La Meditación Gayatri
La Meditación Gayatri
La Meditación Gayatri
LOS EDITORES
K. Parvathi Kumar
NOTA DEL TRADUCTOR
Las dos conferencias que componen este libro
están en lenguaje hablado y son la transliteración di-
recta de la traducción oral y simultánea en castellano
de las conferencias que K. Parvathi Kumar dio en
lengua original inglesa, los días 27 y 28 de mayo de
1989 en Castellterçol, Barcelona (España). Se trata,
pues, de una traducción literal.
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tiempo lo permita y cuando lleguemos a tener una
mayor consciencia de ellos, nos daremos cuenta del
significado que encierran. Hasta entonces os pido que
os familiaricéis con ellos. Estos sonidos son de natura-
leza universal. No os confundáis si alguien os dice que
son indios. Son los sonidos a través de los cuales el
Universo se ha manifestado, pero resulta que los sa-
bios que pudieron escucharlos vivían en los Himala-
yas. Eso sería como decir que el Sol pertenece a India,
lo cual no es verdad. Estos sonidos están más allá del
Sol y son responsables de la manifestación de los di-
versos sistemas solares. Todos nosotros pertenecemos,
pues, a estos sonidos, y no hay ninguna parte del Glo-
bo que pueda decir que le pertenecen. Es una equivo-
cación creer que son indios.
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preparación. En su día os diré el significado científico
de estos sonidos. De momento, familiarizaos con ellos.
LA MEDITACIÓN
Hoy vamos a aprender algo sobre la preparación
para la meditación, sobre el proceso de meditación y
sobre el culminar de la meditación en la experiencia. El
tema lo cubriremos tan ampliamente como nos sea
posible. Por la mañana nos dedicaremos a entender la
importancia de la meditación y el proceso preparatorio
para ella. Por la tarde os daré dos técnicas de medita-
ción. En la terminología espiritual una es conocida
como con simiente y la otra sin simiente. Una consiste
en el acercamiento por la mente y la otra en el acer-
camiento por el corazón. Estas son las dos maneras
fundamentales que tenemos de acercarnos a la medita-
ción. Algunos prefieren acercarse por la mente, y otros
por el corazón, pero ambas maneras nos llevan a la
cumbre de la experiencia que es la cumbre donde se
experimenta la Existencia.
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Todos sabemos que existimos de manera múltiple.
Cuando salimos y entramos, somos conscientes de una
manera física; cuando estamos, por ejemplo, experi-
mentando el desayuno, la comida, la cena o el café con
leche, somos conscientes de la Existencia a nivel de los
sentidos y además existimos también en nuestros nive-
les emocionales. Cuando estamos ocupados en nuestros
pensamientos, somos conscientes a un nivel mental;
cuando estamos intentando discernir y hacer buenas
cosas, estamos existiendo en el estado de BUDDHI;
cuando servimos a otros sin motivo, estamos existien-
do en la conciencia llamada Amor, y cuando existimos
y vemos en todo esa misma existencia, eso es lo que se
llama estado de meditación. Cuando estamos en esta-
do de meditación, el Amor, la Facultad de Discernir,
el pensamiento, el deseo y la conciencia física están
incluidas en él. Cuando no estamos en ese estado,
estamos difuminados aquí y allí, estamos dispersos.
Mediante la meditación viajamos del estado de dis-
persión al estado de UNIDAD.
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por qué nacemos, por qué vivimos ni por qué tenemos
el concepto de la muerte... Todo es una gran confu-
sión, porque estamos totalmente controlados y atados
por nuestro pensamiento. La finalidad de la meditación
es que salgamos de esta situación, de esta máquina dra-
coniana, de esta máquina todopoderosa.
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dremos transformar este pensamiento en acción. De
esta manera solemos producir muchísimos pensamien-
tos que no se transforman en acción. Igual que hay
gente que no dice nunca algo que no va a poder cum-
plir, hay también personas que no piensan nunca algo
que no van a poder cumplir; quiere decir esto que
cuando surge un pensamiento de ellos, se transforma
directamente en acción. Este es el estado de Maestría.
Los Maestros de Sabiduría a los que adoramos y admi-
ramos no son máquinas de pensar, y los únicos pen-
samientos que surgen de Ellos son aquellos que van a
ser transformados en acción, y son siempre maestros
de sus pensamientos, teniendo siempre cuidado de que
estos pensamientos se transformen en acción. Enton-
ces surge el cuarto estado –el triángulo que se trans-
forma en cuadrado–. (Fig. 2)
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Son también los cuatro jinetes descritos por San
Juan en el Apocalipsis, y es un sendero cíclico. De la
Existencia nos despertamos, producimos un pensa-
miento, actuamos, y cuando llegamos a la noche vol-
vemos a la Existencia. Al día siguiente nos volvemos
a despertar y volvemos a producir un pensamiento,
actuamos, y de nuevo nos volvemos a dormir. Vamos
a tomar la segunda parte del dibujo como nacimiento.
La conciencia de la Existencia es un nacimiento, al
proceso del pensamiento lo llamamos crecimiento, y la
acción representa más crecimiento, para después vol-
ver al estado original en que nacimos; es decir, se trata
del Uno que se transforma en cuatro. También hay
una división quíntuple, una división séxtuple, una divi-
sión en nueve y una división en veintiuno, veinticua-
tro, veintisiete, veintiocho, y esto no tiene fin. Pero de
lo que se trata es de permanecer como Uno mientras
nos estamos haciendo muchos. Si somos capaces de
permanecer en el centro de nuestra consciencia, enton-
ces podremos experimentar todo lo que sale de noso-
tros. Es como la experiencia de una mujer embarazada
que lleva a un niño dentro de ella. El niño es un ser
que está saliendo del mismo ser de la madre, pero ella
sabe perfectamente que es otro ser distinto de ella y
disfruta mientras el niño está creciendo en su vientre,
pero no se convierte en niño. La madre no se hace
niño; sin embargo, ve cómo va creciendo y cómo a
veces se mueve, y cada vez que la madre siente alegría,
el niño que está dentro de ella también expresa esta
alegría moviéndose, y cuando el niño se mueve, la ma-
dre se pone aún más contenta, diciendo: “¡Se mueve,
se mueve...!”. No tengo nada dentro (mirándose a sí
mismo), no tengo un niño dentro, pero tenemos niños
que producimos aquí, en la mente. Pero ¿cuál es la
diferencia entre el niño del vientre y el niño de la ca-
beza? Hay una diferencia. Cuando el niño crece en el
vientre de la madre, la madre es una observadora de
cómo crece el niño, mientras que cuando hay un niño
que se produce en la mente, no hay nadie que lo pueda
observar porque el supuesto observador se transforma él
mismo en pensamiento, es como decir que la madre se
transforma en niño y entonces ya no hay madre que
pueda experimentar cómo va creciendo ese niño.
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nocimientos del sacramento que significa llevar a un
niño dentro de ella–. Hay también mujeres que opinan
que es un peso y una carga; esas mujeres no pueden
tener experiencia alguna. Es el mismo caso que los que
dicen: “Este pensamiento es una carga”. Se trata de
dejar salir los pensamientos fuera mientras los
observamos y quedarnos sólo con el pensamiento
que debe transformarse en acción, al cual debemos
alimentar con energía para que se pueda manifestar.
Podemos así escoger el pensamiento apropiado que
queremos si permanecemos como observadores. Des-
pués, la mente toma este pensamiento e informa a los
sentidos y los sentidos informan al cuerpo; de manera
que la mente, los sentidos y el cuerpo producen el pen-
samiento que proponemos nosotros.
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queramos o no, los dos existen en nosotros. El espiri-
tualista no quiere estar en el Triángulo Inferior y pien-
sa que eso es “algo que hay que desechar”, pero si el
Yo Inferior no existiera, no se podría experimentar
nada; de la misma manera que si no hubiera Yo Supe-
rior, tampoco habría experiencia. Por eso los necesita-
mos a los dos. Tanto el Yo Superior como el Inferior
están colocados de manera magnífica en el cuerpo
humano. En ningún otro reino se encuentran tan bien
colocados como en el reino humano, y ni siquiera el
reino mineral, vegetal o animal tienen tales planos de
consciencia. No me entendáis mal si digo que ni si-
quiera los devas tienen esta manifestación tan comple-
ta. Los ángeles y arcángeles precisan de los seres hu-
manos para poder actuar. ¿Por qué? Porque no tienen
Yo Inferior. Pero ¿por qué el Arcángel Gabriel tuvo
que aparecérseles a Zacarías y a Isabel? ¿Y por qué
habían de necesitar a un Juan y a un Jesús que habían
nacido de seres humanos? ¿Pueden entonces llevar a
cabo todas las cosas por ellos mismos? No, no pue-
den. Los Seres Superiores precisan de los seres huma-
nos para llevar a cabo las cosas en el plano físico. Los
Seres Superiores precisan también de los seres huma-
nos para que estos últimos se transformen en el Yo
Superior; ésta es la belleza del ser humano. Podemos
ser devas y también, si lo queremos, podemos ser ani-
males, o podemos seguir siendo humanos y mantener
la misma distancia entre el reino dévico y el animal.
¿Os dais cuenta? ¡Tenemos posibilidad de elección!
Otros no tienen esta suerte. Por eso se dice en las
Escrituras que “Dios hizo al Hombre a su imagen y
semejanza”. Podía haberse dicho: “Dios hizo al Deva
a su imagen y semejanza”, pero ¿por qué no se dijo?
Porque los devas no pueden descender al nivel del Yo
Inferior, y los seres del Nivel Inferior no pueden llegar
al Nivel de los Devas. Por eso el hombre es el punto
central de toda la Creación, y nuestra experiencia será
completa sólo cuando sepamos ser humanos.
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parado antes de que vengan las lluvias, porque de otra
manera el cultivo no será completo. Es el mismo
ejemplo que nos dio Jesús acerca de la simiente: “Hay
semillas que cayeron sobre piedra, otras cayeron en
tierra estéril y otras en tierra bien preparada”. Sólo el
campo que está bien preparado puede darnos la expe-
riencia de la cosecha. Nos dio tres variedades de cam-
po: uno, la piedra dura; otro, la tierra sin cultivar; y
otro, la tierra fértil y bien preparada. Pero la semilla
nace solo en el campo cultivado. El cultivo es lo que se
llama meditación, y de la misma manera que el labrador
conoce la tecnología para cultivar, un estudiante de
ocultismo debe saber la tecnología para meditar, para
que así, cuando el cultivo esté bien hecho, obtengamos
una excelente cosecha, y cuando alguien pase por allí y
lo vea, pueda pensar: “¿Quién podrá ser este labrador
tan excelente?, ¡qué bonito es este jardín!, ¡qué bonita
es esta granja!”. Por consiguiente, cuando el terreno
está cultivado, el Yo Superior se refleja en él; pero
cuando estamos muy orientados hacia lo material, muy
orientados hacia los deseos y emociones y ocupadí-
simos con el intelecto y no actuamos, se dice que el
Campo está espeso, muy espeso, como el bosque. ¿Se
puede acaso cultivar en el bosque directamente...? Te-
nemos que cortar la maleza, arar la tierra, darle agua y
mantenerla preparada para sembrar la simiente. Así
también, tenemos que cultivar las tres cualidades del
Triángulo Inferior, porque una vez que estén bien cul-
tivadas, el Espíritu, el Amor y la Sabiduría se reflejan a
través de él. Siempre que se produce el reflejo adecua-
do del Amor, de la Sabiduría y del Espíritu a través de
un Triángulo Inferior, encontramos un profeta en la
Tierra. Entonces, cuando el cultivo está bien hecho,
nace el Profeta. El Profeta no aparece cayendo del
cielo, el cielo consiste en mirar siempre hacia abajo
para ver si el campo está preparado, porque si el cam-
po está preparado, el Profeta se siente atraído hacia él.
La única cosa que todos nosotros tenemos que hacer
es cultivar el campo. Espero que todos entendamos de
cultivo, porque como hemos venido de Hamburgo, de
Ginebra, de Barcelona etc., lugares todos donde hay
muchos edificios y muchos coches, a lo mejor nos
hemos olvidado de cómo hay que cultivar y entonces
mi ejemplo habrá sido en vano. Pero yo encuentro que
España es todavía un lugar donde puede haber un
montón de cultivo, porque hay mucha tierra virgen
todavía que cultivar y no estamos construyendo dema-
siados rascacielos e industrias. Pues bien, cuando hay
un cultivo apropiado, se produce la manifestación del
Espíritu. De esta manera es como se ha dicho que el
Espíritu Santo desciende y toma la posición del centro
(en la estrella de 6 puntas). Es como el piloto cuando
dice: “¡Tripulación, preparados!”. Y cuando están ya
todos listos, dice: “¡Adelante!”, y tiene además dos
copilotos con él, que son el Amor y la Sabiduría, con
los que tripula la nave. Entonces nosotros nos queda-
mos mirando con la boca abierta al Profeta que viene y
nos dice: “Si ha sido posible para mí, también es posi-
ble para todos vosotros”. Es lo que Jesús dijo, es lo
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que todos los profetas dicen: “Yo soy uno entre voso-
tros y si yo soy hijo de Dios, vosotros también lo sois
y somos todos hermanos”, pero no dijo: “Yo soy el
Triángulo Superior y todos vosotros sois el Triángulo
Inferior”, sino que nos dijo repetidamente con el nom-
bre de Rama, con el nombre de Krishna, con el nom-
bre de Zaratustra y de Abrahám, con el nombre de
Pitágoras y de Jesús y de todos los profetas: “Soy tan
humano como vosotros, pero si me veis como Profeta
es debido a la promesa del Señor de que esto es posi-
ble para todo ser humano”. Por consiguiente, mirando
a una persona que ha recibido el Espíritu, el Amor y la
Sabiduría, debemos quedar inspirados para volvernos
también así, pero si decimos: “Es Dios encarnado, es
un Avatar; por eso a Él le ha sido posible y a mí no me
es posible…” Este es el punto de vista de los perezo-
sos que no quieren cultivar el campo y dicen: “Sabes,
es que mi tierra está llena de piedras, pero ¡claro!, su
tierra es fértil”, olvidándose de que el Profeta la hizo
fértil con sus propias acciones y de que antes su
campo estaba lleno de piedras también, pero las quitó,
preparó la tierra, esperó el momento justo y antes de
que viniera la estación de las lluvias su tierra estaba
lista y cuando vinieron las nubes y empezó a llover,
entonces sembró la simiente que las lluvias sucesivas
hicieron germinar y ahora tiene un hermoso jardín
floreciente. Pero no lo veíamos cuando estaba traba-
jando su propio campo porque trabajaba en silencio
y no hacía publicidad ninguna de cómo cultivaba el
campo, que es lo contrario de lo que solemos hacer
nosotros. Nosotros hacemos mucha propaganda de la
preparación de nuestro campo, lo cual significa que
mientras sigamos haciéndolo así, no estamos interesa-
dos en nuestro propio campo y no queremos cultivar-
lo. Yo le digo a Josep: “Oye, Josep, que tu tierra tiene
muchas piedras, ¡será mejor que la cultives!”, y enton-
ces él le dirá a su vez a otra persona: “Tiziana, que tu
campo tiene muchas piedras, ¡trabájalo!”. El Profeta
nunca hace eso. Antes de venir y hablar a la gente,
arduamente ha cultivado su campo y ha obtenido una
buena cosecha y un campo de mangos, y dándose
cuenta de que los mangos estaban divinos se puso tan
contento que quiso que los demás pudiesen disfrutar
también del sabor tan bueno de esos mangos. Pero Él
no puede vender los mangos de su jardín a toda la
Humanidad, y por eso nos dice: “Si cultiváis vuestro
campo como yo lo he hecho, también podréis disfru-
tar de los mangos”. Pero nosotros no tenemos interés
en hacerlo y nos gusta más coger el mango de su
jardín; sin embargo, no podemos hacerlo porque ese
jardín está en el plano etérico y aunque vayamos allí,
no lo encontraremos. Entonces le decimos al Profeta:
“¿Dónde está tu campo?”, y el Profeta nos dice: “Está
aquí mismo, a tu alrededor, ¿qué quieres?”, y el que lo
quiere le dice: “Un mango, por favor”. Entonces el
Profeta mira al Señor, abre su mano, y aparece un
mango en ella. Él te lo ofrece y tú te lo comes y durante
una hora estarás saboreándolo. Al día siguiente quieres
otro mango y vuelves, pero Él no está siempre allí para
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darte el mango, entonces te dice: “Querido hermano,
puedes obtener cientos de mangos con tus manos;
entonces, ¡cultiva!”. La técnica de cultivo que cada
profeta nos da es conocida hoy como Bhagavad Gita,
Zend-Avesta, Antiguo Testamento, Nuevo Testamento o el
Evangelio de Acuario, pero siempre es la misma verdad
repetida en estas palabras proféticas. El libro que con-
tiene las enseñanzas de Jesús está lleno de acciones y
de instrucciones y nos dice cómo debemos actuar, pe-
ro no dice que miremos al cielo.
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mente, pero la mente estará vagabundeando; se irá a
Barcelona, a Hamburgo, a Dinamarca, a India, o a la
mesa del desayuno, pensará en un cigarrillo o en una
taza de café, en los niños, en los problemas familiares
o en nuestra situación social; no dejará de moverse de
un lado a otro y nunca se quedará donde tiene que
estar, ¿no? Así es como solemos hacer la meditación.
Diez principios previos
Los pasos para hacer la meditación están agrupa-
dos en dos grupos de cinco instrucciones que nunca
hemos de olvidar practicar, porque si practicamos es-
tas diez instrucciones y las seguimos continuamente,
harán que el yo inferior permanezca siempre quieto, y
una vez que esté así, habrá una manifestación continua
del Espíritu en él. Si nos olvidamos de practicar alguna
de ellas, la base otra vez se tambalea y el Espíritu des-
aparece. Es como cada vez que nos bebemos una taza
de café, que hemos de limpiar la taza de nuevo para
poder beber otro café a la mañana siguiente. Igual-
mente hemos de limpiar la base con estos diez princi-
pios. Os daré los diez principios, no porque no los
sepáis ya, sino porque todos necesitamos recordarlos,
incluyéndome a mí; acordarnos y volver a acordarnos
es importante en toda práctica ocultista. Sé muy bien
que puesto que habéis venido aquí todos, ya estáis
practicando los principios ocultos; así pues, no se
trata de deciros que vosotros no los practicáis y yo os
estoy diciendo cómo practicarlos. Nos hemos reunido
todos aquí para acordarnos de ellos de nuevo todos
juntos. En este espíritu os doy los dos grupos de cinco
instrucciones, y una vez que las sigamos de manera
correcta, la meditación se produce sin esfuerzo; de no
ser así, la meditación será un esfuerzo constante sin
experiencia. Después de todo, la meditación es un
estado en el que el esfuerzo desaparece y queda solo la
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Existencia; no puede ser solo un aburrido proceso de
esfuerzo continuo. Meditamos y meditamos durante
diez, doce años y no sucede nada. ¿Por qué no sucede
nada? Se debe a lo que ya os he dicho. Entonces, entre-
mos en la experiencia de la meditación esta tarde, y os
daré los principios ahora, un poco antes del mediodía.
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Maestro cerca de donde estéis, ¿sabéis cómo lo podéis
averiguar? Allí donde los animales estén tranquilos y
apacibles, donde haya un río que corre con una música
hermosa, donde haya árboles completos de colores
verdes y amarillos, donde haya árboles que den fruto a
rebosar y donde haya una especie de silencio en el
valle…, allí está. Basta con cerrar los ojos y nos queda-
mos absortos en meditación. Así es como la presencia
del Maestro, por medio de la inofensividad, desprende
Silencio y Luz. Esto es lo que tenéis que observar
cuando vayáis a los Himalayas o a los Alpes.
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solamente con el rojo”. Y si alguien más dice: “Rojo,
azul, amarillo o verde, de todas maneras todos ellos
salen del color blanco, entonces el blanco es el me-
jor...”, en ese caso no harán sino discutir, porque nin-
guno de los tres entiende la Verdad si siguen en este
estadio en el que cada uno piensa que lo suyo es lo
correcto. Otro ejemplo: Si veneramos solamente al
Maestro EK, entonces considero que somos buenos
discípulos. Entonces otro dice: “No, no, Master EK
no; ha de ser el Maestro Kut Humi”. Y un tercero que
dice: “No, es mejor venerar al Maestro Morya”. Y
habrá un cuarto que diga: “No, el mejor es Cristo”. Y
no faltará otro que diga: “No, no, ha de ser Brahma
o Krishna o Christos”. Es decir, que según nuestro
nivel de entendimiento, tenemos una cierta verdad en
nosotros. La virtud que hemos de practicar es com-
prender que cada uno tiene su propia manera de en-
tender la verdad; entonces, si lo comprendemos, po-
demos dejar que cada uno haga las cosas a su manera,
y no le colocaremos espinas en su camino. Esta es la
virtud que hemos de practicar. No debemos interferir
en las creencias de los demás, ni tampoco en las
nuestras, sino llevar a cabo nuestras propias trans-
formaciones. Así se producirá un cambio de la verdad
en nosotros también.
La otra vez que vine a España, para mí España
quería decir Barcelona y Tibidabo. Ahora que he veni-
do otra vez a España, tengo un mejor nivel de Verdad;
ahora sé que hay Barcelona y Tibidabo y que hay más
España y que está la carabela de Colón… A medida
que se aprende, nos damos cuenta de que existen nive-
les de Verdad. El que de verdad conoce la Verdad ve
que todo el mundo está progresando en la Verdad y
comprende que todos tienen su manera particular de
entender esa verdad hasta que llegan a la Verdad.
Quien de verdad conoce la Verdad no altera los otros
niveles de Verdad. Esta es también una virtud a practi-
car, tanto para no ser alterados como para no alterar.
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y si cuando alguien nos dice: “¡Vaya sabiduría tan ex-
traordinaria que has recibido, muy práctica!”, sonríes
creyéndote que has sido tú quien la ha dado, quiere
decir que eres un ladrón. Hay que ser capaces de atri-
buir la Sabiduría a quien nos la ha dado. El Maestro la
recibió de su Maestro y cada vez que le hacen un
cumplido se acuerda de su Maestro; no se lo queda
para él mismo. Supongamos que hemos realizado un
buen trabajo y la gente nos alaba. En ese caso, hemos
de acordarnos de aquellos que nos lo han inspirado;
solo entonces lo habremos hecho como se debe. Todo
lo que hemos recibido de otros, cuando se expresa por
medio de nosotros, debemos atribuírselo a Él. Sabéis,
cuando Jesús devolvió la vista al ciego, la gente decía
que era un Dios, y él decía: “No, no, yo no he hecho
nada, el Padre que está en el Cielo quiso glorificar al
Hijo y por eso dio la vista al ciego. Yo soy solo un
canal para esto”. Esto es no tener instinto de apropiarse
de lo ajeno. ¿Podemos hacerlo? Si lo podemos hacer,
nuestro yo inferior estará quieto.
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por hambre o por un buen fin, no tenemos derecho de
arrancar cosas. Sin embargo, ¡fijaos cómo solemos
arrancar flores y acumular tantas cosas materiales! Por
ejemplo, si vamos a una casa, hay infinidad de cosas
dentro de ella: tantas fotos, vasos, tantos espejos, can-
tidad de muebles... Acumulamos tantísimas cosas, mu-
cho más de lo que necesitamos. Si tenemos necesidad
de ellas está bien, pero cuando almacenamos más de lo
que necesitamos, se trata del instinto posesivo que nos
hace acumular cada vez más cosas. Llenamos la casa
de cosas, llenamos los bancos con cuentas, pero todo
esto es poseer energías sin usar que luego tendrán con-
secuencias que nos cuestan muy caro y son pesadas.
¿Sabéis cuál es la mejor manera para hacer a una per-
sona insegura e inestable? Suponeos que Josep es feliz
como está ahora. Dadle un billón de pesetas y a partir
de ese momento estará alterado. Su máquina de pensar
empezará a trabajar y empezará a decir: “¡Ah!, pues
como trabajo en un banco lo podría guardar en él, o
podría comprar una casa en este lugar, o unos cuantos
pisos en Barcelona, o mejor será que me dedique a
viajar por el Planeta... No, lo mejor es que construya
un ashram enorme en los Himalayas, pero Kumar me
dice que las Montañas Azules están muy bien..., pues,
¡podríamos construirlo allí...!”. Sin necesidad se altera
cuando le llega tanta energía de golpe, porque es muy
difícil controlarla, y cuanto más poseemos, más altera-
dos estamos. Por eso los Maestros dicen: “Dad, porque
dando os quedáis libres; recibiendo estáis condiciona-
dos”. Por eso nos sugieren que demos; no porque dan-
do nos volvamos grandes, sino porque dando nos que-
damos liberados. Para eso tenemos que llevar a cabo
las virtudes. Por la tarde daremos el segundo grupo de
principios y la técnica de meditación. Gracias.
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intenta explotarnos. De la misma manera, cuando los
seres humanos intentan explotar a los otros reinos, la
Naturaleza nos cierra su belleza. El único modo por el
cual la Naturaleza se nos revela es estableciendo amis-
tad con los otros tres reinos, y entonces el reino de los
Devas estará contento con nosotros. El reino de los
Devas, el humano, el de los animales, el de los minera-
les y el de las plantas, viven uno para otro sin límites
–“fri-ends”– y hay un intercambio completo de ener-
gías y un flujo hermoso de ellas. No hay necesidad de
estudiar acerca de los colores en los libros, porque la
Naturaleza nos los revela, ni hay necesidad de estudiar
los símbolos, porque la Naturaleza nos los revela, ni
hay necesidad de estudiar cuidadosamente los sonidos,
porque los devas nos los revelan. Todo esto es el efec-
to de la INOFENSIVIDAD.
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el Planeta, es debido a la Convergencia Armónica de
las energías, que se hizo posible en agosto de 1987. Si
tenemos cuidado con esa energía que nos ha sido dada
y hacemos un uso inteligente de ella, nos unimos, con-
vergemos, y esta convergencia es el proceso de ir hacia
la Unidad, es la práctica del Yoga. Cuando la conver-
gencia es completa, somos ya yoguis completos.
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El primer aspecto es la PUREZA. El año pasado, en
Barcelona, expliqué mucho acerca de la pureza. Se
trata de la pureza en los tres planos: 1º Pureza de los
alrededores y del cuerpo, 2º Pureza de los deseos y 3º
Pureza de pensamiento. En los libros hay muchas co-
sas escritas acerca de ello. No es necesario que lo vuel-
va a repetir. Lo más importante de todo es mante-
nerse puro de pensamiento, y también pureza en
el plano de las emociones y en el plano físico. Hay un
proceso de combustión que tiene lugar dentro de
nosotros y a diario tenemos también un producto
derivado en forma de impureza. Cuando una varilla
de incienso está ardiendo, hay también un producto
derivado llamado ceniza, y cuando comemos hay
también otro producto derivado que se llama excre-
mento. Todos estos excrementos han de limpiarse a
diario. De la misma manera ha de tenerse en cuenta la
Pureza a diario.
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cordaros que Cristo es el Ser más hermoso del Planeta
y está lleno de Alegría y de Amor y en su presencia
todo el mundo siente esa misma Alegría y ese mismo
Amor. Él no hace que aumente la seriedad. Si conside-
ramos a Cristo como una persona seria, estamos sola-
mente proyectando nuestro estado de existencia. La
espiritualidad no es un campo de tensión ni de serie-
dad. Se espera de nosotros que seamos alegres, que
tengamos siempre un cierto grado de jovialidad y que
tengamos humor. Si perdemos el humor, no merece la
pena ni intentarlo... Esta es la importancia de mante-
nernos alegres mientras practicamos estos principios
espirituales.
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la forma que veamos y el sonido que oigamos, es la
manifestación de la Consciencia. Todo y cualquier
cosa que veamos no es sino la transformación de esa
Consciencia en un estado más denso. La Consciencia
Pura es un almacén que continuamente se transforma
en materia y por eso tenemos tantas formas, tantos
colores y tantos sonidos, pero la fuente de todos ellos
es la Consciencia Una. Las cosas que se van transfor-
mando reciben un nombre; cuando esta Consciencia
se transforma en forma de árbol, la llamamos árbol y
nos olvidamos de que es una manifestación de la
Consciencia Una. Así, tenemos infinidad de nombres
para sustituir a la Consciencia Una.
1. PUREZA
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2. ASPIRACIÓN ARDIENTE
3. ALEGRÍA
4. ESTUDIO DE UNO MISMO
5. VER EL “YO SOY” EN TODO LO QUE EXISTE
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Jesús dijo: “Pasas cada día al lado del tesoro y, sin em-
bargo, no lo ves”. Hay una mina de oro en este salón y
no nos damos cuenta. Los tesoros están siempre pre-
sentes en el momento y pueden ser experimentados si
aprendemos a vivir aquí. Cuando estamos bajo la som-
bra de esa encina, deberíamos sentir su presencia y po-
co a poco entrar en comunicación con ella y disfrutar
de esa comunión con ella, que es un gran ser. ¿Sabéis?
Esa encina recibe el sol ardiente y nos da la brisa fres-
ca, le tiramos una piedra y nos da un fruto. ¿Puede
haber Maestro mejor que un árbol? Se nos escapa el
árbol cuando estamos a su lado. Lo mismo nos pasa
cuando oímos música. Pensando que es una de las
mejores músicas que conocemos, encendemos la tele-
visión o la radio y según empieza a sonar, empiezo a
decirle a Jesús: “Qué bueno el músico que ha com-
puesto esta música”, pero no le doy la oportunidad de
que la escuche y si hablo todo el tiempo de la música,
la música se me escapa. Los instrumentos producen
música, pero no la escuchamos. De la misma manera,
todas las cosas que hacemos en la vida las hacemos
con bastante sequedad, porque no disfrutamos de es-
tar allí. Supongamos que queremos ducharnos por la
mañana y después sentimos la necesidad de salir ur-
gentemente de la ducha... Así no podemos disfrutar de
ella. Vamos luego a la mesa del desayuno y tenemos
una prisa tremenda por acabar, o empezamos a hablar y
a hablar y no nos damos cuenta de lo que estamos co-
miendo. Somos especialistas en estar en cualquier otro
lugar que no sea el presente; esa es la inversión que
padecemos. Por eso Krishna dice: “VIVE AQUÍ Y AHO-
RA Y LA EXPERIENCIA SERÁ COMPLETA”.
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estamos recién casados, tenemos sumo cuidado de la
mujer. Supongamos que está paseando por aquí en el
monte y le preguntamos: “¿Te has puesto las zapati-
llas?”, pero al cabo de cinco años, aunque esté andan-
do en un sitio muy malo a pie desnudo, ni siquiera la
miramos y será ella la que nos tenga que decir: “¿No
ves que lo estoy pasando muy mal porque no tengo
zapatillas? ¿No tienes sentido común para traerme las
zapatillas? Tú llevas unos zapatos bien aislados y yo no
tengo ni siquiera sandalias”. Así nos suceden muchas
cosas en la vida. Cuando algo es nuevo, estamos to-
talmente en ello; cuando se hace viejo, lo abandona-
mos. SRADDHA es un aspecto en el que continuamos
teniendo la misma actitud como si fuera nuevo. Inclu-
so al cabo de diez años nos ponemos el reloj y debe-
ríamos tener el mismo amor y la misma comunicación
con él. Si podemos hacer esto, ponernos el reloj, la-
varnos los dientes, peinarnos, ponernos los calcetines,
todo lo que hagamos nos dará una experiencia com-
pleta y no nos pondremos el reloj mecánicamente, ni
los calcetines, y hablaremos a nuestros calcetines, a
nuestro reloj, a nuestro anillo. Así es como hemos
establecido la comunicación con todo lo que tenemos
a nuestro alrededor y estamos comunicando con el YO
SOY en todas estas cosas. Es así como podemos man-
tenernos en una experiencia continua y tener la dulzu-
ra de esta experiencia. ¿O es que no hay diferencia
entre beber el café mecánica o conscientemente? Sólo
los adictos al café lo saben... Si Jesús se va por ahí a
solas y se fuma un cigarrillo, está completamente feliz,
y si alguno se le acerca y le dice: “¡Venga, hombre, te
necesitamos para traducir!”, nos dirá que no quiere
saber nada de la traducción y prefiere terminar el ciga-
rro. De estar fumando tranquilo, imaginaos que se
pone a chupar de prisa para entrar en la sala de medi-
tación… Hay una diferencia, ¿no? Es lo que pasa con
nosotros, hemos de experimentar cada cosa estando
allí y entonces. Así es como Krishna experimentó cada
instante de su vida, pero nosotros vivimos a ratos.
Mientras que Él vivía cada instante, nosotros vivimos
como pedazos; esta es la gran diferencia entre noso-
tros y los Maestros. Los Maestros nos dicen: “No bus-
ques aquí y allí como un loco para tener una experien-
cia. Si no eres capaz de experimentar el ponerte el re-
loj, si estás tan ocupado que no te puedes dar ni cuenta
de la ropa que te pones...”. Cuando nos vestimos, de-
bemos pensar conscientemente: “¡Qué bonita es esta
ropa!”; la compramos porque era bonita y luego,
cuando nos la ponemos, no nos damos cuenta. Desde
la mañana hasta que nos vamos a acostar por la noche,
tenemos una gran oportunidad de experimentar, inclu-
so en los sucesos más pequeñitos. Cuando tenemos
una mente muy ocupada, no nos deja que experimen-
temos; de otro modo, todo es experiencia. Si nos
inculcamos este hábito de vivir en el presente, no en el
pasado ni en el futuro, estamos en forma para experi-
mentar todo lo que hagamos. SRADDHA es el principio
que incluye a toda la práctica y hace la experiencia
completa. Con una mente semejante, que se queda
65
donde debe estar, nos proponemos, por ejemplo, me-
ditar, y basta con proponerlo para que la mente se
quede allí. Igual que la mente está en el café cuando lo
bebemos, tampoco se irá afuera cuando meditamos.
Este es un paso importante que hay que practicar
antes de entrar en la meditación. ¿Os dais cuenta? Un
caballo salvaje no se puede convertir de golpe en un
caballo doméstico; hay que domarlo. La mente que
está acostumbrada a estar salvaje, si le pedimos luego
que esté tranquila por la mañana y por la tarde durante
quince minutos, y solo porque queremos que esté
tranquila, ¿creéis que va a pararse? Si durante el día no
la hemos enseñado a estar tranquila y hemos estado
trabajando como sus esclavos, de golpe el esclavo no
puede decir: “Ahora soy el maestro”. Eso es como
preguntar a la mente-maestro: “Déjame, por favor, que
sea tu maestro durante quince minutos por la mañana
y por la tarde”. La mente-maestro nos sonríe y dice:
“¡No tiene solución este hombre!; tú eres el maestro y
te has hecho esclavo mío. No te escucharé. Me iré y
vagabundearé por donde yo quiera y no me sentaré
tranquila durante los quince minutos por la mañana y
por la tarde”. Es decir, la mente no se puede tranquili-
zar un rato por la mañana y por la tarde, si durante el
día no la hemos cultivado un poco. El método para
cultivarla es trabajar con ella en cada acontecimiento
pequeñito de la vida diaria, y cuando la hayamos ense-
ñado a estar allí presente en cada cosa, entonces,
cuando queramos que esté con nosotros sin complica-
ciones y sin darnos guerra en la meditación, se quedará
allí. Es como domar a un animal. Lo domamos bien
durante unos años y luego le damos una orden y escu-
cha. Si no lo domamos y de buenas a primeras le obli-
gamos a que nos escuche, estamos arriesgándonos.
Entonces vivamos en el presente, trabajando con
cada aspecto de la vida a diario. Si lo hacemos así, en-
tonces tendremos la estabilidad del Yo Inferior. Con la
mente así entrenada, vamos a meditar y se queda allí y
quiere volver a su fuente de origen. Esto es lo que
llamamos el Estado de Estabilidad, al que Patánjali se
refiere como tercer paso. El primer paso es el primer
grupo de cinco principios, el segundo paso es el se-
gundo grupo de cinco principios, el tercero es a través
de SRADDHA, por el que uno llega a la estabilidad.
Luego nos dio también el cuarto paso para la medita-
ción. En el sendero óctuple del Yoga este es el cuarto
paso. Ahora, con la mente así entrenada que hemos
conseguido a través del tercer paso, entramos en el
cuarto estadio, llamado Meditación, y esta sucede con
mucha facilidad. Entonces no habrá confusión, ni gran
esfuerzo y no saldremos disgustados de la meditación,
–porque hay veces que estamos un poco decepciona-
dos y decimos: “¡Qué historia es esta de meditar a las
seis de la mañana y a las seis de la tarde y que no suce-
da nada!”–. Eso es porque no hemos trabajado bien
los pasos anteriores. Desde esta mañana hemos traba-
jado con todos esos aspectos y lógicamente hemos
llegado al estado de meditación. Ahora con ese fondo,
ha de ser fácil entender el estado de meditación. Si no
67
tenemos este fondo de práctica a diario y nos pone-
mos a meditar, se trata sólo de una moda; hay muchos
clubs de moda y entonces un grupo espiritual puede
convertirse también en un club en el que se sienta el
orgullo de meditar, pero no tendrán la experiencia de
la meditación. La meditación se experimenta solo
cuando los pasos anteriores se han llevado a cabo de-
bidamente. Ahora, con esta mente estable, vamos a ver
cómo meditamos.
Cómo meditar
El año pasado os di algunos pasos preliminares de
cómo se ha de meditar mirando al norte o al este, a la
misma hora, en el mismo lugar, etc. Son también pasos
preliminares a la meditación. También dije que tene-
mos que sentarnos en una postura cómoda y que el
cuello esté erecto, que no miremos para abajo ni para
arriba; luego, cerrar los ojos suavemente, etc. Enton-
ces, ahora os doy dos técnicas. Al primer método,
llamado meditación con semilla, lo llamaríamos el Acer-
camiento por la Mente. Al segundo método, llamado
meditación sin semilla, lo llamaríamos el Acercamiento
por el Corazón.
71
habrá ya una producción mecánica de multitud de
pensamientos, ni contribuiremos a contaminar el pla-
no astral que circunda al Planeta. Todos los pensa-
mientos inútiles y sin sentido que produce la Humani-
dad se quedan alrededor de la Tierra y buscan canales
para manifestarse, son como los parásitos; pero noso-
tros no contribuiremos a este proceso, porque si un
pensamiento surge de nosotros, hacemos que se mani-
fieste. Entonces llegamos a un estado en el cual reci-
bimos un pensamiento sólo para que lo manifestemos,
y no hay gasto de la energía que conlleva el pensar. De
la misma manera que observamos el modelo de pen-
samiento que sucede dentro de nosotros, seremos
también capaces de ver la manera de pensar que surge
de otros, porque al haber llegado a la fuente del pen-
samiento en nosotros nos es muy fácil reconocer esta
fuente en otras personas. Cuando alguien habla, nos
daremos cuenta de por qué está hablando y cuál es la
finalidad, si tiene motivo o no lo tiene y entenderemos
enseguida la manera de pensar del otro; no nos identi-
ficaremos con su pensamiento, sino que nos identifica-
remos con el ISVARA que está en él, porque como
nosotros también estamos en el estado de Isvara, en-
tramos en contacto con el Isvara que está en los de-
más. ISVARA es el nombre que se da en sánscrito al YO
SOY y veremos cómo el Yo Soy está quieto y sin pen-
samiento en nosotros, veremos su existencia más allá
del mundo de los pensamientos y veremos también la
existencia del Yo Soy en los demás, más allá de sus
pensamientos; entonces se dice que estamos en el es-
tado de YO SOY, en el que estamos en continua y
completa Consciencia de la Existencia en nosotros y
en otros; es el estado de comunión que he llamado por
la mañana EXISTENCIA OCEÁNICA, a partir del cual no
hay ya modelos individuales de pensamiento. Enton-
ces, a partir de ahí, únicamente el tipo de pensamiento
que viene del YO SOY es el que se hace realidad a
través de nosotros y entonces se dice que estamos
sincronizados con el PLAN. Por este método queda-
mos liberados de nuestros modelos individuales de
pensamiento y entramos en el estado de EXISTENCIA
ETERNA, y después, los pensamientos que recibimos
pertenecen al YO SOY y no a la personalidad, de mane-
ra que cualquier pensamiento que nos venga estará de
acuerdo con el Plan que se ha previsto para el Planeta.
Este es el método que debemos observar; es el méto-
do que se llama el Acercamiento por la Mente, por el
cual conscientemente nos ponemos en sintonía con el
Plan que existe para el Planeta, para el Sistema Solar y
para el Universo. Este Plan se manifestará únicamente
a través de nosotros y de nuestra máquina de pensar,
convirtiéndonos poco a poco en canales para ese Plan;
y mientras lo llevamos a cabo, seguimos siendo obser-
vadores, y porque somos observadores de lo que pasa
alrededor de nosotros, somos capaces de ver lo que
está sucediendo a través de nosotros y a través de los
otros y tendremos la Gran Visión del sucederse de los
acontecimientos de lo sutil a lo denso.
73
El acercamiento por el corazón
Luego, hay un segundo método, es el método lla-
mado el Acercamiento por el Corazón, que es el acer-
camiento de segundo rayo. El que os he dicho ante-
riormente es el acercamiento de 1º, 3º y 5º rayos. El
que os digo ahora es el acercamiento de 2º, 4º y 6º
rayos y el punto en que se encuentran los dos es el
séptimo rayo. Por eso se dice que el séptimo rayo está
lleno de esplendor y suma belleza. Vamos a entrar en
consideración del acercamiento de segundo rayo o
del corazón. En este tipo de meditación cerramos
suavemente los ojos y observamos lo que está pasan-
do dentro de nosotros. Encontramos el proceso de
inhalación y exhalación que se está llevando a cabo en
nuestro interior –ya que normalmente no solemos
preocuparnos mucho cuando está sucediendo–, pero
sin la inhalación y la exhalación toda nuestra actividad
no sería posible; desde que nacimos la respiración no
ha dejado de funcionar en nosotros y es la base de
toda nuestra existencia; de hecho, la pulsación es la
base de la respiración. El Universo entero pulsa. “El
Espacio pulsa” es una afirmación oculta que nos han
dado y puesto que somos sistemas solares en potencia,
también llevamos la potencialidad de la pulsación en
nosotros. Cuando nos hemos sentado cerrando los
ojos suavemente, pensando en entrar en meditación, lo
primero que hemos observado dentro de nosotros es
que estábamos inhalando y exhalando. Entonces la
mente se da cuenta y dice: “¡Ah!, ¡hay inhalación todo
el tiempo!, ¡nunca me había preocupado de ello!”. En-
tonces el siguiente paso es seguir esta inhalación y
exhalación y nos damos cuenta de que es verdadera-
mente interesante cómo se produce y cómo sucede
esto, porque “no soy yo” el que lo está proponiendo.
No somos nosotros los que proponemos la inhalación
y la exhalación, pues si fuéramos nosotros, nos olvi-
daríamos al cabo de un momento y moriríamos. Por
ejemplo, imaginaos que nos dijeran: “Si os olvidáis de
respirar, moriréis”. ¿Creéis que podríamos hacer al-
guna cosa más en la vida? Estaríamos exclusivamente
preocupados por inhalar y exhalar, y cuando alguien
telefoneara desde India y me dijeran que es una llama-
da urgente desde Visakhapatnam, me quedaría absor-
bido por la urgencia de la llamada y me olvidaría de
inhalar y exhalar, y antes de que llegara al teléfono ya
estaría muerto. Así es que, si fuéramos nosotros los
encargados de llevar a cabo la respiración, no haríamos
otra cosa sino eso. Si por ejemplo le dijéramos a al-
guien: “¿Quieres ducharte?”, él nos diría: “No, no, que
tengo que respirar!”. “¿Quieres una taza de café?”;
“¡No, no, que estoy bastante ocupado con inhalar y
exhalar!”. Y si le dijera a Jesús: “He traído unos cigarri-
llos excelentes de la India”, él no tendría interés nin-
guno en ellos. Así pues, la inhalación y la exhalación
suceden dentro de nosotros. Por alguna extraña razón,
la respiración está sucediendo dentro de nosotros,
pues en realidad no somos nosotros quienes la produ-
75
cimos. Es más, nosotros nos olvidaríamos de ella a
cada instante.
77
“Aquello” y el pensamiento cesa. Después, cuando
nos venga un pensamiento –porque incluso en este
método los pensamientos vienen también de la misma
fuente–, se convierte en un canal para el Plan. Así es
que de cualquiera de las dos maneras llegamos siempre
al fin llamado YO SOY, y desde este estado de YO SOY
todo está claro, todo es visible, todo es perceptible, se
entiende todo, y por eso uno lleva a cabo las cosas de
una manera muy relajada.
79
es VIVIR EN EL PRESENTE. Con la undécima pone-
mos en práctica las técnicas de meditación y se nos ha
prometido que en cuestión de doce años nos habre-
mos convertido en AQUELLO. Entonces, tomemos las
herramientas y cultivemos el campo. Gracias.
Coloquio
Pregunta: Yo quiero preguntar si el Ángel del Fuego es
nuestro Espíritu y si está en el Sol.
81
existe en nosotros como Espíritu, como Vida, como
base de toda la existencia y el Fuego Solar existe como
nosotros mismos; por eso todos somos llamados Al-
mas. El Fuego existe también en los mundos que co-
nocemos como mundo físico, existe en nosotros como
el calor del cuerpo, existe en la madera como fuego
latente, en el Planeta como fuego latente; y cuando los
tres fuegos se ponen juntos, hay una Existencia Única.
Por tanto, la variación del aspecto ígneo del Fuego es
lo que origina los tres mundos. Toda la existencia se
basa en el fuego; por eso tenemos lo que se llama
“Agni Yoga”, que es alinear los tres Fuegos que exis-
ten en nosotros con los tres Fuegos que existen en el
Universo. Entonces, lo primero es alinear los tres fue-
gos dentro de nosotros, y una vez que estén alineados,
nos alineamos automáticamente con el otro Fuego. El
Fuego Solar está entre el Fuego Cósmico y el Fuego
Planetario, y es la variación del fuego lo que origina el
paso de la materia sutil a la densa. Sabemos que el
agua sale de las nubes como un fenómeno producido
por el fuego. Luego, cuando el fuego se retira más del
agua, tenemos la solidificación del agua en forma de
hielo. Entonces el agua puede tomar la forma de hielo,
de agua y de vapor. Pero ¿cuál es el elemento que hace
que el vapor se convierta en agua y el agua en vapor?
No es otra cosa sino el elemento fuego. Es el cambio
o la diferencia de variación del aspecto ígneo del fuego
lo que hace que la Consciencia Pura descienda al esta-
do de materia y la materia se transforme de nuevo en
Consciencia Pura. El Fuego lo es Todo. Se considera
que toda la existencia está basada en el Fuego. Tal es la
importancia del Fuego.
83
desde dentro. Es muy interesante observar cómo so-
lemos creer que somos hombres y mujeres..., pero a
veces somos hombres y a veces somos mujeres, por-
que cada uno de nosotros tiene en sí el aspecto mascu-
lino y el femenino. Cuando el aspecto masculino es
predominante en un momento determinado, el acer-
camiento que seguiremos será el primero, es decir, el
acercamiento por la mente. Otras veces, cuando nos
hacemos predominantemente femeninos según el tiem-
po y el lugar, preferiremos seguir el segundo método, es
decir, el acercamiento por el corazón. De modo que
todos los hombres son a veces mujeres y todas las mu-
jeres son a veces hombres. Imaginaos que vuestra mu-
jer tiene mucha fuerza un día; entonces os aconsejo
que ese día permanezcáis como mujeres... Las energías
masculinas y femeninas se alternan. Existe la Ley
Cósmica de la Alternancia y esto puede suceder según
el momento y el lugar, según nuestro grado de evolu-
ción y según nuestra sincronización con los demás. Si
estuvieseis en Munich, os gustaría seguir el segundo
acercamiento; pero si estuvierais en Hamburgo, os
gustaría seguir el primer acercamiento... Los lugares
llevan consigo ciertas energías, el tiempo nos da tam-
bién ciertas energías provenientes del espacio y además
tenemos nuestro acercamiento particular. Entonces el
Alma lleva a cabo una síntesis de todas ellas y desde
dentro de nosotros nos propone algo. ¡Sigámoslo!
Pregunta: ¿Nos puede decir algo más sobre el séptimo rayo
en correspondencia con estas dos prácticas de meditación?
Respuesta: No sé cuántos de los que estamos aquí
tienen conocimiento acerca de los rayos... Mi respuesta
quedará entonces limitada para aquellos que tengan un
conocimiento básico de los siete rayos. La energía del
sexto rayo, mediante un proceso de transformación a
través del séptimo rayo, pierde la emoción que pudiera
contener la devoción y se coloca en el segundo rayo,
en el cual el entendimiento es un entendimiento sinté-
tico capaz de entender muy fácilmente el aspecto del
primer rayo. El hombre de segundo rayo se considera
que es el centro para todo entendimiento porque pue-
de comprender totalmente a todos los demás rayos;
por eso al segundo rayo se le llama el rayo de síntesis.
Un hombre de sexto rayo no puede comprender al de
primer rayo ni al de tercer rayo ni al de quinto rayo,
porque su acercamiento es un acercamiento devocio-
nal, que está teñido por las emociones, y le gustaría
seguir a alguien, necesita seguir a una gran personali-
dad; entonces se fija a una persona como ideal y vene-
rando a esa persona ideal rehace poco a poco su forma
de vida. A esta persona le llega la comprensión total
sólo cuando lleva a cabo el trabajo sistemático que
procede del séptimo rayo. La persona de cuarto rayo
sale del conflicto y se queda en armonía, llegando a
comprender por igual todos los rayos desde ese estado
de armonía. La armonía es un estado en el que uno se
da cuenta de la importancia de todos los aspectos de
los rayos por igual. Cuando estamos en armonía, todas
las otras actividades y energías de los rayos se nos
85
hacen aceptables y no nos damos cuenta de la distan-
cia que pueda haber, según nuestra preferencia, de un
rayo a otro. El cuarto y sexto rayo, entonces, a través
de la actividad del séptimo rayo se establecen en el
segundo rayo –que no está tan lejos del primero, por-
que el segundo rayo incluye al primero–. Esta es la
belleza del segundo rayo: que puede contenerlo todo;
puede contener la voluntad, la luz, la inteligencia, puede
igualmente aceptar toda clase de conflicto y puede tam-
bién aceptar toda clase de disparates o tonterías. Ese es
el segundo rayo. ¿Os dais cuenta de cómo Cristo acep-
taba a su alrededor toda clase de cosas sin sentido?
87
tonces el próximo paso es el quinto rayo, en el cual la
mente es muy dura, y el sexto, en el cual las emociones
son muy fuertes. Por eso las emociones del sexto rayo,
la dureza del quinto rayo y el conflicto del cuarto rayo
solo pueden ser disueltos a través de una vida sistema-
tizada, y esa actividad sistematizada de la vida es lo que
se llama la actividad del séptimo rayo. Así que el cuar-
to y el sexto se elevan hasta el segundo, el quinto se
eleva hasta el tercero o el primero y todo el conflicto
se acaba allí. En este sentido, el séptimo rayo trabaja
como un mediador para acabar con todos los conflic-
tos y restablecer la armonía. Por eso el Maestro DK
dice: “Cualquiera que esté preparado a sistematizar su
vida obtendrá resultados que le sorprenderán agrada-
blemente y toda la transformación será mágica”. Por
eso se recomienda de manera muy particular la activi-
dad del séptimo rayo a todo discípulo.
89
mos de hacer la meditación de la mañana o de la tarde
por seguir leyendo libros, hemos perdido el ritmo. Así
pues, lo que hemos ido ganando no hemos de perder-
lo, porque si perdemos lo que habíamos ganado, se-
remos como napoleones. ¿Sabéis lo que le pasó a Na-
poleón? Siguió conquistando y conquistando; llegó
hasta una montaña y la conquistó, siguió y siguió, pero
cuando estaba allí en el otro lado, esta parte ya estaba
ocupada por los nativos. Lo que tenemos que hacer es
que lo que propongamos permanezca, y las cosas que
vamos añadiendo deben llegar a ser parte de nuestra
vida. Sólo entonces podemos añadir más cosas, como
estar regularmente con los niños en casa, estar regu-
larmente con la mujer o con los padres en casa y luego
añadir otra actividad más en la que incluyamos un as-
pecto de servicio en la vida. Se trata de un método de
mantenerse rítmico y poco a poco ir incrementando la
actividad. Así es como el Maestro que conocemos
como Maestro EK llegó a un estado de gran actividad
aplicando el séptimo rayo y se fue convirtiendo en un
diamante de muchas caras. Él no solo hacía medita-
ción, sino también rituales del fuego, enseñaba sánscri-
to, enseñaba los Vedas, enseñaba otras Escrituras,
practicaba homeopatía y enseñaba homeopatía, practi-
caba asanas y enseñaba asanas, seguía la astrología,
enseñaba astrología y vivía la astrología, publicaciones,
escritos, poesía, reconstrucción de la sociedad, prepa-
ración de los jóvenes, ¡tanta actividad! Nuestra cabeza
se hubiera vuelto loca si hubiésemos visto a este hom-
bre actuar. La manera que tenía de llevar a cabo su
actividad en India era en verdad asombrosa. Los pe-
rezosos lo miraban y decían: “Esto que está haciendo
está por encima de los límites humanos”, y él solía
decir: “Porque sois perezosos habláis así, pero voso-
tros podéis hacerlo también, porque yo os he demos-
trado que es posible”.
91
Imaginaos que el Planeta redujera su velocidad... lo
mismo le pasaría entonces al Planeta. Suponed que
redujéramos nuestra velocidad de acción; entonces nos
quedaríamos abajo, en el yo inferior. Solo a través de
una gran actividad rítmica somos capaces de mante-
nernos arriba, en el Espíritu. Estos son unos cuantos
aspectos del séptimo rayo. De hecho, para explicar el
séptimo rayo se necesitaría un seminario entero, porque
es la solución para todos nosotros. Cuando el tiempo lo
permita, lo haremos.
93
nemos control sobre ellos. Las meditaciones que con-
tienen un pensamiento son un método para permane-
cer con ese pensamiento, pero en esa situación no
estamos viviendo como Almas, sino que estamos
siempre con un pensamiento; entonces estamos en el
tercer aspecto. El sentido de la meditación es perma-
necer en el segundo aspecto. Os dije que el primer
aspecto es la Existencia; el segundo es tener con-
ciencia de esa Existencia, darnos cuenta de esa Exis-
tencia en todo lo que existe dentro y fuera de noso-
tros; es el estado antes del pensamiento y es un estado
al que llamamos ATREYA, “no tres”. Cuando propo-
nemos un pensamiento y estamos con él durante la
meditación, somos tres, seguimos siendo un triángulo.
Lo que yo estoy proponiendo con esta técnica de me-
ditación que os he dado es permanecer como Centro
con una circunferencia que llamamos Consciencia
a nuestro alrededor. Las dos técnicas dadas nos
harán comportarnos como almas. El primer método es
un método para mantenernos lejos del pensamiento y
salir de nosotros con un pensamiento cuando quera-
mos; es como poner en acción el cuerpo cuando lo
necesitamos y dejarlo en reposo cuando no tenemos
necesidad de él. A un nivel superior se trata de poner
en acción la máquina de pensar cuando la necesitamos y
no ponerla en acción cuando no la necesitamos. En-
tonces, cuando meditamos con un pensamiento acerca
de la Luna Llena u otro aspecto, estamos siempre en el
plano de pensamiento que es el aspecto triangular.
Desde luego, es mejor ser un triángulo que ser otra cosa
cualquiera; es decir, es mejor permanecer como triángu-
lo que como cuadrado, y mejor que como pentágono,
pero ese estado también hemos de superarlo a
través de la meditación y establecernos como almas.
Lo que la Escuela Arcana da es un paso para mante-
nernos en el tercer estado. Lo que os he dado hoy son
los pasos dados desde tiempos antiguos para estable-
cernos como almas. Sólo cuando nos establecemos de
nuevo como almas, la canalización se hace posible y el
discípulo fructifica en ese momento preciso. Hay al-
gunos que incluso van más allá y llegan al estado de
Samadhi, que en la terminología budista se llama Nir-
vana, y que es un estado de absorción total en la Exis-
tencia Una sin siquiera ser conscientes de ello. Hoy os
he explicado el cuarto paso del Yoga óctuple, en el que
nos establecemos para vivir como almas. Cuando
estamos en el octavo aspecto, somos absorbidos por
Aquel a quien llamamos por muchos nombres y no
tiene ninguno; la gente lo llama el Dios de Abrahán, el
Padre del Cielo, Parabrahman o muchos otros nom-
bres que se convierten en AQUELLO. En eso consiste
el paso siguiente al de vivir como almas, pero ahora no
lo necesitamos. Una vez más, resumiré diciendo
que las técnicas de la Escuela Arcana son exce-
lentes para permanecer como triángulo. Las téc-
nicas dadas ahora son un paso más adelante para
permanecer como almas.
95
Pregunta: Quisiera saber la relación que existe entre el fuego
o la aspiración y el alma.
97
que sucede es el resultado de la relación entre estas
fuerzas. Entonces, su manera de verlo y la nuestra es la
misma, pero el lenguaje es diferente. Es como yo, que
al estar hablando en inglés, los españoles probable-
mente no me entienden, pero cuando Jesús expresa lo
mismo que yo, pero en español, se comprende. La
diferencia está sobre todo en la terminología. Ahora
hay ciertos discípulos que están actuando para unificar
la terminología de estos dos lenguajes. El Maestro DK
ha hecho muchísimo en este sentido. Expresó los an-
tiguos conceptos védicos con una terminología dife-
rente que está más próxima a la terminología de la
Ciencia. Al haber un trabajo más sobre el lenguaje a
nivel de terminología, creo entonces que tanto cientí-
ficos como ocultistas tenemos el mismo punto de
encuentro. ¿Cómo decís “manzana” en español? Vo-
sotros la llamáis manzana y yo la llamo apple. Enton-
ces, cuando yo me refiera a la manzana, la llamaré
apple y vosotros diréis: “¡No, no!, es una manzana”.
Ambos nos estamos refiriendo a lo mismo, pero nues-
tras terminologías tienen que unificarse. Esto es preci-
samente lo que ha sido profetizado por el Maestro
como la nueva lengua de Acuario, en la que tendre-
mos un mismo lenguaje para entender la Ciencia y la
Teología. Se espera que lleguemos a ese estadio el
próximo siglo.
99
el cual uno cambia el foco de observación de la ola al
océano. Este método consiste en ir observando pen-
samiento tras pensamiento, hasta que al final un día,
como dije, al cabo de cinco o diez años, somos capa-
ces de permanecer al margen del surgir de las olas,
estando así en el océano, en el que no hay olas. Me-
diante la práctica constante uno llega a salir del estado
de pensamiento y permanece en el estado de no-pen-
samiento. Si tenemos pensamientos constantemente
quiere decir que todavía nos identificamos con ellos
cada vez que vienen. La clave en este método de medi-
tación es permanecer como observador, y al ser un
observador no nos identificamos con el pensa-
miento. Así es que es una práctica que tenemos que
hacer durante cinco a diez años para reducir la distan-
cia de viaje con el pensamiento, hasta que al final lle-
gamos a la fuente de la que surgen estos pensamientos.
Cuando llegamos al centro del que surgen, estamos en
la fuente y entonces los pensamientos dejan de existir.
Esto no se puede explicar con muchas palabras; tene-
mos que practicarlo para entenderlo. Es muy corriente
que a todos nosotros nos vengan pensamientos mien-
tras meditamos y también es corriente que volvamos
atrás y digamos: “¡Ah, estoy meditando!”. Así es como
seguimos yéndonos con el pensamiento y apartándo-
nos de él muchas veces. Esto tendrá que ser así duran-
te cierto tiempo, pero tenemos que seguir meditando
regularmente para poder conseguir que nada más que
surja un pensamiento podamos permanecer como
observadores. Al principio nos convertimos en obser-
vadores de ese pensamiento sólo después de haber
viajado con él un período. A través del esfuerzo conti-
nuo reduciremos esta distancia y llegaremos al punto
de partida del que surge el pensamiento. Y si hasta
incluso en este punto permanecemos como observa-
dores, el pensamiento que quiere salir se disuelve y nos
quedamos como observadores en un estado en el que
no hay pensamiento. Es, pues, un estado de “Nivel de
no-pensamiento”, es decir: “El estado en que somos
conscientes de la Existencia sin que haya pensamiento
alguno”. Los primeros años la meditación es un es-
fuerzo para reducir la distancia en que uno viaja con
ese pensamiento, pero a medida que “el observador”
que está en nosotros observa más y más, la máquina
de pensar deja de actuar y el observador se hace más
fuerte. Así funciona esto.
101
Respuesta: No podrás sintonizar con el sistema na-
tural. El Sol, cuando sale, no lo hace de una manera
errática, y el Planeta tampoco funciona de una manera
tan irregular. Meditar a las mismas horas es un proceso
por el cual nos hacemos rítmicos, como la Naturaleza,
y cuando somos rítmicos sintonizamos con el ritmo de
la Naturaleza. Solo cuando sintonizamos con el siste-
ma natural, la Naturaleza en nosotros y fuera de noso-
tros se nos revela. Por eso se recomienda una hora
particular, concreta.
103
Solar nos abrace. Tres veces hacemos el esfuerzo para
volver a la Fuente de toda la Existencia. Entonces
pensamos que después de Gayatri no cantaríamos
nada más porque los himnos sánscritos son una cosa
extraña para muchos de los aquí presentes. Si además
también hacemos la invocación de “SAMNO MITRAH
SAM”, sería traer muchos más conceptos cósmicos y
solares, y puesto que los conceptos son nuevos, no he
querido sobrecargarlos. Primero nos hacemos familia-
res con Gayatri y después podremos entrar en otros
aspectos de las Escrituras. El año pasado ni siquiera
hablamos de Gayatri, pues a fin de cuentas todas las
oraciones y todas las meditaciones encuentran su cul-
minación en el silencio.
105
ron una meditación común para poder seguirla. A par-
tir de entonces se empezó a recitar la Gran Invocación
por las mañanas y la Invocación “MAY THE LIGHT IN
ME”, que dio el Maestro EK, por las tardes. Así es
como se desarrolló todo. En India solemos cantar el
PURUSHA SUKTAM y el SRI SUKTAM al final de la medi-
tación, es decir, acerca de la Persona Cósmica y acerca
de la Naturaleza Cósmica respectivamente. Siguiendo
así, esto no tendrá fin. Entonces, teniendo en cuenta al
grupo de España, el lugar y el momento, hemos en-
contrado que era suficiente con invocar al Maestro,
cantar Gayatri y concluir con el mantram de Santhi.
Así es como lo hemos estado haciendo. Las cosas son
flexibles, no son para estructurarlas demasiado.
La Luz de Gayatri (La Fórmula de la Creación)
GAYATRI
107
Esta mañana nos hemos reunido aquí para enten-
der mejor el mantram de Gayatri. Es el concepto más
profundo que tenemos en Oriente desde los tiempos
más antiguos. Y es un signo de buena suerte que ten-
gamos que hablar de Gayatri en domingo. Siempre que
me han pedido que hablara de Gayatri, ha ocurrido
que era un domingo. En Hamburgo era domingo y
también en Colonia, y ahora aquí en España también
es domingo. Hay una especie de interrelación entre
Gayatri y el domingo.
109
tege cuando cantamos”; por eso se espera que el Man-
tram se cante. Cantar se hace en coro, ¿no?, y cuanto
más grande es el grupo en que se canta, la Luz de Ga-
yatri se manifiesta mucho mejor. En India este proce-
so ha sido tergiversado un poco. Lo que dicen hoy día
es que Gayatri no se debe cantar en público, sino que
ha de cantarse en privado, en silencio, como un secre-
to. Pero se trata de magia negra que actuó a través de
los brahmines de la India en contra de la manifesta-
ción de la LUZ. Siempre sucede lo mismo. En toda
civilización tenemos la manifestación de la Ilumina-
ción, de la Luz, y luego más tarde unos pocos intentan
poseerla e intentan ser los agentes de Dios. Luego,
cada vez que un profeta viene, intenta deshacer ese
daño para restablecer la Luz a la Humanidad.
111
lo cantemos. Entonces tenemos que cantarlo tan fuer-
te como nos sea posible y en grupos cuanto más gran-
des, mejor. Hoy día, en India, nos reunimos 5.000
personas en grupo a los pies de un templo y lo canta-
mos tan fuerte como podemos. Poco a poco están
comprendiendo y diciendo: “A lo mejor tenía razón”.
¿Sabéis?, cuando vamos a un templo en gran número
de gente y recitamos los himnos del RIG VEDA, enton-
ces nos preguntan: “¿Sois los discípulos de Krish-
namacharya?”. Decimos que sí. Entonces nos dicen:
“Sólo vosotros sois capaces de cantar tan bien, ya lo
hemos oído”. Al principio habrá oposición, pero si
seguimos adelante sin importarnos la crítica, obten-
dremos la iluminación y el sentido de cantarlo. Los
brahmines quieren enseñar los Vedas a la gente, pero
no encuentran a gente que quiera aprender. Cuando el
Maestro EK enseñaba los Vedas, había cientos de per-
sonas que los querían aprender, porque no tenía res-
tricciones para su enseñanza. El Sol brilla para todo el
Planeta y los que quieran coger la Luz la cogerán; los
que no tengan interés le darán la espalda a la Luz, pero
en lo que se refiere al que da, no hay distinción y en lo
que se refiere al que recibe, él mismo ha de saber
cuánta Luz quiere recibir. Así debemos entender el
Mantram de Gayatri. Que cantemos para obtener
Iluminación, Guía y Protección. (Fig. 6)
Ahora os daré el mantram y su significado. Si leéis
el mantram, DHIMAHI significa “nosotros medita-
mos”, ASYA significa “sobre” y BHARGO DEVA signifi-
ca “el Deva de los Bhargos”. DHIMAHI BHARGO DE-
VASYA, por tanto, quiere decir: “nosotros meditamos
en el Deva de los Bhargos”. ¿Qué es el Deva de los
Bhargos? Tenemos los planetas, el Sol y el Sistema
Solar. Tomemos 12 sistemas solares como éste –no los
puedo escribir los 12 ahora, pero imagináoslos–. He
dado tres, imaginaos que hay 12. Los podría dibujar,
pero no tenemos mucho tiempo. Doce sistemas sola-
res tienen un centro al que se llama SAVITUR –luego
explicaremos SAVITUR, más tarde–. En total hay 12
SAVITUR. ¿Está claro? Hay 12 sistemas solares que
tienen un centro llamado SAVITUR y hay 12 SAVITUR
que tienen un centro común que se llama Centro
Cósmico. Al primer centro se le llama Centro Solar. El
Sol que tenemos es el centro de los planetas; entonces,
el Sol es nuestro Centro Planetario. Hay a su vez un
centro para cada grupo de 12 soles, un Centro Solar
que se llama SAVITUR y 12 Savitur tienen un mismo
Centro Cósmico conocido como BHARGO DEVA, que
quiere decir “El Deva de los Bhargos”. Pero ¿quiénes
113
son los Bhargos? DEVA lo entendéis, pues uno de sus
significados es “EL SEÑOR”, es el Señor de los Bhar-
gos; pero ¿quiénes son los Bhargos? BHARGA quiere
decir “Cuerpos de Fuego”; pero ¿qué son estos cuer-
pos de fuego? Del Centro Cósmico salen remolinos de
fuego cósmico, y cada uno de ellos forma un Centro
Solar que tiene las mismas características que el Centro
Cósmico. Del Centro Cósmico o SAVITUR nacen,
pues, los soles que forman los diversos Centros Sola-
res. Cada centro Solar es también un remolino de fue-
go que desprende chispas que forman los soles que
conocemos, y esos soles a su vez, son los que forman
los planetas. Tenemos, pues, tres pasos, y en el cuarto
paso tenemos la formación de los planetas. (Fig. 7)
115
sotros, pero la verdad es que nosotros estamos en la
Vida. Cuando Jesús dijo: “En ‘Él’ vivimos, nos mo-
vemos y tenemos nuestro Ser”, se refiere a la VIDA.
Todo está en ella, pero también está en nosotros. Lo
bonito del cuerpo humano es que todo lo que hay
fuera en el Universo, está también en el cuerpo. Por
eso los Maestros de la Sabiduría Antigua dicen: “En-
tiende la ciencia de tu constitución y entenderás fácil-
mente la constitución del Universo”. Es lo que se lla-
ma la Ciencia de la Correspondencia entre los sistemas
micro y macrocósmico. Nosotros somos del microsis-
tema y lo que vemos fuera de nosotros es el macrosis-
tema. Si entendemos el microsistema, podremos en-
tender el macrosistema también. La VIDA en nosotros
es el Centro SAVITUR, el Sol del Sistema Planetario es
nuestra consciencia, y de la misma manera que el Sol
tiene sus planetas, nosotros tenemos el cuerpo, en el
que se pueden visualizar los diez planetas. Entonces,
estamos meditando acerca del centro BHARGO en no-
sotros. DHIMAHI significa “meditamos”, y BHARGO
DHIMAHI: “Meditamos acerca de los cuerpos de fuego
del Universo”. Pero ¿a quién pertenecen? ¿Pertenecen
a India?, ¿podemos decir que este mantram es hindú?
Todos nosotros pertenecemos a este mantram, toda la
Humanidad pertenece a él, todos los planetas, los sis-
temas solares y los grupos de sistemas solares. Cuando
pronunciamos Gayatri, entramos en contacto con
AQUEL que es la base de toda luz, de toda iluminación,
de todo fuego y que es el Trasfondo de todo lo que
existe. Entonces, ¿para qué estamos meditando? ¿Sa-
béis? Gayatri es una canción y como tal no se puede
poner en el mismo orden que la prosa, pero voy a da-
ros el orden como si fuera prosa, aunque este man-
tram ha sido dado en poesía. Empezamos por la línea
del medio, vamos a la primera y bajamos a la última
línea. Este es el orden que voy a seguir para la prosa.
“Meditamos sobre ese Centro Cósmico que existe en
nosotros como el Trasfondo de toda la Vida”, ¿para
qué?... OM TAT SAVITUR VARENYAM. TAT quiere decir
AQUEL, SAVITUR ya he dicho que es el Centro de los
sistemas solares, VAREMYAM quiere decir “Abrázame”;
ese abrazo no significa que nosotros queramos abra-
zarlo a ÉL; el mantram dice: “Que el Centro de los
sistemas solares y su luz brillante me abracen”, porque
es más fácil que nos abrace ÉL a nosotros que noso-
tros a ÉL, ¿no? A diario el Sol nos abraza con su luz y
le resulta muy fácil abrazarnos, pero si nosotros que-
remos abrazarlo a ÉL, nunca lo conseguiremos. En la
Sabiduría Eterna siempre suceden las cosas de arriba a
abajo; no es el sendero de Hatha Yoga, en el que in-
tentamos elevarnos de abajo hacia arriba. ¿Cómo po-
demos elevarnos hasta el Sol? El Sol puede bajar a este
planeta, pero nosotros no tenemos aún capacidad para
subir hasta él. Lo que queremos decir es que el planeta
Sol nos trae la Luz que procede del Centro SAVITUR.
La trae todos los días por la mañana y se queda con
nosotros hasta la tarde en que se va a otras partes del
Planeta, porque sin hacer distinción se mueve para dar
Luz a todo el Planeta. Entonces, cada amanecer es una
117
oportunidad fantástica para abrazarlo cuando ÉL nos
está abrazando. Lo que estamos pidiendo es que el
contenido de la Luz del Sol nos abrace. En las horas
del amanecer, cuando la Luz está saliendo, antes de
que el globo solar asome en el horizonte, vemos que la
Luz se va extendiendo. Pues en ese momento preciso
es cuando le estamos pidiendo: “¡Por favor, inclúyeme
contigo!”. Y si al hacerlo cerramos los ojos, los rayos
vendrán y abrazarán a nuestro ser por completo. ¿Sa-
béis lo que pasa entonces? Que nos volvemos tan ilu-
minados como la misma luz del Sol. Es una ducha de
sol, toda una ducha completa de la cabeza a los pies.
El Maestro al que llamamos VISVAMITRA aconsejó que
nos ducháramos tres veces al día, una al amanecer,
otra al mediodía y otra al atardecer, de manera que
estemos en forma para entrar en las horas de la oscu-
ridad y para que incluso cuando no haya luz solar,
podamos tener suficiente luz en nosotros para pasar
los períodos oscuros. En la vida hay ciclos en los que
tenemos luz y oscuridad, de la misma manera que cada
día tenemos luz y oscuridad. En un ciclo más grande
llamado vida, tenemos períodos de brillo y períodos de
oscuridad. El brillo que hemos invocado en nosotros a
través del mantram nos ayuda a atravesar los ciclos
oscuros. Esta es la protección. Además, nos da la di-
rección o guía oportuna en la oscuridad. “Meditamos
sobre el Centro del Fuego Cósmico o Deva de los
Cuerpos de Fuego para que la Luz del Sol nos abrace”.
Entonces, ¿qué suede? DHIYO YONAH PRACHODAYAT.
Quiere decir que cuando meditamos sobre este Centro
Cósmico que es el Deva de los Bhargos, viene el con-
tenido del Sol y nos abraza. Entonces, ¿sabéis lo que
ocurre? “Que nuestra Voluntad se despierta”; éste es el
significado de la tercera línea. DHIA es la Voluntad, es
la voluntad de discernir que cada uno de nosotros
tiene y que en la terminología espiritual se llama
BUDDHI. Así pues, el Buddhi se despierta y esto quiere
decir que nos convertimos en BUDDHAS, porque,
¿quién es un BUDDHA? BUDDHA es aquel que vive en
el Plano Búdico de consciencia. Todos nosotros so-
mos seres humanos porque vivimos en el nivel mental
de consciencia, ¿no? Somos mentales... y llevamos a
cabo nuestra actividad de la vida con la mente, pero
estamos también haciendo lo posible para entrar en el
Plano Búdico. Todos los métodos espirituales que
llevamos a cabo tienen como fin último cambiarnos
del Plano de la Mente al Plano Búdico. Ayer os hablé
del yo inferior y del yo superior. Se trata, pues, de
cambiar del inferior al superior, es la entrada en los
reinos de la Luz; eso es lo que quiere decir el mantram.
119
tiene también al Plano Emocional, el Plano Mental, el
Plano Búdico, el Amor, el Alma y el Espíritu. Me ima-
gino que todos vosotros conocéis estos planos. El Es-
píritu es Dios en nosotros, el Alma es lo que somos, el
Amor y el Buddhi o Sabiduría son los dos lugartenientes
por los que podemos experimentar el Universo y luego
el Mental, Vital y Físico son los vehículos a través de los
cuales llevamos a cabo la experiencia. Entonces, la
Evolución se produce del reino mineral al vegetal, del
vegetal al animal y del animal al humano. Todos sabe-
mos la teoría de que cuando un animal doméstico em-
pieza a adquirir memoria, poco a poco va entrando en
el reino humano. Únicamente cuando estamos en el
estado animal existe el sentimiento. Los animales tie-
nen sentimientos, pero no han desarrollado todavía un
sistema de memoria. Imaginaos que alguien entra aquí
y le decimos: “Nos estás molestando en mitad de la
reunión”, él se acordará y no volverá a venir, pero eso
no pasa con un animal. Si le decirnos a alguien que no
haga algo y luego se olvida y lo hace, entonces pensa-
mos: “Este hombre parece un animal”, ¿no?, ¿por
qué? Porque su sistema de memoria no está muy des-
arrollado. Entonces, cuando este sistema se desarrolla,
pasamos al cuarto reino que es el reino humano, en el
que la memoria recuerda los sitios en que ha vivido en
reencarnaciones anteriores y desarrolla vibraciones
suficientes como para invocar al Alma. Así es como se
ha formado el hombre. Para más detalles, leed las Car-
tas sobre Meditación Ocultista del Maestro Tibetano. Lo
que sucede es que crecemos hasta llegar al Plano Men-
tal. Cada uno de estos siete planos está compuesto de
siete subplanos y son 49 planos en total, 7 x 7. La luz
viene desde arriba y hay siete subplanos en el Plano
Mental. Cuando a través de nuestro poder mental de
memoria vibramos lo suficiente, el Espíritu desciende
hasta el tercer subplano del Plano Mental, pero no
desciende más abajo porque la materia es muy densa
para que pueda descender. (Fig. 8)
125
comiéramos porque no podríamos gustarlo. Luego,
tenemos el fuego y su luz, relacionado con la vista; el
aire, relacionado con el tacto, y el espacio, relacionado
con el sonido.
LA TERCERA ESTRELLA: OÍDO, PIEL, OJO, LEN-
GUA, NARIZ. ¿Cómo podemos oír el sonido? Por el
oído. ¿Y cómo podemos percibir el aire? Por la piel.
¿Y cómo podemos ver la luz o el fuego? Por el ojo.
Podemos tener la sensación del gusto a través de la
lengua, y para oler utilizamos la nariz.
LA CUARTA ESTRELLA: MANOS, PIERNAS, HABLA,
LOS DOS CANALES DE EXCRECIÓN, uno para las aguas y
otro para la materia. Todos juntos forman los 20 ele-
mentos que constituyen el fondo para los otros 4 ele-
mentos, el fondo en el que los 4 jinetes se mueven por
el mundo. Tenemos el jinete rojo, el jinete blanco, el
negro y el bayo (blanco amarillento); a vosotros os
toca ahora buscar la correspondencia. Estos son los 20
elementos básicos con los cuales los 4 jinetes actúan
en nosotros. Para dar gusto a mi mujer voy a dar los
nombres sánscritos de estos 4 jinetes, porque tengo
miedo de que cuando volvamos a India no habrá otra
oportunidad de que vuelva a escucharme… Por eso
aprovecharé la oportunidad. El primero, el “Espacio”,
se llama VASUDEVA, el segundo, el “Sonido”, se llama
SANKARSHANA, el tercero se llama PRADYUMNA y el
cuarto ANNIRUDHA. Cuando invocamos los Sesenta
Nombres del Señor, estos cuatro nombres ocupan la
parte central de este himno; por qué y cómo están allí,
nadie lo sabe. Nosotros decimos: “VASUDEVAYA NA-
MAHA; SANKARSHANAYA NAMAHA; PRADYUMNAYA
NAMAHA; ANNIRUDHAYA NAMAHA”, que quiere decir:
“Me inclino ante el Espíritu en mí, saludo al Alma,
saludo a la Sabiduría y saludo también a mi conducta
que me complica la vida”. Estos son los cuatro jinetes
en uno. De hecho, se trata de un solo Jinete que tiene
cuatro partes. (Fig. 11)
129
¿cuál es el próximo paso? La Luna Nueva, ¿no?, por-
que para que haya una Luna Llena tiene que haber
necesariamente en medio una Luna Nueva. Cada vez
que se recoge una cosecha de grano en el campo, las
cosas no se acaban ahí..., esa cosecha está en función
de la cosecha del año o ciclo siguiente; si no hubiera
una primera cosecha, no podría haber una segunda.
Los Hijos de la Oscuridad, pues, trabajan para proveer
nuevos ciclos para poder tener nueva experiencia. Es-
tas energías (las segundas) las podemos experimentar a
través de la Luna Nueva, mientras que las primeras las
podemos experimentar a través de la Luna Llena. Esto
es un aspecto del número 24.
131
360 x 12, llegamos a los números cuatro, tres, dos,
4.320. Pitágoras dice que los números 3, 6 y 9 son
números cíclicos. Si somos capaces de entender el
simbolismo de estos tres números, entenderemos los
ciclos del tiempo. Pitágoras dice además, que 2, 4 y 8
son los números femeninos. ¿Por qué? Porque son los
números de la receptividad. Luego están los números
1, 5 y 7 que son los números masculinos. Quedaos con
ello a título de información, y otra vez que nos encon-
tremos entraremos más profundamente en ello. El
número 24 tiene muchísimas potencialidades; contiene
al 12, contiene al 8, al 6, al 3, al 4, al 2 y al 1. Hay una
gran ciencia referente a ello. Os he dado solamente un
vislumbre para que os podáis imaginar la magnitud del
Mantram y de por qué tiene tantas manos, tantos colo-
res, tantas armas y también una calavera en su manos.
Intentaremos entender esto por la tarde. Gracias.
133
El color de Gayatri
Si miramos la fotografía, encontramos que tiene 5
caras, y el Himno habla de 6 caras. La sexta cara es la
cara de CHAYA; así es como la llaman. Chaya quiere
decir “sombra”. Hay 5 caras, y la sexta cara es el Tras-
fondo, y en esa Conciencia de Fondo visualizaron la
manifestación o aparición de 5 colores. El orden en
que nos dieron estos colores es el siguiente:
135
Luz Solar, y en ese orden describe el Himno los colo-
res, como ya dije al principio. A diferencia del sistema
que tiene 7 colores, este Himno que describe a Gayatri
añade dos colores más como fondo. En total tenemos
9 colores: 2 colores a los lados y 7 en medio; pero es-
tos 9 colores están en el Trasfondo que llamamos
CHAYA o Sombra. Así es como concibieron 10 colo-
res, que son: La Consciencia de Fondo, el Principio
Solar, el Principio Lunar y más tarde la Trinidad –la
Trinidad viene por tanto después–. La Trinidad se
compone de rojo, amarillo dorado y azul. Así fueron
visualizados los colores de Gayatri. Así es como tene-
mos las 5 caras (que vemos en la fotografía), que con-
tienen 9 colores, y la sexta cara, que no se ve, es el
Trasfondo sobre el que todo se manifiesta. Este es el
aspecto del color de Gayatri.
La forma de Gayatri
El Himno de Gayatri describe que tiene 3 ojos en
cada cara. Tenemos 5 caras visibles y cada cara tiene 3
ojos. La ciencia de los triángulos es muy extensa, pero
por ahora diré que los 3 ojos representan el presente,
el pasado y el futuro. El presente es el Tercer Ojo, y
tenemos 2 ojos más. Ayer dije en la clase cómo instin-
tivamente nos vamos al pasado o al futuro y cómo se
nos escapa el presente. Cuando “aprendemos a vivir
continuamente en el presente”, entonces se abre el
Tercer Ojo. Así es como por medio de la meditación
se abre el Tercer Ojo.
137
Luna Llena con 14 fases que son los 14 MANUS. Te-
nemos además los MANVANTARAS que se nos descri-
ben en la clave del Tiempo. Así, los 15 ojos de la Ma-
dre se describen en un solo concepto.
139
Gayatri tiene además en sus manos dos armas más;
una es el Látigo, que sirve para ocuparse de los que no
se comportan bien con la Creación. Esa tendencia
existe en nosotros y el Látigo también existe en noso-
tros. Las energías que desequilibran nuestro sistema
están dentro de nosotros y el Látigo que castiga la ma-
la conducta está también dentro de nosotros e igual-
mente está en el Universo. Supongamos que hoy hay
una buena comida india, muy bien preparada en el
restaurante y yo como más de la cuenta… ¿Qué pasa
entonces? Comer por demás es una mala conducta mía
y esta mala conducta se rectifica mediante el Látigo en
forma de un buen dolor de estómago, ¿no? Cuando
comemos más de la cuenta, sentimos el efecto inme-
diatamente y entonces empezaremos a decirnos: “No
debería haber comido tanto”. Siempre que nos com-
portamos mal, la naturaleza nos pone en nuestro sitio
mediante una lección sobre esa mala conducta. Si abu-
so demasiado de una cosa, estoy llamando al Látigo.
Suponed que abusamos mucho de hablar –porque nos
han dado la lengua y la capacidad de hablar– y enton-
ces hablo más de lo necesario... Entonces estoy lla-
mando a voces a los problemas. Descuidadamente
puedo hacer una afirmación que puede tener conse-
cuencias terribles y mirando en retrospectiva me doy
cuenta de que no debía haber hablado tanto, sino solo
lo que era necesario... En todo aspecto donde se hace
por demás o por de menos, el Látigo de la Madre fun-
ciona automáticamente, para que de nuevo sintonice-
mos con el sistema. El Látigo representa el Poder de la
Madre para rectificar nuestros excesos y deficiencias.
El Látigo es uno de los elementos más importantes
que encontramos en cualquier divinidad hindú. Se dice
que Siva tiene siempre el arco y la flecha preparados, y
cuando se obra de más o de menos, la flecha se dispa-
ra sola, queriendo decir que cuando no actuamos con
equilibrio, nos trae consecuencias y las consecuencias
nos enseñan entonces la lección. Por eso este Látigo se
suele colocar simbólicamente en todas las formas que
representan a las divinidades hindúes.
141
de ninguna de estas tres cosas. Por eso, durante el pe-
ríodo de Saturno nos vemos expuestos ante estos tres
aspectos en nuestra vida, pero nos cuesta muchísimo
trabajo aceptar el retraso, el disgusto y la decepción;
esa es precisamente la limitación que tenemos en no-
sotros. Por consiguiente, Saturno nos enseña que no
hay cosas tales como RETRASO, DISGUSTO Y DECEP-
CIÓN, y que si sufrimos es porque nos estructuramos
con ciertas esperanzas de que ocurra algo que desea-
mos, que luego no sucede. Saturno nos enseña una
especie de disciplina en la que hacemos las cosas sin
esperar demasiado. En ese momento es cuando el
Principio de Saturno nos ayuda a evolucionar.
143
Una vez que hemos completado nuestra evolución
con Mercurio, es cuando ya entramos en el Sol, o sea,
en el Conocimiento Puro o la Experiencia Pura, que es
blanca. Más tarde podemos ir de este Sistema Solar a
otro Sistema Solar o podemos volver como LUZ al
planeta Tierra, pero la puerta para todo esto está siem-
pre aquí, en Saturno. Él es el Gran Maestro que reúne
a los Seres para que evolucionen y por eso la Madre lo
tiene en la mano, y no a Venus, a Mercurio o al Sol.
Saturno es más importante para la Creación, porque es
el que disciplina. Toda la actividad del séptimo rayo
consiste primero en darnos cuenta de él, de manera
que desarrollemos las vibraciones de Júpiter. Esta es,
pues, la importancia de este signo que está en la mano
de la Madre, que se llama ANKUSHA. Ankusha es el
instrumento que se utiliza para que un elefante se
mueva. Tenemos el mango arriba, y si el elefante es
perezoso, se le da un pinchacito, que es lo que Saturno
hace con todos nosotros... Entonces nos despertamos
y nos reajustamos, nos volvemos a orientar y reestruc-
turamos nuestras energías.
145
tranquilo, yo quiero venirme a vivir aquí, tengo una
posibilidad de venirme aquí; es muy posible que me
den el traslado pronto”. Pero el Maestro le decía: “¿Es
que no te gusta Madrás?”. “¡No!”, decía el discípulo,
“porque está atestado de coches y máquinas". Y el
Maestro decía: “¡Vaya, vaya!”, y no le concedieron el
traslado. Entonces, cada año, en la fecha del Día de la
Llamada de Mayo (May Call Day), el discípulo venía a
ver al Maestro para vivir en comunión y entonces el
Maestro le preguntaba: “¿Qué ha pasado con tu trasla-
do, dime?”. Y él respondía: “Estoy todavía esperándo-
lo, Maestro”, y el Maestro le dijo otra vez: “¡Vaya, va-
ya!”. Por segundo año volvió a venir y recibió la mis-
ma respuesta; el Maestro le volvió a decir: “¡Vaya, va-
ya!”. Al cabo de cuatro años, el Maestro le volvió a
preguntar: “¿Qué ha pasado con tu dichoso traslado,
es que no te lo van a conceder?”. Entonces el discípu-
lo dijo: “¡Bueno, ya me he hecho a la idea de vivir en la
ciudad, me ha empezado a gustar Madrás!”. El Maes-
tro le dijo: “¡Vaya, vaya!”. Y nada más volver a casa le
concedieron el traslado. Así es como el efecto de Sa-
turno actúa en nosotros... Cuando deseamos algo, Él
nos lo retira y cuando ya no nos preocupamos por
tenerlo, Él nos lo da todo. Este es un secreto de la
Naturaleza. Si corremos detrás del dinero, el dinero
nos hace correr, y cuando no vamos detrás de él y
además empezamos a dar lo poco que tenemos, toda
la riqueza del mundo se nos pone a nuestra disposi-
ción. Tales secretos de la Naturaleza sólo nos los pue-
de enseñar Saturno. Aprenderemos más sobre Saturno
mañana. De momento tengamos siempre presente que
la Madre tiene a Saturno en sus manos.
147
hecho carne y hueso. Esto mismo es lo que se dice en
la Biblia cuando se afirma que “El Verbo (la Palabra)
se hizo carne”; se trata del descenso de las energías
sutiles al plano más denso. Todos estos diversos pla-
nos se elaboran según el Plan concebido en el Plano
Superior. La formación de los sistemas solares, el mo-
vimiento de los planetas, los ciclos de los años y las
estaciones, las lunaciones, los 24 elementos de los que
hablamos por la mañana y su funcionamiento, está
todo en el Plan y todo funciona según ese Plan.
149
to. Por ejemplo, ¡basta con que lo levante una sola vez,
un poquito nada más, para que se origine una Guerra
Mundial! Así reajusta todo nuevamente. Es el aspecto
de Poder de la Madre, por el que hace un reajuste de
Energías en el Planeta y en el Sistema Solar. Cuando
tiene que producirse la disolución total, levanta el Ce-
tro totalmente, diciendo: “¡Basta, basta...!”, y cuando
quiere de nuevo la Creación, lo baja. Cuando está hacia
abajo, se trata del proceso de manifestación del Poder
para que se origine la objetividad, y cuando no tiene
que ser así, lo levanta. Así es la octava mano.
151
ello estamos reajustando nuestras energías para que
sintonicen con el sistema natural y por consiguiente se
produce la Plenitud en nosotros. La Plenitud es una
experiencia continua de la presencia del Señor, sin
tiempo ni lugar, sin forma ni nombre. Así es como el
Mantram nos bendice con su beneficio. Este Mantram
se canta constantemente en los Ashrams de los Hima-
layas a diario tres veces: al amanecer, al mediodía y al
atardecer. Entonces, puesto que nosotros cantamos
también este Mantram, dejémonos llevar más cerca de
la Madre cantando el Mantram como se debe.
Cómo meditar en Gayatri
Diré ahora dos o tres cosas para darnos cuenta ca-
bal de este Mantram. Hay dos o tres instrucciones para
meditar acerca de Gayatri.
153
del magnetofón, no hay nadie dentro de él que lo esté
escuchando. Si pronunciamos sin escucharlo, somos
tan buenos o tan malos como el magnetofón. La ruti-
na mecánica al pronunciar el Mantram no nos da la
necesaria Iluminación. La Iluminación se hace posible
solo cuando escuchamos lo que decimos. Cada sílaba
pronunciada ha de ser escuchada. Si escuchamos así el
Mantram, consciente y completamente, los Maestros
dicen: “Con diez veces que se pronuncie es suficien-
te”. Pero nosotros lo pronunciamos muchas veces
mecánicamente, y entonces, cuando la repetición es
mecánica, el circuito no es completo. ¡Que seamos
conscientes de lo que decimos cuando pronunciemos
el Mantram de Gayatri! Solo entonces nos daremos
cuenta de lo que quiere decir.
155
palabra. Si aprendemos a hacerlo, hemos ganado ya
más del sesenta por ciento en ocultismo.
157
EL MAESTRO CVV Y LA ENERGÍA DE
SÍNTESIS
Como todos sabemos, hoy es el 29 de mayo. Hace
79 años en este día, un Maestro al que conocemos por
el nombre de Maestro CVV distribuyó las Energías de
Síntesis al Planeta, y de ahí la importancia de este día.
Es su promesa que cada 29 de mayo estas Energías
serán distribuidas por el Planeta para sintetizar la vida
en él, y mediante ello acelerar la evolución de todos los
seres del Planeta.
159
método ha cambiado y ahora es la Espiritualidad la
que nos está buscando e intentando incluirnos en ella;
es como ayer dijimos en la clase de Gayatri: es el con-
tenido de la Luz del Sol que nos abraza, en vez de
abrazarlo nosotros a Él.
161
que hacemos aleaciones de los metales y usamos meta-
les muy ligeros. Se trata de la evolución del reino mi-
neral debido a las Energías que visitaron el Planeta. El
latón y el cobre se han dejado de lado y han sido susti-
tuidos por objetos de cristal y de plástico, y ahora
también de acero inoxidable. Si os dais cuenta, se trata
de hacer más ligero todo aspecto de la vida en el Pla-
neta; incluso si tenéis en cuenta la ropa, el hombre se
ha dado cuenta de que debe usar ropa más ligera, pero
tan útil como antes, y podemos llegar al extremo de
guardar una camisa en una caja de cerillas, porque la
clave de esta Era es “ser ligero”, pues tenemos que
estar preparados para volar en el próximo siglo, ¿y
cómo podremos hacerlo si somos muy pesados? En
todos los aspectos nos estamos haciendo más ligeros,
incluso nuestras costumbres de comer han cambiado.
Si pensáis en vuestros padres y en vosotros, veréis que
la cantidad de comida que comemos es mucho menor,
y si consideramos a nuestros hijos, todavía comen la
mitad de lo que comíamos a su edad. El vegetarianis-
mo crece más en el Planeta. ¿Sabéis el secreto de ser
vegetariano? Como estudiantes de ocultismo entende-
mos que la comida vegetariana mantiene nuestro cuer-
po ligero; este es un aspecto de la verdad; el otro es
que las Energías saben cuál es la comida mejor para la
vida en el Planeta. Tanto los animales como los seres
humanos dependen del reino vegetal. Estas Energías a
las que llamamos el Maestro, nada más entrar en el
Planeta en 1910, empezaron a tomar su hábitat en el
reino vegetal y en los jugos que recibimos de las plan-
tas. ¿Quiénes son los que los reciben? Los recibe el
reino animal y el reino humano, y así se transforman
en energía. En cada hoja, fruto o vegetal, hay un con-
tenido de agua que es el aspecto vital de la planta, y
este aspecto vital de la planta fue sometido a un cam-
bio debido a estas Energías. Los que de entre vosotros
hayan leído La Doctrina Secreta podrán saber que hay
una actividad inteligente que se llama Marisha –es el
“contenido jugoso del reino vegetal”– que ha sido
expuesta a un cambio por las Nuevas Energías; de ahí
que los reinos animal y humano se hayan sometido a
una evolución más rápida debido a estas Energías que
pasan a través del reino vegetal a los reinos animal y
humano. Estas Energías han tomado raíz en el Plane-
ta, y para acelerar la evolución desde todos los ángu-
los, nos llegaron a través de una clave de sonido y se
conocen como las Energías de Acuario.
163
vivir en este pueblo que tiene muchas energías de
Acuario. Igual que Buddha, cuando tenía cinco años
fue iniciado en el Sacramento del Upanayana, y cuan-
do tenía dieciocho años se había leído ya y entendido
todas las Escrituras Védicas. Leyó y entendió los cua-
tro Vedas, los 18 Puranas y además sabía ya inglés. Era
muy rápido en hacerse con la Sabiduría; de manera que
sabía sánscrito, inglés, telugu y aprendió la lengua lo-
cal, el tamil; son las cuatro lenguas que sabía ya cuando
tenía dieciocho años, mientras estaba esperando que
estas Energías descendieran. Desde los 18 años hasta
los 42, es decir, un período de 24 años, el ciclo de Ga-
yatri, vivió una vida muy espléndida. Era amigo de los
rajás locales, de los terratenientes locales, buen amigo
de todos los intelectuales, y distribuía la Sabiduría de
Síntesis de los Vedas a todos los que venían a Él. Or-
ganizaba reuniones frecuentes, y distribuía sabiduría y
comida con generosidad y estaba esperando el tiempo
apropiado para recibir estas Energías –que era la fina-
lidad de su vida–, y mientras tanto llevaba a cabo una
gran actividad vital con gran esplendor. Hizo muchos
negocios durante este período y era uno de los hom-
bres más importantes de su región; era tan importante
que le hicieron alcalde, y los rajás y gente importante
lo visitaban por razones misteriosas. Tenía un magne-
tismo de Amor tal que la gente se reunía entorno a Él
sin razón aparente. Y en el año 1910, cuando las Nue-
vas Energías vinieron a través del Cometa Halley, su
cola tocó la Tierra y en esas horas de la medianoche, el
pueblo entero de Kumbhakonam pudo presenciar un
rayo que caía sobre la casa del Maestro, y la gente
pensó que al ser tan grande, podía haber destruido la
casa, pero vieron que no; la casa estaba intacta. Enton-
ces corrieron hacia ella para ver lo que había pasado a
la gente que estaba dentro, pero la familia estaba dur-
miendo profundamente, y el Maestro estaba en la
habitación de delante en meditación completa y emitía
una luz blanca brillante. Esperaron un poco, pero el
Maestro estaba en meditación total y no pudieron
hablarle; se volvieron a sus casas y esperaron para pre-
guntar al día siguiente. Al día siguiente volvieron para
preguntar al Maestro lo que había pasado, y Él les dijo:
“El sentido de mi vida empieza ahora; la noche pasada
recibí unas Energías para el Planeta, y he sido instrui-
do para que las difunda a la Humanidad. Las Energías
encontrarán su camino hacia el Planeta, y a mí me han
llamado para que coopere también con el Plan, pero
primero tengo que hacerme familiar con estas Ener-
gías, y una vez que las conozca bien y conozca el Plan
que tienen, me encargaré de que todos vosotros las
recibáis a través de mí, porque estas Energías son de-
masiado potentes y la constitución de los cuerpos
humanos actuales no está preparada para recibirlas.
Entonces han de ser reguladas y canalizadas apropia-
damente; por eso necesito un tiempo para conocer
estas Energías, y una vez que me sienta a gusto con
ellas, las distribuiré a todos vosotros y a partir de en-
tonces vosotros podréis también disfrutar de ellas,
porque estas Energías no han venido para mí, sino
165
para la Humanidad entera, encontrarán su expresión
propia; pero dado que las Energías me han elegido a
mí como canal para distribuirlas, tengo la responsabili-
dad de canalizarlas”.
167
no se debe solo al Sol; es una mezcla de las energías
que vienen de los otros planetas también, y cuando
vemos dónde están estos planetas en nuestros horós-
copos, podemos ver también cómo estamos afectados
por ellos; vemos que hay ciertas cuadraturas, ciertas
oposiciones, conjunciones…, y la gente dirá: “Estás
pasando un tiempo desfavorable, tienes que esperar a
que tengas un período más favorable”. De la misma
manera, las energías que venían a este Planeta desde
otros planetas no venían de una manera armónica;
entonces el Maestro se propuso rectificarlas y entraba
frecuentemente en éxtasis, y cuando salía de él, al cabo
de dos o tres días, y volvía a su cuerpo físico, bebía de
cinco a seis litros de leche de manteca; eran costum-
bres muy particulares. Entonces sus amigos le pregun-
taban: “¿Qué es lo que haces cuando estás en trance?”.
Y Él les decía: “Estoy telefoneando a los otros plane-
tas y estoy ocupado con llamadas de larga distancia.
He sabido que el problema de este Planeta es que las
energías que vienen procedentes del planeta Saturno y
Venus no son muy armoniosas; por eso estoy telefo-
neándoles y hablándoles”. Es como si yo hablara des-
de India a Copenhague y le dijera a Heinrich: “La cir-
cular del mes todavía no ha salido”. Así hablaba Él
con los planetas, y entonces la gente que le preguntaba
le decía: “Pero tú estás loco al hacer eso”. Él les decía:
“Sí, es una especie de locura. Hablo con los planetas
por teléfono y los planetas se comunican con este Pla-
neta por telegrama”. Entonces, si sabéis la diferencia
entre el telégrafo y el teléfono, entonces podremos en-
tender por qué el Maestro decía estas cosas. Decía:
“Trabajo con los planetas por teléfono y los planetas
trabajan conmigo, cuando estoy en este Planeta, por
telegrama”. También decía: “He venido a poner en
orden al planeta Saturno y también algunos aspectos de
Venus”. Estas son algunas de las afirmaciones místicas
que hizo, y nos dio muchos mantrams místicos.
169
decir, en Occidente), pero más tarde volverá a voso-
tros y os despertará. Seguiré dando mantrams según
me vayan viniendo”. Y dio mantrams tales como DIP
DEEP, Sumérgete profundo; AXIS ARRANGED HOURS,
Horas sincronizadas con el eje; TRUTH LEVELS, Nive-
les de verdad; TIME EXPAND, Tiempo, expándete;
ELECTRIC HINT, Estímulo eléctrico; PITUITARY HINT,
Estímulo pituitario, MILLER FORM CENTRE, Fresadora
forma el centro; MEET CENTRES, Reunid los centros,
etc. Pero ¿qué son todas estas cosas...? Están cargadas
de la Nueva Energía. Entonces Él siguió haciendo las
cosas a su manera, y tened en cuenta que cuando tenía
21 años se hizo miembro de la Sociedad Teosófica y
siguió siendo miembro durante toda su vida. Según el
Maestro, al “manipular” las Nuevas Energías tuvo la
cooperación de H. P. Blavatsky. Llevó a cabo muchos
experimentos, pues, y nos dio estas Energías mediante
una clave de sonido. Dio unas pocas reglas para recibir
y asimilar estas Energías, y dijo que podíamos invocar
estas Energías durante las “Horas sincronizadas con el
eje”, AXIS ARRANGED HOURS. ¿Qué quiere decir
“Horas sincronizadas con el eje”?1 (Fig. 12)
173
detrás de Él para que el Maestro se acordara de su
problema, pero el Maestro se fue con un grupo de
gente a otra ciudad cercana; entonces ya estaba que no
sabía qué hacer. Esperó hasta las tres de la tarde –el
correo lo recogen a las cinco–, entonces tomó una
decisión propia: envió la carta y volvió otra vez al lugar
donde se meditaba a las seis. El Maestro llegó un cuar-
to de hora antes de las seis, lo llamó y le dijo: “¿Qué
has decidido?”. El discípulo le dijo: “Esperaba tu deci-
sión, pero como no me has dicho nada, pues decidí yo
mismo”. El Maestro entonces le dijo: “Yo quiero que
tú mismo decidas; no quiero discípulos que tengan que
depender”. Cada día, por la mañana y por la tarde,
“YO” me expando en ti, y la decisión que has tomado
es la decisión que “YO” he tomado: “YO SOY” en to-
dos vosotros; entonces, cuando tomáis una decisión,
es “MI” decisión. Entended que en cada uno de voso-
tros funcionaré desde dentro y entended que el “MAES-
TRO” existe sólo en vosotros, no afuera. Este es el
método nuevo, por el que os hacéis independientes y
autosuficientes y tengo en vosotros el Centro. No
quiero discípulos que sean la circunferencia y me colo-
quen a mí en el centro de ella". Alrededor de todo
Maestro siempre están los discípulos que lo rodean y
siempre quieren mirar al Maestro que está afuera para
que los guíe. El Maestro al que llamamos CVV dijo que
nada más que hemos pronunciado el mantram NAMAS-
KARAMS MASTER, se establece un Centro en nosotros;
quiere decir que el Centro que ya existe en nosotros se
despierta; entonces nosotros mismos somos el Centro y
desde el interior de este Centro recibiremos la respuesta
para todo. El Maestro dio un mantram que decía: “Cen-
tro en todos los lados, circunferencia en ningún sitio”.
Toda la Creación está llena del YO SOY y YO SOY es el
centro de TODO. Pero si vemos otra cosa que el YO
SOY, encontraremos otras cosas diferentes del Centro.
Solía también decir: “La Humanidad futura verá el
Centro en Todo y no habrá circunferencia. Así es co-
mo ‘YO’ actúo a través de cada uno de vosotros, y
desde dentro Me desplegaré y en ese proceso apren-
deréis todas las ramas del conocimiento y no tendréis
que llevar a cabo nada por vosotros mismos. Si sois
capaces de trabajar y llegar al Estado de Consciencia
Pura, ¿para qué necesitáis un Maestro? ‘YO’ estoy aquí
para llevar eso a cabo desde dentro de vosotros”. Así
es como daba confianza cuando daba sus mantrams, y
afirmaba también: “Se trata del descenso directo del
MAESTRO UNO y el Guía permanece dentro de voso-
tros; no tenéis que fijar la mirada en las Montañas
Azules o en Kumbhakonam o en los Himalayas, ni
siquiera en ningún Centro Espiritual. ¿Por qué miráis
hacia los centros espirituales cuando tenéis un Centro
en vosotros, si sabéis que los centros exteriores se
pueden alcanzar por medio de vuestro Centro? Podéis
visitar todos los Ashrams del Planeta si os retiráis a
vuestro propio Centro”. Así que no se trata del movi-
miento físico en el Ashram...
175
Así es como propuso tantos conceptos nuevos,
que eran verdaderamente nuevos en Oriente. Eso es
en lo que se refiere a la primera regla, la meditación a
las seis de la mañana y a las seis de la tarde. Dijo tam-
bién: “Cuando invoquéis estas Energías, puesto que
son nuevas, es probable que os causen alguna moles-
tia, pero entended que la enfermedad o la molestia es
sólo un proceso de reconstrucción. De la misma ma-
nera, os puede causar algún problema en vuestra pro-
fesión. En todo aspecto de vuestra personalidad en
donde hay que hacer ajustes, el MAESTRO se encargará
de hacerlos. Entended que son ajustes que provienen
del MAESTRO y no os sintáis mal. Si adoptáis una acti-
tud muy irritada, la Energía estimulará más esa irrita-
ción –es una especie de procedimiento homeopático–;
el estímulo de la Energía se ocupará de que la irrita-
ción desaparezca. Es decir: la irritación desaparece de
la persona que queda libre así de esa energía negativa”.
Había una persona que vivía a 200 millas de este pue-
blo de Kumbhakonam que se irritaba con mucha faci-
lidad y se daba cuenta de que su irritación le producía
problemas en su vida familiar, laboral y social, y cada
vez que se enfadaba decía cosas que herían a los otros,
por eso tenía que afrontar muchos problemas que se
derivaban de su manera de hablar irresponsable. Esta-
ba preocupado y se decía: “¿Cómo me podré quitar de
encima esto?”. Lo intentó de muchas maneras. (El año
pasado os conté la historia del mono. A la gente que
quería meditar, el Maestro les dijo: “No recordéis al
mono” pero lo que nos pasa cuando nos dan semejan-
te instrucción es que nos acordamos más todavía).
Entonces el intento por deshacerse de este enfado no
daba resultados, y se trataba de una persona muy orto-
doxa, que veneraba al Señor a diario para liberarse de
este problema, pero no era capaz de conseguirlo. De
15 minutos que solía venerar al Señor, lo aumentó a 3
horas para quitarse del medio esta irritación. Es decir:
la idea de irritación aumentó también diariamente 3
horas, y cada vez se enfadaba más. Entonces, un ami-
go pasó por allí y le dijo: “Conozco a un Maestro, es
mejor que vayas a verlo. Él te ayudará”. Entonces dijo:
“Bueno, vamos a ver”, –ya sabéis que los brahmines
ortodoxos en India tienen muchas reglas referentes a
la pureza–. Entonces se preparó muy bien antes de ir a
ver al Maestro. Fue al pueblo del Maestro y se enteró
de que no estaba allí, la gente le dijo: “Se ha ido a
Madrás; está viviendo con su hija allí, pero si quieres te
podemos dar su dirección”. Entonces él cogió la di-
rección y preguntó a la gente de allí acerca del Maestro
y se enteró de que el Maestro se había quitado por
algún tiempo el cordón que llevan los brahmanes –lo
cual es una gran ofensa según nuestra tradición– y
además se había afeitado la cabeza, pero se había deja-
do el bigote, que tampoco está de acuerdo con nuestra
tradición. Entonces le dijeron, pues, cosas de este tipo
y este brahmín ortodoxo tenía sus dudas acerca de ver
a un Maestro así o no, pero se dijo: “Ya que he venido
desde tan lejos, iré a verlo”. Se fue a Madrás, bajó del
tren, y cuando iba andando hacia la casa del Maestro,
177
le surgió una duda muy grande: “¿De verdad tengo
necesidad de ir a ver a este Maestro o no?”. De repen-
te, se encontró andando a su lado a un loco que habla-
ba consigo mismo; el loco hablaba solo y decía:
“¿Estás tan loco como para dejar el viaje a mitad de
camino? ¡No seas niño!”. Eso se lo decía a sí mismo el
loco, pero era un mensaje para este brahmín ortodoxo.
Entonces, de pronto pensó: “Tengo que ir y encontrar
a este Maestro”. Cuando llegó a la casa y dijo que ha-
bía venido a ver al Maestro, su hija le contestó: “Está
en el patio trasero, ¡se lo diré!”. Entonces fue y se lo
dijo, y volvió para decirle a este brahmín –que ya esta-
ba muy enfadado–: “Puede entrar, está allí”. “¡No,
no!”, dijo el brahmín. “Primero voy a ducharme y lue-
go me encontraré con Él”. La hija preparó todo para la
ducha, y el brahmín, después de ducharse, fue al patio
trasero. El Maestro estaba con un barbero allí que le
estaba afeitando la cabeza. Entonces el Maestro le dijo:
“¡Hola!”, pero el brahmín dijo: “Primero acaba de
afeitarte la cabeza y luego hablaremos; cuando estemos
en tu sala de meditación, entonces hablaremos”. Pero
el Maestro le dijo: “¡No, no hace falta, puedes hablar
aquí mismo!”. Pero él volvía a decir: “¡No, no, que te
estás afeitando la cabeza y luego tienes que ducharte!”.
Pero el Maestro le repetía: “No es necesario; puedes
hablarme”. Entonces le explicó: “Mira, tengo un pro-
blema...” y el Maestro le decía: “¡No pasa nada, todos
los problemas se van a resolver aquí! ¿Has venido a
recibir alguna iniciación?”, y él respondió: “Sí”. En-
tonces le dijo: “Toma el mantram que te voy a dar
ahora”, lo cual le produjo una gran conmoción. Sabéis,
para ser iniciados en India, buscamos siempre un día
de buen augurio, por ejemplo la luna llena o luna nue-
va, o la undécima fase de la luna... Es decir, que para
iniciar se buscan días astrológicamente importantes, y
el discípulo se prepara observando todas las reglas de
pureza, el Maestro también se prepara, y de manera
muy seria el Maestro distribuye el mantram al discípu-
lo. Entonces este brahmín ortodoxo se esperaba un
tinglado parecido, y sin embargo, para más decepción,
se encontraba allí con aquella escena: Que se estaba
afeitando la cabeza, ¡y encima decía que le iba a dar un
mantram! Esto le resultaba muy difícil de entender, y
mientras estaba pensando esto, el Maestro le dijo:
“¿Estás listo ya?”. El discípulo se puso descompuesto
y entonces se acordó de las palabras del loco: “¡Ya que
has venido de tan lejos, escucha a esta persona!” Si me
apetece lo haré, y si no, puedo olvidarme de ello –
pensaba para sus adentros–. Entonces dijo: “¡Sí, estoy
listo!” Entonces el Maestro le dio su nombre como
mantram, y le dijo: “Basta con que pronuncies este
nombre por la mañana y por la tarde”. El discípulo se
quedó completamente de piedra, porque se esperaba
que le diera un mantram de Siva, Vishnu, Brahma o
Gayatri, o Narayana. Pero no le dio nada de eso, le dio
solamente su nombre, y además le dijo: “Hay que
hacerlo por la mañana y por la tarde, a diario”. El
discípulo le dijo: “¡Muchas gracias!”. Entonces el Maes-
tro le dijo: “Tómate una taza de café que te va a dar mi
179
hija, y después te puedes ir a casa. ¡Ah!, y además
acuérdate de que vas a coger un cabreo terrible a costa
mía”. De hecho, ése era su problema. Entonces, según
iba caminando de vuelta a casa, el cabreo le empezaba
a salir, era terrible, y se enfurecía con el Maestro, y
pensaba: “¡Vaya, vaya un hombre tan escandaloso, que
me da su nombre como mantram! Además, no tiene
respeto por la espiritualidad: el barbero está allí
afeitándole la cabeza, y Él dando mantrams, y además,
¡vaya, vaya qué mantrams! Me ha puesto verdadera-
mente en ridículo, me ha engañado”. Se volvió a casa,
y no podía olvidarse del Maestro, porque cada vez que
se acordaba de Él se ponía hecho una furia, y cada vez
que se levantaba, lo primero que hacía era acordarse
de Él. Ya desde por la mañana se producía un estallido
de cabreo en él, y luego ya podía trabajar tranquila-
mente durante el resto del día una vez que se le había
pasado. Al cabo de 40 días, un buen día que estaba
meditando, empezó a decir: “Bueno, parece que el
mantram de este hombre tiene algún sentido”, enton-
ces empezó a tener un poco de respeto por el Maestro,
y de pronto escuchó como si alguien le dijera al oído:
“Cuando se te pase el enfado, nos encontraremos”.
Después se olvidó de este suceso y el enfado le venía a
diario, y al cabo de tres meses, ya se le pasó. Pero
además se dio cuenta de que sólo estaba enfurecido
con el Maestro, no ya con su familia o con su trabajo o
con otras cosas, y entonces se dio cuenta de la Gracia
que el Maestro estaba derramando sobre él. Se dio
cuenta de que había estado dirigiendo toda su cólera
contra Él, y Él la había estado absorbiendo toda.
Pensó: “Mi vida social, económica y familiar parece
que van mejor, porque he dejado de hacer afirmacio-
nes apresuradas en estos círculos”. Después, ya ni si-
quiera se enfadaba con el Maestro. Aquella mañana,
cuando se sentó a meditar y pronunció el nombre del
Maestro, lo vio cómo se manifestaba en un color do-
rado, y entonces pensó: “¡Qué Maestro más grande!”,
y porque el Maestro le había dicho: “Nos encontrare-
mos”, pensó: “Tengo que ir a buscarlo”, entonces fue
al pueblo y la gente le dijo: “Hace una hora que se
acaba de ir hacia el centro de India”, pero el discípulo
decía: “Tengo que encontrarlo a la fuerza, quiero su
dirección”. Tomó la dirección y fue a India Central,
–porque el Maestro tenía bastantes hijas; una en
Madrás y otra en India Central, incluso hoy su hija
sigue viviendo en la ciudad de Nagpur–. Una de estas
hijas le dijo: “¡Justito esta mañana se acaba de ir a
Madrás!”. Se volvió a ir a Madrás y la otra hija le dijo:
“Acaba de salir de aquí hace sólo cinco minutos, si vas
a la estación a lo mejor lo encuentras todavía”. Enton-
ces cogió un autobús para llegar a la estación del tren,
pero el autobús se averió en el camino, así que llegó
tarde a la estación y no lo pudo encontrar. Entonces se
sentía mal. Volvió a su casa en tren, y al bajarse al
andén, vio al Maestro sentado en un lugar de la esta-
ción del pueblo del discípulo que le sonreía, y el discí-
pulo le dijo: “Te he estado buscando”, y el Maestro le
respondió: “¿Por qué me buscabas?”. “¡Porque me has
181
dicho que una vez que se me pasara el enfado nos
encontraríamos de nuevo!” –contestó el discípulo–.
“Sí, claro, ya nos encontramos cuando se te pasó el
enfado: te aparecí con un aura dorada; ese era el en-
cuentro. ¿Por qué tienes tanta prisa por encontrarme
físicamente? La Nueva Energía que te he dado hace
que te muevas con mucha facilidad en el plano etérico.
Este es el sentido y la finalidad de esta Energía. Habrá
más movimiento etérico de ahora en adelante. Nos
hemos estado encontrando y he estado viendo cómo
progresabas y sólo porque estabas viajando de un lado
para otro como un loco, he pensado que podía tam-
bién manifestarme físicamente para darte gusto. ¡Ah!, y
de paso, ¿cómo va tu cólera...?”. Entonces el discípulo
tocó los pies del Maestro y le dijo: “¡Me has liberado
de ella! Dime lo que tengo que hacer”. El Maestro le
dijo: “Si te gusta mi nombre, sigue haciéndolo”. Este
discípulo siguió pronunciando el nombre de CVV y se
convirtió en canal para las Energías de Síntesis.
183
grande, mejora. Así es como el Maestro nos dice: “No
hay tal cosa como retraso, decepción o disgusto”.
185
discípulo le pregunta: “¿Me podrías dar una foto tu-
ya?... Y la otra persona se puso muy contenta, –porque
nos ponemos contentos cuando alguien nos pide nues-
tra foto ¿no?–, y le dijo: “¡Hombre, claro que te la
doy!”. Entonces fue a cogerla a su habitación, y el
discípulo dijo: “¡Gracias!”. Pensó: “Después de tantos
años, he podido encontrarme con este hombre y tener
una buena conversación con él”. Y así tuvo que ir a la
casa de toda la gente que no le gustaba y establecer un
ambiente de buena voluntad para conseguir las fotos.
Era un trabajo bastante penoso. Lo hizo, pero había
mencionado el nombre de doce personas que no le
gustaban y sólo había podido conseguir diez fotos, y se
ponía enfermo sólo de pensar en las otras dos perso-
nas que aún tenía que visitar. Fue al Maestro y le dio
las fotos, y el Maestro le preguntó: “¿Dónde están las
otras dos que faltan?”, y él dijo: “¡No, Maestro, eso es
ya muy difícil, esas ya no puedo conseguirlas”, pero el
Maestro insistía: “¡No, no, ésas dos son precisamente
las más importantes! Con estos diez no tienes tantos
problemas, ¿verdad? Pero tu mayor problema es con
aquellos dos, ¿no?”. El discípulo respondió: “Sí, así es;
pero la verdad, ¡esa gente no me gusta en absoluto!, y
no puedo conseguir sus fotos”. “No, no,” decía el
Maestro, “te lo estoy pidiendo sólo por tu bien, por-
que esos dos tienen que ser cambiados ¿no? Y de la
misma manera que tú te sientes muy mal cuando pien-
sas en ellos, yo tengo un gusto especial en tener esas
dos fotografías. Me da igual el tiempo que tardes; aun-
que sean dos meses, pero consigue esas fotos, porque
es más fácil trabajar con los doce juntos. Si no, vas a
tener aún problemas”. Entonces el discípulo se con-
venció y muy a su pesar, tuvo que ir a hacer las paces
con estas personas y dialogar con ellos, y aunque le
resultaba muy difícil, pensaba en conseguir esas fotos y
dárselas al Maestro. Hasta que finalmente le llevó esas
dos fotos al Maestro. El Maestro le dijo: “Ahora en-
marca las doce fotos”. Entonces él pensó: “Claro, me
dice que las enmarque porque seguro que el Maestro
las pondrá en su pared y hará magia con ellas”. Enton-
ces enmarcó las doce fotos, y volvió rápidamente, y le
dijo al Maestro: “Aquí están todas, las doce”. Y el
Maestro le respondió: “¿Qué quieres decir con eso de
que ya están aquí todas? Dime, ¿qué quieres que haga
yo con ellas?” “¡No, no, tú me las has pedido, ¿no? por
eso las he traído!” –respondió el discípulo–, a lo cual
contestó el Maestro: “Sí, las quería para ti, no para mí.
En tu sala de meditación, pon a los doce discípulos en
fila, son los doce apóstoles a los que tienes que venerar
a diario”. Y el discípulo le dijo: “¡¡¿Qué?!!...”. “Sí, –le
dijo el Maestro–, medita en ellos”. Y el discípulo du-
daba y se decía a sí mismo: “¿Qué Maestro es éste, que
me pone es estas dificultades?”. El Maestro le dijo:
“¿Te gusta mi foto para meditar?”. Y le dijo: “¡Sí!”.
“Bueno, puedes poner también mi foto, pero además
pon las otras doce también, y cada vez que me mires,
con los mismos ojos mira a los otros, porque no son
diferentes de Mí, el YO QUE EXISTO en todos lados, y
date cuenta de que en esa forma y a través de esos
187
ojos, yo te estoy mirando. SOY YO que te estoy miran-
do a través de doce pares de ojos. Ahora vete y practí-
calo”. Entonces el discípulo se fue un tanto de mala
gana, y una vez ya en su casa, miraba los ojos del
Maestro y con la misma actitud miraba los ojos de las
otras personas. Para su sorpresa, se fue dando cuenta
de que recibía la misma Energía a través de todos los
ojos y que cada uno de los pares de ojos le miraba de
la misma manera. Entonces descubrió que la afirma-
ción del Maestro era cierta y siguió meditando, hasta
que por fin se dio cuenta de que era el MAESTRO UNO
que actuaba a través de todas estas doce personas.
Poco a poco, su aversión desapareció, y se hizo gran
amigo otra vez de estas doce personas. Volvió a ver al
Maestro y le dio las gracias por haberle elevado del
nivel de odio en que estaba al nivel de amistad y de
amor. El Maestro entonces le dijo: “Quienquiera que
sea a quien estés mirando, estás sólo mirándome a Mí,
y cualquiera que sea la situación en que te encuentres,
estás sólo en Mí. Si puedes experimentarlo de esta
manera, no habrá lugar para la decepción y el disgusto
en tu vida, y así es como podrás superar tus propias
limitaciones de la personalidad. No quiero que ningu-
no de mis discípulos tenga limitaciones. Esto es: el
Saturno en vosotros, al que yo he venido a rectificar.
Si aceptáis con gusto lo que no os resulta confortable y
lo que os molesta, os veréis elevados al elixir de la Vi-
da”. Esta es la segunda instrucción que dio. Voy a
hablar ahora de la tercera instrucción.
El Maestro dijo: “El que acepte esta Energía, será
completamente rico en la vida, porque el MAESTRO
trabajará desde dentro con lo que el Alma necesita y
sólo llegará a vosotros lo que necesitéis y no otras co-
sas. Los que se inician en esta Energía reciben la ins-
trucción de que no busquen nada para su persona en
el exterior, porque serán tan ricos en su interior que no
tendrán necesidad de buscar nada fuera, y podrán tra-
bajar para el bien de los demás. Es un insulto al MA-
ESTRO si buscáis algo para vuestra persona, cuando EL
MAESTRO os está dando de hecho todo lo que necesi-
táis”. Hay muchos ejemplos relativos a esto, que os
contaré por la tarde, porque esta instrucción nos hace
tan ricos en la vida, que no necesitamos pedir nada
para nosotros, y sin embargo lo recibimos todo. Nos
encontraremos siempre en una situación en la que
estaremos dando y nunca pidiendo. Hay muy buenos
ejemplos referentes a ello. Os los contaré por la tarde,
y además os diré lo que hizo el Maestro desde 1910 a
1922, porque trabajó con estas Energías durante doce
años y dejó este plano físico de una manera bastante
dramática. Eso lo veremos por la tarde. Gracias.
189
Respuesta: Es como la persona que intenta des-
hacerse de la cólera: cuanto más piensa uno en ella,
más sigue estando esa energía con nosotros. Lo que
uno tiene que hacer para salirse de una cosa que quiere
dejar, es hacerse otra cosa diferente. Imagínate que
esta habitación estuviera oscura y empezamos a pensar
o a decir que está oscura y seguimos reconociendo que
está oscura y que no debería estarlo... Esa no es la so-
lución. La solución es encender una vela o una cerilla,
y al hacerlo así, la oscuridad se transforma en luz. No
se trata de expulsar o echar fuera así la oscuridad, por-
que lo que existe en forma de oscuridad es también
luz; se trata solo de encender una vela mediante la cual
la oscuridad se transforma en luz. De la misma mane-
ra, cuando reconocemos lo que está en nosotros, no lo
resolveremos con solo reconocerlo constantemente.
Tenemos que hacer algo aparte. La historia del mono
que conté el año pasado es un buen ejemplo que ilus-
tra esto. Cuando queremos deshacernos de unas cuan-
tas cosas, tenemos que practicar otra cosa diferente, y
cuando tenemos una costumbre positiva, la energía
negativa nos abandona. Imagínate que tienes un invi-
tado en casa que no te gusta mucho: pues es como si
lo ignoraras, y una vez lo hayas ignorado, se irá solito
de tu casa; pero si empiezas a almacenar tensión con-
tra él, producirá consecuencias peores aún. Es también
lo que dice Patánjali: “Cultiva nuevos hábitos positivos
para quitarte de encima los hábitos negativos”. Hay
mucha gente que intenta dejar de beber café, o el taba-
co u otras cosas, y ese hábito tan fuerte hace que no
podamos dejarlo. El poder de la costumbre es muy
fuerte. Es lo que dice Patánjali y es también lo que se
puede experimentar en la vida. Tenemos que desarro-
llar nuevas costumbres, y así no tendremos tiempo
para la vieja costumbre. Así es como lo que no necesi-
tamos desaparece cuando adoptamos nuevas costum-
bres constructivas. Cuando alguien nos dice que “no”,
nos acordamos siempre de esa negativa. La mejor ma-
nera es decir que “sí”. Cuando Moisés dio diez noes,
no funcionó la cosa; pero cuando Jesús vino y dijo qué
es lo que se debe hacer, nadie piensa en lo que no se
debe hacer. Si le dices a un niño que no haga algo, el
niño se pone a hacer aquello que le has dicho que no
haga y además, su mente curiosa querrá saber por qué
no debe hacerlo; en lugar de ello, si le dices al niño lo
que debe hacer, hará lo que se debe hacer y no se dará
cuenta de lo que no debe hacer. Es un método positi-
vo y es un aspecto de la psicología. Es decir, que
cuando uno adopta algo que es constructivo, lo des-
tructivo desaparece de él. Este es el proceso que he
intentado explicar.
191
las seis del reloj. Luego, por la tarde, también diré
cómo el trabajo del Maestro C V V está relacionado y
conectado con el trabajo de los Maestros de Sabiduría;
es decir, como está interrelacionado con el trabajo de
Cristo, Morya, Kut Humi, DK, etc... Gracias.
193
que quería estar seguro de que verdaderamente desea-
ba dejar su costumbre. Una vez que se puso bueno de
esta enfermedad vino a verme, y entonces me dijo:
“Dime, por favor, cómo puedo dejar de beber, porque
me gustaría a toda costa dejarlo”. Entonces le dije:
“Ven a verme todos los días a las seis de la tarde. Es-
taré meditando en mi oficina. Puedes también meditar
con nosotros y luego estaremos juntos durante dos
horas”. Le pedí que estuviera dos horas conmigo por
la tarde para estar con él cuando le entraran las ganas
de beber. Asistía a las meditaciones de la tarde y yo le
hacía compañía hasta las ocho y media de la tarde; una
vez que se le pasaba ya el período de ansiedad, yo lo
dejaba en su casa y me volvía. De profesión era médi-
co. Al cabo de cuatro o cinco días, dejó de venir a
verme. Entonces lo que hice fue que después de la
meditación era yo el que iba a verlo, lo recogía y estu-
diábamos algún pasaje de las Escrituras durante hora y
media, y poco a poco le empezó a gustar el Simbolis-
mo y las historias. Entonces volvió a seguir viniendo
otra vez a mi casa por las tardes, y si no venía él a
verme, iba yo a verlo a él, y le gustó tanto la Ciencia
Esotérica que empezamos a estudiar las cosas juntos.
Al cabo de tres o cuatro meses, me dijo que el impulso
ya no era tan fuerte, pero que necesitaba hacer alguna
actividad durante este tiempo para no recaer. Le dije
entonces: “Durante estas horas puedes abrir una clíni-
ca gratuita y durante el día practicas la medicina como
un trabajo y por la tarde, durante dos o tres horas,
puedes practicar la medicina gratis. Puede ser una
clínica gratis para la gente pobre; así estarás ocupado
durante esas horas de la tarde y podrás librarte del
período en que te vienen las ganas fuertes”. Me dijo
que estaba de acuerdo y abrió la clínica gratuita y en-
contró que era una gran alegría tratar a la gente de esta
manera. Le encontró el gusto al servicio y ahora mis-
mo está sirviendo muy bien. Incluso en su práctica
diaria del trabajo, sabe ser útil mejor que en el pasado.
Su mujer vino a verme una vez y me dijo: “Vemos en
él a una persona muy hermosa”. Y hoy en India, este
médico está invitado por el Gobierno de nuestro Es-
tado para que se ocupe de ciertas clínicas que empe-
zamos a abrir en diciembre de 1988. Así dejó de beber
mi amigo. Entonces ahora le pregunto: “¿Te gustaría
beber?”, y me sonríe. Actualmente está considerado
como uno de los mejores servidores de la ciudad. En-
tonces, ¿cuál es la técnica que hemos adoptado? Él
sabía y reconocía que no debía beber y lo intentó du-
rante cinco años, pero fracasó. Patánjali tenía razón
cuando decía: “Crea un nuevo hábito donde hay un
hábito antiguo”. A esta persona le fue dado un nuevo
hábito: el de meditar o leer Escrituras o participar en
un servicio voluntario. Entonces la vieja costumbre se
fue sola, según vino la nueva.
195
EK: “Por favor, haz algo para ayudarme a que me
levante a las cinco de la mañana”. Lo hacía lo mejor
que podía, pero no me era posible. Me levantaba pron-
to, pero no de una manera regular. Entonces el Maes-
tro me dijo: “El esfuerzo no consiste en levantarse a
las cinco de la mañana, el esfuerzo consiste en irse
pronto a la cama por la tarde; si te vas a acostar nor-
malmente a las once de la noche, vete mejor a las diez.
Si ahora te sueles levantar a las seis de la mañana,
acostándote a las once de la noche, podrás levantarte a
las cinco de la mañana si te vas a dormir a las diez de
la noche. Mira un poco cuánto sueño necesitas, y
según eso, ponte un tiempo para ir a la cama. Si te
quieres levantar a las cinco, en lugar de a las seis como
te levantas ahora, lo mejor es que te vayas a acostar
una hora antes de lo que sueles hacerlo. Esta es la ma-
nera sabia de hacerlo. No entres en conflicto contigo
mismo por levantarte a las cinco si te has ido tarde a la
cama. Esta es la manera inteligente de hacerlo”. De ahí
en adelante me esforcé por irme a la cama pronto y
poco a poco se ha hecho una costumbre, y cuando el
irse pronto a la cama se hace una costumbre, levantar-
se pronto se hace también una costumbre. Así es co-
mo tenemos que cambiar de costumbres. ¡No se trata
de luchar contra lo que no nos gusta, cuando hay solu-
ción en otro lado! Si queremos que haya luz aquí, por
mucha cantidad de amor y de voluntad que mande-
mos, la luz no vendrá. Para obtener luz aquí, hemos de
encender el interruptor al lado de la puerta. Entonces,
para un problema concreto, la solución está en otro
lado. Esto mismo nos enseña la homeopatía: dos per-
sonas tienen dolor de cabeza: una cuando piensa mu-
cho y la otra cuando come mucho. En ambos casos se
trata de un dolor de cabeza, pero la causa es distinta;
entonces hay que tratar la causa. Así es como funciona
el poder de la costumbre. Patánjali nos ha dicho fir-
memente: “No os preocupéis de las costumbres malas
que tengáis, ni les deis demasiada importancia; inten-
tad incluir en vuestro ritmo diario alguna costumbre
buena, porque cuando estáis ocupados en hacer alguna
costumbre buena, no tendréis tiempo para las malas;
las malas se irán solas”. Así es como tenemos que su-
perar lo que no necesitamos.
197
Es el triángulo relativo al trabajo. Cuando trabaja-
mos, nos dan la paga y estamos contentos por haber
recibido una compensación por el trabajo. Se trata de
un trabajo orientado hacia el resultado, porque nor-
malmente queremos que se nos pague el trabajo que
hemos hecho, y cuando estamos trabajando para ob-
tener un resultado o por la paga, nos preocupa más la
paga que el trabajo, y cuando es así no hacemos justi-
cia completa al trabajo. Suponed que soy médico y que
un paciente viene a mí para consultarme y sé que el
paciente que viene a verme es un hombre rico y tiene
una enfermedad crónica. Entonces viene a consultar-
me y según está contándome su enfermedad yo estoy
pensando a ver cuánto dinero le puedo sacar. Porque
es rico, estoy pensando: “A ver cuánto me dará; me
imagino que me dará mucho dinero por tratarle”. Si es
así, que me preocupo más por el resultado, es decir,
por la remuneración, no podré estar completamente
presente para entender su enfermedad ni haré justicia
completa en mi tratamiento; en consecuencia, no es-
taré haciendo un buen trabajo, y cuando no hemos
hecho un buen trabajo, el paciente se irá a ver a otro
médico y perderemos al paciente, la paga, y la felicidad
también. Pero si nos ocupamos de él sin pensar para
nada en la paga, el trabajo con él es enteramente com-
pleto, y cuando le atendemos con un corazón entero,
las soluciones que se nos ocurren suelen ser excelen-
tes. Cuando nos hemos identificado totalmente con el
paciente y cuando fluye amor de nosotros para que se
cure, entraremos en contacto con niveles intuitivos y
llegaremos a encontrar soluciones que normalmente
una mente intelectual no consigue. Entonces satisfa-
remos las necesidades del paciente y él se quedará muy
contento y nos pondrá contentos también a nosotros
ofreciendo una buena contribución. No solamente
eso; irá y les dirá a sus amigos y familiares: “Ese médi-
co es un médico de verdad, id a verlo”, y de este modo
los clientes aumentarán. Por eso en los días antiguos
los Maestros acentuaron el hecho de dar importancia
al trabajo y olvidarnos de lo demás; eso es lo que se ha
dicho como: “Haz tu deber y no te preocupes por el
resultado”, pero nosotros solemos pensar: ¿Cómo
podremos trabajar sin tener en cuenta el resultado...?
Sin embargo, Ellos saben que cuando estamos dedica-
dos totalmente al trabajo, nuestra remuneración y feli-
cidad están aseguradas y nuestra felicidad se pone más
y más a tono con el trabajo que estamos realizando y
menos con la remuneración que obtendremos, porque
estaremos experimentando la alegría de trabajar. La
remuneración nos llega muy de vez en cuando, pero el
trabajo es continuo. De este modo nuestra felicidad es
también continua, al estar asociada con el trabajo.
199
de repetir los diálogos y las canciones de la película,
pero pedidles que estudien los libros de la escuela y no
son capaces de reproducirlo ni de acordarse siquiera.
¿Por qué? Porque siempre les decimos que tienen que
sacar buenas notas y que tienen que acordarse de todas
las materias y además tienen que aprobar los exáme-
nes. Le damos muchísima importancia a esto. Por el
contrario, cuando estudia un libro de aventuras o histo-
rietas, no tiene ninguna presión en la mente de que ha
de acordarse de ellas, ni obsesión de que ha de asimi-
larlo; pues bien, al estar fuera de este concepto, lo asi-
mila de manera natural y lo podrá repetir cuando se lo
pidan. No solemos hacer lo mismo con los libros de
exámenes. En la escuela los profesores insisten, en
casa los padres siguen insistiendo, porque están muy
obsesionados con el concepto de entender, asimilar y
repetir. Hemos dado una importancia excesiva a algo
que los niños pueden hacer ya de manera natural; lo
que trae como consecuencia que los estemos educan-
do erróneamente. Uno de los aspectos importantes de
la educación en la Nueva Era es hacer que no se orien-
te al niño con miras al resultado. Ha de haber nuevas
técnicas para enseñar a los niños con las que la educa-
ción se convierta en alegría y no en un aburrimiento
para ellos. Porque todo lo que se impone a una perso-
na, esta lo rechaza de manera natural; pero si no lo
imponemos, la persona empieza a interesarse por ello.
Por eso, la educación en la Nueva Era es un paso muy
importante.
La técnica de la Nueva Era ha de ser la técnica an-
tigua. Hace 100 años, en India no existían los exáme-
nes, ni existía el peso de memorizar las cosas, ni daban
títulos de bachillerato, ni de maestro o de filósofo, y
sin embargo India produjo gran número de filósofos
hasta el siglo pasado. Luego vino la nueva educación (a
la occidental), con la que se convirtió a la gente en
máquinas de calcular y de memorizar, y sus facultades
naturales de creatividad dieron paso al intelecto nor-
mal. Lo que queremos con la educación es que el ser
humano se vuelva más creativo. Las intenciones son
buenas, pero esas técnicas reducen al ser humano a
una máquina de pensar común, que ya no es creativa.
201
India, se formaban inmensas colas de gente, desde los
ricos hasta los pobres para recibirlos... Pero Él nunca
creyó en utilizar estas ciencias por dinero. Era profesor
de Universidad, y con lo que ganaba podía mantener
las necesidades de su familia. Pero además de eso en-
señaba y curaba por los métodos ocultos sin cobrar
absolutamente nada a la gente. Y a medida que se fue-
ron dando cuenta de lo efectivo que era, empezó a
haber una demanda cada vez mayor por parte de la
sociedad en lo que se refiere a enseñar y curar. Tam-
bién había demanda en Occidente para que enseñara y
curara... Entonces una vez, debido a la gran demanda
que venía de Occidente, tuvo que venir a Europa, pero
la Universidad en la que daba clase como profesor no
estaba de acuerdo. En una situación como esta, ¿qué
es lo que hubiéramos hecho nosotros normalmente...?
Anularíamos el viaje a Europa, al no haber recibido
tiempo libre de la Universidad. Esta no es la manera
que tiene un discípulo de hacer las cosas. Una persona
que se dedica totalmente al servicio, atenderá prime-
ramente al servicio, incluso cuando personalmente le
resulte inconveniente, y no mirará las comodidades
personales y servirá también durante sus horas libres.
Así es como el Maestro EK no dudó en presentar su
dimisión para venir a Europa en 1974. Y cuando envió
su carta de dimisión, el Rector de la Universidad lo
llamó a consulta, y le preguntó: “¿Qué es lo que te
pasa, por qué dimites?, ¿es que no tienes mujer e hijos
que alimentar?, ¿qué les va a pasar si te retiras?, ¿qué es
lo que te hace despedirte?”. Y él contestó: “Tengo un
trabajo que hacer en mi vida y la demanda de este tra-
bajo es más importante que mi ocupación”. El rector
le dijo: “Comprendo lo que dices, pero ¿cómo vas a
mantener a tu familia?”. El Maestro respondió: “El
servicio en el que creo y el Maestro en el que creo se
ocuparán de mis necesidades personales; porque nun-
ca he pedido nada en la vida y siempre me han llegado
las cosas que necesitaba”. El rector le dijo: “Entonces,
¿por qué pediste trabajo en la Universidad?”. Y el Maes-
tro respondió: “Puedes mirar en mis papeles y verás
que yo nunca he pedido trabajo en esta Universidad”.
Efectivamente, cuando entró de profesor en la Uni-
versidad, él no había pedido entrar; pero su título de
doctor tenía unas notas muy altas y los profesores del
Departamento de Lenguas lo invitaron a que se ocupa-
ra de ese Departamento. Entonces le dijo al Rector:
“Yo nunca solicité entrar como profesor; tampoco
busqué un empleo”. El Rector miró los archivos y vio
que era cierto. El Maestro entonces le dijo: “Según la
necesidad, el Maestro me da todo lo que necesito y
esta ha sido mi experiencia de siempre; entonces, por
favor, acepta mi dimisión”. El Rector se quedó total-
mente convencido y aceptó su dimisión. El Maestro
entonces se dedicó totalmente al servicio y todo lo que
necesitaba en su vida le era proveído. Porque nuestra
falta de confianza en el trabajo es lo que hace que mi-
remos nuestras necesidades personales.
203
La tercera instrucción hace del aspirante un gran
discípulo y por eso el Maestro CVV nos dio esta terce-
ra instrucción, diciendo: “Mirad siempre a ver qué
necesidades tienen los otros y no os preocupéis por
vosotros mismos; ni os preocupéis siquiera por vues-
tro progreso espiritual. Cuanto más os preocupéis por
los otros, cuanto más incluyáis a los otros y cuanto
más aliviéis a otros de su sufrimiento, más y más Me
manifiesto en vosotros”. Esta es la manera de actuar; y
éstas son las tres instrucciones en breve, dadas por el
Maestro CVV, relativas al Nuevo Yoga: la primera,
MEDITACIÓN A LAS SEIS DE LA MAÑANA Y DE LA TAR-
DE; la segunda, LA CAPACIDAD DE ACEPTAR TODAS
LAS SITUACIONES EN LA VIDA, viendo que esas situa-
ciones y esas personas son también Maestros; y la ter-
cera, TRABAJAR PARA LOS DEMÁS SIN BUSCAR NADA
PERSONAL PARA UNO MISMO. ¿Os dais cuenta? Aunque
uno sea conductor de autobús o revisor de billetes en
el tren, hay dos maneras de llevar a cabo este trabajo.
Una es mirar a cada persona y pensar: “qué hermosa
es”, y mientras vamos picando los billetes sonreímos a
las personas y de este modo estableceremos mucha
buena voluntad entre los viajeros y al mismo tiempo
disfrutaremos y gozaremos cuando les demos una
sonrisa; de este modo el día se nos pasará sin pensarlo,
y al final del mes nos llegará la paga. Recibiremos no
solamente la paga, sino que además habremos recibido
treinta días de trabajo en alegría continua con los viaje-
ros. Hay también otra manera de trabajar, pensando:
“¿Cuándo se acabará el mes? ¿Y cuándo me darán la
paga?”. De esta manera moriremos 29 días y viviremos
un solo día, y ni siquiera en ese día viviremos total-
mente, porque una vez que la hemos recibido, ense-
guida tenemos que repartirla: tenemos que pagar tantí-
simas facturas, como el alquiler, la electricidad, los
impuestos, los seguros y los alimentos, la educación de
los niños... Total: que llega la tarde y escasamente te-
nemos dinero ya, y otra vez la tragedia de los 29 días.
Esto no es vivir. Vivir es experimentar el trabajo. Los
resultados son como piedras miliares que marcan el
camino. Por ejemplo, para venir a Barcelona, me dije-
ron: “Empezamos en Venecia, y sabes, tenemos que
cambiar de tren en Milán y en Ginebra, y cambiar de
tren en Portbou. ¡Tenemos que cambiar de tren cuatro
veces!” –así es como la gente intentaba asustarme, y
me decía: “Es aburridísimo cambiar tantas veces de
tren”–, pero yo decía: “Muy bien; es también una
alegría cambiar de tren y es también una alegría ver
cuatro variedades de trenes y es también una alegría
ver el paisaje a medida que vamos viajando”. A una
persona que cuenta siempre los kilómetros que faltan y
que está más preocupada por llegar a Barcelona que
por otra cosa, el viaje se le hace aburrido y en seguida
se siente uno cansado. Cuando subamos al primer
tren, estaremos pensando ya en los otros tres que nos
quedan todavía y no nos daremos cuenta del tren en el
que vamos, y a mitad de camino estaremos cansados.
La otra manera es experimentar cada momento que va
pasando y así no nos damos ni cuenta de que estamos
205
viajando. Los dos métodos están siempre abiertos a
nuestra elección. Los hermanos que han venido al
encuentro y que han viajado por carretera desde Bru-
selas no creo que hayan venido contando cada kilóme-
tro que hay desde Bruselas a Barcelona, y si lo hubie-
ran hecho hubiera sido tremendamente aburrido. Si
empiezan a sacar una buena conversación que emana
mucha alegría, uno gastando bromas con el otro o
juntos haciendo bromas sobre un tercero, mientras
viajan así alegremente, de pronto se dan cuenta de que
Barcelona ha llegado. Así es como Josep nos trajo
hasta aquí. Venía sonriendo y riendo durante todo el
camino y cuando entramos en el camino malo, se puso
más contento todavía. Normalmente, cuando vemos
un camino malo nos cabreamos, pero “nuestro her-
mano” tenía más alegría que todo eso –yo estaba dis-
frutando de verdad viéndole cómo disfrutaba él–. Si
había un gran agujero en el camino, él se ponía todavía
más contento... Así es como debemos mirar las cosas
en la vida. Este es el segundo acercamiento que nos
dio el Maestro, que hace que disfrutemos de todo en la
vida, incluso de una crisis. Vemos la crisis y nos reí-
mos de ella diciendo: “¿Solamente así de grande...?”.
Es un acercamiento y una actitud en la vida.
207
siempre demostró. Solía decir: “Después de todo, soy
un simple profesor de lenguas y date cuenta de cómo
el MAESTRO está haciendo las cosas, que dondequiera
que vaya, sea en Europa o en India, me dan un trata-
miento de alfombra roja”. ¿Cuál es el secreto... ? Nin-
guno, sino la utilidad a otros sin motivos personales, y
en ese proceso llegamos a un punto en que nos olvi-
damos de nosotros mismos. Esa es la finalidad del
servicio. El servicio se puede llevar a cabo incluso en
nuestros trabajos diarios; el servicio no tiene por qué
ser algo diferente del trabajo. Podemos convertir nues-
tro trabajo en una fuente de servicio. Si nos ocupamos
de una escuela de niños y somos capaces de tener ver-
dadero cuidado de los niños, amarlos, desarrollar
facultades creativas en ellos y hacerles sentir que la
escuela es incluso mejor que la casa, habremos hecho
un trabajo excelente y esa escuela se hará muy famosa
y habrá una lluvia de energías que nos llegarán de to-
dos lados, incluyendo el dinero; pero si lo hacemos
con miras al dinero, no haremos las otras cosas. En-
tonces, si tenemos todavía que pensar en si debemos
cobrar o no debemos cobrar... Eso no es lo que se
entiende por servicio. Como dije el día anterior, la
capacidad de permanecer aquí y ahora y hacer un tra-
bajo completo, conscientemente, hace que nuestra
experiencia sea total entonces y que nuestro trabajo
sea completamente efectivo; somos queridos por todo
el mundo, y además atraemos a más gente que hace
servicio (atraer a gente quiere decir que “se sienten
atraídos”; no se trata de dar invitaciones diciendo:
¡ven, ven, por favor!). Así es como la vida entera se
convierte en servicio. Toda faceta de la vida se puede
convertir en servicio. Si trabajamos en un banco, en la
Renfe o en una prisión, o en nuestra empresa particu-
lar, cualquiera de estos sitios se puede convertir en
servicio y sirve de mucho más. Pero si dejamos todo
esto para dedicarnos a “hacer Servicio”, ¿quién se
ocupará de llevar adelante el sistema...? Incluso en los
negocios, cuando nos interesamos por conocer mejor
el gusto de los clientes, ellos están satisfechos y nos
hacen felices a nosotros también. Así consideraban el
servicio los Maestros antiguos y no nos propusieron
tiendas especializadas aparte para el servicio, ni en
aquel antiguo sistema existían organizaciones de servi-
cio por separado, porque entonces se convierte en un
servicio a tiempo parcial y nosotros seguimos siendo
“los mismos de siempre” en nuestros trabajos. Por eso
nos han dado el tercer método, por el que transfor-
mamos en Servicio todo trabajo de nuestra vida. Estas
son las tres instrucciones. Si las practicamos, la prome-
sa del Maestro es: “Os haré como YO SOY”. De nues-
tro estado de vivir inmersos en la personalidad, vol-
vemos al estado de YO SOY. Esta es su promesa. El
Maestro nos hizo otra promesa, que es: “Superaréis la
muerte”. Es muy fácil seguir existiendo sin morir. De
hecho, el Maestro CVV puso un anuncio en un perió-
dico nacional que decía: “Los seres humanos que no
quieran morir que contacten, por favor, con esta di-
rección...”. Hubo gente que pensó que este anuncio
209
era un anuncio “fantasma”, descabellado; pero otros
sintieron cu-riosidad y fueron a verle, y el Maestro les
transmitió las Nuevas Energías que habían venido al
Planeta y les dijo: “Por medio de estas Energías, el
cuerpo etérico se desarrolla más rápido en vosotros y
llegaréis al estado de inmortalidad; seguiréis cambian-
do de cuerpo físico durante unas cuantas vidas, pero
os resultará como cambiaros de camisa, y más adelante
no habrá ni siquiera necesidad de cambiar de ‘camisas’,
porque el cuerpo etérico se desarrollará enseguida en
vosotros; será un cuerpo etérico que no se desintegrará
tan pronto y volaréis muy pronto, porque vuestro
cuerpo se hará tan ligero que podréis volar no tardan-
do mucho, y si mientras tanto cambiáis unos cuantos
cuerpos físicos, seguiréis teniendo la misma identidad
y la continuidad de vuestro trabajo”. Todos los que
conocemos como Maestros de Sabiduría son los que
se han establecido en su cuerpo etérico; es lo que se
llama Karana Sarira o Shukma Sarira y quiere decir el
cuerpo sutil. El Maestro dijo: “Cuando hayáis recibido
entrenamiento completo en este Nuevo Yoga, seréis
capaces de traspasar las paredes y ver a través de los
edificios, porque desarrollaréis esa clase de transparen-
cia”. Dio muchas profecías y algunas de ellas son
como las siguientes: “Que los cuerpos humanos desa-
rrollarán muy pronto su cuerpo etérico”; otra: “Que
las compañías aéreas se irán a la ruina” (risa de la gen-
te)... –es verdad; es lo que dijo Él, no es que lo diga
yo–; “Que la Humanidad se liberará del odio y se
pondrá fin a todas las guerras”. Esto lo dijo en 1912 y
hubo después dos guerras para limpiar las cosas... Pero
¿cómo puede uno afirmar que no habrá más guerras
en un momento en que no hay guerra en absoluto? Si
yo, por ejemplo, digo que no va a haber tormenta,
estoy implicando que debe de haber ya alguna tormen-
ta en el aire, ¿no? Quiere decir que "no habrá nunca
más". Es la energía maloliente del odio de la Humani-
dad la que ha producido las guerras, pero el odio dará
paso al Amor y no habrá más guerras, porque todos
los hombres aprenderán a amarse unos a los otros.
Todo esto será posible debido a la entrada de la Nueva
Energía a la que Él llamó EL MAESTRO. Dijo que los
seres humanos no necesitarán hacer uso del sexo para
tener hijos –podéis pensar que estoy loco al deciros
esto, pero esto va a suceder–, y dijo también que la
Tierra dejaría de moverse alrededor del Sol, porque
se produciría suficiente iluminación en el Planeta. Afir-
mó: “De momento el eje de la tierra está desviado 23º
grados respecto al eje del Sol. Estos 23º grados se re-
ducirán a 0º y se producirá la iluminación total del
Planeta, que se convertirá en un cuerpo iluminado sin
necesidad de un Maestro externo como el Sol, sino
que será Maestro por derecho propio”. Dijo también
que “la Luna actual desaparecerá y habrá dos nuevas
Lunas que vendrán en lugar de esta, y con su coopera-
ción, la actividad vital se seguirá llevando a cabo en el
Planeta. El Hombre aprenderá a desaparecer de un
lugar y aparecer en otro. Cuando os hagáis conscientes
de estas Energías, desarrollaréis unos cuerpos tales que
211
no se pueden quemar ni pueden desaparecer a golpe de
espada”. Estas son algunas predicciones que hizo entre
1910 y 1920. Todos los desarrollos científicos que te-
nemos ahora fueron casi todos profetizados por Él en
aquel tiempo. Dijo: “El hombre aprenderá a liberar la
energía del átomo para fines constructivos”. Ahora,
para empezar, lo hemos aprendido con fines destructi-
vos, pero a medida que la Humanidad siga desarrollan-
do el espíritu de fraternidad, como ya lo está haciendo
ahora, se hará un uso constructivo de la energía atómi-
ca. Estas son algunas de las afirmaciones que hizo.
213
bió el cometido de hacer la fusión espiritual entre
Oriente y Occidente. La fusión espiritual empezó ya
hace 5.000 años, pero este es un paso más hacia ade-
lante, un salto hacia adelante en la fusión entre Oriente
y Occidente en términos de entender la vida. El Maes-
tro EK llevó a cabo este trabajo hasta 1984.
215
ser invocada, nos reconstruye para que lleguemos a
nuestro propio Centro; y de la misma manera que el
planeta Tierra no se moverá alrededor del Sol y desa-
rrollará su propio Centro, el Centro surge instan-
táneamente en nosotros en el momento mismo que
invocamos estas Energías, y no tendremos tampoco
necesidad de un centro exterior. Cuando nos mova-
mos, el Centro se moverá con nosotros: somos el Cen-
tro, somos el Maestro, y todo se nos revela según el
Plan del MAESTRO. Esta es la relación, en breve, del
trabajo que el Maestro CVV hizo en esos doce años.
Dio también muchas potencias de sonido para llevar a
cabo misiones concretas, misiones determinadas. Cu-
raba a la gente instantáneamente, y cuando venía al-
guien a Él con una enfermedad incurable, le hacía una
especie de Rayos X. Era un tipo especial de visión.
Ahora tenemos scanner o aparatos de Rayos X para ver
la fisiología del cuerpo, pero Él tenía un scanner especial:
le pedía a uno de sus discípulos que se fuera a dormir y
hacía que entrara en trance, y así podía averiguar la
historia de esta Alma a lo largo de cientos de vidas. El
discípulo en trance comenzaba a contar cosas y se
preparaba una ficha de ello; era una especie de historial
médico, y con esta base Él solía dar una sola potencia
de sonido y bastaba: en 15 minutos ocurría la curación.
Hay muchos casos referentes a esto y la gente que los
cuenta vive todavía. El Maestro decía: “Esta es la efec-
tividad de la Nueva Energía”. Era un gran Curador y
curaba instantáneamente. Curó y enseñó, y cuando la
gente venía a Él para que los iniciara en esta Energía,
les solía decir: “Lo primero es reconstruir tu cuerpo;
más tarde te daré la iniciación, porque si no, a lo mejor
tu cuerpo no aguanta el poder de esta energía nueva”.
Por eso su afirmación favorita era: PRANA TREAT, YO-
GA TEACH (“Trata el Prana, enseña el Yoga”). Primero
trata la vitalidad y luego enseña el Yoga. Así es como
lo decía.
217
que es esto!”, decían. Este mismo año, en el mes de
Acuario, visité personalmente el pueblo y estuve allí
durante las horas de luna llena de Acuario, y fue una
experiencia fantástica. Hablé también acerca del Maes-
tro con la gente del lugar, y me dijeron: “Es un mis-
terio para nosotros y en realidad no sabemos quién
era; tampoco sabemos bien lo que hizo. Preferimos no
ocuparnos de Él. Preferimos ocuparnos de nuestras
cosas. Sabemos, eso sí, que era una persona muy fuera
de lo común y estamos seguros de que no era un ser
normal. Había algo muy anormal en torno a Él, pero
no podemos decir exactamente lo que era”. Así es la
vida del Maestro.
219
sido preparados con las obras de Blavatsky o Alice A.
Bailey. Pero también ahora mismo está funcionando
independientemente de los grupos. Porque cada vez
que se da esta Energía a un ser humano, antes de llegar
a hacerse un canal, este ser humano tiene que hacer
mucho trabajo en casa y parece como si la gente estu-
viera disgregándose de los grupos, disgregándose de
las familias y disgregándose de los trabajos. Todos
estos no son sino unos cuantos aspectos de esta
Energía; pero habrá una reconstrucción y una resu-
rrección cuando esta Energía se familiarice con los
seres. Por un lado la Energía está preparando sus pro-
pios canales, y por otro lado está actuando en los
campos de la Ciencia y la Tecnología. Actualmente
está actuando en todos los niveles, incluyendo los ni-
veles políticos. ¡Tan increíble es el método por el cual
la Nueva Energía se está manifestando ahora mismo
en el Planeta! Todo mi esfuerzo ha sido solamente
para comunicaros una pequeña chispa de esta Energía.
Gracias.
Título original: “Meditation-Gayatri” (1989)
Edición: Equipo editorial Dhanishtha
2ª edición, 29 de mayo de 2014 "May Call Day"
Barcelona (España)
ISBN: 978-84-88011-77-0