El Factor Cultural Como Factor Decisivo en El Análisis de Las Causas de La Opresión de La Mujer
El Factor Cultural Como Factor Decisivo en El Análisis de Las Causas de La Opresión de La Mujer
El Factor Cultural Como Factor Decisivo en El Análisis de Las Causas de La Opresión de La Mujer
OPRESIÓN DE LA MUJER
En esta disertación vamos a tratar el factor cultural como como decisivo en el análisis de las causas de la opresión de
la mujer. Como Simone examina las construcciones culturales y sociales que perpetúan la desigualdad de género y la
discusión sobre la importancia de considerar estas construcciones causas de la opresión de la mujer, todo ello mediante
ejemplos para ilustrarlo.
Simone aborda el análisis del factor cultural en la opresión de la mujer planteando primeramente la relación entre la
libertad y el sujeto situado. Como bien sabemos los seres humanos precedemos en existencia y construimos nuestra
esencia mediante proyectos conciliándolos con los de los demás para ampliar su libertad. Así llegamos al concepto de
situación, el contexto donde se ejerce la libertad (facilita los proyectos) o no se ejerce (dificulta mis proyectos)
condiciona desde el exterior el alcance de nuestros fines. Para Simone la libertad es algo constitutivo del ser humano,
es finita y puede aumentar y disminuir desde fuera, desde “los otros”. Podemos incidir en la libertad de los demás al
igual que ellos de la nuestra. Para Simone la situación posibilita o coarta la libertad.
A partir de este concepto de libertad y cómo podemos incidir en la de los demás, se establece una jerarquía de
situaciones, hay situaciones “privilegiadas” como las del hombre, en las que la libertad se cumple en su grado mayor,
y otras en las que las posibilidades de realización de la libertad son mínimas como la de las mujeres.
Por lo tanto, se estable a las mujeres como la “Otra”, existe una falta de simetría entre la libertad del hombre y la de la
mujer. Simone empezó a interesarse sobre esto en el momento que se planteó en que le había afectado en su vida el
hecho de ser mujer. Se decidió por establecer un análisis de todo el ambiente cultural que le envolvía. Investigó en qué
consistía ser mujer en la sociedad.
Analizó los mitos de la cultura, el hombre era el denominador común, se presenta siempre como “El Mismo”, el punto
de referencia. En los mitos es el esencial, mientras que el papel de la mujer pasa a ser la “Otra”. Contrastado en la
sociedad, existe una falta de simetría entre los dos géneros que ha prevalecido en la historia. Hay un desequilibrio
entre ellos.
En su obra El Segundo Sexo, se plantea ¿Qué es ser una mujer? Comienza por constatar una desigualdad clara en todas
las sociedades manifestada incluso en que para las mujeres parece necesario presentarse como mujeres antes que
cualquier otra característica. Mientras que al hombre se le considera como la perspectiva del ser humano en general,
objetiva, neutra y sin requerir justificaciones. Ejemplificado en el momento que las mujeres dirigen una película o
escriben novelas se catalogan como “cines o novelas de mujeres”, mientras que el cine o novelas realizadas por
hombres no se plantea esto, se trata de cine o novelas. Al igual que con el futbol masculino que se considera lo neutro,
y si juegan mujeres se califica como “futbol femenino”.
Esto lleva a Simone a afirmar que la mujer ha sido concebida como “la Otra”, la alteridad, por el varón que se considera
a si mismo como el elemento positivo y neutro. El varón se define como “el Mismo” frente a “la Otra” que es la mujer.
Simone usa la categoría de Otro (alteridad) para explicar que en todas las culturas sean constituido dos categorías de
individuos que se relacionan desde posiciones de poder desiguales e injustos, la mujer se sitúa en una situación de
dependencia e inferioridad respecto al hombre, el hombre define a la mujer no por ella misma, sino en relación a él.
Los varones se afirman como sujetos dejando el papel de “otras” a las mujeres. Esta relación desigual y jerárquica
Simone establece un paralelismo entre los amos y los esclavos en una sociedad patriarcal. Se establece la dialéctica del
amo y el esclavo, una relación de dependencia recíproca pero desigual y jerárquica. Es una relación desequilibrada que
favorece al opresor, hombre, frente al oprimido, la mujer.
Cada individuo se afirma como tal oponiéndose a otros sujetos a los que considera “los otros”. Cada uno de estos se
afirman haciendo lo mismo. El problema que se plantea es que en la relación entre hombre y mujer, la mujer no es
capaz de afirmarse como sujeto frente al hombre. La mujer aparece como conciencia dependiente y esclava. El amo
para identificarse como tal, usa el poder sobre el esclavo. El esclavo no utiliza este poder porque ha interiorizado la
necesidad que le ata al amo. Están unidos por una necesidad económico que no libera al esclavo. Si el esclavo no
reconociera el prestigio, el poder del amo no tendría sentido. Desde las sociedades primitivas esta relación entre
hombres y mujeres se ve refejada en que el hombre era quien cazaba e iba a la guerra y la mujer se dedicaba a la
maternidad lo que le impedia su desarrollo y participación en las actividades que otorgan reconocimiento social.
Las mujeres están en un segundo plano en casi todos los ámbitos viales a lo largo de la historia. Esta situación solo
puede ser superada cuando las mujeres tengan las oportunidades necesarias para que se produzca su emancipación
plena, cuando gocen de autonomía económica y decidan con plena libertad la maternidad.
Simone recalca que lo que hacen los hombres con las mujeres en nuestra sociedad patriarcal es opresión, no les
permiten actuar como seres humanos libres, proyectar libremente lo que quieren ser y realizar sus proyectos, es decir
transcenderse. Las obligan a permanecer en una inmanencia infligida, se degradan moralmente. Los hombres prohíben
que las mujeres ejerzan su libertad sin contar con su voluntad. A las mujeres por el hecho de ser mujer se les inculca
que no deben dar su opinión, se les impide el acceso a algunos estudios, profesiones o puestos de poder.
La obra El Segundo Sexo de Simone se basa en una investigación según el método regresivo-progresivo mediante el
cual se establecen las causas de porque las mujeres son “Las Otras” por opresión. En la fase regresiva indaga sobre las
condiciones que han podido hacer posible tal estado de las cosas. En la fase progresiva describe como viven las mujeres
su condición impuesta.
Se establece a la mujer como un producto de los usos y costumbres sociales, leyes, educación y la cultura. Una forma
de ser impuesta por el conjunto de la sociedad. Las mujeres tienen un estatus inferior en la sociedad y desempeñan
tareas secundarias, a lo largo de la historia de la humanidad se aprecia que las mujeres nunca tuvieron poder. Las
mujeres desde su infancia tienen que buscar su autonomía a contra corriente, luchando contra la educación que se les
ha dado.
Simone se preguntó que factores condicionan la posición subordinada de la mujer en la sociedad. Lo primero que
establece es que la configuración biológica no responde a esta subordinación, ya que lo que afecta es la evolución que
sufren según las tareas que asume cada uno. Hasta la pubertad crecen igual, pero en el momento que a la mujer le
llega su ciclo menstrual ya se le prepara para la reproducción, aunque ella no lo haya decidido. Simone explica que el
verdadero origen de la subordinación son las causas económicas y sociales. Desde la Edad de los Metales, se separaron
las tareas por secos y la mujer quedó sometida a las tareas de reproducción maternidad y crianza, mientras que el
hombre se dedicaba a cazar y a la guerra. Los varones tienden a afirmarse como sujetos mientras que las mujeres no
El hombre se califica como el sexo que mata y la mujer como el sexo que engendra. Simone se planteó estudiar esta
opresión desde el campo de la psicología, el psicoanálisis, los comportamientos del hombre y la mujer en la sociedad
son debidos a la educación recibida según unas pautas de género y las creencias inculcadas, los comportamientos
permitidos y prohibidos, es decir como se les va inculcando ese “llegar a ser “mujer o varón. Lo que somos se debe a
la manera en que hayamos podido realizar nuestros proyectos y ejercer nuestra libertad y trascendencia.
Por lo tanto Simone determina que ser hombre o mujer no consiste en tener una determinada esencia, sino los factores
sociales que nos imponen en función de nuestro sexo biológico. Los hombres no nacen siendo ni duros ni valientes ni
decididos, al igual que las mujeres no nacen siendo sensibles, delicadas o cobardes. Se les educa para que sean así, su
entorno, el colegio, la familia, la educación y las costumbres trasmiten el mismo mensaje para que lleguen a la edad
adulta moldeadas como seres femeninos. El genero se impone con los diferentes roles de la sociedad que se reservan
a hombres y mujeres que implican distintos modos de comportarse y distintas actitudes dadas por la sociedad y las
cultura. Lo cual esto trasforma a la mujer en oprimida por esta falta de libertad y decisión, destinada a realizar tareas
domesticas, a la maternidad o a ser el objeto sexual del hombre. Todo ello se puede ver reflejado en los cuentos clásicos
donde el hombre es valiente y corre riesgo para conseguir su premio, la dulce amada encerrada en su casa o castillo
dedicada a las tareas del hogar.
La educación recibida es distinta entre niños y niñas, se les educa para que ellos sean fríos y duros y a las mujeres como
sensibles, se les da una muñeca para que asocien que esa es un tarea, cuidar a los hijos. La feminidad para ellas es un
aprendizaje y la virilidad para ellos.
En resumen Simone de Beauvoir tuvo una influencia importante en el feminismo, establece que la opresión que sufren
las mujeres viene determinada por factores culturales y sociales, causada por la diferencia en torno a la educación y a
los valores inculcados y los roles de géneros establecidos a lo largo de la historia tanto para hombres y para mujeres
provocando la subordinación de estas al varón.