Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

STC13369 2021

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 23

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

Magistrado ponente

STC13369-2021
Radicación nº 13001-22-13-000-2021-00431-01
(Aprobado en sesión de seis de octubre dos mil veintiuno)

Bogotá, D.C., siete (7) de octubre de dos mil veintiuno (2021).

Se dirime la impugnación del fallo de 4 de agosto de 2021,


proferido por la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Cartagena en la acción de tutela que Josefa
María Puente Quintana instauró contra el Juzgado Cuarto de
Familia de Cartagena y la Registraduría Nacional del Estado Civil,
trámite donde se vinculó a la Procuraduría Delegada en asuntos
de Familia.

ANTECEDENTES

1. La actora solicitó ordenar al estrado convocado: i)


impulsar el proceso de impugnación que formuló contra Wilberto
Paternina Mangonis y Arnol Puente Arnedo, bajo el radicado n°
2018-00441-00 y, ii) oficiar a la Registraduría Nacional del
Estado Civil para que extienda la fecha de vencimiento de su
contraseña o, en su defecto, otorgue otro documento para
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

identificarse como ciudadana hasta que se defina el litigio.


Finalmente requirió que se ordenara a la Registraduría Nacional
del Estado Civil actualizar «su base de datos a [n]ivel [n]acional e
identifique o cedulice [de forma] provisional o con contraseña
[temporal]».

Después de una revisión del escrito genitor y sus anexos,


quedan evidenciadas las siguientes premisas fácticas:

La accionante tiene dos registros civiles de nacimiento, el


primero con el indicativo serial n° 300022373, donde se reporta
con fecha de nacimiento el 26 de julio de 1996, como padre a
Wilberto Paternina Mangonis y madre a Miladis Quintana
Paternina, inscrita en la Registraduría Municipal de Turbaná
(Bolívar), hacía el 4 de julio de 2000.

Y el segundo con el indicativo serial n° 44344533, donde se


reporta con fecha de nacimiento el 21 de julio de 1995, como
padre a Arnol Puente Arnedo y madre a Miladis Quintana
Paternina, inscrita en la Registraduría Municipal de Arjona
(Bolívar), hacía el 8 de julio de 2010. De ahí que, con base en este
último, en el año 2015 inició el trámite para la obtención de su
cédula de ciudadanía y de manera provisional recibió una
contraseña, actualmente vencida.

La Registraduría Nacional del Estado Civil rechazó la


solicitud de expedición de cédula de ciudadanía, porque aquella
debe definir mediante sentencia judicial su verdadera identidad,
puesto que los dos registros civiles que posee presentan
diferencias en el nombre del padre y fecha de nacimiento. Por
consiguiente, la afectada promovió el litigio materia de escrutinio,

2
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

el cual fue admitido por el estrado convocado, tras decretar la


práctica de la prueba de ADN al grupo familiar conformado por
los demandados, la demandante y su progenitora Miladis
Quintana Paternina (11 oct. 2018), proveído notificado por aviso
a Wilberto Paternina Mangonis (16 mar. 2019), mientras que,
respecto de Arnol Puente Arnedo, concluyó que no estaba surtida
la comunicación para notificación personal y por aviso, toda vez
que la dirección donde se remitieron aquellas misivas no
concordaba con la suministrada en el acápite de notificaciones
del libelo introductorio (6 may.), decisión que fue recurrida en
reposición por la memorialista, ya que con posterioridad informó
al despacho el cambio de dirección (10 may.).

El estrado encartado denegó el recurso, por cuanto no


autorizó previamente la modificación, por tanto, impartió su aval
y exhortó a la demandante aludida para efectuar el impulso del
proceso (26 jul.), de ahí que entregó el aviso, conforme a la
constancia de recepción de la empresa de mensajería AM
Mensajes S.A.S (8 sep.). Posteriormente, concedió el amparo de
pobreza a Josefa María Puente Quintana por cuanto omitió
pronunciarse en la admisión sobre ese tópico (30 ene. 2020).

La promotora radicó cinco (5) memoriales en los que recalcó


que los integrantes del extremo pasivo estaban debidamente
notificados y que no contestaron la demanda, por ende, solicitó
fijar «fecha y hora para la audiencia de pruebas y juzgamiento de
forma virtual», amén de poner de presente en uno de los escritos
que no ha podido «registrar a su hijo menor de edad» por la
duplicidad de sus registros civiles de nacimiento.

3
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

La recurrente se duele por: i) la falta de documento de


identificación, puesto que no ha podido contraer matrimonio civil
o religioso, acceder a la seguridad social en salud, ni realizar la
práctica profesional, tampoco registrar a su hija nacida en el año
2019, menos efectuar trámites legales y, ii) la dilación por el
estrado judicial encartado, pese a que ha presentado solicitudes
de impulso procesal.

2. El Juzgado Cuarto de Familia de Cartagena indicó que no


había accedido a las súplicas de la gestora porque en el auto
admisorio se ordenó la práctica de la prueba de ADN, entre otros,
a su progenitora Miladis Quintana Paternina; no obstante, ésta
no ha sido notificada ni vinculada al trámite, motivo para ordenar
su vinculación mediante auto de 23 de julio último, notificado
por estado el 27 del mismo mes, de ahí que se configuró un hecho
superado, por ende, el ruego debe desestimarse.

Por último, aseveró que, si bien se presentó una tardanza,


esto obedece al cúmulo de solicitudes que atiende a diario, el
incremento de acciones constitucionales y vigilancias, las
condiciones de trabajo durante la pandemia, además que el
expediente fue objeto de digitalización este año. A su vez, refirió
que con la implementación del «Token de seguridad para la
autorización de los depósitos judiciales DJ 04», conforme al
acuerdo PCSJA21-11731 (29. ene. 2021), concordante con la
circular DEAJC21- 15 (24 feb.), se retardaría la gestión del
despacho.
La Registraduría Nacional del Estado Civil solicitó denegar
el amparo por ausencia de vulneración, tras indicar que si bien
la accionante tiene dos registros civiles, donde se revelan
diferencias en el nombre del padre y fecha de nacimiento, no

4
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

puede alterar o modificar la filiación paterna o data de


nacimiento, toda vez la autoridad competente es el juez de familia
en primera instancia.

A su vez, indicó que sobre la pretensión de la accionante en


relación con la expedición de un documento de identidad
provisional mientras se define el proceso de impugnación, no
expide cédulas de ciudadanía con vigencias determinadas, es
decir, estas se producen y continúan vigentes hasta que haya
lugar a su cancelación por alguna de las causales consagradas
en el artículo 67 del Decreto 2241 de 1986, por tanto, hasta no
lograr solución respecto a tener dos registros civiles de
nacimiento, tampoco se expedirá su identificación.

3. El Tribunal desechó el amparo por carencia actual de


objeto y razonabilidad, lo primero porque

(…) en lo que atañe a la dilación del proceso de investigación de


paternidad, se observa en el expediente que ese trámite estuvo
paralizado desde el 30 de enero de 2020 y que en 5 ocasiones el
apoderado de la accionante le solicitó al JUZGADO CUARTO DE
FAMILIA DE CARTAGENA que convocara la audiencia de instrucción y
juzgamiento; pero también se evidencia que ese Despacho le dio
impulso a la actuación cuando profirió el auto de 23 de julio de 2021 a
través del cual vinculó a la madre de JOSEFA MARÍA PUENTE
QUINTANA, actuación que en su criterio se requería para poder
practicar la prueba de ADN propia de este tipo de juicios.
Quiere ello decir que si bien hubo una situación de mora judicial que
pudo lesionar el derecho al debido proceso de la actora, la misma se
encuentra actualmente superada, motivo por el cual cualquier orden
que se le impartiera al JUZGADO CUARTO DE FAMILIA DE
CARTAGENA en el sentido pretendido por aquélla carecería de objeto
en las circunstancias actuales.

Y respecto de lo segundo, afirmó:

(…) en lo referente a la negativa de la REGISTRADURÍA NACIONAL DEL


ESTADO CIVIL, esta Corporación considera que no es posible
censurarla desde el punto de vista iusfundamental, teniendo en cuenta

5
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

que sus determinaciones no son producto del capricho, de la


arbitrariedad o de la desidia, sino que se ajustan a las normas vigentes.

Sin embargo, instó al estrado convocado para que imprima


celeridad a las actuaciones que están pendientes por realizar
para dictar en corto plazo sentencia en el proceso de investigación
de paternidad.

4. La gestora recurrió, tras insistir en que se ordene a la


Registraduría del Estado Civil que la identifique con «la
contraseña hasta tanto culmine el proceso [de impugnación].

CONSIDERACIONES

1.- Inicialmente debe precisarse, que si bien la censora en el


escrito de impugnación nada refutó en relación con la carencia
actual de objeto por hecho superado a raíz de la mora judicial
enrostrada al Juzgado Cuarto de Familia de Cartagena, el punto
será examinado, toda vez que la tardanza denunciada es el origen
de la falta de identificación que la aqueja, y como lo ha reiterado la
Sala, lo cual comparte la Corte Constitucional, en virtud de las
facultades extra y ultra petita del juez de tutela, le corresponde a
la Corporación,

(…) (i) establecer los hechos relevantes y, en caso de no tenerlos claros,


indagar por ellos; (ii) adoptar las medidas que estime convenientes y
efectivas para el restablecimiento del ejercicio de las garantías ius
fundamentales; y (iii) precisar y resguardar todos los derechos que
advierta comprometidos en determinada situación (…)” (CC T-015/19)
(CSJ STC299-2021).

2.- Ahora, se afirma que el despacho judicial querellado es el


responsable de la situación actual de la gestora porque de las
evidencias allegadas al paginario se advierte que instauró el
proceso de impugnación de paternidad, en 2018, precisamente,

6
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

para como consecuencia de establecer su verdadera filiación,


poder conjurar la duplicidad de registros civiles que invocó la
Registraduría para negarle la expedición de la cédula de
ciudadanía y así obtener su identificación.

Nótese que, en la demanda respectiva, la impulsora, luego de


relatar que su padre biológico era Arnol Puente Arnedo, quien
figuraba en el segundo Registro, y no Wilberto Paternina
Mangonis, quien aparecía como tal en el primero, así como poner
en evidencia que “(…) actualmente (…) cuenta con la edad de 21
años y la autoridad no [sic] competente no ha podido expedirle la
cédula de ciudadanía por tener doble registro, razón por la cual no
puede ejercer sus derechos constitucionales”, imploró:

(…) 1.-) Declarar que el señor ARNOL PUENTE ARNEDO, identificado


con la c[é]dula de ciudadanía número 73.556.154 expedida en Arjona
– Bolívar (…) es el padre biológico de JOSEFA MARIA PUENTE
QUINATA.

2.-) Qu[é], como consecuencia de lo anterior, se ordene la anulación o


cancelación del Registro Civil de nacimiento Indicativo Serial 30022373
NUIP D8M0250208 en la Registraduría Municipal del estado Civil de
Turban[á], Bolívar.

3.-) Que se mantenga la vigencia del Registro Civil de Nacimiento


Indicativo Serial 44344533 NUIP 1.044.922.043 y se ordene la
corrección en la fecha de nacimiento, la cual es 21 de julio de 1996, que
aparece errado en el año.

4.-) Que se ordene de oficio, de acuerdo con lo reglado en el artículo 218


del C.GP. vincular al padre biológico, señor ARNOL PUENTE ARNEDO,
identificado con la c[é]dula de ciudadanía número 73.556.154 expedida
en Arjona, Bolívar.

Luego, es claro que, si aún existen los obstáculos que


impiden a la Registraduría identificarla adecuadamente, es a
causa de la agencia de Cartagena, quien hasta la fecha no ha
definido, si como lo aduce la actora, debe quedar vigente solo el

7
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

Registro con el indicativo serial n° 44344533, donde se reporta


como su padre a Arnol Puente Arnedo.

Por otro lado, se precisa, la quejosa no tiene medios distintos


al judicial con el fin de clarificar su filiación y, de contera, obtener
la identificación que echa de menos, pues, en efecto, para que la
Registraduría pueda expedir la cédula de ciudadanía debía tener
claridad sobre su identidad, la cual está determinada, entre otros
aspectos, por su edad y su nombre, sobre los cuales no hay certeza
en virtud de que registra distintas fechas de nacimiento y padres.
En fin, el organismo denunciado, desconoce varios de los
elementos que le permiten determinar, a ciencia cierta, cuál es su
situación jurídica en la familia y la sociedad.

Obsérvese, en ese sentido, que el artículo 2° de la Ley 39 de


1961, “por la cual se dictan normas para la cedulación, y otras de
carácter electoral”, establece:

Para obtener la cédula de ciudadanía se necesita acreditar la mayor


edad y la identidad personal. Esto se hará con cualquiera de los
siguientes documentos: cédula de ciudadanía antigua, libreta militar,
cédula de identidad militar, pasaporte colombiano, cédula de policía,
tarjeta de identidad postal, copia de la partida eclesiástica de bautismo
o acta de registro civil de nacimiento o de matrimonio, declarando, para
los tres últimos casos, bajo juramento ante el Registrador o su
delegado, que es la misma persona a la cual se refiere el documento
presentado. Todo ello se hará constar en un formulario especial que
llevará la impresión dactilar del interesado, su firma, si supiere hacerlo,
y la del funcionario que realiza la cedulación.

Por su parte, el canon 4° del mismo estatuto establece:

Si a juicio del Registrador Municipal o su delegado hubiere duda acerca


de la mayor edad o identidad de la persona que solicita la cédula, sin
perjuicio de preparársela, de oficio hará la investigación
correspondiente. Si de la investigación resultare que no se puede dar
crédito a la mayor edad o a la identidad de la persona que solicitó la
cédula, el Registrador Municipal dará aviso a la Registraduría Nacional
para que no se expida la correspondiente cédula, expresando los
motivos en que se funda.

8
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

Los documentos que el Registrador solicite para la investigación están


exentos de todo impuesto.

PARÁGRAFO. La investigación de que trata este artículo se hará con


audiencia del interesado, si compareciere (se enfatiza).

Y si bien el artículo 65, inciso 2º, del Decreto 1260 de 1970,


prevé que en caso de duplicidad de registros civiles de nacimiento
se cancele el segundo, comoquiera que prescribe que «[l]a oficina
central dispondrá la cancelación de la inscripción, cuando
compruebe que la persona objeto de ella ya se encontraba
registrada», ese instrumento es inviable en el caso, toda vez que la
actora pretende hacer valer justamente el segundo registro1, en
tanto aduce que es el que se ajusta a su verdadera filiación
paterna.

De suerte que los anhelos de la quejosa no se pueden


cristalizar por medio de un mero trámite administrativo, en el que
la Registraduría cancele uno de los Registros o modifique sus
anotaciones, el problema detrás de la duplicidad de registros
mencionada atañe a una modificación de su estado civil que, por
tanto, debe ser dilucidada por vía judicial.

Memórese, al respecto, que el canon 95 del Decreto 1260 de


1970, consagra que «[t]oda modificación de una inscripción en el
registro del estado civil que envuelva un cambio de estado,
necesita de escritura pública o decisión judicial firme que la ordena
o exija, según la ley», y sobre el particular la Sala tiene dicho:

2.2. Una cosa son las acciones relativas al estado civil y otra son los
mecanismos previstos para corregir y reconstruir actas y folios cuando
existen yerros en el mismo, o en su proceso de extensión, otorgamiento

1
Indicativo serial n° 44344533, donde se reporta con fecha de nacimiento el 21 de julio de 1995,
como padre a Arnol Puente Arnedo y madre a Miladis Quintana Paternina, inscrita en la Registraduría
Municipal de Arjona (Bolívar), hacía el 8 de julio de 2010.

9
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

y autorización prestado por el funcionario que lo registra (art. 28 y 29


Dto. 1260 de 1970).

El procedimiento de corrección del registro civil se encuentra regulado


por el precepto 91 del Decreto 1260 de 1970 (…) Del texto citado fluyen
las siguientes hipótesis:

Primer grupo: “(…) correcciones con el fin de ajustar la inscripción a la


realidad” (art. 91 Dto. 1260 de 1970); sin perjuicio de las decisiones
judiciales que sobre ellas recayeren (…)” (art. 93 ibíd.). Estandariza dos
situaciones:

1. Enmiendas a realizar por el funcionario encargado del registro, “a


solicitud escrita del interesado”, por “los errores mecanográficos,
ortográficos y aquellos que se establezcan con la comparación del
documento antecedente o con la sola lectura del folio”, requiriendo la
apertura de uno nuevo para plasmar los datos correctos, y con “notas
de recíproca referencia”.

2. Correcciones por escritura pública cuando corresponda a yerros “(…)


diferentes [a los] mecanográficos, ortográficos y aquéllos que se
establezcan con la comparación del documento antecedente o con la
sola lectura del folio (…)”. En este caso el otorgante “(…) expresará (…)
las razones de la corrección y protocolizará los documentos que la
fundamenten (…)”. Autorizada la escritura, se procederá a la
sustitución del folio correspondiente, y en el nuevo folio se consignarán
los datos correctos.

Segundo grupo: Correcciones “para alterar el registro civil”. Implican


variar la realidad de los datos insertos en el registro, sea porque esta
es falsa, errónea o simulada, modificación que por virtud del art. 95 del
mismo Estatuto demanda decisión judicial en firme: “(…) Toda
modificación de una inscripción en el registro del estado civil que
envuelva un cambio de estado, necesita (de escritura pública) o decisión
judicial en firme que la ordene o exija, según la ley civil (…)”.
(…)
El segundo grupo entraña una modificación o alteración del
estado civil, porque no corresponde a la realidad. En este caso,
de ningún modo pueden efectuarse por vía administrativa, sino
por el sendero de la decisión judicial, porque no es un aspecto
formal, sino sustancial, así concierna a la fecha de nacimiento
cuando los elementos antecedentes o simultáneos al registro no
lo muestren patentemente, porque ello se relaciona con la
capacidad de ejercicio de los derechos políticos de las personas,
etc.; o cuando se refiera al lugar de nacimiento, cuando implica
cambio de nacionalidad; y mucho más cuando apareja
modificación de la filiación paterna o materna. De tal forma que
cuando se transita por la senda de lo simulado o de lo falso, o se
procura alterar injustificadamente el estado civil, o los pilares de la
filiación, en fin un aspecto nodal, corresponde al juez decidir tema tan
crucial, porque no se trata de un mero error de comparación, o de
“errores mecanográficos, ortográficos” o de aquellos que se establezcan
con la confrontación del documento antecedente idóneo. (CSJ,
STC3474, 19 mar. 2014, rad. n.° 2013-00933-01, reiterada

10
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

STC4267, 8 jul. 2020, rad. n.° 2020-01323-00, CSJ


STC8697-2021). Subrayas y negritas ajenas al texto
original.

Así las cosas, y dado que la falta de identificación de la que


se duele la peticionaria está ligada con el proceder del estrado
enjuiciado, la Sala se ocupará de la mora judicial que se le
atribuyó.

3.- Recuérdese que este instrumento excepcional tiene eco


ante una queja de esta naturaleza siempre y cuando se acredite
que la falta de definición que se alega ha tenido su origen en la
negligencia de la autoridad judicial enjuiciada, puesto que el
simple paso del tiempo analizado en forma aislada no la
estructura.

Al respecto la Sala ha explicado que,

(…) la protección del derecho fundamental al debido proceso por mora


judicial se circunscribe a la verificación objetiva de su calificación entre
justificada e injustificada, pues si existe alguna de las causales de
justificación, tales como la fuerza mayor, el caso fortuito, la culpa del
tercero o cualquier otra circunstancia objetiva y razonable que permita
establecer que la mora es aceptable, no podrá predicarse la violación
del derecho al debido proceso. Se insiste, la protección efectiva del
derecho opera cuando la mora judicial es injustificada» (CSJ SC, 19
de septiembre de 2008, exp. 01138-00, STC1863-2017, 15
feb. 2017, rad. 2016-02250-01, citada en STC195-2021
entre otras).

Quiere significar lo anterior que no todo retraso en un


trámite o en la solución de un proceso judicial es vulnerador de
prerrogativas fundamentales, de ahí que la salvaguarda no
proceda de manera automática por incumplimiento de los
términos legales por parte del juez cognoscente.

11
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

En el presente caso, luego de analizar el material probatorio


adosado se avizora que el Juzgado Cuarto de Familia de Cartagena
el pasado 23 de julio del presente año ordenó: i) vincular a la
progenitora de la accionante, puesto que en el auto admisorio se
había dispuesto la práctica de la prueba de ADN al grupo familiar
conformado por los demandados, la demandante y su madre
Miladis Quintana Paternina y ii) a la actora informar el lugar de
notificación de ésta.

Sin embargo, debe advertirse que sigue latente el


incumplimiento endilgado, luego no es cierto que se haya
configurado una carencia actual de objeto por hecho superado
conforme lo dedujo el a quo, ya que la agencia judicial encartada
no ha impulsado el litigio, por el contrario, ha dilatado su
resolución, puesto que gravitaba en aquel el deber legal de ejercer
sus poderes de ordenación, instrucción y corrección, otorgados por
los artículos 43 y 44 del Código General del Proceso para adoptar
las medidas necesarias en orden a recaudar y propender por la
efectiva realización de la prueba de ADN, así como dictar sentencia
en un corto plazo para dirimir la filiación de Josefa María Puente
Quintana, toda vez que es inadmisible que desde la fecha del auto
admisorio (11 oct. 2018), hasta la presente calenda, aún no se
haya acopiado el medio probatorio.

Sobre la importancia del recaudo de la prueba genética en los


procesos de filiación, esta Corte ha sostenido que

(…) “En virtud de la finalidad del examen genético, se ha reconocido


que el deber del juez no se agota en su decreto, sino que se le impone
su práctica y valoración, como inestimable elemento de juicio para
solucionar las controversias relacionadas con el estado civil y la
filiación (T-249-18). Su realización «se encuentra estrechamente ligada
al derecho de acceso efectivo a la administración de justicia, la
búsqueda de la verdad y la prevalencia de lo sustancial sobre lo formal

12
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

como uno de sus principios fundantes» (CC T-997-03 y C-258-15) (…).


(CSJ STC11449-2019, reiterado en CSJ STC066-2020).
Subrayas fuera del texto original.

Por consiguiente, será revocado el fallo impugnado para, en


su lugar, ordenar al Juzgado Cuarto de Familia de Cartagena que,
dentro de los seis (6) meses siguientes a la notificación de este
proveído, efectúe las gestiones tendientes a recaudar la prueba de
ADN y dictar sentencia en el proceso de impugnación que Josefa
María Puente Quintana formuló contra Wilberto Paternina
Mangonis y Arnol Puente Arnedo, bajo el radicado n° 2018-00441-
00.

4.- Dicho esto, pasa la Corte a proveer sobre la petición de la


quejosa dirigida a ordenar a la Registraduría Nacional del Estado
Civil que la identifique con «la contraseña hasta tanto culmine el
proceso [de impugnación], la cual, se anticipa, debe concederse,
conforme pasa a explicarse.

La cédula de ciudadanía es un documento irremplazable de


identificación personal, el cual, conforme ha determinado la Corte
Constitucional2, cumple tres funciones esenciales: i) identificar a
las personas, ii) permitir el ejercicio de sus derechos civiles y, iii)
asegurar la participación de los ciudadanos en la actividad política
que propicia y estimula la democracia, por ende, «acredita la
personalidad de su titular en todos los actos jurídicos o situaciones
donde se le exige la prueba de tal calidad. Además, en el ámbito
nacional, garantiza el reconocimiento de los atributos de la
personalidad en ella consignados, por parte de las demás personas
y de las instituciones civiles y oficiales con las cuales se relacione
directa o indirectamente la persona».

2
C-511 de 1999, reiterada en T 10000-12 y T 232-18 Corte Constitucional

13
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

La contraseña, por su parte, si bien de acuerdo con los


lineamientos trazados por la Registraduría Nacional del Estado
Civil, no es un documento de identificación y no reemplaza la
cédula3, ante la ausencia de esta pieza, sí permite a su titular cierta
individualización, necesaria para la relación de diversos actos en
la vida cotidiana, debido a que da cuenta de que aquella se
encuentra en trámite.

Nótese cómo en los trámites y actuaciones que se surten ante


las entidades públicas y particulares que ejerzan funciones
administrativas en los que se exija la obtención de la huella
dactilar como medio de identificación inmediato de la persona, ésta
se hará por medios electrónicos; no obstante, en lo referente a la
falta de documento de identificación el requisito se suplirá con la
exhibición de la contraseña, donde se presume su autenticidad.
Así lo dispone el artículo 18, parágrafo 1°, del Decreto 19 de 20124,
al establecer que:

La identificación mediante la obtención electrónica de la huella dactilar


no excluye la presentación del documento de identidad. En caso de que
la persona no tenga documento de identidad, el requisito se surtirá con la
exhibición de comprobante del documento en trámite, expedido por la
Registraduría Nacional del Estado Civil, el cual se presume auténtico.
(Subrayas fuera del texto original).

Ahora bien, respecto a la vigencia de la contraseña, la


Registraduría Nacional del Estado Civil en el comunicado de
prensa n° 278 de 2010 indicó que es de tres (3) meses, puesto que
generalmente durante ese lapso se surte el proceso de producción

3
Comunicado de Prensa N. 278 de 2010, de la Registraduría Nacional del Estado Civil de la República de
Colombia, postura reiterada en T 426 de 2013,
4
Por el cual se dictan normas para suprimir o reformar regulaciones, procedimientos y trámites
innecesarios existentes en la Administración Pública.

14
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

de la cédula de ciudadanía, plazo convalidado por la Corte


Constitucional en la sentencia T 078 de 2001; por tanto, en el sub
examine la contraseña de la libelista, la cual fue otorgada por la
autoridad administrativa para iniciar el trámite de expedición de
cédula de ciudadanía por primera vez, está vencida, ya que refleja
como fecha de preparación el 14 de enero de 2015, luego Josefa
María Puente Quintana se encuentra sin documento de
identificación o que acredite su trámite.

Lo anterior significa que a Josefa María Puente Quintana


para este momento se le están vulnerando sus derechos a la
dignidad humana, vida, personalidad jurídica, seguridad social,
igualdad material, sufragio y el libre desarrollo de la
personalidad, entre otros. Igualmente, conforme indica la
peticionaria en el libelo, esta situación le ha generado otros
problemas relacionados con el reconocimiento de los derechos de
su hija, el acceso al sistema de salud y pensiones, contraer
matrimonio civil o religioso, realizar sus practicas luego de
culminar los estudios, así como de ser contratada por cualquier
entidad o efectuar trámites legales, afirmaciones que por demás
no fueron refutadas por las autoridades fustigadas.

Recuérdese que la personalidad jurídica conformada por los


atributos de capacidad de goce, patrimonio, nombre,
nacionalidad, domicilio y estado civil está expresamente
reconocida por la Constitución5 como un derecho del ser
humano, es una garantía individual que guarda estrecha relación
con la dignidad humana, la igualdad material y el libre desarrollo
de la personalidad, la cual está reconocida por la Declaración

5
Art. 14. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica

15
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

Universal de los Derechos Humanos6, el Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos7 y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos8. Sobre los atributos de la personalidad la
Corte Constitucional ha señalado que los mismos indican, «en el
caso de la persona natural, su idoneidad para ser titular de todas
las posiciones jurídicas relacionadas con sus intereses y actividad.
El reconocimiento que extiende la Constitución a la capacidad
jurídica general de todas las personas naturales, es una
concreción necesaria del principio de igualdad, que es compatible
sin embargo con las formas de incapacidad jurídica que puede
consagrar la ley en aras del interés de la persona misma o de un
superior interés público (...) el derecho a la personalidad jurídica
no se puede circunscribir exclusivamente a los atributos de la
personalidad, sino que la protección debe extenderse a los
intereses de la persona, cuyo desconocimiento degraden su
dignidad. Bajo este criterio hermenéutico amplio, consideró que los
derechos a la identidad y a la propia imagen, deben entenderse
como parte integrante de la personalidad jurídica» (C- 486 de
1993).

Ahora, en particular sobre el nombre como uno de los


atributos mencionados, el artículo 3º del Decreto 1260 de 1970
establece que «[t]oda persona tiene derecho a su individualidad, y
por consiguiente, al nombre que por ley le corresponde. El nombre
comprende, el nombre, los apellidos, y en su caso, el seudónimo.
No se admitirán cambios, agregaciones o rectificaciones del
nombre, sino en las circunstancias y con las formalidades

6
Art. 6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad
jurídica.
7
Art. 16. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad
jurídica
8
Art. 3. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica

16
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

señaladas en la ley (…)»; en el mismo sentido el artículo 24 del


Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece en
su artículo 2º que «[t]odo niño será inscrito inmediatamente
después de su nacimiento y deberá tener un nombre» y el canon
18 de la Convención Americana de Derechos Humanos consagra
que «[t]oda persona tiene derecho a un nombre propio y a los
apellidos de sus padres o al de uno de ellos». Además, en
Colombia, para la data en que nació la solicitante regían las
reglas de la ley 54 de 1989 que establecía que el nombre depende
de la voluntad de los particulares, mientras que el apellido indica
la familia a la cual pertenece la persona, de forma tal que los hijos
matrimoniales y extramatrimoniales reconocidos llevan el primer
apellido del padre, seguido del apellido de la madre, mientras que
los hijos extramatrimoniales son reconocidos llevan los dos
apellidos de la madre.

De otro lado, en lo que respecta al estado civil la doctrina ha


señalado que:

(…) está constituido por un conjunto de situaciones jurídicas que


relacionan a cada persona con la familia de donde proviene, o con la
familia que ha formado, y con ciertos hechos fundamentales de la misma
personalidad; corresponde a la ley determinarlo (Const. Pol., art. 42,
inciso final).

En relación con la familia de donde proviene una persona, se puede


afirmar de ella si es hijo legitimo o extramatrimonial; respecto a la familia
que forma, puede afirmarse si es casado o soltero; y en relación con
ciertos hechos fundamentales de la personalidad de cada ser humano,
podemos decir si es varón o mujer (sexo), si es mayor o menor de edad,
si vive aún o ha muerto, etc. (…)9».

Luego, el estado civil no solo permite identificar a las


personas, sino que además es la base para el reconocimiento de

9
Valencia Zea, Arturo. Ortiz Monsalve, Álvaro. Derecho Civil. Tomo I: Parte General
Personas. Editorial Temis S.A.

17
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

otros derechos como el de herencia, el de alimentos, entre otros,


razón por la cual el artículo 1º del Decreto 1260 de 1970 lo define
así: «El estado civil de una persona es su situación jurídica en la
familia y la sociedad, determina su capacidad para ejercer ciertos
derechos y contraer ciertas obligaciones, es indivisible,
indisponible e imprescriptible, y su asignación corresponde a la
ley».

La jurisprudencia constitucional sobre el estado civil y su


registro ha señalado:

El estado civil, como atributo de la personalidad jurídica, se ha definido


como un estatus o una situación jurídica que expresa la calidad de un
individuo, frente a su familia y a la sociedad, en otras palabras “el
estado civil es la posición jurídica de la persona vista su doble condición:
individuo y elemento social”. Se trata de una institución de orden público,
universal, indivisible, inherente al ser humano, indisponible, inalienable,
irrenunciable, inembargable, imprescriptible, que no puede establecerse
por confesión, otorga estabilidad, y tiene efectos erga omnes. La función
del estado civil es demostrarla capacidad de la persona para que esta
pueda ser titular de derechos y obligaciones. Las fuentes del estado civil
son los hechos, como el nacimiento, los actos, como el matrimonio, y las
providencias, como la interdicción judicial. Los elementos que
conforman el estado civil son la individualidad, la edad, el sexo,
el lugar de nacimiento y la filiación. La Corte ha señalado que la
información del estado civil es indispensable para el reconocimiento de
la personalidad jurídica, y guarda estrecha relación con los derechos al
libre desarrollo de la personalidad y a la identidad personal, ya que
ubica a la persona jurídicamente en su núcleo familiar y social. La
constitución y la prueba de las calidades civiles de las personas se
realizan mediante la inscripción en el registro civil.

El registro es un trámite que realiza el Estado a través de funcionarios


competentes para esta labor y que se encuentra regulada por normas de
orden público. Se ha establecido que las funciones del registro son la de
publicidad de los hechos del estado civil, la de prueba de los hechos,
actos y providencias del mismo, y la función auxiliar para fines
estadísticos. Además de lo anterior, la importancia del registro radica en
que el Estado tenga conocimiento de la existencia física de una persona
para garantizarle sus derechos. Por esta razón, es fundamental registrar
a los menores inmediatamente después de su nacimiento, tal y como lo
establece el artículo 48 del Decreto 1260 de 1970 al disponer que el
registro debe realizarse al mes siguiente del nacimiento del menor.
(Sentencia T-450A de 2013).

18
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

Aunado a lo anterior, debe destacar la Sala que


jurisprudencialmente se ha reconocido la filiación como núcleo
esencial de los atributos de la personalidad, toda vez que es su
existencia y definición la que nutre el estado civil. Sobre el
particular al Corte Constitucional ha señalado:

De acuerdo con lo expresado, la Corte Constitucional ha calificado la


filiación con las calidades de derecho fundamental, atributo de la
personalidad jurídica y elemento derivado del estado civil. Además, ha
insistido en que la protección de la filiación implica una salvaguarda de
los derechos a la personalidad jurídica (artículo 14), a tener una familia
(artículos 5, 42 y 44), al libre desarrollo de la personalidad (artículo 16)
y a la dignidad humana (artículo 1).

La filiación es el derecho que tiene todo individuo al reconocimiento de


su personalidad jurídica y conlleva atributos inherentes a su condición
humana como el estado civil, la relación de patria potestad, orden
sucesoral, obligaciones alimentarias, nacionalidad, entre otros. Además,
a través de la protección del derecho a la filiación se concreta el contenido
de otras garantías superiores como tener una familia, el libre desarrollo
de la personalidad y la dignidad humana”.[2] (Sentencia C-258/15).

El marco expuesto permite afirmar que el nombre, el


estado civil y, por contera, la filiación son derechos
personalísimos, reconocidos civil y constitucionalmente, los
cuales tienen carácter inalienable y perpetuo, y surgen
jurídicamente por la existencia misma del ser humano, desde su
nacimiento y hasta su muerte; prerrogativas que no pueden ser
desconocidas por el Estado ni por los particulares, pues de ser
así, se vulneraría el derecho a la personalidad jurídica. Entonces,
teniendo en cuenta que la cédula de ciudadanía, pese a no ser
prueba alguna de la filiación, sí es el documento idóneo para
identificar a una persona con su nombre, NUIP, lugar y fecha de
nacimiento, cualquier talanquera que se imponga para la
expedición del referido instrumento vulnera el derecho a la
personalidad jurídica del interesado, quien no puede permanecer

19
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

indocumentado, no solo porque tal circunstancia afecta su


reconocimiento en la sociedad, sino porque sin la expedición del
mismo se hace imposible el disfrute de otros derechos como el de
salud, trabajo, ejercicio de derechos políticos, entre otras
libertades que implican necesariamente la identificación del
sujeto. Es por eso que, en los casos en que se encuentre en
discusión judicial o administrativa el contenido de la información
que se registra en el estado civil, de forma tal que no sea posible
expedir, en los términos previstos por la ley, la cédula de
ciudadanía, la Registraduría Nacional del Estado Civil deberá
ampliar la fecha de vencimiento de la contraseña, de forma tal que
se garantice al interesado identificarse, ejercer sus derechos y
adelantar el trámite que le permita superar la indefinición en que
se encuentra, efecto para el cual la persona interesada deberá
acreditar e informar a la entidad la etapa en que se encuentra el
trámite que modificará su estado civil.

De ahí que la memorialista al no tener un documento de


identificación con el cual pueda acreditar la mayoría de edad, la
ciudadanía, desplegar sus derechos civiles, políticos o desarrollar
actividades propias que se derivan del «derecho a la personalidad
jurídica», afronta un agravio que merece protección, razón para
que esta Sala ordene a la Registraduría Nacional del Estado Civil
mantener vigente la contraseña de la actora como comprobante de
documento en trámite, hasta que culmine el proceso de
impugnación.

Así las cosas, será revocado el proveído de primer grado


porque, en primer lugar, la tardanza injustificada del Juzgado
Cuarto de Familia de Cartagena, en últimas, provoca la
imposibilidad de culminar el trámite de identificación de la

20
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

quejosa, ya que, por un lado, aquella no tiene medios distintos al


judicial para obtenerla y, por otro, la agencia judicial no ha
adoptado las medidas necesarias en orden a recaudar y propender
por la efectiva realización de la prueba de ADN desde el auto
admisorio (11 oct. 2018), hasta la fecha, incurriendo en mora
judicial.

Y, en segundo lugar, debido a la situación excepcional que


enfrenta Josefa María Puente Quintana, entonces la
Registraduría Nacional del Estado Civil deberá emplear mayor
diligencia para garantizar su derecho fundamental a la
personalidad jurídica y garantías conexas, habida cuenta de la
multifuncionalidad de la contraseña.

DECISIÓN

PRIMERO: REVOCAR la sentencia de naturaleza,


origen y fecha anotada. En su lugar, conceder el amparo
requerido por Josefa María Puente Quintana.

SEGUNDO: Ordenar al Juzgado Cuarto de Familia de


Cartagena que, dentro de los seis (6) meses siguientes a la
notificación de este proveído, efectúe las gestiones tendientes a
recaudar la prueba de ADN y dictar sentencia en el proceso de
impugnación que Josefa María Puente Quintana formuló contra
Wilberto Paternina Mangonis y Arnol Puente Arnedo, bajo el
radicado n° 2018-00441-00.

TERCERO: Ordenar a la Registraduría Nacional del Estado


Civil mantener vigente la contraseña de la actora como

21
Radicación n° 13001-22-13-000-2021-00431-01

comprobante de documento en trámite, hasta que culmine el


referido proceso de impugnación.

CUARTO: Disponer la comunicación de esta determinación


por el medio más expedito a las partes e intervinientes, así como
autorizar la remisión del expediente a la Corte Constitucional
para eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FRANCISCO TERNERA BARRIOS


Presidente de Sala

(Con Ausencia Justificada)


ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

HILDA GONZÁLEZ NEIRA

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

(Con Ausencia Justificada)


LUIS ALONSO RICO PUERTA

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

22
Firmado electrónicamente por Magistrado(a)(s):

Francisco Ternera Barrios

Hilda Gonzalez Neira

Aroldo Wilson Quiroz Monsalvo

Octavio Augusto Tejeiro Duque

Este documento fue generado con firma electrónica y cuenta con plena validez jurídica, conforme a lo dispuesto
en artículo 103 del Código General del Proceso y el artículo 7 de la ley 527 de 1999

Código de verificación: B4974346DBD04CB5B7F771C0E55D2C6335C881F9B12D537DD6A59B32292D7523


Documento generado en 2021-10-08

También podría gustarte