Hume y Locke
Hume y Locke
Hume y Locke
HUME
David HUME
0. INTRODUCCIÓN.
V. TEORÍA MORAL.
1. La moral racionalista.
2. El emotivismo moral.
3. La sociabilidad.
VIII. ANÁLISIS DEL TEXTO: PAUTAS para la lectura del texto “Compendio del Tratado
de la Naturaleza Humana”. (Apuntes y libro de Comentario de Textos PAU.)
David
HUME
David HUME
0. INTRODUCCIÓN.
● Absolutismo. El absoluto es el rey. Quizás cabría conectar esto con la pretensión de fundar
un saber absoluto, una filosofía única, de valor universal que fuera aceptada por todos.
● Barroco. Hay una nueva sensibilidad artística que expresa la fugacidad, el pesimismo, el
desorden y el desengaño. Destacan Moliere, Calderón de la Barca, Cervantes, en literatura
y Velázquez, Rembrandt, y Caravaggio en pintura.
● Nueva ciencia. El surgimiento de la filosofía moderna, que se inicia con Descartes, está en
conexión con el triunfo de la ciencia moderna. Copérnico, Galileo y Kepler asientan los
pilares del edificio de la ciencia experimental. Las matemáticas serán el auténtico modelo
del saber.
La religión oficial se situó contra la ciencia, y como dominaba las universidades, la ciencia
y la filosofía se desarrollaron en sociedades científicas y Academias como la Royal Society y la
Academia parisina de las matemáticas.
Los conflictos políticos y religiosos se manifiestan en el pensamiento social de la época. El
absolutismo fue teorizado por Hobbes y Bossuet; el parlamentarismo lo fue por Locke. El
conocimiento será el tema central.
La Inglaterra en la que se desarrolló el empirismo estaba marcada por las disputas entre
partidarios del Parlamento y defensores de la monarquía absoluta. La burguesía estaba a favor de
un Parlamento que disminuyese las diferencias con la nobleza, que seguía manteniendo sus
privilegios medievales. Este enfrentamiento se convirtió en Guerra Civil, y acabó con la ejecución
del rey Carlos I y la proclamación de la República. Tras varios años, ésta se disolvió para dar paso
de nuevo a una monarquía absoluta, y que más tarde también fue reemplazada por una
monarquía parlamentaria y constitucional al mando de Guillermo III de Orange, en lo que se
conoce como la Revolución Gloriosa de 1688. Esta nueva monarquía llevo a Inglaterra a
convertirse en la primera potencia mundial. Mientras tanto, se extendía por toda Europa el
movimiento ilustrado, una corriente intelectual que fue heredera del Humanismo renacentista y
que puso las bases ideológicas para las distintas revoluciones que se sucedieron a lo largo de ese
siglo y los posteriores.
David
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CONTEXTO FILOSÓFICO.
En el ámbito político, la renuncia a obtener de la razón una verdad intemporal lleva a los
empiristas a defender el acuerdo entre opiniones, es decir, a defender la teoría del contrato social.
Hobbes llegará a defender el absolutismo como resultado de ese pacto, mientras que el ascenso
definitivo de las nuevas clases sociales al poder llevará a Locke a defender un parlamentarismo
en el que cualquier cesión del poder es siempre revocable.
BIOGRAFÍA DE HUME.
David Hume nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Aunque comenzó a estudiar la carrera
de Derecho, la abandonó para dedicarse a sus tres pasiones: la literatura, la historia y la filosofía.
Por sus ideas (sobre todo de tipo religioso) siempre resultó un personaje bastante incómodo
desde el punto de vista intelectual (fue acusado de ateísmo y de negar la inmortalidad del alma).
Hume se vio obligado a desempeñar diferentes trabajos para ganarse la vida: preceptor
privado, bibliotecario, secretario de la Embajada de Inglaterra en Francia (ejerciendo este cargo
conoció en París a los grandes filósofos franceses de la época: Diderot, D’alembert, Rousseau), y
diplomático del Ministerio inglés de Asuntos Exteriores. Murió en Edimburgo en 1776.
LOCKE:
Nació en 1632 cerca de Bristol. Cursó estudios de humanidades en la universidad de Oxford y fue
en esta misma universidad profesor de griego y retórica.
Acabó buscando otros horizontes y estudió medicina y física. Esta aproximación a las ciencias
naturales fue la que marcó su orientación empirista, como quedó reflejado en su Ensayo sobre el
entendimiento humano, su obra más importante.
Se acercó al mundo de la política, al cual dedicó los dos Tratados sobre el gobierno, obra muy
influyente en la construcción del liberalismo y del parlamentarismo. Murió cerca de Londres en
1704.
Las diferencias con Descartes y racionalistas se pronuncian sobre el origen y validez del
conocimiento: Descartes afirmaba que nuestra mente posee ideas innatas, generadas por la propia
razón.
a) Locke rechaza esta posibilidad: la razón no es creadora, sino receptora de contenidos. La
experiencia es el origen y el límite de aquello con lo que puede llenarse nuestra mente. La
mente es una hoja en blanco. Al nacer somos como una hoja en blanco en la que la
experiencia irá escribiendo, y sólo como resultado de la experiencia irán apareciendo
nuevos contenidos en la mente.
a. Las ideas simples: son reales y positivas. Las denomina “simples” porque son
como células, moléculas o átomos. Proceden de la experiencia; se expresan en
forma de sensación y reflexión. Así son:
b. ideas complejas: las ideas simples se van combinando entre sí, de acuerdo con
las conexiones que establecen entre ellas. La mente deja de ser pasiva para
formas las ideas complejas, entre las que Locke distingue:
i. los modos, son las maneras de ser y de comportarse los seres finitos, sus
propiedades son el movimiento, el tiempo, la cantidad, las virtudes…"llamo
modos a esas ideas complejas que, cualquiera que sea su combinación, no
contengan en sí el supuesto de que subsisten por sí mismas, sino que se las
considera como dependencias o afecciones de las substancias. Tales son las
ideas significadas por las palabras triángulo, gratitud, asesinato, etc."
La idea de sustancia es el soporte o sustrato que conserva unidas todas las cualidades (o
ideas simples) de un solo sujeto, como su color, su forma, su tamaño, etc. El conjunto de estas
cualidades se nos muestra como uno, porque necesitan de un sustrato que las mantenga
unidas.
Locke no duda de la existencia de las cosas, pero explica que no las conocemos del
mismo modo, y distingue tres realidades:
iv. los seres humanos son libres para organizar sus actos y disponer de sus
propiedades y personas. Ser libre no significa tener licencia para hacer todo
lo que se quiera, orque hay una ley natural que no se puede transgredir, y a
quien lo haga se le puede exigir una justa reparación.
v. Los seres humanos son iguales, porque, al ser de la misma especie,
disponen de capacidades recíprocas y de las ventajas de la naturaleza. Así
tienen derecho a la vida, a la libertad y a las propiedades obtenidas con su
trabajo.
Pasar del estado natural a la constitución del Estado solo puede llevarse a cabo por
consentimiento propio. Es posible convencer a los individuos de qué es lo más conveniente
para asegurar los bienes propios y su disfrute, pero este paso requiere de un pacto entre
individuos libres que acepten formar parte de una comunidad. Supone ceder ciertos derechos a
los poderes legislativo y ejecutivo para preservar la vida, la libertad y la propiedad privada.
El propósito filosófico principal de David Hume es elaborar una “ciencia filosófica del
hombre” que tenga el mismo grado de exactitud y rigor que el que tienen las ciencias naturales, en
concreto la física newtoniana. Esta “ciencia filosófica del hombre” incluye cuatro disciplinas o
ramas, Lógica, Ética, Filosofía Política, y Estética, cada una con su propio objeto de estudio.
Todas las ciencias tienen que ver con el hombre. Si conseguimos conocer bien la
naturaleza humana, nos será más fácil avanzar en los demás saberes.
1. La experiencia.
1.1. La experiencia sensible es la única fuente de conocimiento (es
semejante a J. Locke, como prácticamente toda su teoría del conocimiento). Todos los
contenidos de nuestra mente proceden de los datos de los sentidos. La experiencia es
también la que marca el límite del conocimiento (no podemos ir más allá de ella).
1.2. Al nacer nuestra mente es como una tabula rasa (una tabla o papel en blanco), no
hay ideas innatas ni de ningún tipo en ella, las ideas las va “escribiendo” la experiencia
(es totalmente diferente a Descartes).
2. La percepción.
2.1. Definición: Son los contenidos del conocimiento (como dice el propio Hume: “todo lo
que puede estar presente en la mente humana”, ya sea porque hemos empleado
nuestros sentidos o porque hemos utilizado nuestro pensamiento).
2.2. Tipos:
● Impresiones:
í Son: percepciones captadas por los sentidos que se presentan a la mente con mayor
viveza y claridad. Se corresponde con lo que decimos que sentimos. Por ej.: estar ahora
mismo leyendo los apuntes de filosofía, la sensación de frío…
í Tipos:
a) Impresiones de sensación:
● Origen: los objetos sensibles captados por los sentidos.
● Ideas:
í Son: copias de las impresiones (imágenes de las impresiones) en la mente que
tenemos al recordarlas o pensar sobre ellas. Por ej. recordar ahora el rostro de tu
David
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hermano o de tu padre o madre. Son menos vivas y claras que las impresiones, puesto
que son las imágenes débiles que nos quedan en la mente de una impresión. Se
corresponden con aquello que decimos que pensamos. Ej. el recuerdo del frío que
pasé.
:
● Son el recuerdo de una impresión de sensación o de reflexión. Derivan
de las impresiones y son los átomos del conocimiento; los contenidos
elementales en los que se descompone la idea de una cosa.
2.3. Una vez hecha esta distinción, Hume afirma que todas, absolutamente todas las ideas
proceden de impresiones, pues al ser imágenes o representaciones de las impresiones
necesitan que estas se hayan dado con anterioridad.
3. Tipos de conocimiento.
3.1. Conocimiento de RELACIONES DE IDEAS.
El principio empirista según el cual toda idea que pretenda ser válida ha de
provenir de una impresión supondrá el rechazo de la metafísica.
La metafísica (disciplina que pretende investigar y descubrir la naturaleza última de la
realidad) no parece enmarcarse en ninguna de las dos categorías en que Hume ha clasificado el
conocimiento (relaciones de ideas o cuestiones de hecho). Por lo tanto para Hume no es
propiamente conocimiento, sino opiniones sin consistencia o fundamento ; es una
ilusión que no tiene cabida en ninguna parte, un saber dogmático que conduce a la superstición.
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1. Crítica al concepto de causalidad ontológica, al principio de causalidad.
Consecuencias:
● No podemos saber que pasará en el futuro (no podemos hacer predicciones)
pues no tenemos impresiones de hechos que no han sucedido aún. Como dice
Hume, Adán, el primer hombre, y nada más salir de las manos de Dios y
todavía sin ninguna experiencia de la realidad, nunca podría haber descubierto
que la fluidez y transparencia del agua le podía quitar la sed y le podía ahogar,
o que el fuego podía provocar quemaduras dolorosas.
● La idea de causa necesaria que se sigue a un efecto no es una idea verdadera, es
una creencia que se basa en el hábito o costumbre de ver que dos
acontecimientos (A y B) se dan seguidos. Esto nos lleva a creer que B es el efecto
de la causa, que es A. Se produce una relación de contigüidad y sucesión (que la
causa antecede al efecto y que ha habido una conexión constante entre la causa y
el efecto) que es insuficiente para concluir que existe el principio de causalidad
(principio que está en la base de la metafísica escolástica y cartesiana) que decía
que a toda causa le sigue necesariamente un efecto. [Ej: Hoy llueve (A) y nos
hemos mojado (B). Otros días pasó lo mismo. Pero, según Hume, no podemos
saber si mañana ocurrirá lo mismo necesariamente si llueve]. Esta conexión es
establecida por nuestra imaginación en base a la experiencia repetida pero lo
contrario es posible. Si analizamos la experiencia, dice Hume, lo único que
advertimos y por lo que formamos la noción de causalidad es :
- Prioridad: El mismo fenómeno precede siempre a otro .
- Contiguidad: Tras el primer fenómeno sucede otro a continuación y en un
estapcio contiguo.
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- Conjunción constante: Lo anterior siempre sucede de la misma forma.
LA COSTUMBRE Y LA CREENCIA.
No obstante, al ver una bola de billar en movimiento hacia otra en reposo, estamos
firmemente convencidos de que esta última empezará a moverse también cuando ambas
choquen.
¿En qué consiste esta convicción? Según Hume, tan sólo en un hábito de la imaginación. De la
repetición de las impresiones surge la unión necesaria en la imaginación. Es la fuerza de la
costumbre, y no un principio racional, lo que lleva a establecer relaciones causales.
Los análisis de Hume nos dejan en un mar de dudas: si no podemos conocer las
conexiones causales, poco es lo que podemos afirmar con garantías.
• Costumbre:
– no en el sentido moral sino referida al conocimiento,
– sirve para explicar nuestras creencias en la existencia de relaciones causales o en
el mundo exterior.
• Creencia:
– mecanismo esencial de la mente humana,
– se basa en la confianza hacia algo más que en el conocimiento racional,
– no es una cuestión de fe si no una idea fuerte y vivaz relacionada con una
impresión presente,
– imposible la no-creencia en las relaciones de ideas pero no en las cuestiones de
hecho,
– hay diferencias entre ficción y creencia,
– la costumbre es causa de la creencia haciendo que se proyecte hacia el futuro.
Conclusión:
● La causalidad es una asociación de ideas basada en:
- el hábito o costumbre de ver muchas veces dos fenómenos seguidos en el
tiempo o el espacio.
- la creencia de que esa asociación se repetirá en el futuro de modo que nuestra mente
establece una conexión necesaria entre ideas.
2.1. La Sustancia:
● Para Aristóteles dicho concepto se utilizaba para hacer referencia a las cosas
singulares compuestas de materia y forma.
● Descartes había hablado de la existencia de tres sustancias, cada una de ellas
caracterizada por un determinado atributo: la mente, alma o yo, cuyo atributo es el pensamiento;
la materia, cuyo atributo esencial es la extensión, y Dios, cuyo atributo es la perfección.
● En una línea similar a la cartesiana, el filósofo empirista del siglo XVII John Locke
había definido la sustancia como una especie de sustrato, sostén o soporte de todas las
cualidades que predicamos de ella, y establecía una distinción entre dos tipos de sustancia: la
sustancia material o materia, y la sustancia espiritual, alma o yo. Según él, de esas cualidades
tenemos experiencia, pero no de su soporte sustancial (se presupone su existencia pero resulta
incognoscible). Cuando alguien nos pide que digamos lo que vemos al mirar al frente, decimos
que vemos “una pared blanca”; hablando con rigor, sólo vemos “la blancura” pero presuponemos
que ese color es una cualidad de la sustancia material “pared”. Algo similar ocurre con la
sustancia espiritual, alma o yo: tenemos experiencia de sus cualidades anímicas (emociones,
pasiones, etc.) y presuponemos que estas cualidades pertenecen a un yo espiritual.
● Sólo es una idea creada por la imaginación para que sirva como soporte a
agrupaciones de impresiones (por lo tanto, idea compleja), aunque es una
creencia extremadamente útil para nuestra supervivencia.
[Con la experiencia de los sentidos sólo percibimos colores,
sabores, olores, etc. de los objetos (por ej. de un melocotón) Son las
impresiones. Pero, no percibimos lo que el objeto es en sí (su sustancia). Esto
lo crea la imaginación como el lugar o soporte que agrupa las impresiones del
color, sabor, tacto, etc. del objeto (en este caso, del melocotón). Por tanto, la
sustancia es sólo una colección de impresiones sensibles realizada por la
imaginación.]
2.3. Dios:
● Tampoco corresponde a ninguna impresión. Está más allá de ellas. No se capta
por la experiencia.
● Por tanto, no podemos demostrar su existencia. Las pruebas de la existencia de Dios
de los tomistas y los racionalistas (causa primera, primer motor, etc.) se basaban en
la causalidad necesaria y por eso carecen de valor. Es decir tampoco lo podemos
justificar como causa puesto que no hay causalidad ontológica
3.2. Escepticismo:
● Es una Teoría que dice que, dado que nuestro conocimiento se basa en las
impresiones que obtenemos de los objetos y no en los objetos mismos
observados directamente, no podemos saber con seguridad que los objetos
existan realmente.
● Hume es escéptico respecto a las posibilidades que tenemos de conocer de
verdad la realidad. Pero es un escéptico moderado (no absoluto o total) porque,
según él, las impresiones de sensación que tenemos de los objetos son tan
vivas y claras que nos valen para tener la creencia de que éstos existen. (Ahora
bien, esto no ocurre con las realidades metafísicas, sino sólo con las sensibles).
Este escepticismo moderado limita enormemente las posibilidades del
conocimiento humano.
3.3. La teoría que defiende que la realidad no es más que las percepciones o
impresiones que captamos de ella (es decir, los “fenómenos”), se denomina
“fenomenismo”. Hume defiende esta teoría.
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o Es: pasar de las afirmaciones sobre el “ser” a afirmaciones sobre el “deber ser” (pasar
de la ontología a la ética o moral). No es lo mismo afirmar “las mujeres siempre se han
ocupado de los hijos” que “las mujeres han de ocuparse de los hijos”. El primer
enunciado describe un hecho; el segundo lo valora. Hume denunciaba que a menudo
se utilizan frases de tipo descriptivo como justificación automática de frases valorativas.
o ¿Por qué dice Hume que eso es una falacia? Porque el conocimiento de los hechos y
las cosas, cuando se obtiene a través de la razón, nos dice cómo son las cosas, no
cómo deben ser. Por tanto, deducir normas morales a partir de los hechos o los objetos
es una falacia.
o Conclusión: Para Hume, la moral no se basa en la razón (esta no puede ser la base, el
fundamento, de nuestros juicios morales). Hacemos lo que consideramos bueno e
inhibimos lo que consideramos malo. Pero el juicio moral supone conocer previamente
lo bueno y lo malo, y esto no puede ser establecido por la razón: no tenemos
impresiones o ideas en que basarnos.
3. El emotivismo moral.
3.1. La moral (los juicios morales influyen en el comportamiento humano) se basa en el
sentimiento. Hacemos lo que consideramos bueno e inhibimos lo que consideramos
malo. Pero el juicio moral supone conocer previamente lo bueno y lo malo, y esto no
puede ser establecido por la razón: no tenemos impresiones o ideas en que basarnos,
sino que nos apoyamos en la vida emocional. El valor moral de los actos depende del
sentimiento que suscitan en el sujeto: nos sentimos a gusto y contentos cuando
obramos bien, y al contrario cuando obramos mal.
4. La sociabilidad.
La sociabilidad del ser humano es el origen de los sentimientos morales. Explicamos esto:
● Sociabilidad: el hombre tiene una “naturaleza común humana”. Esta naturaleza común
consiste en que es un ser que necesita a otros, que vive con otros, es decir, es un ser
social [hay cierto parecido con el zoon politikon de Aristóteles]
● Por eso: la felicidad individual es inseparable de la felicidad de la comunidad humana en
general.
● Los sentimientos morales son los mismos en todos los seres humanos (pues todos
comparten la misma naturaleza o condición de ser seres sociales). De este modo, todos
los seres humanos considerarán una misma conducta como buena o mala.
5. Finalmente, conviene hacer una breve referencia al tema de la libertad, más concretamente a
la cuestión de si somos libres o no al obrar. De la libertad habla en los párrafos 32 y 33 del
Compendio. Hume mantiene una posición ambigua: por un lado, afirma que los actos humanos
están determinados solamente por nuestra voluntad; nada ajeno a la voluntad interviene a la hora
de actuar. Por tanto, en este sentido, se puede decir que somos libres pues actuamos movidos
por "nuestra voluntad". Pero, por otro lado, Hume señala que al actuar siempre hay una causa, un
motivo; hay motivos que determinan constantemente a nuestra voluntad a obrar en una dirección
o en otra; de esto, cabe inferir que no somos libres; hay una falta de libertad en el momento de
actuar ya que cuando hacemos algo nuestra voluntad está determinada por algún motivo.
TOMÁS DE AQUINO: Hume pone en cuestión la validez de las vías tomistas para la
demostración de la existencia de Dios ya que éstas utilizan como fundamento la validez del
principio de causalidad (recordemos que en la estructura de las vías tomistas la segunda parte
consistía en la aplicación del principio de causalidad al hecho del que se parte) y según Hume no
tenemos base empírica alguna para afirmar que en la realidad haya relaciones causales que
permitan afirmar que un hecho es inevitablemente efecto de la existencia de una causa (su crítica
al principio de causalidad choca con la aceptación del mismo por parte de la mayoría de los
filósofos anteriores a él como un principio natural y objetivo. Kant admitirá también su existencia,
pero como un concepto a priori del entendimiento). Además de todo esto, Hume estaba en contra
de la terminología filosófica tomista, compuesta en gran parte de conceptos metafísicos y
abstractos con escasa o nula base empírica.
Como comentario final en relación con el tema de la demostración de la existencia de Dios,
cabe decir que David Hume trató con cierto detalle en su obra Diálogos sobre la Religión Natural
la cuestión de la existencia de Dios y su posible demostración racional y defendió una posición
agnóstica: el ser humano es incapaz de demostrar la existencia de Dios pero también es incapaz
de demostrar su no existencia.
David
HUME
DESCARTES: CORRIENTE RACIONALISTA. (La misma que hemos visto en
Descartes). Debido a su defensa de unos principios empiristas Hume se sitúa en las antípodas
de la filosofía platónica, y aunque está más cerca de la posición de Aristóteles, éste no acabó
defendiendo las posiciones escéptica y fenomenista de Hume.
Hume y Descartes son dos importantes representantes de la filosofía moderna y
comparten, como señalamos más arriba, la defensa de la autonomía de la razón, la valoración de
las ciencias como modelos para la filosofía (para Descartes, las matemáticas; para Hume, las
ciencias empíricas) y su preocupación por el método filosófico y científico.
Además, Hume discrepa con Descartes en el tratamiento del problema de la sustancia: para
Descartes existen tres sustancias (res cogitans, res extensa y res infinita) ya que la razón tiene
una idea representativa de cada una de ellas; para Hume no estamos justificados a hablar de la
existencia de sustancias pues no tenemos una impresión (dato de experiencia) de la que se pueda
derivar la idea de una sustancia, ya sea pensante, extensa o infinita.
KANT:
1. En la teoría del conocimiento.
i. Hume influye decisivamente en Kant, al que despierta del “sueño dogmático”, es
decir, le hace plantearse críticamente la posibilidad de la metafísica como
ciencia.
ii. Kant está de acuerdo con Hume en que el conocimiento humano no puede
traspasar los límites de la experiencia, porque conocer es aplicar las categorías o
conceptos puros a los fenómenos, y las categorías sólo tienen valor aplicados a los
fenómenos. Hume y Kant declaran a la metafísica imposible como ciencia, ambos
son agnósticos.
2. en el principio de causalidad.
i. Fue reconocido por Kant cuando afirma que la lectura de Hume “me despertó del
sueño dogmático racionalista”. Cabe destacar como influencias más significativas,
el papel de la experiencia como elemento desencadenante de todo su
pensamiento gnoseológico, los juicios analíticos y juicio sintéticos son una
réplica de los juicios de razón y cuestiones de hecho de Hume, la ignorancia que
hay que confesar ante cuestiones metafísicas al final de la filosofía…
ORTEGA: Ortega critica el idealismo de los filósofos modernos (el primero de ellos fue Descartes,
pero también incluimos a Hume.) Estos idealistas modernos consideraron que la realidad
primordial y radical es la existencia del sujeto como sujeto pensante y que las cosas tienen
existencia en la medida en que son representadas por un sujeto. Ortega critica y supera el
idealismo proponiendo como realidad primordial y radical la vida entendida como coexistencia del
sujeto con las cosas.
VI. VOCABULARIO.
1.Escepticismo,
3.1. La crítica al principio de causalidad lleva a Hume al escepticismo respecto a las
posibilidades de nuestro conocimiento. Y el escepticismo le lleva a rechazar la
metafísica como un saber absurdo y sin fundamento, pues no podemos conocer por la
experiencia las realidades metafísicas.
3.2. Escepticismo:
● Es una Teoría que dice que, dado que nuestro conocimiento se basa en las
impresiones que obtenemos de los objetos y no en los objetos mismos
observados directamente, no podemos saber con seguridad que los objetos
existan realmente.
● Hume es escéptico respecto a las posibilidades que tenemos de conocer de
verdad la realidad. Pero es un escéptico moderado (no absoluto o total) porque,
según él, las impresiones de sensación que tenemos de los objetos son tan
vivas y claras que nos valen para tener la creencia de que éstos existen. (Ahora
bien, esto no ocurre con las realidades metafísicas, sino sólo con las sensibles).
Este escepticismo moderado limita enormemente las posibilidades del
conocimiento humano.
3.3. La teoría que defiende que la realidad no es más que las percepciones o impresiones
que captamos de ella (es decir, los “fenómenos”), se denomina “fenomenismo”.
David
Hume defiende esta teoría.
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2.Experiencia,
1.1. La experiencia sensible es la única fuente de conocimiento (es
semejante a J. Locke, como prácticamente toda su teoría del conocimiento). Todos los
contenidos de nuestra mente proceden de los datos de los sentidos. La experiencia es
también la que marca el límite del conocimiento (no podemos ir más allá de ella).
1.2. Al nacer nuestra mente es como una tabula rasa (una tabla o papel en blanco), no hay
ideas innatas ni de ningún tipo en ella, las ideas las va “escribiendo” la experiencia (es
totalmente diferente a Descartes).
3. Percepción,
2.1. Definición: Son los contenidos del conocimiento (como dice el propio Hume: “todo lo
que puede estar presente en la mente humana”, ya sea porque hemos empleado
nuestros sentidos o porque hemos utilizado nuestro pensamiento).
2.2. Tipos:
● Impresiones:
í Son: percepciones captadas por los sentidos que se presentan a la mente con mayor
viveza y claridad. Se corresponde con lo que decimos que sentimos. Por ej.: estar ahora
mismo leyendo los apuntes de filosofía, la sensación de frío…
í Tipos:
b) Impresiones de sensación:
● Origen: los objetos sensibles captados por los sentidos.
● Ideas:
í Son: copias de las impresiones (imágenes de las impresiones) en la mente que
tenemos al recordarlas o pensar sobre ellas. Por ej. recordar ahora el rostro de tu
hermano o de tu padre o madre. Son menos vivas y claras que las impresiones, puesto
que son las imágenes débiles que nos quedan en la mente de una impresión. Se
corresponden con aquello que decimos que pensamos. Ej. el recuerdo del frío que
pasé.
í Tipos:
c) Simples:
● Son el recuerdo de una impresión de sensación o de reflexión. Derivan
de las impresiones y son los átomos del conocimiento; los contenidos
elementales en los que se descompone la idea de una cosa.
● Ej: la idea de manzana se descompone en color, olor, forma, sabor…
David
HUME
d) Complejas:
● Son la combinación o asociación de ideas simples a través de unas
leyes asociativas:
a) ley de semejanza (hay algo en nuestra mente que la impulsa a
asociar ideas entre las cuales hay algún grado de similitud. Por
ej., una fotografía fácilmente nos hará pensar en su modelo).
b) ley de contigüidad espacial o temporal (la mente tiende a
asociar de manera natural y espontánea lo próximo en el espacio
y en el tiempo)
c) relación causa-efecto (ante los fenómenos que se acostumbran
a suceder temporalmente, nuestro entendimiento crea una
expectativa de futuro: espera que ciertos hechos sigan a otros al
igual que ha sucedido en el pasado)
● Ej: idea de causa, idea de identidad, la percepción de la manzana, etc.
4. Impresiones:
í Son: percepciones captadas por los sentidos que se presentan a la mente con mayor
viveza y claridad. Se corresponde con lo que decimos que sentimos. Por ej.: estar ahora
mismo leyendo los apuntes de filosofía, la sensación de frío…
í Tipos:
d) Impresiones de sensación:
● Origen: los objetos sensibles captados por los sentidos.
í Tipos:
e) Simples:
● Son el recuerdo de una impresión de sensación o de reflexión. Derivan
de las impresiones y son los átomos del conocimiento; los contenidos
David
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elementales en los que se descompone la idea de una cosa.
● Ej: la idea de manzana se descompone en color, olor, forma, sabor…
f) Complejas:
● Son la combinación o asociación de ideas simples a través de unas
leyes asociativas:
a) ley de semejanza (hay algo en nuestra mente que la impulsa a
asociar ideas entre las cuales hay algún grado de similitud. Por
ej., una fotografía fácilmente nos hará pensar en su modelo.)
Una idea se asocia de manera natural y espontánea con aquella
idea o ideas con las que presenta un parecido o semejanza, de
una manera muy parecida a como un retrato se asocia con la
persona representada en él. La existencia de esta ley de
asociación de ideas explica el que la mente tienda a pensar que
objetos semejantes tienen propiedades, características o
capacidades similares. Esta ley explica, por ejemplo, que la
mente tienda a pensar que todos los hombres son mortales o
que todos los metales se dilatan con el calor.
b) ley de contigüidad espacial o temporal (la mente tiende a
asociar de manera natural y espontánea lo próximo en el espacio
y en el tiempo. Por ejemplo: si se nos menciona a Burgos
asociamos este núcleo urbano con el río Arlanzón, dada la
proximidad espacial entre un lugar y otro (contigüidad espacial);
suena el timbre a determinada hora (las once y diez) y lo
asociamos con el recreo por la proximidad temporal entre un
hecho y otro (contigüidad temporal); el final de una canción de un
CD evoca el comienzo de la canción siguiente.)
c) relación causa-efecto (ante los fenómenos que se acostumbran
a suceder temporalmente, nuestro entendimiento crea una
expectativa de futuro: espera que ciertos hechos sigan a otros al
igual que ha sucedido en el pasado. Por e., el humo al fuego o la
lluvia a las nubes). (De ésta hablaremos en profundidad al
tratar la crítica a la metafísica)
● Ej: idea de causa, idea de identidad, la percepción de la manzana, etc.
6. Hábito.
El hábito es la costumbre de ver muchas veces dos fenómenos seguidos en el tiempo o el
espacio, y la creencia de que esa asociación se repetirá en el futuro. De la repetición de las
impresiones surge la unión necesaria en la imaginación. Es la fuerza de la costumbre, y no un
principio racional, lo que lleva a establecer relaciones causales.
1.2. Consecuencias:
● No podemos saber que pasará en el futuro (no podemos hacer predicciones)
pues no tenemos impresiones de hechos que no han sucedido aún.
● La idea de causa necesaria que se sigue a un efecto no es una idea verdadera, es
una creencia que se basa en el hábito o costumbre de ver que dos
acontecimientos (A y B) se dan seguidos.
1.3. Conclusión:
● La causalidad es una asociación de ideas basada en:
- el hábito o costumbre de ver muchas veces dos fenómenos seguidos en el
tiempo o el espacio.
- la creencia de que esa asociación se repetirá en el futuro.
● No sabemos con certeza que a un acontecimiento (A) le siga necesariamente otro
(B), sólo lo creemos (“creencia” de que esa asociación volverá a repetirse
necesariamente).
● Hume no niega la posibilidad de que el principio de causalidad sea válido, más bien
lo que hace es afirmar que en última instancia es indemostrable, que es
incomprobable, debiendo poner su validez entre interrogantes.
1.4. Para Hume la causalidad no sirve para explicar la realidad física (pues no permite
predecir el futuro con total seguridad) ni la realidad metafísica.
Al rechazar el principio de causalidad, Hume también se opone a Locke y a la física de
Newton.
Decepcionado Hume por el escaso éxito que tuvo el “Tratado”, un año después de su edición, en 1740, publicó
el “Compendio”. Este resumen del “Tratado”, a cuyos objetivos no renuncia Hume, pretende corregir las causas que
habían originado el nulo entusiasmo despertado por su gran obra: lo prolijo de los argumentos utilizados (extensión
excesiva) y los prejuicios de los lectores cultos (los filósofos).
Cree Hume, por tanto, que el “Compendio” pondrá a salvo la compresión de la originalidad y novedad de su
obra, resumiendo su contenido, facilitando lo abstracto del tema y dirigiéndolo a las mentes no expertas (a las
capacidades ordinarias”). Reducir su contenido le obliga a elegir un tema que pueda desarrollar con cierto detalle y,
aunque Hume piense que el hombre no es únicamente un ser capaz ce conocer, elige como muestra de su modo de hacer
filosofía el análisis del conocimiento: el origen de las ideas, su alcance y su valor. El conocimiento es la materia
central desarrollada en el “Compendio”, aplicando su teoría del conocimiento al análisis de la causalidad, que está en
la base de buena parte de los conocimientos humanos. Otras dimensiones del hombre, como la moral (pasiones, la
libertad…) apenas hace sino aludirlas.
ESQUEMA DE LA OBRA.
1. PREFACIO.
David
a. HUMEal gran público.
Objetivo: hacer comprensible el “Tratado”
b. Aire novedoso y revolucionario. Rasgos ilustrados:
i. Sacude el yugo de la autoridad.
ii. Acostumbra a pensar por sí mismo.
iii. Abre vías de investigación.
c. El pueblo no puede ser juez…
4. ANÁLISIS DE LA CAUSALIDAD.
a. Podemos conocer:
i. Relaciones de ideas.
ii. Cuestiones de hecho.
b. Ejemplo de relación causa-efecto: bolas de billar.
c. En el ejemplo se puede constatar únicamente:
i. Contigüidad
ii. Prioridad
iii. Conjunción constante.
d. La inferencia causa-efecto se apoya en la experiencia. No admite demostración.
e. No hay prueba para los razonamientos sobre causa-efecto. Su apoyo es la suposición de identidad
entre pasado y futuro.
f. El fundamento de esa suposición es la costumbre, guía de la vida.
g. La costumbre genera creencia que nos hace asentir.
h. Creemos que ocurrirá lo que ha solido ocurrir: lo más común.
i. En las operaciones mentales también hacemos inferencias por la fuerza de la costumbre.
j. Conclusiones:
David
HUME
i. En la relación causa-efecto sólo descubrimos objetos contiguos, sucesivos y en unión constante.
En modo alguno captamos la producción necesaria del efecto, como suele suponerse.
ii. La filosofía nos haría escépticos, a no ser por la creencia.
6. CRÍTICA DE LA GEOMETRÍA.
a. No es ciencia exacta: se funda en nociones (igualdad-desigualdad) que no tienen regla exacta para ser
juzgadas.
b. En el fondo, convierte a la imaginación y a los sentidos en jueces.
c. Descansa en suposiciones.