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La Meditación Gayatri

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ÍNDICE

RITUAL DEL FUEGO ............................................... 13


LA MEDITACIÓN ...................................................... 17
Diez principios previos ............................................ 39
Vivir en el presente ................................................... 63
Cómo meditar ........................................................... 71
El acercamiento por la mente ......................... 71
El acercamiento por el corazón ...................... 76
Coloquio ..................................................................... 83
GAYATRI .................................................................... 111
El número de Gayatri ............................................. 127
El color de Gayatri ................................................. 138
La forma de Gayatri ............................................... 141
Cómo meditar en Gayatri ...................................... 157
EL MAESTRO CVV
Y LA ENERGÍA DE SÍNTESIS ....................... 162
Acerca del Compilador:
Sri K. Parvathi Kumar enseña diversos conceptos
de sabiduría e inicia a muchos grupos en el Yoga de
Síntesis en India, Europa, América del Norte, América
Central y América del Sur. Sus muchas y muy variadas
enseñanzas se orientan a la práctica y no son meros
medios de información.

Sri K. Parvathi Kumar –que ha sido honrado por la


Universidad de Andhra (India) con el título de Doctor
en Letras Honoris Causa, D. Litt. por sus logros como
conferenciante por todo el mundo–, trabaja activa-
mente en los campos económico, social y cultural,
teniendo la espiritualidad como base. Suele decir que
las prácticas espirituales sólo tienen valor si contribu-
yen al bienestar económico, cultural y social de la
humanidad.

Es un responsable padre de familia, auditor profe-


sional, maestro de sabiduría, curador de cierto grado y
compilador de libros. Se niega a sí mismo el título de
autor, puesto que según él “la Sabiduría no pertenece a
nadie, sino que todos pertenecemos a ella”.

LOS EDITORES
K. Parvathi Kumar
NOTA DEL TRADUCTOR
Las dos conferencias que componen este libro
están en lenguaje hablado y son la transliteración di-
recta de la traducción oral y simultánea en castellano
de las conferencias que K. Parvathi Kumar dio en
lengua original inglesa, los días 27 y 28 de mayo de
1989 en Castellterçol, Barcelona (España). Se trata,
pues, de una traducción literal.

La versión oral castellana ha sido, no obstante,


confrontada también con el texto original inglés a
efectos de mayor precisión.

En determinados casos se han introducido las ne-


cesarias modificaciones para una mejor comprensión,
pero el texto es fundamentalmente el mismo de la
traducción oral simultánea.

Se ha incluido también la conferencia del día 29 de


mayo, May Call Day, sobre el Maestro CVV y la Energía
de Síntesis.
RITUAL DEL FUEGO
El sentido del ritual del fuego es fijar las buenas in-
tenciones que tenemos dentro de nosotros, de manera
que se anclen firmemente en nosotros. El fuego es el
medio a través del cual lo denso se transforma en sutil
y lo sutil en denso. Por eso en la Antigüedad todo lo
bueno se realizaba siempre con un ritual del fuego,
para que el fuego quemara las impurezas de los tres
vehículos o tres mundos inferiores y se estableciera en
el centro que llamamos el Corazón, para quemar la
materia y permanecer en el Espíritu. Invocamos al
Espíritu mediante la meditación emitiendo sonidos
sagrados, y para que la invocación se ancle dentro de
nosotros se lleva a cabo un ritual del fuego. El que
hemos llevado a cabo hoy era un ritual común en los
tiempos védicos. Los sabios de aquella época realiza-
ban este ritual tres veces al día: al amanecer, a me-
diodía y al atardecer, para que el buen trabajo y las
buenas intenciones se establecieran firmemente en el
Planeta. Nuestros hermanos han propuesto que, co-
mo parte de nuestro quehacer cotidiano aquí, lleve-
mos a cabo el ritual del fuego durante estos tres días
para que las buenas intenciones y los buenos propósi-
tos de servir a la Humanidad se anclen firmemente
dentro de nosotros.

Los sonidos pronunciados durante el ritual son los


sonidos responsables de esta Creación. Cuando el

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tiempo lo permita y cuando lleguemos a tener una
mayor consciencia de ellos, nos daremos cuenta del
significado que encierran. Hasta entonces os pido que
os familiaricéis con ellos. Estos sonidos son de natura-
leza universal. No os confundáis si alguien os dice que
son indios. Son los sonidos a través de los cuales el
Universo se ha manifestado, pero resulta que los sa-
bios que pudieron escucharlos vivían en los Himala-
yas. Eso sería como decir que el Sol pertenece a India,
lo cual no es verdad. Estos sonidos están más allá del
Sol y son responsables de la manifestación de los di-
versos sistemas solares. Todos nosotros pertenecemos,
pues, a estos sonidos, y no hay ninguna parte del Glo-
bo que pueda decir que le pertenecen. Es una equivo-
cación creer que son indios.

Los sonidos son la manifestación primera de la


Conciencia y luego los sonidos han producido las vi-
braciones y se han manifestado como muchos colores
y los colores se han manifestado en la variedad de
formas que vemos dentro y fuera de nosotros. Somos
muchas formas diversas las que estamos aquí y cada
uno de nosotros es una forma singular. No hay nadie
que sea igual que el otro. Eso se debe a que tenemos
diferentes colores y los diferentes colores obedecen a
los diferentes sonidos y todos los diversos sonidos tie-
nen su base en un sonido llamado OM. OM, a su vez,
proviene de un sonido que no se pronuncia, silencio-
so. Así es que, del estado silencioso no pronunciado se
produce la pronunciación de la Palabra Sagrada OM y
luego el OM es manipulado, por así decirlo, para trans-
formarse en otros muchos sonidos que han dado lugar
a otros tantos colores, que a su vez se han manifestado
transformándose en las formas que tenemos los seres
y este Sistema Solar.

Cuando la Sabiduría vino a este Planeta por vez


primera, los antiguos de aquella Edad visualizaron los
sonidos. Ellos veían los sonidos y también oían los
colores –este es un fenómeno muy particular que aho-
ra no conocemos–. Ellos visualizaron los sonidos y
nos los transmitieron para que pudiéramos crear como
el Creador. Por hoy basta con esto. Por favor, familia-
rizaos con ellos, porque estos sonidos reconstruyen a
todos los seres. Una vez familiarizados con ellos, rom-
perán ciertas barreras, pero si seguimos comportándo-
nos infantilmente mientras nos estamos familiarizando
con ellos, nos harán daño. Esto significa que si no nos
preocupamos de mantenernos puros al escucharlos,
nos producirán molestias graves en los mundos infe-
riores. Por eso estos sonidos no se le dan a la gente en
general. Sé que todos los aquí presentes sabemos lo
que es la responsabilidad y queremos vivir nuestra vida
con sentido y con cierto grado de responsabilidad; por
eso los pronunciamos. Conozco grupos en los que
estos sonidos eran pronunciados sin mucha prepara-
ción y estos grupos se han roto en pedazos. El grupo
deja de existir cuando los sonidos se pronuncian sin

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preparación. En su día os diré el significado científico
de estos sonidos. De momento, familiarizaos con ellos.
LA MEDITACIÓN
Hoy vamos a aprender algo sobre la preparación
para la meditación, sobre el proceso de meditación y
sobre el culminar de la meditación en la experiencia. El
tema lo cubriremos tan ampliamente como nos sea
posible. Por la mañana nos dedicaremos a entender la
importancia de la meditación y el proceso preparatorio
para ella. Por la tarde os daré dos técnicas de medita-
ción. En la terminología espiritual una es conocida
como con simiente y la otra sin simiente. Una consiste
en el acercamiento por la mente y la otra en el acer-
camiento por el corazón. Estas son las dos maneras
fundamentales que tenemos de acercarnos a la medita-
ción. Algunos prefieren acercarse por la mente, y otros
por el corazón, pero ambas maneras nos llevan a la
cumbre de la experiencia que es la cumbre donde se
experimenta la Existencia.

La meditación es un proceso para experimentar la


vida. La manera de entender la meditación es múltiple,
pero debe culminar siempre en la experiencia conti-
nua de la Consciencia Una. La Consciencia Una ya la
tenemos en nosotros, pero se despierta mediante la
meditación. Se trata de un estado en el que existimos
como TODO y no hay un segundo estado. A este pro-
ceso se le da el nombre de meditación y cuando se
llega a él se dice que estamos en estado meditativo.

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Todos sabemos que existimos de manera múltiple.
Cuando salimos y entramos, somos conscientes de una
manera física; cuando estamos, por ejemplo, experi-
mentando el desayuno, la comida, la cena o el café con
leche, somos conscientes de la Existencia a nivel de los
sentidos y además existimos también en nuestros nive-
les emocionales. Cuando estamos ocupados en nuestros
pensamientos, somos conscientes a un nivel mental;
cuando estamos intentando discernir y hacer buenas
cosas, estamos existiendo en el estado de BUDDHI;
cuando servimos a otros sin motivo, estamos existien-
do en la conciencia llamada Amor, y cuando existimos
y vemos en todo esa misma existencia, eso es lo que se
llama estado de meditación. Cuando estamos en esta-
do de meditación, el Amor, la Facultad de Discernir,
el pensamiento, el deseo y la conciencia física están
incluidas en él. Cuando no estamos en ese estado,
estamos difuminados aquí y allí, estamos dispersos.
Mediante la meditación viajamos del estado de dis-
persión al estado de UNIDAD.

Cuando dormimos somos UNO, estamos en el esta-


do de Existencia, y al despertarnos somos conscientes
de esa Existencia; pero desde el momento en que nos
despertamos, el proceso de pensar es simultáneo y
acto seguido somos arrastrados por nuestros pensa-
mientos durante todo el día, pensamiento tras pensa-
miento, que nos empujan constantemente. A veces, a la
hora de comer estamos ya cansados y necesitamos una
siesta; otras veces estamos ya totalmente cansados al
llegar la tarde y nos vamos a dormir, pero es la mente
la que necesita dormir debido a su excesivo esfuerzo.
Los que continuamente se dejan llevar por su pensa-
miento enseguida se cansan y se sienten débiles, no
sonríen, y sus ojos no comunican luz y si le pregunta-
mos a una de estas personas: “¿cómo estás?”, nos
arrepentiremos de habérselo preguntado, porque em-
pezará a contarnos tantísimos problemas que a su vez
nos harán infelices también a nosotros. Esto sucede
porque caemos prisioneros de los pensamientos y no
vemos cómo surgen. No tenemos la tecnología ade-
cuada para seguir siendo nosotros mismos mientras un
pensamiento empieza a surgir de nosotros; por eso,
según sale, nos lleva con él. A cada momento se nos
empuja aquí y allá. ¿Cómo podemos tener así paz de
mente? ¿Y cómo podemos sentirnos frescos? ¿Cómo
podemos mantener la alegría cuando siempre nos em-
puja el pensamiento? La finalidad de la meditación es
que salgamos de este proceso de la máquina de pensar.
Necesitamos la máquina de pensar cuando queremos
actuar, pero cuando no, deberíamos quedarnos aparte
y ser capaces de estar con nosotros mismos, porque
suele ser la máquina la que nos hace trabajar en vez de
ser nosotros los que la hacemos trabajar a ella. Enton-
ces esta máquina que ha salido de nosotros nos usa y
nos hace mecánicos, y nuestra vida se vuelve también
mecánica. El mecánico ya no es el maestro de la máqui-
na, sino que la máquina es el maestro ahora y nosotros
somos sus esclavos durante toda la vida y no sabemos

19
por qué nacemos, por qué vivimos ni por qué tenemos
el concepto de la muerte... Todo es una gran confu-
sión, porque estamos totalmente controlados y atados
por nuestro pensamiento. La finalidad de la meditación
es que salgamos de esta situación, de esta máquina dra-
coniana, de esta máquina todopoderosa.

El año pasado os conté una historia referente a esta


máquina. No voy a repetirla ahora, pero os pido que la
recordéis y os daréis cuenta de cuán terrible es este
monstruo. Se trata de mantenerse fuera de su alcance.
Hay diversas maneras simbólicas de representar este
proceso. Cuando dormimos, estamos como un papel
en blanco; existimos, pero no somos conscientes de
nuestra existencia porque no hay un segundo ser para
observarla. Después nos despertamos del sueño –que
representamos simbólicamente por un círculo con un
punto en el centro–. Según nos despertamos, miramos
alrededor y vemos nuestro propio horizonte o zodíaco.
¿Qué pasa después...? Surge el primer pensamiento
aunque no nos lo propongamos, como por ejemplo:
que nos tenemos que dar prisa para ir al baño, “porque
a las seis hay meditación”, etc., y entonces ha empezado
el pensamiento. Es decir, que estábamos en la Existen-
cia y al despertarnos empezamos a tener conciencia de
ella. Vamos a representar esta segunda situación me-
diante un círculo con un triángulo en su interior y un
punto en el centro; la primera situación la describimos
con un círculo y un punto en el medio. A medida que
nos levantamos tenemos pensamientos, hay una pro-
ducción de pensamientos, y luego el pensamiento se
vuelve predominante y estamos dentro de él –repre-
sentado por un triángulo y un círculo en su interior con
un punto en el centro–. Después, empezamos a llevar a
cabo el trabajo a la ventura y el triángulo va creciendo
más y más y se hace muy grande, mientras que nosotros
nos vamos haciendo muy pequeños. (Fig. 1)

Seguimos produciendo pensamientos hasta unas


proporciones monstruosas, hasta que estamos total-
mente controlados por ellos. A veces decimos: “¡Uf!,
¡es difícil de verdad!”, y a veces no podemos ni siquiera
dormir, porque esta máquina es tan fuerte que a veces
nos dan las once de la noche y no podemos dormir, dan
las doce y tampoco, es la una de la madrugada y segui-
mos sin dormir…, entonces el pensamiento se hace
más grande aún. “¿Cómo me voy a levantar por la ma-
ñana si no puedo dormir?” –empezamos a pensar–, y
seguimos sin dormir. ¿Sabéis lo que pasa entonces? Que
a las cuatro de la madrugada –que es lo que llamamos la
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Hora del Creador u Hora de Brahma, porque Él empie-
za su trabajo con el amanecer–, Él nos mira diciendo:
“Pobre hombre, no ha dormido nada”, y nos ayuda a
dormir; y cuando nos despertamos, los otros ya están
desayunando… Entonces nos damos cuenta de que
hemos participado en la meditación de las seis de una
manera diferente. Así es como nos come este monstruo.
Por tanto, se trata de pasar del estado de pensamientos
enormes y monstruosos al estado de pensamiento
normal, para pasar luego al estado en que tú dominas
al pensamiento. El segundo –un círculo con un trián-
gulo en el medio– es el estado en el que queremos
estar, en el cual el pensamiento nos obedece; es decir,
la máquina está bajo nuestro control. Por eso este
símbolo nos ha sido dado como símbolo sagrado de
meditación, al que damos el nombre de DATTATREYA,
que quiere decir “que nace del estado de dos” y el pen-
samiento que nace está bajo el control del Maestro. Al
primero, un círculo con un punto, se le llama el estado
de ATREYA, que quiere decir “no tres”. TREYA es tres,
ATREYA lo niega. “No tres” quiere decir que todavía
no nos hemos convertido en tres. Todo el trabajo que
realizamos es un triángulo, el triángulo del trabajo. Por
eso el Maestro Djwhal Khul nos ha dado la Ciencia de
los Triángulos, para que mediante ella podamos alcan-
zar el segundo estado y más tarde alcancemos el pri-
mer estado, en el que estamos en la Existencia, somos
conscientes de ella y no hay pensamiento. Cuando
necesitamos actuar, producimos un pensamiento, y
este pensamiento se transforma en acción. Solo cuan-
do necesitamos actuar, actuamos a través de un pen-
samiento. Así es como viven los Maestros.

¿Os dais cuenta? Hay gente que no suele decir cosas


que no van a ser ciertas, ¿no? Incluso entre nosotros
hay ya personas que dicen solo lo que es estrictamente
significativo. Si alguien dice que vamos a comer a la
una y lo dice de verdad, entonces estamos todos segu-
ros de que habrá comida a la una, porque sabemos que
esa persona no dirá nunca lo que no es cierto. Esto lo
entendemos bien, ¿no?; es decir, que cuando alguien
dice algo, esperamos que eso se haga realidad. Des-
pués de las seis, cuando Valentín nos anunció el pro-
grama de que a las nueve habría un ritual del fuego y a
las ocho desayuno, ha sido así, ¿no?; entonces lo que
ha dicho se ha transformado en acción. Muchos de los
aquí presentes son ya capaces de hacer esto. Después,
hay otro paso más adelante: Así como debemos decir
sólo lo que vamos a poner por obra, debemos también
pensar sólo lo que vamos a poner por obra. ¿Enten-
demos esto? Quiere decirse que producimos muchos
pensamientos que no llevamos a la acción. Nos sen-
tamos aquí y empezamos a pensar: “Estaría bien si
fuera a aquella montaña”, y es un pensamiento al que
no sigue acción ninguna, porque sabemos de sobra
que no tenemos tiempo para hacerlo. Es como pensar:
“¡Ah!, ¡si yo pudiera estar hoy en el Everest, en el
Mont Blanc o en Montserrat…!”. Si estamos sentados
aquí y seguimos pensando en Montserrat, nunca po-

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dremos transformar este pensamiento en acción. De
esta manera solemos producir muchísimos pensamien-
tos que no se transforman en acción. Igual que hay
gente que no dice nunca algo que no va a poder cum-
plir, hay también personas que no piensan nunca algo
que no van a poder cumplir; quiere decir esto que
cuando surge un pensamiento de ellos, se transforma
directamente en acción. Este es el estado de Maestría.
Los Maestros de Sabiduría a los que adoramos y admi-
ramos no son máquinas de pensar, y los únicos pen-
samientos que surgen de Ellos son aquellos que van a
ser transformados en acción, y son siempre maestros
de sus pensamientos, teniendo siempre cuidado de que
estos pensamientos se transformen en acción. Enton-
ces surge el cuarto estado –el triángulo que se trans-
forma en cuadrado–. (Fig. 2)

Pitágoras ha descrito lo mismo de la manera que


veis –es un círculo dividido en cuatro partes con un
cuadrado en el medio y del triángulo sale un cuadra-
do–. A su debido tiempo entraremos en esta ciencia.
Esta es la ciencia de transformar los pensamientos en
acción. Este es el cuarto estado, en el que hay una cruz
dentro del círculo. Este símbolo se ha ido haciendo
poco a poco famoso con la llamada TAU o símbolo de
Venus, es decir: la acción se lleva a cabo por medio de
nosotros. (Fig. 3)

Se le llama el estado de Venus, el estado de Amor o


permanecer en el Centro del Corazón, y poco a poco
se invierte y nuestras propias acciones dominan a
nuestro YO; así suceden las inversiones. El Uno se
hace muchos, la Persona Una se transforma en perso-
nalidad y tiene su cuerpo para llevar a cabo las accio-
nes. Esta es una forma de presentar la Unidad que se
transforma en multiplicidad. Esta es una exposición
triple de la Verdad, pero hay también una exposición
cuádruple en la que, como os he dicho, 1º está la Exis-
tencia, 2º al despertarnos tenemos conciencia de que
existimos, 3º está el proceso de pensar y 4º la trans-
formación del pensamiento en acción. Son los cuatro
aspectos de la Cruz, que es un símbolo desde tiempo
inmemorial. (Fig. 4)

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Son también los cuatro jinetes descritos por San
Juan en el Apocalipsis, y es un sendero cíclico. De la
Existencia nos despertamos, producimos un pensa-
miento, actuamos, y cuando llegamos a la noche vol-
vemos a la Existencia. Al día siguiente nos volvemos
a despertar y volvemos a producir un pensamiento,
actuamos, y de nuevo nos volvemos a dormir. Vamos
a tomar la segunda parte del dibujo como nacimiento.
La conciencia de la Existencia es un nacimiento, al
proceso del pensamiento lo llamamos crecimiento, y la
acción representa más crecimiento, para después vol-
ver al estado original en que nacimos; es decir, se trata
del Uno que se transforma en cuatro. También hay
una división quíntuple, una división séxtuple, una divi-
sión en nueve y una división en veintiuno, veinticua-
tro, veintisiete, veintiocho, y esto no tiene fin. Pero de
lo que se trata es de permanecer como Uno mientras
nos estamos haciendo muchos. Si somos capaces de
permanecer en el centro de nuestra consciencia, enton-
ces podremos experimentar todo lo que sale de noso-
tros. Es como la experiencia de una mujer embarazada
que lleva a un niño dentro de ella. El niño es un ser
que está saliendo del mismo ser de la madre, pero ella
sabe perfectamente que es otro ser distinto de ella y
disfruta mientras el niño está creciendo en su vientre,
pero no se convierte en niño. La madre no se hace
niño; sin embargo, ve cómo va creciendo y cómo a
veces se mueve, y cada vez que la madre siente alegría,
el niño que está dentro de ella también expresa esta
alegría moviéndose, y cuando el niño se mueve, la ma-
dre se pone aún más contenta, diciendo: “¡Se mueve,
se mueve...!”. No tengo nada dentro (mirándose a sí
mismo), no tengo un niño dentro, pero tenemos niños
que producimos aquí, en la mente. Pero ¿cuál es la
diferencia entre el niño del vientre y el niño de la ca-
beza? Hay una diferencia. Cuando el niño crece en el
vientre de la madre, la madre es una observadora de
cómo crece el niño, mientras que cuando hay un niño
que se produce en la mente, no hay nadie que lo pueda
observar porque el supuesto observador se transforma él
mismo en pensamiento, es como decir que la madre se
transforma en niño y entonces ya no hay madre que
pueda experimentar cómo va creciendo ese niño.

De la misma manera, cuando los pensamientos van


surgiendo de nosotros, no estamos allí presentes para
experimentarlos porque “estamos ya transformados”.
Esta transformación de nosotros mismos en nuestros
pensamientos nos niega totalmente la experiencia.
¿Sabéis cuál es la experiencia más grande para una mu-
jer? Tener un hijo. Esta experiencia no se puede expre-
sar con palabras –siempre y cuando la madre tenga co-

27
nocimientos del sacramento que significa llevar a un
niño dentro de ella–. Hay también mujeres que opinan
que es un peso y una carga; esas mujeres no pueden
tener experiencia alguna. Es el mismo caso que los que
dicen: “Este pensamiento es una carga”. Se trata de
dejar salir los pensamientos fuera mientras los
observamos y quedarnos sólo con el pensamiento
que debe transformarse en acción, al cual debemos
alimentar con energía para que se pueda manifestar.
Podemos así escoger el pensamiento apropiado que
queremos si permanecemos como observadores. Des-
pués, la mente toma este pensamiento e informa a los
sentidos y los sentidos informan al cuerpo; de manera
que la mente, los sentidos y el cuerpo producen el pen-
samiento que proponemos nosotros.

El año pasado os di un símbolo –espero que los


que estabais presentes lo recordéis aún–. (Fig. 5)

Tenemos el Espíritu en el vértice del triángulo que


apunta hacia arriba y en los dos ángulos de abajo te-
nemos a los dos consejeros del Espíritu: Amor y Sabi-
duría, que son los dos que aconsejan continuamente al
vehículo que llamamos mente, sentidos y cuerpo. En la
terminología espiritual, al triángulo con la punta hacia
arriba lo llamamos el Yo Superior, y al triángulo con la
punta hacia abajo lo llamamos el Yo Inferior. El Yo
Superior es quien produce los pensamientos. La crea-
tividad pertenece al Yo Superior, pero ha de ser tra-
ducida al Yo Inferior, que es el que actúa. En el Yo
Inferior, el Amor se transforma en Deseo o emoción,
la Sabiduría se transforma en Mente o intelecto y el
Espíritu se transforma en Cuerpo. Si doy los símbolos
astrológicos que di el año pasado, tenemos al Maestro
Júpiter arriba, Venus por el Amor y Mercurio por la
Sabiduría; la Luna por la Mente, Marte por el Deseo y
el Gran Maestro Saturno por el Cuerpo. La expansión
del Espíritu está contenida en Saturno, y es Saturno el
que estabiliza mediante un proceso de limitación. En
el Yo Inferior tenemos la Limitación de Saturno, el
Deseo de Marte y el Intelecto de la Luna; en el Yo
Superior tenemos a Dios nuestro Señor a quien lla-
mamos Padre del Cielo, tenemos Amor y Sabiduría.
Entonces, ¿dónde estamos nosotros en este esquema?
Nosotros estamos en el centro como Hijo –el punto
del centro es el símbolo del Hijo–.

Los que quieren hacerse más “espirituales” no


quieren saber nada del Yo Inferior, y los materialistas
no quieren saber nada del Triángulo Superior; pero lo

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queramos o no, los dos existen en nosotros. El espiri-
tualista no quiere estar en el Triángulo Inferior y pien-
sa que eso es “algo que hay que desechar”, pero si el
Yo Inferior no existiera, no se podría experimentar
nada; de la misma manera que si no hubiera Yo Supe-
rior, tampoco habría experiencia. Por eso los necesita-
mos a los dos. Tanto el Yo Superior como el Inferior
están colocados de manera magnífica en el cuerpo
humano. En ningún otro reino se encuentran tan bien
colocados como en el reino humano, y ni siquiera el
reino mineral, vegetal o animal tienen tales planos de
consciencia. No me entendáis mal si digo que ni si-
quiera los devas tienen esta manifestación tan comple-
ta. Los ángeles y arcángeles precisan de los seres hu-
manos para poder actuar. ¿Por qué? Porque no tienen
Yo Inferior. Pero ¿por qué el Arcángel Gabriel tuvo
que aparecérseles a Zacarías y a Isabel? ¿Y por qué
habían de necesitar a un Juan y a un Jesús que habían
nacido de seres humanos? ¿Pueden entonces llevar a
cabo todas las cosas por ellos mismos? No, no pue-
den. Los Seres Superiores precisan de los seres huma-
nos para llevar a cabo las cosas en el plano físico. Los
Seres Superiores precisan también de los seres huma-
nos para que estos últimos se transformen en el Yo
Superior; ésta es la belleza del ser humano. Podemos
ser devas y también, si lo queremos, podemos ser ani-
males, o podemos seguir siendo humanos y mantener
la misma distancia entre el reino dévico y el animal.
¿Os dais cuenta? ¡Tenemos posibilidad de elección!
Otros no tienen esta suerte. Por eso se dice en las
Escrituras que “Dios hizo al Hombre a su imagen y
semejanza”. Podía haberse dicho: “Dios hizo al Deva
a su imagen y semejanza”, pero ¿por qué no se dijo?
Porque los devas no pueden descender al nivel del Yo
Inferior, y los seres del Nivel Inferior no pueden llegar
al Nivel de los Devas. Por eso el hombre es el punto
central de toda la Creación, y nuestra experiencia será
completa sólo cuando sepamos ser humanos.

Para dar una visión sinóptica de estos dos triángu-


los, podemos decir que el Triángulo Superior es el
Conocedor, el que sabe, y el Triángulo Inferior es el
Campo. El Conocedor actúa a través del Campo; es lo
que se llama en sánscrito KSHETRAJÑA (conocedor) y
KSHETRA (campo). El conocedor tiene que experi-
mentar por medio del campo del conocimiento. Su-
pongamos que sabemos cultivar. ¿Nos sentimos satis-
fechos solo con saberlo? Tenemos que cultivar para
obtener la comida; por eso el labrador lleva a cabo el
cultivo, para experimentar el fruto de su trabajo. De
la misma manera, también nosotros trabajamos para
experimentar el fruto de la acción. Entonces, hay un
campo para la acción y luego hay alguien que actúa. El
Triángulo Superior es el que actúa y el Triángulo Infe-
rior es el campo en que actúa. Tenemos que cultivar el
campo, pues si lo cultivamos debidamente obtendre-
mos una buena cosecha que podremos saborear, pero
si no hay cultivo apropiado, no habrá entonces una
buena cosecha. Se espera que tengamos el campo pre-

31
parado antes de que vengan las lluvias, porque de otra
manera el cultivo no será completo. Es el mismo
ejemplo que nos dio Jesús acerca de la simiente: “Hay
semillas que cayeron sobre piedra, otras cayeron en
tierra estéril y otras en tierra bien preparada”. Sólo el
campo que está bien preparado puede darnos la expe-
riencia de la cosecha. Nos dio tres variedades de cam-
po: uno, la piedra dura; otro, la tierra sin cultivar; y
otro, la tierra fértil y bien preparada. Pero la semilla
nace solo en el campo cultivado. El cultivo es lo que se
llama meditación, y de la misma manera que el labrador
conoce la tecnología para cultivar, un estudiante de
ocultismo debe saber la tecnología para meditar, para
que así, cuando el cultivo esté bien hecho, obtengamos
una excelente cosecha, y cuando alguien pase por allí y
lo vea, pueda pensar: “¿Quién podrá ser este labrador
tan excelente?, ¡qué bonito es este jardín!, ¡qué bonita
es esta granja!”. Por consiguiente, cuando el terreno
está cultivado, el Yo Superior se refleja en él; pero
cuando estamos muy orientados hacia lo material, muy
orientados hacia los deseos y emociones y ocupadí-
simos con el intelecto y no actuamos, se dice que el
Campo está espeso, muy espeso, como el bosque. ¿Se
puede acaso cultivar en el bosque directamente...? Te-
nemos que cortar la maleza, arar la tierra, darle agua y
mantenerla preparada para sembrar la simiente. Así
también, tenemos que cultivar las tres cualidades del
Triángulo Inferior, porque una vez que estén bien cul-
tivadas, el Espíritu, el Amor y la Sabiduría se reflejan a
través de él. Siempre que se produce el reflejo adecua-
do del Amor, de la Sabiduría y del Espíritu a través de
un Triángulo Inferior, encontramos un profeta en la
Tierra. Entonces, cuando el cultivo está bien hecho,
nace el Profeta. El Profeta no aparece cayendo del
cielo, el cielo consiste en mirar siempre hacia abajo
para ver si el campo está preparado, porque si el cam-
po está preparado, el Profeta se siente atraído hacia él.
La única cosa que todos nosotros tenemos que hacer
es cultivar el campo. Espero que todos entendamos de
cultivo, porque como hemos venido de Hamburgo, de
Ginebra, de Barcelona etc., lugares todos donde hay
muchos edificios y muchos coches, a lo mejor nos
hemos olvidado de cómo hay que cultivar y entonces
mi ejemplo habrá sido en vano. Pero yo encuentro que
España es todavía un lugar donde puede haber un
montón de cultivo, porque hay mucha tierra virgen
todavía que cultivar y no estamos construyendo dema-
siados rascacielos e industrias. Pues bien, cuando hay
un cultivo apropiado, se produce la manifestación del
Espíritu. De esta manera es como se ha dicho que el
Espíritu Santo desciende y toma la posición del centro
(en la estrella de 6 puntas). Es como el piloto cuando
dice: “¡Tripulación, preparados!”. Y cuando están ya
todos listos, dice: “¡Adelante!”, y tiene además dos
copilotos con él, que son el Amor y la Sabiduría, con
los que tripula la nave. Entonces nosotros nos queda-
mos mirando con la boca abierta al Profeta que viene y
nos dice: “Si ha sido posible para mí, también es posi-
ble para todos vosotros”. Es lo que Jesús dijo, es lo

33
que todos los profetas dicen: “Yo soy uno entre voso-
tros y si yo soy hijo de Dios, vosotros también lo sois
y somos todos hermanos”, pero no dijo: “Yo soy el
Triángulo Superior y todos vosotros sois el Triángulo
Inferior”, sino que nos dijo repetidamente con el nom-
bre de Rama, con el nombre de Krishna, con el nom-
bre de Zaratustra y de Abrahám, con el nombre de
Pitágoras y de Jesús y de todos los profetas: “Soy tan
humano como vosotros, pero si me veis como Profeta
es debido a la promesa del Señor de que esto es posi-
ble para todo ser humano”. Por consiguiente, mirando
a una persona que ha recibido el Espíritu, el Amor y la
Sabiduría, debemos quedar inspirados para volvernos
también así, pero si decimos: “Es Dios encarnado, es
un Avatar; por eso a Él le ha sido posible y a mí no me
es posible…” Este es el punto de vista de los perezo-
sos que no quieren cultivar el campo y dicen: “Sabes,
es que mi tierra está llena de piedras, pero ¡claro!, su
tierra es fértil”, olvidándose de que el Profeta la hizo
fértil con sus propias acciones y de que antes su
campo estaba lleno de piedras también, pero las quitó,
preparó la tierra, esperó el momento justo y antes de
que viniera la estación de las lluvias su tierra estaba
lista y cuando vinieron las nubes y empezó a llover,
entonces sembró la simiente que las lluvias sucesivas
hicieron germinar y ahora tiene un hermoso jardín
floreciente. Pero no lo veíamos cuando estaba traba-
jando su propio campo porque trabajaba en silencio
y no hacía publicidad ninguna de cómo cultivaba el
campo, que es lo contrario de lo que solemos hacer
nosotros. Nosotros hacemos mucha propaganda de la
preparación de nuestro campo, lo cual significa que
mientras sigamos haciéndolo así, no estamos interesa-
dos en nuestro propio campo y no queremos cultivar-
lo. Yo le digo a Josep: “Oye, Josep, que tu tierra tiene
muchas piedras, ¡será mejor que la cultives!”, y enton-
ces él le dirá a su vez a otra persona: “Tiziana, que tu
campo tiene muchas piedras, ¡trabájalo!”. El Profeta
nunca hace eso. Antes de venir y hablar a la gente,
arduamente ha cultivado su campo y ha obtenido una
buena cosecha y un campo de mangos, y dándose
cuenta de que los mangos estaban divinos se puso tan
contento que quiso que los demás pudiesen disfrutar
también del sabor tan bueno de esos mangos. Pero Él
no puede vender los mangos de su jardín a toda la
Humanidad, y por eso nos dice: “Si cultiváis vuestro
campo como yo lo he hecho, también podréis disfru-
tar de los mangos”. Pero nosotros no tenemos interés
en hacerlo y nos gusta más coger el mango de su
jardín; sin embargo, no podemos hacerlo porque ese
jardín está en el plano etérico y aunque vayamos allí,
no lo encontraremos. Entonces le decimos al Profeta:
“¿Dónde está tu campo?”, y el Profeta nos dice: “Está
aquí mismo, a tu alrededor, ¿qué quieres?”, y el que lo
quiere le dice: “Un mango, por favor”. Entonces el
Profeta mira al Señor, abre su mano, y aparece un
mango en ella. Él te lo ofrece y tú te lo comes y durante
una hora estarás saboreándolo. Al día siguiente quieres
otro mango y vuelves, pero Él no está siempre allí para

35
darte el mango, entonces te dice: “Querido hermano,
puedes obtener cientos de mangos con tus manos;
entonces, ¡cultiva!”. La técnica de cultivo que cada
profeta nos da es conocida hoy como Bhagavad Gita,
Zend-Avesta, Antiguo Testamento, Nuevo Testamento o el
Evangelio de Acuario, pero siempre es la misma verdad
repetida en estas palabras proféticas. El libro que con-
tiene las enseñanzas de Jesús está lleno de acciones y
de instrucciones y nos dice cómo debemos actuar, pe-
ro no dice que miremos al cielo.

Todas las Escrituras son libros de instrucciones; si


las seguimos, el campo estará bien preparado. ¿Sabéis
qué aspecto tiene un campo bien preparado? Es como
un lago con el agua en calma –podéis ver algunos en
Suiza– en el que no hay marea; hay marea, pero no se
percibe. Me han dicho que en el lago de Ginebra el
agua tarda doce años en moverse de un extremo al
otro, pero para el que lo mira, el agua parece que está
quieta. Cuando el lago está así, el cielo y las estrellas se
pueden reflejar en él; no las podemos ver bien refleja-
das en un río donde el agua corre. En un lago de agua
tranquila podemos ver incluso hasta el pez que se
mueve y podemos ver las conchas y los guijarros.
Cuando alcanzamos este estado de mente tranquila, se
produce el reflejo de lo superior en lo inferior. El
triángulo superior se refleja muy bien cuando hay un
triángulo inferior que está quieto, en calma. Suponga-
mos que tenemos un soporte para poner el incienso.
¿Cómo podemos poner el incienso en él? Solo cuando
el soporte de poner incienso esté estable y quieto.
Imaginaos que se moviera, que se balanceara de un
lado a otro, ¿cómo seríamos capaces entonces de po-
ner el incienso? Si no hay sentido (sense) no puede
haber sentido interno (“in-sense”//incense). Si no hay
base, no puede haber una estructura encima. Él quiere
que tengamos fundamentos adecuados, y cuando los
tengamos, entonces se puede construir un edificio alto.
El Triángulo Inferior es lo que se llama la base y el
Triángulo Superior es lo que se llama la superestructu-
ra encima de la base, que es lo que nos han dado como
símbolo de Siva. La base material es el Triángulo Infe-
rior y a la parte superior se la llama Espíritu. El Espíri-
tu es estable si la base es también estable; si no lo es, el
Espíritu se cansa de la base. Si le digo a Jesús que pon-
ga el incienso en este soporte y yo lo muevo de un
lado para otro, entonces se enfadará y me dirá: “¡Dé-
jame en paz!, no quiero seguir con este juego”. De la
misma manera, el Espíritu no puede descender a una
personalidad que no está en calma. Cada vez que me-
ditamos es para conseguir que el Triángulo Inferior se
quede quieto, que es lo que todos nosotros tenemos
que hacer. Entonces el proceso siguiente es completa-
mente automático y natural. Hay varios pasos a seguir
para que el Triángulo Inferior se quede quieto. Si los
practicamos, basta con cerrar los ojos en la meditación
y ya estamos en nuestro estado de Ser. Sin practicar
estos pasos, aunque cerremos los ojos por la mañana y
por la tarde a las seis, estaremos quietos sólo física-

37
mente, pero la mente estará vagabundeando; se irá a
Barcelona, a Hamburgo, a Dinamarca, a India, o a la
mesa del desayuno, pensará en un cigarrillo o en una
taza de café, en los niños, en los problemas familiares
o en nuestra situación social; no dejará de moverse de
un lado a otro y nunca se quedará donde tiene que
estar, ¿no? Así es como solemos hacer la meditación.
Diez principios previos
Los pasos para hacer la meditación están agrupa-
dos en dos grupos de cinco instrucciones que nunca
hemos de olvidar practicar, porque si practicamos es-
tas diez instrucciones y las seguimos continuamente,
harán que el yo inferior permanezca siempre quieto, y
una vez que esté así, habrá una manifestación continua
del Espíritu en él. Si nos olvidamos de practicar alguna
de ellas, la base otra vez se tambalea y el Espíritu des-
aparece. Es como cada vez que nos bebemos una taza
de café, que hemos de limpiar la taza de nuevo para
poder beber otro café a la mañana siguiente. Igual-
mente hemos de limpiar la base con estos diez princi-
pios. Os daré los diez principios, no porque no los
sepáis ya, sino porque todos necesitamos recordarlos,
incluyéndome a mí; acordarnos y volver a acordarnos
es importante en toda práctica ocultista. Sé muy bien
que puesto que habéis venido aquí todos, ya estáis
practicando los principios ocultos; así pues, no se
trata de deciros que vosotros no los practicáis y yo os
estoy diciendo cómo practicarlos. Nos hemos reunido
todos aquí para acordarnos de ellos de nuevo todos
juntos. En este espíritu os doy los dos grupos de cinco
instrucciones, y una vez que las sigamos de manera
correcta, la meditación se produce sin esfuerzo; de no
ser así, la meditación será un esfuerzo constante sin
experiencia. Después de todo, la meditación es un
estado en el que el esfuerzo desaparece y queda solo la

39
Existencia; no puede ser solo un aburrido proceso de
esfuerzo continuo. Meditamos y meditamos durante
diez, doce años y no sucede nada. ¿Por qué no sucede
nada? Se debe a lo que ya os he dicho. Entonces, entre-
mos en la experiencia de la meditación esta tarde, y os
daré los principios ahora, un poco antes del mediodía.

Todos nosotros conocemos muy bien la excelente


cualidad de la INOFENSIVIDAD; es algo que no pode-
mos olvidar, ¿no? Cristo nos enseñó lo que es la ino-
fensividad; Buddha también nos lo enseñó. Todo pro-
feta y Escritura nos enseña esto mismo, y muchos de
nosotros tienen ya la conciencia de que no se ha de
ofender ni herir a otros seres, de que no debemos herir
ni cazar a los animales, ni cortar los árboles sin causa
justificada. Pero, si bien es verdad que queremos a los
animales y que queremos a los árboles, no somos sin
embargo capaces de querer a nuestros propios congé-
neres humanos. Admitamos que no seamos capaces de
llegar a amarlos, pero por lo menos no les hagamos
daño. Todos nosotros, que hemos estado practicando
la ciencia oculta, solemos practicar otro tipo de ofensi-
vidad. ¿Sabéis cómo causamos daño? A veces con
nuestra palabra. Una manera de hablar ruda y fuerte o
muy crítica, o negativa, produce dolor en los demás;
incluso esto es también una actitud ofensiva. Podemos
amar a los animales y a las plantas, pero no estaremos
amando a los seres humanos si somos capaces de decir
ciertas cosas que les hieren. ¡Ah!, ¡creemos que sí que
practicamos la inofensividad...! ¿Sabéis lo que dijo
Buddha? Buddha dijo: “Si eres maestro de esta virtud,
estás ya en el Reino de Dios”. Entonces ya no necesi-
tamos los nueve principios restantes. ¡Tal es la impor-
tancia de la inofensividad! Podemos ser muy amables y
cariñosos con extranjeros y con amigos, pero a veces
somos muy duros con los que están más próximos.
¿Por qué? Porque con los próximos, con los que están
más cerca de nosotros, estamos en nuestra naturaleza
verdadera y con otros ponemos un humor diferente, y
por cortesía social les sonreímos, pero por dentro no
sonreímos. Mas nuestra naturaleza real se descubre
cuando estamos en casa y cuando hablamos con nues-
tra mujer o con nuestro hijo, o cuando hablamos a la
gente del servicio o al compañero que trabaja con no-
sotros en la oficina. Hablamos con nuestro jefe con
todo amor, reverencia y respeto y luego miramos a
nuestros subordinados llenos de cólera y de crítica...
Esta no es la manera de practicar la inofensividad.
¿Sabéis? Cuando un hombre vive completamente con
esta virtud, la atmósfera a su alrededor está cargada de
Espíritu y Amor. ¿Sabéis? Los Ashrams de los Maes-
tros…, en el Ashram de los Maestros los tigres y los
ciervos viven en amistad. ¿Os lo podéis imaginar? ¿Y
sabéis por qué viven en amistad? Porque el magnetis-
mo que el Maestro emana debido a la inofensividad se
difunde a sus alrededores y crea una gran amistad en-
tre los animales. Ese mismo magnetismo hace también
que los árboles den fruto a rebosar y se doblen de su
propio peso. Si queréis saber si hay un Ashram de un

41
Maestro cerca de donde estéis, ¿sabéis cómo lo podéis
averiguar? Allí donde los animales estén tranquilos y
apacibles, donde haya un río que corre con una música
hermosa, donde haya árboles completos de colores
verdes y amarillos, donde haya árboles que den fruto a
rebosar y donde haya una especie de silencio en el
valle…, allí está. Basta con cerrar los ojos y nos queda-
mos absortos en meditación. Así es como la presencia
del Maestro, por medio de la inofensividad, desprende
Silencio y Luz. Esto es lo que tenéis que observar
cuando vayáis a los Himalayas o a los Alpes.

Muchos de nosotros quieren buscar o ver a los


Maestros en los Alpes o en los Himalayas y vamos a
ellos, abrimos los ojos de par en par y nos quedamos
mirando todo el día, hasta que las pupilas empiezan a
dolernos y empezamos a tener nuestras dudas: “Sí, la
gente dice que sí, pero a lo mejor no están aquí...”.
Queremos ver a un hombre con una túnica comple-
tamente blanca y si es posible con barba, pero no lo
encontramos. Lo que tenemos que observar es cómo
son los árboles y qué silencioso está el valle, qué pre-
ciosa es la atmósfera y qué colores tiene el cielo en esa
zona. Donde hay un Maestro, el cielo no puede estar
gris, sino que está lleno de azul. El Maestro lleva el
azul con Él y adondequiera que vaya ese azul va con
Él. Tampoco puede ser un tiempo nublado… De esta
manera es como debemos encontrar el Ashram del
Maestro. Leamos las Escrituras, todos estos signos y
pautas están dados en ellas. No, por favor, no penséis
que yo he visto todos estos Ashrams…, se trata solo
de la ciencia que encontramos en las Escrituras acerca
de estos Ashrams, aunque a veces los podemos pre-
sentir también, como cuando a veces, sin razón apa-
rente, sentimos una paz tremenda dentro de nosotros
y estamos muy tranquilos sin saber a qué se debe...
Normalmente solemos estar muy inquietos y confusos
–cuando digo “solemos” me estoy refiriendo a Jesús y
a mí– y de golpe nos volvemos muy apacibles y tran-
quilos... Entonces debemos entender que esa es la
presencia del Maestro y es su influencia ashrámica.
Cuando vinimos aquí a este valle, y dijimos: “¡Oh, qué
precioso!”, ¿dónde está exactamente lo precioso en él?
Como en verdad no podemos expresar lo bello que es,
por eso usamos estas palabras, como “precioso”, “bo-
nito”, etc. Cuando practicamos la inofensividad, des-
prendemos este Amor alrededor de nosotros, de ma-
nera que hay tanto Amor presente, que no puede
haber problemas ni discusiones en esa zona.

La segunda virtud del primer grupo que hay que


practicar es (Niveles de) VERDAD. He puesto entre
paréntesis “niveles”, y esto se debe al hecho de que,
hasta que no encontremos la Verdad Última, la verdad
varía entre nosotros. Para algunos, el azul es el mejor
color, y dicen: “El azul es el mejor”. A otros les gusta
el color rojo, y dicen: “Si no hubiera color rojo, no
habría azul, ¿sabes? El rojo está lleno de fuerza, y si se
tiene que llevar a cabo alguna cosa, ésta se manifiesta

43
solamente con el rojo”. Y si alguien más dice: “Rojo,
azul, amarillo o verde, de todas maneras todos ellos
salen del color blanco, entonces el blanco es el me-
jor...”, en ese caso no harán sino discutir, porque nin-
guno de los tres entiende la Verdad si siguen en este
estadio en el que cada uno piensa que lo suyo es lo
correcto. Otro ejemplo: Si veneramos solamente al
Maestro EK, entonces considero que somos buenos
discípulos. Entonces otro dice: “No, no, Master EK
no; ha de ser el Maestro Kut Humi”. Y un tercero que
dice: “No, es mejor venerar al Maestro Morya”. Y
habrá un cuarto que diga: “No, el mejor es Cristo”. Y
no faltará otro que diga: “No, no, ha de ser Brahma
o Krishna o Christos”. Es decir, que según nuestro
nivel de entendimiento, tenemos una cierta verdad en
nosotros. La virtud que hemos de practicar es com-
prender que cada uno tiene su propia manera de en-
tender la verdad; entonces, si lo comprendemos, po-
demos dejar que cada uno haga las cosas a su manera,
y no le colocaremos espinas en su camino. Esta es la
virtud que hemos de practicar. No debemos interferir
en las creencias de los demás, ni tampoco en las
nuestras, sino llevar a cabo nuestras propias trans-
formaciones. Así se producirá un cambio de la verdad
en nosotros también.
La otra vez que vine a España, para mí España
quería decir Barcelona y Tibidabo. Ahora que he veni-
do otra vez a España, tengo un mejor nivel de Verdad;
ahora sé que hay Barcelona y Tibidabo y que hay más
España y que está la carabela de Colón… A medida
que se aprende, nos damos cuenta de que existen nive-
les de Verdad. El que de verdad conoce la Verdad ve
que todo el mundo está progresando en la Verdad y
comprende que todos tienen su manera particular de
entender esa verdad hasta que llegan a la Verdad.
Quien de verdad conoce la Verdad no altera los otros
niveles de Verdad. Esta es también una virtud a practi-
car, tanto para no ser alterados como para no alterar.

Hay también un tercer aspecto: NO TENER INSTIN-


TO DE APROPIARSE DE LO AJENO. Robamos los pen-
samientos de los demás y los presentamos como si
fueran nuestros. Supongamos que Rudolf me contó un
chiste una vez en Ginebra y cuando hablé en Barcelo-
na el año pasado, yo conté ese chiste como si fuera
mío… Eso es, por ejemplo, robar un chiste. Supon-
gamos que aprendo un plato de cocina en casa de Va-
lentín y me voy a Visakhapatnam, mi ciudad, preparo
una paella excelente y entonces allí me dicen: “¡Oh!,
¡vaya plato tan bueno que conoces!”. Yo, sin embargo,
debería ser tan honrado como para decir: “En Barce-
lona hay una persona que se llama Valentín que fue
quien me lo enseñó y por eso os lo puedo dar ahora a
vosotros”. Si no lo hago así, la virtud de la Verdad está
ausente. Aprendemos del Maestro y damos ese cono-
cimiento como si fuera nuestro propio, como si noso-
tros mismos lo hubiéramos inventado..., pero ningún
Maestro dice que la Sabiduría le pertenece. La Sabiduría
existe siempre. Nosotros la recibimos, la transmitimos,

45
y si cuando alguien nos dice: “¡Vaya sabiduría tan ex-
traordinaria que has recibido, muy práctica!”, sonríes
creyéndote que has sido tú quien la ha dado, quiere
decir que eres un ladrón. Hay que ser capaces de atri-
buir la Sabiduría a quien nos la ha dado. El Maestro la
recibió de su Maestro y cada vez que le hacen un
cumplido se acuerda de su Maestro; no se lo queda
para él mismo. Supongamos que hemos realizado un
buen trabajo y la gente nos alaba. En ese caso, hemos
de acordarnos de aquellos que nos lo han inspirado;
solo entonces lo habremos hecho como se debe. Todo
lo que hemos recibido de otros, cuando se expresa por
medio de nosotros, debemos atribuírselo a Él. Sabéis,
cuando Jesús devolvió la vista al ciego, la gente decía
que era un Dios, y él decía: “No, no, yo no he hecho
nada, el Padre que está en el Cielo quiso glorificar al
Hijo y por eso dio la vista al ciego. Yo soy solo un
canal para esto”. Esto es no tener instinto de apropiarse
de lo ajeno. ¿Podemos hacerlo? Si lo podemos hacer,
nuestro yo inferior estará quieto.

El cuarto aspecto, que es tal vez un poco difícil de


practicar, es NO ABUSAR DEL SEXO. Si comes una
comida a destiempo, no la puedes digerir bien; así
también, si tenéis relaciones sexuales a destiempo, las
consecuencias son desastrosas. No voy a hablaros
mucho de este aspecto, porque no quiero causar
ningún disgusto con ello. El proceso del sexo es un
proceso de involución y el proceso del Ocultismo es
un proceso de Evolución. Si queremos evolucionar
desde lo denso a lo sutil, no podemos meternos en un
proceso que da como resultado la involución. Si que-
remos subir a la montaña, no podemos ir hacia abajo;
eso quiere decir que, si vamos hacia abajo, estamos
muy lejos de la cima. No os voy a dar más sobre este
tema, pero la actividad del sexo a destiempo nos tira
hacia la materia y hace que estemos, por tanto, en un
proceso de involución, que se opone al proceso de
Evolución. Cuando abusamos mucho de este proceso,
llegamos a creer que estamos evolucionando, cuando
en realidad estamos involucionando. Hablar de este
tema llevaría un seminario entero. Entender correcta-
mente la ciencia del sexo hace también que el triángulo
inferior permanezca muy estable y que se adquieran
automáticamente la higiene y la pureza. Alguna vez
volveremos sobre ello.

El quinto aspecto es NO TENER INSTINTO POSESI-


VO. Debemos ser capaces de ver y disfrutar de todo lo
que es hermoso sin tener el instinto de querer poseer-
lo. Imaginaos que aquí hay una cámara estupenda de
vídeo; podemos verla y disfrutar. También podemos
ver los videocassettes y disfrutar de ellos, pero el ins-
tinto normal es decir: “Estaría bien si yo tuviera una
cámara así, como esa”. Si hay una rosa preciosa en el
jardín, no nos contentamos con mirarla, la queremos
arrancar y ponerla en un florero; esto es instinto po-
sesivo. Porque, ¿qué derecho tenemos nosotros de
arrancar las cosas de la Naturaleza? A no ser que sea

47
por hambre o por un buen fin, no tenemos derecho de
arrancar cosas. Sin embargo, ¡fijaos cómo solemos
arrancar flores y acumular tantas cosas materiales! Por
ejemplo, si vamos a una casa, hay infinidad de cosas
dentro de ella: tantas fotos, vasos, tantos espejos, can-
tidad de muebles... Acumulamos tantísimas cosas, mu-
cho más de lo que necesitamos. Si tenemos necesidad
de ellas está bien, pero cuando almacenamos más de lo
que necesitamos, se trata del instinto posesivo que nos
hace acumular cada vez más cosas. Llenamos la casa
de cosas, llenamos los bancos con cuentas, pero todo
esto es poseer energías sin usar que luego tendrán con-
secuencias que nos cuestan muy caro y son pesadas.
¿Sabéis cuál es la mejor manera para hacer a una per-
sona insegura e inestable? Suponeos que Josep es feliz
como está ahora. Dadle un billón de pesetas y a partir
de ese momento estará alterado. Su máquina de pensar
empezará a trabajar y empezará a decir: “¡Ah!, pues
como trabajo en un banco lo podría guardar en él, o
podría comprar una casa en este lugar, o unos cuantos
pisos en Barcelona, o mejor será que me dedique a
viajar por el Planeta... No, lo mejor es que construya
un ashram enorme en los Himalayas, pero Kumar me
dice que las Montañas Azules están muy bien..., pues,
¡podríamos construirlo allí...!”. Sin necesidad se altera
cuando le llega tanta energía de golpe, porque es muy
difícil controlarla, y cuanto más poseemos, más altera-
dos estamos. Por eso los Maestros dicen: “Dad, porque
dando os quedáis libres; recibiendo estáis condiciona-
dos”. Por eso nos sugieren que demos; no porque dan-
do nos volvamos grandes, sino porque dando nos que-
damos liberados. Para eso tenemos que llevar a cabo
las virtudes. Por la tarde daremos el segundo grupo de
principios y la técnica de meditación. Gracias.

Vamos a continuar con los principios que nos ayu-


dan a seguir en estado de meditación. Dijimos por la
mañana que la inofensividad irradia amistad en la
atmósfera y por ella nos hacemos amigos de todos los
reinos de la Naturaleza. El Maestro al que conocemos
como Maestro CVV, llama a los amigos (friends)
FRIENDS, (free-ends, literalmente: “sin confines, ba-
rreras o límites”), es decir, que no hay lazos que los
condicionen, no hay amor condicional en esta amistad.
La inofensividad nos ayuda a conseguir un estado de
armonía y una excelente relación de todos los reinos
con el reino humano. Así es como ha de entenderse la
amistad. Cuando hay una verdadera amistad entre dos
personas, se produce un flujo libre de energías y no hay
ningún motivo egoísta en esta amistad, sino que el uno
vive para el otro. Los reinos animal, vegetal y mineral
viven uno para otro, y del reino humano también se
espera que viva para los otros reinos; pero el ser
humano siente el orgullo de su existencia séxtuple,
siente eso como algo superior y por eso intenta explotar
a los otros reinos. Cuando una persona intenta explo-
tarnos, entonces nos replegamos y nos cerramos, por-
que no permitimos que nadie nos explote; se produce
una resistencia que sale de nosotros cuando alguien

49
intenta explotarnos. De la misma manera, cuando los
seres humanos intentan explotar a los otros reinos, la
Naturaleza nos cierra su belleza. El único modo por el
cual la Naturaleza se nos revela es estableciendo amis-
tad con los otros tres reinos, y entonces el reino de los
Devas estará contento con nosotros. El reino de los
Devas, el humano, el de los animales, el de los minera-
les y el de las plantas, viven uno para otro sin límites
–“fri-ends”– y hay un intercambio completo de ener-
gías y un flujo hermoso de ellas. No hay necesidad de
estudiar acerca de los colores en los libros, porque la
Naturaleza nos los revela, ni hay necesidad de estudiar
los símbolos, porque la Naturaleza nos los revela, ni
hay necesidad de estudiar cuidadosamente los sonidos,
porque los devas nos los revelan. Todo esto es el efec-
to de la INOFENSIVIDAD.

Y ahora, los efectos de los niveles de la Verdad.


¿Qué sucede cuando entendemos que cada persona
tiene su propia manera de entender la Verdad? Vivi-
mos en una forma de armonía en la que somos capa-
ces de entender los diversos niveles de la Verdad. Por
eso, practicar la Verdad da como resultado la plenitud.
La plenitud es una visión total, es la capacidad de ver
el espléndido caleidoscopio de la Naturaleza y no so-
lamente desde un ángulo; entonces somos completos
si practicamos la verdad. Cuando hemos superado el
instinto de robar, las cosas empiezan a llegarnos; es
decir, que cuando no robamos, se nos da; es una ley
natural que podemos experimentar. En la Naturaleza
no hay necesidad de robar; solo el miedo que tenemos
es el que nos hace robar las cosas. Como dije por la
mañana, si me cuenta un chiste un amigo y yo lo cuen-
to en otro sitio y además reconozco que tal y tal per-
sona me lo contaron, entonces se nos darán más oca-
siones de aprender otros chistes; la fórmula de este
secreto la podemos comprobar si lo experimentamos.
Si cuando recibimos la sabiduría del Maestro y como
respeto decimos que nos ha venido de Él, nuestro
corazón se abre más para poder recibir más sabiduría.
Por esto, todo profeta se refiere siempre al MAESTRO
UNO. El Profeta siempre dijo: “La Sabiduría está siem-
pre presente, porque cultivo mi campo”, y el MAES-
TRO trabajó y funcionó a través de él manifestando el
esplendor, pero ningún Maestro se atribuye que lo ha
hecho él mismo. Todo Maestro dice que el MAESTRO
lo ha hecho. Este es el beneficio cuando practicamos
esta virtud. Luego, cuando practicamos la higiene y la
ciencia relativa al sexo, hay una convergencia de ener-
gías para alcanzar el propósito. Las energías que recibi-
mos de la Naturaleza se juntarán en un punto común
y en lugar de dispersarse, se unen y confluyen. ¿Os
acordáis que en 1987 hubo la así llamada Convergen-
cia Armónica? Fue una especie de unión de todas las
fuerzas a un nivel diferente. La gente que se dio cuenta
de la importancia de ello, participó, y si en estos dos
años que han pasado hay más manifestación de Luz en
el Planeta y oímos de hermanos como Rudolf que hay
una actividad dinámica que se está llevando a cabo en

51
el Planeta, es debido a la Convergencia Armónica de
las energías, que se hizo posible en agosto de 1987. Si
tenemos cuidado con esa energía que nos ha sido dada
y hacemos un uso inteligente de ella, nos unimos, con-
vergemos, y esta convergencia es el proceso de ir hacia
la Unidad, es la práctica del Yoga. Cuando la conver-
gencia es completa, somos ya yoguis completos.

Luego, nos quitamos de encima el instinto posesi-


vo. ¿Sabéis? Se trata de la Consciencia Una que ha
reunido muchas cosas alrededor de ella. Os expliqué
por la mañana cómo el Uno se hizo muchos. Si pode-
mos dejar de poseer cosas, entraremos en un proceso
de liberación. Es la Consciencia Una que se desdobla
como Amor, como Facultad de Discernimiento, como
Intelecto, como Deseo y como Cuerpo. Entonces
poseemos Amor, Sabiduría, Intelecto, Deseos y Cuer-
po, y como si no fuera suficiente, tenemos además
muchas otras cosas. Es decir, no sólo las necesidades
de la vida, sino muchas más cosas. Cuanto más po-
seemos, más y más olvidamos nuestro centro de cons-
ciencia. Cuando tenemos una casa nueva, estamos muy
preocupados por el hecho de tenerla. Cuando com-
pramos un coche nuevo, estamos preocupados por
haberlo comprado. Cuando tenemos un hijo, estamos
preocupados porque es algo nuevo para nosotros.
Todo esto es un proceso del UNO que se hace muchos
mediante la posesión. Si podemos quitarnos de encima
este proceso, poco a poco nos retiramos de todo esto
que ha salido de nosotros y volveremos a encontrar el
estado de Consciencia y habrá un proceso excelente de
acordarnos de nuestro Ser. Es como decir: “Antes de
que construyera esta casa, ¿qué era yo? Antes de tener
el dinero para construir esta casa, ¿qué era yo? Antes
de tener un trabajo, ¿qué era yo? Antes de casarme,
¿qué era yo? Antes de ser joven, ¿qué era yo? Antes de
que me dieran el nombre, ¿cuál era mi situación? Y
antes de que naciera, ¿cuál era la situación?”. Esto se
llama el proceso de acordarse. Este acordarse nos ayuda a
volver al estado original de Consciencia. Para entender
estos logros que hemos tenido, hemos de tener en
cuenta estas virtudes, porque si no tenemos instinto
posesivo seremos capaces de acordarnos de nuestro
estado original; y cuando usamos la energía del sexo de
manera adecuada, somos capaces de entrar en una ener-
gía convergente; y al no tener instinto de robar nos es
dado mucho más y nuestra vida se vuelve más comple-
ta, y cuando somos inofensivos encontramos la amis-
tad con todos los reinos de la Naturaleza. Este grupo
de cinco nos ayuda así a estabilizar el campo.
1. INOFENSIVIDAD
2. VERDAD
3. NO TENER INSTINTO DE APROPIARSE DE LO AJENO
4. NO ABUSAR DEL SEXO
5. NO TENER INSTINTO POSESIVO

Ahora, brevemente, os daré el segundo grupo.

53
El primer aspecto es la PUREZA. El año pasado, en
Barcelona, expliqué mucho acerca de la pureza. Se
trata de la pureza en los tres planos: 1º Pureza de los
alrededores y del cuerpo, 2º Pureza de los deseos y 3º
Pureza de pensamiento. En los libros hay muchas co-
sas escritas acerca de ello. No es necesario que lo vuel-
va a repetir. Lo más importante de todo es mante-
nerse puro de pensamiento, y también pureza en
el plano de las emociones y en el plano físico. Hay un
proceso de combustión que tiene lugar dentro de
nosotros y a diario tenemos también un producto
derivado en forma de impureza. Cuando una varilla
de incienso está ardiendo, hay también un producto
derivado llamado ceniza, y cuando comemos hay
también otro producto derivado que se llama excre-
mento. Todos estos excrementos han de limpiarse a
diario. De la misma manera ha de tenerse en cuenta la
Pureza a diario.

El segundo aspecto es la ASPIRACIÓN ARDIENTE,


que quiere decir que si queremos volver a la conscien-
cia del Alma, hemos de practicarlo en todas las situa-
ciones de nuestra vida. Es lo que se llama Penitencia y
en sánscrito se llama TAPAS. Es un punto que sea lo
que sea lo que hagamos, ha de resultar en la experien-
cia de la Consciencia. Este punto se recomienda mu-
cho. Cuando estamos andando por un camino, no
podemos tener desvíos laterales, porque nos quitan
tiempo, nos distraen y no progresamos en el sendero.
Esta aspiración ardiente nos hace entrar en contacto
con la Consciencia Una que existe. Esta regla nos ayu-
da a mantenernos claros con el campo. Daos cuenta:
Los sentidos nos llevan de un lado para otro. ¡Hay
tantas cosas atractivas en Barcelona!, y si nos sentimos
atraídos por ellas, nos distraeremos de vivir en grupo
como nos habíamos propuesto aquí. Poco a poco las
cosas externas se vuelven tan atractivas que empeza-
mos a pensar que no tiene sentido venir aquí y estar
tres días juntos. Así es como todas las prioridades se
alteran y tenemos que pararnos en el camino. Hemos
de mantener las prioridades a toda costa. Si nos hemos
propuesto una hora para meditar, tenemos que procurar
meditar a esa hora y no debemos tener otra prioridad en
ese momento. Si tenemos otras cosas que tienen más
prioridad que la meditación, entonces debemos esperar
a que llegue el momento en que entendamos esto. To-
do lo que hacemos en la vida nos debe ayudar a alcan-
zar la Consciencia Una; por eso se nos sugiere este
segundo punto.

El tercer aspecto es la ALEGRÍA. Al mismo tiempo


que tenemos esta aspiración ardiente, hemos de tener
Alegría en nosotros. Normalmente, cuando tenemos
un solo objetivo en la vida, nos volvemos un poco
serios, y la seriedad nos trae tensiones; por eso los
Maestros nos recomiendan que tengamos alegría en
nosotros. El año pasado dije que Cristo estaba siempre
sonriendo y lleno de alegría y nunca tuvo ese aspecto
tan triste que le pintan en los cuadros. Volvería a re-

55
cordaros que Cristo es el Ser más hermoso del Planeta
y está lleno de Alegría y de Amor y en su presencia
todo el mundo siente esa misma Alegría y ese mismo
Amor. Él no hace que aumente la seriedad. Si conside-
ramos a Cristo como una persona seria, estamos sola-
mente proyectando nuestro estado de existencia. La
espiritualidad no es un campo de tensión ni de serie-
dad. Se espera de nosotros que seamos alegres, que
tengamos siempre un cierto grado de jovialidad y que
tengamos humor. Si perdemos el humor, no merece la
pena ni intentarlo... Esta es la importancia de mante-
nernos alegres mientras practicamos estos principios
espirituales.

El cuarto aspecto es el ESTUDIO DE UNO MISMO.


Se recomienda que diariamente leamos por lo menos
diez páginas de cualquier libro o Escritura que nos
guste. Es una instrucción importante, y aunque haya-
mos leído la Biblia mil veces, es mejor que la leamos
una vez más. El leer diez páginas o media hora nos
ayuda a estar en sintonía con los Devas. Contactamos
con los Devas por medio de la lectura de una Escritu-
ra. Es la manera más fácil de contactar con ellos, y se
producirá una buena cooperación entre nosotros y
ellos si estudiamos a diario estos libros. Cualquier Es-
critura nos dará el contacto inmediato con el Deva. Si
estudiamos los libros que nos han sido dados por los
grandes Maestros, vemos que es uno de los medios
para entrar en contacto con ellos. Hay muchos que
leen La Doctrina Secreta y sienten la presencia de H. P.
Blavatsky, hay muchos más que estudian los libros del
Maestro Tibetano y él ha dado los libros en forma tal,
que parece que nos estuviera hablando cuando los
leemos. Hemos de desear la presencia del Maestro, y
luego, cuando estemos leyendo un libro que el Maes-
tro nos ha dado, estaremos en su presencia durante
media hora. De ahí la necesidad del estudio de uno
mismo, y si observamos Pureza en la vida, el efecto
resultante es que las emociones se mantienen estables.
Cuando tenemos la Aspiración Ardiente, esta quema
las impurezas que salen de nosotros a diario; es un
proceso de quemar las impurezas. Cuando mantene-
mos la alegría en nuestra cara, la atmósfera se vuelve
sosegada y tranquila para practicar; basta con sonreír y
la atmósfera cambia. Si rehusamos sonreír, la gente
huirá de nosotros, y cuando la gente se va, nos volve-
mos todavía más serios. Hemos de tener alegría para
invocar las energías de tranquilidad, que para eso se
nos ha dado la alegría. Del estudio de sí mismo resulta
el contacto con los Devas.

El quinto aspecto es VER EL “YO SOY” EN TODO


LO QUE EXISTE. Se trata de un proceso del cual he
hablado muchas veces en muchos sitios. Quizás este
punto sea suficiente para encargarse de los demás pun-
tos, porque es sumamente importante practicarlo.
Quiere decir que todo lo que veamos, lo veamos como
“YO SOY”. Sea cual sea la forma que veamos, esa for-
ma es la manifestación de la Consciencia. Sea cual sea

57
la forma que veamos y el sonido que oigamos, es la
manifestación de la Consciencia. Todo y cualquier
cosa que veamos no es sino la transformación de esa
Consciencia en un estado más denso. La Consciencia
Pura es un almacén que continuamente se transforma
en materia y por eso tenemos tantas formas, tantos
colores y tantos sonidos, pero la fuente de todos ellos
es la Consciencia Una. Las cosas que se van transfor-
mando reciben un nombre; cuando esta Consciencia
se transforma en forma de árbol, la llamamos árbol y
nos olvidamos de que es una manifestación de la
Consciencia Una. Así, tenemos infinidad de nombres
para sustituir a la Consciencia Una.

Suponed que no tuviéramos un sistema para dar


nombres a los seres humanos; entonces, ¿cómo nos
llamaríamos unos a otros? Seres humanos. Incluso el
nombre “ser humano” es un nombre dado a una for-
ma. El nombre es un gran sustituto. Si miramos a Va-
lentín y le decimos: “¿Eres español?”, de nuevo, el
decir esto, es un sustituto para el ser humano. El Uni-
verso se manifiesta en multiplicidad de formas que
reciben otros tantos nombres. Tantas formas y nom-
bres se han producido para que todo sea más esplen-
doroso, pero deberíamos acordarnos siempre de que
por encima de todo nombre y forma está la Conscien-
cia Una que actúa a través de todos ellos. Si nos acor-
damos de esto, se produce la liberación total en noso-
tros y no tendremos el condicionamiento de pensar
que él es alemán y yo soy indio, que él es ruso y yo
americano, que es europeo oriental u occidental, etc.
Los nombres son para nuestra conveniencia, para en-
trar en relación, pero una vez que hemos dado el
nombre, solemos olvidar el original. Es como formar
un grupo de diez personas y hacer una representación
teatral esta tarde. Entonces le digo a Jesús: “Tú vas a
representar el papel de Krishna”, y a Josep: “Tú vas a
ser otro personaje, por ejemplo, Arjuna”. Y mientras
están actuando se olvidan de que son Jesús y Josep.
Una vez que se ha acabado la obra, si todavía siguen
teniendo la conciencia de que son estos personajes y se
han olvidado de que son Jesús y Josep, ¿creéis que se
puede decir que son personas con sentido común?
Tiziana vendrá y dirá: “Chuchi”, pero Jesús no respon-
de porque cree que él es Krishna y se ha olvidado de su
nombre original –si bien “Jesús” tampoco es su nombre
original–. Entonces en una nueva obra, cuando reciba
un nuevo nombre, supongamos que le damos el nom-
bre de Hitler..., entonces le gustaría olvidarse de sí mis-
mo, le gustaría olvidarse lo antes posible. Todos los
nombres que se nos dan son para facilitar la obra tea-
tral, pero hemos de acordarnos de que “YO SOY” es el
nombre para todos nosotros. Al “YO SOY” se le da el
nombre de Kumar, de Jesús, de Josep, de Tiziana u
otros nombres. Esta es la manera de establecer el YO
SOY en los nombres sustitutos. Si practicamos esta ins-
trucción, se produce una gran claridad en las nubes.

1. PUREZA

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2. ASPIRACIÓN ARDIENTE
3. ALEGRÍA
4. ESTUDIO DE UNO MISMO
5. VER EL “YO SOY” EN TODO LO QUE EXISTE

Cuando practicamos enteramente estos diez prin-


cipios a diario, se hace fácil meditar. Sin estos diez
aspectos, cuando empezamos a trabajar en la técnica
de meditación, lo más normal es que nos quedemos
más fuera que dentro de ella; por eso he pensado que
era necesario exponerlos nuevamente. No han sido
inventados por mí. Fueron dados hace 10.000 años
por el Maestro que llamamos Patánjali. Él nos dio
estos diez principios en dos grupos de cinco y dijo:
“Estos principios han sido probados durante miles y
miles de años y hemos visto los resultados obtenidos.
Estamos convencidos de que estos principios os darán
estos resultados también; por eso os los recomenda-
mos”. Estos DIEZ PRINCIPIOS no cambian según el
tiempo ni el lugar; son para todos los lugares y para
todos los tiempos. No son distintos para Oriente u
Occidente ni para el Norte o el Sur; son para practicar-
los y poder entrar en el estado de meditación. Cuando
hemos establecido el YO SOY en toda forma, estamos
llegando más cerca del estado de Consciencia.
Vivir en el presente
En el Bhagavad Gita, Krishna nos da una instruc-
ción más a la que llama SRADDHA en sánscrito. No hay
equivalente en otra lengua, por eso la he puesto en
sánscrito, pero la voy a explicar. SRADDHA es EL PRO-
CESO DE VIVIR EN EL PRESENTE. Es lo que Krishna
practicó y enseñó. Es decir: vivir el momento, estar
aquí y ahora. Es lo que hace la experiencia completa.
Si estamos sentados aquí y empezamos a pensar en el
pasado, de que el sábado pasado estábamos en Vene-
cia y que viajábamos en góndola, pensando así, o pen-
sando que la semana que viene estaré en Munich... Si
nos proyectamos en el futuro o en el pasado, no vivi-
remos el presente aquí, en estas montañas tan hermo-
sas. Pero por razones un tanto misteriosas el ser humano
siempre vive en el pasado o en el futuro y es un gran
experto en no experimentar el presente. Hay árboles
hermosos fuera, en el jardín, y algunos de ellos tienen
hasta 600 años. Nos sentamos a su sombra y por lo
general no nos damos ni cuenta de su presencia, por-
que estando sentados a su lado pensamos en las cosas
que tenemos que hacer cuando volvamos a casa, o
pensamos en algo que sucedió ayer o anteayer y esta-
mos ocupados en nuestra conversación. Entonces to-
do se vuelve un bla, bla, bla que no para y nos perde-
mos la experiencia de ese Maestro antiguo que lleva ya
viviendo 600 años. ¡Es tan común en nosotros que nos
perdamos el tesoro que está a nuestro lado! De hecho,

61
Jesús dijo: “Pasas cada día al lado del tesoro y, sin em-
bargo, no lo ves”. Hay una mina de oro en este salón y
no nos damos cuenta. Los tesoros están siempre pre-
sentes en el momento y pueden ser experimentados si
aprendemos a vivir aquí. Cuando estamos bajo la som-
bra de esa encina, deberíamos sentir su presencia y po-
co a poco entrar en comunicación con ella y disfrutar
de esa comunión con ella, que es un gran ser. ¿Sabéis?
Esa encina recibe el sol ardiente y nos da la brisa fres-
ca, le tiramos una piedra y nos da un fruto. ¿Puede
haber Maestro mejor que un árbol? Se nos escapa el
árbol cuando estamos a su lado. Lo mismo nos pasa
cuando oímos música. Pensando que es una de las
mejores músicas que conocemos, encendemos la tele-
visión o la radio y según empieza a sonar, empiezo a
decirle a Jesús: “Qué bueno el músico que ha com-
puesto esta música”, pero no le doy la oportunidad de
que la escuche y si hablo todo el tiempo de la música,
la música se me escapa. Los instrumentos producen
música, pero no la escuchamos. De la misma manera,
todas las cosas que hacemos en la vida las hacemos
con bastante sequedad, porque no disfrutamos de es-
tar allí. Supongamos que queremos ducharnos por la
mañana y después sentimos la necesidad de salir ur-
gentemente de la ducha... Así no podemos disfrutar de
ella. Vamos luego a la mesa del desayuno y tenemos
una prisa tremenda por acabar, o empezamos a hablar y
a hablar y no nos damos cuenta de lo que estamos co-
miendo. Somos especialistas en estar en cualquier otro
lugar que no sea el presente; esa es la inversión que
padecemos. Por eso Krishna dice: “VIVE AQUÍ Y AHO-
RA Y LA EXPERIENCIA SERÁ COMPLETA”.

Si estamos bebiendo una taza de café, tenemos que


beberla conscientemente y tendremos el sabor comple-
to del café. Así hay muchas situaciones en nuestra vida
en las que nos hemos bebido el café y no nos hemos
dado cuenta de si lo hemos hecho o no, y sólo al ver la
taza vacía nos damos cuenta de que se ha acabado. Solo
cuando está vacía nos damos cuenta y decimos: “¡Ah!,
entonces es que, efectivamente, me lo he bebido”. Y así
vivimos muchos momentos de nuestra vida y se nos
escapan todos los acontecimientos de la vida.

Compramos un buen reloj suizo –(señalando el su-


yo) éste no es suizo–. Compramos un buen reloj y
queremos llevarlo puesto y no nos importa gastarnos
2.000 francos suizos por él. El primer día lo acaricia-
mos con mucho gusto, y a una persona como yo, que
lleva manga larga, le gusta mirarlo cada minuto y to-
davía no me quedo satisfecho, sino que cuando hablo
con otros hago así (se sube la manga), porque quiero
que los demás también lo vean. Cinco años después,
ya no nos preocupamos de él; lo guardamos en la habi-
tación y ni siquiera sabemos dónde lo hemos dejado y
necesitamos a alguien que nos diga dónde está. Pre-
guntamos a la mujer: “¿Dónde he dejado el reloj, lo
sabes?”. Este es el caso nuestro no solamente con el
reloj, sino con el coche y con todo lo nuevo. Cuando

63
estamos recién casados, tenemos sumo cuidado de la
mujer. Supongamos que está paseando por aquí en el
monte y le preguntamos: “¿Te has puesto las zapati-
llas?”, pero al cabo de cinco años, aunque esté andan-
do en un sitio muy malo a pie desnudo, ni siquiera la
miramos y será ella la que nos tenga que decir: “¿No
ves que lo estoy pasando muy mal porque no tengo
zapatillas? ¿No tienes sentido común para traerme las
zapatillas? Tú llevas unos zapatos bien aislados y yo no
tengo ni siquiera sandalias”. Así nos suceden muchas
cosas en la vida. Cuando algo es nuevo, estamos to-
talmente en ello; cuando se hace viejo, lo abandona-
mos. SRADDHA es un aspecto en el que continuamos
teniendo la misma actitud como si fuera nuevo. Inclu-
so al cabo de diez años nos ponemos el reloj y debe-
ríamos tener el mismo amor y la misma comunicación
con él. Si podemos hacer esto, ponernos el reloj, la-
varnos los dientes, peinarnos, ponernos los calcetines,
todo lo que hagamos nos dará una experiencia com-
pleta y no nos pondremos el reloj mecánicamente, ni
los calcetines, y hablaremos a nuestros calcetines, a
nuestro reloj, a nuestro anillo. Así es como hemos
establecido la comunicación con todo lo que tenemos
a nuestro alrededor y estamos comunicando con el YO
SOY en todas estas cosas. Es así como podemos man-
tenernos en una experiencia continua y tener la dulzu-
ra de esta experiencia. ¿O es que no hay diferencia
entre beber el café mecánica o conscientemente? Sólo
los adictos al café lo saben... Si Jesús se va por ahí a
solas y se fuma un cigarrillo, está completamente feliz,
y si alguno se le acerca y le dice: “¡Venga, hombre, te
necesitamos para traducir!”, nos dirá que no quiere
saber nada de la traducción y prefiere terminar el ciga-
rro. De estar fumando tranquilo, imaginaos que se
pone a chupar de prisa para entrar en la sala de medi-
tación… Hay una diferencia, ¿no? Es lo que pasa con
nosotros, hemos de experimentar cada cosa estando
allí y entonces. Así es como Krishna experimentó cada
instante de su vida, pero nosotros vivimos a ratos.
Mientras que Él vivía cada instante, nosotros vivimos
como pedazos; esta es la gran diferencia entre noso-
tros y los Maestros. Los Maestros nos dicen: “No bus-
ques aquí y allí como un loco para tener una experien-
cia. Si no eres capaz de experimentar el ponerte el re-
loj, si estás tan ocupado que no te puedes dar ni cuenta
de la ropa que te pones...”. Cuando nos vestimos, de-
bemos pensar conscientemente: “¡Qué bonita es esta
ropa!”; la compramos porque era bonita y luego,
cuando nos la ponemos, no nos damos cuenta. Desde
la mañana hasta que nos vamos a acostar por la noche,
tenemos una gran oportunidad de experimentar, inclu-
so en los sucesos más pequeñitos. Cuando tenemos
una mente muy ocupada, no nos deja que experimen-
temos; de otro modo, todo es experiencia. Si nos
inculcamos este hábito de vivir en el presente, no en el
pasado ni en el futuro, estamos en forma para experi-
mentar todo lo que hagamos. SRADDHA es el principio
que incluye a toda la práctica y hace la experiencia
completa. Con una mente semejante, que se queda

65
donde debe estar, nos proponemos, por ejemplo, me-
ditar, y basta con proponerlo para que la mente se
quede allí. Igual que la mente está en el café cuando lo
bebemos, tampoco se irá afuera cuando meditamos.
Este es un paso importante que hay que practicar
antes de entrar en la meditación. ¿Os dais cuenta? Un
caballo salvaje no se puede convertir de golpe en un
caballo doméstico; hay que domarlo. La mente que
está acostumbrada a estar salvaje, si le pedimos luego
que esté tranquila por la mañana y por la tarde durante
quince minutos, y solo porque queremos que esté
tranquila, ¿creéis que va a pararse? Si durante el día no
la hemos enseñado a estar tranquila y hemos estado
trabajando como sus esclavos, de golpe el esclavo no
puede decir: “Ahora soy el maestro”. Eso es como
preguntar a la mente-maestro: “Déjame, por favor, que
sea tu maestro durante quince minutos por la mañana
y por la tarde”. La mente-maestro nos sonríe y dice:
“¡No tiene solución este hombre!; tú eres el maestro y
te has hecho esclavo mío. No te escucharé. Me iré y
vagabundearé por donde yo quiera y no me sentaré
tranquila durante los quince minutos por la mañana y
por la tarde”. Es decir, la mente no se puede tranquili-
zar un rato por la mañana y por la tarde, si durante el
día no la hemos cultivado un poco. El método para
cultivarla es trabajar con ella en cada acontecimiento
pequeñito de la vida diaria, y cuando la hayamos ense-
ñado a estar allí presente en cada cosa, entonces,
cuando queramos que esté con nosotros sin complica-
ciones y sin darnos guerra en la meditación, se quedará
allí. Es como domar a un animal. Lo domamos bien
durante unos años y luego le damos una orden y escu-
cha. Si no lo domamos y de buenas a primeras le obli-
gamos a que nos escuche, estamos arriesgándonos.
Entonces vivamos en el presente, trabajando con
cada aspecto de la vida a diario. Si lo hacemos así, en-
tonces tendremos la estabilidad del Yo Inferior. Con la
mente así entrenada, vamos a meditar y se queda allí y
quiere volver a su fuente de origen. Esto es lo que
llamamos el Estado de Estabilidad, al que Patánjali se
refiere como tercer paso. El primer paso es el primer
grupo de cinco principios, el segundo paso es el se-
gundo grupo de cinco principios, el tercero es a través
de SRADDHA, por el que uno llega a la estabilidad.
Luego nos dio también el cuarto paso para la medita-
ción. En el sendero óctuple del Yoga este es el cuarto
paso. Ahora, con la mente así entrenada que hemos
conseguido a través del tercer paso, entramos en el
cuarto estadio, llamado Meditación, y esta sucede con
mucha facilidad. Entonces no habrá confusión, ni gran
esfuerzo y no saldremos disgustados de la meditación,
–porque hay veces que estamos un poco decepciona-
dos y decimos: “¡Qué historia es esta de meditar a las
seis de la mañana y a las seis de la tarde y que no suce-
da nada!”–. Eso es porque no hemos trabajado bien
los pasos anteriores. Desde esta mañana hemos traba-
jado con todos esos aspectos y lógicamente hemos
llegado al estado de meditación. Ahora con ese fondo,
ha de ser fácil entender el estado de meditación. Si no

67
tenemos este fondo de práctica a diario y nos pone-
mos a meditar, se trata sólo de una moda; hay muchos
clubs de moda y entonces un grupo espiritual puede
convertirse también en un club en el que se sienta el
orgullo de meditar, pero no tendrán la experiencia de
la meditación. La meditación se experimenta solo
cuando los pasos anteriores se han llevado a cabo de-
bidamente. Ahora, con esta mente estable, vamos a ver
cómo meditamos.
Cómo meditar
El año pasado os di algunos pasos preliminares de
cómo se ha de meditar mirando al norte o al este, a la
misma hora, en el mismo lugar, etc. Son también pasos
preliminares a la meditación. También dije que tene-
mos que sentarnos en una postura cómoda y que el
cuello esté erecto, que no miremos para abajo ni para
arriba; luego, cerrar los ojos suavemente, etc. Enton-
ces, ahora os doy dos técnicas. Al primer método,
llamado meditación con semilla, lo llamaríamos el Acer-
camiento por la Mente. Al segundo método, llamado
meditación sin semilla, lo llamaríamos el Acercamiento
por el Corazón.

Una vez cerrados los ojos, ¿qué tenemos que


hacer?

El acercamiento por la mente


Una vez cerrados los ojos y después de haber pro-
nunciado la palabra sagrada OM, nos sentamos tran-
quilamente y empezamos a observar los pensamientos
que empiezan a surgir de nosotros. Por la mañana os
dije que los pensamientos siguen constantemente sa-
liendo de nosotros. A medida que van saliendo, obser-
vemos cómo van saliendo. A veces viajamos con el
pensamiento al mundo exterior y luego nos acordare-
mos de que fuimos llevados por él y que por eso sali-
69
mos fuera. Pues entonces, en el momento mismo en
que nos acordamos de que estamos meditando y nos
damos cuenta de que hemos ido muy lejos con ese
pensamiento, en ese momento nos apartamos ins-
tantáneamente de él y volvemos a mirar dentro de
nosotros. Luego se producirá otro pensamiento y ve-
mos cómo ese pensamiento va surgiendo; en la medi-
da en que sigamos siendo un observador de ese pen-
samiento, seguimos estando dentro, pero si no nos
damos cuenta de observar cuando el pensamiento
surge, el pensamiento nos hará una mala jugada y nos
llevará fuera. No os sintáis decepcionados cuando un
pensamiento os lleve fuera, porque poco a poco, al
practicar continuamente, aprenderemos a distanciarnos
del pensamiento y llegaremos a alcanzar un estado de
facilidad en el que nos separaremos muy de prisa de
ese pensamiento; seguiremos yendo con él, pero no
iremos tan lejos como antes y poco a poco, según con-
tinuamos meditando día tras día, seremos capaces de
ver cuándo surge e incluso justo en el momento de
nacer ese pensamiento, nos distanciamos de él; vere-
mos cómo sale de nosotros y cómo se va. Si no coope-
ramos con él y nos quedamos dentro, la máquina de
pensar no seguirá más adelante. Esta es una práctica
que se nos sugiere. Por este método aprenderemos a
separarnos de cualquier pensamiento que salga de no-
sotros y a observarlo independientemente.

Se sugiere que llevemos un diario y poco a poco


veremos el cambio en el tipo de pensamientos que
vamos recibiendo. El tipo de pensamientos cambiará
tanto, que recibiremos pensamientos que son sugeren-
cias que vienen del Maestro que está dentro de noso-
tros, que nos serán útiles en la vida diaria. Esos pensa-
mientos nos ayudarán a reconstruir el quehacer diario.
Es el estado en que tenemos pensamientos constructi-
vos que salen de nosotros y a su vez reconstruyen
nuestras vidas. Esto es lo que se entiende cuando se
dice que los pensamientos vienen en forma geométri-
ca. Poco a poco llegaremos a un estado en el que nos
quedamos quietos contemplando la fuente de la que
surgen esos pensamientos. Esa fuente se llama ISVARA.
Esa es la fuente de la que los pensamientos proceden.
De manera que en nuestra práctica diaria, al observar
cómo surgen los pensamientos, estamos viajando tan
profundamente en nuestro propio ser que llegamos al
Centro del cual surgen los pensamientos, y cuando nos
fundimos con el Centro, deja de haber pensamientos.
Los pensamientos se irán simplemente; –igual que el
que se acaba de ir ahora (se refiere al perro que entró
en la sala), no le ha encontrado sentido a estar aquí–;
entonces los pensamientos no le encuentran sentido a
seguir con nosotros y dicen: “¡No, este hombre no
colabora ya conmigo, es mejor que no le molestemos
más!”, e igual que el perro, se van. Así es como nos
quedamos con nosotros mismos sin que ningún pen-
samiento más surja de nosotros. Desde este estado,
veremos que cada vez que tenemos un pensamiento,
viene solo para que lo pongamos en práctica, y no

71
habrá ya una producción mecánica de multitud de
pensamientos, ni contribuiremos a contaminar el pla-
no astral que circunda al Planeta. Todos los pensa-
mientos inútiles y sin sentido que produce la Humani-
dad se quedan alrededor de la Tierra y buscan canales
para manifestarse, son como los parásitos; pero noso-
tros no contribuiremos a este proceso, porque si un
pensamiento surge de nosotros, hacemos que se mani-
fieste. Entonces llegamos a un estado en el cual reci-
bimos un pensamiento sólo para que lo manifestemos,
y no hay gasto de la energía que conlleva el pensar. De
la misma manera que observamos el modelo de pen-
samiento que sucede dentro de nosotros, seremos
también capaces de ver la manera de pensar que surge
de otros, porque al haber llegado a la fuente del pen-
samiento en nosotros nos es muy fácil reconocer esta
fuente en otras personas. Cuando alguien habla, nos
daremos cuenta de por qué está hablando y cuál es la
finalidad, si tiene motivo o no lo tiene y entenderemos
enseguida la manera de pensar del otro; no nos identi-
ficaremos con su pensamiento, sino que nos identifica-
remos con el ISVARA que está en él, porque como
nosotros también estamos en el estado de Isvara, en-
tramos en contacto con el Isvara que está en los de-
más. ISVARA es el nombre que se da en sánscrito al YO
SOY y veremos cómo el Yo Soy está quieto y sin pen-
samiento en nosotros, veremos su existencia más allá
del mundo de los pensamientos y veremos también la
existencia del Yo Soy en los demás, más allá de sus
pensamientos; entonces se dice que estamos en el es-
tado de YO SOY, en el que estamos en continua y
completa Consciencia de la Existencia en nosotros y
en otros; es el estado de comunión que he llamado por
la mañana EXISTENCIA OCEÁNICA, a partir del cual no
hay ya modelos individuales de pensamiento. Enton-
ces, a partir de ahí, únicamente el tipo de pensamiento
que viene del YO SOY es el que se hace realidad a
través de nosotros y entonces se dice que estamos
sincronizados con el PLAN. Por este método queda-
mos liberados de nuestros modelos individuales de
pensamiento y entramos en el estado de EXISTENCIA
ETERNA, y después, los pensamientos que recibimos
pertenecen al YO SOY y no a la personalidad, de mane-
ra que cualquier pensamiento que nos venga estará de
acuerdo con el Plan que se ha previsto para el Planeta.
Este es el método que debemos observar; es el méto-
do que se llama el Acercamiento por la Mente, por el
cual conscientemente nos ponemos en sintonía con el
Plan que existe para el Planeta, para el Sistema Solar y
para el Universo. Este Plan se manifestará únicamente
a través de nosotros y de nuestra máquina de pensar,
convirtiéndonos poco a poco en canales para ese Plan;
y mientras lo llevamos a cabo, seguimos siendo obser-
vadores, y porque somos observadores de lo que pasa
alrededor de nosotros, somos capaces de ver lo que
está sucediendo a través de nosotros y a través de los
otros y tendremos la Gran Visión del sucederse de los
acontecimientos de lo sutil a lo denso.

73
El acercamiento por el corazón
Luego, hay un segundo método, es el método lla-
mado el Acercamiento por el Corazón, que es el acer-
camiento de segundo rayo. El que os he dicho ante-
riormente es el acercamiento de 1º, 3º y 5º rayos. El
que os digo ahora es el acercamiento de 2º, 4º y 6º
rayos y el punto en que se encuentran los dos es el
séptimo rayo. Por eso se dice que el séptimo rayo está
lleno de esplendor y suma belleza. Vamos a entrar en
consideración del acercamiento de segundo rayo o
del corazón. En este tipo de meditación cerramos
suavemente los ojos y observamos lo que está pasan-
do dentro de nosotros. Encontramos el proceso de
inhalación y exhalación que se está llevando a cabo en
nuestro interior –ya que normalmente no solemos
preocuparnos mucho cuando está sucediendo–, pero
sin la inhalación y la exhalación toda nuestra actividad
no sería posible; desde que nacimos la respiración no
ha dejado de funcionar en nosotros y es la base de
toda nuestra existencia; de hecho, la pulsación es la
base de la respiración. El Universo entero pulsa. “El
Espacio pulsa” es una afirmación oculta que nos han
dado y puesto que somos sistemas solares en potencia,
también llevamos la potencialidad de la pulsación en
nosotros. Cuando nos hemos sentado cerrando los
ojos suavemente, pensando en entrar en meditación, lo
primero que hemos observado dentro de nosotros es
que estábamos inhalando y exhalando. Entonces la
mente se da cuenta y dice: “¡Ah!, ¡hay inhalación todo
el tiempo!, ¡nunca me había preocupado de ello!”. En-
tonces el siguiente paso es seguir esta inhalación y
exhalación y nos damos cuenta de que es verdadera-
mente interesante cómo se produce y cómo sucede
esto, porque “no soy yo” el que lo está proponiendo.
No somos nosotros los que proponemos la inhalación
y la exhalación, pues si fuéramos nosotros, nos olvi-
daríamos al cabo de un momento y moriríamos. Por
ejemplo, imaginaos que nos dijeran: “Si os olvidáis de
respirar, moriréis”. ¿Creéis que podríamos hacer al-
guna cosa más en la vida? Estaríamos exclusivamente
preocupados por inhalar y exhalar, y cuando alguien
telefoneara desde India y me dijeran que es una llama-
da urgente desde Visakhapatnam, me quedaría absor-
bido por la urgencia de la llamada y me olvidaría de
inhalar y exhalar, y antes de que llegara al teléfono ya
estaría muerto. Así es que, si fuéramos nosotros los
encargados de llevar a cabo la respiración, no haríamos
otra cosa sino eso. Si por ejemplo le dijéramos a al-
guien: “¿Quieres ducharte?”, él nos diría: “No, no, que
tengo que respirar!”. “¿Quieres una taza de café?”;
“¡No, no, que estoy bastante ocupado con inhalar y
exhalar!”. Y si le dijera a Jesús: “He traído unos cigarri-
llos excelentes de la India”, él no tendría interés nin-
guno en ellos. Así pues, la inhalación y la exhalación
suceden dentro de nosotros. Por alguna extraña razón,
la respiración está sucediendo dentro de nosotros,
pues en realidad no somos nosotros quienes la produ-

75
cimos. Es más, nosotros nos olvidaríamos de ella a
cada instante.

La instrucción del segundo método es observar la


inhalación y la exhalación, y nos daremos cuenta por
vez primera de qué misteriosa es la respiración y de
cómo se lleva a cabo a pesar de nosotros. Incluso
cuando estamos tan ocupados con todo tipo de cosas,
ella siempre sigue actuando dentro de nosotros. En-
tonces la mente se vuelve curiosa –porque la curiosi-
dad es una de las facultades importantes de la mente–,
y se mete en el proceso de inhalación y exhalación. Se
nos recomienda que sigamos de cerca la inhalación y la
exhalación y nos daremos cuenta de que hay “Algo”
que pulsa y es la base de esta inhalación y exhalación,
hasta que llegamos al centro donde se origina la pulsa-
ción. Mientras tanto la respiración se vuelve lenta,
suave, profunda y uniforme.

En el proceso de llegar a la fuente de origen de la


pulsación, nos daremos cuenta de que hay un centro
dentro del Centro de Pulsación. Cada vez que inhala-
mos conscientemente, vamos a ese centro. Cada vez
que exhalamos conscientemente, nos salimos del cen-
tro. La inhalación y la exhalación conscientes hacen
que toquemos ese centro constantemente. Ese centro
se llama en nosotros el CENTRO DEL CORAZÓN, que
tiene su propio campo magnético. ¿Qué le pasa al tro-
zo de hierro cuando está constantemente en contacto
con el imán? Que se convierte también en imán.
Cuando la mente entra en contacto con el campo
magnético del corazón, poco a poco se transforma en
corazón, y a medida que la mente se acerca al imán
llamado corazón, se queda pegada en él, ¿y qué os he
dicho que ocurre cuando un trozo de hierro toca el
imán...? Que no solamente se queda pegado a él, sino
que además pierde su identidad en tanto que trozo de
hierro y se convierte también en imán, dejando de
existir como trozo de hierro, pues el mismo magne-
tismo que funciona a través del trozo de hierro fun-
ciona asimismo a través del imán. Así que cuando la
mente toca el Centro del Corazón a través del proceso
consciente de inhalación y exhalación, deja de existir.
Pero sólo cuando la inhalación es consciente la mente
la sigue, pues si la inhalación no es consciente no lle-
gamos nunca al Centro del Corazón. Por eso, este
método de la inhalación y la exhalación conscien-
tes constituye una instrucción importante. De hecho,
cuando lo aplicamos conscientemente, deja de existir
la mente. Igual que el trozo de hierro pierde su identi-
dad cuando toca el imán, la mente deja de existir y
entonces hay solo Existencia, pero no mente. Este es
un método muy conocido que se sigue en Oriente y se
llama el método del PRANAYAMA. Es el proceso respi-
ratorio por el cual se hace que la mente vuelva a su
fuente de origen, y cuando está en ella, se convierte en
“Aquello” (ingl. THAT, sánscr. TAT). ¿Qué es “Aque-
llo”? Es otro nombre que significa lo mismo que YO
SOY o ISVARA. Así es como nos convertimos en

77
“Aquello” y el pensamiento cesa. Después, cuando
nos venga un pensamiento –porque incluso en este
método los pensamientos vienen también de la misma
fuente–, se convierte en un canal para el Plan. Así es
que de cualquiera de las dos maneras llegamos siempre
al fin llamado YO SOY, y desde este estado de YO SOY
todo está claro, todo es visible, todo es perceptible, se
entiende todo, y por eso uno lleva a cabo las cosas de
una manera muy relajada.

Hay un método que consiste en observar los pen-


samientos y liberarnos del tipo de pensamiento que
tengamos con sólo observarlos. El otro método es el
de la magnetización, con ayuda del imán interior lla-
mado YO SOY. En el segundo método el esfuerzo es
menor; pero quienes crean en el esfuerzo llevarán a
cabo el primer método y quienes crean en dejar el es-
fuerzo en manos del UNO optarán mejor por el se-
gundo método. El Alma se entrena con los dos méto-
dos alternativamente, sucediendo que en unas vidas
estamos más orientados hacia la mente y en otras vidas
estamos más orientados hacia el corazón. Nadie puede
decir que el uno sea más grande que el otro; los dos
son buenos y según la cualidad de nuestra alma, prefe-
rimos el uno o el otro. Krishna dice: “Es infantil dis-
cutir sobre cuál de los dos métodos es el mejor; escoge
el método que vaya mejor con tu cualidad de alma, y
porque te guste más no digas que el otro método no es
tan bueno, porque una vez llegamos a la cima nos da-
mos cuenta claramente de que hay dos acercamientos.
Entonces, podemos practicar cualquiera de estos dos
métodos según nuestra inclinación interior. Si durante
cinco años lo practicamos regularmente a la misma
hora, ganaremos un cierto control sobre su técnica
concreta. Esto quiere decir que ganaremos confianza,
y uno tiene la sensación de que “¡esto funciona!”. Al
cabo de diez años, será mucho más fácil llegar a tocar
el estado de Existencia más a menudo, y al cabo de
dos años más de práctica continua con regularidad,
permaneceremos en el estado de YO SOY. Doce años
es un ciclo de Júpiter. En todo lo que llevemos a cabo
regularmente durante 12 años, el Maestro que llama-
mos Júpiter nos dará la plenitud; de ahí la importancia
que tiene la práctica de doce años. Entonces, llevemos
a cabo cualquiera de los dos métodos, el que más nos
guste, además de los diez principios –porque los diez
principios son comunes a los dos métodos–. Luego,
tengamos en cuenta esta joya de las instrucciones lla-
mada SRADDHA, y en cuestión de doce años nos
habremos convertido en “AQUELLO” y entonces
habremos vuelto de nuevo al Estado Original de
Consciencia, sin pensamiento alguno que nos ate. Así
es como volvemos al paso primero. Aquí empezamos
nuestra lección esta mañana. Era la meta que teníamos
en mente cuando empezamos la lección. Llegaremos a
ese estado por medio de las dos técnicas, siempre y
cuando sigamos el proceso descrito, que consiste en
tener la voluntad de cultivar nuestro propio campo
con las diez herramientas más la undécima, que

79
es VIVIR EN EL PRESENTE. Con la undécima pone-
mos en práctica las técnicas de meditación y se nos ha
prometido que en cuestión de doce años nos habre-
mos convertido en AQUELLO. Entonces, tomemos las
herramientas y cultivemos el campo. Gracias.
Coloquio
Pregunta: Yo quiero preguntar si el Ángel del Fuego es
nuestro Espíritu y si está en el Sol.

Respuesta: El fuego existe más allá del Sol. En rea-


lidad el fuego existe en cada plano de existencia. El
entendimiento amplio es que el fuego existe en el
Cosmos. Mañana, cuando hablemos de Gayatri, habla-
remos acerca de él. Se le llama el Fuego Cósmico. En
sánscrito se le llama “El DEVA de los BHARGOS”. En
el mantram de Gayatri decimos: “BHARGO DEVASYA”,
es el Centro Cósmico del Fuego. Hay un gran tratado
sobre este Fuego Cósmico escrito por la gran discípula
que conocemos como Alice A. Bailey y dictado por el
Maestro DK. Este Fuego Cósmico puede entenderse en
nosotros como el Espíritu o la Vida. Luego está el
Fuego Solar, acerca del cual nuestro hermano Ramón
ha preguntado, que existe como la vida de nuestro Sol
o el contenido de nuestro Sol, que en sánscrito se le
llama SAVITUR. En el mantram de Gayatri decimos:
“TAT SAVITUR VARENYAM”, que quiere decir: “Que-
remos que el Fuego Solar nos abrace”. No se trata de
que nosotros lo abracemos, sino que queremos que
este Fuego nos abrace a nosotros; éste es el segundo
nivel amplio en el cual existe el fuego. Luego también
tenemos el mismo Fuego en nuestro propio cuerpo,
que existe en la forma de nosotros mismos, y por eso a
todos nosotros se nos llama almas. El Fuego Cósmico

81
existe en nosotros como Espíritu, como Vida, como
base de toda la existencia y el Fuego Solar existe como
nosotros mismos; por eso todos somos llamados Al-
mas. El Fuego existe también en los mundos que co-
nocemos como mundo físico, existe en nosotros como
el calor del cuerpo, existe en la madera como fuego
latente, en el Planeta como fuego latente; y cuando los
tres fuegos se ponen juntos, hay una Existencia Única.
Por tanto, la variación del aspecto ígneo del Fuego es
lo que origina los tres mundos. Toda la existencia se
basa en el fuego; por eso tenemos lo que se llama
“Agni Yoga”, que es alinear los tres Fuegos que exis-
ten en nosotros con los tres Fuegos que existen en el
Universo. Entonces, lo primero es alinear los tres fue-
gos dentro de nosotros, y una vez que estén alineados,
nos alineamos automáticamente con el otro Fuego. El
Fuego Solar está entre el Fuego Cósmico y el Fuego
Planetario, y es la variación del fuego lo que origina el
paso de la materia sutil a la densa. Sabemos que el
agua sale de las nubes como un fenómeno producido
por el fuego. Luego, cuando el fuego se retira más del
agua, tenemos la solidificación del agua en forma de
hielo. Entonces el agua puede tomar la forma de hielo,
de agua y de vapor. Pero ¿cuál es el elemento que hace
que el vapor se convierta en agua y el agua en vapor?
No es otra cosa sino el elemento fuego. Es el cambio
o la diferencia de variación del aspecto ígneo del fuego
lo que hace que la Consciencia Pura descienda al esta-
do de materia y la materia se transforme de nuevo en
Consciencia Pura. El Fuego lo es Todo. Se considera
que toda la existencia está basada en el Fuego. Tal es la
importancia del Fuego.

Pregunta: ¿Podremos alternar las dos técnicas de meditación


o tendremos que seguir una sola?

Respuesta: Seguimos el método que nos parezca


más conveniente para nosotros. El alma, desde dentro,
decide qué método seguir. Mi experiencia es que,
según el momento, los dos métodos funcionan alter-
nativamente. Según sea la propuesta interior, dejadlo
que sea así. No debemos sentirnos obligados a seguir
un método concreto. Según la Voluntad Interna, dejad
que suceda uno u otro. Podemos practicar los dos,
pero una cosa importante es que no impongamos
nada, porque el alma dentro sabe muy bien qué cami-
no seguir y el campo no debe dirigir al Alma: El yo
inferior no debe interponerse en el camino del alma.
Un día podemos sentirnos muy bien siguiendo el pro-
ceso respiratorio, y otra vez puede que queramos ver
cómo surgen los pensamientos. Depende del progreso
que uno haga en la meditación y depende también del
momento que sea. Si se trata de Géminis, será más un
acercamiento por la mente... Según nuestros aspectos
astrológicos, tenemos los aspectos que surgen de nues-
tro interior. Podemos seguir los dos procesos oportu-
namente. Lo normal es que al final, con el tiempo, nos
quedemos con uno de los dos, pero esto no quiere
decir que se deba prohibir el otro si de verdad surge

83
desde dentro. Es muy interesante observar cómo so-
lemos creer que somos hombres y mujeres..., pero a
veces somos hombres y a veces somos mujeres, por-
que cada uno de nosotros tiene en sí el aspecto mascu-
lino y el femenino. Cuando el aspecto masculino es
predominante en un momento determinado, el acer-
camiento que seguiremos será el primero, es decir, el
acercamiento por la mente. Otras veces, cuando nos
hacemos predominantemente femeninos según el tiem-
po y el lugar, preferiremos seguir el segundo método, es
decir, el acercamiento por el corazón. De modo que
todos los hombres son a veces mujeres y todas las mu-
jeres son a veces hombres. Imaginaos que vuestra mu-
jer tiene mucha fuerza un día; entonces os aconsejo
que ese día permanezcáis como mujeres... Las energías
masculinas y femeninas se alternan. Existe la Ley
Cósmica de la Alternancia y esto puede suceder según
el momento y el lugar, según nuestro grado de evolu-
ción y según nuestra sincronización con los demás. Si
estuvieseis en Munich, os gustaría seguir el segundo
acercamiento; pero si estuvierais en Hamburgo, os
gustaría seguir el primer acercamiento... Los lugares
llevan consigo ciertas energías, el tiempo nos da tam-
bién ciertas energías provenientes del espacio y además
tenemos nuestro acercamiento particular. Entonces el
Alma lleva a cabo una síntesis de todas ellas y desde
dentro de nosotros nos propone algo. ¡Sigámoslo!
Pregunta: ¿Nos puede decir algo más sobre el séptimo rayo
en correspondencia con estas dos prácticas de meditación?
Respuesta: No sé cuántos de los que estamos aquí
tienen conocimiento acerca de los rayos... Mi respuesta
quedará entonces limitada para aquellos que tengan un
conocimiento básico de los siete rayos. La energía del
sexto rayo, mediante un proceso de transformación a
través del séptimo rayo, pierde la emoción que pudiera
contener la devoción y se coloca en el segundo rayo,
en el cual el entendimiento es un entendimiento sinté-
tico capaz de entender muy fácilmente el aspecto del
primer rayo. El hombre de segundo rayo se considera
que es el centro para todo entendimiento porque pue-
de comprender totalmente a todos los demás rayos;
por eso al segundo rayo se le llama el rayo de síntesis.
Un hombre de sexto rayo no puede comprender al de
primer rayo ni al de tercer rayo ni al de quinto rayo,
porque su acercamiento es un acercamiento devocio-
nal, que está teñido por las emociones, y le gustaría
seguir a alguien, necesita seguir a una gran personali-
dad; entonces se fija a una persona como ideal y vene-
rando a esa persona ideal rehace poco a poco su forma
de vida. A esta persona le llega la comprensión total
sólo cuando lleva a cabo el trabajo sistemático que
procede del séptimo rayo. La persona de cuarto rayo
sale del conflicto y se queda en armonía, llegando a
comprender por igual todos los rayos desde ese estado
de armonía. La armonía es un estado en el que uno se
da cuenta de la importancia de todos los aspectos de
los rayos por igual. Cuando estamos en armonía, todas
las otras actividades y energías de los rayos se nos

85
hacen aceptables y no nos damos cuenta de la distan-
cia que pueda haber, según nuestra preferencia, de un
rayo a otro. El cuarto y sexto rayo, entonces, a través
de la actividad del séptimo rayo se establecen en el
segundo rayo –que no está tan lejos del primero, por-
que el segundo rayo incluye al primero–. Esta es la
belleza del segundo rayo: que puede contenerlo todo;
puede contener la voluntad, la luz, la inteligencia, puede
igualmente aceptar toda clase de conflicto y puede tam-
bién aceptar toda clase de disparates o tonterías. Ese es
el segundo rayo. ¿Os dais cuenta de cómo Cristo acep-
taba a su alrededor toda clase de cosas sin sentido?

Cuando Jesús actuaba según la Sabiduría que reci-


bía de los Maestros, luchaba por las cosas, luchaba por
dondequiera que fuera. Se fue a Benarés y luchó –Be-
narés es una plaza fuerte religiosa de hindúes en la In-
dia–. Hay un lugar en India que se llama Puri, donde se
celebra un gran festival del Señor en una gran carroza.
Jesús va allá y se pelea con los sacerdotes, diciéndoles:
“El festival de la carroza que lleváis a cabo no tiene
sentido. El Señor no está en esa carroza. No veis la luz
en los seres humanos, no veis al Señor en los seres
humanos; por eso la carroza del Señor está vacía”. Jesús
va a Benarés y también discute de esa manera con los
sacerdotes y provoca gran oposición. Va a Jerusalén y
hace lo mismo. En todos lados provoca oposición...,
hasta que Cristo, a los 30 años, se hizo cargo de Él.
Cuando Jesús está lleno de Cristo, ya no existe el con-
flicto ni la lucha. La gente le dice: “Estás haciendo cosas
equivocadas, por eso te queremos crucificar”, y Él lo
acepta. Hasta sus propios discípulos lo rechazan, lo
niegan, lo vuelven a negar y Él lo acepta. Él les lava los
pies, les da de comer y con una sonrisa lleva la cruz a
cuestas. ¿Cuál es la diferencia entre la persona que antes
luchaba contra todo lo que estaba mal y la que acepta
todo tipo de cosas disparatadas al final? Cuando se pro-
duce la infiltración total del segundo rayo en nosotros,
todo se vuelve aceptable.

¿Sabéis cómo piensa el hombre de segundo rayo?


Cuando hay cosas sin sentido que pasan a su alrede-
dor, lo tolera. ¿Sabéis por qué? Porque piensa: “El
Señor está aceptando tantas cosas sin sentido en este
planeta, ¿y no voy a poder yo aceptar tan sólo unas
cuantas cosas sin sentido?”. De esta manera el discípu-
lo de sexto rayo es elevado hasta el segundo rayo a
través del trabajo mágico del séptimo rayo. Luego te-
nemos el quinto rayo de “mente”, que es muy difícil
de romper también –ya hemos visto qué difícil era
romperlo esta mañana y también esta tarde–. Mediante
el trabajo sistemático del séptimo rayo se está invo-
cando al fuego para que queme lo que es innecesario y
esto hace que el hombre del quinto rayo se coloque en
el tercero o en el primero. El primero y tercer rayos
trabajan en unión total con el segundo rayo y nunca
hay conflicto entre primero, segundo y tercer rayos. El
conflicto empieza con el cuarto rayo, por eso se le
conoce como “Armonía a través del conflicto”. En-

87
tonces el próximo paso es el quinto rayo, en el cual la
mente es muy dura, y el sexto, en el cual las emociones
son muy fuertes. Por eso las emociones del sexto rayo,
la dureza del quinto rayo y el conflicto del cuarto rayo
solo pueden ser disueltos a través de una vida sistema-
tizada, y esa actividad sistematizada de la vida es lo que
se llama la actividad del séptimo rayo. Así que el cuar-
to y el sexto se elevan hasta el segundo, el quinto se
eleva hasta el tercero o el primero y todo el conflicto
se acaba allí. En este sentido, el séptimo rayo trabaja
como un mediador para acabar con todos los conflic-
tos y restablecer la armonía. Por eso el Maestro DK
dice: “Cualquiera que esté preparado a sistematizar su
vida obtendrá resultados que le sorprenderán agrada-
blemente y toda la transformación será mágica”. Por
eso se recomienda de manera muy particular la activi-
dad del séptimo rayo a todo discípulo.

Veamos en qué consiste la actividad del séptimo


rayo. Es un método por el cual se propone un sistema
en nuestra vida cotidiana. Tenemos que proponernos
un sistema para nosotros mismos, un método rítmico,
y luego tratar de seguirlo. Por ejemplo: Podemos
transformar nuestra vida cotidiana en ritmo; podemos
fijar una hora para levantarnos, otra hora para medita-
ción, otra para el desayuno, otra para el trabajo y otra
hora para conversar y emplearla con la familia. Se trata
de hacer voluntariamente un horario y acomodarnos al
ritmo de ese horario que nos hemos propuesto noso-
tros mismos. Esta obediencia voluntaria al ritmo que
nos hemos propuesto es la que evaporará las emocio-
nes y la que acabará con todo el conflicto, y poco a
poco los obstáculos de nuestro campo, que hemos ex-
plicado, desaparecen por completo. Existen hierbas
salvajes que crecen en este campo y lo que hace el
séptimo rayo es quitar estas hierbas innecesarias para
que la cosecha necesaria crezca bien. Por eso la prime-
ra instrucción oculta fundamental es ESTABLECER UN
RITMO que nos propongamos, que sea factible y
práctico y luego ver hasta dónde podemos llevarlo a
cabo. Cuando estamos a tono con el ritmo que nos
hemos propuesto, solo entonces añadimos una cosa
más y procuramos que esa cosa nueva que añadimos
encaje bien en él. Es como cuando ya la costumbre de
meditar regularmente todas las mañanas a las seis llega
a ser una parte de nuestra vida; entonces podemos
añadir el meditar también por la tarde. Al principio
nos solemos olvidar de la meditación de la tarde; en-
tonces no hemos de añadir otra actividad nueva hasta
que la meditación de la tarde sea parte de nuestra vida.
La actividad del séptimo rayo no permite que añada-
mos una actividad nueva sin haber hecho rítmica la
actividad anterior. Suponed que llegamos a tener un
ritmo meditando por la tarde también; entonces po-
demos añadir otra cosa más a nuestro ritmo de vida,
digamos la lectura de una Escritura, de un libro, unas
diez páginas al día y procurar que se integre en nuestro
sistema. Cuando estamos entrando en este tercer as-
pecto, es decir, en el estudio de las Escrituras, y deja-

89
mos de hacer la meditación de la mañana o de la tarde
por seguir leyendo libros, hemos perdido el ritmo. Así
pues, lo que hemos ido ganando no hemos de perder-
lo, porque si perdemos lo que habíamos ganado, se-
remos como napoleones. ¿Sabéis lo que le pasó a Na-
poleón? Siguió conquistando y conquistando; llegó
hasta una montaña y la conquistó, siguió y siguió, pero
cuando estaba allí en el otro lado, esta parte ya estaba
ocupada por los nativos. Lo que tenemos que hacer es
que lo que propongamos permanezca, y las cosas que
vamos añadiendo deben llegar a ser parte de nuestra
vida. Sólo entonces podemos añadir más cosas, como
estar regularmente con los niños en casa, estar regu-
larmente con la mujer o con los padres en casa y luego
añadir otra actividad más en la que incluyamos un as-
pecto de servicio en la vida. Se trata de un método de
mantenerse rítmico y poco a poco ir incrementando la
actividad. Así es como el Maestro que conocemos
como Maestro EK llegó a un estado de gran actividad
aplicando el séptimo rayo y se fue convirtiendo en un
diamante de muchas caras. Él no solo hacía medita-
ción, sino también rituales del fuego, enseñaba sánscri-
to, enseñaba los Vedas, enseñaba otras Escrituras,
practicaba homeopatía y enseñaba homeopatía, practi-
caba asanas y enseñaba asanas, seguía la astrología,
enseñaba astrología y vivía la astrología, publicaciones,
escritos, poesía, reconstrucción de la sociedad, prepa-
ración de los jóvenes, ¡tanta actividad! Nuestra cabeza
se hubiera vuelto loca si hubiésemos visto a este hom-
bre actuar. La manera que tenía de llevar a cabo su
actividad en India era en verdad asombrosa. Los pe-
rezosos lo miraban y decían: “Esto que está haciendo
está por encima de los límites humanos”, y él solía
decir: “Porque sois perezosos habláis así, pero voso-
tros podéis hacerlo también, porque yo os he demos-
trado que es posible”.

Hemos hablado esta mañana de las afirmaciones del


Maestro Jesús, cuando dijo: “Si yo soy hijo de Dios, vo-
sotros también sois hijos de Dios; y si ha sido posible
para mí, es también posible para vosotros”. Cuando una
vez le pregunté al Maestro EK: “¿Cuál es el secreto de
una actividad tan grande, sin tensión y con una sonrisa
siempre?”, me dijo: “La respuesta es el séptimo rayo.
Sistematiza tu vida, hazla rítmica, añade una actividad
después de otra, y cuando seas capaz de llevar a cabo la
actividad a una gran velocidad, encontrarás el equilibrio
óptimo”. ¿Nos damos cuenta de que el Planeta se está
moviendo? Estando aquí sentados no nos damos cuen-
ta, y sin embargo, se mueve más rápido que los aviones
más modernos. En 24 horas no podríamos dar de una
vez la vuelta al Planeta en avión; sin embargo, el Planeta
se mueve mucho más rápido que eso, y porque se mue-
ve tan de prisa las cosas parecen estar en gran equilibrio.
Esta es una dimensión en la cual tenemos que meditar.
Si el avión es capaz de mantenerse en el aire es debido
a la propulsión de los motores. El equilibrio no es,
pues, un estado de inercia. Imaginaos que los motores
se pararan en el aire... Ya sabéis lo que puede pasar.

91
Imaginaos que el Planeta redujera su velocidad... lo
mismo le pasaría entonces al Planeta. Suponed que
redujéramos nuestra velocidad de acción; entonces nos
quedaríamos abajo, en el yo inferior. Solo a través de
una gran actividad rítmica somos capaces de mante-
nernos arriba, en el Espíritu. Estos son unos cuantos
aspectos del séptimo rayo. De hecho, para explicar el
séptimo rayo se necesitaría un seminario entero, porque
es la solución para todos nosotros. Cuando el tiempo lo
permita, lo haremos.

Pregunta: Quisiera saber a qué rayo pertenezco, ¿cómo lo


puedo averiguar?

Respuesta: Si estudias los principios fundamentales


de los siete rayos, te darás cuenta de a qué rayo perte-
neces. ¿Has estudiado algo sobre los siete rayos? El
horóscopo también lo indica. Como he dicho, culti-
vemos nuestros campos. Haz un estudio de los rayos y
si crees que no has podido encontrarlo, de lo cual no
estoy muy seguro una vez lo hayas leído, entonces me
puedes dar tu horóscopo y yo te daré una sugerencia
acerca de esto.
Pregunta: ¿Es verdad que hasta el quinto rayo se puede per-
der todo, mientras que si llegas hasta el sexto rayo ya no puedes
perder lo que has alcanzado?

Respuesta: No, no, no es de esa manera. La gente de


quinto rayo es muy fuerte y no pierde su punto de vista,
igual que los de sexto rayo no pueden perder los ideales
de la personalidad. El quinto rayo es muy fuerte en sus
puntos de vista, el sexto no es tan fuerte en sus puntos
de vista; es más fácil moldear al sexto rayo que al quin-
to. El quinto rayo necesita una actividad de séptimo
rayo bastante considerable para dejar sus puntos de
vista, y el sexto rayo puede irse fácilmente al séptimo,
porque no tiene puntos de vista duros y concretos. Si
Jesús se ha hecho un gran Maestro es porque trans-
formó las emociones del sexto rayo mediante el sépti-
mo, convirtiéndose así en el segundo rayo. Las emocio-
nes del sexto rayo se evaporan fácilmente a través del
trabajo sistemático. Es muy fácil evaporar las emocio-
nes, pero no es tan fácil disolver los puntos de vista.

Pregunta: ¿Puede hablarnos de la diferencia entre la medita-


ción ocultista o las de Luna Llena que solemos hacer y la medi-
tación sobre la que ha hablado esta tarde?

Respuesta: Hay muchas meditaciones con muchos


pensamientos, pero todas se encuentran bajo el primer
método que hemos dado, es decir: todas ellas están
incluidas dentro del primer método en el que empe-
zamos a trabajar con la mente y la observamos para
salirnos de los pensamientos y poder permanecer en el
YO SOY; pero cuando se nos dan ciertos pensamientos
para meditar, se trata de un método en el que uno se
queda solamente con un pensamiento determinado,
sin ninguno más. Normalmente, como os dije por la
mañana, vivimos con muchos pensamientos y no te-

93
nemos control sobre ellos. Las meditaciones que con-
tienen un pensamiento son un método para permane-
cer con ese pensamiento, pero en esa situación no
estamos viviendo como Almas, sino que estamos
siempre con un pensamiento; entonces estamos en el
tercer aspecto. El sentido de la meditación es perma-
necer en el segundo aspecto. Os dije que el primer
aspecto es la Existencia; el segundo es tener con-
ciencia de esa Existencia, darnos cuenta de esa Exis-
tencia en todo lo que existe dentro y fuera de noso-
tros; es el estado antes del pensamiento y es un estado
al que llamamos ATREYA, “no tres”. Cuando propo-
nemos un pensamiento y estamos con él durante la
meditación, somos tres, seguimos siendo un triángulo.
Lo que yo estoy proponiendo con esta técnica de me-
ditación que os he dado es permanecer como Centro
con una circunferencia que llamamos Consciencia
a nuestro alrededor. Las dos técnicas dadas nos
harán comportarnos como almas. El primer método es
un método para mantenernos lejos del pensamiento y
salir de nosotros con un pensamiento cuando quera-
mos; es como poner en acción el cuerpo cuando lo
necesitamos y dejarlo en reposo cuando no tenemos
necesidad de él. A un nivel superior se trata de poner
en acción la máquina de pensar cuando la necesitamos y
no ponerla en acción cuando no la necesitamos. En-
tonces, cuando meditamos con un pensamiento acerca
de la Luna Llena u otro aspecto, estamos siempre en el
plano de pensamiento que es el aspecto triangular.
Desde luego, es mejor ser un triángulo que ser otra cosa
cualquiera; es decir, es mejor permanecer como triángu-
lo que como cuadrado, y mejor que como pentágono,
pero ese estado también hemos de superarlo a
través de la meditación y establecernos como almas.
Lo que la Escuela Arcana da es un paso para mante-
nernos en el tercer estado. Lo que os he dado hoy son
los pasos dados desde tiempos antiguos para estable-
cernos como almas. Sólo cuando nos establecemos de
nuevo como almas, la canalización se hace posible y el
discípulo fructifica en ese momento preciso. Hay al-
gunos que incluso van más allá y llegan al estado de
Samadhi, que en la terminología budista se llama Nir-
vana, y que es un estado de absorción total en la Exis-
tencia Una sin siquiera ser conscientes de ello. Hoy os
he explicado el cuarto paso del Yoga óctuple, en el que
nos establecemos para vivir como almas. Cuando
estamos en el octavo aspecto, somos absorbidos por
Aquel a quien llamamos por muchos nombres y no
tiene ninguno; la gente lo llama el Dios de Abrahán, el
Padre del Cielo, Parabrahman o muchos otros nom-
bres que se convierten en AQUELLO. En eso consiste
el paso siguiente al de vivir como almas, pero ahora no
lo necesitamos. Una vez más, resumiré diciendo
que las técnicas de la Escuela Arcana son exce-
lentes para permanecer como triángulo. Las téc-
nicas dadas ahora son un paso más adelante para
permanecer como almas.

95
Pregunta: Quisiera saber la relación que existe entre el fuego
o la aspiración y el alma.

Respuesta: La respuesta es fácil. No son dos cosas


por separado que puedan tener relación entre sí. El
alma en sí misma es fuego. Os dije que el Fuego Solar
no es otra cosa sino lo que llamamos alma en nosotros
y es el fuego que viene de esa fuente lo que hace la
vida posible en el Planeta. De la misma manera, el
fuego que procede del alma ha establecido los tres
mundos inferiores en nosotros en forma de mente,
sentidos y cuerpo, siendo el Uno que se manifiesta en
tres. Entonces, cuando vemos el cuerpo, los sentidos y
la mente, se trata tan solo de un estado más denso de
la materia. Del Sol nace el Sistema Solar; de la misma
manera, la personalidad y el cuerpo surgen del alma.
Lo que vemos como la personalidad del cuerpo es una
manifestación del alma. Cuando la actividad del Fuego
Solar llega a estados más densos, es lo que vemos co-
mo fuego por fricción. La relación, entonces, es la de
padre e hijo. Las Escrituras dicen que “El hijo no es
otra cosa sino el padre que ha vuelto a nacer”. Esa es
la relación, pues, entre el alma y el fuego. El fuego
existe como padre, existe como nosotros, existe como
nuestros hijos. Si somos capaces de visualizar a nuestro
padre, a nosotros y a nuestro hijo y somos capaces de
entender que es el UNO que se manifiesta cada vez en
cada una de estas formas, entonces comprenderemos
que la relación que tenemos en esas tres generaciones es
la misma que tenemos en los tres planos mencionados.
Pregunta: ¿Existe relación entre las últimas energías descu-
biertas por científicos y la energía de los siete rayos?

Respuesta: La Energía se manifiesta en forma de


siete rayos. Vemos cómo la electricidad se manifiesta
de muy diversas maneras. La Energía es la fuente de la
que emanan muchas fuerzas. Estas diversas fuerzas
podemos visualizarlas como los diversos rayos, pero la
fuente de los diversos rayos es la misma: La Energía
Una. Esta Energía está formada por tres aspectos, que
son: 1º la Energía considerada como principio cósmico,
2º la Fuerza, como el conjunto de todos los sistemas
solares y 3º la Materia como el mundo manifestado. Lo
que los científicos llaman energía es lo que nosotros
llamamos Consciencia; lo que los científicos llaman la
fuerza, nosotros lo llamamos la Energía de los Rayos;
y tanto lo que ocultistas y científicos vemos como el
Universo manifestado, ellos lo llaman el Sistema de
Energía, pero nosotros tenemos una manera diferente
de entenderlo. La diferencia está solo en el análisis. La
energía, según el ocultista, está movida por el sonido, y
el sonido produce colores y los colores manifiestan
todo lo visible. Si tomamos el sistema cuádruple, ten-
dremos muchos detalles referentes a esto. Yo no soy
un científico, pero en el corto entendimiento que ten-
go acerca de la Ciencia, sé que reconocen la energía
como la base de toda actividad, reconocen también las
diversas fuerzas y también han descubierto que todo lo

97
que sucede es el resultado de la relación entre estas
fuerzas. Entonces, su manera de verlo y la nuestra es la
misma, pero el lenguaje es diferente. Es como yo, que
al estar hablando en inglés, los españoles probable-
mente no me entienden, pero cuando Jesús expresa lo
mismo que yo, pero en español, se comprende. La
diferencia está sobre todo en la terminología. Ahora
hay ciertos discípulos que están actuando para unificar
la terminología de estos dos lenguajes. El Maestro DK
ha hecho muchísimo en este sentido. Expresó los an-
tiguos conceptos védicos con una terminología dife-
rente que está más próxima a la terminología de la
Ciencia. Al haber un trabajo más sobre el lenguaje a
nivel de terminología, creo entonces que tanto cientí-
ficos como ocultistas tenemos el mismo punto de
encuentro. ¿Cómo decís “manzana” en español? Vo-
sotros la llamáis manzana y yo la llamo apple. Enton-
ces, cuando yo me refiera a la manzana, la llamaré
apple y vosotros diréis: “¡No, no!, es una manzana”.
Ambos nos estamos refiriendo a lo mismo, pero nues-
tras terminologías tienen que unificarse. Esto es preci-
samente lo que ha sido profetizado por el Maestro
como la nueva lengua de Acuario, en la que tendre-
mos un mismo lenguaje para entender la Ciencia y la
Teología. Se espera que lleguemos a ese estadio el
próximo siglo.

Pregunta: El segundo tipo de meditación parece bastante


fácil, uno se fija en la respiración, ¿no? Pero en el primero, ¿en
qué se puede uno fijar? ¿Puede hablar algo más al respecto?
Respuesta: Como he dicho, tenemos que observar
el pensamiento y ser testigos de ese pensamiento que
está saliendo de nosotros, pues cuando somos testigos
de él, deja de producirse. Cuando nos identificamos
con ese pensamiento, estamos lejos del Centro de
Consciencia. Sólo con un esfuerzo continuo para ver
la fuente de la que surge el pensamiento, podremos
quitarnos del medio ese pensamiento. Nos lo quitare-
mos de encima al cabo de algún tiempo, pero al prin-
cipio aprendemos a conocer el pensamiento solo
cuando hemos ido con él muchas veces. Cuando esta-
mos meditando, nos salimos de la meditación y a lo
mejor después de un minuto nos damos cuenta: “¡Ah!
Estoy meditando”; entonces, en ese mismo momento
estamos ya fuera del pensamiento y otra vez estamos
en meditación. Luego viene otro pensamiento y volve-
remos a irnos con él hasta que al cabo de un rato nos
damos cuenta de que estamos meditando y de nuevo
nos desprendemos del pensamiento. Practicando esto
regularmente cada vez que salimos con un pensamien-
to, la distancia adonde nos lleva se hace más corta.
Primero es posible que vaya hasta Visakhapatnam;
después sólo hasta Barcelona; luego, sólo hasta la mesa
de comer, hasta que poco a poco ya cuando ese pen-
samiento está a punto de salir de mí, puedo darme
cuenta de que está saliendo. Porque los pensamientos
surgen continuamente, como las olas de un océano;
una tras otra siguen surgiendo. Este es un método por

99
el cual uno cambia el foco de observación de la ola al
océano. Este método consiste en ir observando pen-
samiento tras pensamiento, hasta que al final un día,
como dije, al cabo de cinco o diez años, somos capa-
ces de permanecer al margen del surgir de las olas,
estando así en el océano, en el que no hay olas. Me-
diante la práctica constante uno llega a salir del estado
de pensamiento y permanece en el estado de no-pen-
samiento. Si tenemos pensamientos constantemente
quiere decir que todavía nos identificamos con ellos
cada vez que vienen. La clave en este método de medi-
tación es permanecer como observador, y al ser un
observador no nos identificamos con el pensa-
miento. Así es que es una práctica que tenemos que
hacer durante cinco a diez años para reducir la distan-
cia de viaje con el pensamiento, hasta que al final lle-
gamos a la fuente de la que surgen estos pensamientos.
Cuando llegamos al centro del que surgen, estamos en
la fuente y entonces los pensamientos dejan de existir.
Esto no se puede explicar con muchas palabras; tene-
mos que practicarlo para entenderlo. Es muy corriente
que a todos nosotros nos vengan pensamientos mien-
tras meditamos y también es corriente que volvamos
atrás y digamos: “¡Ah, estoy meditando!”. Así es como
seguimos yéndonos con el pensamiento y apartándo-
nos de él muchas veces. Esto tendrá que ser así duran-
te cierto tiempo, pero tenemos que seguir meditando
regularmente para poder conseguir que nada más que
surja un pensamiento podamos permanecer como
observadores. Al principio nos convertimos en obser-
vadores de ese pensamiento sólo después de haber
viajado con él un período. A través del esfuerzo conti-
nuo reduciremos esta distancia y llegaremos al punto
de partida del que surge el pensamiento. Y si hasta
incluso en este punto permanecemos como observa-
dores, el pensamiento que quiere salir se disuelve y nos
quedamos como observadores en un estado en el que
no hay pensamiento. Es, pues, un estado de “Nivel de
no-pensamiento”, es decir: “El estado en que somos
conscientes de la Existencia sin que haya pensamiento
alguno”. Los primeros años la meditación es un es-
fuerzo para reducir la distancia en que uno viaja con
ese pensamiento, pero a medida que “el observador”
que está en nosotros observa más y más, la máquina
de pensar deja de actuar y el observador se hace más
fuerte. Así funciona esto.

Pregunta: ¿Tiene algún nombre en sánscrito ese estado de no


pensamiento?
Respuesta: Sí, se llama VIDITATMA. Es el estado por
el cual nos convertimos en observadores del proceso de
creación que está ocurriendo en nosotros y por eso
somos capaces de entender el proceso de Creación que
está ocurriendo en el Universo que nos rodea.

Pregunta: La meditación que no se hace regularmente a las


mismas horas, ¿es menos beneficiosa? Es decir: si uno cambia la
hora de meditación, un día a las 6, otro día a las 7 o a las 8.

101
Respuesta: No podrás sintonizar con el sistema na-
tural. El Sol, cuando sale, no lo hace de una manera
errática, y el Planeta tampoco funciona de una manera
tan irregular. Meditar a las mismas horas es un proceso
por el cual nos hacemos rítmicos, como la Naturaleza,
y cuando somos rítmicos sintonizamos con el ritmo de
la Naturaleza. Solo cuando sintonizamos con el siste-
ma natural, la Naturaleza en nosotros y fuera de noso-
tros se nos revela. Por eso se recomienda una hora
particular, concreta.

Pregunta: ¿Qué relación puede tener el ejemplo que puso del


tipo de meditación aconsejado para un géminis, en el cual ha seña-
lado que era mejor el primer sistema, y sin embargo el elemento de
géminis es aire y dentro de los tattvas? En ese caso parece ser que
la meditación tendría que ser la segunda, a través del corazón.

Respuesta: No, no es así. Primero tenemos que ver


la carta astrológica, porque puede haber un Maestro en
géminis y puede también haber una bestia con forma
de ser humano. En un mismo día nacen tanto animales
como hombres, ¿no? Hay mucha gente que nació el 25
de diciembre y aunque sean capricornio, no todos son
el Maestro Jesús. Tenemos que ver el estado particular
de evolución de cada ser que se refleja en el horósco-
po, y según eso se le puede dar el tipo de meditación
más adecuado. De hecho, el alma sabe qué tipo de
meditación seguir, y si seguimos el que nos gusta más,
ése es el mejor método.
Pregunta: ¿Por qué no se medita cantando las dos últimas
partes de la Meditación que otras veces se hace?

Respuesta: El año pasado, cuando estuvimos traba-


jando con este grupo de aquí, en España, los himnos
sánscritos eran muy nuevos para ellos; por eso se de-
cidió que para empezar con la meditación se haría la
Invocación a los Maestros –porque incluso cantar Ga-
yatri era algo muy nuevo–, y pensamos que si se daban
muchas cosas era posible que estuviésemos recargando
la mente. Poco a poco, a medida que nos vamos
haciendo familiares con la meditación, podemos ir
añadiendo más cosas, porque el sentido de todas las
cosas que añadimos a la meditación es el de pasar al
plano de la Consciencia. Cuando pronunciamos OM y
después hacemos un silencio, se trata de que entre las
tres veces que lo emitimos vayamos cambiando de
plano de existencia y cuando pronunciamos BRAHMA,
VISHNU, MAHESHVARAHA e invocamos a PARABRAH-
MAN, que es el Trasfondo de los tres, se trata de elevar
la consciencia al grado de Consciencia Pura, que es el
fondo de toda consciencia y el fondo de la consciencia
del alma. Luego, durante 15 minutos experimentamos
un gran silencio. De nuevo, cuando pronunciamos el
mantram de Gayatri, se trata del mismo proceso de
elevar nuestra consciencia. Aprenderemos algo más
acerca de Gayatri hoy. Es un proceso de Invocación al
Fuego Solar y por eso le hacemos una petición. Es una
petición al Fuego Cósmico para pedirle que el Fuego

103
Solar nos abrace. Tres veces hacemos el esfuerzo para
volver a la Fuente de toda la Existencia. Entonces
pensamos que después de Gayatri no cantaríamos
nada más porque los himnos sánscritos son una cosa
extraña para muchos de los aquí presentes. Si además
también hacemos la invocación de “SAMNO MITRAH
SAM”, sería traer muchos más conceptos cósmicos y
solares, y puesto que los conceptos son nuevos, no he
querido sobrecargarlos. Primero nos hacemos familia-
res con Gayatri y después podremos entrar en otros
aspectos de las Escrituras. El año pasado ni siquiera
hablamos de Gayatri, pues a fin de cuentas todas las
oraciones y todas las meditaciones encuentran su cul-
minación en el silencio.

Ha llegado a ser muy fácil en este grupo conectar


con el silencio y a veces la meditación dura 35 o 40
minutos. Después de la Invocación al Maestro, el sis-
tema funciona de una manera tan buena que se produ-
ce un espacio de 20 a 25 minutos de silencio; entonces,
la finalidad de la meditación queda así bien servida. Si
la hacemos más larga, puede ser un esfuerzo excesivo
para el sistema. Para no tener tantas cosas en la mente
hemos pensado hacer la meditación sencilla con tres
cosas y más adelante podremos recitar la Gran Invo-
cación y cantar la Invocación de “SAMNO MITRAH
SAM”. Porque a fin de cuentas, según el Maestro DK,
de lo que se trata es de que haya una meditación en
silencio total. Por eso, teniendo en cuenta todo esto,
se ha formulado esta meditación que contiene estos
tres aspectos. La Gran Invocación se hará para llevar a
cabo la conexión y poco a poco puede ir entrando en
el grupo. Ayer comenzamos con la meditación total,
completa. Algo me dice que hagamos estas tres partes:
la Invocación al Maestro, Gayatri y Santhi.

En India, la meditación comenzó con la Invoca-


ción al Maestro y al principio se decía únicamente:
“NAMASKARAMS MASTER C V V”. En realidad, cuando
el Maestro CVV dio la meditación, dijo solamente
“NAMASKARAMS MASTER”, que más tarde se convirtió
en: NAMASKARAMS MASTER C V V”. Mañana os expli-
caré el porqué de esto, porque mañana es el día de la
Iniciación del Maestro. Después, cuando el Maestro EK
estaba cantando el Gayatri, entró en contacto con el
Maestro CVV en los planos superiores; entonces deci-
dió recitar la Invocación al Maestro y también el Gaya-
tri, y cuando solía dar sus clases diarias por las tardes
añadió el himno de “SAM NO MITRAH SAM VARUNA-
HA”. Así es como estas tres invocaciones entraron a
formar parte de la Meditación desde hace bastante
tiempo. Cuando el Maestro EK tenía 50 años, uno de
los discípulos le pidió que diera una Invocación para
practicarla diariamente, y entonces el Maestro dio es-
pontáneamente la Invocación “MAY THE LIGHT IN
ME” (Que la Luz que mora en mí...). Entonces esta
Invocación surgió en el 76. Anteriormente hacíamos la
Gran Invocación una vez a la semana, y en 1981,
cuando vinimos a Europa, los grupos de Europa pidie-

105
ron una meditación común para poder seguirla. A par-
tir de entonces se empezó a recitar la Gran Invocación
por las mañanas y la Invocación “MAY THE LIGHT IN
ME”, que dio el Maestro EK, por las tardes. Así es
como se desarrolló todo. En India solemos cantar el
PURUSHA SUKTAM y el SRI SUKTAM al final de la medi-
tación, es decir, acerca de la Persona Cósmica y acerca
de la Naturaleza Cósmica respectivamente. Siguiendo
así, esto no tendrá fin. Entonces, teniendo en cuenta al
grupo de España, el lugar y el momento, hemos en-
contrado que era suficiente con invocar al Maestro,
cantar Gayatri y concluir con el mantram de Santhi.
Así es como lo hemos estado haciendo. Las cosas son
flexibles, no son para estructurarlas demasiado.
La Luz de Gayatri (La Fórmula de la Creación)

GAYATRI
107
Esta mañana nos hemos reunido aquí para enten-
der mejor el mantram de Gayatri. Es el concepto más
profundo que tenemos en Oriente desde los tiempos
más antiguos. Y es un signo de buena suerte que ten-
gamos que hablar de Gayatri en domingo. Siempre que
me han pedido que hablara de Gayatri, ha ocurrido
que era un domingo. En Hamburgo era domingo y
también en Colonia, y ahora aquí en España también
es domingo. Hay una especie de interrelación entre
Gayatri y el domingo.

Gayatri es la fórmula de la Creación. Toda la Crea-


ción nace según la fórmula de Gayatri. El Maestro que
la dio se llama VISVAMITRA, cuyo significado es “el
Amigo del Universo”. MITRA quiere decir amigo y
VISVA, Universo. El Maestro que era el Amigo del
Universo fue quien visualizó la fórmula de la Creación
y nos la dio en forma de sonido, y los sonidos que
visualizó correspondientes a la fórmula de Gayatri es
lo que cantamos como el Mantram de Gayatri. Siem-
pre es necesario recordar al Maestro que ha dado la
fórmula a la Humanidad. Como os dije ayer, todo lo
que sabemos de Gayatri fue recibido por medio de Él.
Por tanto, pensemos en Él al empezar y entremos en
el misterio de Gayatri.

El nombre del gran Maestro es VISVAMITRA. VIS-


VA,Universo; MITRA, Amigo. El Amigo del Universo.
No era su nombre original, sino que fue el título que le
dieron una vez que encontró la fórmula del Universo.
Él tiene otro nombre que ahora no es importante pa-
ra nosotros. Lo que es importante es este nombre,
recordémosle por este nombre. Primero os voy a ex-
plicar el significado del Mantram, después iremos al
simbolismo de los números, luego al aspecto de la
forma, al aspecto del color..., hay muchos aspectos.
Hoy, en las sesiones de la mañana y de la tarde intenta-
remos explicar todo lo que podamos. Vamos a dedicar
el día entero a entrar en Gayatri. Tengo también la
responsabilidad de deciros, para empezar, el significa-
do de Gayatri y por qué se llama Gayatri.

OM BHUR BHUVA SUVAHA


OM TAT SAVITUR VARENYAM
BHARGO DEVASYA DHIMAHI
DHIYO YONAH PRACHODAYAT

Este es el mantram al que se llama Gayatri. ¿Por


qué? La razón es la siguiente: Cuando cantamos juntos
este mantram, nos protege, nos dirige y nos ilumina.
Entonces, el propósito del mantram es triple. Tene-
mos la iluminación, la guía o dirección y la protección;
éste es su triple propósito. ¿Qué más queremos en la
vida? Tenemos iluminación, tenemos una guía por
medio de la cual llevamos a cabo el trabajo según el
Plan, y mientras estamos viviendo estamos protegidos.
Este es el sentido de Gayatri, en palabras sencillas. El
significado de la palabra GAYATRI es “Lo que nos pro-

109
tege cuando cantamos”; por eso se espera que el Man-
tram se cante. Cantar se hace en coro, ¿no?, y cuanto
más grande es el grupo en que se canta, la Luz de Ga-
yatri se manifiesta mucho mejor. En India este proce-
so ha sido tergiversado un poco. Lo que dicen hoy día
es que Gayatri no se debe cantar en público, sino que
ha de cantarse en privado, en silencio, como un secre-
to. Pero se trata de magia negra que actuó a través de
los brahmines de la India en contra de la manifesta-
ción de la LUZ. Siempre sucede lo mismo. En toda
civilización tenemos la manifestación de la Ilumina-
ción, de la Luz, y luego más tarde unos pocos intentan
poseerla e intentan ser los agentes de Dios. Luego,
cada vez que un profeta viene, intenta deshacer ese
daño para restablecer la Luz a la Humanidad.

Como os dije, Jesús estuvo en India e intentó rom-


per esa especie de costra del brahmanismo. El verda-
dero brahmán es “aquel que vive en la presencia de
Brahma”. Todo aquel que es un alma realizada es
considerado brahmán. Más tarde, este concepto fue
tergiversado y se llegó a decir que “todo aquel que ha
nacido en una familia brahmana es brahmán”. Es un
aspecto del Tiempo, es la actuación de Kali que tergi-
versa la Sabiduría y nos da una dirección equivocada,
porque Kali tiene también que existir, pero hace su
juego. Los Hijos de la Luz siguen viniendo y manifies-
tan de nuevo la Sabiduría verdadera, y entonces se
produce la lucha. Eso es lo que ha pasado en la vida de
todos los profetas. Hace muy poco en este siglo tam-
bién pasó cuando el Maestro EK daba Gayatri a las
masas. Según los brahmines, cantar Gayatri en público
estaba considerado como un gran pecado, y encima
“mucho más pecado si lo cantas aquí y allá y mucho
más pecado todavía si lo das en Occidente”. Se en-
contró con una terrible oposición por parte de los
brahmines, que le decían: “¿Cómo te atreves a dar el
Mantram de Gayatri sin más ni más?”. Y el Maestro
EK respondía: “El Sol está distribuyendo Luz a todos
los rincones del Mundo sin tener en cuenta casta ni
credo, y brilla tanto sobre los seres humanos como
sobre los animales. ¿Quiénes sois vosotros para decirle
al Sol que no dé Luz a los animales y a las plantas?
Enseñadme el pasaje de las Escrituras donde diga que
el Gayatri no se debe cantar en grupo y en público”.
Los brahmanes no tenían respuesta, y empezaron a
decir: “Este hombre está contaminándolo todo”.
Cuando murió, a los 58 años, creyeron que era como
consecuencia de todas estas cosas que había hecho.
Ellos siguen manteniendo su idea, pero nosotros se-
guimos manteniendo la nuestra. La LUZ es para todos.
El verdadero significado exacto de la palabra Gayatri
es “Lo que nos protege cuando cantamos”. Entonces,
¿podemos llamar canción a algo que se canta para
nuestros adentros? Suponed que queréis que cante una
canción; cierro los ojos y canto en silencio... ¿Estáis
satisfechos con la canción...? El Maestro a quien lla-
mamos VISVAMITRA, que es el que dio el mantram,
dijo: “¡Cantadlo!”, pero los brahmines no quieren que

111
lo cantemos. Entonces tenemos que cantarlo tan fuer-
te como nos sea posible y en grupos cuanto más gran-
des, mejor. Hoy día, en India, nos reunimos 5.000
personas en grupo a los pies de un templo y lo canta-
mos tan fuerte como podemos. Poco a poco están
comprendiendo y diciendo: “A lo mejor tenía razón”.
¿Sabéis?, cuando vamos a un templo en gran número
de gente y recitamos los himnos del RIG VEDA, enton-
ces nos preguntan: “¿Sois los discípulos de Krish-
namacharya?”. Decimos que sí. Entonces nos dicen:
“Sólo vosotros sois capaces de cantar tan bien, ya lo
hemos oído”. Al principio habrá oposición, pero si
seguimos adelante sin importarnos la crítica, obten-
dremos la iluminación y el sentido de cantarlo. Los
brahmines quieren enseñar los Vedas a la gente, pero
no encuentran a gente que quiera aprender. Cuando el
Maestro EK enseñaba los Vedas, había cientos de per-
sonas que los querían aprender, porque no tenía res-
tricciones para su enseñanza. El Sol brilla para todo el
Planeta y los que quieran coger la Luz la cogerán; los
que no tengan interés le darán la espalda a la Luz, pero
en lo que se refiere al que da, no hay distinción y en lo
que se refiere al que recibe, él mismo ha de saber
cuánta Luz quiere recibir. Así debemos entender el
Mantram de Gayatri. Que cantemos para obtener
Iluminación, Guía y Protección. (Fig. 6)
Ahora os daré el mantram y su significado. Si leéis
el mantram, DHIMAHI significa “nosotros medita-
mos”, ASYA significa “sobre” y BHARGO DEVA signifi-
ca “el Deva de los Bhargos”. DHIMAHI BHARGO DE-
VASYA, por tanto, quiere decir: “nosotros meditamos
en el Deva de los Bhargos”. ¿Qué es el Deva de los
Bhargos? Tenemos los planetas, el Sol y el Sistema
Solar. Tomemos 12 sistemas solares como éste –no los
puedo escribir los 12 ahora, pero imagináoslos–. He
dado tres, imaginaos que hay 12. Los podría dibujar,
pero no tenemos mucho tiempo. Doce sistemas sola-
res tienen un centro al que se llama SAVITUR –luego
explicaremos SAVITUR, más tarde–. En total hay 12
SAVITUR. ¿Está claro? Hay 12 sistemas solares que
tienen un centro llamado SAVITUR y hay 12 SAVITUR
que tienen un centro común que se llama Centro
Cósmico. Al primer centro se le llama Centro Solar. El
Sol que tenemos es el centro de los planetas; entonces,
el Sol es nuestro Centro Planetario. Hay a su vez un
centro para cada grupo de 12 soles, un Centro Solar
que se llama SAVITUR y 12 Savitur tienen un mismo
Centro Cósmico conocido como BHARGO DEVA, que
quiere decir “El Deva de los Bhargos”. Pero ¿quiénes
113
son los Bhargos? DEVA lo entendéis, pues uno de sus
significados es “EL SEÑOR”, es el Señor de los Bhar-
gos; pero ¿quiénes son los Bhargos? BHARGA quiere
decir “Cuerpos de Fuego”; pero ¿qué son estos cuer-
pos de fuego? Del Centro Cósmico salen remolinos de
fuego cósmico, y cada uno de ellos forma un Centro
Solar que tiene las mismas características que el Centro
Cósmico. Del Centro Cósmico o SAVITUR nacen,
pues, los soles que forman los diversos Centros Sola-
res. Cada centro Solar es también un remolino de fue-
go que desprende chispas que forman los soles que
conocemos, y esos soles a su vez, son los que forman
los planetas. Tenemos, pues, tres pasos, y en el cuarto
paso tenemos la formación de los planetas. (Fig. 7)

Así es como el Maestro lo visualizó. Lo que dijo


fue: “Meditamos en el Centro Cósmico que es el Señor
de todos estos cuerpos de fuego”. El Centro Solar es
un cuerpo de fuego, el Sol que conocemos es un cuer-
po de fuego, y aparte de los centros solares y planeta-
rios hay también unas chispas que se mueven por el
Universo como vagabundos o nómadas. ¿Sabéis quié-
nes son los nómadas? Son seres que se mueven sin
razón aparente. Pues hay también algunos cuerpos de
fuego que se mueven de esta manera. Uno de estos
cuerpos de fuego, que es amigo nuestro, es el llamado
Cometa Halley. Los cometas son también cuerpos de
fuego que vienen del Centro Cósmico y visitan todos
los sistemas. A este cometa Halley le gusta mucho
nuestro sistema solar. En este siglo ya ha venido dos
veces. La última vez estuvo en nuestro sistema durante
más de 70 años y transmitió ciertas energías al sistema
y a nuestro planeta en concreto. Acerca de estas nue-
vas Energías traídas por este cuerpo de fuego ya habla-
remos mañana; por hoy es suficiente que entendamos
que estamos meditando acerca del Centro Cósmico
BHARGO. Hemos ido muy lejos. Nos hemos salido de
nuestro Sistema Solar y del Centro de nuestro Sistema
Solar. Hemos ido demasiado lejos para irnos a encon-
trar al Bhargo, pero lo bonito de ello es que existe
también en nosotros, en nuestro cuerpo –¡ésa es la
belleza del ser humano!– y es la Vida en nosotros. El
Centro Solar es un centro que se ha separado del Cen-
tro Cósmico; por eso cada uno de nosotros lleva la
Vida dentro de sí mismo. Al mismo tiempo que esta-
mos totalmente en la Vida, la Vida está también en
nosotros, ¿no? Solemos creer que la Vida está en no-

115
sotros, pero la verdad es que nosotros estamos en la
Vida. Cuando Jesús dijo: “En ‘Él’ vivimos, nos mo-
vemos y tenemos nuestro Ser”, se refiere a la VIDA.
Todo está en ella, pero también está en nosotros. Lo
bonito del cuerpo humano es que todo lo que hay
fuera en el Universo, está también en el cuerpo. Por
eso los Maestros de la Sabiduría Antigua dicen: “En-
tiende la ciencia de tu constitución y entenderás fácil-
mente la constitución del Universo”. Es lo que se lla-
ma la Ciencia de la Correspondencia entre los sistemas
micro y macrocósmico. Nosotros somos del microsis-
tema y lo que vemos fuera de nosotros es el macrosis-
tema. Si entendemos el microsistema, podremos en-
tender el macrosistema también. La VIDA en nosotros
es el Centro SAVITUR, el Sol del Sistema Planetario es
nuestra consciencia, y de la misma manera que el Sol
tiene sus planetas, nosotros tenemos el cuerpo, en el
que se pueden visualizar los diez planetas. Entonces,
estamos meditando acerca del centro BHARGO en no-
sotros. DHIMAHI significa “meditamos”, y BHARGO
DHIMAHI: “Meditamos acerca de los cuerpos de fuego
del Universo”. Pero ¿a quién pertenecen? ¿Pertenecen
a India?, ¿podemos decir que este mantram es hindú?
Todos nosotros pertenecemos a este mantram, toda la
Humanidad pertenece a él, todos los planetas, los sis-
temas solares y los grupos de sistemas solares. Cuando
pronunciamos Gayatri, entramos en contacto con
AQUEL que es la base de toda luz, de toda iluminación,
de todo fuego y que es el Trasfondo de todo lo que
existe. Entonces, ¿para qué estamos meditando? ¿Sa-
béis? Gayatri es una canción y como tal no se puede
poner en el mismo orden que la prosa, pero voy a da-
ros el orden como si fuera prosa, aunque este man-
tram ha sido dado en poesía. Empezamos por la línea
del medio, vamos a la primera y bajamos a la última
línea. Este es el orden que voy a seguir para la prosa.
“Meditamos sobre ese Centro Cósmico que existe en
nosotros como el Trasfondo de toda la Vida”, ¿para
qué?... OM TAT SAVITUR VARENYAM. TAT quiere decir
AQUEL, SAVITUR ya he dicho que es el Centro de los
sistemas solares, VAREMYAM quiere decir “Abrázame”;
ese abrazo no significa que nosotros queramos abra-
zarlo a ÉL; el mantram dice: “Que el Centro de los
sistemas solares y su luz brillante me abracen”, porque
es más fácil que nos abrace ÉL a nosotros que noso-
tros a ÉL, ¿no? A diario el Sol nos abraza con su luz y
le resulta muy fácil abrazarnos, pero si nosotros que-
remos abrazarlo a ÉL, nunca lo conseguiremos. En la
Sabiduría Eterna siempre suceden las cosas de arriba a
abajo; no es el sendero de Hatha Yoga, en el que in-
tentamos elevarnos de abajo hacia arriba. ¿Cómo po-
demos elevarnos hasta el Sol? El Sol puede bajar a este
planeta, pero nosotros no tenemos aún capacidad para
subir hasta él. Lo que queremos decir es que el planeta
Sol nos trae la Luz que procede del Centro SAVITUR.
La trae todos los días por la mañana y se queda con
nosotros hasta la tarde en que se va a otras partes del
Planeta, porque sin hacer distinción se mueve para dar
Luz a todo el Planeta. Entonces, cada amanecer es una

117
oportunidad fantástica para abrazarlo cuando ÉL nos
está abrazando. Lo que estamos pidiendo es que el
contenido de la Luz del Sol nos abrace. En las horas
del amanecer, cuando la Luz está saliendo, antes de
que el globo solar asome en el horizonte, vemos que la
Luz se va extendiendo. Pues en ese momento preciso
es cuando le estamos pidiendo: “¡Por favor, inclúyeme
contigo!”. Y si al hacerlo cerramos los ojos, los rayos
vendrán y abrazarán a nuestro ser por completo. ¿Sa-
béis lo que pasa entonces? Que nos volvemos tan ilu-
minados como la misma luz del Sol. Es una ducha de
sol, toda una ducha completa de la cabeza a los pies.
El Maestro al que llamamos VISVAMITRA aconsejó que
nos ducháramos tres veces al día, una al amanecer,
otra al mediodía y otra al atardecer, de manera que
estemos en forma para entrar en las horas de la oscu-
ridad y para que incluso cuando no haya luz solar,
podamos tener suficiente luz en nosotros para pasar
los períodos oscuros. En la vida hay ciclos en los que
tenemos luz y oscuridad, de la misma manera que cada
día tenemos luz y oscuridad. En un ciclo más grande
llamado vida, tenemos períodos de brillo y períodos de
oscuridad. El brillo que hemos invocado en nosotros a
través del mantram nos ayuda a atravesar los ciclos
oscuros. Esta es la protección. Además, nos da la di-
rección o guía oportuna en la oscuridad. “Meditamos
sobre el Centro del Fuego Cósmico o Deva de los
Cuerpos de Fuego para que la Luz del Sol nos abrace”.
Entonces, ¿qué suede? DHIYO YONAH PRACHODAYAT.
Quiere decir que cuando meditamos sobre este Centro
Cósmico que es el Deva de los Bhargos, viene el con-
tenido del Sol y nos abraza. Entonces, ¿sabéis lo que
ocurre? “Que nuestra Voluntad se despierta”; éste es el
significado de la tercera línea. DHIA es la Voluntad, es
la voluntad de discernir que cada uno de nosotros
tiene y que en la terminología espiritual se llama
BUDDHI. Así pues, el Buddhi se despierta y esto quiere
decir que nos convertimos en BUDDHAS, porque,
¿quién es un BUDDHA? BUDDHA es aquel que vive en
el Plano Búdico de consciencia. Todos nosotros so-
mos seres humanos porque vivimos en el nivel mental
de consciencia, ¿no? Somos mentales... y llevamos a
cabo nuestra actividad de la vida con la mente, pero
estamos también haciendo lo posible para entrar en el
Plano Búdico. Todos los métodos espirituales que
llevamos a cabo tienen como fin último cambiarnos
del Plano de la Mente al Plano Búdico. Ayer os hablé
del yo inferior y del yo superior. Se trata, pues, de
cambiar del inferior al superior, es la entrada en los
reinos de la Luz; eso es lo que quiere decir el mantram.

Os diré algo más acerca de entrar en el Plano Búdi-


co. Como os dije, vivimos en siete planos, pero sobre
todo vivimos en el Plano Mental, porque somos hijos
de la Mente, somos los hijos de Manu. Manu es la
Mente Universal y nosotros somos sus hijos, por eso
somos parte de su mente. Entonces ahora estamos
cambiando de la mente al Plano Búdico. Todos sabe-
mos que existe el Plano Físico, el Plano Vital, que con-

119
tiene también al Plano Emocional, el Plano Mental, el
Plano Búdico, el Amor, el Alma y el Espíritu. Me ima-
gino que todos vosotros conocéis estos planos. El Es-
píritu es Dios en nosotros, el Alma es lo que somos, el
Amor y el Buddhi o Sabiduría son los dos lugartenientes
por los que podemos experimentar el Universo y luego
el Mental, Vital y Físico son los vehículos a través de los
cuales llevamos a cabo la experiencia. Entonces, la
Evolución se produce del reino mineral al vegetal, del
vegetal al animal y del animal al humano. Todos sabe-
mos la teoría de que cuando un animal doméstico em-
pieza a adquirir memoria, poco a poco va entrando en
el reino humano. Únicamente cuando estamos en el
estado animal existe el sentimiento. Los animales tie-
nen sentimientos, pero no han desarrollado todavía un
sistema de memoria. Imaginaos que alguien entra aquí
y le decimos: “Nos estás molestando en mitad de la
reunión”, él se acordará y no volverá a venir, pero eso
no pasa con un animal. Si le decirnos a alguien que no
haga algo y luego se olvida y lo hace, entonces pensa-
mos: “Este hombre parece un animal”, ¿no?, ¿por
qué? Porque su sistema de memoria no está muy des-
arrollado. Entonces, cuando este sistema se desarrolla,
pasamos al cuarto reino que es el reino humano, en el
que la memoria recuerda los sitios en que ha vivido en
reencarnaciones anteriores y desarrolla vibraciones
suficientes como para invocar al Alma. Así es como se
ha formado el hombre. Para más detalles, leed las Car-
tas sobre Meditación Ocultista del Maestro Tibetano. Lo
que sucede es que crecemos hasta llegar al Plano Men-
tal. Cada uno de estos siete planos está compuesto de
siete subplanos y son 49 planos en total, 7 x 7. La luz
viene desde arriba y hay siete subplanos en el Plano
Mental. Cuando a través de nuestro poder mental de
memoria vibramos lo suficiente, el Espíritu desciende
hasta el tercer subplano del Plano Mental, pero no
desciende más abajo porque la materia es muy densa
para que pueda descender. (Fig. 8)

El punto entre la flecha ascendente y la descenden-


te es lo que intentamos conectar a través de nuestra
práctica espiritual. Llegamos hasta el estado mental
superior o lo que llamamos estado intelectual, que es
donde el pensamiento puro permanece, y por encima
del intelecto tenemos la Intuición. Ahora intuición e
intelecto tienen que fundirse y esto es lo que intenta-
mos reunir a través de todas nuestras prácticas espiri-
tuales. Ahora bien, el mantram de Gayatri dice: “Que
seamos alertados para llegar a esto”. Así es como se
construye el Puente Superior. Queremos que este
puente se construya para que el Alma pueda bajar a la
personalidad. Ahora tenemos tres pisos arriba y tres
pisos abajo, pero no hay escalera para subir o bajar de
121
uno a otro... Así es que de lo que se trata es de cons-
truir la escalera entre los tres pisos de arriba y los tres
de abajo para que los seres que viven en los tres pisos
de arriba puedan usar la escalera y bajar a los tres de
abajo. ¿Está claro? Esto es lo que hace el mantram de
Gayatri. En el triángulo doble que os di ayer (Fig. 9)

Los dos triángulos están ahora interconectados y no-


sotros permanecemos en el centro y hay un flujo cons-
tante y fácil de los grupos desde los pisos de abajo a
los de arriba y de los de arriba hacia los de abajo. Así
es como este mantram nos ayuda. Este es en breve el
significado del mantram de Gayatri. Luego, si conta-
mos las sílabas que contiene este mantram, son 24, que
es otro número que necesita ser comprendido muy
bien. Explicaré el aspecto del número de Gayatri ahora
y después de comer explicaré los aspectos del color y
de la forma.
El número de Gayatri
¿Me podéis decir cosas de nuestra vida cotidiana que
tengan el número 24? Las 24 horas..., bien, pero hubiese
sido mejor que al calcular hubieran dividido el día en 10
horas, 5 de día y 5 de noche, porque tenemos el sistema
decimal y es más fácil cada hora igual a 100 minutos,
¿no? Todos estamos cambiando al sistema decimal para
hacer los cálculos mejor, entonces ¿por qué nos que-
damos todavía con estas 24 horas...? Es porque el
Universo entero está hecho de 24 elementos.

Existen 4 jinetes que cabalgan en 4 dragones. Al


dragón se le llama en sánscrito MAKARA y otro signifi-
cado de MAKARA es cocodrilo. El dragón o el cocodri-
lo son los seres que se mueven en las aguas de la vida.
El cocodrilo es uno de los seres que mejor se mueven
en las aguas, por eso se le llama MAKARA, pero hay un
simbolismo para MAKARA. En sánscrito el sonido MA
quiere decir “cinco” y KARA quiere decir “manos”;
MAKARA: “cinco manos”, y se refiere a la Estrella de 5
puntas. (Fig. 10)

En la Creación hay 4 estrellas de 5 puntas, que su-


man 20 elementos, y 4 jinetes que cabalgan encima de
123
ellas. En el libro del Apocalipsis de San Juan podemos
encontrar la fórmula de Gayatri. Leedlo una vez más y
encontraréis los 24. Entonces tenemos las 4 estrellas
de 5 puntas, que multiplicándolas dan 20, más los 4
jinetes, da en total 24.

Los cuatro jinetes (4 elementos)

Los cuatro jinetes son: 1° el Espíritu, 2° el Alma,


3° el Buddhi y 4° el contenido de la Mente o nuestra
conducta. Son los 4 niveles en los que un ser humano
puede actuar. Puede comportarse según la base de sus
experiencias pasadas, y entonces es el hombre de con-
ducta, el hombre con una personalidad muy fuerte
todavía. También podemos comportarnos con Sabi-
duría, y cuando nos comportamos solo con Sabiduría
somos llamados Buddha. Este es el segundo estado
que podemos alcanzar, el segundo jinete. El primer
jinete es el que se comporta con la Mente, el segundo
jinete u hombre en nosotros es el que vive en Buddhi
o Sabiduría, el tercero es el que vive como Alma, el
cuarto es el que se da cuenta del “Padre que está en el
Cielo”. Dicho de otra manera podemos expresarlo así:
1° el Padre del Cielo, 2° el Hijo de Dios, 3° el Discípu-
lo, 4° la Humanidad. Estos son los 4 pasos o estados
en que podemos vivir.

Hay una gran ciencia referente a esta división cuá-


druple del Universo y así es como han sido concebidos
los 4 estados. Los repito otra vez: El primero es el
ESPÍRITU o el PADRE DEL CIELO, el segundo es el AL-
MA que es el MAESTRO, el tercero es BUDDHI o el
DISCÍPULO y el cuarto es la HUMANIDAD, que se com-
porta según la experiencia que ha recibido del almacén
de memoria de sus comportamientos anteriores. To-
dos y cada uno de estos 4 jinetes existen en nosotros.
Ayer os dije que cuando dormimos estamos con el
Padre y cuando nos liberamos del pensamiento nos
quedamos como Almas. Al proceso de liberarnos del
pensamiento se le llama Sabiduría, y por él, uno se
convierte en “gnóstico” o “uno que sabe” –el término
gnóstico, procedente del griego, viene de la palabra
sánscrita JÑANA–. Estos son los 4 planos en los que
existimos. Os hablé también de los 4 planos al hablar
de los Cuerpos de Fuego: 1° el Centro Cósmico, 2° el
Centro de los Sistemas Solares, 3° el Sol, que es el
centro de nuestro Sistema Solar y 4º la Existencia Pla-
netaria, que es lo que H. P. Blavatsky llama el Globo
D. Estos son los 4 del total de los 24.

LAS CUATRO ESTRELLAS DE 5 PUNTAS


(20 ELEMENTOS)

LA PRIMERA ESTRELLA: ESPACIO, AIRE, FUEGO,


AGUA, MATERIA. Simboliza los 5 elementos.
LA SEGUNDA ESTRELLA: SONIDO, TACTO, VISTA,
GUSTO, OLFATO. Porque solo cuando hay materia po-
demos oler y solo cuando hay agua podemos gustar. Si
no hubiera agua en la lengua, nos daría igual lo que

125
comiéramos porque no podríamos gustarlo. Luego,
tenemos el fuego y su luz, relacionado con la vista; el
aire, relacionado con el tacto, y el espacio, relacionado
con el sonido.
LA TERCERA ESTRELLA: OÍDO, PIEL, OJO, LEN-
GUA, NARIZ. ¿Cómo podemos oír el sonido? Por el
oído. ¿Y cómo podemos percibir el aire? Por la piel.
¿Y cómo podemos ver la luz o el fuego? Por el ojo.
Podemos tener la sensación del gusto a través de la
lengua, y para oler utilizamos la nariz.
LA CUARTA ESTRELLA: MANOS, PIERNAS, HABLA,
LOS DOS CANALES DE EXCRECIÓN, uno para las aguas y
otro para la materia. Todos juntos forman los 20 ele-
mentos que constituyen el fondo para los otros 4 ele-
mentos, el fondo en el que los 4 jinetes se mueven por
el mundo. Tenemos el jinete rojo, el jinete blanco, el
negro y el bayo (blanco amarillento); a vosotros os
toca ahora buscar la correspondencia. Estos son los 20
elementos básicos con los cuales los 4 jinetes actúan
en nosotros. Para dar gusto a mi mujer voy a dar los
nombres sánscritos de estos 4 jinetes, porque tengo
miedo de que cuando volvamos a India no habrá otra
oportunidad de que vuelva a escucharme… Por eso
aprovecharé la oportunidad. El primero, el “Espacio”,
se llama VASUDEVA, el segundo, el “Sonido”, se llama
SANKARSHANA, el tercero se llama PRADYUMNA y el
cuarto ANNIRUDHA. Cuando invocamos los Sesenta
Nombres del Señor, estos cuatro nombres ocupan la
parte central de este himno; por qué y cómo están allí,
nadie lo sabe. Nosotros decimos: “VASUDEVAYA NA-
MAHA; SANKARSHANAYA NAMAHA; PRADYUMNAYA
NAMAHA; ANNIRUDHAYA NAMAHA”, que quiere decir:
“Me inclino ante el Espíritu en mí, saludo al Alma,
saludo a la Sabiduría y saludo también a mi conducta
que me complica la vida”. Estos son los cuatro jinetes
en uno. De hecho, se trata de un solo Jinete que tiene
cuatro partes. (Fig. 11)

Cada vez que hacemos este símbolo –un círculo


dividido en cuatro partes por una cruz–, el círculo nos
recuerda que se trata de uno solo que existe como cua-
tro partes, y cuando estas cuatro partes están en comu-
nicación una con otra, entonces se establece el UNO.
Estos son los detalles referentes a los 24 elementos.

Vamos a entrar también en algunos aspectos pre-


liminares de las Matemáticas. Si dividimos 24 entre 2,
obtenemos 12. El año tiene 12 meses con 2 lunaciones
cada uno: Luna Llena y Luna Nueva, lo que supone 24
lunaciones al año. El Maestro al que llamamos el
“Amigo del Universo” se dio cuenta de que, al cabo de
24 lunaciones, la lunación número 25 era exactamente
igual que la primera. Después de la Luna Llena de Pis-
cis y la Luna Nueva de Piscis, cuando entró la Luna
127
Llena de Aries, se dio cuenta de que era como la pri-
mera lunación que ya había observado anteriormente;
entonces comprendió que, al cabo de 24 lunaciones, el
ciclo se repetía. Al cabo de 24 lunaciones, Aries nos da
las mismas energías que nos dio el año anterior, ¿no?
Entonces llegó a la conclusión de que las 24 están ro-
tando y de que son pares de 2. Así es como tenemos
los 12 meses. 12 es un gran símbolo, pero no entrare-
mos en él hoy, sino que haré un poco de aritmética. 4
x 3 es un asunto muy importante, muy extenso. Te-
nemos 12 pares de lunaciones; así es como tenemos
los 12 meses. Los 12 meses tienen como base las 12
energías que vienen del Sol. Tenemos una energía que
se distribuye en el mes de Aries, otra en el mes de
Tauro, otra en el de Géminis, otra en el mes de
Cáncer, etc. De esta manera, “los que pueden visuali-
zar y experimentar” se dieron cuenta de que a lo largo
de los 12 meses nos han sido dados 12 tipos de ener-
gías llamadas los “Doce Hijos de la Luz”, que llegan
completamente a nuestro planeta durante las horas de
Luna Llena; de ahí la importancia de la Luna Llena de
cada mes. Estos Doce Hijos de la Luz tienen herma-
nos que son los “Doce Hijos de la Oscuridad”. La
Oscuridad en este caso no significa el mal, porque
toda la LUZ existe sobre el fondo de la Oscuridad. Los
Doce Hijos de la Oscuridad llevan a cabo el trabajo
invisible y los Doce Hijos de la Luz llevan a cabo el
trabajo visible. Si una comunión como ésta de ahora
en este encuentro es posible durante tres días, es por-
que hay gente que está trabajando en el plano invisible;
no me estoy refiriendo ahora a los Devas o Ángeles,
sino a gente que está aquí, entre nosotros, que ha tra-
bajado para preparar todo esto y que ha preferido
quedarse detrás de la escena... pero que sin su trabajo
todo esto no hubiera sido posible. De modo que lo
que estamos viendo ahora visiblemente aquí, pertenece
al aspecto visible de la Luz, pero el trasfondo de todo
esto está en el estado invisible. Tenemos a los Doce
Hijos de la Oscuridad, que son más efectivos que los
Doce Hijos de la Luz y prefieren quedarse en el fondo
mientras proyectan en escena a los Doce Hijos de la
Luz. Si vais a ver una película, no veréis más que a los
actores en la pantalla, pero a esos actores ha habido
gente que les ha escrito los diálogos, que les ha puesto
música, hay un cámara, un director, hay un productor
que no aparecen en escena..., pero sin ellos, la película
no se podría proyectar. Entonces, cuando vivimos en
los niveles superficiales, solemos admirar a los actores,
porque son los que proyectan las energías de los que
están detrás de ellos; pero si fuéramos lo suficiente-
mente profundos, intentaríamos también conocer a los
hombres que están en el trasfondo. Los hombres que
están en el trasfondo son estos Doce Hijos de la Os-
curidad, que nos dan la noche, que nos dan la muerte,
que nos dan el camino de vuelta hacia el Espíritu. Los
Hijos de la Luz lo hacen todo objetivo. Los Hijos de la
Oscuridad lo traen todo de vuelta de la objetividad a la
subjetividad. Ved, por ejemplo, el crecimiento de la
Luna Llena de Tauro; después de esta Luna Llena,

129
¿cuál es el próximo paso? La Luna Nueva, ¿no?, por-
que para que haya una Luna Llena tiene que haber
necesariamente en medio una Luna Nueva. Cada vez
que se recoge una cosecha de grano en el campo, las
cosas no se acaban ahí..., esa cosecha está en función
de la cosecha del año o ciclo siguiente; si no hubiera
una primera cosecha, no podría haber una segunda.
Los Hijos de la Oscuridad, pues, trabajan para proveer
nuevos ciclos para poder tener nueva experiencia. Es-
tas energías (las segundas) las podemos experimentar a
través de la Luna Nueva, mientras que las primeras las
podemos experimentar a través de la Luna Llena. Esto
es un aspecto del número 24.

Podemos dividir 24 entre 3 y nos dará 8; también


podemos dividir 24 entre 4 y nos dará 6. También hay
un simbolismo referente al 8 y al 6. ¿Cuántos días tiene
la semana? Siete. ¿Y cuál es el octavo? El octavo es la
repetición del primero. El número 8 siempre nos trae
un ciclo nuevo. Os he dado los 7 planos de existencia,
pero ¿qué es lo que hay detrás de los siete? El Tras-
fondo Absoluto que se llama el 0 negativo, del cual
sale el 0 positivo. El número 8 es el trasfondo de todo;
por eso se dice que Krishna era el octavo hijo y que
nació en la octava fase de la luna. Hay mucho simbo-
lismo relativo al número 8, pero por hoy basta con
decir que nos da un nuevo ciclo, de la misma manera
que después de 12 tenemos un ciclo nuevo. Todo
mantram que está compuesto de 8 sílabas nos da un
reflejo completo del Universo y de su Trasfondo; por
eso se ha concebido un mantram de 8 sílabas.

El mantram de Gayatri tiene 24 sílabas en total y


cada línea contiene 8 sílabas. Hay también mantrams
como OM NAMO NARAYANAYA, que se refieren al
Centro Cósmico, y si contamos las sílabas de este
mantram, veremos que son 8. Hoy mismo es la octava
fase de la Luna. Si habéis mirado la luna esta noche
pasada, os habréis dado cuenta de que estaba justa-
mente a la mitad. Solo la octava fase de la luna nos
puede dar una sabiduría tan profunda. Por suerte, hoy
es la octava fase, y también afortunadamente, hoy es
domingo; por eso está fluyendo una sabiduría seme-
jante tan fácilmente ahora. No es que yo la pueda dar
cuando quiera, sino que se trata de una dimensión
diferente que viene dada por el entorno. Así es que el
número 8 siempre nos da una experiencia nueva.

De la misma manera, el número 6 tiene también un


gran simbolismo. En un año tenemos 6 estaciones –só-
lo si vivimos en los trópicos–, 6 estaciones de 2 meses,
o 60 días para cada estación. Tenemos también 60 mi-
nutos; 60 segundos hacen un minuto, 60 minutos una
hora, y 60 horas hacen... ¿Qué sucede en 60 horas...?
Que la luna se mueve de un signo a otro en 60 horas
(2 días y medio). Al igual que tenemos un ciclo de 60
meses, tenemos un ciclo de 60 años, y 6 x 60 son 360,
que es el ciclo del año. Y si empezamos a multiplicar

131
360 x 12, llegamos a los números cuatro, tres, dos,
4.320. Pitágoras dice que los números 3, 6 y 9 son
números cíclicos. Si somos capaces de entender el
simbolismo de estos tres números, entenderemos los
ciclos del tiempo. Pitágoras dice además, que 2, 4 y 8
son los números femeninos. ¿Por qué? Porque son los
números de la receptividad. Luego están los números
1, 5 y 7 que son los números masculinos. Quedaos con
ello a título de información, y otra vez que nos encon-
tremos entraremos más profundamente en ello. El
número 24 tiene muchísimas potencialidades; contiene
al 12, contiene al 8, al 6, al 3, al 4, al 2 y al 1. Hay una
gran ciencia referente a ello. Os he dado solamente un
vislumbre para que os podáis imaginar la magnitud del
Mantram y de por qué tiene tantas manos, tantos colo-
res, tantas armas y también una calavera en su manos.
Intentaremos entender esto por la tarde. Gracias.

Ahora vamos a introducirnos en el color y la forma


de Gayatri, tal como fue visualizado por los Maestros
de la Sabiduría Eterna. El aspecto de la forma y del
color está descrito en un himno védico en sánscrito.
Recitaré primero el himno y entraré en materia (aquí
recita el himno en sánscrito). Este es el himno que
describe el color y la forma de Gayatri con forma mas-
culina y femenina, porque como hemos visto por la
mañana, el Mantram nos habla de la Luz Cósmica,
Solar y Planetaria. Entonces, en una tal situación ya no
hay cuestión de masculino o femenino. Cuando habla-
mos del Centro Cósmico al que llamamos BHARGO
DEVA, este Centro de luz no puede ser considerado ni
masculino ni femenino, pero para que nos resultara
familiar nos dieron dos formas. La forma femenina es
la que tenemos aquí presente en el símbolo, pero tanto
si la tenemos en forma masculina como femenina, la
Sabiduría de fondo es la misma en ambas formas.
Primeramente vamos a explicar el aspecto del color de
Gayatri.

133
El color de Gayatri
Si miramos la fotografía, encontramos que tiene 5
caras, y el Himno habla de 6 caras. La sexta cara es la
cara de CHAYA; así es como la llaman. Chaya quiere
decir “sombra”. Hay 5 caras, y la sexta cara es el Tras-
fondo, y en esa Conciencia de Fondo visualizaron la
manifestación o aparición de 5 colores. El orden en
que nos dieron estos colores es el siguiente:

El primer color es MUKTA, que significa “el color


de la perla”, o también lo podemos llamar la Luz Lu-
nar.
El segundo color es VIDRUMA, el rojo.
El tercer color es el amarillo dorado.
El cuarto color es el azul.
El quinto color es la Luz Solar, también llamado
blanco brillante.

Estos 5 son los colores descritos como los 5 colo-


res de Gayatri. Se considera que los tres colores bási-
cos, es decir: el rojo, el amarillo y el azul, están inclui-
dos entre los otros dos colores llamados Luz Lunar, el
primero, y Luz Solar, el último. Rojo, amarillo y azul
son los colores que se nos describen en los libros co-
mo los colores básicos; rojo es primer rayo, azul es
segundo rayo y amarillo dorado es tercer rayo. Estos
son los tres colores básicos descritos en los libros de
Alice Bailey, si bien el amarillo dorado es reemplazado
algunas veces por el verde. El primero, segundo y ter-
cer rayos, o rojo, azul y amarillo dorado, son los colo-
res básicos de estudio y se dice que los restantes cuatro
colores salen de estos tres. En el azul están incluidos el
añil o índigo y el violeta; en el rojo y amarillo dorado
están incluidos el naranja y el verde. Tradicionalmente
nos han enseñado que los siete colores son estos tres
más los cuatro que acabo de mencionar anteriormente.
Popularmente nos han sido dados como VIBGYOR,
que es la sigla nemotécnica inglesa para los siete colo-
res y que equivale a violeta (violet), añil o índigo (indigo),
azul (blue), verde (green), amarillo (yellow), naranja (oran-
ge) y rojo (red). Estos siete colores son la manifestación
de los tres colores básicos, de modo que los tres colo-
res básicos más los cuatro menores forman los siete
colores. Los tres colores básicos fueron visualizados
en las Escrituras Védicas del siguiente modo: el rojo
como Siva, correspondiente al primer rayo; el azul
como Vishnu, correspondiente al segundo rayo –por
eso muchas veces se pinta de color azul a Rama, a
Krishna o a Vishnu–; el amarillo dorado es el color de
Brahma, correspondiente al tercer rayo. Siva, Vishnu y
Brahma equivalen al primero, segundo y tercer Logos
en la terminología de Alice Bailey, y son los responsa-
bles de todo el Universo. La visualización de Gayatri
los incluye y contiene además algo más por encima de
ellos. Aparte de los colores básicos rojo, azul y amari-
llo dorado, visualizaron además la Luz Lunar y la Luz
Solar, que tienen su especialidad propia. De este modo
concibieron los demás colores entre la Luz Lunar y la

135
Luz Solar, y en ese orden describe el Himno los colo-
res, como ya dije al principio. A diferencia del sistema
que tiene 7 colores, este Himno que describe a Gayatri
añade dos colores más como fondo. En total tenemos
9 colores: 2 colores a los lados y 7 en medio; pero es-
tos 9 colores están en el Trasfondo que llamamos
CHAYA o Sombra. Así es como concibieron 10 colo-
res, que son: La Consciencia de Fondo, el Principio
Solar, el Principio Lunar y más tarde la Trinidad –la
Trinidad viene por tanto después–. La Trinidad se
compone de rojo, amarillo dorado y azul. Así fueron
visualizados los colores de Gayatri. Así es como tene-
mos las 5 caras (que vemos en la fotografía), que con-
tienen 9 colores, y la sexta cara, que no se ve, es el
Trasfondo sobre el que todo se manifiesta. Este es el
aspecto del color de Gayatri.
La forma de Gayatri
El Himno de Gayatri describe que tiene 3 ojos en
cada cara. Tenemos 5 caras visibles y cada cara tiene 3
ojos. La ciencia de los triángulos es muy extensa, pero
por ahora diré que los 3 ojos representan el presente,
el pasado y el futuro. El presente es el Tercer Ojo, y
tenemos 2 ojos más. Ayer dije en la clase cómo instin-
tivamente nos vamos al pasado o al futuro y cómo se
nos escapa el presente. Cuando “aprendemos a vivir
continuamente en el presente”, entonces se abre el
Tercer Ojo. Así es como por medio de la meditación
se abre el Tercer Ojo.

Después hay 5 triángulos iguales que forman 15


aspectos que son las 15 fases lunares. Hay 14 fases de
la Luna más Luna Llena o Luna Nueva, que explica el
aspecto total de objetividad y subjetividad. Después de
14 fases lunares tenemos la Luna Llena, y de nuevo,
después de otras 14 fases, tenemos la Luna Nueva. La
Luna Llena y la Luna Nueva se alternan al cabo de 14
fases. Por eso se describe a la Madre con 15 caras, en
sánscrito: PANCHA DASHA AKSHARI, que quiere decir,
PANCHA es “cinco”, DASHA es “diez” y AKSHA quiere
decir “ojos”; AKSHA quiere decir también “irradiar”.
Tiene 15 rayos que salen desde el centro; 15 AKSHA
quiere decir también “las letras”. Tiene 15 caras, cre-
cientes y menguantes, que forman un mes completo.
En un ciclo mayor, tenemos una Luna Nueva y una

137
Luna Llena con 14 fases que son los 14 MANUS. Te-
nemos además los MANVANTARAS que se nos descri-
ben en la clave del Tiempo. Así, los 15 ojos de la Ma-
dre se describen en un solo concepto.

Otro aspecto de la forma es que lleva en su corona


la Luna. La actividad lunar es muy importante para
toda la creatividad. Así pues, Gayatri, a través de sus
aspectos lunar y solar, hace posible la Creación. Según
el Himno, hay un solo aspecto lunar y muchos aspec-
tos solares –esto ya lo expliqué por la mañana–. Hay
muchos sistemas solares creados por Gayatri, pero
para todos estos sistemas solares el principio lunar es
uno solo; este principio lunar que actúa a través de
todos los sistemas solares se llama SOMA –no sé si
alguno de vosotros lo ha oído alguna vez–. SOMA es el
néctar de la Creación y también se le considera como
las aguas del Espacio de las que nace la Creación. Este
principio funciona a través de Neptuno y de Venus y
también a través de la Luna, y en diferentes planos o
dimensiones actúa a través de estos tres planetas en lo
que se refiere al Sistema Solar. El Himno nos dice que
lleva la Luna sobre su cabeza y que tiene una corona
con miles de diamantes; estos miles de diamantes son
los miles de Cuerpos de Fuego que he mencionado
esta mañana. Es una representación simbólica. Así se
describen los aspectos lunar y solar en el Himno.
También se dice que Gayatri tiene 5 pares de manos,
porque tiene 5 cabezas, y teniendo 5 cabezas debe
tener 10 manos, y cada mano tiene un arma.
Las armas son las siguientes: La primera arma que
lleva, empezando por la izquierda, es la Rueda; la Rue-
da que se ve en esta fotografía representa el aspecto de
Tiempo de la Creación. Gayatri preside sobre el Tiem-
po, mueve el Tiempo, y los ciclos se suceden según su
Rueda; por eso, la primera cosa que se muestra es el
Tiempo. Al otro lado tenemos la Caracola, el aspecto
de Sonido representado simbólicamente por la Con-
cha. Gayatri es la que preside sobre todos los aspectos
del Sonido –antes describí los colores, ahora hemos
descrito el Sonido y también el tiempo–. En cada ma-
no lleva un Loto, uno es un Loto Azul y el otro es un
Loto Blanco. El Loto es un gran símbolo en la Ciencia
Védica, es la flor que vive simultáneamente en la mate-
ria, en el agua y en el aire; en otras palabras: El Loto
nos describe la existencia en los tres mundos y tiene en
sí el aspecto de despliegue. Por eso el Loto se usa mu-
cho en las Escrituras para describir la existencia en
todos los mundos y también para explicar el desplie-
gue de la Creación. El Loto Blanco representa el abrir-
se a la objetividad, y el Loto Azul representa la exis-
tencia en la subjetividad –porque incluso en la existen-
cia subjetiva existe la Existencia–. La ciencia referente
al despliegue en la objetividad y al replegarse en la
subjetividad está en las manos de la Madre Gayatri. En
esta fotografía se muestran los Lotos hacia arriba, pero
en el Himno se describe que uno de ellos está hacia
abajo y otro hacia arriba, para significar el aspecto in-
volutivo y evolutivo de la Creación.

139
Gayatri tiene además en sus manos dos armas más;
una es el Látigo, que sirve para ocuparse de los que no
se comportan bien con la Creación. Esa tendencia
existe en nosotros y el Látigo también existe en noso-
tros. Las energías que desequilibran nuestro sistema
están dentro de nosotros y el Látigo que castiga la ma-
la conducta está también dentro de nosotros e igual-
mente está en el Universo. Supongamos que hoy hay
una buena comida india, muy bien preparada en el
restaurante y yo como más de la cuenta… ¿Qué pasa
entonces? Comer por demás es una mala conducta mía
y esta mala conducta se rectifica mediante el Látigo en
forma de un buen dolor de estómago, ¿no? Cuando
comemos más de la cuenta, sentimos el efecto inme-
diatamente y entonces empezaremos a decirnos: “No
debería haber comido tanto”. Siempre que nos com-
portamos mal, la naturaleza nos pone en nuestro sitio
mediante una lección sobre esa mala conducta. Si abu-
so demasiado de una cosa, estoy llamando al Látigo.
Suponed que abusamos mucho de hablar –porque nos
han dado la lengua y la capacidad de hablar– y enton-
ces hablo más de lo necesario... Entonces estoy lla-
mando a voces a los problemas. Descuidadamente
puedo hacer una afirmación que puede tener conse-
cuencias terribles y mirando en retrospectiva me doy
cuenta de que no debía haber hablado tanto, sino solo
lo que era necesario... En todo aspecto donde se hace
por demás o por de menos, el Látigo de la Madre fun-
ciona automáticamente, para que de nuevo sintonice-
mos con el sistema. El Látigo representa el Poder de la
Madre para rectificar nuestros excesos y deficiencias.
El Látigo es uno de los elementos más importantes
que encontramos en cualquier divinidad hindú. Se dice
que Siva tiene siempre el arco y la flecha preparados, y
cuando se obra de más o de menos, la flecha se dispa-
ra sola, queriendo decir que cuando no actuamos con
equilibrio, nos trae consecuencias y las consecuencias
nos enseñan entonces la lección. Por eso este Látigo se
suele colocar simbólicamente en todas las formas que
representan a las divinidades hindúes.

Tiene además otra arma en las manos, que tiene la


forma del símbolo de Saturno. Tiene a Saturno en sus
manos, lo que quiere decir que Gayatri es quien presi-
de sobre todas nuestras limitaciones. En la Creación, el
Señor quiere que los seres creados no tengan limita-
ciones. Cuando tenemos demasiadas limitaciones y
tenemos el tránsito de Saturno sobre nuestra Luna,
nos suceden las cosas más desagradables en nuestra
vida. Es lo que se conoce como un ciclo de 7 años y
medio de Saturno, que reajustará totalmente las ener-
gías en nosotros para que no tengamos demasiadas
limitaciones. Solemos sentir lo que se llama retraso,
disgusto y decepción. Cuando esperamos algo de al-
guien y no se verifica, sentimos la decepción; cuando
esperamos que algo suceda en un tiempo determinado
y no sucede, sentimos el retraso, y cuando persegui-
mos con mucha ansia el placer, sentimos el disgusto.
Entonces, Saturno nos entrena para que no suframos

141
de ninguna de estas tres cosas. Por eso, durante el pe-
ríodo de Saturno nos vemos expuestos ante estos tres
aspectos en nuestra vida, pero nos cuesta muchísimo
trabajo aceptar el retraso, el disgusto y la decepción;
esa es precisamente la limitación que tenemos en no-
sotros. Por consiguiente, Saturno nos enseña que no
hay cosas tales como RETRASO, DISGUSTO Y DECEP-
CIÓN, y que si sufrimos es porque nos estructuramos
con ciertas esperanzas de que ocurra algo que desea-
mos, que luego no sucede. Saturno nos enseña una
especie de disciplina en la que hacemos las cosas sin
esperar demasiado. En ese momento es cuando el
Principio de Saturno nos ayuda a evolucionar.

Todas las limitaciones que tenemos están represen-


tadas por la octava casa, que es la casa de las limitacio-
nes; la manera verdadera de mirar en nuestro horós-
copo es mirar cómo está nuestra octava casa, o la sexta
casa. En estas 2 casas vemos las limitaciones que te-
nemos, y todo el entrenamiento espiritual consiste en
superar esas limitaciones. Supongamos que hay una
cuadratura entre Mercurio y Marte, con Marte en la
octava casa... Entonces causaremos muchos proble-
mas al hablar, y si Marte está en Cáncer, todavía será
peor. De esta manera podemos entender nuestras limi-
taciones en nuestro horóscopo particular, sabiendo los
aspectos en que somos fuertes y también los aspectos
en que somos débiles. El hombre inteligente se dedi-
cará a una actividad profesional para la que tenga as-
pectos muy favorables e irá trabajando con sus limita-
ciones a diario, para que le vaya mejor al año siguiente;
al año siguiente quiere decir en la próxima vida. Te-
nemos el Plan por hacer, dado por el horóscopo para
una vida y tenemos el programa entero para la vida
cuando vemos los puntos débiles que tenemos que
desarrollar en nosotros. De manera que ganemos ple-
nitud en todas las facetas de la vida. El entrenamiento
espiritual siempre nos lo da Saturno, porque tenemos
que quitarnos de encima las limitaciones y sólo Satur-
no puede ayudarnos a ello, ningún otro planeta. Él es
el que disciplina y, si ya somos disciplinados, trabaja
con nosotros como Guía, pero si no somos disciplina-
dos, él nos disciplinará.

Una vez que hayamos acabado el trabajo con Sa-


turno, entonces veremos qué bonita es la vida y pasa-
remos a estar en contacto con Venus para amar y reci-
bir entrenamiento. En él veremos el esplendor y la
belleza del Universo y experimentaremos el Amor de
la Creación o lo que se llama el aspecto del cuarto ra-
yo. Cuando hayamos tenido éxito en experimentar el
Amor, la Grandeza y el Esplendor del Universo por
medio de Venus, entonces pasaremos al entrenamien-
to con Mercurio, y entonces es cuando viene el Arcán-
gel San Miguel, a quien las Escrituras hindúes llaman
NARADA, entra en contacto con nosotros y nos viene
a buscar cuando ya hemos llegado al nivel de Mercurio
en nuestra evolución.

143
Una vez que hemos completado nuestra evolución
con Mercurio, es cuando ya entramos en el Sol, o sea,
en el Conocimiento Puro o la Experiencia Pura, que es
blanca. Más tarde podemos ir de este Sistema Solar a
otro Sistema Solar o podemos volver como LUZ al
planeta Tierra, pero la puerta para todo esto está siem-
pre aquí, en Saturno. Él es el Gran Maestro que reúne
a los Seres para que evolucionen y por eso la Madre lo
tiene en la mano, y no a Venus, a Mercurio o al Sol.
Saturno es más importante para la Creación, porque es
el que disciplina. Toda la actividad del séptimo rayo
consiste primero en darnos cuenta de él, de manera
que desarrollemos las vibraciones de Júpiter. Esta es,
pues, la importancia de este signo que está en la mano
de la Madre, que se llama ANKUSHA. Ankusha es el
instrumento que se utiliza para que un elefante se
mueva. Tenemos el mango arriba, y si el elefante es
perezoso, se le da un pinchacito, que es lo que Saturno
hace con todos nosotros... Entonces nos despertamos
y nos reajustamos, nos volvemos a orientar y reestruc-
turamos nuestras energías.

La belleza de Saturno no puede explicarse comple-


tamente. Siempre solemos tener la impresión de que es
un planeta que tenemos que quitarnos de encima, pero
es el planeta al que tenemos que invitar. El Maestro al
que llamamos CVV dio en su Yoga el entrenamiento
completo relativo a Saturno, porque dijo que sus
discípulos no tenían que sufrir limitaciones, ni tener
nada en la vida que no les guste. Después de todo,
¿qué son las cosas que no nos gustan, sino nuestra
propia limitación mental? Si hay una cosa en la vida
que no nos gusta, él se ocupará de que la tengamos
presente, y si hay gente que no nos gusta, él se encar-
gará de ponernos a esas personas delante, y cuando
tenemos demasiadas esperanzas en algo, él se encarga
de que las cosas se alejen de nosotros. Así, poco a
poco, nos iremos ajustando a la situación.

Suponed que no me gustan los perros... Entonces


durante un mes harán que me mueva únicamente entre
perros, y ya cuando no me quede otro remedio, enton-
ces me haré amigo de ellos. Entonces, cuando me
veáis al cabo de un mes y me preguntéis: “¿Qué tal
te va, Kumar?”, yo os diré: “Estoy divinamente bien”
–aunque si me lo hubierais preguntado al día siguiente
de estar con ellos os hubiera respondido que, por el
amor del cielo, os llevarais a esos perros lejos de mí–.
Si hay un perro alrededor de nosotros, ¿por qué
hemos de sentir malestar? Hay otros que sienten placer
al verlo… Si sentimos malestar, quiere decir que te-
nemos alguna limitación al respecto.

Hay limitaciones respecto a los perros, a los gatos y


a los seres humanos y limitaciones por vivir en las
ciudades, etc. ¿Sabéis? Había una vez un discípulo que
vivía en la ciudad de Madrás, y el Maestro CVV vivía
en un sitio muy tranquilo, retirado de Madrás. Enton-
ces, el discípulo le dijo al Maestro: “Este sitio es muy

145
tranquilo, yo quiero venirme a vivir aquí, tengo una
posibilidad de venirme aquí; es muy posible que me
den el traslado pronto”. Pero el Maestro le decía: “¿Es
que no te gusta Madrás?”. “¡No!”, decía el discípulo,
“porque está atestado de coches y máquinas". Y el
Maestro decía: “¡Vaya, vaya!”, y no le concedieron el
traslado. Entonces, cada año, en la fecha del Día de la
Llamada de Mayo (May Call Day), el discípulo venía a
ver al Maestro para vivir en comunión y entonces el
Maestro le preguntaba: “¿Qué ha pasado con tu trasla-
do, dime?”. Y él respondía: “Estoy todavía esperándo-
lo, Maestro”, y el Maestro le dijo otra vez: “¡Vaya, va-
ya!”. Por segundo año volvió a venir y recibió la mis-
ma respuesta; el Maestro le volvió a decir: “¡Vaya, va-
ya!”. Al cabo de cuatro años, el Maestro le volvió a
preguntar: “¿Qué ha pasado con tu dichoso traslado,
es que no te lo van a conceder?”. Entonces el discípu-
lo dijo: “¡Bueno, ya me he hecho a la idea de vivir en la
ciudad, me ha empezado a gustar Madrás!”. El Maes-
tro le dijo: “¡Vaya, vaya!”. Y nada más volver a casa le
concedieron el traslado. Así es como el efecto de Sa-
turno actúa en nosotros... Cuando deseamos algo, Él
nos lo retira y cuando ya no nos preocupamos por
tenerlo, Él nos lo da todo. Este es un secreto de la
Naturaleza. Si corremos detrás del dinero, el dinero
nos hace correr, y cuando no vamos detrás de él y
además empezamos a dar lo poco que tenemos, toda
la riqueza del mundo se nos pone a nuestra disposi-
ción. Tales secretos de la Naturaleza sólo nos los pue-
de enseñar Saturno. Aprenderemos más sobre Saturno
mañana. De momento tengamos siempre presente que
la Madre tiene a Saturno en sus manos.

Luego, tiene el séptimo aspecto en ella que es la


Calavera y parece como si la Madre fuese una maga
negra, si no, ¿por qué habría de tener una calavera en
la mano? La Calavera representa el Plan, el Plan antes
de que se manifieste en carne y hueso. Lo conocemos
cuando se manifiesta, pero antes de que se manifieste
en el plano visible, existe un “anteproyecto” de ese
Plan. Así pues, el Plan que está en los Planos superio-
res es concebido a nivel intuitivo y percibido en el
plano intelectual, y más tarde, en el tercer plano, se
recibe la fórmula para llevarlo a cabo, pero sólo en el
cuarto plano se lleva a cabo. Por eso, lo que conoce-
mos como el Plan existe ya antes de que se haga visi-
ble ante nuestros ojos. Si queremos construir un salón
como este, ¿dónde estaba este salón antes de que fuera
construido? Estaba en el anteproyecto o folio de papel
azul en el que el arquitecto dibuja el plano. ¿Por qué
en el anteproyecto? Para que se puedan hacer muchas
copias; por eso se usa este papel azul para hacer los
planos. Pero antes de que estuviera dibujado en el an-
teproyecto, ¿donde estaba? Estaba en la mente. Pero
antes de que nos viniera a la mente construir un salón
así, ¿donde estaba? Estaba en el éter, en el AKASHA.
Todo existe en el AKASHA y se manifiesta según el
tiempo y el lugar. Por consiguiente, todo lo que vemos
como manifiesto no es otra cosa sino el Plan que se ha

147
hecho carne y hueso. Esto mismo es lo que se dice en
la Biblia cuando se afirma que “El Verbo (la Palabra)
se hizo carne”; se trata del descenso de las energías
sutiles al plano más denso. Todos estos diversos pla-
nos se elaboran según el Plan concebido en el Plano
Superior. La formación de los sistemas solares, el mo-
vimiento de los planetas, los ciclos de los años y las
estaciones, las lunaciones, los 24 elementos de los que
hablamos por la mañana y su funcionamiento, está
todo en el Plan y todo funciona según ese Plan.

Había un Plan que habían hecho Josep, Valentín y


Jesús para estos tres días de encuentro que ahora se
está llevando a cabo. Una semana antes estaba en las
hojas de papel y un mes antes estaban pensándolo en
sus mentes y antes de eso estaba en el aire. Se suponía
que el encuentro debía llevarse a cabo en otro lugar
diferente de donde estamos ahora mismo –suposición
que hacíamos nosotros, pues no era lo que el Plan
tenía previsto–. Nosotros suponíamos que tenía que
ser en otro lugar, pero en el Plan estaba escrito que era
aquí en Castellterçol. Por eso, dado que no éramos
capaces de concebirlo propiamente, se quedó en el
Espacio, y una vez que fuimos capaces de sintonizar
con él, debido “a las circunstancias”, fue el Maestro
Saturno que nos puso alerta. De este modo pudimos
concebir el lugar adecuado según el Plan; después se
produjo su concepción en nuestras mentes, y según
ese Plan se prepararon los papeles y hoy se está lle-
vando a cabo. De la misma manera, el Plan Completo
se lleva a cabo en cuatro pasos o fases. Por lo que res-
pecta a nosotros, el Plan se elabora en nuestra cabeza
–es lo que se representa mediante la calavera– y es la
Madre la que sostiene ese Plan. Y según el Plan que se
ha concebido en los Círculos Superiores, se lleva a
cabo la actividad en los Planos Inferiores. La Madre es
la divinidad que preside sobre toda la creatividad, por
eso nos han dado la calavera como símbolo. Esta cala-
vera se menciona en el Himno como “la calavera lim-
pia”, SHUBRAM KABHALAM, que quiere decir que no
tiene impurezas, es decir, que es un Plan limpio. ¿Y
por qué es limpio? Porque no tiene motivos egoístas,
sino que es solo para que los seres creados lo puedan
experimentar en su propio provecho. Por eso tiene la
calavera en la séptima mano.

En la octava mano tiene el Cetro. Lo sostiene con


lo más gordo hacia abajo, lo que simboliza el proceso
involutivo, es decir: la Existencia como Creación.
Cuando la Madre levanta el Cetro, se produce la di-
solución del Mundo. Alguien puede pensar que este
Cetro sirve para acabar con la vida de otro ser, y que
bastaría con levantarlo y dar un golpe..., pero su ver-
dadero simbolismo es el siguiente: La parte más gorda
es la cabeza del ser humano y la más fina (el mango) es
la columna vertebral. Lo más común es que aparezca
representado con la cabeza arriba y la columna abajo,
cuando se quiere simbolizar la Existencia, pero Ella da
la vuelta a todo el proceso en cuestión de un momen-

149
to. Por ejemplo, ¡basta con que lo levante una sola vez,
un poquito nada más, para que se origine una Guerra
Mundial! Así reajusta todo nuevamente. Es el aspecto
de Poder de la Madre, por el que hace un reajuste de
Energías en el Planeta y en el Sistema Solar. Cuando
tiene que producirse la disolución total, levanta el Ce-
tro totalmente, diciendo: “¡Basta, basta...!”, y cuando
quiere de nuevo la Creación, lo baja. Cuando está hacia
abajo, se trata del proceso de manifestación del Poder
para que se origine la objetividad, y cuando no tiene
que ser así, lo levanta. Así es la octava mano.

Tiene una novena mano que está colocada en la


posición de ABHAYA, que significa “protección”. Pro-
tege a todos aquellos que protegen el Plan. Los que
protegen el Dharma son protegidos por él, dice el
dicho sánscrito: DHARMA RAKSHATI RAKSHITAHA,
“quienes protegen el Dharma son protegidos”. Esta es
la mano protectora de la Madre, y cuando nos pone-
mos en conexión con el Plan, la protección de la Ma-
dre está siempre presente; si lo hacemos de otra ma-
nera, entonces funciona la mano que tiene a Saturno,
que es el estado en el cual la Madre se lleva consigo a
los niños para protegerlos. ¿Veis al Niño Jesús en los
brazos de María? Eso representa que cuando a la Ma-
dre le gusta un Alma, la pone en sus brazos cerca de
su corazón. Esta es la mano de protección, con cuyo
gesto nos está diciendo: “¡No tengáis miedo, estoy
aquí!, ¡no tenéis por qué temer, estoy aquí para cuida-
ros!”. Así es como los que intentan sintonizar con la
Naturaleza y trabajan según las leyes naturales y de
manera recta, son protegidos totalmente y hay mu-
chos que sienten esta protección y que se sienten
guiados. Eso se puede experimentar cuando en mo-
mentos peligrosos sentimos una protección que nos
llega. Sea quien sea a través de quien nos llegue, siem-
pre viene de esta fuente: Gayatri.

Después está la mano izquierda hacia abajo. Se la


llama la mano de BHARADA o de “dar concesiones o
privilegios” y beneficia a los que cooperan con la ley
natural, pero ¿de qué beneficio se trata? De experi-
mentar al Padre en la Creación. Los que siguen las
leyes naturales, ¿qué es lo que pueden experimentar y
disfrutar? Experimentan el YO SOY que existe en todas
las formas, nombres, colores y sonidos. Ella es la que
crea la Creación y también la Ilusión de la Creación, y
cuando los seres sintonizan con las leyes naturales, ella
libera de la Ilusión a las almas y las lleva con el Padre.
Es el Alfa y Omega de la Creación. Todo está incluido
en Ella. Así es como este Maestro concibió el concep-
to total y nos ha dado todo lo que era posible. Lo que
os he dicho hoy son unos cuantos aspectos relativos a
este GRAN ASPECTO. Según la iluminación que lleve-
mos dentro, este CONCEPTO se nos revela mejor y más
profundamente. A fin de cuentas, lo que se sugiere es
que comprendamos que GAYATRI es la fórmula de la
Creación. Meditando en Gayatri estamos invocando al
Fuego, que es la base de toda la Creación, y mediante

151
ello estamos reajustando nuestras energías para que
sintonicen con el sistema natural y por consiguiente se
produce la Plenitud en nosotros. La Plenitud es una
experiencia continua de la presencia del Señor, sin
tiempo ni lugar, sin forma ni nombre. Así es como el
Mantram nos bendice con su beneficio. Este Mantram
se canta constantemente en los Ashrams de los Hima-
layas a diario tres veces: al amanecer, al mediodía y al
atardecer. Entonces, puesto que nosotros cantamos
también este Mantram, dejémonos llevar más cerca de
la Madre cantando el Mantram como se debe.
Cómo meditar en Gayatri
Diré ahora dos o tres cosas para darnos cuenta ca-
bal de este Mantram. Hay dos o tres instrucciones para
meditar acerca de Gayatri.

1ª La primera instrucción es: Al pronunciar el Man-


tram hay que ESCUCHAR CONSCIENTEMENTE CADA
UNO DE LOS SONIDOS EN PARTICULAR, ASÍ COMO
EL MANTRAM POR COMPLETO. Si lo hacemos mecá-
nicamente –porque una vez que lo conocemos nos
volvemos mecánicos y no sabemos cuántas veces lo
hemos pronunciado ni nos damos cuenta siquiera de
que lo estamos pronunciando, yendo la pronunciación
por un lado y la mente por otro–, entonces no hay
diferencia entre nosotros y un magnetofón. Si graba-
mos el Mantram de Gayatri y lo ponemos en un mag-
netofón que tenga autoreverse, el magnetofón sigue can-
tando el Mantram continuamente, pero nosotros no
podemos pronunciarlo tantas veces como él, porque lo
normal es que, cuando se pronuncia mucho el Man-
tram de Gayatri, se produzca mucha Luz también;
entonces, el magnetofón debería de convertirse en Luz
y desaparecer en el Centro Solar, mas no sucede eso.
Con nosotros, sin embargo, sí que puede suceder eso.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el magnetofón y
nosotros? Hay solo una: Cuando pronunciamos, existe
la posibilidad de oírlo, es decir, cuando uno pronuncia,
hay otro dentro de nosotros que escucha; en el caso

153
del magnetofón, no hay nadie dentro de él que lo esté
escuchando. Si pronunciamos sin escucharlo, somos
tan buenos o tan malos como el magnetofón. La ruti-
na mecánica al pronunciar el Mantram no nos da la
necesaria Iluminación. La Iluminación se hace posible
solo cuando escuchamos lo que decimos. Cada sílaba
pronunciada ha de ser escuchada. Si escuchamos así el
Mantram, consciente y completamente, los Maestros
dicen: “Con diez veces que se pronuncie es suficien-
te”. Pero nosotros lo pronunciamos muchas veces
mecánicamente, y entonces, cuando la repetición es
mecánica, el circuito no es completo. ¡Que seamos
conscientes de lo que decimos cuando pronunciemos
el Mantram de Gayatri! Solo entonces nos daremos
cuenta de lo que quiere decir.

2ª La segunda instrucción: A aquellos de nosotros


que canten Gayatri se les da la instrucción siguiente
para su vida de cada día: ESCUCHAR CON LOS CINCO
SENTIDOS LO QUE DECIMOS CUANDO HABLAMOS. Si
escucháramos lo que decimos cuando hablamos no
hablaríamos tanto, pero como no nos suele preocupar
lo que decimos, solemos entonces hablar necesaria e
innecesariamente. Si cada vez que hablamos somos
conscientes de ello, se produce una regulación automá-
tica del habla y nuestra habla se vuelve regulada y de
nuestra boca salen sólo cosas constructivas. Por cada
cosa constructiva que decimos se reconstruyen más y
más las energías en nosotros. De la misma manera, por
cada cosa inútil que decimos, destruimos las energías
que hay en nosotros, las destruimos. Hablando
inútilmente nos desintegramos y hablando constructi-
vamente resucitamos en un Conjunto Armónico. Esta
segunda instrucción consiste, pues, en ser muy cons-
cientes de lo que hablamos y sopesar lo que decimos
cada vez que hablamos. Si cuando nos gastamos el
dinero tenemos mucho cuidado en cómo nos lo gas-
tamos, cuando hablamos hemos de ser aún cien veces
más cuidadosos. ¿Os dais cuenta de cuánto cuidado
tenemos cuando se trata de gastarnos el dinero? El
cuidado que ponemos al gastárnoslo indica el respeto
que tenemos por él; pues imaginaos cien veces más
respeto. Por tanto, si tenemos presente esta fórmula
con nosotros cuando hablamos, poco a poco llegare-
mos a un estadio en el que sólo diremos cosas cons-
tructivas y sólo nos será posible decir cosas construc-
tivas y nada más. Esto quiere decir que cada vez que
decimos algo se construye algo nuevo dentro de noso-
tros, y lo que se ha ganado no se vuelve a perder. Su-
pongamos que hemos cantado el Mantram de Gayatri
como se debe y después hacemos unos momentos de
meditación, y al acabar nuestra meditación empezamos
a hablar de cualquier cosa... Entonces, todas las ener-
gías que hemos construido al cantar el Mantram y du-
rante la meditación, se destruyen por completo. Por
eso los Iluminados son parcos en palabras; son tan
parcos en hablar, que sólo hablan cuando es estricta-
mente necesario. Así es como debemos regular nuestra

155
palabra. Si aprendemos a hacerlo, hemos ganado ya
más del sesenta por ciento en ocultismo.

3ª La tercera instrucción es ESCUCHAR SOLO LO


CONSTRUCTIVO CUANDO OTROS ESTÁN HABLANDO.
Escuchar solo lo que hay de constructivo en la conver-
sación cuando otros están hablando es también muy
importante. Cuando se está llevando a cabo una con-
versación útil, podemos entonces participar en ella,
pero si se pronuncia el sonido de manera inútil hay dos
maneras de apartarse de la conversación. Podemos de-
cirle a esa persona: “Perdona, pero tengo algo que
hacer”. A veces no tendremos ni siquiera esa oportuni-
dad... Suponed que viajamos en un coche y hay dos
asientos atrás y dos delante, y las otras tres personas no
dejan de hablar y hablar, y tú no te puedes bajar del
coche y entonces te das cuenta de que estás metido en
una trampa. ¿Cómo salirse de una situación así? En ese
caso hacemos una propuesta de no escuchar y miramos
la naturaleza por la ventanilla; así nos apartamos de la
conversación, y la continua destrucción que se está lle-
vando a cabo en el coche, no nos afecta. Pero a veces,
como si no estuvieran satisfechos con eso, los que están
hablando te preguntarán: “¿Estás escuchando?”, enton-
ces tenemos que responder: “Sí, sí, me ha gustado mu-
cho”; no se os ocurra decirles: “¡Tengo ya los oídos
taponados por tanta basura!”, porque si se lo decís de
esa manera, lo destruimos todo o nos pueden echar del
coche. Lo mejor es quedarnos en silencio, apartarnos de
la conversación y dedicarnos a cosas mejores. Así es
como tenemos que trabajar con el habla.

Las tres instrucciones para darnos cuenta de


una manera más rápida de lo que quiere decir el Man-
tram de Gayatri son:

1ª Escucharlo conscientemente mientras lo


cantamos.
2ª Ser muy cuidadosos con lo que decimos al
hablar para que al final… lleguemos a un estado en el
que sólo digamos lo que es constructivo.
3ª Escuchar solo lo constructivo cuando otros
están hablando. Cuando los otros están haciendo las
cosas a su manera, es decir, hablando sin parar y sin
sentido, nos podemos apartar tranquilamente de esa
conversación aunque estemos allí físicamente presentes.

Esto es lo que se llama la parte UPASANA de Gaya-


tri. UPASANA quiere decir: “Sentarse cerca de”; Asana,
lo sabemos: “sentarse, quedarse quieto”. UPA ASANA
quiere decir: “sentarse cerca de”. ¿Cerca de quién?
Cerca de esta Energía. ¡Que nos acerquemos más a
Gayatri con estas tres instrucciones relativas al habla!
Gracias.

157
EL MAESTRO CVV Y LA ENERGÍA DE
SÍNTESIS
Como todos sabemos, hoy es el 29 de mayo. Hace
79 años en este día, un Maestro al que conocemos por
el nombre de Maestro CVV distribuyó las Energías de
Síntesis al Planeta, y de ahí la importancia de este día.
Es su promesa que cada 29 de mayo estas Energías
serán distribuidas por el Planeta para sintetizar la vida
en él, y mediante ello acelerar la evolución de todos los
seres del Planeta.

El 29 de mayo de 1910, el Maestro distribuyó las


Energías por primera vez y a partir de entonces, en el
mismo día, se distribuyen las Energías de Síntesis. El
progreso tan importante que la Humanidad ha hecho
en estos 79 años, en lo que se refiere a la ciencia y a la
tecnología y en términos de comprensión humana, es
algo que merece tenerse muy en cuenta. Si miramos lo
que ha sucedido en los últimos 500 o 600 años, y lo
que está sucediendo en el siglo XX, hay una diferencia
notable en el progreso de la Humanidad: el teléfono, el
telégrafo, la radio, la posibilidad de movernos en el
cielo, la televisión, los aparatos electrónicos y tantas
otras cosas que han cambiado el modo de vida de los
seres humanos. El año pasado os dije cuánto progreso
se había hecho en estos últimos 79 años, y este progre-
so ha sido posible porque ciertas energías visitaron
este Planeta en 1910 a través del Cometa Halley. El
ejemplo que nos daba constantemente el Maestro al
que llamamos CVV, era el siguiente: Imaginaos a un
padre y un hijo que pasean por Barcelona y han venido
a Barcelona por primera vez. El padre tiene un plano
de Barcelona y se ha traído a su hijo con él, y mientras
está visitando Barcelona, pierde al niño; el niño se
pierde por las calles de Barcelona. Entonces el Maes-
tro dice: “¿Para quién de los dos es más fácil encontrar
al otro, para el hijo o para el padre? ¿Qué es lo más
fácil?”. El padre puede llamar a la policía, puede des-
cribir una foto del hijo y puede hacer de todo para
encontrarlo; pero el niño, que no sabe español, que ni
siquiera sabe hablar, que además tiene pocos años,
tiene dificultades enormes para volver a encontrar al
padre, porque ha perdido el camino y no sabe ni si-
quiera dar la dirección de su padre. Esperar que un
niño así encuentre a su padre, es impensable para el
padre. Imaginaos que un padre pierde a su hijo en la
ciudad y se queda en el hotel tranquilamente, pensan-
do que ya vendrá el hijo al hotel; esa es una manera; la
otra es preocuparse por él e ir a buscarlo. ¿Cuál de los
dos procesos es más fácil? El sentido común nos dice
que es más fácil que el padre encuentre al hijo que no
el hijo al padre. Así es como el Maestro dice que las
Energías han elegido venir al Planeta, porque “se le
está haciendo muy difícil al hijo encontrar al padre”. Si
somos capaces de entender este concepto como se
debe, se hace inteligible lo que el Maestro ha querido
comunicarnos a todos nosotros, porque nuestra mane-
ra de llevar a cabo la espiritualidad está cambiando. El

159
método ha cambiado y ahora es la Espiritualidad la
que nos está buscando e intentando incluirnos en ella;
es como ayer dijimos en la clase de Gayatri: es el con-
tenido de la Luz del Sol que nos abraza, en vez de
abrazarlo nosotros a Él.

Así es como el Maestro dijo: “Las Energías que vi-


sitaron este Planeta por medio del Cometa Halley son
las Energías de Síntesis, y han escogido visitar este
Planeta para acercarnos más a la Gran Divinidad a la
que llamamos con tantos nombres. Cuando estas
Energías visitaron al Maestro, vivió con Ellas y com-
prendió que estas Energías eran EL UNO que sinteti-
zaría todo el conocimiento del Planeta y que pondría a
la Humanidad junta en la Unidad de la Luz, para que
los seres humanos olvidaran sus diferencias y enten-
dieran lo que es común en ellos, para que la Fraterni-
dad de los seres humanos se establezca firmemente en
el Planeta. Ese ha sido el esfuerzo de muchos Maes-
tros durante siglos. Esto es lo que el Maestro entendió
que era el propósito de las Energías que nos visitaban,
y puesto que tenemos que dar algún nombre a estas
Energías para poder entendernos, llamó a estas Ener-
gías “MASTER” (Maestro). En todo lo que enseñaba,
siempre se refería a estas Energías como a “EL MAES-
TRO”. Las Energías que llamamos EL MAESTRO visita-
ron el Planeta según un Plan y llevaron a cabo el Plan
para esparcirse por todo el Planeta y sintetizar la vida
humana en él y también sintetizar la vida en general.
Han venido para hacer evolucionar el Planeta y la
Humanidad; así fueron visualizadas estas Energías por
el Maestro, y el Maestro afirmó que estas Energías
sabían muy bien cómo llevar a cabo la Síntesis y todo
lo que necesitaban eran canales para manifestarse.
Cuando estas Energías visitaron el Planeta, el Maestro
CVV era la persona capaz de recibir estas Energías
dentro de Él, porque eran nuevas para este Planeta, y
los cuerpos humanos disponibles en el Planeta no
estaban listos todavía para recibir tales Energías, que
necesitaban un Alma muy elevada. En todas estas si-
tuaciones especiales es cuando los Seres de las Monta-
ñas Azules se encargan del trabajo.

En las Escrituras Indias hay muchas historias que


dicen que cuando hay un cometido especial en el Pla-
neta, son los seres de este Ashram los que llevan a
cabo este cometido de distribuirlas en beneficio de
todo el Planeta. Este Maestro, que proviene de este
Ashram de las Montañas Azules, fue capaz de recibir
estas Energías. El Maestro nació el 4 de agosto de
1868 y estas Energías tienen que ver con la Era de
Acuario. Ya conocemos los aspectos de la Era de
Acuario: en la Era de Acuario el hombre se hace más
consciente del aire y cambia de los planos de fuego y
de agua al de aire; se hace más ligero, y los instrumen-
tos que emplea son más ligeros también. Si os dais
cuenta, hace dos generaciones usábamos instrumentos
muy pesados, incluso la taza de café era de metal o de
materiales pesados. Ahora hemos llegado a tal punto

161
que hacemos aleaciones de los metales y usamos meta-
les muy ligeros. Se trata de la evolución del reino mi-
neral debido a las Energías que visitaron el Planeta. El
latón y el cobre se han dejado de lado y han sido susti-
tuidos por objetos de cristal y de plástico, y ahora
también de acero inoxidable. Si os dais cuenta, se trata
de hacer más ligero todo aspecto de la vida en el Pla-
neta; incluso si tenéis en cuenta la ropa, el hombre se
ha dado cuenta de que debe usar ropa más ligera, pero
tan útil como antes, y podemos llegar al extremo de
guardar una camisa en una caja de cerillas, porque la
clave de esta Era es “ser ligero”, pues tenemos que
estar preparados para volar en el próximo siglo, ¿y
cómo podremos hacerlo si somos muy pesados? En
todos los aspectos nos estamos haciendo más ligeros,
incluso nuestras costumbres de comer han cambiado.
Si pensáis en vuestros padres y en vosotros, veréis que
la cantidad de comida que comemos es mucho menor,
y si consideramos a nuestros hijos, todavía comen la
mitad de lo que comíamos a su edad. El vegetarianis-
mo crece más en el Planeta. ¿Sabéis el secreto de ser
vegetariano? Como estudiantes de ocultismo entende-
mos que la comida vegetariana mantiene nuestro cuer-
po ligero; este es un aspecto de la verdad; el otro es
que las Energías saben cuál es la comida mejor para la
vida en el Planeta. Tanto los animales como los seres
humanos dependen del reino vegetal. Estas Energías a
las que llamamos el Maestro, nada más entrar en el
Planeta en 1910, empezaron a tomar su hábitat en el
reino vegetal y en los jugos que recibimos de las plan-
tas. ¿Quiénes son los que los reciben? Los recibe el
reino animal y el reino humano, y así se transforman
en energía. En cada hoja, fruto o vegetal, hay un con-
tenido de agua que es el aspecto vital de la planta, y
este aspecto vital de la planta fue sometido a un cam-
bio debido a estas Energías. Los que de entre vosotros
hayan leído La Doctrina Secreta podrán saber que hay
una actividad inteligente que se llama Marisha –es el
“contenido jugoso del reino vegetal”– que ha sido
expuesta a un cambio por las Nuevas Energías; de ahí
que los reinos animal y humano se hayan sometido a
una evolución más rápida debido a estas Energías que
pasan a través del reino vegetal a los reinos animal y
humano. Estas Energías han tomado raíz en el Plane-
ta, y para acelerar la evolución desde todos los ángu-
los, nos llegaron a través de una clave de sonido y se
conocen como las Energías de Acuario.

Así es que el Maestro, que nació el día 4 de agosto


de 1868, escogió un pueblo en India cuyo nombre es
“El Ángulo de Acuario”; el mismo nombre del pueblo
quiere decir exactamente “El Ángulo de Acuario”, en
India se le llama Kumbhakonam. KUMBHA quiere
decir Acuario, y lo que llamamos Era de Acuario se
llama Kumbha Yuga en sánscrito. La Era de Acuario
está viniendo a la existencia y va a durar 2.160 años.
Entonces, es natural que las Energías de Acuario visi-
ten este Planeta para establecer esta Era. El Maestro,
que venía del Ashram de las Montañas Azules, eligió

163
vivir en este pueblo que tiene muchas energías de
Acuario. Igual que Buddha, cuando tenía cinco años
fue iniciado en el Sacramento del Upanayana, y cuan-
do tenía dieciocho años se había leído ya y entendido
todas las Escrituras Védicas. Leyó y entendió los cua-
tro Vedas, los 18 Puranas y además sabía ya inglés. Era
muy rápido en hacerse con la Sabiduría; de manera que
sabía sánscrito, inglés, telugu y aprendió la lengua lo-
cal, el tamil; son las cuatro lenguas que sabía ya cuando
tenía dieciocho años, mientras estaba esperando que
estas Energías descendieran. Desde los 18 años hasta
los 42, es decir, un período de 24 años, el ciclo de Ga-
yatri, vivió una vida muy espléndida. Era amigo de los
rajás locales, de los terratenientes locales, buen amigo
de todos los intelectuales, y distribuía la Sabiduría de
Síntesis de los Vedas a todos los que venían a Él. Or-
ganizaba reuniones frecuentes, y distribuía sabiduría y
comida con generosidad y estaba esperando el tiempo
apropiado para recibir estas Energías –que era la fina-
lidad de su vida–, y mientras tanto llevaba a cabo una
gran actividad vital con gran esplendor. Hizo muchos
negocios durante este período y era uno de los hom-
bres más importantes de su región; era tan importante
que le hicieron alcalde, y los rajás y gente importante
lo visitaban por razones misteriosas. Tenía un magne-
tismo de Amor tal que la gente se reunía entorno a Él
sin razón aparente. Y en el año 1910, cuando las Nue-
vas Energías vinieron a través del Cometa Halley, su
cola tocó la Tierra y en esas horas de la medianoche, el
pueblo entero de Kumbhakonam pudo presenciar un
rayo que caía sobre la casa del Maestro, y la gente
pensó que al ser tan grande, podía haber destruido la
casa, pero vieron que no; la casa estaba intacta. Enton-
ces corrieron hacia ella para ver lo que había pasado a
la gente que estaba dentro, pero la familia estaba dur-
miendo profundamente, y el Maestro estaba en la
habitación de delante en meditación completa y emitía
una luz blanca brillante. Esperaron un poco, pero el
Maestro estaba en meditación total y no pudieron
hablarle; se volvieron a sus casas y esperaron para pre-
guntar al día siguiente. Al día siguiente volvieron para
preguntar al Maestro lo que había pasado, y Él les dijo:
“El sentido de mi vida empieza ahora; la noche pasada
recibí unas Energías para el Planeta, y he sido instrui-
do para que las difunda a la Humanidad. Las Energías
encontrarán su camino hacia el Planeta, y a mí me han
llamado para que coopere también con el Plan, pero
primero tengo que hacerme familiar con estas Ener-
gías, y una vez que las conozca bien y conozca el Plan
que tienen, me encargaré de que todos vosotros las
recibáis a través de mí, porque estas Energías son de-
masiado potentes y la constitución de los cuerpos
humanos actuales no está preparada para recibirlas.
Entonces han de ser reguladas y canalizadas apropia-
damente; por eso necesito un tiempo para conocer
estas Energías, y una vez que me sienta a gusto con
ellas, las distribuiré a todos vosotros y a partir de en-
tonces vosotros podréis también disfrutar de ellas,
porque estas Energías no han venido para mí, sino

165
para la Humanidad entera, encontrarán su expresión
propia; pero dado que las Energías me han elegido a
mí como canal para distribuirlas, tengo la responsabili-
dad de canalizarlas”.

Entonces el Maestro empezó a trabajar con estas


Energías, y una vez en que estaba trabajando con ellas,
empezó a inhalar y exhalar durante seis horas. ¡Parece
increíble!, ¿no? Pero la gente que vivía allí lo ha escrito
y lo afirman, y la gente de la familia se quedó asustada.
¿Cómo se puede inhalar continuamente durante seis
horas y exhalar durante otras seis? ¡No se puede creer!
Pero esto es algo que ha pasado en el siglo XX. En-
tonces los miembros de su familia estaban aterroriza-
dos, pero Él les decía: “No os preocupéis, porque esta
Energía me protege totalmente, no me va a destruir;
estoy tan sólo mirando cuánto tiempo pueden ser in-
haladas estas Energías por los seres del Planeta y por
eso estoy experimentando con ellas, pero no voy a ser
destruido por estos experimentos; haré más suaves
estas Energías y las pondré a disposición de la Huma-
nidad. Son solo experimentos, no os preocupéis”. Y al
cabo de una semana, se produjo un sonido muy fuerte
en su casa, un sonido continuo, y la gente del pueblo
podía oírlo constantemente; era como un sonido de
machacar con una maza, era como si algo estuviera
siendo machacado constantemente en la casa, y re-
tumbaba. Entonces los vecinos se preguntaron: “¿Qué
es lo que pasa en esta casa, que no para este sonido
durante todo el día?”. Y además se oía en todo el pue-
blo. La gente del pueblo tenía curiosidad; entraron en
la casa, buscando a ver de dónde venía ese sonido, y
encontraron al Maestro en meditación total, y era el
latido de su corazón el que hacía ese sonido. Decían:
“Algo extraño pasa en esta casa”. Esperaron allí, y
cuando el Maestro abrió los ojos, compadeciéndose de
Él, le preguntaban: “¿Estás bien?”. El Maestro sonreía
y les decía: “Estoy perfectamente bien. Durante estas
dos semanas últimas he estado trabajando con la respi-
ración y con el latido del corazón”. Con estas Nuevas
Energías estuvo trabajando tanto con la respiración y
con la pulsación, que había veces que cuando el Maes-
tro paseaba por las calles, la gente tenía la impresión
de que no paseaba, sino que flotaba por la calle. ¿Veis
el cuerpo del Maestro? Es como un luchador de lucha
libre..., y un cuerpo así, al cabo de dos semanas de
trabajar con la respiración, cuando andaba, parecía que
flotaba. Entonces sus amigos y familiares se le acerca-
ron y le dijeron: “¿Sabes que ya no andas? Nosotros
sentimos y vemos que estás flotando cuando vas por la
calle”. Y el Maestro les dijo: “Ya llegará el tiempo en
que vosotros podréis también flotar, porque la finali-
dad de las Nuevas Energías es haceros ligeros”. Llevó
a cabo cantidad de experimentos más como este que
acabo de contar, y encontró que la vida en el Planeta
no había crecido hasta el máximo de su perfección y se
dio cuenta de que las vibraciones que venían al Planeta
procedentes de otros planetas del Sistema Solar no
eran muy armónicas. Si hay tanta luz en este Planeta,

167
no se debe solo al Sol; es una mezcla de las energías
que vienen de los otros planetas también, y cuando
vemos dónde están estos planetas en nuestros horós-
copos, podemos ver también cómo estamos afectados
por ellos; vemos que hay ciertas cuadraturas, ciertas
oposiciones, conjunciones…, y la gente dirá: “Estás
pasando un tiempo desfavorable, tienes que esperar a
que tengas un período más favorable”. De la misma
manera, las energías que venían a este Planeta desde
otros planetas no venían de una manera armónica;
entonces el Maestro se propuso rectificarlas y entraba
frecuentemente en éxtasis, y cuando salía de él, al cabo
de dos o tres días, y volvía a su cuerpo físico, bebía de
cinco a seis litros de leche de manteca; eran costum-
bres muy particulares. Entonces sus amigos le pregun-
taban: “¿Qué es lo que haces cuando estás en trance?”.
Y Él les decía: “Estoy telefoneando a los otros plane-
tas y estoy ocupado con llamadas de larga distancia.
He sabido que el problema de este Planeta es que las
energías que vienen procedentes del planeta Saturno y
Venus no son muy armoniosas; por eso estoy telefo-
neándoles y hablándoles”. Es como si yo hablara des-
de India a Copenhague y le dijera a Heinrich: “La cir-
cular del mes todavía no ha salido”. Así hablaba Él
con los planetas, y entonces la gente que le preguntaba
le decía: “Pero tú estás loco al hacer eso”. Él les decía:
“Sí, es una especie de locura. Hablo con los planetas
por teléfono y los planetas se comunican con este Pla-
neta por telegrama”. Entonces, si sabéis la diferencia
entre el telégrafo y el teléfono, entonces podremos en-
tender por qué el Maestro decía estas cosas. Decía:
“Trabajo con los planetas por teléfono y los planetas
trabajan conmigo, cuando estoy en este Planeta, por
telegrama”. También decía: “He venido a poner en
orden al planeta Saturno y también algunos aspectos de
Venus”. Estas son algunas de las afirmaciones místicas
que hizo, y nos dio muchos mantrams místicos.

Por último, el 29 de Mayo de 1910, sintió la ins-


trucción de que ya podía distribuir estas Energías a
toda la Humanidad. Entonces nos dio el mantram
NAMASKARAMS MASTER, y dijo: “Cuando pronunciéis
estos sonidos, estas Energías de Síntesis empezarán a
ser transmitidas en vosotros”, y dio también cursos a
los discípulos, que eran una mezcla de inglés y telugu o
inglés y sánscrito. La mayoría de sus enseñanzas eran
en inglés, y sin embargo, el lugar donde vivía era un
lugar tradicional. Cuando daba técnicas de meditación
en inglés, la gente del lugar le decía: “¿Por qué no usas
el sánscrito y usas exclusivamente el inglés?”. Y Él les
decía: “Lo que el sánscrito fue en los siglos pasados,
será el inglés en los siglos futuros”. Entonces la gente
del lugar se oponía a esto y le decían que debía dar los
mantrams y las instrucciones en sánscrito, pero el Maes-
tro decía: “Esta Nueva Energía no es para vosotros,
gente de India, porque por el momento estáis adorme-
cidos con muchas otras cosas. Irá a Occidente y desa-
rrollará de muchas maneras la vida del Planeta; habrá
una evolución muy rápida al otro lado del Planeta (es

169
decir, en Occidente), pero más tarde volverá a voso-
tros y os despertará. Seguiré dando mantrams según
me vayan viniendo”. Y dio mantrams tales como DIP
DEEP, Sumérgete profundo; AXIS ARRANGED HOURS,
Horas sincronizadas con el eje; TRUTH LEVELS, Nive-
les de verdad; TIME EXPAND, Tiempo, expándete;
ELECTRIC HINT, Estímulo eléctrico; PITUITARY HINT,
Estímulo pituitario, MILLER FORM CENTRE, Fresadora
forma el centro; MEET CENTRES, Reunid los centros,
etc. Pero ¿qué son todas estas cosas...? Están cargadas
de la Nueva Energía. Entonces Él siguió haciendo las
cosas a su manera, y tened en cuenta que cuando tenía
21 años se hizo miembro de la Sociedad Teosófica y
siguió siendo miembro durante toda su vida. Según el
Maestro, al “manipular” las Nuevas Energías tuvo la
cooperación de H. P. Blavatsky. Llevó a cabo muchos
experimentos, pues, y nos dio estas Energías mediante
una clave de sonido. Dio unas pocas reglas para recibir
y asimilar estas Energías, y dijo que podíamos invocar
estas Energías durante las “Horas sincronizadas con el
eje”, AXIS ARRANGED HOURS. ¿Qué quiere decir
“Horas sincronizadas con el eje”?1 (Fig. 12)

1 Téngase en cuenta que el contenido de estos mantrams está, además de


en su significado semántico –múltiple y preciso al mismo tiempo–, en la
calidad y combinación fónica sobre todo. Es decir: están basados en el
sonido, y como tales, han de ser pronunciados en su lengua original,
aunque por razones de conveniencia sean traducidos al castellano lite-
ralmente.
A las seis de la mañana y a las seis de la tarde del
reloj tenemos el eje alineado en nosotros; lo alto y lo
bajo en nosotros se hace perpendicular para encon-
trarse en el centro. Por eso dijo: “Meditemos a las
horas en que el Eje se alinea”, pero cuando hablaba
así, la gente no lo entendía. Entonces dijo: “Quiere
decir, a las seis en punto”. Así surgió la meditación a
las seis de la mañana y a las seis de la tarde, y empezó a
meditar con la gente a las seis de la mañana y a las seis
de la tarde. Y dijo además: “Si meditáis diariamente
por la mañana y por la tarde a las seis, llevaré a cabo
todos los arreglos necesarios desde dentro de voso-
tros”. Lo que dijo exactamente fue: “EL MAESTRO
trabajará desde dentro de vosotros y os reconstruirá
totalmente”. Pero ¿quién es EL MAESTRO? Es la Nue-
va Energía. Y existe una clave de sonido y una clave de
tiempo que dio, y según tomemos estas dos claves y
las apliquemos, la máquina se pone en movimiento
dentro de nosotros y empieza a limpiar las cosas y a
destruir algunos átomos impuros o pesados en el
cuerpo, y así reconstruye el sistema total; por eso la
171
primera instrucción que nos dio fue la de “MEDITAR A
LAS 6 EN PUNTO DE LA MAÑANA Y DE LA TARDE”. Es
la primera y la más importante instrucción que nos dio
para recibir las Energías de Acuario, y en esto no hizo
concesiones. Los métodos antiguos nos dicen que
seamos regulares y el método que nos ha dado el Maes-
tro es: “Seis de la mañana, seis de la tarde”. Entonces
algunos discípulos le preguntaron: “Pero si estuviéra-
mos de viaje a esas horas, o estuviéramos trabajando,
entonces ¿qué podemos hacer?” El Maestro les dijo:
“Pronunciad este mantram durante un segundo ce-
rrando los ojos y seguid trabajando, porque durante las
horas de reposo, la máquina empezará a funcionar
dentro de vosotros. Se trata de un proceso de recons-
trucción que se lleva a cabo durante 15 minutos por la
mañana y por la tarde. También os recomiendo que no
lo hagáis más de dos veces al día, porque estamos ju-
gando con el Fuego y podría causar daño a nuestro
sistema. No os creáis que cuanto más rápido las pro-
nunciéis más rápido os reconstruiréis, porque esto no
es un mantram que hay que repetir a diario mil o dos
mil veces. Si te gusta repetir los mantrams, puedes
repetir otros mantrams que están disponibles, pero en
lo que se refiere a la clave de sonido C V V, ha de ser
invocada solamente dos veces al día, por la mañana y
por la tarde a las seis, y la Energía solamente funcio-
nará en ti durante 15 minutos, porque si funcionara
más de 15 minutos te destrozaría”. Pues a pesar de
esta precaución, había un discípulo que meditaba más
de dos veces. Entonces el Maestro le escribió una pos-
tal en la que le decía: “No estoy sordo, no me llames
tantas veces”. Así es como los educaba –porque, natu-
ralmente, cuando hay un Maestro presente, a uno le
gustaría depender de Él–.

Hubo otro discípulo que quería saber del Maestro


si debía coger un trabajo que le había salido en Delhi,
que está en el Norte de India, y el Maestro vivía cerca
de Madrás, que está en el Sur de India. El discípulo
trabajaba cerca de donde vivía el Maestro y le dieron
un trabajo mejor en Delhi. Entonces empezó a tener
sus dudas y le preguntó al Maestro cuál de los dos
trabajos era mejor. Fue a la meditación de la tarde y le
expuso la situación al Maestro y Él le preguntó:
“¿Cuándo tienes que informar a la gente de Delhi so-
bre tu decisión?”. El discípulo dijo: “Dentro de dos
días como máximo; si mando la carta pasado mañana
por la tarde, les llegará a tiempo”. Entonces el Maestro
le dijo: “¡Vale!”. Al día siguiente después de la medita-
ción, el discípulo estaba mirando al Maestro, pero el
Maestro no hablaba; estaba ocupado en otras cosas.
Por la tarde, el discípulo volvió a participar en la medi-
tación y al terminar empezó a mirar al Maestro, pero el
Maestro no respondía; estaba ocupadísimo en hablar
con otros discípulos y entonces no pudo preguntarle.
Al día siguiente por la mañana, lo mismo. Entonces el
discípulo pensó que debía estar alrededor del Maestro
todo el día, porque así por lo menos el Maestro podría
darle su decisión por la tarde. Entonces iba siempre

173
detrás de Él para que el Maestro se acordara de su
problema, pero el Maestro se fue con un grupo de
gente a otra ciudad cercana; entonces ya estaba que no
sabía qué hacer. Esperó hasta las tres de la tarde –el
correo lo recogen a las cinco–, entonces tomó una
decisión propia: envió la carta y volvió otra vez al lugar
donde se meditaba a las seis. El Maestro llegó un cuar-
to de hora antes de las seis, lo llamó y le dijo: “¿Qué
has decidido?”. El discípulo le dijo: “Esperaba tu deci-
sión, pero como no me has dicho nada, pues decidí yo
mismo”. El Maestro entonces le dijo: “Yo quiero que
tú mismo decidas; no quiero discípulos que tengan que
depender”. Cada día, por la mañana y por la tarde,
“YO” me expando en ti, y la decisión que has tomado
es la decisión que “YO” he tomado: “YO SOY” en to-
dos vosotros; entonces, cuando tomáis una decisión,
es “MI” decisión. Entended que en cada uno de voso-
tros funcionaré desde dentro y entended que el “MAES-
TRO” existe sólo en vosotros, no afuera. Este es el
método nuevo, por el que os hacéis independientes y
autosuficientes y tengo en vosotros el Centro. No
quiero discípulos que sean la circunferencia y me colo-
quen a mí en el centro de ella". Alrededor de todo
Maestro siempre están los discípulos que lo rodean y
siempre quieren mirar al Maestro que está afuera para
que los guíe. El Maestro al que llamamos CVV dijo que
nada más que hemos pronunciado el mantram NAMAS-
KARAMS MASTER, se establece un Centro en nosotros;
quiere decir que el Centro que ya existe en nosotros se
despierta; entonces nosotros mismos somos el Centro y
desde el interior de este Centro recibiremos la respuesta
para todo. El Maestro dio un mantram que decía: “Cen-
tro en todos los lados, circunferencia en ningún sitio”.
Toda la Creación está llena del YO SOY y YO SOY es el
centro de TODO. Pero si vemos otra cosa que el YO
SOY, encontraremos otras cosas diferentes del Centro.
Solía también decir: “La Humanidad futura verá el
Centro en Todo y no habrá circunferencia. Así es co-
mo ‘YO’ actúo a través de cada uno de vosotros, y
desde dentro Me desplegaré y en ese proceso apren-
deréis todas las ramas del conocimiento y no tendréis
que llevar a cabo nada por vosotros mismos. Si sois
capaces de trabajar y llegar al Estado de Consciencia
Pura, ¿para qué necesitáis un Maestro? ‘YO’ estoy aquí
para llevar eso a cabo desde dentro de vosotros”. Así
es como daba confianza cuando daba sus mantrams, y
afirmaba también: “Se trata del descenso directo del
MAESTRO UNO y el Guía permanece dentro de voso-
tros; no tenéis que fijar la mirada en las Montañas
Azules o en Kumbhakonam o en los Himalayas, ni
siquiera en ningún Centro Espiritual. ¿Por qué miráis
hacia los centros espirituales cuando tenéis un Centro
en vosotros, si sabéis que los centros exteriores se
pueden alcanzar por medio de vuestro Centro? Podéis
visitar todos los Ashrams del Planeta si os retiráis a
vuestro propio Centro”. Así que no se trata del movi-
miento físico en el Ashram...

175
Así es como propuso tantos conceptos nuevos,
que eran verdaderamente nuevos en Oriente. Eso es
en lo que se refiere a la primera regla, la meditación a
las seis de la mañana y a las seis de la tarde. Dijo tam-
bién: “Cuando invoquéis estas Energías, puesto que
son nuevas, es probable que os causen alguna moles-
tia, pero entended que la enfermedad o la molestia es
sólo un proceso de reconstrucción. De la misma ma-
nera, os puede causar algún problema en vuestra pro-
fesión. En todo aspecto de vuestra personalidad en
donde hay que hacer ajustes, el MAESTRO se encargará
de hacerlos. Entended que son ajustes que provienen
del MAESTRO y no os sintáis mal. Si adoptáis una acti-
tud muy irritada, la Energía estimulará más esa irrita-
ción –es una especie de procedimiento homeopático–;
el estímulo de la Energía se ocupará de que la irrita-
ción desaparezca. Es decir: la irritación desaparece de
la persona que queda libre así de esa energía negativa”.
Había una persona que vivía a 200 millas de este pue-
blo de Kumbhakonam que se irritaba con mucha faci-
lidad y se daba cuenta de que su irritación le producía
problemas en su vida familiar, laboral y social, y cada
vez que se enfadaba decía cosas que herían a los otros,
por eso tenía que afrontar muchos problemas que se
derivaban de su manera de hablar irresponsable. Esta-
ba preocupado y se decía: “¿Cómo me podré quitar de
encima esto?”. Lo intentó de muchas maneras. (El año
pasado os conté la historia del mono. A la gente que
quería meditar, el Maestro les dijo: “No recordéis al
mono” pero lo que nos pasa cuando nos dan semejan-
te instrucción es que nos acordamos más todavía).
Entonces el intento por deshacerse de este enfado no
daba resultados, y se trataba de una persona muy orto-
doxa, que veneraba al Señor a diario para liberarse de
este problema, pero no era capaz de conseguirlo. De
15 minutos que solía venerar al Señor, lo aumentó a 3
horas para quitarse del medio esta irritación. Es decir:
la idea de irritación aumentó también diariamente 3
horas, y cada vez se enfadaba más. Entonces, un ami-
go pasó por allí y le dijo: “Conozco a un Maestro, es
mejor que vayas a verlo. Él te ayudará”. Entonces dijo:
“Bueno, vamos a ver”, –ya sabéis que los brahmines
ortodoxos en India tienen muchas reglas referentes a
la pureza–. Entonces se preparó muy bien antes de ir a
ver al Maestro. Fue al pueblo del Maestro y se enteró
de que no estaba allí, la gente le dijo: “Se ha ido a
Madrás; está viviendo con su hija allí, pero si quieres te
podemos dar su dirección”. Entonces él cogió la di-
rección y preguntó a la gente de allí acerca del Maestro
y se enteró de que el Maestro se había quitado por
algún tiempo el cordón que llevan los brahmanes –lo
cual es una gran ofensa según nuestra tradición– y
además se había afeitado la cabeza, pero se había deja-
do el bigote, que tampoco está de acuerdo con nuestra
tradición. Entonces le dijeron, pues, cosas de este tipo
y este brahmín ortodoxo tenía sus dudas acerca de ver
a un Maestro así o no, pero se dijo: “Ya que he venido
desde tan lejos, iré a verlo”. Se fue a Madrás, bajó del
tren, y cuando iba andando hacia la casa del Maestro,

177
le surgió una duda muy grande: “¿De verdad tengo
necesidad de ir a ver a este Maestro o no?”. De repen-
te, se encontró andando a su lado a un loco que habla-
ba consigo mismo; el loco hablaba solo y decía:
“¿Estás tan loco como para dejar el viaje a mitad de
camino? ¡No seas niño!”. Eso se lo decía a sí mismo el
loco, pero era un mensaje para este brahmín ortodoxo.
Entonces, de pronto pensó: “Tengo que ir y encontrar
a este Maestro”. Cuando llegó a la casa y dijo que ha-
bía venido a ver al Maestro, su hija le contestó: “Está
en el patio trasero, ¡se lo diré!”. Entonces fue y se lo
dijo, y volvió para decirle a este brahmín –que ya esta-
ba muy enfadado–: “Puede entrar, está allí”. “¡No,
no!”, dijo el brahmín. “Primero voy a ducharme y lue-
go me encontraré con Él”. La hija preparó todo para la
ducha, y el brahmín, después de ducharse, fue al patio
trasero. El Maestro estaba con un barbero allí que le
estaba afeitando la cabeza. Entonces el Maestro le dijo:
“¡Hola!”, pero el brahmín dijo: “Primero acaba de
afeitarte la cabeza y luego hablaremos; cuando estemos
en tu sala de meditación, entonces hablaremos”. Pero
el Maestro le dijo: “¡No, no hace falta, puedes hablar
aquí mismo!”. Pero él volvía a decir: “¡No, no, que te
estás afeitando la cabeza y luego tienes que ducharte!”.
Pero el Maestro le repetía: “No es necesario; puedes
hablarme”. Entonces le explicó: “Mira, tengo un pro-
blema...” y el Maestro le decía: “¡No pasa nada, todos
los problemas se van a resolver aquí! ¿Has venido a
recibir alguna iniciación?”, y él respondió: “Sí”. En-
tonces le dijo: “Toma el mantram que te voy a dar
ahora”, lo cual le produjo una gran conmoción. Sabéis,
para ser iniciados en India, buscamos siempre un día
de buen augurio, por ejemplo la luna llena o luna nue-
va, o la undécima fase de la luna... Es decir, que para
iniciar se buscan días astrológicamente importantes, y
el discípulo se prepara observando todas las reglas de
pureza, el Maestro también se prepara, y de manera
muy seria el Maestro distribuye el mantram al discípu-
lo. Entonces este brahmín ortodoxo se esperaba un
tinglado parecido, y sin embargo, para más decepción,
se encontraba allí con aquella escena: Que se estaba
afeitando la cabeza, ¡y encima decía que le iba a dar un
mantram! Esto le resultaba muy difícil de entender, y
mientras estaba pensando esto, el Maestro le dijo:
“¿Estás listo ya?”. El discípulo se puso descompuesto
y entonces se acordó de las palabras del loco: “¡Ya que
has venido de tan lejos, escucha a esta persona!” Si me
apetece lo haré, y si no, puedo olvidarme de ello –
pensaba para sus adentros–. Entonces dijo: “¡Sí, estoy
listo!” Entonces el Maestro le dio su nombre como
mantram, y le dijo: “Basta con que pronuncies este
nombre por la mañana y por la tarde”. El discípulo se
quedó completamente de piedra, porque se esperaba
que le diera un mantram de Siva, Vishnu, Brahma o
Gayatri, o Narayana. Pero no le dio nada de eso, le dio
solamente su nombre, y además le dijo: “Hay que
hacerlo por la mañana y por la tarde, a diario”. El
discípulo le dijo: “¡Muchas gracias!”. Entonces el Maes-
tro le dijo: “Tómate una taza de café que te va a dar mi

179
hija, y después te puedes ir a casa. ¡Ah!, y además
acuérdate de que vas a coger un cabreo terrible a costa
mía”. De hecho, ése era su problema. Entonces, según
iba caminando de vuelta a casa, el cabreo le empezaba
a salir, era terrible, y se enfurecía con el Maestro, y
pensaba: “¡Vaya, vaya un hombre tan escandaloso, que
me da su nombre como mantram! Además, no tiene
respeto por la espiritualidad: el barbero está allí
afeitándole la cabeza, y Él dando mantrams, y además,
¡vaya, vaya qué mantrams! Me ha puesto verdadera-
mente en ridículo, me ha engañado”. Se volvió a casa,
y no podía olvidarse del Maestro, porque cada vez que
se acordaba de Él se ponía hecho una furia, y cada vez
que se levantaba, lo primero que hacía era acordarse
de Él. Ya desde por la mañana se producía un estallido
de cabreo en él, y luego ya podía trabajar tranquila-
mente durante el resto del día una vez que se le había
pasado. Al cabo de 40 días, un buen día que estaba
meditando, empezó a decir: “Bueno, parece que el
mantram de este hombre tiene algún sentido”, enton-
ces empezó a tener un poco de respeto por el Maestro,
y de pronto escuchó como si alguien le dijera al oído:
“Cuando se te pase el enfado, nos encontraremos”.
Después se olvidó de este suceso y el enfado le venía a
diario, y al cabo de tres meses, ya se le pasó. Pero
además se dio cuenta de que sólo estaba enfurecido
con el Maestro, no ya con su familia o con su trabajo o
con otras cosas, y entonces se dio cuenta de la Gracia
que el Maestro estaba derramando sobre él. Se dio
cuenta de que había estado dirigiendo toda su cólera
contra Él, y Él la había estado absorbiendo toda.
Pensó: “Mi vida social, económica y familiar parece
que van mejor, porque he dejado de hacer afirmacio-
nes apresuradas en estos círculos”. Después, ya ni si-
quiera se enfadaba con el Maestro. Aquella mañana,
cuando se sentó a meditar y pronunció el nombre del
Maestro, lo vio cómo se manifestaba en un color do-
rado, y entonces pensó: “¡Qué Maestro más grande!”,
y porque el Maestro le había dicho: “Nos encontrare-
mos”, pensó: “Tengo que ir a buscarlo”, entonces fue
al pueblo y la gente le dijo: “Hace una hora que se
acaba de ir hacia el centro de India”, pero el discípulo
decía: “Tengo que encontrarlo a la fuerza, quiero su
dirección”. Tomó la dirección y fue a India Central,
–porque el Maestro tenía bastantes hijas; una en
Madrás y otra en India Central, incluso hoy su hija
sigue viviendo en la ciudad de Nagpur–. Una de estas
hijas le dijo: “¡Justito esta mañana se acaba de ir a
Madrás!”. Se volvió a ir a Madrás y la otra hija le dijo:
“Acaba de salir de aquí hace sólo cinco minutos, si vas
a la estación a lo mejor lo encuentras todavía”. Enton-
ces cogió un autobús para llegar a la estación del tren,
pero el autobús se averió en el camino, así que llegó
tarde a la estación y no lo pudo encontrar. Entonces se
sentía mal. Volvió a su casa en tren, y al bajarse al
andén, vio al Maestro sentado en un lugar de la esta-
ción del pueblo del discípulo que le sonreía, y el discí-
pulo le dijo: “Te he estado buscando”, y el Maestro le
respondió: “¿Por qué me buscabas?”. “¡Porque me has

181
dicho que una vez que se me pasara el enfado nos
encontraríamos de nuevo!” –contestó el discípulo–.
“Sí, claro, ya nos encontramos cuando se te pasó el
enfado: te aparecí con un aura dorada; ese era el en-
cuentro. ¿Por qué tienes tanta prisa por encontrarme
físicamente? La Nueva Energía que te he dado hace
que te muevas con mucha facilidad en el plano etérico.
Este es el sentido y la finalidad de esta Energía. Habrá
más movimiento etérico de ahora en adelante. Nos
hemos estado encontrando y he estado viendo cómo
progresabas y sólo porque estabas viajando de un lado
para otro como un loco, he pensado que podía tam-
bién manifestarme físicamente para darte gusto. ¡Ah!, y
de paso, ¿cómo va tu cólera...?”. Entonces el discípulo
tocó los pies del Maestro y le dijo: “¡Me has liberado
de ella! Dime lo que tengo que hacer”. El Maestro le
dijo: “Si te gusta mi nombre, sigue haciéndolo”. Este
discípulo siguió pronunciando el nombre de CVV y se
convirtió en canal para las Energías de Síntesis.

¿Por qué os he contado esta historia? Porque


cuando invocamos estas Energías en nosotros, los
aspectos negativos que tenemos empiezan a ser re-
construidos, y allí donde la reconstrucción no es posi-
ble, se producen roturas y explosiones. Esta es la clave
de la Era de Acuario: te doblas o te rompes. Para las
Energías que van a venir en el futuro, si estamos pre-
parados para experimentarlas, podremos ir adelante; si
no, nos darán otra forma diferente: nos romperán.
Veis, por ejemplo, las dos guerras mundiales últimas
sucedieron después de 1910. Se trata de un proceso de
limpieza después de que estas Energías visitaran el
Planeta. Es un proceso de limpieza. El Maestro dijo:
“Cuando meditéis, se producirán muchos reajustes en
vuestra vida, pero no os preocupéis por ello, porque es
sólo para que experimentéis la Vida de mejor manera”.
El Maestro nos dio un segundo consejo: “EN CADA
FORMA Y SITUACIÓN, EL MAESTRO OS VISITA”. Acor-
daos de ver al MAESTRO en cada forma y en cada si-
tuación. Esta es la segunda instrucción, que quiere
decir: Cuando veamos al Maestro en la otra persona,
entonces nuestra actitud y nuestra manera de hablar
con él se harán de manera positiva. Normalmente, nos
comportamos de una manera con la gente que nos
gusta y de otra manera con aquellos que no nos gustan
tanto. El Maestro quiere que no tengamos estas dos
actitudes diferentes. Incluso en situaciones desagrada-
bles y con personas desagradables, nos comportaremos
bien si somos capaces de ver al MAESTRO. Ayer os dije
que éste es el entrenamiento saturnino del MAESTRO,
que no quiere que tengamos situaciones desagradables
en la vida. Por ejemplo, es desagradable no tener luz
por la noche, porque estamos acostumbrados a ella
(nota: se fue la luz por la noche en las habitaciones);
entonces ¿qué pasa cuando no hay luz?, ¿se produce un
cambio en nuestra vibración?... Si podemos ver al MAES-
TRO que está presente en el hecho de que no haya luz,
nuestra capacidad de aceptar la situación se hace más

183
grande, mejora. Así es como el Maestro nos dice: “No
hay tal cosa como retraso, decepción o disgusto”.

El año pasado os conté la historia de la persona


que tenía muchas otras personas que no le gustaban.
Os la volveré a contar para explicar esta segunda ins-
trucción. Había un discípulo que tomó iniciación del
Maestro y luego quería tener una entrevista personal
con Él, visto que el Maestro solía dar iniciaciones en
grupo –dar iniciaciones en masa es también un aspecto
de Acuario, porque eso es precisamente lo que signifi-
ca derramar las energías. El símbolo de Acuario es el
agua que cae del cántaro... Es decir: Distribuirla a gru-
pos de gente–. Bueno, pues el Maestro CVV estaba
dando iniciaciones de grupo, y cuando estaba haciendo
eso, un discípulo iba buscando una entrevista personal.
El Maestro se la concedió y el discípulo le preguntó:
“Maestro, ¿qué tengo que hacer a diario en la vida?
Asumí la responsabilidad cuando fui iniciado por ti,
ahora dame una línea de guía para mi vida cotidiana”.
El Maestro le sonrió y le dijo: “¿Qué te parece el mun-
do?”. El discípulo respondió: “Es muy negativo, y mi
experiencia es que no hay verdaderos amigos en la
vida, porque todos los hombres son muy egoístas”. El
Maestro le preguntó: “¿Conoces a gente que no te
gusta?”. El discípulo dijo: “Sí, conozco a gente”. En-
tonces, el Maestro le volvió a preguntar: “De entre
ellos, ¿cuántos hay que te gustan más y cuántos hay
que no te gustan tanto?”. El discípulo le respondió:
“Hay muchos que me gustan más y muchos que no
me gustan tanto”. El Maestro le dijo: “¿Serías tan
amable de darme los nombres de la gente que no te
gusta tanto?”. Le dio algunos nombres y el Maestro le
volvió a preguntar: “¿Tienes una fotografía de ellos?”.
Y el discípulo dijo: “¡No, no tengo!, ¿cómo voy a llevar
la foto de alguien que no me gusta...?” –Normalmente,
llevamos con nosotros fotos de la gente que nos gusta
y no al revés–. El Maestro le dijo entonces: “... Pues
será mejor que las consigas”. Y él pensó: “Bueno, a lo
mejor le llevo las fotos y Él hace algo para cambiar-
los..., hará algún tipo de magia para que se comporten
mejor”. Pero para conseguir esas fotos tenía que ir a
casa de cada una de esas personas –se trata de un pro-
ceso penoso, porque ¡cómo vamos a ir a casa de al-
guien que no nos gusta y encima pedirle una foto?–.
Entonces se dijo: “¡Qué estúpido he sido!, ¡le he pro-
metido al Maestro que le iba a dar las fotos de la gente
que no me gusta!, pero bueno..., ya le he dado mi pala-
bra y tengo que conseguir esas fotos”. Entonces se fue
a casa de uno, y aquella persona se quedó sorprendidí-
sima de ver a este hombre en su casa, y lo miraba de
arriba abajo..., hasta que el discípulo tuvo que sonreír-
le, porque tenía que conseguir una foto de él; le sonrió
y el otro le respondió también con una sonrisa. Le
invitó a entrar en la casa y le preguntó: “¿Qué tal,
cómo estás?”, y el discípulo le dijo: “Bien, bien, ¿y
tú?”. Tomaron una taza de café –porque en India del
Sur se prefiere el café al té–. Bueno, pues estaban
hablando y tomaron un buen café, y de pronto el

185
discípulo le pregunta: “¿Me podrías dar una foto tu-
ya?... Y la otra persona se puso muy contenta, –porque
nos ponemos contentos cuando alguien nos pide nues-
tra foto ¿no?–, y le dijo: “¡Hombre, claro que te la
doy!”. Entonces fue a cogerla a su habitación, y el
discípulo dijo: “¡Gracias!”. Pensó: “Después de tantos
años, he podido encontrarme con este hombre y tener
una buena conversación con él”. Y así tuvo que ir a la
casa de toda la gente que no le gustaba y establecer un
ambiente de buena voluntad para conseguir las fotos.
Era un trabajo bastante penoso. Lo hizo, pero había
mencionado el nombre de doce personas que no le
gustaban y sólo había podido conseguir diez fotos, y se
ponía enfermo sólo de pensar en las otras dos perso-
nas que aún tenía que visitar. Fue al Maestro y le dio
las fotos, y el Maestro le preguntó: “¿Dónde están las
otras dos que faltan?”, y él dijo: “¡No, Maestro, eso es
ya muy difícil, esas ya no puedo conseguirlas”, pero el
Maestro insistía: “¡No, no, ésas dos son precisamente
las más importantes! Con estos diez no tienes tantos
problemas, ¿verdad? Pero tu mayor problema es con
aquellos dos, ¿no?”. El discípulo respondió: “Sí, así es;
pero la verdad, ¡esa gente no me gusta en absoluto!, y
no puedo conseguir sus fotos”. “No, no,” decía el
Maestro, “te lo estoy pidiendo sólo por tu bien, por-
que esos dos tienen que ser cambiados ¿no? Y de la
misma manera que tú te sientes muy mal cuando pien-
sas en ellos, yo tengo un gusto especial en tener esas
dos fotografías. Me da igual el tiempo que tardes; aun-
que sean dos meses, pero consigue esas fotos, porque
es más fácil trabajar con los doce juntos. Si no, vas a
tener aún problemas”. Entonces el discípulo se con-
venció y muy a su pesar, tuvo que ir a hacer las paces
con estas personas y dialogar con ellos, y aunque le
resultaba muy difícil, pensaba en conseguir esas fotos y
dárselas al Maestro. Hasta que finalmente le llevó esas
dos fotos al Maestro. El Maestro le dijo: “Ahora en-
marca las doce fotos”. Entonces él pensó: “Claro, me
dice que las enmarque porque seguro que el Maestro
las pondrá en su pared y hará magia con ellas”. Enton-
ces enmarcó las doce fotos, y volvió rápidamente, y le
dijo al Maestro: “Aquí están todas, las doce”. Y el
Maestro le respondió: “¿Qué quieres decir con eso de
que ya están aquí todas? Dime, ¿qué quieres que haga
yo con ellas?” “¡No, no, tú me las has pedido, ¿no? por
eso las he traído!” –respondió el discípulo–, a lo cual
contestó el Maestro: “Sí, las quería para ti, no para mí.
En tu sala de meditación, pon a los doce discípulos en
fila, son los doce apóstoles a los que tienes que venerar
a diario”. Y el discípulo le dijo: “¡¡¿Qué?!!...”. “Sí, –le
dijo el Maestro–, medita en ellos”. Y el discípulo du-
daba y se decía a sí mismo: “¿Qué Maestro es éste, que
me pone es estas dificultades?”. El Maestro le dijo:
“¿Te gusta mi foto para meditar?”. Y le dijo: “¡Sí!”.
“Bueno, puedes poner también mi foto, pero además
pon las otras doce también, y cada vez que me mires,
con los mismos ojos mira a los otros, porque no son
diferentes de Mí, el YO QUE EXISTO en todos lados, y
date cuenta de que en esa forma y a través de esos

187
ojos, yo te estoy mirando. SOY YO que te estoy miran-
do a través de doce pares de ojos. Ahora vete y practí-
calo”. Entonces el discípulo se fue un tanto de mala
gana, y una vez ya en su casa, miraba los ojos del
Maestro y con la misma actitud miraba los ojos de las
otras personas. Para su sorpresa, se fue dando cuenta
de que recibía la misma Energía a través de todos los
ojos y que cada uno de los pares de ojos le miraba de
la misma manera. Entonces descubrió que la afirma-
ción del Maestro era cierta y siguió meditando, hasta
que por fin se dio cuenta de que era el MAESTRO UNO
que actuaba a través de todas estas doce personas.
Poco a poco, su aversión desapareció, y se hizo gran
amigo otra vez de estas doce personas. Volvió a ver al
Maestro y le dio las gracias por haberle elevado del
nivel de odio en que estaba al nivel de amistad y de
amor. El Maestro entonces le dijo: “Quienquiera que
sea a quien estés mirando, estás sólo mirándome a Mí,
y cualquiera que sea la situación en que te encuentres,
estás sólo en Mí. Si puedes experimentarlo de esta
manera, no habrá lugar para la decepción y el disgusto
en tu vida, y así es como podrás superar tus propias
limitaciones de la personalidad. No quiero que ningu-
no de mis discípulos tenga limitaciones. Esto es: el
Saturno en vosotros, al que yo he venido a rectificar.
Si aceptáis con gusto lo que no os resulta confortable y
lo que os molesta, os veréis elevados al elixir de la Vi-
da”. Esta es la segunda instrucción que dio. Voy a
hablar ahora de la tercera instrucción.
El Maestro dijo: “El que acepte esta Energía, será
completamente rico en la vida, porque el MAESTRO
trabajará desde dentro con lo que el Alma necesita y
sólo llegará a vosotros lo que necesitéis y no otras co-
sas. Los que se inician en esta Energía reciben la ins-
trucción de que no busquen nada para su persona en
el exterior, porque serán tan ricos en su interior que no
tendrán necesidad de buscar nada fuera, y podrán tra-
bajar para el bien de los demás. Es un insulto al MA-
ESTRO si buscáis algo para vuestra persona, cuando EL
MAESTRO os está dando de hecho todo lo que necesi-
táis”. Hay muchos ejemplos relativos a esto, que os
contaré por la tarde, porque esta instrucción nos hace
tan ricos en la vida, que no necesitamos pedir nada
para nosotros, y sin embargo lo recibimos todo. Nos
encontraremos siempre en una situación en la que
estaremos dando y nunca pidiendo. Hay muy buenos
ejemplos referentes a ello. Os los contaré por la tarde,
y además os diré lo que hizo el Maestro desde 1910 a
1922, porque trabajó con estas Energías durante doce
años y dejó este plano físico de una manera bastante
dramática. Eso lo veremos por la tarde. Gracias.

Pregunta: Cuando hay algo que no nos gusta, alguna perso-


na o una situación, no nos gusta porque hay algo en nosotros
que no aceptamos y hay algo similar en el mundo que no acep-
tamos. Entonces, ¿no sería mejor aceptar eso, comprenderlo,
aceptarlo en nosotros, aceptarlo a través del Corazón y luego así
podremos aceptar a la otra persona...?

189
Respuesta: Es como la persona que intenta des-
hacerse de la cólera: cuanto más piensa uno en ella,
más sigue estando esa energía con nosotros. Lo que
uno tiene que hacer para salirse de una cosa que quiere
dejar, es hacerse otra cosa diferente. Imagínate que
esta habitación estuviera oscura y empezamos a pensar
o a decir que está oscura y seguimos reconociendo que
está oscura y que no debería estarlo... Esa no es la so-
lución. La solución es encender una vela o una cerilla,
y al hacerlo así, la oscuridad se transforma en luz. No
se trata de expulsar o echar fuera así la oscuridad, por-
que lo que existe en forma de oscuridad es también
luz; se trata solo de encender una vela mediante la cual
la oscuridad se transforma en luz. De la misma mane-
ra, cuando reconocemos lo que está en nosotros, no lo
resolveremos con solo reconocerlo constantemente.
Tenemos que hacer algo aparte. La historia del mono
que conté el año pasado es un buen ejemplo que ilus-
tra esto. Cuando queremos deshacernos de unas cuan-
tas cosas, tenemos que practicar otra cosa diferente, y
cuando tenemos una costumbre positiva, la energía
negativa nos abandona. Imagínate que tienes un invi-
tado en casa que no te gusta mucho: pues es como si
lo ignoraras, y una vez lo hayas ignorado, se irá solito
de tu casa; pero si empiezas a almacenar tensión con-
tra él, producirá consecuencias peores aún. Es también
lo que dice Patánjali: “Cultiva nuevos hábitos positivos
para quitarte de encima los hábitos negativos”. Hay
mucha gente que intenta dejar de beber café, o el taba-
co u otras cosas, y ese hábito tan fuerte hace que no
podamos dejarlo. El poder de la costumbre es muy
fuerte. Es lo que dice Patánjali y es también lo que se
puede experimentar en la vida. Tenemos que desarro-
llar nuevas costumbres, y así no tendremos tiempo
para la vieja costumbre. Así es como lo que no necesi-
tamos desaparece cuando adoptamos nuevas costum-
bres constructivas. Cuando alguien nos dice que “no”,
nos acordamos siempre de esa negativa. La mejor ma-
nera es decir que “sí”. Cuando Moisés dio diez noes,
no funcionó la cosa; pero cuando Jesús vino y dijo qué
es lo que se debe hacer, nadie piensa en lo que no se
debe hacer. Si le dices a un niño que no haga algo, el
niño se pone a hacer aquello que le has dicho que no
haga y además, su mente curiosa querrá saber por qué
no debe hacerlo; en lugar de ello, si le dices al niño lo
que debe hacer, hará lo que se debe hacer y no se dará
cuenta de lo que no debe hacer. Es un método positi-
vo y es un aspecto de la psicología. Es decir, que
cuando uno adopta algo que es constructivo, lo des-
tructivo desaparece de él. Este es el proceso que he
intentado explicar.

Pregunta: Cuando el Maestro C V V dio la norma de las


6 de la mañana y 6 de la tarde, ¿se refería a la hora de reloj, o
a la hora solar?

Respuesta: Cuando sean las 6, hora local. Si se


cambia a la hora de verano no importa: cuando sean

191
las seis del reloj. Luego, por la tarde, también diré
cómo el trabajo del Maestro C V V está relacionado y
conectado con el trabajo de los Maestros de Sabiduría;
es decir, como está interrelacionado con el trabajo de
Cristo, Morya, Kut Humi, DK, etc... Gracias.

Vamos a continuar con la práctica del Yoga del


MAESTRO como nos ha sido dado por el Maestro C V
V. Pero antes, por la mañana, nuestro hermano pre-
guntó algo acerca de cómo superar una situación que
es nuestra limitación, y por falta de tiempo no la pude
explicar satisfactoriamente. Dije que una nueva cos-
tumbre ha de reemplazar a la vieja, y creo que si lo
explicamos con un ejemplo práctico, la pregunta será
completamente respondida. Tengo un amigo en Visa-
khapatnam que era adicto al alcohol y todos los días a
las siete y media de la tarde sentía el impulso de beber.
Se acostumbró a beber, y después de unos cuantos
años se dio cuenta de que era malo para su salud y de
que su mujer e hijos eran infelices con ese hábito, y
además se dio cuenta de que era un gasto para su bol-
sillo. Una vez que se estableció como costumbre, sen-
tía por dentro que no era la manera apropiada de hacer
las cosas, y durante cinco años estuvo intentando dejar
de beber, pero no podía, y se sentía muy descontento
consigo mismo y se creó un complejo de inferioridad.
Sentía vergüenza de comunicarse con sus hijos porque
a los hijos no les gustaba que él bebiera. Sentía tam-
bién complejo de inferioridad con su mujer y con sus
amigos, lo cual contribuyó más a su infelicidad, y cayó
enfermo. Cuando se puso enfermo le hice una visita a
su casa; se puso contento de verme y me dijo: “Me
gustaría hablar contigo cinco minutos en confianza”, y
en ese rato me explicó sus problemas. Me dijo que el
hábito de beber le estaba destrozando, y más que por
su salud, se preocupaba por los sentimientos de su
familia y reconocía que era un hábito que iba a tener
consecuencias adversas en contra de él, y dijo además
que había estado luchando contra él durante los últi-
mos cinco años, y que no había podido dejarlo. “Por la
mañana tomo una decisión fuerte de que no voy a
beber por la tarde, pero cuando llega la tarde, hacia las
siete, empiezo a sentir la necesidad de beber; entonces
bebo, después de beber me arrepiento. Así es como
sufro y sé que la enfermedad no se debe a nada extra-
ño, sino tan solo a mi propia infelicidad por no ser
capaz de dejarlo. Me he hecho muchos propósitos de
no beber y cada Año Nuevo tomo una decisión fuerte
y también cada cumpleaños, pero no puedo dejarlo y
la causa de mi enfermedad es esta costumbre. Creo
que no podré salir nunca de ello; por eso sufro. ¿Tie-
nes alguna solución que darme?”. Yo le dije que era
una cosa bastante fácil de dejar, que no era difícil.
“Primero te pones bien de salud, y una vez que lo has
hecho y te hayas recobrado de esta enfermedad tem-
poral, ven a verme y yo me encargaré de que salgas de
esta situación”, le dije. Entonces me dijo: “¿Pero me
estás hablando en serio?”. Y yo le dije: “Sí, en serio”.
Yo no le iba a visitar mientras él estaba enfermo, por-

193
que quería estar seguro de que verdaderamente desea-
ba dejar su costumbre. Una vez que se puso bueno de
esta enfermedad vino a verme, y entonces me dijo:
“Dime, por favor, cómo puedo dejar de beber, porque
me gustaría a toda costa dejarlo”. Entonces le dije:
“Ven a verme todos los días a las seis de la tarde. Es-
taré meditando en mi oficina. Puedes también meditar
con nosotros y luego estaremos juntos durante dos
horas”. Le pedí que estuviera dos horas conmigo por
la tarde para estar con él cuando le entraran las ganas
de beber. Asistía a las meditaciones de la tarde y yo le
hacía compañía hasta las ocho y media de la tarde; una
vez que se le pasaba ya el período de ansiedad, yo lo
dejaba en su casa y me volvía. De profesión era médi-
co. Al cabo de cuatro o cinco días, dejó de venir a
verme. Entonces lo que hice fue que después de la
meditación era yo el que iba a verlo, lo recogía y estu-
diábamos algún pasaje de las Escrituras durante hora y
media, y poco a poco le empezó a gustar el Simbolis-
mo y las historias. Entonces volvió a seguir viniendo
otra vez a mi casa por las tardes, y si no venía él a
verme, iba yo a verlo a él, y le gustó tanto la Ciencia
Esotérica que empezamos a estudiar las cosas juntos.
Al cabo de tres o cuatro meses, me dijo que el impulso
ya no era tan fuerte, pero que necesitaba hacer alguna
actividad durante este tiempo para no recaer. Le dije
entonces: “Durante estas horas puedes abrir una clíni-
ca gratuita y durante el día practicas la medicina como
un trabajo y por la tarde, durante dos o tres horas,
puedes practicar la medicina gratis. Puede ser una
clínica gratis para la gente pobre; así estarás ocupado
durante esas horas de la tarde y podrás librarte del
período en que te vienen las ganas fuertes”. Me dijo
que estaba de acuerdo y abrió la clínica gratuita y en-
contró que era una gran alegría tratar a la gente de esta
manera. Le encontró el gusto al servicio y ahora mis-
mo está sirviendo muy bien. Incluso en su práctica
diaria del trabajo, sabe ser útil mejor que en el pasado.
Su mujer vino a verme una vez y me dijo: “Vemos en
él a una persona muy hermosa”. Y hoy en India, este
médico está invitado por el Gobierno de nuestro Es-
tado para que se ocupe de ciertas clínicas que empe-
zamos a abrir en diciembre de 1988. Así dejó de beber
mi amigo. Entonces ahora le pregunto: “¿Te gustaría
beber?”, y me sonríe. Actualmente está considerado
como uno de los mejores servidores de la ciudad. En-
tonces, ¿cuál es la técnica que hemos adoptado? Él
sabía y reconocía que no debía beber y lo intentó du-
rante cinco años, pero fracasó. Patánjali tenía razón
cuando decía: “Crea un nuevo hábito donde hay un
hábito antiguo”. A esta persona le fue dado un nuevo
hábito: el de meditar o leer Escrituras o participar en
un servicio voluntario. Entonces la vieja costumbre se
fue sola, según vino la nueva.

De la misma manera, tengo otro ejemplo para des-


cribir este concepto. Hace 15 años yo no era capaz de
levantarme tan temprano por la mañana y solía medi-
tar a las siete de la mañana, y le pregunté al Maestro

195
EK: “Por favor, haz algo para ayudarme a que me
levante a las cinco de la mañana”. Lo hacía lo mejor
que podía, pero no me era posible. Me levantaba pron-
to, pero no de una manera regular. Entonces el Maes-
tro me dijo: “El esfuerzo no consiste en levantarse a
las cinco de la mañana, el esfuerzo consiste en irse
pronto a la cama por la tarde; si te vas a acostar nor-
malmente a las once de la noche, vete mejor a las diez.
Si ahora te sueles levantar a las seis de la mañana,
acostándote a las once de la noche, podrás levantarte a
las cinco de la mañana si te vas a dormir a las diez de
la noche. Mira un poco cuánto sueño necesitas, y
según eso, ponte un tiempo para ir a la cama. Si te
quieres levantar a las cinco, en lugar de a las seis como
te levantas ahora, lo mejor es que te vayas a acostar
una hora antes de lo que sueles hacerlo. Esta es la ma-
nera sabia de hacerlo. No entres en conflicto contigo
mismo por levantarte a las cinco si te has ido tarde a la
cama. Esta es la manera inteligente de hacerlo”. De ahí
en adelante me esforcé por irme a la cama pronto y
poco a poco se ha hecho una costumbre, y cuando el
irse pronto a la cama se hace una costumbre, levantar-
se pronto se hace también una costumbre. Así es co-
mo tenemos que cambiar de costumbres. ¡No se trata
de luchar contra lo que no nos gusta, cuando hay solu-
ción en otro lado! Si queremos que haya luz aquí, por
mucha cantidad de amor y de voluntad que mande-
mos, la luz no vendrá. Para obtener luz aquí, hemos de
encender el interruptor al lado de la puerta. Entonces,
para un problema concreto, la solución está en otro
lado. Esto mismo nos enseña la homeopatía: dos per-
sonas tienen dolor de cabeza: una cuando piensa mu-
cho y la otra cuando come mucho. En ambos casos se
trata de un dolor de cabeza, pero la causa es distinta;
entonces hay que tratar la causa. Así es como funciona
el poder de la costumbre. Patánjali nos ha dicho fir-
memente: “No os preocupéis de las costumbres malas
que tengáis, ni les deis demasiada importancia; inten-
tad incluir en vuestro ritmo diario alguna costumbre
buena, porque cuando estáis ocupados en hacer alguna
costumbre buena, no tendréis tiempo para las malas;
las malas se irán solas”. Así es como tenemos que su-
perar lo que no necesitamos.

Volviendo al tercer aspecto de las instrucciones del


Maestro, el Maestro dijo: “Siempre está alerta para
ayudar a la gente y está alerta siempre para ver lo que
puedes hacer por los otros; no te compliques en pre-
ocuparte por ti mismo. Si ayudas a otros, eres ayudado
automáticamente. Si te preocupas de ti mismo, no
puedes ayudarte enteramente a ti mismo”. Existe un
triángulo socioeconómico descrito en los Vedas, que
ha sido repetido por el Maestro en nuevos términos.
(Fig. 13)

197
Es el triángulo relativo al trabajo. Cuando trabaja-
mos, nos dan la paga y estamos contentos por haber
recibido una compensación por el trabajo. Se trata de
un trabajo orientado hacia el resultado, porque nor-
malmente queremos que se nos pague el trabajo que
hemos hecho, y cuando estamos trabajando para ob-
tener un resultado o por la paga, nos preocupa más la
paga que el trabajo, y cuando es así no hacemos justi-
cia completa al trabajo. Suponed que soy médico y que
un paciente viene a mí para consultarme y sé que el
paciente que viene a verme es un hombre rico y tiene
una enfermedad crónica. Entonces viene a consultar-
me y según está contándome su enfermedad yo estoy
pensando a ver cuánto dinero le puedo sacar. Porque
es rico, estoy pensando: “A ver cuánto me dará; me
imagino que me dará mucho dinero por tratarle”. Si es
así, que me preocupo más por el resultado, es decir,
por la remuneración, no podré estar completamente
presente para entender su enfermedad ni haré justicia
completa en mi tratamiento; en consecuencia, no es-
taré haciendo un buen trabajo, y cuando no hemos
hecho un buen trabajo, el paciente se irá a ver a otro
médico y perderemos al paciente, la paga, y la felicidad
también. Pero si nos ocupamos de él sin pensar para
nada en la paga, el trabajo con él es enteramente com-
pleto, y cuando le atendemos con un corazón entero,
las soluciones que se nos ocurren suelen ser excelen-
tes. Cuando nos hemos identificado totalmente con el
paciente y cuando fluye amor de nosotros para que se
cure, entraremos en contacto con niveles intuitivos y
llegaremos a encontrar soluciones que normalmente
una mente intelectual no consigue. Entonces satisfa-
remos las necesidades del paciente y él se quedará muy
contento y nos pondrá contentos también a nosotros
ofreciendo una buena contribución. No solamente
eso; irá y les dirá a sus amigos y familiares: “Ese médi-
co es un médico de verdad, id a verlo”, y de este modo
los clientes aumentarán. Por eso en los días antiguos
los Maestros acentuaron el hecho de dar importancia
al trabajo y olvidarnos de lo demás; eso es lo que se ha
dicho como: “Haz tu deber y no te preocupes por el
resultado”, pero nosotros solemos pensar: ¿Cómo
podremos trabajar sin tener en cuenta el resultado...?
Sin embargo, Ellos saben que cuando estamos dedica-
dos totalmente al trabajo, nuestra remuneración y feli-
cidad están aseguradas y nuestra felicidad se pone más
y más a tono con el trabajo que estamos realizando y
menos con la remuneración que obtendremos, porque
estaremos experimentando la alegría de trabajar. La
remuneración nos llega muy de vez en cuando, pero el
trabajo es continuo. De este modo nuestra felicidad es
también continua, al estar asociada con el trabajo.

¿Sabéis? Los hijos que tenemos hoy son extraordi-


nariamente listos, tienen una percepción mejor que la
que nosotros teníamos cuando éramos niños. Dadles
un libro de historias y veréis que, una vez leído, lo
sabrán contar. Si les enseñáis una película, son capaces

199
de repetir los diálogos y las canciones de la película,
pero pedidles que estudien los libros de la escuela y no
son capaces de reproducirlo ni de acordarse siquiera.
¿Por qué? Porque siempre les decimos que tienen que
sacar buenas notas y que tienen que acordarse de todas
las materias y además tienen que aprobar los exáme-
nes. Le damos muchísima importancia a esto. Por el
contrario, cuando estudia un libro de aventuras o histo-
rietas, no tiene ninguna presión en la mente de que ha
de acordarse de ellas, ni obsesión de que ha de asimi-
larlo; pues bien, al estar fuera de este concepto, lo asi-
mila de manera natural y lo podrá repetir cuando se lo
pidan. No solemos hacer lo mismo con los libros de
exámenes. En la escuela los profesores insisten, en
casa los padres siguen insistiendo, porque están muy
obsesionados con el concepto de entender, asimilar y
repetir. Hemos dado una importancia excesiva a algo
que los niños pueden hacer ya de manera natural; lo
que trae como consecuencia que los estemos educan-
do erróneamente. Uno de los aspectos importantes de
la educación en la Nueva Era es hacer que no se orien-
te al niño con miras al resultado. Ha de haber nuevas
técnicas para enseñar a los niños con las que la educa-
ción se convierta en alegría y no en un aburrimiento
para ellos. Porque todo lo que se impone a una perso-
na, esta lo rechaza de manera natural; pero si no lo
imponemos, la persona empieza a interesarse por ello.
Por eso, la educación en la Nueva Era es un paso muy
importante.
La técnica de la Nueva Era ha de ser la técnica an-
tigua. Hace 100 años, en India no existían los exáme-
nes, ni existía el peso de memorizar las cosas, ni daban
títulos de bachillerato, ni de maestro o de filósofo, y
sin embargo India produjo gran número de filósofos
hasta el siglo pasado. Luego vino la nueva educación (a
la occidental), con la que se convirtió a la gente en
máquinas de calcular y de memorizar, y sus facultades
naturales de creatividad dieron paso al intelecto nor-
mal. Lo que queremos con la educación es que el ser
humano se vuelva más creativo. Las intenciones son
buenas, pero esas técnicas reducen al ser humano a
una máquina de pensar común, que ya no es creativa.

El Maestro sugiere como tercera instrucción: “VER


QUÉ ES LO QUE PODEMOS HACER DIARIAMENTE POR
LOS OTROS”, pues cuando hacemos algo útil por los
otros, la gente que se beneficia de nosotros se ocupará
también de nosotros y se ocupará tanto que no necesi-
taremos ni siquiera preocuparnos de nuestras necesi-
dades. La vida del Maestro EK es un excelente ejem-
plo de ello. Era cabeza de familia; tenía seis hijos y
todos en edad escolar. Él empezaba a entrar en el
campo del servicio siempre más y más y sabía el secre-
to de muchas ciencias ocultas. Daba consultas de as-
trología y homeopatía y las clases que daba eran tan
precisas y exactas, y su curación era tan efectiva, que
podía haber ganado millones de rupias, porque cuando
el Maestro EK daba medicamentos homeopáticos en

201
India, se formaban inmensas colas de gente, desde los
ricos hasta los pobres para recibirlos... Pero Él nunca
creyó en utilizar estas ciencias por dinero. Era profesor
de Universidad, y con lo que ganaba podía mantener
las necesidades de su familia. Pero además de eso en-
señaba y curaba por los métodos ocultos sin cobrar
absolutamente nada a la gente. Y a medida que se fue-
ron dando cuenta de lo efectivo que era, empezó a
haber una demanda cada vez mayor por parte de la
sociedad en lo que se refiere a enseñar y curar. Tam-
bién había demanda en Occidente para que enseñara y
curara... Entonces una vez, debido a la gran demanda
que venía de Occidente, tuvo que venir a Europa, pero
la Universidad en la que daba clase como profesor no
estaba de acuerdo. En una situación como esta, ¿qué
es lo que hubiéramos hecho nosotros normalmente...?
Anularíamos el viaje a Europa, al no haber recibido
tiempo libre de la Universidad. Esta no es la manera
que tiene un discípulo de hacer las cosas. Una persona
que se dedica totalmente al servicio, atenderá prime-
ramente al servicio, incluso cuando personalmente le
resulte inconveniente, y no mirará las comodidades
personales y servirá también durante sus horas libres.
Así es como el Maestro EK no dudó en presentar su
dimisión para venir a Europa en 1974. Y cuando envió
su carta de dimisión, el Rector de la Universidad lo
llamó a consulta, y le preguntó: “¿Qué es lo que te
pasa, por qué dimites?, ¿es que no tienes mujer e hijos
que alimentar?, ¿qué les va a pasar si te retiras?, ¿qué es
lo que te hace despedirte?”. Y él contestó: “Tengo un
trabajo que hacer en mi vida y la demanda de este tra-
bajo es más importante que mi ocupación”. El rector
le dijo: “Comprendo lo que dices, pero ¿cómo vas a
mantener a tu familia?”. El Maestro respondió: “El
servicio en el que creo y el Maestro en el que creo se
ocuparán de mis necesidades personales; porque nun-
ca he pedido nada en la vida y siempre me han llegado
las cosas que necesitaba”. El rector le dijo: “Entonces,
¿por qué pediste trabajo en la Universidad?”. Y el Maes-
tro respondió: “Puedes mirar en mis papeles y verás
que yo nunca he pedido trabajo en esta Universidad”.
Efectivamente, cuando entró de profesor en la Uni-
versidad, él no había pedido entrar; pero su título de
doctor tenía unas notas muy altas y los profesores del
Departamento de Lenguas lo invitaron a que se ocupa-
ra de ese Departamento. Entonces le dijo al Rector:
“Yo nunca solicité entrar como profesor; tampoco
busqué un empleo”. El Rector miró los archivos y vio
que era cierto. El Maestro entonces le dijo: “Según la
necesidad, el Maestro me da todo lo que necesito y
esta ha sido mi experiencia de siempre; entonces, por
favor, acepta mi dimisión”. El Rector se quedó total-
mente convencido y aceptó su dimisión. El Maestro
entonces se dedicó totalmente al servicio y todo lo que
necesitaba en su vida le era proveído. Porque nuestra
falta de confianza en el trabajo es lo que hace que mi-
remos nuestras necesidades personales.

203
La tercera instrucción hace del aspirante un gran
discípulo y por eso el Maestro CVV nos dio esta terce-
ra instrucción, diciendo: “Mirad siempre a ver qué
necesidades tienen los otros y no os preocupéis por
vosotros mismos; ni os preocupéis siquiera por vues-
tro progreso espiritual. Cuanto más os preocupéis por
los otros, cuanto más incluyáis a los otros y cuanto
más aliviéis a otros de su sufrimiento, más y más Me
manifiesto en vosotros”. Esta es la manera de actuar; y
éstas son las tres instrucciones en breve, dadas por el
Maestro CVV, relativas al Nuevo Yoga: la primera,
MEDITACIÓN A LAS SEIS DE LA MAÑANA Y DE LA TAR-
DE; la segunda, LA CAPACIDAD DE ACEPTAR TODAS
LAS SITUACIONES EN LA VIDA, viendo que esas situa-
ciones y esas personas son también Maestros; y la ter-
cera, TRABAJAR PARA LOS DEMÁS SIN BUSCAR NADA
PERSONAL PARA UNO MISMO. ¿Os dais cuenta? Aunque
uno sea conductor de autobús o revisor de billetes en
el tren, hay dos maneras de llevar a cabo este trabajo.
Una es mirar a cada persona y pensar: “qué hermosa
es”, y mientras vamos picando los billetes sonreímos a
las personas y de este modo estableceremos mucha
buena voluntad entre los viajeros y al mismo tiempo
disfrutaremos y gozaremos cuando les demos una
sonrisa; de este modo el día se nos pasará sin pensarlo,
y al final del mes nos llegará la paga. Recibiremos no
solamente la paga, sino que además habremos recibido
treinta días de trabajo en alegría continua con los viaje-
ros. Hay también otra manera de trabajar, pensando:
“¿Cuándo se acabará el mes? ¿Y cuándo me darán la
paga?”. De esta manera moriremos 29 días y viviremos
un solo día, y ni siquiera en ese día viviremos total-
mente, porque una vez que la hemos recibido, ense-
guida tenemos que repartirla: tenemos que pagar tantí-
simas facturas, como el alquiler, la electricidad, los
impuestos, los seguros y los alimentos, la educación de
los niños... Total: que llega la tarde y escasamente te-
nemos dinero ya, y otra vez la tragedia de los 29 días.
Esto no es vivir. Vivir es experimentar el trabajo. Los
resultados son como piedras miliares que marcan el
camino. Por ejemplo, para venir a Barcelona, me dije-
ron: “Empezamos en Venecia, y sabes, tenemos que
cambiar de tren en Milán y en Ginebra, y cambiar de
tren en Portbou. ¡Tenemos que cambiar de tren cuatro
veces!” –así es como la gente intentaba asustarme, y
me decía: “Es aburridísimo cambiar tantas veces de
tren”–, pero yo decía: “Muy bien; es también una
alegría cambiar de tren y es también una alegría ver
cuatro variedades de trenes y es también una alegría
ver el paisaje a medida que vamos viajando”. A una
persona que cuenta siempre los kilómetros que faltan y
que está más preocupada por llegar a Barcelona que
por otra cosa, el viaje se le hace aburrido y en seguida
se siente uno cansado. Cuando subamos al primer
tren, estaremos pensando ya en los otros tres que nos
quedan todavía y no nos daremos cuenta del tren en el
que vamos, y a mitad de camino estaremos cansados.
La otra manera es experimentar cada momento que va
pasando y así no nos damos ni cuenta de que estamos

205
viajando. Los dos métodos están siempre abiertos a
nuestra elección. Los hermanos que han venido al
encuentro y que han viajado por carretera desde Bru-
selas no creo que hayan venido contando cada kilóme-
tro que hay desde Bruselas a Barcelona, y si lo hubie-
ran hecho hubiera sido tremendamente aburrido. Si
empiezan a sacar una buena conversación que emana
mucha alegría, uno gastando bromas con el otro o
juntos haciendo bromas sobre un tercero, mientras
viajan así alegremente, de pronto se dan cuenta de que
Barcelona ha llegado. Así es como Josep nos trajo
hasta aquí. Venía sonriendo y riendo durante todo el
camino y cuando entramos en el camino malo, se puso
más contento todavía. Normalmente, cuando vemos
un camino malo nos cabreamos, pero “nuestro her-
mano” tenía más alegría que todo eso –yo estaba dis-
frutando de verdad viéndole cómo disfrutaba él–. Si
había un gran agujero en el camino, él se ponía todavía
más contento... Así es como debemos mirar las cosas
en la vida. Este es el segundo acercamiento que nos
dio el Maestro, que hace que disfrutemos de todo en la
vida, incluso de una crisis. Vemos la crisis y nos reí-
mos de ella diciendo: “¿Solamente así de grande...?”.
Es un acercamiento y una actitud en la vida.

Cuando al Maestro EK lo felicitaron al cumplir 50


años, la gente daba buenos discursos sobre Él, y mu-
chos decían: “¡Ah!, ¡Ha llegado ya a los 50 años! ¡Ha
cumplido ya 50 años sin darnos cuenta!”. Y así fueron
hablando, discurso tras discurso, de esta manera. Al
final le pidieron al Maestro que hablara y el Maestro
dijo: “La gente está intentando asustarme diciendo que
tengo 50 años, pero mi manera de verlo es diciéndome
a mí mismo: ¿Solo cincuenta?, ¿solo tengo 50 años…?
Esta es mi manera de acercarme a la vida. Si me dais
un vaso de agua, a mitad de agua, hay dos maneras de
verlo. Una es diciendo: el vaso está medio vacío. La
otra es diciendo: está medio lleno”. La segunda mane-
ra nos da la alegría de vivir y dejamos de preocuparnos
por nosotros mismos. Supongamos que Josep, mien-
tras nos traía a este lugar, nos hubiera dicho: “¿Sabes,
Kumar? Es que la carretera está muy mala, y puede
que tengas dolor de espalda durante el camino y enci-
ma esta carretera es muy larga...” ¿Qué hubiera pasado
entonces? Hubiera pasado que ya al salir de casa de
Valentín, estaría pensando en el camino malo y no me
daría cuenta ni de la carretera, que está bien. Pero él
nunca nos dijo que íbamos a pasar por un camino así,
y solo cuando llegamos a él, nos dijo: “Es un camino
corto”. Y todos nosotros sentimos: ¡Sí, sí, va a ser
corto! –¡Bueno, en realidad estaba lleno de pequeños
trozos cortos! –. Tomemos, pues, el secreto de esta
instrucción para hacernos completos en la vida, por-
que cuando no necesitamos nada para nosotros mis-
mos, y cuando siempre pensamos en los demás, ¿sabéis
cómo nos quiere la gente? Nos harán que andemos
sobre una “alfombra roja”, porque les somos tan útiles
que no se arriesgan a perdernos y se ocuparán de vo-
sotros por completo. Eso es lo que el Maestro EK

207
siempre demostró. Solía decir: “Después de todo, soy
un simple profesor de lenguas y date cuenta de cómo
el MAESTRO está haciendo las cosas, que dondequiera
que vaya, sea en Europa o en India, me dan un trata-
miento de alfombra roja”. ¿Cuál es el secreto... ? Nin-
guno, sino la utilidad a otros sin motivos personales, y
en ese proceso llegamos a un punto en que nos olvi-
damos de nosotros mismos. Esa es la finalidad del
servicio. El servicio se puede llevar a cabo incluso en
nuestros trabajos diarios; el servicio no tiene por qué
ser algo diferente del trabajo. Podemos convertir nues-
tro trabajo en una fuente de servicio. Si nos ocupamos
de una escuela de niños y somos capaces de tener ver-
dadero cuidado de los niños, amarlos, desarrollar
facultades creativas en ellos y hacerles sentir que la
escuela es incluso mejor que la casa, habremos hecho
un trabajo excelente y esa escuela se hará muy famosa
y habrá una lluvia de energías que nos llegarán de to-
dos lados, incluyendo el dinero; pero si lo hacemos
con miras al dinero, no haremos las otras cosas. En-
tonces, si tenemos todavía que pensar en si debemos
cobrar o no debemos cobrar... Eso no es lo que se
entiende por servicio. Como dije el día anterior, la
capacidad de permanecer aquí y ahora y hacer un tra-
bajo completo, conscientemente, hace que nuestra
experiencia sea total entonces y que nuestro trabajo
sea completamente efectivo; somos queridos por todo
el mundo, y además atraemos a más gente que hace
servicio (atraer a gente quiere decir que “se sienten
atraídos”; no se trata de dar invitaciones diciendo:
¡ven, ven, por favor!). Así es como la vida entera se
convierte en servicio. Toda faceta de la vida se puede
convertir en servicio. Si trabajamos en un banco, en la
Renfe o en una prisión, o en nuestra empresa particu-
lar, cualquiera de estos sitios se puede convertir en
servicio y sirve de mucho más. Pero si dejamos todo
esto para dedicarnos a “hacer Servicio”, ¿quién se
ocupará de llevar adelante el sistema...? Incluso en los
negocios, cuando nos interesamos por conocer mejor
el gusto de los clientes, ellos están satisfechos y nos
hacen felices a nosotros también. Así consideraban el
servicio los Maestros antiguos y no nos propusieron
tiendas especializadas aparte para el servicio, ni en
aquel antiguo sistema existían organizaciones de servi-
cio por separado, porque entonces se convierte en un
servicio a tiempo parcial y nosotros seguimos siendo
“los mismos de siempre” en nuestros trabajos. Por eso
nos han dado el tercer método, por el que transfor-
mamos en Servicio todo trabajo de nuestra vida. Estas
son las tres instrucciones. Si las practicamos, la prome-
sa del Maestro es: “Os haré como YO SOY”. De nues-
tro estado de vivir inmersos en la personalidad, vol-
vemos al estado de YO SOY. Esta es su promesa. El
Maestro nos hizo otra promesa, que es: “Superaréis la
muerte”. Es muy fácil seguir existiendo sin morir. De
hecho, el Maestro CVV puso un anuncio en un perió-
dico nacional que decía: “Los seres humanos que no
quieran morir que contacten, por favor, con esta di-
rección...”. Hubo gente que pensó que este anuncio

209
era un anuncio “fantasma”, descabellado; pero otros
sintieron cu-riosidad y fueron a verle, y el Maestro les
transmitió las Nuevas Energías que habían venido al
Planeta y les dijo: “Por medio de estas Energías, el
cuerpo etérico se desarrolla más rápido en vosotros y
llegaréis al estado de inmortalidad; seguiréis cambian-
do de cuerpo físico durante unas cuantas vidas, pero
os resultará como cambiaros de camisa, y más adelante
no habrá ni siquiera necesidad de cambiar de ‘camisas’,
porque el cuerpo etérico se desarrollará enseguida en
vosotros; será un cuerpo etérico que no se desintegrará
tan pronto y volaréis muy pronto, porque vuestro
cuerpo se hará tan ligero que podréis volar no tardan-
do mucho, y si mientras tanto cambiáis unos cuantos
cuerpos físicos, seguiréis teniendo la misma identidad
y la continuidad de vuestro trabajo”. Todos los que
conocemos como Maestros de Sabiduría son los que
se han establecido en su cuerpo etérico; es lo que se
llama Karana Sarira o Shukma Sarira y quiere decir el
cuerpo sutil. El Maestro dijo: “Cuando hayáis recibido
entrenamiento completo en este Nuevo Yoga, seréis
capaces de traspasar las paredes y ver a través de los
edificios, porque desarrollaréis esa clase de transparen-
cia”. Dio muchas profecías y algunas de ellas son
como las siguientes: “Que los cuerpos humanos desa-
rrollarán muy pronto su cuerpo etérico”; otra: “Que
las compañías aéreas se irán a la ruina” (risa de la gen-
te)... –es verdad; es lo que dijo Él, no es que lo diga
yo–; “Que la Humanidad se liberará del odio y se
pondrá fin a todas las guerras”. Esto lo dijo en 1912 y
hubo después dos guerras para limpiar las cosas... Pero
¿cómo puede uno afirmar que no habrá más guerras
en un momento en que no hay guerra en absoluto? Si
yo, por ejemplo, digo que no va a haber tormenta,
estoy implicando que debe de haber ya alguna tormen-
ta en el aire, ¿no? Quiere decir que "no habrá nunca
más". Es la energía maloliente del odio de la Humani-
dad la que ha producido las guerras, pero el odio dará
paso al Amor y no habrá más guerras, porque todos
los hombres aprenderán a amarse unos a los otros.
Todo esto será posible debido a la entrada de la Nueva
Energía a la que Él llamó EL MAESTRO. Dijo que los
seres humanos no necesitarán hacer uso del sexo para
tener hijos –podéis pensar que estoy loco al deciros
esto, pero esto va a suceder–, y dijo también que la
Tierra dejaría de moverse alrededor del Sol, porque
se produciría suficiente iluminación en el Planeta. Afir-
mó: “De momento el eje de la tierra está desviado 23º
grados respecto al eje del Sol. Estos 23º grados se re-
ducirán a 0º y se producirá la iluminación total del
Planeta, que se convertirá en un cuerpo iluminado sin
necesidad de un Maestro externo como el Sol, sino
que será Maestro por derecho propio”. Dijo también
que “la Luna actual desaparecerá y habrá dos nuevas
Lunas que vendrán en lugar de esta, y con su coopera-
ción, la actividad vital se seguirá llevando a cabo en el
Planeta. El Hombre aprenderá a desaparecer de un
lugar y aparecer en otro. Cuando os hagáis conscientes
de estas Energías, desarrollaréis unos cuerpos tales que

211
no se pueden quemar ni pueden desaparecer a golpe de
espada”. Estas son algunas predicciones que hizo entre
1910 y 1920. Todos los desarrollos científicos que te-
nemos ahora fueron casi todos profetizados por Él en
aquel tiempo. Dijo: “El hombre aprenderá a liberar la
energía del átomo para fines constructivos”. Ahora,
para empezar, lo hemos aprendido con fines destructi-
vos, pero a medida que la Humanidad siga desarrollan-
do el espíritu de fraternidad, como ya lo está haciendo
ahora, se hará un uso constructivo de la energía atómi-
ca. Estas son algunas de las afirmaciones que hizo.

En los doce años que van desde 1910 a 1922, pre-


paró 785 canales (Mediadores) que trabajan ahora por
todo el Planeta. La joya de todos estos canales es el
que llamamos Maestro M.N.; él es el que está haciendo
intercambiar las Energías por todo el Planeta. Igual
que nuestro hermano Rudolf está conectando a los
grupos espirituales del Planeta, el Maestro M.N. está
intercambiando las Energías de Síntesis. Por eso invo-
camos a este Maestro por la mañana y por la tarde en
nuestra meditación. Ha sido escogido por la Jerarquía
a través del Maestro al que conocemos por el nombre
de Maestro EK Estas Energías que vienen de las Mon-
tañas Azules, el Maestro CVV las distribuyó por el
Planeta y su trabajo se acabó. Ahora bien, el Maestro
EK, proveniente del Ashram de 2° rayo, cogió estas
Energías y las siguió distribuyendo más y llevó a cabo
una síntesis de las energías que provenían del Cometa
y de las energías que ya existían en el Planeta por me-
dio de la Sabiduría Antigua. Por eso sus enseñanzas
son nuevas para la gente tradicional y son místicas para
la gente más moderna. El Maestro EK llevó a cabo
una síntesis excelente del trabajo de la Jerarquía y de
las Nuevas Energías que fueron recibidas por el Maes-
tro de las Montañas Azules. El Maestro EK viene del
mismo Ashram que el Maestro DK. Si podemos leer
los libros La Música del Alma y El Sacrificio del Hombre,
podremos entender cómo trabaja el Maestro (DK) y
sus amigos de trabajo. EK es un puente entre la Jerar-
quía y las Montañas Azules. EK nació en 1926, y el
Maestro CVV se fue en 1922. Un día, cuando el Maes-
tro EK estaba invocando Gayatri, empezó a recibir de
una manera muy peculiar esas Energías que acababan
de llegar al Planeta. Un día, estaba meditando sobre
Gayatri y vio al Maestro de los Bigotes que se le apare-
ció y no sabía quién era, pero cada vez que cantaba el
Mantram de Gayatri, el Maestro se le aparecía. Los
detalles relativos a esto se encuentran en el libro El
Maestro CVV. Así es como el Maestro CVV entró en
contacto con el Maestro EK y esto está de acuerdo
con lo que dije al empezar la lección esta mañana: “Es
el padre que llega al hijo, y no el hijo que intenta llegar
al padre”. Así que cuando el Maestro EK estaba medi-
tando acerca de Gayatri, este nuevo Maestro vino con
todas sus Nuevas Energías y la vida de EK sufrió mu-
chos cambios en cuestión de doce años. Muchas cosas
comenzaron poco a poco a desplegarse desde dentro
de él para sintetizar todo el trabajo de su vida, y reci-

213
bió el cometido de hacer la fusión espiritual entre
Oriente y Occidente. La fusión espiritual empezó ya
hace 5.000 años, pero este es un paso más hacia ade-
lante, un salto hacia adelante en la fusión entre Oriente
y Occidente en términos de entender la vida. El Maes-
tro EK llevó a cabo este trabajo hasta 1984.

También es muy interesante cómo el Maestro CVV


dejó su cuerpo. Durante su vida, demostró que la vida
puede volver, devolviendo la vida a gente que estaba
muerta. Igual que el Cristo resucitó a Lázaro, hubo por
lo menos seis o siete acontecimientos en que el Maes-
tro CVV devolvió la vida a gente que ya se había
muerto, y dijo: “A partir de ahora esto se hará posible
cada vez más”. A su propio hijo le devolvió la vida tres
veces. Su madre había muerto y durante 18 días man-
tuvieron su cuerpo sin quemar, porque el Maestro
había dicho: “No os preocupéis, volverá” y volvió al
cuerpo al cabo de los 18 días y de allí en adelante vivió
durante cinco años. En su propio caso, afirmó: “Ten-
go un gran deber que hacer y mi cuerpo físico es una
limitación para ese trabajo; ya he llevado a cabo la dis-
tribución de las Energías como me aconsejó el MAES-
TRO y pronto dejaré mi cuerpo”. Y en el año que dejó
su cuerpo, la Energía que llamó EL MAESTRO, le ins-
truyó para que diera la clave de sonido CVV (pronun-
ciado: sí/ví/ví), como clave de transmisión de estas
Energías de Síntesis, y de allí en adelante esta clave se
convirtió en el nombre del Maestro. Entonces CVV
son las potencialidades de sonido a través de las cuales
se pueden invocar las Nuevas Energías. La gente que
conoce la ciencia del Tantra puede reconocer la poten-
cia de estos sonidos inmediatamente, porque tántrica-
mente, éstos son los sonidos con más capacidad po-
tencial. HRIM es el sonido relativo a la Madre. Habéis
oído en el ritual del fuego los sonidos SHRIM, HRIM,
KHLIM. Son todos sonidos de la potencialidad femeni-
na de la Naturaleza Cósmica y son las potencias o
fuerzas que pueden estimular las energías dentro de
nosotros. Pues bien, las potencialidades del sonido
CVV nos han sido dadas como clave para invocar las
Energías de Síntesis. El MAESTRO instruyó al Maestro
CVV que diera esto como mantram: “NAMASKARAMS
MASTER CVV”. De hecho, durante sus primeros once
años de trabajo, el Maestro CVV daba el mantram solo
como NAMASKARAMS MASTER y sólo cuando iba a
dejar el cuerpo físico, EL MAESTRO lo visitó y le dijo:
“Que la clave de sonido sea NAMASKARAMS MASTER
CVV”. Así es como el mantram se convirtió en NA-
MASKARAMS MASTER CVV.

El Maestro CVV, en su propia Escuela de Yoga,


publicó los nombres de los Mediadores que él había
formado. ¿Sabéis cuál es el nombre del primer Media-
dor? El primer nombre que se escribió como Media-
dor de la Energía fue el de CVV. Así pues, Él mismo
se considera como Mediador de la Energía UNA que
Él denominó EL MAESTRO, y quiso que todos noso-
tros nos hagamos conscientes de esta Energía que, al

215
ser invocada, nos reconstruye para que lleguemos a
nuestro propio Centro; y de la misma manera que el
planeta Tierra no se moverá alrededor del Sol y desa-
rrollará su propio Centro, el Centro surge instan-
táneamente en nosotros en el momento mismo que
invocamos estas Energías, y no tendremos tampoco
necesidad de un centro exterior. Cuando nos mova-
mos, el Centro se moverá con nosotros: somos el Cen-
tro, somos el Maestro, y todo se nos revela según el
Plan del MAESTRO. Esta es la relación, en breve, del
trabajo que el Maestro CVV hizo en esos doce años.
Dio también muchas potencias de sonido para llevar a
cabo misiones concretas, misiones determinadas. Cu-
raba a la gente instantáneamente, y cuando venía al-
guien a Él con una enfermedad incurable, le hacía una
especie de Rayos X. Era un tipo especial de visión.
Ahora tenemos scanner o aparatos de Rayos X para ver
la fisiología del cuerpo, pero Él tenía un scanner especial:
le pedía a uno de sus discípulos que se fuera a dormir y
hacía que entrara en trance, y así podía averiguar la
historia de esta Alma a lo largo de cientos de vidas. El
discípulo en trance comenzaba a contar cosas y se
preparaba una ficha de ello; era una especie de historial
médico, y con esta base Él solía dar una sola potencia
de sonido y bastaba: en 15 minutos ocurría la curación.
Hay muchos casos referentes a esto y la gente que los
cuenta vive todavía. El Maestro decía: “Esta es la efec-
tividad de la Nueva Energía”. Era un gran Curador y
curaba instantáneamente. Curó y enseñó, y cuando la
gente venía a Él para que los iniciara en esta Energía,
les solía decir: “Lo primero es reconstruir tu cuerpo;
más tarde te daré la iniciación, porque si no, a lo mejor
tu cuerpo no aguanta el poder de esta energía nueva”.
Por eso su afirmación favorita era: PRANA TREAT, YO-
GA TEACH (“Trata el Prana, enseña el Yoga”). Primero
trata la vitalidad y luego enseña el Yoga. Así es como
lo decía.

El día en que dejó su cuerpo físico, había una gran


tormenta en el pueblo y no pudieron llevar su cuerpo
al crematorio, y no lo pudieron quemar. Con mucha
dificultad, los discípulos llevaron su cuerpo al lado del
río, donde iba a ser quemado, pero la leña de la pira no
ardía... Lo volvieron a intentar por todos los medios y
echaron cantidad de litros de aceite de mantequilla, de
alcanfor…, pero la pira no ardía. Se pusieron tan ner-
viosos que hasta llegaron a echar gasolina y queroseno
sobre la leña de la pira donde estaba el cuerpo para
que se quemara el cuerpo. Entonces estaban realmente
asustados, y no sabían ya qué hacer para quemar el
cuerpo del Maestro y se pusieron a pensar muy seria-
mente. Al mismo tiempo, debido a las lluvias, el río
empezó a crecer y en una fuerte crecida se llevó el
cuerpo con él. Nadie supo lo que pasó con el cuerpo y
nunca más se le encontró. Así es como El Maestro
salió de este estado físico. La gente entonces empezó a
pensar que su vida siempre había estado llena de cosas
misteriosas y disparatadas. Hasta su manera de irse ha
sido un tanto estrafalaria y mística: “¡No sabemos lo

217
que es esto!”, decían. Este mismo año, en el mes de
Acuario, visité personalmente el pueblo y estuve allí
durante las horas de luna llena de Acuario, y fue una
experiencia fantástica. Hablé también acerca del Maes-
tro con la gente del lugar, y me dijeron: “Es un mis-
terio para nosotros y en realidad no sabemos quién
era; tampoco sabemos bien lo que hizo. Preferimos no
ocuparnos de Él. Preferimos ocuparnos de nuestras
cosas. Sabemos, eso sí, que era una persona muy fuera
de lo común y estamos seguros de que no era un ser
normal. Había algo muy anormal en torno a Él, pero
no podemos decir exactamente lo que era”. Así es la
vida del Maestro.

El Maestro dijo que se establecería completamente


en el Planeta en cuatro ciclos de 60 años; 60 años es el
ciclo de Júpiter y Saturno conjuntamente. Júpiter se
mueve por el Zodíaco completándolo una vez cada 12
años, y Saturno tarda 30 años. El común denominador
para los dos es 60. El calendario lunar que se sigue en
Oriente tiene un ciclo de 60 años y se le da nombre a
cada año. De igual modo que aquí le damos nombre a
cada mes, el calendario lunar tiene un nombre para
cada uno de estos 60 años. El nombre de este año que
vivimos es SUCKLA y sabemos que este mes es Gémi-
nis y sabemos lo que quiere decir, conocemos las
energías de Géminis y sus características y las cosas
que pueden suceder en este mes. De la misma manera,
el calendario lunar sabe la característica de ese año
concreto y de todos los años. Pues bien, cada 60 años
se trata de una nueva repetición. El Maestro dijo: “Es-
taré completamente establecido en el Planeta al acabar
cuatro ciclos de 60 años”, y dijo que el primer ciclo
empezó en 1868 cuando nació. El primer ciclo se
acabó en 1927 y el 2º ciclo empezó a partir de 1928.
En este 2º ciclo el Maestro actuó por medio del Maes-
tro a quien admiramos como Maestro EK El tercer
ciclo empezó en 1988 y era el plan del Maestro, que en
este tercer ciclo impregnaría completamente el Planeta
–casualmente, sin saber esto, el año pasado (1988)
se celebró el May Call Day en los Alpes–. Después el
Maestro dijo: “En el 2048 empezará el 4º ciclo y al lle-
gar el año 2108 las Energías de Acuario estarán en
funcionamiento total en el Planeta”.

Así es como el tiempo nos ha permitido decir algu-


nas cosas sobre el Maestro, y esta Energía está actual-
mente trabajando junto con la Jerarquía y está siendo
distribuida en todos los nuevos grupos de servidores
del mundo. Esto está muy a la vista. Cuando el Maes-
tro EK solía venir a Europa, los grupos con los que
trabajaba eran grupos que habían sido preparados por
la Sociedad Teosófica o por la Escuela Arcana. Es una
cosa muy curiosa, ya se tratase de Hamburgo, Cope-
nhague, Munich, Viena o Ginebra o de cualquier otro
sitio adonde solía ir... El Maestro siempre llegaba a
gente que curiosamente estaba preparada en los libros
de H. P. Blavatsky o del Tibetano. Esto demuestra que
la Energía funciona a través de los grupos que han

219
sido preparados con las obras de Blavatsky o Alice A.
Bailey. Pero también ahora mismo está funcionando
independientemente de los grupos. Porque cada vez
que se da esta Energía a un ser humano, antes de llegar
a hacerse un canal, este ser humano tiene que hacer
mucho trabajo en casa y parece como si la gente estu-
viera disgregándose de los grupos, disgregándose de
las familias y disgregándose de los trabajos. Todos
estos no son sino unos cuantos aspectos de esta
Energía; pero habrá una reconstrucción y una resu-
rrección cuando esta Energía se familiarice con los
seres. Por un lado la Energía está preparando sus pro-
pios canales, y por otro lado está actuando en los
campos de la Ciencia y la Tecnología. Actualmente
está actuando en todos los niveles, incluyendo los ni-
veles políticos. ¡Tan increíble es el método por el cual
la Nueva Energía se está manifestando ahora mismo
en el Planeta! Todo mi esfuerzo ha sido solamente
para comunicaros una pequeña chispa de esta Energía.
Gracias.
Título original: “Meditation-Gayatri” (1989)
Edición: Equipo editorial Dhanishtha
2ª edición, 29 de mayo de 2014 "May Call Day"
Barcelona (España)

© Copyright de la versión española:


Ediciones DHANISHTHA, 2014
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Web: http://www.edicionesdhanishtha.com

ISBN: 978-84-88011-77-0

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