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“Si el Grano (semilla) de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si
muere, lleva mucho frutos” Juan 12:24

La semilla aquí, somos nosotros.
1) Cada uno de nosotros tenemos grandeza del Padre, un potencial,
somos valiosos.
Jesús veía el propósito, veía con sus ojos.
8Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo:
Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9Porque por la
pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de
todos los que estaban con él, 10y asimismo de Jacobo y Juan, hijos
de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a
Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Lucas 5
8
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más
altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos. Isaías 55:8-9
Dios te llamó para llevar frutos!!!

2) “muere”
Una frase que detestaba que me digieran:
“DIOS AÚN TIENE QUE QUEBRANTAR MUCHO PARA QUE LE
PUEDAS SER UTIL».¡¿QUEBRANTAR]!
En serio, me daba mucha rabia cada vez que me lo decía. Me

descolocaba que, después de uno de mis arrebatos de furia o de
orgullo o de egoísmo o de inmadurez, como si supiera algo de mi
futuro que yo desconocía y enfatizase mi necesidad de
quebrantamiento. Y, siendo brutalmente honesto, en ese momento,
no entendía a qué se refería, cuando hablaba de ser quebrantado.
Era un concepto tan desconocido para mí como lo puede ser para ti,
si eres demasiado joven.
¿Por qué iba a necesitar quebrantamiento para ser útil para Dios?
Probablemente, necesitase más talento o más conocimiento o más
formación. Pero ¿quebrantamiento? ¿Qué era aquello que, al parecer,
necesitaba sin saberlo? Me resultaba todo un misterio.
Ahora, después de que han pasado veinte años, me doy cuenta de cuánta
razón tenían.
NECESITABA QUEBRANTAMIENTO. LO NECESITAMOS Y MUCHO
Jesús, comparándose a sí mismo-con una semilla, habló a sus discípulos
de la necesidad de ser quebrantado en la cruz para ser útil para el Padre,
para poder dar el fruto que estaba destinado a dar:
“Si el Grano (semilla) de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si
muere, lleva mucho frutos” Juan 12:24
Jesús dijo: «Me van a partir en la cruz, voy a ser rasgado y herido, abierto
en mil pedazos, pero esta será la manera en la que brotará la vida eterna
que está retenida en mi interior.
Como la cáscara de una semilla debe ser quebrada para que brote la vida
que contiene dentro de ella, la planta crezca y dé fruto que alimente a
muchos, yo debo ser quebrado en la cruz para que brote la vida eterna
contenida en mí, mi familia crezca y alimente a millones con el fruto de
la salvación»,
JESUS ESTÁ CONECTANDO DAR FRUTOS CON SER QUEBRANTADO
Una semilla contiene dentro de sí el potencial para una gran cosecha,
pero, para que ese potencial sea liberado, la cáscara exterior debe ser
quebrada. No hay otra manera. |
Y con esta metáfora es con la que llegué a entender la importancia del
quebrantamiento, a fin de ser útil para Dios. Todos nosotros somos como
semillas en las manos de Dios. La cuestión no es si dentro de la semilla se
encuentra la vida —porque toda semilla tiene vida contenida dentro de
sí—, la cuestión es si la cáscara exterior será quebrada para que la vida
brote hacia fuera.
Sin el quebrantamiento de la cáscara exterior, no se libera el potencial
retenido en el interior,
Sin quebrantamiento no hay fruto.
Una persona no quebrantada es una persona infructuosa para el reino de
Dios, una cáscara bonita, pero inútil.
Me resulta impactante pensar en esto. En que un gran árbol lleno de fruto
comenzó siendo una semilla sometida a un proceso de quebranto. El
sembrador debe enterrar la semilla bajo la tierra, porque, allí, escondida
en la oscuridad, será expuesta a un proceso de quiebre de su cáscara, a
través de la humedad del agua, el calor del sol y la presión de la tierra. En
cierto sentido, parece que la semilla muere bajo la tierra, pero, en
realidad, está siendo promovida al siguiente nivel.
De la misma manera, Dios nos somete a procesos de quebranto en la
oscuridad, nos expone conscientemente a circunstancias que duelen, de
tal manera que pareciera que nos está matando, pero, en realidad, no nos
está matando, nos está promoviendo al siguiente nivel.
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome
su cruz y sígame. Mateo 16:24
Es cierto, esa aparente muerte es terrible, pero, a la vez, es la catalizadora

de una gran cosecha. Por esa razón, Dios está tan interesado en
procesarte. Cuando entiendas esto, dejarás de huir del quebranto y
comenzarás a amar el proceso tanto como amas la promesa.
 «quebrantamiento»
Entonces, si para que la semilla cumpla su propósito debe
quebrarse su cáscara, ¿qué debe quebrarse en nosotros para ser
útiles para Dios? Debe quebrarse nuestro «yo», debe humillarse
nuestro ego.
Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad
de mi Padre, que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a
ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el día último. Porque la voluntad de mi
Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los
resucitaré en el día último. San Juan 6:38-40 DHH94PC
El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:6-8)
 Nuestro ser se compone de cuerpo, alma y espíritu, aunque, en

realidad, a mí me gusta decir que somos un espíritu que tiene un
alma y está dentro de un cuerpo.
El espíritu humano es el soplo de vida que Dios nos insufló en el
día de nuestra creación: el aliento divino, una parte de Dios mismo
que está en nosotros,
El alma es la suma de nuestra voluntad, intelecto y emociones; lo
que podríamos llamar el ego o nuestro «yo».
Finalmente, el cuerpo es nuestro vehículo para interactuar con el
mundo material, a través de los sentidos.
El punto que deseo enfatizar es el siguiente.
 Cuando el Espíritu Santo viene a morar dentro de nosotros, lo hace
uniéndose a nuestro espíritu humano, y desde allí desea
relacionarse con nuestra alma y guiarla según la voluntad de Dios.
 El Espíritu Santo, unido a nuestro espíritu, quiere gobernar nuestra

vida y producir su fruto, que es un carácter justo, generoso,
compasivo, alegre, sacrificado, valiente y puro, entre otros atributos
del Espíritu. Un carácter útil para los propósitos de Dios, un
carácter como el de Jesús.
22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 5:22-23
 Sin embargo, nuestra alma se resiste a someterse al Espíritu,

quiere tener el mando e imponer sus deseos egoístas.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está

dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41
 El alma es rebelde por naturaleza caída y no quiere ser gobernada.

De esta manera, nuestra alma bloquea al Espíritu en nosotros. ¡Sí!
Lo bloquea, lo resiste, lo detiene o como quieras decirlo.

 En el ejemplo de la semilla, el alma es como la cáscara que retiene
el fruto del Espíritu dentro de nosotros.
Mientras la cáscara del alma siga intacta, el ego no aceptará
órdenes del Espíritu.
La vida cristiana fructífera requiere —y no es opcional— que el
Espíritu se abra paso a través del alma, y la única manera de que
esto ocurra es a través del quebranto de ella, El alma debe ser
herida, sometida a la muerte del «yo», a la humillación del ego. Solo
así se libera el Espíritu y nos convertimos en cristianos llenos de
fruto que alimentan a otros.
¿Cómo ES UNA PERSOA QUEBRANTADA? ES UNA PERSONA
RENDIDA A DIOS, CUYA ALMA SE SOMETE A LA VOLUNTAD DEL
ESPIRITU.
¿Y cómo se ve eso? Hay que prestar atención a cómo piensa, habla y
actúa, porque una persona quebrantada se parece a Jesús.
Mientras sigas obcecado en preservar intacta tu alma, serás un
cristiano sin fruto. Inútil para Dios Y. te sorprendería la cantidad de
cristianos sin fruto que existen porque huyen de los procesos de
quebranto.
Por eso, quiero decirte; necesitas ser quebrantado para ser útil
para Dios.
Una especie de crucifixión de tu alma.
¿Por qué? Porque en la cruz es donde se quiebra tu opinión, tu control, tu vanidad, tu

egocentrismo y todo lo que representa la supremacía de tu alma.
Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. El que de arriba viene,

es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales
habla; el que viene del cielo, es sobre todos. S. Juan 3:30-36
Escribe en esta página qué asuntos de tu ego aún necesitan ser
quebrantados. Esos vicios y deterioros de tu alma que son un obstáculo
para que el fruto del Espíritu se libere en ti.

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“Si el Grano (semilla) de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si

muere, lleva mucho frutos” Juan 12:24

Dios te llamó para llevar frutos!!!

En serio, me daba mucha rabia cada vez que me lo decía. Me

Es cierto, esa aparente muerte es terrible, pero, a la vez, es la catalizadora

 Nuestro ser se compone de cuerpo, alma y espíritu, aunque, en

 El Espíritu Santo, unido a nuestro espíritu, quiere gobernar nuestra

 Sin embargo, nuestra alma se resiste a someterse al Espíritu,

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está

 El alma es rebelde por naturaleza caída y no quiere ser gobernada.

Una especie de crucifixión de tu alma.

¿Por qué? Porque en la cruz es donde se quiebra tu opinión, tu control, tu vanidad, tu

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. El que de arriba viene,

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