TEMA 14 IIa Inmunología
TEMA 14 IIa Inmunología
TEMA 14 IIa Inmunología
1. INTRODUCCIÓN.
2. CONCEPTOS PREVIOS.
3. MECANISMOS DE DEFENSA.
7.2. INMUNODEFICIENCIAS
8.2. RECHAZO
2. CONCEPTOS PREVIOS:
3. MECANISMOS DE DEFENSA:
También se conoce como respuesta innata o inespecífica, es muy rápida e intervienen los
fagocitos que son un tipo de leucocito con capacidad de fagocitosis.
Físicos: son la piel y las mucosas que aíslan el interior del cuerpo ante la entrada de los
gérmenes.
Químicos: son las secreciones que impiden el desarrollo de los gérmenes. Por ejemplo el
sudor, secreciones ácidas del estómago, la lisozima presente en saliva y lágrimas…
Microbiológicos: son la flora bacteriana que se desarrolla en simbiosis en distintas partes del
organismo como en la boca, intestino… Esta flora produce sustancias que impiden el
desarrollo de organismos patógenos y además compite con ellos por los nutrientes.
En las mucosas encontramos a los mastocitos que son células que liberan sustancias
químicas como la histamina y heparina en respuesta a la presencias de alérgenos o
patógenos que van a desencadenar respuesta inflamatoria
Cuando las defensas de los mecanismos inespecíficos no han sido suficientes y el patógeno
ha logrado sobrevivir se induce la respuesta inmune específica contra aquel antígeno que la
desencadena. Existen dos tipos:
Respuesta inmunitaria celular: está mediada por los linfocitos Tc que destruyen los
patógenos portadores del antígeno una vez diferenciados con la información proporcionada
por los linfocitos Th.
Los interferones son sustancias que ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a
combatir infecciones activando a los fagocitos y a las células NK. Son sintetizadas por los
glóbulos blancos y células infectadas pero también se producen en el laboratorio para su uso
en el tratamiento de diferentes enfermedades como el cáncer.
Las interleucinas son liberadas por los linfocitos Th, cuando reconocen la CPA, y se
encargan de atraer a los linfocitos B además de estimular su crecimiento y división.
Células citotóxicas: son algunos leucocitos como las células NK (natural killer) que
atacan a células con un glicocálix anómalo. Atacan por citólisis.
Complejo MHC: son una serie de proteínas que participan en la presentación de los
antígenos del patógeno a los linfocitos Th. Existen de dos tipos: MHC-I (en la membrana de
las células infectadas por virus) y MHC-II (en la membrana de los macrófagos). El epítopo es
una pequeña región del antígeno constituida por un número reducido de aminoácidos o
monosacáridos, que permite que el antígeno se una de forma específica a su anticuerpo. La
zona por la que se une el anticuerpo se denomina parátopo.
Anticuerpos o Inmunoglobulinas:
Son glucoproteínas globulares
producidas por los linfocitos B en
respuesta a un antígeno. Su
característica fundamental es la
capacidad de unirse específicamente al
antígeno que indujo su formación. Las
inmunoglobulinas se encuentran en la
sangre, la linfa, las secreciones (saliva,
mucosa y leche) y en la membrana de los
linfocitos B.
● Linfocitos TH: linfocitos que se activan cuando una célula presentadora de antígeno
(CPA) les muestra el antígeno procedente del agente infeccioso. Su función es
estimular a otros linfocitos (tanto Tc como B) con la liberación de interleucinas.
● Linfocitos TC: linfocitos que provocan la destrucción de las células diana (tumorales o
infectadas por parásitos). Se diferencian con la información recibida por parte de los
Linfocitos TH . La muerte celular se produce por contacto directo entre los linfocitos Tc
y los antígenos de membrana de las células diana a las que se fijan y provocan la
formación de poros transmembranales a través de los cuales introducen enzimas
hidrolíticas y destruyen la célula por lisis.
● Linfocitos TS: son los encargados de evitar una respuesta inmunitaria excesiva o
desproporcionada.
Los linfocitos B de memoria son células similares a los linfocitos B que guardan el
recuerdo del antígeno y en caso de que se produzca un segundo contacto con él se activan
con la consiguiente producción de anticuerpos sin la necesidad de contactar con un linfocito
Th.
3.5. ÓRGANOS Y TEJIDOS
Médula ósea: se encuentra debajo de los huesos, se forman las células madre
precursoras de los fagocitos y linfocitos. Tras diferenciarse maduran se convierten en
linfocitos B y T. A su vez los linfocitos T pueden convertirse en
células NK.
Inmunidad celular o humoral: si la desempeñan las células que están en los tejidos
(macrófagos, Linfocitos TH Tc y células NK) hablamos de inmunidad celular por el contrario
si la desempeñan las células y moléculas que se encuentran en la sangre (Linfocitos B y
anticuerpos) se denomina inmunidad humoral.
Se puede adquirir de forma natural o artificial, y en ambos casos puede ser de forma activa o
pasiva.
El sistema inmunitario, con anticuerpos producidos por linfocitos B, ataca las células del
propio organismo y causa enfermedades autoinmunes.
Tipos:
7.2. INMUNODEFICIENCIAS
Una inmunodeficiencia es una situación patológica originada por un defecto grave en uno o
más componentes del sistema inmunitario que hace que el organismo pierda el estado de
protección que dicho sistema le proporciona. Estos organismos tienen mayor susceptibilidad
a infecciones crónicas, además de padecer enfermedades autoinmunes y tumores. Existen
dos tipos de inmunodeficiencias:
Las alergias:
Una alergia es la respuesta del sistema inmunológico a ciertas sustancias de nuestro entorno
que, normalmente, son inofensivas. Estas sustancias se denominan alérgenos y el sistema
inmunológico reacciona como si de un patógeno se tratara. Los leucocitos producirán
anticuerpos IgE, en el caso de la rinitis alérgica producida por el polen, preparando el
sistema inmunológico en contra de los alérgenos. El problema radica en que la unión del
anticuerpo al alérgeno induce la liberación de mediadores químicos de la inflamación como
la histamina que da lugar a rinitis y asma, de ahí que la alergia se trate con antihistamínicos.
Un trasplante o injerto es la transferencia de células vivas, tejidos u órganos de una parte del
organismo a otra, o de un organismo a otro. Según la relación que exista entre el donante y el
receptor, pueden ser:
El éxito o fracaso del trasplante depende de la relación genética entre donante y receptor.
Cuando el trasplante se produce entre individuos genéticamente diferentes, los antígenos del
donante pueden provocar en el receptor una respuesta de rechazo inmunológico.
Si los antígenos de histocompatibilidad de las células del órgano trasplantado son diferentes
a los del receptor, estos son reconocidos como extraños por el sistema inmunitario del
receptor, y este reacciona contra esas células. La reacción puede ser tanto específica
(humoral y celular) como inespecífica y produce el rechazo.
Cuando los antígenos de histocompatibilidad del donante y del receptor son idénticos, no
hay rechazo, esto solo sucede entre individuos genéticamente idénticos. Tampoco hay
rechazo en el caso de la córnea y de cartílagos, debido a que son estructuras que no tienen
circulación sanguínea y no entran en contacto con los linfocitos del receptor.
Rechazo en las transfusiones:
El sistema ABO clasifica la sangre en 4 tipos, esta clasificación es realizada según el tipo de
antígeno que se encuentre en la membrana de los glóbulos rojos.
Por lo tanto el grupo O será el donante universal y el grupo AB el receptor universal puesto
que son compatibles con todos los grupos sanguíneos.
Las células tumorales expresan antígenos que no están presentes en las células normales, lo
que hace que sean reconocidas como extrañas por el sistema inmunitario y, por consiguiente,
sean destruidas antes de que puedan desarrollar tumores.
Linfocitos Tc: inducen resistencias contra el crecimiento tumoral aunque por mecanismos
diferentes. Reconocen los antígenos tumorales y destruyen las células.
Macrófagos: pueden atacar a las células tumorales directamente o con otros mecanismos
efectores.
Células NK: lisan y destruyen las células tumorales, especialmente, si están opsonizadas.
Desempeñan un papel importante en reducir y evitar las metástasis.
Anticuerpos antitumorales: son producidos por los linfocitos B y se unen a las células
tumorales produciendo su neutralización.
De esta forma la biotecnología permite dirigir el tratamiento hacia células específicas sin
dañar otro tipo de tejidos.