02 Hora Santa Misionera
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MISIÓN PARROQUIAL
PRESENTACIÓN
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Equipo de Intercesión - Misión Parroquial
INTRODUCCIÓN
Cuando se dice que algo tiene «espíritu», esto suele indicar
unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan
sentido a la acción personal y comunitaria. Una evangelización
con espíritu es muy diferente de un conjunto de tareas vividas
como una obligación pesada que simplemente se tolera, o se
sobrelleva como algo que contradice las propias inclinaciones y
deseos. ¡Cómo quisiera encontrar las palabras para alentar una
etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, audaz,
llena de amor hasta el fin y de vida contagiosa! Pero sé que
ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones
el fuego del Espíritu. En definitiva, una evangelización con
espíritu es una evangelización con Espíritu Santo, ya que Él
es el alma de la Iglesia evangelizadora. Antes de proponerles
algunas motivaciones y sugerencias espirituales, invoco una
vez más al Espíritu Santo; le ruego que venga a renovar, a
sacudir, a impulsar a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí
para evangelizar a todos los pueblos (Evangelii Gaudium 261).
Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a
la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los
demás: es la intercesión. Miremos por un momento el interior
de un gran evangelizador como san Pablo, para percibir cómo
era su oración. Esa oración estaba llena de seres humanos:
«En todas mis oraciones siempre pido con alegría por todos
ustedes [...] porque os llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7).
Así descubrimos que interceder no nos aparta de la verdadera
contemplación, porque la contemplación que deja fuera a los
demás es un engaño. (Evangelii Gaudium 281).
Esta actitud se convierte también en agradecimiento a Dios
por los demás: «Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de
Jesucristo por todos ustedes» (Rm 1,8). Es un agradecimiento
constante: «Doy gracias a Dios sin cesar por todos vosotros a
causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada en Cristo
Jesús» (1 Co 1,4); «Doy gracias a mi Dios todas las veces que
me acuerdo de vosotros» (Flp 1,3). No es una mirada incrédula,
negativa y desesperanzada, sino una mirada espiritual, de
profunda fe, que reconoce lo que Dios mismo hace en ellos.
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Catequesis de Adultos - Diócesis de Colima
◊ De rodillas
Canto de entrada: Altísimo Señor
Altísimo Señor, que supisteis juntar a un tiempo en el altar, ser
Cordero y Pastor, quisiera con fervor, amar y recibir, a quien
por mí, quiso morir.
Cordero divinal, por nuestro sumo bien, inmolado en Salem,
en tu puro raudal, de gracia celestial, lava mi corazón, que fiel
te rinde adoración.
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HORA SANTA 1
Monitor: Señor Jesús, Dios de la Vida, en este día en el que tú
nos convocas, estamos aquí como comunidad parroquial, como
Iglesia misionera, queremos adorarte, queremos permanecer en
tu presencia, queremos escucharte.
Lector: Palabras del Santo Padre el Papa Francisco en su Carta
Encíclica Evangelii Gaudium.
Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo.
Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho
a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia
accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que
una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse
a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada
por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de
obsesiones y procedimientos.
Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra
conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la
fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una
comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido
y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos
mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan
una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces
implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos,
mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite
sin cansarse: «¡Denles ustedes de comer!» (Mc 6,37). EG. 49
◊ Breve silencio para meditación personal
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Todos:
5.- Jesús Eucaristía, Pan Partido para dar vida al mundo, gracias
porque nos llamas a compartir con otros siendo una Parroquia
Misionera, gracias porque compartiendo tu misma misión nos
haces constructores del Reino.
◊ CANTO
INTENCIONES GENERALES PARA LA HORA SANTA
Monitor: Como comunidad llevada por el Espíritu te
presentamos Jesús, Pan de vida, las necesidades de nuestros
hermanos con esta súplica: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Lector: Por nuestra Diócesis de Colima, para que aumentes
en número y santidad las vocaciones sacerdotales, religiosas y
misioneras, así mismo te pedimos que en las familias acrecientes
el amor a la vida y la capacidad de gozar de ella. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Lector: Por nuestra zona pastoral Valle de Tecomán, para que
cada uno de los cristianos viva con autenticidad, buscando
siempre el servicio, haciendo de ella la familia de Dios. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Lector: Por nuesta Parroquia de _________________, para
que a través del diálogo, la Iglesia enfrente el reto de la
evangelización en el concierto disonante y complejo del
mundo contemporáneo.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Lector: Por nuestras regiones pastorales de ______________,
que se encuentran en misión en estos momentos, para que vea
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◊ CANTO
PETICIONES
Monitor: Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y les
abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al
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Oración final
Lector:
“Señor que nos haces participar del Milagro de la Eucaristía:
te pedimos no te escondas, que esté siempre claro tu rostro a
nuestros ojos; que vivas con nosotros, porque sin Ti nuestra vida
no tiene sentido; que te veamos con los ojos purificados en el
sacramento de la Penitencia; que te toquemos, como aquella
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HORA SANTA 2
Ministro: Jesús mío, tú te servirás de nosotros para manifestar a
todas las naciones que no necesitas más, para obrar maravillas
en un alma. Te abandonamos nuestra miseria para que tu
misericordia tenga anchísimo campo en que ejercitarse y te
entregamos nuestra buena voluntad por manos de María, la
primera misionera.
◊ Breve silencio para meditación personal
Lector: Toda persona dedicada a la misión “es como padre
amoroso y solícito que vigila, cuida y ama en todo momento al
hijo amado de su corazón”. Ser padre de las almas da sentido
a la vida apostólica: “¡Qué paternidad tan gloriosa! ¡Dar almas
a Dios y sustentarlas con el sacrificio! Si no es para comprar
almas para Dios, no vale la pena el vivir La vida no merece
el nombre de vida, si no se emplea toda ella en conquistar
vasallos para el Rey inmortal de los siglos”.
Este celo apostólico, es también materno, a imitación de
María, figura de la Iglesia y no tiene fronteras: “Las almas nos
necesitan en todo el mundo. Y es un mandato divino: Id y
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HORA SANTA 3
Monitor: Jesús nos llama a cada uno personalmente a seguirlo,
a estar con Él y anunciarlo con todo el corazón, pero a la vez
el Llamado es también en Comunidad, en Iglesia. Estamos aquí
como comunidad parroquial, como Iglesia misionera, pidiendo
que el Espíritu nos mueva continuamente a ser una Iglesia cada
vez más signo de Comunión entre nosotros y para el mundo.
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HORA SANTA 4
Monitor: Estamos reunidos en el nombre de Jesús para que
nos manifieste su voluntad y tratar de entender qué es lo que
deseo y poder hacer su voluntad en nuestras vi- das.
Este es el momento de adorar a Cristo presente en la Eucaristía,
con una oración que abra la puertas de nuestro corazón de
par en par. Somos Iglesia y nadie debe ser olvidado, todos los
hombres, todas la mujeres y todos los niños del mundo entero
llegan a la puerta de nuestra oración.
Hagamos nuestro corazón tan grande como el mundo, un
corazón mundial, auténticamente católico.
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ACTO DE ENTREGA
Monitor: Oh Dios, fuente y sede del amor infinito, llénanos
de tu caridad para que podamos vivir dando testimonio y
difundiendo tu amor en nuestra comunidad Parroquial y hasta
los confines de la tierra.
Coro 1: Espíritu Santo, eres lazo eterno de amor entre el Padre
y el Hijo, haz sido derramado en mi corazón como el espíritu
de amor.
Coro 2: Toma posesión del santuario de mi vida
y dame el sentido profundo del amor.
Coro 1: Enséñame a amar como el Padre ama.
Coro 2: Dame un corazón entregado y misericordio- so.
Coro 1: Enséñame amar como Jesús me ama.
Coro 2: Concédeme la gracia de asimilar sus senti-
mientos de servicio, de oblación total.
Coro 1: Que el mandamiento nuevo de Cristo se convierta en
luz, camino, verdad y decisión funda- mental en mi vida.
Coro 2: Y que no tenga miedo al riesgo de amar como Jesús
amó.
Todos: concédenos la gracia de amar hasta dar la vida.
◊ Breve silencio para meditación personal
Canto: “Amar es entregarse”.
INTENCIONES GENERALES PARA LA HORA SANTA (p.7)
ACTO DE ALABANZA
Coro 1: Dios mío escucha nuestro cántico. El mundo tiene
hoy su puerta abierta, Vamos a los desconocidos y olvidados,
Aquellos cuya vida está desierta, frío el corazón, los pies
descalzos y la dignidad ultrajada.
Coro 2: Ofrezcamos nuestra oración que Dios nos escucha.
Demos gracias por que nos ha llamado y nos ha enviado a
anunciar su Evangelio a la gente cercana y lejana.
Coro 1: Te alabamos Señor en nombre de las gentes de todas
la razas, de todas las religiones, que se esfuerzan en vivir como
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Reflexión:
“Esto de ser misioneros, es nuestro más caro derecho, nuestra
más dulce obligación y nuestro más sagrado deber. Deber y
derecho que no debemos olvidar en ningún momento de
nuestra vida. Ser misioneros... ¿Cómo?... hasta dar la vida si es
necesario!...¿Dónde?... En todas partes!...¿Cuando?... Siempre!...
¿Medida? la obediencia. Como él, que «fue obediente hasta la
muerte y muerte de cruz» y «heme aquí que vengo para hacer
tu santísima voluntad»”.
... “Misioneros con Él, por Él y en Él. Pero como Él, con Él
y en Él en toda la extensión de la palabra: en el sacrificio, en
el dolor, en el sufrimiento, hasta la muerte... Pero también en
la alegría, en nuestra diaria Eucaristía, en nuestra oración, en
nuestra adoración, en nuestro diario apostolado, en cualquier
clase de trabajo, mientras dormimos y mientras comemos,
mientras descansamos y mientras respiramos, mientras se
consume nuestra vida minuto a minuto y en cada latido de
nuestro corazón! Siempre hijos, siempre; nuestro espíritu
misionero debe ser universal, debe abarcar todos los pueblos,
razas y naciones, debe abarcar el mundo, no deben existir
fronteras de ninguna especie”.
“Pero no basta el testimonio, es indispensable y urgente «Una
predicación viva»: «Pero, ¿Cómo invocarán a aquel en quien
no han creído?, ¿Y cómo oirán si nadie les predica?... Luego la
fe viene de la audición, y la audición, por la palabra de Cristo».
Por esto el Misionero... se esforzará porque no pase un sólo día
sin que en alguna forma haya predicado a Cristo”.
“El saber que hasta ahora es sólo una pequeña porción de
nuestra parroquia que conoce al verdadero Dios debería ser
para nosotros misioneros algo insufrible, algo torturante, algo
que no nos debería dejar reposo y que nos espolea a hacerlo
todo, todo, porque Él sea conocido y amado por todos los
habitantes de este mundo”.
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Oración:
Concédenos, Señor, seguir el ejemplo de tu siervo San Miguel
De la Mora, en una vida de sencillez y alegría, de contemplación
y acción, de amor a María y a la Iglesia, con su misma ansia de
incluso dar la vida misma por llevar el Reino de Cristo a todos
los pueblos. Amén.
Amén
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