Formación de Los Sujetos.
Formación de Los Sujetos.
Formación de Los Sujetos.
Debemos prestar atención a las personas jurídicas, las cuales son entidades
que, a pesar de no ser seres humanos, son reconocidas por la legislación como
sujetos de derechos y obligaciones. La formación de una persona jurídica se
lleva a cabo ya sea por disposición legal o mediante actos jurídicos específicos,
tales como la constitución de una empresa o de una organización. Algunos
ejemplos comunes de personas jurídicas son las empresas, las asociaciones, las
fundaciones, los sindicatos y los estados. Para que una persona jurídica adquiera
su plena capacidad jurídica, es necesario cumplir con ciertos requisitos legales,
como el registro correspondiente, la adopción de estatutos que regulen su
funcionamiento y la obtención de la personalidad jurídica, que es el
reconocimiento formal de su existencia legal.
El origen del principio de libre determinación de los pueblos es tan antiguo como
el mismo Derecho Internacional Público. Se remonta al siglo XIV, cuando se
hacen las primeras referencias acerca de la libertad de la que disponen ciertos
grupos de personas para, por sí mismos, elegir su propio gobierno y destino.
Esta primera presentación del principio fluye de los escritos del padre Francisco
de Vittoria, que alude directa y expresamente a lo que ahora llamamos libre
determinación de los pueblos en su obra Relectiones Theologicae De Indis.
Por el contrario, el Estado no puede hacer ni actuar, sino solo aquello que le esté
permitido. Aquí, entonces, el principio es la prohibición y las excepciones son las
permisiones. Este último postulado de permisiones es el concepto de
competencias estatales.
En este carril cabe afirmar que el Poder Ejecutivo es competente cuando así
surge del texto normativo (literalidad). Sin embargo, es obvio que las normas no
pueden prever expresamente todas las competencias del presidente y sus
órganos inferiores que resulten necesarias para el cumplimiento de sus objetivos
o fines; por ello, es necesario repensar otros criterios de reconocimiento de
competencias.
Las competencias implícitas
La noción de frontera.
El derecho, en un contexto transnacional, pierde los rasgos con los que lo hemos
configurado desde la modernidad. Las clásicas distinciones entre lo nacional y lo
internacional, lo público y lo privado, lo sustantivo y lo procedimental, lo jurídico
y lo político, lo social y lo jurídico abandonan su rigidez en un entramado de
normas, órdenes, instituciones y agentes que se entremezclan y superponen de
modos diversos y cambiantes. Carecemos de una teoría del derecho capaz de
explicar y evaluar esta realidad jurídica desbordante. No es suficiente una
reflexión teórica sobre el derecho internacional. Lo transnacional apela a una
pluralidad de actores y de espacios jurídicos que interaccionan para crear,
interpretar y ejecutar normas con las que se identifican mutuamente. Lo
transnacional no se refiere solo a lo global o a lo supranacional, sino a la
interdependencia de ambos con lo local y los espacios de tránsito. Ello se traduce
en un cambio de enfoque o de perspectiva que se exige a cada operador jurídico:
la gestión de la interrelación entre órdenes diversos orientada a la creación de
espacios para la aproximación, la contestación y la innovación es una exigencia
normativa y debe ser ponderada con el resto de valores jurídicos. A partir de ahí
cambia el significado de los conceptos a los que ha de orientar su atención la
teoría jurídica.