Trastornos Del Aprendizaje
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Trastornos Del Aprendizaje
DISLEXIA
DISGRAFIA
La disgrafía es una condición que causa dificultad con la expresión escrita. El término viene
de las palabras griegas dys (“impedido”) y grafía (“hacer forma de letras a mano”). La disgrafía
es un problema cerebral y no es el resultado de que un niño sea perezoso.
Para muchos niños con disgrafía el simple hecho de sostener un lápiz y organizar las letras en
una línea es muy difícil. La escritura a mano de estos niños tiende a ser desordenada. Muchos
batallan con el deletreo, la ortografía y para poner sus ideas en un papel.[1] Estas y otras
tareas de escritura, como poner las ideas en un lenguaje organizado, almacenarlas en la
memoria y luego utilizarlas, podrían agregarse a la batalla de la expresión escrita.
Los profesionales podrían usar diferentes términos para describir las dificultades con la
expresión escrita. El Manual Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales-5 (DSM-5,
por sus siglas en inglés) no utiliza el término disgrafía, pero sí utiliza la frase “impedimento
en la expresión escrita” bajo la categoría de “trastorno específico del aprendizaje”. Este es el
término utilizado por la mayoría de los médicos y psicólogos.
Algunos psicólogos escolares y maestros utilizan el término disgrafía como una manera corta
para hablar de los “trastornos de las expresiones escritas”.
Para calificar para los servicios de educación especial, un niño debe tener una dificultad
nombrada o descrita en la Ley para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA,
por sus siglas en inglés). A pesar de que IDEA no utiliza el término de “disgrafía”, sí lo describe
bajo la categoría de “discapacidad de aprendizaje específica”. Esto incluye las dificultades con
la comprensión o el uso del lenguaje (hablado o escrito) que dificulta escuchar, pensar, hablar,
leer, escribir, deletrear o, incluso, hacer cálculos matemáticos.
Cualquiera que sea la definición utilizada es importante entender que la escritura lenta o
desordenada no es necesariamente un signo de que su hijo no esté haciendo lo mejor que él
puede. La escritura requiere un conjunto complejo de habilidades motoras finas y del
procesamiento del lenguaje. Para los niños con disgrafía, el proceso de escribir es más
complicado y más lento. Sin ayuda, un niño con disgrafía podría tener dificultades en todas
las actividades de la escuela.
DISFASIA
La disfasia es por definición, un trastorno primario y duradero del desarrollo y del aprendizaje
del lenguaje oral. Forma parte de los trastornos específicos del aprendizaje, junto con la
dislexia, la dispraxia o la discalculia.
Muy poco conocida, la disfasia afecta, sin embargo, a 1 niño de cada 100, de los cuales, por
alguna razón inexplicable, afecta tres veces más a los niños que a las niñas. Está reconocida
como una discapacidad.
Se trata de un trastorno caracterizado por los problemas a la hora tanto de hablar como de
comprender el discurso hablado. La disfasia se manifiesta por dificultades para expresarse y
para memorizar informaciones. No está debida ni a un déficit intelectual o sensorial, ni a un
trastorno del comportamiento. Eso no evita que la disfasia pueda ser altamente frustrante
para el paciente, así como para sus cuidadores o familiares.
DISCALCULIA
Generalmente, estos desafíos no ocurren por sí solos. Los chicos que tienen dificultades con
las habilidades motoras a menudo tienen otras condiciones. Las dificultades más comunes
que coexisten incluyen:
Algunos padres se preguntan si las dificultades con las habilidades motoras desaparecen. La
respuesta es no, pero con intervenciones, las habilidades pueden mejorar.
DISFEMIA
Neurogénica: es resultado de una comunicación deficiente entre el cerebro, los nervios y los
músculos como consecuencia de una patología cerebrovascular.
Psicógena: de origen psicológico. Puede estar provocada por un trauma grave o por
situaciones de angustia o ansiedad.
Tartamudez tónica: se caracteriza por el habla entrecortada con espasmos iniciales. El niño
emite a continuación un discurso precipitado acompañado de una gran tensión muscular.
Tartamudez clónica: se caracteriza por las repeticiones silábicas involuntarias y bruscas antes
de iniciar la frase o en el curso de la misma. Se acompaña de contracciones labiales breves y
rápidas.
Tartamudez mixta: es el tipo más frecuente de disfemia. Combina características de los dos
trastornos anteriores.
No es infrecuente que muchos niños muestren los dos y tres años de edad una tartamudez
evolutiva, que se manifiesta en forma de repeticiones o bloqueos y que, en la mayoría de los
casos, remite totalmente.
El trastorno de lateralidad puede causar disortografía: una dificultad para la escritura que se
da independientemente de que haya o no alteraciones también en la lectura. La disortografía
es una disfunción que afecta al contenido y composición de las palabras que se escriben: a la
persona le resulta difícil asociar la escritura de las palabras con el código escrito y las normas
ortográficas; es decir, tiene problemas para reconocer, comprender y reproducir los símbolos
escritos, por lo que comete constantemente una serie de errores que después veremos.
DISPROSODIA
El término “disprosodia” se compone, por un lado, del vocablo “dis” que quiere decir
separación, divergencia o dificultad. Y por otro lado, se compone de la palabra “prosodia”,
que en gramática es la rama encargada de enseñar la pronunciación y acentuación correcta
de las palabras.
En fonología, la prosodia estudia los rasgos fónicos que afectan a la métrica, por ejemplo, el
ritmo o la estructura de los versos, pero especialmente los acentos y la entonación.