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Fratern I Dad Es

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25. FRATERNIDADES JUVENILES EN EXODO.

Finalidad:
Presenta las Fraternidades Juveniles en Éxodo como una de las forma para cumplir la Vida de servicio
comunitaria. Es importante insistir que la Fraternidad Juvenil es el lugar donde se crece en espiritualidad personal y
comunitaria. Y, animar a que cada Caminante esté integrado en una Fraternidad Juvenil.
En la Fraternidad juvenil el caminante debe ser como fermento y debe ayudar a que cada grupo viva el
verdadero compromiso cristiano. Además, se presentará la necesidad de los equipos misioneros, cuando estén
preparados, deberán integrar los equipos misioneros, para ir siendo apóstoles de otros jóvenes.
El tema debe estar lleno de vivencias sobre lo que es un grupo juvenil, su importancia y sus dificultades.

Esquema y duración del tema:


I. Fraternidades Juveniles (15-20 minutos).
II. Diálogo. En este diálogo se tratará de clarificar lo oscuro que se tenga del tema. Hay que aprovechar
el diálogo para insistir en la importancia de las Fraternidades y su apostolado.

I. Tema: Las Fraternidades Juveniles.


1. Introducción:
Estamos llegando al final de nuestro éxodo. O mejor dicho: al final del entrenamiento, para que ahora que
cuando vayamos de regreso a nuestras comunidades comencemos realmente a caminar. Este tema es el último que
vamos a tener. Recordamos que para cumplir la misión que Cristo nos ha dado, es decir, para hacer que esa plantita
que ahora ha germinado pueda llegar a crecer y a dar frutos, tenemos necesidad de vivir una espiritualidad tanto
personal como comunitaria.
La vida de oración de las Fraternidades Juveniles, la vivimos través de las Revisiones, de Vida, Horas Santas,
Actos Marianos, etc. La vida sacramental, la viviremos especialmente a través de nuestra participación como
“fraternidad”, en la Eucaristía parroquial, animándoles y haciendo que se tenga esa experiencia de fraternidad que
hemos vivido en estos días. La vida de servicio la vamos a vivir a través de nuestro compromiso en las fraternidades
juveniles y nuestra Proyección Misionera.
Con las Fraternidades Juveniles nos podemos comprometer participando activamente en nuestra
comunidad. Pero con el tiempo también nos tenemos que comprometer formando equipos misioneros que se
encarguen de fundar nuevos grupos. En todo caso es muy importante que antes de irnos tengamos una idea clara de
la finalidad de una fraternidad juvenil y de los medios que utiliza para conseguir su finalidad.
Ya todos tenemos una idea, más o menos clara, de lo que es un grupo. Si todos no la tenemos, al menos la
mayoría de todos los que estamos aquí hemos participado algún tiempo en un grupo. Además, la idea más profunda
las iremos adquiriendo a medida que vaya pasando el tiempo y nos comprometamos. Pero en todo caso es
importante que ahora clarifiquemos un poco nuestras ideas.

2. La finalidad de nuestros grupos juveniles (fraternidades juveniles).


Todos sabemos que existen grupos juveniles de mil clases. Entre las más populares en nuestros pueblos
están los clubes deportivos, además, existen grupos culturales, simplemente de amistad, de estudio, etc. Nuestros
grupos juveniles tienen algo de todo lo anterior, pero lo que los distinguen es su finalidad, pues de eso depende la
importancia que se le dé a cada una de las cosas. La finalidad de nuestros grupos es ayudar a que cada uno de sus
miembros llegue a ser una persona libre y capaz de amar, que viva en fraternidad y una actitud de escucha a Dios.
Eso quiere decir que cada uno llegue a sentirse realizado en la vida y comprometido con sus hermanos.
Pero nosotros, además, reconocemos que el único que fue totalmente libre y que amó hasta lo máximo fue
Jesucristo. Por eso el ideal de nuestras Fraternidades Juveniles es llegar a ser como Jesucristo, imitándolo en todo lo
que Él hizo. Para vivir eso nos damos cuenta que tenemos necesidad de unirnos, de compartir, de apoyarnos los unos
con los otros. Por eso debemos luchar para que cada grupo llegue a ser una verdadera Comunidad cristiana.
Estas finalidades o metas debemos tenerlas bien en cuenta, pues constantemente tenemos tentación de
desviarnos. A veces para convertirnos simplemente en un grupo de amigos que están juntos para no aburrirse y pasar
el tiempo juntos. Otras veces la única finalidad del grupo se convierte en tratar que venga más gente a la reunión. En
ambas cosas perdemos lo que deben ser las metas de nuestros grupos y lo que debería orientarnos.
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3. Los medios para cumplir la finalidad.
Para que nuestros grupos cumplan su finalidad, también en ellos debemos vivir las tres vidas, propias de la
espiritualidad comunitaria.

Vida de Oración: Lo primero que tenemos que vivir en nuestra Fraternidad Juvenil es la vida de oración. Tenemos
que ser capaces de hacer silencio y de comunicarnos con Dios. Dentro de nuestras reuniones y cuando estemos
juntos. Tenemos que poder leer la Biblia juntos y compartir nuestras experiencias; ser capaces de ir reflexionando
sobre todo en nuestra vida personal y social, a la luz de la Palabra de Dios, para ir descubriendo todo lo que está
equivocado y prepararnos de tal manera, a ser verdaderos profetas.

Vida Sacramental: La vida sacramental la vamos a vivir en nuestros Fraternidades Juveniles por medio de las
Eucaristías y Confesiones. Esta vida la vamos a cumplir en la medida en la que como Jesucristo, aprendamos a ir
renunciando a nosotros mismos y dando nuestra vida para hacer más felices a los demás y para que nuestros
hermanos se acerquen a la verdad.

Vida de Servicio: La vida de servicio la vamos a realizar a través de los tres aspectos que ayer veíamos como típicos
del compromiso cristiano.
 Tenemos que ir tratando que cada uno de los miembros de nuestro Fraternidad Juvenil y nosotros
mismos lleguemos a ser verdaderamente personas maduras. Para eso tenemos que organizar charlas, encuentros y
actividades que nos permitan irnos dando cuenta de nuestras inmadureces y que nos indiquen caminos por los que
podamos ir siendo libres.
 Tenemos que ir tomando conciencia de los deberes que tengamos hacia nuestra familia. Además,
tenemos que organizar actividades con los padres y con los demás miembros de nuestras familias, en las que
dialoguemos, oremos y busquemos todos juntos, la manera de que nuestra familia vaya siendo cada vez mejor. Si no
hacemos esto, nos vamos a ir quedando solamente en palabras y no vamos a bajar nunca a la realidad.
 Tenemos que comprometernos en construir la civilización del amor. Este quizás sea el compromiso
más delicado y más difícil. Para esto tenemos que comprometernos en la construcción de un mundo justo, de ese
mundo que Cristo quiere. No bastan las palabras. No bastan las protestas. Debemos tener valor para denunciar todo
lo malo, pero tenemos que comprometernos activamente en construir esa nueva civilización. Para eso tenemos que
comprometernos con los pobres, estar con ellos. Darles la mano para que juntos salgamos adelante.
En nuestro compromiso debemos de tener cuidado, queremos el cambio, pero no cualquiera; el fin que nos
proponemos conquistar no lo vamos a lograr por cualquier medio, nuestro método es la NO-VIOLENCIA. Por eso
tenemos que tener cuidado. No somos conformistas, pero tampoco somos violentos. No nos debemos dejar
instrumentalizar ni confundir por otros que tal vez hablan el mismo lenguaje nuestro, pero, tienen otros fines.

4. Nuestra actividad en el grupo.


Nuestra vida de servicio pues, la vamos a vivir especialmente a través de nuestro compromiso en hacer que
el Fraternidad Juvenil de nuestra comunidad o el que vayamos a fundar, sea un verdadero grupo juvenil cristiano. Eso
será una empresa difícil y nos pedirá mucho esfuerzo y paciencia. Ante todo tendremos que ser perseverantes. La
meta que nos proponemos es alta y solo la conseguiremos con constancia. Los grupos juveniles son como las olas del
mar, que a veces suben y a veces bajan. Nosotros tenemos que ser esa corriente que vaya haciendo que se levante y
que se mantenga hasta conseguir los fines que nos proponemos.
También vamos a tener que ser humildes, para poder ir aceptando nuestros errores y los fracasos que
tengamos. Tendremos que ser pacientes para ir aceptando los bajones de los demás, sin perder la calma. Para ir
comprendiendo, levantando al que cae, esperando al que se quede atrás. Y sobre todo, tenemos que tener alegría,
esperanza y amor. Nuestra meta es difícil pero el Señor está con nosotros y con Él podemos estar seguros que vamos
a conquistar todo lo que nos propongamos para el bien de los demás.
Concluimos explicando la vida de Fraternidad, que se cumple en un mes. Pasamos por la oración y lectura
de la Palabra (Revisión de Vida), Formación, encuentro con Dios (Espiritualidad) y lo aprendido lo encausamos en
anunciar su mensaje (Proyección Misionera).

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