Abc Biblia
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La palabra “Biblia”
La palabra “Biblia” viene del griego “biblos”, que significa “libro”. De aquí el diminutivo “biblíon” = librito, que en el plural queda
“Biblía”.
El mismo nombre de la Biblia nos dice lo que ella es, el libro por excelencia. Pero es un libro compuesto por muchos libros.
La división de la Biblia.
Corresponden a las dos grandes etapas de la historia del Pueblo de Dios: La Antigua Alianza (antes de Jesús) y la Nueva Alianza (a
partir de Jesús).
La Biblia es como una colección o una biblioteca. Ella contiene 73 libros de Épocas y de estilos diferentes.
El Pentateuco
Los 5 libros del Antiguo Testamento son llamados “Pentateuco”. Es una palabra griega que significa “cinco libros”.
Esos 5 libros son llamados también “TORA” (= Ley) porque contienen la Ley de la Antigua Alianza.
• Génesis (Abreviado Gn ó Gen) = es el libro que contiene las reflexiones sobre los orígenes del mundo, del hombre, del pecado, del
Pueblo de Dios;
• Éxodo (abreviado Ex) = la salida. Reflexiona sobre la salida del pueblo hebreo de Egipto bajo el liderazgo de Moisés;
• Levítico (abreviado Lv): se llama así porque contiene las leyes del culto y las obligaciones de los sacerdotes y levitas;
• Números (abreviado Núm.): se llama así porque comienza con el censo (recuento) del Pueblo de Israel;
• Deuteronomio (abreviado Dt) = segunda ley. Este es un libro que relata nuevamente la promulgación de la Ley de la Alianza. Invita a
la conversión y a la fidelidad.
• Libros Históricos. Son 16 libros que narran historias del Pueblo y sus líderes, como por ejemplo: Josué, Jueces, Samuel, los Reyes.
Algunas ediciones de la Biblia reúnen los cuatro libros de Samuel y Reyes bajo un único título de “Libros de los Reyes”. Así:
• Libros SAPIENCIALES o de la Sabiduría. Son siete libros. En ellos encontramos la expresión de la sabiduría y de los sentimientos del
Pueblo: dictados, poesía, cantos, oraciones, etc.
• Libros Proféticos. Son 18 libros. Traen la vida y el mensaje de los profetas. Por ejemplo Isaías, Jeremías, Ezequiel, Amós.
(Busquemos en el índice de la Biblia los nombres de todos ellos).
El Antiguo Testamento fue escrito poco a poco, a lo largo de casi mil años.
Ya vimos que, al principio, la historia y las leyes del Pueblo de Israel eran transmitidas de boca en boca, de padres a hijos.
Cuando algunos comenzaron a escribir esas tradiciones (a partir del siglo X a.C. o en la Época de Salomón), no surgieron en seguida los
libros que nosotros conocemos. Los textos más antiguos fueron desarrollados y reelaborados más de una vez, en la medida que el pueblo
iba aprendiendo las lecciones de la historia. Con la ayuda de los profetas, iba reconociendo nuevos aspectos de la revelación de Dios.
Así la Biblia fue escrita en Épocas diversas y por muchas personas. Por eso, a veces, la Biblia puede contar el mismo asunto de maneras
diferentes. (Compara, por ejemplo, el relato de la creación del hombre y de la mujer en Gen 1,26-31 con el relato de Gen 2,7-25).
También hay gran variedad de tipos de textos (los llamados “géneros literarios”). En el Antiguo Testamento tenemos leyes, historias,
crónicas, poesías de amor, cánticos de la liturgia, proverbios y hasta unas pocas fábulas y novelas. Naturalmente es muy importante
distinguir esos tipos de texto para entenderlos bien.
En aquella Época se escribía, con tinta y pluma, en hojas de papiro (después se cosían para formar rollos) o en pedazos de cuero o
pergamino (después unidos en forma de libro). El texto original era copiado muchas veces.
Conocemos hoy muchas copias de esos antiguos manuscritos. Ellos transmitieron el texto hebreo del Antiguo Testamento y sus
traducciones más antiguas, griegas y latinas. Sólo en el siglo XV la Biblias comenzaron a ser impresas, y entonces se introdujo la división
en capítulos y versículos que usamos hasta hoy.
Ya vimos como Dios hace alianza con su pueblo. Liberó al Pueblo de la esclavitud y lo llevó de vuelta a la tierra de Canaán. Dios dio su
Ley y esperó de su Pueblo amor y fidelidad.
Pero no siempre esa respuesta fue así. El Pueblo se apartaba de Dios. Entonces surgieron los Profetas que recordaban al pueblo su
compromiso.
Después de haber hablado por los profetas, Dios quiere hablar todavía más de cerca. Quiere revelarse todavía mejor. Él lo hace a través
de su Hijo Jesús.
Jesús es el profeta por excelencia, el gran enviado de Dios, es su gran mensajero, el Hijo. Mucho más que los profetas, Él puede hablar
de Dios, mostrar quién es Dios.
Jesús muestra el Dios de la Alianza, el Dios del amor que se da hasta el fin. La bondad de Jesús, su misericordia, su exigencia, su
donación hasta la muerte, muestran el amor de su Padre.
Jesús, por su modo de vivir y predicar, entra en conflicto con las autoridades de su tiempo. Jesús predica un Dios diferente, que ellos no
pueden aceptar. Por esto lo eliminan. Jesús es condenado a muerte en la cruz, la muerte más humillante y escandalosa que un judío
podía imaginar.
Fortalecidos por el poder del Espíritu Santo, van a anunciar este mensaje a todos los que lo quieren oír. Surgen las primeras
comunidades cristianas y la Iglesia se expande rápidamente en el mundo de aquel tiempo.
Surge un nuevo Pueblo: todos los que siguen a Jesucristo y se unen en la Iglesia de Jesús.
Jesús es el nuevo Moisés que libera a su Pueblo del pecado y que camina con Él rumbo a una nueva Tierra de justicia y paz.
Como ya vimos, el libro leído en las primeras comunidades cristianas era el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento todavía no
estaba escrito.
Jesús no escribió ni mandó escribir nada. Ni los apóstoles y discípulos tenían grabadora para guardar las palabras de Jesús.
Los apóstoles comienzan a predicar. Transmiten oralmente lo que Jesús había hecho y enseñado. De aquí y de allí surgían resúmenes.
Estos resúmenes servirán de base para los Evangelios que fueron escritos más tarde, a partir del año 70, o poco antes.
En las comunidades cristianas también se reflexiona sobre las enseñanzas de los apóstoles y algunos de ellos, principalmente Pablo,
pondrán por escrito sus orientaciones a través de “cartas” o “epístolas”.
Los Evangelios
Son los cuatro libros que vienen al comienzo de nuestro Nuevo Testamento.
Es un libro escrito por Lucas, el autor del tercer Evangelio, Este libro narra la vida de los Apóstoles, especialmente de Pedro y Pablo, sus
actividades y su predicación, desde la resurrección de Jesús hasta la llegada del Evangelio a la capital del imperio, Roma. Describe
también un poco de la vida de las primeras comunidades cristianas, para presentarlas como modelo a seguir también por los cristianos
de otras Épocas.
Son atribuidas a Pablo 14 cartas: de ellas, 9 son dirigidas a Comunidades Cristianas. Pablo fundaba comunidades y, de vez en cuando,
volvía para ayudarlas, animarlas y resolver problemas. Cuando no podía ir personalmente, enviaba unas largas cartas.
• Carta a los Gálatas. • Carta a los Efesios. • Carta a los Filipenses. • Carta a los Colosenses. • Dos cartas a los Tesalonicenses.
Siguen las 3 cartas llamadas “Cartas Pastorales”. Estas cartas no son dirigidas a comunidades, sino a sus líderes o “pastores”. De aquí el
nombre de “Cartas Pastorales”.
Las cartas pastorales son: • La primera y la segunda carta a Timoteo. • La carta a Tito.
La última es una carta dirigida, en general, a los Hebreos. Probablemente algunas de las cartas no fueron escritas por Pablo
personalmente, sino por sus discípulos.
Las cartas que San Pablo escribió personalmente, son más antiguas que los Evangelios. La más antigua es la primera carta a los
Tesalonicenses, escrita en el año 51, que es también el libro más antiguo del Nuevo Testamento.
Pablo murió en el año 64 (o 67), antes que fuese escrito el primer Evangelio, el de Marcos.
Epístolas Católicas.
Aún hay 7 cartas o epístolas “católicas”. Son llamadas así porque no se dirigen a una persona o a una determinada comunidad, sino a
todas las iglesias cristianas. (Católico significa universal). Estas cartas son:
• Carta de Santiago. • Dos cartas de San Pedro. • Tres cartas de San Juan. • Carta de San Judas.
Apocalipsis
El autor de este libro desea sostener la fe de los primeros cristianos y animarlos a soportar con firmeza las primeras persecuciones,
principalmente las de Nerón y Domiciano, emperadores romanos. El autor usa un lenguaje simbólico, pero que entienden los cristianos
de aquel tiempo. Así describe la derrota de los perseguidores y la victoria final de Cristo, No es un libro de “misterios”, no anuncia
desgracias para los cristianos. Por el contrario. Es un libro que conforta y da fuerza. El Apocalipsis es el último libro de la Biblia.