Módulo Campo II 2024
Módulo Campo II 2024
Módulo Campo II 2024
Guber, R. (2001) La
etnografía. Método,
campo y reflexividad.
Cap. 4 “la entrevista
etnográfica o el arte de
la "no directividad"
9/7 Feriado
Receso 15 al 26/7
Contenidos:
Bibliografía obligatoria:
Videografía obligatoria:
Bibliografía ampliatoria:
● Sarlé, P. Rodríguez Sáenz, I (2018) El nivel inicial en el Ámbito Rural.
Propuestas de enseñanza. Serie: temas clave de la educación Infantil.
Unicef, OEI. Pág. 15-34
Recursos anexos:
Contenidos:
Bibliografía obligatoria:
Videografía obligatoria:
Bibliografía ampliatoria:
Contenidos:
● Abordajes interpretativos de la institución educativa desde una
perspectiva cultural.
● Procedimientos de investigación cualitativa: observación, registro,
entrevistas, encuestas, análisis de documentos y fuentes, relato de vida,
grupos focales.
● Investigación a partir del recorte de un problema: formulación de un
problema, elaboración de hipótesis. Sustentación y análisis de la
información.
Bibliografía obligatoria
Bibliografía ampliatoria:
Contenidos:
Bibliografía obligatoria:
Consignas:
A partir del análisis del documento “Reglamento General de las
Instituciones Educativas” de la Provincia de Buenos Aires, extraiga la siguiente
información indicando para cada un número de Artículo:
1. ¿Qué es la institución educativa?, ¿Cómo se compone la comunidad
educativa?
2. ¿Con qué criterios se organizan las instituciones educativas?
3. De los alumnos: ¿Cuáles son sus derechos y obligaciones?
4. De los padres y responsables: ¿Cuáles son sus derechos y obligaciones?
5. Del personal docente: ¿En qué normativa se enuncian sus derechos?
6. ¿Qué es el acto educativo?, ¿qué es el “interés superior del niño”?
7. ¿Qué es el trabajo docente?, ¿qué son y cuáles son las tareas docentes?
8. ¿Qué comprende la “obligación de cuidado”?
9. ¿Qué no deben hacer los docentes durante su desempeño?
10. De los Cargos Docentes de Base, ¿qué es el profesor-maestro y qué
tareas tiene?
11. ¿Qué aspectos debe tener en cuenta el Proyecto Institucional?
Campo de la Práctica Docente II
Abordaje I
1.Las instituciones.
Al centrarnos en el eje de espacio escolar y realidad educativa, el campo
de la práctica docente requiere el análisis de los procesos institucionales, sus
contextos, actores e intercambios respecto de factores tanto exógenos como
endógenos. Como punto de partida podríamos proponer entonces una
aproximación a la institución como objeto de reflexión, avanzando
progresivamente a su contextualización en entornos específicos que la
constituyen.
Pensemos en primera instancia la extensión de lo social: la vida en
sociedad involucra varios ámbitos diferenciados, por ejemplo, la salud,
educación, trabajo, etc. Asimismo, la vida en sociedad implica necesidades a
cubrir En este sentido Frigerio, Poggi & Tiramonti (1992), señalan que las
instituciones son construcciones que realizamos cuando recortamos el campo
social en algún ámbito para responder a una necesidad particular. Al cambiar el
contexto histórico cambian las necesidades sociales, y en consecuencia
cambian las instituciones. De este modo, señalan las autoras que la
institución escuela es un producto histórico, y como tal debe ser
pensado. Su carácter histórico implica entonces que es fruto de un contrato
fundacional con la sociedad para responder a una necesidad específica, lo
cual delimita su mandato social. Todas las instituciones portan un mandato
social especificado por su contrato fundacional. Sin embargo, respecto a la
institución educativa, el fenómeno adquiere un cariz particular en sus orígenes
debido a dos factores: la necesidad de educar en ideales republicanos para la
construcción de ciudadanos en la constitución de los estados modernos y la
estructuración del capitalismo y la división de trabajo con exigencias para
su desarrollo. De este modo puede apreciarse un contrato paradójico que
funda la institución educativa: en lo político buscó crear orden justo sin
diferencias sociales, en lo económico, distribuir posiciones laborales y sociales.
En lo sucesivo, dicho contrato articuló diversas lógicas: cívica (asegurando
igualdad de oportunidades e interés general), económica (para la producción
de bienes y trabajo), doméstica (atendiendo al individuo y sus familias) y de las
ciencias (contemplando el conocimiento erudito).
En este punto podríamos preguntarnos, por ejemplo, a qué necesidades
atiende la escuela como institución y cómo contribuye a ellas; en el mismo
sentido ¿podrían ser las mismas respuestas que hacia fines del siglo XIX?,
¿existen, en los establecimientos educativos que conocemos, marcas de
este contrato fundacional y su mandato social?
Referencias bibliográficas:
Referencias bibliográficas:
4 Al referir a los grupos domésticos se incluyen a la diversidad de grupos familiares, como también instituciones de
abrigo, casas de niñas y niños, entre otras.
La integralidad como enfoque amplio sobre la sexualidad se vincula con los cinco ejes conceptuales
de la ESI planteados en la Resolución que, en su integración y entrecruzamiento, permiten abrir la
5 Véase Comunicación 1/12. Guía de Orientación para la Intervención en Situaciones Conflictivas en el Escenario
Escolar. Año 2012.
Valorar la afectividad
La conformación de la sexualidad desde la infancia es un proceso dinámico de autodescubrimiento
que además ocurre en el vínculo con otras y otros. En este sentido, el trabajo con y desde la afectividad
se articula a su vez con las prácticas de autocuidado y cuidado hacia las y los demás, el respeto de
la intimidad personal y ajena, así como también con el rechazo de toda forma de violencia. De allí
la importancia de enseñar a poder decir no ante situaciones que vulneren los derechos de niñas y
niños. Es por ello que “Cuando en la escuela se favorece el análisis y la expresión de emociones y
sentimientos, se crean mejores condiciones para el abordaje de las distintas situaciones que pueden
suceder (...). Tener presente el aspecto afectivo no implica anular o invisibilizar las tensiones o
los conflictos que existen en todos los vínculos; por el contrario, nos permite dar cuenta de esas
tensiones (que pueden manifestarse en enojos, peleas, cargadas, angustias asociadas a la sexualidad
o el crecimiento) y abordarlas de la mejor manera posible para que no se resuelvan, por ejemplo, desde
la violencia” (MEN, 2022, p. 13).
En el jardín de infantes el abordaje de la afectividad tiene que ver con intervenciones tendientes a
promover formas de vinculación colectiva, de lazos de solidaridad y compañerismo. En este sentido,
siguiendo a Brailovsky, “(...) los afectos se sitúan en el terreno de la intersubjetividad; lo afectivo es
esencialmente relacional, representacional y situado” (Brailovsky, 2020, p. 176). En sus palabras,
“Cuidar ese mundito en particular que es la sala implica cuidar las relaciones al interior del grupo, los
modos de encontrarnos, de coincidir (…). En la sala, cuidamos cuando compartimos las experiencias
del afecto, cuando mostramos que las cosas que pasan en el grupo nos pasan también a nosotros, a
los adultos, a los docentes” (Ibidem, p. 83).
Desde esta perspectiva, es cuidadoso también ofrecer espacios de comunicación y
escucha activa sin comprometer la libre expresión de lo que les sucede a las niñas
y los niños, sienten o desean, ni hacerlo en función del control o la autorregulación
A fin de garantizar la educación ambiental integral como derecho de niñas y niños en todo el territorio
bonaerense, y en el marco de la Ley N° 27.621 para la implementación de la educación ambiental
integral en la República Argentina y la Estrategia Nacional de Educación Ambiental Integral (2022), se
brindan lineamientos que permiten pensar un abordaje particular para el Nivel Inicial. El propósito es
acompañar y facilitar el ejercicio docente en la compleja tarea de educar para el cuidado y la protección
del ambiente como parte de la construcción de ciudadanías democráticas en un marco de derechos
(EAI, 2022), y reconociendo que niñas y niños necesitan vivir en un ambiente sano, digno y diverso.
La ley viene a formalizar una mirada particular de la educación ambiental como parte de un proceso
permanente, integral y transversal. En este sentido, su abordaje atraviesa a toda la currícula y se
incorpora como perspectiva institucional y de enseñanza. Para ello, se brindan lineamientos de trabajo
que permiten “entretejer” el tema en la particularidad de cada jardín, cada distrito y cada región.
La educación ambiental aborda un objeto de estudio amplio,
complejo y dinámico. En este sentido, pensamos el ambiente
como “Un concepto dinámico cuyos elementos básicos son una
población humana, un entorno geográfico, con elementos naturales
y una infinita gama de interacciones entre ambos elementos. Para
completar el concepto hay que considerar, además, un espacio y
tiempo determinados, en los cuales se manifiestan los efectos de
estas interacciones” (Trelléz Solís, 2015, p. 187).
La ley asume una mirada sociohistórica del ambiente entendiéndolo como un objeto en construcción.
Las personas lo transformamos y construimos a la vez que somos construidos y transformados por
él. Se trata de pensar un campo de relaciones sociales, culturales y en la naturaleza, que permitan la
perdurabilidad de la especie humana bajo los siguientes principios: equidad para impulsar la igualdad,
el respeto, la inclusión, la justicia, como constitutivos de las relaciones sociales y con la naturaleza,
el patrimonio cultural y el reconocimiento de la diversidad cultural y los problemas ambientales como
procesos socio históricos.
Para ello, resulta necesario comprender que, como dice Gurevich (2011), la degradación ambiental es
una degradación de la vida social. O en términos de Leff (2012) que estamos transitando una crisis
ambiental global de carácter civilizatorio que demanda repensar los modos de habitar el mundo y
vincularnos con la naturaleza. Entonces, toma fuerza la cuestión de la ciudadanía para el abordaje de
la educación ambiental integral porque refiere a cómo construimos una sociedad sustentable, hacia
un nuevo horizonte cultural, de una perspectiva vital compartida, se trata de la vida nuestra y de todos
los seres vivos del planeta, o como dice Chiqui González (2022), una sociedad ecológica.
En este camino, los temas ambientales se encuentran en tensión constante en el territorio, con
conflictos que exceden muchas veces los campos de acción, propuesta y resolución de una institución
educativa. Sin embargo, es posible abordar los conflictos ambientales desde un enfoque crítico y
situado que permita problematizar e identificar las causas estructurales de los temas a tratar y desde
allí profundizar en aspectos puntuales de la misma, con las responsabilidades que competen a cada
actor en el proceso que se inicia.
En ese marco, una primera aproximación a la educación ambiental integral es desde la ciudadanía:
¿cómo construimos la educación ambiental integral y desde dónde? La participación activa es lo que
6 Ver: Secretaría Cursos Virtuales ABC. 21/04/2021. Paisaje y Ciudadanía. La vegetación como derecho de las infancias.
Luciano Roussy y Diana Paolini. Disponible en [Video YouTube]: https://www.youtube.com/watch?v=E4tln1s527Y
7 Dirección General de Cultura y Educación – Dirección Provincial de Educación Inicial. (2021). El ambiente provocador,
clave para la alfabetización cultural. Materiales didácticos y lugar en la enseñanza. Disponible en: https://abc.gob.ar/
secretarias/sites/default/files/2022-03/El%20ambiente%20provocador.pdf
Nuestro sistema educativo bonaerense es vasto y heterogéneo, construido con firmeza y con el
ejercicio de derechos como premisa central. Las múltiples diferencias que lo habitan han ido ganando
un lugar, disputando sentidos y ampliando derechos, desafiando la homogeneización y la uniformidad
para constituir la experiencia de estar juntos y aprender. Estos procesos no se desarrollaron sin
conflicto, ni por fuera del campo de tensiones de las definiciones de la política educativa que han
generado procesos de inclusión o, por el contrario, políticas de exclusión al interior del mismo sistema.
El reconocimiento y el derecho político a las diferencias suponen, en el sistema educativo, que la
diversidad intrínseca a todo grupo social no debe traducirse en vínculos de subalternidad o que
reduzcan la complejidad de dicha relación. Entender las diferencias desde la “aceptación” o la
“tolerancia” supone una relación asimétrica que no tiene en cuenta la heterogeneidad, sino que por
el contrario deja “ingresar”, hace lugar a quien considera diferente. En este sentido, la ideología de la
normalidad y el capacitismo no reconocen ni celebran las diferencias que enriquecen y ensanchan los
vínculos. A las diferencias no se les da la bienvenida, sino que simplemente se las acepta y respeta.
Ese reconocimiento deviene político cuando generamos las condiciones educativas para que todas
y todos sean sujetos de su tiempo, con decisión y autonomía de pensamiento, entendiendo que la
discapacidad es, entre otras cosas, una categoría social identitaria y política.
Estas condiciones justas para cada cual emancipan y hacen parte, sin tergiversar la diversidad que
constituimos todas las personas al establecer las categorías “iguales” y “diferentes”. La inclusión
puede ser pensada, entonces, como derecho de participación tanto en escuelas de los niveles como
en las escuelas de las modalidades y se expresa en diferentes trayectorias escolares.
Es necesario retomar dos conceptos que aparecen como indisolubles en la relación pedagógica entre
el nivel y las modalidades: las categorías de inclusión y de discapacidad. La inclusión como política
de Estado en el sistema educativo requiere reponer la historia del sistema y su mandato fundante en
torno a la escolarización masiva, evitando desde siempre que la exclusión opere como mecanismo de
desigualdad. Hoy más que nunca será necesario considerar las políticas llamadas de inclusión como
una responsabilidad que no es excluyente de la modalidad de Educación Especial, ni exclusiva de
trayectorias educativas de niñas y niños con discapacidad que transcurren en el nivel. Será entonces
necesario reconsiderar el significante “inclusión” como el derecho de participación para todas y todos
desde la escuela en lo público, en los saberes culturales, en los derechos y responsabilidades de
ciudadanía, en la construcción de conocimiento.
Se considera a la discapacidad como una categoría política relacional que denuncia todo intento de
normalización y es interseccional de desigualdades de género, de acceso a la salud, de sectores
sociales y económicos, etc. Además, no prescinde del nombre, la historia, la edad, la autopercepción
de cada sujeto. Para algunos grupos de personas con discapacidad, su situación se resignifica en
prácticas culturales grupales y se expresa como orgullo hasta en un modo de nombrarse. En otros
casos, es una etiqueta que presagia destinos. La discapacidad no es una categoría
uniforme ni que defina con exclusividad quién es cada cual, ni mucho menos
determina sus posibilidades. Pero siempre es una responsabilidad que la educación
debe asumir como garantía de derechos.
8 Aunque las niñas y los niños no sean usuarias y usuarios de LSA, se puede considerar que el español es para ellas y
ellos una lengua segunda por el modo en que lo adquieren y por las intervenciones didácticas que precisan.
9 La “valoración funcional de la comunicación” se refiere al proceso descriptivo de los niveles y las modalidades
comunicativas de una niña o un niño desde una perspectiva integral, es decir en relación con el contexto y las actividades.
A partir de ella, es posible establecer recursos que incrementen sus estrategias comunicativas, el mundo de significados, los
propósitos de la enseñanza, sus características y planificar intervenciones.
CAPÍTULO 2
El currículo prescripto
ingresa al Jardín
de Infantes
El diagnóstico como herramienta clave
para su traducción o contextualización
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CUADRO Nº 1
Tarea diagnóstica
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CUADRO Nº 2
Diagnóstico Diagnóstico
institucional
Mirada hacia
el jardín
Diagnóstico
de aula
global del barrio, del jardín de infantes Una mirada hacia el jardín
o de los niños, que resulta insuficiente de infantes y su contexto:
para contextualizar el currículo. el diagnóstico socio-
comunitario, el diagnóstico
Cuando se carece de un buen diagnósti- institucional y el áulico
co, se corre el riesgo de “aplicar“ /
“copiar” / “traspolar“ contenidos del Realizar un diagnóstico del jardín y su
currículo prescripto o de planificaciones contexto implica mirar hacia afuera y
diseñadas por otros (editoriales, aseso- hacia adentro de la institución para
res, funcionarios, etc.), sin que medie atender a las características del contexto
una reflexión crítica del contexto en el en el cual se halla inserto el jardín y
cual está inserto el jardín, cayendo en analizar las relaciones con la comunidad
una posición institucional de imitación- y para considerar también los aspectos
mantenimiento (ver páginas anteriores). organizacionales y relacionales, que inci-
den directamente en las decisiones
Para superar esta percepción global de curriculares.
la realidad, proponemos avanzar hacia
una mirada descriptiva e interpretati-
va, para que las planificaciones respon- Los ojos puestos en el barrio:
dan realmente a lo que los niños nece-
La educación en los primeros años / 81
el diagnóstico socio-comunitario
sitan, pueden y deben aprender.
El diagnóstico socio-comunitario implica
Si se intenta poner en diálogo al currí- hacer una lectura del barrio, coordinada
culo prescripto con la realidad (del por el equipo directivo, y desde el invo-
barrio, de la institución y de los niños) lucramiento del colectivo docente. La
para contextualizarlo, se requiere de distribución de tareas para su realiza-
buenos diagnósticos institucionales y ción es fundamental para propiciar un
áulicos. trabajo colaborativo. Es aquí en donde
las fortalezas, especializaciones, gustos
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7. Instituciones
El diagnóstico socio-comunitario
Vecinales, clubes sociales y deporti-
vos, cooperativas, partidos políticos, • Permite diseñar y realizar pro-
centros de culto, comedores escola- yectos institucionales que invo-
res, guarderías, hogares sustitutos, lucren a la comunidad
centros comunitarios, centro de jubi- • Aporta información para conocer
lados, comedores populares, escue- el contexto en el cual está
las, bibliotecas, líderes vecinales, y inserto el jardín (y a los niños
otros. Funciones que éstos cumplen. del barrio que asisten al jardín)
Percepción / valoración de sus tareas
por parte de diferentes actores de la • Permite conocer lo que el barrio
comunidad. ofrece para convertirlo en objeto
de conocimiento.
8. Aspectos socioculturales de la
comunidad
En la página siguiente presentamos, a
Valores imperantes en la comunidad. modo de ejemplo, fragmentos de un
Comportamientos, tradiciones, ritos y diagnóstico realizado en un barrio3 ubi-
costumbres sobresalientes. Situación cado en la periferia de la ciudad. Este
de arraigo en el barrio. ejemplo muestra las ventajas del diag-
nóstico y su utilización en el diseño e
Nivel educativo de la población. implementación de proyectos institucio-
nales y áulicos. Además permite visuali-
Consumos culturales de la población zar el entrecruzamiento de datos, y la
(lectura de libros, de diarios, de permeabilidad de los límites entre lo
revistas, concurrencia a cines, teatros, socio-comunitario, lo institucional y lo
espectáculos culturales, otros). Uso áulico, mostrando la complejidad de
del tiempo libre. esta tarea.
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CUADRO Nº 3
Urbanización Población
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CUADRO Nº 4
Entre los comercios del Proyecto: “Cine para padres“. Unidades Didácticas:
barrio hay un video club “El video club Premium“ /
y una cerrajería. “La llave“.
A dos cuadras del jardín Proyecto de extensión a la Unidad Didáctica: “La plaza
hay una plaza. comunidad: “Arreglo de la del barrio El Porvenir“.
plaza“.
A tres cuadras del jardín Charlas para padres con un Unidad Didáctica: “El centro
hay un Centro de Salud y nutricionista. de salud El Porvenir“
a través de él se conoce Taller de cocina. Proyecto: “Construcción del
qué parte de la población libro de recetas de comidas
del barrio adolece de típicas“.
cierto grado de déficit
alimentario.
El currículo prescripto…
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Organización escolar
Composición del equipo directivo - Cantidad de secciones por ciclo - Cantidad
de alumnos por sección - Cantidad de docentes / auxiliares / especiales (maes-
tros con doble turno, con o sin experiencia, con muchos años o pocos de recibi-
dos) - Cantidad de personal no docente.
Equipamiento.
Estado de conservación, restauración, incorporación, adaptación - Tecnologías:
variedad, uso y estado de conservación - Mobiliario: tipo, cantidad, ubicación,
posibilidad de movilidad - Material didáctico: tipo, cantidad, organización y dis-
La educación en los primeros años / 81
tribución.
Perfil institucional
Valores imperantes en la institución - Club de madres - Asociación cooperadora.
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CUADRO Nº 5
Sobre el final de uno de El inventario de los mate- El plantel docente esta con-
los pasillos que desemboca riales didácticos releva que formado por siete docentes
en uno de los baños hay muchos están en malas de sala, de las cuales tres
una escalera que lleva al condiciones, faltan piezas, son nóveles y han ingresa-
altillo. son escasos y resultan do recientemente a la insti-
El bajo escalera es un lugar insuficientes para el trabajo tución. Las cuatro restantes
tranquilo y con poca luz áulico. pertenecen al jardín desde
que se usa como depósito. Faltan materiales construi- hace 15 años.
dos especialmente para la Las maestras nóveles han
Este espacio invita a la inti- enseñanza de determina- sido formadas en los nue-
midad, y puede convertirse dos contenidos vos paradigmas pero nece-
en un lugar acogedor Los que existen son extraí- sitan acompañamiento.
según los elementos que dos de propuestas editoria- Tres maestras se han capa-
se incorporen. les, algunas tienen errores citado en las perspectivas
conceptuales y otras no actuales de la educación
son adecuadas para el pro- infantil. Las maestras res-
yecto curricular. tantes no se han capacita-
do y utilizan en el aula pro-
puestas editoriales sin
mediar la reflexión crítica.
62
to de la selección de contenidos,
incluimos objetos, materiales y mobilia-
organización del espacio y del
rio que se constituyen en variables de
ambiente.
singular importancia e intervienen deci-
sivamente en las propuestas de ense- • Aporta información valiosa para
ñanza. Por otro lado, el concepto de diseñar el plan anual de sección y
ambiente complementa y a la vez las propuestas didácticas contex-
amplía (trascendiéndolo) al de espacio, tualizadas y adecuadas a las
definiéndose como un todo que integra necesidades de aprendizaje de
el aspecto físico y las relaciones que se los niños.
establecen en él (los afectos, las relacio-
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CUADRO Nº 6
Categorías de análisis
Dimensiones de la sala
Iluminación (natural y/o artificial, ventanas, etc.)
Respecto del Ventilación y calefacción
espacio físico Mobiliario
Acceso a los baños
Acceso a espacios abiertos
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CUADRO Nº 7
Preguntas complementarias
El ambiente ¿En qué estado se encuentran los materiales de la sala? ¿Hay varie-
dad?
¿Cómo se organizan los sectores? ¿Están diferenciados? ¿Son fijos /
móviles?
¿Están visibles para los niños los señuelos visuales? ¿Se disponen
de manera atractiva y a su nivel de visión? ¿Hay un grado optimo
entre los estímulos y las zonas de descanso visual? ¿Hay saturación /
carencia de estímulos visuales?
¿Los materiales están al alcance de los niños? ¿Invitan a ser usados?
¿Hay presencia de frisos con producciones de los niños / fotos
sobre los contenidos que se están trabajando?
Intereses ¿Tienen intereses propios? ¿Persisten durante días en temas que lla-
man su atención? ¿Inician actividades nuevas en la clase?
¿Muestran iniciativas o desarrollan habilidades nuevas? ¿Continúan
maravillados? ¿Se involucran intensamente? ¿Continúan explorando
afuera o adentro del jardín? ¿Tienen experiencias nuevas o inten-
La educación en los primeros años / 81
65
rés están vinculadas al aprendizaje del propio punto de vista y entre los obje-
mundo de las letras con la apoyatura tos, en el espacio real y gráfico.
de imágenes, objetos y también a tra-
vés de la utilización de diferentes porta- La mayoría reconoce números y letras,
dores de textos, como cuentos traídos realizan conteos (por ejemplo: a la hora
desde sus casas. de tomar asistencia).
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(…) La mayor parte del grupo escribe ambiente las técnicas más adecuadas
sus nombres, algunos lo hacen sin son la observación y análisis de la infor-
ayuda y otros con la ayuda de un cartel. mación recogida. En todos los casos
resulta importante la mirada interpreta-
(…) En la entrevistas con los padres se tiva que se puede construir a partir de
ha relevado que la mayoría de los conceptos teóricos, superando la mera
niños consumen y prefieren “comida descripción o enumeración.
chatarra“ (hamburguesas, salchichas,
papas fritas, chizitos, golosinas) y le A continuación se ejemplifica cómo, a
dificulta la incorporación de un mayor partir del registro en un cuaderno de
espectro de alimentos, en especial de clases de la maestra, se pueden obte-
frutas y verduras. ner datos para conocer a los niños e
inferir posibles cursos de acción para el
(…) Son niños que asisten a activida- trabajo cotidiano.
des luego del horario del jardín o que
pasan muchas horas frente a la televi-
sión… Cuando se les pregunta cuánto
tiempo juegan con sus juguetes y con Registro A
quién lo hacen, se detecta que es limi-
tado el tiempo para ello (…) Paula no quiere salir al patio, la docen-
te de su sala ‘la deja’ quedarse en la
sala jugando en el sector de dramatiza-
ciones. La situación es la misma día
Cuando el docente elabora el diagnósti- tras día durante todo el mes de abril y
co, toma como referencia los aspectos o así había sido en marzo. Un día su
categorías de análisis anteriormente docente falta y llega una reemplazante
explicitados, utilizando no sólo la obser- que no permite que nadie se quede en
vación como técnica para recolectar la sala.
información. También recurrirá a otros
modos de recolectarla, a través de Es abril, Paula deambula por el patio,
entrevistas iniciales con los padres; aná- trata de incorporarse a los juegos pero
lisis de la documentación recolectada los niños que realizan juegos son los
sobre las trayectorias escolares previas de cinco años; los de cuatro y los de
de los niños, observación de los niños y tres simplemente corretean, juegan
La educación en los primeros años / 81
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Estos dos relatos extraídos de un diario peto por las diferencias a la vez que
de clases de una docente, junto con el se trabajará con dinámicas que no
diagnóstico de grupo presentado en las acentúen los grupos cerrados, sino
páginas anteriores, permiten imaginar que, por el contrario, abran la posibi-
contenidos y pensar en algunas pro- lidad de vincularse y relacionarse con
puestas. otros.
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CUADRO Nº 8
Son curiosos, les gusta Elección del recorte para la Taller con los padres: elabo-
explorar el entorno. Unidad Didáctica: “La sombra“. ración de “Mi caja de luz“.
69
dir_contenidos@ed.gba.gov.ar
La planificación
desde un currículum prescriptivo
Subsecretaría de Educación
Dirección Provincial de Planeamiento
Equipo Técnico
Asesores:
Andrea Iotti
Laura Man
Fernando Martínez Waltos
Daniel Scarfó
Trabajo de campo:
Andrea Napolitano
Karin Wiedemer
Gabriel Szklar
Sumario
Prólogo.......................................................................................................................7
Introducción..............................................................................................................9
La planificación institucional...............................................................................11
El sentido del planeamiento en la agenda educativa...................................... 11
El estado de la planificación institucional: diversidad de enfoques,
discursos y prácticas................................................................................................... 11
¿De qué hablamos cuando hablamos de un
proyecto institucional?.................................................................................. 12
Los problemas institucionales y la planificación................................... 14
El sentido didáctico de toda planificación (incluso la institucional).
El sentido institucional de toda planificación
(incluso la didáctica)...................................................................................... 15
La planificación institucional y didáctica desde la perspectiva
de las trayectorias educativas de los alumnos....................................... 16
La planificación didáctica......................................................................................17
El estado de la planificación didáctica: diversidad de
sentidos y prácticas..................................................................................................... 17
Planificación didáctica: algunas consideraciones............................................. 18
Fundamentos para la planificación didáctica........................................ 18
Planificación y enseñanza............................................................................ 19
La planificación didáctica como tarea compartida.............................. 20
La planificación como derecho y como deber....................................... 20
Planificación y contexto............................................................................... 20
Planificación mental y escrita..................................................................... 21
Para quién se planifica y quiénes planifican ........................................ 21
Un marco de referencia para la planificación didáctica................................. 21
Bibliografía................................................................................................................25
Introducción
En el año 2007 la DGCyE publicó el Marco General de Política Curricular para todos los niveles y modalidades del
sistema educativo, en el que se presentan las perspectivas conceptuales, filosófico epistemológicas, ideológicas y
ético políticas que le dan sustento a los documentos curriculares de la Provincia. Allí se los caracteriza como:
• Prescriptivos, porque pautan la enseñanza, establecen con carácter de ley qué y cómo enseñar en los es-
tablecimientos educativos de la provincia;
• Comunes, porque incorporan los saberes y conocimientos que deben aprender todos los niños/as, adoles-
centes, jóvenes y adultos/as de la provincia de Buenos Aires, puesto que son sujetos iguales en derecho y
dignidad.
La consideración del currículum desde esta perspectiva marca una diferencia con el discurso de la autonomía
institucional en lo referente a las decisiones curriculares, promovido durante la década de 1990 y que tuvo su
origen en la desresponsabilización del Estado como garante de lo común. Esa autonomía se tradujo en una alta
fragmentación de las prácticas de enseñanza, “reforzando las desigualdades en el acceso y en la apropiación de
los conocimientos y, por lo tanto, las desigualdades sociales” (DGCyE; 2007:18).
El carácter común y prescriptivo como garantía de la unidad del sistema educativo provincial y la igualdad de
los sujetos en su derecho a la educación es uno de los pilares de la política curricular de la jurisdicción. Esta
nueva conceptualización del currículum da lugar a un cambio en el modo de abordaje que se espera que las
instituciones realicen en el momento de la planificación institucional y didáctica.
En este marco, la Dirección Provincial de Planeamiento inicia en el año 2009 un proyecto destinado a relevar
y analizar experiencias de planificación institucional y didáctica en establecimientos de diferentes niveles del
sistema educativo, promoviendo su problematización con distintos actores institucionales en territorio y recu-
perando experiencias de intervención valiosas para su socialización.
El trabajo de indagación acerca de las prácticas de planificación institucional y didáctica se realizó en 6 distritos
pertenecientes a 6 regiones educativas entre los meses de abril y julio de 2009. Se realizaron 90 entrevistas
semi-estructuradas a inspectores de área, equipos directivos, profesores, maestros de grado y de materias es-
peciales pertenecientes a los niveles Inicial, Primario y Secundario. Se organizaron grupos de discusión con las
direcciones provinciales de cada uno de los niveles obligatorios y la Dirección de Capacitación Educativa. Los
inspectores jefes de los distritos involucrados participaron en reuniones de trabajo. Los inspectores y directores
entrevistados participaron en una jornada de trabajo donde se presentó el informe de la labor de campo reali-
zada y se discutieron avances de este documento.
Desde este encuadre pretendemos construir orientaciones para las prácticas de planificación institucional y
didáctica partiendo de prácticas reales y actuales de planificación. En este sentido, focalizamos nuestra tarea
en la revisión del modo de planificar que se instaló en las escuelas a partir del Proyecto Educativo Institucional
(PEI) promovido por la Ley Provincial de Educación Nº 11.612 que suscribía a la Ley Federal de Educación. Si
bien esta herramienta procuró, y en muchos casos generó, procesos de gestión democráticos y participativos, en
otras oportunidades se burocratizó, convirtiéndose exclusivamente en una instancia formal a cumplir. De esta
manera, se desdibujó como estrategia de construcción colectiva de la comunidad docente.
A su vez, la formulación del PEI contemplaba una dimensión pedagógico didáctica representada en el Proyecto
Curricular Institucional (PCI), el cual suponía que cada establecimiento debía seleccionar expectativas de logro,
proponer secuencias verticales y horizontales de contenidos dentro de ejes organizadores, entre otras tareas
definidas como de “concreción curricular”. Por otra parte, ante la gran crisis social de ese período, la escuela
debió enfrentar problemáticas que la convirtieron en la única institución pública capaz de contener a los niños
y jóvenes y –en muchos casos– también a sus familias. Así, el trabajo de los docentes debió asumir el trata-
miento de problemáticas asistenciales y la enseñanza dejó de ocupar un lugar central. Estas cuestiones dieron
lugar a procesos de diferenciación curricular que, desde la mirada de la totalidad del sistema, se consolidaron
en muchos casos en propuestas fragmentadas que se alejaban del horizonte de lo común transformándose en
desigualdades educativas.
Toda concepción del planeamiento se corresponde con determinados discursos y prácticas. Es que, como plan-
tea Zoppi (2008: 55) “el planeamiento condiciona e instala, desde su propio ámbito de producción, concepcio-
nes, situaciones y prácticas socio-educativas que, en sí mismas, generan en todos sus participantes particulares
aprendizajes”. Prescripciones, capacitaciones, prácticas, normativas y propuestas fueron marcando en distintos
momentos históricos la construcción de diversidad de sentidos que, aunque en algunos casos resultan contra-
dictorios, conviven en la cotidianeidad de las instituciones. Si bien este trabajo no pretende realizar un recorrido
exhaustivo por las perspectivas que asumió el planeamiento educativo, consideramos que resulta fundamental
destacar, desde el comienzo de este trabajo, algunas cuestiones centrales.
En primer lugar, resaltamos el cuestionamiento a la acción de planeamiento como una tarea exclusivamente
técnica. Cuando aparece en primer lugar la pregunta acerca de cómo se planifica ahora o cuál es el forma-
to, antes de por qué y para qué planificar, esto parecería dar cuenta de un lugar preponderante que siguen
ocupando las cuestiones técnico-instrumentales. Recordemos que especialmente en los ‘90 los conocimientos
expertos y/o técnicos sobre el tema sostenían una pseudoneutralidad que ocultaba opciones teóricas, éticas
y políticas. Consideramos que necesitamos recuperar la actividad del planeamiento desde una concepción
del hecho educativo fundamentalmente ética y política. El planeamiento educativo en todas sus dimensiones
como actividad de reflexión de los sujetos docentes desde distintos roles y funciones no puede reducirse a una
actividad de análisis técnico, sino que involucra un compromiso ético y social en tanto se orienta al logro de
prácticas educativas más justas y democráticas (García; 1995). Al proyectar no se elige la realidad en que nos
toca actuar pero sí se elige la posición que se decide tomar frente a ella, imaginando que otras cosas, de otro
orden, puedan suceder: “la posición ética no renuncia jamás a buscar en cada situación una posibilidad hasta
entonces inadvertida, aunque sea ínfima. Lo ético radica entonces en movilizar todos los recursos intelectuales,
sensibles y técnicos para activarla” (Birgin y Duschatzky; 2001: 147).
En nuestro trabajo de campo encontramos que en muchos casos la planificación es significada básicamente
como instrumento de control: se habla de pedir, firmar, corregir, entregar, visar planificaciones. Para oponerse
a esto, encontramos algunos testimonios que sostienen que solicitar o exigir una planificación podría llegar a
ser interpretado como una acción que coarta la creatividad y libertad del docente. Parecería que el fuerte én-
fasis puesto en algunos de estos sentidos oculta otros o incluso llega a perder el fundamento del planeamiento.
Desde este análisis sostenemos que en muchos casos la actividad de planificar no logra despegarse de signifi-
cados heredados y fuertemente instalados en otros contextos socio-históricos para quedar atrapada en ellos.
Así, cuando se pierde de vista su sentido y potencial, la actividad de planeamiento se reduce a la producción de
un documento realizado para un cumplimiento formal y no como una herramienta propia y necesaria para la
gestión curricular e institucional.
Reinstalar el sentido del planeamiento en la agenda educativa es volver a tener la convicción de que “otro
mundo puede advenir, y no por inspiración divina sino por decisión de los hombres. Por decisión y acción de los
hombres afirmamos que puede haber otro modo, un modo nuevo y distinto de trabajar, más allá, más acá de lo
inexorable” (Frigerio; 2004: 25). De este modo reafirmamos que el planeamiento, además de un sentido ético,
tiene un sentido político.
Decíamos que el concepto Proyecto Educativo Institucional se introdujo con fuerza en la década de los ‘90 a
través de importantes y variados dispositivos de capacitación, de apoyo documental y bibliográfico, de esta-
blecimiento de normativas y de mecanismos de control en las distintas instancias del sistema educativo. Sin
embargo, si bien la utilización recurrente en el lenguaje cotidiano de la sigla PEI puede dar cuenta de esto, las
prácticas vinculadas al mismo son diversas.
Si bien cada una de estas preguntas da cuenta de las diversas interpretaciones del planeamiento institucional,
estas visiones no coincidentes pueden convertirse en uno de los obstáculos que aparecen en la elaboración del
proyecto institucional. Se hace necesario volver a acordar algunos criterios comunes que nos permitan reco-
nocernos en las distintas pertenencias que portamos como docentes de instituciones educativas de distintos
niveles y modalidades del sistema educativo bonaerense. Desde esta perspectiva, es importante destacar tres
cuestiones que consideramos fundamentales:
• si bien existen distintas maneras de planificar, ninguna forma es neutra. Dan cuenta y se sostienen en
determinadas concepciones y posicionamientos. No hay una sola manera o modelo de planificación, sin
embargo, no podemos pensar que cualquier forma da lo mismo;
• completando lo anterior, decimos que la formulación de un proyecto no puede reducirse a una cuestión
técnica o de formatos (Frigerio y Poggi; 1996). Consideramos que no hay una versión genérica del proyecto
educativo;
1
Reconocemos, tal como se expresa en el Marco General, que todos los diseños curriculares tienen un carácter prescriptivo, aunque el alcance de
esa prescripción es mayor en los actuales, en tanto registran un nivel de detalle que incluye componentes curriculares que en anteriores diseños
no eran explícitos.
En un intento de sistematizar las prácticas de planificación institucional relevadas podemos agrupar las mismas
en torno de las siguientes categorías:
Proyecto institucional:
a) como encuadre de trabajo;
b) como respuesta a un problema;
c) como respuesta a una propuesta externa.
2
En las instituciones educativas de gestión privada, los proyectos que responden a esta categoría establecen explicitaciones del ideario
institucional. En muchos casos la historia y propuesta de los fundadores resultan un marco valorativo propio que impregna la vida institucional
y se complementa con lo expresado en los lineamientos válidos para todas las escuelas públicas.
3
Hablamos de construcción intersubjetiva para referirnos a la necesidad de incorporar las distintas voces y miradas en torno al problema que
permiten a la institución construir un saber propio y situado y que, paradójicamente, se torna más objetivo al incorporar mayor subjetividad. De
esta manera la definición de un problema no puede ni debe realizarse desde la mirada parcial y particular de algunos sujetos.
• Habrá escuelas que tienen explicitado su encuadre de trabajo y que necesitarán avanzar en instancias de
reflexión colectiva para revisar las prácticas pedagógicas y de gestión, identificar problemas y construir
propuestas de mejora. Por otra parte, el surgimiento de nuevas necesidades e ideas despliega otros proyec-
tos que se integran al proyecto institucional.
• Otras escuelas pueden haber formulado su proyecto en función de la integración a una propuesta distrital,
la inclusión en un programa o la participación en alguna convocatoria específica. Será necesario analizar
entonces el impacto que genera en la escuela, las particularidades que toma, los ajustes necesarios, la re-
formulación de la organización institucional, la vinculación con otros problemas institucionales.
• Muchas instituciones tienen una larga tradición en la formulación del proyecto institucional como en-
cuadre de trabajo y explicitación de la propuesta educativa de la escuela. Este proyecto suele revisarse y
ajustarse. En esta revisión, resulta importante plantear nuevos interrogantes sobre las problemáticas de la
escuela y las posibilidades de mejora.
Concebir el proyecto institucional desde esta posición implica entre otras cuestiones:
4
En el documento “Gestión Institucional“ del Ministerio de Educación de la Nación, del año 1994, se destaca la definición que realizan Silvia
Kremenchutzky y otros acerca del PEI: “Un proyecto institucional es la articulación entre un problema que es necesario resolver y un camino
posible para que sea resuelto. El proyecto institucional es una tarea que se construye, a la manera de un trabajo de auto reflexión colectiva que
permite aumentar el conocimiento sobre las dificultades y posibilidades de la escuela”.
“Gestionar una institución supone un saber, pero no un mero saber técnico sino un saber sobre la situación en
la que se interviene. Intento en un punto vano porque jamás podremos capturar en su totalidad los sentidos de
las diversas situaciones que acontecen en una institución, ni podremos asegurar que el proyecto que ponemos
en juego responde al conjunto de motivaciones o expectativas de los actores educativos. Sin embargo, lo que no
es vano es la posición de seguir: escuchando, proponiendo, creando condiciones, rectificando, buscando” (Birgin
y Duschatzky; 2001: 140).
Estas afirmaciones permiten reafirmar el dinamismo que toma la construcción de un proyecto institucional que
nunca, en definitiva, se concluye. El proyecto institucional no se reduce a un producto escrito sino que es, ante
todo, una modalidad de gestión.
• el planeamiento en las instituciones educativas siempre debe ser pensado desde una mirada didáctica: toda
tarea de planificación debe tener como preocupación central la enseñanza; desde esta perspectiva todo
plan que se realice, ya sea desde la dimensión propiamente didáctica del aula, ciclo o departamento, como
a nivel institucional, tiene que servir para facilitarla, promoverla, viabilizarla;
• todo planeamiento que se realice en la escuela, aun centrado en la unidad aula, no puede perder de vista
la dimensión institucional. Las decisiones de enseñanza no son decisiones que puedan tomarse desde lo
individual. Considerar la trayectoria de los alumnos a través de distintos ciclos, años y áreas en una misma
institución nos lleva a interrogarnos acerca de la manera en que las propuestas curriculares logran articu-
larse en un todo coherente. La responsabilidad de la enseñanza no puede reducirse a esfuerzos individuales
sino del conjunto.
La consideración de la trayectoria escolar institucional refuerza la necesidad y fundamento del trabajo del equi-
po docente. Por otra parte, ampliando aún más la mirada, consideramos que las trayectorias de los alumnos por
la educación obligatoria suelen realizarse en más de una institución. A su vez el aporte formativo al desarrollo
integral de los sujetos no está limitado exclusivamente al accionar de las instituciones educativas.
“Las trayectorias escolares han comenzado a ser objeto de atención en los estudios sobre infancia, adolescencia y juventud,
en las políticas sociales y educativas y en las iniciativas de las escuelas. No es una novedad que las trayectorias escolares
de muchos de quienes asisten a las escuelas en calidad de alumnos están desacopladas de los recorridos esperados por el
sistema (…) Tampoco es una novedad que estos desacoplamientos sean percibidos como problema. Sin embargo, no ha
sido sino recientemente que han sido recolocados de la categoría de problema individual a la de problema que debe ser
atendido sistémicamente. Es esta reconsideración de la categoría del problema lo que ha convertido al desacoplamiento
de las trayectorias y a las trayectorias mismas en objeto de reflexión pedagógica” (Terigi; 2007).
Desde el planteo de Terigi, nos preguntamos en qué medida el planeamiento institucional y didáctico puede
promover, facilitar, sostener trayectorias escolares continuas y completas (aunque no necesariamente lineales),
aspiración esta de las políticas de inclusión que nos animan como trabajadores de la educación.
La plena efectividad del derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes supone no solo remover los obs-
táculos de acceso a la educación sino promover y optimizar formas de organización institucional y de trabajo
pedagógico para que todos y todas logren los aprendizajes a los que tienen derecho. Hoy por hoy el cumpli-
miento del derecho a la educación nos desafía a la inclusión de nuevos sujetos, diferentes de los que habitaron
el sistema educativo en tiempos de expansión e institucionalización de la escolaridad, frente a los cuales vuelve
a eclosionar la estrategia homogeneizadora escolar que deja en el camino –fuera del sistema o dentro de él pero
con aprendizajes no relevantes- a importantes contingentes de alumnos.
Sabemos que no es posible una generalización absoluta que permita abarcar la complejidad de la cuestión. Ver a
cada sujeto y la particularidad que asume su trayectoria educativa nos lleva a planificar acciones más ajustadas
a la vez que flexibles.
Coincidimos con el planteo de Terigi al considerar que “la situación de vulnerabilidad educativa en que se
encuentran los niños, niñas, adolescentes y jóvenes con trayectorias escolares discontinuas, inconclusas y/o
signadas por el fracaso, no se explica solo por razones escolares ni se resuelve solo con intervenciones educa-
tivas” (2009: 40). Pero a la vez nos exige construir información acerca de las potenciales interrupciones en la
escolaridad y pensar en qué medida consideramos estas situaciones en el planeamiento institucional y didác-
tico. Es por eso que “se requiere producir respuestas pedagógicas precisas a las situaciones específicamente
escolares que afectan la escolaridad” (Terigi; 2009: 49). Se trata de pensar en qué medida la planificación se
vuelve herramienta potente para anticipar escenarios y proponer estrategias que atiendan las particularidades
de las trayectorias y no las estigmatice, qué posibilidades tenemos de bosquejar propuestas didácticas alterna-
tivas que contemplen otras situaciones posibles diferentes a las previstas desde la perspectiva de trayectorias
que solo son teóricas.
No se trata de pensar estrategias para encauzar lo no encauzado, sino construir alternativas hacia el interior
de cada escuela que puedan contemplar otras formas en las que los alumnos puedan aprender. El desafío se
centra en comprender que “si bien nuestro sistema educativo descansa en una tradición de trayectorias escola-
res preconfiguradas, homogéneas y estándar, otras trayectorias educativas son posibles y resultan igualmente
eficaces” (Terigi; 2009: 21).
5
Terigi plantea que las “trayectorias escolares teóricas” expresan recorridos de los sujetos en el sistema que siguen la progresión lineal prevista
por este en los tiempos marcados por una periodización estándar. En cambio, las “trayectorias reales” muestran otras posibilidades de esos
recorridos. Es por eso que encontramos “trayectorias no encauzadas” que responden a itinerarios heterogéneos, variables y contingentes.
El tiempo
P
ara abordar las reflexiones alrededor de la variable tiempo, la propuesta
consiste en acompañarlos en la realización de un análisis sobre la propia
organización horaria diaria y semanal que se desarrolla en su Sala-Jardín.
Las siguientes actividades a realizar se plantean con el equipo docente:
AC
• Escribir el cronograma de todo lo realizado en una jornada con ho-
TIV
IDA
rario y descripción de las diferentes actividades realizadas.
D
• Leer los siguientes aportes teóricos de Stein y Szulanski (1997).
2.- Preferimos hablar de actividades cotidianas, las que se realizan todos los días, y no rutinarias para evitar la
referencia a la rutinización en el modo de llevarlas a cabo. Sin embargo, retomamos lo que plantea Zabalza cuando
considera que una de las diez cuestiones para ofrecer educación de calidad es ofrecer rutinas estables. Nosotros
le agregamos, rutinas estables sí, rutinización como realización mecánica, no.
Reflexiones alrededor de las diferentes variables didácticas
15
que despierta el mayor interés individual. En el Jardín de Infantes este período
se conoce con denominaciones como: juego-trabajo o juego en rincones o juego
en sectores o rincones de actividad.
AC
• Realizar una lectura del cronograma escrito en la actividad ante-
TIV
IDA
rior y en él identificar cuánto tiempo de actividades grupales se pro-
D
pone, cuánto de actividades electivas, multitarea3 y cuánto de aspectos
cotidianos. Sacar porcentajes sobre el total del tiempo en que los niños
permanecen en el jardín. Reflexionar sobre los resultados grupalmente
y pensar qué deciden mantener, qué agregar, qué sacar y qué cambiar.
• Escribir propuestas para mejorar la organización del tiempo diario
teniendo en cuenta los aportes de Stein y Szulanski.
• Leer a continuación los aportes teóricos de Gibaja.
3.- La multitarea supone ofrecer varias propuestas/tareas presentadas en forma simultánea. Puede ser un ejemplo
de actividad electiva cuando se les propone a los niños elegir entre diferentes alternativas pero también puede ser
el docente, quien según sus objetivos, defina los subgrupos de niños que han de participar en cada una de las
propuestas. Por lo tanto es importante aclarar que las actividades electivas suponen una presentación en multitarea
pero la multitarea no siempre se propone como actividad electiva.
16 La organización de la enseñanza
edades de los grupos). En cambio, las actividades electivas pueden durar hasta
casi 50 minutos dado que cada subgrupo y cada niño arma su propio recorrido
manteniendo su atención según sus propios intereses y necesidades. En este
sentido, se señala la importancia de incluir todos los días un periodo de activi-
dades electivas.
AC
TIV
• La propuesta ahora consiste en abordar una tercera lectura de la
IDA
jornada y aún mejor si se ha realizado la descripción de un cronograma
D
semanal. Analizar si la propuesta atiende a una Educación Integral (en
donde se pongan en acto la alternancia, la duración y la variedad).
• Según lo trabajado en las actividades anteriores, elaborar por equi-
pos de docentes, un conjunto de “Recomendaciones a tener en cuenta
para planificar la distribución del tiempo, diaria y semanal”. Socializar-
las, ponerlas en práctica y luego de un mes volver a reunirse y realizar
nuevamente el análisis de las prácticas visualizando cambios y perma-
nencias en la tarea docente y en el comportamiento de los niños.4
Los grupos
Al pensar en los modos en que pueden
organizarse los grupos para desarrollar las ac-
tividades se reconocen actividades propuestas
al grupo total, en pequeños grupos, en parejas
y de participación individual. En la Educación
Inicial ponemos énfasis en privilegiar y dar
mayor tiempo al desarrollo de actividades or-
ganizadas en pequeños grupos o de participa-
ción individualizada, dado que resulta central
respetar los tiempos personales e individua-
les de aprendizaje, creando un ambiente, un
clima de trabajo tranquilo donde todos según
sus tiempos y posibilidades se encuentran
comprometidos con tareas que promueven
la apropiación de contenidos de enseñanza. A
continuación se propone una nueva tarea:
4.- Se puede habilitar /abrir/un libro/cuaderno institucional donde se escriban y registren las elaboraciones didác-
ticas, producción de saberes pedagógicos para construir un marco común, para publicar, para socializar con otros
colegas.
20 La organización de la enseñanza
AD
TVI ID Lean nuevamente el cronograma de actividades diarias y reconozcan:
AC ¿En cuántas actividades de la jornada los chicos desarrollan lo propues-
to: en grupo total realizando la misma tarea todos juntos, al mismo
tiempo y en el mismo lugar?; ¿en cuántas actividades se propone tra-
bajar en pequeños grupos?; ¿en cuántas actividades se arbitran medios
para que sea posible un desarrollo individualizado? Pensar si se quiere
mantener el tipo de organización de los grupos para cada uno de los
momentos.
AC
TIV
Contesten la siguiente pregunta en grupo:
IDA
¿Planifican la conformación de subgrupos tomando diferentes criterios?
D
Si no lo hacen, luego de lo expuesto, ¿consideran interesante incluir
este aspecto en el conjunto de toma de decisiones que como docentes
realizan diariamente y al planificar sus unidades didácticas o proyectos?
¿Para qué otros momentos pensarían que es conveniente conformar los
grupos?
5.- Para ampliar consultar Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación (2007) La sala multiedad
en la educación inicial: una propuesta de lecturas múltiples, Buenos Aires. Disponible en http://www.me.gov.ar/
curriform/publica/multiedad.pdf.
22 La organización de la enseñanza
AC
T
Dibujen el plano de su sala señalando ubicación y tipo de mobiliario y
IVI
DA
los materiales que se encuentran en cada espacio o mueble. Igualmente,
D
releven espacios posibles de ser utilizados para enseñar en los espacios
institucionales compartidos.
Resulta interesante
tomar los aportes de Iglesias
Forneiro (1996) para carac-
terizar los diferentes mo-
delos de organización del
espacio del aula /sala. Una
sala organizada centralmen-
te con mesas y sillas y es-
tanterías sobre las paredes
corresponde al modelo de
territorios personales. En
estos se prioriza la actividad
individual y de grupo total.
El segundo modelo organiza
el espacio de la sala en diver-
sas zonas con funciones di-
versas, zonificándola según
diversas áreas de actividades a elegir. En general, en estas salas se delimitan
espacios muy definidos que otorgan intimidad y concentración hacia el inte-
rior de cada una de las propuestas. En este caso las mesas pueden estar en un
sector diferente además del sector zonificado. El modelo mixto ubica las mesas
dentro de las zonas de juego y trabajo y los niños cuando realizan actividades
de grupo total se sientan en las mesas dispersas, o bien se las corre momentá-
neamente hacia el centro de la sala para lograr una reunión de todo el grupo.
Veamos algunos esquemas de estos modelos.
26 La organización de la enseñanza
MP
M A A A M
M
A
A A
M A M
A
A
MP
M M M
M
M MP
M M
MP: Mesa del docente.
A: Mesas de los alumnos.
M: Muebles.
Reflexiones alrededor de las diferentes variables didácticas
27
b) Modelo de distribución por Funciones o áreas de actividad.
R
R R
R R R R
Espacio Libre
R R
R R R
R
R R
R R
R
Alfombra
Alfombra R
R R R R
c) Modelos Mixtos
A M A
MP M
M M
M A Espacio MP
M A
Zona A libre
libre
A Bancos
A
A M
M A
M
R R R R
R R Alfombra
A A A
A A
R
R R A A
R R
R R R R MP
A A
A
R
A A
Alfombra A
R
R
Espacio A
Libre A R R
A
R
R R
M M
Reflexiones alrededor de las diferentes variables didácticas
31
Organización: zonas de actividades
La Sección de 2 años en Francia (1985)
Perlas
Taller juegos Taller de
construcción trozado
Grabador
Semillas
Objetos Banco
de Arrastre
ZONA DE Fotos
DESPLAZAMIENTOS imágenes
Banco
Rincón
Mesa para Agrupamiento
dibujar Banco
Almohadones Dormitorio
Rincón Pintura Libros Rincón Rincón
Rincón Cocina Muñecas
Relajación Puerta
Crayones
eta
ra
ale
on
Esc
l c h
Mesa de Co
arena
Tobogán
Caja del
Pizarrón
Rincón tesoro
manipulación
Hojas
Rincón de
Rincón de encuentro
Mesa de
dibujo
la muñeca
D
DA
TIVI Comparen los planos de sus salas y la distribución del mobiliario con
AC los modelos presentados por Forneiro.
• ¿Qué características tiene la organización espacial de sus salas?
• ¿A cuál de los modelos propuestos por Forneiro responden?
• ¿Creen conveniente revisar esta organización espacial? ¿Por qué?
• Discutan sobre los espacios compartidos, SUM, patio, pasillos, salas
para talleres, Sala de música u otros espacios si los hubiere. ¿Se podrían
transformar en un escenario alfabetizador?
El contenido a enseñar
para una educación integral*
La participación activa de los niños/as en variados dominios culturales
–en el contexto de interacción con otros niños y adultos– promueve la apro-
piación de los contenidos de la cultura, el proceso de construcción de la propia
identidad y la inserción social de los más pequeños.
*.- La siguiente sección retoma los planteos desarrollados en Políticas de enseñanza (MEN, 2011).
34 La organización de la enseñanza
2.Tipos de investigación:
Ya tenemos entonces nuestra duda o problema, ya hemos descubierto
información de autores e investigaciones que se han realizado sobre tal tema,
ya hemos definido nuestro marco teórico y hemos explicitado los objetivos de la
investigación. Con este conocimiento a cuestas, estamos en condiciones de
realizar el siguiente paso: optar por una investigación de corte cuantitativo o
de corte cualitativo (en otros casos, de convergencia paradigmática). Las
investigaciones cuantitativas buscan conocimiento objetivo, sin detenerse en el
estado subjetivo de los agentes involucrados, busca proporcionar datos
objetivos y generalizables, medibles y reproducibles. En cambio, las
investigaciones cualitativas se centran en los estados subjetivos de los agentes
y la búsqueda de comprensión sobre su universo de significados; en tal
sentido, podríamos decir que las investigaciones cuantitativas buscan explicar y
las cualitativas comprender.
En el caso cuantitativo, el siguiente paso sería brindar una respuesta
posible, “tentativa”. A mi duda inicial, y habiendo recabado información,
arriesgo una respuesta. Tal respuesta puede denominarse hipótesis. La
hipótesis es una conjetura, una afirmación que pone en relación variables; de
forma un tanto grosera podríamos decir, por ejemplo: Mi duda es ¿por qué lxs
alumnxs no aprenden?, procedo a investigar qué se sabe actualmente sobre el
tema, y a partir de lo leído, arriesgo una hipótesis: Lxs alumnxs no aprenden
porque el vínculo pedagógico con sus docentes se ve interrumpido por la falta
de satisfacción en sus necesidades básicas”. En esta conjetura “hipótesis”
intervienen variables. Cuando decimos “variables”, nos referimos a los atributos
o cualidades del objeto de estudio: edad, comportamiento, cargo, etc. Nuestra
hipótesis relaciona todas estas variables. Ahora bien, observemos que “vínculo
pedagógico” o “necesidades básicas” son variables bastante abstractas, es
decir, no las vemos frente a nuestros ojos como quien ve una pared o un árbol.
¿Cómo hacemos para investigar algo abstracto?, tal variable, entonces, debe
ser “operacionalizada” es decir, hay que descomponerla en aspectos que sí
puedan ser observados concretamente. Supongamos que la variable compleja
“vínculo pedagógico” decidimos operacionalizarla mediante los siguientes
concretos: cantidad de interacciones con alumnxs, tiempo de conversación,
cantidad de actividades realizadas en conjunto, etc. Estas últimas expresiones
concretas sí son observables, medibles y apreciables, y entonces, a partir de
ellas, podremos “apreciar” la variable compleja “vínculo pedagógico”. De este
modo, lo abstracto deviene empírico, observable. Todos estos datos se vuelcan
en una matriz. Las matrices permiten organizar la información para realizar un
análisis y una interpretación. Sin embargo, por la especificidad de nuestro
análisis, no nos adentraremos en ello a nivel práctico, aunque acercamos
bibliografía obligatoria para introducirse en su conocimiento.
En el caso cualitativo, en el que nos centraremos en la cursada, en
lugar de verificar teoría buscaremos comprender, y para poder hacerlo,
debemos sumergirnos en el entorno de lo que buscamos comprender, conocer
las relaciones que se dan, sus actores, sus expresiones subjetivas, etc. Tal
comprensión sería difícil si, de antemano, elaboramos una hipótesis que
buscamos verificar, pues antepondría nuestras concepciones a la mirada lxs
actores. De este modo, optamos por otorgar una mirada protagónica de los
mismos, esto es, privilegiar la “perspectiva del actor” abriéndonos a conocer
lo que nos proponen; explorar en lugar de contrastar lo que ya suponíamos. Es
por esto que la investigación cualitativa será más flexible y utilizará otras
herramientas.
Como verán, a lo largo de la materia hemos realizado varios de estos
pasos: hemos suscitado dudas y problemas, hemos acercado bibliografía
específica sobre lo que conocemos hasta el momento de los mismos, y
tenemos una unidad de análisis: la institución. De ahora en adelante, nos
queda seleccionar nuestras unidades de información e intentar comprender su
dinámica y realidad. ¿Pero cómo recolectamos la información?, para ello,
disponemos de diferentes técnicas e instrumentos. Sin embargo, nos
centraremos en dos específicamente: la observación y la entrevista en
profundidad.
AÑO 2008
CAPITULO IV. MÉTODOS CUALITATIVOS E INVESTIGACIÓN
INTERPRETATIVA EN EL CAMPO DE LA EDUCACIÓN
“(...) Los fenómenos sociales en general y los educativos en particular, (...) manifiestan
dos características que los diferencian claramente de los fenómenos naturales:
- El carácter radicalmente inacabado de los mismos, su dimensión creativa,
autoformadora, abierta al cambio intencional.
- La dimensión semiótica de tales fenómenos. La relación en parte
indeterminada
y, por tanto, polisémica entre el significante observable
- y el significado latente, de todo fenómeno social o educativo”.
Pérez Gómez (1994) 1
1
Pérez Gómez, A., “Comprender la enseñanza en al escuela. Modelos Metodológicos de investigación
educativa”, en Gimeno Sacristán, J. y Pérez Gómez, Comprender y Transformar la enseñanza, Madrid, Morata,
1994.
2
“Esta diversidad de disciplinas y perspectivas no representa una anomalía, menos aún una crisis de la
investigación educativa, sino su estado normal”. Piña Osorio, M., “Consideraciones sobre la etnografía
educativa” investigador CESU UNAM http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/132/13207804.pdf, sitio
consultado en mayo de 2008.
3
Pérez Gómez, A., op. cit., p. 115.
161
Encontraremos denominaciones diferentes para las investigaciones centradas fundamentalmente en
métodos cualitativos: cualitativa, naturalista, etnográfica, interpretativa. Realizamos una breve
digresión para señalar que, si bien los estudios cuantitativos reciben generalmente la caracterización
de enfoques positivistas o empírico analíticos, también solemos encontrarlo bajo la denominación de
“naturalistas”, tal como emplea el término Klimovsky. No obstante, etnógrafos como Hammersley y
Atkinson 4 , llaman naturalista al modelo o paradigma interpretativo.
Independientemente de las formas de denominación que encontremos referidas a los estudios
cualitativos, el término “naturalista” adquiere en el marco de la investigación interpretativa, el
significado de una preocupación centrada en indagar los hechos o fenómenos educativos en su
“realidad natural”, en contraste con los métodos experimentales y cuantificadores de la realidad.
Desde el enfoque interpretativista, la fragmentación del fenómeno en variables y acciones de control y
manipulación, producen una deformación artificial de la realidad educativa. Por oposición, la
investigación cualitativa sostiene una concepción holística, esto es, comprender, en profundidad y
desde la totalidad contextual en que se producen las prácticas, el significado de los hechos
educativos.
En esta perspectiva, la naturaleza de lo específicamente educativo, es radicalmente diferente de los
fenómenos físico-naturales, dado que no estamos ante una realidad fija, estable. Su carácter inacabado
y constructivo, implica que los sujetos co-construimos nuestra realidad, a la que “hacemos” y
“reactualizamos” cotidianamente 5 . Los hechos educativos desde esta perspectiva, nos muestran una
dimensión subjetiva que es fundamental para la investigación. Ello implica que las prácticas
educativas tienen, además de dimensiones observables y medibles, un carácter de signo, en cuanto los
sujetos atribuyen “significados” a los escenarios en que se encuentran, los otros sujetos y objetos con
los que interactúan y las prácticas que desarrollan 6 .
Los individuos son vistos desde este enfoque, como agentes activos que hacen la realidad de la que
participan y en la que se encuentran inmersos, aunque este “hacer” tenga condicionamientos
objetivos.
4
“El naturalismo se mueve dentro de una amplia gama de corrientes filosóficas y sociológicas: el
interaccionismo simbólico, la fenomenología, la hermenéutica, la filosofía lingüística y la etnometodología”
Hammersley y Atkinson, Etnografía: métodos de investigación, Barcelona, Paidós, 1993, p. 20.
5
“Así, pues, los modos de pensamiento y comportamiento individual y colectivo, así como las normas de
convivencia, las costumbres y las instituciones sociales, son el producto histórico de un conjunto de
circunstancias que los hombres construyen de forma condicionada, es decir, que las elaboran activamente tanto
como pasivamente las padecen” Pérez Gómez, op. cit., p. 119.
6
Conviene aclarar que, con ello, no afirmamos ninguna coherencia “necesaria” entre lo que “dice que hace el
sujeto” y lo que “hace”. Es lo que las ciencias sociales han puesto de manifiesto: la opacidad de lo social no
puede superarse por la mera recurrencia a los dichos de los sujetos acerca de su realidad, sino a través de un
conjunto de estrategias investigativas que triangule datos, tanto de las condiciones objetivas como subjetivas.
162
Al centrarnos en los signos y significados, necesitamos desarrollar estrategias de abordaje que nos
permitan identificarlos en su contexto natural, situacionalmente, pues “(...) el hombre es una animal
suspendido en redes de significados que, en gran medida, él mismo ha contribuido a tejer” 7 .
Otras veces, cuando necesitemos buscar respuestas a preguntas que nos inquietan en relación con
aspectos poco estudiados de un determinado problema, será adecuado realizar un estudio
exploratorio. A través de un proceso de trabajo con los datos cualitativos, de categorización,
codificación y progresiva abstracción, se intentará arribar a hipótesis para futuros trabajos de
investigación.
La investigación cualitativa tal como la conocemos actualmente, tiene sus orígenes a fines del siglo
XIX, y es el resultado de sucesivas innovaciones respondiendo a diferentes tradiciones intelectuales
provenientes de Alemania, EEUU, Francia y Gran Bretaña. Sin embargo, las técnicas que emplea son
mucho más antiguas. “La observación descriptiva, las entrevistas y otros métodos cualitativos son tan
antiguos como la historia escrita (Wax, 1971). Wax señala que los orígenes del trabajo de campo
pueden rastrearse hasta historiadores, viajeros y escritores que van desde el griego Heródoto hasta
Marco Polo. Pero solo a partir del siglo XIX y principios del XX lo que ahora denominamos métodos
cualitativos fueron empleados conscientemente en la investigación social” 8 . Factores de contexto, los
cambios ocurridos en los diferentes ámbitos de la vida moderna, especialmente desde el siglo XIX,
tales como la urbanización y el impacto de la inmigración, presentaron nuevos interrogantes a las
ciencias humanas.
El estudio realizado sobre parentesco y tipos de comunidad, en 1855, por Frederick Le Play (The
european working class) en relación con las familias de clase trabajadora, constituye uno de los
primeros trabajos basados en la observación participante. En esa misma época, Charles Booth en Gran
Bretaña, lleva a cabo una serie de estudios relevantes sobre la naturaleza de la pobreza en Londres. A
estos estudios, se agregan los de Henry Mayhew quien se ocupó de profundizar en las condiciones de
vida de las personas pobres utilizando entrevistas en profundidad e historias de vida.
7
Pérez Gómez, op. cit., p. 120.
8
Taylor S. J. y Bogdan, R., Introducción a los métodos cualitativos de investigación, Buenos Aires, Paidós,
1987, p. 17.
163
Los métodos cualitativos fueron más rápidamente aceptados por los antropólogos que por los
sociólogos. Fue Bronislav Malinowski (1932) el primer antropólogo cultural que brindó una
descripción detallada de su enfoque de investigación.
Los orígenes de la etnografía datan de fines del siglo XIX y comienzos del XX, época de nueva
expansión colonial, cuando la “civilización” occidental se encontró con nuevas lenguas y culturas,
formas de organización familiar y parental diferentes, técnicas corporales desconocidas, hábitos
alimenticios y de sociabilidad que no se enmarcaban en las pautas sociales conocidas. En condiciones
como las mencionadas, no hubiera sido posible el recurso a estadísticas, encuestas, etc. y explica en
buena medida, la adopción de los métodos cualitativos, como la observación participante, por parte de
los antropólogos.
Ya en el siglo XX, la metodología cualitativa comenzó a tener una mayor difusión en la sociología
americana con la “Escuela de Chicago” (1910-1940). Estos investigadores asociados a la universidad
de Chicago, produjeron un conjunto de obras basadas en la observación participante de la vida urbana,
e historias de vida. Uno de los trabajos más relevantes es el clásico estudio sobre la vida de los
inmigrantes y sus familias en Polonia y los EEUU –basado tanto en la observación participante, como
en entrevistas en profundidad y en nuevas fuentes de información ( documentos personales) – de
Thomas y Znaniecki, “The Polish Peasant in Europe and America” (1918-1920).
Contemporáneamente nos encontramos con la New School for Social Research de New York, una
corriente fenomenológica en torno a Alfred Schutz, orientada a la descripción sistemática del mundo
de la vida, del sentido común, como realidad social.
Hacia fines de la década de los 40 y hasta la década del 50, la metodología cualitativa comenzó a
declinar, resurgiendo hacia los 60 cuando aparecen los estudios rigurosos de Goffman (1961) y
Becker (1963), entre otros. Se publican libros sobre los fundamentos filosóficos de la investigación
cualitativa, y también sobre el desarrollo de teoría a partir de dichas técnicas, como es el caso de la
Teoría fundada de Glaser y Strauss en 1967. También aparecen publicaciones periódicas dedicadas a
estudios cualitativos, (Urban life, Qualitative Sociology).
Existe una gran variedad de posturas y concepciones en relación con la metodología cualitativa. Lo
más característico de la misma es la perspectiva fenomenológica. “Para el fenomenólogo, la conducta
humana, lo que la gente dice y hace, es producto del modo en que define su mundo. (...) el
fenomenólogo intenta ver las cosas desde el punto de vista de otras personas” 9 . A su vez, dentro de las
concepciones fenomenológicas, encontramos dos enfoques principales: la etnometodología y el
interaccionismo simbólico, que constituyen las tendencias predominantes, de cuyas características
fundamentales haremos una breve exposición.
9
Taylor y Bogdan, op. cit., p. 23.
164
La etnometodología
En este caso el foco de atención está puesto no tanto en los métodos sino en el tema y objeto de
estudio: cómo hacemos las personas para mantener un “sentido de la realidad externa”. Un
etnometodólogo estudia los modos en que las personas nos valemos de reglas culturales y
percepciones de sentido común, para hacer que la rutina cotidiana aparezca como “natural”,
explicable y sin ambigüedad. En este sentido, los significados son una “realización práctica” de los
individuos en sociedad. Por ejemplo, Garfinkel en 1967, a través de una variedad de técnicas que
denomina “procedimientos de fractura”, ha tratado de adentrarse en las reglas sobreentendidas del
sentido común que rigen la interacción cotidiana.
El interaccionismo simbólico
Como fuentes del mismo es necesario considerar las obras de Horton Cooley (1902), John Dewey
(1930), George Herbert Mead (1934-38) para mencionar los autores más importantes entre otros.
Taylor y Bogdan ven en la obra de Mead (1934) Mind, Self and Society y sus seguidores, Howard
Becker, Blumer, entre otros, la más influyente y sólida presentación de esta perspectiva, que analiza
los procesos de interacción en la vida cotidiana 10 .
Existen tres premisas fundamentales que sustentan al interaccionismo:
1) Las personas requieren, para actuar tanto respecto de personas como cosas, una base de
significados: los significados que estas cosas y o personas tienen para ellas. Las personas no
responden meramente a estímulos o se rigen por un “guión” cultural, sino que son los
significados los que influyen en sus acciones.
2) Los significados son productos sociales, esto es, una persona aprende de las demás la forma
de ver el mundo.
3) Los significados que los actores sociales asignan a las cosas y a las personas (y a sí mismos)
son producto de un proceso de interpretación. De este modo la interacción supone un proceso
continuo de interpretaciones y definiciones de situaciones diferentes por personas diferentes
que pasan por diferentes experiencias.
No obstante las perspectivas cualitativas no se reducen a las dos mencionadas sino que abarcan un
espectro muy variado i .
10
Taylor y Bogdan, op. cit., p. 24.
165
Investigación etnográfica e investigación educativa en América Latina
Para Corenstein (1992: 359-360): se refuerzan los enfoques teóricos surgidos desde principio de
siglo, como es el caso del interaccionismo simbólico de George Herbert Mead y de Blumer, o
bien cobran mayor peso perspectivas de interpretación como la fenomenología social de Alfred
Schutz, la etnometodología de Cicourel y Garfinkel, la hermenéutica de Gadamer y Ricoeur, la
teoría crítica de Habermas y la construcción social de la realidad de Berger y Luckmann. La
noción de Verstehen (comprensión del significado) adquirió mayor importancia, y las cuestiones
relativas a la interpretación de la vida social se volvieron centrales en este análisis 11 .
Hacia fines de la década de los setenta, comenzó una búsqueda de concepciones teórico-
metodológicas que permitieran estudiar la escuela por dentro, en su realidad “natura”, surgiendo de
este modo, una gran variedad de enfoques y desarrollos ii .
Esta variedad de enfoques que hace difícil realizar una caracterización rígida de la investigación
cualitativa, se puede apreciar en la existencia de:
11
Piña Osorio, op. cit., p. 3.
12
Ibídem, p. 5.
166
Los trabajos producidos abarcan desde estudios descriptivos y anecdóticos, marcadamente
empiristas, hasta investigaciones interpretativo- hermenéuticas, y trabajos enmarcados en las grandes
teorías sociales. Otros se aplican a superar la dicotomía micro y macro.
En nuestro país se realizan con frecuencia, investigaciones cuyos diseños incluyen entrevistas no
estructuradas o semi-estructuradas y observaciones no participantes. En otros ámbitos geográficos,
sucede algo similar, solo que son más frecuentes los trabajos de campo de estancia prolongada, como
es el caso de la observación participante, con registros de campo y entrevistas 13 .
Según Rockwell, el término etnografía se aplica a una gama diversa de alternativas de
investigación cualitativa que incluye la investigación participante y las historias de vida, y debe
abocarse a la comprensión situacional de lo que ocurre en cada contexto escolar. La etnografía crítica
tiene como objetivo principal la intervención del investigador para que los actores tomen conciencia
de su situación político-social 14 .
En la perspectiva de Pérez Gómez “(...) la investigación se convierte en un estudio de casos dentro
del enfoque interpretativo, porque solo se pueden interpretar completamente los acontecimientos
dentro del caso que les confiere significación” 15 .
Para otros, por investigación etnográfica entienden el relevamiento de información mediante un
trabajo de campo, con entrevistas y registro de observaciones, que puede desarrollarse en relación con
una muestra intencional, aunque no necesariamente compuesta por un caso o dos. A su vez, las
historias de vida también buscan la comprensión mediante la entrevista en profundidad, para captar el
significado singular de una biografía, en el contexto específico, social e histórico, en el que se
desarrolla.
Queda claro entonces, que debemos considerar las variantes de investigación cualitativa y
diferentes maneras de llegar e informar los resultados de estos estudios. En algunos casos, el
investigador se limita a transcribir la palabra del actor, con escasos elementos interpretativos por parte
del investigador. No obstante, si entendemos que el objetivo es interpretar la forma en que los actores
construyen la práctica educativa cotidiana, esto es, comprender el sentido de sus acciones, o realizar
13
“Es conveniente hacer una precisión con respecto a esta amplia gama de trabajos: más que un tipo de
investigación etnográfica, lo que se presenta son investigaciones que ponen la mirada en el actor, en su
"significatividad" y en su entorno, pero cada trabajo tiene un tratamiento particular. Algunas son descriptivas y
otras interpretativas; algunas alcanzan el significado de las actuaciones, mientras que otras se quedan en simple
señalamiento; algunas parten de supuestos teóricos para construir tipos ideales, cuando otras se limitan a narrar
lo que observan, sin jerarquización ni articulación. Otras más, buscan la interpretación de las acciones sociales,
mientras que otras tratarán de hacer historias de vida. No faltan aquellas que tienen como cometido la
intervención del investigador en el ambiente escolar, con miras buscar su modificación”. Piña Osorio, loc. cit.
14
Ver Rockwell, E., “La etnografía como conocimiento local”, en Mario Rueda, Gabriela Delgado y Jacobo
Zardel (coords.), El aula universitaria. Aproximaciones metodológicas, México, CISE-UNAM, 1994, pp. 55 -
72.
15
Pérez Gómez, op. cit., p. 126.
167
una descripción densa, no todos los trabajos basados en técnicas cualitativas serían etnografías
escolares.
No pretendemos resolver aquí la cuestión, pero adoptaremos para caracterizar la investigación
cualitativa en educación, aquello que la define fundamentalmente: la interpretación del sentido y los
significados que los actores atribuyen a las prácticas educativas, en un contexto de interacción sujeto-
sujeto, con un compromiso importante del investigador con la transformación y el desarrollo de la
reflexividad.
Otro elemento importante en relación con el investigador cualitativo, es el hecho de que realiza un
trabajo de características muchas veces asociadas con lo artesanal. A medida que queden explícitos
los procedimientos de recolección, procesamiento, análisis e interpretación de los datos, este carácter
se irá develando con más claridad.
Antes de desarrollar cada uno de ellos, veremos los tipos de muestreo que caracterizan a los
diseños cualitativos, ya que se requiere un paso previo al trabajo de campo: definir nuestra/s
unidad/es de análisis.
Sin embargo también podríamos encontrarnos con el hecho de que por razones concretas, la
población a estudiar (o muestra) ya esté predefinida. Por ejemplo, si deseamos realizar un estudio con
los ingresantes al profesorado de un ciclo lectivo determinado, la pregunta será:
16
Pérez Gómez, loc. cit.
168
En cualquiera de los dos casos, nos encontraremos con otros interrogantes:
¿Podremos generalizar a partir de ella? ¿Es nuestro propósito generalizar los resultados?
En relación con la cantidad de sujetos no hay criterios formales en juego, no se requieren muestras
aleatorias. Si pretendiéramos generalizar al universo de U.A., serán pertinentes los criterios
sustanciales, aquellos que se aplican a determinar la analogía entre la muestra y el universo. Un caso
puede representar al universo si se lo considera como espécimen de una especie, y por lo tanto reúne
las mismas características estructurales.
Un aspecto de suma importancia son las características de las U.A. a elegir, en relación con el tipo
de preguntas planteadas. En este sentido:
Es razonable no dejar al azar la selección, sino escoger a los sujetos en forma de incluir por ejemplo,
toda la variedad necesaria de sujetos; o bien solo incluir sujetos opuestos por sus características; o
solo tomar un grupo poco frecuente, por ejemplo.
Clarificados los aspectos anteriores, una buena muestra dependerá de articular nuestra estrategia
global con las decisiones acerca de la muestra. Por lo general, las investigaciones cualitativas son de
tipo exploratorio-descriptivas, tendientes a generar suficiente comprensión acerca de fenómenos poco
conocidos, o a profundizar cierto tipo de problemáticas, a fin de generar nuevas ideas e hipótesis. En
los casos más ambiciosos en que el investigador se propone generar teoría, (es el caso de la Teoría
fundada de Glaser y Strauss) se propone el llamado muestreo teórico.
A continuación, el cuadro muestra los diversos tipos de Muestreo, típicos de la mayoría de los
trabajos de investigación cualitativa.
169
Muestreo accidental o de conveniencia: consiste en elegir a los individuos más próximos como
informantes y continuar este procedimiento hasta que se haya agotado el tamaño requerido de la
muestra.
Muestreo por cuotas: es el equivalente no probabilístico del muestreo estratificado. Con este tipo de
procedimiento, se obtienen cantidades proporcionales de los diversos sujetos que componen la
población total, según los encontramos en el universo.
Muestreo intencional: en este caso, se seleccionan casos que serán incluidos según los consideremos
como casos “típicos”, o casos que por su especificidad, sus características, responden a las
necesidades propias de nuestro diseño.
Muestreo por bola de nieve: generalmente se trata de informantes clave que nos conectan
progresivamente con otros que, por sus características, son adecuados para nuestra investigación.
Cada uno de los informantes genera nuevos sujetos para la muestra que se va constituyendo.
Muestreo teórico: este tipo de muestreo es característico de la Teoría fundada de Glaser y Strauss. Se
trata básicamente de proceder seleccionando casos o informantes, en la medida en que cada uno de los
que se adicione, arroje nuevos elementos, nueva información. Cuando se llega al punto en que los
casos nuevos no agregan nueva información, estamos ante la saturación teórica. Generalmente este
tipo de muestreo sirve para el estudio en profundidad que se propone generar teoría, para lo cual es
necesario considerar toda la variada gama de casos posibles. En este sentido, dado que la teoría se
propone encontrar las regularidades de un fenómeno determinado, servirá para la comprensión de
todos aquellos casos de la misma especie.
Resueltas las decisiones atinentes a la muestra, desarrollaremos las estrategias metodológicas
cualitativas.
• Triangulación.
• Observación participante.
170
• Observación no participante o externa.
• Entrevista.
• Focus group (grupos focalizados).
• Investigación –Acción.
IV.3.1. Triangulación
Comenzaremos con una estrategia que es sumamente conveniente en los estudios de caso. Puede
tratarse de un estudio de caso único o bien de casos múltiples, con objetivos comparativos. Por
ejemplo, podríamos estudiar dos ISFD diferentes en cuanto a localización geográfica, con fines
comparativos en relación con determinadas dimensiones de nuestro interés. Algunas de ellas podrían
ser: el plan de estudios; los métodos de enseñanza; las características de los ingresantes; la matrícula;
el desgranamiento, entre otras.
Si bien distinguimos entre enfoques cuantitativos y cualitativos, en la mayoría de los estudios se
combinan técnicas cuantitativas con las estrategias cualitativas. Lo que distingue a los enfoques
cuantitativos y cualitativos, es fundamentalmente la concepción ontológica y epistemológica que
subyace en la perspectiva de cada proyecto de investigación.
La triangulación, por otra parte, es usada tanto por investigadores cuantitativistas como
cualitativistas. Cuando se combinan por ejemplo, encuestas (método cuantitativo) con entrevistas y
observaciones, estamos realizando una triangulación 17 metodológica. Con esta estrategia, se intenta
abordar de manera más completa la compleja trama de los fenómenos educativos. Su ventaja reside en
que sirve para relativizar la distorsión que el método imprime en el objeto en estudio, y en este
sentido, se vincula directamente con la confianza y validez de los datos en su conjunto. Estrictamente
hablando, se esperaría que la triangulación produjera los mismos datos a través del uso de técnicas de
medición diferentes. Sin embargo, en el marco del paradigma o enfoque interpretativo, bien sabemos
que aun el mismo método, por ejemplo una entrevista en profundidad, no producirá necesariamente el
mismo conjunto de datos, justamente porque trabajamos con un tipo de información que no es
“medible” matemáticamente. Si bien una entrevista podría ser “medida” (por ejemplo contabilizando
las veces que aparece una palabra o un tema), generalmente el investigador cualitativo se propone
algo mucho más impreciso que consiste en “comprender e interpretar” el sentido. Por lo tanto, esa
interpretación variará según el investigador. No obstante, si en relación con determinadas dimensiones
del estudio, los resultados de una encuesta “coinciden” con los de una observación externa, en
17
“En su sentido original y literal, la triangulación es una técnica de medición física: navegantes marinos,
estrategas militares y topógrafos, por ejemplo, usan (o solían usar) varias señales de situación en sus intentos de
situar un punto u objetivo único.” Cohen y Manion, op. cit., p. 331.
171
relación con cierta/s dimensión/es, encontraremos mejores argumentos a favor de nuestro análisis
comprensivista.
“Si los hallazgos son artilugios del método, el uso de métodos de contraste reduce considerablemente
las probabilidades de que algunos hallazgos consistentes sean atribuibles a semejanzas de método” 18
Tipos de triangulación
18
Ibídem, p. 332.
19
Cuadro inspirado en Denzin, The research act in sociology: A theoretical introduction to sociological
methods, London, The Butherworth Group, 1970.
20
Recordemos que los estudios transversales, según ya hemos visto, se refieren a estudios de grupos diferentes
en un momento determinado, mientras que los longitudinales, estudian a un mismo grupo en diferentes
momentos de la secuencia temporal.
172
fin de adquirir mayor confiabilidad de los datos y en el caso de que corresponda, mayor apoyo
para nuestra teoría. Del segundo subtipo ya hemos hablado.
Un ejemplo
Supongamos que estamos interesados en indagar los problemas en relación con los métodos de
enseñanza en un ISFD. Seguramente, estaremos de acuerdo en que necesitaremos el punto de vista,
tanto de los profesores como de los estudiantes. Una vez identificadas las dimensiones de nuestro
interés, podríamos realizar una encuesta con algunos datos básicos que arroje información sobre las
características de las U.A. en estudio. Luego, profundizaremos sobre cuestiones fundamentales
relativas a nuestras preguntas, con la realización de entrevistas en profundidad, tanto a docentes como
estudiantes. A la vez, sería conveniente hacer observaciones de clases. También tomar nota de
nuestras impresiones, hipótesis y vivencias durante el trabajo de campo. Todo el conjunto de
información, nos dará una más certera aproximación al conocimiento acerca de los métodos de
enseñanza, a fin de introducir los cambios que pudieran mejorarlos 21 .
21
Uno de los ejemplo de Cohen y Manion, concluye “Uno de los resultados del estudio fue que los datos de la
triangulación convencieron al maestro de que a pesar de sus manifestadas aspiraciones para llevar a cabo los
métodos de investigación/descubrimiento, su enseñanza era de hecho formal/estructurada/dirigida y que
comportamientos como ¿están todos de acuerdo en esto? fomentaban deliberadamente la dependencia de sus
alumnos en su posición de autoridad.”
173
sentido de que probablemente no existan hipótesis formales de trabajo (aunque sí implícitas, dado que
ya tenemos un bagaje de conocimiento, tanto de sentido común como teórico).
En este tipo de estrategia además, no son convenientes los diseños rígidos ya que el observador
pasará largos períodos de tiempo observando antes de saber exactamente qué y cómo preguntar a sus
informantes. Según Taylor y Bogdan, todo investigador suele tener en mente dos tipos de
interrogantes generales cuando entran al campo:
Sustanciales: son aquellos relacionados con el tipo de institución o caso específicos que se
está estudiando, o sea, con las características particulares del escenario. En nuestro caso,
podemos remitirnos al sistema escolar en alguno de sus niveles. Podría tratarse por ejemplo,
de una observación participante llevada a cabo en un profesorado determinado, en cuyo caso,
esos interrogantes, tienen como referente inmediato los problemas intrínsecos de los ISFD.
Teóricos: en este caso, los interrogantes se vinculan con problemas y categorías propias de
alguna teoría socioeducativa o pedagógica en particular.
Un ejemplo
Podríamos estar interesados en el tema de la identidad en el marco de los ISFD. Los escenarios
pueden ser variados: los mismos ISFD, los diversos espacios donde los egresados de estos institutos
desarrollan sus actividades profesionales, los equipos de investigación en los que se hallan integrados,
etc.
174
Semi-públicos: este tipo de escenario es menos común en el campo educativo que en otras
ciencias sociales, dada la especificidad del objeto de conocimiento de cada disciplina social
(bares, restaurantes, teatros, cines, negocios, museos, etc.).
Privados: por ejemplo, los ámbitos privados de trabajo, las casas particulares, cuya tipicidad
supone un modus vivendi que aspiramos comprender. Lo mismo que en el caso anterior, este
tipo de escenarios en general no son los más recurridos en nuestro campo. No obstante,
podríamos tener interés en estudiar, por ejemplo, alguna institución educativa de carácter
privado. Desde esta perspectiva, se han hecho también observaciones participantes,
conviviendo durante cierta cantidad de horas, con el grupo familiar, para estudiar fenómenos
educativos.
Se comprende que, según se trate de uno u otro, vamos a requerir estrategias diferentes para el
“acceso”.
175
objeciones que pondría el portero, y tener preparada una presentación adecuada. Ha sucedido dentro
del campo más general de las ciencias sociales, que los investigadores entraran al campo de manera
encubierta, al modo de un “espía”. Además de cuestiones éticas, esta estrategia supone también
limitaciones, ya que cuando se sabe que nuestro interés es realizar un estudio, podemos interactuar
más libremente. Pero ciertamente, si declaramos todas nuestras preocupaciones e intereses
investigativos, las personas se sentirán demasiado observadas y aprehensivas. Es sumamente
importante aclarar que todo nuestro trabajo está basado en el anonimato y la confidencialidad.
Los primeros días como observadores en un campo, nos demandarán mucha paciencia, ya que no será
mucho lo que podamos registrar; probablemente también lleguemos a sentir cierta incomodidad,
problema que irá solucionándose con el correr del tiempo. Es el momento de ir “conociendo el
terreno”, de hacerse aceptar, de entablar los lazos de empatía necesarios. En este sentido, detalles
como la vestimenta adecuada al escenario, la perspicacia para saber quien puede sentirse incómodo
ante una pregunta, etc. son todas cuestiones relevantes en este primer momento.
Conviene recurrir a preguntas del tipo: ¿Podría darme una idea general de...? (escuela o institución de
que se trate) ¿Cómo fue que usted entró a desempeñarse aquí? O cualquier pregunta de tono general
no intrusivo.
También es el momento de negociar el propio rol dentro del escenario, de manera tal que se
establezca un equilibrio entre la empatía con los actores y nuestro objetivo como investigadores. Es
decir, nuestro compromiso con la institución no puede presentarse como incompatible con nuestro
trabajo específico. Si bien podemos encarar alguna actividad de colaboración voluntaria dentro de las
actividades propias del escenario, estas requieren ser negociadas cuidadosamente.
En las relaciones interpersonales que estableceremos, es conveniente cuidar que no se obstruyan
nuestros objetivos en cuanto a qué observar y cuándo.
Por otra parte, también forma parte del oficio de investigador cualitativo, el respeto de los horarios
y las reglas de interacción de los escenarios; que podamos aportar algo a la institución desde lo
22
Taylor y Bogdan, op. cit., p. 50.
176
Rosana Guber: "La entrevista etnográfica" o “el arte de la no directividad”
Anexo:
Pautas para la observación de la Escuela
Aspectos a tener en cuenta- pautas para la observación institucional
A) El contexto
• ¿Cuáles son las características del barrio en el que se encuentra la escuela?
• ¿Cuál es el estado de las calles y servicios disponibles?
• ¿Cuáles son las características socioeconómicas de la población?
• ¿Cuál es la actividad socioeconómica del barrio (fábricas, comercios, etc.)
• ¿Existen otras instituciones culturales, sanitarias y/o educativas?
B) La Escuela
B.1. CARACTARIZACIÓN DE LA INSTITUCIÓN
• Número y nombre de la escuela
• Domicilio de la escuela
• Articulación con otros niveles de escolaridad
• historia de la escuela: fecha de creación, razón de la creación, actores,
responsables de su creación. Registro de la historia de la escuela en las
paredes: murales, dibujos, medallas, plaquetas, fotos y otros elementos
recordatorios.
Cuando hablamos de un espacio social no intentamos sólo una descripción de los “lugares”
que constituyen la escuela (muchas veces considerada meramente como edificio). En ese
sentido algunos sólo han trabajado una mirada hacia lo evidente: cuántas aulas hay en la
escuela, dónde está ubicada la dirección, qué lugar ocupa el patio o los baños, etc.
Podríamos decir que es una mirada “arquitectónica”.
Sin embargo, la arquitectura no es un reflejo de los espacios representados en un plano. La
arquitectura registra y comprende los sentidos de los lugares y de las experiencias del
tiempo en un espacio. Un espacio social se refiere a las zonas donde se establecen
relaciones, se plantean conflictos o pugnas por el sentido del mismo espacio, donde se
producen encuentros y desencuentros, negociaciones, reciprocidades, indiferencias,
autoridades o jerarquías, rituales legitimados o no, rutinas admitidas o sancionadas, etc. Un
espacio social es complejo, no lineal. En cuanto tal, es posible trazar una topografía,
representando los lugares y distribución en él; pero debemos también comprender una
topología, es decir, el sentido que ellos tienen para los sujetos que en ellos circulan y
establecen diversos tipos de encuentros.
1
significados y modos de habitarlo que no coinciden con lo prescripto por el espacio
diseñado.
3. El espacio representado (lo percibido y lo significado): aludimos a los significados que los
actores que recorren un espacio le otorgan al mismo, a sus zonas o regiones, además de
los posibles significados y sentidos que se le atribuyen a esos espacios por actores que
ni siquiera los recorren (es decir, los sentidos sociales y los significados de quienes no
circulan o se niegan a circular por ellos). Conviene distinguir aquí los significados de
quienes detentan el poder de diseñar los espacios, de los significados de quienes los
experimentan y recorren, elaborando una “descripción densa” sobre ello (es decir, una
interpretación de los malentendidos acerca de los significados de un espacio común).
Resulta clave observar y analizar aquí las cercanías y distancias, los encuentros y
desencuentros, las continuidades y rupturas entre los tres aspectos del espacio considerado.
Sin embargo, necesitamos comprender que en las instituciones educativas el espacio no
puede concebirse como un “receptáculo vacío”, sino algo configurado por el(los) cuerpo(s).
Es en los cuerpos que percibimos y construimos el “aquí”, los ejes espaciales (arriba-abajo,
izquierda-derecha), la cercanía y la distancia, el adentro y el afuera, la completitud y el vacío,
etc.
Algunos autores hablan de “escenario”, como si la institución fuera una espacio donde se
ponen en escena diferentes roles dramáticos. Otros, como el francés Michel de Certeau,
han preferido distinguir dos modos de situarse en el espacio, lo cual será valioso para
nuestra aproximación:
1. Las estrategias son el cálculo o manipulación de relaciones de fuerza que se hace posible
desde que un sujeto de voluntad y poder (sea un ejército o una empresa, un grupo
«educativo» o una escuela) resulta aislable. Postula, entonces, un lugar que puede
circunscribirse como algo propio, desde el cual administrar las relaciones con una
exterioridad, sean los enemigos o los clientes, como los educandos o los destinatarios. La
idea de “estrategia” –conviene recordarlo– proviene de la teoría de la guerra (en
especial, Karl Von Clausewitz); en ese contexto, la estrategia significa el plan para
derrotar/destruir las fuerzas, la voluntad y el territorio del “enemigo”… muchas veces
nos encontramos que, en algunas escuelas, sus destinatarios son sus “enemigos”, y que
las estrategias son imaginadas como formas de sometimiento, represión y
transmutación de sus prácticas, sus saberes, sus formas de pensar, sus lenguajes, sus
culturas.
2. Las tácticas son las artes del débil. Pertenecen a los débiles quienes, valiéndose de usos y
prácticas, actúan en un lugar que no les es propio. Las tácticas no tienen más lugar que
el del otro: el poderoso, y actúan en un terreno organizado por una fuerza extraña. Es
decir, juegan en el territorio y con las reglas diseñadas por otros (o por las estrategias).
Las tácticas son producidas por la oportunidad y el interés de apropiación de bienes o
sentidos en ese espacio diseñado por otro en el que se juega.
El reconocimiento de ellas y el interjuego entre las mismas nos permitirá percibir de
manera compleja las relaciones sociales que se producen en el espacio y la posición de los
diferentes sujetos.
Debemos suponer, además, la diferenciación entre espacio per se (como si fuera una esencia
natural) y espacio producido (como sostiene el geógrafo crítico Edgard Soja). De hecho,
los espacios sociales no son naturales, aunque muchas veces se los naturalice; ellos son un
producto siempre inacabado de las relaciones sociales, del poder, de intereses de sector, etc.
El espacio producido es un espacio geopolíticamente dispuesto (dice Michel Foucault).
Esto quiere decir que los límites, las fronteras, los territorios, es posible que no coincidan
2
con las vivencias y experiencias de sujetos y grupos. Un ejemplo no escolar es el del choque
entre el espacio producido en el cercano Oriente y la experiencia cultural histórica de los
palestinos; o la vivencia del espacio producido por la frontera entre EE.UU. y México para
los mexicanos, quienes siguen considerando que su espacio cultural histórico (California,
Texas, etc.) les ha sido robado por la potencia del norte 2. Desde esta perspectiva resulta
interesante observar y comprender los sentidos de las delimitaciones espaciales de la
escuela y sus alrededores en una comunidad, como así también las funciones y
disfuncionalidades de los diversos espacios producidos en la escuela (el patio, el aula, los
baños, etc.). Vale la pena pensar en estos términos la vivencia cultural de los distintos
lugares de la escuela, las marcaciones que los actores hacen en ellos, las interacciones que
en ellos se suscitan; un lugar interesante para observar esto es el baño, por ejemplo, si lo
“leemos” como un espacio donde los alumno escriben, interactúan, se apropian,
desarrollando y prolongando tácticas, resistencias, contestaciones a las disposiciones
escolares y a las funciones para las cuales ese espacio fue diseñado. El baño, entonces,
puede revelarnos quiénes son, cómo piensan, qué sienten o hacen los niños, más allá de las
posiciones adecuadas o esperadas en el espacio escolar.
3
periodizable), que en la modernidad ha tenido relación con los períodos medibles que
apuntan a un “futuro”.
2. El tiempo práctico, en cambio, que está dominado por la duración, la experiencia
subjetiva del tiempo, y por la oportunidad, desde la inmanencia de una interioridad; en
este sentido es kairos (el tiempo de la coyuntura experiencial).
Es interesante, en esta línea, realizar también una descripción densa que recoja los distintos
significados del tiempo, por ejemplo, para docentes y alumnos, o para los padres, etc.
En la actualidad sería posible distinguir diversos tiempos conviviendo en las escuelas.
Tiempos que poseen diferentes acentos, como lo muestra el filósofo de la geografía David
Harvey. Este autor propone relacionar los sentidos del tiempo con formaciones sociales
específicas. Su tipología nos permite reconocer la simultánea multiplicidad de tiempos que
condicionan las prácticas y estrategias en las instituciones educativas. Entre ellos:
el tiempo engañoso (ese tiempo de la sociedad organizada de duración larga),
el tiempo errático (de incertidumbre y marcada contingencia, donde prevalece el
presente),
el tiempo cíclico (como intento de disminuir la contingencia y acentuar la continuidad),
el tiempo anticipatorio (de la innovación, la discontinuidad y contingencia del cambio),
el tiempo explosivo (del fermento revolucionario y creador), etc.
En la institución educativa se percibe una pugna entre los sentidos del tiempo (incluso
aunque fuera solapada) y un escenario de confrontación múltiple entre esos sentidos
diversos del tiempo respecto de la distribución y apropiación de los saberes. Es notable
cómo los docentes suponen y conjugan en sus estrategias el tiempo “engañoso” (que suele
enmascarar las crisis y rupturas entre pasado y presente) con el tiempo “cíclico” y, con
suerte, con un tiempo “anticipatorio”, poblado de innovaciones frecuentemente
tecnológicas. Entretanto, sus alumnos interponen un sentido del tiempo frecuentemente
“errático”, y a veces “explosivo”, revolucionario y creativo. Las distancias entre ambos y
sus sentidos del tiempo producen los malentendidos en cuanto a la significación y el valor
de los saberes en función de esos inconmensurables sentidos del tiempo.
4
por ejemplo una empresa, una escuela, un hospital, el sistema industrial, el sistema escolar,
el sistema hospitalario de un país. Ellas también son y se fabrican a partir de la invisibilidad
de una urdimbre simbólica, de un magma de significaciones imaginarias que autoriza su
visualización. La institucionalidad es la forma que adopta la reproducción y la producción de
las relaciones sociales en un momento dado. Pero más que eso (siguiendo a Castoriadis) la
institucionalidad alude a una red simbólica socialmente sancionada, que actúa como “ley” y
“regla”.
Eugene Enriquez, desde una perspectiva psicoanalítica, relaciona el origen de las
instituciones con Tótem y tabú, de Sigmund Freud3. El crimen del padre hace posible la
organización social, la institución imaginaria de la sociedad. Sin embargo, la presencia del
padre es suplida por una ley que provoca el equilibrio social. Enriquez propone dos
ejemplos históricos: el asesinato de Luis XVI en la revolución francesa y el del zar Nicolás
II en la rusa. En ambos casos, asesinatos innecesarios (ambos eran reyes debilitados), pero
simbólicamente imprescindibles, porque permiten afirmar: “ya no hay „el Padre‟, ahora el
padre somos nosotros, esta nueva organización social”4. El autor muestra que el origen de
las instituciones siempre es violento, y que la finalidad de las instituciones es la canalización
de las pulsiones agresivas y amorosas (sexuales) para construir la unidad de la sociedad. No
se puede vivir sin instituciones pero, a la vez, ellas tienen un aspecto asfixiante. Tomando
también ideas de Freud, Herbert Marcuse afirma que la institución de la sociedad se hace
posible mediante la represión y retardo del principio del placer (las actividades sexuales
primordialmente) en virtud del imperio del principio de realidad (las actividades
económicas, el trabajo, el estudio, etc.). Esto se concreta en cada institución a través de un
proyecto general y de una tarea común.
La institucionalidad, como un lenguaje, ordena y otorga sentidos y significación al flujo de
experiencias, expectativas y sensaciones singulares. Como dimensión simbólica, la
institucionalidad consiste en ligar o anudar determinados símbolos (o significantes) con
determinados significados (representaciones, órdenes, incitaciones a hacer o a no hacer) y
en hacerlos valer como tales. Es decir, donde hay “indeterminación” se im-pone “lo
determinado” (lo indeterminado es racionalizado por la determinación). Para hacerlo,
muestra Castoriadis, opera sobre la base de una lógica identitaria que funda un “nosotros” y
excluye a “otros”. Ella fabrica la institución como posibilidad de coleccionar en un todo, en
un conjunto (que es unidad idéntica consigo misma) que contiene/retiene las diferencias,
de manera que quedan lógicamente eliminadas o indiferenciadas.
Castoriadis sostiene que la institución no podría existir si no es en lo simbólico. En su
dimensión simbólica, institución consiste en ligar o anudar determinados símbolos (o
significantes) con determinados significados (representaciones, órdenes, incitaciones a
hacer o a no hacer, ideas sobre educación, sobre enseñanza, sobre saber, etc.). Pero
también consiste en hacer valer esos anudamientos como “naturales”; es decir, instituirlos y
consagrarlos eludiendo su propio carácter histórico-social, haciéndolos valer como si
existieran así desde siempre.
El filósofo argentino Enrique Marí afirma que en los dispositivos de poder convergen dos
construcciones: el “discurso del orden” y el “imaginario social”. El discurso del orden está
asociado con la racionalidad: con la fuerza-racional, con la soberanía y con la ley; y el
imaginario con cierta irracionalidad: con lo simbólico, lo inconsciente, las emociones, la
3 Como se sabe, la horda primitiva estaba dirigida por el macho todopoderoso que tenía el monopolio del
poder sexual y mantenía a los hijos bajo su dominio. Un día los hijos matan al padre y se lo comen, y como
sienten culpa, erigen un tótem idealizando al padre asesinado.
4 De modo similar, EE.UU., al finalizar la Segunda Guerra Mundial, obliga al Emperador japonés a declarar
públicamente que él no es Dios, lo que permite el origen de un nuevo tipo de institución social, de un nuevo
tipo de “ley”.
5
voluntad y los deseos. Lo imaginario social está hecho de ciertas prácticas y montajes:
ficciones, soportes mitológicos, prácticas extradiscursivas, ceremonias, banderas, rituales,
cánticos, himnos, distribución de espacios, rangos y prestigios, diplomas, certificados,
marcas, apelaciones, manejos de ruidos y silencios, etc. En este sentido, la institución
escolar despliega siempre rituales que la sostienen. Estos rituales -que no son nunca
asuntos concientes- comportan siempre innumerables reglas, actos, ceremonias, símbolos,
componentes llenos de elementos de lo imaginario social. Finalmente, la institución escolar,
como institución de poder, instituye a cada momento significaciones que le son favorables
a su perduración como tal y que quedan marcadas o internalizadas tanto en los docentes
como en los alumnos.
6
cuestionamiento, de resistencia… y desde zonas de construcción de otros proyectos y
producción de otras tareas en el ámbito institucional, que frecuentemente son consideradas
transgresoras, contrahegemónicas o alternativas.
En cuanto al ejercicio y las relaciones de poder, G. Frigerio, M. Poggi y G. Tiramonti le dan
importancia a dos cuestiones. En primer lugar, a las “zonas de clivaje”: zonas de
posibilidad, de ruptura o de fractura, en las cuales hacer posible la obtención de
reconocimiento, espacios, recursos, beneficios. Conocer las zonas de clivaje es sumamente
importante porque permite que los actores institucionales puedan reconocer lugares desde
los cuales trabajar para desarrollar acciones que tiendan lazos para articular lugares de
posible fractura. Los clivajes institucionales están relacionados con el hecho de que en cada
institución, cada actor y grupo de actores, hace uso de una fuente de poder. En segundo
lugar, le dan importancia a los conflictos. Los conflictos constituyen un aspecto sustancial a
tener en cuenta en las organizaciones ya que inciden de forma determinante en el
desempeño de los actores en la institución. Según estas autoras, en toda institución el
conflicto es inherente a su funcionamiento, a su propia dinámica.
Una dimensión clave en la re-lectura de la institución escolar es el interjuego entre lo
instituido y lo instituyente en clave histórica. Por un lado, el reconocimiento de las
creencias que sostienen lo instituido, los mitos, los rituales y las rutinas. Pero además, el
reconocimiento de las historias institucionales, distinguiendo los momentos, los actores, las
pugnas, las fuerzas en juego, los idearios que constituyeron la etapa fundacional; los
tiempos de crisis, de cuestionamientos y conflictos, y las etapas refundacionales. En ese
dinamismo, por último, es importante la re-lectura de los proyectos hegemónicos y
alternativos (o contrahegemónicos) y las fuerzas, las creaciones, los sueños que en ellos se
ponen en juego.
Es cierto que, en su tiempo de crisis, experimentamos un generalizado malestar en las
instituciones. El tiempo de la modernidad en nuestras sociedades suponía la confianza en el
Estado-nación, esa “megainstitución cuyo organigrama interno es el conjunto de todas las
instituciones”, decía Ignacio Lewkowicz. Pero hoy asistimos al agotamiento del dispositivo
institucional; “cada institución es un mundo aparte” y muchas veces se autoconsidera
“productora exhaustiva de los sujetos que necesita en la situación en que los necesita”.
Cada institución tiene el aspecto de un “pequeño mundo aislado”, en ciertos sentidos se
comporta como si fuera una institución total y autoengendra identidades imaginarias que se
sostienen sólo en el interior de ese pequeño mundo aislado. Las escuelas suelen ser una
muestra de este nuevo tipo de institución.
La cultura escolar
La cultura escolar comprende un conjunto de prácticas, saberes y representaciones
producidas y reproducidas a partir de la institución escolar. Pero también incluye las
modalidades de comunicación y transmisión de saberes para poder actuar socialmente (más
allá de la escuela) que operan de acuerdo con la “lógica” del funcionamiento escolar. En
este sentido, la cultura escolar es una forma de producción, transmisión y reproducción de
saberes, prácticas y representaciones sociales, que tiende a la organización racional de la
vida social cotidiana.
7
La cultura escolar, entonces, transforma desde dentro la cotidianidad social, imprimiendo en
ella formas de distribución, disciplinamiento y control de prácticas, saberes y
representaciones aún más allá de los ámbitos identificados como la “escuela”. Como tal,
comprende las costumbres, las ritualidades y las rutinas escolares, los emblemas
identitarios, los símbolos, los ritos instruccionales, las ficciones, las lógicas de organización,
los actos escolares, los espacios y tiempos de intercambio, las situaciones de reciprocidad y
de reconocimiento mutuo.
Entretanto, David Tyack y Larry Cuban hablan de la gramaticalidad cultural aludiendo al
conjunto de tradiciones y regularidades sedimentadas a lo largo del tiempo, transmitidas de
generación en generación por diversos actores; los modos de hacer y de pensar heredados y
aprendidos a través de la experiencia organizada; las reglas del juego y supuestos
compartidos que no se ponen en entredicho y que posibilitan llevar a cabo la acción
específica de la institución, produciendo una lectura y resignificación de lo nuevo según
esas matrices heredadas. Pero también las formas de resistencia y de estratagema, más las
tácticas y las “mañas” que burlan ciertos dispositivos y regulaciones, y que se refiguran a lo
largo del tiempo y la experiencia acumulada. Con el concepto de “gramática institucional”
nos proponemos brindar un marco explicativo y de análisis para entender cómo se aplican
y adaptan los cambios; cómo y por qué determinadas propuestas o interpelaciones son
introducidas más o menos rápidamente a la vida escolar; cómo otras son rechazadas,
modificadas, reformuladas o distorsionadas a partir de esos modos de hacer y pensar
sedimentados a lo largo del tiempo; y cómo, sobre todo, este modo de leer el espacio
escolar puede aportar a generar el cambio (es decir, alentar la posibilidad de “reescribirlo”)
y cómo el cambio, en definitiva, es una combinación de continuidades y rupturas.
Uno de los rasgos de la gramaticalidad es la producción de lo que Peter McLaren denomina
paradigmas raíces. Los “paradigmas raíces” sirven como guiones culturales que existen
(porque han sido apropiados) en los docentes y en los estudiantes, que a su vez guían la
cognición y orientan las experiencias aceptables. Pero el concepto puede ser extendido a
otros espacios para comprender procesos que modelan las nuevas experiencias y los nuevos
conocimientos. Entender la gramaticalidad de esta forma, nos acerca al campo y los
alcances de la “creencia” en las prácticas. La “creencia” (en el sentido de Bourdieu) resulta
ser el tamiz a través del cual se resignifican (desde el posicionamiento de los actores)
determinadas innovaciones. Por ejemplo, la “creencia” pedagógica (o mejor, escolar) suele
recurrir a un orden anterior frente a los cambios comunicacionales o tecnológicos; mientras
que la “creencia” mediática (o suscitada por la pertenencia a una cultura mediática) es un
factor principal de resolución pragmática (no siempre feliz) de los nuevos problemas en los
espacios educativos.
Sin embargo, existe cierto nomadismo que caracteriza hoy a la cultura escolar y a las formas
de comunicación y de formación subjetiva que en ella se producen. El nómade, para el
francés Michel Maffesoli, es el hombre que va de una tribu a otra, que no tiene una única
identidad ideológica, sexual, profesional o de clase, que no se deja encerrar dentro de roles
que antes eran definitivos, en instituciones como el matrimonio. El nómade puede
pertenecer simultáneamente a numerosas tribus. Emergen en las escuelas, por ejemplo,
formas nómadas de la atención y la memoria, que suelen ser incomprendidas por el aparato
escolar.
La cultura escolar está demasiado anclada en una cultura de “lo social” y del “contrato
social” que desconoce y desconfía de la socialidad, como forma cotidiana de orientación al
otro y de interacción singular ligada a la experiencia, frecuentemente naturalizada, que se
desarrolla más allá o a pesar del “contrato social”. Vale recordar que para el filósofo Georg
Simmel, a partir de lo singular, de la experiencia y de la vivencia es posible conocer la
socialidad, como las diversas formas de relación que se dan a través de interacciones entre
8
los individuos. Si bien no es posible establecer uniformidades fijas y necesarias (como
ocurre con la figura de la “sociedad”), es posible describir e interpretar la socialidad.
Para Simmel, “la sociedad” como representación imaginaria que contiene la totalidad de las
variedades y la cristalización de hechos cambiantes, parece imposible. En cambio, “la
socialidad” revela un tipo de sociedad sometida al suceso, a la situación, líquida, porosa,
ambigua, en perpetuo estado de devenir… ¿Qué tiene que ver el “aparato escolar
moderno” con esta socialidad, a la cual rechaza y califica como fantasía de un orden
anterior a la “sociedad” o al “contrato social”? Y sin embargo, la escuela también es ese
tipo de comunidad configurada por la socialidad; una comunidad a veces transitoria, y a la
vez cotidiana y repetitiva, demasiado territorial (aunque también licuada y porosa). En esa
comunidad, la experiencia, la vivencia y lo singular, es acaso lo que tenemos que capturar
para poder “re-leer” la escuela.
Hay una tensión entre las derivaciones contractuales propias de lo social y las relaciones de
socialidad. Para Maffesoli, esto permite apreciar formas tribales de socialidad y “que el
neotribalismo se caracteriza por su fluidez, las convocatorias puntuales y la dispersión”. En
ese contexto cabe preguntarse si los sujetos educativos son hoy nómadas, o son en realidad
vagabundos. O si son “jugadores” que aceptan un mundo de riesgos e intuición, aunque
con algunas precauciones, siempre que no signifiquen un control absoluto. O si son
“turistas” que están en todos los lugares donde van, pero en ninguna parte son del lugar. En
su mundo y para ellos, lo extraño (como la cultura escolar) está domado y ya no asusta.
Según Zigmunt Bauman, el turista, huidizo del confinamiento en el hogar, acepta los
“paquetes” (en este caso, educativos) siempre que contengan estimulación, complacencia y
diversión. Tal vez, también, los sujetos educativos son “paseantes” que viven la realidad
como una serie incesante de episodios, es decir, sucesos sin pasado ni consecuencias,
donde los encuentros no tienen incidencias demasiado significativas. ¿O será que son todas
esas cosas a la vez?
Lo cierto es que emerge con fuerza en los espacios institucionales educativos una “razón
sensible”: una manera de aproximarse a lo real en su más flu ida complejidad; una
conjunción de lo material y de lo espiritual y no una oposición, destacándose el papel
de lo afectivo, de las interacciones y de lo subjetivo; una apertura a lo imaginario, lo
lúdico, lo onírico social. Esa razón sensible es característica de las nuevas formas de la
socialidad, que nada tienen que ver con el viejo “contrato social”.
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complejas relaciones entre las culturas como pluriculturales o multiculturales”. El flâneur
está “tocado” por los otros, por la otredad; pero al mismo tiempo, está atrincherado en su
posición de observador.
En cambio, cuando uno entabla, establece relaciones (aunque fueran conflictivas) con otras
culturas, lo que es más fuerte es el contacto cultural, que es posible que se construya como
verdadero diálogo intercultural. Y esto ya no puede vivirse como multiculturalismo, como una
suerte de relación entre nosotros y ellos, sino que comienza un proceso de construcción
intercultural de un nuevo nosotros (donde yo y el otro, nosotros y ellos, vamos formando
parte de esta construcción, no siempre feliz o armoniosa, del nosotros).
El contacto cultural se produce continuamente en las escuelas, y entre las escuelas y las
comunidades donde ellas están situadas. Ya no se trata sólo de relaciones entre etnias o
razas diversas, sino entre grupos generacionales a veces antagónicos, entre diferentes
sectores sociales, etc. Ese contacto no está desprovisto de pugnas por el significado de la
experiencia, de la vida y del mundo. McLaren dice que el aula debe ser considerada una
“arena de lucha simbólica”, donde se ponen en juego diferentes expectativas, miradas,
lenguajes, intereses.
Esto nos permite comprender la diferencia radical entre conocimiento y reconocimiento. En el
conocimiento de la otra y del otro, de la otra cultura, se mantiene la relación del flâneur, la
relación entre nosotros y ellos. El conocimiento también puede convertirse en un insumo para
dominar, destruir, manipular o invadir a las y los otros. En el reconocimiento, en cambio,
comienza un proceso donde se construye un nosotros con los otros y las otras. El
reconocimiento siempre implica un proceso básico de contacto cultural, que tiene como
objetivo construir un diálogo intercultural.
El objetivo de diálogo cultural e intercultural, no tiene que significar que el respeto por la
otra cultura implique aceptar sus negaciones (como la subordinación de la mujer, por
ejemplo). El diálogo es una construcción que también implica problematización de las
culturas dialogantes y prácticas de transformación de las relaciones opresivas que muchas
veces han sido naturalizadas en cada cultura.
10
acción humana. La política se instala como acción en el mundo o en el micro-mundo. Un
mundo que está formado de cosas producidas por las actividades humanas; pero también
esas cosas que deben su existencia exclusivamente a los humanos, condicionan de manera
constante a sus productores.
Antes que considerar a lo público sólo como lo visto y oído por muchos, Arendt insiste en
la recuperación de lo público como espacio de recreación de lo específicamente humano, lo
que le permite rescatar la interna relación de este ámbito con la acción y el discurso; es más,
reivindicar la palabra como forma de acción política. Para Arendt, recordemos, “(...) la
acción sólo es política cuando va acompañada de la palabra (lexis), en la medida en que esta
última convierte en significativa la praxis. Y, en este sentido, la palabra es entendida como
una suerte de acción, como una vía para conferir significado, sentido y durabilidad al
mundo y para decir nuestra responsabilidad con respecto a él”. Así entonces, Arendt afirma
la íntima imbricación entre estas dos capacidades humanas, acción (praxis) y discurso (lexis)
en cuanto de ellas surge la esfera pública.
El carácter comunicativo de la política centrado en la lexis, no significa que el diálogo
político sea siempre armonioso y esté ligado sólo al acuerdo racional o al “contrato social”.
Antes bien, la lexis es ya acción política no sólo al otorgarle significados y sentidos a la
praxis, sino que lo es también en cuanto centrada en la discusión, la disputa y el debate de
ideas, de formas de ver, de significados, de interpretaciones. Esto muchas veces lleva al
conflicto que, lejos de ser “incomunicación”, refiere a diversas formas de producir
significados y sentidos; es decir, el conflicto es también una práctica de comunicación que
habla de la praxis y sobre la que se basa la praxis. En el conflicto también se “ponen en
común” formas de ver y sentir, de interpretar y de actuar; se “comunica” la diferencia, la
oposición, la resistencia. Y es en este clima donde se trama el espacio público.
Una cuestión a resolver en la construcción del espacio público, es de qué modos se dirime
el conflicto. Si bien tenemos que alejarnos de la visión de una armonía irrealizable, también
tenemos que construir formas no violentas de dirimir los conflictos. Este es un desafío para
“re-escribir” la escuela, pero sabiendo que ese desafío se presenta en el contexto de una
sociedad que suele dirimir violentamente sus conflictos y contradicciones.
En cuanto espacio público ligado a la política y a la lexis y la praxis, uno de los grandes
problemas hoy es determinar cómo se puede conducir la escuela y las actividades escolares
en condiciones de conflictividad social y de complejidad.
La argentina Silvia Duschatzky se pregunta sobre el tipo de vínculo que une a los jóvenes
de sectores populares pobres con la escuela, una de las instituciones de mayor
perdurabilidad histórica que ha pretendido constituirse en el lugar fundamental de
construcción de identidades juveniles. En su investigación pretende recuperar esa escuela
vivida, transitada y “burlada” por lo jóvenes, no silenciando sus voces.
El hallazgo más elocuente radica en el fenómeno de la interpelación de la escuela a los
jóvenes (tanto en escuelas más abiertas y participativas, como en escuelas normativistas y
excluyentes). La escuela, en un desplazamiento de sus sentidos canónicos, parece perfilarse
como un “horizonte de posibilidad”. Los jóvenes, a la vez, impugnan la escuela y la
merodean incluso después de su paso por ella, y exhiben con orgullo su guardapolvo. Es
decir, hay un carácter de referente interpelador por fuera de sus significados “normales”.
Ese “plus” de significación de la escuela para los jóvenes de sectores populares pobres abre
a una mirada de la escuela desde el punto de vista simbólico.
Para Duschatzky, la escuela como “frontera”, más que un límite, es un horizonte. Es un
pasaje a “otro lado” que provoca reconocimiento social, una nueva experiencia de
socialidad y una puesta en juego de nuevos soportes discursivos. En la escuela se hacen
11
presentes subjetividades plurales y polifónicas y se mezclan diferentes territorios de
identificación. Es, en definitiva, un espacio público residual.
Por su parte, para el pedagogo crítico norteamericano Peter McLaren, la escuela debe ser
pensada como esfera pública y de posibilidad. A través de su trabajo de etnografía y de
estudios críticos de discurso, McLaren propone diferenciar entre “escolarización” y
“educación”. “La primera es principalmente un modo de control social; la segunda tiene el
potencial de transformar la sociedad, entendiendo al estudiante como un sujeto activo
comprometido con su desarrollo y con la sociedad”. Otorga primacía a la experiencia
estudiantil que pretende ser borrada en la arena de lucha escolar, por la vía de la imposición
de la escolarización.
En ese contexto, McLaren reconoce los discursos, las culturas y las posiciones que se
ponen en juego en la escuela como esfera pública: la cultura de la calle (o de la esquina) y a
cultura del estudiante (o posición escolar). Para el autor, la escuela es una agencia político
cultural y el currículum una política cultural, en el sentido que legitima, regula, excluye,
ordena, discursos, saberes, prácticas, formas de relación, ritualidades, etc. Se juega allí la
hegemonía; pero también allí se ponen de manifiesto micropolíticas culturales
contrahegemónicas. En ese sentido, la escuela es espera pública y de posibilidad.
En las escuelas se pronuncia la “voz” de los estudiantes. La “voz” es el conjunto de
significados multifacéticos por medio de los cuales los grupos de referencia, los sujetos que
comparten un microespacio social o determinados “polos de identificación”, hablan y
dialogan, leen la experiencia y el mundo, la “escriben” incluso antes de que nosotros (los
portadores de las estrategias) les “enseñemos” a escribirlas. La voz resulta de cierta
mediación de un discurso privado pero situado en la trama del lenguaje y de los significados
compartidos y colectivos. En ese sentido, es ciertamente precaria, incluso puede ser
transitoria. A través de la voz, una suerte de lenguaje clandestino o fugitivo, los sujetos
interpretan la experiencia, la vida y el mundo, y la hacen posible.
Finalmente, la escuela forma parte de la comunidad; no está separa de la comunidad. Como
tal, en el interior de la escuela aparecen las condiciones socioculturales del barrio o la
ciudad, de las familias cuyos niños van a esa escuela, las organizaciones, instituciones y
movimientos que interpelan a los niños y sus familias y que, a veces, interactúan con la
escuela. Es clave poder relevar y comprender los estereotipos sobre los actores escolares
que proviene del “afuera”, los sentidos que le otorgan a la escuela diferentes actores
sociales (informantes claves de la comunidad, por ejemplo); los servicios, las ofertas y
consumos culturales que existen en la comunidad además de la escuela; las condiciones
estructurales más amplias y abarcativas que permiten comprender la situación de la escuela
y sus actores.
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13
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1. LA RELACION DE LOS ACTORES CON LA
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de concertaci6n yen una gestion profesional. Desde esta perspectiva, las " como la regularizaci6n 0 normnlizaci6n de los comportamientos de los
instituciones no son consideradas como maql.linas 0 meca.nismos de reloje- sluetos, que se propone cada instit.ucion.
ria en los cualessomos un engranaje 0 una parte mas, sino como permanen- Es importante tener presente la necesidad de Ins reglas y no dejarse
tes construcciones de las que seremos simultaneamente arquitectos y "impresionar" par ocasionales conl1otnciones neg-ativas. Seria diffcil, 0
habitantes, Es decir, como actores que en nuestra relacion con otros y con imposible, pensarlas instituciones, nsi como lns sociedndes, sin leyes 0
las instituciones, construimos-la cotidianeidad, nos relacionamos de modos normas que orgnnicen Ias relnciones de los sujetos entre sf. Los ninos saben
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zonas de incertidwnbre, tenemos un pode,., Este reconoce distintas fuen- cuando juegan 10hncen a partir de convenir reglas y reglamentos. As!, pOl'
tes, conlleva conflictos y requiere una negociaci6n para su gesti6n, temas ejemplo, delimitan "In cancha"; establecen 10prohibido 0 definen 10 acep-
a los que nos referiremos en este capitulo, table; dist.ribuyen roles; seilalan Ins t.ransgresiones; fijnn espacios y
tiempos, Luego, disfrutan del juego, que es posible gracias alas reglas.
En las instituciones son necesarias las reglas que abren el
Toch nuest.ra vida transcurre en instituciones: algunas constituyen espacio para que se pueda cumplir con la funcion especifica.
un pasaje obligado para nosot.ros (Ia familia, la escuela, etc.); ot.ras son de
pertenencia voluntaria (sindicatos, elubes, partidos politicos), Precisa-
mente una caracterfstica de las sociedades modernas es que las redes Hablamos de la necesidad de las reglas, pero decimos que est.as no se
institucionales se multiplican, diversifican y complejizan, justifican pOl'sf mismas sino en la medida que favorecen, fq.cilitan y hacen
Sabemos que las instituciones se inscriben en el campo individual posible la realizacion'de una actividad sigl1ificativa. De 10 contrario,
dejando sus marcas y sus huellas y que, pOl' nuestra parte, las vamos' estariamos reivindicando un "reglamentarismo" vacfo, del que en numero-
moldeando en un trabajo cotidano. Podemos decir que individuo e institu- sas ocasiones nos hemos quejado.
ci6n se requieren y construyen mutuamente en un vinculo de permanente POI'otra parte es necesario seflalar que en la relaci6n que est.ablece-
intercmnbio'. mos con la ley se entretejen aspectos objetivos y sul!;etiuos. (,Que significa
Venmos ahora, nULSal1<l del t.ipo de inst.itucion, tmlS alla de que est-o?
nuestra pertenencia sea volul1taria u obligada, indepel1diel1temente de Los aspectos objetivos, son aquellos que se refieren a "Ia letra" de la
que se trate de inst.it.uciol1es de t.rabajo 0 recreativas: (,que es aql.lello que norma tal como est.a formulada. Pero ocurre que cada uno de nosotros a
caracteriza la relacion de cada sujeto con la instituci6n? 0, en ot.ros ,I', partir de un universo de representCIciones que inOuyen en la manera en que
terminos: (,que es 10 peculiar, propio de la relacion entre cada uno de internalizamos "esa let.ra", la entendemos de un modo u otros, la valoramos
nosotros, como actor, y la instituci6n? con matices, POI'10cual decimos que intervienen aspectos subjetivos en la
Para responder, debemos recordar que una de las acepciones del relacion con la ley.
IArmino instituci6n remit.e a t.odo 10que est.a establecido, reglamentado, es Objetivay subjetivamente, la ley tiene un doble caracter. POI'un lado,
dedI' que nos reenvta a norma, regla y ley, delimita las prohibiciones, aquello que no estcl permitido; es decir impone,
(.Que dice el diccionario de estas palabras? constrine, reprime. POl' el otro, ofrece seguridad y proteccion.
Norma: "modelo a que se ajusta una fabricacion; regIa". Este doble caracter, restrictivo y protector a la vez, es 10 qlle nos
Regla: "principio; paut.a; disciplina". , pennite afirmarque en la base de In relaci6n de los actores can la
Ley: "regIa obligatoria 0 necesaria; est.at.uto 0 condici6n para algo. institucion se hnllapresente siempre la ambivalencia. Esto determinani en
!'I'oviene dellatin ligare: ligar". nosotros una ambignedad, la que nos llevara, pOI'momentos, a sentirnos
mOScuantassituaciones institucionales involucran e~,te concepto: "tener el
atrafdos pOl' las instituciones y, en otros, a sentiI' rechazci pOl'ellas. Uno u poder", "some terse a el", "delegarlo", "tomar el podE!r", etc. A veces esta
otro C<:'lnicterpuede estar, ademas, "exagerado" 0 "sobredimensionado" pOl' positivamente valorado; otras vecessu sola enunciaci6n despierta rechazo.
nuestras representaciones acerca de la ley. Frases como "el que manda", "el que tiene la manija"f'el que 10sabe todo"
suscitan temor, respeto 0 rechazo. I
i-Que en tend em os pOl'poder?
En el coraz6n de la relaci6n de los actores con fa instituci6n A veces esta relacionado con los lugares [ormales yen particular con
se encuentran movimientos simultimeos y contradictorios de las ctlpulas de las instituciones organizadas piramidalmente. Sin embargo
atracci6n-repulsi6n, el poder no siempre esta allf. Las redes informales de una institucion dan
cuenta de como se ha distribuido 0 concentrado el poder en las practicas.
cotidianas de la institucion.
Estos movimientos de atraccion y repulsion pueden relacionarse con Podemos decir que un actor 0 grupo de actores posee poder wando
otra tension, la que se establece en toda instilucion entre zonas de tiene la capacidad de hacer prevalecer su posicion 0 enfoque en la vida
certidumbre e incertidwnbre. institucional, de influir en la toma de decisiones, obtener reconocimiento,
Las leyes y las normas tienen el prop6silo de volver previsibles los espacios, recursos, beneficios, privilegios, cargos, 0 cualquier otro objetivo
comportamientos de los adores, es lk:cir (h; estahlecer zonas de ccrticlwn- que se proponga.
bre. Pero como no es deseable ni posible preyer el conjunto de conductas Que unos sean conscientes del podel' que tienen, que 10busquen y
requeridas para el desempeflO de cualquier 1'01, las normas siempre dejan hasta 10 acumulen no quiere decir, sin embargu, que los demas acto res
zonas de incerticlwnbre". estan desprovistos de poder. En efecto, cada uno tiene siempre la posibili-
Como equipos de conduccion debemos interrogal'l1os acerca de las dad -"el poder"- de desempei1ar su 1'01 con milmatices. Todos conocemos el
zonas de incertidumbre que generamos. Para cada actividad es necesario poder de los otros, sufrimos a veces de aquellos de quienes depende la
el mfnimo de certezas que nos aseguren el encuentro con otros y la limpieza, que pueden hacer bien 0 a desgano su tarea; de la impuntualidad,
realizacion de la tarea". POl' supuesto en el interior de ese marco siempre ese poder de no cumplir con los horarios formales 0 de cumplirlos formal-
quedaran espacios abiertos e intersticios para la libertad de los actores mente pero sin llenarlos de tarea sustantiva; del poder del preceptor; del
quienes, pOl'otra parte, 10gl'an muchas veces sorprendernos con la utiliza- del portero; del de la asociacion cooperadora; etc.
cion de las zonas de certidumbre y de incertidumbre. . EI poder remite a las relaciones de intercambio entre los actores
Sintetizando, las estructuras y reglas, "al tiempo que definen 10s institucionales.
sectores en que la accion es mas previsible y que arganizan procedimientos Crozier y Friedberg afirman que "Ias caracterfsticas estructurales
mas 0 menos faciles de controlar, crean.Y circunscriben 'zonas organizativas C .. ) delimitan el campo de ejercicio de las relaciones de poder entre los
de ineertidumbre' que los individllOS 0 los grllpos tratanln simplementede miembros de una organizacion y definen las condiciones en las que estos
controlar para utilizarlas en la consecucion de sus propias estrategias y pueden negociar entre sf. Son las restricciones que se imponen a todos los
alrededor de las cllales se crearan, pOl' ende, relacianes de poder"'. participantes"" .
Certezas, incertidumbres, espacios de libertad, todos estos terminos Es necesario considerar que el poder es consustancial con las relacio-
estrin vinculados al tema del poder. nes sociales y pOl' ende institucionales. No tiene existencia pOI'sf mismo
sino en una red de relaciones y supone la potencialidad de prescribir 0
prohibir las conductas de los actores. fto
POl' otra parte, el poder puede basarse en distintas fuentes, como
veremos mas adelante, y adquirir distintos grados de legitimidad.
Las conceptualizaciones sobre el poder y la importancia que se Ie Pensar las relaciones de intercambio asimetricas implica reflexionar
asib'11aen las instituciones son sumamente diversas. Incluso en las teorfas acerca de los clivajes presentes en las instituciones para poder trabajar en
clclsicas se preferfa jerarquizar el concepto de autoridad pOl' sobre el de las articulaciones respectivas.
pader.
Desde nuestro punto de vista constituye un concepto central. Pense-
- la posesion de medios de sanci6n, ya sea de recompensa 0 castigo;
EI termino c1ivaje proviene de la qufmica y designa, en los - la posesi6n de los recursos economicos;
cristales, los distintos planas a zonas donde fa union de los - el manejo de los nledios de control de los recursos;
atomos se vuelve mas debil. Es decir, que esas zonas se - el acceso a Ia informacion;
constituyen en posibles planas de ruptura a fractura. - el control de la circulaci6n de las informaciones;
_ el control de las relaciones con la comunidad en la que esta inserta la
escuela;
Las instituciones estan atravesadas pOI' diferentes clivajes. Un pri- - la legitimidad que emana de la autoridad formal;
mer clivaje es aquel que separa a los agentes de los usuarios. Entendemos - la competencia tecnica 0 el grado de "expertez".
pOI'agentes a quienes se dicen representantes de la instituci6n, es decir Aunque habitualmente se recurra al uso de distintas fuentes de modo
aqllellos que "hablan en su nombre" y dicen defender sus intereses. De combinado, deseamos detenel'l1os en la (dUma que mencionamos, ya que
hecho, son representantes de.Ja institucion y, en su mayor parte, de los cn~emos que hene un papel importante en las instituciones educativas.
intereses de la misma. Los usuarios, pOI'su parte, estan constituidos pOI' Retomando Ia competencia tecnica como fuente de poder, hacemos
(~l grupo de actores a quienes se intenta impanel' la disciplina (norma, ley) referencia con ello a Ia destreza, pericia, maestrfa en alg1ma materia, que
institucional. en eI caso de las instituciones educativas adquiere distintos matices segtm
Serfa ingenuo suponer que tanto el grupo de los as'Bntes como el de cmil sea el tipo de adores' a los que nos refiramos.
los usuarios son grupos homogeneos. En el interior de cada uno de ellos (.Para que pensar estas cuestiones'? .
podemos encontrar nuevos c1ivajes". Estos se cruzan y entrecruzan y POl'que son necesarias para conducir a la instituci,on haci~ el cumpl.l-
plleclen I1egar, ocasionalmente, a hacer de la instituci6n un verdadero mienta de su contrato con la sociedad. En ese cammo sera necesano
campo de enfrentamientos. resolver los conf1idos propios a la vida institucional.
i,C!H'tlesson algunos de los planos de clivaje comunes en las instituc
ciones edllC<'1tivas?EI que se puede lIegar a establecer entre equipos de
I:onduccion y docentes, 0 bien entre distintas <'treas, entre equipos de
l'IJnduccion y coordinadores de <heas, entre estos y los docentes.
Los modos particulares en que en cad a instituci6n aparecen los La teuuitica del conf1icto const.ituye una preocupacion central para
eli vajes y como se posicionan los actoresJrente alas mismos, configurara quienes ocupan cargos de conducciou y para algunas P?stur~s ~eoricas
di~;l.inl.as recles de poder. actuales (Crozier; Friedberg; Touzard) ya que los conf11ctos mClden de
i,Por que es importante este enfoque? forma determinante en la conducta de los miembros en las organizaciolles
Si un director desconoce estos aspectos de ]a vida iustitueional, los y en el grade de eficiencia institucional. .,
III i~:IIIos pueden transformarse en obstaculos para la realizacion de proyec- . Que hacer con los conflictos sabienclo que son proplOs de la Vida
1.11: 11'11 uea ti vos centrados en la dimension pedagogico-did<'tctica. En cambio, (pers~nal, grupal, institucionali? i,Podemos negarlos, ignorarlos? Reapa-
,'II:UI<!Oun director reconoce Jas zonas de c1ivaje de su institucioll puede recenin, iuevitablemente, a veces "disfrazados" 0 desplazados.
II,,::;\I"l"ol!aracciones que tiendan lazos, puentes que aseguren articulacio-
III':; 1~1l esos lugares de fractura potencial.
Los clivajes institucionales estan relacionados con el hecho que en En toda instilucion el conflicto es inherente a su funciona-
I'/liia instit.ucion, cada actor y grupo de adores, hace uso de una fuente de miento, es parte de su propia dinamica.
1"!lllll",Croziery Friedberg, afinnan que las fuentes de poder se relacionan
"1111 1:1:; zonas de incertidumbre cuyo control procuran los actores para
1111\ pi ial' sus margenes de libertad. Tratemos de poneI' en orden un tema que, en general, nos desorclena.
i.Cu:iles son las posibles fuentes de poder? Distintos autores han Reconozcamos queIos individuos y grupos presentan interesesque, en mas
PII"~IIIl 1>[ c'nfasis en diferentes fuentes: de una ocasion, S8 contraponen entre sf 0 con los objetivos de la instituci6n
"I "lIll<wimiento de la normativa; de la que forman parte.
lill I
Los actores desarro}1an, c.o~lsciente e inconsc.ient.em~nte, unasel~ie de
estrategias para las CURies ut1l1zan los recursos IHstltuclOnales a los que
tienen acceso y sobre 10~f.que ejercen algllll .c~ntrol, con el fin. de obtener
satisfaccion a sus desemi: y necesidades, indlvlduales 0 profeslOnales. Para tratar de hacer de los conl1ietos una [uente de aprendizaje,
La confluencia de Il11:Jltiples estrategias en cada institucion configura debemos indagar sobre el posicionamiento de los actores frente a ellos.
distintas escenas y desencadena nuestra inquietud y preocupacion: l,c6mo Podemos mencionar cuatro gI'andes figuras 0 modalidades:
hacer para conciliar, como gestionar la diversidad? ..
De acuerdo a la distribuci6n de los recursos que se da en el mtenor a) El conflicto es ignorado
de la organizaci6n, la capacidad de esta para satisfac.er l?s i~tereses 0 En esta figura incluimos problemas 0 dificultades que no se represen-
sustituirlos pOI' otros, las caracterfsticas de la cu.ltura l~lstltuc~ona.l y l,os tan como tales para los actores institucionales. Ejemplo de ello serfan, en
modos en quehist6ricamente se han resuelto las dl~e~'~nclas, las lllstltuclO- algllllos establecimien tos educativos, algu nas cuestiones como la repi ten cia,
nes y sus conductores tendnin mas 0 menos poslb1l1dad:s de controlar, la deserci6n, el desgTanamiento, la calidad de los aprendizajes en los
desviar 0 resolver los focos conflictivos y,de general' un chma de coopera- alumnos, et.c., aspectos que no siempre son concebidos como conflict.os y
ci6n hacia el cumplimiento del contrato escuela sociedad. , mucho menos se buscan algunas vfas para su resolucion,
Para ello, puede series de utilidad tener algunos elementos mas para
comprender esta cuestion. b) El con/licto se elude
En segllllclo termino, encontramos inst.ituciones en las cuales el
conflicto es percibido como tal pOl' los actores pero se evit.a que aparezca
clarament.e explicit.ado. Es habitual percibir, ent.onces, sitU'~lciones de
malestar y encontrar cOlllunicaciones que circulan pOl' los canales informa-
En primer lugar podemos agnlpar a los conflictos, seg"llll su caracter, les de comunicacion, bajo la forma de rumores, "chismes", etc.
como previsibles 0 imponderables.
Consideraremos previsibles a aquellos cont1ictos recurrentes en las c) El conflicto se redefine y se disuelve
instituciones' es decir que podemos anticipar su aparici6n. Est.os conDic~os No en todos los casas es posible 0 factible resolver los problemas 0
suelen alter~r el funcionamienta de la cotidianeidad, pero no necesana- dificultades que se presentan, pero sf tender ala disoluci6n del conflicto.
mente conllevan 0 aportan alglllla novedad. Podemos pensar, pOl' ejemplo, En esos casos, es il'npartante reconstrllir el contexto en el que nos
aquellos relacionados con los pIanos de clivaje. Otros resultan de las zonas encontramos ya que, si 10 modificamos, el conDicto pllede evolucionar y
de incertidumbre dejadas, en ocasiones pOl' las norm as, sobre las que I,?s disolverse. El problema pierde la importancia que tenfa, deja de obstacu-
acto res despliegan una variedad no siempre coincidente de interpretaclO- lizar la tarea.Y Ia sit.uaci6n evoluciona. Esto es factible cuando personas 0
nes. gTUpOS se rellllen .Yestablecen acuerdos acotados en funcion de ciertos
Entenderemos, en cambio, pOl' imponderables a aquellos conDictos objetivos compartibles. El cont1icto no se resuelve, pero se aprende a operaI'
que "hacen irrupci6n" y son novedosos en las instituciones. Pueden a pesar del mismo, pOl'que el contexto se ha modificado.
adquirir un carricter retroversivo, es decir formular un deseo de ret?rno a Tambien podrfan inclnirse en este punto aquellos conflictos que, en
momentos previos de la historia institucional 0, pOI' el contra.no,. un realidad, se generan fuera del establecimiento escolar, pero que de alg"llll
carricter proversivo, 0 sea propaneI' un proyecto innovador para la mstltu- modo aparecen como "sintoma" en el interior del mismo. Si bien no plleden
cion. 'd resolverse, porqlle las callsas que los origi~~n no son intrainstitucionales,
En ambos casos, si bien los conf1ictos son inherentes a la VI. a plied en clarificarse las razones de su emergencia en la escuela y, can ello,
institucional, lasobreabundancia, persistencia 0 simultaneidad de confhc- disolverse.
tos en relacion con las actividades sustantivas de la escuela, pueden ser
riesgosos para las instituciones. De aquf la importancia de refl~xionar d) El conflicto se elabora:y se resuclve
sabre c6mo conducir aquellos reiterativos y desgastantes, para eVltar que Desde este enfoque es necesario tener en cuenta que muchos de los
dificulten la actividad especffica de la escuela. conflietos se "constrllyen", entrelazandose en ellos sitllaciones de poder.
POI' ello, analizar los procesos de esta constrllcci6n, plantearlos, negociar
,
y concreci6n del proyecto educativo y Ios que se generan entre]a autoridad
formal y la funcional.
y tomar decisiones, consens/w.das seg{lIl cl contexto, seran Ias accim1es
prioritaria.s a las que se confrontnl'<ln los equipos de conduccion, si E;S su a} Conflictos en torno a la plumliclad de pertenencias
prop6sito la resoluci6n del conflicto. Algunos de los conflictos que encontramos en las escuelas estan
Del amiJisis de los conflictos y de la reflexi6n acerca de como fueron relacionados con la pluralidad de pertenencias de sus adores.
tratados, es posible construir sit~wciones de aprendizaje instituciona;l. EI concepto de pl/lmlidad de pertenencias nos sera lltil para com-
Para ello serfa importante considerar los siguientes aspectos: prender atplIlas de nuestras dificultades cotidianasi".
- reconocer cuales son los conflictos mas comllnes 0 habituales que se Enll ·nJemos porplumliclad de pertenencia al hecho de formal' parte
despliegan en cada institucion, como tambien anticipar 105 conflictos simllltancwnente, dentro delmismo sistema, de distintos establecimien-
potenciales; tos, desempeiiando distintos roles, a veces en distintos niveles 0 modalida-
- analizar retrospectivanwlJte 105 modos de responder de cada uno de los des.
actores frente a los conf1icJios, ya que es usual desarrollar respuestas En el interior mismo del sistema educat.ivo es usual In pluralidad de
habituales frente a los misl1los; pertenencias: concurrimos a diferentes establecimientos, en los cuales
- anticipar)' di.wnlar Cllrsos de acci6n alternatiuos, es decir construir otros solemos, ademas, desempeflar distintos roles". Asi, pOI'ejemplo, es habi-
modos de respuesta que impliquen un mayor gTado de f1exibilidad y tual que el mismo actor este desempefHll1do tarens como docente en un
creatividad en nuestro accionar; para ello es importante: instituto de formaci6n terciaria en un turno, y que sea parte del cuerpo de
- poderplantear los conflictos como problemas, evitando la construccion de conducci6n de un establecimiento de nivel medio en el otro. Tambien
dilemas'; OCUlTeque desempefle, en el mismo nivel del sistema, cargos docentes y de
- considerar q Ill' todas las perspectivas son "reales" para sus protagonistas. conduccion'2.
Cuando los actores nos relatan un conDido 10 hacen siempre desde una La pluralidad de pertenencias en el sistema educativo suele ser una
perspectiva en la que se enmarcan, la que constituye "su" realidad. fuente de conflicto. Est.o se manifiesta de diversas maneras, seg(m los
;ICtores y las instituciones. Entre los primeros constataremos distintos
Ijrados de identifieaci6n, ndhcsi6ny pertenencia seg(m factores tales como:
"Mientras mas c1aramente pueda usted identificar sus res- la posicion del actor en el estahlecimiento, la historia 0 el trayecto de cada
puestas habituales y las alternativas posibles, mejor prepara- uno en el interior de ese establecimiento yen otros, la identificaci6nmayor
do estara para manejar mas eficazmente los conflictos. Un o menor con el proyecto institucional, la coincidencia 0 contradiccion entre
conocimiento similar de sus colegas Ie ayudara a preyer y los objetivos institucionales y los del actor, etc. En 10que concierne a las
planificar mejores respuestas." (Batley, 1991). instituciones encontraremos distintas modalidades, existen aquellas es-
cuelas que lie van a cabo verdaderas politicas internas para desarrollar el
f,'Tadode pertenencia de sus actores, que explicitan y reiteran consignas y
Es necesario aclarar que, si bien es com (111 que los actores desarrolle- encuadres, que convocan a la participacion para lograr consenso en
mos respuestas con un cierto grado de estabilidad, estas varian con el materia de convivencia institucional, que generan espacios institucionales
tiempo, el canicter de mayor 0 menor urgencia de la situaci6n y el tipo de para el encuentro e intercambio, como existen otros establecimientos que
i11t.eraccion con otros patrones de respuesta desplegados pOI'otros actores. no promueven la integracion ni la pertenencia de los actores.
Tener presente la nocion de pluralidad de pertenencias es tener en
cuenta el necesario reacomodamiento de cada actor cuando va de un
estahlecimiento a ot-roy debe desempenar otro 1'01. No se trat.a de cambial'
devestimentay libreto, tambiense han transformado el escenario, los ot.ros
Otro lugar para pensar 10sconf7.ictos, es el que resulta de adentrarnos actores, etc. EI reacomodamiento puede facilitarse si se establecen clara-
(~11
Ins peculiaridades de las instituciones educativas~.Alli podremosencon- mente los eontratos institl.lcionales.
IraI' cuanto menos cuatro tipos de conflictos: los relativos a la pluralidad
<II)pertenencias, los que se producen entorno a la definici6n del proyecto
i,ditucional,aquellos que se producen alrededor de la operacionalizaci6n
La explicitaci6n de los contratos, es decir de los terminos en
los que se define el vinculo de cada actor con fa instituci6n, . ,Una ~ez pon~en~doS.)r, establecidos ~Igunos acuerdos sobre los obje-
facilita la reacomodaci6n que exige la pluralidad de pertenen- tlvoS del plOyecto l11stJtuclqnal,lo cual eXlge negociaciones y concertaci6n
cias institucionales en el seno del sistema educativo. entre lo~ g1'tlpOSde actortis, otra fuente de conflicto se puede general'
c~l.ando estos deben ser traqucidos en objetivos mcls operativos, especifica-
En los contratos cada docente deberia encontrar respuestas, a veces cIOn de ~areas, funciones y responsabilidades, las acciones concretas y
escritas y definidas como terminos de referencia, otras veces verbalmente estrate~a~ a efectuar; aspectos que precisan el proyecto y la identidad del
expresadas, a preguntas daves como: estableC1l11lento educativo.
- i,Que se espera de mi en esta instituci6n?
- i,C6mo diseilo mi proyecto pedag6gico para el cursu ... en funci6n de
D: alg1.l~a manera pueden entrar en colisi6n actores encargados de
la pl~l:lficaclOn, los sistemas de informaci6n y control pOl'que los objetivos
esas expectativas? condlclOnan fuertement.e las estructuras, procesos y lineas de acci6n de
- i,Que espero de mis alumnos? una instituci6n. .
- i,C6mo sera evaluada mi tarea'? ..... etc. C~t.idianamente los eqllipos de conducci6n viven resistencias 0, par el
contrano, adhesiones indiscriminadas; unas y ot.rM obstaculizan las
vi Conflictos en torno a la definici6n del proyecto institucional
readaptaciones y dificllitan, 0 no admiten, los reajllstes. Nuevamente,
Abordaremos ahora un punto que seg11ramente es conocido. Muchas
veces en las instituciones educativas los directivos'~suft'en" estos conflic- t.emas clave~ pa:'a. la gesti6n senlu: consenso, conciliaci6n, negociaci6n,
palabras caSl maglcas para abordar los conf1ict.os que se susciten.
tos.
Las concepciones mas recientes que abordan las instituciones han Un aspecto import ante a considerar en este punto son los conflictos
destac.ado la presencia y coexistencia de mltltiples objetivos, ya sea que ~ued~n aparecer durante la concreci6n del proyecto, a partir de la
coincidentes ya sea contradictorios entre Sl. EI hecho deviene no s610 de la conVlvenCla ent.re diferent.es actores en la cotidianeidad institllcional' asi
convivencia 'de diferentes acto res con objetivos p'ersonales propios en ~uestiones relacionadas con la disciplilla, con el manejo de las relaci~ne~
lllterpers~naies deriv.ados de la definici6n ambig11a de t.areas, constituyen
relacion a la instituci6n, sino poria pillralidad de exigencias y requeri-
algunos eJemplos poslbles de situaciones que pueden ser abordadas como
mientos del entorno hacia el establecimiento. Esto se constituye en una conflictos instit.uciouales.
fuente potencial de conflictos que puede expresarse en obstaculos en la
definici6n de prioridades y en dificultades para el diseflO de las acciones dl Conflictos cntre la auforiclad formal)' la alltoridad jiuicional
necesarias a realizar en el marco del proyecto institucional. Illdirect.amellte, est.e tipo de conf1ictos ya ha sido abordado al trat.ar
Los conf1ictos de objetivos se reactualizan anualmente con la elabo- I~s COllC~pt?~de poder .Yde zonas de incertidumbre. La diversificaci6n y
raci6n de la planificaci6n institucional y exigen alg1mas ref1exiones. dlferenCIaClOn de estruct.lIras, asi como la especializaci6n funcionaJ cons-
En muchas ocasiones, estos conf1ictos se tradllcen en conf1ictos de titllyen caracterist.icas sobresalientes de las instituciones, resultad~ de la
gTupOS. Es importante ponderar entonces cada uno de los intereses, complejidad de las mismas.
expectativas y necesidades, tratando de respetar e integral' cada uno de los .Los act.ore~ ~sumen en la estrllctura de la organizaci6n mldt.iples
diversos g1'tlpOS,pero sin perder de vista el alcance de las esferas de acci6n flinclOnes especmlIzadas, denominadas pOl' algunos autoridad funcional.
e inf1uencia de cada uno y, fundamentahnente, sin dejar de lado el contrato Entre esta y la autoridad formal (aquella cuya legitimidad em ana de las
escuela - sociedad. norm~s prescriptas) se generan tensiones y se potencializan conflictos.
Tambien es importante reconocer los mclrgenes de libertad de los Este tlPO de conflictos tiende a relativizarse"a medida que las autoridades
actores para operar en el interior del establecimiento, pero esclareciendo formales plleden legitimar su posicion fortal'eciendo su sabel' expertol:l.
ellegitimo campo de acci6n de cada grupo, sin sobrevalorar ni subvaluar El sabel' expert.o y la especificidad de las institllciones educat.ivas Son
a unos respecto de otros. piezas claves para una resignificaci6n 0 refunqaci6n del contrato entre la
escuela y la sociedad.
c) Conflictos en torno a la operacionalizaci6n y concreci6n del proyecto
educativo ram trabajar junt.os sobre saberes y pr8.ctic.as 10 invitamos a leer la
otra ' c.ara".
. I
:s s~ce~lvo; pero en la 111<1)-'01'
pnrte del tielupo, fonnzultos parte silllultrineznnente de vn .. ..-}~
UlstltuclOnes. 11<,:;;
d" 11hnaginense,
d a silnplelnente
•. recurran a su luelllorin ,upara recol'd~r l~s
c,. ,,~
,,(It'
ap "ClOlle,;,"
lanas que ebenlos opernr en nuestro rol y estilo de deseulpeii.o. ;
.
I:.' (, Cu311t.ns veces
• • • .• .
10s roles se transpnpel"n? iIlllrlrrinense
0'....
aquellos dl'~Selllos. que en una'
InlSlna 11l:tItUClOl1 losToles tr<:l.l1spapelados son v<:l.rios! Sef.,'1.1ramente ustedes padran recorclar
, Alf,'unos de los tem,," tr"t"dos en e~te "p"ltmlo pueden ser mnpli"dos en J. Chev"Uier:
algunos
t t'Jemplos:
' el Cf\SOde un docente que, siendo rector t'n OtTOestahlecimiellt ' 0, pel .lllGnel1-
L'i/lslil/l.lio/l, Pm'is, PUF. 191:H.
emen,te CUt'stlOl1"In figur" dt'l rt'ctory el estilo de desempellO dt'l 1'01con fwses tales como" '0
'.!CU5Ht;lS veces, c::u1\ino n };:\escuf'}<l., soienlOs preguntC\rnos sohn· COIHa So€' "tracluciri\l'
10 hana de otra llHlnel'(l ". Y
en aeciones concret"s la pbnific"cion institueiolwl disellaeb web "110;cu<inb dist"nci" h"br<i
.. '" ~1g'l~.I1(lS
~~estiollt'S como b definicio~l de I~s estructuws de pmticipi'lcion, b t'specifi-
entre 10 pbnific"do .v 10 ]'E."liwdo. En es" dist"ncic' potenci,,1 se lwbr<in puesto en juego el
caclO.ny ellstllbuclOn de.l:01es'y tareas: h ellstnhuclOn de recursos, etc., plnntean conflictos que
margen de lihert"d de los "ctores dentro de bs zon"s de certidumlJre 0' el uso que re"lizml de
requleren de In conducclOll un tratnlluento especifico, y un sahel' sabre li.l instituci6n educativ<l.
bs zon"s de incertidumbre. Ellector encontrilr<i en holm c"r" de estt' libro t'lemt'ntos paw constmir dicho sahel'.
:t As! cad3 vez que no E'xpiicit;l1110S nn contrnto, que clescuid<11nOS el encurtdre, 0 que
olvicbmos de explicit"r j" can~ipl'tt de tmb<1jo, estamos dificultmldo b ere<1cion de un espacio
de tr"b<ljo .
., M. Crozier y E. Friedherg, 01'. cil., p<ig. fifi.
M. Crozier y E. Friedberg:
f. Et w:lo!' y d sisle/lw. Mexico, AIi"nw Editori<11 Mexicclll",
I ~)90, p<ig. fi:-,.
" A modo de ejemplo, podemos considerar un cliv"je tlpico de 1"5 instituciones orgmliz,,-
dZts de ncuerclo a un orden jE'r~rquico est.ricto en pI que COE"Xistell clos estr8.tos cI<1l'runente
diferenci"dos: los que deciden, organiwn y pl"nifican y los que ejecutnn bs decisiones. EnUlw
institucion escolnr, aSI pensrtclrt, pI cuerpa directivo t.olnnbn Ins decisiones que el res-t.o de In
comunidad, docentes y alumnos, dehbn cum plir. Este modo de organiwr 1"<1ctiviebdinstitucion" I
(."t<i fuertemente cuestionmlo en b "ctualidad. Las objeciones son b<isic"mente de tres tipos.
Primeramente, I" separncion t"n t"j"nte entre uno y otro estr"to no responde a b
renlid<1d, 0'<1que se h<1demostr"do que qUit'IWS ejt'cutml b5 ordenes tienen 1<1c<1p"cidad de
modifiC<lr con su "ccion el sentido y el contt'nido de Ins nccianes pbnificadas y pOl' 10 tmlto
('p:u.t,icip[tll act.ivrunente" dE' las decisiones. Toclos conocenlOS 108 "desi.ljustes"'y udisfullCionE's"
tpl(' ~:',eproduce-a cuando quienes tOlll;ll\ l:ls dl?cision€'s no consider~n [\ quienes V[\ll :.l !levar ::\
c:\ho b:; ..)cciones pl~nific:.lcli.lsy no preven Inec[\nislllOs de ajuste'y redefinici6n (it: las i.lCCiol.les.
En segundo lugar,Ia distint:i6n rlgidi.l entre quienes clecideny quien€'s ejecutnn conllev:.l,
I't\ gpneral, una dispersi6n de 1,,5 responsahilidades, donde 105 fn."\c8sos se explicLln n partir de
LI it\.~liciC'ncii.l del sect.or que dehe Clunplir In fUllci6n en In qUE' no se estri. incluiclo,
En tE'rcer t~nnino, un;") instituci6n <"'siorgi.lniz'1Cl<l, pr6ximn a quiebre-s y fr;:ictunlS, no
Illllpici:l el desarrollo dl:' ronduet<ls dE' solic1<lridnd entre StlS lllielldHos. ni compromiso con 105
"l,jl,t.ivn:; y 1.::18politicas instit.ucioll"l(;'s y, pOl' 10 ti.lnto, 110 gel1eri.l entre sus InielUhl'os sentilnien~
lll~; dl.' pcrt.enencirt in ..s.tituciOl1::11.
En el C:lSO de 105 docent.es,
7 rl}uclimo5 ;l, }n "f?xpertl::'z" COIHO un conjunto dE" s<lbC:'res
l"t'l:divo:; Zt 18. t.nrea docente. 3i lWCE'Il\OS referencin {\ los roles de conducci6n, b "expertez" nos
1"I'lllih.~, entre otros, al conjunto de s<lberes rel::1tivos [I, In gE-sti6n de 108 est.[I,blecilnientos
,,'duc<ltivos.
,"En el dilenu\ los tenninos que intervienen estrin coloca-dos conlO nnt.flg6nicos: no hay
po.<;ihilidncl de elnboracicin sin supriluir uno de 105 ternlinos.-En Ios dileluas bs cuestiones se
plant.C'r\ll COlna uno u otro, no hr\Y lug:lT para 105 dos".
H
"Muchns de las ideas considerncbs en este apmti'ldo son retollladas del articulo de R.
tv!,.dina: Fuentes fundamentales de conflicto en las orgnniznciones escolnres. En R. Pascual
(""<ll'eLl:La ;;esliril/. "dllculirw 01111'tu il/.I/.oiluc:iriny i!l CUll/bio, Madrid, Narcea, 19/1H.
'" Como yn 10 selialamos el espacio social se halla dividido en multiples parcelas; bs
mi:;Ul:l.S vall el territorio
n const.ituir de Ins instituciones, En ese espacio encontraulOS, en
('OI\'~(,c\H:'nci[\, una variedad de instituciones. En algunos casas, nuestro pasaje par las1nisluas
.
..,
:'
'
••
.,'"••.,
.
•
".•
3. LA PARTICIPACION
3.1. Niveles y [ormas de la participaci6n
3.2. Obstaculos y limites a la participaci6n
•••
:~
3.3. Organizar la participaci6n ~
4. VIVENCIAS Y CONVIVENCIA
4.1. Acerca de 10s estilos [rente a los problemas
disciplinarios y de convivencia
La palabracomunidad aparece con much a frecuencia en losdiscursos
que se refieren alo educativo. Se apela a 10 comunitario como modo de
con vocal' a la poblaci6n en general, 0 a los actores de la tarea educativa,
para desarrollar comportamientos y actitudes de mayor compromiso con
Ios problemas de la educacion. En general, la apelaci6n a 10 comunitario
esta acompai'lada de una convocatoria a la participaci6n en los 8.mbitos
escolares.
(,Que se entiende pOI' comunidad'?
"Siempre que en un determinado espacio geogratico los
individuos se conocen, poseen intereses comunes, analizan
juntos sus problemas, y ponen en comun sus recursos para
resolver los, podemos afirmar seguramente que ahf existe una
comunidad". (Neto, A. F. Y Garda, S.; 1987, pag. 9).
En las teorias la idea de comunidad y la de organizacion, en numero-
sas ocasiones convergieron yen otras adoptaron significaciones divergen-
t.es. Las cuest.iones relativas al poder y al cont.rol social' se at.ribufan ala
organizaci6n mient.ras que en cont.rast.e los ideales de una fraternidad,
calida y solidaria2, se depositaban en la idea de comunidad.
Podriamos pensar, como nexo ent.re organizaci6n y comunidad, el
int.ercambio entre !as instit.uciones en tanto formas organizadas y los
sujetos sociales de una comunidad. Si entendemos a est.a en un sent.ido
amplio, como un conjunt.o de sujetos que compart.en un espacio y una
preocupaci6n pOI' encont.rar soluciones a problemas sent.idos como comu-
nes, las distintas modalidades con las que los sujet.os est.ablezcan sus
vfnculos de pertenencia, danin matices a los lazos ent.re la comunidad y
cada est.ablecimiento.
POl' su canicter favorecedor u obstaculizador, dos cuestiones claves se
imponen al abordar la articulaci6n entre escuela y comunidad: en primer
Iugar el canicter abierto 0 cerrado:l de las organizaciones y de la conlt!nidad
y en segundo lugar el t.ratamiento del concepto de participaci6n.
Veamos Ias cuestiones relativas al caracter cerra do 0 abierto de las
instituciones educativas.
CUl'ac!('rfs!.ic([s Ri/jsgos
I In,lilu·
('W/W,'" de /(1 }:I1~')lilll{,;()f1.
Rusf:fJS ill' /a
C{)l/dll{'ciIJ/I..luU:;lI
(I CUIIS/,CllI'IU:;O,')
I ell'/i.lul'lIu
Deciamos en otro capitulo que cada institucion ocupa una parceladel
terre no social estableciendo un cerca' material y simbolico que Ia delimita. I b institucion est.1
replegada sabre
inaccesibilidad y exclusion;
la distancia can elmedia
· inadaptacion;
· disfuncion;
Este cerco puede poseer caracteristicas bien distintas seg111llas institucio- I simisma; es el rnsga distintiva; . · perdida de prestigia;
nes, las epocas y la logica de los actores que las habitan. EI mismo debe - autonomiz:lci6n exagerada
entenderse simulteineamente como un continente y como una "membrana" I C in relacion can el muntiene solo cireuitos de de 10 social;
E media, si la hay, es circulacion internos sin · desconocimiento de las
que regula los interc<1nfhios. I R un subprodueto; feed·back con el entorno; contratos fundacionales;
Las caracterfsticasdel cercosimbolico queestablezca cada institucion R
educativa nos permitinln definirla como cerrada 0 abierta. Y justamente I A es poco 0 nada redefinicion de contratos
D sensible u las demandns desconoce alas usuarios; su obstaculiznda;
sobre este punto queremos reflexionar. I A y expectativas del vinculo can ellos no
Ocurrea vecesque las palabras van adquiriendo unsentido maniqueo. media; contempla Ia nocion de EN CASOS EXTREMOS LA
Entonces se piensa, sin mat.ices, en "cerrada = malo", 0 en su opuesto,
I pertenencia, ni la INS'lTIUCION MUERE
la institucion pretende particlpacion. POR ENCIERRO
"abierta = bueno". Sin embargo, es necesario incluir losmatices y, con elIas, 1
actuar sobre el media
los riesgos. I sin ser inOuida pOI'el.
Presentamos ell un cuadra" un primer punteo de los grandes rasgos
correspondientes a cada uno de los dos tipos de inst.ituciones y sus riesgos. I Ia institucion
regula su aecion en asocia allnedio a su · a(bptacion;
Es posible incluir mas elementos descripti vo~;y considerar mas consecuen- I una negociaci6n
permanente enla que
funcionamiento mediante
la puesta en marcha de ~ l'enov3ci6n~
cias y variables.
En funcion de los riesgos "gTaves": "muert.e de ]a instituci6n par I redefine y explicita
los terminos de
mecnnismos
participacion;
de
- integ1.\1.ci6n;
encierro" 0 "desaparicion de la institucion pOl' dilucion", el proyecto I A intercambia;
institucional debe incluirel modo de ref,'1dar sus intercambios, de asegurar B
que los mismos la enriquezcan y de garantizar el cumplimiento de su
I I Ia rebcion con el media siempl'e discrimioa el sentido, · apravechamiento de
es uno de los nsp(·ctos objeto y carflcter de In
especificidad, a part.ir de transformaciones, adaptaciones y ajustes. Si la I E
R que se incluyen en el
proyecto institucional;
participacion;
recursos;
escuela, para preservarse de las adaptaciones y t.ransformaciones, se I 'I'
A
- reconocimiento de 10s
convierte en una especie de fortaleza amurallada, insensible al medio, canaliza las deman(Ias
quedara expuesta a la soledad, al desprestigio, e irei vaci,lndose aun I compatibilizflndolas con
ou preocupacion articuIa:
participacion, actividades
contratos fundacionales;
cuando siga asistiendo la poblacion a sus edificios materiales. I sus aetividades
sustantivas;
su.stantivns y calidad; redefinicion de los
terminas del contrato
En el otro extremo, una institucion excesivamente permeable, est<l
expuesta a perder su especilicidad ya diluidas sus caractel'isticas confun- ! fundClcional;
dirse can otras instituciones, en cuyo casu su l'xi::itencia perderia signilica- I asegura eI
establecirniento de
EN CASOS E.XTREMOS
LA INS'lTl'UCrON
cion social. Entonces I-ainstitucion i amhie!) quedani vnda, <lun cuando los intercambios DESAPARECE POR
edilicios escolares sigan recibiendo cutid\Clllamente a chicos y grandes. permanentes y DILUCION.
1,t2'ciprocos. 1•.
Nose trata de desofr todas las dt.:mandas que recaen en In.C!ocuela; se
trata de en tender a la sociedad como un sistema complejo, de mldLipJes
instituciones, y distribuir entre touas elias, la responsabilidad de la
solidaridad, atendiendo a su especilicidad. EI modo en que se distribuyan
(,Como se representan los actores 10s vfnculos entre escuelay comu-
las responsabilidades en las distintas instituciones que conforman una
sociedad se resuelve en la interaccion entre las polfticas Pllblicas y las nidad?" IncIuimos aquf algunas reflexiones que nos suscitaron sus com en-
. tarios:
practicas sociales.
debery derecho de participar e intervenir en el terreno educa-
tivo ya que se trata final mente de la construcci6n del futuro de
" ...'lparece en las compilaciones y compatibilizaciones sus nuevas generaciones, 0 de dar nuevas posibilidades de
(de las opiniones de los docentes consultados), un reconoci- destino a lasgeneraciones mayores que no pudieron gozar
miento ala influencia del entorno social. Podriamos decir que del derecho a la educaci6n. Sin embargo, este deber y este
existe una sensibilizaci6n importante sobre esta realidad y derecho deben reconocer la necesidad de actores especifi-
que los modos de influencia que ustedes senalan podrfan cas (Ios docentes, los equipos tecnicos, los especialistas en
organizarse en distintas categorfas, algunas alternativas, distintas areas del conocimiento, del campo de la pedagogia,
ninguna excluyente ni definitiva. de la didactica a de la organizaci6n escolar, de la secuencia
Se desprende de to leido que, segun la direccionalidad curricular, para nombrar s610 algunos), que cuentan con los
de la incidencia, la misJ'f'la podrfa ser: saberes, la experiencia y la profesionalidad necesaria al buen
* unidireccional (el entorno tiene influencia sobre la desarrollo de la tarea educativa.
escuela, podrfa hasta determinarla, 0 bien, la figura opuesta, Si tomiuamos como eje, el estilo de incidencia entre
la escuela tendrfa una enorme influencia y capacidad de entomo y escuela, podrfamos agrupar 10 descripto por uste-
transformaci6n del entorno). des en dos categorfas:
* bidireccional 0 mutua (entorno y escuela se influyen * incidencia positiva: cuando el entorno facilita y colabo-
mutuamente). ra en ellogro de los objetivos institucionales yen la consoli-
Segun 10 expresado por ustedes en los grados de la daci6n de la calidad de la ensenanza;
incidencia podrfan distinguirse los siguientes matices: * incidencia negativa cuando el entorno limita 0 impide
* ausencia de incidencia (esto ocurrecuando la escuela el desarrollo de proyectos.
esta cerrada al medio y/o este es indiferente a la primera); Cabe aclarar que seria necesario incluir aquellas catego-
* incidencia minima (Ia escuelay el ent~rno se reconocen rias que sistematicen la incidencia de la escuela en el entorno.
como parte de la vida social pero no estaqlecen vinculos de Estas podrian considerar: aquellos casas en los que la escue-
intercambio ni proyectos comunes); . la facilita la concreci6n de las potencialidades de una socie-
* incidencia adecuada. Entendiendo por tal la articula- dad 0 bien, los casas contrarios, es decir, aquellos en los que
'ci6n respetuosa de las exigencias, demandas y expectativas la escuela se autonomiza de 10 social y de los saberes,
sin perder de vista la escuela su especificidad institucional. entendidos estos como una producci6n social."(Frigerio, G.
Escuela y entorno cuentan con espacios de intercambio y 1989; pag. 3 y 4).
participaci6n segun roles diferenciados que, atentos a la
cspecificidad, se toman en cuenta en la construcci6n conjun-
ta de futuros deseables. Tanto desde la escuela: integrando Para poder organizar un vinculo·de intercambio, evitar la alienaci6n
en 10 intrainstitucionallas demandas, adaptandose sin perder de In educaci6n, y silllult~lnenlllente preservar su especificidad, es necesa-
de vista su funci6n esencial; como desde la comunidad rio hacer referencias al exceso de demandas que pesa sobre In instituci6n
incluyendo en la planificaci6n interinstitucionallas necesida- escolar, en particular las demandas de asistencialismo.
des y proyectos del establecimiento escolar; Estas delllandas Began a la escuela porque el sistema educativo
* incidencia sobredeterminante. Hacemos referencia aqui ofrece hoy, quizas como ninguna otra instituci6n, una red capaz de llegar
a aquellbs casos en los que el entorno actuara con una fuerte a toda la poblaci6n, no s610 a los ninos y j6venes sino tambien a todo su
tendencia a determinar todos y cada uno de los aspectos de grupo familiar. En consecuencia es considerada par el Estado como un
la vida escolar, desconociendo su especificidad, la canal de acceso privilegiado para llegar a amplios sectores de la pobl~ci6n,
profesionalidad de los docentes y las cuestiones propias al para acceder al cuerpo socia\.7
terreno de 10 pedag6gico-didactico. No quisieramos que se Este es un tema doloroso y delicado.
nos mal interprete, consideramos que la comunidad tiene el Doloroso, pOl'que las demandas hacia la escuela se 1111.l1tiplican como
producto de la crisis economica y de la disminucion delg:1Sto social que ha redes institucionales es una responsabilidad de quienes definen las poIiti-
transformado alas sociedades. Son cada vez lllilS qlliene~'; estrin pOl' debajo cas pllblicas y la ampliacion 0 el recorte del gas to social. QUiZ8S la
de la linea de pobreza, no reciben la alimentacion nect:;3aria y no tienen dist.ribucion de tareas'y la delegacion de funciones asistenciales en ot.ras
acceso a los servicios esenciales. POI' ello se Ie demancla a la escllela que organizaciones de la comunidad podrfa modificar la situacion de sobrecar-
cllbra algllnas de esas necesidades. ga a la que se somete a la escuela.
Doloroso, porque todos sabenlOs que el asistencialismo escolar au- Pero la escuela no solo recibe demandas del medio social, sino que
menta en relaeion inversa al nivel soeio-eeonomico de la poblacion que tam bien puede dirigirse a el para obtener apoyos y servicios. En el medio
atiende la escuela. La extension y Ia pl'Ofundizaeion de Ia mal'g'inalidad existen una innumerable cantidad de institucion8s con las que es posible
social y sus secuelas de enCermedades, violencia y delit.os, ohligan a concertarse para trabajar mancomunadamente y potencial' los recursos
multiplicar !as acciones de prevencion y asistencia. institucionales. Cuando hablamos de recursos no nos referimos solo alas
Doloroso y delicado, porque es imposible negarse a la solidal'idad economicos y materiales, sino h~isicalllent.e a aquellos que pueden aportar
social y porque con los recursos escasos con los que cuenta hoy la escuela al mejoramiento de la aetividad especifica de la escuela.
ocurr~, a veces, que el espacio, el t.ielllpo y la energia institucional que se Es bastante frecuente I'ecurrir a las organizaciones vecinales para
ocupan en el desarrollo de tareas asistenciales crecen en funcion del pedirles contribuciones para la compra de tal 0 CUll1material, 0 el arreglo
aumento de demandas .y en detrimento del tiempo, espacio .Yenergia de part.e del edificio escolar. Es menos habitual el establecimiento de
ocupados en actividades especificas. acuerdos con otras instit.uciones que pueden ofrecer una serie de insumos
Esto oeurre a pesar de la escuela. interesantes para mejorar concretamente el servicio educativo. Par ejem-
Essabido que los chicos mal aJimentados e intes'rantes de poblaciones plo, hacer contactos con la comisioll de apoyo ala biblioteca del barrio para
de alto riesgo, se encuen tran desfh vorecidos en relacion a aquellos que hacer un relevamiento de la bibliu/.,'Tafia con que ella cuenta, una identifi-
ocupan una mejor posicion en la escala social. Los establecimientos cacion de aquellos libros que pueden S8r de lltilidad para los alumnos, y la
educativos que los at.ienden tratan, en general, de concentrar sus esfuerzos organizacion de horarios de visita'y con'sulta con una atencion especial de
en Ia asistencia material .Yafectiva de los alunmos. los bibliotecarios. Se podrfan tnmbien realizar acuerdos con institlltos de
Doloroso pOl'que ]a consecuencia illlllediata es que los sectores econo- formacion docente 0 universidades, para que estos proporcionen un servi-
mica y culturalmente llHls carenciaclos reciben servicios que les permiten cio de asesoramiento y capacitacion a los docentes. Hacer arreglos con
call1l~r parcialmente sus necesiclades inmediatas, pero poeos instnunen- organismos dedicados a la pl'oduccion y difusion de bienes y servicios
tos, en cuanto a saberes, para intentar, en 10 mediato, modificar su culturales, para la organizacion de eventos en comlll1, pOI' ejem plo un cicio
situacion de carenciado. de cine historico, etc.
Los sectol'es popuIal'es til~nen una aJta valOl'izacion de la escuela y Seguramente usted dispone de otros ejemplos'y otrclS al t.ernativas, 10
depositan en la apropiaci<'lll de los saheres que ella dist ribuye una fuerte importante es que, a traves de la construccion de una red de contactos y
expectat.iva de mejonllnientCJ de la sit.uacion ful ura de sus hijos·'. Deman- articulaciones con otras inst.ituciones, se pueden multiplicar los recursos
dan para ellos conocimientos que les permit.an acceder a mejol'es puestos institucionales.
de trabajo e insercion social. Se escucha COilcierta frecuencia que la escuela debe devolver a la
La urgencia del recIamo pOI' In satisfaccion de las necesidades comunidad 10que esta invierte en su sostenimiento. Muchas veces esto se
inmediatas, suele desdibujar la demanda pOI' los conocimientos. Corres- interpreta como un rec:Iamo de prestaciori"directa de mas servicios. Mcis
ponde a la institucion reorganizar el conjunto de pedidos y ordenarlos sin alia de que esto pueda hacerse y aporte a las buenas relaciones ent.re
desatender a 10 especffico del contrato ent.re la escuela y la sociedad. escuela y comunidad, recordemos que el comprollliso social de la institu-
Adenuls de doloroso, decfamos, es delicado, ya que los condicionantes cion educativa se efectiviza en la caIidad del servicio que presta. Procurar
estructurales no podninser modificadosdesde la escuela. Pero si compren- una mejor educacion para los nillos y jovenes que les han sido confiados,
demos que las t.areas asistenciales no deben reemplazar ~ las pedagogicas, es el nllcleo de la responsabilidad de la escllela.
podemos recIamar en los clmbitos y pOl' I~s canal~s pert1l1en~es, ?ar~ que
la tarea asistencial no este a cargo Casl excIuslvO de las 1l1stituclOnes
educativas. Tomar esta decision de distribuir la asistencia en distintas
I
actoresdfha escuelaintervienen en ladefinicionde las normasque regulan
su propio: comportamiento y que establecen el conjunto de derechos y
obligaciOl'.:es a los que estcin sujetos.
En s~gundo hlgar, destaca la necesidad de contar con el compromiso
- disponer de una /ista de /as instituciones mas cercanas
de los acto res para poder lIevar adelante cualquier programa 0 proyecto
a /a escue/a, c/asificando/as de acuerdo a su funci6n primor-
institucional. En este caso el valor de la participacion estaria dado pOl'su
dia/ (educativas, cultura/es, asistencia/es, recreativas, re/igio-
capacidad de constituirse en un mecanismo a traves del cual es posible
sas, po/fticas, de investigaci6n, etc.);
suscitarcolaboracion en las tareas institucionalesy construirun orden que
- detectar actividades que puedan ser rea/izadas conjun-
tenga mayores posibilidades de e[ectivizarse.
tamente, intercambio posib/e de recursos, 0 servicios que
En tercer lugar, resalta la necesaria contribuci6n a la construccion de
estas instituciones podrfan prestar/e a /a escue/a;
un regimen democratico.
- organizar un nu;vo /istado, esta vez jerarquizando en
Ahora bien, una vez rescatado el valor social e institucional de las
funci6n de/ criterio anterior y de /as prioridades de /a escue/a.
actividades participativas, nos parece lltil ahondar en las [ormas, grados
- e/aborar un plan con mas detalles para cada una de /as
y niveJes que estas pueden tener y Jas materias que se constituyen en
dos primeras instituciones que estan en /a /ista;
objeto de la participaci6n.
- confiar a un miembro de su equipo 0 darse usted un
tiempo para una serie de encuentros yentrevistas, de acuerdo
a/as prioridades de /a escue/a y /as posibilidades de concre-
ci6n que usted /e asigne, para presentar su propuesta.
Hay distintas definiciones de Ias [ormas de participacion. Considera-
remos aqui dos deellas. La primera se denomina indirecta y se concreta
en la eleccion de losrepresentantes, es decir de las personas en quienes se
deJega, pOl' un cierto perfodo, la tarea de considerar aJternativas y
decisiones vinculantes para toda la sociedad. La segunda es Ja actiua 0
Entendemos por participaci6n al conjunto de actividades
directa y supone la intervencion del individuo en la gestion de la cosa
mediante las cuales los individuos se hacen presentes y
pllblica. Tiene distintos alcances 0 niveles.
ejercen influencia en ese elemento comun que conforma el
Se pueden distinguir cinco niveles de participacion activa 0 directa:
ambito de 10 pUblico.
in[ormativo,consultivo, decisorio, ejecutivo y evaluativo.
EI nivel informativo no impJica ninguna accion ni inOuencia del
individuo. Estese limita nestar informndo, osea conocer, y cnpacitado para
La participacion es un vehfculo para el desarrollo de sentimientos de
hablar de los acontecimientos que S8 sllceden en la escena de 10 pllhlico.
pl·rLl~lHmcia. De aqui que, en un momenta de crisis, se haga una fuerte
En el nivel consultivo se requiere a los individuos 0 grupos su opinion
1\ I)(~lnci6na ella y se Ie deposite toda la expectativa de superaci6n y cambio
respecto de la conveniencia 0 no de tomar cierta medida. En general, la
ell~!as instituciones educativas.
consulta no tiene valor vinculante. Inf1uyey condiciona las decisiones, pero
Mas alia de los aptimismos extremos y de lasimplificaci6n del analisis
no Jas determina. Es frecuente que un directivo antes de tomar una
ell) la realidad que supone este razonamiento, existe un generalizado
decision que afecta a toda la institucion, real ice una ronda de consultas
acuerdo en otorgarle a la participacion un papel importante en la organ i- entre los diferentes actores, con la finalidad de recabar ideas y sugerencias,
z:1ci6n de las instituciones y en sus posibilidades de concretar objetivos. EI medir pOl' adelantado el impacto que podnin tener las futuras medidas y
valor de la participacion se asienta en tres cuestiones fundamentalesv• construir alg(m cansenso alrededar de las mismas. .
En primer lugar, se apaya en una concepcion de la sociedad como una
En el nivel decisoria, los individuos participan como miembros plenos
construccion de hombres libres,'Con derecho a intervenir en los procesos en
en los procesos de;tama dedecisianes. En las instituciones arga~izadas
Jos cuales se taman las decisianes que de un modo u otra afectan su vida.
tradicianalmente,solo el cuerpa directivo tiene acceso a este myel de
I'~neste sentido la participacion sera el mecanisl110 a traves del cuallos
participacion. En la actualidnd, como consecuencia de In valorizacion de 10 POl' otra parte, ciertos condicionantes socio-cu!,lt.urales rest.ringe~l la
participativo, se han ampliado los espacios compartidos de toma de participacion de algunos individllos: ent.re ellos podl:m?s de~tacar. ellllvel
decisiones. de inst.ruccion, la cercania del ,imbito escolar, la valOrIZtlClOn social de ~a
En elnivel ejecutivo,los individuos operansobre In realidad mediante act.ividad participativa .Yel g1'ado de interes que I despiert.e la matena
la concrecion 0 ejecucion de Ins decisiones previamente tomadas. Los convocant.e.
ni veles de ejecucion y decision, en una institucion, pueden estar en manos La dimimica inst.itucional y la complejidad de algunos de los procesos
del mismo organismo y pOl' 10 tanto de los mismos individuos, 0 estar que en ella se desarrollan, obligan a quienes la conducen, a re~lizar una
distribuidos en diferentes organos 0 individuos1tl• serie de intervenciones y a to mal' decisiones sin poder dlsponer Slempre del
EI nivel evaluativo implica p,lrticipar a partir de evaluar y verificar tiempo que reqllieren ;llgunos de ios niveles de participacion. que an~:s
10 realizado pOl' otro. enunciamos. Los acont.ecimientos que se suceden en una mst.ltucl~n
En cuestiones de participacion es IH:c:csario, adenuis, determinar la escolar exigen a qu ienes!as dirif,'Bn tomar rapidas decisiones sobre l~ mas
materia de que es objeto la particip:H:i('l\. En educacion, se plJeden v<lriadas mat.erias. Si sobre t.odns ellas se consult.ara, se llevana a la
distingl.lir grandes cireas de intervl:nciun participativa que conciernen e escllela a un permanente est..ado deliberat.ivo y provocaria inmovilismo pOl'
involucran a distintos actores intru e interinstitucionales: In imposibilidad de los cuerpos directivos para 'pl'Ocesa.r las demanda~ y
a) la pedagogico-didcictica, dades respuesta. POl' ello es importante el trabaJo a medwno y lar?,o plazo,
b) la organizacional, con mecanismos de concert.acion que vayan constltuyendo, y ofreclendo un
b) la administrativa, marco de referencia para la t.oma de decisiones.
c) la financiera. POl' (1Itimo, la especificidad de la inst.itllcion requiem que algunos de
En el interior de !as instituciones escolares, pueden distinguirse los t.emas que deben 5er at.endidos sean ab~rdados POl:aquellos qu.e pose en
particulares combinaciOl~es entre actores, niveles de participacion y un conocimiento experto. Esto circunscnbe, para clertas cuestlOnes, la
materia de las mismas. En la escuela hay cuerpos que pueden ser amplitud de la convocat.oria. .
consultivos para 10 pedagogico y pueden tomar decisiones en cuestiones De los obstaculos y Iimites senalados se desprende un nesgo a
relacionadas con la convivencia, aspecto que atraviesa las distintas dimen- considerar cuando 5e s;!icit.a alguna forma de participacion: general'
siones de la inst.itucion. Para evitar conf1ictos desgastantes es import.ante mayores diferencias en las institllciones educ.ativas. En otms palabras,
que la cOllclucci6n tellga presente que e:!/LlIldumelltal explicitar ni udes y podemos estar promoviendo circuitos difer:l~clad.~s entre las escuelas.
materias sobre los que se COl!/JOC(/. Generalmente se considera que la partlclpaciOn es deseaday buscada
Las actividades part.icipat.iv<ls que 5e dl,,;arrollan en !as inst.it.uciones pOl' los acto res sociales. Muchas veces esto es efectivamen~e asi. En .ot.,ros
escolares y que relll1en a los diferentes adores de la comunidad, recollocen casos, la participacion que creemoS deseada es, en reaildad, .tenlldcl y
algunos lfmites en su <lccionar que es necesario tener en cuenta. evitada. Es entonces cuando debemos general' estrateglas para
promocionarla. .. .. '.
Cuando se decide promocionar la part.lclpaclon es necesano t.omm en
cuenta numerosos criterios", entre ellos el principio que sost.iene qu~ I~
indiscriminacion confunde y frustra, cOal't.ando las iniciat.ivas de part.lcI-
Los limites mas evidentes a la participacion los proporcionan los
Pacion. . If.., .• ?
propios actores y su capacidad e interes para com partir los espacios L,Como favorecer y facilitar la part.lclpaciOn.
abiertos porIa instituciony la propia institucion, La capacidad y el int.eres
en participar estan fuertement.e condicionados pOI'cuatro tipos de cuestio-
nes, condiciones historicas, condiciones socioculturales, la dinamica 3.3. Organizar Ia participaci6n
inst.itucional y la especificidad de la institucion escuela.
La historia nacional e institllcional y la escasa tradicion democratica La creacion de ambitos part.icipativos en el seno de las inst.ituciones
de nuest.ro paIS, no ha pennitido arraigar en las instituciones los valores debe realizarse sobre la base de una clara asignacion de niveles de
participativos. part.icipacion y materias de intervencion.
En consecuencin, cuando promovemos ]a pnrticip<1cj(jn es necesnrio .
que previa,mente se resuelvan puntas que hacen a liJ consigna de lei Elija, en su proyecto institucional para este ana, un objetivo
convocatona. Habni que establecer y cJarificar aspecto,.; tales comol~: deseable para el que se requiere la participaci6n de distintos
- los ambitos de intervenci6n' actores (intra e interinstitucionales); redacte la consigna del
- Ia composici6n del grupo, ~quipo u 6rgano coiL:ctivo: (,quienes fa la convocatoria tomando en consideraci6n aquellos aspectos
integran'?; del apartado que acaba de leer que Ie resulten significativos
- las .distintas categorias de los miembros, (miembros plenos can voz y complMelos can 105 que sean necesarios para establecer
y voto, a solo can voz, a s610 presenciales), y el criteria con el que se definen' clara y explicitamente la convocatoria. Redacte la consigna.
- I~ formas de elecci(m de los participantes, en el caso de los6rgano~
consultlvoS a colegiados; •
- la proporcionalidnd ete la representaci6n (en el caso de que se haya
c()nvocado a diferentes adores y sectores institucionales); ,
- la duraci6n de los representantes en los cargos;
- la frecuencia y periodicidad de las reuniones; Las cuestiones relativa.s a la convivencia en los estahlecimientos
- los productos que se esperan (los grupos u 6rganos se constituyen educativos atraviesan toda la vida institucional, el conjunto de sus dimen-
:t1l'ededor de tareas, responsabilidades, acciones, problemas); . siones y conciernen a la totalidad de sus actoresl",
- los plazas ~ue se otorgan para ejecutar los productos; Hablar de reglas y convivencia remite alas cuestiones de Ia discipli-
. - los mecanlsmos para la toma de decisiones, (mayoria absoluta a nail, ala permitido y 10prohibido as! como alas sanciones y castigos que
simple de los miembros, a de los presentes); corresponden a la transgresi6n de la regIa.
- las atribuciones de los diferentes integrantes, etc. A su vez, generalmente se a.socia disciplina a alumnos, "olvidando"
, La precisi6n en la definici6n de algunos de los criterios estara que ella cancierne a todos los actores"'.
cllrect.mnente relacionada can el grado de autonomia que se acuerda al Antes de continual': ic6mo definimos las normas de cOlluiucncia?
gTupO u 6rgano que se constituye, respecto a la creaci6n de la normativa
que regulesu funcionamiento, Este grado de autonomia dependeraasu vez
de 10q~l~se haya definido en Ia plnnificaci6n institucional, de los objeti~os Las normas de convivencia no son otra cosa que el necesario
y propoSltOS de la convocatoria, de la definici6n del nivel de participaci6n conjunto de reglas que permiten, posibilitan y regulan los
que 5e demanda y del campo de intervenci6n que se convenga. intercambios entre diferentes actores que comparten una
, , Al~mas de las cuestiones tratadas en este capitulo para el vinculo actividad.
II\S~;ltuclOn-comunidad en relaci6n a la participaci6n pueden retomarse y
1'(~slg~1~ficarseen 10intrainstitucional. En efecto, en el interior de la escuel~
Lnl11~l~ns~. plantean las cuestiones relativas alas niveles y materias de Estas regias deben ser conocidas y admitidas par los miemhros de los
partlclpaclOn. grupos que se constituyen en el establecimiento escolar y pOl' ]a totalidad
Hay q~le tener presente que en 10 intrainstitucionalla participaci6n de sus actores:
1\0 puede Dl debe transformarse en un diluyente de las responsabilidad, Las reglas de convivencia escolar se justifican y legitiman, en la
r[ue sabre la marcha de la instituci6n tienen los distintos acto res de acuerdo medida en que son necesarias para la realizaci6n de las actividades
a la funci6n que les ha sido asignada. sustantivas. No tiene ning{m sentido para los actores sujetarse a un
EI desarrollo de procesos participativos dentro de la instituci6n conjunto de normas, si no es para obtener alga a cambia. En el caso de las
(~scolar debe considerarse un media para elIogro de cJimas institucionaIes escuelas, ese alga es, tanto para alumnos como docentes, la participaci6n
!llcls adecuados para el cumplimiento de las funciones especificas de la en la transmisi6n y apropiaci6n del saber que ha acuIDulado la sociedad.
instituci6n.
iHacen falia reglas?
Cualquier grupo humano que pretenda realizar una acci6n campa 1'-
tida, neeesita establecer reglas";que regulen los eomportamientos de cada colegiados, y determinando su composiei6n. En otro tipo de legislaci6n esto
uno de los acto res para que estCis conf1uyan en la realizacicSn de la tarea no esta explicitado. En ambas circunstancias esta comprometida la aeeicSn
comtm'7. En este sentido, las nonnas tienen como fin la construccicSn de un de los equipos de direccicSn, quienes deben, en el primer caso, crear el
clima que permita el desarrollo de una actividad especffica, es decir abren contexto necesario para la puesta en marcha de 10 indicado porIa ley,
el espacio para que las tareas sustantivas puedan realizarse. garantizando la participacicSn del mayor ntnnero de actores. En el segundo,
Cuando la escuela establece horarios a los que deben ajustarse estrin confrontados ala toma de decisiones acerca de c6mo crear condicio-
docen tes y al umnos y exige su cu m p Iimien to, esta creando las condiciones nes para resolver las cuestiones relativas ala convivencia.
de habito necesarias para el abordaje de una tarea sistematica. La POl'otra parte, los equipos de conducci6n tienen la responsabilidad de
aceptacicSn de la norma que presupone el respeto de la rutina horaria compatibilizar los estilos con que cada docente, con cada g1'UpO, define las
escolar se justifica y sostiene en la tarea que se realiza en ese intervalo de maneras de resolver estos aspectos, con el proyecto y la politica de la
permallencia en el estableeimiento. instituci6n.
La aeeptacicSn de las eonvenciones escolares y de las normas que la En todos Ios casos los directivos tienen una responsabiliclad mas: la
gobiernan, son las que inieian a IDSadolescentes en la aeeptacicSn de estos de no general' injusticias y la de no avalar la impunidad.
mismos meeanismos en la soeiedacl global.
Cuando en un estableeimiento oeu rren heehos generalizados y recu- gInjll6'ticias e impllnidad?
rrentes de "indisciplina" deberiamos preguntarnos sobre las normas y En la insti tucian se articulan dos dimensiones que determinan su
reglas, su sentido y significacicSn para los acto res y sobre las actividades manera de ref,'l.tlaci6n de l:omportamientos:
sustantivas que 5e proponen. a. EI orden normativo, que identifica, clasifica y valora los comporta-
mientos individuales en relaci6n a los valores y ohjetivos de la instituci6n.
iQuien define Las reglas? El orden normativo indica, prohibe 0 permite comportamientos con el fin
Enlas instituciones escolares org"dnizaclas seg(1D un estricto criterio de regular los diferentes aspectos de la vida institucional. (los aspectos
dejerarqufa, s610 los integrantes de los mas altos estratos participan en la orgallizacionales, relacionales, etc.).
construcci6n de las reglas. En aquellas que han desarrollaclo mecanismos b. Los mecanismos disciplinarios que constituyen las estrategias
de pal't.icipaci6n, se amplfa la cantidad de miembros que tienen la capaci- institucionales que garantizan el acatamiento y ajuste de los comporta-
dad de intervenir en tal construcci6n. mientos alas normas. Los mecanismos disciplinarios son el conjunto de
castigos y recompensas con que la institucion intenta promover comporta-
mientos de cumplimiento de las nonnas.
"Tal vez este relato de Bernstein, Eovisitando Summerhill nos EI equipo de direcci6n debera prestaI' particular atenci6n ados
ayude a reflexionar En la entrada del edificio principal Ie llama
0
riesgos:
la atencian una serie de tablones completamente !lenos de 1. Lainjllsticia: Loscomportamientosquese hallan institucionalmente
paginas y paginas de reglas mecanografiadas, acompanadas permitidos 0 prescriptos y que en la acci6n son sancionados, configuran
de las correspondientes penalizaciones. Un alumno de 15 una injusticia. Un posible ejemplo serian aquellas conductas que los
anos Ie comenta: hay mas reglas en una escuela Iibre que en alumnos comtlDmente realizan pOl'que estan permitidas, pero que en una
cualquier otra, aunque todas las hacemos para nosotros situacion especifica reciben sancion.
mismos." (Convivencia, Espacios institucionales N'.23, CoP.Eo, 2. La impunidad: Se habla de impuitidad cuando los comportamien-
Rio Negro, 1990, pag. 3)0 tos institucionalmente prohibidos son aceptados en las pnicticas cotidia-
nas sin sanci6n. El comportamiento prohibido puede quedar impune
pOl'que permanece oculto, 0 porque los responsables de la aplicaci6n de la
i Como se construyen las reglas? norma no proceden a establecer la sancion. Otra posibilidad es que el
En algunos casos, las leyes definen en su texto las modalidades a las castigo no se cum pia ya sea porque se logro el perd6n, yasea porque existen
que se debe recurrir para establecer las reglas de convivencia, prescribien- formas eficaces de evadir el castigu 0 porque el castigo aplicado es
do la creaci6n, en cad a establecimiento, de Consejos u otros cuerpos irrelevante para el infractor y tambien para el resto del grupo. La
illlpunidad conlleva un alto b'Tndo de disolucion de 10 normnt.ivo porque todo y por nada; se logra luego que la ley sea para todos, pero
,;igllifica negnr en el nivel de Ins acciones t.odos los acuenlos est.ablecidos· no es ya necesario hacer una ley para todo.
I~ntre la inst.itucion y los individuos.
Por sUfJuesto esta breve sfntesis 50/0 permite tener una
aproximaci6n al enfoque utifizado. Sin embargo, tal vez sus-
cite comentarios e ideas: regfstrelos para trabajar con otros
colegas.
Para reflexionar sobreestas cuestiones sintetizamos las (,Que de 10expuesto y comentado por usted podrfa ser
grandes Ifneas de una experiencia lIevada a cabo por un utifizado enla elaboracion de un codigo de convivencia en su
docente'B, que adhiere-a la corriente de pedagogia institucional establecimiento?
(Oury, F; Vasquez A.; 1967y 1971).
EI profesor comienza su relata asf:
"Como Oury, pensamos que para dar alga hay que' 4.1. Acerca de los estilos frente a los problemas disciplinarios y de
poseerlo. Si quiero pasarlo, es necesario que, en mi c1ase,yo convivencia.
10 tenga, el Poder ...Primera hip6tesis: tener el poder para
darlo. Entonces el primer dia el profesor expone, decide, i,Como reaccionamos cuando los conf1ict.os son vividos como peligro-
dicta, evalua. Sin embargo, rapidamente, introduce, impone, sos y violent.os? i,Que hacemos'? i,Que hacer?
actividades que pueden aportar un cambio real de las relacio- Primera decision: i,nbstenerse 0 intervenir'?
nes. En particular decreta una reuni6n semanal de concertaci6n i,Abstenerse? Esta puede ser una actitud casi "instintiva", 0 bien el
del grupo (el Consejo) que dirige personalmente (al comien- resultado de una especie de "cansancio" frente a las situaciones, una forma
zo) ...La animaci6n de las reunibnes se aprende, no se impr'o- . de evitar alga que nos cuesta encarar, 0 la consecuencia de la aplicacion de
visa, es necesario manejar las tecnicas y eso lIeva tiempo. La p6ncipios teoricos. , .
mejor manera defracasar es no dirigir." (E. Debarbieux; CEE; La no intervencion ocasional puede deberse a todo tlpo de motl vos, La
ESF Ed.; 1990; p. 136) - mejor figura es aquella en la quedecidimos no intervenir porql:e confiamos
A esta primera fase Ie suceden otras en' la que los en la capacidad del grupo de autorregularse. Otra figura poslble es la del
cambios en las relaciones se van construyendo. EI profesor que no interviene pOl'que se niega a ver,'o se pliega con una suerte de
dirige el Consejo el primer mes, pone en march a planes de conformismo a sufrir los a vatares cot.idianos. Tambien estan aquellos que
trabajo, y se va construyendo un "c6digo de palabras claves", adoptan este criterio como posicion sist.ematica para trabajar con los
palabras que pueden ayudar al grupo a regular sus intercam- grup~. , .
bios para que tad os puedan tomar y usar la palabra. 'Se hace Estas (dt.imas alternat.ivas nos suscit.an interrogantes e ll1qUletudes.
sentir la necesidad de una ley. EI profesor, que ejerce el poder, Quizas pin'que conllevan demasiados riesgas. Ent.or~ces ... i,i,nt.ervenil:lOs?,
quiere transferirlo al grupo, que al principio no 10 qui ere i,reaccionamos? E, Debarbieux'!J se intereso pOl' registrar como reacclona-
aceptar. Paulatinamente se establecen normas para resolver mos, y creo un "inventario" de reacciones a partir del cual elaboramos el
los conflictos. Las primeras normas establecidas por la clase siguiente cuadro:
son: "no insultar, ser ainable, no ser racista, no robar", se
empieza asi a crear el Reglamento de la Clase. Con el Regla-
mento, el grupo debetambien resolver que va a hacer si este a) Reacciones "simplemente hacia afuera":
nOSe cumple. Con largos perfodos para gestar las norm as Conjunto de reacciones, general mente sin efecto dur~-
estas se van estableciendo y con ell as las sanciones. Son dero, para las que es posible pensarestrategias preventivas:
ahara los alumnos los que, rotativamente, presiden el Conse- - "jA la puerta!, jAI patio!"
jo. La ley establecida evoluciona y con ella la formas de _ "Sino quieres estar aqui puedes salir, si te quedas
resolver 105 conflictos. AI comienzo la ley era aplicada por
\
deberas aceptar las normas." I
- solicitar en reuniCilnordinaria •
en la que el conseJo de
- "l.Quieres salir y regresar dentro de un rato?" clase trate el problema. i
(.Es posible pensar que en lugar de lIegar a situaciones Las mencionadas ~ion algunas de las estrategias posi-
que lIevan al "jAfuera!", el afuera sea una estrategia preven- bles. I
tiva? La clase al aire libre; la visita a la planta de producci6n;
la investigaci6n sabre la historia del barrio; la encuesta sabre
la juventud; temas y razones para estar afuera, trabajando Seguramente usted habra registrado algunas de estas
para adentro. reacciones en su establecimiento, y podra integrar otras a su
b) Hacia afuera, recurriendo a la autoridad: repertorio.
Conjunto de reacciones que suponen quela soluci6n a- Haga un listado de las mas usuales. Tal vez esto pueda
vendra desde el exterior. Sus efectos no siempre son previsi- ser un temapara estudiar y pensar con su equipo de direccion.
bles ni deseables. b- i.,Podrfa ser este listado el punto de partida de un
Se pueden evitar, can estrategias de mediaci6n. intercambio a efectuar con su equipo de docentes? Si asf
- "Tendras que hablar can el director." (La frase introdu- fuera, elija bibliograffa de apoyo sobre temas relacionados,
ce, generalmente, el arsenal clasico: serm6n, castigo, even- (recuerde 10 que seiialamos en el capftulo II, sobre 10 que hay
tual exclusi6n.) que evitar en las reuniones: es particularmente pertinente en
- "Tendrim que venir tus padres." (Este p~dido puede el tratamiento de las cuestiones que estamos trabajando.)
encubrir un desplazamiento de la responsabilidad: "espero Registre su posicion al respecto, analice ventajas y riesgos,
que ellos te apliquen el castigo" a "espero que ellos logren 10 luego tome la decision.
que yo no puedo".)
c) Hacia afuera, buscando que alguien se haga cargo:
- "Tendras que ir al gabinete." (Par supuesto, a veces, el
gabinete puede mediar, orientar, derivar. Dependera del pedi-
do del docente y de la posici6n del gabinete que este recurso
hacia el afuera no se transforme en un efecto indeseado.)
Todas estas reacciones pueden considerarse de relativo
efecto, de impacto poco duradero y de alto riesgo. Par 10
general no hacen sino postergar el problema.
Hay otros modos de incluir el "afuera", entre estos:
- solicitar el apoyo a colegas,
- solicitar el asesoramiento y acompanamiento de los
equipos de conducci6n y supervisi6n,
- pedir el apoyo de tecnicos para entender 10 que ocurre,
- trabajar can otros colegas para reconsiderar las estl'a-
tegias pedag6gico-didacticas,
- solicitar la mediaci6n a transformarse en mediador de
conflictos,
- convocar a una reuni6n extraordinaria del consejo de
clase,
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CAPÍTULO 3
El currículo moldeado:
del diagnóstico a la
construcción de un
proyecto curricular
con identidad propia
Griselda Callegari
María Renée Candia
72
La construcción del
proyecto curricular como El Proyecto Curricular Institucio-
nal es una herramienta que intenta
desafío complejo… pero
dotar de coherencia a las prácticas
no imposible
pedagógicas de una institución, en
la medida en que supone discutir,
El Proyecto Curricular Institucional en el interior de ella, qué sujeto se
(PCI), en tanto currículo moldeado, contribuye a formar y para qué
configura el conjunto de decisiones sociedad —tomando una posición
pedagógicas que cada institución lleva ético-política y pedagógica— desde
a cabo en función del currículo prescrip- una determinada manera de
to (diseños curriculares oficiales) y del entender a la educación y a la fun-
contexto particular en el cual se halla ción del jardín de infantes inserto
inserto el jardín de infantes atendiendo en un contexto particular. Además
a un diagnóstico socio-cultural e institu- implica pensar qué contenidos y
cional particular (tal como se señaló en estrategias contribuyen en este
el capítulo anterior). cometido. También se requiere con-
sensuar —en coherencia con lo
Es una instancia de diseño y planifica- anterior— qué se entiende por
ción institucional que incluye el conjun- enseñanza, aprendizaje, conoci-
to de decisiones que se tomen en el miento, infancia, etc., en la medida
marco de acuerdos, en tanto líneas que orientan las prácticas. En este
directrices, que orientan la elaboración sentido, el Proyecto Curricular
de los planes anuales de sección y las Institucional posee una dimen-
planificaciones áulicas (unidades didác- sión no sólo pedagógica, sino
ticas, proyectos, secuencias didácticas), también política.
como se desarrolla en el capítulo 5.
La educación en los primeros años / 81
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Otra de las docentes siente placer al Las líneas que orientan una política
El currículo moldeado…
74
desde la posición política y pedagógica jardín, siendo este aspecto el tema cen-
que asuma la institución, siendo ésta “los tral de este capítulo.
lentes desde los cuales se interpreta“ la
realidad. En función de ello, proponemos tres
niveles de toma de decisiones:
75
76
CUADRO Nº 1
• El jardín de infantes —desde sus propuestas didácticas— ¿en qué medida brinda
a los niños algunas herramientas que se consideran necesarias para su inser-
ción activa en su comunidad y en la sociedad en general? ¿Cómo se entiende
la “inserción activa“? ¿Es lo mismo que “adaptación“?
• ¿Qué lugar ocupa el conocimiento? Desde las propuestas didácticas del jardín,
¿se potencia el conocimiento de otros mundos o se limita a los niños a su con-
texto de origen?
La educación en los primeros años / 81
77
CUADRO Nº 2
78
cultura de origen?
• ¿El conocimiento se entiende como verdad absoluta que sólo se repite?
¿Como algo acabado que se transmite? ¿Como construcción social provi-
soria o inacabada? ¿Como certezas provisorias que se gestan en un con-
texto socio-histórico-particular? ¿Como un producto social revisable y
modificable?
• ¿Se considera que este jardín de infantes distribuye conocimientos? ¿Qué
tipo de conocimientos?
En todos los casos, ¿qué relación se establece entre las prácticas concretas, el
modo de entender el currículo, el aprendizaje, la enseñanza y el conocimiento y
la posición política que asume el jardín?
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CUADRO Nº 3
Acuerdos Acciones
80
CUADRO Nº 4
¿Con intereses ¿Qué lugar se les da a los niños para que sugieran, propon-
propios o intereses gan, elijan?
impuestos por otros? ¿Qué espacio se le da a sus iniciativas?
A partir de las preguntas del cuadro No 4 Se espera que los niños al finalizar su
se podría construir el siguiente perfil de pasaje por este jardín puedan/ hayan
niño a formar: aprendido a:
81
CUADRO Nº 5
82
83
Con relación a lo evolutivo, todo niño de cuatro años realiza logros importantes
con respecto al desarrollo motriz. Pero, al realizar un diagnóstico, se observa
que hay niños que han logrado un nivel de desarrollo más óptimo que los otros
porque tuvieron oportunidades distintas: casa con patio, espacios verdes cerca-
nos a su casa, muchas horas en los clubes.
Ejemplo Nº 1
Con relación a la oralidad, todo niño necesita adquirir vocabulario para expre-
sarse con fluidez. Pero, al realizar el diagnóstico, pueden observarse niños que
llegan al jardín con mucha fluidez porque están muy estimulados en sus hoga-
res o puede suceder que, a pesar de tener cuatro o cinco años hablen muy
poco por provenir de un entorno cultural con prácticas comunicativas distintas.
Ejemplo Nº 2
Ejemplo Nº 3
El currículo moldeado…
Con relación a los aspectos socio-culturales, hay niños que saben usar los sani-
tarios y otros carecen de ellos en sus hogares y desconocen su uso.
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Exploración de las posibi- Fuentes de luz: el sol y la lin- Efecto que produce la luz
lidades de la linterna. terna. sobre los objetos: la sombra.
a. Organización de contenidos.
El currículo moldeado…
88
tro propósito hacer un desarrollo por- cinco, o sólo sala de cinco), y qué tipos
menorizado, pero resulta fundamental de actividades se priorizarán en cada
que la institución asuma claramente sección (estructuradas, semiestructuras,
una posición respecto de cómo se van a libres) y el lugar que se les dará a las
organizar. actividades exploratorias, al juego socio-
dramático, al juego-trabajo o al juego en
La perspectiva globalizadora tiene más sectores, entre otros.
consenso en la educación infantil, pero
es importante tener en cuenta su senti-
do y alcance para evitar caer en forza-
mientos artificiales y diseños de pro- c) Definiciones en el interior de cada
puestas fragmentadas. campo del saber
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Secuencia didáctica
Ejemplo de secuencia didáctica
3. Actividades de registro de la
información
d) Modalidad de trabajo
4. Actividades de organización y sis-
• La organización de espacios y materiales tematización de la información
1. Presentación de la situación
(qué hacer, pero no cómo)
La definición de la modalidad de trabajo
está directamente ligada a los formatos 2. Momento de resolución
o contextos de enseñanza9 adoptados 3. Registro y comunicación de los
(unidades didácticas, proyectos, pro- resultados obtenidos
puestas específicas, el patio) y a su vez
esto se articula con la organización de 4. Síntesis de lo realizado
los espacios, los tiempos y los agrupa-
mientos.
Desde la lengua
Experiencias de
apreciación-percepción
Experiencias de
exploración-producción
Experiencias de contextualización
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CUADRO Nº 6
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Alumnos Ver
cuadro ––––––––– –––––––––
Nº 7
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CUADRO Nº 7
Una vez definidos los sujetos y objetos Así como tiene mucho consenso realizar
de evaluación, como también los crite- la evaluación de los alumnos en tres
rios e indicadores, cada institución ten- momentos característicos —al inicio del
drá que definir cuándo se evaluará cada año (diagnóstica), durante el desarrollo
uno de ellos. (procesual o reguladora) y al finalizar el
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CUADRO Nº 8
Diario de clases.
100
de los jardines, día del padre, día de tamente para evitar la rutinización.
la madre, semana de los abuelos,
semana de la familia, día del niño, 6) Instrumentos. El uso del cuaderno
cumpleaños del jardín) es otra tarea en la sección de cinco años, la utili-
a realizar, como también el modo de zación de libros, fichas de trabajo,
inclusión de los padres y de la entre otros, requieren ser discutidos
comunidad. institucionalmente para definir desde
qué posición se trabajarán y en qué
3) Proyectos integrados. En este punto sección/es y momento del año se
se propone definir qué proyectos se incorporarán al trabajo diario.
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101
Estos acuerdos podrán ser volcados a La organización del año supone partir
una agenda anual (con su correspon- del calendario escolar para construir el
diente temporalización), tal como será almanaque institucional en el que se
trabajado a continuación. vuelquen las acciones acordadas con el
colectivo docente. De este modo se
podrá visualizar la distribución de estas
La planificación acciones en el tiempo. Esto ayudará a
institucional como armar un cronograma realista, posible
tarea compartida: de ser llevado a cabo, sobre la base de
la organización del año las decisiones que se hayan tomado
institucionalmente.
en la agenda del jardín
Se intenta con ello dotar de sentido de
Organizar la agenda del jardín es una realidad a lo que se pretende hacer y
tarea institucional que supone elaborar no derrochar esfuerzos en organizar
anticipadamente un esquema tentati- aquello con lo que no se podrá cumplir,
vo de líneas de acción —integradas y como también anticipar posibles super-
articuladas— que orienten las pro- posiciones. Para ello, la variable tempo-
puestas curriculares que se llevarán a ral es importante en la medida en que
cabo a lo largo del año. ayuda a organizar en tiempos reales la
tarea del año. Organizar la agenda anual
Proponemos una matriz posible para permite analizar la viabilidad de las
plasmar por escrito estos acuerdos. En acciones que se pretenden realizar. En
el capítulo 5 se propone el trabajo en el la página siguiente presentamos algu-
interior de cada sección sobre la base nos meses como ejemplo.
de una grilla similar a ésta.
El currículo moldeado…
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102
Fechas 25 de mayo
patrias
20 de junio
9 de julio
…………
Paseos/ Acuario
salidas
Granja de la
infancia
…………
Semana de la
familia
…………
La biblioteca
ambulante
…………
Rutinas Merienda
Asistencia
Calendario
La educación en los primeros años / 81
…………
103
104
Por último, resulta importante aclarar Si enseñar es un arte, los que enseñan
que si todas las acciones y los proyectos son artistas que, con sensibilidad, pue-
institucionales intentan mejorar o rever- den leer la realidad para “moldear“ el
tir alguna debilidad o problema detecta- currículo prescripto y así construir un
do, están aportando para que el jardín proyecto con un sello singular.
actúe contextualizadamente y desde su
singularidad. Podrán hacer un boceto o una obra
maestra, en sus intentos por construir
un proyecto institucional con identidad.
Ellos siempre son los autores de su
Los artistas son sensibles a lo que les obra, con una forma y un estilo propios.
rodea… plasman en su obra un modo
singular de ver la realidad. Los docentes, en tanto artistas, se expo-
nen ante un gran desafío que implica
Sus producciones comienzan por un hacer una obra, que se transformará en
simple boceto… un boceto que, si se “su“ obra si se realiza desde la pasión,
La educación en los primeros años / 81
105
El currículo moldeado…
Apuntes unidad 4...
Apuntes unidad 4...