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Derecho Procesal Civil - UNIDAD 3 EL JUEZ Y LA ORGANIZACIÓN DE LOS ORGANOS DE LA JURISDICCIÓN

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UNIDAD 3 – LA ORGANIZACIÓN DE LOS ORGANOS DE LA JURISDICCIÓN:

I- Estructura del poder judicial de la nación:

-Superior tribunal de justicia o corte provincial: -Corte suprema de justicia de la Nación:


La Corte Suprema es, tribunal y cabeza del Poder Judicial
-Cámara de apelaciones provincial: de la Nación.
Es el más Alto Tribunal y supremo custodio de garantías
-Juzgados de primera instancia provinciales: constitucionales, y la condición de supremo está dada
porque sus sentencias son últimas y ningún otro tribunal
puede revocarlas.

-Cámara de apelaciones federal: integrado por jueces


federales, se crearon las cámaras de apelaciones, como
instancia intermedia entre los jueces federales y la Corte
Suprema.

-Juzgados Federales de primera instancia: La


oportunidad, conveniencia, número y condiciones que
hacen al establecimiento de los tribunales federales
inferiores a la Corte Suprema son definidos por el
Congreso.

Estructura del Poder Judicial de las provincias:


Se conforma por el poder que les compete de darse sus propias instituciones y de regirse por ellas, las provincias
argentinas organizan la administración de su justicia local.
La organización judicial en el orden federal constituyó el arquetipo de la organización de la justicia provincial, ya que
las provincias adoptaron en general la forma de tripartición que se integra con juzgados de primera instancia, cámaras
de apelación y termina con un superior tribunal o corte provincial.

II El juez:

1- Concepto y caracteres:

-Concepto: Persona que está investida por el Estado de la potestad de administrar justicia; es un servidor público que
desempeña una de las funciones del Estado, la jurisdiccional.

La jurisdicción es un servicio del Estado, ya que constituye instrumento puesto a disposición de los particulares para
evitar la forma de autodefensa de los derechos. El juez también es funcionario en tanto desempeña, una función del
Estado.

-Caracteres: Los jueces que integran el Poder Judicial de la Nación y, los


jueces provinciales, revisten los siguientes caracteres:

a) Son permanentes, puesto que conservan sus cargos mientras dure su buena conducta.
Los miembros de la Corte Suprema pueden ser removidos por mal desempeño, por delito en el ejercicio de sus
funciones o por crímenes comunes, mediante juicio político, en el que actúa como órgano acusador la Cámara de
Diputados, siendo el Senado a quien compete juzgar al
juez acusado.
Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación pueden ser removidos cuando incurrieran en mal desempeño o en
la comisión de un delito durante sus funciones, o por crímenes comunes, considerándose causales de mal desempeño.
b) Son sedentarios, puesto que administran justicia en un lugar fijo: la sede del tribunal es el lugar geográfico donde
tiene su asiento el juzgado o tribunal.

c) Son por regla técnicos, la posesión del título de abogado constituye requisito para su designación.

2. Deberes:

Refieren a su “poder” o “potencia de mandar”, que será deber del juez cuando el ejercicio del poder atribuido a él
contribuya para el mejor desempeño de su función jurisdiccional. Se tratan entonces de poderes-deberes del juez:

a) El deber fundamental de los jueces


Es el de ser justos, prestando los servicios que le incumben como funcionarios del Estado: administrar bien la justicia,
cada vez que tal actividad le sea requerida en un caso concreto. Cada garantía de los justiciables en el debido proceso
legal y justo tiene como correlato un deber del juez.

b) Asistencia a las audiencias


Como forma de hacer efectiva la máxima de inmediación (contacto directo, sin intermediarios, del juez con las partes
y con las pruebas). El citado ordenamiento dispone que el juez debe asistir a la audiencia preliminar y realizar
personalmente las demás diligencias que determinado Código u otras leyes ponen a su cargo.
Ejemplos: en los procesos de divorcio, separación personal y nulidad de matrimonio, el juez debe concurrir a la
audiencia que fijará para tratar de reconciliar a las partes y de avenirlas sobre cuestiones.

c) Orden de decisión de las causas


Los jueces tiene el deber de ir decidiendo las causas de acuerdo con el
orden (fecha) en el que hayan quedado en estado (condiciones) de ser resueltas.
Pero la naturaleza urgente de algunas causas (por ejemplo, la sentencia
de alimentos, de un amparo, etcétera) o particulares razones de urgencia
en el pedimento del justiciable, permiten e incluso recomiendan que pueda
alterarse el orden, acordando la preferencia debida para el caso.

d) Observación de los plazos para dictar las resoluciones:


El art. 34, inc. 3º del Código Procesal indica los plazos dentro de los
cuales el juez debe dictar las distintas resoluciones

Entre las garantías fundamentales reconocidas al justiciable se encuentra el derecho de obtener respuesta judicial
“dentro de un plazo razonable”.
Frente a reclamos del justiciable que son urgentes (como serían, por ejemplo, aquellos en los que estén en juego el
derecho a la vida, a la salud, al honor, a la intimidad etc.) la respuesta del
magistrado debe darse en el tiempo más próximo posible.

e) Fundamentación de las resoluciones (deber de motivación).


El juez tiene el deber de expresar los motivos o fundamentos de hecho y de derecho en los que se apoya la solución
acordada a las cuestiones planteadas en el proceso. Este deber es impuesto como garantía de los individuos para el
ejercicio de los controles de legalidad y razonabilidad del acto
jurisdiccional, ya que a través de los “motivos” o “fundamentos” las partes y
la opinión pública en general pueden verificar la justicia de las decisiones.

f) Dirección de procedimiento
En el proceso el juez es la principal autoridad, es un sujeto que interviene activamente en el
proceso. Único comportamiento por el que pueden cobrar poder las garantías del debido proceso legal, justo y eficaz.
El proceder (una vez iniciado el proceso civil) el ritmo y hasta el impulso mismo son regulados por la ley o bien por
el juez.
Respecto del impulso del proceso, las partes podrán ser solamente colaboradoras del juez, pero no dueñas del
proceso.

El deber de dirección del juez puede proceder en dos tipos de casos:

a) El primero consistente en las causas que, por versar sobre derechos de sustancia vital, exigen una especial tutela de
protección o acompañamiento (por ejemplo, los procesos por alimentos, referidos a asuntos de menores, laborales, de
seguridad social, etcétera).

b) El segundo, en las causas llamadas complejas, en los casos en donde existe una multiplicidad inusual de partes o
de derechos comprometidos, o una complejidad inusual sobre la prueba de los hechos (por ejemplo, los concursos y
quiebras, los que versan sobre desastres ambientales, los que requieren de prueba de dificultosa producción, etcétera).

g) La función de administración económica del proceso:


Este deber está orientado hacia la simplificación y facilitación de la actividad procesal, evitando el desgaste del
tiempo, energías humanas, y económicas.

La simplificación del proceso significa el deber del juez de reducir al mínimo necesario las exigencias del formalismo
procesal. La tutela judicial debe ser efectiva, y ello implica el deber de subsanar todos los obstáculos excesivos e
irrazonables: debe ser fácil entrar al proceso, y debe
ser fácil actuar en el.

La facilitación, tiende a destruir una estructura procesal rígidamente escalonada, de manera que los actos, audiencias
y diligencias deberán ser realizados simultáneamente.
Los procesos eficientes exigen rapidez, y ello se consigue concentrando las actuaciones.

h) La función de saneamiento del proceso:

Se lo ejercita antes de dar trámite al acto o diligencia que se presenta defectuosa, ordenando que se subsanen dentro
del plazo que se fije. Al Juez le es debido disponer de oficio toda diligencia que fuera necesaria para evitar la nulidad
en el proceso. En ello consiste el deber de saneamiento.

Ejemplo: presentado un escrito que no llevase la firma de letrado, en ejercicio de su poder deber de saneamiento, el
juez antes de dar trámite a ese escrito lo que debe hacer es emplazar para que se supla la omisión, bajo apercibimiento
de devolver el escrito.

i) La función sancionatoria:

El juez frente a actos o hechos contrarios al principio de moralidad (lealtad, probidad y buena fe de las partes) las
contraposiciones a estos principios deben ser sancionadas por el magistrado. No se trata de penalizar el proceso, sino
a las partes que obstaculicen el proceso. El proceso debe estar gobernado por el imperio de la ética.

-Los deberes de lealtad, probidad y buena fe:

Es indudable que el proceso civil constituye una lucha entre partes, esta lucha debe ser leal, proba y de buena fe.

“Buena fe” es expresión que sirve para encuadrarla conducta de los que,
aún en el error, litigan creyéndose asistidos por alguna razón. Si el derecho
no es una constante sino que aun los propios textos legales están sujetos en
último análisis a la interpretación jurisprudencial, obvio es concluir que no
puede responsabilizarse a los justiciables y auxiliares porla razonable inter#pretación que atribuyan a las normas
legales.
“Leal” sirve para referir la conducta de quienes no hace de la “chicana”
o de las “sorpresas intempestivas” su modo de actuación.

A su turno, no probo es aquel comportamiento que, aunque externa#mente pueda aparecer como intachable, ha hecho
empleo deliberado del
dolo o el fraude, sea mediante actos positivos o silencios subrepticios en el
proceso.

j) La función de mantener en todo momento la igualdad de las partes en el proceso:

Es el deber del juez de mantener la igualdad real de armas en el proceso, no concediendo o no denegando a un
justiciable lo que ha denegado o concedido al otro justiciable en igualdad de circunstancias.

El principio de igualdad de todas las personas ante la ley, según la Constitución, es el derecho
a que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos, de lo que se concede a otros en iguales
circunstancias,

k) Deberes disciplinarios, ordenatorios e instructorios:

-Poderes disciplinarios:
Los jueces se hallan investidos de la potestad de imponer sanciones a los litigantes, asesores técnicos y demás
personas que intervengan en el proceso, cuando sus conductas alteran el buen orden de los desarrollos del
procedimiento.

Así, la falta de respeto y consideración que se debe a los magistrados, los excesos del lenguaje, etcétera, entran en
esta calificación legal. El sujeto pasivo de las faltas contra el decoro es generalmente el juez, mas debe entenderse
que también la ofensa cuando se la prolifera contra la “administración de justicia” o contra las demás personas, sea en
forma genérica o particular, ya que la irrespetuosidad en ningún caso debería ser tolerada por el magistrado.

-Poderes ordenatorios:
Este deber de los jueces hace a la buena (sana y útil) marcha activa del proceso. De ahí que los jueces deben:

• Impulsar el proceso. En razón de sus propios fines, el proceso debe avanzar y concluir.
• Corregir algún error material, aclarar conceptos oscuros o suplir cualquier omisión acerca de las pretensiones
deducidas en el litigio, siempre que la enmienda o agregado no altere lo sustancial de la decisión y ésta no hubiese
sido consentida por las partes.

-Poderes instructorios (prueba de oficio):

El derecho a la prueba, aun cuando se halla constitucionalmente asegurado, por inserto en las garantías de la
inviolabilidad de la defensa en juicio y el principio del contradictorio, no es absoluto. Lo mismo sucede con los
poderes instructorios del juez, esto es, con la prerrogativa otorgada por la
ley al magistrado de poder ordenar, oficialmente, la producción de prueba esencial para la justa composición del
pleito.

El poder deber de la iniciativa probatoria oficial podrá ejercerse durante toda la sustanciación del proceso, desde la
apertura a pruebas hasta el momento de dictar sentencia, incluso después del llamamiento de autos para dictarla.
3. Incompatibilidades:

Para hacer posible el adecuado y regular cumplimiento de la función judicial, las leyes imponen a los jueces bajo la
genérica denominación de “incompatibilidad”, incompatibilidades propiamente dichas, prohibiciones e incapacidades
de derecho.

a) Incompatibilidades propiamente dichas:


Tienen por finalidad asegurar la independencia moral del juez. En ellas podemos mencionar:

1. La incompatibilidad parental en el desempeño de la función judicial.


No podrán ser simultáneamente jueces del mismo tribunal colegiado, parientes o afines dentro del cuarto grado civil.

2. La incompatibilidad para el ejercicio simultáneo de las magistraturas


federal y provincial. La Constitución Nacional dispone que los jueces de las
cortes federales no podrán serlo al mismo tiempo de los tribunales de provincia.

3. Incompatibilidad por indignidad. Algunas provincias incorporaron a su carta fundamental la previsión de que no
podrán formar parte del Poder Judicial los que hayan sufrido pena infamante por sentencia en juicio criminal.

b) Prohibiciones:

1. Actividad política. A los jueces les está vedado realizar actos de proselitismo político como la participación en
actividad partidista. El proselitismo político como la actividad partidista hacen ciertamente dudosa la imparcialidad
del juez y pueden acarrearle compromisos incompatibles con ella.

2. Actividades comerciales o lucrativas. Existen prohibiciones al juez para el ejercicio del comercio, actividades
profesionales, empleos públicos y privados y demás actividades lucrativas,

3. Actividades que comprometan la dignidad de vida del juez. prohíben a los jueces practicar juegos de azar o
concurrir habitualmente a lugares destinados a ellos; asistir a lugares o a espectáculos inmorales o indecorosos; el
exceso en las bebidas; o el consumo de estupefacientes son ejemplos de lo que constituyen violaciones a la dignidad
de la magistratura judicial.

c) Incapacidad de derecho
“Para los jueces esta prohibida la compra de los bienes que estuvieren en litigio ante el juzgado o tribunal ante el cual
ejerciesen o hubiesen ejercido su respectivo ministerio”.

d) Excepciones a las incompatibilidades


-La prohibición al juez del ejercicio de la abogacía se exceptúa para los casos en que se trate de la defensa propia, del
cónyuge, de los padres o de los hijos.
-También se permite al juez la docencia universitaria, ya que completa la formación jurídica del juez.

4. Garantías
Dice la Constitución Nacional que los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una compensación y que no
podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones.
Se trata de derechos que el Estado otorga a fin de preservar la independencia del Poder Judicial y mantener a los
jueces en la seguridad y tranquilidad que la delicada labor jurisdiccional exige.
Ellos son:
4. Garantías:
a) La inamovilidad en el cargo.
Mientras dure su buena conducta. Excepto, mal desempeño, delito en el ejercicio de sus funciones o crímenes
comunes.
b) Intangibilidad de la remuneración.
Asegurando a sus miembros el derecho a percibir una “compensación” que determinará la ley y que no podrá ser
disminuida en manera alguna mientras permanecieran en sus funciones.
c) Inmunidades
Las inmunidades o “garantías de funcionamiento” son prerrogativas que se otorgan por la Constitución de un Estado
al órgano de un poder estatal con la finalidad de asegurarle, frente a los otros dos poderes, frente a la acción de los
intereses sociales y económicos y frente a los particulares, su regular funcionamiento. Son entonces, “tutelas
funcionales”
Así, las inmunidades son irrenunciables o indeclinables, pues están otorgadas con una finalidad institucional que
excede con creces la voluntad del “órgano-individuo”, es decir, de las personas que ejercitan el poder al que se les
adjudica.

5. Responsabilidad de los jueces:

a) La responsabilidad del juez frente al Estado (responsabilidad política), que tiene por finalidad única y exclusiva
la de destituir al juez e inhabilitarle para el ejercicio de la potestad jurisdiccional.

b) La responsabilidad del juez frente a la administración de justicia (responsabilidad disciplinaria). Se produce


esta clase de responsabilidad en virtud de actos que, sin perjuicio de generar otro tipo de responsabilidad, son
contrarios a las normas éticas y administrativas de comportamiento en el desempeño de la función.

c) La responsabilidad del juez frente a la sociedad (responsabilidad penal). Ocurrente cuando el juez, en el
ejercicio de sus funciones incurre en algunas de las conductas tipificadas como delitos por el Código Penal.

d) La responsabilidad del juez frente a terceros (responsabilidad civil). En que incurre cuando dolosa o
culposamente ocasiona en ejercicio de sus funciones, un daño por acción u omisión a los justiciables o a terceros.

6 Recusación y excusación:
la ley ha dispuesto que los jueces y demás funcionarios judiciales puedan ser apartados de un proceso por propia
determinación (excusación) o por petición de los interesados (recusación).

Recusación: Posibilidad que tienen las partes de pedir al juez y demás funcionarios judiciales
que sean apartados de un proceso.

a) Recusación sin expresión de causa:


El Código Procesal Civil y Comercial de la Nación conserva la recusación sin expresión de causa, empero con
criterio restricto: sólo para cierta clase de procesos, por una sola vez y en determinada oportunidad.
La oportunidad de recusar sin expresión de causa la parte tiene la carga de recusarlo sin expresión de causa en el
escrito de la demanda.
Además de los jueces de primera instancia, pueda ser recusado sin expresión de causa un juez de las cámaras de
apelaciones, al día siguiente de la notificación de la primera providencia que se dicte.
Esta modalidad de recusación está concedida solamente a las partes, y con expresos límites temporales
El efecto de esta clase de recusación es provocar la inhibición del juez, quien debe pasar las actuaciones —dentro de
las 24 horas— al que le sigue en orden de turno.

b) Recusación con expresión de causa:


Fuera de que requiere la invocación y eventual prueba de alguna de las causales de impedimento o sospecha
especificadas en la ley, este tipo de recusación difiere de la recusación sin expresión de causa en que:
1. El ejercicio del correspondiente derecho no está limitado a una sola vez, y puede, por consiguiente, usarse de él
tantas veces como causales de recusación sobrevengan o lleguen a conocimiento de las partes durante el desarrollo
del proceso.
2. Puede declararse en cualquier clase de procesos: sumarísimos, tercerías, en el juicio de desalojo y en los procesos
de ejecución inclusive.
3. En los órganos colegiados no se halla limitada a uno solo de sus integrantes.

Las causales de recusación:


están previstas en el art. 17 del Código Procesal, cuya enunciación es taxativa:

a) Tener el juez parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las
partes, sus mandatarios o letrados
b) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso anterior, interés en el pleito
c) Existir pleito pendiente entre el juez y cualquiera de las partes, sus representantes o letrados
d) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de Bancos oficiales.
e) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella contra una de las partes, su representante o apoderado
f) Ser o haber sido el juez denunciado por alguna de las partes, sus representantes o letrados en los términos de la ley
de enjuiciamiento de magistrados
g) Haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes
h) Haber recibido el juez beneficios de importancia de alguna de las partes.
i) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste con gran familiaridad o frecuencia de trato.
j) Tener el juez contra alguno de los litigantes enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por hechos
conocidos.

c) Excusación:
Los jueces en quienes concurran alguna causal de recusación deben espontáneamente declararse impedidos de
intervenir en el proceso tan pronto como adviertan la existencia de ella, expresando los hechos en que se fundamenta.
El cumplimiento de este deber se denomina excusación.

Las causales de excusación son pues las mismas que las de la recusación. No obstante, si existen otras causas que
pueden afectar su delicadeza o decoro, o bien crearle una violencia moral que turbe su libertad de juicio, el
magistrado también debe excusarse. La ley ha añadido, pues, una causal más que justificada de excusación, ya que
nadie mejor que el propio interesado para evaluar la gravedad de los motivos aludidos.

Al excusarse, el juez de primera instancia debe disponer que pase el expediente al juez que sigue en el orden de turno
y éste, si considerase que es improcedente la excusación, dictará a su vez una providencia mandando formar el
incidente
Llegado el incidente la Cámara debe resolverlo sin más trámite. Si encuentra fundado el impedimento, declarará que
debe conocer de la causa el juez que reemplazó al excusado. Si lo considera improcedente, hará devolver la causa al
juez que se excusó.

V. Auxiliares de los jueces

Ninguno de los jueces pueden actuar solos, ellos precisan de auxiliares. Son auxiliares de los jueces todos aquellos
que directa o indirectamente colaboran en la administración de justicia.

1. Clases:
Los auxiliares de los jueces pueden dividirse en: internos o dependientes del Poder Judicial, y externos o no
dependientes del Poder Judicial.
Dentro de los auxiliares internos (funcionarios y empleados a sueldo de la administración de justicia) podemos a su
turno distinguir: los adscriptos a determinado tribunal, y los que prestan servicios a todos los tribunales.
2. Funciones
a) De los auxiliares internos adscriptos a determinado tribunal:
-El secretario es el primero de los auxiliares internos de los jueces, es su colaborador permanente y necesario.
Como manera de contralor del oficio judicial, se les otorgó la función de dar fe de lo pasado ante ellos y de la firma
del juez en las resoluciones que tomaba.
El Secretario Judicial es también el jefe directo e inmediato del personal del despacho judicial, dependiendo
jerárquicamente del juez o tribunal.
El despacho judicial queda integrado, finalmente, con los demás empleados.

b) De los auxiliares no adscriptos a determinado tribunal:

Frente a los órganos judiciales, el ordenamiento jurídico prevé el funcionamiento de otros órganos estatales a quienes
corresponde, en términos generales, el cometido de defender intereses que afectan el orden público y social.

El conjunto de dichos órganos recibe la denominación de Ministerio Público. La mayor parte de las leyes argentinas
divide el Ministerio Público en diversas ramas que se diferencian en razón de las funciones asignadas a los órganos
que la componen, a saber:
a) el Ministerio Público Fiscal.
b) el Ministerio Público Pupilar.
c) las Defensorías de Pobres y Ausentes.

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