Nacidos para Vencer - Completo
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Introduccin y situacin Como fundamentar una vida victoriosa Como vencer la indiferencia Como vencer la pasividad Como vencer la pereza Como vencer el conformismo Como vencer la permisividad Como vencer la depresin (primera parte) Como vencer la depresin (segunda parte)
En este nuevo tema nuestro objetivo ser dar respuestas a las carencias, debilidades y aflicciones del alma, donde tenemos la voluntad, la mente y las emociones o sentimientos. Estas son las reas de nuestro ser mas atacadas por el diablo, a travs del sistema de este mundo, y las debilidades de la carne. Es importante comprender qu es el sistema del mundo, quin lo dirige y cmo acta sobre el ser humano. EL SISTEMA DE ESTE MUNDO. DEFINICIN: El diablo es el prncipe de este mundo (Jn.14:30); y ha diseado un sistema perverso, en colaboracin con el hombre desobediente (Ef.2:2), para atrapar el alma, estrangular el espritu y la comunin con Dios y destruir el cuerpo. Cmo lo hace? Tendiendo lazos y trampas al alma del hombre, aprovechando la oscuridad de los pueblos por la idolatra- y engaando (2Co.4:4). Los que buscan mi vida (alma) arman lazos (Sal.38:12). El diablo tiene tendidas trampas, a travs de los esquemas mundanos, para atrapar el alma del hombre. Es en el alma donde se producen las batallas de las pasiones y deseos, aprovechadas por el diablo para dar expresin a todo tipo de guerras (Stg.4:1) (1P.2:11). Por lo tanto, nuestro campo de batalla est en el rea del alma. CMO VENCEREMOS? Por el inconformismo hacia el mundo. No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Ro.12:2) Por el inconformismo hacia los deseos carnales. Como hijos obedientes no os conformis a los deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia... (1P.1:14) Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengis de los deseos carnales que batallan contra el alma (1P.2:11). Escapando y huyendo. ...habiendo huido de la corrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencias los que verdaderamente haban huido de los que viven en error... habindose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Seor y Salvador Jesucristo... (2P.1:4 y 2:18-20). Huye tambin de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazn limpio invocan al Seor (2 Tim.2:22). Aferrndonos al Nombre de Jess. Quin es el que vence al mundo, sino el que cree que Jess es el Hijo de Dios? (1Jn.5:5). Torre fuerte es el nombre de Jehov; a l correr el justo, y ser levantado (Pr.18:10). Nuestra alma escap cual ave del lazo de los cazadores; se rompi el lazo, y escapamos nosotros. Nuestro socorro est en el nombre de Jehov, que hizo el cielo y la tierra (Sal.124:7-8).
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Hemos venido a Dios y l sacia y prospera nuestra alma de la abundancia de su casa (Sal.36:8 y 65:4). Hemos salido de la casa del diablo y trasladados a la casa el Reinode Dios. El cul nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Col.1:13).
El hombre nuevo nace como resultado del triunfo legal y actual de Jess. Hemos nacido de nuevo por la simiente de un vencedor. Esta es una verdad permanente y absoluta. Sin embargo, vivimos en un mundo cambiante y relativo. Esos esquemas tienden a afectarnos, movernos y desplazarnos de la solidez del fundamento: JESUCRISTO. Por ello, se hace necesario que afirmemos los fundamentos de una vida victoriosa a la que Dios nos ha llamado. Todo buen fundamento debe estar basado en la verdad. Veamos, entonces, tres verdades que garantizan una vida victoriosa. La verdad de LA REGENERACIN Pero cuando se manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo (Tito,3:4-5). La regeneracin es dar nuevo ser a una cosa que degener. Es volver al gnero original. Es regresar al plan inicial de Dios despus de haber estado viviendo unos tiempos alejados de l, degenerados por el pecado y la desobediencia. Es nacer de nuevo. La regeneracin es la base fundamental para establecer una vida de xito y victoria (Jer.18:1-10) La verdad de LA RENOVACIN No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos, 12:2) La renovacin es un proceso gradual hacia la transformacin. Acta, sobre todo, en la mente (Ro.12:2) y en el espritu (Sal.51:10) (Ef.4:23). En este proceso debemos tomar parte activa llenando nuestra mente con la palabra de Dios. Esta verdad es clave. Si vamos a vivir en victoria sobre el sistema de este mundo ser por conocer la voluntad de Dios y obedecerla. Oh, cunto amo yo tu ley! Todo el da es ella mi meditacin. Me has hecho ms sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre estn conmigo. Ms que todos mis enseadores he entendido, Porque tus testimonios son mi
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meditacin. Ms que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. No me apart de tus juicios, Porque t me enseaste. Cun dulces son a mi paladar tus palabras! Ms que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira (Salmo,119:97-104). Nunca se apartar de tu boca este libro de la ley, sino que de da y de noche meditars en l, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en l est escrito; porque entonces hars prosperar tu camino, y todo te saldr bien (Josu,1:8). Bienaventurado el varn que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Si no que en la ley de Jehov est su delicia, Y en su ley medita de da y de noche. Ser como rbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperar (Salmo,1:1-3). De esta forma pensamos como piensa Dios; hablamos como Dios habla y vivimos de acuerdo con la santidad de Dios. Como hijos obedientes, no os conformis a los deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia; si no, como aquel que os llam es santo, sed tambin vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito est: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocis por Padre a aquel que sin acepcin de personas juzga segn la obra de cada uno, conducios en temor todo el tiempo de vuestra peregrinacin (1Pedro,1:14-17). Su palabra debe afincarse, habitar y establecerse en nosotros. La verdad de LA TRANSFORMACIN Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espritu del Seor (2Corintios, 3:18). Cuando hemos digerido su palabra, sta se diluye en nuestro organismo y produce y produce la transformacin de nuestra vida. La palabra (el Verbo-Jess) acta en nosotros y reproduce la imagen de Jess. Por lo cual tambin nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino segn es en verdad, la palabra de Dios, la cual acta en vosotros los creyentes (1Tesalonicenses,2:13). Jess es el Pan de vida que al comerlo produce en nosotros la transformacin de nuestro ser: espritu, alma y cuerpo. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el man en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de l come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendi del cielo; si alguno comiere de este pan, vivir para siempre; y el pan que yo dar es mi carne, la cual yo dar por la vida del mundo. Entonces los judos contendan entre s, diciendo: Cmo puede ste darnos a comer su carne? Jess les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comis la carne del Hijo del Hombre, y bebis su sangre, no tenis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitar en el da postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en m permanece, y yo en l. Como me envi el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, l tambin vivir por m. Este es el pan que descendi del cielo; no como vuestros padres comieron el man, y murieron; el que come de este
pan, vivir eternamente (Juan,6:48-58). As se establece la fusin-comunin entre Cristo y el creyente. Resumiendo. La verdad de la regeneracin, la renovacin y la transformacin ponen en nosotros las bases para una vida prctica de victoria.
Definir el concepto. Qu es la indiferencia? Es un estado de nimo no determinado. Es una actitud vacilante, sin determinacin. No combatir. Que no prefiere una cosa a otra. Es una falta de compromiso y responsabilidad que abarca a todas las esferas de la vida en sociedad: Familiar, laboral, estudiantil, en lo moral y eclesial (la dinmica, visin, de una iglesia local). La insumisin es un ejemplo claro de una sociedad indiferente a los intereses globales de una nacin. Es la cultura del pasotismo, la litrona y la rebelda silenciosa. Este virus de la indiferencia ha invadido nuestra sociedad actual de una forma alarmante. Los sistemas del mundo de hoy contienen una gran dosis de indiferencia y apata que debemos combatir. El creyente y la iglesia han sido influidos estrepitosamente por este sistema abominable de indiferencia. Esta actitud nos lleva a hacer concesiones con el mundo y su sistema de valores; nos roba las convicciones firmes de la palabra de Dios y nos conduce a una flojera y debilidad del alma y del espritu que desembocan en un cristianismo tibio, incoloro, fluctuante y falto de poder y autoridad. Debemos localizar, aborrecer y combatir a este enemigo para poder derrotarlo y mantenerlo a raya. DERROTANDO LA INDIFERENCIA La Biblia dice que hemos escapado de las contaminaciones de este mundo por el conocimiento del Seor; por tanto, no nos enredemos otra vez en ellas. Ciertamente, si habindose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Seor y Salvador Jesucristo, enredndose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero (2Pedro,2:20). Si la indiferencia es rebelda silenciosa, Pero qu os parece? Un hombre tena dos hijos, y acercndose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi via. Respondiendo l, dijo: No quiero; pero despus, arrepentido, fue. Y acercndose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo l, dijo: S, seor, voy. Y no fue. Cul de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero (Mateo, 21:28-32); combatmosla con obediencia visible, Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entraablemente, de corazn puro (1Pedro,1:22). Si la indiferencia es una actitud sin determinacin y vacilante, para que ya no seamos nios fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
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estratagema de hombres que para engaar emplean con astucia las artimaas del error (Efesios, 4:14); hagmosle frente con determinacin y firmeza, Cuando se cumpli el tiempo en que l haba de ser recibido arriba, afirm su rostro (con determinacin, dice la Biblia de las Amricas) para ir a Jerusaln (Lucas, 9:51). Si la indiferencia es no tener preferencias por una cosa u otra: luz o tinieblas, verdad o mentira, limpio o inmundo; Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaias, 5:20); entonces decidamos separar lo vil de lo precioso y afirmarnos en ello. Por tanto, as dijo Jehov: Si te convirtieres, yo te restaurar, y delante de m estars; y si entresacares lo precioso de lo vil, sers como mi boca. Convirtanse ellos a ti, y t no te conviertas a ellos. Y te pondr en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearn contra ti, pero no te vencern; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehov. Y te librar de la mano de los malos, y te redimir de la mano de los fuertes (Jeremias, 15:19-21) Si la indiferencia es una falta de compromiso y responsabilidad; mantengmonos fieles al Pacto de sangre, a travs de Jess, y actuemos en consecuencia. El que viola la ley de Moiss, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. 29 Cunto mayor castigo pensis que merecer el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espritu de gracia? (Hebreos, 10:27-29). Si la indiferencia nos lleva a hacer concesiones con el mundo y ceder a sus influencias; Oh almas adlteras! No sabis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. O pensis que la Escritura dice en vano: El Espritu que l ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero l da mayor gracia... (Santiago, 4:4-5); entonces no nos conformemos a este siglo. No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Rom.12:2). Si la indiferencia nos roba las convicciones firmes de la palabra de Dios; no te conformes con ello y afirma tus valores sin moverte de la palabra de verdad. Cada uno est plenamente convencido en su propia mente... Tienes t fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a s mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado (Romanos, 14:5,22,23). ...que no os dejis mover fcilmente de vuestro modo de pensar... (2Tesalonicenses, 2:2) Pertenecemos a otro Reino donde operan otras leyes y principios. Hemos sido trasladados del sistema de este mundo, al Reino de Su Hijo Amado (Col.1:13); por tanto, la actitud normal del hombre nacido de nuevo es contraria a la indiferencia. El hombre nuevo no puede ser indiferente ante la disolucin de los principios del Reino en su generacin; y si ha sido atrapado en ello, hay que actuar con sinceridad y valor: Localizndolo (reconocerlo); aborrecerlo (arrepentirse) y combatirlo con firmeza. La indiferencia conduce a la pasividad, pero la vida de fe es accin en el camino de la verdad. El apstol Judas nos insta a que contendis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas, 3)
Definir el concepto. Qu es la pasividad?. Es un estado de nimo sin accin. Una paralizacin del esfuerzo y el inters. Es no cooperar. Permite que los dems acten sin hacer nada. Es un espritu de somnolencia que adormece el alma. Es la anestesia de este mundo que roba la energa del ser humano. Esta influencia ha penetrado profundamente en la iglesia occidental de nuestro tiempo. Creo que est contribuyendo a ello el nfasis desproporcionado y desequilibrado que se le est dando al retorno de Jess. La esperanza cierta y gloriosa de la segunda venida de Jess es maravillosa y la iglesia debe mantenerla activada continuamente, pero el desequilibrio se produce cuando tomamos esa verdad del Retorno como una va de escape para eludir nuestras responsabilidades como hijo de Dios de ser luz y sal de la tierra, anunciando su evangelio y mantener una vida de firmeza frente al pecado. Pablo tuvo que poner orden en la iglesia de Tesalnica al respecto. Esto es lo que les dice: Pero con respecto a la venida de nuestro Seor Jesucristo, y nuestra reunin con l, os rogamos, hermanos, que no os dejis mover fcilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbis, ni por espritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el da del Seor est cerca. Nadie os engae en ninguna manera; porque no vendr sin que antes venga la apostasa, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdicin...Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Seor Jesucristo, que os apartis de todo hermano que ande desordenadamente, y no segn la enseanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabis de qu manera debis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afn y fatiga da y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuvisemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque tambin cuando estbamos con vosotros, os ordenbamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque omos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetindose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Seor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os cansis de hacer bien. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a se sealadlo, y no os juntis con l, para que se avergence. Mas no lo tengis por enemigo, sino amonestadle como a hermano (2Tesalonicenses, 2:1-3 y 3:6-15). Por qu se produce la pasividad? Por una falta de sentido y propsito en la vida. Por no conocer el plan de Dios y Su voluntad para con nosotros. Por ignorar el valor de la vida y por un ambiente cargado de religiosidad dominado por el espritu de muerte. Cmo acta? Dejando de hacer lo importante y trascendente, para centrarse en lo superficial, lo ajeno e innecesario. Ejemplo: Hablar y hablar de los problemas de otras personas sin haber solucionado los nuestros debidamente.
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Qu armas tiene la pasividad? La indiferencia, la debilidad de nimo y sobre todo la televisin. Pasar mucho tiempo delante del televisor produce una pasividad mental, creativa, de iniciativas y un atolondramiento (proceder sin reflexin) que nos conduce a la pereza profunda. El perezoso desea (todo lo que ve en el televisor) pero nada alcanza (se alimenta de ilusiones e irrealidades que nunca consigue. Buena prueba de ello son los programas-concurso con sus ofertas de ganar dinero fcil, que estn llenos de desilusiones y frustraciones, as como de un culto a la diosa Fortuna y Destino que menciona el profeta Isaias en 65:11-12. El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes ser prosperada (Pr.13:4) El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar (Pr.21:25). COMO VENCER SOBRE LA PASIVIDAD Localizarla. Tenemos que encontrar las reas de nuestras vidas donde se ha infiltrado este virus. Para ello necesitamos sinceridad y valenta para enfrentarnos a nosotros mismos. Luego necesitamos acercarnos al foco que alumbra todas las cmaras de nuestro ser, es decir, acercarnos a Dios y Su palabra. En tu luz veremos la luz (Sal.36:9) Lmpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino (Sal.119:115) Lmpara de Jehov es el espritu del hombre, La cual escudria lo ms profundo del corazn (Pr.20:27) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y ms cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espritu, las coyunturas y los tutanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazn. 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas estn desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (Hebreos, 4:12-13) Aborrecerla. Significa arrepentimiento. Volverse al plan de Dios que habamos abandonado. Es llegar al pleno convencimiento de que la pasividad es mala, un enemigo destructivo que hay que combatir y resistir. Resistid... (la pasividad) y huir de vosotros. Someteos a Dios. Acercaos a Dios, y l se acercar a vosotros (Stg.4:7.8). Combatirla. Dios nos ha dado un don precioso para derrotar a este enemigo, el don del Espritu Santo (Hch.10:45). Liberar la accin del Espritu en nosotros, sacar de la fuente de agua de vida es la clave para vencer. Cmo hacerlo? Hablando... cantando... Alabando al Seor... Dando siempre gracias... (Efesios, 5:18-20). Esto producir en nosotros lo contrario exactamente a la vida pasiva. Producir un despertamiento espiritual como vemos en Efesios 5:14-17. Por lo cual dice: Despirtate, t que duermes, Y levntate de los muertos, Y te alumbrar Cristo. Mirad, pues, con diligencia cmo andis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los das son malos. Por tanto, no seis insensatos, sino entendidos de cul sea la voluntad del Seor. Producir un avivamiento interior (2Ti.1:6); un espritu ferviente (Ro.12:11); una capacidad de esfuerzo y trabajo (Jos.1:9); y un espritu de sacrificio (Sal.50:5) (Ro.12:1) que aplastar a este enemigo de nuestras almas renovadas.
Esta clase de vida (la vida en el Espritu, osea, una vida cristiana normal) produce un aniquilamiento de la pasividad, y nos eleva a una dimensin de vida mas elevada; es la clase de vida de Dios (Zo) que Dios nos ha dado juntamente con Cristo.
La indiferencia conduce a la pasividad y sta desemboca en la pereza. Definir el concepto. Qu es la pereza? Es el descuido en hacer las cosas que estamos obligados a realizar. Negligencia. Tardo, lento o pesado en el movimiento o en la accin. La pereza es uno de los grandes enemigos del hombre y su realizacin. Hay diferentes clases de pereza. Normalmente pensamos que la pereza slo tiene que ver con la persona que duerme mucho; pero hay otras manifestaciones de pereza. Pereza mental: El que no quiere pensar. Pereza sentimental: El que no expresa sus sentimientos naturales, no habla. Pereza fsica: El que no quiere trabajar y el esfuerzo fsico le abruma. Pereza espiritual: El que no dedica tiempo a la oracin, la meditacin y el estudio de la palabra de Dios, no se congrega, no diezma, etc. La pereza es una especie de pulpo con muchos brazos para atenazar las diferentes reas de nuestra vida. Qu produce la pereza? Este enemigo es un gran productor de males, algunos de ellos muy dramticos. Veamos algunos ejemplos en el libro de los Proverbios. En este libro de la Biblia encontramos que es un tema que se repite ampliamente.
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Produce sopor y sueo. La pereza hace caer en profundo sueo, Y el alma negligente padecer hambre (Pr.19:15). Produce cansancio y fatiga. Mete el perezoso su mano en el plato; se cansa de llevarla a su boca (Pr.26:15). Pas junto al campo del hombre perezoso, y junto a la via del hombre falto de entendimiento, y he aqu que por toda ella haban crecido los espinos, ortigas haban ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. Mir, y lo puse en mi corazn; lo vi, y tom consejo. Un poco de sueo, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; as vendr como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre armado (Pr.24:30-34). Produce argumentos falsos. El perezoso no ara a causa del invierno; pedir, pues, en la siega, y no hallar (Pr.20:4). Dice el perezoso: El len est fuera; ser muerto en la calle (Pr.22:13). En su propia opinin el perezoso es ms sabio que siete que sepan aconsejar (Pr.26:16)
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Produce frustracin. El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes ser prosperada (Pr.13:4). Produce pobreza. Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y s sabio; la cual no teniendo capitn, ni gobernador, ni seor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, hasta cundo has de dormir? Cundo te levantars de tu sueo? Un poco de sueo, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; as vendr tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado (Pr.6:6-11). Produce muerte. El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar (Pr.21:25) COMO VENCER LA PEREZA
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Este adversario es un gran generador de mentiras. El perezoso dice: estoy cansado, no puedo hacerlo, no tengo tiempo, no es el momento, para que intentarlo si va a salir mal, no tengo recursos ni capacidades, etc. Para vencer la pereza tenemos que responder con toda sinceridad y revelacin la gran pregunta esos argumentos son verdaderos o falsos?. Para encontrar la respuesta correcta necesitamos conocer la palabra de verdad, que nos lleva a la libertad (Jn.8:3132). Ejemplo: Si he dormido 7-8 horas y sigo cansado y con ganas de dormir ms la pereza me est robando un tiempo que nunca mas volver a tener. La reaccin debe llevarnos a las preguntas siguientes: Quiero abandonar la pereza? Soy consciente de sus efectos negativos? Estoy dispuesto a combatirla?. La batalla se centrar en tres frentes fundamentales. Primero. Derribar argumentos. Mientras creemos una mentira (no tengo tiempo) todo el organismo acta segn esa mentira. Cuando destruimos el engao y lo reemplazamos con la verdad (todas las cosas tienen su tiempo debajo del sol); entonces el proceso a la victoria est en marcha. Pues aunque andamos en la carne, no militamos segn la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta (2Corintios, 10:3-6). Segundo. Renovacin de la mente. La renovacin nos da los pensamientos de Dios, y stos, traen a nuestra vida su voluntad, su propsito y su plan pensado de antemano. Con este conocimiento la motivacin se dispara y todo nuestro ser es estimulado a la accin. No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos, 12:2). Tercero. Aplicarle disciplina personal. sta nos ayuda a mantener el impulso inicial en una constante diaria. Ejemplo: Si necesitamos 7-8 horas para descansar y tenemos que levantarnos a las siete de la maana, no debemos acostarnos mas tarde de las doce de la noche. La aplicacin de la disciplina est mas en decidir cuando debemos ir a
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dormir que en levantarse por la maana. Ganamos o perdemos la batalla por la noche no en la madrugada. Pablo viva esta disciplina personal de forma evidente cuando dijo: No sabis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. As que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado (1Corintios,9:24-27). La oracin de Moiss se hace indispensable para vencer la pereza. Ensanos de tal modo a contar nuestros das, que traigamos al corazn sabidura (Sal.90:12)
Definir el concepto. Qu es el conformismo? Viene de la palabra inglesa confort, que significa comodidad. Es una prctica que fcilmente nos lleva a adaptarnos a cualquier circunstancia. Es hacer concesiones, es decir, conceder el dominio a las circunstancias que nos rodean. Es una falta de combatividad que paraliza la bsqueda, la expectativa y la visin. Una prdida de la ambicin saludable. Es dar por sentada una vida y vivir de las rentas. Este enemigo nos roba las iniciativas y nos hunde en un estado de nimo mediocre, gris y egosta, puesto que nos lleva a una actitud a la defensiva para guardar lo poco que tenemos. Nos roba, adems, la entrega y la inversin de nuestra vida en el reino de Dios, para pudrirnos en el fango de la cobarda y el temor. Jess dijo: El que ama su vida, la perder; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardar (Juan, 12:25). Y fue especialmente duro con aquel siervo que haba guardado su talento por temor a perderlo. Pero llegando tambin el que haba recibido un talento, dijo: Seor, te conoca que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escond tu talento en la tierra; aqu tienes lo que es tuyo. Respondiendo su seor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabas que siego donde no sembr, y que recojo donde no esparc. Por tanto, debas haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mo con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos (Mateo,25:24-30). El conformismo y la comodidad son especialmente malos para vivir una vida llena del Espritu. La vida en el Espritu se mueve en una dimensin ilimitada, por tanto, el conformismo la puede frenar en cualquier pequea experiencia y robarnos la inmensidad del Ocano de Dios. En nuestros das es especialmente nocivo el nfasis desequilibrado que se hace en la iglesia sobre algunos dones del liderazgo, olvidando y criticando los que no se tienen. (Ezequiel, 47:1-5) (2Reyes,2:1-15)
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El sistema de este mundo est diseado para desequilibrarnos. O nos frena en el conformismo; o nos enloquece en la insatisfaccin. Por su parte, el Espritu Santo nos trae la vida equilibrada de Jess a nuestros corazones. COMO VENCER EL CONFORMISMO La respuesta es sencilla. Con el inconformismo; que no hay que confundirlo con la insatisfaccin. En Cristo estamos satisfechos pero no somos conformistas, porque sabemos que hay mas y ms reas de profundidad y madurez en Jess. ...para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seis plenamente capaces de comprender con todos los santos cul sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seis llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios,3:17-19). ...No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; si no que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui tambin asido por Cristo Jess. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrs, y extendindome a lo que est delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jess (Filipenses,3:12-14). No os conformis. La palabra de Dios nos ensea abiertamente a ser inconformistas en diversas reas de nuestras vidas. Veamos algunas. No os conformis a este mundo. No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos, 12:2). No os conformis a la corrupcin. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llam por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (2Pedro,1:3-4). No os conformis al error. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente haban huido de los que viven en error (2Pedro, 2:18). No os conformis a las contaminaciones. Ciertamente, si habindose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Seor y Salvador Jesucristo, enredndose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero (2Pedro,2:20). No os conformis a los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida. No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est en l. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
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sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1Juan,:15-17). No os conformis a los deseos carnales que batallan contra el alma. (Recuerda que el alma incluye la mente, las emociones y la voluntad). ...como hijos obedientes, no os conformis a los deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia... Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengis de los deseos carnales que batallan contra el alma... (2Pedro, 1:14 y 2:11). No hacer concesiones. Significa no ceder a las presiones del enemigo para robarnos nuestras convicciones y derechos. Defender la heredad de Dios: Salvacin, salud, paz liberacin... Ejemplo: El pueblo de Israel cedi terreno a los cananeos y les otorg vivir con ellos en la tierra que Dios les haba dado como heredad. All estuvo la clave de sus futuras derrotas. Mas al jebuseo que habitaba en Jerusaln no lo arrojaron los hijos de Benjamn, y el jebuseo habit con los hijos de Benjamn en Jerusaln hasta hoy (Jueces, 1:21,27,28,29,30,31,33). Dios les haba dicho claramente que no hiciesen concesiones al enemigo. Y fijar tus lmites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondr en tus manos a los moradores de la tierra, y t los echars de delante de ti. No hars alianza con ellos, ni con sus dioses. En tu tierra no habitarn, no sea que te hagan pecar contra m sirviendo a sus dioses, porque te ser tropiezo (Exodo,23:31-33). Cuando Jehov tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrars para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y ms poderosas que t, y Jehov tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirs del todo; no hars con ellas alianza, ni tendrs de ellas misericordia. Y no emparentars con ellas; no dars tu hija a su hijo, ni tomars a su hija para tu hijo. Porque desviar a tu hijo de en pos de m, y servirn a dioses ajenos; y el furor de Jehov se encender sobre vosotros, y te destruir pronto. Mas as habis de hacer con ellos: sus altares destruiris, y quebraris sus estatuas, y destruiris sus imgenes de Asera, y quemaris sus esculturas en el fuego. Porque t eres pueblo santo para Jehov tu Dios; Jehov tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, ms que todos los pueblos que estn sobre la tierra. No por ser vosotros ms que todos los pueblos os ha querido Jehov y os ha escogido, pues vosotros erais el ms insignificante de todos los pueblos; si no por cuanto Jehov os am, y quiso guardar el juramento que jur a vuestros padres, os ha sacado Jehov con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faran rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehov tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dar el pago. Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas (Deuteronomio, 7:1-11). Ejemplo: Uno de los valientes de David, Sama hijo de Age, nos ensea claramente la leccin de no hacer concesiones al enemigo, aunque sea un pequeo terreno de lentejas. Despus de ste fue Sama hijo de Age, ararita. Los filisteos se haban reunido en Lehi, donde haba un pequeo terreno lleno de lentejas, y el pueblo haba huido delante de
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los filisteos. 12El entonces se par en medio de aquel terreno y lo defendi, y mat a los filisteos; y Jehov dio una gran victoria (2 Samuel, 23:11-12). El apstol Pablo nos muestra tambin lo que es una vida alejada del conformismo y fundada en la determinacin insaciable de conocerle a l (Jess), y extender Su Reino. ...Y extendindome a lo que est delante, prosigo a la meta... (Filipenses, 3:13-15). Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para m mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recib del Seor Jess, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hechos, 20:24).
Definir el concepto. Qu es la permisividad? Es el acto de dar permiso o consentir. Es un relajamiento de los valores morales; un decaimiento y prdida de los principios del reino de Dios frente a una sociedad relajada moralmente. Es una conciencia debilitada que justifica los actos pecaminosos en el nombre de la tolerancia humanista y el engao del modernismo progresista. La permisividad es darle lugar al diablo, a la carne y al sistema mundano, consciente o inconscientemente. La operacin de este enemigo (otro virus mas para la coleccin dira yo) en la iglesia de nuestro tiempo, nos conduce al sin-sabor; al debilitamiento espiritual y de la credibilidad; a la prdida de nuestros objetivos de ser luz y sal de la tierra; a la vergenza y el escarnio de la misma sociedad por haber perdido el sabor y la funcin dada por Dios; y por ltimo somos desechados por Dios mismo. Buena es la sal; mas si la sal se hiciere inspida, con qu se sazonar? Ni para la tierra ni para el muladar es til; la arrojan fuera. El que tiene odos para or, oiga (Lucas, 14:34-35). Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocers, pues, y examinars el camino de ellos. Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores. Se quem el fuelle, por el fuego se ha consumido el plomo; en vano fundi el fundidor, pues la escoria no se ha arrancado. Plata desechada los llamarn, porque Jehov los desech (Jeremias, 6:27-30). La permisividad o inmoralidad conduce a una nacin al exterminio. Nuestra sociedad est atacada por esta plaga, por lo tanto, el Seor requiere un pueblo dispuesto para sazonarla y protegerla de la putrefaccin. COMO VENCER LA PERMISIVIDAD La palabra revelada de Dios tiene la respuesta para cada desorden que azota a la sociedad y a la iglesia en cada generacin. La respuesta de Dios para vencer la maldad es una naturaleza nueva y una vida de santidad verdadera y bblica.
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Primero. Una naturaleza nueva. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llam por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (2Pedro,1:3-4). En Cristo hemos sido hechos santos, es decir, apartados para Dios como propiedad suya. Nuestra posicin ante Dios, en Cristo, es de santificados por la sangre de Jess. Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sido hecho por Dios sabidura, justificacin, santificacin y redencin; para que, como est escrito: El que se glora, glorese en el Seor (1Co.1:30-31). Y esto erais algunos; mas ya habis sido lavados, ya habis sido santificados, ya habis sido justificados en el nombre del Seor Jess, y por el Espritu de nuestro Dios (1Co.6:11) Segundo. Una vida de santidad verdadera y bblica. Por tanto, ceid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traer cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conformis a los deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia; si no, como aquel que os llam es santo, sed tambin vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito est: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocis por Padre a aquel que sin acepcin de personas juzga segn la obra de cada uno, conducios en temor todo el tiempo de vuestra peregrinacin; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminacin (1Pedro,1:13-19). En el nuevo nacimiento hemos recibido el germen de una vida santa. La naturaleza santa de Dios. Esa vida produce, de forma natural, unos resultados que se traducen en una nueva manera de vivir. Y vestios del nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efesios, 4:24). El embrin de la vida de Dios en nosotros debe crecer y alcanzar cada rea de nuestro ser. Cada pensamiento, cada sentimiento, cada deseo, cada palabra, cada accin, cada hbito y costumbre; para llevarlo a una transformacin completa en Jess. Esta verdad que aparece ante nosotros como una especie de utopa, no lo es, es la verdad revelada de Dios y el propsito eterno del Padre para con sus hijos. Porque a los que antes conoci, tambin los predestin para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que l sea el primognito entre muchos hermanos. Y a los que predestin, a stos tambin llam; y a los que llam, a stos tambin justific; y a los que justific, a stos tambin glorific (Romanos, 8:29-30). Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espritu del Seor (2Corintios, 3:18). Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Seor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual tambin lo har (1Tesalonicenses,5:23-24). As, pues, tenemos lo que se ha dado en llamar una santificacin posicional, delante de Dios, y una santificacin progresiva, en nuestras vidas cotidianas. El concepto de la santificacin est muy deteriorado y deforme en nuestra sociedad, sobre todo, por la tradicin religiosa que arrastramos. Podemos concretar lo que es la santidad bblica viendo algunos ejemplos resumidos. Es saber hacer lo bueno y hacerlo (Stg.4:17). Es separar lo precioso de lo vil (Jer.15:19).
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Es obedecer a Dios y resistir al diablo (Stg.4:7) Es no conformarse al sistema de este mundo (Ro.12:2). Es vivir lleno del Espritu Santo (Ef.5:18).
La permisividad y el relajamiento moral del presente siglo se combate y se derrota desde una posicin firme en Jess; donde Dios nos ha colocado y se ha comprometido a guardarnos sin macha y sin cada, presentndonos delante de l con gran alegra, como nos dice Judas 24. Habiendo nacido de nuevo y habiendo recibido una naturaleza santa estamos en condiciones de vivir en victoria sobre las contaminaciones de este mundo. Esa fue la oracin de Jess por nosotros: No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal (Juan, 17:15).
PRIMERA PARTE
Definir el concepto. Qu es la depresin? Es un decaimiento del nimo y de la voluntad. Un hundimiento interior. Es un sentimiento de vaco, soledad, melancola, nostalgia y desgana. Una sensacin de estar metido en un pozo oscuro sin notar el fondo ni ver la superficie. Es una especie de cada de los soportes que sostienen la actividad del alma. Es decir, como si hubieran aflojado las cuerdas que soportan la actividad emocional, intelectual y de la voluntad. La depresin es un enemigo que est atrapando a muchas personas hoy, como consecuencia de una sociedad frentica y acelerada que conduce al hombre a un sinsentido de tanta actividad. La reaccin suele ser soltar las amarras y marchar a la deriva; o una rotura involuntaria con los mismos resultados. Diferenciar dos niveles de depresin. Hay diferentes tipos de depresin y producidas por mltiples motivos, nosotros veremos dos de esos niveles. A uno lo llamaremos depresin pasajera, y al otro depresin profunda. DEPRESIN PASAJERA Se produce por un ambiente oscuro y de tinieblas, afectando al interior, al alma de la persona. Es momentnea, circunstancial y pasajera. Muchos de nosotros la hemos experimentado en alguna ocasin. Ejemplo. La depresin de Abrahm (Gn. 15:9-12). Y le dijo: Treme una becerra de tres aos, y una cabra de tres aos, y un carnero de tres aos, una trtola tambin, y un palomino. 10Y tom l todo esto, y los parti por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no parti las aves. 11Y descendan aves de rapia sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. 12Mas a
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la cada del sol sobrecogi el sueo a Abram, y he aqu que el temor de una grande oscuridad cay sobre l. Vemos en este pasaje tres factores bsicos que componen este tipo de depresin. Sueo. Una somnolencia, no natural, que apaga los sentidos del alma y el cuerpo, desgana. Temor. Un asalto de pensamientos turbadores sobre el futuro. El temor convierte cualquier informe en negativo y tenebroso. Oscuridad. Un apagn de las luces interiores que nos impide ver cualquier salida a la situacin. Ejemplo. La depresin de los apstoles. En la experiencia de los apstoles encontramos tambin los mismos factores que operaron en el conflicto de Abrahm. Fue durante el tiempo de las tinieblas, cuando Jess entr en la hora de la redencin. Los apstoles fueron cogidos por una depresin que contena estos tres aspectos: sueo, temor y oscuridad. Sueo. Vino otra vez y los hall durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueo (Mateo,26:43). Temor. Pero l les dijo: Por qu estis turbados, y vienen a vuestro corazn estos pensamientos? (Lc.24:37) Cuando lleg la noche de aquel mismo da, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discpulos estaban reunidos por miedo de los judos, vino Jess, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros (Jn.20:19) Oscuridad. Habiendo estado con vosotros cada da en el templo, no extendisteis las manos contra m; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas (Lc.22:53). Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena (Lc.23:44). COMO VENCER LA DEPRESIN PASAJERA Por la continua y cercana COMUNIN con Dios. Lo que hemos visto y odo, eso os anunciamos, para que tambin vosotros tengis comunin con nosotros; y nuestra comunin verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo... pero si andamos en luz, como l est en luz, tenemos comunin unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1Juan,1:3.7). Esta fue la clave para Abrahm, y tambin para los apstoles. Su continua relacin con Dios les libr de las garras del ostracismo. Su comunin constante les llev a una reaccin inmediata para escapar de las tinieblas. Por una REACCIN rpida. El alma de los diligentes ser prosperada (Pr.13:4). En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espritu, sirviendo al Seor (Rom.12:11). La comunin constante con Dios nos lleva a una vida espiritual activa que nos permita reaccionar a tiempo, antes de ser atrapados por la boca del len. Si no lo hacemos a tiempo nos adentramos en una depresin profunda. Mantener una vida espiritual activa incluye entre otras muchas cosas lo siguiente: Lectura, meditacin, oracin, alabanza, congregarse, arrepentimiento, etc.
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SEGUNDA PARTE
En el captulo anterior vimos algunas definiciones sobre la depresin. Dijimos, entre otras cosas, que es un hundimiento interior. Es la sensacin de estar metido en un pozo y no ver salidas por ningn lado. Diferenciamos tambin dos niveles de depresin, una pasajera y otra profunda, aunque pueden localizarse muchas ms. Ya vimos la primera, ahora nos centraremos en la segunda. DEPRESIN PROFUNDA Se produce cuando la persona se mantiene y permanece en el estado depresivo normal; cuando no existe una reaccin rpida para salir de ella. Entonces el hundimiento interior se hace cada vez mayor, el pozo se estrecha y la opresin es asfixiante. Este nivel de depresin se origina en el interior de la persona y paraliza, no solo la actividad interna, sino tambin la externa. Es decir, el alma y el cuerpo. Sin embargo, an en esta situacin, de lo mas hondo del ser, puede brotar un clamor que atraviesa la oscuridad. Mientras call (confesin audible) se envejecieron mis huesos en mi gemir (un sonido interior sin palabras) todo el da... Se volvi mi verdor (vida dinmica) en sequedades (sin vitalidad) de verano. (Salmo,32:3,4) COMO VENCER LA DEPRESIN PROFUNDA La Biblia nos muestra a personas relevantes atravesando en sus vidas tiempos de profunda depresin. Veamos algunos ejemplos. El rey David. Mientras call, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el da. Porque de da y de noche se agrav sobre m tu mano; se volvi mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declar, y no encubr mi iniquidad. Dije: Confesar mis transgresiones a Jehov; y t perdonaste la maldad de mi pecado (Sal.32:3-5). El profeta Elias. Entonces envi Jezabel a Elas un mensajero, diciendo: As me hagan los dioses, y aun me aadan, si maana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levant y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que est en Jud, y dej all a su criado. Y l se fue por el desierto un da de camino, y vino y se sent debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehov, qutame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echndose debajo del enebro, se qued dormido; y he aqu luego un ngel le toc, y le dijo: Levntate, come. Entonces l mir, y he aqu a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comi y bebi, y volvi a dormirse. Y volviendo el ngel de Jehov la segunda vez, lo toc, diciendo: Levntate y come, porque largo camino te resta. Se levant, pues, y comi y bebi; y fortalecido con aquella comida camin cuarenta das y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios (1 Reyes,19:2-8).
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El profeta Jeremias. Me sedujiste, oh Jehov, y fui seducido; ms fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada da he sido escarnecido, cada cual se burla de m. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destruccin; porque la palabra de Jehov me ha sido para afrenta y escarnio cada da. Y dije: No me acordar ms de l, ni hablar ms en su nombre; no obstante, haba en mi corazn como un fuego ardiente metido en mis huesos; trat de sufrirlo, y no pude. Porque o la murmuracin de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denuncimosle. Todos mis amigos miraban si claudicara. Quiz se engaar, decan, y prevaleceremos contra l, y tomaremos de l nuestra venganza. Mas Jehov est conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarn, y no prevalecern; sern avergonzados en gran manera, porque no prosperarn; tendrn perpetua confusin que jams ser olvidada. Oh Jehov de los ejrcitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazn, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa. Cantad a Jehov, load a Jehov; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos. Maldito el da en que nac; el da en que mi madre me dio a luz no sea bendito. Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varn te ha nacido, hacindole alegrarse as mucho. Y sea el tal hombre como las ciudades que asol Jehov, y no se arrepinti; oiga gritos de maana, y voces a medioda, porque no me mat en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. Para qu sal del vientre? Para ver trabajo y dolor, y que mis das se gastasen en afrenta? (Jeremias, 20:7-18). Job. Despus de esto abri Job su boca, y maldijo su da. Y exclam Job, y dijo: Perezca el da en que yo nac, y la noche en que se dijo: Varn es concebido. Sea aquel da sombro, no cuide de l Dios desde arriba, ni claridad sobre l resplandezca. Afenlo tinieblas y sombra de muerte; repose sobre l nublado, que lo haga horrible como da caliginoso. Ocupe aquella noche la oscuridad; no sea contada entre los das del ao, ni venga en el nmero de los meses. Oh, que fuera aquella noche solitaria, Que no viniera cancin alguna en ella! (Job,3:1-7).
El profeta Jons. Pero Jons se apesadumbr en extremo, y se enoj. Y or a Jehov y dijo... te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida... Y el sol hiri a Jons en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sera para m la muerte que la vida... (Jons, 4:1-11). El apstol Pablo en Corinto. Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicacin de la palabra, testificando a los judos que Jess era el Cristo. Pero oponindose y blasfemando stos, les dijo, sacudindose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me ir a los gentiles. Y saliendo de all, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. Y Crispo, el principal de la sinagoga, crey en el Seor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, crean y eran bautizados. Entonces el Seor dijo a Pablo en visin de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondr sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo all un ao y seis meses, ensendoles la palabra de Dios (Hechos, 18:5-11).
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Jess en Getseman. Entonces lleg Jess con ellos a un lugar que se llama Getseman, y dijo a sus discpulos: Sentaos aqu, entre tanto que voy all y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenz a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jess les dijo: Mi alma est muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu, y velad conmigo (Mateo,26:37-38). Y Cristo, en los das de su carne, ofreciendo ruegos y splicas con gran clamor y lgrimas al que le poda librar de la muerte, fue odo a causa de su temor reverente (Hebreos, 5:7). Adems vemos que Jess fue tentado en todo segn nuestra semejanza, incluso en la depresin profunda. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos, 4:15-16). Todas estas personas superaron las crisis profundas de sus vidas. Cada ejemplo de estos hombres nos ensea diferentes verdades para vencer la depresin. Las resumiremos en tres. 1. El arrepentimiento. Muchas depresiones son el resultado de pecados ocultos o inmoralidades secretas. La victoria est en el arrepentimiento de corazn. El salmista dijo: Mi pecado te declar, y no encubr mi iniquidad. Dije: confesar mis transgresiones a Jehov; y tu perdonaste la maldad de mi pecado (Salmo,32:5). 2. Clamar a Dios con voz audible. Este clamor y oracin pone en palabras el arrepentimiento sincero. Esta oracin rompe la oscuridad y hace soltar al diablo el rea donde nos tena atrapados. Bendice, alma ma, a Jehov, y no olvides ninguno de sus beneficios... El es el que rescata del hoyo mi vida... (Salmo,103:4). Busqu a Jehov, y l me oy, y me libr de todos mis temores. Los que miraron a l fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clam, y le oy Jehov, y lo libr de todas sus angustias (Salmo, 34:4-6). Hay ocasiones en que las fuerzas no dan ni para clamar a viva voz, pero s podemos hacerlo desde lo hondo de nuestro ser, como vimos antes. Mientras call (confesin audible) se envejecieron mis huesos en mi gemir (un sonido interior sin palabras) todo el da... Se volvi mi verdor (vida dinmica) en sequedades (sin vitalidad) de verano. (Salmo,32:3,4). Este gemido procede de las profundidades del espritu, donde no hay lenguaje, ni sonido, sino una expresin de nuestro espritu al Espritu de Dios. Tambin habr momentos cuando necesitaremos la ayuda de otras personas que oren por nosotros, especialmente con dones de liberacin. 3. La restauracin del sentido de la vida. La depresin paraliza y confunde. La liberacin nos devuelve el rumbo por donde debemos seguir y los objetivos que debemos alcanzar. La luz regresa y la verdad nos saca a la libertad. Te har entender, y te ensear el camino en que debes andar; sobre ti fijar mis ojos (Salmo,32:8). Purifcame con hisopo, y ser limpio; lvame, y ser ms blanco que la nieve. Hazme or gozo y alegra, y se recrearn los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, y renueva un espritu recto dentro de m. No me eches de delante de ti, y no quites de m tu santo Espritu. Vulveme el gozo de tu salvacin, Y espritu noble me sustente (Salmo,51:7-12).
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Despus de pasar por el valle de sombra de muerte y haber salido en victoria, ...El mismo nos perfecciona, afirma, fortalece y establece. A l sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amn. (1Pedro,5:10).
Definir el concepto. Qu es el negativismo? Es una tendencia a or, ver y hablar del lado oscuro y negativo de las cosas y de la vida. Es el resultado de un alma entenebrecida, en penumbra y oscuridad; que se desliza en la flojera y la pereza. Es pesimismo frente a los desafos de la vida. Es una persona que no quiere intentar la lucha y se esconde detrs de argumentos derrotistas y fatalistas para justificarse a s mismo. Es una derrota anticipada. Es incredulidad. Es pecado. Este mundo est diseado por el negativismo, la negacin y los argumentos que lo avalan. El diablo se encarga de que toda clase de informacin morbosa, cruel, de muerte y destruccin nos llegue continuamente, a travs sobre todo de los medios de comunicacin, para introducirnos a su reino de muerte y destruccin; perdiendo as de vista las buenas nuevas del Reino de Dios. Se esconden las buenas nuevas del evangelio que transforma la vida del ser humano, y de esta forma el cuadro que tenemos delante es devastador y orientado a producir un pesimismo de por vida. Los nios aprenden primero a decir NO (negativo). Se necesita una reprogramacin, una reconversin, un nacimiento de nuevo. Resumiendo. El diablo tiene un carcter negativo, por su parte el Hijo de Dios, Jess, es positivo, creativo y dador de vida. COMO VENCER EL NEGATIVISMO La base est en haber nacido de nuevo, nacer de Dios, nacer de la palabra. El negativismo se derrota con el positivismo, es decir, con un S. La vida cristiana comienza con un S, positivo, a Jess. Decir S a Jess y Su palabra es la clave para entrar en lo realmente positivo de la vida. El apstol Pedro fue llevado por el Maestro a una confesin renovada de su amor por Jess. Cuando hubieron comido, Jess dijo a Simn Pedro: Simn, hijo de Jons, me amas ms que stos? Le respondi: S, Seor; t sabes que te amo. l le dijo: Apacienta mis corderos. Volvi a decirle la segunda vez: Simn, hijo de Jons, me amas? Pedro le respondi: S, Seor; t sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simn, hijo de Jons, me amas? Pedro se entristeci de que le dijese la tercera vez: Me amas? y le respondi: Seor, t lo sabes todo; t sabes que te amo. Jess le dijo: Apacienta mis ovejas (Juan,21:15-17).
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Una vez que hemos dicho S al Seor, debemos mantener nuestra confesin continuamente. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspas los cielos, Jess el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesin (confesin) (Hebreos 4:14). De la misma forma debemos saber decir NO al mundo, a la carne y al diablo. NO os conformis a este mundo... (Romanos, 12:2) NO satisfagis los deseos de la carne... (Glatas, 5:16) NO deis lugar al diablo... (Efesios, 4:27)
Todo lo que viene de Dios es bueno y positivo para nuestras vidas. Santiago dice que toda buena ddiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variacin (Stg.1:17). Y el apstol Pablo nos ha dejado, por el Espritu, una expresin altamente significativa para los que aman a Dios. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propsito son llamados (Romanos, 8:28). Jess es positivo La palabra de Dios es positiva El Espritu Santo es positivo La fe de Dios es positiva La gracia de Dios es positiva
Un cristiano lleno del Espritu Santo mantiene una actitud positiva en la vida, porque a decidido obedecer a Dios. La fe en Dios est llena de posibilidades para sobreponernos al negativismo de este mundo incierto y destinado para el fuego. A pesar de las noticias desalentadoras que todos los das omos y que mantienen a los hombres desfalleciendo por el temor y la expectacin de las cosas que sobrevendrn en la tierra; porque las potencias de los cielos sern conmovidas. Entonces vern al Hijo del Hombre, que vendr en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguios y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redencin est cerca (Lucas, 21:2528). An en medio de esos desfallecimientos generalizados, el hijo de Dios tiene una esperanza de gloria de redencin final y completa. La rebelin de Lucifer trajo el negativismo y la maldad a los hombres, pero la obediencia de Jess nos ha dado una vida abundante para todo nuestro ser. Alabemos a Dios por ello y no nos dejemos atrapar por el destino funesto de los que aborrecen la luz, y gocmonos porque nuestro galardn es grande en los cielos.
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