escape a las presiones sociales generales por la crisis y el propio proceso de ajuste, tal vez el programa
económico de Bolivia no habría sido implantado con éxito. Hoy en día es casi imposible concebir un
programa de ajuste económico, que no esté acompañado de una serie de programas sociales. Estos
programas – que por lo general tienen carácter temporal – cumplen el objetivo de mitigar los efectos
sociales negativos generados por la crisis y el proceso de ajuste. En la experiencia boliviana, esto fue
precisamente lo que el gobierno trató de encarar a ines de los años de 1980, cuando puso en práctica un
programa llamado el Fondo Social de Emergencia (FSE). La puesta en práctica de este programa permitió
al gobierno de Bolivia otorgar alivio temporal de empleo a varios miles de trabajadores despedidos a
consecuencia de las medidas de ajuste y mitigar las posibilidades de un explosivo conlicto social, en el
crítico momento de implantar la reforma estructural. Dos años más tarde, el gobierno de Bolivia puso en
práctica un nuevo programa social, el llamado Fondo de Inversión Social (FIS), que fue creado con un
carácter más permanente, con el propósito de captar recursos provenientes de los organismo
multilaterales y bilaterales y canalizarlos a la inversión social. Con la puesta en práctica de estos
programas, Bolivia dio una respuesta oportuna y eicaz a los álgidos problemas sociales que, en el
momento de la aplicación de las medidas de ajuste, demandaba una urgente atención. El programa
social de Bolivia ha sido caliicado de exitoso. Por esta razón, ha merecido el reconocimiento de varios
países que, en los últimos años, han puesto en práctica programas similares, con el in de mitigar las
presiones sociales ya señaladas y permitir que las reformas económicas puedan llevarse a cabo, a pesar
de las difíciles condiciones que imperan en el periodo de ajuste. Problemas de crecimiento y la reforma
del Estado A in de no dejar al lector con la impresión de que el programa boliviano fue una especie de
panacea para la fácil solución de todos sus problemas, en el capítulo 10 se hace una relación de las
principales diicultades de crecimiento que la economía de Bolivia tuvo que enfrentar durante los
primeros años del proceso de ajuste.

Se hace especial referencia a los shocks externos de ines de 1985 y a las diicultades originadas en el
sector bancario de los años de 1986 – 1987, que fueron en gran parte responsables de la lenta
recuperación de la economía de Bolivia. En la segunda parte de este capítulo se hace una relación de
varios aspectos que no fueron considerados inicialmente en el programa económico de Bolivia y cuya
puesta en práctica, sin lugar a duda, habrían permitido una mejor y más rápida recuperación de la
economía. Estos aspectos fueron: la falta de legislación que garantice las condiciones adecuadas para la
inversión, particularmente en los sectores mineros y de hidrocarburos; la reforma de las instituciones
del Estado, particularmente el Poder Judicial; la aprobación de leyes que garanticen el derecho de
propiedad y la libre movilidad de capitales dentro y fuera del país, la falta de un programa de
privatización y, por último, la formalización mediante ley de las medidas que adoptó el gobierno para
poner en práctica el ajuste económico. Años más tarde, algunas de estas medidas fueron puestas en
práctica por los gobiernos que sucedieron a la Administración del presidente Paz Estenssoro,
obviamente con los resultados que se esperaba. Lo que en este capítulo se cuestiona, es la necesidad de
haberlos adoptado oportunamente, con el propósito de lograr un crecimiento más acelerado de la
economía. Complementando la discusión de estos capítulos, en el apéndice l se transcribe un cuento
corto escrito por el autor, que fue ampliamente difundido por los medios de comunicación en Bolivia en
el año 1983, con el propósito de concientizar a la ciudadanía boliviana sobre el origen y las causas de la
hiperinlación. En el apéndice 2 se presenta la información estadística que se utilizó en el análisis de cada
una de las secciones de este trabajo. Por último, en el apéndice 3 se reproducen las piezas más
importantes de la legislación que Bolivia aprobó para poner en práctica su programa económico. Si bien
es cierto que esta legislación tiene características muy particulares y su aplicación se circunscribe
fundamentalmente a Bolivia es posible que partes de ésta puedan ofrecer aspectos ilustrativos para el
tratamiento de problemas similares en países aquejados por los mismos problemas. En este apéndice se
incluyen los Decretos Supremos 21060 de 29 de agosto de 1985, llamado la Nueva Política Económica
(NPE), y 24156 de 28 de noviembre de 1986, sobre el Fondo Social de Emergencia.

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