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Modelos de Crecimiento

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Modelos de crecimiento

Desde los clásicos de la economía se ha pensado acerca del crecimiento


económico. Este tenía una perspectiva desde el producto, la oferta, a diferencia de
algunos enfoques contemporáneos, que toman una perspectiva de la demanda
agregada. El enfoque más fiel a lo ortodoxo atiende la acumulación de capital y el
trabajo, tanto en su cantidad como en su calidad (Letiche, 1960). Ricardo desarrolló
también reflexiones económicas en torno al crecimiento del producto, la población y
la preocupaciones de rendimientos decrecientes (Letiche, 1960).
Luego, Marx expresaría desde la herencia de los clásicos una ontología de la
modernidad (Martínez, 2014), sosteniendo que las relaciones capitalistas alienan a
la clase trabajadora del producto de su trabajo. También señala que la modernidad
conduce a contradicciones internas, como su constante desgaste por medio de la
ley tendencial de la caída de la tasa de ganancia. Detrás de este concepto también
se encuentra el reconocimiento de los rendimientos decrecientes y los problemas de
crecimiento del sistema capitalista.
Durante el siglo XX se desarrollaron varios modelos de crecimiento que continúan
teniendo relevancia contemporánea. En este trabajo expondremos los modelos de
Harrod, Solow, crecimiento endógeno, de Romer y Barro.

Modelo de Harrod

También se le conoce como el modelo Harrod-Domar, ya que ambos economistas


realizaron modelos similares por separado, pero se sintetizaron (Snowdon & Vane,
2006:598). También es importante mencionar que tiene una fuerte influencia
keynesiana, pues Harrod contribuyó a la revisión de la Teoría General de Keynes
(Domínguez, 2017). El modelo de Harrod tiene gran importancia porque es parte del
despliegue de los modelos de crecimiento del siglo XX e influyó de forma
significativa en el Modelo de Solow. El modelo se desarrolla como parte de una
intención de crear una economía dinámica (Domínguez, 2017).
Entre los supuestos del modelo se encuentran que el ahorro (S) es una fracción del
ingreso determinada por la propensión marginal a ahorrar(s). El trabajo se denota
como L, que crece a una tasa n:
n=L' / L
El modelo de Harrod no contempla, en principio, el desarrollo tecnológico ni supone
la depreciación del capital, aunque puede incluirse. Sin embargo, sí supone la
existencia de una combinación única de capital y trabajo para un nivel determinado
de producto (Domínguez, 2017:8):
Y =min[ K /v , L/u]
Ambos denominadores representan constantes que indican las relaciones
constantes de trabajo y capital respecto al producto (Domínguez, 2017:8). De tal
modo que:
K=vY
y
L=uY
El modelo también implica que ∆ 𝐾 =𝑣 ∆ Y y ∆ L=u ∆ Y . De esta forma, las porciones
del producto pueden explicarse a través de incrementos en las cantidades de
trabajo y capital. Luego, asumiendo que el ahorro iguala a la inversión, obtenemos
que vY '=sY , que despejando puede expresarse también que Y '/Y =s /v 1. Así que
puede resolverse una ecuación diferencial que resulta en:
lnY (t)=(s / v)t+C ;
Y (t )= A e(s / v)t❑.

A partir del modelo de Harrod se concluye que el producto y el capital crecen a una
tasa constante s/ v . Esto se entiende como un crecimiento sostenido (Domínguez,
2017:9).

El modelo de Solow

El modelo de Robert Merton Solow es uno de los más importantes en la historia de


la macroeconomía, no sólo por la genialidad de su construcción, sino también por
sus propiedades matemáticas. Su aportación a la macroeconomía le valió para
obtener el Premio de Economía en Memoria de Alfred Nobel en 1987.

Modelo de Solow

El modelo de Solow está hecho para una economía cerrada y sin gobierno.
Suponemos que el sistema financiero funciona perfectamente, de forma tal que todo
el ahorro agregado se invierte. El ahorro va a engrosar el acervo de capital, cuya
tasa de depreciación es constante y se determina exógenamente. El modelo está
determinado también por la variable poblacional. Se asume que toda la población
trabaja. De esta manera, también importa su crecimiento a una tasa constante y
determinada exógenamente.
Esto se expresa de la siguiente forma:
Y =C + I
S=I
sY =S , donde 0< s< 1
C=(1−s )Y

La función de producción asume una Cobb Douglas:


❑α ❑1−α
Y=A K L

1 Y’= dY/dt
Condiciones de Inada

Estas se atribuyen a Ken Ichi Inada (1963), quien entra en diálogo con Solow y su
artículo “A contribution to the theory of economic growth” (1956). Inada habla de las
condiciones que permiten un crecimiento estable. Las condiciones que debe cumplir
tal función de crecimiento son las siguientes. Para todo valor de K>0 y L>0, la
función de producción tiene rendimientos positivos, pero decrecientes. O sea, las
segundas derivadas parciales de la función de producción tienen un valor menor a 0
(Snowdon & Vane, 2006:604). La función es homogénea de grado 1, por lo que si el
insumo se incrementa λ veces, también se incrementará el producto λ veces.
Si λ=1/ L , encontramos que Y / L=F (K / L). Entonces podemos representar el
modelo a partir del producto por trabajador, que exhibe también rendimientos
decrecientes, pero positivos. También encontramos que si la proporción capital-
trabajo tiende a 0, el producto marginal del capital es 0.

Función de producción agregada. Fuente: Snowdon & Vane, 2006:605.

Según el modelo de Solow, la pendiente es más pronunciada en países menos


desarrollados, ya que el capital tendría mayores rendimientos. De esta forma, se
esperaría que el capital fluyera a economías rezagadas.

El proceso de acumulación de capital

El capital tiene un proceso de desgaste, además de que también es reproducido por


la inversión. La evolución del acervo de capital en el modelo de Solow se denota de
la siguiente forma, donde δ representa el parámetro de depreciación (Snowdon &
Vane, 2006:606):
Kt +1=¿+(1−δ) Kt=sYt+ Kt−δ K t
Reescribiendo en términos per cápita, encontramos que:
kt +1=syt +kt−δ kt
La acumulación de capital evoluciona según esta ecuación diferencial:
dk /dt=sf (k )−δ k;
que expresa cómo el capital per cápita se desarrolla en función al ahorro per cápita
y la depreciación per cápita. La condición de equilibrio se expresa de la siguiente
forma, donde la inversión compensa solamente la depreciación; en términos de
Marx, la reproducción simple del capital:
sf ¿;
sf ¿en estado estacionario..
El modelo, sin embargo, también tiene consideraciones acerca del crecimiento de la
población, que tiene un efecto similar a la depreciación, pues reduce el capital por
trabajador:
dk /dt=sf (k )−(n+δ)k
Si la cantidad de trabajadores aumenta, la inversión debe compensar su adición por
medio de la inversión. El estado estacionario se denota, entonces, como:
sf ¿

Modelo de crecimiento de Solow. Fuente: Snowdon & Vane, 2006:608.

Este esquema nos muestra la síntesis del modelo de Solow, donde hallamos
primeramente el estado estacionario donde el ahorro compensa la disminución del
capital per cápita por la depreciación y el incremento de población. Con este estado,
corresponde un estado estacionario de producto. Si la tasa de ahorro se incrementa,
se alcanza un punto más alto de estado estacionario, pero también se alcanza uno
más bajo si el ahorro per cápita cae.

El parámetro de productividad
Parte de la genialidad del modelo de Solow reside en la relativa sencillez con la que
el modelo explica la realidad. En su modelo, una primera crítica puede hallarse en
decir que explicarse enteramente por cambios en los factores de producción. Sin
embargo, el crecimiento que no se explica por estos medios se explica gracias al
factor de productividad. Los cambios en el crecimiento pueden darse por cambios
en este factor de productividad.

Modelo de crecimiento endógeno

Este modelo resulta muy similar al modelo de Solow. También parte de Y = Ak ,


donde k =K / L .Comparte los rendimientos positivos con el modelo de Solow, pero
estos no son decrecientes, ya que Y '= A , por lo que el modelo tampoco cumple con
las condiciones de Inada. Asume, en principio una tasa de ahorro sconstante, una
tasa de crecimiento de la población nconstante, una tasa de depreciación constante,
un factor de productividad constante y una tasa de crecimiento g constante.
A partir de la ecuación fundamental de Solow, hallamos que:
dk /dt=sf (kt)−(n+ δ+ g) kt , donde g=0 ;
dk /dt=sf (kt)−(n+ δ)kt ;
dk /dt=sAk −( n+ δ) kt .
Para conocer la tasa de crecimiento, dividimos entre k , obteniendo
(dk /dt ¿/ k=sAk /k −(n+ δ)k /k ;
(dk /dt ¿/ k=sA−(n+δ);
donde el primer término nos da la curva de ahorro y el segundo nos da la curva de
depreciación. Habrá crecimiento, siempre y cuando sA>(n+ δ).

Modelo de Romer

El modelo de Romer contempla al conocimiento como un factor productivo que


puede incrementar los rendimientos marginales (Romer, 1986). El modelo, en
esencia, contempla que el despliegue de los factores productivos que cada firma
desarrolle puede tener un efecto positivo en las demás. Es decir, las mejoras
productivas de cada empresa beneficia a las otras. Por ejemplo, cuando una firma
mejora la capacitación de sus empleados, puede beneficiar a otras empresas, ya
que los trabajadores rotan trabajos.
El modelo asume, en principio, una función de producción Cobb Douglas que se
halla multiplicada también por K 𝛈, que representa el nivel de exogeneidad. Si 𝛈 es
igual a 0, simplemente tenemos un caso estándar de Cobb Douglas. Sin embargo, si
es 𝛈 es estrictamente mayor que 0, tenemos una exogeneidad que incrementa el
producto.
❑α ❑1−α 𝛈
Y=A K L L
Siguiendo lo pasos de implantar valores per cápita, así como considerando la
depreciación, encontramos que:
❑α + η−1 ❑η
(dk /dt)/k =sA k L
De esta forma, la tasa de crecimiento per cápita está positivamente relacionada con
el tamaño de la población económicamente activa (Gaviria, 2007).

Modelo de Barro

El modelo de Barro tiene el objetivo de determinar el tamaño óptimo de un Estado.


Este tamaño óptimo está determinado por la maximización del crecimiento del
producto. Los políticos gobernantes muchas veces podrán encontrarse incentivados
a utilizar los instrumentos fiscales, sea la política impositiva o de gasto, de una
manera subóptima. Es decir, el gobierno puede enfrentar (y a menudo así ocurre)
situaciones en las que la maximización del crecimiento económico puede requerir
medios incompatibles con las necesidades de gasto del gobierno.
Puede darse una lectura antiestatista, neoliberal y antidemocrática al modelo, dadas
sus implicaciones y las preocupaciones que movieron a Barro para construir el
modelo. El aporte más importante de este modelo es la generación de rendimientos
productivos por medio del gasto gubernamental (Cornelio & Tun, 2015).
❑α ❑1−α
Y=A K G

A partir de las derivadas parciales de la función encontramos que tanto el capital


como el gasto gubernamental tienen rendimientos decrecientes (Cornelio & Tun,
2015).

❑α −1 ❑1−α
dY /dK=α A K G >0
❑α ❑−α
dY /dG=(1−α ) A K G > 0

En este modelo, el gasto gubernamental es un factor de producción, mientras que el


capital (K) refiere tanto al capital físico como humano. En cuanto al crecimiento
poblacional, este es 0 en el modelo. El empleo es pleno, ya que el mercado se
encarga de que los salarios ajusten la oferta y demanda de trabajo. Se asume,
como en los demás modelos de producción, que el ahorro depende de la tasa de
ahorro:
S=sY

La influencia del equilibrio general en el modelo se extiende al asumir la


equivalencia ricardiana de forma tal que todo el gasto público se financia por medio
de impuestos:
G−tY =0
Este modelo también toma en cuenta el crecimiento del capital, que se encuentra
descontado por la tasa de impuestos:
K̇ =s (1−t)Y −δ K
De esta forma se puede obtener la tasa de crecimiento de la economía:
K̇ / K =s (1−t )Y / K −δ
En cuanto al tamaño óptimo del gobierno dentro del modelo, este tamaño se
determina por medio de optimizar la tasa impositiva endógenamente.
t=1−α

Es decir, la tasa de impuestos óptima depende de la proporción de gasto productivo


de un gobierno y del sector privado respecto al producto. En estos casos, podemos
reflexionar que ningún gobierno tiene una política fiscal óptima en términos del
modelo, ya que independientemente de la tasa de impuestos que cobre, parte de lo
recaudado tiene que ser gastado de forma no productiva. Cada país tiene que
cuidar la estabilidad política por medio de transferencias a la población, e incluso
muchas dependen de la corrupción interna del gobierno para preservar la
estabilidad. Lo primero suele ocurrir si el país es democrático, mientras que lo
segundo ocurre más notablemente en dictaduras, aunque también en democracias.

Decrecimiento

Ante el deterioro ambiental causado por los modos de producción modernos, a


saber, el capitalismo y el socialismo, algunos científicos han formulado una
propuesta para detener tal deterioro. Se trata de la propuesta de decrecer
económicamente. Los decrecentistas niegan la posibilidad de un crecimiento
económico compatible con la sostenibilidad ecológica. El crecimiento económico,
independientemente de las mejoras tecnológicas, implica el desgaste paulatino del
medio ambiente. Entonces, desde los modelos de crecimiento, particularmente los
de Barro y Solow ¿cuáles serían las vicisitudes del decrecimiento respecto del
capital y el trabajo?
En buena medida, hay que recordar que esta sería una política pública que
necesitaría ser impuesta a la fuerza. Sería importante que, en primer lugar, el
Estado prohibiera la reproducción simple del capital, de forma tal que la
depreciación del capital supere la nueva inversión. Atendiendo al modelo de Barro,
también podemos pensar en que el Estado haga nulo gastos productivos. También
encontramos que podría hacer uso de la política impositiva para detener el
crecimiento, asfixiando al sector privado y haciendo gastos improductivos. Esta
sería la mejor manera de ejercer el decrecimiento, pues acorta el poder del sector
privado, sobre el que no tendría la suficiente influencia para forzar a cada individuo
a incrementar su producto a lo largo del tiempo.

Conclusiones

Hemos visto cómo se despliegan los modelos de crecimiento a lo largo del siglo XX
para la economía estándar2. Estos comienzan con la preocupación de Harrod sobre
construir modelos económicos dinámicos. Posteriormente, Solow fabricó un modelo

2 Las corrientes desde las que se han generado los modelos vistos no son necesariamente el
mainstream actual, pero lo fueron en su momento.
que continuamos usando hoy en día, que además generó que diversos autores
realizaran variantes del modelo para incluir otras preocupaciones.
De cierta forma, estos modelos nos recuerdan que la ciencia económica se produce
desde fuera de la realidad. El modelo principal, del que otros se derivan, tiene
limitantes, como el propio Solow (1956) reconocía, al mencionar que los modelos
parten de supuestos irreales. El principal problema de su modelo reside en asumir
que la constante productiva tiene un valor explicativo para el producto que no se
determina por medio del capital y el trabajo. Esto no implica aceptar o acusar de
inutilidad a la teoría económica, pues tanto el modelo de Solow como sus derivados
pueden decirnos cuestiones importantes de la realidad. Esto resulta evidente con el
modelo de Romer, quien reconoce en la realidad que las mejoras de cada firma en
particular pueden impactar favorablemente a las otras. En el caso de Barro,
encontramos vigencia en todo gobierno que tiene que gastar con un criterio político
que llega a entrar en contradicción con el criterio económico.
Además de ciertas especificidades de los modelos, estos también nos permiten
recordar y preservar nociones básicas de la economía, como el hecho de que toda
inversión venga de un ahorro previo.

Referencias

CORNELIO-RAMOS, J. A., & TUN-GONZÁLEZ, A. I. (2015). Crecimiento económico y gobierno. Una


aplicación empírica del modelo de Barro para seis países de América Latina. América Latina, 2(3),
191-205.

Domínguez Ramos, E.B. (2017). Modelo dinámico Harrod-Domar. (Trabajo Fin de Grado Inédito).
Universidad de Sevilla, Sevilla.

Gaviria, M. (2007). El crecimiento endógeno a partir de las externalidades del capital humano.
Cuadernos de Economía, 26(46), 50-73.

Letiche, J. M. (1960). Adam Smith and David Ricardo on economic growth. The Punjab University
Economist, 1(2), 7-35.

Martínez, F. (2014). La filosofía de El capital. Abada.

Inada, K. I. (1963). On a two-sector model of economic growth: Comments and a generalization. The
Review of Economic Studies, 30(2), 119-127.

Romer, P. M. (1986). Increasing returns and long-run growth. Journal of political economy, 94(5),
1002-1037.

Snowdon, B. & Vane, H. (2006). Modern moacroeconomics. Its Origin, Development and Current
State. Edward Elgar.

Solow, R. M. (1956). A contribution to the theory of economic growth. The quarterly journal of
economics, 70(1), 65-94.

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