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¿Qué Es La Autólisis en Panadería y Cómo Puede Mejorar Tus Recetas de Pan Casero

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POSTRES VIAJES SELECCIÓN VEGUI

¿Qué es la autólisis en
panadería y cómo puede
mejorar tus recetas de pan
casero?

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Liliana Fuchs

Hace ya muchos años que me uno a El Día Mundial


del Pan porque fue gracias a esta iniciativa que
empecé a experimentar con masas. Aprovecho la
ocasión para probar recetas nuevas y, sobre todo,
animar a los demás a meter las manos en harina.
Esta vez me gustaría ahondar un poco en una
técnica todavía desconocida por muchos
panaderos aficionados, la autólisis en la
elaboración de la masa.

Hacer pan puede ser muy fácil o tremendamente


complicado, pero siempre es satisfactorio. No hace
falta volverse loco para lograr buenos resultados, y
siempre es más sencillo si conocemos algunos
conceptos y entendemos cómo se comportan las
masas. La autólisis es una técnica en realidad muy
simple que nos será muy útil en el amasado, sobre
todo con masas más rebeldes. ¿En qué consiste?

El amasado o mezclado: una fase


fundamental

Todo el mundo sabe que un pan se amasa -o se


mezcla-, a máquina o a mano. Es la segunda fase en
la elaboración de una receta de panadería, y una de
las etapas clave para lograr buenos resultados. Yo
diría que es la parte que más miedo da o que más
echa para atrás a los panaderos aficionados
inexpertos, y donde se cometen más errores.

Es habitual imaginarse una masa elástica y suave


que se maneja de maravilla, pero el pánico se
desata cuando tenemos un engrudo pegajoso que
parece imposible de trabajar. Es muy típico intentar
compensarlo echando más harina, pero es fácil
pasarse y acabar con un mazacote que levará mal y
dará una miga poco agradecida.

Por eso el amasado es fundamental. En esta fase


perseguimos tres objetivos:

Distribución de los ingredientes.

Desarrollo del gluten.

Inicio de la fermentación.

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Comprendiendo el gluten

El gluten es la proteína principal del trigo y de otros


cereales, base de la mayoría de las masas de
panadería. Esencialmente, un buen desarrollo del
gluten logra que las masas tengan buena estructura
interna y sabor, por eso es algo difícil conseguir un
pan sin gluten bueno de verdad.

Esta proteína está formada por dos aminoácidos: la


glutenina y la gliadina. Al hidratar la harina estos
aminoácidos se asocian entre sí, formando el
gluten. Diferentes tipos de cereales y diferentes
tipos de harinas tienen una cantidad de gluten
distinta, y eso afecta al amasado, a la hidratación y al
tiempo de levado. Las harinas con más proteínas
tardan más en desarrollar el gluten.

¿Qué es la autólisis y cómo puede


ayudar a hacer pan?

A mediados del siglo XX el pan francés había


perdido sabor y durabilidad debido a la
introducción de maquinaria muy agresiva con las
masas. Entonces, en 1974 el científico y experto en
panadería Raymond Calvel dio con la clave y expuso
que la técnica del reposo ayudaría a recuperar la
magia de los panes franceses.

La autólisis es un concepto biológico que describe un


proceso mediante el cual una célula se autodigiere o
autodestruye por la acción de sus enzimas. A
nosotros nos interesan dos enzimas fundamentales
de la harina: proteasa, que aporta estructura, y
amilasa, que proporciona elasticidad. El equilibrio
de ambas características nos dará un buena masa
para lograr un pan delicioso.

Por tanto, aplicando el concepto a panadería, la idea


de la autólisis es retrasar el amasado o mezclado
final para dar tiempo a las proteínas de la harina a
desarrollar por completo el gluten. Así logramos
una masa con una estructura adecuada antes de
empezar a darle elasticidad, y eso nos ayudará a
manejarla con más facilidad. Como dice Iban Yarza
en 'Pan Casero', “Una lección esencial es que el
reposo amasa”.

Cuando hidratamos la harina las proteínas empiezan


ya a trabajar para formar el gluten y las levaduras
arrancan su trabajo de fermentación. Si le damos
tiempo, la masa estará mucho más preparada para
desarrollarse con propiedad y nos lo pondrá mucho
más fácil, se pegará menos y necesitará menos
tiempo de amasado.

También es buena idea hacer la autólisis cuando


hemos mezclado solo la harina con el agua,
dejando los demás ingredientes para después del
reposo. En cualquier caso, casi siempre lo mejor es
dejar la sal para el final, porque da rigidez al gluten y
retrasa la acción de las levaduras.

¿Cómo aplicar la autólisis a nuestros


panes?

Tal y como describe Peter Reinhart en 'El aprendiz de


panadero', la técnica común de autólisis empleada
por panaderos profesionales consiste en mezclar las
harinas con agua durante no más de cuatro
minutos y dejar reposar antes de añadir los demás
ingredientes e iniciar el amasado. El tiempo de
descanso debe ser de un mínimo de quince o veinte
minutos, hasta un máximo de una hora.

Podemos aplicar la autólisis una vez mezclados


todos los ingredientes salvo la sal, y es
recomendable dejar las grasas de los panes
enriquecidos también para después del reposo -por
ejemplo la mantequilla-. La masa se deja en el
cuenco, tapada, en un lugar fresco y seco sin
corrientes ni fuentes de calor cerca.

Tampoco hace falta ser muy técnicos o metódicos


para comprobar los resultados de la autólisis. Si
estáis siguiendo una receta y al mezclar todos los
ingredientes veis que la masa es muy húmeda o
pegajosa, dejadla reposar antes de echar más
harina. Veréis cómo se manejará mucho mejor
después de ese tiempo de descanso.

Conclusiones: los efectos de la


autólisis

Esta teoría es la base sobre la que cada maestro


panadero trabaja para adaptarla a su método de
trabajo. Hay quien hace reposos más o menos
largos, otros prefieren añadir también al principio los
prefermentos y otros solo hacen autólisis con una
parte de la harina y el agua. Es cuestión de
perfeccionar la técnica según los ingredientes y las
recetas, pero los resultados positivos están claros.

La harina se hidrata completamente y se


consigue una miga más suave, algo muy útil
con los panes de harinas integrales. El salvado
se reblandece y el gluten se desarrolla mejor.

Las proteínas de la harina se hidratan mucho


mejor, dando tiempo a desarrollar por
completo el gluten.

El pan logra una buena estructura, con mayor


fuerza, más capacidad de retener los gases y
con mejor alveolado interno.

Se consiguen panes de mejor color, sabor y


aroma, de miga más elástica y un levado más
uniforme.

El gluten se desarrolla durante el reposo y


empieza la fermentación sin que tengamos
que hacer nada. La masa “se amasa sola”,
reduciendo el amasado real que tendremos
que hacer después.

Además de reducir el tiempo de amasado, será


mucho más fácil y manejable.

También será más sencillo formar el pan antes


de la última fermentación.

Durante el horneado, el pan tendrá mejor


volumen, con una miga más uniforme y una
corteza bien estructurada, con greñas que se
abren por completo.

Si estáis empezando en esto del pan casero o


queréis ahondar un poco más en procesos y técnicas
más específicas, animáos a probar el método de la
autólisis. Simplemente dejando reposar la masa
unos 20-30 minutos después de mezclar todo, antes
de empezar a amasar, notaréis los efectos positivos.
¿Habéis aplicado la técnica del reposo alguna vez?

Fotos | Pixabay
En Directo al Paladar | 44 recetas para cocinar con
pan y aprovechar hasta la última miga
En Directo al Paladar | Un año de panes para celebrar
el Día Mundial del Pan

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